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Norman Cameron Idee Ollo = indice de contenido Introduccién del editor 5 Prélogo 9 2 Cap. 1. Introduccién ‘La psicopatologia en Ia vida cotidiana, 22, La psicopatologéa como un problema nacional, 24. ‘La personalidad normaly Ja. anormal, 28. "Ta personalidad normal, Ja perfecta y Ia ideal, 28. ‘La normalidad y la conformidad, 28. La normalidad y io adecuado de la cjecucién, 29. La normalidad y Ia Vida interna, 30. Algunos criterios de normalidad, 31. ps auctios y Ia psicopatologia de ia vida cotidiana, 33. Sindromes psicopatolégicos, 36. +%» Las neurosis, 37. a ‘1. Reacciones de ansiedad, 37. 2. Reacciones f6bicas, 37. 3: Reacrio- ‘ngs de’ conversién, 38. |4, Reaccibnies’ disociativasy 38.” 5:Reacoiones 6. Reacciones neuréties depresivas, 39. « 5 Gbsesive compulsivas, 38. 2. Reacciones psicStico depresivins, 40. LaBsicosis, 39. ‘I. Reacciones paranoides, 40. i sivos,:40:4.. Reacelones 3. Reacciones maniacas: y ciclos esquizofrénicas, 41. 5. -Readeiones psicético'involutivasy41. ° « . Otros desordenes importantes, 42; at Mp ‘ob Fa Desdrderieside leper: id; 42.,"- 27 Desdrdenes psicosomiiticbs, 42. 3+ Dessndenes esrebrales agudgs y etbilioosy43.0 0 aes | . 21 Desysrollo de'lacpersanalidad: infancia yeprimierasnifier ~*~" cay enuidsemel ery Mog nn IEE eimionto.y-el recién-nivido, 47: % er Diferonciie'individuales:'el nitioy 49) ° s Diferencias individuales: Ia madre, 51. Un mundo sin objetos, 53. et Las 7 tiencias del adulto’ en unt niundo: sin’ objdtos, 5 o}cias infantiles ent mundo sin-objctos, 56 38% El concepto de Zonas" iesarrolio dal nifio, 56: Fase de dependencia oral delprimer-afio, 58. . bas En el primer aiio se es dependiente, 58. La dependenoia'y Ja relaci6n:sine bibtlea, 58. Desarrollas.pergeptialos dniciales que dicvan. a-la'simbiosis; 59. Ojos, ofdos y manos enti€T desarrollo’ temprano. del ego; 65. «Inter coordinacién final de los:sistemas perceptuales, 68. Falta-de Ifmites fun! cionales cn el primer funcionamiento mental, 69.16) fh ut La unidad simbiética madre-hijo, 71.0 fut ernie HL concept. de simbiosis én 1a psicapatologtay. 724, Ka med cién simbiética, 73... El recién nacido en la relacion'simbidtica, 73...» Cre: ‘ia cimiento ‘de la’rélacién. simbisti¢a, 74, La madxévcoma-ego- temporal, a A. Tdentificacién: primaria:con Ja madre, 75. + ha. Cap. 4 Jlas"experiony! 16 INDICE DE CONTENIDO Desarrollo del ego y disolucién de Ja unidad simbidtica, 77 1, Las funciones del ego auténomas y la esfera libre de conflictos, 77. 2. Id y ego, procesos primarios y secundarias, 77. 3. Formacién de defensas y limites, 7. 4. Introyecciones del ego, 78. 5. Objetos internos, 78. 6. El infante como individuo auténomo, 78. | Cuando no se logra resolver Ia relacién simbiética, 78. Fase de autoafirmacion y de control de esfinteres, 79. Transiciones de la simbiosis a la autoafirmacion y al control de esfinteres, 80. _ El especial lugar que tiene el control de esfinteres, 81. La identificacién sexual y el amor hacia cl objeto en el periodo preedipico, 84. La fase edipica, 85, ‘La leyenda, 86._ La tragedja'edfpica en Ia infancia normal, 87. La identifi- eacion sexual edipitay el objeto amoroso, 87. Ladecépcién y la humillacign hel nifto edipico, 92. Dominiodelos conflictos edipicos durante la infancia, Cap. 3. Desarrollo. de Ia personalidad: latencia, adolescencia y edad adulta 95 ‘ase de latencia, El primer grupo vecino, 97. La cultura de los grupos infantiles, 98. La escuela, 95. La iglesia y otros grupos formales, 100. Estreses inherentes a la fase de latencia, 100. Necesidad que el niiio tiene de apoyo y guia Por parte de los adultos, 101. Estreses provocados por la incapacidad para... resolver los problemas edipicos, 103. Preadolescencia, 115. a: De Ia Jatencia a la adolescencia, 115. Fase de adojescencia, 116. La tuibuloncia’ © inestabilidad durante 1a adolesconcia, 117. Algunasy diferencias soxuales en la experioncia del adolesconte, 118. Robolion del: adolescente, 119. Nuevas figuras. de: identificacién’ y nuevos objetos: 2 amorosos; 121. "a cultura: de los grupos de.adolescentes, 123. La 4 basqueda do individuatidad aidentidad, 125.» Bl adoleseente se convierte en adulto,427. XZ Edad adulia, 127. 3 . Cap. 4. Necesidad, pulsién y motivacién * 131 Nesosidad y satiifuccidn, 1325, Necesldades ‘la itancia'y anor que porsiston duranto toda ids, 132. " Regresién-a necesidades, infantiles y de la nifiez cuando 9 ,osta sujeto a cuts, 136- "EPenguae yt penopionto en i EL os i ellepek Noossidad, disposicién de Ia ngcosidad y.pulsién, 140. ‘Reduccionismo,.140. . “Elxeduecionismo en ta Palcopatotogt, 141. Pulsiones sexuales y ‘agresivas, 142. i S» Pulsjones.sexuales, 142... \Pulsiongs agresivas, 143," La, fit normal de pulsiones sexuales y agresivas, 145, a ‘Los conceptos de instinto y pulsion en la psicodindmica scntenipotinen, 146. Be For qué ngalimitamorsiaepulsonessexualady amremvan lA? 4 Reaccién de ansiedad erénica (neurosis de ansiedad), 259. ataqies dé, * * .. ansiedad, 264. Reacciones de paca, 265. 5 Aritecedentes ditidmn|tosy de desimdlio, 267 ge i et “ Tensiézi y'ansicdad “én tas reactiones'dé ansiedad; 267. ‘Qué sé eficuentra, tras los sintomias en Ins reacciones de‘ansiedad, 269, ° Repeticign de coi: ductas no adaptativas a pékar de los fracasos, 273. ‘Identificacion infantil 4 gon los Patrones' prévaleciéntes, 274. Adiestramiento para que el nifio se coutiertt: bruh persons ansiosa, 276.’ La culpa en las reacciones de “Maniobras *defeiisivas de Tos’ adultos én las reacciones |. Ganancia primaria y garanéia tectindaria, 281. La ferapia , como opeién, 282. ss Es “a , Pas reacciones de ansiedad en relacién cot otras ‘ieurosis, 283:' ‘Cap. 8. Reacciones f6bicas ee vhs 2 pay ; Faa't Varriedades de las reacciones £6bicas, 286. iv aga 's'Una iste dé fobias comitines, "286." Agrofobid: mi¢do’ a. Jy alten 288. * Claustrofobia: ‘iniedo'a verse encerrado, 293. Apes pe et is ta i nota gates abietios; 296. Zoofobia: miedo a lox animales, sobre medidas ontrafébicas, 302. ‘Antecedentes dinimieos y de desisrollo, 303, $ - Los" sfntomias fSbicos y la ehergta db li Otzahizaciér,: 303. “Matiigbras defenisivas én las réacciones fSbicas; 304. Lo inadecuado de la représion en las neurosis, 306. - El desplazamiento, Ia proyeceién y la'represiGn ina- decuada, 307.’ Forma do la defensa y contenido perceptivo en las fobias, Chap 309. Hatred ‘ BE inet Cap. 9: -Reacciones de conversion. 7. ana ae SUL Varledades de-las réacciones de conversién, 314, . ; 18 INDICE DE CONTENIDO Pérdida del habla, 315. Pardtisis muscular y anestesia cuténeg, 317 Gun paulisis y anestesias de conversion, 319. | Defectos on Ia vision y on eee 320. Alteraciones del movimiento y,de la postura, 322. Alte- faciones viscerales como reacciones de conversi6n, 326. Antecadentes dindmicos v de desarrollo. 329. onccionde conversign y organizacion de Ja conducta, 330. Sintomas de ESwersion y la energia de la organizacion, 333. | Sumisién somdtica on. las Somvjones de conversion, 333. Los sinfomas de conversion y el significa: Go, 334... La fijacion, la regresién y las defensas cn las reacciones de con- Yotsion, 336. Las reacciones de conversi6n y la infaneia, 339. Cap. 10, Reacciones disociativas 342 Disobiacion normal, 343 Disociacion anormal, 344. Variedades de las reacciones disociativas, 346. ‘fxtsahamiento ¥ despersonalizacion, 346. Hstados de ensuatio disocia- tivos, 352... Amnesias masivas, 357, Aittecedentes dindmicos y de desarrollo, 362. 1 ‘Riseciones disociativas y reacciones de conyersién, 362. Lp fijacion.y Ja:; |. joptesion en lag reacciones disociativas, 364. | Ladivision del ego en fs i taacelgnes disociitivas, 369. Defensns cx as teacéiones disociativas, 366. rocAntecedentes que en la infania tienen Jas defensas empleadas en, Jas reac- ciones disociativas, 370. Reacciones disociativas ¥7 psicosis, 372. “A Roncelones disosiativas y roacciones obsesivo compulsivas, 373. 1 iy: 878 11;: Réacciones obgesiyo conpulsivas t Vatlédados de is reactions obse ro conmpulevad, 380. | i ee grosion, desplazamionto y aislamionto, 381. _ Contzamedidas obsksiys _Compulsivas, 384. Formacin de reaccién y, anlacién, 387. Dae" echmaditwcién obsesivas, 395. ease a ‘Asgczedontos dinamicot ¥ de ‘desarrollo, 397; es nies Me iijacion ¥ 1a rogtesi6n cn ‘las teadclonés Gbeesiv Compiilsivas, 398; Dofensas en las reacciohes ‘obéetivo compulsivas, 400... La “regresiii del 0. el superego aicaito, 403.” Ahteredentes ‘iifanililés de las petsonas bi ‘obsesivo compulsivas, 407. fi me Qe aed “64 Reacciones obsesivo compulsivas y depresiones neursticas, Arb. uaatA Cap. ection ati £ aan Aarau trey apes 418 os res precipitantes Sioa iu a % Doserrollg chintoo, 416, ohn Ge Fee esthlice. dapteaivay 41: Avitbeedontes dindmnicos ¥ de-dekarrol, BS. eee : Bon Fi gt SS ete ctasbtice denieaivan é a nes neurstied ¢ oh las reacslones resivas, 427. cag, 431, Cap. superego en las depresiones né Jas reacciones neurotico deprésivas, 433.4... =n" noe La terapia en las de] yresiones neurdticas, 437. “sie > Depresiones neurétioas y depresiones psiosticas, 427.4. 06s. ves senatiees ont ‘Gap. 13. Formacién de sintomas . 3.489 'Formacion de sintomas neuroticos, 441.05.) isis 245.2 2 Rey 3 Revbign do casos, 441, Senaibllaada, lk ieace predisposiciéma la vy 3) newrosis,.445..“funsiones adaptativas, de los sintomas, 5, 447. + mn de. sintomas, neuroticos, Secuencia de acontgcimientos en Ia form 448. Formacién de sfritomas psicdticos, 456., Comparacign de secuencias en ta formack Jo fa formacion de sintgmas psicéticos, 458, | nes a-todas Las psicosis,462. . Hee tog eet Cap. a4: Reacclones paranoicis 469. 464 rariodades de las reacciones paranotcas, 469, oe are. Vatiedades de las reueciones Pocmyoqutorias, 4702" Fables} Guic*Hateh -ptdbiph, “29 Reacciones Pammanoicas, 473. Acci6n piranoiaa, 480) “Coles paraitai — _ a a oe INDICE DE CONTENIDO 19 0s delirantes, 482. Reacciones paranoicas eréticas, 487. _ Reacciones paranoicas de’grandoza, 488, Paranoia clisica, 489. Folie a deux, 490. Antecedentes dinamicos y de desarrollo, 491. La fijacion y la regresién en las teacciones paranoicas persecutorias 491. Defensas en las reacciones paranoicas persceutorias, 492. ego-superego en las reacciones paranoicas persecutorias, 498 de ideas delirantes como reconstruccién de la realidad, 501. Las pulsio= nes emocionales en la regresiGn. paranoica, 502. Resumen sobre la for- macién de sintomas en la paranoia. persecutoria, $02. Antecedentes infantiles de las reacoiones paranoicas perseputorias, 503. Cap. 15. Reacciones psicdtico depresivas 506 Aspectos clinicos de Jas reacciones psicéticas depresivas, 508. Ideas delirantes depresivas, 509. ! Desprecio por si mismo y autoacusaciones delirantes, 509. Espera deli- rante de castigo, 510. . Ideas delirantes de irrealidad 'y de extrailamiento, S11. Ideas delirantes nihiflistas, 511. Ideas delirantes somaticas, 512. Factores precipitantes, 512. Vulnerabilidad aja depresién, $12. El predicamento de la personalidad depresiva, 514. Comienzo de la depresién, 515. Periodo de incubacién, 516. La depresi6n se profundiza, 516. Antecedentes dinmicosy de-desarrollo, 526. Duelo y melancoliaya526. Sia fijacion y la regresién en las depresiones psicéticas, 527. Petsonalidad depresiva, 529. Dependencia de, otron, SAG. Tat adnptacion a Ia realidad, $31. La inter: accién social, 532. Th d, 533. Estiuctura defensiva distorsionada, 534. Rasgos orales, 535. Desarrollo del ego dopresivo precoz, 536. Ei superego depresivo, 537.” Antecedentes infantiles de las reacciones psicd- a tico depresivas, 538. Hipétesis de la depresion primgria, 542. ah Cap. 16, Manfa y ciclos maniavo-depresivos . 544 Manifestaciones clinicas de Jas*teacciones maniacas, 545. L Delirios de grandeza muitos, 546. Factores precipitantes, 547-. \°Coz! micnzo de las reaccionesemertiaeas, 548. + La reaccién maniaca se profun- liza, $48, ¢ ‘Antecedentes dindimicos y dedagemello, 552, $ La fijacion-y la regresion’ sreacciones maniacas, 554. Defénsas en lag | ay reacciones maniacas, 554. sluas-relaciones epo-superego en lag xeacciones °°) maniaoas, S56." Resumenssobre-la psicodindmica eit lis reactions mani peas, 558. * " ; iclo maniaco-depresivos,-559. = ie an 562 Cap. 172 Reaccionies: eniga * ‘Vatiedades de las fenssionar esquizefsénicas,,569. + Tipo sencillo, 570. Tipo J S74i Bigs “Tipo tataténics, 572. ; tit tivo, 574, F po-paranoico, 572. Lustraciones clinicas de rai fr énicas, 574.9 SF Resumen sobre los sintomas esau 8, 584. 5 Egotores precipitantes, ba enzo, 585. | 1. Altsraciones en. olen: cién con Ia realidad, 586. "2. “Alteraciones en’el control emoclotial ¥ pul. ta, . sional, 589. 3. Alteraciqnes.cn las relaciones de objeto, 59037 #irAltevitpat clones on la {uncion difenva,.590. 5. Alveraciones del lenguaje y del pensamiento, $91. 6. isidn en Ta esquizofrenia, 594: Antegedentes dindinicos y dedgsarrolio, 595, : 1. La fijacion y Ja regresion en las reacciones esquizofxénicas, 596. 2. De- fensas en las xeacciones esquizofiénicas, 600. 3. La regresiOn ezo-sup ego en las reacciones esguizofrénicas activas, 606. Antecedentes infanti- les de las reacciones esquizofrénicas, 607. Cap. 18. Reacciories psicéticas involutivas 609 Factores que provocan una psicopatologia en la edad madura, 610. Factores biolégicos, 611. Factores socioeconémicos, 612. Factores personales, 614. 20 (NDICE DE CONTENIDO. Cap. 19, Desérdenes de la personalidad 616 Desdrdenes del cardcter, 618. Varledades de los desordenes del cardcter 0 de las distorsiones de Ia perso- nalidad, 621. Personalidades inadecuadas ¢ inestables, 628. ‘L. Personalidad inadecuada, 628. 2. Personalidad emocionalmente ines- table, 629. 3. Personalidades pasivo-agresivas, 630. Perturbaciones de la personalidad sociépata, 631. Personalidades Sociépatas irresponsables y emocionalmente superficiales, 635. Reacciones de la persona antisocial sociopata, 636. Reacciones dé Ia persona sociopata disocial, 638. Desviaciones sexuales, 638. 1, Homosexualidad franca, 641, 2. Exhibicionismo, 644. "3. Voyeu- rismo, 645. 4. Fetichismo, "646. 5. ‘Travestismo, 647. 6. Sadome soquismo, 649. Adiccién, 650, ‘Adiccion al alcohol (algoholismo crénico), 651. Adiccién al opio, 655. Cap. 20. Desbrdenes psicosométicos 657 Onfgenes del concepto de desdrdenes psicosomiticos, 658. Estrés emocional y enfermedad corporal, 659. Los desérdenes psicoso- miticos como adaptaciones, 662. Variedades de los desérdenes psicosomiticos, 664. ‘Los desérdenes psicosomaticos y el tracto gastrointestinal, 664. _ Sistema’ respiratorio, 669. Desérdenes cardiovasculares de bas¢, psicosomatica, 671. Artritis ‘roumitica, 673. La piel, 674. Hipertiroidismo, 676. Diabetes sacarina, 677. La disfuncién sexual como un desorden psicoso- mitico, 677. ‘ p Aiitecodentés dinimicos y de desarrollo de los desirdenes psicosomaticos, 682. REE gue surge un dosorden psieosomation?, 682.” “ElecciOn’” de Grgano <, 2ide sistema, 686. ‘Cap. 21. Desérdenes agudos y-cronicos del cerebro 698 ‘Sindiomes de la ineficiencia cerebral aguda y crénica, 693. . . fae inareeR cerebral aguda, 693. ./Inefidientia cefebral yt y progfeh -a8D va, 699. : : lie Psicopatologia-delos desérdenes del cerebro, 703. * sf Psicopatalogia dela intoxicaciénaguda, 704. ~Psicopatologia de ‘las lesio- nes en la cabeza, 707. Psicopatologia de la paresis general, 709. _ Psico- patologia dela degencraci6n cerebral vonily arterioseleraticay 711.0" Cap, 23. Kerapia ey ec a ER ean mais 716 ‘Yniroduccion goncral, 7: ph seu ie fe 1g Origenes de la psicoterapia expresiva, 718. ‘Transferencia y tontratrans- ferencia, 724. wed ‘Terapias de proteccion, de alivio y de auxilio, 726. Spe. 1; Cuidado de proteccion, 726. 2. ‘Terapia de mejoray,729.. . 3Temay qt fr aseny § : 3 géipkapia- dé apoyo, 735. 3. mien 7% Peicosnsy pias auxiliares, 729. nad Algui ‘a ter aph ok Boot ie pin de Means PA, 2 : coterapia de relacion, 736. sicaten fae 241 Concent “Tnidice- onomistico indiceanalitic Yeo aia expresiva,,7 9 eae “un desorden. de la .personalidad, un desorden, -psicosomitico Introduccion Se ha establecido ya que la neurosis y la psicosis, los desordenes dé la perso. nalidad y los psicosomiiticos son la fuente mas comin de enfermedad, de infeli- cidad personal y de conductas socialmente inaceptables. En las novelas, los cuentos, las biografias y narraciones de misterio modernos s¢ utilizan libremente tales conocimientos. Algunos de los dramaturgos mis grandes de nuestra época han escrito tragedias y comedias sobre psicopatologias.! Ninguna persona con edad suficiente para Iéer literatura para adultos, ver television o ir al cine — ¢ in- cluimos en esto a log nifios que estin por alcanzar la pubertad— puede evitar el aprender algo sobre la experiencia y la conducta patolégicas, aun cuando no ten- ga’ mayor interés en éllas, © ‘Abundiain Tibros‘y articulos de difusién en tos qué se inteipreta la defincuen- cia juyenil y algunés crimenes, cometidos por adultos como resultado de situacio- nes sogiales anormalés, de privaciones durante la, infancia 9 de una, sediccién cuando nifio.? Miichas'de esas interpretaciones son, dé base, ciertas, aunque en alguinag Ocasiones Heven a conélusiones erréneas, comio la, idea de que ser social: meni¢ irresponsable, ¢3. ser natural, Falso. En nuestra sociedad, ser socialmente ityesponsable significa inseguridad, inadaptacién ¢ inmadurez.. Algunos escritores han ‘exagerado al grado.de decir que todos.somos neuréticos y debemos agrade- gerlo. Falso también, Ser neurdtico significa estar on conflicto, ser mas vulneran big Ja ansiedad. que la persona, promedio y.aceptar un compromiso, que. in- cluyesintomas patolégicos, .No. se. trata, dg..una: desgracia, .pero,.tampoco de, UNA KONEAIAL Ss is inate reaps vp wiiswsty £n toda persona existe Ia potencialidad para désasrollar una. psicopatologta;, ‘paicosis, 0 una tal y-como en todos existe, la potencialidad de otros. tipos de. enfer: medades. La,vasta. mayoria de.las personas nunca desarrollan una-psigopatologia significativa, a menos: que se-vean sujetas.a un, estrés intolerable; muchsimas per-, sonas se las. arreglan, para. conservar su .equilibrio .psicolégico,. incluso cuando; ‘ob eae on bin WN AMO A 2 ” (. 12 dA: Hist 7 eps Feet st tary: a Parghoawabastead the Amex Karle, A. M. y Earle, B. V., “Barly maternal depiivation ‘ail! later paychidtrle abies”! Amer, J. Orihopsychiat, 19615}, 181-1863 £ViDi, “Socioc c ilies SPsiCophienle Pecans 6 ai gases Ve” Soe loouural eters un 22 CAP. 1. INTRODUCCION sufren una presién extrema. Sin embargo, nadie puede evitar tener relaciones con personas que fueron victimas de desgracias durante su nifiez o en la edad adulta LA PSICOPATOLOGIA EN LA VIDA COTIDIANA Nifios y adultos con un grado considerable de psicopatologfa son parte natu- ral de nuestro ambiente diario. Puede tratarse de alguien que trabaja en un super- mercado © en una gran tienda y que siempre se muestra irritable y brusco; el conductor del autobtis escolar puede mostrarse irrazonablemente blando con los nifios a su cargo e increiblemente enojado con cualquier adulto. que se Ie haya atravesado. Tal vez la nifia vecina esta’siends inintencionalmente adiestrada por su ansiosa madre para que se preocupe por su salud tanto como aquélla lo hace. Un maestro, que es bueno en todos los demas aspectos pudiera mostrarse incapaz de tolerar el menor desorden o desarreglo en el salén, asf como. incapaz de acep- far el menor cambio en los planes de estudio. Necesita tenerlo todo sujeto a sy control para poder, a su yez, controlarse. : Hay adultos que caen en ataques de ansiedad cuando escuchan pasos detrds de ellos en una calle solitaria, incluso aunque sea de dia. Otros que ningtin pro- ilema tienen durante el dia, pero de ‘noche se aterrorizan de la oscuridad coms le ocursirfa a cualquier nifio ansioso. Hombres que pasaron eh su trabaj 4 fiirno diurno al noctumo fyvieron' que renuneidr debido al miedo. Los nifla Yas’ madres temen’a los relanipagos y los trucnos tienen muchas probabilida de téinerlos también y en¢errarse con sus padres en un arinario hasta que Ta, menta haya, pasado. Bs asf como pueden trasmitirse culturalmente, por vari géhieraciones, ‘inijedos ‘especificos y ansiedades no especificas. Quizas tengan sy Siigen en un ahcestro qué; cuands hifio, recibid de sus padres mity poci proteg; cién y alivio cuando estaba fiundido en las inevitables ansiedades infantiles.. Gavnine piiéde tener un pidre que duerme’ mal, hace rabietas y grifa cuand® se'le disgusta. O que tal vez, se muestra pasivo 'y poco eficiente en la casa o x ést0equivale d'ld'inismg, en'lo‘que al nifio tova— que quizas est dusente de ca3 gran ‘parte dét'tidinpo: Tal'véz la madre dé‘un-nifio sea dominanté y lo proteja’& ‘exceso Hevada por Sus’ propias raZoiies neuréticas. Quizds se trate de un: mujer rigida ¥ ritualista; incapaz de io'revisar 1a casa do$’o tres véces por noche; pi asegurarse’dé que las puertas éstéi cof Mave, las luces y la television apapadas slvcongélador Yel 'tefrigerador "pérfectamenite’ cerrados. No importa como <6 racionalice, esos rituales proceden de intentos neurdticos por mantener, ‘sujetas'd contéol a8 ansiedades intéiins. £ . See ov Tal vez unknifio tenga un hermano’ que no se’atreve a irse a' dormir sino hast muy:tarde} temerdso de qlie, al dormir, pudiera dejar de respirar ¥ con ell6 AW despértar yaijamas. ‘La‘hermana, en cualquier otro sentido sania, pierde Ta vou'y cojea’ ctiando se'le pertiirba' tocionalmente: Incluso pudiéramos tener ‘und con inervios perpetuatnente ‘en’ earne viva: o-un tio siempre preocupado; que! se? queja de dolores de tlcera y no parece encontrar alivio. A veces encontramos familias eriteras’ éiue" cada’ thiémbro ‘inianifiesta algun forma de psicopatels gia, sin que.ninguno ¢sté xealmente;incal citadou Lasvenfermnédades: psicdticas franciis ‘son, syucho menos comuties que. Toe desérdenes relativamente menores qué lieitios venido describiendo, aparte de que suelen obligar a la hospitalizacion. Por otro lado, es imposible estimar la inciden- LA PSICOPATOLOGIA EN LA VIDA COTIDIANA 23 cia de estados psicéticos moderados, fronterizos 0 “ambulatorios”’, en los que la persona suele pasarla, como gran parte de los neuréticos. Probablemente el mi- mero sea mucho mayor de lo que indican las estadisticas. En uno u otro momento todo nifio tropieza con personas francamente psi- céticas 0, por lo menos, oye hablar acerca de elas. Lee sobre ellas en los cuentos y las ve representadas en las tiras cémicas y en la television. En ocasiones notara que algtin transetinte parece confundido, mira furtivamente a su alrededor y habla consigo mismo. En muchos barrios hay adultos que amenazan a los nifios travie- Sos © que responden con suspicacia y antag6nicamente a un llamado del timbre de la puerta. Los nifios escuchan el modo.en que las personas mayores comentan esos estallidos manidticos 0 el suicidio de alguien ocurrido en un momento de: depresién. Bastantes niftos-viven’ con una -abuela confundida y olvidadiza que} debido a lo débil de su cerebro, Hama al nifio con el nombre de algtin parienter muerto hace mucho tiempo, se pasea por la casa de noche y a veces se levanta a preparar el desayuno de Ja familia a las dos de la mafiana. El nifio promedio s6lo tendra ura idea muy vaga de lo:que’tales perturbaciones significan, ya:que log padres no suelen hablar claramente al respecto. Pero no podré evitar tener cierto contacto con elas, sea directamente 0 de-ofdas. 3 -Los.adultos también ‘entramos frecuentemente en. contacto intima con lat Ppsicopatologia, sea en casa,o fuera de: ella, en el-trabajo, en'las-tiendas o en-I» calle... ;Quién- no conoce por lo. menos“una: persona que siempre parece estar de nervios, no importa:cual-sea la situacin? Casi todos.sabemos:de algun negocians te, vecino.o profesionista que:se ciega de furor cuando se ponen en. duda sus. opiniones, o cuando alguien comete: un error..Muchos contamos entre. nuestros: amigos, a uno con-una esposa. compulsiva, qué-nécesita un hogar’ impecabley ino cémodamente limpia,y.ordenado; y.no porque el.tenerlo-asiide produzca orgullos: sino: porque, la suciedad y-el.desorden Je-causan una ansiedad intolerable. Todas hemos oido:hablar de, un: hombre: ~-p.una:mujer— que se queja derfatiga'y may lestias eontinuas, a pesar.de-estar descansando siempres y que paradéji¢amente, no. parece. sufrir ninguna, enfermedad. cronica;:vive\hasta una‘edid muy. avanzada y. sin. que nunca manifieste sintoma ffsico, alguno,relacionado con. sus perpetuias> quejase en, shee . Oa 20th Y En, el efroulo. de:nuastras. laciones.de trabajo,o.sociales; oien'el ofrculo dé nuestros ;parientes y:amigos intimos;,sucle encontrarse una, persona: que,,parecei crénicamente inquieta respecto a las intenciones, actitudes y reacciones de ‘las; dems. Tal vez se:sienta:blanco. de criticas.injustas, por razones que le son‘oscu- tas,.¥. nd logre verse,comprendido-por los demis. Probablemente gaste fuerzas sim fini intentindo justificarse‘a. sf mismo.y-las’cosds que hice. Otro: més se -preocup’) constantemente de la impresién.que‘le. causa ala gente. Cuando cree que no se le; entiende; cae en'dar explicaciones; aunque\nadie se las hayapedido. Récurriré:ie Veces'w.nuros defensives:compuiestos de o¥aciones y-cliusulas protectoras que tt defiendam de toda-posible mala.interpretacién de-lo que‘ha dicho, :de modo-quet se vuelvexdificil eomprenderlo.: Sab ey anticinie gy atice ianlat Casistodos .conocemos “alguna: person'a:ambigua_y :perploja que’ no.‘parece! estar viviendo-la vida susual:de! los: demas qque-esti siempre preocupada por'prért guntas.sinisolucién fespécto:al significado:de:la vida: y:habla dé.expetiencias ‘cash misticas, que nadie puede compartir. Todos sabemos de personas mal adaptadas ‘due slo viven. para obtener aprobaciones:y. elogios, sin. nunca:satisfacerse de'reci- Ditlos: Tal'verse trate:de alguien (uo ‘firm sentirse Iiferidr'¥ 1os'demas; o' que’ 24 CAP. 1. INTRODUCCION se sienta tratado injustamente porque otras personas reciben mas de lo que les toca. Todos hemos ofdo hablar de personas tremendamente ricas 0 poderosas que parecen obsesionadas por obtener cada vez mas riqueza o poder. El ganar diez millones de pesos es un simple reto para intentar ganar otros diez, sin que importe el costo personal. Dominar un millon de seres incita la ambicion de do- minar otro millén. Algo existente dentro de estas personas las fuerza a buscar més poder. Sdlo cuando caen desde Ia altura a-que las han Jlevado sus impulsos, comenzamos a darnos cuenta de cudn infantiles e inseguras debieron sentirse , desde el comienzo mismo. Con muchas de estas personas nos tropezaremos on Jos capitulos dedicados alo clinico. Seguiremos viéndolas.u oyendo acerca de ellas en nuestra vida diaria y, segiin vaya pasando el tiempo, terminaremos por comprenderlas cada: vez més. LA PSICOPATOLOGIA COMO UN PROBLEMA NACIONAL Nunca como en afios recientes ci: Ja historia de los Estados Unidos, ta gente ha mostrado mayor ‘deseo.de comprender la psicopatologia. Buenas razones avalan dicho interés.\A-partir de.la Segunda Guerra Mundial nuestro pueblo: y nuestro gobierno han afrontado.el:hecho de.que lo psicopatolégico existe en todo el niundo: y: en todos los tipos-de personas. Han descubierto. que:es causa de més enfermedadessen el ‘pais que: todas las demds fuentes de enfermedad juntas. ¥ han: terminado por darse cuentzde que 16: psicopatol6gico es tan tratable‘como cualguicr.otra enfermedad: Tuvimos la fortuna de que en las’ fuerzas armadas hulieran un: gran niimero:de-pérsonas.capaces; tanto-psiquiatras como psic6lo g0s;cadiestiadas paracreconocer y--manejar ‘con inteliyencia‘los casos psibopatols: gicos descubiertos. Fue’un boletin emitido por el ejéreito dé los Estados Unidos, preparado gracias a los esfuerzos combinados de Jas ‘fuerzas regulares y el persis! nal de reserva, ebique-origin6:la Tundacion de la-presente clasificacion oficial hoy existente: Muchos. hombres! capudes) que tle otro: modo: puede que nunca se-hus bieran interesado en esta drea, han sido adiestrados en él como resultado difecto: de. su'expetiencia militar'o gracias a subsidios para’el-adiestramiento, becas'para investigaci6n y "otras ‘oportunidades:dadas: por‘ el -gobiesn o- por’ organiomos particulares. ">. 3389 et ayes Eat? Hoy dfala Asociacién;Psiquidtrica Americana cuenta con: mds dé 12:000. miembros; la-Asociacién Psicoanalitica’ Americasia, con\unos mil. y-la Segciém, Clinica.de la Asociacién. Psicolégica Americana. (APA)‘cort 3:00. Casi todos lo psicoanalistas:son a:Ja.vez-miembros:de:la:Asociacion Psiquidtrica Americana;.y+ algunos: de la: Asociacién Psicolégica Americana. Pero incluso:tomando en eucnt estas:repeticiones: de miembros; casitIega a.15-000laceifira'de personas especially zadas:pertenecientes a‘esos tres grupos..A. tal: cifra-debemos agregar unes:3:000 trabajadores sociales psiquidtricos y las 15 000 enférmeras*empleadaé en-hospie tales :para: enfermos; mentales;.Tenemos: también bastantes psicoterapeutas que no.-pertenécen:a-ningunar:de esas asociaciones.\Resulta entonces que, en este, campo; la-demanda-de-pérgonal especializaddo ‘supéra:n-Ja, oferta, ocurriendo que: bans tia oh di ARATE: ales Betart uss ait _ 22 Novhemos.includa cémo- uu caie pspectil a tos mentatmcrts ubpormiateg: anni ignen. problemas especiales come cualquier otra impedida. En cualquiera de los. sfty FRR e na Eee er ones ae Inteligoncla por dcbajo de Ia promedio, LA PSICOPATOLOGIA COMO UN PROBLEMA NACIONAL 25 dicha demanda aumenta sin cesar en todo el pags, aunque especialmente alli donde las instalaciones existentes son de primera linea.* Tan dificil es hoy como lo fue en el pasado calcular la magnitud total de nuestro problema nacional en lo que toca a salud mental.’ Sabemos que hoy dia existe en los Estados Unidos cerca de medio millén de pacientes en hospita- les psiquidtricos, casi todos ellos psicéticos y mas de la mitad esquizofrénicos. Tal cifra es muy superior a la del total de pacientes hospitalizados por todas las demas enfermedades juntas. Bl gasto ptblico dedicado anualmente, en los Esta- dos Unidos, al cuidado y tratamiento psiquidtricos rebasa los 800 000 000 de dolares. Si agregamos a tal cifra las pérdidas de ingreso sufridas por las personas hospitalizadas a causa de Ja psicosis, la pérdida anual total en la nacién pasa de dos mil millones de délares. Pero en dicho total no acaban las cosas, incluso hablando slo de los pacientes hospitalizados, aparte de que nada se dice sobre, los pacientes que estén enfermos, pero sin hospitalizar.® ‘Quienes han estudiado la situacién nacional estiman que, de crearse instala- ciones razonablemente adecuadas en cada uno de nuestros estados y no solo én unos cuantos de ellos, mas de un millén y medio de psicéticos estarfan hoy dia en hospitales. En muchas de las grandes comunidades, incluso en algunas de las | més ricas, las instalaciones proporcionadas por Is ciudadanos para el diagnéstico | y tratamiento psiquidtrico temprano se encuentran muy por debajo de las normas minimas observadas en otr0s'campos médicos. Esta'situacion, por si sola, impide que pacientes poténciales y’sus familias busquen ayuda, interna 6 externa, cuan- do Ja nécesitan. También’ crea una imagén equivocada de lo que la comunidad necesita, ya que Ja proporcién de la poblacién que obtiens ayuda contra sus pro- blemas psicopatolégicos es mayor donde Jas instalaciones son mejores.” i) Otra influencia’ que" tiantiene baja la'tasa nacional de admisién respecto'a psicosis, es nuestra ‘antigua tradicién cultural de culpa, vergiienza y superstici6n en Jo tocante a lo que efpueblo Nama /ocura. Para muchas personas una psicosis sigue'siendo una especie: de’ castigo del ciclo, algo que ‘es necésario ocultar. Con- tamos atin con familias que, debido «tales ‘actitudes; rehtisan aceptar trata+ miento psiquiitrico. Aunque en las dos’ tiltimas décadas se ‘tiene una posicién mds informada ce’ inteligente respecto a la psicdsis; siguen apareciendo’ impresas historias —y siguen apareciendo espectaculos— que representan equivocadamenté- Jas enfermedades-psitéticas como: algo inevitable y peligroso, cosa que no ocurre coi las demas enfermedades. * es : nF En los Ultimos einctenta afios; se ha:acumulado una vasta cantidad de prue cag), SEn:Atioti, 8. (it.),-Ambrican Handbook of Psychiatry, Nueva York, 1959;-parté 14, "Management and care of the patient” (varios autores), pigs. 1827-1982, se tiene una des” gungion de instalacioncs nactonales, estatales y. privadas, de programas dé adlestramionto y de" actividades‘ de higiene ‘mental. "Védse también Albee, G.'W., Mental Health Manpower ‘Prends, Nueva: York, Basic Books,'1959.-: 5 Fein, .R., Heonomics of Mental lines, Nueva York, Basi E of Mental Books, 1958; Hollingshead, A.B. y Redlich, F.'C., Social Class and Mental Iless: A Community Study, Nueva York Wiley,'1958; Leighton, A. U., My name is Legion, Nuéva York, Basic Books, 1958; Myer I,K, y Roberts, B. H., Family and Class Dynamics in Mental Tiiness, Nuova: York, Wiley, 41959; Taco, H, G., Soetal Bpidemiology,of Merptal Disorders, Nueva York, Russell Sage Foun | 6'Em otros paises’ se ha demdstradb! que ‘existen altetnativas Sptimas para la hospitdlit zacifn, pore no se han practigado,con la necesaria, amplitud en los Ustadoy Unidos. Véape Linn, L., “Hospital psychiatry” en Ariéti, 8. (dir.), American Handbook of Piychiatry, Nus- va Yorls, Basic Hooks, 1959, pigs, 1829-1939. sf ‘ Surin, G., Veroff, J. y Feld, 8., Ameriéans Vidw Their Mental Health, Napva You Basic Books, 1960. agretel Hediet. Rippin, York, 26 CAP. 1, INTRODUCCION bas para comprobar la etiologia natural y evitable de gran parte de las psicosis. En Ios wltimos quince afios se ha acelerado tremendamente el ritmo al que se acumulan pruebas, surgidas tanto del estudio directo del desarrollo temprano normal y patolégico, como de estudios clinics de pacientes psicticos, realiza~ dos por terapeutas que han aprendido a dominar sus propias ansiedades. Todo clinico experto sabe que los pacientes psicéticos sanan y quedan sanos por déca- das, cuando no definitivamente. Sabe que las personas normales experimentan en suefios el mismo tipo de cosas que el paciente psicético experimenta cuando esta despierto, Desde luego, no se trata de dos mundos diferentes —uno normal y otro psicético—, sino de una diferencia en lo adecuado de las defensas personales. BI hombre normal experimenta cosas solamente en el suefio, pero durante el dia no tiene conciencia de ellas; el psicético las experimenta estando despierto por completo. . 4 La gente sigue sin darse plena cuenta de que los clinicos pueden hoy dia tratar un. nGmero enorme de pacientes ligera.y. moderadamente psicéticos —de- presivos, hipomaniacos, paranoides y esquizofrénicos— sin tener, que recurrir a la hospitalizacién.®. Muchos de esos pacientes pueden trabajar gracias.a la ayuda psicoterapéutica y, con el tiempo, Hegan a recuperarse. Estos casos nunca.entran, en las estadisticas nacionales, Muchos no saben.que hace unas cuantas décadas se Jes hubiera hospitalizado répidamente debido a las ansiedades que provocaban en otros. Si de los miles de. pacientes sujetos a tratamiento en las.clinicas y consul- torios, uno tiene un ataque agudo.o intenta,suicidarse, de inmediato surge la queja: “Por qué no se Je habia hospitalizado?” Se dirfa que el: hospital es el tink. co lugar adecuado para el psicético. . En. bien propia. y de los demés, es, necesario hospitalizar a los psicéticos ineapaces.de controlar sus. acciones. Pero incluso.Ja hospitalizacion presenta sus peligros, como que, el, paciente deje de luchar y. caiga on. una rutina de dependen- cia en un medio ambiente. artificial, En los. Estados.Unidos, al igual que en otros, pafses,. existen. pruebas .de..que. la perspectiva es peor para muchos pacientes dentro, del hospital, que fuera de 1;,en,espegial cuando se, trata de un hospital deprimente y falto de, personal, como.suelen serlo todos los publicos, pues en ellos el paciente rara vez ve a sus parientes o amigos y..s¢ siente abandonado poer.ellos;: : 7 : é Enola psicopatologia:siempre existen.riesgos, se hospitalice.o no. al. pacientg; Este, su familia y el clinico deben estar preparados para, aceptar lps riesgos, inhes rentes a la decision tomada: y.no intentar como, meta tinica un méximo de segu- sidad. Lo més importante es que el publico en general aprenda a aceptar la inevi- tabilidad de los riesgos, existentes en. el: tratamiento. de.lo.psicopatolégico, tal -y como se aceptan log riesgos ‘presentes en toda intervencién quirtrgica. ©. 0%" He necesario dedir unas cuatitas palabras acercy del reciente gripo ds er SG5 nas que sufren des6rdenes mentales, muchas de-ellas-pertencciontes-a los niveleS de niayor ediid, Como todo mundo sabe, ‘eit ‘nuestra poblicisii auniients iApida- mente el niimero de. personas. de edad. En 1960, en.los Estados Unidos; mas.de 17" millones: de’ seres habian pasadonde Jos 65. afiws. Entre ellos es de’ esperar Ja pteséncia dé’ miles‘de (personas, atenditiis en sus hogates, que”sufren’sétios pr; blemas de memoria, declinacién.de la personalidad-y, episodios de confusién. Los viejos tendrén” miayores probabilidades’ 5p ‘bobrevivir-y ‘de’ conseryar: mejor st} 8 Scher, $..C..y DavigH. R. (irg.), The Gilt Patient Tearmient of Schizoplirenta, Nuc: va York, Urine & Steatton, 1980. . LA PSICOPATOLOGIA COMO UN PROBLEMA NACIONAL, a7 capacidad mental en un ambiente familiar que en un lugar extraflo, no importa cuan sano y cémodo pueda ser éste. Existe otro grupo de pacientes, que por lo general no aparece en las estadis- ticas sobre des6rdenes mentales, que esté compuesto por quienes desarrollan un desorden mental transitorio —por lo comtin algtin tipo de delirio— debido a una infeccién, una fiebre elevada o una intoxicacién, 0 como consecuencia secunda- ria de una enfermedad corporal 0 de una intervenci6n quirirgica. Por lo general se atiende mejor a dichos pacientes en un hospital general o en casa, siempre y cuando se los tenga constantemente protegidos contra los peligros producidos por su Conducta desorientada. Cuando se trata de la frecuencia de la neurosis, des6rdenes de la personali- dad y desérdenes psicosomaticos, resulta casi imposible estimar e] ntimero de personas que necesitan u obtienen terapia. Pocas requieren hospitalizaci6n. A juzgar por el gran nGmero de ellas con que tropezamos casualmente o en las consultas habituales, o al realizar alguna investigacién no relacionada, parece comprobarse que la gran mayorfa de las personas incluidas en estas categorfas no comprenden Ja naturaleza de su problema y nunca buscan tratamiento. Se ha calculado-de modo aproximado que tal vez uno de cada cinco nifios en edad; escolar necesitard, en algtin momento de su vida, ayuda de expertos de- bido a una neurosis, un desorden de la personalidad o un desorden psicosomatico. También se ha estimado, aunque a partir de datos incompletos, que aproximada- mente una persona de cada veinte sera hospitalizada, en algan momento de su vida, debido a una psicosis; mieritras que una dé entre veifite se’verd incapacitada por una psicosis, sin que se la hospitalice. Se ha estimado que un 40 por ciento de‘ quienes Hegan a constilta externa en‘los hospitales generales, sin importar cud- les sean sus dolencias primeras, stifren principal o tinicamente de una personalidad neurdtica’6-psit6tica o de des6rdenes psicosomiticos. Incluso antes de la Segun- da Gueira Mundial, cuando el personal de los ‘hospitales estaba menos alerta a ests perturbadiones que hoy “eri dia, ui estudio-de los paciéntts recibidos pot uri hospital géneral mettopolitano deja esa cifra en 30 por ciento " zEstaré aumenitando la psicopatologia? He aqué una progiiiitd importante, a la qué’no piiede respondérse, pties existeti démasiadas fucités' dé informaciéh pdco Coiifiables.? El pasado, coh el que habria que comparar nuextras inciertag cifras; también presenta inexactitudes muy suyas: Los registros clinicos y soci Jes de hoy d{a son incomparablémetite suipetiores a los existerites ¥ priticipios del siglo, en especial respecto a ansiedades, miedos y conflictos, problemas de la infancia y de la nifiez, satisfaccién sexual, relaciones maritales y)sociales y, mane: jo de la agresién. En la actualidad se aceptan como psicopatolégicas muchas dolengigs que, anteriormente,, hubieran sidg,consideradas triviales, fuera de.tono 2 'cemo simples seftales de que, cl paciente necesitaba unas Vacaciones. Tambign s¢ ha reconocidg..ampliamente el poder que tiene.la imaginacién., Las personas expertas en este, campo,ng esperan ya ayudar al paciente diciéndole que se.esta imaginando ,cosas, pues el. imaginarlas puede resultar mas agobiador. que el ex; perimentarlas en la realidad. . , . ‘ 9 La verdad lana es que las actitudes ¥ los métodos,profesionales-han cambias do tanto en las tiltimas décadas, que nunca sabremos cuanto prevalecian en el pasado lo. qe hoy Hamamos casos psicopatoldgicos. Cuando se trataba de casos ® Chr. Caplan, G> (biesidénte), Problems of Estimating Changes in Freaitencsy of Mons tal Disorders, Nueva’ York, Group, for ths, Advancement of Psychiatry, cn prensa: 1 28 CAP. 1. INTRODUCCION ligeros 0 moderados, parecen no haber atraido mayormente la atencién de nadie; en sus formas severas, a menudo se les ocultaba o se les daba un nombre eufe- misticamente no psiquiatrico. Las distorsiones del cardcter, las inmadureces y las desviaciones hoy agrupadas bajo el nombre de desordenes de la personalidad, solian considerarse como ridiculas o simplemente se las tomaba por obstinacién, ganas de Lamar la atencién, pedanteria, vanidad, degeneraci6n o debi lad inhe- rente, S6lo en afios recientes ha obtenido reconocimiento la medicina psicoso- mitica. En pocas palabras, hemos de aceptar el hecho de que toda comparacién entre la frecuencia de casos psicopatolégicos en el pasado y en el presente ser siempre poco mas que una suposicion. LA PERSONALIDAD NORMAL Y LA ANORMAL Siempre ha sido molesto el problema de diferenciar entre lo normal y lo anormal. Distintas personas definen de modos diferentes lo normal y lo anormal, porque parten de puntos de vista propios y porque tienen diferentes propésitos. Existen tantos matices en tantas dimensiones, que gran parte de los autores sue- Jen evitar el problema. Pero incluso aunque no podamos resolverlo, si: merece por Io menos que'se'le examine. La personalidad normal, la perfecta y la ideal Con facilidad puede aclararse una fuente de confusi6n; la tendencia a hacer equivalente la personalidad normal con Ja perfecta o la ideal. Existe aqui la mis- ma dificultad que en, tratar de definir salud, fisica; y tanto en un caso como en otro necesitamos, adoptar una, actitud réalista, Sucede que el “cuerpo human normal” es, una, abstraccién, y describirlo equivale a describir algo inexistente, ‘Lo’ limites normales de variacion para ambos sexos a.cierta edad son. enormes y. multidimensionales, El anatomista q ¢l fisislogo que intente abarcar, todas las yariaciones posibles de la normalidad en. su especialidad, nunca ferminara de has. cerlo y perdera su clientela, Lo mismo ocurre con la vida conductual, psicologica ¥ pstquica; es decir, Jas experiencias y.Ja conducta de la persona, social normal, interna y externa, independiente ¢ interdependiente.” ¢ a a ont La normatidad’y 1a coniformidia " Stiele decirse que ‘iormalidad: significa la habilidad para conformiatse’ a'ld qité' Ii sociedad-espera de uno.Por to tanto, quién’ho logra adapitarse e¥ anormal, ESté critetio es"titil pata ‘ciértos propositos, ya que toma én cuenta Tas nofabl diferencias quéen las expeétiitivas’ culturales efictiéntran quifénes ‘estudian sovie~ dades diferentes y, -adeindg: subraya Ia Habilictaid para adapters’ antes que 1H conformidad en si. Pero ésta no necesariamente indica normalidad;y #0 siempre: esipatologica Ia ineapdcidall deconformarse:"* ed d ; 10 Cameron, N:, “Hui iGoldky andl’ personality in tHe'‘tralning of pliysicians” ex Whitohom, J., Jacobien, C- Levine, My Tippard, Y- (dirs), Rprehiry and Medical Bduca- tion, Washington, D. C., Amer, Psychiatric Ass., 195) sea 396, ged jozado una propuesta Para incluir {as ciéncias coxductudles on 16s planes de: job thediéina. = -4 PERSONALIDAD NORMAL Y LA ANORMAL 29 Muchas personas se adaptan Levadas por Ja ansiedad. Lo sabemos porque’ Asi nos lo dicen o porque sus racionalizaciones lo ponen en claro. Muchos con- formistas tienen una necesidad exagerada de aprobaci6n social y temen demasia- do arriesgarse a recibir una censura al hacer o pensar en forma diferente a la persona promedio. Algunos de los conformistas mas meticulosos son personas compulsivas que aceptan las costumbres sociales como medios rituales de contro- ‘ar la ansiedad de origen interno que padecen. Otros sufren un exceso de culpa, sea consciente o inconsciente, que los vuelve temerosos de poderse equivocar en cualquier momento. Dificilmente se puede Hamar normal a este tipo de confor- midad. Sélo en una cultura estatica se da la conformidad total. Sabemos que en nuestra cultura estén cambiando constantemente las normas de conformidad, de modo que siempre existe un conflicto considerable entre generaciones sucesivas. EI no conformarse a lo que se espera en una cultura suele Ievar al descubrimien- to, dentro de una sociedad, de nuevas y valiosas costumbres y a la eliminacién de otras que han perdido su valor social. Por lo mismo, pueden ser Ja base del progteso social; esto se ha visto claramente en las artes y ciencias durante las Gltimas décadas. Las innovaciones de todo tipo no han provocado la desintegra- cion de las artes; antes al contrario, han abierto nuevos caminos a la expresi6n. En una sociedad como la nuestra, es imposible evaluar Ja no conformidad social sin tomar en cuenta qué se le permite a cada sexo a diferentes edades y en relaci6n.con Ja posicién social y con los antecedentes personales. Esperamos que los adolescentes se conformen menos a las costumbres de los adultos que los nifios en el period de latencia-o los adultos mismos; pero también esperamos, de ellos uria conformidad rigida respecto a las normas.existentes en su mundo de adolescentes. Insisten en hacer lo que otros adolescentes hacen y consideran absurdas las costumbres de los padres. Esperamos que, en casi todos los aspectos, las muchachas y las mujeres se conformen mis que los muchachos y los hombres, Siempre y-cuando no aisle a la persona de todo contacto humano o la Neve a una conduct, antisocial, la incapacidad. de-conformarse pudiera expresar un talentg poco comiin. Incluso pudiera ser el comienzo de una.revuelta contra algo pato- {égico. existente en las costumbres dé Ja cultura misma. Hay muchas personag capaces de conformarse, pero que prefieren no hacerlo. Ese no ¢onformismo pudiera dar resultados benéficos para la sociedad como un, todo.'* La normalidad y lo adecuado de Ia ejecucién Otro criterio Gtil para’ médir 1a normalidad es la adecuacién relativa dé 14 ejecucién, cuando se la compara con los niveles aiiteriorés aleanzados por Un ih; dividuo y con las noimas'culturales que la sociedad de éste decide para personas de Su sexo, edad y posicién social. Esto permite sumar la dimension de todo, 13 ejecutado anteriormente, pues‘ hace hiticapié en 1a capacidad de un modo objet vo, aunque presenta debilidades en tanto qué criterio. . Ss No toma én cuenta las amplias fluctuaciones que muchisimds personas muestian en gu adecuacién general u ocupacional, sin ‘que ésta lo pérturbe 9 enferme. La mayoria de las personas tienen dias malos y dias buenos, y ho pug; 11 Milgram, S., “Nationality and conformity, Selentipie Ammér:, 1961, 205, 45-93%, Berg, I: A-¥ Bass. BM. (aits),-Conformity and Deviation, Nueva York, Harper, 1961. 30 CAP. 1. INTRODUCCION den explicar exactamente la raz6n de ello. Ademis, este criterio esta de acuerdo s6lo de “dientes para afuera” sobre la declinacién normal de la adecuacién que Ja edad provoca. Y, sobre todo, no toma en cuenta lo que a la persona le cuesta una ejecucién adecuada. Una persona puede aceptar con facilidad una posicion de liderazgo o subordinada, y otra verse destrozada por ella, aunque en aparien- cia ambas se estén comportando igual. La normalidad y Ia vida interna > Nilas expectativas culturales ni 1a adecuacién de la ojecucién, prestan aten- cién suficiente a la vida interna de los seres humanos. Se pueden satisfacer las expectativas culturales de una sociedad, ejecutar en forma adecuada las especifi- caciones existentes ¢ incluso superar todo precedente y, sin embargo, tener tna vida interior pobre, o vivir constantemente con conflictos y frustraciones serios, © sentirse siempre solo y carente de amor. Al examinar la normalidad desde el | Punto de vista de la vida interna de los seres humanos, no descartaremos ningurio de los dos ctiterios precedéntes, sino que les habremos agregado algo que aumen- ta su importancia. Por el momento ito initeritarémos definir 1a normalidad o trazar una distin- cién clara entre normalidad y psicopatologéa, pues tal distincién susgiré a lolargo def libro, aunque siempre serd dificil de lograr, excepto en cuanto a los sindro- mes clinicos extremos, Limitaremos aqui nuestra discusién a algunas de las rela- cionés prescittes entre 0 dentro de las expectativas culturales, en la adecuacion personal y en la vida interna de las percepciones, sentimientos, emociones, pen* Samientos y accione: + | Céiho Veretids posteriormente, Ia _fiersdnalidad humana surge de las prime, ras inttoyécciones é ilentificacionés, las que permiten 4 todo nifio interiorizar 1a que ya expérimenitandb. Nada hay ‘de nuevo o de raro en decir que absorbemos 16 que vemos y' manejamos, 16 que escuchamos y lo qie probamos, asi. como 16 qué sentimos, Por medio'de tales procesos Hevamos a nuestro interior la cult {lic ‘nos, rodea, dandole’ algo, de iuestro sello’ individual, pero dejéndola ni parecida 4 Ia cultura interiorizada de las personas entre las que vivimos. eed ‘A menos que lag expectativas ctilturales dé una sociedad tengan toriio’ badd identificaciones ocurridas en la primera infancia, que enriquecen la vida interior de una persona, y ésta disponga de ellas segiin va creciendo, el precio por preter: der satisfacerlas pudiera ser ‘1 aceptar un empobrediniiento interno. Tenembs trdgicos ejemplos de esto entre nifios de orfelinatos, quienes, pese a recibir un chidado y una nitricign rutinarios muy ‘adecuados, n6 isponen de las atenciones dé Ja constanté’dévocién materria lic’ necesitan ‘pata it adquiriendo’ ‘tiria vi inlétior. Aungile en ghido menor, tanibién To vemés durante In infahdia y 4 piinicra adolescehcia en aquellas personas obligadas 0 eatimpalaind a aceptat résponsabilidades de adtiltd antés de que hayan tenidd la oportuniddd de oxpeti- mentar dentro de si el floréciiiento de su,infatidia y de su addiosoonola. Bs prematira aceptacion de responsabilidades de Adulto puede dr como resultado un hombre o una iilljei responsable, pero ‘relativarnente ‘yatio, que funcioria bien y cumple con todas ‘las éxpectativas, pero quien s6ld' adtward dentro dé limites muy estrechos, como yn automata, teen ‘A:menos que la sociedad le dé anifios y.adolescentea opettunidades adecua- LA PERSONALIDAD NORMAL Y LA ANORMAL 31 das para que hallen soluciones a sus conflictos més importantes, y a menos que la frustracién a la que se encuentran expuestos sea moderada, se volveran adultos incapaces de tolerar el conflicto y la frustracion, adultos que actiten por impulso, que recurran ficilmente a la violencia o que escapen’dé Ta vida dejindose hundir en una cOmparativa apatia. Tal sociedad producira pocos adultos conocedores del arte de ser maduraimente interdependientes, capaces de sentir el placer de-dar y recibir amor, libres del miedo de tomar la iniciativa, de mostrarse emprendedo- res, de cooperar y competir, de ser agresivos sin caer en Ja hostilidad y capaces de ‘tolerar la agresién de otros. Produciré pocos adultos capaces de encontrar un placer genuino en desempefiar su papel social y que, al mismo tiempo, den placer a quienes desempefian papeles recfprocos respecto a ellos. No_son metas faciles de..lograr. Todos tenemos necesidades diferentes, algiinas mutuamente excluyentes; y. las necesidades de los demas chocan frecuen- temente con las nuestras 0 no logran proporcionar. una relacion reciproca satis- factoria. Resulta imposible resolver todas_esas incompatibilidades y el arte del tira y afloja es dificil y delicado, pues exige paciencia, comprensién y-tolerancia. ‘Lejos se encuentra nuestra sociedad de haber alcanzado niveles-6ptimos en esas dimensiones, como lo testifican miltiples pruebas de la existencia de con- flictos culturales ¢ infelicidad personal. Al mismo tiempo, permitascme decir que no existe una sociedad itan variada.en-oportunidades y expectativas como la nuestra, que esta haciendo-esfuerzos. muy. serios.y.concentradas por encontrar soluciones contra los: problemas. infinitamente,.complejos.del. ser humane. En algunos de nuestros pacientes tendremos ejemplos de los fravasos surgidos al, intentar Jograr. niveles Sptimos en esa ambivalencia emocional. disturbadora. Veremos que otros pacientes tienen unaynécesidad excesiva de. dependencia y: que, muchos. otros no. pueden tolerar una dependencia saludable porque:¢arecen de:la confianza bdsica que. debieron adquirir cuando infantes. Veremos a perso: nas suffir: por un exceso,o una cantidad minima.de culpa, de la que no siempre. estén conscientes.,.Veremos. madres sobreprotectoras .y demasiado. blandas y; nifios xeacios a,tesponder y nifios hipersensitives. Veremos algunas personas que, en su edad nadura'se-desvian-enormementé dejlas expectutivas.culturales y.de la capacidad de: aceptar. una. interdependencia. reciproca. Finalmente;:tendremos, ejemplos de eso que todos conocemos: personas fisicamente:sanas, capaces. de satisfacer: las.expectativas culturales. de.su sociedad-y-de.cumplir adecuadamente sus papeles sociales, pero siempre en busca, de,la paz interna. : ‘ t Algunos criterios de ‘nosmalidad - 222 ‘En! losyeapitulos: posteriores.utilizaremos un, grupo. de .criterios, generale para distinguir el funcionamiento de la personalidad normal del de la, patologica: Se. incluira en 61 las. expectativas,culturales, ya que. todos. vivimos en presencia de:ollas...Las interiorizamos:a.partir de la infancia' y.nos ayudan a estructurar eh, ego.y el. superego, a preparamos para las interagsiones sosiales como piffo, coms adolescente, y.como adulto. .. ‘ 7 op eNuestros: critefios ,ineluirén lo-adecuado de.la,cjecucién, en, comparacit con el Biypl de ater 6m anterior de,cada individuo yon. lasnornas culturay 12 Conon, M, B, (ali), Advances in Pspeniatry: Recent Developinents in Interperso Ratios Nueva York, Nérton, 1959. enema perre 32 CAP. 1. INTRODUCCIGN les actuales de dicha sociedad para personas de su misma edad, sexo, anteceden- tes y posicion social. Esos criterios tendran en cuenta amplias fluctuaciones, como las existentes entre estar despierto y estar dormido, estar sano y estar enfermo, sentirse optimista y sentirse desanimado, poder disfrutar y poder apesadumbrarse. Fsos criterios no sélo incluiran la conducta ptblica de una persona y sus niveles de funcionamiento fisiolégico, sino también, a niveles psicolégicos, sus funciones integradoras internas: el consciente, el preconsciente y el incons- ciente. Incluiran la manera en que las funciones psicoldgicas internas influyen sobre la concepcién que esa persona tenga de su cuerpo, su concepcién sobre si misma y sobre el mundo que la rodea. Incluirdn la manera en que las funcio- nes psicolégicas de una persona determinan como interactuard con su ambiente humano. En toda persona es inevitable y normal cierto grado de estrés y tension in- ternos. Parte de esto es resultado de Ja diferencia existente entre la organizacion interna de un ser humano y la organizacién del ambiente en que vive. Domina- mos tanto como podemos del ambiente humano y heredamos cierto tipo de compromiso de trabajo con aquello que no podemos dominar. Desde luego, es el ser humano, y no el ambiente inanimado, el que debe conseguir y mantener esos compromisos. Parte del estrés y de Ja tensién internos proviene de Jas con- diciones de la vida. en grupo, en las cuales se intenta lograr un equilibrio entre la necesidad del grupo y las necesidades de ta persona, entre la armoniw det grupo y la satisfaccién personal, entre Ia integridad del individuo y la de la fami- lia, la-comunidad, cl estado e incluso 1a del mundo. Parte de ese estrés y de ex tensi6n’ internos surge.de la complejidad del sistema de personalidad internaoy como preferirnos Hamarlo, del sistema psicodindmico. v Toda experiencia y toda condacta situadas.a nivel consciente y preconsciens te parecen tener componentes inconsvientes y estimular las actividades incons» cientes. Esos componentes y actividades inconscientes permanecen inconscientes} pero sin perder su-actividad y efectividd. Se trata de funciones vivientes dentro: del sistemia-psicodindmico. Es necesario enfrentarse a ellas'de alguna manera‘ia través deila-accién;'dela fantasfa’o de tos:suefios; incorpordndolas a la actividad prevonsciente, perosin expregarlas directamente; sublimandolas, defendiéndose de ellas o neutralizéndolas. ii 9h “EP sor’ umano- esta incapacitado ‘para’ ¢ludir los coriflictos surgidos deilas necesidades que deben ‘quedar insatisfechas para que otras hallén expresion. ‘Bh sistema psicodindmico tiene sistemas de expioracién, seleccién y defensa que le permiten a la-persona inyolucrarse en percepciones, emociones, pensamientos y acciones, (“procesos secundarios”) socialmente organizados, sin las interrupeiés nes que provocarian los procesos inconscientes si se les permitiera interferir a eseala masiva. Pero-aungue. sw tarea general es estabilizar el sistema psicodin: mice, también son fueAté de odnflictos. J a ‘Se apreciara cf grade de estrés y de tensidn a que-normalmiente estd sujetd 6 sistema psicodindmico por Iw urgencia diaria que se tiene de suefio. Se.puedeit juzgar los tipos de intiusiones maniénidos ooultos durante el difa por lo.que suges de cuando dormimos y sofiamos. Dormir es regresar, rolajar Iw vigilancia diurrias climinar algunas dé-Ias diferencias entre 1o'indorisciente’y 10 préconsciente, aflo- jar muestras ataduths:¢on la‘realidad externa y deleitarnos -onr'Iei Fantasia: *‘ ’ Para ser normal, el sistema psicodindmico debe inclujr fronteras efectivas paia el ego, que durante ef dia protejan a la vida preg inte y conscie] LOS SUENIOS Y LA PSICOPATOLOGIA 33 contra las amenazas de toda intrusién interruptora, venga ésta de la realidad externa, del superego, del ego inconsciente o de derivados del id. Sin embargo, tal separacién no suele ser completa, pues existe cierto grado de intercomuni- cacién entre lo que es preconsciente y lo que permanece inconsciente. Cuando la separacién es demasiado rigida, como a veces ocurre, encontramos una inhibi- cién general, que vuelve a la persona emocionalmente controlada, fria, formal y carente de espontaneidad. Cuando se tiene la otra situacién extrema, la perso- na se muestra por completo desinhibida, impulsiva e impredecible. Entre esos dos extremos tenemos muchas variedades de normalidad y anormalidad. Incluso la bondad resulta anormal cuando la sostiene una sensaci6n total de culpa o de falta de méritos. Casi todas las psicopatologias incluyen serios defectos en la organizacién de-esas fronteras del ego, defectos como una separacién demasiado rigida entre el preconsciente y el inconsciente, una separacién demasiado per- meable y la inclusion de un sistema de defensa distorsionado. Cualquiera de ellos puede impedir a la persona emplear completamente: sus potencialidades. En nuestra sociedad se considera normal a Ja persona que, ante todo, logra una confianza o fe bésica; gracias a sus interacciones con una figura materna durante los primeros afios-de su vida, pues ello le permite dar por hecho, en gran medida, su relacién con el mundo que la radea, sentirse razonablemente segura de sf misma y de los otros. Se trata de una persona que, al ir pasando de la infan- cia a Ja edad’ adulta, ha logrado superar la sucesion de destetes y crisis emociona- les que toda miaduracién significa. Ha podido’ resolver sus principales conflictos sin suftir las serias distorsiones de Ja personalidad que dejan a toda persona vul- nerable a: una psicopatclogfa adulta. Ha aprendido’a dar y obtener amor y leal- tad, en cada fase de su desarrollo, de acuerdo con modos adecuados para, cada nivel. Ha aprendido a controlar sus impulsos@e agfesion; sin caer en Ia pas dad, ‘sin’ perder espiritu de‘ erhpresa e iniciativa y sin perder él goce proveniente de‘competir y ‘cooperar. Se deleita con la interdependencia mutua, con necesitir de otros y con’.qite otros Ia necesiteti a ella. Se trata de’una persona que experi: menta un grado tazonable de avitorrexlizacion en sus principales papeles sociales; siénte amor pot los'seres'liumnanos y puddé’ coniunivar sus sefitimientos de modo adecuado, de mniodo que se 16s Correspondan quienes forinan spate de st! vidx diaria. eu Los /SUENOS: Y LA PSICOPATOLOGEA DE LA VID A‘COTIDIANA * Pero 'todo esto no significa’que Ia persona‘tormal logre tii equilibrio perféc to 6 que‘nuii¢a'muestre el menor signo dé'psicdpatologia. Lo dicho acerca de'loy sistemas anatémico y fisiolégicé”Yesulta' cierto también aéerca de los sistemas psicodinaniicos: nunca son ideales*o perfectos, pues “existen defectos mehores que. pudieran provocar dificultades de. mayor consideracion. en momentos de estrés, privacién: o-enfermedad. Ex. condiciones normales las personas se las ares glan para compensar de una u_otra manera los defectos propios y, para mantent® su equilibiio'psicolégico dentro de 108 Iéinites normales. La primera expresién sistemdtica de lo queveste:equilibrio incluye a nivel inconsciente, en todo ser humano, la logré Mretid en dos de. sus ‘prinoipales obras, ‘publicadas con un afio de diferencia. La inferpretacién de los, suefosy 34 CAP. 1. INTRODUCCION aparecida en 1900, es Ja primera; La psicopatologia de ta vida cotidiana, de 1901, la segunda. En las recientes traducciones hechas de ellas no tienen igual, en sus campos respectivos.!? No sélo se trata de clasicos que toda persona interesada en la psicopatologia deberfa leer, sino de obras escritas de un modo fascinante y Ienas de ejemplos tomados de 1a experiencia cotidiana. Nuestras nociones modernas sobre psicopatologia siguen teniendo como base estas presentaciones originales de los significados inconscientes de los suefios nocturnos y las equi- vocaciones diurnas. No importa cudn bueno o malo sea nuestro equilibrio psicolégico, cuando dormimos y sofiamos todos perdemos las funciones que sirven para sujetar a prueba la realidad y tenemos experiencias psic6ticas. Todos estamos de acuerdo en que el suefio es esencial, pero no todos se dan cuenta de que sofiar también parece ser esencial, sin importar que olvidemos los suefios, cosa que casi todos hacemos. Ya han ‘cumplido su funcién, y nos levantamos descansados, listos a enfrentarnos a otro dia leno de experiencias reales."* ‘Todos sabemos cudn poco realistas suelen ser los suefios y cudn extravagan- tes pueden llegar a ser. Constituyen extrafias formas de creaci6n artistica perso- nal, dramas que proveen su propio montaje y su propio escenario. El sofiador, quien a veces es un simple observador y otras un participante activo, mientras esta sofiando, acepta esas fantasias como hechos objetivos. Ve o toma parte en extrafias funciones, que sufren giros inesperados y cambios caleidoscépicos. Hay, magia en el aire, s¢ realizan milagros, los muertos reviven y se mezclani indiscri- minadamente pasado y presente. Ocurren todo tipo de contradicciones, de sus- tituciones imposibles y de, distorsiones absurdas, que se siguen una a Ia ofra sin raz6n aparente. tat \¢. Al sofiar, experimentamos muchos deseos y miedos, muchas ansiedades y, conflictos, fantasfas de odio.y destruccién, de amor y. posesion, que nunca acep- tamos cuando éstamos. despigrtos. Por tales razones, y porque los suefios nos, parecen por completo fantasticos cuandg hemos despertado, nos refmos de ellos ‘© los hacemos de Jado por, considerarlos:carentes de sentido. Sin embargo, esta, el hecho de que son, nuestra, ,creacién. individual. A veces Hegamos a sospechar, que, tal vez se encuentre en ellos escondida alguna verdad y nos preguntames, cual podria ser.1* bel Se trata de uita vieja historia. Hace mas de dos mil afios se escribié que oh hombre bueno suefia lo que el hombre malo hace. Incluso se crefa que era nor ial tener suefios incestuosos. En Edipo rey, tragedia escrita por S6focles, reprey sentada ya en cl siglo V a. C., y que todavia se pone en esceng, esquehamos a Yo casta decirle a su esposo, que, no sabiéndolo ambos, es hijo de ella: “Muchos son Jos-mortales, que en suefios se han unido con sus madres; pero. quien. desprecia, todas esas patrafias, ése es quien, vive feliz”.'° Recordaremos 9pta§, ineas cuandg, estudiemos el desarrollo durante la primera infancia. : Investigaciones, recientes permiten afirmar, que, todos sofiamos todas |; 19 Fioud, $1, Tid Intetpretition of Drekms. (4900), ‘edition bi (tend, por J. Série chey), vols. 4-5; ‘reud. S., Te Psychopathology of Bveryday Life: (2901), edicién ostindar, vol. 6, 1960. * : . ee ta An, ooh nee Che De Maxtind, M. F. Gig), Dreams and Personality Pinamies, Springficid, W., “15 ‘Lewis, H. B.y“Oiganization, of tho self as rofloated in manifest-dreams", Psychoana- lysis & Poyehounal. Rev, 1989, db, 24-35, i" . wiaat Se poled de Freud, 2 ie “Tnterptetation of Brédhly (1900), edtctén estinaat, 19'5 vol.'4, pig. 264. LOS SUENIOS Y LA PSICOPATOLOGIA, 35 noches.'7 Algunos suefios, quizas todos ellos, van siendo preparados en parte durante el dia, a través de procesos primitivos que funcionan a nivel incons- ciente. Llegan a su expresién cabal cuando ya nos hemos dormido, pues entonces excluimos todo lo que podemos de nuestro entorno realista y olvidamos nuestro pensamiento realista. En esos momentos se disuelven parcialmente los limites de nuestro ego, que protegen a los pensamientos ocurridos durante el dia de toda intrusion inconsciente. La organizacién defensiva se relaja, el control del super- ego se vuelve primitivo o desaparece y se abren las compuertas de la represi6n. El pensamiento abstracto y metaférico se ve reemplazado por una procesién de imagenes concretas. A menudo se afirma que permitimos soltar en suefios nues- tras ‘fantasias porque nos encontramos inmovilizados y no podemos Ilevarlas a cabo. Algo de cierto hay en esto, pero veremos més adelante que los sondmbu- Jos siguen sofiando mientras se visten, bajan las escaleras, abren la puerta y se van caminando por la calle. 4Y qué ocurre durante el dia? Pues aqui interviene Ja psicopatologia de la vida cotidiana. Mientras estamos despiertos damos seflales ocasionales de que bajo la superficie est4 ocurriendo mas de lo que suponemos. Un desliz de la lengua revela la existencia de un sentimiento muy diferente del que nos propo- nfamos expresat; a veces, distinto de lo qué realmente estébamos sintiendo en ese momento. Un'punto que pretendiamos positivo surge inesperadamente como negativo; una negacién termina en afirmacion. Este tipo de sucesos era conocido ya en tiempos muy antiguos y lo ha ido expresando la literatura a través de las épocas. En £l.mercader de Venecia Shakespeare hace que Porcia diga al preten: diente al que favorece: “Malditos sean vuestros ojos. Me han:embrujado y parti do en dos mitades. La una es vuestra; la otra es ‘a medias vuestra; mia, quiero decir”. Porcia ha dado ya su palabra de que dejaré la elecciém a la suerte, pero sus sentimientos afloran a pesar de sus intentos conscientes por detenerlos. Los lapsus linguae no necesitan ser tan transparentes como el cometido por Porcia, y lo que pasa a través de todas las defensas pudiera ‘no ser totalmente consciente. A menudo se presenta una extrafia condensacién de significado en lo. que se dice. Lo que intentabamos expresar viene acompafiado ‘de algo: mas que resulta embarazos6, aljz6 que tiace a los-Otros meditar o los hace reir francamen: te.: Los errores’ cometidos con la pluma y Ja’ maquina; los lapsus linguae, las acciones: chapucéras.y las muchias variedades’existentes:de recuerdos y olvidos; de:cosas que'se oyen ¥y rio 'se eyen, que se ven’o se pasan por alto, que se-pierden y/se 8ncuentran, todo esto lleva una misma direccién. Dentro de nosotros ‘oct: aren muchas ‘cosas que revelamos a los demés 0 nos revélamos 4 nosotfos mismo’ y muchus que-escapan a nuestro. controk a El excluir.a propésito: tendencias desagradables, inaceptables y-contradicto! tias ‘es algo mds que cl. deseo de presentarnos bajo una luz. favorable;-incliso mis. que el simple deseo de tomar por buenas nuestras intenciones. Se trata del intento por preservar:tiuestra integridad como seres' humanos, de mantener nues+ tra habilidad para experimentar de modo realista el-mundo real, la habilidad-para adaptatse ‘a.esas realidades' y Megar a dominar algunas. de ellas. Es cuestién:de, poder mantener un necesario respeto por nosotros mismos y éonservar el rest demos: demas. Poderhos: hacerlo sin. velvernds ‘autématas porque,’ a’ través de 17 Goodenough, D. R., Shapiro, A., Holden, M. y Steinschriber, L., “A comparison. of “dreamers” and ‘nondreambis’: cye movements, ‘electroencephalograms, and thé recall of dreams”, J. abnorm. soc. Psychol, 1959, 59, 295-302. 36 CAP. 1, INTRODUCCION nuestras semipermeables fronteras del ego, seguimos estando en contacto con un vasto mundo magico que actiia bajo la superficie. En ese mundo miigico ocurren interacciones infinitas entre impulsos, fantasia, evaluaciones intuitivas, simbolos y sentimientos, todos ellos situados mis alld de toda légica y de toda verificacién de la realidad. E] gran logro del ser humano durante su crecimiento es trazar fronteras que contengan a ese mundo magico y permita darle energia a sus fuerzas y vol verlas experiencias y conductas realistas. Una organizacion compleja, que incluye a los mecanismos de defensa, sirve para estructurar y mantener esos limites. A menudo hablaremos como si las defensas funcionaran haciendo de muro protec- tor, aunque en realidad tienen vida y son permeables selectivamente en las dos direcciones. Cierto, durante el dia necesitamos la estimulacién de la realidad externa para mantenernos orientados hacia lo real; pero igualmente cierto es que necesitamos ef calor, la vitalidad, la inspiracién y el espiritu juguet6n con que contribuye nuestro mundo inconsciente. Presenta sus dificultades el cons- truir y mantener fronteras de modo que puedan satisfacerse ambas demandas. Si las fronteras son demasiado rigidas, hemos dicho ya, la persona carecera de una espontaneidad adecuada. Rinde su libertad a cambio de rituales que la pro- tegen de la amenaza de la ansiedad. Si las fronteras resultan demasiado permea- bles, la persona puede verse acosada por una ansiedad continua, lo que significa una amenaza constante de desintegracién del ego. Incluso pudiera sufrir una desintegracion parcial y verse imposibilitada para distinguir entre un pensamien- to metaforico normal y los significados concretos que éste siempre contiene: Quedarén clarés algunos de esos defectos en las fronteras funcionales, en la-orga~ nizacién-y-el uso de los: mecanismos de defensa y en las relaciones ego-superego cuando sé examinen los sindromes clinicos de la psicopatologfa. z SINDROMES PSICOPATOLOGICOS i Lo psicopatolégico es un continu multidimensional. Necesitamos descom, ponerlo en grupos, de fenamenos relacionados para poder manejarloy, sobre, todo, examinarlo. Cuando se.frabaja por resolver ol problema de un paciente,-# menudo es. necesario hacer. un. diagnéstico, y darle nombre a los sfntomas.que presenta; no obstante, con frecuencia suclen resultar imposibles. ambas. tareays Sin embargo, cuando se trata de comunicarse con alguien més, la formulacion puede. resultar. tan yvaga,y general que-sélo crea confusién. Estamos.ante, otro problema muy antiguo. Hace més 0 menos un siglo los expertos que trabajabar en. este campo. decidieron que -toda clasificacion era peor que: inutil, asi que amontonaron todo le psicopatolégico y le dieron un, nombre ainico. AL pact: tiempo. se vio lo vano de tal solucion y;.de.nueva cuenta, comenzaron los agiua pamientos, que han seguido desarrollindose hasta el presente: ! ee Cuando. presentemos material clinico para ilustrar lo psicopatolégico, ent general nos atendremos.a.ta clasificacin oficial seguida, por Iz Asociacion Psiquit: tyica, Americana:!® ,Cuando. nos desviemos,.informaremos de ello y.explicaremog el. porqué. Tanto en la psicopatologia como en. otros campos; las clasificacionel de enfermedades son siempre un tanto arbitrarias y en ciertos aspectos insatisfac- 1a Mental pisoriders ‘Diagnostic\and, Statisticat Manual, Washington, D. C., Amer. Ray: $8, 1952. ei oh set LAS NEUROSIS 37 torias, cosa, por otra parte, inevitable. Se trata de productos elaborados por comités nombrados para realizar tal tarea, compuestos por representantes de mas de una escuela y de mds de una generacién. Lo que dichos comités produ- cen resulta siempre un compromiso entre puntos de vista opuestos, el mejor al que pudo Ilegarse. En los capitulos que hemos dedicado a lo clinico se reconocerén catorce sindromes, 0 agrupamientos, principales, en cada uno de los cuales la psicopato- logia tiene en comin ciertas caracteristicas basicas. Aunque la claridad ha servi: do para elegir los casos presentados, no es necesario decir que en cada sindrome aparecerdn algunas caracteristicas pertenecientes a otro. Cada uno sera un “caso tipico”, sin que ello quiera decir que se trate de un caso promedio, sino mis bien uno desusadamente libre de toda mezcla. Los seis primeros han sido clasifi- cados oficialmente como neurosis 0 psiconeurosis, ya que los términos han veni- do a ser sinénimos. Oficialmente se ha dado el nombre de psicosis a los cinco siguientes..Cuando las psicosis son severas, suelen distorsionar la realidad lo sufi- ciente como para incapacitar al paciente temporalmente: si son benignas, poco interferirén con la vida normal. Aparte de estas once, describiremos lo que en. la actividad se Maman desdrdenes de la personalidad, un grupo bastante heterogé- neo, como veremos en paginas subsiguientes; los desérdenes psicasomdticos; donde la perturbacién principal esti expresada directamente en alguna forma de enfermedad fisica, y aquellos.desérdenes cerebrales que incluyen elementos psi copatolégicos importantes. A: continuacién caracterizaremos brevemente cada sindrome:y dejaremos su examen general para futuros capitulos. LAS NEUROSIS 1. Reacciones de ansiedad Sé trata de ‘vagos lestados: de“aprensién indefinibles, en los. ques intenta déséargar'la ‘tensién generada éiternamente y ‘reducir Ja ansiedad ifbrementando la‘ actividad fisiod. Este inéremento'pudierd:ser simplemente una tensién soste+ nida,"pero también: inquietud y acéiones-vigorosas. El ‘sitefio suele ser ligero! espasmédi¢o y con frectencia‘es alerado por terrores néttumes. A-veces'dismi- niitye el apetito, pero en otras ‘umenta.. Como parte de'la.destarga'de tension se presentan. varias perturbaciories visceralés: Algunos pacientes ‘caen: eit agados ataques de: ansiedad, que los atemorizan. En ocasiones. poco: frecuentes: surge el panico:total, que incluye una’ regresién ‘gencralizada; lo que podria Mevar-& un episodio-psieéticoagudo. i s 2. Reacciones fébicas Las fobias'se parecen a las reacciones de ansiedad, pero en ellas la ansiedad se’ enfoca sobre algitit ‘objeto o'situacién' muy definido. Desde dentro:se despla- Zan la tension y Ja ansiedad:gencradas ifiternamente y se las'proyecta hacia algo qué, pofilovorntin; puede'ser ievitado: Por lo: tanto, eluniedo-esirracional; aun- que Ja reaccién fébica es un tanto més adaptativa que la ansiedad generalizada, yarqud 4 través de ura evitacidti especifica se controla la aparente causa del 38 CAP. 1. INTRODUCCION miedo. Cuando las fobias terminan por incluir muchos tipos de excitantes exter- nos, pierden tal ventaja. En los primeros afios de vida los nifios suelen desarrollar fobias transitorias cuando atin no han organizado adecuadamente los medios que les permiten manejar la tensi6n y la ansiedad. La fobia de los adultos es una revi- vificacién de ese recurso infantil, aunque el objeto o la situacién temida no sea Ja misma que durante la infancia. Un miedo irracional a las alturas, a los lugares cerrados © a los lugares abiertos son ejemplos comunes de una fobia adulta. 3. Reacciones de conversién Por reaccién de conversién queremos decir un proceso empleado para trans- formar (convertir) un conflicto inconsciente en un sintoma corporal. Es decir, se reducen la tensién y la ansiedad expresindose el conflicto simbélicamente. Tal vez la funcion perturbada exprese impulsos prohibidos, las defensas contra éstos y elcastigo de si mismo por tener tales impulsos. Un sintoma tnico suele tener muchos significados inconscientes, algunos infantiles o pueriles, otros mds serios. Son ejemplos dramiticos de esto Ia ceguera, la sordera o la pardlisis que se pre- sentan en: personas sanas. Los sintomas de conversién claros y clasicos eran mis comunes ayer que hoy, al menos.en las comunidades urbanas. Se los* sigue encontrando en comunidades remotas y subdesarrolladas, donde no es general el:conocimiento de la psicodindmica. Ahora bien, en todos los sitios siguen siendo comunes sintomas de conversién menores, que suelen consistir en la exageracion de sintomas de origen orginico y pueden ser dificiles de diferenciar de los des- Srdenes psicosomaticos. 4, Reacciones disociativas ste .sivLa feagcién disociativa es un intento. por huir dela tensién y la ansiedad exeesivas aiglando. o.separando: del resto, ciertas partes de Ja funcién del‘ego. Se presenta..bajo distintas. formas ¢ intensidades, inchuyendo ‘el sonambulisino, 108 trances; el aislamiento y. la despersonalizacién, la amnesia masiva, las dugas:9 huidas -y, Jas personalidades: myiltiples.. Algunas..de’ esas: formas se aproximany a un: funcionamiento: normal, comp. el sonambulismo, y otras; a’ la, psicosis., La petsonalidad:miiltiple:ha sido siempre.un fenémenc raro, aunque sigue presen thadose.emacasianesy un case reciente fue el.de Las tres, caras de Hva;'? apareci- do cotho libro y como obra teatral..La obra clisica on este campo es Dissociation of a Personality, de Morton Prince, hace poco vuelto a publicar:en,forma de libro de bolsillo. 5. Reacciones obsesivo compulsivas “Las -teaéciones. obsesive compulsivas soni:actos,,, palabras: 0 pensamientos repetidos que‘parecen absurdos\e inttilés, pero que.en realidad le permiten ala persona reducir: uniz:itensién yuna arisiedad’ intolerableg a, través, de -medigs iat 34 pen, C. H, y Cleckley, H. M., The Three Faces of ive, " Nueva York, MeGiav LAS PSICOSIS 39 miagicos. Ademdas, en los sintomas pertenecientes a este grupo suelen hallarse expresadés impulsos 0 fantasfas prohibidos, defensas contra tales expresiones y autocastigo por haber caido en esos impulsos o fantasias. La culpa tiene un papel central en este sindrome, aunque suele ser de cardcter inconsciente. Por su complejidad los sintomas van de lo trivial —tamborilear con los dedos, retor- cérselos o tronarlos— hasta rituales complejos que exigen mucho tiempo y son fatigantes, que es necesario repetir siempre de un modo exacto. A veces los tini- cos sfntomas presentes son especulaciones abstractas, meditaciones y dudas. Las reacciones compulsivo obsesivas estan relacionadas con ceremonias nor- males, con la magia y con las ciencias. 6. Reacciones neurético depresivas La persona neuréticamente deprimida por lo general se muestra abatida y se desprecia a sf misma; también suele mostrarse inquicta y ansiosa. La culpa juega un papel muy importante en producir los sintomas, asi como en las reac- ) ciones obsesivas compulsivas; pero los sintomas no son ni mégicos ni rituales y ‘controlan la tensién y Ia ansiedad de modo. menos eficaz. Consisten dichos sfntomas en quejas continuas de sentirse inferior, imtitil y desesperado. Esas ) quejas estimulan a otras personas a oponerse -a tal idea y darle seguridad al Paciente, aunque el sentido de culpa inconsciente lo hace rechazar toda oposi- cién y, apoyo ¢ insistir en su inferioridad, imutilidad y desesperanza..Con. ello Yvienen nuevas protestas y seguridades por parte de los dems, que el paciente trata como en Ja ocasién anterior y el ciclo vuelve a comenzar. La depresi6n neu- yr6tica se puede diferenciar de la psicética por la severidad de. Ja perturbacién “general de la personalidad y por la profundidad de Ia regresién. Una. persona neuréticamente, deprimida casi siempre, puede continuar trabajando, cosa que )no ocurre con la psicéticamente deprimida. LAS PSICOSIS No. existe una distincién clara entre neurosis -y psicosis que todo mundo acepte. Uno de los libros de mayor influencia en el campo. de.la psicapatologia las estudia como neurosis.”° No obstante, la clasificacién oficial sf traza la distin- cién, y nos.atendremos a ella: Como ya lo hemos indic¢ado, cuando Jas psicosis son severas:la realidad syele quedar muy. distorsionada. Las ideas delirantes y lag alucinaciones son intentos por controlar material anteriormente inconsciente que penetra en Jas organizaciones tanto preconscientes como conscientes, segtin se va diseminando la regresion y se van perdiendo las fronteras del ego. Conyiene repetir que-los estados de psicosis moderados o “fronterizos” interficren. poco con la vida normaly en ocasignes incluso se presentan acompafiados.de un gran talento en Ja persona. A veces $n crénicos y no se los reconoce.en coidiciones ordinarias.. Comenzaremgs, con las reagciones paranoides, porque a menudo pare: cen consistir en una combinacién de mecanismog neurdticos y psicéticos, y po} que la negaci6n y. la proyeccién presentes son similares a las normales, como por ejemplo, en, la practica universal de buscar chivos expiatorios. 20 Fenichel, 0., The Psychoanalytic Theory of Neurosés, Nueva York, Nottdi; 1945. ' 40 1. Reacciones paranoides Las reacciones paranoides son intentos por escapar de los efectos de impul- sos y fantasias hasta el momento inconscientes y que han irrumpido en las orga- nizaciones preconscientes y conscientes gracias a los procesos de negacién y proyeccién. El paciente trata de mantener sus nexos con la realidad externa reconstruyéndola dé acuerdo con los impulsos y las fantasfas que ya no puede contener en el inconsciente. En este sentido esas reconstrucciones falsas repre- sentan intentos espontdneos de curarse a si mismo. A veces el producto es una pseudocomunidad ficticia de perseguidores, que incluye personas reales ¢ inven- tadas que desempefian papeles reales ¢ inventados. En cualquiera de las psicosis, las ficciones pueden ser creadoras en el mismo sentido que los suefios. Los me- canismos proyectivos que se emplean relacionan tas reacciones paranoides con las fobias, pero si el paciente fobico estd de acuerdo con que sus miedos suenan absurdos, el paranoide cree en sus ficciones. En algtin grado, los elementos para- noides entran en el resto de las psicosis. 2. Reaccionés psicético depresivas ‘Las depresiones psicéticas son desérdenes de 1a disposicién de énimo en que cl abatimiento, el desprecio y la condena de sf mismo alcanzan proporciones exageradas. Surge y ‘se mantiene una sensiicion de culpa y demérito agudamente consciente, y sé presenta una regresién arrolladora que revive'conflictos entre un ego infantil, que habla con voz de adulto, y un superego primitivo, que acosa al paciente. Este ¢ identifica a veces con él ego represivo, inerme y lleno de remor- dimientos, y a veces con el superego duro 'y castigador. A menudo cl paciente trata de proyectar su Guid contra si mistiio'como si fueran'las actitudes que 103 otros muestran hacia él; pero suele tener mtios fortuna en esta maniobra que las personas paranoides:o paranoides esquizofrénicas. Es grave el peligro de suicidio; pero las perspectivas de recuperacién son excelentes, no importa qué tipo de terapia se adopte. ae o 3. Reacciones rianiacas y viclos maniaco-dépresivos a ‘Las réadtidrieg -manifica’ son excitaciones psicdticas caractérizadas’ por una sdbreactividad: y utia’ clacion o séguridad en’ s{ misio ilusoria, eh'Ia"que seve relativamente pota désorganizacién. La COiducta de los pacientes manticos oS una caritatura’del 2626 y del optimismo, de la seguridad’ y ‘dé'ta ‘affitnacién’ de sf mismo. A menudo’ tal caricatura resulta pueril: En unk’ edjvetit ‘thinoria dé pacierites, los ataqués mariiacos alternan con deprésionés psicéticas. ‘Esti relacién, ya conocida irictuso ert Ia‘ Grecia antigua, dio orifien' al térinino pylebsis'inariiaco- depresiva, Muchos considéian Ia reaccidf manifitiéd Lomo, ints 45d, tina defen sa contra Ia'ainghiza ‘itiniente de uria’ depresiGi "psicStida; 6a d¥elr, ‘volo wit rechazo de las tendericias'deprésivas y°ind formacién de srenee eontia elias} ocurtida ala vez en Ja faritasia y‘én 14 Acéi6n. No es: dio ‘quie‘iin pacientes: emt sdbpresivos’y maniaco rompa én llatito, se refiera a ‘sf mistio co luego.vuelva a.cger en lo manjaco. Pe OR ete 41 ,4. Reacciones esquizofrénicas Estamos ante la mas interesante de todas las psicosis, sobre la que se han escrito mas de 15 000 articulos y libros. Dichas psicosis son intentos por escapar de la tensién y de la ansiedad abandonando las relaciones interpersonales y subs- tituyéndolas por ideas ficticias y alucinaciones, que reconstruyen para el pacien- te la realidad externa de acuerdo con fantasfas anteriormente inconscientes, pero que ahora han invadido en gran volumen las organizaciones preconscientes y conscientes. Resultan incomprensibles para el observador ordinario porque, cuando el paciente no se ha rendido a ellas por completo, sigue funcionando a varios niveles de regresién diferentes que representan sus puntos mtltiples de fijacion inmadura. El paciente puede ir de un pensamiento conereto e infantil a un pensamiento adulto metaférico y volver al primero, ocusriendo esto varias veces en una hora; incluso puede el paciente mezclar ambos niveles en un enun- ciado Gnico,7* Para poder comprender a un paciente esquizofrénico activo, el observador debe mostrarse lo bastante flexible e intuitivo y estar Jo suficientemente libre de ansiedad él mismo para poder ir modificando sus niveles de interaccion y hacerlos coiftcidir con los del paciénte. Tal flexibilidad, intuicién y carencia de ansiedad, cuando se esté ante un modo de pensar extrafio y primitivo son poco comunes. Pero si el terapeuta logta ejercerlos, no sélo ayuda.al paciente aislado, sino, que adquiere conocimientos sobre el pensamienta humano que ninguna otra experiencia le dard. Hace por lo menos medio siglo que se acepta que el grupo de esquizofrenias incluye, una,rica variedad de experiencias y conductas no realistas. Hasta el mo- mento no se ha logrado organizar tal variedad dividiéndola en tipos secyndatios, pues los pacientes, se desplazan, en: su experiencia y conducta’ predominantes, de, un.tipo secundario a otro. Por.ejemplo, una. persona s¢ encuentra en un estu- por rigido cuando entra al hospital, pero a los pocos dias se muestra excitada,y muy activa; o tal vez salgade su estupor, exprese ideas. ficticias.y alucinaciones y dé.sefialgs de haber estado observandolo todo, durante su fase de estupor. Se sabe de recuperaciones. inesperadas y sdbitas sin que se haya aplicado terapia especial alguna. Suelen presentarse tales recuperaciones cuando el paciente puede interac tuar,con los terapeutas en. todo nivel de pensamiento posible y.en todo momen; to., No existen muchas probabilidades de recuperacién, pero si existe un ambiente adecuado, un 50 por ciento de los pacientes se cura y, de no. verse sujetos aun estrés,desusado, pueden no volver a recaer en toda su. vida. " 5. Reacciones psicdtico involutivas Et : Sdlo-Ja existencia de precedentes‘histéricos justifica el emplear este‘nombre. En_Ja clasificacién oficial que estamos. usando, existe un obvio:compromiso entre quienes gustarian.de conservar el.viejo concepto de melancolia involutiva y quiet nes gustarfan.de eliminarlo por completo. Los sindromes mas comunes incluidos en este grupo son las depresiones psicéticas y las reacciones paranoides que apa- 23 Agradezco al Dr. William L. Pious el traer a mi conocimicnto ebta hocion. Véase wn estudio reciente de Ja misma en Searles, H. F., ‘The differentiation between concrete and metaphorical thirking in the recovering schizophrenic patient”, J: Amer. Piychoanal. Ass. 1962, 10; 22-49. . ‘ DRIVERSINAD AUTONOMA DEC WORESTS 42 CAP. 1, INTRODUCCION recen por primera vez hacia la mitad de la vida o incluso después. Ninguna duda existe de que abundan las reacciones depresivas y paranoides cuando hay signos de envejecimiento, pero no se diferencian de las reacciones depresivas y paranoi- des tenidas ante otras crisis. Incluso ni la tendencia a persistir que muestra el estado psicético es sorprendente, ya que el envejecimiento y la senectud tam- bién persisten. Muy diffcilmente se conservard este grupo cuando se vuelva a revisar la clasificacién. OTROS DESORDENES IMPORTANTES 1, Desérdenes de Ia personalidad Bajo este rétulo la clasificacién oficial incluye muchos sindromes diversos que no ha podido situar en ningiin otro lugar. En el capitulo dedicado a los des- érdenes de la personalidad describiremos los siguientes cinco grupos: i) Des6rdenes del cardctet. Se incluyen aqui todas “las perturbaciones de los rasgos y los patrones de la personalidad” que en la clasificacién oficial co- rresponden a las éstructuras de cardcter neutéticas y prepsicéticas. En éstas, muy al principio de la vida surge alguna distorsién de la personalidad, que se perpettia como el “estilo” del individuo; es decit, como la manera caracteristich que tiene de enfrentarse ‘a su medio ambiente y de evitar la ansiedad sin caer cn. sintomas ¢laramerite niewirSticos o psicdticos. Nos atendremos a Ia clasificacién oficial para diferenciar las personalidades compulsiva, paraitoide, ciclotitica (por ejemplo, maniaco-depiesiva) y esquizoide; pero agregaremos la histérica, un'-desorden del cardcter “histriénico y temperamental que con frecuencia 's¢ encuentra cuartdo se hace ‘trabajo clinico y que parece haberse pasado por alto: ‘ ii) ‘Personialidades inadecuadas-¢ inestables. Se incluye en este grupo pérso: nas créni¢amente’ sean aay “Smnoclonaltients inestables y crénicamente Pasivos agresivas: iii) 'Pettuibiiciones de la personalidad sociopsiticas: Tres gfuipos han quedaad incluidos aqui: ‘a) tas: personas itresponsables' y emociorialmente superficiales, quienés una y'otra vez cométen delitos rienores sin’sentir mayor ansiedad y sili gran ganaricia material; b) las personas antisociales, que estan’ cofistantementé én‘rebelidix abierta ‘coritra Ia sociedad, impulsadas'a ello por razones iticonscittit te8; ¢) ‘personas ‘hurafias, faciles'de‘corromper, pero’ que rioparecen ni antisociales ni’émocibnalmente ‘superficiales. iv) Desviaciones sexuales: Eri 1a tlasificaci6n oficial se dan algunds ejemplds, pero no se los explica. Nos dedicaremos a seis de las formas mas comunes: a) homosexualidad franca, 5) exhibicionismo, ¢),.voyeurisma;. d). fetichismo, ¢) travestismo y f) sadomasoquismo. y)..Adiccién. Ab igual que‘ en Ja clasificacién. oficial, incluimos.en’ grupos separados: la:dependencia del-alcokol :y la dependencia: dé.las drogus; ‘ya qué tanto los’ especialistas clinicos-como los investigadores:encuentrast diferencias fundamentales en el cardcter de los alcoh6licos y de los-drogadictds 2. Desérdenes psicosomaticos En este. tipo de desérilenes 1a persona tesce! i Bl eatréa, ‘a In” ‘(hrisiGi v8 la ansiedad con algun tipo de disfuncidn fisiolégica directa, que con el tiempo ST2as0w “ney WMONOTUA GAGIBARVIMU OTROS DESGRDENES IMPORTANTES 43 puede provocar una lesién orgdnica o de tejidos irreversible. Al parecer, aqui no participa ningtin simbolismo, como ocurre en los sintomas de conversion Entre los ejemplos mas usuales de des6rdenes psicosomaticos tenemos el desarro- llo de dlceras estomacales entre las personas hundidas en el conflicto perpetuo de tener que depender de alguien, y el desarrollo de una colitis ulcerosa en personas que continuamente reprimen su hostilidad porque sienten la gran necesidad de complacer a todos. Si tomamos en cuenta que los Srganos internos siempre res- ponden a las situaciones emotivas —por ejemplo, casi todos sufrimos desérdenes digestivos cuando nos enojamos o deprimimos—, no es dificil. comprender los desérdenes psicosomiticos. 3. Desérdenes cerebrales agudos y crénicos Muchos desérdenes cerebrales involucran una psicopatologia importante, pero muchos otros no, Examinaremos los siguientes sindromes, que si los in- cluyen: a) delirio, sin dejar fuera toda intoxicacién aguda; b) lesiones en la cabe- za; ¢) paresis general y d) desdrdenes cerebrales producidos por la senectud 0 la arteriosclerosis. La severidad del dafio cerebral no es siempre proporcional a la severidad de la psicopatologia, tampoco es ésta especffica del cardcter de las lesiones cerebrales.:Por ejemplo, se vers que las personas de edad reaccionan de modo muy diferente a la declinacién y que esas diferencias se relacionan tanto con las cixcunstancias del: momento como con Ia historia. de la persona. Hoy dia se acepta que casi todas las psicopatologias tienen sus raices en las experiencias ocurridas durante la infancia, la nifiez y la adolescencia. Existen fallas en Ja estructura de Ja personalidad de las personas vulnerables, que parecen resultado de desgracias sucedidas en los primeros afios. Por lo mismo,.comenza- remos nuestro estudio, examinando lo que.se conoce acerca del desarrollo de la personalidad: que pueda tener relacién directa con la psicopatologia del adulto. Al igual que, en ¢l. desarrollo, embriolégico, en el de-Ja personalidad se, presentan fases,sucesivas, por las que es necesario pasar, y cada una de las cuales presenta sug..preblemas. particulares. .Si-en una fase quedan problemas sin. resolver, las siguientes, pueden verse agobiadas y seriamente -distorsionadas_por las conse- euencias:de'esto. Al igual que. én el desarrollo embriolégico, en el de la persona- lidad;las.fallas. ocurridas en las primeras,fases producen defectos mis serios, por Jo, general, que Jas ocurridas en fases posteriores. Por tal razon, comenzaremos con un capitulo, dedicado.a la infancia y ala primera nifiez, después presentaré- mos otro dedicado ala Jatencia y 1a adolessencia, en las que las: dificultades encontradas;eri la fase anterior pueden dejar h tella. tars i Cuando hayamos terminado de estudiar la creaci6n de la persona, nos dedi- caremos'a.los problemas especiales de la necesidad; la pulsién:y Ja:motivacién, tal: como aparecen en el sistema psicodinémico, para. pasar luego a describir eb sistema psicodindmico exactamente coma.lo concebimos hoy dia.:Finalmen- te, trataremos Jos temas especiales del conflicto, la regresién, Ia ansiedad y los mecanismios de defensa, como introduccién a los capftulos sobre material clinigo: que véndrén a continuacién: Veamos primero cémo se desarrolla la personalidid humana y qué dificultades se encuentran cuando se busca la; madurez ‘definitiva.; Desarrollo de la personalidad: infancia y primera nihez ‘Todos venimos a este complejo mundo en un estado tal de desamparo, que si una persona adulta no se hiciera cargo inmediatamente de nosotros, no satisfi- ciera nuestras necesidades diarias y nos protegiera, no podriamos sobrevivir. Un recién nacido nada puede hacer por sf mismo: ni hablar, ni entender lo que se dice, las expresiones faciales de quienes lo rodean nada significan para él, como nada significan los gestos-o’el tono de las voces; cl-infante no capta cudles son las ‘intenciones més Obvias de las personas que lo rodean. Incluso no ve a las personas 0 alas'cosas como objetos separados y le es imposible establecer una dife- rencia entreél'y la persona que'lo‘lleva en brazos, entre su propio cuerpo y el medio que 1s rodeay En un principio tiene la hermosa forma de un ser humano, pero también la conducta de ui animalito. ii el transcurso ‘de los largos afios de infancia, nifiez y adoléscencia, el set huniano se va transformande: de un bebé -biolégico, hundido en-un universo east sin’ estructura, en“urt'adulto BYosocial, quien se convierte en parte integral déese miindo que-ahora si compréride. Gracias a su actividad y sus esfuerzos; cada int fatite” apreiitie’a’ giiPUilArizdr cosas’ y persons en ese caleidosespico'mundo dé patrohies qué: existe en sti fedio ambiente Aprende a reconocer movimientos'Y secuencias’ temporale’, a difétbaciar su cuérpo de los elementos 'circundiittes, ‘a distinguir Io"eeteaho ‘Ue 46: lejano. Adquiere: complejas técnicas-deadaptaciGis de: defensa ¥ de’ doininioy Eétablece interacciones personales qv lo'ayudan'a déterinitiar’ su propia estructura dé personalidad. Con el tiempo Héga a difereri, Sidr ‘entre’ gus faritasias: particulares' y los hechos también de la conducta externa.sDurante la vida prenatal se presentan todo tipo de movimientos. Antes del sexto mes el feto realiza ya complejos movimientos de masticacién y de deglucién. Sus brazos y piernas comienzan a moverse, las manos pueden asir ya y los parpados se abren y cierran, aunque no hay mucho que ver ni luz alguna con que verlo. Mds tarde, la cabeza comienza a realizar los mismos movimientos de giro que le serdn titiles después del nacimiento para buscar el alimento, pero que son intitiles mientras el nifio permanece en el titero. En pocas palabras, cuando los Srganos, los sistemas y partes del cuerpo son fisio- légicamente capaces de funcionar, comienzan a hacerlo, sirva 0 no ello para un propésito inmediato. ¥ El ambiente en el que el feto lleva a cabo sus enormes cambios de desarrollo es tranquilo/ El nifio se encuentra protegido del frio y del calor, contra luces bri- lantes y ruidos desmedidos, contra golpes y estreses stibitos. Habita on una cé- mara célida y oscura, hundido casi sin peso alguno en un fluido que le sirve de cojin y es continuamente atendido a través de la placenta. En verdad, el titero prefiado es un milagro de automatizacién. Mientras el nifio por nacer obtenga dé la sangre materna todo lo que necesita para crecer, mantenerse y poderse mover un poco, y mientras se eliminen con rapidez suficiente sus productos de desécho a través de la misma ruta, poca experiencia tendré de las tensiones creadas por la necesidad fisiolégica, que lo invadiran una vez que haya nacido. Poci natal Lroo Ss ' EL NACIMIENTO Y EL RECIEN NACIDO A 7 se —— eA cr eo “EI parto expulsa al nifio de la odlida y-oscura monotonfa de lus aguas uteri- nas y lo lanza a un mundo de cambios incesantes y de espacios infinitos. En'él se ve expuesto a tuidos y luces,’a'sabores y olores, al calor y al frfo. Respira airey yace sobre superficies s6lidas;'se lo levanta y acuesta, se lo Heva-en brazos, se lo mangja y mueve ‘de un modo que Je-resulta totalmente desconocido. Experimen- ta'las molestias del:hambre y aprende a aliviarlas por medio de la acci6n propia; obteniendo. un ‘placer nuevo cuando su estémago se Ilerta. Pero, ‘a: partir’de ese momento, para obtener:comida necesita asir ‘un pezén con los labios-y aprender el arte'de mamar y tragar sin dejar de respirar. Necesita digerir y asimilar la: comi= da que-ha ingerido‘y, a través de’ sus propios-esfuerzos musculares, eliminar‘los Productos de desperdicio.. odo’ esto significa trabajo y, « ménudo, incomodi- dades; vacio y dolore: En las dos o tres primeras semanas el recién nacido Meva a cabo. muy pocos! actos organizados en:relacién con los objetos, excepto. cuands se'le.da de co- mer.? Gran parte del tiempo, parece dormir 0 dormitar. Cuando esta despierto. y_no.tiene hambre, yace mas 0 menos inerte, con la cabeza hacia un lado y, tal véz, con un.brazo extendido hacia afuera, las piernas flexionadas y los. ojos. fijoss: No -da ninguna respuesta’ especifica a las caras 0 a las voces'y nunca sonrie. ba poca'aétividad a Ia que se dedica,*excepto por la simétria de movimientos dé, brazos;y piernas, se encuentra, pobremente integrada. De vez en'cuand se sot bresalta o tiembla, a veces siguiendo un patron casi convulsivo. Es obvio que sti®? 3 Kesson, W., Williams, E. J. y Williams, J. D., “Selection ard test of response measuxes: 4a the study of the human nowbom”, Child’ Development, 1961, 32, 7-24; Koss, Sy Fisher, 4; E.,¥ fine D., “Sucking behaviors’ a-review of the literature" "J. genet. Psychols 1957, 48 CAP. 2. INFANCIA Y PRIMERA NINEZ sistemas de respuesta estén inmaduros.* Incluso no hay clara diferencia entre su suefio y su vigilia, pues carecen éstos de la nitidez y del ritmo obvios en nifios mayores.® Esas primeras semanas son poco més que una continuacién de la vida que Ilevé en el titero.® ‘Sin embargo, hay una excepcién notable en todo esto. Cuando el infante esté hambriento y despierta, manifiesta un cambio dramético. Llora violenta- mente, se pone rojo, sacude sus miembros y se contorsiona todo. Si se lo pone en Ia posicién para comer, busca ansiosamente, trata de asirlo todo con sus manos, explora con la boca y, en cuanto hace contacto con el pezén, lo ase con los la- bios y comienza a mamar. Aplacada su hambre, el mamar va disminuyendo hasta cesar, el nifio suelta el pezén y se hunde en el olvido del suefio. Vuelve a compor- tarse como si estuviera en el titero. ‘Los tecién nacidos estén desvalidos, pero no inermes. Hace mucho que Freud presupuso la existencia de una barrera protectora de algin tipo que parece impeditle a la estimulacion volverse efectiva. Incluso aunque los infantes muy pe quefios no parecen tener atin un ciclo suefio-vigilia bien diferenciado y parecen encontrarse gran parte del tiempo en una especie de sopor, si parecen escudarse tras algtin tipo de barrera protectora. En realidad, no es dificil comprender el porqué de ese apartamiento con- ductual. También nosotros, los adultos, sabemos c6mo erigit una barrera protee- fora contra la estimulacién externa. Cuando lo déseamos, nos hundimos en la jnaccién y en el softar despiertos. Nos desconectamos del bullente mundo que nos rodea. Mas atin, incluso aunque estemos dedicados a una actividad organiza- da, tenemos que excluir todo lo que no pertenezca a dicha actividad, pues de ‘otro modo:no mantendrfamos la integracién que. necesitamos. para cumplir con lx tarea, Dormir.es 1a .exclusién més tajante que practicamos los adultos. Tal vez nos encontremos en.un avién repleto devpasaje, en una reunién de negocios © en un salén de clases; pero si nos relajamos,-todo lo.que nos rodea: parece hun- “dirse, en, el silencio. Una estimulacién hasta:ese momento adecuada pierde su efectividad, el mundo externo desaparece y,-excepto, por Js:momentos en quo soflamos, tanto el.mundo interno como el somatico.desaparecen como .por mAs gia. Aunque eri,los neonatos y en los infantes muy pequefios no es clara 1a.dife» renciagién entre estar dormido y estar. despierto, parecen poseen una habilidad muy,parecida para bloquear toda estimulacion a-la que los adultos tenemos,cuant do nos vamos a dormir 0, claro esta, cuando: sofiamos despiertos: Volveremos:ai, tropezamos con este bloqueo de la estimulacién cuando veamos: defensas coms Ja represién, la'negaci6n -y-el aislamiento.. ee Fl neonato posee otra fuente de proteccién contra la estimulacién, de ta ques 4 Ua rosuinén sbbré la informacion oxistoaite’ respecto a la inestabilidad det fut ion miénto del recién nacido y su sensibilidad'a la estimtslacion se prosenta én ‘Shidiiaels 3030" Arpsychiatric adventure in comparative: pathophysiology -of the infant an adult; A.nersiti motte Dine 1544, 100, 49:03; Richmond, 1B. y, Lipton, ET, "gome-asneets of tha neu rie cto of the newborn and thel impiléstions for child dévetipmesie” 8 Pee Revousteds i. (Gis; Qyenie eenopaitotogy tn Chitthood, Nuora York, ine & Straih! mt, 1959, paes. eres oe aie sd bee ty gag’ P Gilford, S., “Sleep, Hinde and the early ego”, J: Amer. Payichoanal, Ass., 1960.8, 5-4: i” ae evil dg Meo a a ae oS SOIY Si odio, Nuova, ew Carmichael, 12 (ig; Manual ita pigs, 215-291; 28 edicion, Nueva BP Sarita 34, Veakee Aauhblen las tofercnolus dadas erf'Stone; B. J.'y Church; 33, Chita! hood and Aidolescenee: Psychology of the Growing Person Nueva York, Rando Hows Eee oe edaethn ., The Psychology of Barly Childhood, Nueva York, Knopf, 1958: DIFERENCIAS INDIVIDUALES: EL NINO 49 carece el adulto, surgida del estado rudimentario en que se encuentra su percep- cién, de la inmadurez fisiolégica de su cerebro y de la pobreza de sus movimien- tos integrados. Los patrones perceptuales complejos y Ilenos de significado, que los adultos experimentamos en el ambiente del recién nacido, nada demandan de éste. Simplemente no existen para él, quien es incapaz de captarlos y no pue- de reaccionar ante ellos de modo especifico. Esta incapacidad es la que lo escu- da del fuego graneado de la estimulacién externa que se abate contra sus Srganos sensoriales. De este modo, se encuentra encerrado en una concha de inadecua- cién perceptual, que lo proteje. Pas. (ce / DIFERENCIAS INDIVIDUALES: EL NINO ) & Todo aquél que est en contacto con recién nacidos se ve impresionado por Jas diferencias individuales que manifiestan en sus distintas sensibilidades y con- ductas. En un extremo de la escala se encuentran los neonatos sumamente sen- sibles; en el otro, los que requieren de una fuerte estimulacién antes de reaccionar. De modo parecido, el ritmo de algunos neonatos es consistentemente mas répido en todo, mientras que el de otros resulta consistentemente lento. Por ejemplo, a Ja hora de comer, tenemos neonatos que con rapidez inician la bisqueda del > pezén, pero también aquéllos a los que es necesario ponérselo en la boca e inclu- so animarlos'para que empiecen a mamar y sigan haciéndolo.” B cee a AON Fron y un colegas han estado dedicados a un estudio ) sistematico’ de-los niveles de actividad de los recién nacidos.* Descubrieron que éstos van dei sumamente activos a sumamente pasivos. Todo recién nacido tiene su propio nivel de actividad, en el-cual se mantiene. Esos estudios indican la exis- tencia en los recién nacidos de diferencias consistentes y caracteristicas en el nivel de-tensién y en la descarga de la misma, aparte de la‘experiencia y el apren- dizaje, y que:esas. diferencias innatas' pueden determinar las diferencias indivi- duales que ‘los infantes muestran en su tolerancia a la demora, a la frustracién y a la iticomodidad. Esos hallazgos conctierdan con la observacién hecha por otros, éxperimentifdores de-que los ififantes manifiestan diferencias’ notables en’el gra- do en'que las situaciones comunes dé estrés ‘perturban su equilibrio. Observadores expertos han’ itiformado, a cada momento, de diferencias indi- vidtiialés vistas al‘siacer.? Por ejemplo; sabemos que los récién nacidos manifies- tan’ diferencias notables en el funcionainiento caracteristivo de sus drganos 'in- ternos, lo cual es especialmente claro en el ciclo'de la alimentacién: marat, rétenier o regurgitar la comida, digérir, asiinilar y eliminar. Claro, el ciclo de mentacién es uno de los puntos nodales del Cuidado maternio y una de las prime- ras relaciones madre-hijo mds importantes: . eu El.tragar y el retener Ja comida constitiiyen a la'Vér’ patrdnes biolépicos 7 Bergman, 'P: y Escalona, 8. K., “Unusual! sensitivities in vory- young children”, Psy, choanal, Study Child, 1949, 3/4, 333-353; Greenacre, P., “Poward,and understanding of the physical nucleus of some deience reactions”, Internat. J. Psychoanal, 1958, 39, 69-16; Spitz R,, “Some early prototypes of ego defenses”, J. Amer. Psychoanal. Ass., 1961, 9, 626-651 lona; S. K, y Heider, G. M., Prediction and Outcome, Nueva York, Basic Books, 1959. 8 Ch. Fries, M:-E;; “Some factors in. the La experiencia oral en el desarrollo inicial del ego La experiencia oral domina durante-el desarrollo inicial del ego porque la boca es el centro de adaptacién y dominio més eficiente, pues no sdlo es, al nacimiento, un organo de adaptacién maduro, sino también un 6rgano devali- mentacién y, por consiguiente, una importante fuente de placer, de comodidad y de contacto enriquecedor con lo que, a su debido tiempo, serd la realidad ex- terna: En la boca se combinan un sistema receptor ricamente dotado con un sis- tema motor 4gil, ambos pertenecientes a una misma unidad. Bsta se encuentra integrada desde el nacimiento con patrones innatos para mamar, tragar, probar y Techazar. La boca, ademés, tiene:la ventaja anatémica de sus limites definidos —los labios—, que se abren como las puertas de una cochera para admitir cosas o se cierran para negarles la entrada. Esas funciones contrarias —admitir y excluir- constituyen la’base para la temprana discriminacién que. se hace entre la reali: dad externa, aquélla a la-que-se.da.entrada 0 se le nioga admisién, y la realidad interna, siempre presente, compuesta en este ‘caso por los érganos que compo nen la boca. En pocas palabras, la boca es un sistema sensomotor autosuficien- te, listo practicaménte desde el nacimiento mismo :para dedicarse a actividades relacionadas con el mundo circundante y, por ello, listo para actuar como un centro para la primera diferenciacién del ego. Esas caracteristicas congénitas 25 So presenta una discusion. general sobre’ percepeién en Allport, F., Theories of Pér= ception and the Concept of Structure, Nueva York, Wiley, 1955; Murphy, G. y Solley, C. M., Development of the Perceptual World, Nueva York, Basic Books, 1960; Wohlwill, J. F-, “Bevelopmiental studies of perception”, Psychol, Bull., 1960, 57, 249-289. "+ 60 CAP. 2. INFANCIA Y PRIMERA NIMEZ convierten a la experiencia oral en la base para la organizacion del ego inicial, al que se ha llamado ego bucal.”° 2. La boca como unidad sensomotora Hemos Mamado a la boca un sistema receptor ricamente dotado, una de cuyas actividades contribuye enormemente al desarrollo inicial del ego. En los labios y por todo el interior de la boca tenemos los érganos sensoriales del tacto y la presion, de la temperatura y el dolor. Es un hecho fisiolégico que la punta de la lengua permite levar a cabo las discriminaciones tactiles més sutiles de todo el cuerpo. Los. mtisculos de los labios, de la lengua y de las mejillas contienen Srganos sensoriales cinéticos que son estimulados por cada movimiento muscu- lar, proporcionando con ello una constante fuente de retroalimentacién. Ade- més, Ia lengua tiene, aparte de todos los Srganos sensoriales ya mencionados, un mimero considerable de papilas gustativas especializadas, que permiten captar innumerables combinaciones de sabores.?7 ‘Como esa gran variedad de 6rganos sensoriales se encuentra montada sobre un 6rgano muscular flexible y acrobitico, Ja lengua, cabe la posibilidad de una infinitud de variaciones perceptuales. La lengua puede explorar la cavidad bucal ‘en que se encuentra enraizada, levando consigo su multiplicidad de receptores: Puede mover todo Jo que entre en la boca, empujar por igual sdlidos y liquidos, pasar por encima, por debajo y por los alrededores de los mismos, captando asi su textura, su forma y su sabor. Este movimiento de la lengua y de los labios da al organismo infantil su primer asotno de experiencia tridimensional. De este modo, Ia primera prueba de la realidad es realmente eso, algo que indirectamente reconocemes. cuando hablamos de gustar de las:experiencias y de gustar de la vida. Por-lo. tanto, las primeras actividades sumamente organizadas que satisfa* cen wna‘ necesidad del id irresistible y primitiva, son'a la vez las primeras qué petmiten ir diferenciando la estructura del ego. 3.: Discriminacién oral La boca Heva a cabo las primeras discriminaciones. La boca de un nifio ham briento se vuelve hacia cualquier cosa que‘estimule Ja cara, la toma con los labios y, si-éstos pueden sujetaria, comienza a mamar. Si io asido proporciona lectie, ef proceso de alimentaci6n, en um principio imperfectamente coordinado con-él de. respirar, continuara hasta que el infante se-sienta satisfecho. Si nada se obtié= ne, el nifio deja de-mamar y comienza a Iorar o:a buscar de nuevo. Obviamente que tal.diferencia constituye una forma primitiva de discriminacién entre aquell6 que proporciona leche y aquelJo que no la proporciona. Se trata de un elemento precursor de Ia elecci6n y de la discriminacion del ego. 26 Cfr. Hoffer, W., “Development of the body ego”, The Psychoanalytic Study of the Child, Nueva York, Internat, Univ. Press,1950,-voL:5, pags: 18-23.» aie 27 Bi sentido del olfato deberia incluitse como una foncion oral.\El plof de‘la comida; tanto antes: como después de entrar.a la boca, es un componente norntal del “'paladear”,’y- a veces su mas importante componente, 61 ‘4. Mamar por placer Es necesario mencionar que los infantes gozan mamando incluso cuando no tienen hambre. A veces un infante hambriento prefiere chuparse el dedo a ama- mantarse y se Ie tiene que convencer suavemente para que se alimente. A veces un infante introduce a la vez en la boca un dedo y el pez6n, aparentemente para obtener el doble de placer.”® Es este tipo de actividad (a veces llamada “mamar vacio”) el que Freud consideraba como erético. Es muy interesante que, si s6lo est presente el chuparse el dedo, viene acompafiado de posturas de la cabeza y movimientos musculares del cuello diferentes de los adoptados durante el ama- mantamiento.”® Este empleo no nutritivo del mamar es el primer ejemplo que se tiene de la autosatisfaccién activa de una necesidad ; el primer ejemplo de lo que un dfa ser autosuficiencia. 5. Anticipacién oral La aparicién de la anticipacién oral es otro punto sobresaliente en el desa- rrollo del ego. Tras haber adquirido un poco de experiencia, el niflo hambriento comiénza a calmarse segiin se va acercando al pez6n e incluso cuando se lo pone en la posicién de amamantamiento, pero siempre antes de que cualquier comida haya entrado en su boca. La biisqueda y exploracién con la boca, ambas formas de anticipacién oral, aparecen ya en la primera semana después del parto. La anticipacién introduce una demora y a menudo cierta frustracién en el momento del amamantamiento, demora entre un acercamiento activo al pezén y el mo- mento de asirlo con los labios y comenzar a mamar. La demora y una frustracién moderada son.elementos esenciales en el desa- rrollo’ de la organizaci6n del. ego, pues interpolan un periodo de anticipacion entre la urgencia de maar y el inicio mismo del acto. No importa cudn breve, ‘aese periodo de demiora se puéde tomar como una fase de deseo, miéntras que el instante mismo de asir el pez6n con los labios es, pudiera decirse, el comienzo de la fase de satisfaccién, Esta division ocurrida en el acto de amamantarse, pri: mero el deseo y la satisfacci6n después, sefiala el comienzo de la estructura mental; es ejemplo de una temprana reorganizaci6n interna, en la que la secuen- cia unitaria necesidad-satisfaccién queda reemplazada por la secuencia necesidad- demora-satisfaccién, bastante mds flexible. Durante el periodo de demora mu- chas cosas pueden ocurrir y la organizacién mental se puede hacer mucho mas elaborada. 6. La percepcién oral, la imaginacién oral y el sistema nervioso central Como proceso integrado, la percepcién significa. siempre una actividad patron, paralela ala que ocurre emel sistema nervioso central, la cual de cierta ma- 28 Esto conciiérda con 1d creeiicia \de Freud acerca'de'una gtatificacion imaginaria del infante y con el punto de vista de que el hombre es un organismo de hacer simbolos desde el momento del nacimiento, punto de,vista expuesto por Langer, S., Philosophy in a New Key, Cambridge, Mass., Harvard Univ. Press, 1942. ® Brody, §., Patterns of Mothering: Maternal Influence During Infancy, Nueva York; 62 CAP. 2. INFANCIA Y PRIMERA NINEZ nera viene a representar la experiencia perceptiva, incluyendo tanto sus compo- nentes emocionales como sensomotores. EF] sistema nervioso central se encuentra singularmente adaptado para conservar los efectos provenientes de su propia actividad articulada. Es decir, su organizacién funcional va creciendo segin se multiplican los patrones. De esta manera, las experiencias que el organismo tiene con la realidad externa y somatica encuentran su representacién estable, o ima- genes en los cambios organizados ocurridos en el cerebro. Estas demoras y frustraciones moderadas, que hemos venido examinando, dan al organismo tiempo suficiente para que aparezcan las imagenes mentales. Durante esa demora pueden imaginarse la fuente de comida: el pezdn y la leche. Estas imAgenes, surgidas de las experiencias anteriores, permiten al infante con- servar su “curso” y mantenerse ansioso. Le da propésito a sus actos y, como hemos visto en su conducta de anticipacién, lo ayuda a soportar la démora por un tiempo y calmadamente. Este surgimiento de imdgenes o representaciones centrales sefiala que se ha iniciado un funcionamiento interno, generalmente Mamado en Ia actualidad funcionamiento mental o psiquico. Tal y como se lo utiliza a lo largo de este libro, el término imaginacion sig- nifica una representacién central activa, basada en la experiencia perceptual. El término representacién resulta demasiado engorroso para darle un uso comtin. Pero téngasé en culenta que imaginacién significa algo més que una imagen, pues incluye elementos emotivos © sentimentales y no necesariamente presenta la misma forma que la cosa percibida, recordada 0 imaginada. Mas 0 menos lo mi mo se aplica a pensamiento y cognicién (conocimiento), ninguno de los cuales se presenta de ordinario sin cierta ayuda del sentimiento o de 1a emocién. Desde luego, es posible Mevar a cabo operaciones légicas y matemiticas con poca parti? cipacién preconsciente o consciente de la emocién; y cuando hablamos de cues- tiones inipersonales, tratamos de dejar fuera toda consideracién personal y todo rasgo emotivo. No obstante, como ya veremos mis adelante, en el capitulo 5, en Jos niveles inconscientes siguen funcionando elementos emotivos, que influyen sobre los caminos que la discusién tome. Sabemos que incluso cientificos y logi- cos, cuando estan muy dedicadds a su trabajo intelectual, pueden mostrarse muy emotivos si se cuestionan sus resultados © conclusiones. 7. La interiorizaci6n de ta experiencia Lo importante de la imaginaci6n es que, una vez, organizada, la simple, nece- sidad la provoca; es decir, sin que estén presentes ni pezén ni leche. Siempre y cuando la demora entre el hambre y sut satisfaccién no sea demasiado larga, tal imaginacién proporciona un placer temporal, pues lena el periodo de-demora con una satisfaccién imaginada, de modo muy parecido a como los adultos se ayudan a pasar la rutina del trabajo diario imaginando los placeres de la cercana tarde. Arrancando de aqui, el infante ha comenzado a procesar la organizacion del ego, que ahora incluye demoras ¢ imaginaci6n, asi como las integraciones rea; listas que levan inmediatamente del deseo a la satisfacci6n activa. Las. experiencias subsecuentes consolidan y enriquecen. las organizaciones Jntemat. Univ. Press, 1956; Sears, R. R., Maccoby, E. E. y Levin, H., Patterns of Child Reais, Evanston, lil., Row, Peterson, 1957; Ross, S., Fisher, A. E. y King, D., “Sucking behavior: a review of the literature”, J. Genet.’ Psychol., 1957, 91, 63-81.

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