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Voy Bcrivana (12): 117 - 135, 2002. La IDENTIDAD AMERICANA EN LA POESIA DE GasRIELA MIsTRAL Maria Bugenia Urrutia Universidad de Los Andes - Nuicleo ‘Tiyjillo Elconocimiento de la poesfa mistraliana en nuestra América ha acac- cido con diferencias notables entre a publicacién desu primer libro Desola- cién (1921), Jaobtencién del Premio Novel en 1945 el suceso de su muerte en 1957, en Nueva York. Gabriela Miscral, quien se dio a conocer como poetisa extraordinaria en Chile, en los Juegos Florales realizados en el Teatro Santiago en 1914, salté ala fama fuera de los limites nacionalesen una confe- rencia dictada por Federico de Onis, profesor dela Universidad de Columbia cenel Instituto Las Espafias en 1921. Diceel profesor Saavedra Molina: ‘Suauditorio, compuesto principalmente por profésoresnor- teamericanos de espafil, quedaron tan impresionados con la hondu- say absesionante belleza de fos poemasleidos por Onis, que sintieron las ansias de conocer mejor la obra de esta mujer extraordinatiay, ‘cuando supieron que no habia sido coleccionada concibieton la idea de reunirlaen wn libro, * De la extraordinaria impresin que la lectura de estos poemas produjo en sus oyentes, nace la primera edicién de Desolacién en pren- sas neoyorquinas, y desde ese primer libro, Gabriela se hace conocida y es valorada en todos los pafses del continente: México, Argentina, ‘Uruguay, Brasil, Las Antillas, son sitios que visita y que dejan profunda huella en su visi6n y “pasidn de América”, 117 Esen su tercerlibro Zila (1938), editado por Victoria Ocampo, donde su amor americano y reincorporacién del pasado arquetfpico se hace médula de su poesia. Las costumbres, habitos, ritos religiosos, mentos de los antiguos pueblos del continente: mayas, quechuas, quichés, tienen ahf el sitio de privilegio: “Tanto vivir en pafses del continente fue dando a nuestra poetisa un sentido de lo autéctono que se refleja en toda su creaci6n como una caracteristica acusada”.? Eliseo Diego cn “Prologo” a Poestas?, despliega lavaloracién dela obra mistraliana desde ese rico sector de su visién y presentacién del sery las eriaturas de América: ‘Tan evidenteessu iinportancta para ef misteria de l expre- sign americana -para esa extrafia necesidad que hasta las piedsas tienen de re-conocerse on la palabra del hombre-, que parece fatuo toda incento de comsiderarsu obra desde cualquier punto de vista Ese mismo sentido, ef profesor Gastén Von Dem Bussche, en Visién de una poesia sefala: “Su majestuoso valor americanista reside en esta vivencia constante de significaciones miticas y consumadoras a través de las cosas y hombres de nuestro continente”. ¢ Desde otro éngulo valorativo, Enrique Anderson Imbert reitera la importancia de la poesia mistraliana en las lecras hispanoamericanas: “Su influencia no fue visible, pero, como rio subterténeo regé la poesta con- tempordnea.” > Porsu parte Fernandez Retamar acota: - queda por sefialar la influencia del violemto lirismo ‘neotromdntico, del que Gabriela es encarnacién, en la formacién de los ‘mayores poctasl vanguardismo: Vallejo hasido formado en esa lines; ‘Neruda, c incluso lo ha confesadoal reconacer su deuda al uruguayo Sabat Ercasry (1887). por supuesto con Gabriela. Durante mucho tiempo lacrltica, y también los lectores se acerca on a la poesfa mistraliana desde la perspectiva de la temética amorosae trdgica, y por fa otra vertiente complementaria, la dela rernura, el senti- miento maternal y el sesgo de su vocacién de ensefianza. Sin lugar a discusién, esas vertientes le son caracterlsticas, y alcanzan en esos poemas 118 alturas poco comunes de intensidad y de nobleza ideomética. Pero la debelacién de la identidad americana en todo su vigor y autenticidad es tan caracteristica y elevada, ya nuestro parecer, de gran alcance poético para las letras hispamoamericanas y para la comprensién global de la pro- duccién dela autora, El andlisis que realizamos en el presente estudio se centra en aquel sectorde st. obra en queasumela develacién de a tierra y ciaturas de Amé- rica, desde una perspectiva integradora de a conciencia miticay visién sinbs- lica de los pueblos ancestrales, pobladores primigenios de estas tieras. Nos hemos servido dell presentacién y confrontacién de poemas que integran todos las libros publicados por Mistral, desde Desolacién hasta Poema de Chile, obra péstuma en los cuales sc hace presente la realidad poética que incentamos evidenciar. EL TEMA DE AMERICA ‘Nuestro camino de acceso a la escritura de Mistral intenta apren- der, aquella temstica que a nuestro entender aparece como relevante en un sector vasto de su creacién potticay reiterado en diferentes momentos de su obra, Dirigimos este ceabajo a los lectores dela poesta mistraliana en sus caracterizaciones de crftico o lector intuitivo, ya que consideramos queen fa lectura que en él proponemos, orientada a la valoracién y cabal conoci- miento de su mensaje americano, es esencial para la apreciacin equitativa desu obra. Para adentrarnosen ef estudio de la poesta mistraliana y la recrea- cidn a través de la palabra de la realidad esencial de Amética, es necesario desplegar la concepcién y visién eésmico-podtica en las que estas expe riencias se sustentan, Laconcepcién dela poesfa como un acto dela cteacién comparable alacto de creacién del universo, sumerge sus races en una tradicién presti- giada, ensanchada en los grandes momentos dea creacién romdntica. Eduardo Ascuy en Elocultismo y la creacién potrica sefiala: Elensueioromdntico penetra con pancula apdeaa losmis- terios de la vida y dela muerte, Intenta reconstruir a fabulosa Edad de no ‘Oto cintuye en el origen dels mitos una supra histo por irrupciones vrticales. ? sopra gal La dimensién de la palabra creadora con poder de convocar el mundo, de recrear por su propia presencia, a través del lenguaje, un uni- ‘verso con validez en si mismo, es aspiracién constante de la poesta con- tempordneay da evidentes frutos en la pocsfa vanguardista. Creacionismo, dadafsmo, surrealismo invocan al lenguaje como una potencialidad crea dora y privilegiada, en cuya configuracién el poeta se homologa con la figura del sacerdoce y del mago, detentadores de los poderes esenciales frente a la naturaleza y el universo. En tal sentido Eduardo Ascuy, en ta obra anteriormente citada expresa: Lapalabra potticaes un agente de integracién ala totalidad dela queel hombre se ha desgajado pues conserva, en este sentido, la ‘vrtualidad creadora dela palabra divina,* Una poesta como la de Gabriela Mistral, en la que la brisqueda de latotalidad, el anhelo de ruptura de los limites, el ansia de intemporalidad, el diglogo obsesionante con la divinidad, arquetipo de eternidad, totali- dad y absoluto, se vincula evidentemente con esta cosmovisién metafisi- ca. El Ser todo lo abarca en su unidad. De allf que tanto seres como ‘entes participen de esa unidad, de esas caracteristicas absolutas intemporales, y que su escricura incente trascender la temporalidad, tanto en la experien- cia plenamente religiosa, como en la visién del acaccer histérico. Los poemas de Gabriela Mistral retrotraen a.un tiempo mitico, es decir, ala detencién de la temporalidad y actualizacién de esas realidades en un pre- sente, nuestro presente. Respecto de esta dimensién cemporal en la poes(a, Octavio Pax acotaen Elarco y la tra: El tiempo del poema esdistnto al tiempo cronométrico, ‘Lo que pass, past’, dice la gente. Para el poeta lo que pas6, volverda set, vvolverdaencamar. 120 ‘Y més adelante: El poem es tiempo arquetipico, que se hace presente apenas ‘unas labios epiten sus frases rlemicas. Bsus frases ritmicas son lo que llamamos vetos y su funcién consiste-cn re-crear el empo. * LOS CODIGOS ESTETICOS Y LA METALENGUA Poetas como Huidobro, Neruda, Vallejo, Greiff, Girondo, Borges, convergen en una serie de aspectos y principios estéticos y en la creacién de nuevos modos de lenguaje que consticuyen una metalengua, consecuencia de un nuevo programa estético. " La expresién sentimental entendida a la manera de la poesfa tradi- cional es rechazada y abolida. Se propende aa susticucién del “yo” por la expresién del “lirismo de materia’, se atiende més bien, al instinto que a Jos sentimientos. Entre los usos poéticos més destacados se propicia la brisqueda de la metéfora inica, renovadora, desconcertante, La metéfora cumple una funcién poética necesatia, primordial. La acticud ance la lengua es innovadora, se sience que ha perdido sueficacia comunicativa, por lo tanto hay queextotsionarla, deformarla, abricla, cambiarla, aunque sea rompiendo las reglas gramaticales y morfoldgicas que la sustentan. Lo esencial es hacer de ella un instrumen- tonuevo, capaz de expresar la visidn de la nueva estética, En Ja temética hay innovaciones y enriquecimientos notables ya que aspectas de la téenica, (la presencia de la maquina y de artefactos mecénicos), los temas sociales, junto a sensaciones de los sentidos, olor, peso, rumor, se aglutinan para informarla visién de un mundo de malei- plesy conteadictotias dimensiones. ‘Se entiende la poesfa como una forma de conocimiento, de acer- camiento ms certero a la identidad profunda del hombre, ala autentici- dad de una relacién primera con el universo, el develamiento de una realidad més auténtica encubierta por la mecanicidad de a vida cotidiana yporel lenguaje desgastado dela tradiciéa. ‘Al acezcarnas a los poemarios de Gabriela Mistral advertimos que suobta poética se reviste de un tono de intensidad caracteristico. Gabriela cs poeta de la incuicidn, de las voces apasionadas. Su poesia se orienta hacia la bisqueda de nuevos valores artisticos, morales y religiosos, pues junto a numerosos artistas de su generacién muestra rechazo por el 121 inteleccualismo y racionalismo del siglo XIX y busca la afirmaci6n y pre- ‘eminencia de la vida por sobre el conocimiento. A la humanidad le urgen objetivos ardientes, absolutos, no por via racionalista sino por canales del sentimiento, de la fe, dela intuicién, Gabriela expresa esta concepcidn del arte en un importante texto metapoético de Desolacién, “El decilogo del artists”, Hacemnos énfasis aqui en algunos de estos preceptos: LAmards la belleza que es la sombra de Dios sobre el Universo. Il. No hayatte ateo, Aunque no ames al Creador, lo afirmaris ereando a su semejanza. VIL Subird de tu corazén a tu canto y te habrd purificado a tiel primero. VIL. Ta belleza se llamard también misericordia, y consolard el corazén de los hombres. Se desprende de estos textos que para Mistral el arte tiene una dimensiGn catértica, transformadora. Al mismo tiempo, advertimos que la autora no se separa del arte mimético y la nacuraleza sigue siendo para ella un arquetipo, un modelo. El artista ctea a semejanza de Dios, pero jamds concibe la creacién de un mundo aurénomo sustentade sélo en el Lenguaje, a la manera de “un pequetio dios", como en el Creacionismo huidobriano. Al releer la poesia mistraliana desde Desolacién hasta Poema de Chile, esata la rcitcracién e insistencia del tema de América, tema que por lo mismo, aparece como uno de los pilates de su escritura. E exivico Federico de Onis sefialé este aspecto con precisidn " y Gastér Von Dem Bussche,en Visidn de una poesia alude significativamente a este punto”, Gastén Von Dem Bussche hace referencia ala relevante dimen- sidn religiosa de la poesta mistraliana, Afirma que esta actitud es conse- cuencia de su ser y pasién de América: "Su pasién de América es pasiéa del mundo. Representa tan instintiva como poderosamente la sieuacidn dl espiritu ameticano, que se debate entre un cristianismo rudo, aprendi- do.con el corazén, con mucho de apasionamiento vehemente y erbitrario y los ancestros mfticos de América” ©. 122 Se establece asf la profunda relacién entre el sentimicnto y bils- queda de totalidad con la pasién de América. En “Dos Himnos", publi- cados en Tala, escuchamos esa vor ritual, entera, arquetipica y arcaica en su mejor sentido de originalidad. La Mistral nos devela el sentido del mundo americano, sentido encubierto, sofocado y vencido por la super- posicién de otra cultura. Su acento se homologa al de los origenes y nos ensancha el mundo retrotrayéndose ala visién de una mentalidad anterior a la conquista a través del uso de una imaginerla indigena y de una reactualizacién de la historia: Sol de tripico Sol delos Incas, sol delos mayas rmaduro sol americano, sol en que mayasy quichés reconocieron yadoraron, del que viejosaimaraes como el mbar fueron quermades; co) Sal del Cuzco, blanco en la puna. Sol de México, canto dorado, canto rodado sobre el Mayab, afr de Fuego no comulgado, porel quegimenlas gargantas Tevantadas atu vistico.. La imagen unificadora del sol cubre y resume las antiguas culeuras desde México al Cuzco. Es “cifra nuestra’: creador, fetilizador, anima- dor de oficios y de frutos, Es purificador y gufa de la grey; imagen des- Jumbrante en la que se funden la religiosidad indigena y elementos dela cultura judeo-cristiana. Se enfatiza en e! poema la unicidad primordial de mente, cuerpo, naturaleza, propia de las antiguas razas puras, De esa ini- cial unicidad hemos emergido a la actual conciencia de nuestro mundo americano, desgajado, separado, oscurecidas las huellas de nuestros orfge- nes, De la toma de conciencia de ese tremendo olvido surge la promesa ritual de reincotporar la cultura, las formas de vida, los valores de nuestros antepasados, primitivos habicances de América. 123 Gentes quechuas y gentes mayas ‘ejuramoslo que jurdbamos Deti rodamashacia el Tiempo yy subiremos acu rega20; deticaimosen grumos deoro, envellén de oro desgajado, yatlentraremosrectamente segiindijeron Incas Magos En el segundo hirano “Cordillera”, los Andes apatece como el elemento femenino de esta visién cosmol4gica de a tiezta americana. El soles el centzo magnético y fertlizador. La cordilleta es madse crecida desde los abismos, desde lo profundo. Su estructura geolégica estd siem- pre presente ante la vista de las gentes americanas. Colosal, permanente, se levanta hacia el cielo como uns alzadura pétrea coronado de albura. Cordillera {Cordillera delos Andes, ‘Madee yacente y Madre que anda, que de nifios nosenloquece yy hace morir cuando nos flea, ‘queen metalesy en amiantos ‘nos aupaste lasentrafias, hallazgo de los primogénitos, Mama Oello y Manco Cépac, tremendo amor yalzado axerno del hidromiel dea esperanza " Los polos masculino-femenino aparecen en una reunién de opues- tos, manifestando la totalidad, la unicidad: vida exuberante, permancn- cia, fertilidad, resumen el paisaje geogrifico, biolégico vegetal, cultural y humano del espacio de América en una visién de inmensidad. En estas dos entidades, sol y cordillera, el hombre americano encuentra la identidad y permanencia de su ser. Son dos presencias que orientan la visién americana hacia los origenes. Se deifican como entidades miticas omnipresente y omnipotentes. Desde esta intuicién esencial es que se puede pedir a la cordillera purificacién “a hielo y fuego". Asimismo se la puede nombrar con denominaciones destina- das a los seres sagrados. Este lenguaje se homologa con “mantrams” 124 rituales o letantas, palabras cargadas de sentido sagrado en que se evo- ca el poder ereador del verbo y el anhelo profundo de la unidad de los pueblos del continente: iSuelde el caldo de mus metales Jos pueblos cotos de ts bras: cose cus rls vagahundos, ‘us vertientesacainadas, ‘Pusificanosy condhicenos, ‘Tellamaremosaleluya yen letania arrebatada: ‘Especie eremna y suspendida Altaciudad, Torres-doradas, Pascual aribo de tu gente, ‘Arca tendida dela Alianza! ”? ‘Orzo de los numerosos poemas inspirados en la tierra, costumbre yrusos de los pueblos indo-americanos, es “Cancién quechua” (Termura), recoge las tradiciones de poesfa, arte y musica de Coyas y Amautas. Laquena, el culto del mary las suaves vicufia, criaturas originatias del altiplano, dan una imagen cercana y viva de ese pueblo. En la oposicién, pasado-presente se vigoriza la armonta y felicidad, la riqueza cultural del mundo quechua frente « la tristeza y opacidad de la vida después de la Conquista. Los animales y alimentos originales han sido suplantados por otros extrafios: el mafz por el crigo; las vicufas por los novillos. La vida indigena se oscurece yenajena, perdienda todo su sentido. Cancién Quechua Donde fue Thuancisuyo, nnactanlosindios. Llegébamos ala puna con danzas, con himnos. Sitbaban quenas,ard/an dos mil fuegos vivos. Cantaban Goyasde oro ‘yAmauras benditos. Bajasteciego de soles, volando dormido, parahallarviudos los sires 125 dellama y de inci. Ydondeeran maizales, vyersubit el igo yen lugar de las viewBas topeatlosnovillos, iRegresaa tu Pachacamae, ‘en-vano Vendio, Indio loco, Indio que nace, pljaco perdido! “Ceiba Ecuatoriana” es ambidn un texto en el que se recrea el mundo vegetal de América. Nuestro continentey especificamente el tr6- pico son territorios en los que imperan la luz, el sol, la fertilidad. La luz recrea el milagro del poderfo vegetal, la exuberancia y explendor gozoso del trépico. En la ceiba se afianza una vida que supera en centenas la extensién temporal de la existencia humana. Por ello adquiere la dimen- sin de intemporal, no nacida, eterna. Es una hidra de veinte cabezas. A través de esta imagen se fa relaciona con los seres mfticos que enriquecen Ja imaginerfa de los pueblos indigenas, Ronda de la Ceiba Bewasoriana {Enel mundo estéla luz, ‘yenlaluzestélacciba, vena ceiba esta verde Hamarada deta América. Ea, ceiba, ea, ea! Axbol ceiba no ha nacido yladamos porcterna, ylosindiosno la plantan, {ls fos nol vigan. Ea, ceiba, ea ea! No laaleanzan los ganados nileMlega lasaera: miedo de ella tieneet hacha yylasHlamas no la queman. Ea, ceiba, ea, ea! 126 ‘Un importante poema que remite a las culcuras de los orfgenes, “El Matz, ¢s un canto ceremonial en el que esta planta original de Améri- , alimento esencial de todas las castas primitivas, mayas, aztecas, quechuas, se muestran en su verdor, purera, fuerza y valor histérico y sagrado. El Mate 1 El matide Anshuae, et mafedeolasfieles, cuerpo delos meilis, ami cuerpo se viene. En el viento me huye jugando a que lo encuentre, ymecubre y, me bafia el Quetzalesasl verde delascolastrabaas 1 ‘quelamen y que hieren. Laalusién a Querzaledatl, serpiente emplumada, divinidad mayor entte los aztecas, “dios de la sabiduefa, del sacerdocio, del viento y de la Iluvia” ”, remite a a concepcién religiosa y ceremonias rituales deste puc- blo. Quetzalosatl ostenta atributos semejances.a Kikulkan, divinidad maya. La relacidn de estas culturas con la realidad del presente de Méxi- coy América se establece en la imagen viva del maiz verde, ondulando al soplo del viento en toda tierra americana de sembrfo. A su vez, la cstirpe sacra y venerable se deriva de su antigiiedad y del lugar que le atribuyeron, ‘nuestros antepasados en sus ceremonias rituales. En la religién maya se uuilizaba en los ritos del bautismo y de la muerte". vi Bl santo mate sube, de dos impetus verdes, ydormidoseliena derirtolsardientes. 17 Elsecreto mate cenvaina freseahierve y hierve de unos eréralos ‘de unos hidromieles. Bl dios que loconsuma ‘sdiosqueloenceguece leda forma de oftenda pordarselaferviente; envoladores hélivos su entregase disuelve. Y México seacaba donde a milpa muere, ® Del libro Poema de Chile los frutos del valle central gustados en Ia infancia, reaparecen llenos de prestigio en imagenes de color, aromay Juzen “Valle de Chile”: Vale de Chile Elda mielesa la palma funde su damasco denso yleinventa doce tcibus alcanon del duraznero yalmanzanar auteola ‘deun pudor de aroma lento. Y las pardas uvas vuelve lapialéul, ors vijos, 14, larga Gea chilena, comtra-Canidia, ojos buenos, ‘consumada al tercer dfa, prefigurada en loscielos. * En el “Valle de Chile” reaparece el tépico clésico del “locus amoenus”. Esla concretizacién del paraiso. América es una y la misma tierra de los antepasacios en sus mon- tafias, rosy superficie vegetal. Esta visién se enfatiza en la montafia m cana Ixdarihualt, que revela la dulzura de su forma antigua, cual una ma terializacién del espfritu y de la vida indigena. Se opone a la altiva y cscarpada montafia andina, muro agreste de la ierra americana austeal. La 128 cordillera andina, madre vigorosa y terrible, es un espejo de la identidad del hablante. Fl Betlacibueatd El Lxlasfuat! mi mafiana verte; sealza micasa bajo su mirada, que aqui asus pies merecliné la suerte yen suluz hablo como alucinada. i Bl Ixtlazibual con su curva humana endulza el cielo, el paisjeafina, ‘Toda dulzura desu dorso mana cl alleen ella tiesno se reclina, G) Ellaa sus gences ladeparada curva hi les ha vertdo cada medio dla en lacancién el dleo desu calms ‘Mis tala andina,'a de greta oscsra, ‘mi Coedillera, la Judith sremenda, haciste mi alma cual lazarpa dure yylaempapaste en tusangrienta vends. La imagen de la Cordillera Andina despierta siempre un senti- miento agudo de identidad en la poeta. El tema de la alucinacién suele usarlo con énfasis al refericse alas montafias, rocas “alucinadas”, Tampoco esté ausenite en esta develacion del ser de América la presencia del agua, elemento purificador y dador de vida. Reunién del {mpecu antiguo, imagen de iamensa bestia pura, calda colosal, stmbolo primigenio, fandador como en las culturas antiguas de oriente, el agua del salto del sfo Laja, en la zona sur de Chile, concita el punto de zeunién, de dos tiempos. Pasado hiscérico y presente se ligan en el gozo del agua primordial y en el suftimiento de la antigua reza mapuche, con la cual se ideritifica la poeta, en el marcirio y la agonfa, Gabriele ha confesado su origen indigena al escritor peruano Ciro Alegrfa en “Cito yo soy india”. Al final del poema, el hablante ganado por el anhelo de identifica- cién, asume la actitud de subsumirse en f corriente, de hundissey perder- se como un elemento més en el agua del Laja y el cuerpo de Chile. 129 Salto ded Laja Salco del Laja, viejo mmulto, hervorde las echas indias, dlespetia de betas vvas, majador ders orilas. (2 Cacy de caer noacaba la cegada maravilla: ‘av el viejo fervor tertestre, latremenda Araucania. Juegas cuerpo y juegas alma ‘enteros, agua suicda. Caen contigo os ‘cach gozosy agoniass ‘aclaméttirindiada ycae eambién mi vida. “Bio - Bio", nombre del rlo més extenso de Chile, sefiala Ja dul- mura de la lengua indigena, el vaivén acunador de! agua y su cualidad purificadora y bautismal. Enorme criatura abatida po el vencimiento y despojo de la antigua raza que le dio el melodioso nombre, el pueblo Araucano, Bio - Bio Yono quiero que mearajen sin que vea lrfo lento que cuchichea das slabas como quien fa secret, Dice Bio Bio, ydicelo endosestremecimientos coy Agua mayor de nosotros, red en que nos envalvemos nos bautizas como Juan, ‘ynosllevassobreel pecho. 130 “Bio - Bio” pertenece al libro Poema de Chile, Gabriela conci bié esa obra en la que intenta dar una visién del terricorio chileno, través de viaje de tres personajes que recorren el pais de norte a sur. Ellos son la madre, (la misma poetisa), un nifio indigena y un huemul, ciervo autéctono dela zona austral. En el poema “Volcén Osorno” despliega magaificas imagenes biblicas y americanas. En vigoroso contraste de movimiento y estatismo, de luy blancura, esculpe la presencia colosal del volcén nevado: Volin Osorno Volcin de Osomo, David que te hondeasa ti mismo, ‘mayoral en llanada verde, ‘mayoral ancho de ta geatlo. G) ‘Guarda las vias regiones salva atu sanco gentio, vela indiada de leiadoces, {ula chiloces que son marinos. 63 ‘Valodn Osomo, pregsn de piedra, péan que ofmosy no ofmos, aquemala vieja desventura, jmataa la muerte como Criscol ElVolcén Osorno, una de las montafias de la Cordillera de Los ‘Andes ¢s invocada en un lenguaje himnico-religioso, como a una deidad mitico-geolégico, revestida de poderes divinos, en una reminiscencia de Ja sacralizacién de la naturaleza efectuada por los pueblos indo-america- nos. El lenguaje himnico y las fuerzas sintéticas de las imagenes crean un espacio simbélico-religioso, mixtura de pasado y presente, transmisiblea todos los espacios de América. DIMENSION FUNDADORA Alreleer estos textos advertimos que se enfatiza la visién de Amé- rica como el lugar en que se reencuentran tiempo y espacio, pasado y presente. América es el sitio de la fusién étnico-religiosa y cultural de indigenas, espafioles y europeos. En este espacio Jas anciguas religiones 131 miticas se enlazan con la dimensién vigorosa de la revelacién biblica vel mensaje de amor y humanidad del eristianismo. De esta vatiedad de cédigos entrelazados y superpuestos, se constituye la realidad complejay multificética indigeno-europea del hombre y presente americanos. El Jenguaje poético de Gabriela en estos poemas de América busca la expte- sidn més pura, desnuday esencial, como quien nomina para establecer el ser de las cosas. Se explica as{ el uso del idioma, encaminado a la expre- sién mds directa y cercana del objeto. La lengua se maneja como instru mento de revelaci6n e invocacién. De allf la presentacién de vocablos conscientemente antiguos 0 “arcaicos”, por sentirlos mds cercanos a la rea- idad nombrada, a los origenes. Para el hablante lirico, la realidad americana pertenece al dmbito delo sagrado. Sus sentidos se agudizan para percibir los matices del pai- saje, fauna y flora americanos, en el afin de hacer emerger y develar con autenticidad esa realidad. La palabra quiere ebarcar el todo. De esta biis- queda se desprende el uso de imagenes sintéticas, roralizadoras, reunién de muiltiples Facetas y connotaciones: “salto que ya va a saltat / y que se queda cautivo, /lumbre que al indio cegaba / huemul de nieves, albino / (“Volcin Osorno”), “Eaisdn rojo cuando levantas / y cuando medias, fai- sén blanco / sol pintador y tatuador / de casta de hombre y del leopardo / ("Sol del erdpico”). ‘Advertimos, ante la presencia de los rasgos que hemos sefialado en la poesfa de Gabriela Miscral, la diferencia notable que, desde el punto de vista de la concepcién de la poestay dea utilizacién del lenguaje poético presenta, con figuras como las de sus contemporéneos Vicente Huidobro y Pablo Neruda. Neruda ante a intemporalidad se sumerge en ef devenir temporal, se adentra en los procesos dela historia ¢ integra el pasado y el presente del continente en su poesia, Sus procedimientos poéticos los sitdan, igualmente, en el polo opuesto dela sfatesis mistraliana: acum laciones cadticas, uso abundante de complementos circunstanciales, ex presivos de la temporalidad son elementos de su lenguaje postico. Por otra parte, Vicente Huidobro “anti poeta y mage", impulsor del Creacionismo utiliza variados procedimientos lingiisticos para crear tun mundo auténomo a través del verbo, rechazando el arte de imitacién dela naturaleza. Aunque también en su poesta alienta la dimensién me- tafisica, no loes el sentido totalizador, granitico y de rafz arcaica como es 132 elcaso de Gabriela. Huidobro se abre paso hacia la experiencia del Cos mosen un vuelo lanzado hacia el espacio sideral. Gabriela busca el eco de laeternidad en una religiosidad rotunda que afirma la permanencia de los valores del pasado en todas las cosas, en ka tierray en el hombre. Su aporte original ala poesia latinoamericana consisteen desechar e! lenguajeadornado de retérica ornamental, y buscar una expresidn original y auténtica asumiendo el tonoy vigor de las lenguas arcaicas fundadoras, +» Cortada, violenta, terminante, ala sus 4ngulos pétteos a ‘una [uz deslumbradora, entre negruras de alquitcén sin penumbras cdudosas, sin cansancios Linguidos, toda rojas heroicos, o blancos de ccumbse nftida, con un jadear de cuesta empinada y caidas a pique, enorme ydelicada, cbrupta, intnemoral, lejana y présima, serra que rua aromas perdidosy cantos emerosos, Desde el angulo temético, la visién de América como la tierra de nuestro presente en el que subraya la valoracién de las culeuras primigenias del continente, la santficacidn de las matetiasy las gentes, la definen como tuna voz profética, comparable alas voces de los poetas primitivos, revela- dores de la vida, la religiosidad y las acritudes sagradas. Por esto es que, junto con el crftico cubano Elisco Diego, los Jectores americanos de su poesfa, traspasados por el mensaje de América que, con tanta pasin nos quiere enttegar, podemos afitmar: “Ella era desde siempre la mujer fuerte y grave que luego vimos vagar de tuna a otra de ls tierras de América colmindoles el ansia que les vela de tenerla; la solitariaen todas partes, la apartaba, la madre de sdlo el idioma nuestro.” Notas: "Julio Saavedra Molina, citado por Hernén Diaz Arrieta en Anielogia “Historia de Gabriela Mistral”. Santiago de Chile: Editora Nacional "Gabriela Mistral”, 1955, pp. 10-11. Hugo Montesy Julio Orlandi. Histeriay antologla de la literarurachilena. Santiago: Editorial Zig-aag, 1969, p.205. Eliseo Diego, en: Poesda, La abana: Casa de Las Améticas, 1975, p. 8. “Gasién Vor Dein Bussche, Vsidn de sma poeta, Editorial Anales de la Santiago: Universidad de Chile, 1957, pp. 10-11. Enrique Anderson Imbert. Historia de la ltenavera hispanoamericand, Vol. Ik México: Fondo de Cultura Beondmiea, 1976, p. 54, 133 Roberto Fernindes Retamar. Pare wna teorla dele lterarurahspanoamericane. México: Editorial NuestroTiempo, 1977, p.54. Bduardo Ascuy. Elocubismo y la ceaciin potice. Caracas: Monte Avila Edicores, 1982, p-8i. "Eduardo Ascuy. Ibid. p. 81. ° Octavio Pax. Hlarcayla lira, México: Fondo de Cultura Beonémica, 1982, p. 64. "Pedro Henrlquex Usefia, Las corrienestierariasen América Hispdniea. Miézico: Fondo de Cultura Econémica, 1969, pp. 193-195. "Federico de Onis. Antolagia dela poesfahispanamericana. Madtid, 1994. " Gastén Von Dem Bussche, Op. cit, p. 9 "Gaston Von Dem Bussche, (Bid. p. 10 “Ga istral, “Sol del erdpico". En: Poesta pp. 120-125. Gabriela Mistral, “Cordillera”. En: Anvolegia. pp. 6- UI. Gabriela Mistral, “Cancién quechua’. En: Poasas. pp. 35. ¥ Salvador Canals Frau. Las ivilizacioneprehipAnicas de Américe. Buenos Aires: Edito- tial Sudamericana, 1976, p. 429. 16. Blrieo consistia en que el sacerdote, huego ck purifcar convenientemente el ambiente, ‘encregaba a cada nfo o nifa un paca de mate molide eincienso, queést echabs luego en un bracero encendido. Seguidamente rociaba a cada uno con agua beadita, al iempo que sus ayudantes les echaban bocanadas de humo detabacn..” “Al mori un individuo se envolvta su cuerpo en una tela dealgodén ye pontan tun poco de mafe molido y una o varias cuentas de jade en la boca: viandas para el camino y dbolo para Caronte” (Canals Fras, Ob: cit, pp. 485-486) © Gabriela Mistral, “El mala”. En: Poetas. pp. (30-136 * Gabriela Mistral, “Valle de Chile’. En: Poema de Chile, Santiago de Chile: Edioria Pomaie, p. 85. ™ Gabriela Mistral, “ElIxdazihual”. En: Desolacén, Op. cit, pp. 190-191. ™ Gabriela Mistral, “Salto del Laja”. En: Poestas. pp. 140- 142. ® Gabtiela Mistral, “Bio Bio", En: Poemade Chile. Ob. cit, p. 188-189. ™Gabricla Mistral, *Volcén Osomo”, En: Poesas. pp. 142-143, BIBLIOGRAFIA: ‘Anderson Imbert, Enrique (1976). Historia de la lterarura ‘isparnoamericana. Vol. IL, México: Fondo de Cultura Beonémica. Arrom, Juan José (19663) Esquema generacional dels tras hispanoamericanas. Bogotd: Instituto Caro y Cuervo. ‘Arcay, Eduardo (1982) Elcubismo la ereacin potica, Caracas: Monte Avila Editotes, Bachelard, Gast6n (1975) Le potic delspacio. México: Fondo de Cultura Econ Bussche, Gastén Vom Dem (1957). Visidn de wn poesta Santiago: Anates dela dad de Chile 134 Canals Frau, Salvador (1976). Lascivilizacones prebispdnicar de América, Buenos Aires Faitorial Sudamericana. faz Arrieta, Hernn (1931). Panorama de la literatura chilena durante esigle XX, San- cago. Diego, Hliseo (1975). Paetas. La Habana: Casa de Las Américas. Fernandez Retaimar, Roberto (1977). Para wna teorla dela literatura hispanoamericana. ‘Mézico: Editorial Nuestco Tiempo. Friedrich, Hugo (1974). 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