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La produccioén coprera en el estado de Tabasco JOSE G. SALCEDO GOMEZ* | estudio, andlisis y explicacién de la agricultura es un tema que a nivel mundial ha despertado inquietud en un sinntimero de investigadores de diferentes disciplinas, desde las sociales hasta las eminentemente técnicas, lo cual se entien- de y justifica al ubicarla como una fuente de trabajo para un sector, como generadora de genancias pare otro y como una actividad que provee de bienes de consumo a un tercero. INTRODUCCION México, por ser un pafs en el que un alto porcentaje de su poblacién sé dedica a actividades del sector primario, ha hecho inver- siones considerables para impulsar programas de desarrollo y programas de investigacién a través de su organismo oficial que es el Institu- to Nacional de Investigaciones Agricolas (INIA). En realidad el monto de esas inversiones no tendria importancia si los resultados obten! dos en la investigacién estuvieran siendo utili- zados, lo que actualmente no sucede, y ello ha sido reconocido por el propio organismo en diversos foros. La poca aceptacién que tienen las re- comendaciones del INIA en la situacién actual de la agricultura nacional ha generado inquietu- des en buen ntimero de profesionales de la aaricuitura, quienes han aprovechado toda esa experiencia y hecho planteamientos metodolé- gicos y conceptuales como alternativa a la ac- tual investigacién, involucrando ésta en el pla- no académico. ‘Tal es el caso de Muench (1978), Valladares (1980), Duch y Sénchez (1980) 'y Chapela et al., (1979) El Centro Regional Tropical Puyace- tengo (CRTP), consciente de que es necesario fortalecer una nueva forma de investigacién, ha establecido sus programas de investigacion entre jos que se encuentra el denominado Pro: duccién Coprera en el Estado de Tabasco, mo- tivo del presente articulo y cuyo objetivo fun- damental es caracterizar la regién agr{cola pro- ductora de copra. El presente documento pretende co- laborar al conocimiento de la agricultura de Ta- basco, aunque sea en forma limitada, ya que 53 metodolégicamente es parte de un primer and- lisis y diagnéstico de la agricultura en forma re- gional. En el caso concreto de le produccién de copra se han detectado sus problemas y se proponen algunas alternativas, de manera gene- ral, pues hay pleno convencimiento de que no se pueden plantear medidas independientes, pe- ro por lo apremiante de algunos casos se ha in- tentado llegar a esa fase de alternativas. De entre tos autores que se inscriben en esta corriente de investigacién caba destacar la obra de Chapela et al., (1979), quienes desa- rrolian el aspecto metodolégico seguido para este trabajo. Marco referencial para la produccién de copra La producct6n mundial de copra esti- mada por FAO (1979), es de 4, 358, 000 tone- ladas, de las cuales los paises asidticos (Fili nas, principalmente) aportan el 90% al mercado mundial. La produccién total de copra en Mé- xico se estima en 170, 000 toneladas, las cuales representan el 3.9% de los volmenes mundia- les, lo que ubica 2 México como el quinto pais productor y primero en América, tal como lo indica el Cuadro 1. Estos datos reflejan lo con- centrado de las reas copreras y la especializa- cidn de Asia en este producto. Bassols (1980), .citando los datos de la Secretaria de Programacion y Presupuesto (SPP) de 1979, estima que del total de la super- ficie nacional (196, 000, 000 ha) el 33% se en- cuentra dedicado’ 2 le actividad agricola (66, 716, 800 ha). Las 143, 000 ha de pian- taciones de cocotero que reporta la Secreta- tia de Agricultura y Recursos Hidrdulicos (SARH) (1981), lo ubiean como un cultivo superior incluso en superficie a los productos bisicos como el frijol y el arroz por mencio- nar algunos, Casi toda esa superficie se distri- buye en Jas costas de tres estados: Guerrero * Ing. Agrénomo y Profesor en el Centro Regional Tropical. Puyacatengo, Tespa, Tabasco, de.l¢ Uni- versidad Auténoma Chapingo, México, Este traba- jo es un resumen de su tesis profesione! con que ob- two af titulo de Ingenisro Agrénome, espacialista ten Fitotecnia, en la UACh, Chapingo, México. (70,000 ha) y Colima (30, 000 ha) en el Pa- cifico, y Tabasco (27, 800 ha) en el Golfo de México. El estado de Tabasco tiene una su- perficie total de 2, 466, 100 ha distribuidas en 17 municipios; de ella, el 40.84% se consideran terrenos inundados o inundables una parte del afio y poco menos del 50% est cubierto con pastizales para la explotacion pecuaria. Ast, se infiere que los terrenos para la explotacin de cultivos se reduce notablemente, prueba de ello es que el cocotero con sus 27, 800 ha se si- tua como el segundo cultivo més importante, después del de cacao (Gobierno del Estado de Tabasco, 1980). Sandoval (1979) reporta que hay a- proximadamente 14, 000 productores de copra en el estado de Tabasco. De ellos, un 70z son ejidatarios y un 30% pequefios propietarios con extensiones que oscilan desde 1 hasta 50 ha. Si bien es cierto que las dotaciones son de 4 ha como promedio, solo una parte se dedica al cul- tivo del cocotero, pues los complementos son opales o manglares que no se aprovechan para Ia actividad agricola. CUADRO 1. Paises Productores de Copra en América y Volimenes Reportados (1,000 T.M.) 1963-71 1977 1978 1979 Mundiai 3838 4,537 4,622 4,362 Norte y Centroamérica 202 200-210-160 Costs Rica 2 2F oF oF Dominica 2 3F 3F 3F Dominicana Rp. 6 4* 13F 13F El Salvador 3 30 3F BF Grenada 1 Honduras 2 3F 3F ar Jamaica a7 BF FTF México M46 159 160 110F Panama lof oF oF Puerto Rico 2 af oF oF San Vieente 3 1 2F oF Santa Lucta 6 5 6 BF Trinidad 13 9 7 OF Sudamérica 29 320 3588 Brasil 2 oF OF oF Ecuador 4 8F LIF OF Guyana 6 302 F Surinam 1 00F iF oF Venezuela 16 19 19" 19% F significa estimaciones de la FAO. + Siantia dato no oficial Fusnte: Anuario FAO ae Produccis El Cuadro 2 muestra los municipios de! estado de Tabasco en los que se concentra la produccién de copra, segiin la Unian Regio- nal de Productores de Copra en el Estado de Tabasco*, CUADRO 2. Municipios productores de copra en el estado de Tabasco Municipio Superticle ha Paraiso 7,500 Frontera 6,500 Cardenas 5,200 ‘Comaleaico, Jalpa, Nacajuca y Centro 8,500 Las superficies anteriores son estima- ciones, calculando que el rendimiento prome- dio es’ de 900-1, 000 kg/ha. Como puede a- preciarse, los tres primeros municipios aportan el 70% del total estatal, ello porque su limite norte es el Golfo de México con suelos costeras arenosos que presentan muchas limitantes pare otros cultivos mas atractivos econémicamente y donde el cocotero prospera satisfactoriamen- te. Esta caracteristica es la dominante en las reas copreras mundiales. En Comalcalco, Jal- pa, Nacajuca y Centro el cocotero se encuentra generalmente asociado con cacao, sirviéndole a éste de sombra y a la vez proporcionando un producto extra en el mismo terreno. Caracteristicas de la regién coprera de Tabasco. El objetivo primordial de este aparta- do es ubicar geogréfica y socioeconémicamente | érea coprera tabasquefia, su desarrollo histé- rico y su situacién actual desde el punto de vis- ta agricola: Geogréficas. Conocer el medio am- biente de una regién consiste también en poder conjungar las limitantes que éste le confiere aun determinado cultivo. También es fundamental tener conocimiento del medio geosréfico. A es- to Ultimo se destinaran los siguientes parrafos y, al final, tanto en la técnica de produccién como en rendimientos, se discutiré el aspecto medio ambiente~produccién. Localizacién geografica de Tabasco. Segiin Bassols (1980), Tabasco se encuentra ub cado en la planicie suroriental con una extension costere de 109 km por su Iimite norte que es el Golfo de México. La Fig. 1 muestra la ubica- cién de ‘Tabasco en la Reptiblica Mexicana y sus Ifmites, ello con la finalidad de ubicar ia zona en que se ha estado trabajando. * Unién Regional de Productores de Copra. 1980. En- ‘revista personal. Villahermoss, Tab. T Ce Geologia y suelos, El material geold- gico existente en este cordén litoral esté consti- tuido por sedimentos aluviales producto del acarreo constante de material de origen calca- Feo por los rfos que bajan de la Sierra Norte de Chiapas y de las propias invasiones del mar. Al respecto, West et al. (1976) sefialan que es un bordo arenoso, producto de la deposicién de sedimentos en el perfil de la playa y que indica la posicién sucesiva de la Ifnea costere. En los Cuadros 3 y 4 se presentan los resultados del anélisis ffsico—quimico de un suelo costero t{pico, cuya interpretacién preli- minar serfa la siguiente: bajo contenido de ma- teria orgénica, excelente drenaje vertical, b: ja retencién de humedad, baja capacidad d tercambio cationico, baja fertilidad (N, P, K) medianemente ricos en Ca, Mg, Nay Cl y fuel te oscilacién térmica, La produccién de copra se desarrolla en dos tipos de suelo claramente definidos: los ya descritos, que son los suelos costeros y sue- los més alejados de la costa con una textura tendiente a franca. En la Fig. 2 se presenta la distribucion de las plantaciones consideradas puras y las de asociaclén cacao—coco, Esta asociacién se la realiza porque basicamente el cacao es més redituable pero requiere mejores 55 )- 1. Localizacién del estado de Tabasco en la Republica Mexicana. condiciones de humedad y nutrimentos que en’ la costa son limitantes. De acuerdo con el sistema FAO/ UNESCO de clasificacién de suelos, los coste- ros son regosoles y los més alejados son gleyso- les (Teapa, Centro Regional Tropical Puyaca- tengo, 1979). Relieve. En términos generales se considera que no hay elevaciones considerables, manteniéndose como maxima diferencia del ni- vel del mar entre O~5 m, esto es porque la frame ja costera ha tenido diferentes Ifmites. Tal co- ‘mo lo manifiestan West et al, (1976), las partes bajas funcionan como drengje natural y es ahi donde hay un poco mas de acumuiacién de ma- teria orgénica. Hidrotogta. La hidrologia de la re ‘n tiene un papel muy importante pues a tra- vvés de los ros que surcan todo el estado hay un aporte constante de material que se acumula en la planicie. En tlempos pasados atin préximos ellos eran los medios para sacar la produccién agricola del estado, Los principales rfos que desembocan al Golfo son el Grijalva que forma la barra de Frontera, el Tonalé que forma la ba- rra de Santana y el Gonzélez quo forma la barra de Chiltepec. Limitando casi todo el bordo areno- so ya mencionado se presentan numerosas lagu- CUADRO 3. Anilisis fisico—quimico de un suelo costero de Tabasco Identifi- Protundi¢ed Color Arena Limo Avila Textura cacion em) cm Cy om muestra Mma 0-30 ‘Caté—negro 88 2 3 ‘Arenosa Mot 30-60 Amarillo—negro 88 10 2 Arenosa CUADRO 4. Anilisis tisico—quimico de un suelo costero de Tabasco \dentitieacton kana CE en ES. de la muestra M040 N P05 Ko pH mmhos/em? Suelo 1a 35 23 216 54 0.36 Sub-suelo 03 8 23 252 54 07 Fuentes Fe nas donde hay una fuerte actividad pesquera en la extracci6n de ostién y camarén; destacan en- tre otras: Mecoacén, El Carmen, La Machona, El Arrastradero y La Palma, Clima. Dentro de los factores am- bientales el clima tiene aspectos de sumo inte- rés en l2 caracterizacién de la costa tabasquefia, a pesar de la heterogeneidad que manifiesta de un afio a otro y dentro de un mismo afio. La ecuacién climética de te region coprera es la siguiente: Am(f)w"(i")g, cuyo sig nificado es un clima célido—htimedo con Iluvias en verano, porcentaje de lluvia invernal mayor de 10.2, precipitacién del mes més seco mayor de 60 mm, una época seca en la primavera y otra en verano, poca oscilacin —entre 5 y 7° C= y un mes més caliente antes del solsticio de verano (Contreras, 1979). Segiin los datos de las estaciones termo—pluviométricas de la costa se tiene un promedio de 1, 500 mm de precipitacian anual y una temperatura media anual de 26.47° C: Los productores tienen establecido su calendario anual desde un punto de vista agricola, el cual dividen en Temporal, Nortes y_ Secas, conformando los dos primeros el p: tfodo himedo. Es asf como se caracterizaré el clima de la costa. Temporal (junio—septiembre). En este subperiodo del afio se presentan las mejo- res condiciones para el desarrollo de los fruta- les tropicales ya que en él se concentra el ma- yor valumen absoluto de precipitacién del tipo convective y orogréfico, producto ésta ditima de la presencia de los vientos alisios. Las llu- vias son de corta duracién y gran intensidad; 56 ‘Agtnela Tabasco. Laboratorio de Suolosy Piantas. Vilahermos2, Tab, generalmente se presentan por las tardes. El resto del dia hay una magnifica insolacién (has- ta 7.5 horas de brillo solar), lo que determina altas temperaturas (promadio de 28.3° C). La humedad relativa promedio es de 80% y aun- que hay une fuerte evaporacién, ésta no supe- ra la precipitacion ya que los perfodos secos no pasan de tres a cuatro dias. La canfcule o sequia intraestival que- da comprendida en el temporal. Es un perfodo de altas temperaturas y seco dentro de una fase humeda. Abarca la segunda quincena de julio y todo el mes de agosto. Es un tema impor- tante para profundizar en su estudio ya que se nota durante su ocurrencia un incremento de probiemas fitosanitarios. Nortes (octubre—febrero). Esta es una época importante del aflo, pues las condi- ines _climaticas son sumamente restrictivas para la actividad productiva del cocotero, el cual requiere altas temperaturas y gran canti- dad de insolacién. Esta etapa se caracteriza Por ragistrar bajas temperaturas (hasta 14° C) y nublados constantes que se prolongan hasta por 10 dias. Las Iluvias son de baja intensi- dad, pero de larga duracién: la humedad re- lativa se mantiene siempre sobre 90%, Secas (marzo—mayo). _ Baséndose en los vollimenes mensuales de precipitacion mensual se podria concluir que el trépico cé- lido-htimedo no presenta limitantes de hume- dad para los cuitivos considerados de tempo- ral. Sin embargo, es necesario establecer que en estos meses hay lapsos sin Iluvia hasta de 15 dias, lo que aunado a que ninguna planta- cién de coco en Tabasco cuenta con riego y ‘ sooseqe. Ho 01830000 ap Fu seceqyo oypoduen onuaa 6 eonteaen “2 vugoenpung “2 edjer 9 o2|e9qeui99 °¢ ojtinsuewine -p SeUSPIED o20-omes upRereanY speed 2 eu “T otsyo200 ap ceind ssuaicenuend que la textura de los suelos costeros es areno- sa, ello provoca déficits hidricos que llegan a ser graves. Este perfodo coincide con un cambio en [a direccién de los vientos los que pasan de NNE a SE, que localmente se llaman “sures”, cuya caracteristica es que son calientes y secos, de velocidad considerable, Los datos vertidos en la descripcién del clims fueron obtenidos de los reportes men- suales de_la estacién termo—pluviométrica de Parafso, Tab., y complementados con los regis- tros de la estacién agroclimatolégica del Centro Regional de la Universidad del Sureste (CRUSE), previo procesamiento, Las Fig. 3 y 4 muestran la distribu- cién de la precipitacién, evaporacion y tempe- ratura a través del afio, de un promedio de 16 afios de observacidn, con la finalidad de dar en forma condensada los tres perfodos descritos, ‘Segui intraestivat ‘Esnieul) a (1) Presiptacién (2) eva @ meses aS ONS er MAM J NORTES SEQUIA TEMPORAL ‘Puente: Estacibn Termopluviométriea de Paraiso, Tab. 1981. Fig. 3.Distribucion de la precipitacién y la evaporacion durante el ano. Vegetacion. Se considera que la ve~ getacién es el elemento conjugativo natural de las caracteristicas del medio ambiente y segin Lopez (1981), en forma natural debié haber existido un tipo vegetacional de Selva Mediana Subperennifolia con dominancia de corozo (Scheelia liebmanii) y en la parte mas cercana al mar |a uva de mar (Coccoloba uvifera). Socioeconémicas. El estado de Ta- basco estuvo poco ligado al desarrollo econ mico del pais hasta la década de los 60's, debi- do a la ausencia de vias de comunicacién efica- ces. Esta misma situacién se did en el interior del estado, agudizéndose por sus caracteristices 58 —— Z| o i temperatura minima i (0) promedio de tom " (2) Fempermura mea (3) promedio de temperatura mxima NORTES SEQUIA TEMPORAL NORTES Fuente: Estacion Term juviométrica de Paraiso, Ta toa. Fig. 4.Distribucién de Ia temperatura durante el afio. ambientales. Esto propicié una escasa pobla- cién de nativos, pero por la riqueza de sus rev cursos forestales atrajo la atencién de compa fifas extranjeras que se dedicaron a la explota- clén del chicle y maderas preciosas. La costa de Tabasco estuvo comprendida en esta acti- vidad con la extraccién de maderas finas como caoba (Swietenia macrophyla) y cedro (Cedre- lla odorata), atin en la década de los 50's, Los terrenos costeros hasta antes de 1939 estaban concentrados en unos pocos gran- des latifundios, Estos al ser afectados dieron origen a tres ejidos. También habla unos cuantos pequefios propietarios. De estas tie- ras, una parte fue dedicada a la produccién de pimienta gorda (Pimenta dioica), ganaderia, cafia de azicar y cultivos anuales como maiz, calabaza, sandia, hortalizas tropicales y caca- huate, Era pues un area agricola netamente di- versificada. La pimienta gorda después de un proceso de secado se comercializaba con com- pradores ambulantes o se llevaba a Frontera, principal puerto y centro comercial tabasquefio. en esa época, Este producto era totalmente de exportacién. Debido a que toda la produccién se sacaba de Tabasco por via maritima, la co- municacion era mas comin con Nueva Orleans, EVA, lugar de destino de los dems productos tabasquefios como cebos, carne salada, plétano y cacao en mayor escal El resto de los productos agricoles era de comercio regional. Incluso la cafia de azticar se destinaba a la fabricacién de pilon- cillo en rasticos trapiches y la elaboracién clan- destina de aguardiente debido a la restriccion gubernamental del Lic, Tomas Garrido Cana- bal en los afios 30's. El cultivo de la cara atrafa trabajadores temporales durante la época A de zafra; incluso después que la cafia no fue ya cultivo importante, la gente siguié llegando, pero ahora a emplearse en la produccién copre- a, que en 1940 desplazé los demas cultivos y areas ganaderas. La expansién de las plantaciones de cocotero iniciada en 1940 se vié favorecida por la afectaci6n de los grandes latifundios, iniciada en 1939, para dar origen a los ejidos. Incluso antes de ta reparticién de tierras una condicién era incorporarles al cultivo del cocotero. Se distribuyeron plantas y semillas de'coco en for- ma gratuita, sin ninguna seleccion, con el con- secuente resultado de plantaciones actuales su- mamente heterogéneas. La introduccién de semillas y planta de coco de las variedades “alto regional’ o “alto caribe” se hizo por el puerto de Frontera, en el municipio de Centla y es ahi donde se e cuentran las plantaciones mas antiguas. Mas del 952 de los cocoteros en Tabasco son del po antes mencionado y fueron traidas de Cam- peche, Guerrero y el Caribe. Es innegable que antes de la intro- duccién masiva ya sefialada hab/a cocoteros.en la regidn, pues hay plantas con una edad de 80 afios en los huertos familiares. El interés de su semi—cuitivo era obtener copra para la cria y engorda de cerdos. Recién a contar desde 1952 la copra se empieza a utilizar por pequefias in- dustrias jaboneras establecidas en Frontera, La construccién de la carretera Coat- zacoalcos—Villahermose, en 1955, integra el Sureste al resto de México y marca el estanca- miento y pérdida de importancia del puerto de Frontera y de la incipiente industria jabonera a base del aceite de coco. Paraiso y Cardenas, en Ia region de Sanchez Magallanes, habian impul- sado ya sus nuevas plantaciones. Durante la etapa de 1945-1975, 2- proximadamente, puede decirse que el cultivo del cocotero resulté una actividad redituable y fue la época en que se construyé en torno a él la infraestructura necesaria como son la cons- truccién de bodegas receptoras en municipios y_pueblos importantes de la costa, construc: cién del local y adquisicién de maquinaria para Oleaginosas del Sureste S.A. (OSSA), propie- dad de los copreros para maquilar la copra y vender aceite de coco. Pero anterior a io men- cionado —y de hecho lo més importante— fue la aglutinacién de los productores en la Unién Regional mediante la creacién de las Asocia- ciones Locales en cada municipio. Actualmente Paraiso es el principal municipio productor, pero esté siendo someti- do a una fuerte actividad de la industria de la construccion tendiente a apoyar las obras de PEMEX —fenémeno generalizado a todo Ta- basco, especificamente la construccién del 59 puerto de altura “Dos Bocas", Producto de lo anterior es la fuerte inmigracion que ha encare- cido el nivel de vida y absorbido fuerza de tra- bajo de la agricultura y la pesca, poniendo a es- tas actividades en una situacién francamente desventajosa. Requerimientos ecolégicos y principios légicos del cocotero. Los principios que se establecen en este apartado apoyarén la explicacién de la fluctuacién del rendimiento a través del anio y la raz6n de las labores culturales en las planta- ciones de coco. La temperatura optima para el desa rrollo del cocotero es de 28° C con poca osci lactén (menos de 7° C); abajo de 21°C s6lo hay crecimiento vegetativo. La precipitacion total anual debe ser de 1,500 a 2,300 mm, con perfodos secos no mayores a 30 dfas. La insolacion es un factor fundamen tal pues la fisiologia y biologia floral de! coco- tero se reduce al minimo en épocas 0 zonas de nublado constante. La altura maxima a la que puede cul- tivarse el cocotero dentro de la faja intertropi- cal es de 300 m, pudiendo variar de acuerdo a su posicion latitudinal. Los anteriores requerimientos ecold- gicos segtin Child (1964), se complementan al establecer que en cuanto a los suelos no hay mucha exigencia siempre y cuando tengan buen drenaje. De acuerdo con Menon y Pandelai (1958), bajo condiciones favorables para el de- sarrolid. de la planta, una de ellas produciré mensualmente una hoja y en su axila una infio- rescencia con flores masculinas y femeninas que maduran en diferente tiempo y determinan {a polinizacién cruzada en el cocotero del tipo alto. Cada inflorescencia “‘amarra"’ sélo el 30% de sus flores femeninas (10-15 frutos/racimo) y el resto cae como un mecanismo de autocon- trol. Basindose en los requerimientos nu- trimentales y la fisiologfa del cocotero, bajo condiciones de Costa de Marfil, Africa, Fre- mond et al. (1975) concluyen que cada palme- ra requiere 25 hojas fotosintéticamente actives, para el correcto desarrollo y produccién. En condiciones normales una inflo- rescencia tarda entre 12 y 13 meses en recorrer el camino desde su emisién hasta la maduracion de los frutos. De ahi que los rendimientos en las diferentes épocas del afio reflejen en mayor © menor grado su potencial productive en rela- cién a las condiciones ambientales y de manejo. ‘Técnica de produccién. Para lograr rendimientos uniformes y estables a través del afio, os necesario partir de buen material reproductivo proveniente de pal- mas compactas en su morfologfa, sanas, “car- gadoras" y que no retengan el fruto en al rac mo después de madurar, ya que si germina arr ba la copra se empieza a adelgazar por la forma clén de la “manzana” o haustorio. Esto es mas comin en época de "'nortes” por no haber de- secacién del punto de unién fruto—raquis. Los cocos que se prefieren para la obtencién de plantas son de color verde antes de madurar, redondos, pesados y de tamafio medio ya que asf hay més copra por racimo. Esto coincide con fo que sefiala Menon y Pane dalai (1958) acerca de la alta correlacin (0.72) entre ausencia de aristas del fruto y mayor can- tidad de copra. Una préctica ya de dominio general para obtener mejores plantas es el estableci- miento de almécigos, lo que permite una doble seleccian de semillas y de plantulas. Los alma cigos se pueden establecer en cualquier época del afio, de preferencia en el temporal, pues si se establecen en las secas hay que acondicionar medias sombras y riego. De hacerlo en los nor- tes hay que proteger contra bajas temperaturas. Las semillas en el almécigo se cubren s6lo en dos terceras partes con un distancia- miento que permita entresacar las futuras plan- tulas, Los almécigos son muy reducidos pues no hay incorporacian de nuevas areas, Gnica- mente resiembras. El instrumento que se uti- liza es la tarpala (semejante a la pala recta, pero menos ancha). Tres moses después de establecido el almécigo se tienen pléntulas listas para llevar al terreno definitivo donde se hacen cepas de di- mensiones que permitan colocar libremente la planta cuidando que la arena —muy oscilante térmicemente— no tenga contacto con el cue- ilo 0 nudo vital. El trasplante se efectia duran- te el temporal, pues si se hace en las secas el déficit hidrico provoca que el drgano de reser- va llamado “manzana” 0 haustorio se agote y la planta muera. La limitante que presentan los nortes son sus bajas temperaturas y poca luminosidad, que llegan a provocar el avejen- tamiento de la planta. La plantacién se hace en marco real de 8 x 8 m. El resto de las précticas culturales de la plantacién na se efectilan de manera re- gular puesto que hay poca mano de obra para ja agricultura, La que existe se la considera cara y los mismos productores deben "jorna- lear" para completar sus necesidades, ya que el precio de la copra es bajo. Mayores culda- dos implican mayores costos de produccién que no son redituables. 60 Sin embargo, los principios de esas précticas siguen siendo manejados por los pro- ductores. Por ejemplo, en el control de male- zas se tiene cuidado de no hacerlo en época seca y si se hace debe ser slo una “poda” de las hierbas y no con la tarpala pues dejarfa el suelo desnudo, con el consiguiente desprendi- miento de racimos porque lashojas se agobian al marchitarse y ya no hay apoyo para los frutos que, por ser pesados, caen. La explicacién se deberfa a que por la fuerte transpiracian de la planta los tejidos pierden turgencia y la fuerte evaporacién del agua del suelo provoca el calentamiento de sus primeras capas donde se localizan las rafces activas. El aspecto nutricional y el fitosani- tario précticamente estan abandonados. En el primero las deficiencias mas notorias son de ni- trégeno y potasio. En el segundo los principa- les son: Anillo rojo. Es el problema fitosani- tario més importante en Tabasco. Se presenta ‘en plantas que se inician en la produccién. Es provocado por un nemétodo (Radinaphelen- chus cocophyllus), cuyo vector es el mayate ne- gro o abején (Rhynchoporus palmarum), el cual al ovipositar en el cogollo o en las heridas de la planta transmite el nematodo. Si bien el nematodo es un problema grave no lo es menos el coledptero en su estado larvario, que es su- mamente voraz y hace galerfas en todo el inte- rior del estipite pudiendo matarla ain sin la presencia del aniilo rojo. El municipio de Frontera es el més afectado pues hubo exten- siones que se debieron resembrar después de los estragos que caus6 el ciclén Brenda hace unos nueve afios. Su control es a base de tram- pas. No ha sido muy aceptado. Pudricién del cogollo, Causade por el hongo Phytophtora palmivora. Es una enter- medad relativamente nueva y ha sido de poca importancia, pues a una planta afectada se le puede cosechar atin, En toda la regién se en- cuentran casos aislados. No se ha tomado ni giin tipo de medidas preventivas ni de control La sintomatologia esté condensada perfecte- mente en su nombre, Punta de lépiz. Se considera un de- sorden fisiolégico y nutrimental agravado por el medio ambiente. Consiste en un adelgaza- miento progresivo del estipite hacia la parte su- perior. Disminuye el nimero de hojas, y éstas tienen cada vez menos fololos; como conse- cuencia de lo anterior no se cumplen los requi- sitos m{nimos para una produccién sostenida: los racimos comienzan a ser més pequefos, con menor nimero de cocos y cocos més pequefios. Es el problema mas comiin de la costa pero es poco importante pues su avance es muy lento y una planta con esos sintomas atin produce or varios afios. Existen otros problemas menores co- ‘mo algunos roedores, aves y muerte por fend- menos atmosféricos como el rayo. El corte de los frutos, la extraccion de la copra y el secado de 1a misma son las la- bores que requieren de mano de obra especiali- zada y en mayor cantidad, pues de hecho son las Gnicas labores que se realizan regularmente. Para el corte se precise que el tumba- dor suba a la planta auxiliado de una banda y con un machete corto tumbe los cocos madu- ros y sazones. Los primeros dan copra de més calidad. El tumbado de frutos se aprovecha para hacer una limpieza a la corona de hojas. Un tumbador puede cosechar 100-120 pian- tas en seis horas, Se pagan entre $5.00 y $6.00 por palmera. Después de juntar los cocos en los quebraderos, los sacadores usando un hacha parten el fruto longitudinalmente, Cada mitad se va colocando en el banco sacacaco hecho de los mismos troncos de palma vieja. Con una cuchilla de fabricacién casera o regional se ex- trae la copra. Un sacador extrae la copra de 1,200~1,500 cocos en seis horas. Se pagan $250,00-$300.00 el millar. El secado de la copra si se hace en tiempo de secas se realiza en los secaderos 0 canchas de cemento, durante tres dias. En épo- ca de temporal y nortes la operacion se efectua, previo pago, en empresas secadoras particula- res, lo que aumenta los gastos. En este caso el secado de la copra dura 24 horas donde se la mantiene a una temperatura de 70° C. El promedio de los rendimientos os- cila entre 900—1,000 ka/ha/ario, notandose tres etapas bien marcadas como puede apreciar- se en le Fig, 5, La primera o de alta produc cién se ubica de julio a septiembre (temporal), la segunda 0 de producctn media de octubre a matzo (nortes) y la tercera o de baja produc- cién de abril a junio (secas). La explicacién de esto puede hallarse en la biologfa floral del co- cotero, sus requerimientos ecolégicos y el me- dio ambiente regional. Transcurre alrededor de un afio entre la diferenciacién de las flores femeninas y la abertura de la espata y un afio también entre ésta y la madurez de las nueces (Fremond et al., 1975). Asf pues, si se analizan los requeri- misntos ecoldgicos para que la planta exprese su potencial productivo se nota que es en el temporal donde hay més similitud, En cambio, en los nortes y en {as secas existe algtin factor limitante (luz, temperatura o humedad) que restringe Ie polinizacién, fecundacién, madu- rez de los érganos sexuales, emisin de inflo- rescencias 0 amarre de frutos, 61 + MAM 3 3A SO ND MESES NORTES SEQUIA ‘TEWPORAL NORTES Fuente: Untén Reslonal de oductores ae Copra. 1980. Vill Fig. 5 Rendi viento de copra a través del ato. Costos de produccién, Las consideraciones tomadas para'los . costos de produccién son: a) Es una plantacién de 8 x 8 m (156 piantas/ha). Se cosechan 6,000 cocos/ha/afio (1.000 kg/ha/aio). Se hace un deshierbe anual. La tonelada de copra seca se paga 2§ 14, 100, El secado de la copra es en seca- dora. b) a a 7 LagoR ‘Tumbado del e900 Amentonade del coco ‘Seoade dela copra ‘Sacer copra. carreters ‘Transporter eopra a sacadors Secade dela copra Contrl de malezas costo $780 1,200 1,800 250 150 700 2,340 TOTAL $7,220 ACLARACION Sepegen $ Splante Sepagan 200 ilar Serpegan 300 mllar Sepagan 10 saco Sepagan 6 sic0 Sepagan 70 ka Sepajan 15 planta geese bruto $14,100 asta $7,220 Ingeesn neto $6,800 halstio Cabe aclarar que el precio base de la copra es de $ 16, 000 ton. Pero se hacen los si- guientes descuentos: impuesto estatal, munici- pal, cuota al OIF, cuota ala Unién Regional, a Ja Asociacién local, asistencia técnica y contro! de plagas y maniobra de recepcién, que suman un total de $ 1, 900. 00 por tonelada. Problematic E! principal problema que afronta la produccién de copra en Tabasco se deriva, fun- damentalmente, de la desventajosa competen- cig que se ha establecido entre la agricultura y la naciente pero poderosa industria petrolera. Esta, por un lado ha encarecido el nivel de vida ai ofrecer salarios elevados y, por otro Ia llega~ da de cuando menos veinte compafifas cons- tructoras absorbe la fuerza de trabajo de la agri- cultura, pues resulta més atractivo devengar mejores sueldos semanales en le construccion que la eventualidad que representa el sector pri- mario. Esto ha venido a repercutir en que si se quiere producir se debe aumentar los salerios, situacién a todas luces razonable, pues el obre- ro agricola debe cubrir sus necesidades primor- diales en un medio en el que cada vez se requie- re de mas ingresos para trater de vivir Igual que antes. Sin embargo, el propietario o ejidatario con superficie reducida no puede pagar esos sa- lerios ya que su producto tiene un precio que no ha ido al parejo del aumento general. In- cluso, él tiene que ocuparse en esas actividades © en otras que antes eran complementarias, co- mo la pesca, pero que actualmente han pasado a ser de primer orden. También se da el caso que debe emplearse como jornalero en la cons- truecién, Producto de esta situacién, el ingreso familiar principal ya no lo constituye la venta de la copra y la cultura agricola generada ya no se transmite o pasa a los jévenes, que son quie- nes especialmente emigran a trabajar en la ciu- dad, El manejo general de la plantacion ha disminuido, no se fertiliza, no se siguen fas recomendaciones para el control de los proble- mas fitosanitarios, no hay control de malezas ya que llegan a encontrarse acahuales hasta de dos 0 tres afios bajo las plantaciones de cocote- ro. El cultivo del cocotero se ve altamen- te limitado pues no puede responderse con fluctuacion en superficie y entrar al juego de la oferta y la demanda coma sf es posible hacerlo ccon las especies anuales. De manera directa la actividad petro- lera_ha afectado, hasta el mes de marzo de 1982, aproximadamente 2, 500 ha en la cons- truccién del puerto de altura, gasoductos, oleo- ductos, tendido de vias, bodegas y tanques de almacenamiento sélo en la costa de Tabasco. Alternativas Este apartado es sumamente comple- jo de desarrollarlo en forma objetiva y propo- niendo alternativas viables ya que la copra es apenas una muestra dentro de la compleja pro- blematica agricola nacional. Fundamentado en los argumentos del problema, las alternativas tenderian a bus- car mejores vias de comercializacién y mejores precios para la copra y para el aceite de coco y en la organizacion de los productores ante pro- blemas comunes que les hagan sentir la necesi- dad de aglutinarse. Sin embargo, el aumento de los pre- cios de su producto no va a competir jamés con la inflacion diaria y absorbente del resto de sa- tisfactores que se compran, salvo alguna situa- clén extraordinaria en el mercado mundial de las grasas. Silos problemas anteriores se solu- cionan, lo relativo a problemas netamente del cultivo’ se amortiguarfan, pues fécilmente se aceptarfa el material reproductivo selecciona- do y hasta es probable que hubiera uso de in- sumos, pues por ejemplo hay métodos eficaces para controlar el abején y menos del 5% de los productores lo ponen en préctica. En fin, la experimentacién resolve- f@ practicamente los problemas de manejo y se obtendrian recomendaciones ideales. LITERATURA CITADA BASSOLS, B.A, 1980, Geografia econémica de México; teor‘a, fenémenos gene- rales, andlisis regional. 4a ed, Tri- llas. México, 440 pp. CONTRERAS, M.,M 1979..Clima, Publicacio- nes ‘dei C.R.T.P, Centro Regional Tropical Puyacatengo, Teapa, Tab. Universidad Auténoma Chapingo. 53 pp. CHAPELA, G, et al. 1979. Proposiciones meto- dolégices para el estudio del proceso de producciém agricola. Centro de Investigaciones Ecolésicas del Sures te. Serie Documentos No. 5, San Cristobal de las Casas, Chis. 77 pp. CHILD, R. 1964. Coconuts. Ed. Longman. London, Eng., 216 pp. BUCH, G. J. y SANCHEZ M.A. 1980. Proyec- to para la creacién, organizacin y funcionamiento del ‘Sistema de Cen- tros Regionales Universitarios. U versidad Autonoma Chapingo, Cha- pingo, Méx. 79 pp. FREMOND, et al. 1975. El Cocotero. Ed. 62 w Blume, Barcelona, Espafia. 236 pp. FOOD and AGRICULTURE ORGANIZA- TION of the UNITED NATIONS (FAO). 1979. Anuario de produc cién, Vol. 33. Roma, Italia, LOPEZ, M.R. 1980. Tipos de Vegetacién y ‘su Distribucién en Tabasco y Nor- te de Chiapas. Centro Regional Pu- yacatengo, Universidad Auténoma Chapingo. Chapingo, Méx. 123 pp. MENON K., P. V. and PANDALAI, K.M. 1958. The Coconut Palm. 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