Verdadera Instruccin

(Domingo, 30 de Julio del 2000)

Pero vosotros no habis aprendido as a Cristo,
si en verdad le habis odo, y habis sido por El enseados,
conforme a la verdad que est en Jess (Efesios 4:20-21)
I.

Nuestra leccin: Aprender a Cristo

Este aprender a Cristo es:
Mucho ms que aprender una doctrina, precepto o ceremonias.
Mucho ms que conocer acerca de Cristo o aprender de Cristo.
1. Conocerle a El como un Cristo personal.
2. Conocer su naturaleza y tratarle de acuerdo con ella.
3. Conocer sus oficios y cmo aprovecharnos de ellos.
4. Conocer su obra completa para Dios, y a nuestro favor.
5. Conocer su influencia sobre los hombres y ponerla a prueba.
6.
Conocer, aprendiendo de Cristo, la manera de vivir como
El.

II.

Cundo no hemos aprendido a Cristo.

1.
Cuando permanecemos como ramos antes.
Sin cambiar, y sin embargo tranquilos en nuestros corazones.
2.
Cuando excusamos el pecado a causa de su expiacin.
3.
Cuando nos sentimos en libertad de pecar a causa de su
perdn.
4.
Cuando cometemos pecado en nombre de Cristo.
5.
Cuando, aceptando que no podemos vencer el pecado,
nos quedamos parados bajo el dominio de alguna tentacin
constitucional.
6.
Cuando profesamos reverencia a su nombre y carcter y
nos preocupamos poco de la verdad que El revela.

III.

Cuando Lo Hemos aprendido.

Conocemos la verdad, y la conocemos de la mejor manera:
1. Cuando somos enseados directamente por El y por su propio
Espritu.
2. Cuando la distinguimos perfectamente en su vida y carcter.
3. Cuando la relacionamos con El y le honramos.

CONCLUSION: Si es as dice el apstol, habis aprendido la verdad

como es en Jess. El que no lo hace as, como aquellos que adoptan
otras doctrinas o filosofas que ensean a quitar tan slo los defectos
de nuestra conducta sobre nuestra vieja naturaleza, como el lobo
vestido de piel de cordero; el que no hace nada ms que esto, est
destituido de aquella gracia que Cristo requiere; pero el apstol
ens3ea a quitar el hombre viejo, que es la causa de todos los males
de nuestra conducta externa, al decir: Con respecto a vuestra
conducta quitad el viejo hombre, sin lo cual es imposible reformar
la conducta.