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ANTONIO BLAY FONTCUBERTA LECTURA RAPIDA PRINCIPIOS Y TECNICAS QUE PERMITEN MEJORAR LA RAPIDEZ, LA COMPRENSION Y LA RETENCION EN TODA CLASE DE LECTURAS & FORIAL IBERIA, S.A. 9. 26 - 08006 Barcelona E1 autor desea expresar su agradecimiento a todos sus colaboradores ayuda en la realizaci6n del libro, y en particular a Ana M, Cuevas y a José M. Goi Disefio de Ia cubierta Cilia Valles Octava edicion 1998 © Féitorial Iberia, S.A., 1998 ISBN: 84-7082-014-1 Depésito legal B. 25.405-1998 Printed in Spain InTRODUCCION LEER: EXIGENCIA DE NUESTRO TIEMPO Y EFICACIA DE LAS TECNICAS ESPECIALIZADAS Dentro de ta vida moderna ta lectura ocupa un lugar importantisimo. Las exigencias de la vida profesional, el deseo de una mayor informacion cultural o la nece- sidad de estar al tanto de las tiltimas novedades en el dmbito nacional 0 mundial, exigen de nosotros muchas horas de dedicacidn a la lectura en la prensa, libros, informes o documentos. Saber leer més y mejor es una de las habilidades mds preciosas que puede adguirir el hombre moderno. Muchos no se dan cuenta hasta qué punto sus lecturas son deficientes y mal aprovechadas. Otros quizd nunca han pensado en ta posibilidad que existe de mejorar realmente su capacidad como lectores. De hecho, nun- ca se nos ha hablado de tecttira como un arte a perfec- cionar y sobre tos modos de conseguirlo. Parece que se da por supuesto que por el mero he- cho de ser adultos y de haber seguido algunos estudios ya estamos capacitados para leer bien y que no hay nada mds a conseguir 0 mejorar. La experiencia demuestra que esto no es asi. En paises como Estados Unidos, Inglaterra 0 Francia han sido muchisimos los ingenieros, doctores, abogados y hombres politicos que han realizado cursos de lectura rdpida, y han podido comprobar y admirarse de tos progresos inesperados que han realizado en este punto. 8 ANTONIO BLAY Nosotros mismos hemos podido constatar este mismo hecho en nuestros cursos practicos de lectura. Esto no es producto de ningtin truco o artificio es- pecial. Se funda en el estudio sistemdtico de los meca- nismos que intervienen en la lectura, y en Ia aplicacién prictica y metddica de las consecuencias que de ahi se derivan. En este libro presentamos una descripcién detatlada de los principios bdsicos y de todas las técnicas mo- dernas que en relacién con Ia lectura rapida se estén practicando hoy dia en los paises mds avanzados, téc- nica y econémicamente. Estas técnicas han demostrado que, por sorpren- dente que ello parezca, una funcién tan usual como es la lectura es susceptible de ser mejorada tanto en ca- lidad — nivel de comprensién, asimilacion y atencion — como en rapidez; y esto en proporcién verdaderamente extraordinaria. En efecto, llegar a doblar tan sélo la velocidad ha- bitual representa reducir a la mitad el tiempo exigido por determinadas lecturas. Si tenemos presente el in- ‘menso valor del tiempo en nuestra era de organizacion y de rendimientos éptimos, y por otra parte la inelu- dible necesidad de una constante y copiosa informacion en toda actividad profesional de cierta altura, se com- prenderd fécilmente el enorme interés prdctico que representan estas técnicas para todas las personas que se preocupan por mejorar su eficiencia. Los resultados de los cursos de lectura son realmen- te notables y plenamente comprobados por la expe- riencia. Por eso el esfuerzo relativo que supone el so- meterse al entrenamiento propio de un curso de lectura rdpida, queda cmpliamente compensado para la per- sona tanto desde el punto de vista econdmico, como LECTURA RAPIDA 9 profesional; e incluso por las nuevas posibilidades y horizontes que se le abren en orden a poder mejorar y acrecentar su propia formacién cultural. Se trata de la adquisicién de un nuevo hdbito o ha- bilidad de cuyas ventajas se beneficiard durante toda su vida El aprovechamiento que se obtiene en tos cursos de lectura se refieren a dos aspectos: la rapidez y la com- prension. Piensan algunas personas que la mejor comprension de un escrito es proporcional a la lentitud con que se lee. Esto, como veremos a través del libro, no es asi en modo alguno. De hecho las técnicas de lectura correc- tamente aplicadas producen paralelamente un doble in- cremento: en la comprensién y en la rapidez. Se han hecho abundantes estadisticas en todos los paises en donde se desarrollan cursos de lectura sobre los resultados obtenidos. Estos resultados, directamen- te comprobados por nosotros en nuestros propios alum- nos, manifiestan que el incremento de la velocidad os- cila entre un 5) % y un 100 % con respecto a Ia veio- cidad inicial. En cuanto a la comprensidn, se nota una mejorta que va del 10 % al 20 %. La relacién entre la velocidad de lectura y el nivel de comprension es lo que determina Ia eficiencia real de un lector. Técnicamente se expresa mediante la formula: vxc E=—_ 100 Es decir, que la eficiencia en la lectura se obtie- ne multiplicando la velocidad expresada en palabras por minuto, por la comprensién expresada en tanto por ciento, y dividiendo el producto por cien. 10 ANTONIO BLAY Si nos atenemos al incremento de la eficiencia, que es lo que realmente indica el provecho sacado por los alumnos, los resultados obtenidos demuestran que es posible conseguir como término medio el doblar ot plicar la eficiencia inicial. CONTENIDO ¥ PLAN DEL PRESENTE LIBRO En este libro hacemos un estudio sistemdtico de los principios en que se basa la lectura rdpida y las téenicas més eficaces para conseguir un positivo incre- mento de su eficiencia. Segtin nuestro conocimiento no existe ningtin libro — no ya en lengua espaiiola, sino incluso en la inglesa, que es casi Ia tinica lengua en que existe bibliografia sobre este tema — que haya hecho una recopilacién de los procedimientos y expe- riencias que sobre las diversas facetas de la lectura rdpida se han Nevado a cabo hasta la fecha en Estados Unidos, Inglaterra, Francia e Hispanoamérica. Por todo ello, creemos que con el presente libro prestamos un servicio titil a todos los lectores de habla esparola. La obra estd dividida en tres partes fundamtentales. La primera se dedica al estudio de la percepcién, las condiciones materiales y psicoldgicas que se requieren, los m mos de acuerdo con los cuales funciona, y finalmente los defectos y modos de corregirlos. La segunda parte trata de la comprension. Se hace un estudio del modo como se organizan y estructuran las ideas dentro de un escrito y luego se dan las téc- nicas mds adecuadas para lograr una comprension ép- tima de lo que se lee. Ademds del estudio objetivo del texto en si, se insiste en la actitud subjetiva del tector como factor importante para Megar a una comprensin LECTURA RAPIDA ul plena, asi como en Ia forma de desarrollar y perfecciow nar su capacidad critica. También se indican los medios para llegar a una mejor y mds firme retencién de lo leido. En la tercera parte se hace un estudio concreto so- bre las técnicas mds especializadas aplicables a escritos de indole diversa, como textos de estudio, documentos, cartas, literatura. Con esto esperamos que el lector podrd formarse una idea clara y precisa de los fundamentos en que se basan las téenicas de lectura répida y de su aptitud para lograr los notables resultados give se proponen. Sin embargo, debemos prevenir contra Ia ilusién de los que piensen que con una informacidn superficial 0 con leer algo sobre el modo de mejorar ta lectura puedan alcanzar resultados estables y positivos. La lectura ré- pida es un arte eminentemente practico y por eso sdlo un ejercitamiento y un entrenamiento sistemdtico pue- den dar los resultados apetecidos. No obstante, el cono- cimiento claro de los principios y técnicas de lectura es de la maxima utilidad para poder realizar un entre- namiento inteligente. En este sentido creemos que la lectura de esta obra resultard para el lector de verdade- ra utilidad como una orientacién tedrica y prdctica de gran valor. Se trata de comprender claramer.te este ‘medio estupendo que se nos ofrece y de saber cémo utilizarlo, para luego poder aplicarlo conscientemente y con el maximo provecho a todas nuestras lecturas. PARTE PRIMERA PERCEPCION La lectura es un proceso que fundamentalmente abarca dos aspectos: la percepcién visual y la com- prensién mental de lo lefdo. Ambps aspectos son sus- ceptibles de un estudio detallado y existe la posibilidad de mejorarlos enormemente. La eficacia de la lectura depende de que estos dos aspectos estén suficientemente desarrollados. Los cur- sos de lectura son esencialmente un entrenamiento inteligente tanto para mejorar nuestra habilidad per- ceptiva como la capacidad y rapidez de comprensién. Aigunos autores niegan curiosamente la posibilidad de mejorar nuestra percepcién visual por medio de entrenamiento. Insisten en que mental y se lectura es ante todo un proceso in ellos los movimientos defectuosos de los ojos no son la causa, sino el efecto o el sintoma de una actitud mental deficiente mientras leemos. Es indudablemente cierto que una actitud mental correcta ejerce desde el inconsciente una eficaz direc- cién que dinamiza el proceso de percepcién visual. Pero no se puede negar que, segiin lo confirma la experiencia, los resultados son todavia mejores cuando se dedica la debida atencién al adiestramiento directo de los mecanismos visuales, como paso previo para una lectura completa e inteligente. 16 ANTONIO BLAY En esta parte vamos a estudiar detenidamente todo lo que se refiere a la percepcién, sus mecanismos y modo de mejorarlos. En relacién con la lectura, la percepcién significa la captacién visual de las palabras escritas. En la medida que esta capacidad de captacidn sea més rapida y més segura, la percepcién seré més perfecta. CapfruLo PRIMERO CONDICIONES PREVIAS Antes de entrar directamente en el tema de la per- cepcién conviene recordar algunos factores circunstan- ciales, materiales 0 psicolégicos, que son condiciones necesarias para una buena percepcién. @) CONDICIONES MATERIALES Las condiciones materiales se refieren a la adecua- da iluminacidn, buen estado de los ojos y ausencia de fatiga en los mismos. ILUMINACION La iluminacién es algo muy importante. Si no es adecuada los ojos caen rapidamente en la fatiga y el rendimiento decrece inmediatamente. La luz natural es la mas indicada y la que mejor soportan los ojos, Si se ha de leer con luz artificial se pueden obtener condiciones altamente satisfactorias procurando que 18 ANTONIO BLAY haya en Ia habitacién un doble foco de iluminacién: uno general que sirve de iluminacién de fondo, y otro local que ilumina directamente el trabajo o la lectura que estamos realizando. La iluminacién general y 1a lo- cal no han de ser demasiado diferentes, aunque la general conviene que sea algo mas débil que la local. El ojo tiene una tendencia refleja a mirar hacia la parte més iluminada, y si la luz local fuese mas débil habria una tendencia a desviarse hacia afuera que produciria una tensién y en consecuencia una rapida fatiga. La simple luz local no es suficiente porque la retina del ojo se acomoda al grado de iluminacién general. Hay que evitar también los contrastes fuertes de luz y sombra, para lo cual son mas adecuadas las pantallas transparentes. Los focos deben colocarse de modo que los ojos no sufran los efectos directos de su resplandor. No creemos que sea practico para el lector el que afiadamos datos y cifras sobre el nuimero de lumens © watios a aplicar. Las indicaciones que hemos dado inteligentemente combinadas pueden crear un ambien- te muy confortable para cualquier trabajo serio y pro- longado. Simplemente debemos observar que una vez alcanzado un buen grado de iluminacién el rendimien- to del trabajo no aumenta apreciablemente aunque se siga intensificando la iluminacin. Este punto critico de ptima iluminacién puede variar de unas personas a otras, y la experiencia personal es ei mejor indicador. EsrAbo DE Los 010s Otra condicién indispensable para la buena per- cepcién es el estado de los ojos. Muchas personas LECTURA RAPIDA 19 creen que su vista es perfectamente normal, y no se dan cuenta de sus defectos cuando son ligeros. Si al leer los ojos se fatigan muy pronto, o se producen fre- cuentes dolores de cabeza, es aconsejable acudir al oculista. Lo mas probable es que haya necesidad de corregir la vista. Aparte de estas molestias anormales que exigen la intervencién del especialista, el hecho de leer produce una fatiga normal en los ojos. Sin embargo, podemos aprender a descansar y a relajarlos, lo cual hace posi- ble una mayor duracién y rendimiento en el trabajo. Para esto es aconsejable un procedimiento muy sen- cillo, llamado epalming>. Cuando sentimos que los ojos estén cansados conviene hacer una pausa. Quitar los Ojos del libro y mirar otra cosa: el techo de la habita- cién, el cielo a través de la ventana, 0 cualquier otra cosa. Después se pone las palmas de las manos sobre los ojos, de modo que se haga una oscuridad total. No hay que oprimir munca los globos oculares. En esta posicién y gracias al calor de las manos los ojos se distienden y se relajan. Al principio es posible que observen algunos destellos Iuminosos; hay que espe- rar a que desaparezcan. Luego, pasados unos segundos mas, se puede abrir de nuevo los ojos y nos encontra- remos listos para reemprender la lectura. Esto se puede repetir varias veces a través de la lectura si sentimos necesidad de hacerlo. También puede ser util hacer ligeros masajes alrededor de los ojos y especialmente en la regién de los tempo- rales. Para superar la posible fatiga también es muy recomendable hacer pequefias pausas con relativa fre- cuencia, Bastan unos pocos segundos, un minuto quiz, durante los cuales permanecemos con los ojos cerrados, 20 ANTONIO BLAY © mirando a lo lejos, procurando que nuestra mente se relaje plenamente. En cuanto al momento de hacer estas pausas el tiempo més indicado no es precisamente cuando apa- rece la fatiga, sino justamente un poco antes. De esta manera uno no llega a sentirse cansado, o al menos no se cansa tan répidamente. Estas pausas, traténdose de la lectura, no deben ser muy prolongadas, pues de otro modo uno se desconecta demasiado del trabajo y luego se produce una pérdida de tiempo para ambien- tarse de nuevo en lo que estaba haciendo. Por otra parte, las pausas voluntarias son mejores que las que se hacen de un modo més 0 menos inconsciente 0 subrepticiamente b) CONDICIONES PSICOLOGICAS Ademas de las condiciones materiales que acaba- mos de enumernr, hay otros requisitos psicolégicos que influyen extraordinariamente en el rendimiento de la lectura. Estos requisitos influyen directamente no sélo en la simple percepcién sino que tienen también gran importancia en el aspecto de la comprensién. Los requisitos psicolégicos indispensables para lo- grar una lectura eficiente son: la tranguilidad, la tension y la atencién. ‘TRANOUILIDAD Por tranquilidad queremos indicar el conjunto de circunstancias que crean en nuestro alrededor un am- Diente agradable y sereno, y que hacen que nos sinta- LECTURA RAPIDA 2 mos cémodos durante el trabajo. Una habitacién que nos sea familiar es preferible a un local que nos resulte extrafio aunque pudiera parecer mas adecuado. La novedad puede ser causa de distracciones 0 de cierta especie de curiosidad o de inquietud interior. Cuanto mas confortables nos sintamos en relacién al ambiente, mas facilmente podremos prescindir de los estimulos externos para centranos totalmente en nues- tro trabajo. También es importante que fisica y corporalmente nos sintamos con toda comodidad, con tal de que la excesiva comodidad no nos haga caer en la somno- Kiencia. DISTENSION La distension se refiere a ese estado interior de rela- jamiento, libre de tensiones y de preocupaciones per- turbadoras. Toda tension exige un gasto de energia que es desviada de nuestra finalidad principal, dismi- nuyendo as{ nuestra capacidad verdadera de trabajo, aparte de la perturbacién y desasosiego que introduce en nuestra mente. Las tensiones pueden ser de dos clases: fisicas y emotivas. Las tensiones fisicas se manifiestan en ciertas con- tracciones de determinados misculos, Pueden locali- zarse en distintos puntos del cuerpo: piernas, diafrag- ma, mandibulas, frente. Aunque su efecto no aparezca muy perturbador siempre suponen un gasto initil de energia y sobre todo impiden que la mente esté com- pletamente tranquila y serena. Las tensiones emotivas son las producidas por las 22 ANTONIO BLAY preocupaciones, por los problemas, por Jos disgustos y también por los deseos vehementes mds o menos incontrolados. Estas, sobre todo, son las que hacen imposible que la mente se mantenga serena, abierta y receptiva ante lo que leemos o ante cualquier trabajo que realicemos. Esta actitud de la mente es extraordinariamente importante si queremos llegar a ser realmente eficien- tes en nuestro trabajo. Por desgracia no se acostumbra a darle importan- cia que tiene, y todavia se olvida mas el poner los medios y el esfuerzo necesario para lograr este estado mental. Esencialmente este estado significa, no solamente ausencia de preocupaciones, sino un estar despierto, sereno, y al mismo tiempo totalmente abierto y recep- tivo para captar toda la informacion que pueda Megar a nuestra mente a través de los sentidos. En la medida que adoptamos profundamente esta actitud aumenta enormemente nuestra capacidad de percibir y de comprender rapidamente y al mismo tiempo de lograr una completa asimilacién, de cuanto Teemos. Es la actitud de quien estando de verdad interesado por algo, se mantiene totalmente sereno y tranquilo. Esta serenidad es precisamente lo que nos permite captar bien todo, ser conscientes de todo lo que perci- ‘ben nuestros sentidos y al mismo tiempo nos garantiza una extraordinaria agilidad y flexibilidad para poder comprender e interpretar correctamente toda la infor- macién recibida. Los efectos de esta falta de serenidad mental inter- na Jos hemos podido comprobar en multitud de oca- siones. Uno busca muy afanosamente un objeto en una LECTURA RAPIDA 23 habitacién o un dato en un libro, y pasa una y otra vez por delante del mismo sin llegar a descubrirlo, Existe la actitud de bisqueda, pero la falta de sere- nidad nos impide ver lo que tenemos delante. ATENCION El ultimo de los requi mencionado es la atencién. En realidad, todas Jas demas condiciones que hemos mencionado, materiales y psicolégicas, son una prepa- racién indirecta. un quitar los estorbos, para poder aplicar libremente toda nuestra atencién. La atencién es la Have fundamental de la percepcién y de la comprensién, Ain més, nuestro nivel de percepcién, de compren- sién y de retencién estén estrechamente ligados con nuestra capacidad de saber atender y concentrarnos en lo que hacemos. tos psicolégicos que hemos MEDI0s PARA MEJORAR LA ATENCION Para mantener y mejorar nuestra atencién podemos emplear varios recursos, ademas de cumplir todos los requisitos previos enumerados hasta aqu En primer lugar, hay que advertir que Ia simple voluntad 0 propdsito de poner atencién a algo suele ser, en general, insuficiente para conseguir y mantener el grado de atencién adecuado. Es importante la intencién de concentrarse y cons- tituye el primer paso para alejar de nuestra mente pensamientos ajenos al tema. Pero hay otros motivos 24 ANTONIO BLAY que movilizan més aficazmente nuestra capacidad de concentracién. Sun el interés, la finalidad consciente, y la lectura activa. Inrerés El motivo mas poderoso para despertar nuestra atencién es el interés. Cuando algo tiene para nosotros un gran interés no tenemos que realizar aingtin esfuer- zo para concentrarnos. Por el contrario, nuestra aten- cién es mas bien arrastrada de un modo irresistible hacia el objeto. ‘Alguien podria pensar que, por muy cierto que sea esto, el problema esta en que muchas de las cosas que tenemos que leer carecen de interés para uno. Aunque esto sucede asi con frecuencia, no hay que pensar que sea una dificultad insuperable. Es posible despertar y dirigir nuestro interés hacia campos y temas cada vez més amplios. De hecho, todo puede ser leido con inte- rés. Los buenos lectores son precisamente os que han sabido ensanchar al maximo el Arca de sus intereses. ‘Al encontrarse con un texto que parece aburrido y fastidioso el lector haria bien en recordar el consejo que nos da Francois Richaudeau: «Ha intentado usted hacer que se abra su espiritu hacia otros campos dife- rentes de los temas que ordinariamente le agradan y entretienen? Esta es una facultad que los buenos lec- tores han sabido cultivar. Usted puede hacer lo mis- mo.» (F. RICHAUDEAU, “Cours de Lecture rapide”.) Cuando nos enfrentamos con una lectura nueva, con un tema desconocido, con algo que quizés nos parece dificil y aun rido, no debemos ceder al desaliento. No pensar nunca que aquello es algo totalmente inac- cesible para nosotros. En el peor de los casos podemos LECTURA RAPIDA 25 encontrarnos que nuestra actual preparacién nos im- pide abordar con plena eficacia un tema determinado; pero de aqu{ no se puede deducir que lo que alli se dice carece de importancia 0 que nosotros nunca sere- mos capaces de comprenderlo. El secreto para movilizar nuestro interés es cultivar una sana curiosidad de espiritu. Hacerse a si mismo algunas preguntas estimulantes puede significar el im- pulso necesario para saltar la barrera del miedo o de la indiferencia ante una lectura o un libro nuevo. El arte de saber despertar y ampliar nuestros inte- reses es algo que se puede aprender y mejorar progre- sivamente. Leer de esta manera es enriquecer el espiritu con- tinuamente, abriéndose a todos los aspectos del saber y de la cultura. Si consideramos la lectura como un medio de enri- quecimiento espiritual, y si sabemos dar a este deseo la maxima amplitud nunca tendremos problema por falta de interés. Esto no quiere decir, naturalmente, que todas nuetras lecturas hayan de ser serias 0 bus- car un fin inmediato de formacién o instruccién. Pode- mos leer, si queremos y cuando queramos, simplemen- te para distraernos. Lo que queremos decir es que un espiritu abierto ¢ todos los aspectos del saber podra abordar con plene dedicacién y atencién toda clase de lecturas, lo cual le permitiré adquirir una verdadera cultura en toda la extensién de la palabra. FINALIDAD CLARA Otro medio para mantener constante la atencién es leer con una finalidad clara y consciente. La persona que va leyendo cada cosa como va viniendo sin saber 26 ANTONIO BLAY claramente por qué o para qué lee lo que est Jeyendo, con facilidad se despistara. Ser una lectura desarticu- ada, sin solidez, carente de profundidad. Una finalidad concreta, un objetivo preciso, ademas del interés del que acabamos de hablar desde un punto de vista mas general, dinamizaré todas nuestras facul- tades concentrandolas en el punto que buscamos. LECTURA ACTIVA El leer activamente es también otro recurso muy eficaz para lograr una atencién perfecta a lo que lee- mos. La lectura activa se realiza cuando el lector no se limita a seguir y comprender simplemente el pen- samiento del autor, sino que es él mismo el que piensa también con su propio pensamiento. Hasta cierto punto este tipo de lectura se transforma en una especie de conversacién entre lector y autor. «En realidad ia concentraci6n en la lectura deberia hhacerse de un modo tan activo y espontaneo como si se tratase de una discusin 0 conversacién.» (ERIC DE Leeuw, “Read better, read faster”. Es como si a través de la lectura el lector fuera expresando clara y conscientemente su postura ante las afirmaciones del escritor. Unas veces sera de confor- midad, otras de duda o de oposicién, a veces una exi- gencia de una prueba o de una aclaracién més extensa. No se trata de hacer un comentario 0 una critica exhaustiva de lo que leemos. Esto en lugar de cen- trarnos nos apartaria del pensamiento del autor. Se trata de una actitud critica dentro del mismo pensamiento del autor. Es un ver hasta qué punto el pensamiento, las afirmaciones, las pruebas y las conclusiones del LECTURA RAPIDA 27 autor me parecen justas y aceptables, o hasta qu punto son insuficientes para mi, o necesitan una ulte rior confirmacién. Con esto dejamios expuestas las condiciones previas, tanto materiales como psicologicas para lograr el max mo de nuestras lecturas. Ahora podemos pasar al estudio del primer aspecto de Ia lectura: la percepcién, 0 mecanismos visuales, y el modo de mejorarlos. Cartruto II MECANISMOS VISUALES La lectura pone simulténeamente en juego dos me- canismos inseparables: Ja vista y la comprensién men- tal. Si uno de ellos falla, en cualquier sentido, de inmediato se reflejara este defecto en la eficiencia total de la lectura. Dejando para mas adelante el estudio y el modo de mejorar la comprensién, vamos a tratar ahora detalladamente sobre los mecanismos de la percepcién visual. PERCIBIMOS CONJUNTOS En primer lugar hay que destacar que los experi- mentos realizados sobre la lectura demuestran que la percepcién es un fenémeno global de integracién. Esta tendencia se va haciendo cada vez més clara e intensa conforme la persona va madurando psicolégicamente, Esto quiere decir que la lectura va evolucionando desde el punto de vista de la percepcion, hacia la cap- tacién de conjuntos cada vez mas amplios, 30 ANTONTO BLAY El primer paso, el mAs elemental, es la lectura letra por letra, Es la etapa del nifio que aprende a leer. Este médo de leer es luego superado al descubrir la existencia de un conjunto, muy simple todavia, al que damos el nombre de silaba. En esta etape atin no puede decirse que exista una lectura verdadera, pues en realidad no hay una autén- tica actividad mental de interpretacién. Las silabas no tienen en sf significado alguno. La lectura por si bas es todavia un proceso demasiado mecanico. El paso siguiente tiene lugar cuando el nifio descu- bre la palabra entera como una unidad global con un significado propio. Aqui ya tenemos una verdadera Jectura, aunque muy elemental todavia. Este es un hecho fundamental que ha sido puesto de relieve por los modernos estudios psicologicos. No Jeemos las letras, ni las silabas: lo que leemos son las palabras directomente, consideradas como un conjunto total, Por eso los mas recientes métodos de ensefanza de léctura para los nifios en vez de comenzar por el aprendizaje de las letras y silabas, presentan directa- mente al alumno palabras enteras, acompafiadas de su imagen 0 dibujo correspondiente, Desde el punto de vista légico parece que el orden a seguir deberia ser: letras, silabas y palabras. Pero si tenemos en cuenta el funcionamiento psicol6gico de la percepeién, el orden correcto es el inverso: primero Ia palabra como algo que tiene en si un sentido completo, y slo después es cuando podemos comprender el porqué y el para ‘qué de las letras. Podemos realizar un experimento sencillo que nos convenceré facilmente de que al leer son las palabras Jo que leemos como conjuntos y no las letras o las silabas por separado. LECTURA RAPIDA 3 A continuacién encontraré usted dos paginas con un grupo de palabras distribuidas en columnas. Lea las palabras de la primera pagina de arriba abajo, columna tras columna, a la mayor velocidad posible, Para poder realizar bien este ejercicio conviene que se ayude con una cartulina, o una hoja de papel, en donde haya practicado una ranura de 4 cm. de alto por 3 cm. de ancho. A través de la ranura usted sélo podra ver una tinica palabra. Cuando esté preparado vaya deslizando la cartulina sobre las tres columnas de palabras sucesivamente. Deslice la cartulina lo mas répidamente posible no deteniéndose més que el tiem- po justo para poder captar el significado de cada palabra. Al terminar de leer la primera pagina anote los segundos que haya tardado en hacerlo. Haga lo mismo con las tres columnas de la pagina anotando también los segundos que tarde 32 ser al eso uno sol mesa no idea hay era los usar pie algo casi yo van mano vez nada moda ojo todo cruz toma sino peso con dos masa tal ver vida cada pues vino arte cosa tw luz ya ella sou esto verdadero palabra posible capacidad conseguir seguro rapidez escribir velocidad secreto cualidad ventana siempre preocupacién realidad persona entonces protestar negocio consulta LECTURA RAPIDA animal existir nosotros solidez ejercicio Jentitud exterior rigueza simnasia facilidad lectura desarrollo caracter dominio condicién experiencia despierto dificil cantidad 33 principal energfa ambicién cobarde provecho ejemplo imdtil necesidad conducta valores plenitud interés maximo estudiar profundo poderoso externo pobreza impulso interior 34 ANTONIO BLAY Las palabras contenidas en la primera pagina son més bien cortas (de 3 6 4 letras), En total suman 201 letras. Las palabras de la pagina siguiente son mas largas y totalizan 471 letras, es decir, 2 y % veces mas. Si usted compara el tiempo que ha invertido en leer cada una de las paginas observara que para leer la segunda no ha empleado un tiempo 2 y % veces mayor. Esto le prueba claramente que su lectura no ha sido letra por letra, ni siquiera silaba por silaba. Este mecanismo es muy importante y ofrece una base segura para poder aumentar nuestra rapidez de lectura. Es muy posible que el tiempo que usted ha inver- tido en leer la segunda pagina haya sido superior al de la primera, a pesar de que el niimero de palabras es cl mismo. Esto indica que su habilidad para leer Jas palabras como conjuntos puede ser perfeccionada. Este es precisamente uno de los primeros objetivos, aunque no el més importante, de los cursos de lectura. Hacer que se desarrolle plenamente su capacidad de leer cada palabra, como un conjunto global de un solo golpe de vista, Esto requiere que usted se familiarice con las pala- bras, con su forma o silueta. Que cada palabra se convierta para usted en un simbolo de significado pleno. Del mismo modo que al ver un caballo pintado inmediatamente, de un golpe de vista, nos viene la ima- gen y la idea del animal, asi cada palabra en su con- junto, por su «silueta», debe ser capaz de evocar en usted, inmediatamente, Ia idea correspondiente. ero, como vamos a ver, este no es mds que cl primer paso en el mejoramiento de nuestra percepcién. LECTURA RAPIDA 35 Campo visuaL Acabamos de ver cémo la lectura tiende a ser un proceso de integracién, de interpretacién de conjuntos mas que de andlisis. Esto lo hemos visto por lo que se refiere a las palabras aisladas, en s{ mismas. Por nuestra capacidad de percepcién puede exten- derse mucho més alla de una simple palabra. A pesar de que el estado actual de muchos lectores apenas lega a ser de una lectura palabra por palabra, la rea- lidad es que existe la posibilidad de leer a través de conjuntos mas amplios. Los experimentos y los estudios realizados por el gran oftalmélogo Emilio Javal sobre el movimiento de los ojos al leer, le permitieron Megar a la conclusion de que un lector habilmente entrenado puede Megar a abarcar en un solo golpe de vista de 15 a 20 signos, es decir, unas tres o cuatro palabras. Inmediatamente se comprende la enorme diferencia que hay entre un lector «palabra por palabra» y otro que sea capaz de leer de una sola vez grupos de varias palabras. El desarrollo de esta habilidad se logra en los cur- sos de lectura mediante ejercicios 0 textos especial- mente preparados de modo que la distribucién de las palabras en grupos cada vez mds amplios va estimu- Jando la capacidad latente del alumno hasta lograr una notable amplitud de su campo de visién. Para poder leer captando de una sola vez un grupo de varias palabras es necesario estar atento y concen- trado en la lectura. Algunos autores afirman que esto es lo tnico que habria que desarrollar. Segiin ellos los ojos no nece- 36 ANTONIO BLAY sitan ni pueden ser entrenados porque de por si ya tienen una gran capacidad y amplitud de visién. Nos- otros creemos que hay que distinguir entre Ja capaci- dad de vision que tienen nuestros ojos, y el uso real que hacemos de ella. Evidentemente la mayor parte de personas no suelen hacer uso, o mejor dicho, no saben hacer uso de esa capacidad. ; Los ejercicios practicos a que antes nos referfamos tienen por objeto hacernos ver cudles son nuestras posibilidades y estimularnos y ensefiarnos a adoptar la actitud mental apropiada para poder leer a través de estos conjuntos més amplios de varias palabras. FISACIONES El movimiento de Jos ojos mientras Ieemos esté directamente relacionado con la rapidez de percepcion y sobre todo con la amplitud de vision, o con el campo visual, que hayamos conseguido desarrollar. ‘Tenemos la impresién de que al leer los ojos se van deslizando de un modo continuo a lo largo de cada linea. Pero en realidad no es asi. Nuestros ojos recorren cada linea dando pequefios saltos y haciendo pequefias paradas en diversos puntos de la linea. Es en estas paradas cuando el ojo ve el texto escrito; cuando se mueve, cuando hace el salto de un punto a otro, no puede ver nada. Cada una de las paradas que realiza €l ojo al recorrer la linea escrita es lo que se lama Harem studios y experimentos reaiizados sobre el movimiento de los ojos han demostrado que en estas paradas © fijaciones se invierte el 90% del tiempo empleado en la lectura. LECTURA RAPIDA 37 Los movimientos intermedios son muy répidos y s6lo ocupan un 10% del tiempo total. Este mecanismo ofrece la posibilidad de acelerar enormemente la velocidad de la lectura. Esto podria realizarse en dos sentidos. Por una parte disminuyendo el tiempo dedicado a cada fijacién, y por otra haciendo que el mimero de fijaciones por linea sea mas pequefio. Si nos atenemos al simple hecho de Ja percepcién visual se ha comprobado que en sélo 1/100 de segun- do es mosible ver un grupo de palabras que totalicen hasta 20 letras-espacio. Pero en la lectura nunca se alcanza este ritmo porque ademas de la percepcién visual el cerebro necesita un tiempo para interpretar los signos y captar su significado. Esto exige alrededor de 1/5 de segundo. Esta deberia ser aproximadamente la duracién de cada fijacién. Pero sélo los buenas lectores reducen al minimo el tiempo de cada fijacién. Sin embargo hay que reconocer que el ahorro de tiempo que puede hacerse al disminuir la duracién de cada fijacion no suele ser en general muy grande, aunque puede suponer wn tercio, o mas, del tiempo empleado. Es sobre todo en el segundo aspecto, en lo referente al mimero de fijaciones por linea, donde el ahorro de tiempo puede ser verdaderamente considerable. El lector deficiente hace las fijaciones mAs largas, pero sobre todo hace muchas mids fijaciones que las necesarias. Teniendo en cuenta que el campo visual puede Ile- gar a abarcar unas cuatro palabras se deduce que el mimero de fijaciones puede y debe reducirse a tres 0 dos por cada linea, en vez de las seis o siete que suelen hacer los lectores no entrenados. 38 ANTONIO BLAY A modo de ejemplo le ponemos a continuacién un texto distribuido en fijaciones. El punto indica el lugar donde el ojo se detiene, y la raya la amplitud del campo visual. El mismo texto esté repetido tres veces. El ejemplo a) contiene tantas fijaciones como palabras ‘Asi lee la persona poco acostumbrada a leer. En el ejemplo b) el mismo texto se lee en cuatro fijaciones en vez de siete. Asi es como suele leer la persona que tiene costumbre de leer, pero sin entreno en las téc- nicas de Jectura rapida. El ejemplo c) es el modo habitual de leer que puede conseguir una persona entrenada. Ejemplo: a) 1a lectura répida es un logro apasionante. El éxito es una cuestién de trabajo. b) La lectura rapida es un logro apasionante. El éxito es una cuestién de trabajo. ¢) La lectura répida es un logro apasionante. LECTURA RAPIDA 39 El éxito es una cuestin de trabajo. Vea el ahorro tan grande de tiempo que supone el modo de leer segiin el ejemplo c) comparado con el a). Sin tener en cuenta que las fijaciones que hace ¢) pueden ser mas breves que las de a), y atendiendo simplemente al numero de fijaciones realizadas, ve- mos que ¢) lee casi cuatro veces ms aprisa que a). Ya se ve de inmediato las enormes posiblilidades que esto significa en orden a la rapidez y al ahorro de tiempo en la lectura. Pero para conseguir este ritmo de dos o tres fija- ciones por linea no basta la simple habilidad percep- tiva, Es preciso una buena concentracién mental a fin de poder captar los conjuntos de palabras como algo que tiene un significado, como algo a través de lo cual se nos comunica un pensamiento. De hecho siempre que Ia actitud mental es defiente al campo visual se estrecha. La amplitud mental es condicién indispensable para poder hacer uso de toda nuestra capacidad de visién y de percepcién. Pero este es un tema que lo trataremos mas detenidamente al hablar de !a comprensién y de la actitud mental correcta. Cartruto TIT DEFECTOS EN LA PERCEPCION Y DEL APRENDIZAJE, LAS REGRESIONES Uno de los defectos que mas perjudican a la rapi- dez de Ia lectura es el hébito de veiver atras para ver de nuevo lo ya leido. Esto es lo que se Ilaman las regresiones. Hay ciertamente algin tipo de regresiones que estan justificadas, pero hay muchos casos en que el regresar no esta justificado aunque lo pudiera parecer. Estas son las regresiones que hay que evitar a toda costa. Examinaremos en primer lugar cudles son los mo- tivos por los que uno siente la tendencia a regresar. En general se pueden agrupar en tres clases: 4) no haber captado Ia idea 5) no haber captado bien alguna palabra ¢) habito de regresar. @) Si se trata de querer volver atras porque no 42 ANTONIO BLAY hemos captado la idea hay que precisar mas a qué se debe esta falta de comprensién. Puede ser que se trate de un texto dificil, 0 cuyo estilo es muy complejo y oscuro. Aqui, realmente esta- ria justificado el volver atrds. Sin embargo aun puede ser mas aconsejable seguir adelante hasta completar por lo menos el parrafo entero, Esto proporcionar, en Ja mayoria de los casos, una visién de conjunto que es quizé lo que necesitabamos para una comprensién mas completa. De modo que lo mas eficaz seria com- pletar la lectura de todo el parrafo y volver luego sobre el pasaje que habfa quedado oscuro; o incluso a veces volver a leer todo el parrafo. Esto resultaré mds prac- tico que hacer una o varias regresiones esporadicas que nos harian perder més tiempo y que no acabarian de aclararnos la idea de un modo total. Otras veces la raz6n por la que no captamos algunas ideas se debe simplemente a falta de atencién. Es pre- ciso recordar, en este caso sobre todo, que la lectura debe ser siempre algo activo. Leer activamente signi- fica leer con un propésito determinado, tener nuestro interés movilizado hacia algo y enfrentarse con el texto escrito con la actitud de quien busca o quiere algo. Si no lo hacemos asf no debe sorprendernos que nuestra atencién se ausente con frecuencia. b) Algunas veces puede ocurrirnos que no perci- bimos bien una palabra 0, a causa de su grafismo, la confundimos con otra parecida. Si a través del contexto no podemos deducir cual cra la verdadera identidad de a palabra confundida la unica alternativa sera el volver atras y asegurarnos de qué se trata. Pero el verdadero remedio es hacer desaparecer la causa de es- tas confusiones. Supuesto que no haya problema de LECTURA RAPIDA 43 atencién, se trata de un defecto de rapidez y precisién en la percepcién. Los ojos pueden adiestrarse a ver ‘con més rapidez y precisién. Para esto existen diversos tipos de ejercicios que agilizan la vision y mejoran notablemente la capacidad de percepcién. Algunos autores muestran gran desconfianza frente a cualquier clase de entrenamiento de los mecanismos de la vision. Sin embargo, aunque es cierto que la lectura es sobre todo un proceso mental, también hay que reconocer que los mecanismos visuales pueden ser perfecciona- dos y agilizados, como lo demuestran los resultados obtenidos en los cursos practicos de lectura, y no hay por qué despreciar esta posibilidad real. c)_ Finalmente, otra de las causas de las regresiones es el habito o costumbre de volver atrés. Esta costum- bre suele venir enmascarada y falsamente justificada por una excesiva preocupacién de no perder nada, de asegurarse que hemos entendido bien todo lo anterior y por el deseo de grabarlo y retencrlo mejor. Pero esto es una equivocacién. Aparte del tiempo enorme que se pierde, estas repetidas regresiones no son garan- tia, en modo alguno, de una mejor comprensién y retencidn. En realidad ocurre todo lo contrario. Cada vez que se vuelve atras se rompe e! hilo del pensa- miento y al interrumpir su desarrollo normal se pierde de vista la finalidad ultima y su estructura global, para quedar enredados en uno u otro de sus aspectos parciales. Por eso no es nada extrafio que los lectores excesivamente cuidadosos, que vuelven continuamente atraés para no dejar escapar nada, sean los que mds se quejan y los que més dificultad encuentran en Hegar a una comprensién total de lo leido. 44 ANTONIO BLAY La solucién acertada consiste en seguir siempre ade- lante aunque nos parezca que no hemos captado ple- namente la idea. Si lo hacemos asi, ademas de con- trarrestar el mal habito de regresar, descubriremos con asombro que habiamos entendido ms de lo que pensabamos. De hecho, nuestros ojos y nuestro cerebro captan més cosas de las que somos conscientes, y lo Yinico que necesitan es seguir todo el desarrollo del pensamiento para que cada aspecto particular cobre de nuevo relieve y se estructure orgénicamente en el conjunto. Este modo de leer activo y dinémico, que va directa y rapidamente hacia la vision global del conjunto, es la forma mds adecuada para Hegar a una comprensién més plena del todo y de los detalles, asi como el medio més facil de asegurar su retencién. Para aquellos lectores que son excesivamente escru- pulosos con el texto, que estén pendientes de cada una de las palabras a fin de que nada se les escape, y que en todo momento estan dispuestos a volver atras para asegurarse de que han cogido bien las ideas, conviene recordarles unas observaciones que nos hacen los pro- fesores de la Universidad de Columbia en su «Reading Improvement Programm»: «Durante muchos afios se creyd que los lectores répidos eran descuidados y su- perficiales. Se suponia que leyendo rapidamente no se podria captar el significado tan bien como a través de una lectura lenta. Se pensaba que leer con lentitud era necesario para leer con seguridad. Cuando se hi- cieron las exporiencias estas suposiciones se vinieron abajo. Entonces se comprobé que el «factor compren- sidn» de los lectores rpidos era mucho mejor que el de los lectores lentos. Y la razén de esto radica en el modo de trabajar de nuestro cerebro.» Como hemos visto, excepto en el caso de tratarse LECTURA RAPIDA 45 de un texto verdaderamente dificil, debemos aspirar a eliminar totalmente el hdbito de regresar en nuestras lecturas. Sin embargo, hasta que consigamos leer y comprender todo cuanto leemos sin necesidad de nin- guna regresién, atin podemos hacer otra cosa que nos ayudara a elirainar cuanto antes este hdbito. Si al leer una frase se nos escapa su significado, no debe- mos regresar de inmediato. Hay que seguir adelante hasta completar el pérrafo. Si al final el pensamiento sigue oscuro y no hemos podido aclarar nada, seré entonces el momento de regresar. Pero lo ms importante es que tratemos de ver or qué se nos escapé el pensamiento y localizar exac- tamente la dificultad. Esto al principio puede exigirnos un poco mas de esfuerzo y de tiempo, pero es lo que nos ensefiaré mas eficazmente a estar despiertos y a pensar realmente mientras leemos. A la larga este adiestramiento supondrd no sélo una notable economia de tiempo, sino sobre todo una extraordinaria eficien- cia en todas nucstras lecturas. Nos queda por mencionar un caso en que las regre- siones deben ser admitidas sin ningin reparo. Es cuando se trata de estudiar con el propésito de memo- rizar, especialmente cuando se trata de libros técnicos con abundancia de datos que es preciso retener. Pero incluso en este caso la actitud activa e inteligente frente al texto nos permitiré una mas répida compren- sién y asimilacién con un menor mimero de repasos. LA SUBVOCALIZACION La vocalizacién consiste en leer las palabras en voz alta o en acompafiar la lectura con el correspon- 48 ANTONIO BLAY va directamente a la idea, sin agarrarse ni depender de la palabra concreta escrita, ya va bien. En cuanto a la subvocalizacién-actividad-mental podemos decir que es una habilidad nueva y se relaciona con la capacidad de pensamiento abstracio. Cuanto mayor sea esta capaci- dad menor seré la necesidad de pronunciacién-interna, Es claro que una gran capacidad de abstraccién hard que nuestras lecturas sean cada vez mas giles y mas plenamente asimiladas. De aqui se deduce cuél es el tinico remedio efectivo contra el defecto de la vocalizacién 0 subvocalizacién. El remedio consiste en leer activamente, es decir, en leer estando pendiente de captar directamente las ideas del autor. En la medida que nuestra mente se conecta con la mente y el pensamiento del autor las palabras pasarén a un segundo plano, siendo un sim- ple modo de expresién, uno de los muchos que podia haber empleado el autor, al que no hay que aferrarse como a lo mas importante. Lo tinico importante es la idea que se nos trasmite. Cartruto IV CARACTERISTICAS DE LA BUENA PERCEPCION En los capitulos anteriores hemos estudiado cémo funcionan los mecanismos de la percepcién visual mien- tras leemos. Hemos indicado la posibilidad y el modo de mejorarlos as{ como los defectos a evitar. Aqui queremos ofrecerle una especie de resumen © vista panoramica de lo que debe ser una percepcién visual perfecta y de las cualidades que debe poser. Podemos enunciarlo de esta forma: la percepcién perfecta debe se — répida — precisa — amplia — ritmica Recordemos y comentemos brevemente lo que sig- nifica cada una de estas cualidades: Rapida. Nuestros ojos deben ser capaces de percibir en una fraccién de segundo una palabra o un conjunto de palabras, al mismo tiempo que nuestra mente capta el significado de las mismas. 50 ANTONIO BLAY Precisa. La rapidez de la percepcién no debe ser un obstaculo para la precisién. De hecho si falta la preci- sin no hay una verdadera percepcién. La falta de precision es lo que conduce a confundir o a tomar una palabra por otra. Percepcién precisa quiere decir percepcién segura. Todo el entrenamiento sobre la rapidez de la percepcién debe ir acompaiiado por el esmero en la precisién, Entonces el progreso es verda- dero y seguro, Amplitud, El buen lector aprovecha al maximo toda Ta capacidad de visién que tienen Jos ojos. En una sola fijacién o golpe de vista es posible abarcar tres 0 cua- tro palabras. Para conseguir esta amplitud de percep- cion es fundamental una actividad mental centrada y despierta, Por eso el entrenamiento para ensanchar el campo visual debe ser al mismo tiempo un adiestra- miento mental para estar atentos y pendientes en pri mer lugar del significado que se esconde tras las palabras escritas. Ritmo. El ritmo en la lectura es el resultante de la rapidez y de la amplitud de la percepcién. Leer ritmicamente significa ir distribuyendo regularmente Jas pausas 0 fijaciones a través de cada una de las Iineas escritas. El ritmo es nuestra manera de andar por un escrito. Cuando la mente sabe adénde va, es decir, cuando sigue con inteligencia el desarrollo de las ideas, y cuando la percepcidn visual ha alcanzado un buen grado de rapidez y amplitud, surge de modo espontanco un estilo de leer sumamente agil y cémodo. El ritmo no hay que considerarlo como algo rigido e invariable; es mas bien una cierta armonfa, suavidad y regularidad. El ritmo se rompe cuando uno lee a LECTURA RAPIDA 51 sacudidas, con paradas y arranques bruscos, 0 cuando uno siente la tendencia, mas o menos frecuente, de regresar sobre lo que acaba de leer. Leer con ritmo es ir avanzando suave pero firme- mente sobre cada linea del texto a través de un niimero regular de fijaciones, que son medidas y realizadas, mas que por un automatismo rigido de Ios ojos, por la misma mente que con una actitud flexible y abierta dirige con plena lucidez todo el proceso de Ja lectura, Este modo de leer tiene la ventaja de ser, no séla més eficaz, sino también mucho més descansado. Los ojos no tienen que hacer esfuerzos intitiles para re; zar regresiones u otros movimientos bruscos, y ademas el hecho de poseer un gran campo visual y de poder en consecuencia reducir al minimo el numero de fija- ciones por linea, hace que les ahorremos gran cantidad de movimientos con la consiguiente disminucién de esfuerzo y de fatiga, Hasta aqui hemos visto cémo funcionan las meca- nismos visuales durante la lectura, y qué condiciones debe reunir la percepcién visual para que la podamos considerar perfecta. Pero esto no constituye mds que una parte del en- trenamiento que se realiza a través de los cursos de lectura. Ni siquiera es ésta la parte més importante. Lo esencial de la lectura es la comprensién y la actividad mental correcta. Ya le hemos insinuado anteriormente, pues, incluso la misma percepcién visual no puede Ilegar a ser per- fecta si falta esa actitud mental correcta. En los préximos capitulos iremos examinando los diversos aspectos relacionados con la comprensién. PARTE SEGUNDA LA COMPRENSION El lenguaje oral u escrito es esencialmente un me- dio de comunicacién. La importancia de los simbolos © de las palabras es simplemente relativa, en cuanto que son instrumentos 0 vehiculos del pensamiento. Cuando nos encontramos con un libro, con un ar- tfculo 0 con cualquier clase de escrito, nuestro deseo principal, nuestro auténtico propésito debe ser conocer y descubrir ese pensamiento que el autor tenia en la mente y nos ha querido transmitir a través de las palabras. Es muy importante tener clara conciencia de esta finalidad, pues aunque parezca muy lgico que debe ser asi, en realidad son muchas las personas que em- prenden sus lecturas de una forma bastante mecdnica, sin saber exactamente por qué o para qué estan le- yendo. Es igualmente importante saber cuales son los pa- trones, esquemas o moldes generales que puede adop- tar la expresi6n del pensamiento. En cierto modo vienen a ser como el camino que ha escogido el autor para explanar su pensamiento. Si estamos familiarizados con todos los posibles modos de expresién nos seré mucho mas facil reconocer en. un momento dado cudl es el camino que ha escogido el autor para Iegar hasta nosotros con su pensamiento, y nosotros, por nuestra 56 ANTONIO BLAY parte, estaremos en las mejores condiciones para poder recorrer el mismo camino en sentido contrario y llegar hasta la misma fuente del pensamiento, es decir, la mente y la intencién del autor. Sdlo entonces hay una verdadera lectura, cuando se establece esta comunica- cién entre el lector y el autor. En este capitulo estudiaremos los modos basicos de la expresién del pensamiento, centréndonos alrede- dor de dos puntos fundamentales: —el estudio del pérrafo como unidad de pensa- miento, y — el estudio de la estructura global de un articulo como patrén general de la expresiéu del pensa- miento. CartruLo V EL PARRAFO COMO UNIDAD DE PENSAMIENTO En la escritura los parrafos vienen indicados por el uso del punto y parte. Pueden estar constituidos por una sola frase, pero en general incluyen varias frases u oraciones completas. Lo esencial del parrafo es que todo él gira alrededor de una sola idea. Al menos asi deberfa ser, y como norma general es asi. Ya veremos més adelante las excepciones que pueden presentarse y el modo como debemos manejar estos parrafos. a) Estupio DEL PARRAFO NORMAL Primeramente nos detendremos en el estudio de lo que podriamos denominar pérrafo normal, su estruc- tura interna y sus modalidades. Esta sera la base para saber luego reconocer los parrafos auormales que po- damos encontrar. El estudio de los parrafos es de suma importancia. Como dice N. B. Smith: «Ninguna técnica puede ayu- darnos tanto « mejorar nuestra lectura como el apren- 58 ANTONIO BLAY der a leer bien cada parrafo.» (1). Y segtin P. Leedy: «La manera cémo una persona lee cada parrafo, indica si ha alcanzado la habilidad y madurez caracteristica del lector verdaderamente eficiente» (2). Al enfrentarnos con un parrafo lo primero que debe- mos hacer es considerarlo como una unidad de pensa- miento. A través de las palabras y de las distintas fra- ses que lo componen debemos estar pendientes de en- contrar cuanto antes la idea basica, fundamental, que el autor nos ha querido comunicar. LA PRASE PRINCIPAL Normalmente esta idea viene expresada en una de las frases del parrafo. Es lo que lamariamos la frase principal. Todas las demas se agrupan de un modo natural y Idgico alrededor de la frase principal, de modo que cada una de ellas no hace mas que ampliar, coneretar © presentar diversos aspectos de la misma idea central. La habilidad en leer un parrafo consistiré, pues, en descubrir de un modo rapido y seguro esta idea central y Ia frase que Ia representa, La colocacién de la frase principal dentro del pa- rrafo no es uniforme. Muchas veces va al principio, pero puede encontrarse igualmente en medio o al final del parrafo. Los parrafos mas faciles de leer son aquellos en que Ja idea principal viene expresada en la primera frase. El lector no tiene ya que ésforzarse en buscarla a tra- vés de todo el parrafo, y ademés a la luz de esa idea central se puede leer las demas frases con gran rapi- () N. B. Swim: eRead Faster and get more from You ©) P. Lispy! elmprove your reading» ie Readings LECTURA RAPIDA 59 dez y facilidad de comprensién, pues todas ellas no son mas que una confirmacién o explanacién de lo que se ha dicho en primer término. Vea, por ejemplo, el parrafo siguiente: «La convergencia de pensamientos hacia un objetivo bien definido favorece la elocucién in- cluso en raz6n de la animacion que ella da a todas las facultades psiquicas. De dos hombres cuyos medios fueran idén- cos, si uno concibiera un objetivo preciso al cual subordinase todas sus actividades fisicas y mora- les, muy pronto se expresaria incomparablemente mejor que el otro. Asf se observa a veces un cam- bio considerable, ocurrido en algunos dias, en Ja manera de hablar de un individuo. La facilidad, la elegancia, le han venido como por arte de magia. y es porque la repercusién en st mismo de una avidez fuerte, siibita, tenaz, ha centrado toda su vida psicolégica en torno de una preocu- pacién predominante. Inversamente: que la adver- sidad desorganice momenténeamente la vida men- tal de aque! que hasta entonces habfa elegido un polo hacia el cual tendia, y la coherencia de su verbo se resentiré en seguida.» En este parrafo la idea central esta claramente ex- presada en la primera frase: «La convergencia de pen- samientos hacia un objetivo bien definido favorece la elocucién.» Tovo lo demas es el desarrollo légico del contenido de esta frase. Si la frase principal se encuentra al final de pérrafo el lector encontraré que ella viene a ser como Ia afir- macién definitiva 0 la conclusién general de todo el 60 ANTONIO BLAY parrafo. Las otras frases no hacen sino preparar el terreno por medio de consideraciones y afirmaciones parciales que apuntan progresivamente hacia la con- clusidn final. Es como una maduracién interna del pen- samiento que Ilegado el momento oportuno puede ya expresarse de un modo pleno y total. El lector advertira que se trata de un pérrafo de esta clase cuando las distintas frases que va leyendo Parecen ser otros tantos esfuerzos del pensamiento por ir abriéndose el camino hacia una verdad o afirmacién mas amplia y general. Su mente deberd estar alerta y a Ja espera de que aparezca esta frase crucial que resu- mira y completaré todo el esfuerzo precedente dandole su pleno sentido y significado. El parrafo siguiente es de este tipo: «Antiguamente, los canales navegables ¢ tian solo en los paises anos. Sin embargo, el hombre no tardé en aventurarse a tareas mas dificiles, levando la comunicacién sobre el agua a las zonas montafiosas, incluso més allé de las lineas divisorias de aguas. Hoy dia, el problema técnico estriba més que nada en las enormes dimensiones y en la obtencién del agua necesaria para estos gigantes de la navegacion, pues las antiguas obras son verdaderos pigmeos al lado de las actuales. Hoy dia, las diferencias de nivel y las lineas divisorias se vencen mediante esclu- sas escalonzdas 0 elevadores de buques. Profun- das incisiones abren el dorso de las montafas. Tiiaeles para buques cruzan, como rios vacios, las montafies, Puentes cruzan por encima de ca- rreteras, ferrocarriles y rfos. El maximo triunfo son los carales maritimos, ya unan océanos 0 LECTURA RAPIDA 6 mares a través de desiertos, montes y selvas, ya en forma de canales leven el tréfico transocedni- co hasta el interior de los continentes. De esta manera, en la actualidad, Jas comunicaciones ma- ritimas son un fenémcno usual donde auto5 era casi desconocido.» Después de una enumeracién en Ia que el autor pasa revista al desarrollo de las vias navegables, la ultima frase es un verdadero resumen de todas las considera- ciones precedentes. Otras veces la frase principal puede ir en medio del parrafo. Aqui el pensamiento estara desarrollado, en general, a manere de un movimiento pendular. La pri- mera parte del parrafo sera un preambulo o una pre- paracién que culminara con la aparicién de la idea central. La segunda parte seré una prolongacién de esta idea a modo de aclaraciones, confirmaciones © consecuencias. Observe cémo se va desarrollando el pensamiento en el parrafo siguiente: «El hombre, por sus sentimientos y sus cos- tumbres, tiende a considerar como carente de toda trascendencia su capacidad para modificar Ja estructuracién de la tierra en comparacién con las fuerzas naturales. Se suele hablar con complacencia de la debilidad del hombre, que lucha como un enano frente a la gigantesca natu- raleza. Esta subestimacion estaba justificada en tiempos pretéritos, pero ya ha sido superada y no es valida hoy en dfa. Por intrascendente que sea la potencia fisica del hombre aislado, su fuer- za es enorme por la asociacién y por las directri- 62 ANTONIO BLAY ces del ingenio humano, Estas fuerzas han modi ficado radicalmente la faz de la tierra en amplias regiones. El proceso que han seguido desde los principios de la humanidad, hasta bien adentr dos los tiempos histéricos, apenas tiene interés. Sin embargo, se incrementé de manera ingente desde que, a partir de 1800, hizo su aparicién la era de Ja maquina y el poder del hombre em- pez6 a multiplicarse bajo el signo de la técnica mecénica que florecia, Hoy dia se ejercen accio- nes sobre la naturaleza con un vigor antes insos- pechado.» Después de unas frases introductorias en las que el autor va desechando las posibles objeciones llegamos a la mitad del parrafo donde encontramos claramente formulada la idea central: «Por intrascendente que sea la potencia fisica del hombre aislado, su fuerza es enorme por la asociacién y por las directrices del inge- nio humano.» A partir de este punto las demas frases no hacen més que explicar el alcance y el modo como se ejerce la fuerza del hombre sobre ia naturaleza. LOCALIZACION DE LA FRASE PRINCIPAL Cuanto acabamos de exponer és de suma importan- cia para que el lector sepa qué actitud mental debe adoptar cuando émpieza la lectura de cualquier parr fo. Esta actitud mental es la que le permitiré sintoni- zar rapidamente con el movimiento del pensamiento dentro del mismo parrafo, y la que Je hara capaz de descubrir con seguridad el momento en que el pensa- LECTURA RAPIDA 63 miento lega a su punto culminante, es decir: la frase central. No obstante en orden a localizar con més facilidad a frase principal podemos sefialar otra técnica suple- mentaria que puede ser de gran utilidad. Hemos partido del supuesto de que cada parrafo contiene una idea principal, y solamente una. Esto es Jo normal, aunque, como ya hemos observado, puede haber excepciones. Lo primero que debemos hacer, en consecuencia, es observar cual es la palabra que més se repite y que domina todo el pérrafo, Esta palabra representaré un objeto, una persona, una cualidad, algo, en fin, en torno a lo cual gira toda la exposicion. No es preciso que sea la misma palabra la que se repita. A veces veremos que el autor emplea sinénimos, © que en algunas frases emplea un pronombre. Lo im- portante es darse cuenta de que en todos estos casos se esta refiriendo siempre a la misma idea, al mismo objeto. Una vez que hemos localizado e identificado esta palabra, estamos ya en condiciones de poder encontrar la frase central del parrafo. En general todas las frases tendrén alguna relacién con la palabra clave, pues todo el parrafo gira alrededor de Ja misma. Pero la cualidad basica de la frase principal es siempre su cardcter global o de inclusividad. En cierto modo ella encierra en si todo lo que se expone en las demas frases. La frase principal sera, pues, aquella donde se esta- blece la afirmacién mas amplia, mds general, y que puede considerarse como el resumen de todas las demas. 64 ANTONIO BLAY COMPROBACION DE LA FRASE PRINCIPAL Para asegurarse de que la eleccién ha sido correcta hay dos medios que pueden ayudarle, En primer lugar si usted suprime la frase principal notara que el parrafo queda como truncado 0 incom- pleto. No aparece claro el significado del parrafo como conjunto. Mientras que si suprime una frase secunda- ria apenas si varia el sentido general del parrafo. EI otro medio de comprobacién consiste en ir le- yendo una por una las restantes frases del parrafo, y antes o después de cada una, repetit de nuevo la frase principal Si la cleccién fue realmente acertada veremos cémo cada una de las frases se relaciona de un modo natural con la frase central formando ambas un todo bien logico y coherente. IDEAS 0 FRASES SECUNDARIAS Aunque pueden encontrarse a veces parrafos que no contienen mas que una idea y una sola frase, lo mas frecuente es que cada parrafo esté compuesto por un conjunto de diversas frases. Una de ellas suele expre- sar la idea del autor de un modo més claro y més total que el resto: es lo que lamdbamos la frase principal. Ella contiene la idea central del patrafo. Las demés frases le sirven al autor para explanar de un modo més detallado todos los aspectos e implicaciones, que 61 tenfa en la mente, cuando escribié la frase principal. Ya hemos visto la importancia que tiene el saber localizar répidamente la frase principal. Esto nos pone LECTURA RAPIDA 65 directamente en posesién del niicleo central del pé- rrafo. Descubrir la frase principal es captar de inme- diato la esencia misma del parrafo. Esta habilidad, abre enormes posibilidades para el lector. Leer pendiente de las ideas es introducir un valioso elemento de dinamismo en la lectura, Saber, captar y comprender con rapidez la idea central es iluminar de golpe todo el conjunto cel parrafo ponién- donos en situacién de poder recorrer rapidamente todo su contenido. La correcta comprensién de Ja idea prin- cipal nos da la posibilidad de comprender acertada- mente el valor y alcance de las diversas partes com- plementarias que integran el parrafo. En el capitulo anterior expusimos el modo de legar a descubrir con seguridad y rapidez la idea central de cada pérrafo. Pero para porfeccionar el modo de leer cada parrafo es muy Util también que tengamos una idea clara del modo como las demés frases del parrafo, las frases secundarias, puzden ir ampliando, desarrollando o ma- tizando la idea expuesta en la frase principal. Esto es Jo que vamos a ver ahora. En general, hay cuatro formas o maneras de expla- nar la idea central a través de las frases secundarias: — por repeticién — por contraste — por ejemplificacién — por justificacin Por repeticién: cuando se mantiene exactamente el mismo contenido de 1a frase principal, variando sim- plemente las palabras. Muchos de los parrafos que comienzan estableciendo la idea central en su primera 66 ANTONIO BLAY frase, suelen terminar con otra frase, semejante a la primera en la que a modo de conclusién se vuelve a repetir la idea fundamental. Pero también pueden en- contrarse este tipo de frases en cualquier otra parte del parrafo. Por contraste: estas frases son muy eficaces para hacer resaltar la idea principal. El autor quiere impre- sionarnos y dejar bien claro cual es su verdadero pen- samiento, indicando y rechazando de plano lo que no es su pensamiento. Por ejemplificacién: los ejemplos sirven para hacer- nos comprender el alcance de la idea principal a tra- vés de casos y aplicaciones concretas. Una verdadera comprensién de la idea central haria superfluos los ejemplos, de modo que pueden, muy bien, ser pasados por alto cuando existe esa comprensién. Pero en la practica los ejemplos suelen ser una de las mejores ayudas para legar a comprender de verdad lo que iba implicado en Ia afirmacin general. Por justificacién: este tipo de frases contienen razo- nes o argumentos que apoyan la afirmacién establecida en la frase principal. Ayudan a su mejor comprensién en el sentido de que una idea se entiende més profun- damente en la medida que conocemos mejor cudles son los fundamentos légicos 0 racionales que la sostie- nen y apoyan. Estos son los diversos modos cémo las frases subor- dinadas contribuyen a aclarar y desarrollar el conte- nido de la idea principal. ‘A modo de ejemplo vamos a transcribir un parrafo LECTURA RAPIDA 67 algo extenso sacado de la obra La incdgnita del hombre, de Alexis Carrel. «Cualesquicra que sean nuestras penas o nues- tras alegrias, y la agitacién del mundo, nuestros ‘Organos apenas si varian su ritmo interior. Los cambios quimicos de las células y de los humores continéian imperturbables. La sangre late en las arterias y corre a una velocidad casi constante por los innumerables capilares de los tejidos. Existe una notable diferencia entre la regularidad de los fenémenos que se producen dentro de nuestro cuerpo y la extraordinaria variabilidad de nues:to medio ambiente. Nuestros estados or- ganicos son muy estables. Pero su estabilidad no equivale a un estado de reposo 0 de equilibrio. Se debe, por el contrario, a la incesante actividad de todo el organismo. Para mantener la constan- cia de la composicién de la sangre y la regula- ridad de su circulacién se requfere un numero inmenso de procesos fisiolégicos. La tranquilidad de los tejidos esta asegurada por medio de los esfuerzos convergentes de todos los sistemas fun- cionales. Y cuanto més violenta e irregular es nuestra vida, mayores son estos esfuerzos. Por- que la brutalidad de nuestras relaciones con el mundo césmico no debe nunca turbar la paz de Jas células y de los humores de nuestro mundo interior.» En este parrafo no existe una palabra unica que se repita a lo largo de las distintas frases; pero si podemos observar la presencia de varias palabras se- mejantes que desempefian el papel de palabra domi- 68 ANTONIO BLAY nante y que apuntan a un mismo objeto o tema fun- damental: ritmo, imperturbables, constante, regular dad, estables, estabilidad, reposo, equilibrio, constancia, tranquilidad. éCual es la frase en que el autor hace la afirmacién més general sobre la palabra o tema dominante? Quizés usted ya la haya descubierto. Es la primera: «Cualesquiera que sean nuestras penas y nuestras ale- grias, y la agitacién del mundo, nuestros érganos ape nas si varian su ritmo interior.» Observe como las demds frases no son mas que un desarrollo o explanacién de la frase principal. Cada una aporta un matiz particular o aclara una faceta especial del tema fundamental. Unas repiten la misma idea principal «Los cambios quimicos de las células y de los humores continuan imperturbables.» Otras son ejemplo: «La sangre late en las arterias y corre a una velocidad casi constante por los innumerables capilares de los tejidos.» O contienen una comparacién: «Existe una notable diferencia entre la regu- laridad de los fenémenos que se producen dentro de nuestro cuerpo y la extraordinaria variabilidad de nuestro medio ambiente.» © insisten de nuevo en Ja idea principal LECTURA RAPIDA 69 «Nuestros estados organicos son muy estables.» © rechazan una falsa idea de lo que es el ritmo interior: «Pero su estabilidad no equivale a un estado de reposo 0 de equilibrio.» O exponen su verdadera causa: «Se debe por el contrario, a la incesante acti- vidad de todo el organismo.» © indican los medios que aseguran la tranquilidad del ritmo: «Para mantener Ja constancia de la composi- cidn de Ja sangre y la regularidad de su circula- cion se requiere un mimero inmenso de procesos fisioldgicos.» «La tranquilidad de los tejidos esta asegurada por medio de los esfuerzos convergentes de todos los sistemas funcionales.» hacen una comparaciér «Y cuanto més violenta e irregular es nuestra vida, mayores son estos esfuerzos.» © exponen de nuevo la idea principal haciendo re- saltar su.caracter basico dentro de la vida orgdnica: «Porque. la brutalidad de nuestras relaciones con el mundo césmico no debe nunca turbar la 70 ANTONIO BLAY paz de las células y de los humores de nuestro mundo interior.» IMPORTANCIA DE LEER POR LA IDEA El lector que haya desarrollado su habilidad para descubrir con rapidez la idea central de cada parrafo, y que al mismo tiempo tenga una idea clara de los diversos modos como puede ser ampliada y comentada a través de las distantas frases del parrafo, esté en posesién de una de las técnicas més eficaces para rea- lizar el mejor tipo de lectura. Por una parte tendré asegurada una perfecta com- prensién del pensamiento exacto del autor, gracias a su habilidad en reconocer las frases principales. Por otra parte su lectura podra ganar en agilidad y en velocidad segiin sus deseos y la finalidad que pretenda. En efecto, su destreza en advertir el papel que cada frase subordinada desempefia en relacién a la idea central le haré comprender con facilidad cudndo puede acelerar la rapidez en la lectura de estas frases confor- mandose con una simple ojeada superficial. Esto Io podra hacer cada vez con més eficacia en la medida que capte con mayor rapidez la idea central y que le baste una simple mirada para adi sentido amplia esta idea central cada una de las frases secundarias. Esto, desde Inego, exige un entrenamiento metédico y constante. Es preciso ejercitarse cn el examen de muchos y diversos parrafos para dominar perfectamen- te esta técnica. Precisamente una parte muy impor- tante de nuestros cursos orales de lectura esta desti- nada a desarrollar en Jos alumnos la capacidad de leer y manejar con perfeccién toda clase de parrafos. LECTURA RAPIDA 1 No hay que desanimarse por el pequefio esfuerzo inicial que esto supone, pues queda ampliamente com- pensado por el ahorro de tiempo y por el extraordina- rio aumento de comprensién que este entrenamiento trae consigo. 1b) PARRAFOS-EXCEPCION Hasta aqui hemos hablado en el supuesto de que cada parrafo tiene una sola idea central, es decir, de los parrafos normales. Ahora examinaremos los parra- fos-excepcién que no se ajustan a este patrén general. En principio podemos afirmar que el lector que se ha entrenado en buscar en cada parrafo la idea central sabré reconocer y manejar con facilidad los parrafos anormales que se vaya encontrando, PARRAFOS CON MAS DE UNA IDEA Una primera clase de parrafos que se apartan de la regla general son los que contienen mds de una idea importante, esto es, dos frases distintas que es nece- sario tener en cuenta si no se quiere perder nada de Io esencial del parrafo. ‘Aqui podria tratarse de un pArrafo que es realmente uno, o de un parrafo que sdlo en apariencia es uno, es decir, que de hecho hay dos parrafos 9 dos unidades diferentes de pensamiento, aunque externamente vayan unidos a modo de un sole parrafo, En este caso, si a itad de parrafo hiciéramos punto y aparte, nos re- sultarfan dos parrafos completos de tipo normal. Cuando se trata de un parrafo unico pero con dos 2 ANTONIO BLAY frases principales, el lector deberd integrar el conte- nido de ambas en una sola frase, que sera la que repre- sentaré la verdadera idea central del parrafo. En este caso la idea resultante suele ser compleja, es decir, que abarca dos 0 mds aspectos sustanciales de la misma cosa. Si el autor ha usado dos frases. en vez de una, para expresar la idea central, el motivo suele ser un deseo de mayor claridad en su exposicidn. A veces es mas facil darse a entender con dos frases mas cortas que una larga. Pero el lector ha de esiar sobre aviso y comprender que las dos son igualmente importantes en orden a una comprensién total del patrafo. Es pre- cisamente esta unidad la que él debe recalcar al tratar de enlazar en una sola las dos frases del texto. Veamos un ejemplo de esta clase de parrafo: «Luis Pasteur, hijo de un curtidor que habia lu- chado en las tropas de Napoleén, trabajo infatiga- mente para convertirse en quimico. En Lille estu- dié las fermentaciones en la fabricacién de alco- hol, descubriendo que no las motivaba, segén se crefa, un cambio quimico, bacterias, nombre dado recientemente a los mi- croorganismos descubiertos con el microscopio. Tras muchas controversias, sus teorias fueron aceptadas y asi se fund6 la bacteriologia. Pasteur aplicé su estudio de la bacteria a las enfermeda- des, primero de animales y plantas y luego del hombre. Descubrié que la epidemia que hacia es- tragos entre los gusanos de seda arruinando una importante industria de Francia, debiase a una bacteria y mostré el modo de combatirla. Luego estudié el mortal antrax del ganado, también de- bido a bacilos, aplicd el método de vacunacién LEGTURA RAPIDA 3 usado por Jenner para Ia viruela e inoculé con éxito al ganado un cultivo de bacilos del dntrax. Asimismo aplicé el principio inoculativo al trata- miento de la hidrofobia. Habiendo descubierto tras muchos trabajos que los perros se inmuniza- ban mediante la vacuna, inoculé a un ser humano y, como el remedio tuviera éxito, su tratamiento, paulatinamente, fue aceptado en todo el mundo.» (R. FLENLEY, Historia del Mundo, pag. 223.) Aqui se destacan dos aspectos fundamentales de los trabajos de Pasteur que deben aparecer en la frase que sirva de resumen a todo el parrafo: a) el descubrimien- to de la accin de las bacterias; b) la aplicacion de su estudio a los animales y al hombre. Asf, pues, la idea central del parrafo podria expre- sarse con esta frase: «Pasteur descubrié la accion de las bacterias en las fermentaciones, y aplicé su estudio a las enfermedades de animales, plantas y luego det hombre.» SIN FRASE PRINCIPAL Otras veces, por el contrario, nos podemos encon- trar con parrafos en los que no existe ninguna frase que podamos considerar lo suficientemente amplia 0 representativa como para encarnar Ia idea central del mismo. Esto puede ser debido a dos causas: 0 bien el parrafo no contiene ninguna idea central; o bien la idea central esta diluida a través de todo el parrafo. El primer caso: falta de idea central se puede dar principalmente en los Hlamados parrafos de transicién. Estos parrafos son una especie de puente que unen dos. 4 ANTONIO BLAY parrafos con ideas mas bien dispares. El autor se sirve de cllos cuando quiere levarnos de un modo suave de una a otra idea justificando, o simplemente preparando, el cambio de rumbo en su pensamiento. En el segundo caso la idea central se encuentra, como hemos dicho, diluida a través de todo el parrafo. En general suele tratarse de frases de cardcter narra- tivo 0 enumezativo, todas con afirmaciones de una im- portancia semejante y en todo caso parcial. Aqui es el mismo lector el que hha de saber extraer a idea central. Para ello debe identificar, en primer lugar, la palabra clave sobre la cual giran todas las afir- maciones parciales. Después, considerando todo lo que se ha dicho de la palabra clave, componer una frase su- ficientemente amplia y general que englobe todas las afirmaciones particulares. La capacidad de realizar esta sintesis, por medio de una frase tinica, seria el reflejo de nuestra auténtica capacidad de comprensién. El siguiente parrafo es un ejemplo de esta clase: «Los remadores eran expertos, pero la embar- cacién estaba sobrecargada, y comenz6 a Ilenarse de agua cuando se hallaron a la mitad del estre- cho. Se hicieron frenéticos esfuerzos para sacarla de alli, pero sin resultado. La barca se hundié, y desaparecié, y algunas de las cajas que transpcr- taba se hudieron’con ella, mientras otras queda- ron flotando. Sus dos tripulantes hubieron de na: dar en aquella rapidisima corriente, entre rocas salvajes.» (WILLARD Price, El maravilloso Amazo- nas, pag. 69.) Este parrafo puede resumirse asi: «A pesar de los esfuerzos y pericia de los remadores, la barca, LECTURA RAPIDA 6 que estaba sobrecargada, se hundié, y los dos tri- pulantes tuvieron que nadar en aquella rapidisima co- rriente.» CAUSAS DE LOS PARRAFOS-EXCEPCION La aparicién de los parrafos anormales puede te- ner varias causas. En primer lugar, no todos los escrito- res tienen la misma claridad de pensamiento, ni poseen el mismo grado de habilidad para expresarse y darse a entender con facilidad. Esto puede reflejarse en Ja exis- tencia de parrafos truncados o en Jos que la unidad logica interna no aparece muy clara. ‘Otras veces la divisién de los parrafos obedece a ra- zones convencionales més que a leyes légicas. Asi, la costumbre de escribir con parrafos muy cortos, imitan- do el estilo de los articulos y reportajes periodisticos, suele dar lugar a grupos de parrafos que muy bien po- drian ir incluidos como frases de un parrafo conjunto, pues entre todos ellos no se hace més que desarrollar una sola idea basica. Lo importante es que el lector se dé cuenta de la unidad légica que forman a pesar de su aparente division externa. También existen los parrafos de «apariencia». Aqui el autor se guia principalmente por el aspecto externo del texto escrito. Una pagina en que aparezcan pocos puntos y apartes se presenta siempre como algo dema- siado s6lido y ya de entrada da Ja impresién de dificul- tad y pesadez. Para salvar esta apariencia de agilidad el autor puede decidir la introduccién de un punto y aparte si cree que un parrafo se esta alargando dema- siado, aunque su pensamiento no haya Ilegado a su completo desarrollo. Una vez més, seré el lector el que 16 ANTONIO BLAY descubriré las verdaderas unidades légicas de pensa- miento, a pesar de las apariencias externas. Por suerte la existencia de parrafos anormales no suele ser excesiva y sobre todo no es dificil descubrir- los y manejarlos con acierto, siempre que haya precedi- do, como ya hemos dicho, el estudio y la préctica con los parrafos normales. Si el lector esta bien adiestrado en la practica de leer cada parrafo en funcién de su idea central, consideréndolos como una unidad de pensa- miento, nunca se sentiré desorientado cuando tenga que enfrentarse con un caso de estos. CapfruLo VI CURSO DEL PENSAMIENTO En el capitulo anterior hemos visto cémo cada uno de Ios parrafos he de ser considerado como una uni- dad de pensarsiento. Lo fundamental de la lectura es descubrir esa idea. ese pensarniento central que se nos comunica. Pero el pensamiento no es algo estatico dentro del parrafo, sino algo dinamico, algo que sigue un movie miento, un proceso a lo largo de las distintas frases del parrafo. La frase principal establece con claridad el pensa- miento central y mara la direccién basica del movi- miento. Las demas frases, al mismo tiempo que van desarrollando el contenido de a idea central, son tam- bién como otros tantos estadios 0 periodos en Ja evo- lucién y movimiento del pensamiento. A este despliegue progresivo de la idea central es a lo que lamamos curso del pensomiento. Lo caracte- ristico de este movimiento consiste en que no siempre es estrictamente progresivo 0 de direccién wmica. A lo largo del parrafo podemos observar que a veces se de- tiene, que retrocede, 0 que reacciona para ponerse de 8 ANTONIO BLAY nuevo en la misma direccién y sentido de la frase prin- cipal. ‘Son detenciones en el desarrollo del pensamiento las aclaraciones marginales que hace el autor, las refle- xiones incidentales, 0 las dudas que se plantea y que una vez resueltas, le permiten proseguir su exposicion inicial. Otras veces, no sélo se detiene, sino que, en cierta forma, retrocede en la exposicin de su idea, quiz para buscar unos antecedentes, o quiz4 para proponer unas objeciones que inmediatamente él mismo nos solucio- nara. Estas variaciones en el curso del pensamiento, esta diversidad de frases y de funciones, son otros tantos medios que emplea el autor para ir aclarando su pen- samiento y para lograr un mayor impacto y fuerza de impresion en la mente del lector. La finalidad es siem- pre Ia misma, hacer resaltar el contenido y la direccion de la idea central. @) EXPRESION GRAFICA Graficamente se puede expresar el curso del pen- samiento subrayando con una flecha hacia la derecha aquellas frases que siguen un movimiento progresivo en la misma direccién de la idea principal. Las frases en que el pensamiento retrocede o se opone a la idea principal pueden indicarse con una flecha hacia la iz- quierda. Finalmente un linea de trazos discontinuos puede servir para sefialar los sitios en que el curso del pensamiento se detiene por unos momentos. EI siguiente ejemplo le servira para ver esto con claridad: Al principio de cada frase, o de cada periodo LECTURA RAPIDA 9 importante, se indica, por medio de las flechas conven- cionales, el papel que desempefia en el desarrollo del curso del pensamiento. «El lector atento podré reconocer, cémo, a pe- >< sar de la agitacién y de la prisa de la vida moder- oe——rr——ESEEOHOEr eer ve na, a pesar de los grandes desplazamientos en las << Ooeeeeeee~ cantidades econémicas, los problemas politico- <—__ ______ —___ > econémicos siguen siendo los mismos a través de ne Jos aiios, aun cuando, de vez en cuando, cambien —o ~ <—- Jas personas, y por mucho que puedan transfor- ee marse las instituciones. La lucha por Ja correcta << a compreasién politicoeconémica forma parte, pa Se sando por encima de los afios y los decenios, de las libres conquistas de una libre ordenacién so- > cial» (Lupwi¢ Exuiarp, Bienestar para todos.) _ Observe como leyendo tinicamente las frases subra- yadas con una flecha directa el pensamiento del autor queda claro y completo. Sin embargo, al contrastarlo con las objeciones apuntadas en los otros periodos, la idea central aparece mucho més reforzada. El buen lector debe ser capaz de observar este flujo del pensamiento dentro de cada parrafo. En cada mo- 80. ANTONIO BLAY mento ‘debe ser consciente en qué punto se encuentra dentro del movimiento del pensamiento. Leer de este modo es realizar una lectura verdaderamente activa, es decir, es un pensar mientras leemos. Cuandp uno lee con esta actitud descubre més facilmente la légica in- terna que preside el desarrollo de todo el parrafo. Y no s6lo puede seguir exactamente todas las fases del desa- rrollo del pensamiento, sino que incluso en muchas ocasiones podré adelantarse y prever cudles serdn los préximos pasos que dara el autor. Esto proporciona a Ja lectura una extraordinaria agilidad que repercute directamente en la misma rapidez y velocidad sin per- juicio alguno para la comprensién, pues es precisamen- te la mayor somprensién la que nos permite recorrer el texto més rapidamente. b) PALABRAS SESALES Para poder seguir con mds facilidad el curso del pensamiento existen varias palabras que, a modo de se- ales, nos indican las incidencias y variaciones de su desarrollo. El lector debe saber cuales son y compren- der todo su alcance, pues suponen unz gran ayuda para seguir con precisién el pensamiento. En general podemos distribuirlas en tres grupos: palabras que indican un avance en el curso del pensa- miento; palabras que sefialan una detencién del pen- samiento; y finalmente, palabras que nos advierten que va a venir una contraposicién en relacién con la direc- cién general del pensamiento principal. LECTURA RAPIDA 81 PALABRAS-AVANCE Las palabras-avance nos indican que las frases que ellas encabezan son un paso hacia adelante en el desa- rrollo de Ja idea principal. En general, la mayor parte de tas frases de un pd- rrafo se desarrollan en el mismo sertido que la idea principal; pero las frases encabezadas por las palabras- avance tienen una especial significacién 0 representan una mayor insistencia en ese sentido. Las principales palabras-avance son: y, también, asi- mismo, igualmente, del mismo modo, ademas, otra vez, de nuevo, asi, en consecuencia, por consiguiente, dado que, puesto que, finalmente, en resumen, en conclusién. Dentro del significado general de avance en el pen- samiente, hay entre ellas varias diferencias de matiz, como veremos a continuacién. ¥ Esta es la més comtin de todas las. palabras-avance, Une ideas de igual importancia en relacién al contexto general. TAMBIEN Unen ideas que tienen gran seme- ASIMISMO — janza, pero al mismo tiempo sugie- ren que la nueva idea va a afiadir algo de nuevo. ADEMAS _ Esta palabra nos advierte, sobre to- do, que se va a afiadir algo, que es- tamos ante un avance claro del pen- samiento, aunque siempre dentro de la misma direccién de la idea principal. 2 AS1,EN CON- ‘SECUENCIA DADO QUE PUESTO QUE FINALMENTE, EN CONCLU- SION PALABRAS-PAUSA ANTONIO BLAY Estas palabras introducen frases 0 ideas que pueden tener gran impor tancia en el desarrollo del pensa- miento. Generalmente se trataré de una frase que ser no sdlo una con- secuencia de todo lo anterior, sino una verdadera frase resumen de todo lo dicho, De aquf la especial atencién que debemos prestar a las frases encabezadas con estas pala- bras. Estas palabras nos anuncian y nos preparan para seguir el desarrollo de una frase que implicara una con- secuencia racional 0 légica del pen- samiento. Con estas palabras el autor nos in- dica que ya ha expuesto todas las ideas que tenia en su mente relacii nadas con un punto determinado y que se dispone a darnos la conciu- sin final o el resumen general. Otras palabras nos indican que, con relacién a la idea principal, las frases por ellas introducidas no su- ponen ningtin avance ni retroceso en el desarrollo del curso del pensamiento. Son frases que podrian ser su- primidas sin qué ¢l texto sufriera ninguna modificacion LECTURA RAPIDA 83 sustancial en su significado. La finalidad de este tipo de frases es simplemente aclaratoria, He aqui algunas de las palabras-pausa que introdu- cen frases aclaratorias: porque, si, supuesto que, con tal que, por ejem- plo, como, tal como, especialmente. PORQUE sI SUPUESTO QUE CON TAL QUE POR EJEMPLO como TAL COMO Introduce una simple explicacién a modo de causa o justificacién. La idea principal no se modifica con esta frase. Sdlo se expone su funda- mento 0 motivacién. La frase encabezada con estas pala- bras nos indican la cond tuacioén concreta que es preciso que se dé, para que lo expuesto en la idea principal sea verdadero 0 rea- lizable en la préctica. Esta palabra nos dice que el auto se dispone a aclararnos con un caso concreto lo que nos ha querido de- cir a través de una afirmacién ge- neral. Estas palabras introducen frases que son también ejemplos concre- tos, pero con a caracteristica de que suponen una cierta compara- cién con otros datos, hechos, 0 si- tuaciones. 84 ANTONIO BLAY ESPECIAL- También esta palabra nos sugiere MENTE _ la introduccién de un ejemplo, pero aqui la finalidad consiste en hacer resaltar cémo el contenido de la idea principal se realiza especial- mente en algun caso o en alguna circunstancia més determinada. PALABRAS-RETROCESO Entre todas las palabras que nos orientan y nos ayudan a descubrir y seguir el curso del pensamiento, sean las mas significativas las que lamamos pa- labras-retroceso, Su cardcter es mas Iamativo porque introducen frases o expresiones que sz oponen al curso normal del pensamiento. Generalmente, el curso del pensamiento sigue dentro del parrafo un sentido pro- gresivo directo. Pero a veces el autor, para hacer resal- tar més su pensamiento, se sirve de estos cambios de direccién, de estas frases-oposicién, que representan lo que él rechaza, lo que él no piensa, las posibles obje- ciones que él trata de resolver y anular. De este modo el auténtico pensamiento del autor sale robustecido y reafirmado. Cuando nos encontramos con una palabra-retroceso quiere decir que se va a producir un inmediato cambio de direccién en el curso del pensamiento. Pero hay que tener en cuenta que este cambio de direccién se produ- ce directamente en relacién a lo dicho en Ia frase ante- rior. Como regla general seré también una oposicit u objecion a Ia idea central y a la marcha general del parrafo; pero si la frase anterior era ya, ella misma, una oposicién a la idea central, entonces las palabras- LECTURA RAPIDA 85 retroceso indican que se vuelve a tomar de nuevo el curso directo det pensamiento, y probablemente, con un mayor vigor y energfa. Veamos ahora las principales palabras-retroceso. Los comentarios que hacemos sobre cada palabra tie- nen un valor general. Representan el significado que tienen estas palabras en la mayor parte de los casos en que son empleadas. Pero puede haber alguna ex- cepcion. PERO Indican que se reemprende de nue- SIN EMBARGO vo el curso directo del pensamiento tras una objecién formulada de un modo expreso 0 técito. EN REALIDAD Vuelta al ritmo directo, tras la ex- DE HECHO posicién de una objecién o de una situacién falsa. SIN EMBARGO Vuelta al ritmo directo tras una ob- NO OBSTANTE _ jecién u oposicién. CON TODO A PESAR DE TODO AL CONTRA- Nos preparan para retornar al rit- RIO DE mo directo tras el simple enunciado AL REVES DE de una posible objecién que queda virtualmente descartada. A PESAR Indican que la frase que viene a DE QUE continuacién expresa una objecién AUNQUE real o posible, que se opone a la PRESCIN- _ idea principal del parrafo. DIENDO DE 86 ANTONIO BLAY ANTES QUE Oposicién que envuelve una compa- MAS BIEN QUE | racién. EN VEZ DE POR OTRA Oposicién con caracter de alterna- PARTE _ tiva. EN CAMBIO MIENTRAS Oposicién rotunda a lo dicho en la QUE frase anterior. POR EL CONTRARIO ¢) SIGNS DE PUNTUACION Acabamos de ver cémo las palabras sefiales son una gran ayuda para poder seguir con facilidad y con pre- cision el desarrollo del curso del pensamiento a través del parrafo. Esto nos permite Hegar de un modo mé rapido a una comprensién mas acertada y completa de la idea central. Pero atin existen otras ayudas que el autor nos brin- da y que los buenos lectores saben aprovechar al méxi- mo, Son los signos de puntuacién. Los signos de puntuacién tienen por finalidad hacer que el lector pueda andar con facilidad por el texto sin confusiones ni contratiempos. Un texto sin signos de puntuacién serfa una masa informe de palabras dificil de manejar y de entender. Algunos Hlegarian a ser casi ininteligibles. Fijese en el siguiente parrafo, en el que se han suprimido los signos de puntuacién. «Una observacién todavia acerca del empleo LECTURA RAPIDA 87 que venimos haciendo del término «primitivo» empleo no por autorizado por el uso mds acorde con la verdad cientifica y con la propiedad técni- ca nosotros bien sabemos que el «salvaje» no es el «primitivo» que hay mucha ganga en este ul mo vocablo de los prejuicios evolucionistas segin os cuales la vida como la civilizacion habian de- bido empezar por lo elemental que una observa- cién mas fiel sobre las sociedades no civilizadas revela en el salvajismo mas bien un caso de en- fermedad decadencia 0 aborto que la manifesta- cin de una infancia.» ‘Vea ahora el mismo pérrafo en forma original: «Una observacién, todavia, acerca del empleo que venimos haciendo del término «primitivo»; empleo, no por autorizado por el uso, més acorde con la verdad cientifica y con la propiedad técni- . Nosotros bien sabemos que el «salvaje» no es el eprimitivos; que hay mucha ganga, en este timo vocablo, de los prejuicios evolucionistas, se- gtin los cuales Ja vida como la civilizacién habian debido empezar por lo elementa!; que una obser- vacion mis fiel sobre Jas sociedades no civilizadas revela en el salvajismo més bien un caso de enfer- medad, decadencia 0 aborto, que la manifestacién de una infancia.» (EUGENIO DORs, El secreto de la Filosofia, pag. 234.) El lector que est aterito a los signos de puntuacién capta mas de un escrito. Los signos de puntuacién in- troducen matices en la expresién del pensamiento, y nos revelan con frecuencia la importancia que el autor 88 ANTONIO BLAY da a las distintas frases y afirmaciones. Por otra parte, los signos de puntuacién nos van presentando, a modo de grupos de palabras, los distintos pasos o escalones en el movimiento progresivo del pensamiento. Cuando el lector sabe apreciar el valor de los signos de puntuacién todo el texto va cobrando relieve espe- cial ante sus ojos, el terreno queda mas claramente perfilado y su recorrido por el texto escrito se hace mucho més répido, agil y dinamico. Los signos de puntuacién se convierten entonces en una especie de palabras nuevas, o de indicaciones u orientaciones que nos ofrece el mismo autor, para que podamos Iegar més facilmente hasta su propio pen- samiento. A continuacién haremos un breve comentario sobre los principales signos de puntuacién, y lo ilustraremos con algunos ejemplos. (.) Bl punto Este signo de puntuacién es el més familiar; no sue- le pasar inadvertido ni para los lectores menos entre- nados. Su significado es también obvio. Indica que he- mos Iegado al final del desarrollo de un pensamiento o de una idea. ) Punto y coma El punto y coma nos advierte que hemos Ilegado en cierto modo a un final, no precisamente de una idea, pero si de un aspecto de la idea. Lo que viene a conti- nuacién pertenece a la misma idea, pero el enfoque, la LECTURA RAPIDA 89 ‘eccién o la presentacién va a cambiar notablemente. Ejemplo: «El suelo de Amazonas est4 entretejido de vege- tacién de bosque salvaje. Es aquella una region donde la Iuvia es diez veces mas frecuente que en la nuestra; el sol es ardiente, y un depdsito de terreno queda Ileno de vegetacién en pocas sema- nas. Y por la época de la crecida anual no queda allf superficie disgregada que pueda ser arrastra- da por las aguas. Lo cenagoso de aquel rio es de- bido a la erosidn de! subsuelo en las orillas. Des- pués de la erosién de aquel subsuelo, queda alli un formidable amasijo de raices; su espesor de- penderé del tiempo que haya permanecido sin ser perturbado; y aquel amasijo con su terreno super- ficial, y sus matojos, bejucos y arboles, es el mas apto para quebrarse y soltarse y flotar rio abajo.» (Wiitard Price, El maravilloso Amazonas, pa- gina 74.) ) Dos puntos Este signo de puntuacién se emplea al final de un juicio o de una afirmacién que el autor se dispone de inmediato a aclarar o a desarrollar de un modo mas de- tallado. Lo que sigue a los dos puntos no es mas que una explicitacidn de lo que el autor tenia en la mente al hacer la afirmacién precedente. Ejemplo: «Como verd el lector més adelante, todas nues- tras acciones, incluso las més elementales y ordi- 90 ANTONIO BLAY narias, obedecen en tiltima instancia a un doble impulso fundamental: cl de la plena autoexpre- sion y el de la plena concienciacién de nuestro ser. ‘Sepdmoslo 0 no, seamos o no conscientes de ello, toda nuestra vida no es otra cosa que el desarro- Ilo de este sencillo y profundo argumento que puede sintetizarse en una sola idea: la autorreali- zaci6n total.» (A. BLAY FoNTcuserta, Energia Per- sonal, pag. 12.) (,) Coma Este pequefio signo de puntuacidn es el que se em- plea mas abundantemente y también el que con més frecuencia suele pasar inadvertido. Pero los buenos lectores advierten prontamente su presencia y saben aprovechar todas las indicaciones que les ofréce para realizar la lectura con mayor rapidez y comprensién, La coma puede aparecer en el texto de varias for- mas diferentes 0 en diversas combinaciones. Puede ir sola, puede presentarse a pares, puede haber varias co- mas sucesivas 0, finalmente, puede ir acompafiada de una conjuncién. En cada caso su significado o valor cambia notablemente. 1) Una coma sola Es relativamente frecuente encontrarse con frases que comienzan por una conjuncién. Por ejemplo, con las palabras: cuando, si, como, aunque, después que, ya que, mientras, a fin de. Estas palabras ngs indican que la primera parte de la frase no contiene}x la idea fun- LECTURA RAPIDA a1 damental sino que se trata de una simple oracién su- bordinada. El lector atento estaré alerta a la aparicién de una coma que indicara la terminacién de la parte subordinada y dard paso a la afirmacién o idea funda- mental. A veces este inciso subordinado puede encontrarse al final de la frase. Entonces la aparicién de la coma nos advierte que la idea basica ya esta dicha, y que las ultimas palabras contienen una idea menor dependien- te de la principal Ejemplo: «Si todavia hubiera dudas respecto a los me- dios auxiliares que hay que utilizar en Ia instruc- cién de vendedores, puede ser itil consultar a personas que hayan tenido experiencia practica en la utilizacién de diversos tipos de tales medios auxiliares. Pero tanto si se esté en duda como si no, resulta siempre conveniente easayar primero varias clases de materiales auxiliares.» (JAMES H. Davis, Manual para ta formacién de vendedores, pag. 184.) 2) Dos comas corrclativas Las comas correlativas equivalen a un verdadero paréntesis. Introducen en medio de la exposicién gene- ral del pensamiento un pequefio grupo de palabras que contienen solamente una simple aclaracién o explica- cién que ayudan a la mejor comprensién de toda la frase. Pero en rigor podrian ser totalmente omitidas sin variar en nada el significado de la frase. La diferencia entre este caso y el anterior esta en 92 ANTONIO BLAY que aqui el significado general queda intacto, aunque se suprimicsen las palabras que van entre las dos co- mas, mientras que en el caso anterior se trataba de algo que se afiadia realmente a la idea principal a modo de un detalle complementario, de una condicién 0 de una circunstancia temporal. Hay casos, no obstante, en que dos comas correlati- vas pueden contener también una idea subordinada a semejanza de lo dicho en el primer caso. Entonces sue- len estar presentes las conjunciones que antes enume- ramos. Ejemplo: «Del lado de la economia volvié a alegarse cada vez més, en contra de mi proyecto, que la econo- mfa no podia ser empujada a una competencia ili- mitada mientras el Estado, con sus impuestos, siguiese quitando a los sujetos econdmicos partes tan cuantiosas del fruto de su trabajo.» (Lupwi¢ ERHARD, Bienestar para todos, pag. 142.) 3) Varias comas sucesivas Este es el uso de la coma mis facil de distinguir. Cada una de Jas comas va precedida de una palabra o de un pequefio grupo de palabras. La nota caracteristi- ca es que todas las palabras, o grupos, guardan entre sf una gran semejanza. En este caso se trata bien de una reiteracién de un mismo concepto, bajo diversos aspec- tos o facetas, bien de una simple enumeracién de los elementos componentes de un conjunto. LECTURA RAPIDA 93 Ejemplo: «La mejor pelicula, el mejor grafico, el mas adecuado modelo, de poco sirven si son utilizados Por un instructor que no corozca a fondo cémo sacar de ellos el maximo partido. Esto equivale a decir que los instructores de ventas han de pre- pararse previamente para poder utilizar con efi- cacia los medios auxiliares de instruccién.» (JAMES H. Davis, Manual para la formacién de vendedo- res, pag. 184.) 4) Una coma seguida de una conjuncién Las conjunciones usadas en este caso son: , y... pero... , porque... , ni... Estas comas, asi usadas, indican que nos encontra- mos ante un pensamiento que es realmente nuevo y diferente con respecto a Jo dicho en la parte anterior a la coma. El lector podria perfectamente sustituir la coma y la conjuncién por un punto, de modo que resul- tasen dos frases distintas. El significado seguiria sien- do exactamente el mismo. Ejemplo: «La técnica de la atencién, como la del sobre- esfuerzo, tiene la ventaja de que no exige condi ciones externas, y es compatible con todas Jas ac- titudes particulares e individuales y con todo tipo de trabajo y actividad.» (A. BLAY FONTCUBERTA, Energia Personal, pag. 161.) 94 ANTONIO BLAY (2) Signo de interrogacién gCual es la finalidad del autor al emplear el signo de interrogacién? Simplemente Hamarnos la atencién sobre lo que nos va a decir. Los signos de interroga- cién no contienen ninguna idea bésica, ni tampoco su- bordinada, ningun detalle nuevo, ninguna explicaci6n. Solamente son una lamada a nuestra curiosidad, a nuestro interés, con el fin de prepararnos mejor para aptar Ja idea que nos va a exponer el autor. Con esto terminamos a enumeracién y el comenta- rio de los signos de puntuacién més importantes, El ser consciente de los signos de puntuacién y el com- prender su valor y significado le permiten al lector ma- nejar el texto con mas agilidad y soltura. Gracias a ellos sabe en qué frases debe detenerse y prestarles una mayor atencién, y cudndo le es posible retornar a un ritmo mas rapido y veloz por tratarse de frases acce- sorias o simplemente explicativas. De este modo el tex- to pierde su aparente monotonia y se convierte en algo leno de relieve, al mismo tiempo que Ia lectura llega a ser una actividad mucho més inteligente. Cartruto VIT SIGNIFICACION Al estudiar los parrafos los hemos considerado como unidades independientes. Cada parrafo tiene una idea central. A su vez los distintos parrafos de una ar- ulo o de un capitulo son otras tantas ideas que en conjunto forman como el esqueleto o armazén de un escrito. Hemos visto también cémo el pensamiento del autor se va desarrollando a modo de una corriente 0 proceso gradual. en el cual pueden aparecer a veces puntos de detencién e incluso el retroceso. Cuando uno sabe captar las ideas principales y es capaz de seguir el desarrollo de las mismas a través de las distintas frases del texto, podemos decir que esta en condiciones de comprender y asimilar la materiali- dad de un escrito Pero con frecuencia hay otros factores, otros aspec- tos, que estaban presentes en la mente del autor y que no fueron trasladados literalmente al texto escrito. Y no porque carezcan de importancia, sino porque el autor los ha omitido deliberadamente. Estos aspectos semiocultos pueden ser varios: los motivos que le han inducido al autor a escribir, la fina- 96 ANTONIO BLAY lidad que persigue, las consecuencias que se derivan de sus afirmaciones, lo que él pretende conseguir del lec- tor sea convenciéndole de algo o induciéndole a obrar de una manera determinada, los sentimientos que él quiere provocar en los demas. Todos estos aspectos, que en general podriamos de- finirlos como la finalidad 0 intencionalidad ultima del autor, es lo que se denomina la significacion de un escrito. Algunas veces la significacién puede aparecer clara- mente indicada cn el texto, pero es mas frecuente que el autor la omita, para que sea el mismo lector quien saque las consecuencias, Esto quiere decir que no basta con leer las palabras y descubrir su contenido inmediato para que Ja lectura sea completa. La escritura, y por tanto la lectura, son un medio de comunicacién entre autor y lector. Y esta comunicacién no es total hasta que uno no Ilega a po- nerse en contacto con la mente misma del autor. Lo importante no son, pues, las palabras, sino el pensa- mienio y la intencién del autor. De aqui que al leer cualquier escrito debamos siempre preguntarnos: ¢qué pretende el autor con esto; cual es su intencién; hay algo més detrds de las palabras; qué consecuencia se saca de aqui? Es decir: gcual es la significacién de este escrito? LA UNIDAD DE PENSAMIENTO La suma de las ideas centrales mas la significacién es lo que constituye la unidad de pensamiento. Como se ve esté formada de dos elementos: uno objetivo: las ideas, lo que ha sido materialmente expresado a LECTURA RAPIDA 7 través de las palabras; y otro subjetivo: la intencién del autor, su finalidad, La verdadera lectura debe llegar siempre a la cap- tacién completa de estos dos aspectos. Esto se logra mAs facilmente si uno piensa al leer que no tiene delan- te un simple escrito, un simple conjunto de palabras, sino el pensamiento de un ser humano que quiere co- municarse y hacerse entender. Entonces despertaré en nosotros ei mismo interés de una persona viva y tra- taremos de captar no sélo sus palabras y sus ideas, sino también sus motivaciones e intenciones. Es decir, a través de la captacion de lo que se llama la unidad de pensamiento la lectura se transformard en una actividad de gran contenido humano, en un ver- dadero didlogo. Capiruto VII ESTRUCTURAS DEL PENSAMIENTO La importancia y extensién que hemos dado al es- tudio de los parrafos est4 plenamente justificada por- que los parrafos representan las unidades claves fun- damentales de un escrito. Imposible Iegar a la com- prensién total de ningin texto sin poseer la habilidad de descubrir en cada parrafo cudl es su idea principal © central. Pero todo escrito, capitulo o articulo, tiene normal- mente muchos parrafos. Y asi como entre las frases y palabras de un parrafo vimos que existe una unidad y cohesién, representada por la idea central, asi también todos los parrafos de un articulo pueden reducirse a una unidad superior. En realidad el mejoramiento de la comprensién, que es el principal objetivo de lds cursos de lectura rapida, consiste precisamente en el desarrollo de esta capacidad de llegar a una visién de conjuntos cada vez mas amplios, que nos permitan abarcar progresivamen- te todas las partes de un escrito, hasta reducirlo a una unidad que es la que da al todo su sentido pleno y su cohesién interna. 100 ANTONIO BLAY En este capitulo trataremos el modo de llegar a des- cubrir esas unidades ms amplias en torno a las cuales se organiza todo un articulo o escrito. Con este fin ha- remos un detallado estudio de las lamadas estructuras del pensamiento, Pero antes conviene que a modo de introduccién digamos algo sobre las diversas clases 0 géneros de escritos. A) CLASES DE ESCRITOs En general los escritos podemos distribuirlos en dos grandes grupos: a) escritos subjetivos 4) escritos objetivos. a) Los rscrrros suBseTivos La caracterfstica fundamental de este tipo de escri- tos radica en Ja participacién formal del autor, en cuan- to tal individuo, en el desarrollo de la exposicién, Al contrario de lo que sucede en los escritos objetivos, en Jos que lo fundamental son las ideas en si mismas, 0 Jos hechos como algo externo al autor, en los escritos subjetivos lo importante es el mismo autor, lo que él Piensa o lo que él siente, 0 cémo vive él una situacién concreta determinada. Un escrito subjetivo es en realidad una verdadera ¢reacién artistica en el sentido de que es una autoex- resin del propio autor. Aunque en un escrito subje- tivo podemos encontrar ideas y hechos, siempre se presentan como vividos en primera persona; en conse- cuencia, la nota dominante de esta clase de escritos LECTURA RAPIDA 101 podemos decir que es el aspecto personal. El autor nos va exponiendo sus estados de dnimo, sus reacciones, sus vivencias, en una palabra, sus sentimientos, Dentro de los escritos subjetivos, cabria distinguir tres clases segin su elemento predominante: — narracién de acciones — descripcién pura de sentimientos — descripcién de paisajes, o situaciones concreta ¥ es muy normal que estos tres elementos vayan combinados dentro de un mismo escrito. b) Escrrtos opsetivos Como antes dijimos, en esta clase de escritos lo importante son las ideas en si mismas, en su aspecto impersonal de serdades universales, o los hechos, pero considerados también como algo externo e indepen. diente del autor. Esta clase de escritos admite dos subclases impor- tantes: — escritos informativos — escritos explanatorios. Los escritos informativos tienen por finalidad la des- cripcién, narracién o enumeracién de una serie de da- tos, hechos o cualidades. Los documentos y gran parte de obras cientificas tienen esta finalidad informativa a través de la apor- tacién y consideracién de datos concretos. Los escritos explanatorios tienen un cardcter més te6rico y giran alrededor de ideas, teorfas, argumen- tos y consideraciones ldgicas. En los escritos explana- torios cabe hacer también una doble subdivisién: — escritos de investigacién 102 ANTONIO BLAY — escritos de exposicién. Los escritos de investigacién suelen partir de un problema o de una pregunta, cuya respuesta 0 solucién se trata de buscar. Los escritos de exposicién parten por el contrario de una afirmacién clara, y el resto del articulo est dedicado a su desarrollo 0 demostracién. Con el objeto de que el lector tenga una vision de conjunto més clara, colocamos a continuacién un cua- dro sinéptico de las diversas clases de escritos: subjetivos (sentimientos, acciones, des- cripciones) informativos (datos hechos, ESCRITOS \ cualidades) objetivos | de investigacion torios | de exposicién B) CLASES DE ESTRUCTURAS Saber reconocer a qué clase o género pertenece un escrito es el primer paso. Pero lo mids importante para poder Iegar a una rapida conprensién global del mis- mo es conocer a fondo las posibles estructuras del pen- samiento. structura de un escrito quiere decir el modo par- ticular como esta organizado desde el punto de vista logico. Las estructuras de pensamiento responden a la misma naturaleza de la mente, que trabaja y actiia se- gin unas leyes que le son inherentes; son las leyes 16- gicas del pensamiento. El conocimiento de las estructuras de pensamiento LECTURA RAPIDA 103 es de una gran utilidad, pues nos capacita para reco- nocer y seguir con facilidad la organizacion interna de todo el escrito. No solo gana la comprensién, sino que, gracias a ella precisamente, la rapidez de la lectura pue- de aumentar considerablemente. Conociendo cuéles son las estructuras y sus elementos correspondientes uno puede remontarse hasta una visién global de todo el articulo, de modo que sin perder nunca esta vision de conjunto puede 1econocer en cada momento en qué punto exacto del desarrollo del pensamiento se encuen- tra, e incluso prever cuales seran los préximos pasos a dar. De este modo la lectura se convierte en algo sumamente dindmico, inteligente y activo, pudiendo al- canzar grados extraordinarios de rapidez y eficiencia. Esta vision global que se mantiene siempre presente como una luz que va iluminando cada una de las par- tes, nos permite apreciar también la importancia rela- tiva de las distintas ideas que van surgiendo. Gracias a ella uno comprende cuando puede acelerar su velo- cidad por tratarse de partes secundarias dentro de la estructura general, y cuando por el contrario se en- cuentra ante puntos claves, ante las ideas mas impor- tantes, sobre las cuales conviene detenerse y fijar espe- cialmente la atencién. Esto nos ahorra el perder tiem- po innecesariamente con los puntos y pasajes que son simplemente accidentales, y por otro lado nos asegura una correcta comprensién de} verdadero pensamiento del autor al saber descubrir y captar los puntos esen- ciales del escrito. Pasemos ya al estudio de Jas estructuras del pensa- miento. 104 ANTONIO BLAY a) ENFOQUES DIVERSOS Segiin los diversos autores hay distintos modos de enfocar esta cuestién: En el Reading Improvement Program, de la Univer- sidad de Columbia, se reducen a tres los tipos funda- mentales de estructuras: 18 The 1-2 Pattern. — Idea principal seguida de los detalles. ‘The 2-1 Pettern, — Detalles seguidos de la idea principal. 3 The 1-2-3 Pattern, — Idea principal, desarrollo, sumario. ‘Muchas veces, sobre todo en los casos 1° y 3.%, a la exposicién de la idea principal puede preceder una in- troduccién 0 una anécdota preparatoria. N. Banton Smith, en Read faster and get more from your reading, propone cinco tipos de estructuras dife- rentes: |* Sharing-Experience Pattern. Fundamentalmente consiste en una exposi- cién que nos hace el autor ce sus propias viven- cias o experiencias. 28 Question-Answer Pattern, Aqui el escrito comienza con Ja formulacién de una pregunta o de un problema que luego se intenta resolver. Imparting-Information Pattern. Son los escritos informativos con abundancia de detalles y datos concretos. 58 Substantiaied-Facts Pattern. En este caso el autor comienza el art{culo diciéndonos claramente su opinién sobre un LECTURA RAPIDA 105 punto dado, para pasar en seguida a exponer sus razones y argumentos. 58 Substantiated-Facts Pattern. Mediante la enumeracién de unos hechos cla- ros y ciertos se llega objetivamente a establecer una conclusién firme e imparcial. Por su parte, Eric de Leeuw nos presenta en Read better, Read faster un esquema més simplificado de las posibles estructuras, En tltimo término las reduce a dos tipos basico: 1. Investigating 2. Explaning. Para cada uno de ellos sefiala algunas variantes: 1, Investigating: Problem — discussion — conclusions Facts — analysis — conclusions Facts — Analysis Statement of problem Areas of investigation — implications, con- clusions 2. Explaining: And this, and this jescripciones do this, then this : procedimientos and then, and then narraciones because of this, then this: argumentaciones Francois Richaudeau, en Cours de lecture rapide, resume en dos procedimientos las formas de exposi- cién: 1° Procedé d'exposition classique: Que comprende: exposicién de la tesis, he- chos que la demuestran y conclusién. 2° Procedé d’exposition foisonnant: En donde la exposicién de la idea general va implicada y semioculta a través de una acumu- lacién de hechos y de anécdotas. 106 ANTONIO BLAY Claude Philippe, en Méthode francaise de lectura ra- pide, reduce a tres las estructuras de organizacién de los escritos. «Después de haber analizado cientos de tex- tos objetivos, tales como informes, tesis, discursos, m morias, articulos cientificos, etc., hemos podido com- probar que tres estructuras esenciales de organizacion se encuentran en todos estos textos»: 1+ La structure «Probleme - Solution» 2s La structure de faits 3° La structure de démonstration A nuestro juicio, esta clasificacién es la mas util desde el punto de vista pedagégico. Por una parte, es muy clara y sencilla, y por otra, es lo suficientemente amplia como para poder abarcar y ser aplicada con na- turalidad a los diferentes casos particulares. Esta es la clasificacién que en Iineas generales se- guimos en nuestros cursos orales de lectura. Como vera el lector, en ella pueden englobarse de un modo légico todas las estructuras presentadas por los distintos au- tores, formando una sintesis facil de comprender y de retener. b) Las TRES ESTRUCTURAS BASICAS Las estructuras del pensamiento pueden reducirse a tre 1. Estructura de hechos 2. Estructura problema-solucién 3. Estructura tesis-demostracién. Estas son las estructuras basicas. A veces pueden combinarse, dando lugar a una estructura mas comple: ja, pero en ultimo término todas se derivan y pueden LECTURA RAPIDA 107 reducirse a estas tres. Veamos ahora cada una de estas estructuras y sus elementos caracteristicos. 1. Estructura de hechos Esta estructura se emplea siempre que se trata de redactar un informe o de hacer una descripcin. Desde el punto de vista ldgico es Ja estructura mas elemental y la mas facil de reconocer. Esté compuesta simple- mente por una serie de datos, heclios 0 informaciones que el autor quiere darnos a conocer. Es la estructura caracteristica de Io que hemos Ila- mado escritos subjetivos y también de los escritos in- formativos. Al encontrarse con un escrito cuya estructura es de shechos», el lector debe tratar de descubrir rapidamen- te los siguientes puntos: — cual es el tema tratado — como han sido agrupados y clasificados los datos © hechos de cada seccién — qué aspecte particular del tema es tratado en cada seccién — cuéil es el lazo que da unién y cohe: los aspectos particulares. Seguin que esta estructura se aplique a un escrito subjetivo u objetuvo da lugar a dos estructura deri- vadas. Son las que N. B. Smith llama «Sharing-Expe- rience Pattern» y «Imparting-Information Patterns, que nosotros denominamos: ésiructura «hechos-experien- cias» y «hechos-informaciéns. ‘Aunque desde el punto de vista légico ambas son semejantes y muy féciles de distinguir, desde el punto 108 ANTONIO BLAY de vista préctico de su lectura tienen una notable di- ferencia. La estructura chechos-experiencia» no sélo es facil de reconocer sino que es también muy facil de leer. En este tipo de lecturas se puede aplicar la velocidad méxima de que uno es capaz, pues las dificultades de comprensidn estan reducidas al minimo. Todo lo que el lector debe de hacer es tratar de participar y, en cier- to modo, de vivir en s{ mismo las experiencias y los sentimientos que el autor nos describe y quiere comu- nicarnos, Esta es la actitud correcta que debemos adoptar ante este tipo de escritos y la que hace posible que po- damos seguir y disfrutar de la narracién como si se tratase de una comunicacién oral entre lector y autor. Por el contrario, la estructura «hechos-informacion> es con frecuencia diffcil de leer, no por dificultades de comprensién, sino porque ordinariamente contiene gran mimero de datos y detalles concretos Aqui es donde hay que tener en cuenta de un modo especial los pun- tos que antes hemos indicado, sobre todo si nuestro deseo es memorizar los datos més importantes. Estructura problema-solucién En la estructura problema-solucién podemos distin- guir tres elementos esenciales: — planteamierto del problema — discusién — solucién Estos tres elementos son fundamentales y siempre se hallan presentes. Algunas veces pueden encontrarse LECTURA RAPIDA 109 ciertos elementos complementarios como son: las con- secuencias: implicaciones o aplicaciones. La estructura problema-solucién es relativamente f4- cil de descubrir. Tiene ademds otras ventajas. El hecho de encontrarnos desde el principio con una pregunta o con un problema a resolver excita la curiosidad del lec- tor y despierta su interés. Por otra parte, la pregunta o el problema inicial es un poderoso punto de refe- rencia en torno al cual se pueden ir asociando con fa- cilidad todos los aspectos y detalles particulares. Por esto es de gran importancia que el lector comprenda bien el planteamiento exacto del problema; qué es real- mente lo que esta en duda o lo que se busca. La recta comprensién del problema planteado es la condicién esencial para poder comprender bien y seguir con fa- idad todo ei resto del articulo. Dentro de la estructura problema-solucién cabe se- fialar dos modalidades importantes, que se reflejan principalmente en el planteamiento del problema. Son los dos tipos de organizacién que sefiala Eric de Leeuw bajo el epigrafe «investigating», es decir, es- tructuras de investigacién: a) problema — discusién — solucién 5) hechos — andlisis — problema — discusién — solucién. En el primer caso se trata de un problema teérico de cardcter conceptual. Puede ser un problema filosé fico, politico, religioso o moral, pero planteado de un modo general en relacién con sus fundamentos légicos y racionales. En el segundo caso se trata de un problema préc- tico. Aqui el punto de partida son unos hechos con- cretos, una situacién determinada. Esta situacién da 110 ANTONIO BLAY origen a un estado de conflicto para el que es preciso buscar alguna solucién. El segundo clemento de Ja estructura problema-so- lucién es la discusién. Consiste en el examen ordenado de los origenes, causas y efectos que se relacionan con la situacién-problema. A través de la discusién se van estudiando todos los aspectos del problema. En reali- dad, es en esta parte donde se elabora su solucién. Des- pués de haber estudiado las diversas posibilidades y de haber ido descartando los caminos falsos es cuando se va perfilando [a verdadera solucién, Esta llega en un momento dado como un fruto maduro que se despren- de légica y naturalmente de todo Jo dicho en la discu- sin precedente. Como hemos indicado, este tipo de estructuras es relativamente facil de leer. Ademds da la oportunidad para una lectura notablemente veloz cuando el lector esta interesado por la solucién, En este caso, después de haber entendico el planteamiento del problema, se puede pasar rapidamente sobre la discusién hasta en- contrar la solucién, que siempre se hallara hacia el final del articulo. 3. Estructura tesis-demostracion Lo caracteristico de esta estructura es su comienzo. Ya en los primeros pérrafos, a veces en el primero, se expresa de un modo categérico una afirmacién, 0 una opinion, No se trata de una simple posibilidad o supo- sicién. Es una opinién clara y firme. Es lo que el autor piensa y cree, y que luego trataré de demostrarlo a fin de que también los demés acepten su punto de vista. Esta estructura es muy importante. Responde a un LECTURA RAPIDA 41 proceso fundamental del espfritu humano. Esta es la estructura que empleamos siempre que queremos de- mostrat o convencer a otro de alguna cosa. Ordinariamente se utiliza esta estructura en los dis- cursos forenses, en los editoriales, en los discursos politicos y en gran mimero de articulos técnicos y cien- tificos. Ademas de los dos elementos esenciales de esta es- tructura, que son: a) Tesis b) Demostracién, puede haber otros elementos adicionales 0 comple- mentarios: ¢) Significacién d) Consecuencias: implicaciones, aplicaciones. La tesis es la afirmacién inicial que el autor esta- blece de un modo claro y categérico. La demostracin estd constituida por el conjunto de razones y argumentos que va alegando el autor para justificar su opinién. A veces los argumentos no son puramente raciona- les. Se citan hechos y datos concretos que vienen en apoyo de Ia tesis establecida. En la medida que un ar- ticulo sea més filoséfico, los argumentos aducidos se- rén primordialmente de caracter légico y racional. Por el contrario, en los articulds cientificos suelen abundar los argumentos sobre hechos, datos 0 experiencias. En este ultimo caso suele presentarse una intere- sante derivacién de la estructura tesis-demostracién; es 112 ANTONIO BLAY Ja que N. B, Smith denomina «Substantiated-Facts Pat- tern», o la llamada «thunderstorm technique» en el curso de lectura «Reading improvement program» de a Universidad de Columbia. Aqui el autor suele inver- tir el orden normal tesis-demostracién, para comenzar directamente con la acumulacién de datos, hechos y pruebas. Sélo al final nos presentaré su tesis a modo de conclusién, Este estilo de exposicién suele ser particularmente convincente y persuasivo. Aparte dé los dos elementos esenciales: tesis y de- mostracién, ya hemos dicho que puede haber oiro u otros elementos adicionales: la significacin y las con- secuencias. La significacién representa lo que el autor quiere conseguir de nosotros. A veces no ser posible distin- guir en un articulo una significacién especial. Esto su- cede, por ejemplo, cuando la finalidad del autor es solamente convercernos o demostrarnos la verdad de su tesis, Pero en otras ocasiones la defensa de la tesis no es més que un paso preliminar. Una vez que nos ha convencido, el autor espera y nos incita a que obremos, en consecuencia, de un modo determinado. Esto es lo que sucede con mucha frecuencia en los discursos po- Iticos, Las consecuencias tienen un aspecto més impersonal que la significacién. Son algo que se deduce légica- mente, por s{ mismo, de la verdad de la tesis, indepen- dientemente de la voluntad, desco 0 intencién del autor. Tienen un cardcter totalmente objetivo. Si las consecuencias vienen impuestas por las leyes Iégicas, en el sentido de que, una vez demostrada la tesis, la verdad de ésta trae consigo la verdad de otras afirmaciones parciales, entonces tendriamos las impli- LECTURA RAPIDA 113 caciones|légicas. Esto es caracteristico de los escritos intelectuales 0 filoséficos. En los escritos técnicos y cientificos las consecuen- cias tienén el cardcter de aplicaciones practicas. Des- pués de éstablecer una verdad cientifica o una ley fisi- ca, se deduce la conveniencia o Ia necesidad de obrar de cierto modo determinado. Estas son las aplicaciones. El reconocimiento de Ia estructura tesisdemostra- cién es algo mas dificil que el de la estructura hechos © problema-solucién. Muchas veces sera necesario leer dos o tres parrafos para darnos cuenta de ella. Es im- portante que uno se dé cuenta con precision qué es lo que el autor trata de defender. Sélo entonces estara uno en disposicién de poder apreciar el valor de los argumentos y su fuerza probatoria. El dominio de las estructuras u organizacién inter- na de cada articulo es de la maxima importancia para el lector. Esta habilidad puede costar un poco legar a dominarla pericctamente. Pero las ver tajas de poseerla bien son enormes. Se puede decir, en verdad, que el modo de leer de una persona queda transformado ra- dicalmente cuando uno es capaz de descubrir con segu- ridad Ia estructura u organizacién interna de cada ar- ticulo y de seguir cada una de sus partes relacionan- dolas continuamente con Ia visién global del conjunto de acuerdo con el plan general de toda la exposicion. Esto requiere un trabajo de ejercitamiento impr cindible. La lectura rapida es algo eminentemente pric tico, No basta conocer Ia teoria, hay que aplicarla a la practica si uno quiere aprovechar realmente todas las ventajas que ofrece. Ni hay que desanimarse porque al principio parece que uno va mis lento que antes en sus lecturas. Durante la primera parte del perfodo de en- trenamiento los alumnos tienen la impresién de ir mas 14 ANTONIO BLAY despacio, Esto es inevitable en todo ejerc{tamiento practic. Se trata de adquirir un habito y unp técnica nueva de lectura y esto requiere un tiempo miinimo de asimilacion. Pero en-la medida que a través Ue los di versos ejercicios practicos va uno consiguierldo domi nar realmente la nueva habilidad, es cuando una per- sona se convierte en un lector realmente eficiente. Cartruto TX ASPECTOS SUBJETIVOS DE LA COMPRENSION El estudio que hemos hecho hasta el momento so- bre el tema de la comprensién ha girado en torno a los aspectos objetivos de la lectura, especialmente el estu- dio de los parrafos y de las estructutas del pensamiento. En este capitulo estudiaremos los aspectos subje- tivos de la comprensién, es decir, el lector en si mismo y en particular la actitud mental correcta que debe adoptar para hacer sus Jecturas de un modo més pro- vechoso. La lectura sélo Hega a ser realmente eficiente cuan- do se transforma en un verdadero didlogo entre autor y lector. La lectura entendida como simple actividad receptiva es una lectura extremadamente pobre. Como en todo didlogo 0 proceso de comunicacién, es preciso que esté presente una doble actitud: por una parte ha de haber una apertura sincera hacia el pensamiento del autor, y por otra parte una reaccién consciente -¥ reflexiva de uno mismo frente a los conceptos leidos. Si falta alguno de estos dos elementos la lectura sera algo defectuoso o deficiente. La existencia real de estos dos elementos es incompatible con el mero dejarse Ie- 116 ANTONIO BLAY var por las palabras escritas de un modo entetamente pasivo, como si Ic tinico que tuviéramos que hacer es dejar pasar, sin mas, Jas palabras escritas a thavés de nuestros ojos. La verdadera lectura ha de ser, por el contrario, algo esencialmente activo y dinamico. Sélo asi podremos llegar hasta el verdadero pensamiento del autor y elaborar luego nuestra respuesta personal. DIRIGIRSE DIRECTAMENTE AL PENSAMTENTO DEL AUTOR Para legar a descubrir el pensamiento del autor hay que tener en cuenta todo lo que hemos dicho al hablar de los parrafos y de las estructuras del pensa- miento. Espezialmente uno debe procurar estar siem- pre pendiente de las ideas y no de las simples pala- bras. Estas deben ser consideradas como un simple vehiculo del pensamiento, y como tales de una impor- tancia relativamente mucho menor. Debemos compren- der claramente gue cuanto més agarrados estemos a las palabras y a las formas concretas de exposicién tanto més dificil nos sera legar hasta la pura idea y pensamiento del autor. LAS ACTITUDES PERSONALES Otro factor que puede perjudicar notablemente la buena comprensién son las propias ideas y actitudes. Es perfectamente légico y natural que cada uno tenga sus propias ideas sobre el tema o el problema tratado por cl autor. Pero en el momento de leer hemos de pro- curar olvidarlos, siquiera por un momento, a fin de poder entender mejor el punto de vista del autor. LECTURA RAPIDA M7 Usted habra presenciado alguna de esas discusiones acaloradas en que después de gastar mucho tiempo y esiverzo, cada uno termina como habia empezado. Nin- guno de los interlocutores se ha tomado la molestia de escuchar realmente al otro. Cada uno se ha limitado a exponer, repetir y reiterar su modo particular de ver 1 problema sin dedicarle la debida atencién a la opi- n del contrario. En vez de un didlogo o de una con- sacién, puede decirse que no ha habido mas que dos mondlogos alternantes, Algo semejante puede ocurrir en la lectura, Uno puede estar tan pendiente de sus propias ideas que el pensamiento del autor quede para él oscurecido y aun totalmente desfigurado. Esponténeamente uno tiende a escuchar y aceptar de los demds sélo aquellas cosas que estan 'de acuerdo con las propias ideas e intereses. El efecto de esta tendencia aparece claramente de- mostrado en una significativa experiencia que realizé el psicdlogo Eric de Leeuw y que él mismo describe en su libro Read betier, read fasier. Para ello escogié a un grupo de jefes de empresa. Confeccioné una lista en la que figuraban todas las cosas relacionadas con el trabajo de la empresa sobre Jas cuales estaban de acuer- do y eran del agrado de todos los jefes participantes. Por otra parte anoté todas las cosas que evidentemente resultaban desagradables para todos. Luego, con la ayuda de las dos listas confeccioné una tercera, pero de modo que aparecian consignadas sélo algunas de las cosas en las que estaban de acuerdo y todas las cosas que les eran desagradables. Esta lista le fue en- tregada al primer jefe para que la leyera y luego escri- biese de memoria los puntos que él recordaba. La lista redactada por el piimer jefe fue entregada al segundo para que hiciera lo mismo, y asi sucesivamente. En la 118 ANTONIO BLAY lista redactada por el tltimo de los jefes se comprobé que estaban consignadas todas las cosas que eran del agrado de todos, incluso las que habian sido: omitidas deliberadamente en la lista entregada al primer jefe, y, por el contrario, muchas de las cosas desagradables habfan sido olvidadas. Esta experiencia demuestra de un modo evidente hasta qué punto las opiniones y los gustos personales pueden influir en la lectura. Eilas hacen que creamos ver en un texto ms de lo que contiene realmente 0 que pasemos por alto lo que realmente dice. De este modo nos perjudicamos a nosotros misntos, pues nuestro verdadero interés radica en saber tomar un contacto exacto con la realidad, tal como es en si. Tratandose de la lectura, esta capacidad de percibir objetivamente el contenido de un texto sélo se puede obtener cuando uno se esfuerza sinceramente por adop- tar la posicién y el punto de vista del propio autor. Como dice Frangois Richaudeau en su Cours de lec- ture rapide: «Para ser un buen lector es necesario un esfuerzo concentrado y una cooperacién total con el autor... Una gran sensibilidad al tono y a las ideas adoptadas por el autor mejora la velocidad de la lec- tura y la comprensién del texto.» Esto no quiere decir que hayamos de renunciar a nuestro modo de pensar. Significa que mientras nues- tro modo de pensar se interfiera en nuestras Jecturas existe el peligro casi inevitable de deformar el verda- dero pensamiento del autor. Debemos dejar aparte, al menos por unos momentos, nuestro psxjuicio, simpa- fas 0 antipatias, y slo entonces estaremos en dispo- sicién de comprender todo el alcance de las opiniones y puntos de vista del autor, Ademés, ésta es la mejor preparacién, la tinica preparacién efectiva, para poder LECTURA RAPIDA 119 luego adoptar una actitud critica, que sea verdadera- mente objetiva y razonable, frente al pensamiento del autor. Esto nos permitira enriquecernos de verdad cual- quiera que sea el resultado final de nuestra reflexfon personal posterior: bien aceptar totalmente, o rechazar de plano el pensamiento del autor, o bien modificar en algo nuestros propios puntos de vista. La ANTICIPACION Para llegar a comprender bien el pensamiento del autor debemos adoptar una actitud de simpatia y de aceptacién como acabamos de ver. Pero hay un nuevo recurso que incrementa enormemente nuestra capaci- dad de captacién: es lo que se Hama la anticipacién. La anticipacicn consiste en prever lo que va a venir después. Si uno se ha despojado de sus propios pb& juicios y ha logrado sintonizar con el pensamiento del autor le sera mucho més facil anticipar lo que ira niendo. El desarrollo del pensamiento es algo ldgico; la actitud y los sentimientos del autor guardan una coherencia interna consigo mismos Por eso, en la me- dida que uno entra dentro de esta corriente de pensa- miento y se pone en armonja con el modo de sentir del autor, la lectura se hace mucho mis facil y com- prensible. Uno puede avanzar por el texto con gran rapide y comodidad, como si se tratase de un camino conocido y familiar. La capacidad de anticipacién depende también de otro factor, que son los conocimient& previos del lec- tor. Cuanto mayor sea el conocimiento que tenga so- bre un tema, més facil le sera el poder anticipar. Sin embargo, la anticipacién es siempre posible y desea- 120 ANTONIO BLAY ble, incluso sobre los temas que para el lector resultan mas 0 menos desconocidos. En algunos casos la anti- cipacién se reduciré a un conjunto de preguntas en torno al tema general de la lectura. Aun més, estas preguntas previas que surgen en la mente del lector cuando se enfrenta con un texto cons: tituyen la base principal de la anticipacion. «La lave para anticipar el pensamiento del autor — dice Eric de Leeuw — es preguntar. Esto abre ia mente y desen- cadena el flujo espontaneo de ideas y de nuevas pre- guntas.> La anticipacién se puede hacer y se debe hacer antes incluso de comentar la lectura de un articulo. Pongamos por caso que uno se dispone a leer un ar- ticulo titulado «El hambre en el mundo». Inmediata- mente se puede uno formular varias pregunta: — ges universal o afecta sélo a algunos paises? — éproporcionalmente, a qué cantidad de poblacion mundial afecta este problema? — dla existencia del hambre se debe a falta de re- cursos, 0 a que los recursos existentes no son de- bidamente aprovechados? — ¢los paises afectados han recibido ayuda de otros paises mas ricos? — ¢qué es lo que se ha hecho concretamente hasta Ta fecha para aliviar este problema? — gqué es lo que actualmente esta en proyecto? — gqué perspectivas existen para una solucién total y definitiva del problema? Después que uno se ha formulado estas preguntas, Ia lectura subsiguiente adquiere una vivacidad y un interés extraordinarios, Muchas veces nos sorprende- remos al comprobar cémo las contestaciones provisio- nales que nosotros mismos nos habiamos dado eran LECTURA RAPIDA 121 notablemente acertadas, otras veces estaremos ansiosos de encontrar la contestacién a alguna de Jas preguntas que nos habjamos formulado. En todo caso, esta acti- tud en la lectura nos dispone eficazmente para captar y asimilar con mucha mayor fuerza y rapidez el pensa- miento y las ideas expuestas por el autor. Por Jo demas, la anticipacién la podemos practicar no solo al comenzar a leer, sino también a lo largo de toda Ja lectura. Continuamente podemos prever el pr ximo paso en el desarrollo del pensamiento o formu- larnos una nueva pregunta sobre lo que el autor acaba de exponer o afirmar. Este modo de leer dinamiza y abre la mente mucho mas eficazmeate que la simple concentracién mental, sin formular preguntas, sobre lo que estamos leyendo. «La verdadera lectura es realmente pensar. La mente del lector experto se mantiene activa durante la lec- tura: observando, preguntando, reflexionando, sacando conclusiones». (P. Leepy, Improve your reading.) La EVALUACION CRITICA La lectura, decfamos al principio del capitulo, debe ser un didlogo entre el autor y el lector. La primera fase es escuchar al autor. Captar su pensamiento autén- tico sin deformarlo con nuestros prejuicios o ideas preconcebidas. Este diélogo cobra nueva animacién cuando nosotros, por medio de la técnica de anticipa- cién, nos vamos interesando cada vez mas profunda- mente en la probibicién planteada por el autor. | Queda un tltimo paso a realizar para que se com- plete este didlogo autor-lector. ¢Qué es Io que yo pienso sobre lo que dice el autor? Estoy de acuerdo con su 122 ANTONIO BLAY pensamiento, con su modo de exponerlo, con su 2 gumentacién? Esto es lo que constituye la evaluacién critica. La evaluacién critica puede hacerse desde varios 4n- gulos 0 puntos de vista. Se puede juzgar el fondo o la forma de un escrito: el valor y la verdad de su conte- nido, o su correccién literaria y artistica. Aunque toda evaluacién critica es siempre va, en el sentido de que es uno personalmente ‘el que da su propio juicio sobre algo, no obstante la evalua- cién que se refiere al contenido tiene un caracter mas bien objetivo, mientras que la que se refiere a la forma es de por si preferentemente subjetiva. El primer tipo de evaluacién busca la verdad objetiva, el segundo de- pende més de los gustos personales. En relacién con la evaluacién literaria o artistica, Claude Philippe, en su Méthode francaise de lecture rapide, da algunas orientaciones sencillas pero que pueden ser muy titiles, ya que no se trata de legar a hacer una critica literaria exhaustiva El lector puede llegar a formarse un juicio bastan- te acertado examinando algunos puntos Telativamente faciles de apreciar. — gqué fin persigue el autor al escribir este libro? — geste fin tiene un valor en si? — gqué medios ha usado para conseguir su fin? — {los medios son manifiestos o estan sutilmente disimulados? — la realizacién de la obra ha sido hecha con cur- dado y esmero? — ¢la obra responde al fin que se proponia el autor? «Si el fin del autor parece tener sentido y si los s que emplea parecen adecuados a su objetivo, LECTURA RAPIDA 123 uno puede deducir con probabilidad que la obra es de valor.» (CLAUDE PHILIPPE.) Sin embargo, desde el punto de vista de Ia lectura inteligente y eficaz, la actitud critica mas util es la que se reficre al fondo o contenido de un texto. Es decir, a que se relaciona con la verdad o falsedad de la ex- posicion. En rigor se puede hacer una distincién entre lo que un autor defiende y los argumentos 0 razones en que pretende apoyar su opinién. Puede darse el caso de que la opinién defendida sea verdadera, pero los argumentos aducidos sean falsos. No obstante, en gene- ral, si las razones son falsas o insuficientes lo normal es que la conclusion sea también faisa. Por el contrario, una sdlida argumentacién, riguro- sa y precisa en todos sus pasos, nos llevara con segu- ridad a una conclusién verdadera. El objetivo de la evaluacién critica es el examen de Ia argumentacién y de su fuerza probatoria. A tra- vés de la evaluacién el lector quiere llegar a la verdad objetiva, a la verdad de los hechos en si. ‘Como veremos més adelante, se han dado por diver- sos autores muchos consejos y orientaciones, cierta- mente muy titiles, sobre el modo de hacer una correcta evaluacién. Sin embargo, el factor més importante es uno mismo. En primer lugar dificilmente podré una persona dar un juicio acertado sobre ningun tema st no posee de antemano unos ciertos conocimientos 0 in- formacién. De aqui la importancia de la cultura previa personal. Por otra parte se requiere un buen sentido para saber apreciar hasta’qué punto una informacién es completa o incompleta, 0 hasta qué punto deternii- nadas fuentes de informacién son dignas de crédito o no, Finalmente es también de la maxima importancia 124 ANTONIO BLAY que una persona haya desarrollado en grado suficien- te la capacidad ce enfrentarse con toda suerte de he- chos y de razonamientos con espititu abierto y obje- tivo, superando los prejuicios y gustos personales que Je impedirfan ver la verdad de las cosas en sf. Por eso Paul Witty insiste con razén en la impor- tancia del lector mismo como el factor mas funda- mental para poder realizar una correcta evaluacién. «La fuente principal para la evaluacién de sus lecturas debe ser usted mismo. Si usted lee de un modo activo y critico, incrementar su habilidad para comparar lo que lee con lo que ya sabia acerca del tema. También Megara a conocer qué clase de lecturas son dignas de crédito y cudles no.» (Paul Witty, How to become a better reader.) Pasando ahora a los aspectos més concretos y préc- ticos sobre el modo de hacer la evaluacién, vamos a re- coger en primer lugar las sugerencias ofrecidas por Claude Philippe en Méthode francaise de lecture rapi- de, Segiin este autor, la evaluacién de un escrito puede hacerse en tres partes o etapas: a) evaluacidén de las informaciones b) evaluacién de las interpretaciones ¢) evaluacién de las intenciones Este esquema puede aplicarse en principio a cual quiera de las tres clases fundamentales de estructuras: tesisdemostracién, problemta-solucién y hechos. La evaluacién de las informaciones se realiza exami- nando si los datos 0 hechos aportados por el autor son exactos, si no han sido deformados, si la informacién es exhaustiva, si han sido omitidos datos de especial importancia. En relacién a la interpretacién hay que ver si la interpretacin dada por el autor a las informaciones LECTURA RAPIDA 125 es acertada, si no ha sido violentada o desviada de un modo tendencioso, si es légicamente correcta. Finalmente, el viltimo paso es la evaluacién de las intenciones. Aqui va incluido el estudio de la signifi- cacién de todo el escrito, y también de la conclusién © de la solucién del problema, segiin el tipo de estruc- tura de que se trate. Lo que hay que examinar en este tercer paso es la legitimidad y solidez de la conclusin © soluci6n, si son las tinicas que podian darse, si han sido probadas y establecidas, si son aceptables 0 no. Este esquema es muy claro y tiene la ventaja de abarcar Ja totalidad de un escrito 0 articulo. Hay otros autores que se centran mds en los de- fectos de la argumentacién y enumeran los fallos mas notables en que se puede incurrir. Su utilidad préctica es muy grande. Esta es la linea seguida por Paul D, Lee- dy en su libro sobre lectura répida: Read with speed and precision. Pero la enumeracién mas completa de los errores de argumentacién se encuentra en el libro de R. H. Thouless, Straight and crooked thinking. Aqui vamos a recordar solamente los fallos mds importantes o mas frecuentes y que pueden ofrecer un mayor interés para el lector. DEFECTOS PRINCIPALES EN LA EXPOSICION a) Empleo de palabras emotivas Por palabras emotivas se entienden aquellas pala- bras, generalmente adjetivos, que esponténeamente des- pierian en el oyente una reaccién, sea agradable o des- agradable, y en consecuencia le incitan automaticamen- te a aceptar o rechazar una proposicién determinada. 126 ANTONIO BLAY Si ofmos decir que «los ejércitos romanos eran fuer- tes y valientes en la batalla», notamos que surge en nosotros un sentimiento de admiracién y de aproba- cién; pero si nos dicen que «frente a sus enemigos lu- chaban con fiereza y crueldad», de inmediato se pro- duce en nosotros el desagrado y la reprobacion. Un mismo hecho puede ser descrito y matizado de forma que provoque agrado o disgusto. Asi, por ejem- plo, podemos decir que una persona es -nuy «constan- ter 0 que es muy «tozuda». Muchas veces el empleo de estos adjetivos responde solamente a la actitud perso- nal del autor frente al hecho en si, 0 al deseo que tiene de lograr que nosotros aceptemos 0 rechacemos alguna opinién o cosa concreta. El buen lector debe estar alerta ante el empleo de las palabras emotivas y no dejarse arrastrar por su in- dudable fuerza persuasiva. Una palabra emocional, un adjetivo, una calificacién, nunca es un argumento. Su empleo podra ser acertado y estar de acuerdo con Ia realidad, pero eso hay que probarlo. Sin embargo, en muchas ocasiones, en mu- chos discursos, sobre todo en los discursos politicos, la mayor fuerza de persuasién radica en el empleo de pa- labras emotivas Frente a ella la verdadera argumenta- cién, las razones firmes y objetivas, apenas si ocupan un lugar insignificante. b) Generalizacion indebida Tiene lugar cuando se hace una afirmacién 0 se anuncia una cualidad que parece involucrar a la totali- dad de un grupo, cuando la realidad es que sélo de algunos puede hacerse dicha afirmacién. Si decimos: «A los espaftoles les gustd! los toros», LECTURA RAPIDA 127 © «Los ingleses son de cardcter flematico», estamos ha- ciendo dos afirmaciones que incurren en el defecto que comentamos. En ambos casos uno tiende a inter- pretar la frase como si «todos» los espafioles y «todos» Jos ingleses tuvieran la cualidad enunciada. Al leer frases de este tipo uno debe preguntar: gqué amplitud tiene esta afirmacién?, ghasta qué punto es verdadera? Ordinariamente bastaré con introducir la alabra «todos» en el sujeto de la oracién para que des- cubramos su inexactitud. ©) Demostracién por ejemplos seleccionados Se incurre en este defecto cuando se pretende de- mostrar algo aduciendo solamente ios ejemplos 0 casos concretos que favorecen la opinién del autor. Al lector toca en este caso valorar Ja fuerza de la argumentacién. El deberd apreciar si los casos citados son tan contundentes que es imposible la existencia de otros ejemplos gue invaliden su fuerza probatoria; pero, en general, debera pensar en Ja conveniencia de estudiar ¢ investigar aquellos casos distintos que tien- den a demostrar Jo contrario, y comparar su fuerza con Jos argumentos aducidos por el autor. Si sus cono- cimientos en la materia son suficientes, esto lo podré realizar por si mismo; si no, puede ser imprescindible la consulta de otros ‘autores de ideas opuestas para llegar a una valoracién mas objetiva y realista. a) Desviacién La desviacién puede darse tanto al defender una opinién como al atacar la opinién del contrario. 128 ANTONIO BLAY En esencia la desviacién consiste en apartarse del tema central en discusién para detenerse en la consi- deracién de una cuestidn incidental en la que el autor se encuentra mas fuerte y segure. El engafio esta en creer que al ser demostrada Ja cuestién incidental, queda también probado el asunto principal. ©) El argumento det término medio El argumento del término medio no suele conside- rarse como defecto en la argumentacién; antes al con- trario, al ver que una persona nos presenta su opinion como el término medio entre dos puntos de vista extra- fios, nos sentimos inclinados a admirar su ponderacién y @ aceptar en consecuencia su misma opinién. Sin embargo, el hecho de presentar una afirmacién como término medio no es ninguna garantia de su ver- dad. Una afirmacién sélo puede considerarse verdadera en la medida que se asienta en razones firmes y séli- das, no por simple comparacién con ‘otras afirmacio- nes, Ademés, apenas si hay pfiguna proposicién que no pueda ser considerada como término medio en relacién con otras opiniones atin mds extremistas. £) Argumentos ilogicos Se Iaman argumentos ilégicos aquellos que no se desarrollan segiin las Jeyes légicas del pensamiento. Son argumentaciones que en realidad no prucban lo que aparentan demostrar por falta de ilacién 0 coherencia interna, De esta clase de argumentaciones se dice que LECTURA RAPIDA 129 no concluyen. En los manuales de légica se hace una extensa relacién de los silogismos y de sus diversos modbs, as{ como de los errores o faiacias de argumen- tacién. Aqui s6lo estudiaremos los més importantes desde el punto de vista préctico. Término medio no distribuido. Examinemos el siguiente argumento: «Las ilusiones nacen de la tendencia que tie- nen los hombres a creer como verdadero aquello que es conforme a sus deseos. La creencia en la vida eterna responde a uno de los mayores deseos del hombre, que a todo trance quiere escapar de la muerte y de la aniquilacién. De acuerdo, pues, con el funcionamiento de los mecanismos psicolé- gicos del hombre, hemos de considerar que la creencia en la vida eterna es una simple ilusién.» Ante este argumento uno puede sentirse un poco desconcertado y no ver muy claro hasta qué punto es firme y valido 0 no. Lo caracteristico de estos falsos argumentos 2s que en la practica suelen presentarse de un modo tan oculto y disimulado, a través de un montén de palabras, que se hace dificil descubrir a pri- mera vista el error o la falta de ldgica en la argumen- tacién, Pero basta reducirlos a una forma simple y esquematica para que se ponga de manifiesto el fallo del argumento. Expresado del modo més simple, el argumento an- terior puede enunciarse asi «Las ilusiones nacen de los deseos, // la cren- cia en Ia vida eterna responde a un deseo, // lue- 130 ANTONIO BLAY go la creencia en la ida eterna es una ilusién.» Este argumento, por su forma, es exactamente igual al siguiente: «Los paises sudamericanos son reptiblicas, // Francia es una repuiblica, // luego Francia es un pafs sudamericano.» El error de esta argumentacién consiste en que el término medio (el término comtin a las dos premisas) no esta tomado en sentido universal en ninguno de los dos casos. Los paises sudamericanos son repiblicas, Pero no «todas» las reptiblicas existentes, Del mismo modo, al afirmar que las ilusiones nacen de los deseos, no afirmamos en modo alguno que «todos» los deseos den lugar a ilusiones. Puede haber, entonces, otros deseos que no den lugar a ilusiones. Cuando una argumentacién ha sido reducida a su forma mds simple y esquemitica, es facil descubrir si desde el punto de vista lgico es correcta o no. Si atin quedase alguna duda se pueden sustituir las palabras © nombres concretos por otros ejemplos mejor cono- cidos, pero manteniendo siempre la misma forma de la argumentacion. También hay que distinguir entre la validez légica © probable de la argumentacién y la verdad de la con- clusién. La conclusién puede ser verdadera, pero la ar- gumentacién empleada puede ser falsa. Si decimos: Los animales son seres vivientes. El hombre es un ser viviente. Luego el hombre es un animal. LECTURA RAPIDA 131 La conclusién es verdadera, pero la argumentacién, que tiene la misma forma de las que hemos visto antes, es falsa. En vez de hombre podriamos decir: «las plan- tas son seres vivientes», y la falsedad de la argumen- tacién quedaria patente. 2. Condicién — consecuencia Con frecuencia se emplean argumentaciones que empiezan de este modo: Si se cumple A, entonces también se cumple B. Por ejempl Si en un pais no hay cultura no puede haber democracia Demos por supuesto que esta primera afirmacién sea verdadera. A partir de esta primera afirmacion, y por ser ella verdadera, ¢qué otras afirmaciones validas pueden deducirse? Examinemos la siguiente argumentacién: Si con esto queremos demostrar que las facultades mentales decrecen inexorablemente asi como sucede con una lampara que se apaga poco a poco, estamos empleando un argumento totalmente falso. A la mente se le puede comparar con la luz, y en cierto modo es acertada la semejanza. Pero no est4 sometida a las mismas leyes que rigen los procesos luminosos mate- riales. El ejemplo aducido puede servir para explicar Jo que pasa en muchos casos; pero no vale para demos- trar que necesariamente tenga que suceder asi. De hecho podria y deberia ser al revés. Lo mas peligroso de las argumentaciones analégicas es su gran fuerza de persuasién, Basta que nos pre- senten un argumento en forma de analogia, diciéndo- nos que: «”A” es asi, de la misma manera que sucede con "Bs, para que quedemos fuertemente impresio- nados. Hemos de saber distinguir entre la gran utilidad que tienen estas comparaciones para manifestarnos de una manera clara el pensamiento del autor, y su fuerza, como argumento, para probar lo que el autor nos dice. j) Argumento de autoridad EI argumento de autoridad consiste en querer de- mostrar la verdad de alguna opinion basado en el hecho de que personas de prestigio y de ciencia han pensado lo mismo. 138 ANTONIO BLAY Ciertamente el hecho de que personas competentes sustenten una opinién detetminada es un dato en favor de dicha opinién. Sin embargo, hemos catalogado el argumento de autoridad entre los argumentos defectuosos en el sen- tido de que a veces es mal usado por quien pretende defender algo, y sobre todo mal interpretado por quien ee 0 escucha. El argumento de autoridad es mal usado cuando tratandose de temas como religién o filosofia, se aduce la opinién de una persona que es competente en otros campos como la fisica o la biologia. Esto es ilegitimo en Ja medida que se quiere sacar partido del prestigio que posee una persona en un tipo determinado de conocimientos para aplicarlo sin mas a otros asuntos diferentes. Sin embargo, cuando el lec- tor no es muy consciente, facilmente se deja impre- sionar por el impacto del prestigio y tiende a aceptar las opiniones que se le presentan apoyadas de esta forma, Uno debiera estar atento para no dejarse suges- tionar por esta clase de argumentos. Hay otros casos en que el empleo del argumento de autoridad es totalmente legitimo. Un cientifico, un as- trénomo, por ejemplo, que emite sus teorias ‘basado en sus estudios y observaciones merece ciertamente crédito y confianza. Esta en su pleno derecho cuando espera de sus lectores un cierto grado de interés y de aceptacién. No obstante, el verdadero motivo para aceptar sus opiniones no debe descansar en el hecho de que éL- nos las diga sino en la bondad de las razones en que las apoya. Es decir, que nuestra aceptacién no ha de ser ciega, sino razonable. El valor de lo que Jlamamos prestigio profesional parte de la presuncién de que LECTURA RAPIDA 139 cuando una persona competente defiende alguna opi- nién, podemos suponer que tiene sus buenas razones, para defenderla; pero la aceptacién plena y definitiva de sus opiniones debe descansar en la bondad misma de sus razones, vistas y examinadas, en la medida de lo posible, por nosotros mismos. Otro tanto podemos decir cuando se invoca la auto- ridad de la tradicién o de la costumbre. Hay, en ver- dad, muchas tradiciones y costumbres que estan ple- namente justificadas. Pero cuando nosotros aceptamos una tradicién simplemente por ser tradicién, adopta- mos una actitud incorrecta. Una tradicién tiene valor en la medida que se funda en razones que fueron val das y que siguen siendo validas en la actualidad. Vemos, pues, en resumen, que la incorreccién del argumento de autoridad radica en que desvia la aten- cién del lector del examen de las razones objetivas hacia la consideracién del prestigio de una persona 0 de una tradicién. El argumento de autoridad obra por sugestién. Aunque el prestigio puede estar muy bien ganado, a lo més que tiene derecho es a que le dedique- mos una atencién seria, nunca una aceptacién ciega de sus puntos de vista sin el debido examen de las razones objetivas en que se apoya. Todo el estudio que acabamos de hacer sobre la evaluacién critica y el examen de los argumentos defi- cientes podria resumirse en un pequefio esquema, que segtin nuestra experiencia en Jos cursos orales de lec- tura, resulta muy comprensible y muy facil de aplicar a la practica. Los razonamientos defectuosos pueden serlo por tres motivos fundamentales: — por tendenciosidad 140 ANTONIO BLAY — por falta de rigor légico — por desviacién Entre los argumentos tendenciosos se encuentran los que emplean palabras 0 razonamiertos emotivos, asi como las apelaciones injustificadas al principio de autoridad, y el empleo de ejemplos seleccionados. Entre los argumentos carentes de rigor légico, ade- mas de los enumerados anteriormente bajo este epi- grafe, se pueden incluir la generalizacion indebida y las analogias imperfecta. En cuanto a la desviacién, es uno de los defectos en que se incurre con més frecuencia en las conversa- ciones. Conviene estar alerta porque a veces puede aparecer también en algunos escritos. CartruLo X. TECNICAS ESPECIALES PARA LOGRAR UNA LECTURA DE MAXIMA RAPIDEZ DE. COMPRENSION El entrenamiento de la percepcidn visual unido al incremento de nuestra capacidad de comprensidn for- man Ia base sobre Ia que se asientan los estupendos resultados que se pueden obtener del curso de lectura répida. Con todo, la persona que ha conseguido ya un nota- ble grado de perfeccién en la percepcién y en la com- prensién, puede todavia aplicar algunas técnicas nuevas que incrementardn extraordinariamente su capacidad de leer. Nos referiamos a: — la lectura telegrafica — la lectura de reconocimiento — la lectura de informacién 142 ANTONIO BLAY ‘LA LECTURA TELEGRAFICA Ya le hemos recordado anteriormente que uno no puede llegar a una comprensién perfecta mientras esté agarrado a las palabras materiales del texto. Leer es comprender las ideas que éstan detras de las palabras. Las palabras no son mas que un medio de expresién del pensamiento. Cuando una persona lee palabra por palabra creyendo que la correcta comprensién de un escrito depende del relieve con que capta cada palabra, no hace en realidad mas que embrollar la mente y difi- cultar Ja verdadera comprensién. En la medida en que uno concentra la atencién en el medio o instrumento en sf, corre el riesgo de perder de vista la comprensién global del pensamiento. Aun més, ni siquiera todas las palabras tienen la misma importancia como medios de comunicacién del pensamiento. Paul Leedy trata muy acertadamente este aspecto y se lamenta de que «algunos lectores nunca legan a darse cuenta que no todas las palabras tienen igual importancia». (Paul Leedy, Improve your reading.) Para convencernos hasta qué punto existen en cada escrito multitud de palabras que son innecesarias basta que pensemos en lo que hacemos al poner un telegra ma. Un telegrama bien redactado es plenamente inteli- ible; y sin embargo, comparado con Ja redaccién ori- ginal puede contener hasta un 50% menos de palabras. ‘Veamos, por ejemplo, el texto siguiente: «Hay normalmente una reaccién de desimmo cuando se habla de la posibilidad de transforma- cién interior. Reaccién que proviene de la creen- cia o temor de que todo cuanto se pueda decir LECTURA RAPIDA 143 sobre transformacién del cardcter y de la perso- nalidad es pura teorfa, son maneras, palabras, muy bonitas quizés y muy poéticas, pero que a fin de cuentas uno seguir irremediablemente con sus problemas, con sus defectos y con sus debili- dades, puesto que, digan lo que digan, esto no hay quien lo cambie» (A. BLaY Fontcuserra, Ener- gia Personal.) Este texto podriamos reducirlo, sin perder ninguna idea principal ni secundaria, del modo siguiente: «Hay normalmente reaccién desénimo cuando se habla de transformacién interior que proviene de creencia que todo cuanto se puede decir sobre transformacién cardcter es pura teoria palabras bonitas, que uno seguiré irremediablemente con sus problemas, defectos, debilidades.» El texto original tiene 81 palabras, el texto reducido sélo tiene 37. Es decir se ha reducido el texto en algo mas del 50%. Sin embargo, se mantiene integramente el pensamiento del autor. Incluso puede usted advertir que si lee el texto original fijandose principalmente en las palabras seleccionadas y pasando un poco por enci- ma de las demas palabras el pensamicnto fundamental resalta de un modo ms claro y comprensible. Esta técnica puede aplicarse a toda clase de escri- tos. En todos es posible esta reduccién pues el modo corriente de hablar y expresarse as{ como las exigen- cias de las leyes gramaticales obligan al empleo de gran cantidad de palabras que podriamos llamar de re- leno. Lo que al lector interesa son las palabras de significado pleno. 144 ANTONIO BLAY La aplicacién de esta técnica tiene muchas ventajas. En primer lugar todas las lecturas quedan enorme- mente simplificadas, pues, en general, casi todos los textos pueden reducirse al menos hasta un 40% de sus palabras, Esto trae consigo un gran ahorro de tiem- po y al mismo tiempo un incremento de la veloci- dad. Ademas la simplificacién del texto y la subsi- guiente clasificacién de las ideas produce otro efecto notable: una gran disminucién del esfuerzo y de la fatiga, tanto visual como mental. No obstante, Ja lectura telegréfica no significa leer menos 0 perderse algo del texto. El modo correcto de hacer este tipo de lectura con- siste en ir pasando la vista por todas las palabras, pero fijandose solamente en aquellas que son necesarias para la comprensién del pensamiento. Mientras los ojos se van deslizando, es la mente la que piensa y selecciona lo que es de verdadero interés. No se pierde nada del texto, no se deforma en modo alguno el pensamiento 0 las ideas; al contrario, se gana en la velocidad de la lectura y se captan las ideas con mas claridad. Quien ha conseguido la habilidad de leer as{ tiene la impresién de ir como volando por enci- ma del texto y de moverse con una gran soltura y flexibilidad. La condicién para lograr este tipo de lectura es la practica y el entreno previo en los aspectos percepcién y comprensién de que hemos hablado en los articulos anteriores. Aqui, en efecto, se pide un méximo rendimiento tanto a nuestra percepcién visual como a nuestra capa- cidad de comprensién. Por otra parte es preciso tam- bién que ambas funciones se realicen de un modo tan esponténeo y automdtico que no se interfieran mutua- LECTURA RAPIDA 145 mente. El recorrer el texto répidamente con la vista no debe impedir la concentracién de la mente en las ideas y en el desarrollo del pensamiento, A su vez esta atencién de la mente a las ideas no debe significar ningun obstaculo para que los ojos vayan recorriendo rapidamente el texto de modo que ofrezcan a la mente todo el material verbal sobre el cual la mente realizard la oportuna seleccién. Muchas personas pueden encontrar dificultad en coordinar ambas funciones. Una vez mas es cuestién de practica y de ejercitamiento. Una de las cosas en que més insistimos durante los cursos orales de lec- tura es en la aecesidad de realizar los ejercicios corres- pondientes a cada leccién. Siendo la lectura répida una habilidad eminentemente practica, ha de ser la prac- tica la que nos proporcione esa habilidad. Por lo demas, no es tanto el esfuerzo que se requ‘ere como el método y la constancia en el aprendizaje. Y comparado con los resultados, este pequefio esfuerzo queda ampliamente compensado teniendo en cuenta las enormes ventajas que de la lectura r4pida puede sacgf el buen lector para toda su vida. Ahorro de tiempo, en primer lugar, pero sobre todo la posibilidad real de adquirir una cultura mucho mas amplia y sdlida. Amplia porque aumentan las posibilidades materiales de leer; y sdlida porque todo cuanto se lee se hace con mayor poder de comprensién y de asimilacién. QUE ES EL «SKIMMING» Otra técnica especializada es la que los americanos laman el «skimming». A través de esta técnica el lector aplica a sus lecturas la maxima velocidad posible, Esta 146 ANTONIO BLAY técnica supone la aplicacién de todos los conocimien- tos y habilidades de lectura previamente explicadas. La palabra «skimmings significa en inglés la accién de quitar la nata o crema a Ja leche. Aplicada a Ia lec- tura quiere decir el arte de sacar de un escrito lo mas importante, lo esencial, o lo que uno busca de un modo particular. En [a técnica del «skimming» podemos distinguir varias modalidades diferentes. La terminologia emplea- da por los autores no es uniforme para expresar las diversas clases de «skimming», ni tampoco la clasifi- cacién. Paul Leedy distingue dos tipos de «skimming»: «skimming for the main idea» y «skimming for details». El «skimming» de las ideas principales busca en un escrito identificar solamente lo fundamental del mis- mo. El «skimming» de los detalles responde al deseo del lector de encontrar un dato 0 un hecho concreto que Je interesa de modo especial. N. Banton Smith reserva el nombre de «skimming» solamente para el caso de la lectura que se hace para sacar una impresién global de un articulo, y de sus ideas centrales. Por el contrario, cuando se trata de lo- calizar datos particulares emplea el nombre de «scan- ning>. Norman Lewis emplea una terminologia y una cla- sificacién especial al distinguir tres clases de «skim- ming: — slight skimming — partial skimming — complete skimming En realidad se trata de una gradacién en el modo de enfocar y de realizar el «skimming» de ideas. El «skimming» completo busca tan solo la idea o ideas LECTURA RAPIDA 147 fundamentals. El «skimming» parcial procurar captar no sélo las ideas principales, sino también algunos detalles de importancia. El «skimming» superficial exi- ge un lectura més amplia del texto. Aqui se trata de captar todo el pensamiento, tanto las ideas principales como las secundarias y los detalles. Solamente se pres- cinde de las palabras que no son necesarias para seguir el pensamiento del autor. En el Reading Improvement Program, de la Univer- sidad de Columbia, se define el «skimming» como: «una técnica avanzada de lectura que permite al lector ver lo que desea sin tener que leer cada frase y sin perder el hilo del pensamiento del autor». Entre los autores franceses, Francois Richaudeau distingue entre «écrémage» y «repérage». Define el «écrémage» como la reduccién del mimero de palabras lefdas sin que sufra la comprensidn general del texto lefdo. Por el contrario la finalidad del «repérage» es buscar una informacién especial. Claude Philipe nos ofrece un cuadro més amplio y¥. mAs completo de los distintos tipos de lectura, En pri- mer lugar hace una distincién entre «lecture de recon- naissance» y «lecture d'information». La lectura de reconocimiento consiste en una pri- mera toma de contacto con un escrito o un libro. Su finalidad es formarnos una idea previa de la obra para ver si nos puede interesar y encontrar en ella lo que deseamos. La lectura de informacion tiene por objeto captar toda o parte de la informacién de una obra con la maxima economia de tiempo. Aqui el citado autor hace una triple divisién: —lectura de informacién superficial: cuando se 148 ANTONIO BLAY busca una idea de conjunto, pero sin entrar en detalles, — lectura de informacién parcial: cuando uno bus- ca solamente ciertos datos. — lectura de informacién completa: que nos per- mite descubrir la significacin completa de la obra. Segiin Claude Philippe el «écrémage» no habria que confundirlo con Ja lectura de informacién; seria sola- mente una de las técnicas mas importantes de la lec- tura de informacién, En el «écrémage», que tiene por fin: «dejar de lado las partes menos interesantes para sacar las més sustanciales», distingue a su vez tres grados: — «écrémage de mots»: en el que el lector sélo se fija en las palabras que tienen sentido pleno y pasa por alto las palabras auxiliares. — «écrémage d'idéess: cuya finalidad es seleccio- nar las ideas principales, dejando de lado las secundarias. — «écrémage de structures»: que busca identificar la estructura de organizacién del pensamiento que esta latente en un escrito. Como hemos visto, hay distintos modos de enfocar el estudio de la técnica del «skimming». Algunos apenas hacen ninguna diferencia entre las diversas modalida- des de «skimming». Otros introducen bastantes divi- siones y subdivisiones. Todo depende del punto de vista que se adopte. Desde el punto de vista tedrico pueden sefalarse tantas divisiones como diferencias de matiz 0 modalidad en el objeto perseguido. Desde LECTURA RAPIDA 149 el punto de vista practico se tiende a cierta unifica- cién en la medida que las técnicas fundamentales que se requieren descansan en unos principios que son comunes. Dejando aparte lo que hemos dicho sobre Ia lectura telegrafica, y que sdlo algin autor 1a asimila como una de las modalidades del «skimming», nosotros creemos que la clasificacién mas util y comprensible para el alumno es Ia que distingue dos tipos de «skimming»: — aquel en que uno busca una informacién o un dato determinado, y —aquel en que uno trata de formarse una idea general, pero exacta, del contenido de un escrito. Al primero pedemos Mamar lectura de reconoci- miento-particular; y al segundo lectura de informacién- general. LA LECTURA DE RECONOCIMTENTO Hay muchas ocasiones en que uno sélo necesita conocer un dato, un hecho, una informacién muy con- ereta, En este caso el leer todo el texto seria una pérdida de tiempo totalmente innecesaria. Mas 0 menos toda persona que esta en esta situa- cién comprende la posibilidad que existe de ahorrar mucho tiempo y esfuerzo. El problema esté en saber aplicar de un modo acertado y metédico el procedi- miento adecuado. En primer lugar 1a biisqueda puede versar sobre una palabra concreta, una fecha, una idea determinada. Una condicién indispensable para que el lector pueda 150 ANTONIO BLAY realizar una lectura de reconocimiento rapida y segura es que haya desarrollado suficientemente la rapidez y precisién de su percepcién visual. Esto es absoluta- mente necesario tratindose de localizar palabras 0 numeros. En caso contrario las pérdidas de tiempo debidas a la lentitud de la percepcién y a las confu- siones de unos vocablos con otros suelen ser muy grandes; aparte de la sensacién de inseguridad con que se realiza todo trabajo. Con frecuencia subsiste el temor de haber pasado por alto algunos datos o de no haber sacado toda la informacién posible. Cuando se trata de localizar ideas sobre algin tema concreto, ademds de la habilidad perceptiva, se requie- re también cierta agilidad y flexibilidad mental. En este caso habra siempre alguna palabra que expresard el tema o la idea que queremos buscar. Siempre que encontremos en el texto dicha palabra podemos espe- rar obtener alguna informacion nueva. Pero no sera suficiente que nos limitemos a localizar en el texto una sola palabra. Es preciso que estemos también alerta a todas las palabras que por ser sinénimos 0 por su significado se relacione directamente con Ja palabra que podriamos lamar clave. Todos estos casos signifi- carén nuevas informaciones sobre la idea que bus- camos, Por eso el lector debe desarrollar la capacidad de reconocer las ideas aunque vengan expresadas con palabras diversas. En los cursos de lectura esto es objeto de un entrenamiento especial a través de un tipo determinado de ejercicios, en los que el alumno se acostumbra a asociar de un modo inmediato todas las palabras que tienen el mismo significado. Antes de comenzar la lectura de reconocimiento es muy importante saber con claridad qué es 10 que se LECTURA RAPIDA 151 busca. Si el lector comienza la lectura sin tener en su mente una idea clara de lo que busca corre el péli- gro de caer a los pocos momentos en una gran confu- sién, Por eso conviene detenerse unos instantes y v sualizar con la mayor intensidad posible lo que uno quiere encontrar. Después, una vez comenzada la lec- tura, hay que evitar el dejar distraerse por otras ideas que encontremos eventuaimente. Si realmente son inte resantes podemos decidir volver de nuevo sobre esas ideas, pero desde el punto de vista del objetivo que nos habjamos propuesto al iniciar Ia lectura de recono- cimiento seria un error permitir que nuestra atencién se dispersase hacia puntos distintos, Sélo una aten- cién bien dirigida y continuada nos permitira sacar el méximo de informacién tanto en cantidad como en calidad, En la busqueda del objetivo ha de evitarse también el desorden. Hay personas que al intentar localizar algo en algun libro lo hojean al azar, mirando aqui o alli sin ninguna clase de método. Naturalmente los resultados tienen que ser muy deficientes. Lo més indi- cado es leer en primer lugar el indice de la obra. Si nos fijamos atentamente en los titulos y subtitulos encon- traremos ciertas palabras que pueden indicarnos con gtan aproximacién los lugares donde podemos encon- trar lo que buscamos. Basta que nos fijemos bien en sus significados y en las posibles relaciones con las ideas © temas que tratamos de localizar. Después de haber examinado el indice podemos dirigirnos ya directamente a los puntos més apropiados del texto. Este tltimo paso, que nos proporcionara finalmente la informacién que deseamos, hay que ha- cerlo también de un modo correcto. No es aconsejable saltando Iineas, o mirar desordenadamente la pagina 152 ANTONIO BLAY del texto, El método acertado es i pasando Ia vista por todo el escrito pero sin leer propiamente. Es un simple ver mas que un mirar intencional. La vista debe ir recorriendo el texto muy répidamente hasta encon- trar lo que estamos buscando. Anteriormente hemos hablado del campo visual y de Ja importancia que tiene en la lectura. Normalmente cuando leemos usamos nuestra amplitud de campo vi sual slo en sentido horizontal. Abarcamos con nues- tra vista ademds de la palabra que estamos mirando, las que se encuentran a la derecha y a la izquierda. Pero nuestro campo visual puede también ampliarse en sentido vertical. Puede llegar como minimo a abar- car dos o tres Iineas del texto. Cuando se ha desarro- ado esta capacidad la velocidad en Ia lectura de reco- nocimiento alcanza cifras verdaderamente extraordi- narias. Otro detalle muy importante, y que hay que tener presente durante todo el proceso, es que debemos mantenernos constantemente serenos y relajados, aun- que interiormente muy despiertos. Entonces es cuando Ja amplitud de nuestro campo visual es aprovechada al méximo. Toda tensién o nerviosismo no hace mas que reducir nuestras capacidades receptivas. Por otra parte esa actitud interna de atencién clara y serena, es la mds apropiada para descubrir Jos puntos o pasa- Jes que nos interesan, por encontrarse alli la informa- ‘cién que buscamos. Cuando antes de comenzar Ia lec- tura hemos fijado en la mente con claridad lo que buscamos, y cuando la busqueda se hace en esa actitud serena y despierta, es la misma mente consciente la que de un modo automatico nos advertira siempre que liegamos a un punto interesante del texto. Este tipo de lectura tiene muchas aplicaciones LECTURA RAPIDA 153 practicas. Siempre que una persona necesita ampliar su informacién sobre cualquier tema referente a sus estudios o a su trabajo profesional, puede hacer uso con gran provecho y ventaja de esta técnica de lectura. Incluso desde el punto de vista cultural la persona esta en posesién de una preciosa habilidad que le per- mitird el acceso facil y seguro a multitud de informa- ciones y conocimientos que ampliaré notablemente su horizonte mental. LECTURA DE INFORMACION GENERAL La lectura de informacién es Ia que tiene por objeto formarse una idea general, pero exacta, del contenido de un escrito. Para el hombre moderno este tipo de lectura puede ser una de las habilidades mas titiles y provechosas. Continuamente nos estamos lamentando de la falta de tiempo para leer Hay multitud de obras, de revistas, de articulos que desearfamos leer y que tenemos que resignarnos a dejarlos. La lectura de informacién nos ofrece posibilidades que quizA ni habfamos sospechado. N. Banton Smith llega a decir que: «La persona que ha Hegado a poseer bien Ja técnica del «skimming» rara- mente se queja de no tener tiempo para dar abasto al material de lectura con que tiene que enfrentarse.» Sin embargo, no hay que confundir este tipo de lectura con un modo de leer superficial. Eso si, para realizarlo bien es necesario dominar perfectamente todas las técnicas estudiadas anteriormente y haber desarrollado ampliamente tanto nuestra capacidad de percepcién como de comprensién. La lectura de infor- macién es corao la cumbre de todas las técnicas y ex’ 154 ANTONIO BLAY ge el dominio y Ia aplicacién inteligente de todas ellas. En todo escrito hay algo que el autor he querido comunicarnos, y que viene sintetizado en las ideas principales. Sobre la importancia y significado de las ideas principales de cada parrafo ya hablamos al tra- tar de la comprensién. Aun més, cada escrito esta organizado de acuerdo con alguna de las posibles estructuras del pensamiento, que también hemos estu- diado. La estructura introduce un orden y una jerar- quia entre las ideas principales. La lectura de informa- cién consiste esencialmente en descubrir con rapidez, con precision y con seguridad, esa cstructura basica junto con las ideas claves que forman el meollo de cualquier escrito. Para lograr esta meta, el alumno que ha legado a este punto del desarrollo del curso de lectura ya casi todos los elementos o instrumentos necesarios. Necesita, sin embargo, una cierta préctica para poder aplicar coordinadamente todos los conocimientos que posce, y tener en cuenta algunas orientaciones y actitu des particulares que dirijan su trabajo al objetivo pre- visto. OssTACULOS Y PREJUICIOS Uno de Ios obstdculos que encuentran algunas per- sonas para realizar este tipo de lectura es lo que Nama- riamos excesiva meticulosidad con el texto, Son perso- nas que no se quedan satisfechas si no han leido detenidamente todas las frases y todas las palabras. Si no lo hacen asi experimentan la sensacién de haber realizado un trakajo incompleto, defectuoso incluso totalmente intiti! o perjudicial. LECTURA RAPIDA + 155 Es preciso comprender perfectamente en qué con- ste la lectura de informacién, sus fundamentos y lo justificado de su: objetivos. Ciertamente existen clases de escrito que deben ser leidas con sumo cuidado y atencién, Esto depende de la misma naturaleza de algunos escritos, como también del interés del lector. Pero ante las exigencias concretas que nos presenta la vida de tener que leer mds, y ante las limitaciones de tiempo que cncontramos por otra parte, seria un error querer reducir la situacién a un simple dilema: © se lee un libro, un articuio, con todo detalle y minu- ciosidad, 0 no vale la pena leerlo. Justamente la lec- tura de informacién es el medio de deshacer este dile- ma y el instrumento que podemos adquirir para am- pliar nuestras posibilidades de leer; y de leer de un modo realmente titil y provechoso. Para aquellas personas que no ven muy claro la posibilidad de una lectura rapida e inteligente, o que creen que la mayor comprensién de un texto es pro- porcional a la mzyor Ientitud o al mayor tiempo que dediquemos a su iectura, podra serles muy ilustrativo a siguiente experiencia que realiz6 Eric de Lecuw y nos narra en su libro Read better, read faster. A un grupo de lectores se les dio a leer un largo pasaje que contenia gran cantidad de detalles innecesarios. Cada cinco segundos se daba una sefial para que marcasei el lugar de Ia lectura en donde se encontraban. Termi nada la prueba se hizo una comparacién sobre el nime- ro de palabras leidas por cada lector en los intervalos de cinco segundos. Se advirtié que algunos de los lec- tores més rapidos habian lefdo ciertos pasajes de ma- yor importancia casi a la misma velocidad que los lec- ores lentos; sin embargo las otras partes las recorrie- ron rapidamente y era evidente que habfan aplicado 156 + ANTONTO BLAY la técnica del «skimming». Entre los lectores medios la flexibilidad para los cambios de velocidad era menor, aunque también se notaba cierta practica del «skim: ming». Por el contrario los lectores lentos leyeron todos los pasajes casi a la misma velocidad, excepto precisamente algunos trozos que contenian’ detalles sin ninguna importancia. Al hacer los tests se com- prob6 que los lectores rapidos habfan conseguido una comprensién del texto mucho mejor que los lectores Ientos. Este experimento demuestra palpablemente cémo la Ientitud no es de por s{ un indicio de una mejor comprensién. Algunas personas podrén sorprenderse con esta conelusién, pero si pensamos en el modo de trabajar de la mente y en las leyes que rigen su fun- cionamiento veremos que es muy légico que sea asf. La inteligencia se revela en la capacidad de sintesis y de organizacién. Por eso cuando se le ofrecen ideas generales y esquemas bien estructurados, los capta y asimila con facilidad. Le estamos dando su alimento propio y natural. Por el contrario, cuando la abundan- de detalles concretos es muy grande, y no se ve por pinguna parte, 0 no se sabe descubrir, su estructura y organizacién, entonces la mente maneja con dificul- tad todo este material y tiende a olvidarlo muy pron- tamente, Esto es precisamente lo que les ocurre a los lectores Ientos. Dan excesiva importancia a los detalles particu- Jares y a las ideas secundarias con perjuicio de la visién del conjunto. Al faltarles Jas ideas claves, su mente se pierde en un laberinto de datos inconexos y desorganizados. Por otra parte, al obligarse a un ritmo rapido de lectura la mente se dinamiza fuertemente y se polariza LECTURA RAPIDA 157 hacia las ideas mas esenciales, con una repercusién inmediata en la calidad de la comprensién, EN QUE CONSISTE ESENCIALMENTE, Al hablar de la comprensién ya sefialamos la im- portancia de leer siempre pendientes de las ideas, y de cémo debiamos tratar de ir descubriéndolas de- tras de las palabras en cada una de los parrafos. La lectura de informacién-general significa el ultimo paso en esta direccién. En ella uno se encuentra exclusiva- mente en la btisqueda de las ideas cldves. Esta es una técnica para ser aplicada cuando uno desea hacerse una idea exacta y correcta sobre el con- tenido de un escrito en el minimo de tiempo posible. No basta con saber prescindir de ias palabras que no son absolutamente necesarias como vimos en la lectura telegrafica. Hay que saber prescindir también de las ideas secundarias. La lectura asi realizada no sera completa en el sentido de que uno pasa por alto el desarrollo de las ideas principales, pero no por eso deja de ser sumamente titil. En tiltimo término captar las ideas claves es captar lo fundamental de un escrito. Lo importante es saber aplicar esta técnica con rapidez y seguridad. Que uno sepa prescindir realmente de las ideas secundarias, y que no deje escapar ninguna de las ideas fundamentales. En primer lugar, y sdlo a titulo de informacién, enumeraremos algunos métodos de «skimming» que aparecen insinuados en ciertos libros, pero que a nos- otros nos parecen totalmente inadecvados. Tales son: leer una de cada cuatro o cinco palabras; leer sola- mente las palabras del centro de la pagina, o las de un (cmeertrn) 158 ANTONIO BLAY margen; leer en diagonal; leer una de cada dos paginas; y otras recomendaciones semejantes. Ninguno de estos métodos mas 0 menos mecanicos aseguran el éxito de a lectura rapida informativa. La captacién de las ideas ha de ser una biisqueda dirigida inteligentemente por la mente y que debe realizarse con un gran margen de flexibilidad, incompatible con ningiin proceso mecénico. Ta lectura informativa es algo eminentemente per- sonal. Su eficacia depende de la capacidad de sintesis y de comprensién que el lector haya desarrollado. De aqui la importancia de todo cuanto hemos dicho al hablar de la comprensién, y de realizar el oportuno entrenamiento. En cuanto a la percepcién visual, se requiere que los mecanismos visuales estén a dispo- sicién de la mente de modo que puedan ser manejados con agilidad y flexibilidad. En particular podemos afiadir vai sugerencias que permiten realizar mé lectura de informacién. s principios o eficazmente la En primer lugar hay que fijarse con detalle en el titulo de lo que se va a leer, Este primer paso nos da una preciosa informacion que a menudo es pasada por alto por muchos lectores. El titulo nos indica lo que podemos esperar de un escrito, que no siempre coincide con lo que nos imaginamos que vamos a encontrar Cuando no nos detenemos, al menos por unos momentos, a reflexionar sobre éI. Esta primera infor- macién puede ser ampliada con el examen de los sub- titulos y otras posibles subdivisiones. A menudo la atenta observacion de estos epigrafes nos revela tam- bin el modo particular como el autor ha enfocado y desarrollado el tema fundamental. Estas son orienta- LECTURA RAPIDA 159 ciones que el buen lector nunca debe desperdiciar y que luego le serviran de gran ayuda cuando comience Ia lectura del texto. En segundo lugar se debe procurar descubrir cuanto antes la organizacién o estructura interna del escrito. Recuerde lo que anteriormente explicamos sobre las estructuras de! pensamiento. Tratandose de la lectura de informacién-general esto es de capital importancia, Cada una de las estructuras tiene sus puntos culminantes en donde se conderfa lo esencial del articulo. La localizacién de estos puntos claves sigue también unas normas bastante fijas y claras. El lector que solamente busca lo esencial de un escrito podrd encontrarlo muy facilmente si ya conoce la estructura u organizacién del mismo. Supon- gamos que se trata de la estructura Problema-solucién. Como recordaré el lector en esta estructura los elemen- tos esenciales son tres: — planteamiento del problema — discusin — solucién. En una lectura de informacién-general lo que més le interesara al lector ser4 conocer cudl es el problema planteado y cual la solucién dada por el autor. Se ve de inmediato el procedimiento que hay que seguir. Habra que dirigir la atencién al- principio del escrito para localizar entre los primeros parrafés la exposi- cién del problema. Una vez visto esto podré pasarse muy por encima, o hasta casi omitirse toda la parte central, para dirigirse hacia el final ea donde encontra- remos la solucién, Si se trata de la estructura Tesis-demostracién, 160 ANTONIO BLAY probablemente sera la tesis lo que més nos interese, Y quizd también las conclusiones que eventualmente ‘saque el autor, ‘Al abordar la estructura Hechos deberemos tener en cuenta las variantes que puede ofrecer esta estruc- tura, Después concretaremos qué es lo que mas nos interesa conocer. Podra ser la naturaleza del tema tra- tado, o el aspecto bajo el cual es presentado, o el modo como son asociados Jos hechos. Es decir, el conocimiento previo de las estructuras de pensamiento y de sus posibles variantes, nos per- mite poder reconocerlas con favilidad en cualquier nuevo escrito. Y una vez reconocidas podemos dirigir- nos, prescindiendo casi de todo el resto, hacia los pun- tos de mayor interés para nosotros. Otro punto a sefialar es el modo cmo deben leerse los parraios, Sabemos que cada parrafo es una unidad de pensamiento que se expresa a través de la frase principal. Ella contiene la idea central. Al hacer la lec- tura de informacién uno debe saber descubrir y limi tarse a lo esencial dei parrafo. Todas las frases secun- darias, todo el desenvolvimiento ulterior,puede y debe dejarse de lado. Recuerde que estamos tratando de conseguir en el menor tiempo posible una vision glo- bal, aunque clara y exacta, de todo un escrito. Para saber manejar bien cada parrafo es necesario que el lector domine y haya practicado sufientemente Jo que ya se explicé en capitulos anteriores sobre este punto. La habilidad para descubrir con rapidez la idea central de cada parrafe tiene aqui una aplicacion inmediata. En cada parrafo se ha de ir directamente a Jo esencial; una vez descubierto esto, se deja el parrafo y se pasa al siguiente. Los parrafos que haya que examinar dependerd! del LECTURA RAPIDA 161 tipo de estructura, como hemos visto hace poco, y del interés particular del lector. El llegar a realizar con perfeccién Ja Jectura de informacién-general supone que el lector vaya desarro- Mando al maximo su sensibilidad para distinguir entre lo esencial y !o accidental, asi como un cierto sentido de intuicin que le leve directamente y con seguridad hacia los pasajes en donde se encuentran las ideas fundamentales. Aparte de las orientaciones tedricas que hemos ido ofreciendo, ha de ser sobre todo la Practica la que dara al lector el dominio efectivo de estas técnicas. La lectura de informacién-general est4 indicada, como hemos dicho, cuando uno desee formarse una idea general pero exacta de un libro o de un escrito, y no dispone de tiempo para realizar una lectura més amplia. Sin embargo, hay también otros casos en que es muy util su empleo. Por ejemplo: antes de leer una obra esta muy indi- cado recorrerla en su totalidad para formarse una idea general de su contenido, de las tesis fundamentales y del modo de desarrollarlas. Asi nos formaremos un cuadro mental que nos ayudaré a comprenderla mejor y a situar cada detalle particular en su lugar corres- pendiente en una amplia perspectiva de conjunto. Igualmente Ja lectura de informacién es la técnica adecuada cuando queremos recordar o repasar un texto que ya hemos lefdo anteriormente, El simple recuerdo del esquema basico y de las ideas fundamen- tales serA suficiente para que reconstruyamos todo el argumento de la obra, no s6lo en sus ideas generales, sino también con muchas ideas secundarias y aun detalles particulares que seran evocados por asociacién légica. Carfruto XI LA ASIMILACION Como habra podido observar el lector, el curso de lectura rdpida ofrece mucho més de lo que su simple nombre podrfa parecer. No se trata solamente de un entrenamiento para poder leer més velozmente, si se agotan sus posibilidades, dandole al alumno una mayor capacidad para comprender mejor lo que lee. En reali- dad es un ejercitamiento a fondo de nuestras facul- tades mentales, corrige nuestros malos habitos y nos ensefia a pensar correctamente. En efecto, el hecho de acostumbrarse a leer estando pendiente de identificar las ideas fundamentales en cada uno de los escritos, y de descubrir las esgritaras y el desarrollo del pensamiento, constituye un verda- dero aprendizaje mental. Cada vez que uno tiene que reflexionar para compa- rar y distinguir entre el valor relativo de las ideas principales y secundarias est4 afizando su capacidad de juicio y de evaluacién. Siempre que uno esta pen- diente de integrar todos los datos e ideas dentro de la estructura global de un escrito va desarrollando su poder de sintesis y de jerarquizacién. enrachwos 164 ANTONIO BLAY Indirectamente esto tiene una benéfica repercusién en todos los hébitos mentales de la persona. Poco a poco aprende a organizar correctamente sus propias ideas y pensamientos. Su mente se hace mas clara y coherente. Aqui se da una mutua interrelacién entre Ja lectura bien practicada y la mente del lector, que se va convirtiendo en un instrumento cada vez mds preciso y mas util. La lectura inteligente adiestra la mente; a su vez la mente entrenada hace mejor y con mas provecho sus Jecturas. Esta profundizacién de la mente es uno de los efec- tos mas notables de la lectura correctamente realizada, que con frecuencia se olvida o se desconoce. El tiltimo paso de la lectura, que es la asimilacién y retencién de lo leido, estd estrechamente relacionado con este desarrollo de la mente. Asimilar es integrar al propio pensamiento las nue- vas ideas 0 datos adquiridos. La capacidad de asimila- cién es mayor cuando el lector tiene ya algunos cono- cimientos previos sobre el tema, y especialmente si estos conocimientos los tiene bien organizados mental- mente. Entonces todos los datos van incorporandose a Jos anteriores y se van colocando de modo natural en el lugar que les corresponde dentro del esquema ge- neral. Si falta este esquema mental previo el lector tendra Ja sensacién de encontrarse con un cimulo de ideas, datos o informaciones que no sabré cémo manejarlos y retenerlos. Cuanto mayor sea la sensacién de cosas nuevas y faltas de conexién mds dificil resultaré asi- milarlas, y prontamente tendern a borrarse de la me- moria. Por el contrario, si los datos nuevos se pueden relacionar y asociar de modo légico con Jo que ya sabia LECTURA RAPIDA 165 el lector, la retencién de las nuevas informaciones queda firmemente asegurada. Es facil comprender ahora el papel tan importante que desempefia la lectura inteligente en beneficio del lector cualquiera que sea el grado de evolucién de su mente o la amplitud de sus conocimientos sobre cual- quier tema. Si sus conocimientos son escasos 0 sus esquemas mentales son muy pobres, la lectura realizada tal como la hemos explicado a través de esta obra, le ir ense- fiando a pensar bien y a organizar sus ideas, al mismo tiempo que le ira equipando con nuevos conocimientos. Si ya posee un amplio bagaje cultural y su mente ha Megado a trabajar de un modo claro y ordenado, en- tonces es cuando podré sacar el maximo provecho con Ja aplicacién de las normas de lectura rapida e inte- ligente.

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