You are on page 1of 90
| | i | | | | CARLOS CORREAS La operacion Masotta (Cuando la muerte también fracasa) Catalogos ISBN 950-9814-54-4 Primera Edjeson Argentina: 1991 (© Catalogos Edttora ‘Ay. Independencia 1860, Buenos Aires, Argentina ‘Queda hecho el depesito que marca fa ley,11723 Impreso en la Argentina’- Printed in Aigertina A Oscar Travers, como prueba de gratiud y de afeto A Marta Brarda, ‘este penitimo testimonio PROLOGO Escribo este prologo luego de haber concuido el libro. He intenta- do una biogralfalimitada de Oscar Masota yuna aun mds resteingida autobiografia, Comencé sin saber qué era una biograffa he terminado ¥ todavia desconozco el género literati amado biografla. Mi escrtu- ‘uno me ha sido un insiructivo sobre Ia biogratia. Mantengo so Ia ig- noranca nical; esta jgnorancia se me ha vuelio un alguien amado y @ la vez una incordiante exigenca de superarme para envolvera, Eton ‘es, 0 bien no he sabido adn hacerme amar y ensefiar por la biografla © bien Ia ignorancia de la biograta es un modo de muerte que me ha- ce desilar mas aspereza que la comsinmente deseada, Pienso que am bas opciones se halln en mi texto. ‘Una indicacin de la alucinaoria“biograa” de Borges sobre Eva visto Carriego me ba ayudado a no tomar en serio bastante enjuicia- 'mientos de Borges sobre los géneros literarios, Dice Borges que "la Jnocente voluntad de toda biogratia es ejecta Ia parado evidente de {que un individu quira despertar en ot individyo recuerdos que no pertenecieron masque aun tereero". “Toda biografa": un Borges api- ado a alcanzar el eidos de Ia biografia; pero es una apariencis: podrt- amos citar centenares de presumibles © “reales” biografias que aque cidas no incluye. Por cierto, “recuerdos que no petenecieron még que ‘2. un Lerero” es premeditadamente ambiguo: jreeuerdos de ese terce- rw, recuerdos acerca de ese tercero? Yo disé algunos de mis ecuer- os acerea de Oscar Masotta. En cuanto a los recuerdos de Masotta, penis me fos contabe: ysiaparectan en su palabra, yo no les dabacxé- dito; Jo mismo hacia 6 con los mf: se debfa a muestra entonoes pro- funda naturaleaa de falsaros En “Una vida de Evaristo Cariego” Borges secuerda que los het= 9 ‘manos de Carriego recuendan # una mujer de luo que sola esperar a CCarrego en la vereda. Como Borges ha afirmado que a Carrego “no se Je conocieron hechos de amor" s sospechable que la amenazanteima- -inacién cyriosa del lector, vuelta tendenclosa en rastear pederatia 0 ‘exclusiva masturbacién enel poeta del suburbio, haya llevado a Borges a estampar pérrafos después, acerca de Cariego: “la asistencia vir a Ja casa de zaguén rosado como una nifa”.;Recuenda el adulto Borges ‘que el nto Borges vefa entrar a Carriego en un prostfbulo de zagusén rosado? Sf 0 no: tanto da; quizds hayan compartido el prostbulo: en ‘nuestra benemérita replica losjovencitos han de ser iniciados desde temprano con pequefas putitas. Adem del cromo “rosado”, propie dad de Borges, fa mencién “nia” unida a la repesentacion “prostitu- ‘es un amago de oximoronio una simple confirmacidn. Para no prolonger. una cuestin superiua, daremos por admitido {que sabemos, qué es una biografa o que creemos saberl, Entonces sf dliremos que “toda biografla” debe contener anéedotas. Slo los pedan- tes teorcistasy demas ralea desprecian o temen Ia anéodoa: en ésta (ya angedota literaria, ya “de vida"). idea se reine con la emoci6n y ofre- -ce la mayor esperanza de efecto sobre el lector. Anéedotashabré en es- te libro, espero. He aquf una o-una breve seri, para que el lector ten- a ya el sentimiento y aun la conviecidn de algo que en estas pfginas Se contene, sia de continuar la lecture: En 1953 o en 1954 (sn tani mes que tampoco pueda precisa) co- oct a Oscar Masotta. Nos hicimos amigos, en el modo.en que'se po- ‘la ser amigo en esa época y alos veitires aos. Un recurso para est Amistad era fabricamos formulas para nuestros futros de hombres de trenta 0 de cuarenta afos (por lo pronto, no llegabamos ms al) En 508 afos.yo praticaba la homoseruaidad (constiturfa'un exces0.0 tuna improbabilidad enunciar que, era” homosexual). Oscar proferfa una de esas f6rmulas:“Seremos inteligentisimos, eanchersimos, bell simos y enudelsimos”; yo agregaba: “Y putisimos", y Oscar sonreia. Jamis sobrevino algo “objetivamente homosexual entre y yo, Ocu- na (pienso ahora, cuando acaso estoy escribiendo con la franqueza pena y sinistra de un quincuagenario) que éramos bastante semejan- tes como pars deseamos. Por lo demas, Oscar -que era frescamente 10 apetecible- sabia aprovecharse sin perder su castidad vii, de 1s ho- ‘mosexuales que lo rondabar,trataba con benevolenca esis péctcas ‘fas. Una vez, sin embargo, en que le conté una aventura medians ‘mente sucia y yo me burlé de uno ée los involucrados, Oscar reacco~ ‘nd muy éticamente recriminsndome y esclareciéndome que se wataba de Yun hombre", "jun bombre!", Pero el enojo fue efimero; inicamen- te quedaron cicatricesen ély en ‘Conocf a Oscar Masotta por Juan José Sebreli. Cuando conoet a Se- bell, en enero de 1953, ce36 mi soledad 0, mejor. cierto tipo de sol ‘dy; me esperaban, y nos esperaban, otras soledadesy otras desolacio- ‘nes. Y por orgullo y como nos negabamos -y segvimos neyéndonos- ‘cualquier patetismo, las soledades y desolacionesjamds fueron i son blandas. ‘Unmateril al servicio de una anéedota para siempre inconclusa ha- ‘fa de ser asimismo mi recuerdo dela imagen visual de Ia snris ses ¢gnda dé Oscar cuando camingbamos de noche por las calles de Bosdo. “Para siempre inconclusa, pues sien esa sonrisa me Io entregaba en- {ero era porque yo deseaba esa sonrise y porque. sin el Kierkegaard {ue ya lefamos, “la,fuerza del deseo consiste en ser absoluto en el ins {ante s6lo Ia “usin reospectiva™ podris hacemos figurar que en ‘esa sonrisa estaban ya, verbigraia, la posterior’ palabras de Oscar ante los gallegos de Vigo. "Para siempre inconclusa", porque sls sonrisas combatian entonces el hoor de y por nosoltDs mismo, am bin el hombre entero -con su pasado, presente y futuro se hallabs en Ja sonrisa, aunque de manera borrosae indefinidamenteindeterminads, {Lo sabfamos, aunque no Io hablaramos:cargabamos, si bien con las de- bidasgichas y corjs, con presentes tan abyectos que el elemento del futuro era pura e inasible angustia. “Para siempre inconclusa”, puss ‘con mi muerte moriré la sobrevidao cl seniniento de quella sonrisa socartona que me venta de costado en una noche porte, y cuyo sen- tido y euyo singetido jamds poseeré en su entraa, pues el segundo no es menos,{ntegro que el primero..Como yo también sonreta, pienso, ‘hora que el sesgo de las sonrisas debia de ser en aquel entonces el dr ‘Bano a través del cual peribfamos el mundo para nosotros: una vida y ‘una, obra oblicuas, contiguracion profongada en larva que muere de 1 ‘consunci sin poder declararsu verdad, pero su verdad de mero sesgo. En las caminatas roctumas por el barrio de Boedo fbamos amis, ‘2, donde Oscar vivié durante un tempo, Chalabamos yertcdbarnos en un modo tan encanallado de erica que nuestras pequets vidas se extremaban al fin para ast emerge en el futuro de! todo teuntantes en 41 Soledad suprema det nico triunfador, también, claro, pare tiunta tno sobre el oto, En efecto, desde ya nada en comin pods tener la ‘tora lo entonces en comin era la casi nulidad de nuestra persisten cia en vivir los estudiosarbitrarios y enardecidos que emprendtamos en solitario para luego echamoslos a la cara cuando nos encontrdba, ‘mos: vonitabamos juntos lo que ingeriamos a sola: y, aa inversa, vo. mitabamos a sola io que ingeriamos juntos. Era un mod, de vivit de ‘set. No dité que to he cammbiado;dié que esa formacion sigue leno ‘ii modo de ser y de estar con lo otros El miniscuo fragmento de anéedota de I caminata y de a sonsisa ‘octuma evocard el resobado alacrancojuvenil Se deplora, incluso, ‘nuesre tradicional carenia de un objetivo que exigieray cansumiens {oda nuestra malignidad en su estado de mayor capacdad de descalif Agut esta forma de o- for argentino nos apres -e infects sin que fusramos concientes de allo TLecturastronchadas, malentendidas, embaucadoras, ideas apenas sospechaas,alusiones y referencias inconprensibls por falta de con- texto, ituilones aproximativasy sin interés luinaciones anticuadas f caucas. .. no solo provocaban las consabidas inolvencia ¢impos- fora; nos daban tambiga, part Satisfacer nuestras pulsiones belicosas, tcosignas puramente episddicas. Las adoptsbanes por nada, las aban- ‘donfdamos por menos, © bien, como todo nes resultaba en nada, nada Se nos volva todo. Habiendo Te(do en alguna version de Hegs! que {quien est en 1s limites esté ya ms all de los mites, pues desde los mites peribe lo que se encuentra en ese ms all, Oscar y yo deter tinamos directamente no poseer limites. Luego renunciamos 8 esta d- ‘isa por una ehusca raz6a que expongo en nota ° 2. Dt atte qv cose excep dela ain in sa de PRESEN ti Bra Lae pono conde ec soit pone rea aay A seat oe ten Alma ie de Era Gu {Sry hoya dong, Ctge earn deri y Le mia So ogo nin a pon ees Mav Main icgn fest Ge peo de nos vb foru™ Sea ee Een cn mem sen, ed Seance Shue ena pone 5: nt rayne eget eer: nace es penta est ng de eet Ccni el oreo uations tin, lat sl hee ‘Ome enclosure de 1 Lin conse? Oca epee coment“ tee Ap aa a oi, cajo ejecta tsetse nda abt ei o- SE enone Ose rector ders dea cowsigs de cox ies 25

You might also like