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Tiempo libre

Guillermo Samperio (Textos extraos, 1981)

Todas las maanas compro el peridico y todas las maanas, al leerlo, me


mancho los dedos con tinta. Nunca me ha importado ensucirmelos con tal de
estar al da en las noticias. Pero esta maana sent un gran malestar apenas
toqu el peridico. Cre que solamente se trataba de uno de mis
acostumbrados mareos. Pagu el importe del diario y regres a mi casa. Mi
esposa haba salido de compras. Me acomod en mi silln favorito, encend un
cigarro y me puse a leer la primera pgina. Luego de enterarme de que un jet
se haba desplomado, volv a sentirme mal; vi mis dedos y los encontr ms
tiznados que de costumbre. Con un dolor de cabeza terrible, fui al bao, me
lav las manos con toda calma y, ya tranquilo, regres al silln. Cuando iba a
tomar mi cigarro, descubr que una mancha negra cubra mis dedos. De
inmediato retorn al bao, me tall con zacate, piedra pmez y, finalmente, me
lav con blanqueador; pero el intento fue intil, porque la mancha creci y me
invadi hasta los codos. Ahora, ms preocupado que molesto, llam al doctor
y me recomend que lo mejor era que tomara unas vacaciones, o que
durmiera. En el momento en que hablaba por telfono, me di cuenta de que, en
realidad, no se trataba de una mancha, sino de un nmero infinito de letras
pequesimas, apeuscadas, como una inquieta multitud de hormigas negras.
Despus, llam a las oficinas del peridico para elevar mi ms rotunda
protesta; me contest una voz de mujer, que solamente me insult y me trat
de loco. Cuando colgu, las letritas haban avanzado ya hasta mi cintura.
Asustado, corr hacia la puerta de entrada; pero antes de poder abrirla, me
flaquearon las piernas y ca estrepitosamente. Tirado bocarriba descubr que,
adems de la gran cantidad de letras hormiga que ahora ocupaban todo mi
cuerpo, haba una que otra fotografa. As estuve durante varias horas hasta
que escuch que abran la puerta. Me cost trabajo hilar la idea, pero al fin
pens que haba llegado mi salvacin. Entr mi esposa, me levant del piso,
me carg bajo el brazo, se acomod en mi silln favorito, me hoje
despreocupadamente y se puso a leer.

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