No existi en el mundo jams tal sutileza ni gracia,
Ni en las plumas del ave ms extica, Mil corazones latiendo al ritmo de un mgico arpegio, Cuando la magia envuelve el da, y los ocanos Bailan ondulantes, Lirios que juegan a esconderse bajo hojas secas, Y un perfume que hace a mi pecho explotar Bajo la sombra de Dioses de mrmol abandonados Un sendero que ningn mortal ha encontrado, Con una mirada mi espritu has atravesado, El canto de tristes querubines, Y una orquesta de gorriones sin nido, Son las cenizas de un barco, Que por el mundo he esparcido. P. Lujan