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PRIMERA PARTE
1
El concepto de responsabilidad patrimonial tiene un gran significado para el
Derecho concursal. El fundamental principio de la responsabilidad patrimonial
universal por deudas se encuentra formulado en nuestro Ordenamiento en al
artículo 2465 del Código Civil. Y ello implica una sujeción del patrimonio del
deudor: si la prestación objeto de la obligación no se cumple, el perjudicado
puede agredir el patrimonio del deudor para obtener la satisfacción de la
obligación no cumplida o su equivalente.
C.- Ejecución
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La ejecución puede configurarse en dos planos: en el plano individual o de
ejecución aislada, que se promueve para la efectividad de una obligación
determinada y respecto de unos bienes concretos del patrimonio del deudor; y
en el campo general o de ejecución universal, que se da cuando existe una
pluralidad de obligaciones que pesan sobre la totalidad del patrimonio del
deudor, insuficiente para satisfacer los derechos que ostenta generalmente
una pluralidad de acreedores. En esta última situación, el procedimiento de las
ejecuciones aisladas significaría necesariamente, para algunos acreedores, la
imposibilidad de satisfacer su derecho de crédito, mientras que otros (los más
astutos o veloces, audaces o próximos al afecto del deudor común) percibirían
íntegramente sus créditos.
A) Derecho Romano.-
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totalidad de los bienes del deudor al mejor postor (bonorum emptor), quien
era considerado ficticiamente sucesor universal de aquél, cobra los créditos
del deudor y paga sus deudas hasta donde alcance la cantidad fijada como
precio de venta. El deudor sufría una capitis deminutio (pérdida de los
derechos civiles), acarreándole la infamia.
Mediante la Lex Julia (17 a.C.) la nota infamante puede eludirla ya cualquier
deudor, recurriendo a la cessio bonorum, presentándose ante el magistrado
y declarando en forma solemne que ponía sus bienes a disposición de los
acreedores, haciendo cesión de ellos en pago de sus créditos. Se le concede
un trato más benévolo al deudor, permitiéndosele incluso retener parte de los
bienes de su patrimonio para hacer frente a sus propias necesidades
económicas, el llamado beneficium competentiae.
Durante la Edad Media (476 d.C.) se forman dos corrientes jurídicas que
desembocan en otros tantos sistemas de ejecución universal: por una parte, la
que se presenta como continuadora del Derecho romano y que concibe la
ejecución por los acreedores sólo como ejercicio de la autoayuda, no teniendo
el juez otra misión que la de asistirles en sus peticiones para la efectividad de
sus derechos. Por otra, la representada por el Derecho visigodo que tiende a
colocar la colectividad de acreedores y el ejercicio de sus derechos bajo la
continua dirección de la autoridad judicial. Se parte de la base de que el
quebrado es un defraudador (decoctor ergo fraudator) y al Estado
3
Justiniano, Emperador romano de Oriente (527-565 d.C)
4
corresponde la represión de la quiebra como hecho ilícito, surgiendo así la
naturaleza pública del procedimiento.
4
En la capitanía general de Chile se aplicaba la Novísima Recopilación de las Leyes de Indias (1805), cuya
reglamentación se remitía a las Siete partidas.
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C.- Derecho moderno
De ahí, las dos corrientes surgidas a finales de la Edad Media: de una parte, la
corriente “privatista” de la quiebra, que se refiere a la recepción del Derecho
estatutario italiano en Francia y que constituye un sistema de autogestión de
la masa activa del deudor por parte de sus acreedores, vigilada solamente por
la autoridad judicial; y, de otra, la “publicista”, debida a la obra de Salgado,
que trata un nuevo procedimiento de cesión de bienes, en el que no hay
encarcelamiento previo del deudor y cuya nota más característica es la
constante intervención del juez y la subordinación del concurso a las
solemnidades de un juicio. Los bienes se abandonan a la protección de la
curia; el juez designa un administrador, subasta los bienes y distribuye entre
los acreedores el producto.
En España este último era el sistema que regía en aquella época, como se
desprende de la obra de Salgado, a lo largo de la cual se citan autores y leyes
españoles, y se alude constantemente a la práctica de los Tribunales. Las
Ordenanzas de Bilbao de 17375 suponen un cambio de rumbo en la regulación
del procedimiento concursal sobre la tradición española. En efecto, se regula
sistemáticamente un procedimiento de quiebra exclusivo para los
comerciantes. Los quebrados se dividen en tres clases: atrasados, quebrados
por infortunio y quebrados fraudulentos.
5
Las Ordenanzas de Bilbao de 1737 rigieron en Chile hasta la dictación del decreto ley sobre juicio ejecutivo del año
1837
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Chile. Esa misma reglamentación se remitía a las “Siete Partidas” como
reglamentación supletoria.
La primera ley patria que vino a modificar las reglas de las Ordenanzas de
Bilbao (1737) y de las Siete Partidas y la Novísima Recopilación, fue el Decreto
Ley sobre Juicio Ejecutivo de 1837, que también reglamentó el concurso de
acreedores y la cesión de bienes. Sus disposiciones eran de índole procesal, y
se aplicaban indistintamente a todo deudor.
El art. 1325 de dicho Código define la quiebra como “el estado del
comerciante que cesa en el pago de sus obligaciones mercantiles”. Los
redactores de este cuerpo legal eran proclives al concepto restringido de la
cesación de pagos, influenciados por la doctrina y jurisprudencia francesa a la
sazón.
Por último, el art.1356 establecía que “los juzgados de comercio sólo podrán
hacer de oficio la declaración de quiebra cuando el deudor se fugare u
ocultare, dejando cerrados sus escritorios y almacenes y sin haber nombrado
persona que administre sus negocios y dé cumplimiento a sus obligaciones”.
Al Código siguió la ley del 23 de junio de 1868 que abolió la prisión por deudas
(bajo el imperio del Código, en la misma sentencia de apertura debía
ordenarse el arresto preventivo del cesante).
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Quiebras”, vino a reglamentar el proceso respectivo y a modificar y
complementar las normas del Código de Comercio.
En vista de los adelantos del derecho concursal y a los vicios que provocaba la
legislación pertinente, vino en Chile la dictación de la Ley N° 4.558, de 29 de
enero de 1929, que derogó el Libro IV del Código de Comercio y las normas
pertinentes del Código de Procedimiento Civil.
Las innovaciones de esta ley son numerosas, entre ellas podemos señalar que
se establece un régimen concursal común a todo tipo de deudor, aunque
siempre acentuando la severidad hacia el deudor comerciante y se crea la
Sindicatura General de Quiebras. Bajo el sistema del Código de Comercio, se
recurría a los síndicos privados. También, se reglamentan orgánicamente los
convenios, creándose el instituto del convenio extrajudicial y el convenio
preventivo judicial. El Código de Comercio sólo conocía el convenio
simplemente judicial y el Código de Procedimiento Civil introdujo el preventivo
judicial sin regularlo debidamente.
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SEGUNDA PARTE
I.- Generalidades
Nuestro Código Civil emplea las expresiones quiebra (v.gr., arts.2163 N°6,
1496 N°1, 1617 N°2), insolvencia o insolvencia notoria (v.gr., arts. 155, 1355,
1496, 1522, 1578 N°3, 1907, 1968, 2100, 2163, 2365, 2367, 2380, 2466), y
mal estado de los negocios del deudor (arts.155, 157, 1616, 2468). El Libro IV
del Código emplea las locuciones cesación de pagos (arts.1271 N°6, 1305,
1306, 1307, 1318, 1320, 1466 N°1, 1467 N° 6) y mal estado de los negocios
del deudor (art. 1319 inciso final).
Desde luego la voz insolvencia nada tiene que ver con la tesis que hasta hoy
se enseña en el sentido de que sería la diferencia o desequilibrio negativo
entre activo y pasivo6. Dicha concepción no tiene fundamento ni dogmático, ni
etimológico, ni práctico. Dogmáticamente no existe definición legal de la voz
insolvencia. Etimológicamente, el vocablo solvencia procede del latín
solvens, solventis, que significa acción o efecto de solventar, voz esta
última definida como “arreglar cuentas, pagando la deuda a que se refieren”,
vale decir, solventar es pagar. Luego, insolvente es aquel que no paga.
Asimismo, la expresión solucionar una deuda es equivalente a pagarla, como
lo señala el art.1567 N°1 del Código Civil. Así tanto en su origen etimológico
cuanto por la equivalencia que solventar tiene con pagar, es que lo único
6
Esta tesis viene de la jurisprudencia francesa, y hasta hace poco sustentada por Guyenot, quien afirmaba que “es
indudable que la noción de cesación de pagos no puede confundirse con la insolvencia. El insolvente es el deudor que
no paga porque su pasivo supera su activo, mientras que el comerciante en estado de cesación de pagos puede ser
solvente; la liquidación de sus bienes puede bastar, a veces, para reembolsar a sus acreedores. No es pues la
insolvencia lo que crea el estado de cesación de pagos sino la pérdida del crédito, y el crédito no se pierde porque se
deba mucho sino porque no se paga a los acreedores que reclaman lo que les es debido, aun cuando se trate de un
solo acreedor que reclame una sola deuda” Guyenot, Jean, Curso de Derecho Comercial.
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definitivo de la insolvencia es que se refiere a los pagos y no a la
compensación del patrimonio del deudor.
Otro tanto ocurre con la expresión mal estado de los negocios, que
emplea habitualmente nuestro derecho común.
C.Talca, 11 de enero de 1916, R., t 14, sec 1ª, pág.147, y también C.S., 11 de diciembre de 1937. R., t.35, sec.1ª,
pág.248.
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DFL 3 Ley General de Bancos, emplea la expresión “cesar en el pago” (art.121) o tener “problemas de solvencia”
(art. 122) o “solvencia necesaria” (art. 130). El DFL 251, sobre Compañías de Seguros, habla de “solvencia de la
Compañía” (art. 79).
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En suma, tenemos que la cesación de pagos es causal de la quiebra tanto de
deudores calificados como no calificados, máxime bajo la actual ley, que elevó
a la categoría de deudores calificados a quienes ejercen actividades
típicamente civiles, como los agricultores y los mineros. Tenemos también que
las locuciones civiles insolvencia y mal estado de los negocios son
equivalentes o sinónimas de cesación de pagos, de forma que durante el
desarrollo de este curso la emplearemos como términos homólogos.
Para terminar este preámbulo lingüístico, creemos importante hacer una nota
clarificatoria de la expresión quiebra. La palabra quiebra tiene, en nuestro
medio, al menos cuatro alcances. Se la emplea para referirse al efecto
principal de la sentencia de quiebra, esto es, al desasimiento (v.gr., está en
quiebra o declarado en quiebra). Se la emplea también como el proceso
de quiebra o juicio de quiebra (v.gr. art.1251 ex 1° LQ). Otras veces se la usa
como un equivalente a Derecho Concursal y se habla, así, de Derecho de
Quiebras. Por último, se emplea también la voz quiebra como equivalente a
insolvencia o cesación de pagos y no sólo en el lenguaje vulgar (v.gr. Zutano
está quebrado), sino que también en algunas disposiciones legales vigentes o
derogadas. Así el art.1405 (ex161) del Código de Comercio en la regulación
del sobreseimiento temporaldice el estado de quiebra. Este empleo como
analogía de insolvencia hay que tenerlo presente en casos de textos como el
Código Civil, que usa la palabra quiebra en múltiples oportunidades y no
siempre en términos claros y distintos.
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De las consideraciones procedentes se obtienen los tres principales bienes
resentidos por la insolvencia, a saber: la seguridad del crédito público, la
igualdad jurídica de los acreedores y el funcionamiento adecuado del
mercado en general y del sistema crediticio en particular, valor que
denominaremos simplemente “de la fluidez macroeconómica”.
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Esta tesis, recién ha sido acogida por nuestra jurisprudencia hasta ahora muy influida por la doctrina española en
términos de que los delitos concursales atentaban contra el patrimonio. En un fallo reciente de la C. Apelaciones de
Santiago se sentaron dos principios novedosos: a) que los delitos de quiebra no son delitos contra el patrimonio, sino
contra la fe pública crediticia, pues no están esencialmente asociados con la insolvencia, b) que los delitos de quiebra
culpable no son figuras culposas, sino dolosas. Ver Gaceta Jurídica N° 205, págs.132 y 133, julio de 1997.
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El segundo bien jurídico resguardado por la quiebra es la igualdad
jurídica de los acreedores o par condictio creditorum. Este es un punto
pacifico en la doctrina, pero lo que no se ha afinado bien aún es la naturaleza
jurídica de este bien jurídico. Cabe señalar que en Chile dicho principio está
consagrado por el art. 2469 del Código Civil, que expresa: “Los acreedores,
con las excepciones indicadas en el artículo 1618, podrán exigir que se
vendan todos los bienes del deudor hasta la concurrencia de sus créditos,
inclusos los intereses y los costos de cobranza, para que con el producto se les
satisfaga íntegramente si fueren suficientes los bienes, y en caso de no serlo,
a prorrata, cuando haya causas especiales para preferir ciertos créditos….”.
Es común ver que los autores califican a la par condictio como un principio de
derecho privado, considerando que es una regla que gobierna las relaciones
jurídicas entre particulares, sin avanzar más que eso. Cabría señalar que la
par condictio no es una regla contractual, sino metacontractual, pues solo
puede ser violada por un contrato mediante el perjuicio que este acto significa
para un tercero que no es parte en él. Por ejemplo: si A y B celebran una
compraventa por la cual A enajena a vil precio parte importante del acervo al
tiempo que mantiene deudas insolutas con C, deudas que devendrán impagas
a causa de dicho contrato, entre A y B no hay “delito” contractual y el contrato
es legitimo entra ambos, sin embargo ser ilegitimo respecto de C, quien podrá
instar por la revocación del acto. ¿En base a que principios privados puede C
obtener la revocación del contrato? Nosotros simplemente pensamos que la
par condictio es una limitación a la autonomía de la voluntad que pesa sobre
las partes de todo acto jurídico, sea judicial o extrajudicial, que comprometa el
patrimonio de una de ellas o de ambas.
Por último, vimos que ciertos insolventes cultivan una amenaza para la
macroeconomía, al sistema crediticio global y a la circulación misma de la
riqueza o al funcionamiento mismo de la colectividad, valor que
genéricamente denominamos “de la sana fluidez macroeconómica”. En este
caso el ordenamiento de la situación no puede ser confiado a las normas
privatisticas; muy por el contrario, el Estado aquí debe actuar en su calidad
de garante del bien común, pero a diferencia de lo que acontece en el caso de
la seguridad del crédito público, su intromisión es de naturaleza
eminentemente económica y no sólo jurídica o moral. Esta situación es la que
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ha generado ciertos ordenamientos falenciales especiales para determinadas
empresas (v.gr., los bancos comerciales, las compañías de seguros, etc.).
Esta teoría fue formulada a propósito del Código de Comercio Francés, donde
se requería que el deudor fuera comerciante y que la obligación impaga fuese
mercantil. Hoy en muchas legislaciones se ha extendido la quiebra a deudores
no comerciantes y se ha prescindido de la exigencia de que la obligación sea
mercantil.
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Los principales argumentos en que se sostiene esta doctrina son los
siguientes:
Comercio de 1865 la quiebra como tal quedó restringida a los comerciantes. Luego con la dictación del Código de
Procedimiento Civil de 1902, se volvieron a unificar normas procesales para la quiebra y el concurso civil, lo que
siguió en la Ley N° 4.558, que constituye nuestro primer texto especial y orgánico de derecho comercial.
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3) Además, cuando un incumplimiento es aislado y de poca monta
frente a otros pagos de obligaciones más cuantiosas del mismo
obligado, lo que está revelando es precisamente la capacidad de
pagar y no lo apuesto; se están insinuando motivos distintos de
la insolvencia para no pagar.
Esta corriente de opinión, que de algún modo también es recogida por nuestra
legislación, postula que existe cesación de pagos en tanto exista un
patrimonio impotente de asumir sus compromisos, pero agrega que dicho
estado patrimonial, para constituir cesación de pagos, debe manifestarse por
intermedio de un incumplimiento efectivo y sólo por esa vía, cualesquiera que
sean los medios de que el deudor se valga para continuarlos (los pagos)
materialmente.
En primer lugar, aceptar esta versión introduce una incongruencia dentro del
sistema jurídico concursal, pues lleva a que por la vía del derecho común sea
más expedito sujetar al deudor a concurso que invocando el derecho
concursal. En efecto, nuestro Código Civil (art. 1496 N°1°), como muchas otras
legislaciones, consagra como causal caducidad de los plazos o de vencimiento
anticipado de los mismos al hecho de la insolvencia, que, como hemos visto,
es el equivalente civil de la cesación de pagos. Y la ley común no prescribe
medios especiales para acreditar la insolvencia, por lo que resulta más sencillo
acreditar que el deudor está en una situación de incumplimiento generalizado
recurriendo a la norma aludida.
En segundo lugar, resulta a todas luces obtuso prescribir que, pese a ser
evidente el estado patrimonial crítico, se tenga que aguardar al primer
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incumplimiento para poder someter al deudor a un régimen concursal, sin
embargo ya estar amenazados o dañados los valores jurídicos que este
ordenamiento pretende tutelar.
Lo que interesa es si el deudor con sus bienes, puede hacer frente al pasivo
que se le hace exigible. Si no puede superar tal situación, el deudor se
encuentra en estado de cesación de pagos y en tal caso es necesario recurrir
a la liquidación de sus bienes, de acuerdo al procedimiento de la quiebra,
como defensa de orden colectivo de mayor eficacia que las tutelas
individuales.
17
IV.- Definición de cesación de pagos
11
C. Suprema. G.1914, 2° sem. N°306, pág.885
18
a valores comunes del pasivo y del activo que dé un resultado negativo,
para sujetar al obligado a concurso. Lógicamente ello es imposible, pero
el raciocinio descansa en postulados falsos, pues lo que importa es la
manifestación externa del estado del patrimonio, esto es, su capacidad
para ir cubriendo sus obligaciones en la medida que se vayan haciendo
exigibles, siendo absolutamente irrelevantes las relaciones entre activo
y pasivo; y este desequilibrio entre el activo realizable y el pasivo
exigible sí que se puede advertir externamente por muchos medios
distintos del expediente de la liquidación previa de los valores
correlativos del activo y pasivo.
19
V.- Características de la cesación de pagos.
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Como hemos tenido ocasión de decir, la cesación de pagos es un estado, pero
jurídicamente, dentro de la teoría de la prueba, es un hecho en contraposición
al derecho, y en esa calidad requiere ser probado por quien la invoca como
antecedente de su pretensión.
Ahora, para la prueba de los indicios o premisa menor la ley no establece más
límites que los prescritos en las reglas probatorias generales, de forma que
podrá recurrirse a cualquiera de los medios de prueba que reconoce nuestra
legislación.
Tipificar ciertos hechos que son altamente indicadores de que tras ellos existe
insolvencia, es del mayor interés para la aplicación práctica de la quiebra y de
los concursos en general, dada la dificultad de acreditar el hecho complejo de
la cesación de pagos, de modo que siempre accedemos a ella por ciertas
manifestaciones que le son propias y que tienen alguna uniformidad y
univocidad. Para poder dar a la quiebra en particular y a los concursos en
general una eficacia real, es principal que la apertura de los mismos se
produzca en el menor tiempo posible desde que efectivamente sobrevino la
crisis, porque al distanciar el tiempo entre uno y otro hecho se está dando
mayor motivo para la ocurrencia de ilícitos, se están exponiendo o arriesgando
más los valores tutelados por esta disciplina.
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pagos, y el interés que reviste el conocer y precisar cada uno de ellos mirando
las experiencias pasadas para alcanzar una buena técnica legislativa.
Con todo, no creemos que sea adecuado recurrir a fórmulas tan genéricas
como las del derecho galo (causal genérica: la cesación de pagos) o italiano
(causal genérica: la insolvencia), para definir la causa de los concursos en
general, porque por esa vía se cae fácilmente en dilaciones a fin de postergar
o evitar la puesta en ejercicio de un concurso, perjudicando en primera
instancia a la comunidad de acreedores.
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por sí misma la infracción a una norma jurídica, por lo que ella no
significa una sanción de las contempladas en el derecho privado para el
cesante, a menos de ser culpable o fraudulenta, caso en el cual ya no se
sanciona propiamente la insolvencia, sino la malicia o negligencia del
deudor.
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sí, sino que el antecedente que la acredita y habilita al juez a abrir el concurso
falencial.
24
IX.- Análisis particularizado de las causales de quiebra o
hechos reveladores contempladas en el Título IV del Código
de Comercio.
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actividad minera en esta causal, como asimismo en otras normas, revela la
intención del legislador de ampliar la aplicación de la quiebra más allá del
deudor comerciante.
Sin embargo, conviene destacar que para que se configure la causa que
estamos analizando se requiere que el deudor que desarrolla actividad minera
o agrícola cese en el pago de una obligación mercantil. Ahora bien, esta
obligación mercantil deberá tener como origen un acto de comercio formal
(Art. 3º N° 10 del Código de Comercio)
26
jurisprudencia y confirmado por el origen histórico de las mismas. Tal
significado es el de estado patrimonial de imposibilidad de pagar.
27
II) La segunda causal esta constituida por la propia petición del
deudor de su quiebra contemplada en el art. 1286 del C.de C. (ex 42
de la LQ), que constituye, al tiempo que el ejercicio de la acción de quiebra
por parte del deudor, una verdadera confesión de encontrarse en mal estado
sus negocios. En efecto, el N° 5 del art.1286 obliga al deudor a adjuntar a su
solicitud o demanda de quiebra una “memoria de las causas directas e
inmediatas del mal estado de sus negocios”.
Por otra parte, los títulos ejecutivos deben estar vencidos, lo que resulta
totalmente lógico desde el punto de vista de la exigibilidad de la obligación en
ellos contenida. Los títulos ejecutivos están señalados en el art.434 del C.P.C.
28
b) Que provenga de obligaciones diversas. Este requisito se refiere a la
fuente de la obligación, al origen de la misma; contrato, cuasicontrato, delito,
cuasidelito y ley. Mediante esta exigencia se impide que el acreedor que
cuenta con un título ejecutivo en el cual estén contenidas obligaciones
derivadas de un mismo contrato, pueda dividirlo y valerse de esta causal de
declaratoria de quiebra en contra del deudor. La circunstancia de que los
títulos ejecutivos vencidos provengan de obligaciones diversas revela el
estado patrimonial crítico del deudor que no puede hacer frente a ellas.
También es necesario recordar que los bienes presentados por el deudor o que
están embargados por indicación del ejecutante deben ser distintos en ambas
29
ejecuciones y ser en cada una de ellas suficientes para pagar el crédito
respectivo, las costas y, además, los intereses
Del análisis de los elementos de este hecho revelador; nos limitaremos a decir
que ella es a tal punto demostrativa de una crisis hacendaria profunda, que
constituye una presunción completa de la existencia de la cesación de
pagos.13
13
Nuestra jurisprudencia ha fallado que para la configuración de esta causal no es menester que el solicitante sea el
titular de los créditos ejecutados; basta que sea acreedor por uno de ellos. C.S. G.1934 1er sem., N° 27, pág 179, R.,
t.31, sec.1ª.pág.414. Esta jurisprudencia indirectamente concibe las causales de quiebra como hechos reveladores del
estado de cesación de pagos y no como el estado en sí mismo.
14
Nuestra jurisprudencia ha dicho al respecto que no constituye ocultamiento la ausencia del deudor Chillan, 22.12.37,
G., 1938, 2do.sem- N°2, pág.107; R., t.36, sec.1ª., pág. 247.
30
imposibilidad de pagar. En épocas en las que el cumplimiento de las
obligaciones llevaba aparejado un conjunto de apremios personales, el deudor
que se encontraba en la imposibilidad de pagar, con el fin de evitarlos, solía
recurrir a esos extremos.
31
- Que el mandato se inscriba en el Registro de Comercio (art. 22 N°
5 C. de C. plazo 15 días constado desde su otorgamiento)
VII) La séptima causal está contemplada en el art. 1494 del Código (ex
251 de la ley) que se refiere a la obligación del juez que conoce de la cesión
de bienes hecha por el deudor (que no puede hacerla el deudor calificado
comprendido en el art. 1285 del Código ( ex 41 de la ley), de declarar la
quiebra de éste cuando su oferta de cesión de bienes sea rechazada.
La cesión de bienes está definida en el art.1614 del Código Civil como “el
abandono voluntario que el deudor hace de todos los suyos (sus bienes) a su
acreedor o acreedores, cuando a consecuencia de accidentes inevitables, no
se halla en estado de pagar sus deudas”
32
implorar la cesión. Por lo tanto, aquí también nos hallamos ante un hecho
revelador completo y absoluto de cesación de pagos.
VIII) La octava causal de quiebra está prevista en el art. 1295 del Código
(ex 51 de la ley), que prescribe que “La quiebra de una sociedad
colectiva o en comandita importa la quiebra individual de los socios
solidarios que la componen, pero la quiebra de uno de éstos no
constituye en quiebra a la sociedad”.
33
X.- Cesación de pagos en leyes especiales
34
dentro del mismo plazo los depósitos y demás obligaciones de la institución
excederán en veinte veces el capital pagado y reservas.
35
solvencia que comprometan el pago oportuno de sus obligaciones” (art. 122
del D.F.L. 3). Vale decir, se trata de que sufra de insolvencia.15
El artículo 122 del DFL 3, señala que se presume, en todo caso, que
un banco presenta problemas de solvencia que comprometen al pago
oportuno de sus obligaciones, cuando:
De más está decir que iliquidez e insolvencia son términos sinónimos, porque
justamente la insolvencia es la carencia de activos fácilmente realizables para hacer
frente a las obligaciones en la medida que van haciéndose exigibles.
Este convenio se pacta entre el banco y sus acreedores. Pero entre los
acreedores, la ley excluye a los acreedores preferentes y a los acreedores por
depósitos en cuenta corriente y demás depósitos, captaciones u otras obligaciones a
la vista que el banco o institución financiera contraiga dentro de su giro financiero
(arts. 122 y 65 del D.F.L. 3).
15
El plazo que la ley le otorga al Directorio del banco para hacer proposiciones de convenio es de 10 días, contados
desde que se haya detectado la falta de solvencia.
16
El capital básico es lo que tradicionalmente hemos denominado capital y reservas del banco o institución financiera.
17
El patrimonio efectivo de un banco está constituido por la suma de su capital básico, más bonos subordinados que no
excedan a más de un 50% del capital básico, más provisiones que no se hayan asignado específicamente a un riesgo
determinado, denominado provisiones voluntarias.
18
Activos netos de provisiones exigidas son los activos de un banco cuya ponderación, según la categoría a que
pertenezcan, va desde cero riesgo –categoría 1- (v.gr., fondos depositados en el Banco Central) hasta riesgo 100%
-categoría 5ª. (v.gr. activo fijo físico).
36
Si el convenio es rechazado, aun luego de la reiteración de proposiciones
hecha conforme al inc. 6° del art. 124, debe procederse necesariamente a la
liquidación forzosa del banco o institución financiera.
El art. 79 del DFL 251 prescribe que “si algún acreedor de una compañía de
seguros solicitare la declaración de quiebra de ésta, el juzgado deberá dar
aviso al Superintendente, quien investigará la solvencia de la compañía. Si
comprobare que la compañía puede responder a sus obligaciones, propondrá
las medidas conducentes para que prosiga en su operaciones; pero si estimare
que no es posible tal prosecución, informará en tal sentido”.
Otro punto que interesa aclarar es si puede una compañía de seguros solicitar
su propia quiebra. La ley no lo dice expresamente, pero estamos por la
afirmativa, ya que el art. 87 del DFL 251 señala que en todo lo no previsto por
dicha reglamentación se aplica la LQ, y atendida la circunstancia que no existe
norma expresa que lo prohíba.
37
En la práctica, es difícil que se concrete una petición de propia quiebra,
atendidos los diversos mecanismos que contempla la ley para impedir y
sanear las situaciones de riesgo patrimonial de la sociedad.
Las sociedades anónimas abiertas, según el art. 101 de la Ley 18.046, obliga
al gerente o, en su ausencia, al directorio de la sociedad, a comunicar al
Superintendente de Valores y Seguros la circunstancia de haber cesado en el
pago de una o más obligaciones; carga que también pesa sobre el juzgado
donde un acreedor diligente haya solicitado la quiebra. Pero dicha
comunicación no tiene más que un fin informativo, pues ya no está dirigida a
obtener del Superintendente un pronunciamiento en torno a la solvencia de la
empresa y a su capacidad de seguir operando, no obstante haber incumplido
una obligación, como ocurre para el caso de las compañías de seguros.
Las normas jurídicas, así como las instituciones que estructuran, se agrupan y
jerarquizan sistemáticamente conforme al bien jurídicamente tutelado por
ellas.
38
Pues bien, dentro de las tutelas de actuación se advierten dos grandes grupos:
las tutelas individuales y colectivas y las tutelas preventivas y reparativas.
39
Sin embargo, entre el Estado y el ciudadano existen colectividades
intermedias ordenadas alrededor de ciertos fines, colectividades que no
siempre son personas jurídicas distintas.
40
liquidación forzosa o la quiebra, respectivamente, cuando la insolvencia
detectada es meramente transitoria.
TERCERA PARTE
41
I.- Naturaleza jurídica de la quiebra
Según esta corriente el juicio de quiebra tienen especial relevancia las normas
sustantivas, como son la prelación de créditos, las (aparentes) modificaciones
que sufre la capacidad del fallido, el estatuto especial a que se encuentran
sujetos los bienes comprendidos en la quiebra (desasimiento), etc. Es
inadmisible esa disquisición, por cuanto, y en primer lugar, la prelación de
créditos no está tratada en nuestra ley concursal, sino en el Código Civil; en
segundo lugar, tampoco es efectivo que el fallido sufra de alguna incapacidad
jurídica con ocasión de su constitución en quiebra, pues, por un lado, puede
celebrar los contratos que desee respecto de otros bienes de su propiedad que
no estén sujetos al concurso y, por el otro, puede contratar con cargo a los
bienes concursados válidamente, pues la sanción con que la ley replica a
dicha conducta no es la nulidad del acto (sanción propia de los actos jurídicos
celebrados por incapaces), sino la inoponibilidad de los mismos y sólo
respecto de los acreedores concursales.
42
en la sujeción de uno o varios bienes a su liquidación con la característica
anexa de su indisponibilidad.
Otro de los argumentos que seducen a los autores para adoptar la tesis
sustancialista, es el famoso calificativo de “estado de quiebra”, para referirse
a las múltiples consecuencias que arrastra la sentencia declaratoria. De la voz
“estado”, muchos llegan inmediatamente a la comparación de la condición del
fallido con otros estados del derecho sustantivo; v.gr., de divorcio, de casado,
etc. Este es otro tema que adelantamos, pero es necesario desde luego
señalar que no existe dicho estado; lo que sí existe es el estado de cesación
de pagos con importantes consecuencias en el derecho material; estado, este
último, que precede material y jurídicamente a la quiebra propiamente tal (La
expresión “estado de quiebra” es empleada por la misma LQ en los arts. 161 y
167, pero sin definirlo).
Esta teoría fue formulada antes de las teorías de los procesalistas que lograron
independizar el derecho procesal del derecho sustantivo, antes que se dejara
de lado la tesis de que el derecho procesal era un apéndice o accesorio del
derecho material. Una vez logradas la diferenciación y la autonomía del
derecho procesal, esta teoría hizo aguas.
43
todos sujetos de derecho privado. Son intereses privados que actúan, como en
todo proceso civil, por sustitución en los órganos públicos (órganos
jurisdiccionales), pero que se ven medianamente limitados por su naturaleza
de orden público.
Estamos claro de que eso no es así. En efecto, el conflicto jurídico que plantea
la insolvencia es entre particulares. Por un lado, el interés del deudor y, por el
otro, el interés contrapuesto de los acreedores. A la ley le interesa que los
acreedores sean satisfechos dentro del reino de la par condictio, pero, en
definitiva, que sean satisfechos. Son conflictos de derecho privado que el
ordenamiento jurídico encauza en un proceso común, para el eficaz respeto de
la par condictio.
En síntesis, esta doctrina sostiene que las normas que integran la quiebra son
tanto de carácter sustantivo o material, como adjetivo, formal o procesal.
44
como proceso de quiebra. Asimismo no es posible afirmar que toda base
jurídica de ésta sea de orden material”. Luego concluye: “En efecto,
estimamos que la quiebra es una entidad bifrontal o de naturaleza dual, que
constituye una regulación legal única y uniforme para normas jurídicas varias
y complejas, de naturaleza sustancial y formal, y aun administrativas y
penales”.
Afirma que “en Chile no puede sostenerse que la Ley de Quiebras es una ley
procesal, como lo ha sostenido Pronviciali para el derecho italiano. El
contenido de esta ley es vario, pues en ella se consignan normas de derecho
procesal, sustantivas, administrativas y penales”.
Entre los autores que participan de esta teoría destacan Provinciali, Satta,
Vivante y Guasp. Vivante reconoce un hecho simple, al expresar que “el
45
instituto de la quiebra no pertenece a las leyes sustantivas, porque no se
propone determinar cuáles son los derechos; pertenece más bien a las leyes
procesales, puesto que su objetivo esencial es hacer reconocer los derechos
ya existentes a la apertura de la quiebra. Y Satta, más arrogante,
sencillamente pasa diciendo que “no creemos útil detenernos en la
demostración de que la quiebra es un proceso”. Guasp, asimismo, nos dice
que “el concepto de la quiebra demuestra que es verdadero proceso y que,
por lo tanto, la figura se encuadra dentro del derecho procesal y no dentro del
derecho sustantivo. También Ripert apunta en el sentido de que “la quiebra es
esencialmente un procedimiento de liquidación”, Y Garrigues, expresa que “la
nota esencial del derecho de quiebras consiste, pues, en que regula un
procedimiento de ejecución colectiva o universal que descansa en el principio
de la comunidad de pérdidas”, para concluir que “de aquí el carácter
predominante procesal de la institución”.
46
Al calificar la quiebra de proceso “civil”, queremos destacar que ella se
encuentra fundamentalmente incorporada dentro del derecho procesal civil,
cuyo texto principal en Chile es el Código de Procedimiento Civil. Lo dicho
tiene particular importancia para los efectos de lo prescrito en el art.1251 de
dicho cuerpo legal, circunstancia que analizaremos más adelante, al tratar de
la interpretación de las normas jurídicas de la quiebra.
No resulta sencillo dar por cierto que la quiebra constituye una especie de
ejecución. En efecto, en ella se advierten varias fases cognoscitivas o
declarativas (v. gr., el proceso de apertura de la quiebra, el proceso de
impugnación de créditos verificados, el proceso de revocación, el
procedimiento para fijar la fecha de cesación de pagos, etc.). Pero para
calificar de cognoscitivo o de ejecutivo un procedimiento dado hay que
indagar en el fin último que el mismo persigue, indagar en qué se agota el
proceso respectivo. Así, en el proceso declarativo, lo que se persigue es una
declaración de la autoridad jurisdiccional y el proceso se agota una vez firme
dicha declaración, ya sea declarando un derecho preexistente, fijando una
condena o constituyendo una nueva situación jurídica. En cambio, es
ejecutivo el proceso que se planifica en el cumplimiento material del derecho
y, en el caso particular de las ejecuciones patrimoniales, en el cumplimiento
forzado o compulsivo de una obligación impaga; en estos procesos de
ejecución se busca la realización concreta de la manifestación de la voluntad
legal.
Así las cosas, es lógico concluir que el proceso de quiebra sea de carácter
ejecutivo, porque él se agota en el cumplimiento (aunque normalmente
parcial) de las obligaciones impagas del fallido, bajo la ley de la comunidad de
pérdidas o par condictio. Así lo dice, por lo demás el art 1251 de nuestra ley
del ramo. Por otro lado, el medio normal de clausura del proceso de quiebra es
el sobreseimiento definitivo ordinario que opera toda vez que de algún modo
desaparece la cesación de pagos del deudor.
Este punto, de marcado interés, es otro factor de roce con que se encuentra la
doctrina. ¿Es especial o extraordinario el juicio de quiebra?
47
que se rige por las disposiciones especiales que para determinados casos ella
establece.
48
En Chile este sistema no ha dado buenos resultados, permite que los deudores
posterguen su colapso, que los acreedores reciban menos por sus créditos y,
en la mayoría de los casos, la empresa finalmente concluye liquidada.
Teniendo presente el carácter público del derecho procesal civil y que la única
fuente del derecho procesal es la ley, lo mismo debe predicarse respecto de
las normas de la quiebra.
49
También debe aplicarse el art.23 del Código Civil referido a las
interpretaciones extensiva y restrictiva. Aquí importa subrayar la importancia
que reviste la interpretación restrictiva respecto de los órganos que actúan en
la quiebra (el juez, el síndico y la junta de acreedores), que, por ser
verdaderos órganos públicos, sólo pueden obrar dentro de un mandato legal
expreso.
Se critica esta definición porque no utiliza para nada la institución del proceso
como elemento tipificador de la quiebra.
50
Nosotros ya hemos demostrado el carácter procesal de la quiebra y su
asimilación a la noción de juicio y juicio ejecutivo. Es dentro de ese contexto
que tenemos que buscar un concepto.
51
puede atentar contra un bien jurídico que precisa la doctrina de la quiebra. Por
ejemplo, en Francia hasta 1967, en España y Bolivia, la quiebra estaba
especialmente diseñada para los comerciantes, ya que se consideraba que
otro tipo de deudores no podía producir los atentados contra los bienes
jurídicos tenidos a la vista para dichos regímenes concursales. En Francia,
incluso, se prescindía de un procedimiento ejecutivo concursal para los
deudores civiles, de forma que implícitamente se creía que los atentados que
un deudor insolvente de esa índole podía causar, eran eficazmente reprimidos
por las tutelas individuales.
Sin embargo, hay un bien jurídico que siempre se ve resentido por la quiebra;
nos referimos a la par condictio creditorum. Cualquiera sea el patrimonio y
cualquiera la actividad que dicho deudor desarrolle, siempre su insolvencia
amenazará al principio de la igualdad de los acreedores.
19
Así, en el Bankruptcy Code de los Estados Unidos de Norteamérica el Chapter XIII sobre reorganización sólo se
aplica a las personas naturales; en Colombia, los procedimientos concursales de la Ley General de Procesos
Concursales N.222, art.90, entrega la competencia de los procesos por personas jurídicas a la Superintendencia de
Sociedades y los de personas naturales a los jueces civiles de distrito. La Insolvency Act inglesa de 1985 distingue
entre Insolvency Proceedings en relación a compañías con responsabilidad limitada e Insolvency Proceedings en
relación a “individuals”.
52
En lo relativo a la distinción entre deudor del art.1285 y deudor común, se
han suscitado varias críticas. Se comprende que el legislador haya querido
extender la regulación más estricta a que tradicionalmente se sujetaba al
deudor comerciante a otros sujetos igualmente importantes dentro de la
actividad económica chilena y que antes no estaban comprendidos en la
calidad jurídica de comerciante.
La ley no dice qué debe entenderse por una actividad comercial, industrial,
minera o agrícola. Indudablemente que debe tratarse de un deudor
profesional en las actividades referidas, esto es, que haga de ellas, como dice
el art.7 del C. de C., su profesión habitual, que ése se su objeto o el objeto
fundamental de tal actividad.
Como el deudor del art. 1285 no es otra cosa que el deudor comerciante
ampliado a actividades no mercantiles, son predicables también a estos
deudores ciertas exigencias que se hacían en elación al comerciante y ellas
son: a) Que la actividad se desarrolle a nombre propio; b) que la actividad se
desarrolle con habitualidad y c) que la actividad se desarrolle
profesionalmente.
a.2) Los socios de una sociedad comercial no son por ello comerciantes:
Tampoco se es comerciante o industrial por ser socio o representante de
sociedades comerciales o industriales.
53
c) Que exista un ejercicio profesional de la misma. El comerciante se define
como aquel que hace del comercio su profesión habitual (art.7 del C. de C.).
En esto debe hacerse diferencia con la exigencia anterior. Por ejemplo,
muchos profesionales giran cheques y, desde esa perspectiva, ejecutan
habitualmente actos de comercio pro forma (art. 3 N.10 del C. de C.), pero eso
no los hace profesionales del comercio. No puede decirse que esa mera
habitualidad hace de ellos deudores calificados del art. 1285. Debe existir
profesionalismo y eso importa que la persona explote un negocio comercial,
industrial, minero o agrícola a nombre propio con fines de lucro. Esta exigencia
de profesionalismo se extrae de la propia voz ‘ejercer” que emplean los arts.
1285 y 1287 N.1°. Ejercer, nos dice el Diccionario, es practicar los actos
propios de un oficio, facultad o profesión… supone entonces la existencia de
un oficio o profesión. Nuevamente hay que recordar que lo que importa aquí
es el deudor en tanto deudor.
Desde varios puntos de vista la distinción entre deudor común y deudor del
art. 1285 es crucial, Veremos brevemente las más importantes.
2) El proceso de apertura respecto del deudor del art. 1285 resulta más
expedito para su acreedor que para el de un deudor común. La causal, ya
analizada, del art. 1287 N.1 sólo procede respecto de aquél.
3) Existe mayor libertad para fijar la fecha cesación de pagos del deudor del
art. 1285 que la del deudor común, pues en el caso de este último existe
como límite el día en que se produjo el primer vencimiento de alguno de los
títulos ejecutivos que existan en su contra (art.1306).
54
5) El derecho penal concursal da normas distintas para el deudor del art. 1285
que para el deudor ordinario. En efecto, el régimen criminal de la LQ sólo se
refiere al deudor especial; el deudor común se castiga de conformidad al art.
466 del Código Penal.
La ley ha dado una serie de normas especiales para ciertos sujetos pasivos
que, por su particular posición en el ordenamiento jurídico, requieren de un
tratamiento más en detalle. Ellos son los siguientes:
55
7) Quiebra de personas jurídicas de derecho público
56
comporta verdaderamente un régimen de separación total de bienes
aún para el tiempo de su disolución en que los patrimonios conyugales
permanecen separados naciendo sólo un “crédito” a favor del cónyuge
“más pobre”, de forma que lo dicho respecto casada y separada
totalmente de bienes, lo repetimos para la mujer casada bajo este
nuevo régimen.
Son adultos la mujer mayor de doce años y el varón mayor de catorce que
fueren menores de dieciocho años (art. 26 del C.C.).
20
El art. 255 del C.C. limita al menor adulto en la administración de su peculio profesional en términos de que para
hipotecar o enajenar bienes raíces de dicho peculio, debe obtener autorización judicial dada con conocimiento de
causa.
57
o dolosa administración del apoderado que causó directamente la quiebra, y el
perjuicio subsecuente. Lo que perciba el incapaz por el ejercicio de esta acción
de perjuicios tampoco ingresa a la quiebra por expresa disposición de la ley.
La acción del art. 1293 es una acción indemnizatoria civil, cuyos presupuestos
se sujetarán a las normas generales en materia de responsabilidad civil. La ley
no exige el requisito complementario de que la quiebra sea calificada
penalmente, de forma que basta con la concurrencia de los principios
generales.
El artículo 1294 previene: “La sucesión del deudor podrá ser declarada en
quiebra a petición de los herederos o de cualquier acreedor, siempre que la
causa que la determine se hubiere producido antes de la muerte del deudor y
que la solicitud se presente dentro del año siguiente al fallecimiento.
22
En efecto, la acción del art. 1384 del Código Civil está dirigida a impedir que los acreedores del causante vean
disminuida su garantía por efecto de pagos a terceros hechos por el heredero, La revocación se funda en la
circunstancia de que aun cuando tanto los bienes heredados como los del heredero conforman un solo patrimonio,
comete un atentado el heredero si enajena bienes que garantizaban las acreencias de los acreedores del causante.
Esta acción es especialísima, pues basta acreditar que los bienes dados en pago eran del deudor difunto y que se
58
Por ello, además de las acciones revocatorias de la Ley de Quiebras, los
acreedores hereditarios tendrán esta acción revocatoria especial, para los
actos celebrados por el heredero en perjuicio de dichos acreedores.
Si la herencia no es aceptada dentro del año, los acreedores podrán instar por
la declaración de la herencia yacente y demandar de quiebra al curador
respectivo.
ejecutaron en el período definitivo en el art.1384 del C. C., para que deba prosperar la acción, sin importar la
naturaleza gratuita u onerosa de la enajenación.
59
Si la nulidad, sea en las sociedades colectivas mercantiles, o en las sociedades
de responsabilidad limitada o en las sociedades anónimas, proviene de la
omisión de requisitos formales prescritos para su constitución, y si la nulidad
no ha sido declarada por sentencia firme, de conformidad a los nuevos
preceptos de la Ley 19.499 sobre Saneamiento de Sociedades y a los artículos
357 del Código de Comercio, 3° de la Ley 3.918 sobre SRL y 6° de la Ley
18.046 sobre S.A., procede la quiebra no obstante la nulidad, porque de
conformidad a dichas normas esta sociedad nula conserva su personalidad
jurídica, sin perjuicio de la responsabilidad solidaria de los socios u otorgantes
del pacto declarado nulo. Ahora si se trata de una sociedad nula de pleno
derecho, porque su pacto no se otorgó por escritura pública, o por instrumento
reducido a escritura pública o protocolizado, entonces la quiebra se dirigirá
contra los socios u otorgantes del pacto nulo que son solidariamente
responsables respecto de los terceros con que contrataron a nombre y en
interés de la sociedad (art.356 del C. de C.).
60
Ahora, si la Administradora no alcanza los mínimos de rentabilidad, se produce
su disolución por el solo ministerio de la ley y pasa, de inmediato, a ser
liquidada por la Superintendencia de Administradora de Fondos de Pensiones,
organismo público autónomo de la Administración, que tiene por objeto el
control de las Administradoras. Por lo tanto, en esta situación sui géneris de
insolvencia de la Administradora no se sigue el juicio de quiebra, sino una
liquidación forzosa administrativa.
Sin embargo, alrededor del fisco se han creado múltiples personas jurídicas
autónomas con patrimonio propio, a veces para el desarrollo de un servicio
público; a veces para el desarrollo de una actividad económica (por ejemplo,
Codelco, Empresas de Ferrocarriles del Estado, Banco del Estado, etc.) ¿Se
aplican a estas entidades las restricciones que tiene la aplicación de la quiebra
al Estado?
61
En nuestro ordenamiento pensamos que a estas empresas con personalidad
jurídica y patrimonio propio que desarrollan una actividad económica, deben
ser sujetas al régimen general concursal, salvo que una ley expresamente las
exceptúe.
El sujeto activo del juicio de quiebra está constituido por los acreedores del
deudor, pero no por todos y cada uno de ellos individualmente considerados;
por la colectividad de acreedores. Se trata de una verdadera asociación
necesaria impuesta por la ley en respeto de la par condictio. Nuestra
jurisprudencia la ha descrito como una asociación virtual. La verdad es que se
trata de una asociación procesal impuesta por la ley.
Esta colectividad es considerada como una entidad distinta de cada uno de los
acreedores que la componen, aun cuando no sea una persona jurídica. Cada
acreedor mantiene dentro del juicio de quiebra su identidad como sujeto
privado, porque en este juicio universal es prácticamente imposible el litis
consorcio, ya que la oposición de intereses se verifica tanto entre el deudor y
los acreedores como entre estos últimos.
b) La pluralidad de acreedores
62
Es posible un juicio de quiebra con sólo un acreedor. No es habitual el caso,
pero se han producido ejemplos. La mayoría de la doctrina comparada y
prácticamente toda la doctrina nacional es partidaria de la procedencia de la
quiebra con un único acreedor. La quiebra con un solo acreedor ocurre
habitualmente cuando el acreedor tiene interés en los efectos colaterales de
la quiebra –v.gr., efectos penales- más que en los efectos civiles, aunque no
cabe duda de que existen esos efectos civiles distintos: el embargo; la
posibilidad de realizar activos como unidad económica, etc.
63
Solamente declarado nulo o resuelto un convenio perfeccionado y en la misma
resolución que acoge las acciones respectivas, es posible someter al deudor a
la ejecución universal.
a) Principio de la universalidad;
b) Principio de la unidad;
c) Principio dispositivo e inquisitivo;
d) Principio del orden consecutivo legal;
e) Principio de la celeridad procesal o de la concentración;
f) Principio de la contradicción o de la bilateralidad de la audiencia;
g) Principio de la inmediación;
h) Principio de la eventualidad,y
i) Principio de la preclusión.
a) Principio de la universalidad
64
Este principio está consagrado legalmente en el art. 1252 de la Ley que reza:
“La quiebra produce para el fallido y todos sus acreedores un estado
indivisible. Comprenderá, en consecuencia, todos los bienes de aquél y todas
sus obligaciones, aun cuando no sean de plazo vencido, salvo aquellos bienes
y obligaciones que la ley expresamente exceptúe”.
b) Principio de la unidad
65
e) Principio de la concentración
En dos órdenes la ley actual atenta contra la celeridad indispensable que debe
tener este proceso, a saber: en la circunstancia de no fijarle al juez un plazo
perentorio para resolver la solicitud de quiebra y que tampoco existe plazos
verdaderos para ponerle término a los procedimientos de realización del haber
del quebrado, si bien es cierto que el art.130 fija plazos pero no establece
sanción de ningún tipo para el evento de que no se cumplan.
g) Principio de la inmediación
h) Principio de la eventualidad
Se caracteriza este principio porque las partes deben aportar por una sola vez
todos los medios de ataque y de defensa, como medida preventiva para el
caso de que alguno de ellos fuere rechazado.
66
Este principio tiene importancia desde luego en la etapa de apertura en lo que
dice relación a la audiencia informativa que el artículo 1289 de la ley le
concede al deudor para desvirtuar el hecho revelador fundante de la solicitud
de quiebra por un acreedor, pues como la ley no da espacio a incidentes, es
en dicha audiencia que el deudor debe concurrir con todos sus argumentos y
medios de prueba.
i) Principio de la preclusión
Don Darío Benavente, nos dice que la acción “es una facultad que tiene toda
persona para ocurrir a los tribunales de justicia para obtener de ellos el
reconocimiento o la declaración de un derecho que se cree tener y que le ha
sido desconocido”.
Como tal, la acción es un derecho público (la faz jurisdiccional del derecho de
petición constitucionalmente consagrado).
El mismo autor citado precisa que este “derecho de hacer efectivo otro
derecho” se desdobla en dos aspectos, pues debemos distinguir entre la
acción y el derecho a la acción. La acción sólo puede ejercerla su titular; el
derecho a la acción, lo tiene cualquier persona, desde el momento que recurre
a los tribunales.
Como regla general, es titular de las acciones quien tiene interés en que se
cumpla una pretensión concreta y actual. No hay acción sin interés.
67
Por consiguiente, en primer término debe ser titular de la acción de quiebra el
Estado, pero en su esfera jurisdiccional, en su actividad sustitutiva de las
partes en conflicto. En este aspecto podemos formular una cierta equivalencia
entre la acción de quiebra y la acción por delito de acción pública, pues en
ambos casos la actuación del Estado no es primaria sino secundaria o
sustitutiva, ya que a él le interesa el respeto abstracto de la juridicidad, pero
no la insolvencia misma en cuanto hecho material. Sólo en el caso de que el
deudor sea de entidad, y que, por lo tanto, su insolvencia afecte en forma
directa y material los intereses públicos, se justifica concederle la titularidad
de la acción a la Administración en cuanto faz primaria del Estado.
También debe reconocerse la titularidad de la acción que les compete a los
acreedores en cuanto colectividad. Pero, además, porque cada acreedor sufre
en lo particular el mal estado de los negocios de su deudor, debe reconocerse
la titularidad de dicha acción a cada acreedor particular.
a) Precisiones generales
68
bienes, en todos los cuales el órgano jurisdiccional debe, acto seguido,
declarar la quiebra del deudor.
Tal carácter deriva de su propia naturaleza de ser una acción de orden público.
Existe texto expreso sobre la materia. En efecto el artículo 157 del C.P.C.
expresamente exceptúa al juicio de quiebra de los procesos donde se admite
la deserción o abandono de la instancia.
69
acción de orden público que tutela la par condictio. Toda vez que se verifique
dicha situación de hecho, debe tener cabida esta tutela concursal.
Sin embargo, las dos demandas tienen elementos comunes, ya que ambas
deben reunir los requisitos generales para todo escrito judicial y los requisitos
especiales que la ley orden apara las demandas civiles, entre las que debemos
incluir las exigencias de contenido que enumera el arts.254 del C.P.C.
Esta demanda debe cumplir con los requisitos del art.254 del CPC. Sin
embargo, dada la multiplicidad de demandados que ésta lleva aneja, la ley
exime al deudor de su individualización, exigencia que se cumple con el
acompañamiento a la misma de un listado de todas las obligaciones del
deudor, con individualización de los acreedores correlativos, vía por la cual se
salva la necesidad de individualizar a todos los demandados en el libelo
respectivo.
70
5) Una memoria de las causas inmediatas o directas del mal estado de sus
negocios, debiendo en ella dar cuenta de la inversión del producto de las
deudas contraídas y de los demás bienes adquiridos en el último año. El
deudor que llevare contabilidad completa presentará, además, su último
balance y su cuenta de ganancias y pérdidas.
Si el deudor fuere una sociedad colectiva o en comandita las piezas indicadas
serán firmadas por todos los socios colectivos que invistan esta calidad por el
contrato social y se hallen presentes en el domicilio de la sociedad. Si el
deudor fuere otra clase de persona jurídica, las piezas referidas serán firmadas
por sus administradores (art.1286 N° 5).
71
inicie en dichos casos, inmediatamente de haber acogido el reclamo del
acreedor, un proceso ejecutivo universal.
Nuestra ley contempla como causales de nulidad del convenio las fundadas en
la ocultación o exageración del activo o del pasivo y que hubiesen sido
descubiertas después de haber vencido el plazo para impugnar el convenio
(art.1457).
Si, hay que tener presente, que esta acción de nulidad no es una acción de
nulidad strictu sensu, en el sentido de una acción por vicios del acto, sino que
una acción cuya función es sustraer al fallido del beneficio del convenio, por
ser indigno del mismo.
72
Sustantivamente, la resolución del convenio, pese a que nuestra ley consigna
ciertas normas que aparentemente son especiales, se somete, en el fondo, a
las reglas generales en materia de resolución: procede la resolución del mismo
ante cualquier incumplimiento de sus cláusulas, sea total o parcial.
Cuarta parte
LA DECLARATORIA DE QUIEBRA
Sección Primera
73
En consecuencia, siendo el juicio de quiebra un procedimiento extraordinario
se le aplican supletoriamente las normas del Código de Procedimiento Civil. En
primer término las “reglas comunes a todo procedimiento”, contenidas en su
Libro I, y en silencio de ellas, a las normas del juicio ordinario.
No obstante, la Ley de Quiebras ha establecido ciertas normas generales de
procedimiento, que difieren algunas de ellas de lo que disponen las reglas
comunes a todo procedimiento, establecidas en el C.P.C. Estas normas son las
siguientes:
74
Sin embargo, las dos demandas tienen elementos comunes, ya que ambas
deben reunir los requisitos generales para todo escrito judicial y los requisitos
especiales que la ley orden apara las demandas civiles, entre las que debemos
incluir las exigencias de contenido que enumera el arts.254 del C.P.C.
A.- DEMANDA DE QUIEBRA POR EL DEUDOR.
Esta demanda debe cumplir con los requisitos del art.254 del CPC. Sin
embargo, dada la multiplicidad de demandados que ésta lleva aneja, la ley
exime al deudor de su individualización, exigencia que se cumple con el
acompañamiento a la misma de un listado de todas las obligaciones del
deudor, con individualización de los acreedores correlativos, vía por la cual se
salva la necesidad de individualizar a todos los demandados en el libelo
respectivo.
5) Una memoria de las causas inmediatas o directas del mal estado de sus
negocios, debiendo en ella dar cuenta de la inversión del producto de las
deudas contraídas y de los demás bienes adquiridos en el último año. El
deudor que llevare contabilidad completa presentará, además, su último
balance y su cuenta de ganancias y pérdidas.
El juez citará a los tres acreedores que figuren con los mayores créditos en el
estado de deudas presentado por el deudor, o a los que hubiere si fueren
menos, para el efecto de designar a un síndico titular y uno suplente.
75
Los acreedores serán citados mediante notificación efectuada por cédula, en
la cual se indicará el nombre del acreedor y su domicilio, además del objeto de
la citación. La notificación la realiza el receptor de turno.
Una vez efectuada la última citación, dentro de tercer día se efectuará una
audiencia, que se llevará a efecto con el o los acreedores que asistan, y en
ella se nominará a los síndicos. Si asistiere más de un acreedor, la elección se
efectuará por la mayoría del total del pasivo con derecho a voto.
Sólo podrán ser síndicos las personas que tengan el título de ingeniero;
contador auditor o público o abogado.
76
acreedor particular de la misma, puede provocarla en ese carácter (arts. 1290
y 1291).
77
d) Notificación de la solicitud de quiebra. Se notifica al deudor
personalmente o en la forma prevista por el artículo 44 del Código de
Procedimiento Civil, aun cuando no se encuentre en el lugar del juicio.
No basta con que la acción de quiebra sea desechada para que el deudor
pueda intentar la acción de indemnización de perjuicios en contra del
acreedor; se requiere además que acredite que este último ha procedido con
dolo o culpa al pedir la quiebra.
La simple petición de quiebra irroga sin duda perjuicios al deudor en cuanto a
su crédito personal, como asimismo molestias y gastos en que debe incurrir
para defenderse. Estos últimos son cubiertos con las costas que ordene pagar
la resolución que desecha la solicitud de quiebra al peticionario de la misma.
Sin embargo, los otros perjuicios no son reparados y se requiere una acción
del deudor en contra del acreedor, la que sólo tiene éxito si se prueba que
este último actuó dolosa o culpablemente al solicitar la quiebra.
Asimismo, según el art. 169 del CPC, deberá expresar en letras la fecha y
lugar en que se expida, y la firma del juez o jueces que la dicten.
78
referirse al deudor que desarrolla alguna de las indicadas actividades alude al
deudor comprendido en el artículo 1285 (ex41).
Según el artículo 1267, sólo pueden ser nombrados síndicos de una quiebra
aquellas personas que, a la época de solicitarse la respectiva declaración de
quiebra formaban parte de la nómina nacional de síndicos, y que
permanezcan en ella al momento de su designación por el juez o por la junta
de acreedores.
79
La sentencia que declara la quiebra, además de la orden de que el síndico se
incaute, debe contener otra destinada a que se le preste, para este objeto, el
auxilio de la fuerza pública por el jefe más inmediato, con la sola
exhibición de copia autorizada de dicha resolución.
80
5. La advertencia al público de no pagar ni entregar mercaderías al
fallido, so pena de nulidad de los pagos y entregas; y la orden a las
personas que tengan bienes o papeles pertenecientes al fallido, para
que los pongan, dentro de tercero día, a disposición del síndico, bajo
pena de ser tenidos por encubridores o cómplices de la quiebra. Hay
dos aspectos que considerar en este requisito del contenido de la sentencia
que declara la quiebra: a) Los pagos y entregas de mercaderías al fallido, y b)
La entrega al síndico de bienes o documentos del fallido que se encuentran en
manos de terceros.
81
Según el artículo 1375 (ex 131 de la Ley de Quiebras), todos los acreedores
residentes en el territorio de la República, sin excepción alguna, tienen el
plazo de treinta días, a contar de la notificación de la declaración de quiebra,
para verificar sus créditos y alegar sus preferencias ante el tribunal que
conozca de ella.
82
La primera junta de acreedores se realiza en la sede del tribunal o en el lugar
ad hoc que éste designe en la sentencia que declara la quiebra, no antes de
treinta días ni después de cuarenta días hábiles contados desde la publicación
de dicha sentencia. Esta primera reunión de la junta de acreedores es
importante porque se trata de la sesión constitutiva del órgano y por ende se
aboca al conocimiento de las materias señaladas en el artículo 1352 de la Ley
de Quiebras.
83
Sus efectos, en otras palabras, son absolutos, es decir, aplicables erga
omnes.
2°) No sólo origina efectos para el futuro como las otras resoluciones
judiciales, sino que la declaratoria de quiebra produce efectos respecto del
pasado, efectos retroactivos relativos a situaciones ocurridas antes de su
pronunciamiento. La legislación concursal reglamenta detalladamente estos
efectos con el propósito de restablecer o reintegrar el patrimonio del fallido.
3°) Los efectos que crea la sentencia que declara la quiebra nacen desde que
se dicta, aun antes de ser notificada. No ocurre lo mismo con las otras
resoluciones judiciales, que empiezan a producir sus consecuencias jurídicas
desde que se notifican. Los artículos 1299, 1308, 1316 y 1338 corroboran que
la sentencia que declara la quiebra del deudor produce sus efectos desde que
se pronuncia.
4°) Como rasgo distintivo puede también anotarse que la sentencia que
declara la quiebra, además de los requisitos generales comunes a todas las
resoluciones judiciales de su tipo, debe contener las enunciaciones especiales
que señala el artículo 1296.
Este aviso se publica en el Diario Oficial y su texto debe ser aprobado por el
tribunal. Según el artículo 1256 (ex 6° de la Ley de Quiebras), este aviso debe
contener un extracto de la petición y copia íntegra de la resolución, a menos
que la ley o el tribunal disponga lo contrario. En este caso la ley nada dice
sobre el contenido del aviso. Creemos que será usual que el tribunal disponga
que contenga un extracto de la sentencia que declara la quiebra, cuyo texto él
mismo aprobara.
84
En virtud del artículo 49 inciso 1° de la Ley N° 4.558, de 1929, hoy derogada,
la declaración de quiebra se notificaba al fallido personalmente, si se
encontrara en el lugar del juicio, y en caso contrario se le tenía por notificado
por los avisos con que se notificaba a los acreedores.
Sección Segunda
EL RECUSO ESPECIAL DE REPOSICIÓN.
85
otros, los de apelación, de reposición, de interpretación, aclaración o
enmienda, de casación en el fondo y en la forma, de queja, de amparo, etc.
Las normas sobre Quiebras señala un medio para impugnar o dejar sin
efecto, si fuere procedente, la sentencia que declara la quiebra. Este
medio es el recurso especial de reposición, que es distinto del que
contempla el artículo 181 del Código de Procedimiento Civil.
En verdad, más que un simple recurso, el que nos ocupa representa una
verdadera oposición en el juicio de quiebra, toda vez que el deudor no
tiene otra oportunidad procesal para defenderse.
Pueden hacer valer este medio los a) los acreedores, b) el fallido y c) los
terceros interesados.
86
se trata más bien de oponerse a la ejecución, sólo se exige que el
acreedor tenga un interés actual, que justifica con su calidad de tal.
4°) Tramitación.
87
b) Procedimiento.- Se tramita como incidente. La interposición,
tramitación y fallo del recurso especial de reposición no suspenden la
quiebra, que sigue produciendo todos sus efectos. Sin embargo, el
síndico de quiebras no llega a la realización de los bienes del fallido,
pendiente la resolución del recurso, pero ejecuta todos los demás actos
que la preparan.
88
La jurisprudencia de la Corte Suprema es sostenida en el sentido de que estas
resoluciones constituyen sentencias definitivas por sus efectos y que, por
tanto procede el recurso de casación en la forma, por omisión de las formas
debidas en la redacción de ellas, y en el fondo, respecto de la sentencia
que se pronuncia sobre la apelación deducida en contra de la sentencia
recaída en el incidente especial de reposición.
Quinta Parte
Sección Primera
89
De acuerdo con la clasificación tradicional, que distingue atendiendo al tiempo
en que se producen los efectos de la declaratoria de quiebra, se clasifican en:
1°) efectos inmediatos, es decir, los que se originan con posterioridad a la
resolución que reconoce el estado de quiebra; y 2°) efectos retroactivos,
que son aquellos que afectan relaciones jurídicas celebradas con anterioridad
a la declaración de quiebra.
90
haya cesado en el pago de una obligación mercantil. Así lo ha declarado la
jurisprudencia.
2°) EL DESASIMIENTO.-
91
queda inhibido, aun antes que la sentencia se publique, cuando todavía está
en el despacho del juez, firmada por él y el secretario.
Tal efecto aparece como contrario a los principios del derecho procesal, en
especial a aquella regla del Código de Procedimiento Civil que dice que las
resoluciones judiciales sólo producen efecto desde su notificación (Art. 38).
Fundándose en esta disposición procesal, la Corte de Valdivia, en sentencia de
6 de septiembre de 1932, dijo que el desasimiento del fallido no se produce
ipso jure, sino que para que tenga lugar es preciso que la sentencia de
quiebra sea notificada. Según los autores, la solución sostenida por la Corte de
Valdivia es errónea. Antes de analizar el argumento fundado en la exégesis del
texto, hay que recordar que el problema ha sido debatido en la doctrina y que
el estudio del derecho comparado ofrece tres soluciones para determinar el
momento desde que el fallido queda inhibido:
92
De aquí que la ley francesa y la nuestra no tengan una redacción descuidada
en este punto, que admita interpretaciones destinadas a armonizarla con el
Código de Procedimiento Civil.
Esta redacción, conocidos los antecedentes sobre los sistemas que el derecho
comparado ofrece, responde a la voluntad de afiliarse a uno de ellos. La ley
expresamente nos dice que “pronunciada la declaración de quiebra, el fallido
queda inhibido de pleno derecho de la administración de todos sus bienes
presentes, salvo aquellos que sean inembargables” (Art. 1308 inc. 1º).
93
Como el desasimiento no transfiere el dominio, si los frutos de estos bienes
dieran lo suficiente para pagar las deudas y dejaran un sobrante, este
sobrante volvería al fallido (Art. 1412 (ex 168 de la Ley de Quiebras).
A) ACTOS EXTRAJUDICIALES
¿Qué pasa con el valor de los actos y contratos ejecutados o celebrados por el
fallido después de la declaración de quiebra en relación con los bienes
comprendidos en la masa?
Art. 1316. “Son inoponibles los actos y contratos que el fallido ejecute o
celebre después de dictada la sentencia que declara la quiebra, con relación a
los bienes de la masa, aun cuando no se hayan practicado las inscripciones en
los registros respectivos del Conservador de Bienes Raíces”.
94
La sanción prevista en la nueva Ley de Quiebras es indudablemente más
práctica que la establecida en la Ley N° 4.558, de 1929. En efecto, la
inoponibilidad sólo puede ser pedida por el síndico en representación de la
masa y no puede hacerse valer por cualquiera persona que tenga interés en
ello, como sucede con la nulidad absoluta.
Por otra parte, alzada la quiebra por alguno de los modos legales, los actos y
contratos ejecutados o celebrados por el fallido, durante el desasimiento, no
podrán ser atacados por vicio de nulidad por los terceros y se mantendrán
plenamente eficaces.
Sin embargo, la mayoría de los autores no comparten esta idea porque las
incapacidades existen para proteger los intereses de los incapaces, y en el
caso del desasimiento no se trata de amparar solamente al fallido, sino de
cautelar asimismo los derechos de los acreedores. No es efectivo que la
persona declarada en quiebra sea incapaz y que no pueda ejecutar los actos y
contratos relativos a los bienes de la masa y la sanción no es la nulidad sino,
como acabamos de verlo, la inoponibilidad de tales actos frente a la masa.
1) Bienes presentes;
2) Bienes que tenga el fallido en usufructo, y
3) Bienes futuros.
95
Son bienes presentes del fallido los que le pertenezcan a cualquier título por
haber ingresado a su patrimonio. Los bienes a que se refiere el desasimiento
son de carácter patrimonial, de donde resulta que no se consideran para este
efecto bienes extrapatrimoniales.
Son frutos líquidos de los bienes en usufructo los que quedan después de
deducir:
96
necesidades y las de su familia, habida consideración de su rango y de
la cuantía de los bienes sometidos a intervención.
Deducidos estos tres rubros, tenemos los frutos líquidos que ingresan a la
masa y que están bajo la intervención del síndico.
Con esta frase el legislador quiso dejar a salvo la posibilidad misma de que el
marido llegue a perder el usufructo por el hecho de que la mujer inicie en su
contra un juicio de separación de bienes o de divorcio, a consecuencia de lo
cual deban restituirle los bienes de su propiedad que estaba administrando y
gozando el marido. En estos juicios, el síndico puede actuar como
coadyuvante, como lo dice expresamente el artículo 1308 inciso final.
3.- BIENES FUTUROS.- Para conocer la suerte que corren los bienes que
han sido adquiridos con posterioridad a la declaración de quiebra, o bienes
futuros, es necesario distinguir: 1) Bienes futuros adquiridos a título gratuito, y
2) Bienes futuros adquiridos a título oneroso.
Pero, como puede ocurrir que estos bienes estén afectos a ciertas cargas o
gravámenes, lo justo es que esas cargas o gravámenes tengan preferencia
para ser satisfechos. Así lo establece el artículo 1309 inciso 1º, que dice: “El
desasimiento comprende también los bienes futuros que adquiera el
fallido a título gratuito; pero sin extinguir la responsabilidad de las
cargas con que le hayan sido transferidos o transmitidos y sin
perjuicio de los derechos de los acreedores hereditarios”.
97
B.- Bienes futuros adquiridos a título oneroso. El deudor quebrado
conserva el dominio y la administración de estos bienes. Pero, de conformidad
a lo prevenido en el artículo 1309 inciso 2º, los acreedores pueden someter
esa administración a intervención del síndico y sólo tendrán derecho a los
beneficios líquidos que de ellos se obtengan, dejando al fallido lo necesario
para sus alimentos, como en el caso del artículo 1308 inciso 4º.
B) ACTOS JUDICIALES
Como regla general, debemos señalar que el fallido no puede actuar en juicio
como demandante ni como demandado, en los bienes comprendidos en la
quiebra, lo que significa que su representación la toma el síndico de quiebras.
Este inciso del artículo 1308 se refiere sólo a los juicios en que el fallido puede
actuar como demandante o como demandado en lo relacionado con los bienes
comprendidos en la quiebra. En otras palabras, la inhabilidad rige únicamente
respecto de los juicios relativos a bienes que son objeto de desasimiento y no
para otros juicios relativos a bienes no afectos por la quiebra. Ella no se aplica
en consecuencia para los juicios en que se ventilan derechos
98
extrapatrimoniales, como por ejemplo derechos de familia, estado civil, etc.
Sin embargo, cuando estos juicios dan nacimiento a obligaciones
patrimoniales, vuelve a cobrar vigencia la inhabilidad de que tratamos.
99
caducidad del plazo cuando el deudor está constituido en quiebra o en notoria
insolvencia.
Por excepción, la ley contempla algunos casos en que terceras personas que
han garantizado el cumplimiento de obligaciones del fallido, como avalistas o
como codeudores solidarios, puedan verse afectados por la exigibilidad
anticipada de las deudas del fallido y responder antes del vencimiento de tales
obligaciones.
Estas situaciones están contempladas en el art. 1311 inc. Final que expresa:
“No obstante que la exigibilidad de que trata este artículo se refiere sólo al
fallido, si este fuere aceptante de una letra de cambio, librador de una
letra no aceptada o suscriptor de un pagaré, los demás obligados
pagarán inmediatamente”.
100
El fundamento de estas excepciones al efecto restringido de la exigibilidad
anticipada se encuentra en la seguridad de que el legislador ha querido
siempre revestir a los títulos de crédito, por la importante función que éstos
desarrollan en el tráfico mercantil.
101
c) Créditos no reajustables en moneda nacional con intereses. El valor
actual de estos créditos no vencidos a la fecha de la declaración de quiebra
será el capital más los intereses devengados hasta el día de la declaración
(art. 1311 inc.4°).
Puede apreciarse que desde la declaración de quiebra las deudas del fallido se
reajustan y devengan intereses de acuerdo con lo pactado.
102
devengan intereses, el criterio seguido por el legislador es equitativo, porque
en tales casos el acreedor no estipula intereses creyendo que el crédito se le
pagará totalmente a su vencimiento, pero como declarada la quiebra debe
aceptar lo que de ella resulte, la ley establece que su crédito devengará
intereses corrientes para operaciones de crédito de dinero no reajustables
(Ley N° 18.010). Una vez más se advierte que el legislador se esfuerza en
preservar la igualdad de los acreedores en la quiebra.
Para que opere la compensación como forma de extinguir se requiere que las
deudas reúnan las siguientes calidades: a) que ambas sean de dinero o de
cosas fungibles o indeterminadas de igual género y calidad; y b) que ambas
sean actualmente exigibles. Reunidos estos requisitos, la compensación opera
por el solo ministerio de la ley y aun sin el conocimiento de los deudores.
103
contrato; se trata de una serie de actos jurídicos que crean efectos en el
tiempo y que tienen un fin común que les sirve de nexo o vínculo que los une;
por ejemplo, el endoso de una letra de cambio, de un cheque, etc., cuando se
originan de un mismo negocio.
Por último, digamos que la compensación puede estar afecta a las acciones
revocatorias. En efecto, el artículo 1321, inciso final ha señalado un caso en el
cual se pueden ejercitar las acciones revocatorias para anular una
compensación: “Las compensaciones que hubieren operado desde la fecha de
la cesación de pagos hasta el día de la declaración de quiebra, son inoponibles
a la masa si se hubieren efectuado con créditos adquiridos contra el fallido por
cesión o endoso, con tal que el cesionario haya tenido conocimiento de la
cesación de pagos al tiempo de la cesión o endoso”.
El art. 1315 inciso primero (ex 71 de la LQ) dispone que: “La declaración de
quiebra suspende el derecho de los acreedores para ejecutar individualmente
al fallido, pero los acreedores hipotecarios y prendarios podrán iniciar o llevar
adelante sus acciones, en los bienes afectos a la seguridad de sus respectivos
créditos”.
104
Situación de los acreedores hipotecarios y prendarios.
b) El propio artículo 1315 inc.2°, que otorga este derecho, exige que el
depositario en estas gestiones sea el síndico, lo que implica que se pagan en
la quiebra.
Con tal propósito, dichos acreedores podrán iniciar los procedimientos que
correspondan, ante el tribunal que conozca la quiebra, o continuar ante él los
ya iniciados en otro juzgado, si prefrieren no dejar en manos del síndico la
realización de los bienes gravados.
105
El síndico podrá, en todo caso, si lo considera conveniente para la masa, exigir
la entrega de la cosa dada en prenda o retenida, siempre que pague la deuda
o deposite, a la orden del tribunal, su valor estimativo en dinero, sobre el cual
se hará efectivo el privilegio.
Para que exista el derecho legal de retención es necesario que exista una
disposición legal que lo contemple y que una resolución lo declare
expresamente. Este derecho se define como aquella facultad que permite al
acreedor de una obligación no cumplida retener la cosa en su poder, mientras
la prestación se cumpla. El C.P.C. asimila el derecho legal de retención a la
prenda o a la hipoteca.
106
Este efecto de la declaración de quiebra está contemplado en el inciso primero
del art. 1314 (ex 70 de la LQ) que expresa: “Todos los juicios pendientes
contra el fallido ante otros tribunales de cualquiera jurisdicción y que puedan
afectar sus bienes, se acumularán al juicio de quiebra. Los nuevos juicios que
se entablen contra la masa se sustanciarán también ante el tribunal que
conozca de la quiebra”.
Recordemos que el art. 1296 N° 4 (ex 52), señala que la resolución que
declara la quiebra debe contener la orden de acumular al juicio de quiebra
todos los juicios contra el fallido que estuvieren pendientes ante otros
tribunales de cualquiera jurisdicción y que puedan afectan sus bienes, salvo
las excepciones legales.
107
conociendo hasta la sentencia de término, y el acreedor demandante
verificará su crédito.
a) Los juicios declarativos. El art. 1314 inc. tercero inc.3°, señala que los
juicios ordinarios agregados a la quiebra seguirán tramitándose con arreglo al
procedimiento que corresponda según su naturaleza, hasta que quede
ejecutoriada la sentencia definitiva. Condenado el fallido, el síndico dará
cumplimiento a lo resuelto en la forma que corresponda.
b) Los juicios ejecutivos de obligaciones de dar. Aquí hay que hacer una
doble distinción: 1) Si se han opuesto excepciones, se seguirán tramitando con
el juez de la quiebra y con el síndico en representación del fallido hasta que se
dicte sentencia. Si la sentencia es favorable para el ejecutante, debe verificar
su crédito en la quiebra; 2) Si no se han deducido excepciones en el juicio
ejecutivo, éste se paraliza en el estado en que se encuentre, de acuerdo con
el principio general de que las ejecuciones individuales se suspenden. En este
caso, los titulares de los créditos cuya ejecución queda suspendida, deben
verificar su crédito en la quiebra.
Cumplimiento de la sentencia.
108
Los embargos y medidas precautorias que se hubieren trabado o declarado
con anterioridad a la declaratoria de quiebra, quedan sin efecto, quedarán sin
efecto, toda vez que la quiebra en sí misma no es sino un embargo general.
Dice el artículo 1314 inciso final: “Los embargos y medidas precautorias que
estuvieren decretados en los juicios que se agreguen a la quiebra quedarán si
valor desde que ella se declare, siempre que se refieran a bienes que, sin
aguardar el resultado de dichos juicios, deban realizarse en la quiebra o
ingresar a ella”.
7) LAS INHABILIDADES.-
Según el art. 1317 (ex 73) “La declaración de quiebra no priva al fallido del
ejercicio de sus derechos civiles, ni le impone inhabilidades sino en los casos
expresamente señalados por las leyes”.
3) El artículo 256 N°7 del C.O.T. señala que no pueden ser jueces los fallidos, a
menos que hayan sido rehabilitados en conformidad a la ley. El juez expira en
sus funciones si sobreviene alguna incapacidad de las establecidas en la ley
para ejercer su cargo (art.332 N°1 del C.O.T.);
Finalmente, cabe señalar que las inhabilidades son temporales, porque cesan
con la rehabilitación del fallido. El artículo 1478 (ex.235 de la L.Q.) expresa:
“La rehabilitación hace cesar todas las inhabilidades que las leyes imponen al
fallido”.
Por su parte, el artículo 1479 dispone: “La rehabilitación del fallido se produce
por el solo ministerio de la ley, en todos aquellos casos en que el
procedimiento de calificación de la quiebra concluya sin sentencia
condenatoria por el delito de quiebra culpable o fraudulenta”.
109
Sección Segunda
Por otra parte, la quiebra implica que la admi8nistración de los bienes del
fallido pase a manos del síndico con el propósito de asegurar la enajenación
de los mismos para cubrir los créditos. Esto crea el problema de la suerte que
correrán las relaciones jurídicas convenidas por el deudor, formalmente bien
celebradas, respecto de la quiebra. No se trata ahora de un conflicto entre la
masa representada por el síndico como tercero y los contratantes del fallido,
sino de considerar la quiebra como continuadora del deudor falente en los
110
actos o contratos ejecutados por éste con terceros y por ende en los derechos
y obligaciones que derivan de tales actos o contratos.
Siendo así, los derechos del tercero contratante son temperados por este
estado de cosas, sea en el interés de la quiebra misma, para no crear
desigualdades en menoscabo del principio de la par condictio creditorum, sea
en interés del mismo tercero, que no debe sufrir los daños que puedan derivar
de la situación de falencia declarada en que se encuentra su contraparte.
111
II.- Actos o contratos en que el fallido ha contraído obligaciones
recíprocas con su contraparte.- Se trata de contratos bilaterales que
generan obligaciones para ambas partes. Encontrándose en curso de
ejecución estas convenciones al tiempo de la declaratoria de quiebra, es dable
distinguir las siguientes situaciones para su cumplimiento o ejecución:
112
contratante puede compelerlo a realizar el hecho debido, conforme al
artículo 1553 N°1 del C.C., pero no está autorizado para hacer ejecutar
lo debido por cuenta del deudor falente y hacer rematar bienes para
pagar los gastos, según lo previsto en el N°2 del mismo artículo 1553 en
relación con el artículo 536 del C.P.C.
113
Según lo dispuesto en el art. 1310 (ex 66 de la LQ), la sentencia que declara
la quiebra fija irrevocablemente los derechos de todos los acreedores en el
estado que tenían al día de la sentencia definitiva. En consecuencia, los
créditos contra el deudor falente nacidos con posterioridad a la quiebra no
participan en el concurso.
114
c) Los contratos que se resuelven de pleno derecho por arreglo
judicial o la liquidación de bienes. Están en primer lugar los contratos
celebrados intuito personae, v.gr., mandatos, sociedades de personas, cuenta
corriente bancaria. En segundo lugar están los contratos que contienen
cláusulas contractuales que prevén la resolución de pleno derecho del
contrato por el solo hecho del arreglo judicial o de la liquidación de bienes.
Sección Tercera
Este contrato está definido en el art.602 del C.de C. Las partes que lo celebran
se obligan a efectuar o a recibir remesas en propiedad de dinero u otros
valores, a acreditar al remitente por sus remesas, a liquidarlas en las épocas
convenidas, a compensarlas de una sola vez hasta la concurrencia del débito y
crédito y a pagar el saldo.
Atendidos los efectos que este contrato origina, no puede menos que
terminarse en el caso de declaración de quiebra de uno de los contratantes.
Así lo establece el art. 611, inciso 2° del C.de C.
Los cheques que se giran por el fallido después de ser declarado en quiebra,
deben ser protestados por el banco por cuenta cerrada.
115
El banco, en este caso, debe abstenerse de pagarlos, porque, de acuerdo con
el artículo 11, inciso 3° de la Ley de Ctas.Ctes., el cheque dado en pago se
sujeta a las reglas generales de la letra de cambio, bajo sanción de que si los
paga lo hace por su cuenta y riesgo, debiendo reintegrar los fondos a la masa.
La causa del protesto en este caso sería la quiebra del girador. De cualquier
modo el portador del documento puede hacer efectivas las acciones civiles y
penales con que la ley asegura el cumplimiento de la prestación contenida en
el título de crédito.
3. EL MANDATO.-
Según lo previsto en el artículo 2163 N°6° del C.C., el mandato termina por la
quiebra del mandante o del mandatario.
116
sus propios fondos mercaderías compradas por orden y cuenta del fallido,
puede ejercitar las mismas acciones que el art.87 otorga al vendedor a quien
no se le ha pagado el precio, esto es, puede dejar sin efecto la tradición,
recuperar la posesión y pedir la resolución de la compraventa. Puede también
retener las mercaderías hasta el completo pago de su crédito.
Para favorecer al comisionista del fallido, que ha pagado con fondos propios o
que está obligado a pagar mercaderías remitidas a éste, que aún no han
llegado a su poder, la ley lo subroga en los derechos del vendedor y de esta
manera el comisionista puede llegar a ser dueño de las mercaderías, cuando
ejerce el derecho que le corresponde al vendedor de dejar sin efecto la
tradición (derecho legal de retención).
117
artífice declarado en falencia, quedándole a salvo al primero la facultad de
pedir la terminación o resolución del contrato, cobrar lo que haya pagado a
cuenta y los perjuicios correspondientes.
5. CONTRATO DE SOCIEDAD.-
118
quiebra tenía en la sociedad de la cual formaba parte. Para dilucidar este
problema conviene mantener la distinción entre sociedades de personas y
sociedades de capitales.
119
En el caso de que dichas acciones estuvieren suscritas pero no pagadas, el
síndico puede cumplir el contrato de suscripción de acciones si estima que ello
es beneficioso para la masa, pagando el precio y exigiendo la entrega de los
títulos (acciones) para su posterior enajenación. Puede, si considera que tal
convención no es favorable al concurso, abstenerse de cumplirla.
120
tenga endosantes traslaticios de dominio que no hayan limitado su
responsabilidad y avalistas, cobrarla anticipadamente respecto de dichos
responsables por garantía. Sin duda que esta segunda posibilidad es más
favorable para el portador de la letra.
7. CONTRATO DE ARRENDAMIENTO.-
Según el art. 1315 (ex 71 inciso final de la LQ) “Durante los 30 días siguientes
a la declaración de quiebra, el arrendador no podrá perseguir, por los
arriendos vencidos, la realización de los muebles destinados a la explotación
de los negocios del fallido, sin perjuicio de su derecho para solicitar las
providencias conservativas que le convengan. Si el arrendamiento hubiere
expirado por alguna causa legal, el arrendador podrá exigir la entrega del
inmueble arrendado y entablar las acciones a que haya lugar en derecho”.
121
negocios del fallido, sobre los cuales el arrendador goza de derecho legal de
retención, según lo dispone el art.1942 del C.C., bienes que puede realizar
fuera de la quiebra, con el fin de dar tiempo a los acreedores para deliberar
acerca de si les conviene continuar o no el giro del fallido.
8. CONTRATO DE COMPRAVENTA.
b) Quiebra del comprador.- Según el art. 1330 (ex 86 LQ), “El contrato de
compraventa podrá resolverse por falta de cumplimiento de las obligaciones
del comprador fallido, salvo cuando se trate de cosas muebles que hayan
llegado a poder de éste.
122
Por otra parte, tratándose de cosas muebles vendidas y remitidas al fallido
según el art. 1333 (ex 89 LQ), se entiende que las mercaderías están en
tránsito desde el momento que las reciben los agentes encargados de su
conducción, hasta que queden en poder del comprador fallido o de persona
que lo represente. Ahora bien, según el art. 1331 (ex 87), mientras están en
camino las cosas muebles vendidas y remitidas al fallido, el vendedor no
pagado puede dejar sin efecto la tradición, recuperar la posesión y pedir la
resolución de la compraventa.
El vendedor podrá también retener las cosas vendidas hasta el entero pago de
su crédito.
En caso de que las cosas en camino hayan sido vendidas durante su tránsito a
un tercero de buena fe, a quien se le hubiere transferido la factura,
conocimiento o carta de porte, el vendedor no puede usar los derechos que le
otorga el art. 1331 (ex 87), es decir, recuperar la posesión y pedir la
resolución del contrato. Pero si el nuevo comprador no hubiere pagado el
precio antes de la declaración de quiebra, el vendedor primitivo podrá
demandar su entrega hasta la concurrencia de la cantidad que se le deba (art.
1332 ex 88 L.Q.).
9. EL CONTRATO DE TRABAJO.-
123
Sección Cuarta
124
Es importante, entonces, determinar en que momento se produce la
cesación de pagos para saber desde cuándo pueden dejarse sin
efecto los actos del deudor fallido, mediante el ejercicio de las acciones
revocatorias que constituyen los efectos retroactivos de la quiebra.
Por su parte, el artículo 1305 expresa: “El síndico dentro del plazo de sesenta
días corridos desde que hubiere asumido el cargo propondrá al tribunal la
fecha de cesación de pagos del fallido. El juzgado ordenará notificar por
avisos esta proposición”.
125
(ex 41), debió pedir su propia quiebra. De ser así, evita las
consecuencias por no haberla solicitado;
De acuerdo con el inciso final del art. 1305, la resolución que fija la fecha de
cesación de pagos sólo será susceptible del recurso de apelación.
El artículo 1307 (ex 63) expresa: “La cesación de pagos no podrá ser fijada en
un día anterior en más de dos años a la fecha de la resolución que declare la
quiebra”.
126
Esta norma es consecuente con el art. 1324 (ex 80), que fija un plazo de dos
años, contado desde la celebración del acto o contrato, para la prescripción de
las acciones de inoponibilidad.
Sexta Parte
Sección Primera
La acción pauliana civil es aquella que tiene por objeto hacer volver al
patrimonio del deudor bienes que no se encuentran en su poder y de los
cuales se ha desprendido mediante actos ejecutados en fraude a sus
acreedores.
127
conservativas y no puede intentar acciones para cuyo ejercicio se requiere ser
acreedor.
b) Que este acto sea válido, aun cuando nada impide que se trate de un
acto anulable, cuya nulidad no haya sido declarada;
c) Que este acto contrato sea ruinoso para el deudor, en el sentido que
produzca empobrecimiento;
128
En cambio, cuando la acción se intenta para revocar actos unilaterales y
contratos gratuitos, se requiere solamente que exista mala fe de parte del
deudor, no interesando que el tercer adquirente esté de buena o mala fe.
Sección Segunda
LAS ACCIONES REVOCATORIAS CONCURSALES
Las normas sobre Quiebras en sus artículo 1318 (ex 74) y siguientes
contempla estas acciones y califica de inoponibles a la masa los actos o
contratos ejecutados o celebrados en periodo sospechoso. La antigua ley
declaraba que estos actos eran “nulos relativamente a la masa”. La Ley
20.073 que modificó las normas sobre quiebras, reconoce expresamente que
la verdadera naturaleza jurídica de las acciones revocatorias concursales es la
de acciones de inoponibilidad.
129
Según lo dispone el artículo 1318 (ex 74 de la LQ), “Son inoponibles a la masa
los actos o contratos a título gratuito que hubiere ejecutado o celebrado el
deudor desde los 10 días anteriores a la fecha de la cesación de pagos y hasta
el día de la declaración de quiebra.
130
prendas e hipotecas pueden ser actos gratuitos u onerosos. Son actos
gratuitos cuando las constituye un tercero sin remuneración o si el
deudor las constituye después del nacimiento de la obligación.
En los casos en que los beneficiados con estos actos fueran los parientes a
que se refiere el art. 1318 inc. 2° (ex 74), se amplía el periodo sospechoso a
120 días antes de la cesación de pagos y hasta la declaración de quiebra. En
este caso los actos presentan caracteres de mayor irregularidad y podría
prestarse para transferir bienes en perjuicio de los acreedores, incluso
haciéndolo por interpósita persona.
Esta acción aparece contenida en el art. 1319 ( ex75) que expresa: “Con
respecto a los demás actos o contratos ejecutados o celebrados por el deudor
en cualquier tiempo, con anterioridad a la fecha de la declaración de quiebra,
se observará lo prevenido en el artículo 2468 del Código Civil.
“Se presume que el deudor conocía el mal estado de sus negocios desde los
10 días anteriores a la fecha de cesación de pagos”.
131
configuren presunciones de mala fe. Por esa razón el inciso 2° del artículo
1319 (ex 75) estableció una presunción simplemente legal en contra del
deudor, que consiste en presumir que éste está en conocimiento del mal
estado de sus negocios desde los diez días anteriores a la cesación de pagos.
Dice el artículo 1319 inciso 2°: “Se presume que el deudor conocía el mal
estado de sus negocios desde los diez anteriores a la fecha de cesación de
pagos”.
Debe acreditarse asimismo el perjuicio que este acto o contrato causa a los
acreedores.
¿Cómo operan las dos acciones de nulidad que hemos estudiado? Del
siguiente modo:
Las normas sobre quiebras son más severas con el deudor calificado. Ello se
debe exclusivamente a una característica de las actividades ejercidas que
implican el recurso al crédito, uno de cuyos elementos es la confianza en el
deudor.
132
1) ACCIONES DESTINADAS A REVOCAR ACTOS QUE CONSTITUYEN
MERAS LIBERALIDADES.-
Requisitos de estas acciones. Para que operen estas acciones es necesario que
concurran dos presupuestos:
Es por eso que el artículo 1320 (ex 76) declara: “Son inoponibles a la masa los
siguientes actos o contratos ejecutados o celebrados por el deudor desde los
diez días anteriores a la fecha de la cesación de pagos y hasta el día de la
declaración de quiebra:
“1. Todo pago anticipado, sea de deuda civil o comercial, y sea cual fuere la
manera en que se verifique. Se entiende que el fallido también anticipa el
pago cuando descuenta efectos de comercio o facturas a su cargo, y cuando
lo verifica renunciando al plazo estipulado a su favor”.
133
En términos generales, puede decirse que el descuento es un contrato
oneroso, pues ambas partes se benefician con el contrato. En efecto, el
descontante o vendedor, que necesita efectivo, recibe de inmediato el valor
del documento con deducción de la tasa de descuento, que en nuestro país no
puede exceder del máximo convencional. A su vez, el comprador del
documento gana la tasa de descuento, pues percibirá al vencimiento del
documento su valor íntegro.
El artículo 1467 (ex 220 N°6 de la LQ) establece una presunción de quiebra
fraudulenta cuando el deudor paga anticipadamente una deuda después de la
cesación de pagos y con perjuicio a los acreedores. En los términos del art.
1468 (ex 221 N°6), se presume que son cómplices de quiebra fraudulenta “los
que, con conocimiento de la cesación de pagos, obtuvieren el pago anticipado
del todo o parte de su crédito”.
Según lo prescribe el N° 2 del art. 1320 (ex 76), debe ser revocado: “2. Todo
pago de deuda vencida que no sea ejecutado en la forma estipulada en la
convención”, que se realice en el período sospechoso. La dación en pago de
efectos de comercio equivale a pago en dinero”.
La Ley estima que este acto, realizado por el deudor en el período sospechoso,
configura una presunción de mala fe del deudor, porque mediante él podrían
sustraerse al activo de la quiebra bienes de mayor valor. No es natural que un
deudor dé en pago a su acreedor otra cosa que la debida. Además, implica
preferencia de un acreedor respecto de otro.
No obstante, existe una forma de dación en pago que se acepta por ser de uso
frecuente en la práctica mercantil: se trata de aquella que se hace mediante la
entrega de efectos de comercio, que se equipara al pago en dinero.
134
Se justifica esta disposición, pues, si la obligación ha nacido sin garantía, pero
posteriormente, encontrándose al borde de la quiebra, el deudor constituye a
favor de su acreedor una seguridad real que lo coloca en una situación
privilegiada con respecto a los demás acreedores, la ley no puede tolerar tal
situación, antentatoria al principio de la “par condictio”. La diferencia de
fecha entre la obligación principal y la constitución de la garantí hace presumir
el ánimo de favorecer a un acreedor en perjuicio de los derechos iguales de
los demás
Según el artículo 1321 (ex 77): “Son inoponibles a la masa los pagos no
comprendidos en el número 2 del artículo anterior y los actos o contratos a
título oneroso, ejecutados o celebrados por el deudor a contar de la fecha de
la cesación de pagos hasta el día de la declaración de quiebra, siempre que
los acreedores pagados y los que hubieren contrato con el fallido hubieren
tenido conocimiento de la cesación de pagos.
135
Esta revocatoria abarca todos los pagos, actos y contratos a título oneroso, no
siendo aplicable a los actos a título gratuito, que quedan comprendidos en el
artículo 1318 (ex 74), y a los pagos de deudas vencidas, a que se refiere el
N°2 del ex artículo 76.
Además, en el inciso 2° del art. 1321 y el artículo 1322 (ex 78) de la ley del
ramo se encargan de dar reglas especiales en materia de compensaciones y
pagos de letras de cambio o pagarés a la orden.
El artículo 1313 (ex 69) señala que: “La declaración de quiebra impide toda
compensación que no hubiere operado antes por el ministerio de la ley, entre
las obligaciones recíprocas del fallido y acreedores, salvo que se trate de
obligaciones conexas, derivadas de un mismo contrato o de una misma
negociación y aunque sean exigibles en diferentes plazos”.
136
excepción, a que se refiere el art. 1321 inciso 2° (ex77): “Las compensaciones
que hubieren operado desde la fecha de la cesación de pagos hasta el día de
la declaración de quiebra, son inoponibles a la masa si se hubieran efectuado
con créditos adquiridos contra el fallido por cesión o endoso, con tal que el
cesionario haya tenido conocimiento de la cesación de pagos al tiempo de la
cesión o endoso”.
El art. 1322 expresa: “Si el fallido hubiera pagado letras de cambio o pagarés
después de la fecha asignada a la cesación de pagos y antes de la declaración
de quiebra, no podrá exigirse la devolución de la cantidad pagada sino de la
persona por cuya cuenta se hubiere verificado el pago.
En las letras de cambio que paga el fallido, la persona por cuya cuenta se
realiza el pago es el librador y en el pagaré a la orden lo es el beneficiario. Por
lo tanto, no puede intentarse la revocación en contra de los endosatarios o
dueños por endoso del documento.
137
Cheques señala que el cheque dado en pago de obligaciones se sujetará a las
reglas de la letra de cambio).
“Con todo, las inscripciones hechas después de los diez días anteriores a la
cesación de pagos son inoponibles a la masa si hubieren transcurrido más de
quince días entre la fecha del instrumento constitutivo de la hipoteca y la
fecha de la inscripción.
138
de un día por cada 100 kms. de distancia entre el lugar en que se
hubiere constituido la hipoteca y el lugar donde deba hacerse la
inscripción de la hipoteca. El hecho de retardar la publicidad de la
hipoteca (que es la inscripción) implica una sospecha o presunción de
fraude, y
139
En consecuencia, el sujeto pasivo de las revocatorias concursales no es el
fallido, sino el tercero que contrata con él.
Prescripción de las acciones. Según el art. 1324 (ex 80 LQ) las acciones
revocatorias concursales prescriben en el plazo de dos años, contado desde la
fecha del acto y contrato que se trata de impugnar. Este plazo se suspende a
favor de los acreedores por el lapso de otros dos años desde la fecha de la
resolución que declara la quiebra. Antes de la modificación de esta norma por
la ley 20.073, el plazo era de 1 año. Esta norma puede relacionarse con el
artículo 1307 (ex63), que señala que la fecha de la cesación de pagos no
puede fijarse en un día anterior en más de dos años a la fecha de la resolución
que declara la quiebra.
Sección tercera
OTRAS ACCIONES QUE PUEDEN INTENTARSE CONTRA EL FALLIDO: REIVINDICACIÓN,
RESOLUCION Y RETENCION
140
Expresa esta norma que las tercerías de dominio que estuvieren iniciadas al
tiempo de la declaratoria de quiebra continuarán tramitándose en
conformidad al procedimiento que corresponda (ex art.85, inc.2°). Si dichos
procedimientos de recuperación se hubieren empezado a tramitar con
posterioridad a la declaratoria de quiebra, las reglas generales no sufren en
este caso ninguna variación.
2.- LA REIVINDICACION.
Así lo dispone el artículo. 1326 (ex 82) que expresa: “Podrán ser reivindicados
los efectos de comercio y cualquier otro documento de crédito no pagado y
existente al tiempo de la declaración de quiebra en poder del fallido o de un
tercero que lo conserve a nombre de aquél, siempre que el propietario los hay
entregado o emitido al fallido por un título no traslaticio de dominio”.
141
En el fondo, esto no constituye sino la aplicación de las reglas generales de la
acción reivindicatoria. Si el documento se hubiere pagado, no es reivindicable.
Pasa entonces a confundirse lo pagado con los demás bienes del fallido. Se
convierte en género, se pierde la identidad jurídico-material del instrumento
que se reivindica, por lo que no procede la acción. En este caso el comitente
debe verificar su crédito en la quiebra y someterse a las resultas del prorrateo.
Una vez declarada la quiebra, el síndico no tiene por qué cobrar el documento,
ya que a partir de ese instante cesa de pleno derecho el mandato que tenía el
fallido para el cobro. Si, no obstante, cobrara el documento, ejecutaría un acto
indebido y tendría que restituir íntegramente el monto de lo recibido.
En consecuencia, de acuerdo con esta norma, todas las especies que el fallido
tenga en su poder y de las cuales no es dueño pueden reivindicarse, siempre
que concurran los siguientes requisitos:
142
de parte del otro contratante. Vale la pena recordar simplemente que la
condición resolutoria ordinaria no da lugar a la acción resolutoria, porque sus
efectos se originan de pleno derecho.
El art. 1330 (ex 86, la LQ) expresa: “El contrato de compraventa podrá
resolverse por falta de cumplimiento de las obligaciones del comprador fallido,
salvo cuando se trate de cosas muebles que hayan llegado a poder de éste”.
Puede ocurrir también que las cosas muebles en tránsito hayan sido vendidas
durante la conducción a un tercero de buena fe, a quien se le transfiere la
143
factura, conocimiento o carta de porte, caso en el cual el vendedor primitivo
no podrá intentar la acción resolutoria. Sin embargo, si el nuevo comprador no
hubiere pagado el precio antes de la declaración de quiebra, el vendedor
primitivo podrá demandar su entrega hasta concurrencia de la cantidad que
se le deba. Tal es la situación prevista en el art. 1332 (ex 88 de la LQ), a la que
tuvimos ocasión de referirnos al tratar los efectos inmediatos de la declaración
de quiebra.
Por último, hay que señalar, que la resolución no opera de pleno derecho y
que requiere en consecuencia de una decisión judicial. El ejercicio de esta
acción por el contratante cumplidor o diligente puede asimismo enervarse
mediante el cumplimiento de lo debido, pagando la deuda, intereses, costas y
perjuicios, o dando caución que asegure el pago. Claro está que por
encontrarse en quiebra el comprador la acción resolutoria debe enervarla el
síndico en su representación. Así lo establece el artículo 1337 (ex 93 de la
LQ), que expresa: Ën los casos a que se refieren los artículos precedentes, el
síndico podrá oponerse a la resolución o retención y exigir la entrega de las
cosas vendidas o retenidas, pagando la deuda, intereses, costas y perjuicios, o
dando caución que asegure el pago”.
Según esta norma, el derecho legal de retención puede hacerse valer en caso
de quiebra.
Por otro lado, el artículo 1336 (ex 92), señala los requisitos para que opere el
derecho legal de retención, a saber:
SEXTA PARTE
144
LIQUIDACION DEL PASIVO.
ASPECTOS GENERALES.
Esta materia está tratada en el Título IX, artículos 1375 (ex 131) y siguientes.
Sección Primera
LA VERIFICACION DE CREDITOS Y ALEGACION DE PREFERENCIAS.
145
impugnación. Si transcurre el término que la ley señala sin que los créditos
sean impugnados o si la impugnación es rechazada, se tendrán por
reconocidos para ser solucionados por la quiebra.
La verificación puede ser ordinaria, si se hace valer dentro de los plazos que
señala la ley y extraordinaria fuera de esos plazos.
Sin duda que los acreedores en la masa están obligados a verificar sus
créditos, y esta institución representa para ellos la única manera de hacer
valer sus derechos. En cambio, los acreedores de la masa, como son, por
ejemplo, el arrendador del local comercial en el que el fallido ejercía su
actividad, los titulares de créditos solicitados por el síndico para continuar
provisoriamente el giro del quebrado, no deben verificar sus créditos, sino que
el síndico debe pagarles inmediatamente. Se considera incluso que el fallido
es acreedor de la masa respecto de los alimentos, porque el artículo 1304 (ex
60) emplea la expresión “derecho a que la masa le dé alimentos a él y su
familia”.
De conformidad con lo prevenido por el art.1375 (ex 131 de la LQ), todos los
acreedores que tenían el carácter de tales a la fecha de la declaratoria deben
hacer valer sus derechos mediante la verificación de créditos.
146
participar en los repartos que haga el síndico. Las nóminas de créditos y
preferencias reconocidos se forman teniendo en cuenta los procesos de
verificación e impugnación de créditos y preferencias.
147
En cuanto a los títulos justificativos del crédito verificado, debemos señalar
que ellos sirven para acreditar su existencia, la fuente de donde emanan. Esto
no significa que sólo pueden verificarse títulos ejecutivos, porque la ley no
formula tal exigencia y por el hecho de que el juicio de quiebra tiene por
finalidad el pago a todos los acreedores. El título ejecutivo es exigencia para
pedir la quiebra.
148
La resolución que declare cerrado el proceso ordinario de verificación debe
notificarse también por aviso dentro de quinto día. Tiene importancia esta
resolución porque desde que se notifica no pueden hacerse verificaciones
ordinarias. A partir de su notificación, corre también el plazo de quince días
para impugnar los créditos y preferencias (art. 1381 (ex 137).
Según el art. 1384 (ex 140), los acreedores que no hayan verificado
oportunamente sus créditos o preferencias, podrán hacerlo mientras haya
fondos por repartir, en cualquier tiempo, para ser considerados en los repartos
futuros. La solicitud de verificación será notificada al síndico por cédula y al
fallido y acreedores por aviso, a costa del solicitante.
149
término es diferente según se trate de la fecha en que se haya notificado al
síndico o al fallido y a los acreedores.
150
La primera persona llamada a plantear la impugnación del crédito es el
síndico, de acuerdo con las normas contenidas en los artículos 1381 (ex 137) y
|271 N° 15 (ex 27). Especial importancia, para los efectos de la impugnación
que haga valer el síndico, tiene el origen del crédito y su título justificativo,
indicado por el acreedor al hacer valer la verificación.
Mientras que para los acreedores y para el fallido es facultativo impugnar los
créditos, para el síndico de quiebras representa una obligación, cuando a su
juicio no se encuentren debidamente justificados. Para cumplir con tal
obligación el síndico de quiebras debe realizar un prolijo examen de los
créditos y preferencias, indagando respecto d su origen, cuantía y legitimidad,
por todos los medios que tenga a su alcance. Así lo establece el Art. 1379 (ex
135), con el propósito de que la determinación del pasivo no quede entregada
a las pretensiones de los acreedores y corresponda a créditos existentes y a
preferencias efectivas.
Por último, las normas sobre quiebra otorgan a los acreedores el derecho a
impugnar los créditos verificados en la quiebra. Para que el acreedor pueda
ejercer la acción de impugnación es necesario que sea parte en el juicio de
quiebra, es decir, que haya verificado un crédito.
151
C.- ASPECTOS PROCESALES DE LA IMPUGNACIÓN.
Según el art.1382 (ex 138), los créditos que no hayan sido impugnados dentro
del plazo que la ley señala, se tendrán por reconocidos. Este reconocimiento
opera por el solo ministerio de la ley, sin que medie resolución judicial alguna.
152
formar una nómina de los acreedores cuyos créditos no hubieren sido
impugnados, con anotación de las preferencias que les correspondan y de lo
que se les deba por capital e intereses. La nómina de los créditos reconocidos
se agrega a los autos y se pone en conocimiento de los acreedores por medio
de aviso, que la contiene íntegramente (art. 1387, ex 143).
Sólo los acreedores que figuren en las nóminas de créditos reconocidos tienen
derecho a participar en las distribuciones que haga el sindico (art.1387 inciso
final).
El derecho del acreedor cuyo crédito ha sido reconocido para ser pagado en la
quiebra, está expresamente consagrado en el art.1382 (ex 138).
E.- EL PAGO DE CREDITOS VERIFICADOS.
Para determinar cuándo deben pagarse los créditos es necesario distinguir los
diversos órdenes de prelación en derecho común.
Según el art. 2472: “La primera clase de créditos comprende los que nacen de
las causas que en seguida se enumeran:
153
realización del activo y los préstamos contratados por el síndico para los
efectos mencionados;
5. Las remuneraciones de los trabajadores y las asignaciones familiares;
6. Las cotizaciones adeudadas a organismos de Seguridad Social o que se
recauden por su intermedio, para ser destinadas a ese fin, como
asimismo los créditos del Fisco en contra de las entidades
administradoras de fondos de pensiones por los aportes que aquel
hubiere efectuado de acuerdo con el inciso tercero del artículo 42 del
D.L. 3.500, de 1980;
7. Los artículos necesarios de subsistencia suministrados al deudor y su
familia durante los últimos 3 meses;
8. Las indemnizaciones legales y convencionales de origen laboral que
correspondan a los trabajadores, que estén devengadas a la fecha en
que se hagan valer y hasta un límite equivalente a 15 ingresos mínimos
mensuales por trabajador. Por el exceso, si lo hubiere, se considerarán
valistas;
9. Los créditos del Fisco por los impuestos de retención y recargo”.
En virtud de la regla contenida en el inciso 2 del art. 1392 (ex 148), los
créditos a que se refieren los N 1 y 4 del artículo 2472 no necesitan
verificación (costas judiciales y gastos de la quiebra).
154
que se acoja dicha demanda, sin perjuicio de los pagos administrativos que
procedan ( art. 1392 inciso penúltimo). Esta norma fue modificada por la Ley
20.073, antes de la modificación no era necesario verificar y se pagaban con
el solo mérito de la sentencia judicial ejecutoriada que así lo ordene.
El inciso final del artículo 1392 (ex 148) expresa que: “En caso de quiebra, hay
objeto ilícito en la renuncia de cualquier monto de los créditos a que se
refieren los números 5, 6 y 8 del artículo 2472 del Código Civil, sin perjuicio de
la transacción convencional o judicial que se celebre con posterioridad a la
notificación de la sentencia de primera instancia del juicio laboral o provisional
respectivo”.
Finalmente, hay que advertir que de acuerdo a lo señalado en el art. 1392 (ex
148, inc. 7°), el síndico al realizar estos pagos cuidará que el monto del saldo
del activo sea suficiente para asegurar el pago de los créditos de mejor
derecho.
c) Créditos de segunda clase.- Según el art. 1393 (ex 149), los acreedores
de la segunda clase, incluso los que gocen del derecho de retención
judicialmente declarada, pueden ser pagados sin aguardar las resultas de la
quiebra, siempre que se asegure lo necesario para pagar los créditos de la
primera clase, si los demás bienes de la masa no parecieren suficientes para
satisfacerlos.
Recordemos en relación con esta materia que, según lo previsto por el art.
1370 (ex 126), acordada la enajenación como unidad económica, se suspende
el derecho de los acreedores hipotecarios, prendarios y retencionarios para
iniciar o proseguir en forma separada las acciones dirigidas a obtener la
realización de los bienes comprendidos dentro de la unidad económica,
afectos a la seguridad de sus respectivos créditos.
155
quiebra. Sin embargo, la opinión mayoritaria sostiene que deben hacerlo,
puesto que la ley no los ha dispensado expresamente de esta carga y porque
el proceso de verificación y la impugnación permiten a los demás acreedores,
al fallido y al síndico discutir la existencia, monto y preferencia invocada. Las
disposiciones de los artículos 1296 (ex 52 N°6) y 1375 (ex 131) corroboran
esta afirmación.
156
c) Situación del acreedor que ha verificado extraordinariamente.- El
problema básico que aquí se presenta consiste en saber cómo se va a pagar al
acreedor que ha verificado extraordinariamente.
Por su parte, el art. 1399 (ex 155) señala que la cantidad reservada para los
acreedores residentes fuera del territorio de la República permanecerá en
depósito hasta el vencimiento del duplo del término de emplazamiento que les
corresponda y, vencido este plazo, se aplicará al pago de los créditos
reconocidos.
4) REPARTO DE FONDOS.-
Estos repartos deben anunciarse por aviso y por carta certificada dirigida a
cada acreedor (art. 1396 ex 151).
Sección Segunda
157
El procedimiento de conservación y realización comprende el conjunto de
normas relativas a las facultades que la ley entrega a la junta de acreedores y
al síndico para administrar los bienes del fallido, para realizarlos en la forma y
según los procedimientos que ella determina.
La incautación debe hacerse bajo inventario por el síndico (art. 1338 N°2), en
presencia del secretario del tribunal o de un notario o de otro ministro de fe
designado por el juez.
158
c) La formación de inventario.-
La resolución que tiene por agregado el inventario a los autos se notifica por
aviso (art.1338 ex 94 N° 3). El fallido o los acreedores que tengan objeciones
que hacer al inventario las formulan en el plazo de 15 días contado desde la
fecha de publicación del aviso. Este mecanismo, permite a los acreedores y al
fallido lograr la exclusión de bienes de la quiebra, en forma más expedita, sin
perjuicio del derecho del dueño de intentar la acción reivindicatoria.
159
4.- Cierre de los establecimientos del fallido.- El art. 1343 (ex 99)
establece que el síndico puede, hasta la primera junta de acreedores y según
lo estime conveniente a los intereses de la masa, cerrar bajo sello y paralizar
la actividad de todo o parte de los locales, oficinas y establecimientos del
fallido.
Según lo disponen los artículos 1271 (ex 27 N°7) y 1308 (ex 64), la
administración de que es privado el fallido pasa de derecho al síndico, que se
hará cargo de los bienes de aquel. Se trata de una administración diferente a
la que pueda ejercer un mandatario o un representante legal; ella está
destinada a la conservación e incremente de los bienes del deudor declarado
en quiebra.
El art. 1271, que contiene las atribuciones y deberes de los síndicos, señala
algunas facultades relativas a la administración.
Le incumbe especialmente:
160
que lo justifiquen, pueden el síndico, con autorización del tribunal, iniciar de
inmediato la continuación efectiva del giro (art. 1343 ex 99).
Las obligaciones contraídas por el síndico en la continuación del giro del fallido
sólo pueden hacerse efectivas sobre los bienes comprendidos en la quiebra,
sin perjuicio del derecho preferente de los acreedores privilegiados e
hipotecarios.
161
En la primera junta de acreedores se oye la cuenta del síndico provisional,
designado por la resolución que declara la quiebra, sobre el estado de los
negocios del fallido, de activo y pasivo y de la labor por él realizada (art. 1352
ex 108 N°1).
162
favorable del fallido. La subasta en este caso debe efectuarse ante el juez que
conoce de la quiebra (art.1367 ex 123, inciso segundo). Finalmente, el
precepto faculta al síndico para formular oposición fundada a dicho acuerdo,
dentro de tercero día, la que será resuelta por el juez como incidente.
Reglas supletorias:
El art. 1364 (ex 120) contiene las normas supletorias en defecto de una
decisión de la junta de acreedores sobre la forma y modalidades de la
realización del activo de la quiebra. Señala la norma: “Salvo el caso de
realización sumaria del activo de la quiebra a que se refiere el artículo 1353, el
síndico procederá a su realización ateniéndose a los acuerdos de la junta de
acreedores si los hay, y a las disposición que se expresan a continuación”.
163
unidad conserva su propia individualidad y régimen de transferencia de
dominio, como el de su protección.
El artículo 1368 (ex 124) señala que “Los acreedores, que reúnan más de la
mitad del total pasivo de la quiebra, podrán acordar la enajenación de todo o
parte del activo de la misma como un conjunto o unidad económica, en
subasta pública y al mejor postor. Esta deberá efectuarse ante el juez que
conoce de la quiebra”.
Según el artículo 1369 (ex 125), en las bases de este tipo de enajenación se
indica, a lo menos, lo siguiente:
164
Suspensión del derecho de los acreedores hipotecarios, prendarios y
retencionarios. Según el art. 1370 (ex 126), acordada la enajenación como
unidad económica, se suspende el derecho de los acreedores hipotecarios,
prendarios, retencionarios y de otros acreedores para iniciar o proseguir en
forma separada las acciones dirigidas a obtener la realización de los bienes
comprendidos dentro de la unidad económica, afectos a la seguridad de sus
respectivos créditos.
Segunda Oferta.- Según el art. 1371 (ex 127), cuando no hay interesados en
la primera oferta de enajenación como unidad económica, conforme a las
bases, se procede a ofrecerla nuevamente en subasta pública y al mejor
postor, pudiendo en tal caso rebajarse el precio hasta los dos tercios del fijado
en las aludidas bases. Para introducir modificaciones a las bases de
enajenación para el segundo llamamiento es preciso contar con la probación
de los acreedores que reúnan más de la mitad del total del pasivo de la
quiebra.
Escritura pública.- Según el art. 1372 (ex 128) la enajenación como unidad
económica deberá constar en escritura pública en la que se insertarán, en lo
pertinente, todas las piezas que den cuenta de las actuaciones de la subasta,
la que servirá de título suficiente para requerir el alzamiento de todos los
gravámenes, prohibiciones o embargos que afecten a los bienes
comprendidos en la unidad enajenada.
165
inmuebles, en que el plazo es de nueve meses. Ambos plazos pueden
prorrogarse por el tribunal de la quiebra, por una sola vez y hasta el máximo
de 6 meses, a solicitud del síndico. Lo anterior no se aplica a los bienes
comprendidos en la continuación efectiva del giro del fallido, respecto de los
cuales rigen los plazos establecidos en dicha continuación (art. 1374 (ex 130).
SEPTIMA PARTE
Por ser la quiebra una institución tutelar que comprende aspectos sustantivos,
procesales, penales y administrativos, en ella tiene intervención numerosos
órganos.
Señalemos, en primer lugar, que para que la quiebra produzca los efectos que
le son propios, se requiere que sea declarada por un órgano jurisdiccional
competente: el tribunal de la quiebra.
A continuación nos referiremos al rol que cumple cada uno de estos órganos
de la quiebra: a) el tribunal de la quiebra; b) los síndicos; c) junta de
acreedores y d) La Superintendencia de Quiebras.
166
punto fundamental, que sin su intervención simplemente no hay quiebra ni se
originan sus efectos jurídicos.
167
función de administración ejecutiva, propia del estado, pero confiada a este
particular.
En efecto, el artículo 1271 (ex 27) expresa, que el síndico representa los
intereses generales de los acreedores, en lo concerniente a la quiebra, y
representa también los derechos del fallido, en cuanto puedan interesar a la
masa.
168
También está facultado para celebrar transacciones y compromisos, previo
acuerdo de la junta de acreedores. Asimismo puede contratar empréstitos
para subvenir a los gastos de la quiebra, provocar la partición de herencia, la
liquidación de sociedades o comunidades de las que forme parte el fallido,
interrumpir prescripciones, exigir rendiciones de cuentas, cobrar toda clase de
títulos de crédito y requerir su protesto cuando corresponda, depositar a
interés en un banco los fondos que perciba, en forma separada para cada
quiebra, y abrir cuenta corriente para administrar los fondos indispensables
para los gastos de la quiebra.
169
El artículo 1260 (ex art. 17) señalas las causales de inhabilidad para
desempeñarse como síndico. Entre ellas están las siguientes:
5) Por haber sido excluido de la nómina nacional de síndicos por las causales
señaladas en los números 3, 4, 5, 6, 7, 8, 10, 11 y 12 del artículo 1266.
Los síndicos podrán desempeñar sus funciones en cualquier lugar o región del
país, a menos que expresaren su voluntad de ejercer sólo en una o más
regiones.
Según lo señala el artículo 1267 (ex 23) sólo podrán ser designados síndicos
de una quiebra aquellas personas que a la época de solicitarse la respectiva
declaración de quiebra, formaban parte de la nómina nacional de síndicos, y
que permanezcan en ella al momento de su nombramiento por el juez o por la
junta de acreedores.
Por su parte, el artículo 1268 (ex 24) dispone que no podrán ser designados
síndicos de una quiebra, convenio o cesión de bienes:
2. Los acreedores y deudores del fallido o deudor y todos los que tuvieren un
interés directo o indirecto en la quiebra, convenio o cesión de bienes.
170
3. Los administradores de bienes del fallido o deudor que fuere persona
natural y los que hubieren tenido tal calidad dentro de los dos años anteriores
a la declaración de quiebra, convenio o cesión de bienes, como asimismo los
trabajadores de los acreedores y deudores de aquél.
171
Según expresa el artículo 1276 (ex 32): “El síndico cesará en su cargo en la
quiebra, convenio o cesión de bienes:
Según lo expresa el artículo 1282 (ex 38): “El síndicoque se concertare con el
deudor, con algún acreedor o tercero para proporcionarle alguna ventaja
indebida o para obtenerla para sí, será penado con presidio menor en su
grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo, salvo que cualquiera de
los actos delictuosos que hubiere cometido en el desempeño de su cargo
tuviere asignada mayor pena, pues entonces se aplicará ésta. Será, además,
castigado con inhabilidad especial perpetua para ejercer el cargo de síndico.
172
En nuestro derecho de quiebras numerosas disposiciones legales reconocen la
existencia de la masa de acreedores (art. 1271; 1304; 1316, 1318, etc.), pero
sin duda que la más destacadas son el artículo 1252 (ex 2°), que señala que la
quiebra produce para el fallido y “todos los acreedores un estado indivisible”,
y los artículos 1345 (ex 101 y siguientes) que reglamentan la organización y
funcionamiento de las juntas de acreedores.
173
La actual LQ está fuertemente inspirada en un criterio económico. Según este
criterio, la quiebra representa uno de los tantos mecanismos de reasignación
de bienes en el proceso productivo. Cuando una empresa o un individuo caen
en falencia, su activo queda retirado de la producción como consecuencia de
los efectos jurídicos de la quiebra. Se requiere para el normal desarrollo de la
actividad económica que esos activos se reasignen a otros individuos, quienes
pueden incorporarlos nuevamente a la producción.
174
reunión con derecho a voto, salvo que la ley exija una mayoría especial. En
caso de empate, decide quien presida la reunión.
Los acreedores que hayan verificado, pero que carezcan de derecho a voto,
podrán concurrir a la reunión y dejar constancia por escrito de sus
observaciones.
e) Clases de juntas.
175
En la primera junta de acreedores puede tratarse cualquier materia necesaria
para el más adecuado cumplimiento de las funciones que al síndico y a la
propia junta les competan.
- Oír la cuenta del síndico provisional sobre el estado de los negocios del
fallido, de su activo y pasivo, y de la labor realizada por éste;
Las juntas ordinarias son aquellas que se efectúan en el lugar, día y hora
determinados en la primera junta de acreedores.
176
LA CONTINUACION DEL GIRO DEL FALLIDO.
La continuación efectiva del giro del fallido, total o parcial, podrá proponerse
en cualquier oportunidad por el síndico o por dos o más acreedores. Para su
aprobación se requerirá el acuerdo de los acreedores que representen a lo
menos los dos tercios del pasivo de la quiebra con derecho a voto. La situación
está prevista en el art. 1356.
Para obtener la mayoría con que la junta debe acordar la continuación efectiva
del giro del quebrado, los acreedores partidarios de la misma pueden excluir a
los disidentes, pagándoles la cuota que les corresponda atendidos el carácter
y preferencia del crédito y el importe del activo de la quiebra, o asegurándoles
su pago. La determinación de esta cuota y del plazo y garantía para el pago,
177
en su caso, puede fijarse por el tribunal, con audiencia del síndico y de los
acreedores, a falta de acuerdo entre éstos.
El plazo acordado para la continuación efectiva del giro del deudor falente
puede prorrogarse, por una sola vez, hasta por un año, en virtud de la decisión
de la junta de acreedores adoptada al menos 15 días antes de su expiración.
Tal decisión debe tomarse con la mayoría exigida para acordar la continuación
efectiva.
178
Cuando la administración de la continuación del giro es confiada al síndico de
la quiebra, éste sólo puede ejercerla hasta por un año no prorrogable.
Acordada la prórroga de la continuación del giro, la junta de acreedores debe
designar un administrador distinto al síndico.
179
acciones separadas para la realización de los bienes que amparan sus
acreencias.
180
proponerle su remoción al juez de la causa o su revocación a la junta de
acreedores;
8°) Informar a los tribunales de justicia, cuando sea requerido por éstos, en
materias de su competencia;
Octava Parte
Derecho Romano.
23
La materia relacionada con los “convenios” está basada en el trabajo preparado por el Síndico PABLO CIFUENTES,
obtenidos de la página Web “Pablo Cifuentes y Asociados”.
24
Art.1247 C.C.: “El beneficio de inventario consiste en no hacer a los herederos responsables de las obligaciones
hereditarias y testamentarias, sino hasta concurrencia del valor de los bienes que han heredado
181
una forma de pago que le permitiera seguir desarrollando su actividad
comercial, institución que posteriormente pasa a España.
Este cuerpo legal en su capítulo XVII denominado “De los atrasos y quiebras”
constituye el primer texto orgánico posterior a las Siete Partidas que trata el
tema del Convenio. De acuerdo a esas disposiciones sólo podía tener
tramitación si venía precedido de declaratoria de quiebra, e igual que la actual
legislación se hacía aplicable sólo a acreedores valistas que con mayorías
especiales sancionadas por el Prior o Cónsul podían ser aprobadas.
182
Ley 18.175, de 1982.
183
Sin embargo, teniendo en cuenta que en la base del convenio se encuentra un
acuerdo de voluntades destinado a solucionar obligaciones preexistentes y no
a crear nuevos vínculos obligacionales, podrá sostenerse, que tiene una
naturaleza convencional.
GENERALIDADES.
184
El contenido del convenio es la oferta a todos los acreedores que se cristaliza
en la fórmula propuesta, cuanto en las ritualidades por medio de las cuales se
expresa.
Esta materia está tratada en el artículo 1425 ( ex 178) e inciso segundo del
artículo 1434 (ex 187 de la ley).
El artículo 1425 indica que el convenio judicial preventivo puede versar sobre
cualquier objeto lícito y la disposición contenida en el inciso segundo del
artículo 1434 dispone que se aplicará al convenio simplemente judicial lo
dispuesto en el artículo 1425.
En la mayoría de los casos, esta fórmula es presentada por los deudores que
teniendo patrimonio compuesto por activos en dinero o activos que pueden
185
ser convertidos en dinero en forma inmediata, tienen antecedentes que le
permiten concluir que no alcanzarán a cubrir sus obligaciones a la fecha de
sus vencimientos, y en consecuencia, atendida la particularidad de sus
negocios proponen una forma distinta para el pago de sus deudas, tales como,
prórrogas de plazo, condonación de intereses o remisión de parte de aquellas,
a fin de que los acreedores evalúen si esta forma de pago es o no beneficiosa
frente al producto que pueden obtener como efecto de la liquidación forzada o
declaratoria de quiebra.
b) Convenio de abandono.
Como se señaló, el art. 1425 (ex 178 de la ley) dispone que el convenio puede
versar sobre cualquier objeto lícito, disposición que hace que prime la
imaginación y la autonomía de voluntad en la propuesta de pago. Esta libertad
nos permite concluir que un convenio puede tener uno o múltiples objetos.
186
la masa con el resultado de la operación, sean enajenados los bienes para que
con su producto se concluye el pago de los acreedores.
2. Estipulaciones alternativas.
Esta norma permite que el convenio se cumpla según las opciones que cada
acreedor escoja, siempre y cuando las formuladas no sean incompatibles a tal
punto que la ejecución de alguna de ellas impida la concreción de la otra,
como a vía de ejemplo extremo, que una proponga el abandono de bienes y la
otra, reprogramación de pasivos.
Cláusulas Condicionales:
Como lo dispone el artículo 1473 del Código Civil: “Es obligación condicional la
que depende de una condición, esto es, de un acontecimiento futuro que
puede suceder o no”.
Por su parte el artículo 1479 del mismo Código dispone: “que la condición se
llama suspensiva si, mientras no se cumple, suspende la adquisición de un
derecho; y resolutoria, cuando por su cumplimiento se extingue un derecho”.
187
Ejemplo: el aumento de capital que requiere una empresa para la realización
de los negocios de la proponente, puede estar condicionada al hecho de
aprobarse el convenio; lo mismo ocurre en materia de otros aportes
efectuados por terceros tales como comodatos gratuitos, autorización para
utilizar marcas y en general cualquier aporte o facilidad que se otorga una vez
ejecutoriada la resolución que tiene por aprobado el Convenio.
Cláusulas de Garantía.
Cláusulas Arbítrales.
El inciso cuarto del artículo 1425 (ex 178), incorpora la posibilidad de someter
a compromiso “las cuestiones o diferencias que se produzcan entre el deudor
y uno o más acreedores o entre éstos, con motivo del convenio y en especial
de su aplicación, interpretación, cumplimiento, nulidad o declaración de
incumplimiento pueda o deba ser sometida al conocimiento o resolución de un
juez árbitro, como asimismo establecer la naturaleza del arbitraje y cualquier
otra materia sobre el mismo”.
Novena Parte
188
DE LOS ACUERDOS EXTRAJUDICIALES Y DE LOS CONVENIOS
JUDICIALES
GENERALIDADES
Sección Primera
DEL CONVENIO JUDICIAL PREVENTIVO
I.- DEFINICION.-
El artículo 1415 (ex 71) expresa: “El convenio judicial preventivo es aquél
que el deudor propone, con anterioridad a la declaración de quiebra y en
conformidad a las disposiciones de este párrafo. Comprende todas sus
obligaciones existentes a la fecha de las resoluciones a que se refieren las
letras a) y b) del artículo 1447, aun cuando no sean de plazo vencido, salvo las
que la ley expresamente exceptúe”.
189
En conformidad al artículo 154 del Código Orgánico de Tribunales: “Será juez
competente en materia de quiebras, cesiones de bienes y convenios entre
deudor y acreedores el del lugar en que el fallido o deudor tuviere su
domicilio”.
En este mismo sentido, el artículo 1417 (ex 173) dispone que las
proposiciones de convenio judicial preventivo que haga el deudor se
presentarán ante el tribunal que sería competente para declarar la quiebra,
sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 180 (El artículo 180 se refiere al
tribunal arbitral a que nos referiremos más adelante).
190
1. Un inventario o relación detallada de todos sus bienes, con expresión del
lugar en que se encuentren, de su valor estimativo y de los gravámenes que
los afecten;
5. Una memoria de las causas directas o inmediatas del mal estado de sus
negocios, debiendo ella dar cuenta de la inversión del producto de las deudas
contraídas y de los demás bienes adquiridos en el último año.
Por último, debemos señalar que la redacción de esta memoria debe ser veraz
y comprensible, porque ella no sólo servirá para ilustrar a los acreedores, sino
eventualmente a la justicia criminal, toda vez que, como se dijo, el rechazo del
convenio produce como consecuencia la declaratoria de quiebra del
proponente y, en tal caso, sus dichos podrán ser evaluados en el
procedimiento de calificación ya que ésta y los documentos que dan cuenta de
la administración comercial, financiera y contable servirán de base para
establecer las presunciones de culpa o fraude contenidas en los artículos1466
y 1467 (ex 219 y 220), o bien, si aquélla es fortuita.
V.- EFECTO DE LA PROPOSICION DE CONVENIO.
191
Sin perjuicio de lo anterior, y como se estudiará más adelante, los artículos
1422; 1423 y 1424 (ex 177 bis; 177 ter y 177 quáter) constituyen una
excepción a esta regla general.
VI.- PROCEDIMIENTO.
El síndico debe ser competente, esto es, debe tener jurisdicción para
desempeñar el cargo en la región donde se encuentra ubicado el tribunal que
conoce de la presentación o estar domiciliado en aquella. Además, el síndico
no debe estar afecto a las inhabilidades señaladas en el artículo 1268 (ex 24).
192
2) Labores del síndico.
El N° 2 del inciso tercero del artículo 1418 (ex 174), menciona con precisión
las funciones que le corresponde cumplir al síndico desde el momento que
empieza a desempeñar su cargo, esto es:
El N°3 del artículo 1418 (ex 174) dispone: “Que todos los acreedores sin
excepción alguna se presenten y verifiquen sus créditos con los documentos
justificativos que corresponda, bajo apercibimiento de proseguirse la
tramitación sin volver a notificar a ningún ausente, sin perjuicio del derecho a
voto que les corresponda conforme al artículo 1426. Estos créditos podrán ser
193
verificados hasta el día fijado para la celebración de la junta en conformidad al
número siguiente, y podrán ser impugnados por el deudor y por cualquier
acreedor hasta el último día del plazo que el inciso primero del artículo 1444,
señala para impugnar el convenio. Aquellos créditos no impugnados se
tendrán por reconocidos”.
El inciso primero del artículo 1426 (ex 179) dispone: “El síndico o el
interventor, en el caso del inciso segundo del artículo 1423 (ex 177 ter),
presentará una nómina de acreedores con derecho a voto y sus respectivos
créditos con 10 días de anticipación a la fecha señalada
Hay que tener presente que, de acuerdo al inciso final del mismo artículo, en
esta nómina no se incluirán los acreedores referidos en el inciso primero del
artículo 1437 (ex 190), esto es:
El N° 4 del artículo 174 dispone: “Que los acreedores concurran a una junta,
que no podrá tener lugar antes de vencer los 30 días siguientes a esta
resolución, para deliberar sobre las proposiciones de convenio”.
La resolución que tiene por presentado el convenio debe señalar el día, hora y
lugar donde se celebrará la junta de acreedores llamada a deliberar y
pronunciarse sobre el convenio, citación que debe decretarse por una fecha
posterior al trigésimo día hábil contado desde la notificación por aviso de esta
mediante publicación en el Diario Oficial, en conformidad a lo dispuesto en el
artículo 1419 (ex 175).
194
X.-NOTIFICACION AL SINDICO Y A LOS TRES PRINCIPALES ACREEDORES.
Los acreedores a que se refiere el artículo anterior son los siguientes: los tres
mayores acreedores, excluidos aquellos a que se refieren las letras a), b) y c)
del artículo 1437 (cónyuge, ascendientes y descendientes, hermanos,
personas relacionadas).
Esta disposición, tiene como propósito que este expediente no sea utilizado
para sucesivamente distraer a los acreedores con manifestaciones que no
tienen seriedad alguna.
195
XIV.- PLAZO DE SUSPENSION DE PAGOS.
De allí que la parte final del artículo 1420 disponga: “Se entiende que el
deudor comprendido en el artículo 1285 (deudor calificado) ha dado
cumplimiento a la obligación que establece dicha disposición, si las
proposiciones han sido presentadas dentro del plazo señalado en ella, siempre
que sean notificadas en el plazo a que se refiere el inciso primero del artículo
1419”.
Están señaladas en la primera parte del inciso primero del artículo 1421 que
dispone: “La tramitación de esta clase de convenio no embarazará el ejercicio
de ninguna de las acciones que procedan en contra del deudor, no suspenderá
los juicios pendientes, ni obstará a la realización de los bienes”.
Sección Segunda
Generalidades.
196
modo tal que, cumplidos los demás requisitos señalados en dicha norma, se
produce el efecto de la suspensión de las ejecuciones en el lapso de 90 días,
contados desde la notificación por avisos de las proposiciones con su
correspondiente apoyo, plazo que el legislador ha considerado como suficiente
para obtener el acuerdo del convenio.
Requisitos.
Para que la proposición producta efecto, se deberá cumplir con los siguientes
requisitos:
b) Que la base de cálculo de esa mayoría esté constituida por todos los
acreedores, preferentes y valistas, salvo las excepciones especialmente
señaladas por la ley;
Efectos.
197
b) Se exceptúa el procedimiento de realización forzada de obligaciones
laborales que gocen del privilegio de primera clase (N° 5 y 8 del artículo
2472 del C.C.)
Sección Tercera
EL CONVENIO SIMPLIFICADO.
Generalidades.
Esta modalidad está señalada en el artículo 1424 (ex 177 quáter) que dispone:
“Si la proposición de convenio judicial preventivo se hubiere presentado con el
apoyo de dos o más acreedores que representen más del 66% del total del
pasivo, se aplicará lo dispuesto en el artículo 1422, con las siguientes
modificaciones:
1. El juez citará a una junta que se deberá realizar a más tardar a los
30 días contados desde la notificación por aviso de la resolución
respectiva;
2. El síndico nombrado en conformidad al artículo 1417 no tendrá la
función de informar señalada en el N° 2 del artículo 1418;
3. La suspensión se mantendrá hasta el día fijado para dicha junta,
en la que se deberá acordar o rechazar el convenio
en conformidad a las disposiciones de este Título”.
Requisitos.
198
Debe presentarse apoyado por dos o más acreedores que representen una
mayoría que represente más del 66% del total del pasivo. Este porcentaje
debe ser certificado por un auditor externo independiente inscrito en el
registro que lleva la SVS, y para la base de cálculo y de la mayoría se
excluirán: a) las personas relacionadas (art. 100 Ley 18045) y b) el titular de
una EIRL.
Procedimiento.
Plazo de suspensión.
El N° 3° del artículo 1424 señala una excepción a esta regla general cual es,
que “la suspensión se mantendrá hasta el día fijado para dicha junta, en la
que deberá acordar o rechazar el convenio en conformidad a las disposiciones
de este título”.
199
apreciar que el plazo de 30 días es más desventajoso que el plazo de 90 días
señalado en el artículo 1422.
Sección Cuarta
1. Definición.
En conformidad con el artículo 1423 (ex 177 ter) podrá ser experto facilitador
toda persona natural capaz de administrar sus propios bienes. Los síndicos de
la nómina nacional podrán ser designados como expertos facilitadotes, pero
en caso de quiebra del deudor no podrán ser nombrados como síndico en esa
quiebra.
3. Forma de nombramiento.
El inciso primero del artículo 1423 dispone que el deudor podrá solicitar al
tribunal que sea competente para conocer la quiebra, esto es, el señalado en
el artículo 154 del C.O.T. que dice: “Será juez competente en materia de
quiebras, cesiones de bienes y convenios entre deudor y acreedores el del
lugar en que el fallido o deudor tuviere su domicilio”.
200
cite a junta de acreedores, la que, de acuerdo a la disposición citada tendrá
lugar dentro de 10 días contados desde la notificación por aviso de la
resolución recaída en la solicitud.
La designación del experto facilitador se hará con el voto de uno o más de los
acreedores, que representen más del 50% del total del pasivo con derecho a
voto, en caso contrario, se considerará fracasada la gestión.
Si la solicitud del deudor al tribunal ha sido presentada dentro del plazo del
artículo 1285 (ex 41 se refiere al deudor calificado que debe solicitar su
quiebra dentro del plazo de 15 días de haber cesado en el pago de una
obligación mercantil) la notificación deberá hacerse dentro del plazo de 8 días
contado desde la fecha de la resolución. Si la notificación es oportuna se
entenderá que el deudor calificado ha dado cumplimiento a la obligación que
establece el artículo 1285.
5. El interventor.
a) Que el deudor no grave ni enajene sus bienes, salvo aquellos que estén
expuestos a un próximo deterioro o una desvalorización inminente, que exijan
una conservación dispendiosa o que resulten estrictamente indispensables
para el normal desenvolvimiento de su actividad, contando siempre con la
autorización del tribunal.
201
5. Atribuciones y deberes del experto facilitador.
Los honorarios del experto facilitador serán de cargo del deudor, con quien
deberá pactarlos. En caso de desacuerdo serán fijados por el juez.
Sección Quinta
Tal derecho está señalado en el artículo 1416 (ex 172) al señalar: “Sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, el acreedor que se encuentre
en alguno de los casos previstos en los números 1 y 2 del artículo 1287, podrá
solicitar al tribunal competente que ordene al deudor, o a la sucesión del
deudor, formular proposiciones de convenio judicial preventivo dentro del
plazo de 30 días contado desde la notificación efectuada en la forma prevista
202
en el inciso final del artículo 1289. La no presentación del convenio dentro del
plazo indicado, acarreará, necesariamente, la quiebra del deudor y el tribunal
la declarará de oficio.
Tribunal competente
Forma de notificación
203
2) Presentar convenio judicial preventivo.- En este caso se aplicará lo
señalado para este tipo de proposiciones las disposiciones relativas al
convenio judicial preventivo propiamente tal.
Finalmente digamos que según lo dispone el inciso 4° del artículo 1416, una
vez notificada su solicitud, el acreedor no podrá retirarla o desistirse de ella.
Tampoco podrá ser objeto de transacción de ninguna clase. El pago hecho al
acreedor solicitante después de presentada su petición será nulo de pleno
derecho.
Sección Sexta
Introducción.
204
Arbitrajes forzosos y voluntarios.
a) Arbitrajes forzosos.
El inciso primero del artículo 1427 (ex 180) dispone: “Las proposiciones de
convenio judicial preventivo de las sociedades sujetas a fiscalización por la
Superintendencia de Valores y Seguros, con excepción de las compañías de
seguros, deberán ser presentadas ante el tribunal arbitral designado en
conformidad a los artículos siguientes”.
Esta disposición es imperativa, esto es, los convenios de las instituciones allí
señaladas solo pueden ser conocidos por el tribunal arbitral y no por los
tribunales ordinarios de justicia, aún cuando las partes acordaren una forma
diferente.
b) Arbitrajes voluntarios.
Esta materia está tratada en el artículo 1431 (ex 184) que señala como
requisito para que cualquier deudor pueda someterse a este procedimiento,
deberá:
205
Requisitos para ser árbitro.
Sólo podrá ser designado en el cargo quien sea abogado, haya ejercido la
profesión por más de 20 años y se encuentre inscrito en una lista llevada por
la Superintendencia de Quiebras y deberá estar domiciliado dentro de la
jurisdicción de la Corte de Apelaciones respectiva (artículo 1428).
Décima Parte
I. INTRODUCCION
a) El fallido.
b) Los acreedores.
Ahora bien, si el convenio no cuenta con las mayorías exigidas por la ley, o
éste es desechado por alguna causal de impugnación, nulidad o declaración
de incumplimiento, de acuerdo a lo señalado en el artículo 1456 podrá el
fallido reiterarlas cuantas veces lo estime necesario.
206
III. GARANTIAS.
IV. PROCEDIMIENTO.
En las juntas de acreedores que se celebren sólo tienen derecho a voto los
acreedores reconocidos y los acreedores que hayan verificado sus créditos a
más tardar el segundo día hábil anterior a la fecha de celebración de la junta y
que además el síndico hubiere informado por escrito al tribunal, acerca de la
verosimilitud de la existencia y monto de los créditos todavía no reconocidos.
207
No podrán votar, ni sus créditos se considerarán en el monto del pasivo:
Plazo para impugnar: 5 días contados desde la notificación por avisos. Las
impugnaciones se tramitan como incidente. La resolución que recaiga sobre el
incidente se notificará por aviso. Sólo es susceptible del recurso de casación y
queja.
208
Si el convenio ha sido impugnado, entrará a regir desde que cauce ejecutoria
la resolución que deseche la impugnación y lo declare aprobado.
209
caso el sobreseimiento temporal se decretará de oficio, una vez finalizada la
realización sumaria del activo y distribuido el excedente que de ella pudiere
haber resultado (valor de los bienes no superan las 1.000 U.F.).
210
2.- EL SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO.-
Se trata de una resolución judicial que tiene por objeto concluir o cerrar la
quiebra del deudor.
La expresión “todos los acreedores” está referida a los acreedores que han
verificado sus créditos en la quiebra. En cuanto a la remisión, debe tratarse de
una remisión total.
3. Cuando todos los créditos hayan sido cubiertos en capital e intereses con el
producto de los bienes realizados en la quiebra.
1. Que hayan transcurrido 2 años, contados desde que hubiere sido aprobada
la cuenta definitiva del síndico;
Este sobreseimiento extingue, además, las obligaciones del fallido por los
saldos insolutos de sus deudas anteriores a la declaración de quiebra, sin
perjuicio de distribuirse entre los acreedores el producto de los bienes
adquiridos con posterioridad y ya ingresados a la quiebra, con arreglo al inciso
segundo del artículo 1309.
211
d) Efectos del sobreseimiento temporal.- Según el artículo 1411,
ejecutoriada la sentencia que declare el sobreseimiento definitivo, cesa el
estado de quiebra y se cancelarán las inscripciones que se hubieren
practicado en el Conservador de Bienes Raíces.
Duodécima Parte
212
responsabilidad limitada cuando en la dirección de los negocios sociales, y con
conocimiento de la situación de éstos, hubieren ejecutado alguno de los actos
o incurrido en alguna de las emisiones a que se refiere los artículos 1466 y
1467, o cuando hubieren autorizado expresamente dichos actos u omisiones
(art.1475 inc.1°).
Por otra parte, los factores o representantes del fallido serán castigados como
autores de quiebra, culpable o fraudulenta si, en representación de su
principal o mandante y en conocimiento de la situación de éste, hubieren
ejecutado sin órdenes o instrucciones suyas alguno de los actos o hubieren
incurrido en alguna de las omisiones a que se refieren los artículos 1466 y
1467.
Para que se cometa el delito de quiebra ilícita se requiere que la conducta del
fallido comerciante sea reprochable en grado de culpa o dolo. Sin embargo, la
ley concursal no definió la figura tipo de este delito y se limitó solamente a
establecer un conjunto de presunciones relativas al delito de quiebra ilícita, ya
sea culpable o fraudulenta. El haber ejecutado alguno de los hechos o el haber
incurrido en alguna de las omisiones a que se refieren los artículos 1466 y
siguientes, implica que, acreditados dichos hechos u omisiones, se condena
por quiebra culpable o fraudulenta.
213
Art. 1466 (ex 219). La quiebra se presume culpable en los siguientes
casos:
214
contrajo, sin garantías suficientes. Para que opere la presunción se
requiere la concurrencia de los siguientes presupuestos: a) que el fallido haya
prestado fianzas o contraído por cuenta ajena obligaciones; b) que las
obligaciones o cauciones sean desproporcionadas a la situación que tenía
cuando las contrajo; y c) que ellas sean celebradas sin garantías suficientes.
Estos requisitos son copulativos para que tenga lugar la presunción. Se
sanciona la imprudencia temeraria del fallido, que mediante estos actos pone
en peligro a los acreedores.
215
deudor no puede ser declarado en quiebra durante los 90 días siguientes.
Durante el período no podrá gravar ni enajenar sus bienes. Durante ese
período, no podrá agravar el mal estado de sus negocios.
216
distinción alguna respecto de la naturaleza de los bienes, éstos pueden ser de
cualquiera clase: muebles, inmuebles, corporales o incorporales.
Por su parte, el artículo 251 del C.de C. dispone que el comisionista que
habiendo recibido fondos para evacuar un encargo, los distrajere para
emplearlos en un negocio propio, abonará al comitente el interés legal del
dinero desde el día en que hubiere entrado a su poder dichos fondos, y deberá
también indemnizarle los perjuicios resultantes de la falta de cumplimiento del
encargo. Agrega la disposición que incurrirá además en las penas del abuso de
confianza, y en caso de quiebra será tratado como fallido fraudulento.
La ley del ramo sanciona asimismo como cómplice del delito de quiebra ilícita
fraudulenta a “los que, con conocimiento de la cesación de pagos, obtuvieren
el pago anticipado del todo o parte de su crédito” (art.1468 N°6).
Por último, digamos que la ley exige que los pagos se hayan hecho después
de la fecha asignada a la cesación de pagos y que el pago se haya efectuado
en perjuicio de los demás acreedores.
217
7. Si ocultare o inutilizare sus libros, documentos y demás
antecedentes. La conducta del fallido es evidentemente dolosa, porque la
ocultación o la inutilización de sus libros constituyen un hecho ilícito. Ocultar
los libros de contabilidad implica ponerlos fuera del alcance de las personas
que tiene derecho a exigirlos; la contabilidad está protegida por el secreto
(art.42 C.de C.), pero en este caso el fallido comerciante los oculta de quienes
tienen derecho a conocerlos. La inutilización se refiere a la acción de hacer
desaparecer algunas partidas que le son desfavorables para juzgar su
conducta en los negocios. Si la pérdida o destrucción de los libros es fortuita,
le corresponderá al fallido acreditar esta circunstancia.
218
fraudulenta del art. 1467 N° 11 con la disposición del artículo 29 del C.de C.,
que obliga a todo comerciante, al abrir su giro, a hacer en el libro de balance
una enunciación estimativa de todos sus bienes, tanto muebles como
inmuebles, y de todos sus créditos activos y pasivos.
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su activo o aumentar su pasivo, lo que sin duda va contra los intereses de los
acreedores.
2. Los que auxiliaren al fallido para ocultar o sustraer sus bienes, sea cual
fuere su naturaleza, antes o después de la declaración de quiebra;
En los demás casos se aplicarán las reglas generales que sobre complicidad,
establece el Código Penal.
No obstante que, en términos generales, deben aplicarse las normas del C.P.P.,
la legislación de quiebras contiene ciertas reglas especiales que vale la pena
comentar.
220
querella criminal si estimare que se configura alguno de los hechos previstos
en los artículos 1466, 1467 y 1468.
Por otra parte, los factores o representantes del fallido serán castigados como
autores de quiebra, culpable o fraudulenta si, en representación de su
principal o mandante y en conocimiento de la situación de éste, hubieren
ejecutado sin órdenes o instrucciones suyas alguno de los actos o hubieren
incurrido en alguna de las omisiones a que se refieren los arts. 1466 y 1467
(art. 1476).
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La rehabilitación tiene por objeto hacer cesar las inhabilidades que pesan
sobre la persona del fallido (art. 1478).
1.- Concepto.-
222
Al hacer la cesión, dará cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 1286.
2. Que el síndico informe al tribunal sobre las causas del mal estado de los
negocios del deudor;
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4. Que se despachen cartas aéreas certificadas a los acreedores que se hallen
en el extranjero, para que comparezcan dentro del término del emplazamiento
que se indica en la carta;
Los bienes de la cesión abarca sólo los que queden afectos al concurso,
aunque el artículo 1618 del C.C. señala que ella comprende todos los bienes,
salvo los inembargables.
Las deudas se extinguen hasta la cantidad satisfecha por los bienes cedidos;
Si los bienes son insuficientes y el deudor adquiere otros bienes, está obligado
a completar el pago con éstos. La obligación prescribe en 5 años contados
desde la aceptación de la cesión de bienes.
Los actos del deudor sobre los bienes cedidos después de aceptada la cesión
son nulos; los actos anteriores pueden revocarse por la acción pauliana del
derecho civil.
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acreedores el practicado durante el procedimiento de cesión de bienes, de
conformidad con el artículo 1489 N° 3 y 4.
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