Inocencia

perdida
Cada instante los vemos sin detenernos
Y no les damos la mano.
Sonrisas ajenas
Y mendigando caricias,
Amor y un pecho de ilusin.
Son puros de corazn,
Caminan sin rumbo, idos y lejanos,
No tienen lana ni fruto.
Saben que deben vivir,
Acostumbrarse a soar.
Recibir insultos y lamentos,
Prdidas, que son como la
Frazada pedida de cada da.
Ellos saben a lo que van,
Lo que le espera, ms as
Deben continuar, resistir su ahogo de vida.
Pasar desapercibidos y robar migajas.
Siempre van a existir, slo Dios sabe
Que necesitan un hogar.
Se cortan las venas por amor
Y gastan lo que tienen por hacer
Lo posible por luchar como buenos
Guerreros de batalla.
Tienen miedo pero demuestran firmeza,

Acarician la espada y combaten su llanto interior

Dedicado a los nios que viven en la calle

Cecilia Pacchi