Haba a las afueras de un viejo pueblo un durazno, ya haban pasado
ms primaveras de las que poda acordarse y la puerta de la vida se encontraba menos abierta entre sus entraas; pero a pesar de que la juventud ya lo haba abandonado no mostraba seales de querer visitar al Rey Yama todava. Como ustedes podran imaginarse, suele ser un fenmeno hermoso pero melanclico un rbol viejo, porque nuestro amigo se mantena aun fuerte desde sus races hasta el tronco, no haba perdido ninguna rama y haba soportado las inclemencias del tiempo a lo largo de los aos. Pero si el rbol pudiera llorar, unas lgrimas se dibujaran recorriendo su aeja madera, pues a pesar de todo los aos no haban pasado en vano y la esencia primordial de nuestro rbol estaba ya muy agotada, poda hacer todo lo que le era posible, menos dar frutos. Un durazno que ya no da duraznoses inexplicable el sentimiento que podra experimentar aquel que pierde su razn de ser. Aunque quizs, si, tal vez aun no es su hora. El verano no es una poca feliz para un rbol viejo que ya no da frutos, se muestra impotente para cumplir su funcin de regalar su trabajo a la creacin, aun as, en el abrumador sol del tigre, la sombra de un rbol viejo cobija por igual al campesino y al vagabundo. En otoo, cerezos, cedros y robles ven por igual caer sus hojas, entonces su hermano durazno se une en su condolencia, pues ya no importa en el tiempo del dragn cual dio frutos y cual no, todos pierden sus hojas por igual, y ven altivos de pie pero enraizados a la Madre Natura irse cada una de sus hojas al comps del viento. Ya no hay hojas cuando llega la tortuga, tiempo de recogerse y de guardas energas ante el duro golpe que el frio da a los vivos. Quin podra negar la posibilidad de que la escarcha que recorre la madera del viejo sean lgrimas que el invierno conserva de testigo? No hay tiempo para lamentarse cuando se es un rbol viejo, despus
de resistir su inevitable desgaste la promesa de la primavera que est
por venir es sostenida por su fe, recuerdos de retoo se mantienen enraizados, y aun as la nostalgia nunca est demasiado lejos. Pero un invierno largo suele predecir una buena primavera, y ms temprano que tarde esta llego, un durazno que ya no da duraznos, Qu esperanza podra tener en la primavera? Sus hojas ya haban cado y no pareca que quisieran volver a salir, aun as amigos mos, la vida encuentra la manera, y en aquel rbol viejo que ya no tena hojas ni frutos, flores adornaron como corona su cabeza por aquella primavera Alguna vez han visto flores de durazno? Son hermosas.
SOBRE LOS ANGELES (Interpretación) Reseña Rafael Alberti inició su obra artística en 1925, con la publicación de su primer libro de poemas, Marinero en Tierra. A pesar de que el artista primerizo obtuvo con este conjunto de poemas el Premio Nacional de Literatura, y a pesar de la calidad y extensión de su producción posterior, a Rafael Alberti se le conoce, especialmente como el autor de Sobre los Angeles. El público literario madrileño acogió la obra con inusitado entusiasmo. Entusiasmo mezclado con incredulidad y sorpresa: no se esperaba del poeta de versos gráciles y musicales, un libro cargado de tormento y angustia existencial. Poblado por ángeles feroces, crueles, y deformes que se debaten en un mundo poético turbulento. Angeles monstruosos, siempre volando de un extremo a otro del doble universo de este libro: infierno y cielo. Angustia, soledad, ansia de salvación son los temas principales que conmueven el mundo de esta obra. Esta creación no es, como suelen serio las grandes o