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TEMA 8
LA MÁQUINA DE INDUCCIÓN TRIFÁSICA.
EL MOTOR DE INDUCCIÓN TRIFÁSICO
1.- Constitución de la máquina de inducción o asíncrona. Clases de
rotor. Principio de funcionamiento del motor de inducción trifásico
1.1.- Constitución de la máquina de inducción trifásica
Al igual que la máquina de corriente continua, la máquina de inducción se deduce de la
máquina rotativa general, eliminando de esta el colector de delgas y uniendo en cortocircuito los anillos
colectores conectados al devanado rotórico. Estos anillos pueden incluso no estar presentes si el
cortocircuito del devanado rotórico tiene lugar en las conexiones de salida del mismo. En este último caso
la constitución del devanado rotórico puede simplificarse al máximo limitándose a simples barras
conductoras, alojadas en ranuras, de igual sección del paquete magnético rotórico y unidas todas ellas por
ambos extremos mediante anillos también conductores. La siguiente figura muestra este tipo de
máquinas:
Estátor
Corona rotórica
Ampliando esta simple descripción, diremos que la máquina de inducción esta constituida por:
- Una corona estatórica de chapas magnéticas generalmente de 0,5 mm de espesor, aisladas entre
si por barnices, ranuradas y convenientemente prensadas y sujetas a una carcasa de fundición de hierro, o
a un marco de acero soldado.
- Un devanado polifásico distribuido, alojado en el ranurado del paquete estatórico de uno
cualquiera de los tipos que se vieron anteriormente.
- Una corona rotórica, de chapas magnéticas apiladas directamente sobre el eje en las máquinas
pequeñas, o sobre una linterna de acero sujeta al eje, en las máquinas de potencias medias y grandes,
ranuradas exteriormente, o cerca de la periferia.
- Un devanado polifásico dispuesto en las ranuras del rotor.
Este devanado polifásico puede ser similar al del estator, pero normalmente de doble capa, cuyos
terminales van conectados a unos anillos colectores de bronce o latón, aislados del eje, en máquinas de
rotor bobinado y anillos rozantes, o bien unas simples barras desnudas de cobre, latón, bronce o de
aluminio unidas por sus extremidades a unos anillos del mismo metal que las ponen en cortocircuito. La
unión de las barras con los anillos se realiza por presión y soldadura, si son de cobre, latón o broce, pero
si se trata de barras de aluminio, estas juntamente con los anillos frontales de cortocircuito y en algunos
casos unas aletas supletorias para la ventilación de la máquina, se funden directamente sobre el paquete
rotórico formando una unidad. La fundición se realiza a presión inyectando el aluminio líquido en el
molde que contiene al rotor.
El entrehierro o separación de aire entre las coronas magnéticas estatórica y rotórica, es en estas
máquinas, lo mas reducido posible, de unas pocas décimas de milímetro, en los motores pequeños a 1 mm
o algo mas en los de mayores dimensiones, o sea el valor mas justo posible para no tener un roce
mecánico entre ambas partes. Las ranuras del estator tienen formas diversas segun el tamaño y tensión
nominal de la máquina segun la siguiente figura.
Ordinariamente son del tipo semicerrado para reducir la longitud efectiva del entrehierro, lo que
implica una menor reluctancia, empleándose las del tipo abierto, de sección rectangular solo en las
máquinas de alta tensión. Las bobinas que constituyen el devanado se ejecutan a parte, sobre moldes
apropiados, introduciéndose hilo a hilo en las ranuras semiabiertas, previamente recubiertas de un
aislamiento estratificado, a través de la abertura de la ranura, cuya anchura, como es lógico, deberá ser
ligeramente superior al diámetro del hilo aislado de que forma la bobina. En cambio las ranuras abiertas
permiten la introducción cómoda de la bobina completamente conformada y aislada antes de su
colocación.
Las ranuras del rotor presentan formas aun más diversas a tenor del distinto tipo de devanado
que se adopte segun la figura siguiente.
Semicerrada jaula de
cobre Semicerrada devando Cerrada jaula
cosido de aluminio
En los motores de rotor bobinado, las extremidades del devanado, sea cual fuere la conexión de
fases, normalmente en estrella, se conectan anillos colectores calados rígidamente sobre el eje, aislados
de este entre si, sobre los cuales se apoyan unas escobillas de grafito, o metalográficas, y mediante ellas
podemos conectar es serie con cada fase una resistencia adicional regulable, como es práctica usual en el
arranque de estas máquinas cuando funcionan como motores, para incrementar el par y limitar la
corriente de conexión, segun se verá mas adelante. Al final del proceso de arranque, estas resistencias se
reducen a cero y para suprimir el roce de las escobillas sobre los aros conectores, evitando el consiguiente
desgaste de estas piezas y las pérdidas por efecto Joule debidas a la caída de tensión que ofrece el
contacto escobilla-anillo colector, es normal disponer en el motor un dispositivo mecánico que mediante
el simple accionamiento de una pequeña palanca o un volante, pone directamente en cortocircuito los
aros colectores y levanta seguidamente las escobillas.
El rotor de jaula de ardilla, en los motores de pequeña y media potencia, se obtiene inyectando a
presión directamente el aluminio fundido sobre la corona rotórica. El número de ranuras del estator y
rotor debe ser distinto, al objeto que la variación de la reluctancia del circuito magnético al girar la
máquina por causa de los dientes, sea lo mas reducida posible. La coincidencia del número de ranuras
podría incluso impedir el arranque de la máquina funcionando como motor, si los dientes se encontrasen
enfrentados, la reluctancia sería mínima, fenómeno llamado cosido magnético.
La máquina de inducción es asimilable a un transformador con el primario como estator y como
secundario el rotor, aunque también puede ser al revés, transformador en el cual la energía eléctrica
absorbida de la red de alimentación por el primario es cedida eléctricamente al rotor, y gran parte de esta
energía es convertida en energía mecánica. Si bien la utilización más amplia de inducción es la de motor
y como tal el de mayor empleo y el más simple y robusto de todos los motores conocidos, puede también
funcionar como generador y convertidor de frecuencia.
El número de fases del devanado rotórico no es preciso que sea igual al del estator, pero si es
condición indispensable el que ambos devanados tengan el mismo número de polos, para que la
interacción de sus f.m.m. sea correcta. El rotor de jaula de ardilla presenta la particularidad de que el
número de polos rotóricos se iguala espontáneamente al del devanado estatórico, cualquiera que sea el
número de polos de este, y consiguientemente si el número total de barras, igual al de ranuras es N2’,
puede ser asimilado a un devanado de N2’/2p fases.
En los dos modos de funcionamiento últimos considerados, el rotor gira en el mismo sentido que
el campo giratorio. Veamos ahora que sucede si conectado el estator a la red, el rotor es obligado, por
medio de un medio motriz externo, a girar en sentido contrario al del campo magnético. Evidentemente
para que esto sea posible el elemento motor tendrá que desarrollar un par superior al que da la máquina
de inducción y en cuantía que depende de la velocidad impuesta a rotor.
La máquina de inducción en estas condiciones actúa pues como un freno electromagnético,
sacándose de ello partida en determinadas aplicaciones, como por ejemplo en el descenso de cargas en las
grúas, cuyo mecanismo de elevación es accionado por motores de inducción, y particularmente en casos
de emergencia, cuando se desea frenar bruscamente una máquina, lo que se logra invirtiendo el sentido
del campo magnético del motor, por el simple cambio de orden de la sucesión de las fases. Esta
maniobra, que prácticamente se reduce a cruzar la conexión de dos fases a la red, se traduce en una
brusca inversión del sentido del par que de motor pasa a resistente, o sea a actuar como freno. Una vez la
máquina parada, de mantenerse la conexión del estator a la red se pondría a girar como motor en sentido
opuesto, por lo cual es obligado, de no convenir este movimiento, desconectarla de la red tan pronto se
alcance el reposo o tienda a iniciar el giro al revés.
como hemos dicho al del transformador en vacío. Al cerrar el devanado rotórico en cortocircuito o sobre
unas resistencias, y en el caso de que el rotor fuese del tipo jaula de ardilla, en el mismo instante de
conectar el devanado estatórico a la red, las f.e.m.s. inducidas en cada una de las fases del rotor
determinaran la circulación de corrientes rotóricas, las cuales formaran asimismo un sistema polifásico de
igual número de fases en el devanado, cuya onda de f.m.m. resultante será giratoria respecto a este
devanado y que segun hallaremos seguidamente, tiene la misma velocidad angular absoluta en el espacio
que la onda de f.m.m. resultante de las corrientes que aparecen simultáneamente en el estator como en el
caso de un transformador en carga. El sentido de giro de ambas ondas de f.m.m. primaria y secundaria
veremos que es también el mismo. En consecuencia sobre el entrehierro actuaran dos ondas de f.m.m.
cuya velocidad relativa es nula. La composición de estas f.m.m. será una f.m.m. rotatoria que dará origen
a un flujo giratorio, de distribución senoidal en el entrehierro, si consideramos únicamente las
componentes fundamentales y despreciamos la saturación.
La interacción entre las corrientes inducidas y el flujo magnético en el entrehierro, determina un
par de giro sobre el rotor, cuyo sentido tratándose de un motor, será el mismo que tiene el campo
magnético rotatorio. En efecto segun señala la ley de Lenz, las corrientes inducidas son de sentido tal que
tienden siempre a oponerse a la causa que las produce. En nuestro caso al ser motivadas estas corrientes
por el movimiento relativo del flujo respecto a los conductores rotóricos, su sentido ha de ser tal que el
par determinado por ellas junto con el flujo, trate de oponerse a este movimiento relativo, lo cual exige
que aquel tienda a hacer girar el rotor en el mismo sentido del campo magnético.
Cuanto más se aproxime la velocidad del rotor a la del campo magnético mas reducida será la
velocidad relativa entre ambos y por tanto menores las intensidades de las corrientes inducidas en el
rotor, pero es evidente por otra parte, que manteniéndose el giro gracias a la presencia de un par motor,
nunca podrá alcanzar el rotor la misma velocidad del flujo, o sea la velocidad de sincronismo, pues en
este caso los conductores del rotor dejaran de cortar las líneas de inducción alcanzará como dijimos antes
una velocidad inferior a la de sincronismo, cuyo valor depende del par resistente que debe contrarrestar.
En vacío, es decir sin carga alguna sobre su eje, esta velocidad es muy próxima a la de sincronismo y
prácticamente se admite que sea igual, pero a medida que se incrementa la carga, la velocidad se reduce
en la cuantía necesaria para que las corrientes inducidas alcancen el valor que demanda el par. De ahí la
denominación de motores asíncronos que reciben, también estos motores.
Con todo la caída de velocidad de vacío a plena carga es muy reducida, del orden de un 2 a un
5% de la velocidad de sincronismo, segun la potencia y número de polos del motor, por lo cual su
característica de velocidad es similar a la del motor derivación de corriente continua. Designemos por n1
la velocidad de giro sincrónica, es decir la del campo creado por las corrientes trifásicas de estator en
r.p.m. en función de la frecuencia f1 de estas corrientes y del número de pares de polos p de la máquina:
60 • f1
n1 =
p
Con f1= 50 Hz, frecuencia normal de las redes europeas, las velocidades síncronas solo pueden
ser 3000, 1500, 1000, 750 ..., r.p.m. segun el número de polos 2p valga respectivamente 2, 4, 6, 8, ... etc.
Supongamos el motor girando en virtud de la carga a una cierta velocidad n en r.p.m. La diferencia de
velocidades entre el campo y el rotor n1-n es la velocidad relativa de giro con que las líneas del campo
cortan a los conductores del rotor y bajo esta diferencia de velocidades se inducen en el devanado
rotórico f.e.m.s. y corrientes de una frecuencia f2 en consonancia con la que se desprendería de la
ecuación anterior para f1:
p • (n1 − n )
f2 =
60
Las corrientes polifásicas del rotor o secundario crean a su vez un campo rotatorio la velocidad
n1-n, con respecto al rotor en cuestión, y en el mismo sentido que el campo del primario siguiendo la
secuencia inductiva de la cual proceden. Con respecto al estator. El campo rotórico gira pues a la
velocidad:
n + (n1 − n) = n r. p.m.
Es decir, a la velocidad asíncrona independientemente de la propia del rotor. Ambos campos,
estatórico y rotórico permanecerán pues estacionarios entre sí y podrían combinarse, en un campo
giratorio único que en definitiva es el que queda como resultante en la máquina. La velocidad absoluta de
este campo es n1 pero con respecto al rotor tiene el valor de n1-n. Es muy importante observar que
cualquiera que sea la velocidad de giro del rotor las corrientes y flujos de este se comportan o reaccionan
con respecto al estator induciendo en él la f.e.m. de la misma frecuencia constante f1 que la línea. En vez
de tomar como magnitud expresiva de la velocidad de giro del rotor su valor absoluto n en r.p.m., es más
útil tomar el valor relativo:
n1 − n
s=
n1
Denominado deslizamiento, o sea la diferencia entre ambas velocidades n1 del campo y n del
motor referida a la del primero, es decir a la síncrona n1. Entonces tenemos:
p • (n1 − n )
f2 =
60
p • n1
f1 =
60
f 2 n1 − n
= =s
f1 n1
f 2 = s • f1
La frecuencia rotórica se obtiene multiplicando la del estator por el deslizamiento. Por otra parte,
para las velocidades de giro expresadas en r.p.m., n1 y n, o bien en radianes por segundo Ω1 y Ω:
2 • π • n1
Ω1 =
60
2 •π • n
Ω=
60
Entonces:
n1 − n n Ω
s= =1− =1−
n1 n1 Ω1
Nos queda:
n = (1 − s ) • n1
Ω = (1 − s ) • Ω1
El valor y signo del deslizamiento es también un índice claro de la modalidad de funcionamiento
en que la máquina se encuentra, como motor:
n ≤ n1 s = 0....1
Como generador asíncrono:
n > n1 s<0
Como freno a contracorriente, movimiento del rotor en sentido contrario al del campo, velocidad
de giro negativa:
n<0 s >1
E2' = m • E2
I2
I 2' =
m
R2' = m • R2
X 2' = m • X 2
En la máquina de inducción tenemos un primario con M1 fases y N1 espiras por fase y un factor
de devanado ξ1, en tanto en que en el secundario, en general tenemos un número de fases distinto M2, N2
espiras por fase y un factor de devanado ξ2, también distinto. En consecuencia, la igualdad de la f.e.m.
del primario E1, con la f.e.m. del secundario reducido al primario E2’, implicará que la relación de
transformación, en lo que a las tensiones se refiere, valdrá:
E1 E1 4,44 • ξ1 • f1 • N1 • φ ξ • N1
m= = ' = = 1
E2 E2 4,44 • ξ 2 • f 2 • N 2 • φ ξ 2 • N 2
M 2 • ξ 2 • N 2 • I 2 = M 1 • ξ1 • N1 • I 2'
De la que se deduce:
I 2' 1 1 1
= = =
I2 M • ξ • N M
1 1 1 1
•m m
M 2 • ξ2 • N2 M2
Que define la relación de transformación de corrientes. Como consecuencia del distinto valor de
la relación de tensiones y de la de corrientes, la impedancia y sus componentes, resistencia y reactancia
de dispersión, del rotor ideal reducido al estator, en función de las magnitudes correspondientes del rotor
real valdrán:
Z 2' = Z 2 • mt • mi
R2' = R2 • mt • mi
X 2' = X 2 • mt • mi
Si aplicamos ahora la ley de Ohm a este secundario, reducido primero al reposo y luego al
primario, tendremos:
R'
0 = E2' − 2 + jX 2' • I 2'
s
O sea:
R2'
E =
'
2 + jX 2' • I 2'
s
Reemplazando la resistencia:
R2'
s
Por:
1
R2' + R2' • − 1 = R2' + Rc'
s
Siendo:
1
Rc' = R2' • − 1
s
( )
E2' = R2' + jX 2' • I 2' + Rc' • I 2'
Para el circuito de una fase primaria la ley de Kirchoff nos da directamente:
V1 = E1 + (R1 + jX 1 ) • I1
Estas dos ecuaciones junto a la igualdad de las f.e.m.s. E1 y E2’ nos permiten admitir para la
máquina de inducción el circuito equivalente que representa la siguiente figura, o sea que la máquina de
inducción es equivalente a un cuadripolo, cuyos bornes de salida están conectados a una resistencia
variable Rc’.
R1 X1 R'2 X'2
I1 Ie I'2
IFE R FE
Iµ R'c
V1 Xµ
Las constantes del circuito de excitación vienen dadas, al igual que los transformadores
ordinarios de flujo alternativo, por las siguientes expresiones:
p Fe
M E
RFe = 21 = 1
I Fe I Fe
E1
Xµ =
Iµ
Veamos a través de este circuito la relación entre la corriente del primario I1 y la del secundario
I2. Cuando el secundario esta abierto, el flujo viene determinado únicamente por la f.e.m. F10 del
devanado primario. Al cerrar el circuito secundario, las corrientes rotóricas dan origen a una f.e.m. sobre
el circuito magnético de la máquina, la cual por ser debida a corrientes inducidas tiende a oponerse a la
del primario. Si el flujo, pese a esta acción antagónica, se mantiene constante, deberá incrementarse la
f.m.m. del estator en la cuantía necesaria para equilibrar la f.m.m. rotórica, de manera que se cumpla la
igualdad vectorial:
M 1 • ξ1 • N 1 • I 1 + M 2 • ξ 2 • N 2 • I 2 = M 1 • ξ1 • N 1 • I e
De la que se deduce:
M 2 • ξ2 • N2
I1 = I e − I 2 •
M 1 • ξ1 • N 1
= I e + − I 2' ( )
La corriente:
M 2 • ξ2 • N2
I 2' = I 2 •
M 1 • ξ1 • N 1
debido al mayor valor relativo que alcanzan en ellas las caídas de tensión estatóricas, y por el hecho de
que la corriente de vacío en estas máquinas es del orden de un 20 a un 50% de la nominal, e incluso mas
en motores trabajando con saturaciones altas.
El estudio de la máquina de inducción a partir de su circuito equivalente, se simplifica
notablemente como tendremos ocasión de ver, si se lleva a cabo sobre el circuito equivalente aproximado
de la siguiente figura, en la cual la corriente del circuito de excitación Ie, al estar directamente alimentado
por la tensión Vq, se conserva constante, cualquiera que sea la corriente del circuito de carga.
R1 X1 R'2 X'2
R FE
R'c
V1 Xµ
I1X1
I1 R1
U1 E1
I1
ϕ1 -I'2
Ie
IFe
Iµ φ
I'2 ϕ2
U2 E2
I2 R2
I2X2
p Fe = M 1 • E1 • I Fe
Vectorialmente la componente Iµ, esta en fase con el flujo y la IFe, en fase con la f.c.e.m. E1, por
tanto en avance de π/2 con el flujo inductor. El elevado valor de la componente magnetizante hace que
relativamente la componente IFe, sea muy pequeña, lo que da lugar a que la corriente de excitación este
casi en fase con el flujo. La f.e.m. inducida en el rotor, reducido al reposo E2, de calada en retraso de π/2
con relación al flujo común, determina la corriente secundaria I2 de valor eficaz:
E2
I2 = 2
R2
+ X2
2
s
X2 s • X2
ϕ 2 = tg −1 = tg −1
R2 R2
s
Por la expresión:
I 2' 1 1 1
= = =
I2 M 1 • ξ1 • N 1 M1
•m m
M 2 • ξ2 • N2 M2
Determinaremos la corriente secundaria reducida la primario I2’ cuya igual y contraria -I2’,
sumada vectorialmente con la Ie nos dará la corriente primaria I1. A tenor de la ecuación:
V1 = E1 + (R1 + jX 1 ) • I1
La tensión aplicada al primario, por fase V1, se obtendrá sumando vectorialmente la f.c.e.m.-E1,
igual y opuesta a la f.e.m. inducida en el primario E1, decalada en avance de π/2 respecto al flujo, con las
caídas de tensión R1I1 en fase con I1 y jX1I1, en avance de π/2 respecto a I1.
P1 = M 1 • U 1 • I1 • cos ϕ1
De esta potencia una parte se degrada en calor por efecto Joule en la resistencia R1, de cada fase
del devanado primario, la cual a efectos útiles, podemos considerar como una pérdida.
- Potencia correspondiente a la pérdida total por efecto Joule en el primario:
P1 = M 1 • R1 • I12
X1I1
R1 I 1
U1 -E1
C A
ϕ1
I1 B -I2
Ψ1 ϕ2
D Ψ0
Ie
O φ
- La potencia P1-pcu1 que llamaremos Pc, será la potencia disponible para crear el campo
magnético giratorio:
Pc = P1 − pCu1 = M 1 • I1 • (OA − AB ) = M 1 • I1 × OX
Luego:
Pc = M 1 • E1 • I1 • cos Ψ1 = M 1 • E1 × OC
Por el principio general de conservación de la energía hemos de admitir que esta potencia pasa
integra al campo magnético. Ahora bien, el giro del campo determina en la corona magnética del estator y
en los cuerpos magnéticos inmediatos al entrehierro, a los que puede alcanzar este campo, la inducción de
corrientes de Foucault y el fenómeno de histéresis que dan lugar a las denominadas pérdidas en el hierro
del estator, la cuales reducen la potencia disponible en el entrehierro del campo giratorio. Estas pérdidas
son las que fijan el valor de la componente de pérdidas IFe, de la corriente de excitación y vienen
expresadas por:
Pc = M 1 • E1 • I Fe = M 1 • E1 • I Fe • cos Ψ1 = M 1 • E1 × OD
Deduciendo la potencia del campo magnético giratorio las pérdidas en el hierro, pFe1, tendremos
la potencia electromagnética transmitida por inducción al secundario. Designándola por Pa, resulta:
Pa = P c − p Fe1 = M 1 • E1 × OC − M 1 • E1 • OD = M 1 • E1 × CD
Pero:
CD = I 2' • cos ϕ 2
Luego:
Pa = M 1 • I 2' • cos ϕ 2
Si sustituimos en esta expresión E1 e I2’, por los valores correspondientes al secundario real,
tendremos:
I2
Pa = M 1 • mt • E2 • • cos 2 = M 2 • E2 • I 2 • cos ϕ 2 W
mi
Fórmula que hubiéramos podido obtener directamente teniendo presente que la potencia que por
inducción transfiere el campo magnético al secundario, con el rotor en movimiento, es la misma que
transmitiría estando en reposo, la cual aparecería como potencia eléctrica generada en el secundario y
cuya expresión es precisamente:
Pa = M 2 • E2 • I 2 • cos ϕ 2
Esta potencia con el rotor en reposo y el devanado cerrado sobre si mismo se disiparía toda ella
en calor por efecto Joule, con el rotor en movimiento solo una parte de ella se pierde por efecto Joule, la
correspondiente a la resistencia del devanado rotórico, el resto aparece como potencia mecánica interna
Pmi del motor, potencia igual a la que resulta del producto del par interno M1 por la velocidad angular del
rotor:
Pmi = M 1 • Ω W
- La potencia correspondiente a las pérdidas por efecto Joule en el devanado del rotor, de
resistencia por fase R2, bajo la corriente I2, es igual a:
PCu 2 = M 2 • R2 • I 22
R2
I2 • = E2 • cos ϕ 2
s
φ
R2 I 2
E 2s
X 2 sI2
R2
I
s 2 ϕ2 E 2
X 2I 2
I2
Resultando:
pCu 2 = M 2 • I 2 • s • E2 • cos ϕ 2 = s • (M 2 • I 2 • E2 • cos ϕ 2 ) = s • Pa
Importantísima relación de las máquinas de inducción, que pone de manifiesto que la potencia
que se pierde por efecto Joule en el devanado rotor de una máquina de inducción que gira como motor
con un deslizamiento s, es igual al producto de su deslizamiento por la potencia electromagnética que se
transmite por el campo magnético a través del entrehierro al secundario. Deduciendo estas pérdidas pCu2
de la potencia Pa obtendremos la potencia que recogemos en el rotor en forma mecánica, potencia
mecánica interna Pmi:
Pmi = Pa − pCu 2 = Pa − s • Pa = (1 − s ) • Pa
Aun cuando podíamos añadir que el campo magnético origina a su vez corrientes de Foucault y
pérdidas por histéresis en las chapas del circuito magnético del rotor, las pérdidas en el hierro del rotor
pFe2, en régimen de marcha normal, al ser el deslizamiento muy pequeño y por tanto muy baja la
frecuencia rotórica, son a todos los efectos prácticos despreciables. Al sustituir en movimiento por otro
en reposo, lo cual puede añadir a la resistencia propia del devanado una resistencia de valor:
1
Rc = R2 • − 1
s
La potencia disipada por efecto Joule en esta resistencia adicional, debe corresponder a la
potencia mecánica interna del motor. En efecto, las pérdidas por efecto Joule en la resistencia adicional
vale:
1− s 1− s
M 2 • I 22 • R2 • = M 2 • I2 • • s • E2 • cos ϕ 2 = Pa • (1 − s )
2
s s
Es decir, la misma expresión que hemos obtenido para Pmi. La potencia útil en el eje del motor
será algo menor debido a las pérdidas por rozamientos y resistencia del aire, ventilación incluida,
provocadas por el giro del motor, denominadas pérdidas mecánicas Pm a las cuales en un análisis más
exacto, habría que añadir las pérdidas adicionales o suplementarias. Supuestas estas últimas pérdidas
incluidas en las resistencias óhmmicas, queda como potencia útil o de salida del sistema:
Pu = Pmi − Pm
Pa = M 2 • E2 • I 2 • cos ϕ 2 W
Y esta dada también como producto del par electromagnético por la velocidad angular, en
radianes mecánicos por segundo del campo giratorio:
2 • π • n1
Pa = M 1 • Ω1 = M 1 •
60
De otra parte, la potencia mecánica interna que desarrolla el rotor girando a la velocidad angular
Ω es:
2 •π • n
Pa = M 1 • Ω = M 1 •
60
La relación entre Pmi y Pa, es igual a la relación de velocidades angulares del rotor y del campo:
Pmi Ω
= = 1− s
Pa Ω1
Expresión que una vez mas confirma que a causa de la resistencia del devanado rotórico, la
potencia mecánica que el rotor desarrolla, con relación a la que transmite el campo, se reduce en la misma
proporción que disminuye la velocidad del rotor con relación a la velocidad del campo giratorio. Como la
velocidad angular del campo giratorio Ω1, funcionando el motor sobre una red de frecuencia constante, es
también constante el par interno M1 es proporcional a la potencia en vatios que el rotor desarrollaría bajo
la acción del par M1, girando a la velocidad de sincronismo. La unidad de medida del par bajo estas
condiciones será la misma que la de la potencia, es decir el vatio, si bien para evitar confusiones cuando
se refiere al par lo llamaremos vatio-síncriono. El par en vatios-síncronos corresponde exactamente a la
potencia que el campo giratorio transmite al rotor en vatios:
Pa = M 1 • Ω1 = M 2 • E2 • I 2 • cos ϕ 2 W síncronos
Fórmula que por otra parte pone de manifiesto la desfavorable influencia del factor de potencia
secundario en el valor del par, como ya señalamos anteriormente. La equivalencia vatio-síncrono y
Newton-metro, se deduce inmediatamente de la relación que liga la potencia con el par. Si la velocidad
angular del campo giratorio de la máquina o velocidad de sincronismo es:
2 • π • n1
Ω1 = = 0,105 • n1
60
Luego un vatio-síncrono de par equivale a:
1 • Ω1 = 0,105 • n1
1 9,5
= N •m
0,105 • n1 n1
La relación entre la potencia interna que el rotor transforma en mecánica Pmi, y la potencia que le
transmite el campo a través del entrehierro Pa, define el rendimiento eléctrico del rotor:
Pmi
η 2 e1 =
Pa
Pmi = Pa − pCu 2 = Pa − s • Pa = (1 − s ) • Pa
η 2 e1 = 1 − s
velocidad de sincronismo, al variar la carga desde 0, funcionamiento en vacío, hasta la nominal, a plena
carga que muestra la siguiente figura:
n/n1
1,0
0,9
0,8
0,7
0,6
0,5 n=f(P) u=cte. f 1 =cte.
0,4
0,3
0,2
0,1
0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2 1,4 1,6 1,8 2,0
P/Pn
El motor de inducción tiene pues una característica análoga a la del motor derivación de c.c., que
como se dijo es llamada característica dura. Desde el punto de vista físico se comprende que por
funcionar la máquina con el rotor en cortocircuito basta una pequeña f.e.m. rotórica y por tanto un
deslizamiento s muy reducido para hacer circular fuertes intensidades por estos devanados, capaces de
engendrar el par necesario para mantener la carga.
I/In
1,0
0,9
0,8
0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
I=f(P) u=cte. f1 =cte.
0,1
0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2 1,4 1,6 1,8 2,0
P/Pn
Tiene el interés el conocimiento de esta característica a efecto del consumo de potencia reactiva
del motor, tanto mas al incidir el cos ϕ en el precio del kW/h. Esta curva que muestra la siguiente figura
pone de manifiesto que el factor de potencia del motor con cargas reducidas es bastante bajo. En vacío
este factor esta por debajo de 0,2, aumentando rápidamente con la carga, para bajar de nuevo al
sobrecargar el motor.
cos ϕ
1,0
0,9
0,8
0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1 cos ϕ=f(P) u=cte. f1 =cte.
0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2 1,4 1,6 1,8 2,0
P/Pn
La razón del bajo cos ϕ con carga reducida proviene del exceso de corriente magnetizante que es
de componente reactiva que permanece invariable con cualquier carga.
Esta característica presenta la forma típica que tiene en la mayoría de máquina eléctricas. el
rendimiento aumenta rápidamente desde cero en vacío, hasta valores relativamente altos, a partir de 0,2
Pn, alcanza un máximo, cuando se igualan las pérdidas sensiblemente constantes, mecánicas y en el
hierro, con las variables por efecto Joule y adicionales para, seguidamente, disminuir mas o menos
lentamente, segun muestra la siguiente figura.
η
1,0
0,9
0,8
0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1 η=f(P) u=cte. f 1=cte.
0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2 1,4 1,6 1,8 2,0
P/Pn
El rendimiento a plena carga de los motores de potencia inferior a 1 kW es del orden de 0,65, en
los motores de 1 a 10 kW de 0,75 a 0,8, en los motores hasta 100 kW de 0,8 a 0,9 y en los motores de
potencias superiores a 100 kW de 0,9 a 0,95.
n/n1
1,0
0,9
0,8
0,7
0,6
0,5
n=f(P) u=cte. f1 =cte.
0,4
0,3
0,2
0,1
0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2 1,4 1,6 1,8 2,0
P/Pn
La velocidad se reduce muy lentamente y casi linealmente de vacío a plena carga, disminución
que prácticamente hay que considerar que sigue siendo lineal hasta el valor del par máximo, reduciéndose
a continuación y bastante rápidamente, al igual que lo hace el par, a partir del par máximo, el cual marca
el límite de funcionamiento estable del motor. La característica mecánica en la parte inestable tiene un
curso sensiblemente hiperbólico. La abscisa en el origen nos da el valor del par de arranque del motor. La
relación entre el par máximo y el par nominal:
M max
Mn
Es llamada capacidad de sobrecarga del motor. En motores normales para uso general, la
capacidad de sobrecarga oscila entre 1,8 y 2,7, siendo por lo general superior a 2. En motores sometidos a
fuertes sobrecargas momentáneas como en grúas, bombas hidráulicas, etc., se suelen exigir valores
superiores a 3. En cuanto a la relación entre el par de arranque o de cortocircuito motor parado y el par
nominal:
M cc
Mn
Suele estar comprendida segun el tipo de motor, ya sea de rotor bobinado, de rotor en jaula de
ardilla, rotor de barras profundas o rotor de doble jaula de ardilla, entre 1,2 y 2, recomendándose los
valores mas altos para arranques energéticos en motores de construcción especial. Empleando un rotor
bobinados, con anillos rozantes, es posible intercalar transitoriamente durante el proceso de puesta en
marcha resistencias en el circuito rotórico, para aumentar el par de arranque y situar el par máximo sobre
velocidades más bajas llevándolo incluso al propio eje de abscisas, velocidad n=0. En este caso se
aprovecha para el arranque el par máximo que puede desarrollar el motor, a la vez que se tiene una
corriente de arranque mas limitada y un factor de potencia durante la puesta en marcha más favorable.
UC I0
W0 W1
Haciendo funcionar el motor polifásico a una tensión y frecuencia nominales, sin carga alguna
sobre su eje, nos permite conocer la de vacío I0, que el motor toma de la red y las potencias activas P0 y
Q0, correspondientes a este funcionamiento. Así como si nos interesa calcular la reactancia total aparente
en vacío X0 y las pérdidas mecánicas Pm. Si representamos por Uc la tensión nominal compuesta entre
fases el ángulo en vacío se obtendrá a partir de la potencia activa o de la reactiva por las expresiones:
P0
cos ϕ 0 =
3 • Uc • I0
Q0
sen ϕ 0 =
3 • Uc • I0
La potencia activa P0 y la reactiva Q0, se obtendrán por el método de Arón que recordemos nos
da la potencia con dos vatímetros en redes equilibradas segun las siguientes ecuaciones:
P0 = W0 + W1 W
Q0 = 3 • (W0 − W1 ) VAR
La reactancia total de la máquina en vacío se hallará, previa determinación del valor modular de
la impedancia en vacío Z0, y la resistencia óhmica en vacío R0, por la fórmula:
X 0 = Z 02 − R02
La impedancia en vacío por fase Z0, de la máquina trifásica, supuesto el devanado estatórico
conectado en estrella, viene dada por:
Uc
Z0 =
3 • I0
3 •Uc
Z=
I0
La resistencia por fase R0, se determinará por las ecuaciones siguientes, si el devanado esta
conectado en estrella:
P0
R0 = 32
I0
P0
3 P0
R0 = =
(
I0 • 3 ) 2
I 02
X 0 = X1 + X e
X 0 = ω1 • L1
Si de la potencia total absorbida en vacío P0, deducimos de las pérdidas por efecto Joule en el
estator obtendremos, de conformidad con el balance de potencias de esta máquina, la suma de las
pérdidas en el hierro y mecánicas en las que se incluyen las de rozamientos y las de ventilación, valen:
p Fe + pm = P0 − M 1 • R1 • I of2
Donde Iof es la corriente de vacío por fase. La resistencia por fase del devanado primario R1, se
obtendrá midiéndola directamente, bien sea por medio del doble puente de Thomson, o por el método
óhmico, teniendo presente que el valor hallado a una cierta temperatura ta, debe referirse la temperatura
de régimen de la máquina tr. Resulta muy fácil separar exactamente las pérdidas en el hierro de las
pérdidas mecánicas, llevando el ensayo en vacío con distintas tensiones, entre por ejemplo 0,2Un y 1,1Un
siendo Un la tensión nominal, y midiendo para cada valor de la tensión aplicada la potencia absorbida y la
intensidad. Llevando a continuación en un gráfico cartesiano las tensiones aplicadas como abscisas y la
suma de las pérdidas en el hierro y mecánicas, dadas por la expresión anterior, como ordenadas se
situaremos una serie de puntos que nos definen la curva:
p Fe + pm = f (U )
La siguiente curva muestra el resultado del ensayo en vacío de una máquina de inducción
trifásica:
p Fe +p m
P Fe
Pm
O Un
U
Y cuya ordenada en el origen obtenida por extrapolación nos dará las pérdidas mecánicas para
U=0 y pFe=0. Esta curva es una parábola casi perfecta, por cuanto las pérdidas mecánicas son constantes
y las pérdidas en el hierro proporcionales al cuadrado de la tensión. Si en lugar de tomar como abscisas
las tensiones U, tomamos el cuadrado de la tensión U2, los puntos se hallaran sensiblemente sobre una
recta y su intersección con el eje de ordenadas quedará mejor definido segun la siguiente figura.
p Fe +p m
P Fe
Pm
O U2n
U2
U cc
I cc = I n •
Un
Esta proporción, bastante exacta en los transformadores, en las máquinas de inducción por su
mayor complejidad, da lugar a errores apreciables que pueden limitarse si el ensayo en cortocircuito se
efectúa incrementando la tensión mas allá del valor Ucc y trazando las características:
I c = f1 (U )
pcc = f 2 (U 2 )
Hasta un valor máximo de unas dos veces la corriente nominal. Extrapolando estas
características hasta la tensión nominal, se medirán valores de Icc y de pcc más exacto. De los valores
anteriores deduciremos el factor de potencia correspondiente al punto de cortocircuito:
Pcc
cos ϕ cc =
M 1 • U n • I ccf
Siendo Un e Iccf, los valores de la tensión nominal, se medirán valores de Icc y de pcc más exactos.
Si como de ordinario se tiene, el motor es trifásico:
Pcc
cos ϕ cc =
3 • U c • I cc
Donde Uc es la tensión compuesta nominal de la red e Icc la corriente de cortocircuito que toma
el motor de la red tensión. Teniendo en cuenta que la reluctancia magnética de los circuitos de los flujos
de dispersión puede variar ligeramente con la posición relativa de las ranuras del estator y del rotor, es
conveniente efectuar varias lecturas con diversas posiciones y tomar el valor medio, o bien dejar que el
rotor gire muy lentamente durante el ensayo de cortocircuito. La potencia pcc, comprende las pérdidas por
efecto Joule en el devanado estatórico y en el rotórico, así como las pérdidas en el hierro del estator y el
rotor correspondientes un campo giratorio de un valor muy reducido de un 15 a un 25% del nominal, las
cuales o se las desprecia o como máximo se suponen iguales a las pérdidas en el hierro del estator en
sincronismo. Si las despreciamos tenemos:
Re 2 = Rcc − R1
Resistencia que podemos aceptar igual a la resistencia del circuito rotórico reducida al estator:
Re 2 = R2'
U V W U V W U V W
Z X Y Z X Y Z X Y
Esta solución no solo permite la utilización del motor con dos tensiones distintas, que estén en la
relación de 1 a √3, sino también el arranque del motor normalmente previsto para trabajar con la
conexión triángulo a la tensión nominal, con una tensión por fase reducida. A este propósito sabemos que
Uc es la tensión compuesta de la red, esta será también la tensión aplicada a cada fase de motor cuando
esté trabajando normalmente en triángulo. Si el mismo devanado estuviese conectado en estrella la
tensión de fase del motor sería √3 veces inferior. A base pues de un simple cambio de conexión de las
fases del devanado estatórico, tenemos la posibilidad de reducir la tensión aplicada al motor en la puesta
en marcha, limitando consecuentemente, al igual que con los métodos anteriores, el golpe de la corriente
de arranque.
En este simple principio esta basado el método de arranque estrella-triángulo. En el momento de
arranque el devanado conectado en estrella queda sometido a una tensión por fase igual a Uc/√3 y cuando
el motor alcanza una cierta velocidad de giro, se conecta en triángulo pasando la tensión de fase a ser
igual a Uc. Segun esto, el método es equivalente al arranque por autotransformador con una relación de
transformación m=√3. La relación entre el par de arranque y el par nominal podemos obtenerla
directamente de la fórmula:
2 2
Paa I m m • Ia
= • s = • s = (m • a )2 • s
Pan I n In
I cc
I a m2 I
a= = = cc
In In 3 • In
2 2
Paa I 1 I
= 3 • cc • s = • cc • s
Pan 3 • In 3 In
Fórmula que aplicada a un motor cuya relación Icc/In sea igual a 6 y el deslizamiento nominal del
4 %, nos da:
Paa 1 2
= • 6 • 0,04 = 0,48
Pan 3
Valor muy reducido que pone bien de manifiesto que este método solo será aplicable a motores a
los cuales se le exija un par de arranque del orden de la mitad del nominal. Tal es el caso del
accionamiento de ventiladores, bombas, la mayor parte de máquinas-herramienta, grupos convertidores,
transmisiones de arranque en vacío, etc. La corriente de punta de arranque es en estos dos casos
aproximadamente el doble de la nominal del motor. Siendo el par de un motor de inducción proporcional
al cuadrado de la tensión aplicada a cada fase, la relación entre el par de arranque Ma en estrella, el par
Ma en triángulo, valdrá:
2
U
k • c
M aest 3 1
=
M atri k • U c2 3
Relación que conserva su valor cualquiera que sea el deslizamiento nominal del motor. En
consecuencia la característica par-deslizamiento del motor conexión estrella se deducirá mediante de la
característica nominal conexión triángulo dividiendo cada deslizamiento el valor del par por 3, segun
muestra la siguiente figura.
M I
Itriángulo
Mtriángulo
Iestrella
Mr
Mestrella
O S1 Sn O S1 Sn
S S
Circuito de fuerza
L1
L2
L3 Circuito de maniobra
L1
Ig
Rt
F1
M C1
C2 C3
C1 P
Rt
Rt C3 C2
C2 C2 C3 C3C1 C1
N
M
0,3 ~
Arranque Marcha
U1
US 3
I1
US =
m
Im = m • Ia
2 2
Paa I m m • Ia
= • s = • s = (m • a )2 • s
Pan I n In
Expresión que pone de manifiesto que en el arranque por autotransformador, con la misma
relación a que en el arranque por resistencias que veremos posteriormente, pero referida a la corriente de
la red, el par de arranque es m2 veces mayor. Esto no significa que sea posible obtener un par de arranque
elevado a base de elegir una alta relación de transformación, por cuanto a menor tensión aplicada al
estator. Cabe dar a la expresión anterior otra forma a base de reemplazar la corriente de arranque en la
línea Ia, por la corriente de cortocircuito del motor Icc. Teniendo en cuenta las relaciones:
I cc U 1
= =m
Im U s
1
Ia = Im •
m
Se deduce que:
I cc
Ia =
m2
Y también se cumple:
Paa I cc • I a I
= 2
= a • s • cc
Pan In In
Dado que a tiene un valor inferior a Icc/In resulta evidente que, con el mismo valor de a, el par de
arranque con autotransformador es superior al par de arranque con resistencias en el estator. Desde un
punto de vista económico, el conjunto de aparatos de maniobra y relés de temporización que aparte del
autotransformador se requieren en este tipo de arranque, hacen que este método sea de precio
relativamente elevado comparado con los arrancadores por resistencias, por lo cual solo se justifica su
empleo en motores de potencias superiores a los 50 kW. La figura siguiente muestra las características
par-deslizamiento y corriente-deslizamiento de un motor de inducción de doble jaula de ardilla durante el
arranque por autotransformador en tres tiempos.
M I
Um1
U1 Um2
Um2
Um3
Ia
Um1 Mr
Ma
Maa
O S1S2S n S O S1 S2 Sn
n1 n S
6.3.- Arranque con resistor primario o por inserción de una resistencia estatórica
Si se hace preciso reducir el elevado valor de la corriente de arranque, no cabe otra solución, en
los motores de jaula, que disminuir la tensión de alimentación, lo cual supondrá a su vez una reducción
del par de arranque. En el caso de disponer una resistencia en cada fase del estator, resistencia que irá
reduciéndose a medida que el motor se acelera, veamos cual es el valor del par de arranque que se tendrá
segun el golpe de corriente admitido. El circuito de motor y reostato de arranque será el que representa la
siguiente figura.
Ia
a=
In
PCu 2
Pa = M 2 • E2 • I 2 • cos ϕ 2 =
s
m • I12 • R2' I2
Pa = =K• 1
s s
El par nominal correspondiente a la corriente y al deslizamiento nominal del motor sn, será:
I n2
Pan = K •
sn
Paa = K • I a2
Paa I a2
= sn • 2 = sn • a 2
Pan In
I a = I cc
Y en consecuencia:
2
Pacc I cc
= • sn
Pan I n
En un motor cuya Icc/In sea igual a 6 y el deslizamiento nominal, a plena carga 4%, la relación
anterior nos daría:
Paa
= 6 2 • 0,04 = 1,44
Pan
Si por la imposición se tuviera que limitar la corriente de arranque a un valor igual a dos veces la
corriente nominal a=2, la relación anterior se reducirá a:
Paa
= sn • a 2 = 0,04 • 2 2 = 0,16
Pan
Se comprende, al ser tan exiguo este valor que este método de arranque se utilice solo en los
casos de arranque en vacío, o para motores muy pequeños en los que el deslizamiento nominal es del
orden del 6 al 8% y el par de arranque exigido del orden de la mitad del nominal como máximo. Es fácil
comprobar que el par de arranque es proporcional al cuadrado de la tensión aplicada a los bornes del
motor. Efectivamente, segun acabamos de deducir:
Paa = K • I a2
Por otra parte, la corriente de arranque podemos expresarla, segun el circuito equivalente de la
máquina por:
U 1n
Ia =
Z cc
En donde U1n es la tensión aplicada al estator del motor y Zcc la impedancia de cortocircuito,
luego:
U 12n
Paa = K • 2
= K '•U 12n
Z cc
Cualquier método que reduzca la tensión aplicada al estator del motor reducirá la corriente
derivada de la línea y el par. La corriente en la misma relación que se reduce la tensión, y el par en
relación cuadrática.
60 • f1
n = n1 • (1 − s ) = • (1 − s ) r. p.m.
p
Que nos dice que la velocidad n puede controlarse, bien se modificando la velocidad de
sincronismo n1, o bien actuando sobre el deslizamiento. La velocidad de sincronismo depende a su vez
del número de pares de polos de la máquina y de la frecuencia de alimentación. Y en cuanto al
deslizamiento, bastará con modificar la forma de la característica de par-deslizamiento del motor para
obtener con la misma carga distintas velocidades. Esta modificación puede obtenerse, variando la tensión
aplicada al motor, variando la resistencia del circuito rotórico, inyectando en el motor una tensión de
igual frecuencia que la f.e.m. inducida y de magnitud y fase variables.
acortado cuando tengan solo la mitad parte b de la figura. En este sentido los devanados de doble capa
resultan los mas apropiados. En el caso de los devanados trifásico para mantener en lo posible la misma
inducción máxima en el entrehierro conviene modificar no solo las conexiones entre las bobinas, sino
también la conexión entre fases, de estrella a triángulo o al revés.
a) Conexión a 4 polos
tp
b) Conexión a 8 polos
tp
La siguiente figura en su parte a muestra el esquema del cambio de conexiones en las bobinas y
de las fases, correspondiente a una conmutación del número de polos conocida con el nombre de
conexión Dahlander, mediante la cual puede mantenerse sensiblemente la misma potencia con uno y otro
número de pares de polos. Si lo que se desea es mantener el par constante, el cambio de conexiones y
fases se ajusta a la parte b de la siguiente figura, aunque también da buen resultado el sistema Dahlander
a base de utilizar la conexión estrella, con dos ramas en paralelo por fase, para el menor número de polos,
velocidad mas baja, y la conexión triángulo con las ramas en serie por fase para el doble número de
polos, velocidad menor.
a) U V W U V W
b) U V W U V W
Una observación a tener en cuenta es que al efectuar el cambio de conexiones para pasar de un
número de polos al doble, o a la mitad de los originales, es preciso conmutar las uniones de dos de las
fases a la red, si se desea que el motor gire en el mismo sentido. Si en lugar de disponer un solo devanado
estatórico, dimensionamos adecuadamente las ranuras para alojar en ella dos devanados independientes,
de distinto número de polos, podemos obtener también dos velocidades sincrónicas diferentes y además
uno de los dos devanados son de polos conmutables, obtendremos con un solo motor tres o cuatro
velocidades sincrónicas. Se trata de ejecuciones muy especiales, que suponen motores voluminosos de
construcción muy complicada y de elevado precio. Por estas circunstancias, la mayor parte de los motores
de polos conmutables que se construyen son de dos velocidades.
n1 + n
f2 = p • Hz
60
Donde n1 es la velocidad sincrónica del campo giratorio, n es la velocidad del rotor impuesta por
el motor de accionamiento. Si n1=n se tendrá una frecuencia de salida f2, doble de la frecuencia de la red
y sin n=2n1 la frecuencia será el triple. Con estas frecuencias nos será posible alcanzar en los motores de
inducción bipolares de hasta casi 6000 a 9000 r.p.m. Mediante este método, si se desea mantener la
inducción en el entrehierro invariable es necesario variar proporcionalmente la frecuencia la tensión
aplicada al motor. Si lo que se desea mantener la potencia constante, el par motor deberá variar
inversamente la velocidad sea aproximadamente a la frecuencia:
M1 f
= 1
M2 f2
Relación que aceptando se mantienen sensiblemente constantes los valores del rendimiento, del
factor de potencia y de la capacidad de sobrecarga, conduce a que la relación de tensiones aplicadas debe
ser igual a la de frecuencias:
U 11 f
= 1
U 12 f2
Mn(Un )
M'n(0,7Un ) Mr
O n' n n1 n