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en la Huaca de la Luna Después de seis anos de intensos trabajos de ‘campo, de investigacion, conservacién y acondicionamiento turistico, en el Complejo Arqueolégico de Moche, en el valle de! mismo nombre y a 3 kilémetros al sureste de Trujillo, es posible observar y ‘comprobar una realidad ‘que antes sélo era posible advertir en los ceramios, textiles y objetos de metal. En realidad, los proyectos arqueolégicos de Tiicume, Sipan, Cao Viejo y Huacas de ‘Moche, han redimensionado diversos iconogrético y en ‘especial del arte mural en el drea de influencie Moche. Por vez primera, contamos con una importante y copiosa informacion en contexto, ‘para entender con cierta aproximacién, fos patrones conceptuales y de practica ritual que normaban la vida de esta etnia norcostena. Vista general de las huacas del Soly de La Luna, a pe del Cerro Blanco Complejo Ar- queol6gico de Moche, con- formado por el Cerro Blan- co, Huaca dela Luna, Huaca del Sol, Huacade las Estrellas odelaCruzyeleentrourbano de Moche Viejo, constituye tuna fuente de informacién de primer nivel que la Uni- versidad Nacional de La Libertad inv 1991, gracias al financia- miento de la Unién de Cer- vecerias Peruanas Backus y Johnston, la Municipalidad Provincial de Trujillo y el Gobierno Regional. Los tra- bajos se han focalizado en la HuacadelaLunay en Moche Viejo. PAIS) ARQUITECTURA: ASOCIACION MAGICO-RELIGIOSA Y Un aspect gravi- tante en todo intento por comprender y explicar la arquitectura prehispanica y su funcién, en especial la Moche, es Ia relaciGn migico-religiosa que existe centre el paisaje y la cons- truccién de los templos y el desarrollo urbano en tornoa estos diltimos, Algunos elementos geogrificos de sobresaliente caricter en el panorama andino, cumplie- ronuna funciéndeejeritual, como ordenadores en la ubicaci6n, distribucién, funci6n ycrecimientodeun complejo urbano-cere- monial, El Cerro Blanco en ‘Moche © Cerro Purgatorio cen Tiicume son dos casos por demas ilustrativos. Esta circunstancia se explicariaen funciénlitirgica que cumpliera la Plataforma Ide la Huacade laLLuna, Fue construida exprofesamente, alrededor del afloramiento rocoso mis bajo de la ladera este del totémico Cerro Blanco, configurando una plaza ceremonial, cuyo evidente centro ritual es la referidaestructurageolégica, sacralizéndose con ello el espacio arquitecténico. El huallazgo de restos humanos dispersos en el dngulo noroeste, cuarenta y dos ‘guerreros sacrificados des- pués de una batalla ritual asociada a un fuerte perfodo pluvial; ydeadobes dispersos ‘con rasgos de pintura mural cen el sector suroeste de este recinto, evidencian viejas sospechas sobre la im- portancia de este sitio. Con esta referencia pretendemos sugerir que el Cerro Blanco fue determi- nanteenlaselecciéndel lugar, en donde se desarrollaria el centro rector de la Cultura Moche (s. al VIITddeC.)y ‘que comprendiera la extensa faja costera entre el valle de Piura por el Norte y el de Huarmey, por el Sur. Pues bien, esta rela cién mégico-religiosa es igualmente determinante en cl tipo de tratamiento de las superficiesanquitecténicascle cadaespacioritual. Ennuestro cconcepto,larepresentaciones iconogrificas no respondi ron a planteamientos es- \éticos, decorativos 0 de ambientacién; muy por el ccontrario, se sujetaron aun patrén preconcebido que la fiturgia impuso a través de signosocédigos,en todos os confines de su area de influencia. Con ello se establece un sistema de comunicacién sagrado y elitista, asi como el cearacteristico estilo Moche, que definen desde el inicio el proyecto anquitecténico- Muro sur del patio principal de a etapa consructiva pentiina, Se encuentra ubicado en fa Plataforma Ide la Huaca dela Luna Muro det lado este del patio principal durante ef proceso de excavacién, ee sonogrifico y el lenguaje afin para cada sector. Esta simbologia o Tenguaje ritual que identifica Ia advocacién bajo la cual seerigeeltemplo,losmitos, escenas historiadas 0 composiciones individuales deiconos, se podria explicar enla Plataforma! oprincipal de la Huaca de la Luna Las prospecciones realizadas desde 1991 a la fecha, dejan en claro la recurrencia de una conocida deidad,entresdelasseisfases constructivas definidas y en diversos sectores de éstas. Ello estarfa demos- trando, a través del arte mural y de la iconogratia lindrgica, la persistencia de tun culto a pesar de los cambios formales integrales que se dieron en la arqui- fectura. Uncultomasivoenlas plazas externas y otro selectivo, elitista, en los espacios _ ceremoniales intemos del templo; sempre cn tomo a este personaje de rostro felinico, de colmillos entrecruzados y orejas bilo- buladas, de evidente remem- bbranza Cupisnique y que los tratadistas han amado de muchas formas: Apaee y Degollador, entre otros. Obviamente, se trata delaancestral deidad andina asociada alas montafas, por donde nace el sol y discurren los rios; es decir, a base de la fertilidad agricola y a las cuales se Personaje principal del muro del lado este, etapa contructiva trcera ofrendan sacrificios hu- manos, La iconografia fune~ raria sobre el tema, que representan con singular realismo los ceramios, resulta convincente yentodo ‘caso complementaria. Por ello, la reiterada representacién de esta catacterizada deidad, obliga ‘a pensar en Ia vigencia de ‘un s6lido patrén ideol6gico que subsiste a la evolucién ¥y cambios arquitecténicos Varios siglos y a lo largo de Ja semidesértica costa nor- pervana. ESPACIOS Y SUPERFICIES ARQUITECTONICAS TIPOLOGIAYFUNCION Cuando hablamos de superficies arquitecténicas nos referimos por igual alas pinturas y altorrelieves de bro policromo, como a los enlucides monocromos en rojo, amarillo, blanco 0 azul

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