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-Nde, Capelú, tengo un problema existencial.

-Sip. Todavía no alcanzaste el nirvana alcohólico.


-No. En serio ko es.
-Bueno, pasame la botella y decime qué lo que te pasa.
-Una duda aterradora.
-Jejeje… como candidato en día de elecciones…
-No te vayas na a reír.
-Mba´e piko, chamigo?
-Ya sé lo que pasa. Ya sé dónde vivimos.
-¡Hurra!… vale un trago… Ahora descubriste cómo se
llama esta ciudad, capital de mis amores…
-Nde tavy ko nde. Luego de profundas y largas sesiones de
análisis durante toda mi vida he llegado a la conclusión
filosófica de que…
-¿Qué?
-¡Sin darnos cuenta nos morimos y ahora vivimos en el
infierno!
-Ndeeeeee… para eso no hubieras perdido tanto tiempo.
En seguida ko yo ya me dí cuenta de eso. Mirá tus pulgas,
tu ropa y sobre todo tu jurune de dragón.
-Vos ningo todo tomás en joda, pero atendé lo que te voy a
decir…
-¿Si?
-Decime, ¿de qué color es la
muerte?
-Y no sé. Para mí que yo
todavía no estiré la pata, pero
según vos no me dí cuenta
nomás, ¿verdad?
-Claro. ¿De qué color es?
-Y según creo debe ser
negra… o por lo menos así se
viste “Purohueso”, el socio
de Billy y Mandy.
-¡Nooooo! ¿Viste pa cómo sos un
alienado? Eso ko es en la tele… y yo te
hablo de la realidad. Vamos de nuevo.
¿De qué color es la sangre?
-Roja.
-Bueeeeno, ya estamos en camino…
¿y el diablo de qué color se viste?
-De rojo.
-Ok, beibi, he´i Termineitor.
-Terminator, plis.
-“Please”, nde tavy. Pero si el diablo
se viste de rojo, los demás diablitos
también tienen que tener el mismo
uniforme, ¿verdad?
-Y sí, supongo.
-O sea que todos son colorados,
¿no?... ¿No te suena familiar?
-¿Hmmmm? Dame otra vez la botella,
que no encuentro relación.
-Y seguro que el fondo vas a encontrar
la solución, ¿verdad? Vivimos rodeados
de demonios, o sea… que es el infierno.
Hipótesis uno, aprobada entonces.
Vamos a la segunda.
-¿A ver?
-Vamos a trasladar esta apreciación
hacia el ámbito deportivo secular. Es
decir, la lucha entre el bien y el mal es
como nuestros dos tradicionales
adversarios. La mitad y la mitad más
uno. Los franjeados y los rayados.
-¿Por qué pio rayados?
-Y ya sabés luego, porque no ganaron
todavía una…
-Stop. No te pases de maleducado.
-Bueno, el tema es que si no sos uno, sos otro.
Vivimos totalmente polarizados, como en la política.
Si no estás en este bando, estás en contra de ese
bando. No hay punto medio. Parece un chiste, pero es
la realidad.
-Medio perêrî tus conceptos, socio, ¿a qué querés
llegar?
-Que si la fuerza no está contigo, estás del lado
oscuro, como en Star Treek.
-¿No será Star Wars?
-Eso, eso, eso, he´i el Chavo del Ocho.
-Bueno, o sea que si no sos un ángel… sos un
demonio. A eso querés llegar…
-Claro pues. Y como ni vos ni yo somos ángles… ergo
somos demonios. ¿Y dónde viven los demonios?
-¿En el infierno?
-Ya ves cómo me estás dando la razón.
-No te doy nada. Re ka´u jeýma hína. Y vos lo que me tenés
que dar esa bendita botella.
-Maldita se dice.
-¿Por?
-Porque sos demonio y porque se está terminando.
-Sí. Maldita entonces.
-Tercer Point, pleace…
-Off course, mister.
-Hála tuti, polígloto oikóma ore hegui.
-Ahí está la tercera evidencia.
-¿Cuál?
-Los demonios de profesión como nosotros tenemos que
saber hablar todos los idiomas para entenderles a todos los
pecadores, ¿verdad?
-Verdad.
-Ahí está pues. ¿Cuándo vos estudiaste idiomas?
-Nunca.
-¿Ya ves? Esa es la magia del mal. Sin saber ni cómo ya
sebés hacer el mal. Es algo intrínseco, innato, algo que
llevamos dentro desde siempre.
-“Intrín” re-seco es lo que esoy. Sogué verá y re-sediento.
-Anínati. Yo también. ¿De dónde vamos a sacar “aliento”
para continuar.
-¿Cómo está tu gardgants?
-Por lo visto mejor que tu lengua.
-Vamos a trabajar entonces para conseguir algo para
chupar.
-Ahora sí que necesitás un exorcismo, nde diablo tavyrai.
¿Trabajar?
-Discúlpeme… me expresé mal. Vamos allí donde siempre
a hacer hurras y enseguida nomás ya nos van a dar para
seguir “alentando”…
-O para callarnos.
-Lo que sea. Vamos py.
-Despacio nomás, he´i novia pyahu.
-Ndeeee, hablando de novia… ¿te conté piko de esa mi novia
que se quería casar conmigo?
-¿Esa de la calle Luna?
-Venezuela, anacrónico.
-Venezuela lo que está mal, che. ¿Viste cómo su presi les
dice que no pueden bañarse por más de tres minutos?
-Síííí, pobres angá. ¿Quién piko va a aguantar un baño de
tres minutos? Se pueden ahogar los tipos. Son temerarios
para estar tanto tiempo en el agua.
-Ese puede ser el cuarto punto de infierno´s land.
-Pero eso ocurre allá, o sea allá es el infierno y no acá.
-Bueno entonces, tres a uno. Pero igual nomás
está cerca de nosotros.
-¿Venezuela?
-Claro. ¿O vos no sabés de geografía?
-No.
-Yo sí, así que tenés que confiar en lo que te digo.
Cuatro a cero sigue. Se anuló ese gol por orsái.
-¿Y a cuánto lo que tenemos que llegar para estar en el
infierno?
-No sé. Dicen que las medicinas no son ciencias exactas. Por
ahí con seis o siete a cero ya es suficiente…
-¿Qué tiene que ver la medicina en todo esto?
-A la p… mb´éicha nde tavy… ¿no escuchaste de la medicina
psicológica?

-Sí.
-Y bueno. Ahí tenés.
-¿?
-Otro gol más. Cinco a cero entonces.
-¿Cinco?
-Claro. Recién era cuatro. Después del cuatro viene cinco. La
matemática sí es exacta.
-Parece que tu partido está pitando Amarilla. En cualquier
momento nos saca la roja…
-¿Viste? Por aproximación, como en la lotería, el amarillo
está cerca del rojo. Y el rojo es color diablo, viejo. Eso nos da
la cuenta de seis a cero.
-A la pucha nde. Tu cuenta se parece a tu capacidad de
libamiento y al calentamiento global.
-¡Ah!... eso sí que es peligroso. Con decir que a mí ayer me
agarró un calentamiento completo cuando le vi a Ña teresa
colgando la ropa en su patio…

-¡Noooooo! Ñandejagarra pa ko la calentamiento planetario.


-Ya sé. Si te cuento que ya estoy “en onda”. Hasta de repente
me pareciste lindo anoche.
-¡Nde puuuuuto! Aníke reja cherehe. Upéantema ofalta.
-Te digo nomás, mi amorcito. No te enojes, que esta noche
arreglamos nuestras diferencias en la cancha chica.
-¡Hýpyyyyyy! A mucha honra yo soy muy macho…
-Y si me decís que estamos en el infierno… ¿qué te hace?
-¿Viste? Ya reconocés que estamos en el infierno. Y no hizo
falta llegar muy lejos en el “escor”.
-Si estás tan mal, llamale a Manuela, que siempre es muy
cariñosa.
-A mí ya no me hace caso. Murió su amor por mí.
-Nde. Ivai entonce la nde cuadro.
-Doble viudo.

-¿He?
-Murió tu asunto y también la botella.
-¡Noooooooo!
-Antes eras feliz y no lo sabías…
-¡Noooooooo!
-¿Estás en el infierno?
-¡Síííííííííííííí!
-Bueno, vamos más rápido a ver si conseguimos para
nuestra novia en la Seccional. No importa si es una “fuerte” o
una “rubia”.

-Sí. Hay que ahogar las penas


de este infierno... ¡buaaaaaaaaaa!
-Tranquilo na.
-Che ningo che pytâ... ¡buaaaaaaaa!
-Y sí, sos un demoño.
-¡Síííííííííííííí! ¡Buaaaaaaaaa!
-¿Y por qué piko lo que llorás?
-¿Y no te das cuenta?
-¿De qué?
-De lo laaaaaarga que es la llanura… ¡buaaaaaaaa!
-No termina nunca.
-¡Noooooooo!
-Y bueno, arrepentite de tus pecados, chamigo.
-¿Cómo piko?
-Ha ejerána. Pisá tierra. Portate bien. Hacé lo que tenés que
hacer… o si no la llanura se va a hacer infinita…
-¡Noooooooo! ¡Buaaaaaa!
-¿Y ahora por qué llorás?
-Y no sééééééééé.
-Bueno diablo. Dejá ya la botella
y volvé a la realidad.
-¡Buaaaaaaaaaaa! sinley.prensa@gmail.com
www.sinleyprensa.blogspot.com

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