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Es decir, la Visión da a la empresa un sentido de
dirección. Aunque pueda lucir teórico pensar en la
Visión, es ella la que orientará los pasos que en la
práctica debe llevar a cabo la organización para no
perder su Norte y terminar en otro sitio.
Recordemos cómo ha habido empresas que por no
tener metas claras dejaron pasar su oportunidad de
perdurar.
Hace unos 35 años existían muchas sastrerías
en distintas ciudades, con el dueño que era el
sastre y unos cuantos ayudantes. Esta actividad
resultó conmocionada por la aparición de la
confección en serie. Empresas con capitales
considerables, numerosos obreros y grandes
maquinarias, que producían trajes de calidad
razonable a bajos precios, irrumpieron en el
mercado. La mayor parte de los sastres de la
época pensó que su ocupación había llegado a
su fin. Vendieron sus máquinas, con gran pesar
despidieron a la gente, y cerraron sus puertas.
Unos pocos, con una visión de largo plazo y
una clara concepción de lo que era el negocio,
lo transformaron y se especializaron en elabo-
rar camisas a la medida. Otros, dedicaron su
esfuerzo a una clientela de alto poder ad-
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quisitivo que continuaba prefiriendo los trajes
hechos a mano. Y otros, más audaces, aunque
seguían cosiendo a la medida, agregaron la
confección de trajes pret-a-porte (ready to
wear), convirtiéndose en los líderes de un mer-
cado que antes ni siquiera existía.
¿Cuál fue el factor que determinó la su-
pervivencia de los sastres que aún hoy tienen
participación en el mercado?
No fue el conocimiento, no fue la habilidad
técnica, no fue la buena administración. Fue el
hecho de haber cuestionado a tiempo la razón
de ser (el “para qué”) de la empresa. Con-
cluyeron que era: “contribuir a la elegancia
del caballero de buen gusto”. Lo relevante
para ellos no era coser trajes sino proporcio-
nar a un determinado grupo de hombres,
productos para lucir elegantes; y allí podían
incluirse desde trajes listos para vestir, hasta
billeteras de fina piel, pasando por corbatas,
correas, zapatos, etc. Esos sastres tenían una
Visión clara y flexible de sus empresas.
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En los años ‘20 del siglo pasado comenzó como
una empresa de transporte.
En los '40 agregó intereses industriales.
En 1953 estableció el primer plan estratégico
para integrar las actividades comerciales e
industriales de una incipiente corporación.
A finales de los años ‘70 ya manejaba una
diversidad de empresas: cadenas de super-
mercados en varios países, manufactura de
pelotas de baseball, televisoras, distribuidoras
de vehículos, embotelladoras de refrescos, etc.
A finales de siglo, ya era una empresa de al-
cance mundial. Ahora, en el siglo XXI, es una de
las organizaciones privadas de productos de
consumo, medios de comunicación masiva, en-
tretenimiento, y servicios de telecomunicaciones
con mayor presencia en el mundo.
Ha tenido la habilidad y flexibilidad para
transitar por diversos caminos, sin perder por
ello su identidad ni haber sufrido cataclismos
organizacionales.
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Con la misma pregunta -y dado que nos desen-
volvemos en un clima de confianza organizacional-
pudiéramos cuestionar tareas que posiblemente no
estén agregando valor alguno para la empresa y así,
por nuestra iniciativa, proponer que sean reformuladas,
redimensionadas, redistribuidas, enriquecidas o, por el
contrario, eliminadas, incrementándose de esta ma-
nera la productividad de la empresa y contribuyendo
a la generación de beneficios. Esto a su vez haría
posibles, por una parte, mayores dividendos para los
accionistas y, por la otra, mejores remuneraciones para
los trabajadores.
En este momento es natural que se insista en la
pregunta inicial:
¿Y cómo se hace para
construir la Visión?
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Gráfico 2
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Gráfico 3
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