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Introduccién a la légica Irving M. Copi EUDEBA EDITORIAI, UNIVERSITARIA DE BUENOS AIRES CAPITULO 1 INTRODUCCION 1. ,QUi ES LA LOGICAt Las palabras ‘légica’ y ‘Iogico’ son familiares para todos nosotros. A menudo hablamos de una eonducta ‘logica’ como contrapuesta a una conducta ‘ilégica’, de un procedimiento ‘J6gico’ como contrapuesto a uno ‘ilézico’, de explicacién ‘Iogica’ de espiritu ‘légico’, ete. En todos estos casos, la palabra ‘loxi- 5. sntulm mi i 5 able’. Una persona con un espiritu ‘logico’ es una persona ‘Fazonable un procedimento ‘no razonable! es = aquel que eee hte weer aed eee mas clara a medida que el estudiante avance en la lectura y aumente su conocimiento del tema. Por supuesto que para comprender realmente qué es la Jégiea es menester estudiarla. En cierto sentido todo este libro 3 una extensa explicacién de qué es la légiea. Pero puede ayu- darse al estudiante en su lectura del mismo, si se le da una explicacion preliminar acerca de lo que encontrara en él. Debe advertirsele, sin embargo, que s6lo se ee ofrecerle una a ponible azonar correctamente al sata extnaiado Yosica. Sostener esto seria tan errOnco como pretender quo s6l0 es posible correr bien si se ha estudiado la fisica y la fisiologia necesarias para la descripeién de esta actividad. Algunos exee- Ientes atletas ignoran completamente los complejos procesos que Ww BL LENGUAIE se operan dentro de ellos mismos cuando ejecutan sus habili- dades. Y es innecesario decir que los profesores de ellad algo madura que més saben acerea de tales cosas se desempefiarian muy pobremonto, si arrisgaran su dignidad en el eampo ailé- tico, Aun con el mismo aparalo nervioso y muscular basico, la persona que ate pie no Dey DRraE al me natural’ iunte deberd hacer ejercicios relativos : aapecioa de Ja teoria que aprende. Aqui, como en todo, la practica ayuda a eae En segundo Tuga@una _parte tradicional del parte de la teateria, no solo da una vision mas profunda de los prineipios del razonamiento en general, sino que el conocimiento de gins trampas nos ayuda positivamente a evitarlas, Por dti- 4 suministraré_al_estudiante ciertas los propios. El valor do este conocimiento reside en que, cuan- do es posible localizar facilmente los errores, es menor la posi- > pilidad de que se cometer e La légies ha sido definida a menudo como ceiengia dela Pero esta definicién, aunque ofrece un indieio acerca dela naturaleza de la légiea, na es exacla. En ut proceso eatndlados Teves def pensarifonto porque también la psicologia os tna cien- cin que trata de las leyes del pensamiento (entre otras cosas). ‘Y Ja logica no es una rama de la psicologia; es un campo de estudio separado y d ipo TH como on tos juegos de salon, sin elaborat gingan “razo- namiento’ acerea del mismo. Hay muchos procesos mentales © tipos de pensamionto que son distintos del razonamiento. Es merRoDUCCION posible recordar algo, o imaginarlo, o lamentarlo, sin razonar sobre ello, O uno puede dejar ‘vagar’ los propios pensamientos en un enstefio o fantasia, construir castillos en el aire, o seguir Jo que Jos psicdlogos Taman ‘asociacién libre’, en la que una imagen remplaza a otra en un orden que no tiene nada de logi- co. A menudo, esta sucesién de pensamientos en Ia asociacion libre tiene una gran significacién y sobre ella se basan algunas ‘técniens psiquidtrieas, Por supuesto que no es necesario ser un psiquiatra para comprender el caréeter de una persona median- te la observacidn de este flujo de su conciencia. Hasta consti- tuye Ja base de una técnica literaria muy efeetiva, inieiada por James Joyee en su novela Ulises. Inversamente, si se conoce bien de antemano el eardcter de una persona, es posible seguir y hasta anticipar el curso de su flujo consciente, Todos recor- amos e6mo Sherlock Holmes acostumbraba romper los silen- ccios de su amigo Watson para responder Ia misma cuestiOn a la ual habia sido conducido el doetor Watson en sus meditaciones, 05, Su estudio es mas apropiado para los psiealozos, F las leyes ‘que deserihen las evoluciones de la mente en el ensuefio son Jeyes psicolégieas, no principios ligicos. Definir la légica como Ta ciencia de las leyes del pensamiento dentro de ella, en én la sequnita-GbjerlOn, Dero no ee atin adestinte, en el cual se realizan i due se derivan einelusiones a partir de pre ¢ Se Pero es alin pensamiento y, por tanto, forma parte del tema de estudio del psicéloga. Cuando los psicé- logos examinan el proceso del razonaraiento, lo encuentran sumamente eomplejo, emocional en alto grado y moviéndose por medio de desmafiados procedimientos de ensayo y error iluminados por repentinos chispazos de comprensién, a vecos a fn aparieneis. Batos zon do la mayor impoctanels ‘para Ia D a que ote la con- as, eato es, si las premisas Fazetanerte « gesero ee dec ap EL LENGUAJE constituyen un fumdamento 0 una buena evidencia de la concia= sién, de manera que afirmar la verdad de las premisas garan- tiza la afirmacién de que también la conclusién es verdadera, entonees el razonamiento es correcto. En caso contrario, es Incorreto. Ls dstincin entre 1 razonaniente correcta ¥ el. in métodos y Tas téenieus del lbgico han sido desarrotiados esencial- s2mente con el propésito de aclarar esta distineién, El ljgico se ot unientos, sin ‘contenido, pero solamente desde este especial punto de vista. o II, ALGUNOS TERMINOS TECNICOS ‘La presentacién y diseusién de algunos términos especiales ‘que el légieo usa en Su labor contribuiré a dar mayor claridad a la explicacién de la logiea propuesta en la seeeién precedente. Hemos caracterizado le inf en el cual de aS preguntas, las exclamaeiones. Sélo es posi- le afirmar o negar proposiciones. Una pregunta puede res- ponderee, una orden darse ¥ una exclamacién proferirse, pero ninguna de ellas puede ser afirmada o negada, ni se las puede juzgar como verdaderas 0 falsas. ® i je las iciones, las pregun- fas, Jes Srdones y-las exelamasiones en orgefones decigraives, interrogativas, imperativas y exclamativas. Estas nociones son familiares. Ha neccsario distinguit entre las oraciones declarativas y. sus_significados. Dos oraciones declarativas, que constituyen claramente dos oraciones distintas porque estén compuestas de diferentes palabras dispuestas de manera también diferente, pueden tener el mismo significado, Por ejemplo: Juan ama e Maria, ‘Maria es amada por Juan, son dos oraciones diferentes, pues la primera contiene cuatro 20 mymmopuccnin palabras mientras que la segunda eontiene cinco, Ia primera comienza con la palabra ‘Juan’, mientras que la segunda co- son_diferentes, por cierto, pues la primera esta en castellano, la segunda en’franeés y In tereera en alemén. Sin_embargo, tienen_todos_un_mismo significado, Este significado comin ea Ia proposieién de la cual cada una de clas es una formula ein diferente, Al logico le interesan las proposiciones, mas que las oraciones que las formalan. Aunque el proceso de infereneia no conclerne a los l6xieos, para cada inferencia posible hay un razonamiento correspon diente y son estos razonamientos los due caen dentro del dmbito de Ta iégien, En este sentido, un razonamiento es cualguier- grupo de proposiciones tal qué de una de ellas se afirma que deriva de las otras, las cuales son consideradas como evidencias de la verdad de la primera. La palabra ‘razonamiento’ se usa 2 monndo para indicar el proceso mismo, poro on lgiea tiene él sentido técnico ya explieado, Un razonamiento no es una mera coleecién de proposiciones, sino que tiene una estructura, Al deseribir esta estruetura, se emplean comtmmente los térmi- nos ‘premisa’ y ‘conclusién’. Ta eonelusién de un razonamiento es la proposieién que se afirma sobro la baso de las otras pro- posiciones dei mismo, y_a su ver estas proposiciones de las que se afirma que ofrecen Ia razén, o las razones para aceplar la ‘eorelusidn, son las premisas del razonamiento, Es menester observar que ‘premisa’ y ‘conclusién’ son tér- mings relativos: a misma proposicién puede ser premise en un razonamiento y eonelusion en otro. Consideremos, por ejemplo, l siguiente razonamiento: 2 EL LENGUASE Ningtin ecto ejecutado involuntariamente debe ser castigado, Algunos actos criminales son ejecutados involuntariamente. Por tanto, elgunos actos eriminales no deben ser castigados, Aqui, la proposicién algunos actos criminales no deben ser castigados es la conelusién, y las otras dos proposiciones son las premisas, Pero la primera premisa de este razonamiento, ningin acto ejecutado involuntariamente debe ser eastigado, es la conclusién del siguiente razonamiento (diferente) : Ningiin acto que escape al eontrol del agente debe ser castigad. "Todos los actos involuntarios eseapan al control del agente. Por tanto, ningtin acto ejecutado involuntariamente debe ser castigado. ‘Tomada aisladamente, ninguna proposieién es en st misma una premisa 0 una conclusién. Es una premisa solamente euan- do aparece en un razonamiento que la afirma a fin de mostrar que alguna otra proposicién se justifica por ella. ¥ es una con- clasién solamente eaando aparece en tn razonamiento que trata de establecerla o demostrarla sobre Ja base de otras proposicio- nes afirmadas. Esta es una nocién bastante comin; es similar al hecho de que, en si mismo, un hombre no es empleado ni ‘empleador, sino que puede ser ambos en diferentes situaciones, empleador respecto de su jardinero y empleado de la firma en la cual trabaj Los razonamientos se dividen tradicionzimente en dos tipos Giferentes: deductivos e inductivos. Aunque todo razonamiento eva implicita la afirmacién de que sus premisas ofrecen una evidencia de Ja verdad de su conelusién, solamente lox razona- mientos deductivos pretenden de sus premisas que ofrezean evi- dencias concluyentes. Bn el eazo de los razonamientos deduc- tivos, se usan los términos téenicos ‘vélido’ e ‘invélido’ en lugar de ‘correcto ¢ ‘ineorrecto’. Un razonamiento deductivo es ndlido euando sus premisas ofrecen un fundamento seguro para la conelusién, esto es, cuando las premisas y Ia conclusion estan relacionadas de tal manera que es absolutamente imposible que las premisas sean verdaderas sin que la conelusién también lo sea, Todo razonamiento deductivo es vélido o invalido y es tarea de la lézica deductive aclarar la naturaleza de la relacién exis- tente entre las premisas y la conelusién en un razonamiento vélido, para permitirnos de este modo diseriminar entre los razonamientros de uno u otro tipo. La teoria de la deduecién, que incluye tanto la légica tradicional como la simbéliea, ocupa Ta Segunda Parte de este libro, Un razonamiento inductivo, en cambio, no pretende que 22 ‘ inTRopucerén sus premisas ofrezean una evidencia total de la verdad de su conelusién, sino solamente que ofrezean cierta evidencia de ella. Los tazonamientos induetivos no son vélidos 0 invélidoe en el sentido en que estos términos se aplican a los razonamien- tos deductivos. Claro esté que pueden estimarse como mejores © peores los razonamfentos induetivos, seqrin el grado de vero- similitud o probabilidad que sus premisas confieran a sus con- clusiones. Nuestro examen de la probabilidad y de la teoria de la induceién se encontrard en ta Tercera Parte. Silo de proposiciones puede predicarse la verdad y Ta fal- sedad, nunea de razonamientos. Similarmente, las propiedades de valides o invalidez sélo pueden pertenecer a razonarientos deductivos, pero nunca a proposiciones. Existe una conexiin ‘entre la validez o no validea de un razonamiento y Ia verdad 0 falsedad de sus premisas y su conclusion, pero esta conexiin no es de ninguna manera simple, Algunos razonamientos vali- Sree ene Somaita picasicioies rai are poe ejemplo: Todas las ballenas son mamiferos. Todos los mamiferos tienen pulmones. Por tanto, todas las ballenas tienen pulmones, Pero un razonamiento puede contener exclusivamente pro- posicions falsas y, no obstante ello, ser valida, como, por ejemplo: Todas las arafias tienen seis Todos los seres de seis pates ti Por tanto, todas Ins aratias tienen alas. Este razonamiento es vélido porque si sus premisas fueran verdaderas, sn conelusién también fendria que ser verdadera, aun ewando de hecho sean todas falsas. Por otro lado, si refle- xionamos sobre el razonamiento : Si yo poseyera todo el oro de Fort Knox sevia muy rico, No poseo todo ef oro de Fort Knox. Por tanto, no soy muy rieo. ‘vernos que aunque sus premisas y su conclusién son verdaderas, el razonamiento no es valido. Que las premisas pueden ser verdaderas y Ja conclusién falsa, aunque no es de evidencia inmediata, puede verse con claridad considerando que si yo heredara un millén de délares, las premisas seguirian siendo vordaderas, pero la conclusién seria falsa, Podemos ilustrar 23 EL LENGUATE afin miis este punto mediante el siguiente razonamiento, que es de la misma forma que el precedente: $i Rockefeller poseyera todo el oro de Fort Knox, Rockefeller serfa muy Rockefeller no poses todo el oro de Fort Knox, Por tanto, Rockefeller no es muy rico, Las premisas de este razonemiento son verdaderas y su conelusién es falsa. Tal razonamiento no puede ser valido, pues es impostble que Iss premisas de un razonamfento wélido sean verdaderas y su conclusin falea. Los ejemplos precedentes muestran que hay razonamientos. ‘ylidos con conclusiones falsas, asi como razonamientos inva- lidos con conclusiones verdaderas. Por consiguiente, la verdad falsedad de su conclusién no determina Ja validez o invalides de un razonemiento. Tampoco la validez de un razonamiento garantiza la verdad de su conclusién. Hay razonamientos per- fectamente vilidos que tienen conclusiones falsas, pero deben tener al menos una premisa falsa. Introdueimos el término ‘s6lido’ para caracierizar a un razonamiento vilido cuvas pre- misas son todas verdaderas, Bsté claro aue la conelusién de un razonamiento ‘s6lido’ es verdadera, Un razonamiento deductive no logra establecer la verdad de su conclusién si no e8 ‘sdlido’, Jo que significa, o bien oue no es tdlido, o bien aue no todas sus premisas son verdaderas, Determinar Ia verdad o falsedad de las premisas es tarea de Ja ciencia en general. pues las pre- misas pueden referirse a cualouier tema. El légien no se inte resa tanto por Ja verdad o falsedad de las proposiciones como or las relaciones Iéeious que existen entre ellas, donde por reli ciones ‘légieas’ entre nroposiciones entendemos aquellas que determinan la correeefén_o incorreceién do los razonamientos en los cuales aparecen. Determinar la correccién o incorrec- cién de los razonamientos cae enteramente dentro del dominio de la légica. El légico se interesa inclusive por la correecién de razonamientos cuyas premisas puedan ser falsas. Puede surgir una di spect al valor de este tltimo. punto. Podria sugerirse Gebemos limitarnos a considerar razonamientos que tengan premisas verdaderas e ignorar tories Jos restantes. Pero de hecho, estamos interesados en la corree- cién de razonamientos de cuyns premisas no sabemos si son verdaderas, y a menudo hasta dependemos de ellos. Ejemplos de situaciones semejantes pueden hallarse facilmente. Cuando ‘un cientifico esta interesado en la verificacién de teorias me- 2 yrnopuccréx diante ia deduceién, a partir de ellas, de conseeuencias que puc- den ser sometidas @ ensayo, no sabe de antemano cuales son verdaderas. Si lo supiera no tendria necesidad de ninguna veri- ficaeién, En nuestros asuntos cotidianos, a menudo nos encon- tramos con diversos cursos de accién posibles. All donde estos cursos de accién constituyen genuinas disyuntivas que no pue- den adoptarse simulténcamente, podemos tratar de razonar para saber cul debemos seguir. Generalmente, este razona- miento consiste en caleular las consecuencias de cada una de las diferentes acciones entre las cuales debemos elegir. Se suele razonar asi: supongamos que elijo la primera alternativa, entonces ocurrird tal y tal cosa. Por otro lado, supongamos que elijo la segunda alternativa, entonces se producira tal otra cosa. En general, nos inclinamos a elegir entre eursos de aecién dife- rentes teniendo en cuenta cual es el eonjunto de consecuencias que preferimos ver realizadas. Fn todos los casos, nos interesa razonar correctaments, pues de Jo contrario podemos engafiar- nos. Si solamente nos interesiramos por razonamientos que tienen premisas verdaderas, no sabriamos qué linea de razona- miento seguir hasta saber cual de las diferentes premisas es verdadera, Y si supiéramos esto, no estariamos en absoluto interesados en el razonamiento, porque nuestro propésito al claborar los razonamientos era precisamente buscar un apoyo para decidir a cvdl de las diferentes premisas hacer verdadera. Gireunscribir nuestra atencin solamente a razonamientos con premisas verdaderas serfa contraproducento y tonto. Hasta ahora sélo hemos hablado de proposiciones y de razonamientos, que contienen a las primeras en forma de pre- misas y conelusiones. Como va se ha explicado, las proposicio- nes no son entidades lingitisticas como las oraciones, sino que son los signifiendos de las oraciones. Si los procesns reales de pensamiento 9 razonamiento necesitan o no del lenguaje es un problema no resuelto. Es posible que el pensar requiera el uso de simbolos de alguna especie, sean palabras o imagenes o lo que fuere. Todos sentimos cierta simpatia hacia Ja nifia que, al decirsele que pensara antes de » replied: “Pero, ze6mo puedo saber lo que pienso hasta n que digo?” Quizé todo Densamiento requiera palabras o algtin otro tipo de simbolos, nero no es éste un problema que aqui nos concierna. Sabemos, sin embargo, que la comnnicacién de cualquier proposieién o do cualquier razonamiento debe hacerse por simbolos ¥ sélo puede realizarse mediante el uso del lenguaje. El uso del lenguaje, sin embargo, complica nuestro proble- 25 EL LENGUATE ‘ma, Clertos rasios aceidentales o engafiosos de sus formulacio- nes en el lenguaje, pueden hacer més diffcil 1a tarea de investi- gar Jas relaciones I6gicas entre las proposiciones. Parte de la tarea del lgico 5, por 50, examinar el lenguaje mismo, fun- damentalmente con el objeto de descubrir y deseribir aquellos aspectos del mismo que tienden a oseurecer Ia diferencia entre el razonamiento correeto y el ineorreeto. Es por esta razén que la primera parte de este libro esté dedicada al lenguaje. Eyercicros iCuilles de os siguientes pasajes expresan razonamientos? Donde __ haya Yazonamientos, indiear las promisas y las eonclusfones, CE)’. Actualmente, en nuesteas grandes escuclas, se azote a los alumuos v ‘menos que antes, pero también ee les ensefia menos; de modo que Jo que ganan los muchachos por un edo lo pierden por el otro, (Bosweut, Vide de Johnson) 2 Ay, bribsn, porque Inches como un eaballero, Siondo solamente un bribén, te odio ain més. (TexvEson, Gareth andl Lynette) 3. Pues, debe observarse que los hombres deben ser acariciados 0 si no amiquilados ee vengarin do Tos pequeins davon, pero no pod hacerlo de tos grandes; por To tanto, el dafio. que infiijamos a un hombre debe ser tal que no neresitemos temer su venganza. (Maguiavico, EZ principe) 4. Y alzando los ojos, vio a los ricos que echaban sus dones en el area de las ofrendas. Y vio también a una vinda pobre, que echabs alli dos blancas, Y dijo: n verdad os digo, que eta viuda pobre ha echado mis que todos. Porque tollos étos, de lo que les sobra han echado para las ofren- das de Dios; mas ella, de su indigencia ha echado todo ¢l sus tento que toni (Loeas, 21, 14) 5. Adiés para sfempre, Casto! Si nos encantramos nuevamente, pues, soareiremos; De lo contrario, habré sido ésta una oportuna despedida, (Suaxrspzane, Julio César) 6. El que tiene mujer 6 hijos ha entregado rehenes a In fortuna, pues ellos son impediments pera Ins grandes empresas, sean vriuosay (Francis Bacox, Del matrimonio y la vida de soltero) ea En todo cirenito, of trabajo realizado para transportar una cantic 28, Si los deseos fueran caballos, entonces los mendigos eabalgarian, ~ vrRopucctéw dad_uniterin de clectricidad a través de todo 41 circuit medida de la fuerza electromotriz resultante de este circuito, Dado quo Ia diferencia de potencial se define también como trabajo por Cantidad unitaria de electricicad, es evidente que Ta fuerza electro- totriz y la diferencia de potencial tienen la misma naturaleza fisi- ca y se miden en términos de las mismas unidades. El nombre de fuerea clectromotriz es inapropiado, ya que no se trate de una fuerza 4, 9. Viola: Salve, araizo, aNives por tu labor? Bufén: No, sear; por Viola: Eres eclesitstico? Bufén: No, eefor; vivo por Ia felesta, porque vivo en mi asa, que ti al lalo dea gleia, < (Suaxesprane, Noche de Epifania) 10, Nada de eso. Yo sabia que usted lex de Afzanistin, Debido a un Jargo habito, los pensamientos transenrrieron tan répidamente por ‘mi cabeza que legué a In conclusién sin ser consciente de los pesos Snterwedios. Sin embargo, hubo tales pesos. La serie de razone- rmiontos fue: “He aguf un éaballoro que parsce méilieo v tiene aire militar. Debe de tratarse, por tanto, de un mético del ejército, Solo pucde haber Megado de los trépicos, pues su rostro esta tostado, y éste no es el color natuzal de sn piel, ya que sus muriecas son blancas. Debe de haber pasado penurias y enfermedades, como To revela claramente su rostro ojeroso. Se ha herido el bravo iz- ‘quierdo, pues lo mueve de una manera rigida y poco natural. ¢En ‘qué lugar de los trénicos un médica del eféreito inglés puede haber rrosado yennrias y heberse horido ol brazo? Indudablemente, en Afganistin? Toda esta serie de pensamientos pasé por mi mente en menos de un segundo. Entonces dije que usted acababa de Megar de Alganistin y uated sp queds asombrado, (A. Conan Doyle, Estudio en Bsearlasa) 11, ZA quién pasaate en el camino? —eontinné el Rey, extendiends su mano hacia el mensajero para que le diera un poco de heno. A nadie —dijo ell mensajero. 5 Loree «aif el Rey Bsta joven dams también To vi6, De modo que nadie camina més despacio que ti. —Hago todo lo que puedo —respondié el mensajero en un tono hhosco—. {Estoy seguro que nadie camina més répide que yo! No puede ser —dijo el Rey—, pues de lo contrario. hubieras Urgado aqui primero. Sin embargo, ahora que has tomado aliento Ihedes eontarnos lo que ka ocurrida en Ia cluded. (Lewis Carroll, 4 través det espejo) 3 Gitado con autorizuciin de General Celtoge Physies, de Kareison M. Ranpatt, Nei H. Wituiaus y Waitee TF. Cosy: copyright, 1929, de Harper dud Brothers, 27 HL LENGUAIE 12, Aqui esti nucsizo soherano sefior, el rey, En cuya palabra nadie confias Nance dice un disparate, Pero tampoeo naa sabio. (El conde de Rochester sobre Carlos 1) 3, Socrates: Una pregunta que ti debes de haber ofdo a muchas per- ‘sonas: ;Cémo puedes saber si en este momento no estamos so- fiando y todos nuestros penstmientns son un sueio; o si estamos despierios y eonversamos en estado do vigilia? ‘Teeteto: En verdad, Séerates, yo no sé cémo probar tma eosa ‘otra, pues en ambos casos [os hechos son precisamente Tos mismo: ¥.no hay ninguna dificuliad on suponer que durante toda esta ‘iscusion hemos estado conversando en tin suefio, Cando, en un ‘suefio, parece que estamos cantando suefios, Ia semejanza entre los dos estados es completamente desconcertante. Socrates: Ta ves, entonces, que puede surgir écilmente una duda ‘acerca de la realidad de los sentidos, ya que hasta puede dudarse de si estamos despiertos o sofiando. (Prav6x, Teeteto) 1h Si Tos ‘si...’ y los ‘quinds! fueran ollas y cacerolas, no habria necssidad de hojalateros. 15, En un sentido amplio, el problems es de carfcter politico: dado que es indudeble que ia mayoria de la humanidad eomete falacias, jes mejor que deduzea conelusiones falsas de premisns verdaderas © conelusiones verdaderas de premisas falsas? Un problema de esto tipo es incoluble, Ta gnica solucion verdadera parvee ser que fe emote Lien a Tos hombres y mujeres omnes, de mahera que sepan abstenerse de sacar eonclosiones que silo parecen poder dedux titse, Cuando se dice, por ejemplo, que los franceses son légicos, Jo que se quiere decir es que, euando aceptan una premisa, aceptan también todo lo que una persona totalmente desprovista de suti leza Logica supondria err6neamente que se deduce de las premisas. Fs ésta una cualidad sumamente indeseable, de la eval, en general, Jas naciones de habla inglesa se han visto en el pasado. més libres ‘que otras, Pero hay indicios de quo, si quieren seeuir libres. de lla, necesitarén aprencer_més filosofia y lopica de la que han aprendido en el pasado. La losica era, antizuamente, el arte de ‘extraer infovencias; ahora ge ha convertido en el arte de abstenerse de sacar inferencias, pues se ba puesto de manifiesto que les infe- reneias que nos sentimos naturalmente inclinados a hucer raramente son validas, Coneluyo, por lo tanto, que la Téxien debe eer enseiiada fen las eseuelas con ef objeto de ensefiar a la gente a no razonar. Phes si razonan, es easi sezuro que razonarn mal 2 set aa sat eet Norton and Company, Inc, ¥ por George Allen and Unwin, Ld, 28. ae E. seneicios pe RAZONAMIENTO Los signientes problemas exigen raconamiento para sn solucién, Para probar que und respuesta es corrceta, una vee halleda, se necesita, lun razonamiento cuyas premisas estén contenidas en el enuneiado del problema y eaya conchusién sea la respuesta al mismo. Si la respuesta fs correcia, se podra constrair un razonamiento vétido. Se insta al lector a que, al trabajar en estos problemas, #6 preocupe no solamente de hallar Jas respuestas eorrectas, sino también de formular los razonamientos que demuestren la correveién de las respitestas. 1. En una ciesta comunidad mitica, los politicos siempre mienten y los no politicos siempre dicen In verdad. Un extranjero se encucn- tra con tres natives y pregunta al primero de ellos #18 un politico, Este respondo a Ia pregunta. El segundo netivo informa, entonces, que el primer native neg set un politico. Pero el tercer native afirma que el primer nativo es realmente un polities, {Cuantos de estos tres nativos eran politicos? 2, De tres prisioneros que se hullaban en cierta edge, uno ten‘a vision normal, el otro tenia un solo ojo y el tercere era totalmente ciego, ‘Los tres eran, por 1o menos, de inteligencia media, El careelero dijo a los prisioneros que de un conjunto de tres som: Ibreros blancos y dos rojos, elegiria tres de ellos y los colocaria sobre ‘us eaberas. Se prohibia a eada uno de ellos que viera el color del sombrero que tenfa sobre su propia cabeza. Se los reuni6 ¥ el ear- celero ofrecié le libertad al prisionero con visién normal si podia decir de qué color era el sombrero que tenia sobre su cabeza. El isionero confess que no podia. Luego, el carcelero ofrecié la libertad al prisionero que tenia un solo ojo, a condicion de que dijera cual exa el color de su sombrero, EL segundo. prisionero confess que no podia decirlo, El careelero no se molesté en hacer el ofrecimiento al prisionero cicgo, pero a pedide de éste aceptd oncederl la misma oportmidad. Hl prisoner eiego esbox6 enton- 3 una. ancha sonrisu y_ dijo: “No necesito de ami vista; pues, por To que mis amigos con ojos han dicho, veo claramente que mi sombrero es blanco”. 3. Habia un tron cuyo personal estaba formado por tres personas: el guardafrenos, el fogonero y el maquinista. Sus nombres, por orden alfabético, exan Jones, Robinson y Sith, En el tren viajaban tam- bbign tres pasajeros que tenian Ios mismos nombres: ol seficr Jones, celsefior Robinson y el seior Smith, Se conocen los siguientes datos: a) EL sefior Robinson vive en Detroit. 1b) El guardairenos vive a mitad de camino entre Detroit y Chicago. ¢) El senor Jones gana exactamente 10,000 dolares al aio. @) Smith en cients oportunidad derrots al fogonero jugando al 29 EL LENGUAJE ¢) Un vecino del guardafrenos, que vive en una casa situada junto ala do éste y es uno do los tres pasajeros mencionados, gana exactamente tres veoes lo que gana el guardairenos. 4) EI pasajero que vive en Chicago tiene el mismo nombre que el guardalrenos, Cuil es el nombre del maquinista? 4. 4, Los miembros de una pequeia compaiiia de préstamos son: el sefior Black, el sefior White, [a sefiora Coffee, 1a sefiorita Ambrose, el seiior Kelly y la seiiorita Earnshaw. Los cargos que ocupan son: gerente, subgerente, contador, taquigrafo, cajero y oficinista, aun- {quo mo necesariamente en esie orden, El subgerente es el nicto del Eerente: el contador ea el yerno dol taquigrafo; el sefior Black es soltero; el seior White tiene 22 afos: la sefforita Ambrose es la hhermanastra del eajero y el sefor Kelly es vecino del gerente. Gua es el carga de eada uno de ellos? 5. Benno Torelli, amable anfitrién del més eclecto night club de Hamme tramek, fue muexto a tiros por una banda de gangsters porque se airasé en el pazo de la suma que les daba en concepto de pro- teccién. Después de un considerable eafuerzo por parte de In po- lieia, ésta logré levar ante el Fiscal del Distrito a cinco hombres. EI Fiscal les pregunt6 qué era lo que podian declarar en su defensa. Cada uno de los hombres hizo tres declaraciones, dos verdaderas y tuna falsa. Sus declaraciones fueron: Lefty: “Yo no maté a Torelli, Nunca tuve un rovélver de mi propiedad, Spike lo maté, Red: “Yo no malé a Torelli, Nunca tuve un revélver de ml propiedad. Los otros tpes estén tratando de svar el fardo de encima.” Dopey: “Yo no s6 naila del asesinato, Nunca via Butch antes Spike: sp usta eich oe extn cin pike: “Yo soy. inocente. es el culpable, Lefty mintis cuando dijo que habia sido yo.” Butch: “Yo no sé nada del asesinato, Red es el culpable, Dopey respondera por mi; él me conoce desde hace afios.” éQuién fue el culpable? 6. Las seiioras Adams, Baker, Catt, Dodge, Ennis y Fisk, esta diltima ‘una persona muy desalifiada, una manana fueron todas de compras al Einporio. Cada una de las mujeres fue diectamente al. piso. en cl cual se huallaba el articalo que queria comprar y cada una de ellas Compr solaments wn artilo. ‘Compracon ta Mibro, ta vestido, tuna cartera, una corhaia, un sombrero y una lémpara, “Todas las mujeres, excepto la sefiora Adams, entraron al ascensor en Ta planta baja, ‘Tambien entraron al ascensor dos hombres, Dos saujeres, la seora Catt y 1a que compré la eorbata, descendieron en cl segaudo piso. En el tercer piso se vendian vestidos. Los dos hom- 30 mrTRoDUCcrON bres descendieron en el cuarto piso. La mujer que compré Ia lém- para descendid en el quinto piso y dejé a la desaliiada sefiora Fisk que descendicra sola en el sexto piso. "AL dia siguiente, la sefiora Beker, que rectbi6 Ia cartera como xegalo sorgresa de una do las mujeres que habia deseendido en el segundo piso, encontr a su marido agradeciendo Ta corbata que tuna de las oiras mujeres Ie habia dado. Si en la planta baja se vvendian libros y la seitora Ennis fue la sexta persona que sali del ‘ascensor, Zqué compraron cada una de esas mujeres? Gineo hombres que fueron camarades en Ia iiltima guerra asisten a ‘una reunién, Se trata de Green, Brown, Peters, Harper y Nash, cu- yyos oficios son: grabador, proyectista, bidlogo, herrero. y ncuré- logo. Por casualidad, viven en fas ciudades de Greenfield, Browns. ville, Petersburg, Harpers Ferry y Nashelle, pero ningun de ellos vive en la ciudad que tiene un nombre similar al suyo, ni el nombre de su ocupacién. tiene Ia misma inicial que su nombre o que Ta del nombre de la cindad en la cual vive, EL bidlogo no vive en Petersburg, Brown no es herrero ni proyee- tista; tampoco vive en Petersburg ni en Harper's Ferry. El sofior Harper vive en Nashville y no es bidlogo ni grabador. Green no gs residente de Brownsville, como tampoto Nash, quien no e: bide jouo ni herzero. Disponiendo solamente de Ia informacién dada, zpuede usted dcterminar el nombre de la ciudad en la que reside Nash #2 8. Daniel Kilraine fue asesinado en un camino solitario situado a dos millas de Pontiac, el 17 de marzo de 1952 a las 3.30 de la ma- fiana. Otto, Curly, Slim, Mickey y Kid fueron arrestados una semana és tarde en Detroit y sometidos a interrogatorios, Cada una de Tas cinco personas hizo euatro declaraciones, tres de las cuales cran verdaderas y wna falsa, Uno de estos hombres mats a Kilraine. Quien Tue? Sus declaraciones fueron: Otto: “Yo estaba en Chicago cuando Kilraine fue asesinado, ‘Yo nunca he matado a nadie. Kid es el culpable, Mickey ¥.yo somos amigos. “Yo no maté a Kilzaine, Nunca he poseido ua revélver en mi vida. Kid me conoce. Yo estaba en Detroit la noche del 17 de marzo.” Slim: “Curly mintié euando dijo que nunca posey6 un revélver. El erimen so cometié el dia de San Patricio. Otto ae en- contraba en Chiewgo en ese momento. Uno de nosotros os el culpable.” Curly: % Pare mantener Ia coheroncia de este ejercicio, ha side nocesario cambiar en la traduccién eastellana algunos de los nombres de. pereona, de ciudad y de cficio del original. (N. det T.). aL EL LENGUASE Mickey: “Yo no maté a Kilvaine, Kid nunca ha estado en Pontiac, Nunea habia visto a Oito antes. Curly estaba en Detroit, nmigo la noche del 17 de marzo.” “Yo no maté a Kilraine,. Nusea he estado en Pontiac. ‘Nunca vila Curly antes, Otto mintié cuando dijo que yo soy el culpable.” Ki 9. Una mujer invité rectentemente a tomar el té a cinco personas. Los nombres de las seis mujeres que se sentaron alrededor de una mesa circular eran: Abrams, Banjo, Clive, Duraont, Ekwall y Fish. Una de ellas era sorda, otra sumamente charlatata, otra terriblemente gorda, otra odiaba a la sefiora Dumont, otra tenia una deficiencia Vitaminiea y otra era ta duefia do casa, La mujer que odiaba a la sefiora Dumont s¢ sent6 enfrente de la sefiora Banjo, La mujer sorda se xenté enfrente de la seiiora Clive, quien a su ver se sent6 entre Ia mujer que tenia una deficiencia vi taminiea y la mujer que odiabe a la sefiora Dumont, La mujer gorda se sents frente a la sefiora Abrams, junto a la mujer sorda y a la jzquierda de la que odiaba a la sefiora Dumont, La mujer que teni una deficieucia vitamfnica se seat6 entre Ia sefiora Clive y la mujer que se vents enfrente de la mujer que odiaba a la seviora Dumont. sefiora Fish, que era bucna amiga de todas, se sents junto 4 la mujer gorda y enfrente de la duenis de casa. seciitte wed ideniear w can mad estan encntadoras mu jeres 10. En una partida de poker hay cineo hombres: Brown, Perkins, Tue ner, Jones y Reilly, Sus marcas de eigarsillos sonz Lucky, Camel, Kool, Old Gold y Chesterfield, aunque no necesariamente en este eden, Al comionao de la pattda, l nimero de cigarsillos que poseia cada uno de los jugadores era: 20, 15, 8, 6 y 3, pero no ne- cesariamente en este orden. Durante el juego, en un momento en que nadie estaba fumando, se daba la siguiente situacién: a) Perkins pidid tres cartas. b) Reilly habia fumado le mitad de lo que tonia al principio, 0 ‘uno menos do les que habia fumado Turner. ©) El hombre de los Chesterfield tenia en um principio un nimero de cigarrillos igual al que tenia en el momento considerado, ‘iis otro tanto, ais la mitad més, més 2 ¥4, 4) EL hombre que ea ee momento t0 tizuba a ‘color’, pudo ater solamente el mento do quinto eigarllo, el imo que fumé. ©) El hombre que fumaba Lucky habia fumado al menos dos més que cualquier otro, incluide Perkins, | CAPITULO IT FALACIAS NO FORMALES Aungue todos Jos libros de Iégiea contienen un examen de Jas falacias, su manera de tratarlas no es en todos Ia misma. No hay ninguna clasificacién de las falacias universalmente aceptada. No hay que sorprenderse ante esta situacion, pues como dijo acertadamente De Morgan, uno de los primeros 15- gicos modernos: “No hay nada similar a una elasifieacién de Jas maneras en que los hombres pueden legar a un error, ¥ cabe dudar de que pueda haber alguna”, La palabra ‘falacia’ es en si misma un poco vaga. Un uso perfectamente correcto de Ia palabra es el que se le da para designar enalouier idea equivocads 0 eresneia falsa, como la falacia’ de creer que torlos los hombres son honestos. Pero Tos Igicos usan el término en el sentido més estrecho ¥ més tée- nico de error en el razonamfento o Ia argumentacién. Una falacia es, entonees, en el sentido en que nosotros usaremos el término, im tipo de razonamiento incorreeto. Puesto que es un tipo de ravonamiento ineorrecto, podemos decir de dos razona~ mientos diferentes que eontienen o cometen la misma falacia, ‘Muchos argumentos son tan obviamente incorrectos que no engafian a nadie, En el estudio de la lariea, se acostumbra re- servar el nombre de ‘falacia’ a aquellos razonamientos que, aunque incorrectos, son psicolégicaments persuasivos. Por tanto, definimos falacia eomo una forma de razonamionto que arece correcto, pero resulta no serlo cuando se to analiza eui- dadosamente. El estudio de estos razonamientos es provechoso, ‘putes la fariliaridad con ellos y su comprensién impediré que eamos engafiados por ellos. Estar prevenidos es estar armados de antemano. Las falacias se dividen tradicionalmente en dos grandes grupos, las formales y Ins no formales. Es mis conveniente ‘EL LENGUASE analizar las falacias formalos en conexién con ciertos esquomas: de infereneia validos con los cuales presentan una semejanza superficial. Diferiremos, por eso, su. consideracién para los capitulos siguientes. En éste, trataremos las falacias no for- males, errores de razonamiento en los euales podemos caer por inadverteneia o falta de atencién en el tema, o bien porque nos engafia alguna ambigiiedad on el lenguaje usado para formu- larlo, Podemos dividir las falacias no formales en falacias de atingencia y falacias de ambigiiedad, No tenemos la intenelén de hacor ta revisién exhaustiva; silo consideraremos quines falacias no formales, las més comunes y engafiosas. I. FALACIAS DE ATINGENCIA El rasgo comin a todos Tos razonamientos que eometen falacias de atingencia es que sus premisas carecen de atingen- cia légica con respecto a la verdad o falsedad de las conclusio- nes que pretenden establecer. La inatingencia es aqui légiea y no psicolégica, naturalmente, pues si no hubiera algin tipo de conexién psicolégica careceria de efecto persuasivo 0 de correccién aparente. Fl que la atingencia psicolégica pueda confundirse con la atingeneia Iogiea se explica satisfactori mente por el hecho de que el lenguaje es usado tanto directiva y expresivamente como informativamente. Esto quizé se com- renda con mayor elaridad con algunos ejemplos. 1, CONCLUSION INATINGENTE La falacia de la ‘conelusion ins un razonamiento que se supone di clusién particular es usado para probar una conclusion diferen- te. Por ejemplo, cuando se halla bajo consideracién una pro- puesta particular de dictar una legislacién sobre la vivienda, puede levantarse un legislador para hablar en favor de la ley y argumentar que todo el mundo debe tener viviendas decentes. Estas observaciones carecen de atingencia logics con respecto al punto en discusién, pues éste se refiere a las medidas par- ticulares que se proponen. Presumiblemente, todos estén de 60 PALACIAS NO FORMALES acuerdo en que todo el mundo debe tener viviendas decentes (se manifestaran de acuerdo inclusive aquellos que en realidad no plensan asi). La eucstién es: ;proveerd de ellas esta medida particular, y, si es asi, lo haré mejor que cualquier otra alterna. tiva préctica? La argumentacién del orador es falaz, pues come- te la falacia de la conelusién inatingente, En un juicio, al tratar de probar que el acusado es culpable de asesinato, el fiscal acusador puede argumentar extensamente para demostrar que el asesinato ea un horrible delito y logvar, efectivamente, probar esta conclusién. Pero, si de sus observa. ciones acerca de lo horrible que es el asesinato, pretende inferir ‘que ol acusado es culpable de él, comete Ia falacia de conelusién, inatingente, Es natural que nos preguntemos eémo tales areumentos pueden engafiar a alguien, Una voz visto que la conelusién os logicamente inatingente, ; por qué puede el argumento eonfundir alguien? En primer higar, no siempre es obvio que una de- terminada argumentacién constituye un ejemplo de conclusion inatingente. Durante el curso de una discusion prolongada, Ia fatiga puede originar falta de atencién, con la conseenencia de que los errores y Ja poea atingencia de la eonclusién con respec- to a las premisas pueden pasar inadvertidos. Wsta es una res- puesta pareial, naturalmente. La parte que falta se relaciona con et hecho de que el lenguaje puede servir para despertar emoeiones, tanto como para comuniear informaci Consideremos el primer ejemplo de conclusién inatingente, Al sostener que todo el mundo debe tener viviendas decentes, el orador loa despertar una actitud de aprobacién para si mismo ¥ para lo due dice, y esta actitud tendera a ser transferida a su conelusién final, mas por asoeiacién psicolégiea que por impli- cacién logiea, El orador puede conseguir despertar un senti- miento tan favorable al mejoramiento de la vivienda, que sus oyentes votardn mas entusiastamente Ia ley que él propugna que si hubiera demostrado realmente el interés piiblico existente en ‘También en el segundo ejemplo, si el fiscal acusador ha pintado un cuadro suficientemente conmovedor de lo horrible que es el asesinato, el jurado puede sentirse tan tocado, puede haberse despertado en sus miembros tanto horror y desaproba- cién, que dictarén més faciimente un veredicto de culpabilidad ‘que si el fiseal hubiera probado “simplemente” que el acusado cometis el crimen. 6 BL LENGUAJE Un cierto ntimero de tipos particulares de razonamiento ‘cuyas conelusiones no atafien a las premisas han recibido nom- bres latinos. Algunos do estos nombres latinos han Mewado a formar parte del idioma inglés: ad hominem, por ejemplo. Otros son menos familiares. Solo consideraremos algunos de ellos, sin ninguna pretensién de hacer un tratamiento exhaustivo. La ex- plicacién tedriea de por qué son persuasivos, a despecho de su ineorreeci6n logica, debe buscarse en totlos los casos en su fun- cin expresiva, destinada a provocar sontimientos de temor, de piedad, de reverencia, de desaprobacién o de entusiasmo. 2, ANGUMENTUM AD RACULUM (APELACION A LA FUERZA) El argumentum ad baculum es Ja falacia que se comete: cuando se apela a la fuerza, oa Ja amenaza de fuerza, para provocar Ia aceptacién de una conclusién. Usualmente s6lo se recurre a ella cuando fracasan las pruebas o argumentos racio nales. El ad baculum. se resume en el dicho: “La fuerza hace el derecho”. El uso y Ia amenaza de los métodos de ‘mario-fuerte’ para doblegar a los opositores politicos suministra ejemplos conteraporimeos de esta falacia. La apelacion a métodos no raeionales de intimidacién puede ser, naturalmente, mas sutil que el uso abierto o la amenaza de eampos de concentracién 0 ‘grupos de choque. E] eabildero de un partido politico usa el ar- gumento ad baculum cuando recuerda 2 un representante que 1 (el cabildero) cuenta con tantos miles de votantes en el dis- trito electoral del representante, o tantos contribuyentes poten- ciales para la campafia de fondos. Légicamente, estas. conside- raciones no tienen nada que ver eon los méritos de la legislacién cuya aprobacién trata cle lograr, pero, desdichadamente, pueden ser muy persuasivas. En escala internacional, el argumientum ad baculum significa la guerra o la amenaza de guerra. Un ejemplo divertido, aunque también aterrorizador, de razona- miento ad baculum en el émbito internacional es el que meneiona Heay Hopkins en su relato sobre la reunién de los “Tres grandes’ en Yalta, al tin de Ja Segunda Guerra Mundial. Se dice que Churehill informé a los demas que el Papa sugerin seguir tal 0 cual curso de accién, Se afirma que Stalin manifest6 su des- acuerdo preguntando: “;Y cudntas divisiones dice Ud. que tiene el Papa para el combate?” a ALACIAS NO FORMALES 9, ARGUMENTUM AD HOMINEM (OFENSIVO) La expresion argumentum ad hominem significa literal- mente ‘argumento dirigido contra ol hombre’. Es susceptible de doe interpretaciones, cuya relcién explicaremos después que hayamos discutido las dos separadamente, Podemos designar la primera variedad de esta falacia eomo la del tipo ‘ofensivo’. Se la comete cuando, en vez de trater de refutar ta verdad de fo que se afirma, se ataca al hombre que hace la afirmacién. Ast por ejemplo, podria argilirse que la filosofia de Bacon es indigna de contianza porque éste fue desposefdo de su cargo de eanciller por deshonestidad. Rste argumento es falaz, porque el cardc- ter personal de un hombre carece de importancia légica para dotorminar la verdad 0 falsedad de Io que dice o la correcefén 0 incorreceién de su razonamiento. Argiir que una proposicion es mila o una afirmacién false porque es propuesta 0 azirmada por los comunistas (o por ‘realistas oconémicos’, o por catélicos, 6 por antieatélicos, o por los que pegan a su mujer) es razonat falsamente y hacerse culpable de sostener un argumnendum ad Tuominen. (ofensive). Ta manera en que puede persuadir a yeees este razonamiento falaz es a través del proceso psicolégico de Ia transfereneia, Si puede provocarse una actitud de desaproba- cién hacia una persona, ella puede desbordar el campo estricta~ mente emocional y convertirse en desacuerdo con lo que esa persona diec. Pero esta conexidn os s6lo psieolégien, no légica. Aun ol mis perverso de los hombres puede a veces decir la ver- Gad 0 razonar correctamente. El ejemplo clésico de esta Zalacia se relaciona eon el proce- dimiento judicial briténico. En Gran Bretafia, la préctica do la profesién se divide entre los procuradores, que preparan los casos para el juicio, y los abogados, que arguyen y hacen los alegatos ante la corte, De ordinario, su cooperaeién es admira- hile, pero a veces deja mucho que desear. Fn una ocasién, el abogado ignoraba el caso completamente hasta el dia en que debia ser presentado a Ia corte, y dependia del procurador para Je investigacion del caso del demandado y la preparacién del alegato, Lleg6 a a corte justo un momento antes de que co- menzara el juieio y el procurador le aleanz6 su resumen. Sor- prendido por su delgadez, oje6 en su interior, para encontrar escrito lo siguiente: “No hay defensa; ataque al abogado del 63. EL LENGUATE 4, ARGUMENTUM AD HOMINEM (CIRCUNSTANCIAL) La segunda interpretacién de la falacia del argumentum ad Jominem, la variedad cireunstancial, puede explicarse de la ma- nera siguiente. En una discusién entre dos personas, una de ellas puede ignorar totalmente la cuestiOn relative a In verdad 6 falsedad de sus propias afirmaciones y tratar de probar, en cambio, que su antagonista debe aceptarlas debido a especiales cireunstancias en las que éste puede hallarse. Asi por ejemplo, si uno de los contendientes es un sacerdote, el otro puede argiir que debe aceptar una determinada asereién porque su negacién es incompatible con las Escrituras, Esto no es demostrar st. verdad, sino urgir su aceptacién por ese individuo partienlar debido a las eircunstaneias especiales en Ins que se halla, en este caso su filiacién religiosa. Si uno de los oponentes es, ponzamos por caso, un miembro de un cierto partido politico, otro puede Sostener, no que una cierta proposieién es verdadera, sino que el primero debe asentir a ella porque se halla implieada por los principios de su partido. El ejemplo clasico de esta falacia es la réplica del cazador al que se acusa de barbarie por sacrifiear animales inofensivos para su propia diversién. Su réplica eon- siste en preguntar a su eritico: “Por qué se alimenta Ud. eon la carne de ganado inocente?” El deportista se hace culpable aqui de un argumentum ad hominem, porque no train de demos trar que ¢s correcto sacrificar vidas de animales para el placer de los humanos, sino simplemente que su eritieo no puede repro- charselo debido a ciertas cireunstancias especiales en Ins que pueda eneontrarse, en este caso el no ser vegetariano. Los argumentos de este género no son correctos; no ofrceen pruebas satisfactorias para la verdad de sus eonclusiones, sino que estén Cirigidos solamente a conguistar el asentimiento de algin opo- nente a causa de especiales cireunstaneias que se vinculan eon éste. A menudo logran su propésito, pues suclen ser muy per- suasivos, No es diffcil ver la conexién que existe entre estas dos va- riedades de argumentum al hominem. Bl segundo puede inelue sive ser considerado como caso especial del primero, Pues el género ‘circunstancial’, en efecto, oquivale a aeusar de ineurrir en una contradiccién a la persona que pone en tela de juieio nuestra conelusién, sea contradiceién entre sus creencias, 0 entre su prédica y su practiea. ¥ esto puede ser considerado como un tipo de reproche u ofensa. 64 FALACIAS NO FORMALES 5 ARGUMENTUM AD IGNORANTIAM: (ARGUMENTO POR LA 1GNO- RANCIA) Podemos ilustrar la falacia del argumentum ad ignorantiam con el razonamiento de que debe de haber fantasmas porque nadie ha podide demostrar nunca que no los hay. Se comete esta falacia cuando se sostiene gue una proposicién es verda- dera simplemente sobre la base de que no se ha demostrado su falsedad, 0 que es falsa porque no se ha domostrado st vordad, Ahore bien, es evidente que nuestra incapacidad para demostrar © refutar tina proposieiin no basta para establecer su verdad osu falsedad. Hsta falacia suele cometerse con mucha frecuen- cia en temas Telativos a los fenémenos psiquicos, 1a telepatia, ete., donde no hay evidencias claras en pro o en contra. Es curioso que haya una cantidad de personas instruidas propen- ‘sas a eacr en esta falacia, como lo testimonian los muchos estu- diantes de ciencias que afirman la falsedad de las afirmaciones ‘espiritualistas y telepaticas simplemente sobre la base de que su verdad no ha sido establecida, El arguonentum ad ignorantiam es falaz en todos los con textos excepto en uno: la corte de justieia, donde el principio rector es suponer 1a inocencia de una persona hasta que se de- muestre su culpabilidad. La defense puede sostener logitima- mente que si el acusador no ha demostrado la culpabilidad, debe dictaree un veredicto de iuocencit. Pero, dado que esta posicién se basa en el particular principio legal 'mencionado, no refuta la afirmacién de que el argumentum ad ignorantiam constituye ‘una falacia en todo otro contexto. A veces se sostiene que el argumentum ad hominem (ofen- sivo) no es falaz cuando se lo usa en un tribunal de justicia con el propésito de arrojar dudas sobre la declaracién de un testigo. Es indudablemente cierto que puede dudarse de la declaracién de nn testigo si se demuestra que éste es un mentiroso y um per- Juro erénico, En los easos en que esto puede demostrarse, reduce ciertamente la conflanzn que pueda asignarse al testimonio ofre- cide. Pero si se infiere de esto que la declaracién del testigo establece Ia falsedad de lo que testimonia, en ver de conchiir solamente que eu testimonio no establece su verdad, entonces este razonamiento es falaz y constituye un argumentum ad igno- En este punto debemos hacer una aclaracién. En ciertas circunstancias puede afirmarse con seguridad que si ha ocurrido un cierto acontecimiento, hay investigadores calificados que BL LENGUAIE, pueden descubrir pruebas del mismo. En tales circunstancias, 5 perfectamente razonable tomar la ausencia de pruebas como una prticba positiva de que no se ha produeido. Claro que esta prueba no se basa en nuestra ignoraneia, sino en nuestro eono- ‘eimicnto de que si hubiera ocurrido lo sabriamos. Por ejemplo, si una seria investigacién del F.B.I. no consigue aportar prue- bas de que el sefior X es comunista, seria erréneo coneluir de esto que su investizacién no ha aportado ningtin conoeimiento, Por lo contrario, ella ha establecido que el Sr. X no es comunista. No sacar tales conclusiones constituye el reverso de la moneda falsa que cs la insinuacién maliciosa, como cuando alguien dice de un hombre que “no hay pruebas” de que sea un pillo, En ciertos casos, no sacar una conelusién es tanto una violueién del Tazonamiento correeto como sacar una conelusién eauivocada. |. ARGUMENTUM AD MISERICORDIAM (LLAMADO A LA PIEDAD) El argumentum ad misericordiam es la falacia que se co- mete cuando se apela a la piedad para conseguir que se acepte una determinada conelusién. Se encuentra con frecuencia este tipo de argumentacién en los tribunales de justicia, cuando un abogado defensor deja de lado los hechos que atafien al caso y trata de lograr la absolucién de su cliente despertando piedad en los miembros del jurado, Clarence Darrow, el famoso aboga- €o criminalista, era un maestro en el uso de este género de re- cursos. Cuando defendié a ‘Thomas I. Kidd, funcionario de la Unién de Trabajadores de la Madera, llevado a juicio bajo acusaeién de conspiracién criminal, Darrow dirigié estas palabras al ju- rado: Apelo a vosotros no en defensa de Thomas Kidd, sino en defensa de in —Ia larguisima sucesién que se remonta hacia atrds as y que s@ proyecta hacia adelante en los afios del futuro— de los hombres despojados y oprimidos de la tierra. Apelo a ‘yosotros por los hombres que se levaitan antes que amonezca y vuelven su hogar a la noche, cuando ya la lus ha desaparccido del ciclo, y dan sus vidas, sus fuecens y su trabajo para que otros se enriquezcan y,re engrandewan, Apelo a vosotros en nombre de esas mujeres que ofrendan sus vidas al dios moderno del dinero y apelo a vosotros en nombre de sus hijos, Los que viven y los que atin no han nacido. 1 Citado en Clareuce Darrow for the Defense, do Ievinc Sros; copyright, 1841, publieada por Garden City Publishing Company, Ine. Garden City, Nueva York, 66 FALACIAS NO FORMALES 2 Bs Thomas Kidd eulpable de lo que ge Je acusa? El alegato de Darrow era suficientemente conmiovedor como para lograt despertar en el jurado medio el deseo de arrojar por la borda todo lo concerniente a pruchas 0 a legalidad. Pero, por persua- sivo que sea tal alegato, desde el punto de vista de la légiea es falaz todo razonamiento que pretenda derivar de ‘premisas’ como éstas la conelusién de que el acusado es inocente. ‘Un ejemplo més antiguo y eonsiderablemente més sutil de argumentun ad misericordiam se encuentra en Ia Apologia de Platén, que pretende ser un relato de la defensa que hizo Sécra- tes de sf mismo durante su juicio, Quizés heya alguno entre vosotros que pueda. experimentar 7e- seotimento hacia mial recordar que él mismo, en una ooasion similar hsta, quiz, menos grave, rog> y suplieS a los jucces con mucht Urine eo te ala us i, par mover cunpean ole cou Lode wna heals do ct perlenled'yemigost 76, cn cnmbior inate etzra feligro. ml vida, no hash ada de csto. EL gonteate oot apart nr ent, preigpaney en contra de me inlarlo depo Fee) ecto con. ira, ccd esl disgusts coxmaig ycveets exit) ST hhay alguna persona asf entre vosotros—observad quo no afirmo que le Taya, pero ai Ia hay— podria reaponderlo rexoasblemente do. esta rake nett! "Coro anige, yo soy un hombre, y como Loe otros hombres una eriatura de carne y sangre, y no de madera o piedra coma dice Homero; Steg tatabieeGaalta, a2 y tos ions {bl ataalonanay ta er noesa; juno casi un hombre y dos atin pequefios; sin embargo, no traeré a nin: (pune de ellos arte vosctros para que-os pidan mi absolocién.” Elargumentum ad misericordiam es usado a veces de mae nora ridicula, como el caso del joven que fue juagado por un crimen particularmente brutal, el asesinato de su padre ¥ de su madre con un hacha, Puesto frente a evidencing abrumadoras, solicité piedad sobre la base de que cra huérfano, 7. ARGUMENTUM AD POPULUM. El arguinentum ad popuium se define a veces como la fala cia que so comete al dirigir un llamado emocional ‘al puchlo’ 0 ‘ala galeria’ con el fin de ganar su asentimiento para una con- clusion que no esta sustentada por un razonamiento vilido, Pero esta definicién es tan amplia que incluye las falacias ad miseri- cordiam, ad hominem (ofensiva) y casi todas las otras falacias de atingencia. Podemos definir de manera més circunscripta or ‘EL LENGUATE la falacia del argumentum ad populum como el intento de ganar el asentimiento popular para una conclusion despertando las pasiones y el entusiasmo de la multitud, Es un recurso favorito del propagandista, el demagogo y el que pasa avisos. Enfrentado con la tarea de movilizar los sentimientos del publico a favor oen contra de una medida determinada, el propagandista evitard el laboriogo proceso de reunir y presentar pruebas y argumentos racionales y recurriré a los métodos més breves del argumen- tum ad populwn, Si la medida propuesta introdues un cambio y 1 esta en contra de éste, arrojaré sospechas sobre las ‘innova- ciones arbitrarias’ y clogiard la sabiduria ‘del orden existente’. Si est a favor de él, hablard de ‘progreso’ y se opondra a los ‘prejuicios anticuados’. En estos eusos, encontraremos el uso de términos difamatorios sin ningiin intento racional de argumen- tar en st favor o de justificar su aplicacién, Esta técnica se com~ plementa mediante el despliegue de banderas, bandas de misica y cualquier cosa que pueda servir para estimular y exeitar al piiblico, El uso que hace el demagogo del argumentum ad popu- ium se halla bellamente ilustrado por la versin que da Shakes~ peare de la oracién fanebre de Marco Antonio sobre el cuerpo de Julio César. Debemos al vendedor ambulante, al artista de variedades y al anuneiador del siglo xx el ver elevado el argumentum ad ‘pomudun casi ala categoria de un arte refinado. En este campo, se hace toda clase de intentos para asociar los productos que 8 anuncia con objetos hacia los cuales se supone que experimen« tamos una fuerte aprobacién. Comer una cierta marca de ce- reales elaborados es proclamado un deber patridtico. Baitarse ‘con un jabén de cferta marca es descripto como una experiencia estremecedora. La mencién de um determinado dentifrico en el programa de radiofonia patroeinado por su fabrieante e3 pre- cedida y seguida por secuencias de misica sinfénice. En los earteles propagandisticos, las personas retratadas usando los productos anuneiados se presentan siempre usando el tipo de vestimenta y viviendo en el tipo de casas que se supone desper- tardn la aprobaeién y la admiracién del consumidor medio. Los hombres jévenes que aparecen en ellos usando los productos de referencia son de ojos claros y hombros anchos, y los ancianos son invariablemente de aspecto ‘distinguido’. Las mujeres son todas esbeltas y hermosas, y se las presenta, o muy bien vestidas, o apenas vestidas. Ya esté Ud, interesado en el transporte econd- mico 0 en el de gran velocidad, todo fabricante de automéviles le asoguraré que su producto es el ‘mejor’, y ‘demostraré’ su afir= 68 FALACIAS NO FORMALES exhibiendo su modelo de automévil rodeado de hermosas nes en trajo de bafio. Los anunciadores ‘hechizan’ sus pro- clos y nos venden suetios ¢ ilusiones de grandeza junto eon ascos de pildoras roses o estos para Ia basta. En estos easos, ai lo que se trata es de probar que los pro- s sirven de manera adecuada @ sus funciones ostensibles, ‘procedimientos son ejemplos glorificados de argumentum pomulwn. Ademés de la ‘apelacién al esnobiemo’ a que ya preferimos, podemos incluir bajo este rétalo el familiar ‘ar- nto de la maltitud’. TI politico que hace su campafia elec- argumenta’ que 61 debe reeibir nuestros votos porque ‘todo “ef mundo’ vota por é1. Se nos dice que fal o cual marca de ali- ‘mentos, 0 de cigarrillos, 0 de automéviles es ‘la mejor’ porque Ta que més se vende en el pais, Una cierta ereencia ‘debe ‘verdadera’ porque ‘todos creen en ella’. Pero, Ia aceptacién de una xetitnd no demuestra que sex raronable; el us0 do de un producto no demuestra que éste sea satisfacto- ‘rio; el asentimiento general a una opinién no demuestra que ‘verdadera, Razonar de esta manera es cometer la falacia El argumentum ad verecundiam es ta apelacién a la auto- ridad, esto es, al sentimiento de respeto que siente la gente por ‘personas famosas, para gunar asentimiento a una conclusion, argumento no siempre e3 estrictamente falaz, pues la re- ela a una reconocida autoridad en el campo especial de su mpetencia puede dar mayor peso a una opinién y constituir factor de importancia. Si varios legos disenten acerea de iin problema de la cieneia fisiea y uno de ellos apela al testi- ode Rinstein sobre la cuestién, este testimonio es sumamen- vrtante. Aunque no demuestra lo que se sostiene, tiende: u e a confirmarlo, Sin embargo, esto es muy re- >, ites sien vez de legos son expertos los que discuten acer- ‘de un problema que est dentro del campo de su especialidad, ‘silo deben apelar a los hechos y a Ia razén, y toda apelacién & la autoridad de otro experto carecerfa completamente de valor como evidencia, Pero, cuando se apela a una autoridad en cucstiones que i fuera del Sembito de su especialidad se comete la falacia 69 EL LENGUAJE del armmmentem ad vorecwndian, Si en una diseustén sobre religién uno de los antagronistas apela a las opiniones de Darwin, una gran autoridad en biologia, esa apelacién es falaz. De igual modo, apelar a las opiniones de un gran fisico como Hinstein para dirimir una diseusién sobre politica o eeonomfa seria tam- bién falaz, Podrfa sostenerse que una persona lo suficientemen- te brillante como para aleanzar la categoria de una autoridad ‘en campos eomplejos y dificiles como la hiologia o la fisiea, debe también tener opiniones correctas en otros campos que estén fuera de su especialidad. Pero la debilidad de este argumento se hace obyia cuando pensamos que, en estos tiempos de extrema especializacién, obtener un conocimiento completo en un eampo requiere tanta concentracién que restringe las posibilidades de adquirir en otros un conocimiento autorizado, ‘Los ‘testimonios’ de Jos anumciadores son ejemplos frecuen- tes de esta falacia. Senos insta a fumar esta o aquella marea de cigarritlos porque un campedn de natacién o porque un corredor de antos afirma si superioridad. Y se nos asegura que tal 0 cual cosmétieo es mejor porque es el preferido de cantantes de Spera o estrellas de cine, Claro que una propaganda de este género puede ser considerada también como una apelacién al snobismo y rotulada como un ejemplo de argumentum ad popi- Tum, Pero, euando se afirma que una proposieién es Iiteralmen- te verdadera sobre la hase de su asereién por tina “autoridad” ‘cuya competencia se relaciona con un campo diferente, tenemos una falacia de argumentum ad verecundian. 9, LA CAUSA FALSA La falacia que lamamos de la ‘causa falsa’ ha sido analiza- da de diversas maneras en el pasado y ha recibido distintos nom- bres latinos, tales coma now caxea pro causa y post hoc ergo propter hoc. Fl primero de éstos es més general e indica el error de tomar como caysa de un efecto algo que no es su cau- sa real. El segundo designa la inferencia de que un aconteci- miento es Ja causa de otro simplemente sobre la base de que el primero es anterior al segundo. Consideraremos 0 todo ra- gonamiento que trata de establecor una conoxién causal orr6 neamente, como un ejemplo de falucia de la causa falva. La caracterizacién del razonamiento bueno 0 correeto en lo relativo a conexiones causales constituye el problema central de la légica induetiva o método cientifico y sera discutida en ca- 70 FALACIAS NO FORMALES pitulos posterfores. Sin embargo, no es diffeil ver que el mero ‘hecho de la coineideneia o la sucesién temporal no basta para establecer ninguna conexién causal. Sin duda eleuna, debemos ‘rechazar la pretensién del salvaje de que el hacer sonar sus tambores es la causa de la reaparieién del sol después de un ‘eclipse, aun cuando pueda ofrecer como evideneia el hecho de ue eada vez que se hicieron sonar los tambores durante un eclipse, jel sol reaparecié! Nadie se lamaria a engafio con res- ecto a este argumento; sin embargo mucha gente cree en testi- monios sobre remedios, segiin los enales el sefior X sufria de un fuerte resfrio, bebié tres fraseos de una coceién a base de una hierba ‘secreta’, iy en dos semanas se curé del resfrio! 10. LA PREGUNTA COMPLETA La titima falacia de atingencia que consideraremos es la falacia de la pregunta compleja, ‘Todos sabemos que es wn poco ‘eémico’ hacer preguntas como: “Ha abandonado Vd. sus malos hibitos?”, o “zHa dejado Vd. de pegarle a su mujer?” No son preguntas simples, a las que sea posible responder con un direc to'si’ o‘no’. Las preguntas de este tipo suponen que se ha dado yaa respuesta definida a una pregunta anterior, que ni si- quiera ha sido formulada. Asf, Ia primera, supone que se ha respondido ‘si’ a la pregunta no formulada! “; Tenia Vd. ante- riormente malos habitos?”; y Ia segunda supone una respuesta afirmativa a la siguiente pregunta, tampoco formulada: “Ha ‘Va. pegado alguna ver a su mujer?” En ambos casos, si se con- tesia con un simple ‘sf’ o ‘no’ a la pregunta ‘tramposa’, ello tiene el efecto de ratificar o confirmar la respuesta implicita a la pre- gunta no formulada. Una pregunta de este tipo no admite un ‘simple ‘si 0 ‘rio’ como respuesta, porque no es una pregunta simple o tiniea, sino una pregunta compleja, on la cual hay va- ias preguntas entrelizadas, ‘Se cometo la falacia de la pregunta compleja enando no se percibe Tz pluralidad de preguntas y se exige, o se da, una respuesta tiniea a una pregunta compleja, como si fuera simple. No solamente encontramos ejemplos de esta falacia en bromas ‘obvias, como nuestros des primeros ejemplos. En un interroga- torio, un abogado puede plantear preguntas complejas a un tes- tigo para confundirlo, o inclusive para acusarlo. Puede pre- guntar: “:Dénde ocults las pruebas?”, “; Qué hizo con el dinero ‘que robé?", ete, Fn la propaganda, én los easos en que serfa a TL LENGUAJE sumamente diffeil demostrar o conquistar aprobacién para una Tana afirmacién, la idea. puede ser ‘infiltrada’ de manera muy persuasiva por medio de una pregunta compleja, Un portavor de empresas privadas que explotan servicios piblicos puede plantear la pregunta: “;Por qué la explotacién privada de los Tectirsos es miicho mas eficiente que cualquier control piiblico?” Un jingoista puede preguntar a su auditorio: “; Hasta exndo ‘vamos a tolerar la interferencia extranjera en nuestros intere- ses nactonales' En todos estos casos, el procedimiento inteligente es tratar Ja pregunta compleja, no como si fuera simple, sino analizan- dola en sus partes componentes. Puede muy bien ceurrir que cuando la pregunta implicita previa es respondida de manera correcta, la pregunta explicita simplemente se diluye. Si no he ccultado ninguna prueba, la pregunta de dénde la oeulté carece de sentido. Hay también otras variedades de la pregunta compleja, Una madre puede preguntar a su pequeiio si quiere portarse bien e ir a acostarse, En este caso, la cuestiin es menos engaiiosa. Claramente se trata de dos preguntas y una de ellas no presu- pone una particular respuesta a la otra. La falacia reside aqui ‘en la suposieidn de que debe darse a ambas preguntas una tinica respuesta. ;Esté Vd. ‘por’ los Republicanos y la prosperidad, © no? jConteste ‘si’ 0 ‘no’! Pero, ésta es una pregunta eompleja ¥es, al menos, concebible que Jas dos preguntas puedan tener Tespuestas diferentes. En el procedimiento parlamentario, la mocién de “dividir Ja cuestiGn’ es una moeiGn de privilegio. Esta rela implica el reconocimiento de que las cuestiones pueden ser complejas y, por tanto, se las puede considerar con mayor claridad si se las divide. Nuestra practica con respecto al poder de veto del Pre- sidonte es menos razonable. El Presidente puede vetar una me- dida en su eonjunto, pero no puede vetar la parie que desaprue ba y¥ promulgar el resto. El Presidente no puede dividir la cuesti6n, tiene que responder ‘si’ o ‘no’ a eualguler cuestién, por compleja que sea. Como es bien sabido, esta restriceién ha conducido a la préctica parlamentaria de adjuntar, como ‘adita- mentos’, a las medidas que se sabe cuentan con la aprobacién del Presidente, ciertas cléusulas adieionales —a menudo total- mente ajenas a la cuestién—, de las que se sabe, también, que el Presidente las desaprueba. Cuando se le presenta un pro- yocto de ley semejante, el Presidente debe promulgar algo que desaprueba o vetar algo que aprueba, % FALACIAS NO FORMALES Otra versién de esta falacia se encuentra en ciertos ealifi- cativos que predeterminan en cierto modo la respuesta, como ‘cuando alguien pregunta: “;Fulano de Tal es un radical estra- falario, 0 un conservador irracional?”, o también; "No conduce esta politien a una deflacién ruinosa?”. Aqui, eomo en los otros casos, es menester dividir la pregunta comple Las respuestas pueden ser: “radical si, pero no estrafalario “conservador si, pero no irracional”; 0: “condueiré a una de- flacién, si; pero no ser ruinosa, sino que seré un saludable reajuste”. yERCICIOS Clusificar y explicar Ins falacias de atingencia contenidas en los, siguientes parrafo 1. Es antiecondmico y contraproducente ignorar el sexo de un emplea- lo y pazarle igual salario por igual trabajo, pues de hecho en al fimas taroas en las que es necesario levantar objetos pesados es imposible que una mujer realice tanto trabajo eomo un hombre. 2 El fournal of the American Medical Association, en su mimero del 26 de noviembre de 1949, informa en La pagina 933 que “,, Tos quiroprécticos han fracesado totalmente en sus intentos por demos- tar que sus conceptos tienen una bate cientifica....” Por lo tanto, Jos comeptos de los qulropréetioe no denen nlngune eve cio 3. Fl problema que te nos presenta es, simplemente, éste: 2Cniindo va ‘mos.a poner fin al expantos farro y a la corrupoién de los empleados piblicos en ejercicio? Si enearamos este problema ho- nnestamente, nuestra respuesta sélo puede ser: |AHORA! 4, Vamos al grano. Aqui, ninguno de nosotros es un abogado de Filadelfia, “Somos gente sencilla que trata de ver claramente las ras, Se nos endilgen montones de frases ximborubantes acerca de implicaciones econsmicas” y otras cosas por el estilo, pero el hecho pple es que si ellos constrayen aqui esta represa, mos costar dinero, dinero que no tenemos. Estoy en contia de ello, todos esta- ‘mos en contra de est 5. Patrén, creo que mi trabajo merece mejor pago. ‘Tengo mujer € Lijjoss mi mujer ha estado muy enferma ‘iltimamente, v con les ‘iientas del medico y la ropa que hay que comprar a los chicos no 86 oémo mos vamos a arreglar con lo que estoy gansndo ahora. 6, Todo lo que el sefior Morgan tong que decir acerca de la nueva ley impositiva puede ser iznorado, pues como hombre rico debemos ‘esperar que se oponge a la fijaciin de impuestes adicionales, 3 EL LENGUASE 7. De una propaganda de café: En los Estados Unidos te consume més eafé que en evaiquier otro pais, y Norteamérica se ha converlido en In nacién mis poderosa el mundo, Proteja muestra herencia americana y continge toman- do mis café. & Seiior Dizector, estoy segoro que esta pequefia calaverada de mi hhijo no tiene verdadero valor informative. jAcaso mi firma no gusta todos los atios miles de délares en anuncios publicados en si periddico? 9, Nietzsche sostenia que Ia ley moral no es més que una mera con- vencién hecha por el hombre. Pero Nietysche era un peauefio indi- viduo enfermizo, atormentada v desleal. que pas6 los fltimos aitos a su vide en un asilo para locos. Se ve, por tanto, claramente, ‘que su conclusién es falsa, ‘Ia islesia o la Fscucla Dominfcal es un factor valioso ‘educacién de la juventud, pues todos nuestros dirigentes in- Gustriales y hombres de negocios lo recomiendan firmemente, 11, Gaballeros, Zeémo cubriremos ef enorme déficit que dejaria la cam- paiia de propaganda que se nos propone? No hay salida; por tanto, Yoto contra Ta campafia, 10. sefior Smador, y dche ser 'y hay doscientos eineuen- ta mil miembros de sindicatos en su distrito electoral. 13, Las medidas administrativas de Truman eran todas errénens, pcs hhan sido condenadas por el general MacArthur, uno de los mis grandes genios militares de todos Tos tiempos. 14, La teoria del determinismo econémico en Ia historia es falsa, como se ve claramente por el hecho de que sus tinicos defensores son comunistas que tratan de destruir toda moral en aras de sus ansias de poder y sus intereses ego 15, Deb descartarse todo argumento que Reuther presente en contra de la legislacién propuesta, pues como funcionario de un sindieato chrero esté obligado a ornerce a toda medida tendiente a contro- Tar el movimiento sindical. 16. En Nueva York hay més iglesias que en cualqnier otra ciudad de la nacién y en Nueva York se cometen mas crimenes que en cualquier otro lado, Fate hecho have evidente que para eliminar los erimins- les debemos abolr la iglesia, 17. Un examen cuidedoso del estilo literario y de los hechos relatados cn las obras atribuidas a Shakespeare revela que no pueden haber sido escritas todas por el mismo hombre. Se deduce de esto que ‘al menos algunas de Ias obras atribuidas a Shakespeare fueron excritas en realidad por Bacon. 18. No tenemos la menor prucba de que tratardn de negociar de buena fe. De modo que sélo podemos creer que tratarin de engafiarnos, ™ 19. 20, a. 23. FALACTAS NO PORMALES Profesor, gno eree Ud. que mi examen merece una calificacién mas elevadn? Yo tengo que trabajar muchas horas para poder estudiar no es ficil tener que estudiar y trahajer de moco, mientras los otros estudiantes tienen todo su tiempo libre. La supresién del control de alquileres beneliciaria a los locate- Hos tanto como a los propictarios, pues la Wbertad de contrato fes parte de In gran tradicidn americana que ha hecho de muestra nacidn Ia més poderosa del mundo y a nuestros efudadanos Tos mas présperos! En respuesta a Jos argumentos del eaballero solo diré que hace dos aiios él abogaha por la medida a la cual hoy se opone. La decisién del Presidente de vetar la ley impositiva fue una deci- si6n sabia, Nunca ha tenido un hombre que hacerse cargo del poder en condiciones mis dificiles, La economia de la nacién esti dislo- cada por una guerra Tenga y costosa, sus nervios estin allerades ya punto de estallar por la amenaza de otra, el Presidente debe ‘enfrentaree con una revuelta dentro de las filas de su propio par- tido y se ha visto sometido a um torrente continuo de alaques por parte de una prensa hostil, Debe hacerse comprender al gobierno sloboviano que el area danu- inna esté fucra del éznbito de sus intereses legitimos, Nuestra Suerea aérca ce ain la més poderosa del mundo y muestros aviones ‘iis nuevos pueden volar elrededor del mundo sin esealas, Yevando ombas atémicas Ia mitad del trayecto. Si adoptamos Ia propuesta de la junta directiva obtendremos un be- neficio modesto a un riesgo muy bajo. Por To tanto, la propuesta de Ja junta directiva es mejor que cualquier otro plan. 3. América del Norte hace mal en pertenecer a la Organizacién de les Naciones Unidas, pues Washington, el Padre de la Patria, nos pre- ino especifieamente que no dehemos comprometernos en alianzas. Fl vendedor: “;Quiere UA. pagar al contada y obtener el deseuento sepecs!gprefiee Ud. aprovchar muestice yensjosoe erin? ientras Ud. Io decide voy 2 disponer que so le entregue inmedia- tamente Ia mercaderia.” 7. Los soratchies son cl alimento de mayor venta en América, Por consiguiente, deben de ser buenos. F] gobernador shoza por la clevacién del impuesto @ las grandes ‘compaitias, pero permitidine recordaros que Hegé a su cargo por e mis estrecho margen mayoritario de volos, después de tuna eampati desyergonzada y mentirosa en la cusl apclé demagdgicamente a ms bajas pasiones de nuestro pueblo y prometié de todo a todo mundo, sabiendo muy bien que no podia mantener sus promesas, Por Io tanto, no debe elevarse el impuesto a las grandes compaiias, Smith debe ter un pillo, pues no hay ninguna persona que diga al- 0 bueno de él 5 EL, LENGUATE, 30. La cits siguiente esti tomada de The Art of Cross Examination, de FL. Wellman (Tho Macmillan Company, Nuova York, 1946). Debe obscrvarse que le conclusiin esti sugerida, no se la extrac expli- citamente, Un médioo muy famoso era un testigo importante de un jaisio Loval su amigo ms inti era el abogado de la parte contraria, Ambos fhombres, el médico y el abogado, eran figuras igvalmente destacadan en sus profesiones respecivas, habian sido grandes emigos durante mi hos afosy frecuentamente eoinfan uno en casa del eto, eon als exposis ¢ hijos, En realidad, habian crecide juntos, El abogado sabi tmigo habia prestado testimonio. con toda honestidat, que rrogatorio potin debilitar. Por eso, 20 limita a hacer | ns sigentes, Como tomfa no Eeta Joe pregertan, evii5 anicar el rontsa dal tariga y-diriglé parnat fentemente Ta mitada hacia una ventana lateral Q. “Doctor, dice Ud. que es médico en ejercicio, Ha practicado Va. su profesiin en In ciudad de Chicago durante mucho tiempo? A. “Si He ejercido aqut en Chicago durante unos cuarmta aoa.” Q. “Bien, doctor. Presumo que durante este tiempo Ud. ha tenido ‘oportunidad de tratar a algunos de nuostros eiudadanos mas destacados. 2Ni 2” A. “Si, creo que es Q. “;Por cassatidad, doctor, ha atendido Ud. como médico de la familia, al viejo Marshall Field?” AL “Si, fui médico de la familia durante une cantidad de afios.” io, no he ofdo hablar de él fitimamente. Dénde esté ” (Mirando siempre a través de la ventana.) A. “Ha muerto”, Q. “Oh, perdén. {Fue Ud. alggima vex médico de la familia del viejo sefior McCormick?” A. “Si, también durante varios ai Q. “2Quisiera decirme donde esta él ahora?” A Q “Ha muerto.” 1. “Oh, perdén.” Siguié luego en Ta misma forma y le prezuntd por ocho 0 dicz Jos principles chudadanos do Chicago de quienes sabia que hab sido atendidos por si amigo y todos los cuales hiabian muerto. Después de agotar la lista, se sent6 tranquilamente, en modio de las risas ahogadas. Ge los jurados, y eomenté: “Creo que no es nevesario haverle més pre- guntas. Descienda Ud., por favor”, 76 CAPITULO VI LOS SILOGISMOS CATEGORICOS I, SILOGISMOS CATEGORICOS DE FORMA TIPICA aricas. En es smos nuestra atendl silogismos categéricos de forma tipica, euya explicacion damos en lo que sigue. En primer lugar, un silogismo eateg6rico de forma tipica Slamante-conlione noohasisones gateasleas de forma tipiea ‘En segundo lugar, un silogismo eategorico de forma tipica gon- \Goue-enaclamente ines fpuuiuer, 0 nombres do clases, eadn-uno leg anareee on dem cractamente, de sus proposiciones ria il S ‘exponer eat mos xplicar clertos- nombres especiales de los términos_y premisas de los silogismos categéricos. La conclusién de un silogismo eategérico de forma tipica es una proposicién categdrica de forma tipien que contiene dos silogismo. som fe Ta conclusion es llamado el ing may x " ‘yueauip do tn Raitt ieee ete giccmine maior ee silogismo. En el silogismo eategérico de forma tipica: Ningiin héroe es cobarde, Algunos soldados son cobardes, Por lo tanto, algunos soldados no son héroes. el término ‘soldados’ es el término menor y “héroes’ es el térmi- no mayor. El tercer término del silogismo, que no aparece en 161 La pepucciGN Ja conclusién, pero aparece en eambi 4 io’. En nuestro ejemplo, ‘cobarde’ es al términa medio. 1B] término mayor y el término menor de un silogismo de forma tiplea aparecen en premisas diferentes. La-uremlsa que on rmino made amavor” y la ia mm ef aflogismo eitado, la premisa mayor es Nengun es cobarde ¥ la premisa menor es Alguos soldados son, cobardes. ‘Ahora podemos enuneiar la Sesneteristion deftttoria de wn silogismo categérico de forma tipica, Es la siguiente: que pri- a eee remisa_monor usion, Debe ol oso lie ‘que no se define Ta Gt Se oT ee tiene el término mayor (que es, por definieién, el término pre- dicado de ia conclusién). 'Tampoco ia premisa menor se define por strposieién, sino como Ja premisa que contiene el término mene Gleflaide eum ol tésiuo sujato 0s le. sanekaiin jfile ds is cottiea iaenor ve ances des nro Por oo a nano silogismo eitado, su mado es BIO, puesto que su premia mayor es una proposicién E, su premiss Aas use orepsil oT eae ioms bse eC ee tepdrico def it speak on forme complete au ome Consfereor io fos Sllogismos siguientes: Todos los grandes clemtificos son graduades universitarios, Algumos atletas profesionales son graduados universitarios, Por lo tauto, algunos alletas profesionales zon grandes cienificos, ‘Todos log artistas eon egSlatras, eer Algunos artistas son indigentes, Por Io tanto, algunos indigentes son egdlatras, Ambos son del modo AM, pero son de formas diferente: Podemos revelar més claramente la diferencia de sus formas si ‘exhibimos su esqueleto légico en forma abreviada, remplazando Jos términos menores por ‘S’, los términos mayores por ‘P’ y 162 108 SMOGISMOS CATEGORICOS Jos términos medios por ‘M’. Las formas o ‘esqueletos’ de estos dos silogismos son: Todo Pes M Todo M ex P Algin S es Af Algin Mes 5 Algin Se P © Algiin Ses P Enel primero, el término medio es el de am. bas premisas, mientras que en el segundo elt Es obvio que los silogismos pueden tener euatro figuras dife- rentes posibles. E] término medio puede ser el término sujeto de ia premisa mayor y el predicado de la premisa menor, o puede ser el predieado en ambas premisas, o puede ser el sujeto de ambas 0 puede ser el predicado de Ja mayor y el sujeto de la menor. Estas diferentes posiciones posibles del término medio constituyen las figuras Primera, Segunda, Tercera y Cuarta, respectivamente. Presentamos a continuacién un esquema de ellas, en el cual s6lo aparecen las posiciones relativas de los términos y del que se ha suprimido toda refereneia al modo, al no representar cuantifieadores ni e6pulas. uP Poi M—P Pou Fyne sau S—M aS us Teese. er oe aoa Phsers siotxpa ‘inces inrera rica icc Picea vicera Podemos dar una deseripeién completa de la foFmia de cualquier silogismo categorico de forma tipica indicando su modo y su figura, Asi, tode silogismo del modo 400 de la Segunda figura (llamado més brevemente 400-2) tendré la forma: Todo Pc M Algiin $ no es Algiin Sno ea P 163, a pepuccin Abstrayéndonos de la infinita variedad de sus temas posi- bles, quedan con todo muchas formas diferentes que pueden adoptar los razonamientos silogisticos. Si el lector hieiera la némina de todos los modos posibles, comenzando con 444, AAE, AAI, AdO; AEA, AEE, AEI, ABO; AIA, ..., ¥ conti nuando asi hasta legar a O00, llegaria a conlar sesenta ¥ cuatro modos diferentes. Puesto que eada modo puede aparecer en cada una de las cuatro figuras diferentes, habré doscientas cinetienta y seis formas distinias que pueden adoptar los silo- gismos eategéricos. De éstas, solamente algunas son validas, naturalmente, acca ‘Bsmrcrcros. ksi a on do Tos sigur lloomow oT Fra tie € indicas su modo y sw figura 1, Puesto que todos los industriales del Norte son republicanos y hiingin 1epublicano es defensor de los derechos de los Estados, hingin industrial del Norte es defensor de los derechos de los Estades. 2. Ningin pais del exte de Europa es una democracia y, por consi- quiente, ningiin satdite de Rusia es una democracia,’ puesto que todos los paises del ete de Europa son satélites de Rusis, 38, Tovlos les siempreverdes son arholes y algunos siempreverdes son objeto de adoracion; por consighiente, algunos arholes son objeto de adoracién, 4. Algunas personas de poco eriterio son intelectuales, pues todos los impatizantes comunistas son personas de poco eriterio y alguios infelecivales son sinypatizantes comanistas, 5. Ningiin compuesto del sulfuro es una sustancia soluble en aguas luego, dado que algunos dcidos poderosos son compuesios del sulfuro, algunas sustancias solubles en agua no son dcidos pode- 6. Todos los barbitéricoe. con marcSticoe, luego slgunos marbéticos son drogss que no provocan Habito, ya que algumos barbildricos son drogas que no provocan habite, 7. Todos los anarquistas son partidarios de ta fuerza y la violencia; por consiguicnte, todos los militaristas son anarquistas, puesto {ie indo los militaria som partdaros de Is fuera y 18 vie 8, Ningiin ateo tiene fo en el Sefor; pero todos Tos que tienen fe en 1 Seior son hioinbres sabios; por consiguiente, ningin ateo es un hombre selio. 164 Los StLogisMos CATEGORICOS 9, Niugin actor mediocre es un buen mentiroso3 pero todos los bue- nos jugadores de poker son buenos mentirosos; por tanto, ningin ‘actor mediocre es umn buen jugador de poker, 10. Algunos siempreverdes no son olmos, porque todos los olinos som Gntoles que dan taucha sombray” algunos arboles’ de. mucha sombra no son, siempreverdes. Tl, LA NATURALEZA FORMAL DEL RAZONAMIENTO SILOGISTICO La forma de un razonamiento siloxistico es, desde el punto de vista de Ia légiea, su aspecto més importante. La validea ‘ invalidez de un silogismo categérieo depende exclusivamente de su forma y es completamente independiente de su contenido espeeffien o del tema al que se reficre. Asi, cualquier silogismo de la forma 444-1: Todo M es P Todo S ex M Ys Todo Ses P ¢s.un razonamiento vilido, sea cual fuere aquetlo de to que trata. Es decir, sean cuales fueren los términog que remplacen en esta forma o ‘esqueleto’ a las letras ‘S", “P* y "M’, el razonamien- to resultante serd valido, Si sustituimos los términos ‘atenien- ses’, ‘hombres’ y ‘grfowos’ en Ingar de esas letras, obtenemos el razonamiento valido: Todos Jos griegos son hombres. * Todos los ateni i = Por tanto, todos los atenienses son hombres Del mismo modo, si las sustituimos por los términos ‘ja- ‘bones’, ‘sustancias solubles en agua’ y ‘sales de sodio’, ob- tenemos: “Todas las sales de sodio son sustancias solubles en egua, ‘Todos to les de sod a Por tanto, todos los jabones son custanciag solubles en agua. razonamiento que es igualmente valido. ‘Un silogismo categorico vélido es un razonamiento formal- merite valido, 0 sea valido en virfud de su forma, exelusivamen- te, Esto implica que si un cierto silogismo es valido, cualquier 165 Ea pepuccréN otro silogismo de la misma forma sera también vélido. ¥ si un silogismo carece de validez, todo otro silogisma de la misma forma carecerd también de validez. Bl reconocimiento corriente ,, de este hecho se halla _atestiguado por el uso freeuente, en las 3 argumentaciones, de tanta Ties Supongamos que al- be Suien nos presenta el siguiente razonamfento: Todos los comunistas son partidarios de la medicina socializada, Alzunos miembros del. gobieno son partdarios de la medicina Por lo tanto, algunos miembros del gobierno son comunistas, ¥ que dudamos (justifieadamente) de la validez del mismo, in- dependientemente de Ia verdad o falsodad de sus proposiciones constitutivas, La mejor manera de exponer su cardcter falaz seria construir otro razonamiento que tenga eactamente la ‘misma forma, poro cuya falta de validex aparezea de modo in- mediato. Podriamos tratar de refutar el razonamiento citado, replicando: “Lo mismo podria Ua. decir: Todos los conejos son muy veloves. Algnnos caballos son muy veloces Por lo tanto, algunos caballos son conejos, y Ud. no puede defender seriamente este razonamiento”, po- drjamos continuar, “porque no se traia aqui de una cuestion relativa a los heehos. Sabemos que las premisas son verdade- Ses Fae Je sonetaelen «> false Hunde aan ee nto andlogo acerca de eonejos den usarse en un debate, E] fundamento subyacente bajo el método de la analogia Iogica es el hecho de que la validez o invalidez de razonamien- tos tales como el silogiamo eategorico es de naturaleza pura- mente formal, Puede demostrarse la incorreccién de cualquier razonamiento falaz mediante un segundo razonamiento que tenga exactamente la misma forma que el primero y del que Sepamos que no es valid porque conocemos la verdad de sus premisas y la falsedad de su conclusién, (Debe reeordarse que tn razonamiento invalido puede muy bien tener una con- LOS SILOGISMOS CATEGORICOS Sin embargo, este método para comprobar la validez o in- validez de los razonamientos tiene serias limitaciones. A veces, es dificil ‘encontrar’ una analogia légica en el momento y hay demasiadas formas de razonamiento no invalidas como para que podamos preparar de antemano, y recordar Iuezo, analogias que rofuten a cada una do elias. AdemAs, si bien el poder cla- borar una analogia légica con premisas verdaderas y conclu- sién falsa demuestra que la forma no es valida, el no poder lograrlo no demuestra que la forma sea valida, pues ello puede reflejar solamente las limitaciones de nuestro pensamiento. Puede haber una analogin que invalide un razonamiento aun cuando no seamos capaces de pensar! Exercictos Refutar aquellos de los xazonamientos si Pe atgty ase erosion te asdnty lies 1. Ningén empleador es partidario de ume legislacién favorable al tra~ bajo, pero todos Tos partidarios de una legielacién favorable al trabajo son verdaderos amigos de los trabajadores: luego, ningtin cempleador es un verdadero amigo de los trabajadores. 2. Todas Tas bebidas que contienen alcohol son téxicas y todas Tas Debidas que contienen alcohol son estimulantes; Iuego, algunos ti jeon son estimulantes, 3. Algunas sociedades que tenien el tabii dol fncesto no fueron ealta ras dominadas por iva caste seoerdotal; Tacgo, elzuinas civiliza- ciones antigtias no eran sociedades que tuvieran el tabit del incesto, posto que algunas civilizaciones entiguas no fueron cultures dami- nhadas por una caste seeerdotel. 4. Todos los buenos organizadores obreros son funcionarios de sind estos: Inego, algunos fimeionarios sindicales son personas subyer- sivas, pnesto que algunas personas subversivas ton buenos organi- adores obreros. 5. Niugiin radical declarado es un miembro ejocttivo del Departa- mento de Estado; por consiguiente, algunos miombros ejecutivos del Departamento de Estado son personas subversivas, puesto que al- feanas personas subversivas no son radicales declarados. 6, Ningiin extraiio es un visitante bien recibido entre los ozarks, por= 167 Los stogisMos CATEG6RICOS nos son bareos de guerra y ningiin barco de recreo es un bareo de suerza. 6. Todos los eriminales son, personus insipid 0, ninguna per- sona insipida fue explorador, pues ningin exploradar fue criminal. 7. Algunos misicos no son fandticos del éishol, pero todos los ciu- dadanos son fandticos del béisbol; Inego, alggimos miisicos no son ciudadanos, 8, Algunos metodistas no son catélicos, pues ningiin protestante es ca- tilico y todos los metodistas son protestantes. 9. Algunos politicos activos son fervorosos Hiberales; Inego, algunos dirigentes obreros son politicos actives, pues todos los dirigentes sobreros on fervorosoeliberales = 10. Algunos fervorosos liberales son ricos; Inego, algunos dirigentes jobrers son zens, pues todos 10 liberals eee obreres. IY. REGLAS Y FALACIAS Un silozismo caterérico puede no lograr establecer su eonelusién de muchas maneras diversas. Asi como puede faci- iitarse un viaje mediante mapas que disefien las earretoras y rotulos como “callején sin salida” que disuadan de tomar cami- nos que pudieran resultar tentadores, asi también es mAs facil realizar 1m razonamiento valido mediante reglas que permitan evitar las falacias a la persona que razona. La ventaja de disponer de un conjunto claramente formulado de reglas, de aplicacién facil, es manifiesta. Puede estimarse la correceién de cualquier silogismo de forma tipica observando si se violan ono las reglas. En esta seccién, presentaremos y explicaremos un conjunto de seis reglas para los silogismos eategéricos de forma tipiea Regla 1: Un silogismo categérieo vélido debs contener exacta- mente tres términos, cada uno de loa cuales debe ‘usage en el mismo sentido a través de todo el ra- zonamiento. La conelusién de un silogismo categérico afirma que exis- te una cicrta relacién entre dos términos. Bs evidente que la conclusién sélo puede justifiearse si las premisas establecen la, relacién de cada uno de los términos de la conclusién con el 179 aa Devectn mismo tereer término, Si las premisas no afirmaran esta rela- cién, no podria establecerse ninguna conexién entre los dos términos de Ia conclusion y ésta no se hallaria implicada por Jas premisas, En todo silogismo categérico valido debe haber tres téminos; ni mas, ni menos. Todo silogismo categdrico gue contenga més de tres términos carece de validen y se dice que eomete la Palacia de los cuatro términos (en latin, Quater- nio Terminorun)'. Si en el razonamiento un tSrmino se usa en diferentes sentidos, se lo usa equivoeamente y se eomete la falacia del eqitivocd, Kjemplo de ésta es el argumento de los japoneses ‘ue circulé durante la década del treinta, mediante él cual se pretendia defender la ‘pacificacién’ de China. Se lo puede pa- rafrasear de Ia siguiente manera: ‘Todos los intentos por terminar las hostilidades son esfuerzos que deben set aprobados por todas las naciones. Todas las actnalesactividadee de Japbn en China son intents por termi nar Ins hostifidades, Por tanio, todas las actuales actividades de Japén en China son esfuerzos que eben ser aprobados por todas las naciones, Este silogismo parece tener solamente tres términos, pero en realidad tiene cuatro, pues uno de ellos, el término medio, 3 usado en diferentes sentidos en las dos premisas. La pri- mera premisa debe considerarse verdadera solamente si la expresién “intentos por terminar las hostilidades” se interpre- ta on el sontido de actividades tales como la proposicién de un armisticio y Ja negociacién llevada con buena fe, de un tra- tado. Pero, para que la segunda premisa sea verdadera, la frase “intentos por terminar las hostilidades” debe cambiar su significado de modo tal que incluya la vigorosa progecucién de Ja guerra. Cuando el término en cuestién se interpreta en el mismo sentido a través de todo el razonamiento, una u otra de las premisas es manifiestamente falsa. Los razonamientos de este género son mas comunes de lo que podria sospecharse, Generalmente, el que cambia su signi- ficado es el término medio: en una direccién tiene un sentido que lo conecla con el término menor y en una dircecién dife- rente tiene otro sentido que lo relaciona con el término mayor. Pero, de esta manera, se coneetan Jos dos términos de la con- clusion con dos términos diferentes, de modo que la relacién » 5 Se aplica el mismo nombre « esta falucia aun cumndo tengu cinco © sels términos diferentes, 180 LOS SILOGISMOS CATEGORICOS. afirmada por la conclusién no queda establecida. Aynque en ‘ocasiones esta falacia es Hamada ‘la falacia del término medio ambiguo’, este nombre no puede aplicarse con generalidad, pues también tno de los otros términos puede cambiar en su. Signi- ficado, lo cual implica el mismo error. Las dos reglas siguientes tratan de la distribueién. Como explicamos en la seceién TI del capitulo anterior, un término esti distribuido en una proposicién cuando ésta se refiere a todos los miembros de In clase desigmada por ese término; en aso contrario, se dice que el término no esté distribuido en (0 por) esta proposicién. Regla 2: En un silogiemo eategorien valido, et término medio debe estar distribuido en una de lax premisas, por To menos. Considevemos ol siguiente silogismo categdrico de forma tipiea: Todos I Todos Por tanto, todos los gatos son perros. perros son mamiferos tos son mamifer Fl término medio, ‘mam/feros’, no esta distribuide en ninguna de las premisas, 1o cual viola la regla 2. De todo silogismo que viola la regla 2 se dice que ineurre en la fal a tt medio na distrituido. Debe quedar bien claro que un, que viola esta regia no es valido, por las consideraciones si- guientes, La conclusién de todo silogismo categérico afirma tuna relacién entre dos términos, Las premisas justifican que se afirme tal conexién solamente si establecen que cada uno de los dos términos est4 conectado con tin iercer término, de ‘manera tal que los dos primeros se hallen apropiadamente co- nectados entre si a través 0 por medio del tercero. Para que os i sign estén realmente conoctadas ‘por ol término medio. Do lo contrario, cada uno pi conectado con partes diferentes de esta-clase, en ellyo caso no estarian necesariamente conectados entre si. Obviamente, es lo que ceurre en el ejemplo dado. Los perros estén incluidos en una parte dela clase de los mamiferos y lo mismo ocurre con los gatos. Pero puede ocurrir (como en este caso) que las 181 EA DEDUCCION partes de referencia no sean las mismas, de modo que el tér- mino medio no coneete el término mayor del silogismo con el término menor, Para que se establezea esta conexiin es nece sario que al menos una de las premisas se refiera a toda la clase designada por él; esto es lo que se quiere significar cuando se dice que en un silogismo valido el término medio debe estar distribuido en una de las premisas, al menos. Regla 3: En un silogismo categérico vilido no puede haber en Ia conclusion ningin término distribuido que no , esté también distribuido en las premisas. le ggccasisa Un razonamiento vélido es aquel cuyas premisas implican légieamente su conelusién, La conelusién de um razonamiento vilido no va mds allé ni afirma més de lo que esté (impliclta- mente) contenido en las premisas, Si la conclusion, ‘legitima- mente, ‘va més alla’ de lo afirmado por las premisas, el raz0- namiento no es vélido, Es un ‘procedimiento ilicito’ hacer que In conclusién diga més acerea de los términos de lo que dicen las premises. Una proposicién que distribuye uno de sus tér- minos dice mas acerea de la clase designada por este término de Jo que diria si el mismo no se hallara distribuido en ella. Referirse a todos los miembros de una clase es decir més acerea de ésta (dejando de lado los problemas de existen- ia) que si la reforencia estuviera dirigida a algunos de sus miembros solamente. Por eso, cuando la conclusion de un silo- gismo.distribuye un término que no se hallaba distribuido en las premisas dice mis acerca del mismo de lo que.garantizan Jas premisas; en tal caso, el silogismo no es vélido. Este proce- dimiento ilicito puede aparecer, ya sea con referencia al tér- mino mayor, ya ea con referencia al menor. Por consiguiente, Ja regla 8 puede violarse de dos maneras diferentes. Las dos falacias que resultan de ello han reeibido nombres especiales. Cuando el término mayor de un silogismo no esta distri- buido en la premisa mayor y estd distribuido en la conclusion, se dice que el razonamiento ineurre en la falacia del procedi= mienio ilicito respecto del término mayor (0, més brevemente, del ilicito mayor). Un ejemplo de esta falacia es: Todos los perros son mamiferos. Se ae ee ee Por tanto, uingiin gato es mamifero. La conelusién hace una afirmacién acerca de todos los ma- 182 ‘LOS SILOGISMOS CATEGORICOS miferos, al decir de todos ellos que estén excluidos de la elase de Jos gatos. Pero las premisas no hacen ninguna afirmaeiin acer ca de todos los mamiferos; luego, la conclusion va ilicitamente mas all de lo que afirman las premisas. Dado que en este caso ‘mamiferos’ es el término mayor, se trata de una falacia del ilfetto mayor. = Cuando el término menor de un silogismo no esta distri- buido en su premisa menor, pero esté, distribuido en la con- lusién, ol razonamiento incurre en la falacia del procedimien- to ilicito respocto del término menor (llamada més brevemente del iticito menor). Un ejemplo de esta falacia es: ‘Todos los comunistas son elementos subversivos. Todos los comunistas actual gobierno, Por tanto, tod: La conelusién hace aqui una afirmacién acerea de todas las personas adversas al actual gobierno, Pero las premisas no hacen ninguna afirmacién acerea de todas esas personas; por lo tanto, la conclusién va ilicitamente més allé de lo que garantizan las premisas, Dado que el término implicado en este caso es el término menor, se trata de una falacia del iicito menor. Las dos reglas siguientes son llamadas ‘reglas de calidad’, porque se refieren a las maneras en que la calidad negativa de una o de ambas premisas restringen los tipos de eonclusio- nes que pueden validamente inferirse, Regla 4: Ningiin silogismo categsrico con las dos premisas negativas ce vdlido, La necesidad de chservar esta regla se comprende cuando se recuerda lo que afirman las proposiciones negativas, ‘Toda proposicién negativa (E uO) nicga una inclusién de clases, afirma que todos 0 algunos de los miembros de una clase 20 hallan exeluidos de Ja totalidad de otra clase. Si ‘S’, ‘P’ y ‘M” son los términos menor, mayor y medio, respectivamente, dos premisas negativas solamente pteden afirmar que S esté total o pareiaimente excluida de la totalidad o de una parte de M ¥ que P esta total o parcialmente excluida de Ja totalidad o de parte de M. Pero estas condiciones pueden cumplirse sea cual 183 TA DEDUCCION fuere la manera en que S y P estén relacionadas, sea por inclu. sién o por exclusion, parcial o completa. Por eso, de dos premi- a8 nogativas no puede inferirse validamente ningtin tipo de re- Jacién entre Sy P. Se dice de un silogismo que viola la regla 4 que ineurre en Ia falacia de las premisas excluyentes. Regia 5: Si una de las premisas de un silogismo eategsrieo vilido es negativa, la conclusién debe ser negativa, ‘Una conclusién afirmativa asevera que una clase esté total o parcialmente contenida en otra. Esto s6lo puede ‘justi- ficarse’ mediante premisas que afirmen que hay una tereera clase que contiene a la primera y que a su vez esi contenida en Ja segunda. En otras palabras, para implicar una conelu- sin afirmativa ambas premisas deben afirmar Ia. inclusién de clases. Pero la inelusién de elases s6lo puede expresarse or proposiciones afirmativas, de modo que una conclusién afirmativa s6lo puede deducirse logicamenie de dos premisas ‘afirmativas. Por consiguiente, sf una de las premisas ¢8 nega- tiva, la conclusion no puede ser afirmativa, sino que debe ser tambien negativa. Los razonamientos que violan esta regia son tan poco plausibles que raramente’ se los encuentra en disex- siones serias. Se dice de un siloxismo que viola la regla'5 que incurre en la falacia de extraer una conclusion afirmativa de ‘una premisa nogativa, ‘Nuestra regia sexta, la iiltima, se refiere al contenido exis- teneial. Bs la siguionte Regia 6: Si la conclusion de wn silogismo categérico ex una ‘proposiciin particular, sue prencisas no pueden ser ambas wniversales, Violar esta regla equivale a pasar de premisas sin conte nido existencial una conelusién que lo tiene. Una proposicion particular afirma la existencia de objetos de cierto tipo y, por consiguiente, inferirla de dos premisas universales —que no afirman Ja existeneia de nada en absoluto— es evidentemente ir ‘ms allé de lo que pueden garantizar las premisas. Un ejemplo de siloyrismo que viola esta regla es el siguiente: Todas las sustancizs radiactivas gon materiales comercialmente valiosos. ‘Ningtin compuesto del argén_es,um,material. comercialmente valios0. Por tanto, algunos compuestos del argon no con Sustancias radiactivas: 188 LOS SILOGISMOS CATEGERICOS En la interpretacién tradicional, que atribuia contenido existencial a las proposiciones universales, so decfa que tales raonamientos tienen ‘conclusiones més déhiles’, porque podia inferirse igualmente 1a eonelusiin ‘més fuerte” Ningiin com- puesto det argdn es wna sustancia radiactiva. Pero esta titi. ma conelusién no es nds fuerte, sino simplemente dittinta, El silogismo con las mismas premisas y la conclusion universal es perfectamente valido. Poro ol silogismo citado no x vdlido, poraue su conclusién afirma que hay compnestos del argon (una proposicién falsa), mientras que las premisas no afirman la existencia de comptiestos del arg6n (ni de ninguna otra cosa). Por ser proposiciones universales, esrecen de contenido existencial, Podrfa deducirse validamente la conelusién si a las dos premisas universales se agregara la premisa adieional Hay conpuestos del argén. Pero ol razonamiento resultante, aunque totalmente valida, tendria tres premisas y no seria, por Io tanto, un silogismo. Las seis reglas que hemos expuesto se aplican solamente a los silogismos categdricos de forma ifpiea. Dentro de estos limites, ofrecen un método adecuado para determinar la validez 9 invalidez de un razonamiento, Si un silozismo categ6rico de forma tipiea viola alguna de estas regias, no es vélido; mien tras que si se conforma a ellas, os valido. Eyercictos 1, Indicar las falacigs en que incurren aquellos de los silogismos siguientes que na sean vélidoa: 1. Todos los libros de texto estin destinados a un estudio euidadoso, Ninguna novela sensacionalista es un libro de text Por Io tanto, ninguna novela sensacionalista esta destinada a un estudio cuidadoso. 2. Ninguna cosa venenosa es un aliment imentos nuit Por lo tanto, Dayas son cosas venenoses, 3. Ningin animal doméstico es pestilente, Algunoe animales domfstcos son loro Por lo tanto, algunos loros no son pestilentes. 4. Toilo lo que se aparta de las leyes es un delito que merece cast ‘Todas las cosas que ocurren por azar ge aparian de las leyes Por To tanto, todas Tas cosas que ocurren por azar son delitos que tmerecen castigo, nutritive, 185

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