Distingo ah delicadas siluetas, Esparcen sus rayos en tus mejillas, A tus cabellos y faz constante. Dejan serenidad en tu semblante Rubicundo el sol, sale entre ellas Mi mirada, tus encantos atesora, Sublime momento, de gran alcance. No puedo olvidarte, si te llevo Ah! conmigo como escapulario; Ni un adis me dices, salvo un mutis. Desquiciado aqul ltimo encuentro,
De dos almas unidas por el misterio.
Hoy pregunto: fue Lucrecia o Tahis? Jaime Botello Abril 28 de 2016