TRPTICO DEL INCONCLUSO

Ecos de junio
No pudiste llegar a ese momento propicio del regreso. Aquella frase llena de ecos y flores
robadas cruz el zagun y tu sombra se hizo despedida. La silueta es un adis sin horas, ni
sol, ni luna; por eso nunca nos abandona. La tormenta de aquella hora suscit mi encuentro
con tu retrato. Desdeando mscaras renunci a la maana y acompa tus pasos hasta el
abrazo definitivo. La sombra sigue a mis espaldas, y tus ecos, difuminados en el verde de la
visita ausente.

Tropical
Ella abraza las horas desvanecidas, embriagada del negro clmax ecuatorial. Seduccin
azabache circundada de azul. Como criatura de vertiginosa, un sortilegio verde cruza
repentino la transparencia arrebolada. Lo bello torna en circunstancias. Los ecos selvticos
replican arboledas. Y ella, esttica, amamanta la voracidad de su prole. Mientras los siglos la
esculpen inclume.

Epitafio
He sido aquel que ha cruzado las esquinas, el del sombrero quemado por los veranos, el que
ha mojado sus pies con los ros crecidos. He sido aquel que ha emergido del lecho acutico al
erial de la superficie, efmera escena de comedias hilarantes y de dramas que desgarran y
apuran el llanto. He sido aquel que visita la noche oscura como fantasma, vuelo de gaviota,
signo marfileo en ebano onrico. He sido aquel que baila sones de cantantes ebrios, el que se
enamora del blanco en los cisnes. He sido el rostro que re en el espejo roto. Soy uno con el
vientre, uno con el todo, de donde vengo, retorno cierto, a lo mineral.