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Era el 6 de Mayo del año 2003, estaba sola en el salón, viendo una película (la de

la historia del Papa Juan Pablo II ), cuando de repente sentí un sabor raro en mi boca,
¿Qué me pasa? Me asomé al espejo, SANGRE, ¿Qué me está pasando?, en fín me
limpié la boca, terminé de ver la peli y me acosté.
A la mañana siguiente cuando me desperté tenía toda la almohada llena de sangre, al
tener problemas de encías no me preocupé mucho hasta que mi suegra me dijo “ a ver
si tienes problemas con las plaquetas” entonces ya me puse un poco nerviosa, fui al
dentista para que me viera y aproveché para enseñarle los tobillos, hacía días que los
tenía llenos de pintitas rojas, mi médico de cabecera me había dicho días antes, que
era alergia a unos zapatos que me había comprado nuevos. El dentista me exploró la
espalda ,costados y tobillos (raro verdad en un dentista) y me dijo : “vete a urgencias y
que te hagan un recuento plaquetario”, aquí fue donde empecé a ponerme nerviosa,
llamé a mi marido y por recomendación de una amiga médico fuimos a un centro de
urgencias , que es más rápido que el hospital, me hicieron la analítica, me volvieron a
explorar y en menos de 30 minutos ya tenía los resultados,estaba fuera fumándome el
que sería mi último cigarrillo, no se me olvidará, tiré la colilla totalmente llena de
sangre, digo el último porque a partir de ese momento no volvería a fumar nunca más.
De repente, Lina Olivera González consulta 2 , a medida que entraba en la consulta ,
el pasillo que me llevaba a ella parecía interminable, me temblaban las piernas, había
al menos 8 médicos en la consulta, el diagnóstico 0 PLAQUETAS. La llevamos al
hospital para un estudio más exhaustivo, a mí en ese momento se me juntó el cielo
con la tierra, pensé “ YA NO VOLVERÉ MÁS A VER A MI HIJA”entonces tenía 3
añitos, me metieron en una ambulancia, con sirena incluída y de camino para el que
sin duda ha sido EL PEOR DÍA DE MI VIDA. Fue tal mi desesperación que incluso
llegué a decirle a mi marido vámonos de aquí, prefiero estar en casa cuando llegue el
FIN.
Me pasaron a planta y después de 5 días ingresada , con estudio de médula incluído,
diagnóstico final “ PÚRPURA TROMBICITOPÉNICA IDEOPÁTICA” eso sonaba a
gloria bendita, por fín iba a poder volver a ver a mi hija y además no me iba a morir.
Al salir del hospital de alta la sensación fue muy fuerte, sabía positivamente que a
partir de ese momento mi vida iba a cambiar radicalmente, me sentía feliz y eufórica,
después de los días de miedos e incertidumbre, fijaros si cambió mi vida que justo 8
meses después de este día nacería mi segunda hija , María, no podía elegir un nombre
mejor ¿verdad? Era el milagro que culminaba.
Desde entonces de revisión en revisión, la verdad que he tenido más momentos de
remisión completa de la enfermedad que recaídas y si algo positivo he sacado de todo
esto ha sido lo que valoro la vida, cada momento, cada día intento vivirlo con
intensidad, doy gracias por todas las cosas buenas con la que me brinda la vida todos
los días, entre ellas VOSOTROS, que sin lugar a duda sois los que mejor entendéis mi
historia ¿verdad?.
Es la primera vez que la cuento, pero para mí es un honor que seáis vosotros los
primeros en leerla.
Doy gracias a mis incondicionales: mi familia, mis amigos, mi hematóloga, mi
marido, por supuesto que siempre ha sabido darme fuerzas para afrontar mi
enfermedad y como no a mis dos tesoros, Beatriz y María.

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