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ñ.3 el espejo 31.7.

2010

flora y fauna PUNTO CRITICO

POR
PATRICIA KOLESNIcOV jorge aulicino

relato de unas extrañas


Acá parece que circunstancias barriales

habrá que reírse


Acá parece que habrá que reírse,
Leyendo poesía
porque se trata de Jorge Guinz- a la luz de Tinelli
burg, pero será difícil reírse, por-
que no está Jorge Guinzburg y ¿Por qué designio estuve el lunes
siendo, como es, la presentación pasado en la mesa de un bar, en-
de su biografía, esa ausencia –acá tre dos mundos en apariencia in-
viene el chiste malo obligatorio– compatibles, como el del género
se hace gigante. TV –en este caso, TV muda, que
Martes a la nochecita, librería El es el género TV que crearon los
Ateneo. Somos muchos, somos bares– y una revista de poesía?
tantos que muchachos y chicas con La razón evidente era que en mi
walkie talkies tienen que dirigir la cuadra se había cortado la luz. Era
entrada y están en problemas: hay la segunda vez en pocos días. Ha-
más famosos que sillas. Jorge Si- ce rato no cultivo la acción culi-
gal, el director de la editorial Capi- naria a la luz de las velas, y como
tal Intelectual, toma el micrófono tampoco podía leer a la luz de la

¿Artista? Artista es cualquiera:


y todo en orden. Jorge Guinzburg. vela, increíblemente difusa, es-
La inteligencia rebelde, la biografía taba en Sánchez y Sánchez, en
que escribió Hugo Paredero, es el Almagro, entre una revista-libro
primer título de la colección “Pai-
sanos”, que se ocupará de vidas de
judíos argentinos. “Armaba equi-
lo duro es ser la obra y Tinelli. En la pantalla aparecía
una mujer muy liviana de ropas,
con un bonetito de cumpleaños y
pos muy quilomberos”, recordará una torta de chocolate, hablando
Adrián Suar y luego seguirá tiran- En pocas palabras, la idea es así: si en un pest, el funcionario que los recibe y los lleva con Tinelli. La cámara mostraba
do besos. Pero primero Paredero país hay leyes que protegen las obras de arte a su destino. a veces a una chica en la platea,
dice que “este libro lo tendría que y leyes que expulsan a los inmigrantes, hay A su destino. que se reía, un poco tímida, un
haber escrito Carlos Ulanovsky”, y que convertir a los inmigrantes en obras de Y su destino no es un hotel, es el museo. Y poco avergonzada. ¿Sería la hija
algún malintencionado pregunta arte, conseguir que alguna institución los un museo es un lugar seguro. Demasiado, de la mujer del ombligo radiante?
“importe” y listo, se habrá hecho justicia. si la obra de arte es humana. ¿La nena cumplía años? Como un
Esto fue lo que pensó el colectivo Estrella Así que –todo con muy pocas palabras, del relámpago recordé que segundos
del Oriente, formado por los artistas Da- otro lado se habla húngaro– el funcionario antes estaba leyendo una crítica al
niel Santoro, Juan Carlos Capurro, Pedro los acomoda en el lugar. Son las ocho de libro de uno de nuestros mejores
Roth, el Tata Cedrón y el cineasta Marcelo la noche, los artistas están en el museo, el poetas vivos, Alejandro Schmidt,
Céspedes. Y así armaron su proyecto “La funcionario sale y cierra la puerta, los guar- que vive en Villa María, Córdoba.
ballena va-llena”: barco enorme con la pinta dias traban y ponen las alarmas. El libro de Schmidt se llama ma-
de Moby Dick, al que se puede subir quien ¡Quietos ahí! má. ¡Por Dios, Bernardo! ¿Cómo
quiera devenir obra. “Por azar objetivo –cuenta Capurro– fui- será esa nena cuando crezca?
El primer interesado fue el Museo Histó- mos durante más de 12 horas, obras de arte ¿Es cierto que jamás sabremos
rico de Budapest. Los invitó a mostrar sus admitidas así en el museo, ya que los guar- qué, en nuestras conductas, pue-
esquemas y repartir planillas de inscripción dias nos trataron, posiblemente sin saberlo, de dejar a nuestros hijos una mar-
para subirse a la ballena. Hacia allí partió como tales”, cuenta Capurro. ca imborrable? ¿Es más terrible
el grupete. No hay mal que por bien no venga: “La ba- leerles a Kafka que colgar en sus
Esta, les advierto, es una historia de cazador llena...” tiene ahora una arista más: “Los cuartos un muñeco de peluche?
cazado. De cómo los artistas se convirtieron seres humanos convertidos en obras de ar- Todo fue producto de una cons-
si no se lo habrán ofrecido prime- en obra. De cómo esta experiencia los hará te deberán tener el derecho a no ser ence- piración, lo diré de una vez. Tinelli
ro. No, parece que no: “¡Qué pa- pensar todo otra vez. rrados en horario nocturno, bajo la excusa me tiene sin cuidado y creo que
vada!”, contesta una editora (todo Pero vamos de a poco. de proteger el patrimonio del museo”, dice. el método Panem et circenses,
por lo bajo), mientras Paredero Primero están las ilusiones, los preparativos Lo dice civilizado pero un matiz de resenti- restaurado en el Imperio tras la
está contando de cuando se cruzó de la instalación en Hungría, las traduccio- miento gotea en sus palabras. Y si no, véase muerte de Marco Aurelio, nunca
con Guinzburg en un estaciona- nes al húngaro. Después, el viaje eterno, el aquí una página del librito en el que contó impidió una revolución, porque
miento muy inundado y, moján- cansancio de la llegada, la noche de Buda- su noche de los museos. la gente no es estúpida, aunque
dose los pantalones, Guinzburg aplauda el circo (la clase no calma
fue a abrazarlo. “Lamento no la sed con limonada, diría Maiaco-
haber sido su amigo, su socio, su vski): la razón de que estuviera en
discípulo, su mucamo”, termina
emocionado y Suar se hace car- Vals del horror ese bar es que un monopolio deci-
de en mi vida, al ritmo de su déficit
go del chiste malo, fundado en la de reinversión y mantenimiento. Y
premisa “qué petiso era Guinz- Vals con Bashir se llama la película pero no la luz se corta una vez y otra. El
burg”: habrá giros glamorosos: en este documental segundo elemento en juego fue
–El que se debía estar inundando hecho con dibujos animados, el vals lo baila que, a causa de las avivadas de la
era él, y te agarró como tabla de un soldado israelí disparando en el Líbano, industria nacional, las velas pare-
salvación– . Ja ja, el público. en 1982. El film (del israelí Ari Folman) em- cen hechas de una sustancia páli-
De la emoción a la risa. Así es pieza con un ex soldado que sueña que lo da, semejante al moco, cuando se
cuando habla Ulanovsky, punzan- atacan 26 perros. Cuando entra un ejército calienta, y su luz no permite leer ni
te. “Esto no es un volver a vivir, a una aldea, le cuenta a un amigo cineasta, siquiera la novelita en cuerpo 18
eso no se puede”, dice. Habla de los ladridos dan el alerta. Entonces lo man- presurosamente editada por algún
Guinzburg como un “superhéroe daron a encargarse de los perros. Fueron 26, grupo editorial. Por eso, y sólo por
asmático”. Y dice que hay una me acuerdo de la cara de cada uno, dice. El eso, entendí la poesía de Schmidt,
materia que nos vamos a llevar a cineasta mira para adentro: él tambin estuvo no por la reseña de la revista-libro.
marzo. “Es que está el libro, pero ahí y tiene la mente en blanco. Eso hace con El miércoles, Edesur cortó la luz a
Jorge no está”. Y un poco se nos la película, busca en su memoria. Cuando se la mañana y perdí en mi laptop, la
cierra la garganta. Ya nos vamos a acuerda, se acaban los dibujos y aparecen los batería seca, esta nota que acabo
reír, pero falta. Ahora no. cuerpos destrozados de Sabra y Shatila. de reconstruir.

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