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La Trinidad

Ecuánime trasciende el misterio, ecuánime.


Igualdad que moldea su propia razón,
Fusión que deja perplejo, la fusión.
Retoque de mosaicos,
Melodía de sonetos prosaicos,
Brillo jamás contemplado,
Admirables, … sensibles…. Perdurables.

Misterio que ahoga las neuronas al usarse,


Las que tratan vanamente de explicarse,
Misterio que es más saludable irrompible,
Bellamente sensato, codificado, intransigible,
La Palabra usa los términos inmarcesible;
Poetiza su número describiendolo inmensurable.

Se reserva para aquellos en el Espíritu.


No para la letra, el sabio, el experimento,
Engaña a cualquiera semejante portento,
Y luego de confundir, de atontar,
Irradia majestad que sabe moldear,
Al sencillo que decifra al digerir,
Los binomios, perdón, trinomios,
Que engranan el plan perfecto.

Un plan que le beneficia,


Un plan que desafía el curso de los rios
Que redime a la tierra sus brios,
Que rompe la mitad del silencio,
Y palmea al aroma del inciencio,
Que hace destilar la luz sus colores,
Mientras inquiere el origen de los amores.

Quizas nunca sepa a ciencia cierta,


Los complejos tejidos de esta verdad,
Si domino y explico con comodidad,
Si me apresuro o voy con suavidad ,
Si me propongo por saber la realidad.
Una cosa sé y en esa créo
Que antes era yo ciego, y ahora véo.

Javier A. Reyes
Meriden, CT Mayo 12, 2010.

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