Professional Documents
Culture Documents
LA SANTA TIJERA
Cmo saber cundo y qu debemos borrar?
Quin se atreve a pedirle a un autor que resigne un
buen momento de su literatura?
Es verdad: si los orculos son favorables, tarde o temprano
se nos cruza en la vida un sincero coordinador de
taller. Pero, en el fondo, no es l quien pide la poda; tampoco
el escritor amigo, ms avanzado que nosotros en el
oficio. Sern el contexto, el tramado, la misma estructura
98
del conjunto los que reclamarn tijera a gritos. Confiemos
en ellos: lo hacen por el bien de la obra total.
El corte es una actividad esencial en el arte de corregir,
y tal vez la ms dolorosa. Decididamente amamos
nuestros textos, nos dejamos encandilar por sus brillos y
encantar por su msica. Sobre todo cuando realmente estn
bien escritos. Pero, a la hora de corregir, hay que desconfiar.
Como primera medida hay que desconfiar (siempre,
siempre, siempre) de nuestros cuentos y poemas inspirados;
consecuentemente, debemos volver a ellos una
y otra vez, en fro y tijera en mano.
Y concentrndonos, ante todo, en sus comienzos.
Al espiar en la trastienda de la escritura es muy frecuente
encontrarse con comienzos que el autor tach de
la versin ltima. Lo hemos visto en la nota 46: la eliminacin
de los dos primeros versos hizo que el poema
ganara en inmediatez.
El proceso es ms o menos as:
1. Escribimos partiendo de una imagen mental (y con
imagen permtanme reunir idea, trama, tema o preocupacin).
2. La imagen empieza a desperezarse y toma cuerpo
a medida que las palabras van llenando el papel o la pantalla
del monitor.
3. La imagen se fortalece. Aparece con mejores colores
el escenario donde transcurrir la accin. Brotan personajes
secundarios que rodean al protagonista. Surgen
trminos que jams hubiramos sospechado que tenamos
en la cabeza.
Bien, hay que descreer de todo lo anterior: nos fue
dictado por la loca de la casa, al decir de santa Teresa. Es
muy posible que algo nos sirva de tanto material, pero el
olfato indica que lo escrito al principio es, simplemente,
un buen camino para que vayamos conociendo a nuestro
personaje, a nuestra imagen.
La experiencia, tomada como algo provisional, es rica:
99
a mucha gente le resulta indispensable pasar por ella para
saber qu escribir. Es como ir soltando la mueca, ir
delineando una situacin, una escena. Uno se va habituando
al mundo que el texto le propone.