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METODOLOGÍA Y TÉCNICAS DE ESTUDIO PARA EL ALUMNADO DE SECUNDARIA

FICHA Nº 28

ESTRUCTURA DE LOS TRABAJOS

Cualquier trabajo intelectual, ya sea de síntesis o de investigación, debe estar


organizado de forma lógica. La exposición anárquica y embrollada de las ideas es
uno de los peores defectos de cualquier tarea científica, en consecuencia, es
fundamental aprender a estructurar con rigor cualquier tipo de trabajo académico.
Así pues, considerando la enorme importancia que tiene esta fase vamos a
estudiarla con cierta amplitud. En opinión de los expertos en metodología científica,
la estructura general de un trabajo científico tendría que incluir los siguientes
elementos:

ESTRUCTURA DE LOS TRABAJOS CIENTÍFICOS

SECCIONES CONTENIDO
1. NOMBRE DEL AUTOR
2. TITULO DE LA OBRA
Hoja en la que el autor dedica su obra a una persona, varias, o
3. DEDICATORIA
a una institución.
Registra las divisiones del trabajo con indicación de la página
4. ÍNDICE GENERAL
donde empieza cada una.
Presentación de la obra al lector, realizada por una persona
5. PRÓLOGO
ajena al autor.
Habitual en los trabajos de investigación para citar revistas,
6. ABREVIATURAS
colecciones documentales
El autor fija los objetivos, ¡as dificultades y la metodología de¡
7. INTRODUCCIÓN
trabajo.
CUERPO DEL Se desarrollan con argumentos y pruebas las Ideas
8.
TRABAJO fundamentales del trabajo.
Es un balance entre objetivos y resultados; también se perfilan
9. CONCLUSIONES
futuras investigaciones.
Son muy importantes en un trabajo científico. En ellas se
10. NOTAS fundamentan las afirmaciones mediante citas bibliográficas y
pruebas documentales que permiten sustentar hipótesis.
Son documentos -escritos, gráficos, estadísticas, etc.- que
11. APÉNDICES
apoyan las hipótesis.
ÍNDICES Sirven para localizar ideas, conceptos, lugares o personajes
12.
ALFABÉTICOS dentro de la obra.
Recoge de forma ordenada las publicaciones científicas que
13. BIBLIOGRAFÍA
abordan el tema analizado.

El carácter inicial que tienen los trabajos realizados por el alumnado del
bachillerato, exime, obviamente, del desarrollo de una estructura tan completa como
la expuesta en el cuadro anterior. Por ello te proponemos como guía básica para
organizar un trabajo de síntesis la siguiente estructura, mucha más sencilla:

©. Francisco Quintana Toret. FICHA Nº 28: Estructura de los trabajos


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1. TÍTULO:

La elección correcta de un título para un trabajo no es tan fácil. En la medida de lo


posible debe ser claro (evitando expresiones imprecisas, equívocas o extravagantes),
comprehensivo (es decir, que resuma bien el contenido del trabajo) y, por último, breve.
Sólo en caso de necesidad debe añadirse un subtítulo.

2. INTRODUCCIÓN:

Es la parte inicial de una obra y debe cumplir el objetivo de preparar de forma correcta
al lector para comprender el contenido de la misma. Toda introducción tiene que responder
con claridad a la pregunta "¿de qué se trata?" pero presentando y planteando el tema
como un problema. Con ello se pondrán de relieve los diferentes aspectos que se tratarán
en el cuerpo del trabajo, donde se intentará dar respuesta y solución a cada uno de ellos.
En realidad, lo que hacemos en este apartado de nuestro trabajo es aplicar el método
científico que consiste en:

a) Plantear un problema como algo que necesita solución.

b) A partir de ese conflicto se proponen diferentes hipótesis explicativas que serán


expuestas y analizadas críticamente para comprobar su validez.

c) Depuradas las hipótesis válidas con pruebas y argumentos, presentamos nuestra


solución al problema: es la tesis.

3. CUERPO DEL TRABAJO (dividido en capítulos):

Podemos considerarlo como la pieza fundamental de la obra ya que aquí tenemos que
demostrar con argumentos, datos, pruebas -y a través de un desarrollo lógico y
organizado- lo que planteábamos en la introducción. El cuerpo de un trabajo científico debe
estar bien estructurado, es decir, dividido en una serie de apartados principales y en
subapartados secundarios, que no han de ser muy numerosos pues de lo contrario harían
el esquema demasiado confuso por la excesiva fragmentación. Aunque es difícil dar
normas estrictas sobre la estructuración de un trabajo, pues éstos pueden ser de
naturaleza muy variada y presentarse con múltiples extensiones, no obstante, es
recomendable que éste cuente en principio con los siguientes elementos:

a) Una primera división en grandes apartados que serán los capítulos del trabajo.

b) Una segunda división, interna, de cada capítulo en varios apartados menores que
son los epígrafes.

Es muy importante que los capítulos tengan un título correctamente elegido puesto
que de esa manera contribuiremos a clarificar las ideas. Asimismo, tanto éstos como los
epígrafes, han de ir numerados para una rápida localización de los contenidos. También es
aconsejable que todas las divisiones de la obra sean, en la medida de lo posible, de una
extensión homogénea. Por otra parte, en la exposición de un tema, ya sea de investigación
como de síntesis, el autor tiene que renunciar a formular cualquier tipo de hipótesis o tesis
que no resulte plenamente satisfactoria. Hay que saber distinguir, y expresar de forma
escrita dicha distinción, dejando bien claro lo que son ideas principales, las que son
secundarias y, finalmente, los ejemplos ilustrativos. Prescindamos de aquella información
recopilada pero que no encaja en el tema de nuestro trabajo. Los datos de una cuestión

©. Francisco Quintana Toret. FICHA Nº 28: Estructura de los trabajos


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que al final resulten accesorios no deben incluirse en el texto escrito sino que han de
relegarse a las notas: de esta manera mantendremos la claridad en el trabajo.

4. NOTAS:

A veces se denominan notas a pie de página porque en muchos trabajos científicos


aparecen en la parte inferior de cada página, generalmente con un tamaño de letra
pequeño y están numeradas. No obstante, también pueden ir reunidas en un apartado
individualizado del trabajo, opción esta mucho más cómoda. Su finalidad es en todo caso
sacar del texto de cualquier obra científica las informaciones incidentales o colaterales para
dejar el discurso de cada capítulo concentrado en el desarrollo de lo esencial y, por último,
las notas pretenden hacer más legible el cuerpo del trabajo. En consecuencia, podemos
utilizarlas para muchos cometidos. A saber:

a) Indicar la fuente documental o la bibliografía sobre la que apoyamos una afirmación.

b) Ampliar la información sobre un aspecto secundario de nuestro trabajo pero que no


deja de ser interesante.

c) Remitir a la consulta de otra parte del trabajo donde ya desarrollamos con amplitud
una cuestión.

d) Para aclarar nombres propios, localización de elementos geográficos, términos


especializados, etc.

Como en todo, hay que ser moderado y oportuno: no es admisible usar las notas
para realizar afirmaciones o indicar datos que son obvios y fácilmente comprobables en
cualquier manual. La más frecuente de todas las notas es la bibliográfica, es decir, aquélla
en la que citamos, cuando hacemos uso de las opiniones o afirmaciones de un autor, su
nombre y la obra donde ha expresado esas hipótesis, con indicación exacta de las páginas.
En el caso de que incluyamos en la nota una cita literal, recuerda que ésta ha de ir "entre
comillas". Tanto en un caso como en otro, siempre se copiará la referencia bibliográfica
completa (como en las fichas) pero de forma seguida. Por ejemplo:

12. BRAUDEL, F., La Historia y las Ciencias Sociales, Madrid, 1982, 6ª ed., pág. 74.

Las notas deben numerarse siempre pero, en función del tamaño que adquiera el
trabajo, podremos hacer esta operación separándolas por capítulos, o bien de forma
continuada desde el principio hasta el final de la obra.

5. APÉNDICES:

Es muy frecuente que en un trabajo científico se incluyan materiales documentales


que sirven para ilustrar, corroborar, completar o fundamentar los argumentos desarrollados
a lo largo del mismo. En esos apéndices puede incluirse un material muy heterogéneo:
gráficos, mapas, organigramas, fotografías, textos escritos, etc. Cuando este repertorio
documental es muy abundante, resulta aconsejable acumularlo al final del trabajo, detrás
de las conclusiones, e incluso dividirlo en secciones. Por ejemplo:

APÉNDICE DOCUMENTAL

Apéndice 1º: textos

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Apéndice 2º: gráficos


Apéndice 3º: mapas

6. CONCLUSIONES:

Son la consecuencia natural de los trabajos científicos, pero muy especialmente de


los de investigación. En este apartado final ofreceremos al lector un compendio de los
resultados obtenidos: no un resumen de todo el desarrollo anterior, sino unas deducciones
fundamentales que se desprenden de lo analizado en el cuerpo del trabajo.

Las conclusiones han de ser significativas, relacionadas con el planteamiento


problemático que formulamos en la Introducción y estar vinculadas, en la medida de lo
posible, con el contexto en el que se desenvuelve nuestro trabajo. También se pueden
vincular con la problemática científica general de la disciplina y, en este caso, habría que
señalar la evolución experimentada por esa problemática para concluir con el estado actual
de la cuestión. Es también aconsejable subrayar los aspectos del tema insuficientemente
explicados por la propia disciplina científica y, por lo tanto, abiertos a nuevas
interpretaciones. También pueden señalarse aquellas cuestiones que son polémicas y
dividen a los especialistas.

7. BIBLIOGRAFÍA:

En este apartado último del trabajo presentaremos, ordenada en forma de lista


alfabética, la relación de libros, revistas y artículos que hemos leído para la realización de
la obra. También podrán incluirse otras obras que hemos conseguido fichar sobre el tema,
aunque no hayamos podido consultarlas, pero que se consideran importantes en la
materia. Para la confección de la Bibliografía, tal como se ha indicado anteriormente,
ordenaremos el listado de autores de forma alfabética, separando todos los datos por
comas y los citaremos de forma correlativa de esta manera:

BIBLIOGRAFÍA
ÁLVAREZ, M. y otros (1988), Métodos de estudio, Ed. Martínez Roca, Barcelona.

BROWN, W. (1975), Guía del estudio efectivo, Ed. Trillas, México.

CASTILLO CEBALLOS, G. (1979), Aprender a estudiar, Ed. Mundo Cristiano, Madrid.

APELLIDOS Y NOMBRE TÍTULO DE LA OBRA


AÑO DE
DEL AUTOR EN CURSIVA EDITORIAL Y LUGAR
EDICIÓN
(en mayúsculas) (minúscula)

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