You are on page 1of 2

DA 8 DE ENERO:

La oracin es una constante en la vida y la espiritualidad de


Jess. Como todo buen judo, Jess aprendi a orar, a
ponerse en la Presencia, no tanto del Dios Todopoderoso,
cuanto del Dios fiel y compasivo, el Dios liberador. Su madre
y su padre, y ms tarde la comunidad de fe reunida en la
sinagoga, despertaron en Jess el deseo y la necesidad de
orar.
Toda la actividad de Jess est atravesada por esa relacin
con el Padre tejida de confianza, cercana y ternura. Eso no
quiere decir que Jess se pasase el da orando. Pero de esos
momentos intensos y profundos de encuentro con su Abba,
Jess saca las energas para anunciar lo que vive, lo que
experimenta, en los momentos buenos y menos buenos,
cuando la gente lo busca, pero tambin cuando lo rechazan y
lo persiguen.
Su vinculacin con el Padre es tan intensa que en todo lo
que lleva a cabo se siente amado, acompaado, sostenido,
alentado y enviado y, lo que es ms determinante: LIBRE.
En el texto de hoy le vemos orar pero, al mismo tiempo,
atento a lo que su comunidad vive como dificultad
aparentemente insuperable.
Jess se ha quedado a solas. Los discpulos en la barca, que
simbolizan a la entera comunidad compuesta por mujeres y
hombres, se han adelantado. Pero, en medio del mar, y ya
oscurecido, tienen dificultades para avanzar. Y es que, en la
barca no est Jess y el miedo y la parlisis se apodera de
ellos. No son nadie sin Jess. Como tampoco lo somos
nosotras, nosotros.
Jess se acerca a la barca caminando sobre las aguas. El
texto quiere decirnos que Jess es ms poderoso que todas
esas situaciones donde tenemos la impresin de estar
hundindonos; donde nos parece que estamos solas, solos;
que lo nuestro no le importa a nadie. A Jess s. Por eso se
nos acerca de la manera ms imprevisible, o ms cotidiana.
La cuestin es darnos cuenta, sentir su Presencia, seguir

confiando aunque
zarandendonos.

la

barca

siga

zarandendose

You might also like