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EL NUEVO HUMANISMO Conferencia pronunciada por el Dr. -lacinta Choza, acto organizado por el Centro de Estudios del Imaginario dela Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires el 8 de junio de 2011 La publicacién de los trabajos de los académicos y disertantos invitados se realiza bajo el principio de libertad académica y no implica ningdn grado de adhesin por parte de otros miembros de la Academia, ni de ésta como entidad colectiva, a las ideas o puntos de vista de los autores. Presentacién por la Dra. Graciela Maturo Es un honor recibir en esta tarde al catedrtico espanol Jacinto Choza, cuyos méritos como docente ¢ investigador son cuantiosos y merece ser ms conocido en nuestros ambientes intelectuales, Antes: de leer algunos datos de su curriculum vitae, quiero decir unas pa- labras sobre mi encuentro con el Dr. Choza en Sevilla, en septiem- bre del aito 2010, durante mi incorporacién al Seminario que dirige desde hace varios aiios sobre el tema “Identidad de los pueblos his- panoamoricanos”. Fue un acontecimiento para mi descubrir la rica personalidad de Jacinto Choza, gostor y director de seminarios e ini- ciativas culturales diversas, y asomarme a su obra de inagotable profundidad filosética y antropolégica, compartir su interés por la literatura, y su inocultable interés por América, la América His nica, a la que considera con toda justicia ligada a Espana por lazos de lengua y cultura, y por ojes humanisticos indisolubles. Su obra sobre las Elegéas de Rilke, titulada Al otro lado de la muerte, me acompaiié durante el resto de mi viaje y al regresar segut leyendo y difundiendo otros libros suyos como por ejemplo Ulises, un arqueti pode la conciencia humana, que me ha parecido una exeelente me ditacién eobre el destino del hombre, emanada de la compulsa de un texto ejomplar de Oceidente. La labor filoséfiea de nuestro invitado da cuenta de su perfil humanista, dialogante, eritico de las demasias de la civilizacién moderna, y también consciente de la identidad de Jos pueblos hispénicos, a cuya originalidad e identidad amalgamante viene apostando con miras a la construceién de un auténtico univer salismo. En fin, estos son los motivos por los cuales me he permitide pro- poner su presencia al Dr. Hugo Bauz, director del Instituto del Contro de Estudios del Imaginario. Sélo leeré algunos datos de su curriculum, con la finalidad de darles a conocer en alguna medida la rica trayectoria del profesor Choza. El Dr. Jacinto Choza , nacido en Sevilla en 1944, es catedvéitico de Antropologia Filosofica de la Universidad de Sevilla, Cursé la ca- 3a rrera de Filosofia y Letras en las universidades de Sevilla y Madrid, yy ampli sus estudios en [talia, Alemania y Estados Unidos. Obtuvo ‘el grado de doctor en filosofia en la Universidad de Navarra, de la que fue profesor de Antropologia Filoséfica, y posteriormente fue pro- fesor agrogado de Antropologia en las Universidades de Murcia y Sevilla En 1979 y 1980, becado por la Fundacién Ford, fue profesor vi- sitante en la Columbia University de New York, y en 1990 de la Universidad de Glasgow. Es miembro desde 1980 de la “American Anthropological Association’, desde 1982 de la “Sociedad Andaluza dle Filosofia” y desde 1994 de Ia “Sociedad Andaluza de Antropologia” Fundador y director desde 1982 de Thémata. Revista de Filosofia de la Universidad de Sevilla; director del Departamento de Filosofia y Légica y Filosofia de la Ciencia de la misma universidad (1995-1999); Profesor Honorario de la Universidad de El Salvador (Buenos Aires, 1994); fundador de la Sociedad Hispdinica de Antropologia Filos6fi- ca (SHAF) on 1996, y presidente en los bienios 1996-98, 1998-2000, 2000-2002 y 2002-2004: fundador y director de! Seminario de las Tres Culturas de la Facultad de Filosofia de la Universidad de Sevilla desde 1999; fundador y director del Seminario Identidad Cultural Latino Americana (SICLA) desde 2008. Entre sus publicaciones se destacan los siguientes libros: Con- ciencia y afectividad (Aristételes, Nietzsche, Freud), 2° ed. 1990; Lat supresién del pudor y otros ensayos, 2° ed. 1991; Antropologias posi: tivas y Antropologia fitoséfica,1985; Manual de Antropologia filos6- fica, 1988; La realizacién del hombre en la cultura, 1990; Al otro lado de la muerte. Las elegias de Rilke, 1991; Amor, mattrimonio y escar miento, 1991; Antropologia de la sexualidad, 1992; Los otros huma- nismos, 1994; Ulises, un arquetipo de la existencia humana, 1996: Pensar lo humano. Actas del If Congreso Nacional de Antropologia filosofica, 1997 (ed.); Identidad humana y fin del milenio. Actas del HI Congreso Internacional de Antropotogia filoséfica, 1999 (ed.): Infieles y barbaros en las tres culturas, 2000 (ed.); La antropologia en el cine, 2 vols. 2001 (ed.); Orden religioso y orden politico en las tres culturas, 2001 (ed.}; Antropologia filoséfiea. Las representaciones det i mismo, 2002; Metamorfosis det cristianismo, 2003; Sentimientos y comportamiento, 2003 (ed.); Infierno y paraiso. El mds alld en tas tres culturas, 2004 (ed.); Antropologia y ética ante los retos de la biotec- nologia. Actas del V Congreso Internacional de Antropologia filosé. fica, 2004 (ed.); Infierno y Paraiso, El més alld en tas tres culturas, 2006 (ed.) ; Locura y realidad. Lectura psico-antropolégica del Qui: 4 ote, 2006. La escisién de las tres eulturas, 2008 (ed.) : Estado, Dere- cho y Religién en las tres culturas, 2009 (ed.); Pluralismo y seculari- zacidn, 2009 (ed.); Historia cultural del humanismao, 2009; La idea de América en los pensadores occidentales, 2009 (ed.); Breve historia cul: turat de los muncos hispénicos. La hispanidad como encuentro de culturas, 2010; Narrativas fundacionales de América Latina, 2011 fed.). EL NUEVO HUMANISMO Dr. Jacinto CHoza Resumen 1- EI humanismo en la historia de la cultura occidental, 2. El humanismo como tarea politiea. Ios devechos humanos, 3. El humanismo de la globalizaci6n. De la pirémide a las redes 4 Factores del hummanismios, 5.- La tutela institucional del humanismo, Abstract 1. Humanism in western cultural history. 2.. Humanism ag political task. The Human Rights 3. Humanism of globalization, From piramid to nets, 4. Factors of humanisms, 5. Institucional care of humanism, . El humanismo en la historia de la cultura occidental El humanismo cs, desde sus inicios, una concepeiin de la esen- cia humana que sefiala la excelencia y plenitud del hombre y que, con. esa setializacién, marca los objetivos de_una comunidad que se reco- nocen y persiguen publica e inatituetonalmente y las aspiraciones de cada individuo que se persiguen personal c intimamente. El humanismo es mas que una étiea. Bs una paideia, como lo denominaron los griegos, un programa de educacién integral, que abarea desde Ia formacidn fisica hasta la est6tica y religiosa, y una tarea civilizadora, como lo denominaron los romanos, una empresa politica universal, de unifieacién del género humano y de reconoci miento universal de su valor. Desde la génesis de las primeras ciudades, y, mis en concreto, desde los inicios de la polis griega, el humanismo se vincula al len: 7 guaje y a la comunicacién, y desde el apogeo de la Reptiblica Roma- na, al lenguaje escrito y, en general, a las letras, en contraposicién a las ciencias. No ee puede decir que antes de la aparicién de Ins ciudades y de Ja escritura no existiera humanismo, El humanismo existe desde que existe el hombre, puesto que es la concepeién que é! tiene de s ‘mo, de su excelencia y de su plenitud. Es el contenido de su autocon- ciencia y su programa de autorrealizacién, el contenido y el programa de una vida que desarrolla principalmente desde Ia conciencia, es decir, desde la libertad, el aprendizaje, la educacién y la creatividad, Pero antes de la existencia de las ciudades y de la escritura la exce- encia y la plenitud humana se cifraba en el tipo de poder que con- sistia en la fuerza y las capacidades fisicas. Bsa exeelencia y plenitud humanas cifradas en el poder que con- ferian la fuerza y las capacidades fisicas, y que son propias del paleo- litico, son las que Pindaro alaba en los héroes vencedores de los Juegos olimpicos, piticos e fstmicos, y que nosotros alabamos en nues- ‘tras olimpiadas, en las que verdaderamente ae recoge e] humanismo paleolitico pero ahora constituido en humanismo planetario, ‘A partir del neolitico, con Ia aparicién de las ciudades, la eseri- tura y la economia de produccién, la oxeelencia y la plenitud huma- na sigue cifréindose en el poder mximo, pero a partir de entonces el poder maximo no consiste en la fuerza y capacidades fisicas, sino en Ja capacidad de generar consenso, acuerdos, instituciones y poderes piiblicos. Como eso se logra mediante el didlogo, mediante la comu- nicacidn, y, en general, mediante el lenguaje, los gricgos cifraron la excelencia y la plenitud humanas en el lenguaje y en la libertad, y los romanos también, pero con la matizacién de que el saber acerca del hombre, el que s¢ contiene en las letras, es el que hace al hombre mejor y mas humano, y no el saber acerca de la naturaleza, el que se contiene en las ciencias. Esta historia y los episodios posteriores fueron expuestos en una conferencia en el Instituto Cervantes on Paris, el 16 de febrero de 2004, y recogida en el capitulo segundo del libro Historia cultural del humanismo, Thémata-Plaza y Valdez, Sevilla-Madrid, 2009, El humanismo como tarea politica. Los derechos humanos El cristianismo recogié el humanismo griego, reducido a un pe- quefio grupo social inicialmente, y el romano, que abareaba un mun- 8 do en el que no se habian intogrado todos los continentes y pueblos del planeta, y lo doté de urgencia misional, de fuerza salvadora in- dividual y colectiva, y lo enraizaron en la conciencia y en la liber- tad personales. La Tlustracién to complet reintroduciendo en él la ciencia moderna, lo convirtié en alma de las instituciones politicas, y mediante los ciclos revolucionarios de los siglos XVIII y XIX, lo verti6 en ordenamiento juridico y social, en constituciones politicas yen derecho administrativo. Para los griegos humanizar era helenizar, para los romanos era romanizar, para Jos cristianos era evangelizar y para los ilustrados era emancipar. Esos programas humanistas constituyeron Ia legiti- macién para las revoluciones y para I expansién imperial y colonial. Las revoluciones inglesa, americana y francesa de los siglo XVI y XVIII, articularon los programas humanistas en el sistema de los derechos humanos, Al mismo tiempo, el desarrollo de nuevas técni cas agricolas y la revolucién industrial propiciaron las explosiones demogrificas del siglo XIX, y las escisiones entre culturas diferentes que habian generado Ia formacién de los estados y naciones moder- nas, se vieron secundadas por la escisién entre mundo de la vida y procesos productivos, entre burguesia y proletariado, La universalizacién del humanismo mediante la superacién de las escisiones nacionales-culturales y de las escisiones econdmico- sociales, tuvo lugar durante ¢} siglo XIX y XX, y culminé con la De- claracién Universal de Derechos Humanos de 1948. 3.- El humanismo de la globalizacion. De la pirsimide a las redes La Declaracién Universal de Derechos Humanos de 1948 tenia cardcter maa programatico que efectivo, Las escisiones nacionales- ideolégicas y las sociales-econdmicas, generadaa en Ia modernidad por la diversificacién del humanismo, y por tanto por la pluralizacién y particularizacién de los humanismos, constituian un obstaculo al programa de esa declaracién, Por otra parte, desde antiguo venian también actuando otras fuerzas que tendian a la homogeneizacién y superacién de las exci- siones. La racionalizaci6n del trabajo y Ia burocratizacién, la susti tucién de la tierra como bien raiz. que se inicia en el neolitica por el dinero como bien raiz, la hegemonia y fragmentacién de la propiedad financiera, la continua explosién demogratica y 1a urbanizacién de la poblacién y el desarrollo de los sistemas de comunicacién. 9 Pero junto a esas fuerzas ha sido necesaria en la segunda mitad del siglo XX, una decisiva accién politica por parte de diferentes p: ses para llegar a la globalizacién del humaniamo on términos de glo- balizacion de los Derechos Humanos En la segunda mitad del siglo XX, con el inicio de lo que algunos autores han llamado el postneolitico, han cambiado las condiciones que dieron lugar al neolitieo. Se han teansformado la economia de produccién con la tierra como bien raiz, la ciudad como simbolo de ‘una relacién social integrada con centro y limites, y la eseritura como herramienta y técnica de dominio y regulacidn del pueblo por parte de los funcionarios Enel postneolitico, a comienzos del siglo XXI, no hay una econo- mia de produccién ni un bien raiz.con esas caracteristicas, no hay ciudades como las del neolitico, y no es la escritura un factor de di- ferenciacién social y de dominio. Y sin embargo, el nuevo humanie- ‘mo del postneolitico mantiene el mismo sentido de la excelencia y plenitud de lo humano que se formulé en los inicios del neolitico en Grecia, y que se condonaé on la definicién de hombro que diera Aris- tételes como animal que tiene lenguaje y que mediante su uso se pone de acuerdo con sus semejantes acerca de lo justo v lo convenien- te para la comunidad El poder supremo sigue estando en la capacidad de generar con- senso ¢ instituciones publicas, que marquen como objetivo comtin y ‘como objetivo personal, el cultivo de la excelencia humana median- te el cultivo y el cuidado del planeta, de la sociedad y del cosmos, en ‘cooporacidn de todos eon todos. Pero ahora la comunidad humana no es ta polis de 35.000 habi- tantes que conocié Aristoteles, sino la de siete mil millones de seres humanos, Esta cosmépolis est integrada por muchas comunidades que manticnen su identidad afirmanda sus diferencias en muchos aspectos, que van supcrando sus escisiones en una cooperacién solide. ria cada vez mas justa, y que han gonerado instituciones y poderes supranacionales, que ya no se articulan en una estructura piramidal jerarquizada, sino en estructuras reticulares méviles Los antiguos ministerios de los estados, han dado lugar a estrue: turas supranacionales como la OTAN, la OMS, la Organizacién Mundial de Comercio, la UNESCO, o el PMI, que no convergen en una ONU como etipuls estatal de una pirémide administrativa, sino que, conjuntamente con Organizaciones No Gubernamentales y empresas privadas, expresivas de la pujanza ¥ autonomia creciente de las sociedades civiles y de ta iniciativa ciudadana, apuntan ala 10 realizacién de la excelencia y la plenitud humana en todos los nive- les La historia humana se muestra ahora muy claramente como la aspiracién a una libertad personal y colectiva por parte de una hu: manidad que se comprende a si misma como libre, tal y como Hegel la describié, y que realiza su libertad mediante Ia comunicacién y consenso, que es como el humanismo se ha concebido desde Aristé teles a Heidegger, Gadamer y Habermas, 4.- Factores del humanismo Enel siglo XI no hay una torre de control del humanismo, como podfan ser el Are6pago griego, el Senado romano, la Universidad y Jos Concilios medievales, o los Parlamentos modernas, articulados a su vez.con los poderes religiosos, econémicos, juridicos 0 académicos. Enel siglo XXI, e! humanismo se decide en divorsos Aambitos, y fundamentalmente en tres. El Ambito de la creacién y distribueién de la riqueza, al ritmo del crecimiento de la poblacién. El émbito de los, provesos de urbanizacién, al ritmo de la generalizacién y homogenei zacién de las ciudadanias nacionales y supranacionales. El ambito de la ensefianza y Ia comunicacién, al ritmo de la eapacitacién efec- tiva de todas las personas humanas para el didlogo y el consenso. En estos tres ambitos se pueden diferenciar ocho campos en los que operan los factores mas determinantos del nuevo humanismo de la globalizacién, cuya observacién y andlisis son los que permiten plantear y corregir el proyecto del nuevo humanismo. Estos ocho campos, y el trabajo a realizar en y desde ellos, son: L En primer lugar, la observacién y anilisis del nuevo humanismo. y sus dimensiones, y la actualizacién de los ideales histéricos del humanismo en el siglo XX. 2.- Estudio y anilisis del nuevo humanismo en los procesos de pro- duccién y reproduceién, especialmente en los procesos demogr- ficos y de generacién y distribucién de la riqueza 3. Estudio y andlisis del nuevo humanismo en los provesos de urba- nizacién, de extensién general de las ciudadanias nacionales y supranacionales y de la correccién de su contenido. u 4.- Estudio y andlisis del nuevo humanismo en el ambito del lengua- je, en concreto, de las politicas educativas en la sociedad de la informacion y la comunicacién, Estudio y andlisis del nuevo humanismo en el mbito del arte y las religiones, y especialmente en cl de la relaciones de la religién con la politica y de la religiones entre si 6.- Estudio y andlisis del nuevo humanismo en el Ambito de las mu. jeres, y especialmente de la vigencia de los Derechos Humanos en los mundos femeninos. Estudio y anslisis del nuevo humanismo en el sambito de los per sionistas, es decir, de la vigencia de los Derechos Humanos en el Ambito del mas nuevo y mas universal grupo social de las comu- nidades humanas, 8.- Estudio y andlisis del nuevo humanismo en el émbito de los mar. ginados (pobres, desplazados, emigrantes, enfermos, presos, ile- gales, etc.), es decir, de la vigencia de los Derechos Humanos en os Ambitos generados por el nuevo ordenamiento sociocultural ¥ Ja nueva formalizacién de lo humano, 5.- La tutela institucional del humanismo No hay ninguna torre de control del humanismo ni una capula suprema de registro y decisién sobre la realizacién de la humanidad on la historia. Los organiemos internacionales no pueden, mi indivi- dualmente ni conjuntamente, hacer las veces de la providencia divi- na. Pueden ejereer de una cierta providencia humana, comparable a la que puede ejercer Ia autoconciencia sobre cada vida individual, De entre todos los organismos internacionales, el que asume mis especificamente la tarea de procesar el conocimiento en general, el que realiza el estudio y andlisis de las instituciones educativas a to- dos los niveles, y el que por ello estaria més cereano de la funci6n de Ja autoconciencia de la humanidad, seria precisamente la UNESCO. Pero la UNESCO no puede reducirse solo a ejercer el papel de ia moral colectiva para sefialar las deficiencias y culpas. También tiene el de proyectar ¥ proponer objetivos humanisticos, y el de analizar u realizacién. 12 Para ejercer el papel de mera eonciencia moral de deficiencias y culpas bastan los institutos de estadisticas nacionales y supranacio- nales. Para proyectar, proponer y analizar hace falta examinar la génesis y el origen de las deficiencias, el campo en el que se origina la causa y el modo en que afecta a los demas campos. ¥ por otra par- te, el campo en que una aecidn puede ser més efieaz y puede tener ropercusiones més beneficiosas para los demas. La tarea de la UNESCO es gestién y tramitacion dol conocimien- to, y no de la salud, de las poblaciones, del comercio o de las materias primas, de la industria o del capital financiero. Pero el conocimiento 28 conocimiento de emo afectan los diveraoa procosos de esos campos ala promocién del humanismo, es decir, de los Derechos humanos, a la humanidad en general y a cada grupo humano en particular. Esa tarea puede levarse a cabo mediante la constitucién, pues: ta en marcha y coordinacién de una serie de equipos de trabajo y de programas de investigacién, que puedan ser desarrollados en un tiempo determinado y cuyo rendimiento puede ser evaluado al final de un periodo determinado. Esos equipos e investigadores podrian disefiar programas de ‘trabajo en relacién con lo que podria ser la filosofia y la politica de la UNESCO para los préximos aitos. Universidad de Sevilla, Bspaiia 43 MESA DIRECTIVA + 2011-2013 Presidente Dr. Huco Francisco Bauzé Vicepresidente 1° Dr. Mancrio A. Danketer Viveprosidente 2° Dr, Fausto. L. Gnarton, Secretario Ing. Juan Cantos Ferrert Prosecretaria Dra. AMALIA SANGUINETT DE BOuMtDa, ‘Tesorero Ing. Lois ALBERTO DE VepIA Protesorero Ing. ANTONIO A. QuizaNo Director de Anales Académico Titular Dr. Alberto Rodriguez Galén Consejo Asesor de Anales Académico Titular Dr. Amilcar E. Argivelles Académico Titular Dr. Mariano N. Castex Académico Titular Dr. Roberto J. Walton Secretaria de Redacsién Dra, Isabel Laura Cardenas Improso durante

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