\Ocralaprimeravez que visitaba Tenerifey denuevo percibial pi- sar aquella tierra esa vaga sen- sacién de extrarieza que emana de la isla Laraz6n demi viaje se centrabaen confirmar unainformacién queasegu- raba la presencia de pirémides en el municipio de Guimar. Este descubri- miento era ~y es— obra de Emiliano Bethencurt, director de un grupo de investigadores independientes llama- do Confederacion Internacional Atlan- tida, Previamente nos pusimosencon- tacio elefénico para concertar unaen- trevista, en el transcurso de la cual me informéasimismode que poseia datos muy interesantes sobre la Virgen de Adeje. Alllegar,mitalante se dividiaen- tre las l6gicas expectativas ante un descubrimiento de esta indole y una Cierta reserva quelaexperienciamena ensefiado como necesaria. Dos miembros del grupo me esperaban a mi legada para llevarme inmediata- mente a ver las piramides, Conversa- mos en el coche camino de Guiimar y surgid la primera sorpresa: las pirami- desestén en el medio del puebloy han estado ahi siempre, al y como se pue- den ver ahora. Aparcamos justo en- frente de la primera pirdmide. La sor- presa es absoluta: hay un conjunto de 74 {es pirémides en medio de un pueblo tinerfefio. Estamos alli ms de una ho- ra. Tomo fotos, me subo a todas las pi- rémides, las miro desde todos los an- qulosy recorroelrecinto completo. Las irdmides estén construidas de piedra volednica y constan de siele terrazas escalonadas. En todas hay unas esoa- leras de accesoalacima yuna deellas esié separada de las otras dos por una plataforma plana perfectamente defi- nida. Me reouerdan a México. Perso- rnalmente no me queda ninguna duda: quello que estoy viendo son pirdmi- des enteras y verdaderas. Messigo pre- ‘guntandocémo esque nadie antesha reparado en ellas. Casualmente una de las dos personas que me acompa- fian me dice que ha nacido alli mismo, prdcticamente junto a las pirémides. Las conozco de toda la vic —afir- ma Todd el pueblo las conocemos; ‘aqui las llamamos «majanos» (agio- imeraciones de pied). Regresamosal coche. Alaizquierda ‘veo un agujero en el suelo; en la boca se nota una pequefia corriente de aire fresoo. —Sé ha excavado un poco, pero te- nemos la certeza de que debajo estén uecas. ‘Vamos al encuentro de Emiliano, ‘Tengo ganas de conocerle y hablar con él. Nos espera en una casita a las afueras de Gimar. Me recibe un hom- rede unos cuarenta y tantos afios yel aspecto de alguien que rebosa energia, Nos presentamos. Su trato es una suma dela afabilidad y el cardcter canario. Esta acompariado por otros miembros del grupo que me reciben con igual cordialidad. Quieren saber mi impresién sobre las piramides; les ‘contesto que esloy sorprendido; en mi ‘opinion, estas construcciones hacen necesario reescribir a historia del pue- blo canario, Nos sentamos ante un va- sode vinodelatierrayconectoel mag- netétono.‘ttiquien se cia. EComo ile ~Eramosun gr ue llevabam por a que hablabaimporta decir, porque es mitierra y es Esparia, que es una léstima que las au- toridades y toda la gente implicada en esto, estén despreocupadas de algo que es parte de nuestra historia, de la Historia de la Humanidad, y que quede sin estudiar. Es més, en load quieren ti- rar una para hacer una carretera... —ZHay mas pirémides ademés de éstas? Si, hay tres zonas. Las mas impor- tantesesténaquien Guiimar,enlaparte de Chacona; otras en la parte interior delaisia,enicod, enn lugarque sella- ‘ma La Mancha, y fa otra estd en la isla de la Palma, en e! Paso. —Me decias queen cod piensan ha- ccer una carretera tirando la pirdmide. Si tienen pensado hacer una ca- rretera para llegar a la playa de San Maroos,y tra la pirémide. Esto me hace pensar que la res- puesta oficial a estos descubrimientos esnnula. —Totalmente nula, hasta ahora. —zComenté algo mas Thor Heyer- land? —Dijo quevolveriaaprimerosdeafio con todo su equipo a estudiar mas profundamente las pirémides; ade- ‘mds, creemos que estén huecas, que hay pasadizos y sospechamos que debajo puede haber cosas interesan- tes —LHubo respuesta de los otros con- tactos? =Si El grupo francés dijo que vendffa ahora en Septiembre; de la Union Soviética escribieron diciendo quevendrian en Octubrey se pondrian en contacto con nosotros para ver fas pirdmides y estudiarlas. =LEs conocido por las autoridades locales este interés por parte de institu- clones extranjeras? Se ha publicado en periédicos lo- ‘cales yhemos hablado por radio, pero Iounicoque hemos recibido son palos por todas partes, sobre todo de un ex- alcalde de Gilimar que nos acusa de ‘querer hacer del municipio un «ca- ‘chondeo». —Vosotrosllevaisel nombre deCon- federacion internacional Atidntida;es- tome hace creer que la miicaisia des- crit por Platon esta presente en vues- tras investigaciones. Nosotros estamos convencidos de queesto forms parte dela Atiéntida Y que los primeros guanches fueron rimitivos atlantes, y no tenemos in- conveniente en enfrentarnos a algu- nos cientificosy decirque hay muchos libros que aportan datos sobre la exis- tencia de la Atléntida, pero ninguna que la niegue. Por eso hemos creado la Confederacién Internacional Atlén- tida, con el propésito de investigar los ‘origenes de los pueblos que bordean eAtléntico en busca de unos origenes atlantes comunes, tratando de cono- cer la cultura de estos pueblos en to- 76 Reportaje das sus vertientes. Ahora mismo tene- mosrelacion con grupos que estén in- tegrando la Confederacién de Azores, Madeira, Portugal, naturalmente toda Espafia y también America, Florida, Is- las del Caribe, Venezuela, Puerto Rico ¥, uitimamente sobre todo, México y Brasil, que estén aportando investiga- clones muy interesantes relacionadas Ccon los miticos tuneles atlantes. —2En qué otras investigaciones 0 descubrimientos esidis trabajando que puedan aportar luz al pasado del pueblo guanche? Ahora mismo estamos trabajando fen muchos campos. Aparte de las pi- rémides y del supuesto asentamiento templario del que luego hablaremos, estamos detras de una necropolis ‘guanche de mds de 600 momias en la Zona de Agache, casualmente cerca de Gilimar, y digo casualmente por- ‘que nosotros pensamos que esta zo- na que va aproximadamente desde ‘Adeje a Guiimar, fue el emporio mas ‘grande de la cultura guanche y pensa- ‘mos que tuvieron contacto con otras cutturas diferentes. Estamosenelloylo daremosaconoceren cuantoeltraba- joesté mas avanzado. Interrumpimos el didlogo. Han en- trado otros miembros del grupo di- ciendo quetraen noticias de Adeje. Ha- bian entre ellos. Me entretengo viendo una serie de fotos delas pirdmides que sacaron durante la visita de Heyeriand, Lasfotos son suficientemente expresi- vas. No sésilas ruinas serén atlantes o construidas por los propios guanches —reparo en a coincidencia del embal- samamiento guanche con el de los egincios ylos antiguosperuanos, otros lugares donde se construian pirdmi- des— pero lo cierto es que estan ahi, ‘como un desafio a la Historia oficial Pregunto a otro miembro del grupo si por parte de las autoridades historicas © arqueolgicas ha habido una expli- cacién a estas construcciones. Res- puesta oficial: «.J0s “majanos” son e! resuttado delamontonamientodepie- drasproducido poreldesbrozamiento de pedregales destinados ala agricul- tura», Como broma para un chiste no estamal. Nomeimaginoa losantiguos guanches después de quitar unas Cuantas toneladas de piedras de sus campos, colocéndolas estéticamente en forma piramidal por aquelio de no dejarlo todo desordenado. Como sintoma de ineptitud en el tratamiento oficial de este tema, me parece lamen- table. —Sebastién, éte acuerdas de la Vir- gen de que te hablé por teléfono? Es Emiliano quien me habia. =Sj,estoy deseando ira verla “Me parece que no vas a poder. —éPor qué? No esta. Estos amigos acaban de venirdealliyla Virgen no estén lalgle- sia. ‘Abajo, Thor Heyerland en el focal de las pirdmides canarias. Ala derecha, la pirdmide de Icod, cuya existencia peligra ante la ya proyectada realizacién de una carretera, UNA VIRGEN MORENA Y LA PISTA TEMPLARIA, Emiliano me habia explicado porte- \éfono antes de mi venida que estaban seguros de que la Virgen de Adeje era la auténtica Virgen de la Candelaria que los guanches encontraron en las piayas de Gilimar sobre el 1390. Ade- mas de las misteriosas letras del man- to, estaba la prueba de una radiografia hecha a la Virgen, que no hacia mas ‘que confirmar las sospechas de una presencia templaria en la isla. He de decir que esta imagen de Adeje ha si- do considerada siempre oficialmente ‘como una copia mandada hacer porel marqués de Adeje sobre el 1659. Para elector no familiarizado con la historia dela Candelaria—ta Célica Morenita, me remito a unos datos extraidos del ‘Tomo dela Historia de las devociones de! pueblo canario escrito por Rodrk- guez Maure en 1911. En este libro Fray Alonsode Espinosa, fralle domi- nico que arriba a Tenerife desde Gua- temalacon el solo propésito de ver ala Virgen en 1580, es citado por Maure y de él toma el reiato: «En los afios 1390 6 1391, dos pas- tores guanches conducian al atarde- cer su rebafo por las orilas dela playa deChimisayen Guimar, cuandovieron cerca del mar a una mujerolta con un niiioen los brazos de pie sobre una ro-ca Uno de ellos hizole sefias para que ‘se apartara del paso de las cabras y al no hacerlo cogid una piedra con e! atin de tirdrsela, pero al intentarlo, su brazo qued6 milagrosamente yerto. ‘Asombradso, el otro pastor se acercd a laimagen sacando de su morral un cu- cchillo de piedra con el propdsito de cortar un dedo ala Virgen, observando espantado que al intentarfo se herla y ssangraba é| mismo. Confusos y asus- tados llevaron la noticia a su Mencey de nombre Acaymo. Admirado ef ‘Menoey de las nuevas, convocd a los vecinos en el Yagoro” (lugar de juntas) yacordaron acercarsea/aplayaavera Ja extranjera. Pronto vieron la imagen pero noatrevianse a tocarla yasiman- daron alos pastores que fueran los pr- ‘meros en acercarse. Temerosos, pero ‘obedeciendo a su principe, legaron ‘donde la imagen y tan pronto la toca- ron sanaron de sus males producien- do gran alegria y estupor en todos los asistentes, por fo que Acaymo creyé ‘bueno llevarla a su cueva de Chingua- royaquela Virgen habla querido llegar donde ellos.» La imagen fue conser- vada en la cueva por los Menceys du- rante afios, hasta que en 1460 aproxi- madamente, un guanche converso y criado del sefior de Peraza, informa a éste dela presencia de laimagenensu pueblo. Por mediacién de este guan- chedenombreAnténse realizaeltras- lado@lavecina cuevade Achbinico, si- tuada a tres kilémetros en el lugar que hoy se conoce como Candelaria. ‘Cuenta Ia historia que poco des- pues, un tal Sancho de Herrera, hijo el sefior de la isa, robd con astucia la Virgen a los quanches llevandosela a Lanzarote. Ali ia imagen dio muestras de disconformidad con respecto a su nuevo domicilio, volviéndose reitera- damente cara a la pared de un modo milagroso. Ante esta sefial, Herrera de- volvié la Virgen a su antiguo emplaza- miento. Ya nada destacable ocurrié hasta el7 de Noviernbre de 1826, fe- cha en la que un torrente se llevé la imagen para siempre. Esta es en resu- men la historia de la Virgen Morena de la Candelaria, aunque notodos loshis- toriadores se ponen de acuerdo y hay muchos puntos oscuros. En principio, ‘vemos que la historia del encuentro de los guanches con la imagen contiene mas de leyenda que de realidad y, que lahipétesisbarajada poralgunosauto- resde que pudieraser unmascarénde roa de un nautragio dificimente se Sostiene teniendoen cuenta que nadie habla de desperfectos o dafios en la imagen, aunque donde todos coinci- denesensefialarel siglo XiloXIlicomo fecha de la escultura. Con respecto al supuesto robo de Herrera, hay mucha Confusion, pues en otros textos se se- falaque los guanches «no echaronde ‘menos la imagens, a la que en su len- gua llamaban La madre del sustenta- Gordelcieloylatierra, Otro punto oscu- 0 eS la escasa dificultad de Antén en conseguir el permiso de los Menceys para trasladarla Virgen. Sea comotue- re, lo cierto es que ahora estas cuestio- nes tienen dificil respuesta. Pero volvamos al hilo de los aconte- cimientos. Los recién llegados se ha- bian ido antes a Adeje con el fin de to- ‘mar unas folosala Virgen para utlizar- me) Sag lasenelreportaje. Conecto denuevoel magnetéfono. —2Puedes contarme qué paso? —Hemos ido mi esposa y yo a foto- grafar a la Virgen de Adeje. Cuando entramosailaiglesialaimagen noesta- ba en su sitio y una seriora que debia estar rezando nos pregunté qué ha- cfamosalli Ledjimos que ibamosaver ala Virgen yahacerle unas fotos como recuerdo. La seriora nos dijo que la imagen latenfaelcuraen sudespacho yahora no estaba alli Fuimosa la casa ‘el cura. Mi esposa fe dijo que era l- ccenciada en Bellas Artes yteniainterés enverala Virgen Negra, aloqueéicon- testo: iAn, sit, a verdadera Virgen de Candelaria. Lecomentamos que efec- tivamente eso eralo que habiamos oF do decir. Entonces nos contesté que si, que era la verdadera, pero que no podiamos verla porque se la hablan Nevado a restaurar. —Emiliano,écudndo fue a uitima vez que viste la imagen? —Hace unos tres meses. —2Ticreesquelaimagenestabaen condiciones como para restauraria? —Bueno, yo te puedo hablar desde unpuntodevistaprofano; ahorabien,a mime parece que no. La Virgen estaba perfectamente. Solamente por la es- palda se estaba resquebrajando, co- ‘mo si por detrds tuviera algo pegado que se estuviera despegando, pero por lo dems estaba preciosa, los co- lores y todo. Interviene de nuevo el fotégrafo. Bueno, yo queria mencionar un dato, Porque a mise me ocumr6 pre- guntarie al cura si tenia alguna foto. 7Reportaje gratia para sacar una copia en el acto. Entonces dijo que no, que no tenia fo- tos porque todas las habia incluido en un informe que mand6 al obispado. LuegonosdljoquetalvezenelAyunita- ‘miento hubiera alguna y all fuimos a ver al Alcalde, que no estaba, segun nos dijo lasecretaria. También nos ajo quelaimagen estaba en restauraciony nos comenté que seguin habla podido ofrtenfacuatro capas depinturayposi- blemente le estaban dando fa quinta. ‘Seguin habia dicho la restauradora, la imageneradelsiglo XIVoinclusoante- rior Naturalmente, este ultimo dato con- fundia mas el asunto al recordar que segtin la version oficial, la imagen de ‘Adeje era una copia del glo XVIl,Pos- teriormente averiglé que se le habia hechola prueba del carbono-14y que dio como resultado una antiguedad entre el 1200 y el 1400. Si tenemos en ccuenta que los castellanos llegan a la isla ya.en el siglo XV équién hizo la co- pia? La teoria de la autenticidad de la Virgen de Adeje empezaba a cobrar sentido para mi; eso sin mencionar la casualdad de una oporuna restaure- ion Recuperé el didlogo con Emiliano. —2Cémo te empezaste a interesar por el tema de la Virgen? En principio siempre me parecié curiosa la presencia de una Virgen Ne {gra en medio del Atléntico, porque yo Conocia naturalmente la historia dé la Candelaria, pero habia cosas que no me cuadraban, Hasta que un dia co- nocfa un cura, hoy ya falecido, que se lamaba don Rubén. En una excursion que hicimos y con una copita de mas ‘me dijo pasando por Adeje que me iba ‘a ensefiar la verdadera imagen de la Candelaria. Yo me quedé atGnito, cla- ro;amime habian contado otra histo- Tra, la misma que a todo el mundo. ‘Estoocurrid sobre 1965. Entramosa la iglesia de Santa Ursula y me explicd que é! habia estado en el obispado es- cudriftando papeles y habia descu- bierto la verdad. No me preguntes co- mo habia llegado a esta conclusion porque nolo sé, pero me puso sobre la pista. —éTenéis més pruebas? Hay muchas pistas para el que quiera tener interés. Te daré algunos ejemplos. En 1827 el Marqués de Ada- Je.se nego a prestarla copia que tenia dela Virgenaloscurasdela Candelaria para celebrar la fiesta, puesto que él ao anterior habla desaparecido. SAME N° 20. Octubre de 1899, Precio: 325 ptas. (IVA incluido) Biblioteca M.A.0. Mis Archivos HiO Pertenece a: Victor Feo. Carrasco Ferrada En Scribd me encuentras en/como Victor Francisco Carrasco Ferrada, en VICUFO, en VICTOR 0 VICUFOZ eee eet ote eee eae era eee) eee un aula kee eee ne eet et eer e emer =< eee ioe En CONCIENCIA PLANETARIA: La doctrina esenia * La crisis que viene * Chamanes Posed SP Vora CSM ie CU Seat Cte iia futuro yl plan evolutivo de la Humanidad * Los muertos nos hablan: experiencia de Tee ee ee ee eae aa tet nls Loe