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CAPÍTULO 23

Varón de 49 años
cirrótico con
síndrome anémico

CASO CLÍNICO
Varón de 49 años hipertenso, diabético tipo II en tratamiento
dietético, alcohólico con consumo activo y fumador, que fue diag-
nosticado de cirrosis hepática en el año 2000 y que hasta 2008 tuvo
múltiples episodios de descompensación hidrópica y de peritonitis
bacteriana espontánea, hemorragias por varices tratadas con ligadura
endoscópica, varios episodios de encefalopatía hepática y síndrome
hepatorrenal tipo II. En el año 2002 fue, además, intervenido por una
hernia inguinoescrotal irreductible. El seguimiento en la consulta era
irregular y estaba en tratamiento con diuréticos, vitamina K, IBP y
beta-bloqueantes (propranolol 10 mg/12 horas) para la profilaxis
secundaria del sangrado de las varices.
En marzo del año 2008 fue derivado al servicio de urgencias de
nuestro hospital por su médico de atención primaria, por el hallazgo
de una cifra de Hb de 4,4 g/dl (volumen corpuscular medio [VCM]
82 fl) en una analítica solicitada por relatar el paciente astenia y
cefaleas progresivas. Días antes se le había extraído una muela
y había sangrado cuantiosamente por la herida. El resto de la analí-
tica era similar a las previas (Cr 1,6 mg/dl, bilirrubina 4,4 mg/dl, INR
(international normalized ratio) 1,5 y plaquetas 35.000/Ul). Dada la
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ausencia de estigmas de sangrado digestivo activo, la estabilidad


hemodinámica y la ausencia de otras descompensaciones, se deci-
C. Teruel dió transfundir el paciente 3 concentrados de hematíes y derivarlo
Sánchez-Vegazo a consultas externas. Veinte días después, el paciente volvió a ser
A. Ledo Rodríguez derivado por el médico de atención primaria por el mismo motivo,
X. A. García Aguilera esta vez con una cifra de Hb de 5,5 g/dl (VCM 85 fl) y con una situa-
F. García-Hoz Rosales ción clínica análoga. Dada la persistencia de la anemia severa y la
V. F. Moreira Vicente dificultad que existía para un seguimiento ambulatorio adecuado, se
decidió ingresar al paciente para completar el estudio de las causas
de la anemia. Durante el ingreso, el paciente requirió la transfusión de
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4 hemoconcentrados, se le realizó una gastros- hemorragias de muy difícil control al intentar des-
copia en la que se detectó gastropatía de la HTP bridar. Ante estos hallazgos, se decidió finalizar la
en grado moderado (no varices esofagogástricas) intervención, instaurándose medidas paliativas.
y fue, además, evaluado por el servicio de cirugía El paciente falleció al día siguiente.
maxilofacial, que le diagnosticó de sepsis bucal.
Se le pautó al alta una dosis de propranolol de
40 mg diarios, y se le citó para una colonosco-
pia ambulante que resultó incompleta por mala DIAGNÓSTICO DEFINITIVO
preparación y mala tolerancia del paciente. Dos
meses tras el alta, en junio de 2008, el paciente – Cirrosis hepática alcohólica avanzada.
volvió por tercera vez a urgencias con el mismo – Sangrado digestivo agudo y crónico secun-
cuadro clínico, con Hb 4,4 g/dl (esta vez micro- dario a gastropatía de la HTP.
cítica: VCM 77 fl). Dado que la terapéutica con – Crisis convulsivas de origen tóxico-metabó-
beta-bloqueantes no resultaba eficaz, se le ingre- lico.
só de nuevo y realizó terapia endoscópica con – Obstrucción intestinal secundaria a bridas
gas argón sobre una gastropatía de la HTP, que posquirúrgicas.
esta vez se graduó como severa. Se completó
además el estudio endoscópico del colon y, en él,
aunque se detectaron zonas de mucosa friables,
no se observaron hallazgos compatibles con COMENTARIOS
colopatía de la HTP. El paciente fue dado de alta
con el mismo tratamiento médico. Gastropatía de la hipertensión portal
Un mes tras esta segunda alta, el paciente
acudió a urgencias por hematemesis, sin reper-
Introducción
cusión analítica (Hb 9,4 g/dl) ni hemodinámica.
Se realizó una gastroscopia urgente que mostró
Se entiende por gastropatía de la HTP (GHP
gastropatía de la HTP severa con áreas que ase-
mejaban ectasias vasculares antrales, sin varices —o PHG, en sus siglas en inglés—) la alteración
esofágicas. Ante el alto riesgo de resangrado morfológica característica de la mucosa gástri-
dada la coagulopatía y la trombopenia, se decidió ca que aparece en los pacientes con HTP [1].
ingresarlo con una perfusión i.v. de somatostati- Se compone de dos elementos principales: el
na. Tras unos días iniciales de buena evolución, «patrón en mosaico» o en «piel de serpiente»,
al tercer día sufrió una crisis tónica-clónica, sin que consiste en un entramado poligonal que
hallazgos relevantes en la TC craneal urgente, separa áreas de mucosa sobreelevada de color
y por la que empezó a recibir anticomiciales, rosa rojizo, y las lesiones «rojo cereza», friables y
pautados por el servicio de neurología. Cinco puntiformes (unos 2 mm) que pueden confluir en
días después se le diagnosticó de neumonía áreas más extensas. Estas lesiones se localizan
aspirativa por clínica y radiología compatibles. La principalmente en el fundus y en el cuerpo, y son
función renal empeoró progresivamente, hasta menos frecuentes o llamativas en el antro. En el
que el día 12 del ingreso el paciente presentó colon y en el duodeno de estos pacientes pueden
un cuadro agudo de dolor abdominal intenso, aparecer alteraciones mucosas similares, hablán-
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distensión abdominal y disminución del ven- dose entonces de «colopatía de la HTP» o «duo-
toseo. Se le realizó una TC urgente en la que denopatía de la HTP». Histológicamente, estos
se detectaron dilatación, niveles hidroaéreos y hallazgos se corresponden con una dilatación
signos incipientes de isquemia (sin neumatosis) de vénulas y capilares, éstos con engrosamiento
en asas de intestino delgado. Se contactó con intimal, sin que haya inflamación significativa ni
los cirujanos de guardia, quienes decidieron trombos ni erosiones [2].
intervenir de manera urgente. En la laparotomía Desde la primera descripción de la entidad
observaron adherencias múltiples que confor- [3] se han elaborado varias clasificaciones, sin
maban una peritonitis plástica, y una abundante que haya un consenso sobre cuál es la mejor.
y marcada circulación colateral que provocaba La más utilizada es, probablemente, la original
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de McCormack et al., de la década de 1980 [3], lobina en los tejidos) detectan que lo que existe
modificada en el consenso de Baveno III [4]. Esta realmente es una alteración de la citoarquitectura
clasificación, aunque imperfecta, es sencilla (sólo de la mucosa gástrica que determina que el flujo
2 categorías y realizada según criterios endos- sanguíneo, a pesar de estar globalmente aumen-
cópicos simples) y tiene una elevada precisión y tado en todo el estómago, esté reducido en la
reproducibilidad [5]: mucosa. Se ha comprobado también que el flujo
sanguíneo de la mucosa no se incrementa ante la
– Leve: patrón en mosaico con eritema rosado agresión —como sería lo fisiológico [2, 17]—.
superficial,
– Grave: presencia de lesiones rojo cereza, aisla- Insuficiencia hepática
das o confluentes.
La GHP es más frecuente y persistente en los
Existen otras clasificaciones, como la del gru- pacientes con HTP de causa hepática que en los
po italiano NIEC (New Italian Endoscopic Club) que presentan causa extrahepática. Así lo han
o la de Tanoue, más complicadas y con más objetivado estudios realizados en India, Turquía
grados [6]. o Brasil, donde la HTP prehepática por esquisto-
somiasis es bastante frecuente [18-20]: 33% de
Patogenia prevalencia de GHP en pacientes con HTP por
esquistosomiasis frente al 82% en cirróticos [19],
Entre los varios elementos que influyen en la u 11% de GHP transitorias (véase, más adelante,
aparición de las lesiones que conforman la GHP, apartado de historia natural) en pacientes con
cabe destacar los que siguen. cirrosis frente al 50% en pacientes sin ella [20].
Por otro lado, la GHP es más frecuente en
HTP los pacientes con cirrosis de larga evolución:
en la serie de 373 pacientes de Primignani et
La GHP aparece sólo cuando existe HTP, al. [21], aparece en el 56% de los cirróticos de
pero, como veremos a continuación, la relación reciente diagnóstico a los que se les realiza la
entre ambas no es tan paralela como de entrada gastroscopia como cribado de varices frente al
podría intuirse [7]. 91% de prevalencia en los cirróticos a los que
A mediados de la década de 1990, varios se les controla tras un episodio de hemorragia
estudios observaron que las lesiones de la gas- por varices.
tropatía mejoraban significativamente cuando se A pesar de todo esto, y de manera similar a
aliviaba la presión portal mediante la realización lo dicho al respecto del gradiente de HTP, no está
de un shunt quirúrgico [8, 9] o la colocación de claro que la GHP sea más frecuente o más grave
una DPPI [10-12]. Además, la gastropatía es más en los pacientes con un grado de cirrosis más
frecuente y más grave si existen signos indirectos avanzado, puesto que los estudios publicados
de HTP, como la esplenomegalia o las varices arrojan resultados contradictorios: mientras que
esofágicas [13, 14]. Por lógica, se podría pensar en la serie de Primignani et al. la GHP era más fre-
que la prevalencia y severidad de la gastropatía cuente en los pacientes con Child B [21], en la de
deben ser proporcionales al grado de presión 1.050 pacientes de Fontana et al. [13], sin embar-
portal; sin embargo, los estudios que han tratado go, sí que se detectaba una mayor prevalencia
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de demostrarlo, o bien han detectado gradientes en los pacientes con mayor grado de fibrosis en
similares en pacientes sin GHP, con GHP leve o la biopsia o en los que presentaban mayor grado
con GHP severa [15], o bien sólo han detectado de disfunción hepática, como cifras elevadas de
gradientes más altos en aquéllos con GHP más bilirrubina, coagulopatía o hipoalbuminemia.
severa [16].
No se trata, por tanto, de una simple conges- Erradicación de varices esofágicas
tión pasiva de la pared del estómago: estudios de
flujo sanguíneo realizados con flujometría Doppler El hecho de que tras la erradicación de
o con espectrofotometría de reflectancia (técnica la varices esofágicas por profilaxis primaria o
que mide la cantidad de oxígeno y de hemog- secundaria del sangrado digestivo por HTP se
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produce un aumento en la prevalencia o la gra- gástrica más frágil, hecho que explicaría, por otro
vedad de la GHP, se conoce desde hace años y lado, el aumento de úlceras gastroduodenales
se ha corroborado en estudios más recientes [6, Helycobacter pylori negativas que muestran los
20-24]. El mecanismo patogénico defendido más pacientes con GHP [26].
aceptado es el que explica este hallazgo por el A pesar de que numerosos estudios han
aumento retrógrado de la presión y del flujo en intentado establecer un papel patogénico del H.
el lecho venoso gástrico que se produciría tras pylori en la GHP, éste no se ha encontrado [17].
la erradicación. Algunos estudios han planteado En el esquema de la figura 1 se sintetiza lo
otros mecanismos, como la alteración en la moti- expuesto: la elevación de la presión portal produ-
lidad gástrica secundaria a una lesión del nervio ce una daño tisular que desencadena la síntesis
vago producida por el esclerosante empleado de mediadores, como el NO y el TNF-a, que aca-
para la erradicación de las varices [25]. ban alterando la mucosa gástrica, aumentando
El pico de incidencia de GHP se produce a su fragilidad y provocando, en última instancia,
los 6 meses tras la erradicación, disminuyendo la GHP.
posteriormente. Este fenómeno podría explicarse
por la apertura de nuevos colaterales, que des- Historia natural y epidemiología
cargan de presión el lecho venoso gástrico [23].
Varios estudios han buscado determinar qué La prevalencia de la GHP en los pacientes
técnica de erradicación de varices es más segura cirróticos es difícil de establecer con exactitud, y
a la hora de inducir la aparición de GHP, pero no muestra de ello es el hecho de que las cifras que
se ha aclarado si la esclerosis es peor que la liga- deparan los estudios oscilan en un rango muy
dura con bandas elásticas o viceversa [17]. amplio: entre el 21 y el 96% [1, 7, 13, 14, 21, 22,
A pesar de la lógica aparente del mecanismo 27]. Esto se explica por el hecho de que estos
patogénico propugnado, no se puede descartar
que el aumento de la prevalencia de la GHP tras
la erradicación no se deba, al menos en parte, a
la progresión de la HTP y de la hepatopatía [17]. Hipertensión portal

Patología molecular
Congestión + daño tisular
Varios estudios han determinado con bas-
tante fiabilidad el papel en la patogenia de la ↑↑ TNF-a (¿otras citocinas?)
GHP del óxido nítrico (NO) y del TNF-a [2, 17]. El
NO, sobreproducido en los pacientes con HTP, Circulación
↑↑ ET-1 ↑↑ No hiperdinámica
tiene un efecto citotóxico y provoca aumento
de flujo sanguíneo local, mientras que la sobre- ↓ Capacidad del cirrótico
producción de TNF-a induce la síntesis de NO y defensiva
aumenta la permeabilidad vascular. Estudios en mucosa
animales han mostrado que, además, podrían
estar implicadas la endotelina-1 —que también ↑ Fragilidad mucosa ↑ Flujo sanguíneo
induce aumento de permeabilidad, además de
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gástrico
producir isquemia por vasoconstricción y aumen-
to de secreción ácida—, una reducción del espe-
sor de la capa de moco y una disminución de la Gastropatía de la HTP
angiogénesis —manifestada, p. ej., en valores
bajos del factor de crecimiento VEGF (vascular Fig. 1. Esquema de la patogenia de la GHP. En línea
endothelial growth factor). Estaríamos, por tanto, continua se muestran las relaciones de causalidad
en una situación en que el equilibrio normalmente demostradas con estudios en humanos. En línea
existente en la mucosa gástrica entre factores discontinua, las relaciones de causalidad inferidas a
agresores y defensores se alteraría en favor de partir de estudios en animales. Adaptado de Ohta
los primeros. La consecuencia sería una mucosa et al. [2].
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estudios recogen cirróticos en distintas fases evo- más severas [27, 28]. En cuanto a la gravedad,
lutivas de la enfermedad, con distintos grados de la mortalidad alcanza el 11% en algunas series,
HTP y que reciben distintos tratamientos. Además, aunque otras no detectan fallecimientos debi-
no emplean criterios diagnósticos o de clasifica- dos a hemorragia por GHP [14, 27, 29].
ción uniformes, con variabilidad interobservador – Pérdidas digestivas crónicas. La mayoría de
e incluso intraobservador. Los estudios realizados los autores consideran que es preciso rea-
con poblaciones más uniformes (cirróticos en fases lizar una colonoscopia que descarte otras
iniciales de la enfermedad a los que se les realiza patologías antes de afirmar que la GHP es
una endoscopia como cribado de varices, que no la causante de una anemia ferropénica por
han recibido tratamiento que pueda modificar la sangrado digestivo crónico. Un problema que
GHP, como ligadura endoscópica o tratamiento se presenta a la hora de estudiar esta entidad
con beta-bloqueantes) arrojan cifras de prevalen- es el riesgo de sobreestimación que supone
cia probablemente más fiables de 21,6-37%, el definir el sangrado digestivo crónico como una
90-92% leves y el 8-10% graves [13, 14]. caída de, por ejemplo, dos puntos sobre la cifra
En cuanto a la incidencia, está claro que de Hb habitual, definición que utilizan muchos
aumenta a lo largo de la evolución de la cirrosis: estudios. La incidencia de sangrado crónico es
de una incidencia anual del 3% en el primer año del 6% en 4 años [14, 27].
se pasa a una del 24% en el tercer año. Un tercio
(33-34%) de los cirróticos que no tenían GHP Como se dijo en el apartado de patogenia, el
en una endoscopia inicial la tendrán al cabo de porcentaje de úlceras gastroduodenales no aso-
4 años. Además, la incidencia también aumenta ciadas al H. pylori es mayor en los pacientes con
proporcionalmente con la gravedad de la insufi- GHP, por lo que otra manifestación posible de
ciencia hepática [14, 22]. la GHP sería la de favorecer la hemorragia diges-
La GHP no es una entidad estable, y su gra- tiva péptica de manera indirecta al debilitar los
vedad fluctúa con el tiempo [14, 21]. En la serie factores defensivos de la mucosa [26].
de Primignani et al. [21], por ejemplo, se observa En el total de pacientes con GHP, la hemo-
que la gastropatía permanecía estable en el 26% rragia por gastropatía sería la causa directa de
de los pacientes, fluctuaba en el 25%, empeora- mortalidad entre el 0,3 y el 0,8%. El análisis mul-
ba en el 23% y mejoraba, o incluso desaparecía tivariante determina que la presencia de GHP no
(«transitoria») en el 23%. influye en la supervivencia del paciente con HTP
[14, 21, 22].
Clínica
Tratamiento de la hemorragia aguda
La principal manifestación clínica de la GHP en la GHP
es la hemorragia digestiva, que puede ser aguda
o crónica: Vasoconstrictores esplácnicos

– Hemorragia digestiva alta aguda (hematemesis La vasopresina, la somatostatina y la terlipre-


y/o melenas). Supone, en algunas series, la sina han demostrado reducir el flujo sanguíneo
causa de un cuarto del total de hemorragias gástrico [30, 31]. Sin embargo, sólo se han testa-
digestivas altas del cirrótico [21]. La incidencia do en pacientes con hemorragia la somatostatina
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global sería del 7-10% en 4 años [14], pero y el octeótrido, con cifras de hemostasia primaria
mayor en las GHP graves (38% en 2 años) que del 100% en 48 horas. Al retirar la perfusión
en las leves (3,5%) [20]. Si la GHP además es es posible que se produzca resangrado, como
extensa, la incidencia puede ser hasta del 55% ocurrió en 3 de los 26 pacientes de uno de los
[14]. Por lógica, el riesgo de sangrado es mayor estudio [32, 33].
en las GHP persistentes que en las transitorias
(50% en 2 años frente a 6,7%) [20]. Sobre el Antisecretores
riesgo de resangrado hay pocos datos, con
cifras que oscilan entre el 23 y el 90%. Se Ni los anti-H2 ni los IBP han demostrado ser
acepta que este riesgo es mayor en las GHP útiles en la hemorragia digestiva por GHP [17, 33].
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Talidomida (p. ej., trombopenia o coagulopatía). Si no, y de la


misma forma que ocurre con las lesiones angio-
Este fármaco tiene acción anti-TNF-a, y se ha displásicas del colon o del estómago, el hallazgo
publicado un caso en que fue eficaz en el control de GHP en un paciente cirrótico asintomático no
de una hemorragia por GHP refractaria a otras requiere tratamiento.
medidas [34].
Beta-bloqueantes no cardioselectivos
Tratamiento endoscópico
Estos fármacos reducen el flujo sanguíneo
El tratamiento endoscópico no tiene un papel gástrico [36], así como la incidencia de resangra-
establecido en el tratamiento de la hemorragia por do de manera significativa: en un estudio sobre
GHP, y la mayoría de autores sugieren que es una 54 pacientes cirróticos con hemorragia digestiva
opción si se detecta un punto sangrante concreto aguda o crónica secundaria a GHP, el riesgo de
o si la GHP es tan severa que se asemeja a una resangrado a los 20 meses fue del 48% en los 26
ectasia vascular antral gástrica o GAVE (entidad tratados y del 93% en los 28 tratados con place-
en que sí se recomienda el tratamiento endos- bo [28]. Parece que los beta-bloqueantes tam-
cópico de primera línea). En caso de aplicarse, bién podrían evitar la aparición de la gastropatía:
tampoco está claro qué técnica es la mejor, si la en un ensayo clínico con 74 pacientes cirróticos
esclerosis, la coagulación con plasma de argón o a los que les habían ligado las varices por un epi-
alguna otra [1]. sodio de hemorragia, la prevalencia de GHP pasó
El único estudio que analiza la eficacia del en un año del 22% antes de la ligadura al 31% en
tratamiento endoscópico, en concreto la coa- los 34 pacientes que fueron distribuidos de modo
gulación con argón plasma (APC), fue publicado aleatorio a recibir beta-bloqueantes, mientras
recientemente. Este tratamiento se aplicaba en que en los 40 que no los recibieron la prevalencia
varias sesiones a 29 pacientes con lesiones aumentó del 17 al 67% [23].
vasculares gástricas que habían sangrado, de
los cuales 11 presentaban GHP (un estudio Losartán
endoscópico exhaustivo previo descartó otras
causas). Éstos fueron tratados con una media Los antagonistas de los receptores de angio-
de 2,2 sesiones endoscópicas (hasta resolución tensina II reducen la presión portal, y un estudio
endoscópica de las lesiones), logrando una efi- del 2006 [37] mostró que una dosis de 50 mg
cacia en el control de la hemorragia del 81%, sin diarios durante 1 mes mejoraba la severidad de
que detectaran resangrado tras un seguimiento la gastropatía en 6 pacientes.
medio de 22 meses [35].
Corticoides
Profilaxis secundaria o tratamiento
del sangrado digestivo crónico En un caso aislado, con 20 mg diarios de
por GHP prednisona se logró controlar la anemia de un
paciente con GHP y sangrado crónico que había
Se recomienda realizar profilaxis secundaria sido refractaria a beta-bloqueantes [38].
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en los casos de GHP que ya han originado una


hemorragia digestiva aguda; las técnicas usadas DPPI
son las mismas utilizables para el tratamiento
de la anemia ferropénica secundaria a sangrado Las derivaciones portosistémicas percutá-
digestivo crónico. Respecto a la realización de neas han demostrado su utilidad en la GHP, pues
profilaxis primaria de sangrado, no hay recomen- disminuyen el flujo gástrico total, pero aumentan
daciones concretas en la literatura médica, y pro- el de la mucosa, mejoran o resuelven las lesiones
bablemente (no hay evidencia sólida al respecto) endoscópicas características de la GHP y, ade-
sólo se podría plantear en pacientes con una más, disminuyen las necesidades de transfusión
GHP muy severa y factores de riesgo añadidos en el 75% de las GHP severas [10-12].
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Shunt portosistémico quirúrgico nica, se asocia a multitud de otras enfermedades


(insuficiencia renal crónica, enfermedades auto-
Dos estudios con un total de 20 pacientes inmunes, etc). Se consideran como mecanismos
que presentaron hemorragia por GHP mostraron patogénicos el estrés mecánico y el acúmulo de
un 100% de resolución de la gastropatía tras la sustancias vasoactivas en la mucosa, y se ha
realización de esta cirugía [8, 9]. comprobado que, aunque el GAVE aparece en
pacientes con insuficiencia hepática muy avan-
Embolización esplénica zada y que puede desaparecer tras el trasplante
hepático, el tratamiento de la HTP (DPPI, beta-
Mejora el flujo de la mucosa y las lesiones bloqueantes, etc.) no es eficaz [11, 17, 43]. El
endoscópicas [39], y en un caso aislado se con- tratamiento endoscópico del GAVE, a diferencia
troló una anemia crónica severa tras la realización de la GHP, ha sido mucho más estudiado y ha
de esta técnica [40]. demostrado su eficacia, por lo que aparece en
primera línea de tratamiento: además de la coa-
Diagnóstico diferencial gulación con APC (lo más estudiado) es posible
con la ectasia vascular antral utilizar otras técnicas, como la crioterapia o inclu-
so la ligadura con bandas elásticas [17, 35, 41,
La GHP y la GAVE presentan un aspecto en- 42, 44-46]. En casos de dificultad para realizar el
doscópico que a veces es muy similar y producen diagnóstico diferencial y teniendo en cuenta que
la misma clínica (hemorragia aguda o anemia la terapéutica es diferente, algunos autores reco-
ferropénica). A pesar de que en un principio se miendan realizar biopsia de la mucosa gástrica:
consideraba que eran manifestaciones diferentes son característicos del GAVE los trombos y la
de una misma entidad, actualmente se acepta que intensa fibrohialinosis [17, 41, 42].
son dos patologías independientes, con patogenia
y tratamientos diferentes (tabla 1) [17, 41-43].
Aunque un 30% aproximadamente de los
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