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° 45 • JUNIO 2000
PUBLICACION
CIENTIFICO TECNICA
PARA EL PROFESIONAL
DE LA CLINICA DE
PEQUEÑOS ANIMALES
Director:
Dr. Fidel San Román Ascaso
taff
DIRECTOR:
PROGRAMA 2000 Dr. Fidel San Román Ascaso
Director del Hospital Dirección Editorial:
N.o 43 (Febrero)
Clínico Veterinario. Guillermo Garzón Fdez.-Conde
BASES PARA LA GESTIÓN Catedrático de Cirugía
EN CENTROS VETERINARIOS Facultad de Veterinaria. Coordinación Editorial:
Universidad Complutense de Elena Malmierca Lerma
Juan A. Aguado Madrid
N.o 44 (Abril) DIRECTOR HONORIFICO: Dirección de Producción:
Dr. Juan José Tabar Barrios Fernando Latorre Margolles
INTERPRETACIÓN DE Centro Policlínico Veterinario
ELECTROCARDIOGRAMAS “Raspeig” San Vicente. Alicante Dirección Artística:
Paloma García DIRECTORES DE LA MONOGRAFíA: José Luis García Alonso
N.o 45 (Junio) Mª Mercedes Sánchez de la Muela
Profesor Titular de Cirugía. Coordinación de Realización y
PATOLOGÍA DEL OÍDO Jefe del Servicio de Cirugía Maquetación:
EN PERRO Y GATO Hospital Clínico Veterinario. Isabel Velasco Granados
Facultad de Veterinaria. Madrid
Fidel San Róman
Guadalupe Miró Corrales Reproducción Fotográfica e
N.o 46 (Agosto) Profesor Titular del Dpto. Patología Infografía:
Animal I (Sanidad Animal). Pablo Bravo Avilés
ENFERMEDADES ESPINALES (II) Hospital Clínico Veterinario
Tomás Fernández Facultad de Veterinaria. Madrid Supervisión y Corrección de
o
N. 47 (Octubre) COLABORADORES: Textos:
Cediel Algovia, R. Marta Martínez Sandoval
MEJORA Y CONSERVACIÓN
GENÉTICA CANINA García Fernández, P.
Llorens, P. Composición de Textos:
Cecilio Barba Marín García, P. Mª Dolores Llano García
Martín Ortí, R.
N.o 48 (Diciembre) Ortega, N. Colaboradores:
Rodríguez-Bertos, A.
ATOPIAS Y ALERGIAS ALIMENTARIAS
Rodríguez-Quirós, J. Mª Luz Franco Fdez- Conde
EN PERRO Y GATO San Román, F. Cristina Plaza Fonseca
Ana Ríos Beatriz García Martín
ndice
EDITORIAL
BIBLIOGRAFÍA
ÍNDICE DE COLABORADORES
ditorial
C UANDO la revista Canis et Felis nos propuso desarrollar el tema de las enferme-
dades del oído en una monografía, la idea fue acogida por todos nosotros,
coordinadores y colaboradores, con gran satisfacción.
En nuestra opinión, esta parte de la medicina y de la cirugía de los pequeños animales ha sido
infravalorada, lo que ha conducido en muchos casos a situaciones extremas.
Con frecuencia la enfermedad está relacionada con detalles anatómicos propios del animal. Asimis-
mo, debido al desconocimiento del propietario, muchas veces no se lleva a cabo una atención higié-
nica correcta, medida preventiva que evitaría muchos problemas. En otras ocasiones la afección es
reconocida demasiado tarde y, al no ser considerada un problema "vital", puede pasar a un segun-
do plano o incluso ser "tratada" por el dueño. La utilización no sistemática de productos tópicos sue-
le empeorar la situación.
Una buena medicina preventiva o una cirugía con carácter preventivo que modifique la anato-
mía y permita una buena aireación del conducto auditivo externo, son dos medidas a las que
tenemos que acudir para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.
Nuestro objetivo con esta monografía es ofrecer estas pautas simples pero efectivas. Asimismo,
queremos señalar que todo el material iconográfico presentado pertenece a los Departamentos
de Patología Animal I y II de la Facultad de Veterinaria de Madrid.
E
L oído, o más correctamente dicho, el órgano vestíbulo coclear, va a permitir no sólo la audición
del animal, sino que también va a proporcionarle el sentido del equilibrio.
Este órgano está dividido, desde el punto de vista didáctico, en tres porciones: el oído exter-
no, el oído medio y el oído interno. El oído externo está formado por el pabellón auricular y
el conducto auditivo externo. El oído medio que comprende la cavidad timpánica, la mem-
brana timpánica , la cadena de huesecillos (osículos auditivos) con los ligamentos y músculos relaciona-
dos y la tuba auditiva que lo conecta con la faringe. Ambas porciones representan un aparato de colec-
ción y conducción de las sonidos, hacia la última porción que es el oído interno.
El oído interno incluye la cóclea y los canales semicirculares y en él se realizan las dos funciones del oído,
audición y equilibrio, de tal manera que los estímulos mecánicos producidos por las ondas sonoras se trans-
forman en impulsos nerviosos en la cóclea por un lado y, por el otro, la acción de pequeñas cantidades de
líquido y cristales microscópicos actuando sobre los neuroreceptores del vestíbulo ocasionan una percepción
de la actitud y del movimiento de la cabeza con respecto a la gravedad.
De las tres porciones, únicamente el oído externo es visible, las otras dos están alojadas en el hueso temporal.
E
L oído está dividido en piel y un entramado complejo de músculos que le confiere
tres porciones: oído exter- gran movilidad.
no, oído medio y oído El cartílago auricular está formado por una capa simple
interno (fig. 1). de cartílago elástico, delgado y plegable en su extremo dis-
El oído externo compren- tal, más grueso y menos plegable en su extremo proximal,
de el pabellón auricular, vulgarmente donde está enrollado en forma de tubo, conformando el
conocido como oreja, y que es la parte cartílago del meato acústico que es la parte que va a sus-
que sobresale de la cabeza y que reci- tentar la porción distal del meato acústico externo.
be directamente del exterior las ondas Está perforado por gran número de orificios que son
sonoras, y el meato acústico externo lugar de paso de vasos sanguíneos, ya que la oreja está
que es el conducto que las canaliza ricamente vascularizada. En él podemos diferenciar una
desde la base del pabellón hasta el tím- parte libre y una base o concha auricular.
pano, y que se extiende a través de una En la parte libre distinguimos una cara externa más o
apertura del hueso temporal. menos convexa según la especie, llamada dorso de la
oreja; una cara interna, cóncava, denominada escafa, y
un borde libre, externo, el hélix, que finaliza distalmente
Pabellón auricular o pinna (fig.2) de modo puntiagudo en el vértice auricular.
Si seguimos este vértice, podemos del cartílago auricular denominada plica antitrágica o
definir en el hélix un borde rostrome- antehélix y que delimita la concha de la escafa.
dial, llamado borde trágico y un borde La base del pabellón o concha auricular rodea tubu-
caudolateral que es el borde antitrági- larmente el comienzo del conducto auditivo externo que
co. El borde trágico finaliza en sentido proseguirá en profundidad en el interior del meato acús-
proximal con los pilares (raíces) del tico óseo. Está constituida por los pilares del hélix y por
hélix, medial y lateral. En posición dis- dos eminencias cartilaginosas: el trago y el antitrago.El
tal a los mismos se localiza en los car- trago es una lámina cartilaginosa cuadrangular situada
nívoros una pequeña proyección deno- opuesta al antehélix, que forma el borde rostromedial de
minada espina del hélix. la entrada de la cavidad conchal. Está separado rostro-
La concha es la continuación de la medialmente del pilar lateral del hélix por la incisura pre-
escafa y llega proximalmente has ta el trágica y caudolateralmente del antitrago por la incisura
canal auditivo. En carnívoros es carac- intertrágica (las incisiones para el drenaje del canal audi-
terística la presencia de una cresta tivo comienzan por lo general en este lugar).
transversa situada rostralmente en la El antitrago es un cartílago elongado situado cau-
pared medial de la porción proximal dal al trago y forma la pared rostrolateral de la cavi-
Cavidad timpánica poral. Contiene dos ventanas a través de las cuales los estí-
mulos mecánicos producidos por las ondas sonoras entran
La cavidad timpánica es, esencial- en el oído interno para ser traducidas en impulsos sonoros.
mente, un pequeño espacio relleno de La ventana en situación más dorsal es la ventana oval o
aire limitado por unas paredes. En su vestibular y conecta la cavidad timpánica con el vestíbulo
pared dorsal, denominada pared teg- del oído interno. Está cerrada por la base del estribo, el
mentaria, se encuentra el receso epi- más medial de los huesecillos auditivos; ventral a la misma
timpánico. En este divertículo se aloja se encuentra la ventana redonda o coclear que comunica
la cadena de huesecillos auditivos y los con la cóclea y que está cerrada por la membrana timpá-
dos músculos asociados a ellos. nica secundaria; ventral a las dos ventanas la pared
La pared laberíntica es la pared medial sobresale formando una prominencia convexa, el
medial de la cavidad timpánica y perte- promontorio (que es la proyección producida por la vuel-
nece a la porción petrosa del hueso tem- ta basal de la cóclea).
En la pared caudal de la cavidad nua con el recubrimiento del meato acústico interno, la
timpánica o pared mastoidea se locali- más profunda está constituida por la misma mucosa
za la abertura del canal de la cuerda aglandular que tapiza la cavidad timpánica. Entre
del tímpano. Además, en los carnívoros ambas capas existe un estrato formado por fibras con-
esta pared se comunica con una exten- juntivas que se condensan y engruesa periféricamente
sión del hueso te mp o ral conocida formando un anillo fibrocartilaginoso que se une fir-
como la bulla timpánica, formada por memente al anillo óseo timpánico del hueso temporal;
una sola celda. éste último se interrumpe dorsalmente por una escota-
La pared carotídea corresponde a dura, la incisura timpánica de la parte escamosa del
la pared rostral, se relaciona con el hueso temporal; que se extiende por el techo del
canal carotídeo y en ella se abre el ori- meato acústico externo. Esto hace que consideremos
ficio de entrada de la tuba auditiva que en la membrana timpánica dos partes: una porción
comunica la cavidad timpánica con la tensa, que es la que se fija al anillo timpánico, y una
nasofaringe. pequeña porción fláccida, de forma triangular, que es
Finalmente, la pared membranosa la parte dorsal de la membrana que cierra la escota-
es la pared lateral de la caja del tím- dura; esta parte se afecta considerablemente en el
pano y está formada principalmente caso de lesiones.
por la membrana timpánica. El mango del martillo, el más lateral de los hueseci-
llos auriculares, está incluido en la superficie medial
Membrana timpánica de la membrana timpánica siguiendo el eje mayor de
la misma. La tensión existente en la cadena de huese-
La membrana del tímpano es un cillos hace que el manubrio (mango) del martillo tire
tabique membranoso que separa la luz de la membrana timpánica medialmente, hundiendo su
del meato acústico externo de la cavi- superficie lateral. El punto más deprimido se denomina
dad timpánica. Transmite las ondas umbro de la membrana del tímpano (cazoleta de la
sonoras llegadas por el conducto audi- membrana timpánica) y se corresponde con la parte
tivo externo a los huesecillos del oído más distal del mango del martillo.
medio. Es semitransparente y de con- La presencia de la apófisis lateral del mango del mar-
torno elíptico; se encuentra situada de tillo causa una elevación en la cara externa de la mem-
forma inclinada en el meato, de tal brana timpánica denominada prominencia malear.
manera que su parte dorsal es más Cuando se examina la super ficie externa del tímpano
lateral que su parte ventral, estando con un otoscopio, se observa en él una banda luminosa,
orientado su eje mayor en dirección la estría malear, que es el reflejo del mango del martillo
rostrocaudal. A consecuencia de ello la a través de la fina membrana timpánica.
superficie de la misma es siempre
mayor que el diámetro del meato acús- Huesecillos auriculares
tico externo.
La membrana timpánica es delga- La transmisión de las ondas sonoras a través de la
da en su centro, engrosándose hacia cavidad timpánica está mediada por una cadena de hue-
la periferia. Estructuralmente consta secillos que se extiende desde la membrana del tímpano
de tres capas: la más superficial es hasta la ventana oval, de tal manera que transmiten a la
una epidermis delgada que se conti- perilinfa del vestíbulo y del caracol las vibraciones de la
membrana timpánica producidas por coide, el hueso lenticular, que se encuentra interpuesto
las ondas sonoras. Estos huesecillos se en la articulación entre el yunque y el estribo.
conocen, según una secuencia latero- El estribo es el más pequeño y el más interno de los
medial, con el nombre de martillo, yun- huesecillos del oído. Consta de una cabeza, que es la
que y estribo (del latín malleus, incus y parte que se articula con el yunque a través del hueso
stapes) debido a su imaginaria seme- lenticular, de dos ramas (rostral y caudal), unidas por
janza con estos objetos. una fina membrana conjuntiva, y de una base que cierra
Se sitúan de modo que el mango la ventana vestibular, estando unida al margen de la
(manubrium) del martillo está incluido misma por el ligamento estapedio anular. El estribo está
en la membrana timpánica, su cabeza movido por el músculo más pequeño del organismo, el
sobresale varios milímetros por encima músculo estapedio; éste llega desde la pared de la cavi-
de la membrana, articulándose dad timpánica a inser tarse en la cabeza del mismo; está
mediante un diartrosis con el cuerpo inervado por la rama estapedia del nervio facial.
del yunque ; éste último se articula con
la cabeza del estribo y, finalmente, la Trompa o tuba auditiva
base del estribo asienta sobre la venta-
na vestibular. La tuba auditiva, también llamada trompa de Eusta-
El martillo es el más externo de los quio, es un canal que conecta la porción anterior de la
huesecillos auditivos; consta de una caja del tímpano con la nasofaringe. Consta de una
cabeza, un mango y varias prolonga- parte ósea caudal y una parte cartilaginosa ro st ral y
ciones o apófisis de las cuales la más más larga, delimitadas por una constricción, el istmo
interesante es la apófisis muscular de la tuba auditiva. Se abre en el oído medio a través
situada en la base del mango, ya que del orificio timpánico, por un lado, y por el otro, en la
sirve de inserción al músculo tensor del pared lateral de la faringe, a través del orificio farín-
tímpano. Este músculo está inervado geo. Es un tubo corto y estrecho, comprimido lateral-
por un ramo del nervio mandibular que mente y habitualmente colapsado; se abre temporal-
procede a su vez del nervio trigémino. mente cada vez que el animal traga o mastica lo que
El mango del martillo se relaciona permite la evacuación de las secreciones elaboradas
medialmente con la cuerda del tímpa- por las células caliciformes y las glándulas de la muco-
no, que es un nervio de naturaleza sen- sa de la cavidad timpánica.
sitiva procedente del nervio facial. Su importancia radica en permitir la llegada del aire
El yunque es más pequeño que el al oído medio estableciendo así un equilibrio entre las
martillo y se halla interpuesto entre presiones de los dos lados de la membrana timpánica.
éste y el estribo. Presenta un cuerpo y Las paredes de la cavidad timpánica, así como los ele-
dos ramas o pilares. El cuerpo posee mentos que contiene, están tapizadas por la mucosa tim-
una fosa que se adapta a la cara arti- pánica, la cual se continúa con la mucosa de la tuba audi-
cular del martillo. De las ramas, una es tiva. La mucosa timpánica presenta una serie de pliegues
corta y la otra larga; la primera está como son los pliegues malear rostral y caudal que unen
unida a la pared del receso epitimpá- la parte proximal del mango del martillo a la parte dor-
nico, mientras que la segunda finaliza sal del anillo timpánico, rostral y caudalmente respecti-
en una apófisis lenticular que se rela- vamente; el pliegue de la cuerda del tímpano, que es el
ciona con un pequeño nódulo óseo dis- pliegue de mucosa que cubre el nervio de la cuerda del
tímpano cuando, después de abando- encuentra alojado en el interior de un laberinto óseo lige-
nar el nervio facial, pasa a través de la ramente mayor que éste, quedando entre los dos un
cavidad timpánica cruzando por la minúsculo espacio que contiene perilinfa y trabéculas de
parte dorsal de la membrana timpáni- tejido conjuntivo que sujetan el laberinto membranoso al
ca y el martillo, para ir a unirse al ner- laberinto óseo.
vio lingual, y los pliegues del yunque y El laberinto membranoso (fig. 4) es un sistema cerra-
del estribo que recubren a estos hue- do de delicados conductos membranosos y cavidades
sos, respectivamente. formado por una túnica de naturaleza conjuntiva, de una
La inervación sensitiva de la mucosa membrana basilar e internamente de un epitelio simple
proviene de dos ramas del nervio glo- sensorial. Su interior contiene endolinfa; precisamente
sofaríngeo, los nervios petroso menor los movimientos de la misma dentro del sistema son los
y carotidotimpánico, que conforman el que estimulan a las fibras sensitivas de la pared mem-
plexo timpánico. branosa.
La vascularización sanguínea corre
a cargo de las arterias y venas timpá-
nicas craneales y caudales proceden-
tes de la carótida externa.
El drenaje linfático de la caja del
tímpano se efectúa en los linfocentros
parótido y retrofaríngeo.
OÍDO INTERNO
Dentro del laberinto membranoso tos de la cabeza, y enviando los impulsos al sistema ner-
podemos considerar dos partes, una vioso central.
estática y otra sensitiva. La porción auditiva es el caracol o cóclea; éste es el
La porción estática o aparato del órgano sensorial propiamente dicho, ya que contiene el
equilibrio se compone de dos divertícu- órgano terminal del nervio coclear y los impulsos genera-
los vestibulares y de los tres conductos dos en él dan como consecuencia la audición. Está forma-
semicirculares membranosos. Los diver- do por el conducto coclear membranoso, que es un tubo
tículos vestibulares son el sáculo y el largo y cerrado lleno de endolinfa que se encuentra unido
utrículo; están situados uno junto al al sáculo por un corto conducto. Los dos extremos del con-
otro y están conectados entre ellos por ducto coclear membranoso terminan en el fondo de saco
el conducto utriculosacular. Este con- ciego y se denominan ciego vestibular y ciego cupular. Se
ducto presenta una prolongación lla- sitúa en el interior del conducto coclear óseo describiendo
mada conducto endolinfático que va a varias espiras en torno al eje del caracol, del mismo modo
atravesar el acueducto del vestíbulo que lo hace éste, hallándose incluido entre las dos escalas.
hasta la duramadre, y que finaliza en En todo su recorrido el conducto coclear está limitado
un fondo de saco ciego, el saco endo- por tres paredes que definen su luz. La más periférica,
linfático, en el espacio epidural. En que es tá sujeta por el ligamento espiral al periostio del
este lugar será reabsorbida la endolin- conducto óseo, tiene un epitelio que se encarga de segre-
fa segregada por el epitelio que tapiza gar la endolinfa que circula por el interior del mismo. La
el laberinto membranoso. pared adyacente a la escala vestibular se denomina
En las paredes mediales del utrículo pared o membrana vestibular, mientras que la que está
y del sáculo existen dos áreas recepto- adyacente a la escala timpánica es la pared timpánica
ras denominadas manchas o máculas que contiene a la lámina basilar, que juega un importan-
estáticas que registran la posición de la te papel en la percepción del sonido, ya que en ella se
cabeza con respecto a la gravedad. localiza el órgano espiral o de Corti que genera impul-
Los tres conductos semicirculares sos nerviosos en respuesta a las vibraciones sonoras y
membranosos se designan con los nom- que son transmitidos por la porción coclear del nervio
bres de anterior, posterior y lateral y vestibulococlear al sistema nervioso central .
emergen de la cara del utrículo contra- El laberinto óseo está excavado en el hueso temporal,
ria de la que mira hacia el sáculo. contiene al laberinto membranoso y en él podemos dife-
Cada uno de ellos presenta en uno de renciar las siguientes partes (fig. 5): el vestíbulo, los con-
sus extremos una dilatación: la ampolla ductos o canales semicirculares óseos, la cóclea o cara-
membranosa situada en el punto de col óseo y el conducto o meato acústico interno.
unión con el utrículo, en cuyo interior El vestíbulo es la cámara central del laberinto óseo, con-
se localizan las crestas de las ampollas tiene al utrículo y al sáculo. Es una cavidad redondeada
o estáticas, que son unas crestas semi- separada en dos recesos por la cresta vestibular, el receso
lunares que están cubiertas de un neu- esférico, situado en posición anterior, donde se aloja el
roepitelio sensorial que capta a través sáculo, y el receso elíptico en posición posterior, donde se
de sus células receptoras los cambios aloja el utrículo. En la cavidad del vestíbulo van a desem-
de presión producidos por los movi- bocar los conductos semicirculares por cuatro orificios; ade-
mientos de la endolinfa que está en su más, en la pared medial del mismo existen unas áreas cri-
interior, provocados por los movimien- bosas para el paso de fibras que conforman el nervio ves-
con una prolongación periférica corta y Los impulsos procedentes del equilibrio son transmi-
otra central larga. La prolongación peri- tidos al encéfalo a través de las terminaciones centra-
férica es la que termina en el órgano les de las células bipolares localizadas en el ganglio
espiral de Corti mientras que la prolon- vestibular, que se encuentra situado en el conducto
gación central se va a dirigir hacia el auditivo interno, y forman la porción vestibular del ner-
encéfalo, de tal modo que desde el gan- vio vestibulococlear, que finaliza en los núcleos ve st i-
glio espiral los impulsos se transmiten a bulares encefálicos. Las terminaciones periféricas de
lo largo de las fibras nerviosas situadas estas células están distribuidas en las máculas del utrí-
en los canales longitudinales llegando culo y del sáculo (posición de la cabeza), así como en
hasta la base del modiolo, donde las las crestas ampulares de los canales semicirculares
fibras se unen constituyendo la porción (movimientos de la cabeza).
coclear del nervio vestibulococlear que El oído interno está irrigado por la arteria laberíntica,
finaliza en los núcleos cocleares del una rama de la arteria basilar y las venas son satélites de
encéfalo. las mismas.
N. ORTEGA, G. MIRÓ
C
ONSIDERAMOS otitis externas todos aquellos procesos inflamatorios que afectan al oído
externo desde el pabellón auricular hasta la membrana timpánica.
La etiología de estos procesos es muy variable y se manifiesta con mucha frecuencia en la
práctica clínica con una prevalencia de hasta un 20% en los perros y un 2% en los gatos.
Pueden presentarse como cuadros agudos de aparición repentina o, por el contrario, pue-
den ser de evolución lenta y progresiva.
La evolución de las otitis externas puede desembocar en otitis medias y/o internas, de pronóstico
mucho más desfavorable, por lo que es imprescindible realizar un diagnóstico precoz y, sobre todo, un
correcto diagnóstico etiológico, para evitar instaurar tratamientos empíricos inapropiados que empeoren
y cronifiquen el proceso.
En el estudio del oído es conveniente actuar de forma metódica pues hay factores que no pueden
dejar de ser evaluados (estado de la membrana timpática, presencia de cuerpos extraños, patologías
concomitantes…) y que nos pueden conducir a un fracaso terapéutico.
N
ORMALMENTE las otitis Terriers–, o razas con estenosis evidentes –Shar-pei
externas son procesos (fig. 2)– acuden con más frecuencia al veterinario por
de etiología multifacto- este motivo.
rial, por lo que resulta Todas los perros pertenecientes a estas razas tienen
difícil identificar qué fac- en común, por uno u otro motivo, una estructura anató-
tor o factores son los que están real- mica que dificulta la oxigenación y provoca un cierto
mente implicados. No por ello debemos aumento de la temperatura en el conducto auditivo, lo
restarle importancia y, sin embargo, sí que conduce a un desequilibrio y/o disbiosis que favore-
debiéramos dedicar el tiempo necesario ce la aparición del proceso.
hasta establecer un correcto diagnósti- Una excepción es el perro Pastor alemán (fig. 3) que,
co etiológico (tabla I). sin pertenecer a ninguno de los grupos anteriores, es una
En 1986, August propuso una clasifi- raza predispuesta a padecer otitis debido a que tiene
cación de los distintos factores que pue- una anatomía muy particular: la porción horizontal del
den intervenir de forma directa o indi- conducto auditivo es más estrecha y más larga que en
recta en la presentación de las otitis, que
otras razas, lo que impide que las secreciones se elimi-
resulta de gran utilidad. Así, diferencia:
nen de forma espontánea.
— Factores predisponentes: aquellos
Grado de humedad
que por sí mismos no causan enferme-
dad pero pueden favorecer e incre- Una humedad elevada favorece la aparición de un
mentar el riesgo de padecer otitis.
microclima en el conducto auditivo externo, lo que pro-
— Factores primarios: aquellas con-
voca una excesiva maceración del epitelio e inflamación
diciones o desórdenes que inician el
del mismo.
proceso inflamatorio, es decir, aquellos
Es típico de perros que se bañan muy frecuentemente,
factores directamente implicados en la
como perros de caza (Cocker Spaniel o Labrador) o que
aparición de las otitis.
habitan en zonas muy húmedas.
— Factores perpetuantes: aquellos
factores que favorecen la instauración
y/o cronificación de es tos procesos. Obstrucción del conducto
• Celulitis juvenil
Fig. 1.— Cocker Spaniel (raza pedispuesta Fig. 2.— Cachorro de Shar-pei (raza predis-
al padecimiento de otitis). puesta al padecimiento de otitis).
Fig. 3.— Otitis izquierda en un perro Pastor Fig. 4.— Hiperplasia del conducto auditivo
alemán (predisposición racial). externo en un Shar-pei.
Tratamientos erróneos Son muy habituales las otitis producidas por la pre-
sencia de espigas y semillas (figs. 5a y 5b), mucho más
La instauración empírica de trata- frecuentes en perros que en gatos y, obviamente, se
mientos genéricos erróneos, tales como trata de procesos con un marcado carácter estacional.
antisépticos irritantes o el abuso de anti-
bióticos, supone un importante desequili-
brio de la flora normal del oído y la colo- Otoacarosis
nización de éste por parte de ciertos
agentes patógenos. Otodectes cynotis es el ácaro productor de la otoaca-
rosis (fig. 6) Las otitis parasitarias pueden llegar a repre-
Factores primarios sentar el 10% de las otitis externas en perros y hasta el
50% en gatos (Carlotti, 1991).
Son aquellos que inducen directa-
Se trata de un parásito obligado que se encuentra nor-
mente la inflamación del conducto
malmente parasitando el conducto auditivo, aunque
auditivo externo. Pueden ser factores
puede provocar diferentes lesiones en la piel del pabe-
externos o formar parte de patologías
o desórdenes internos. llón e incluso del cuello (fig. 7).
En el gato se han descrito reacciones de hipersensi-
Factores externos blidad que dan lugar a un proceso inflamatorio de
cierta consideración aunque la carga parasitaria sea
Cuerpos extraños
b aj a .
Representan una de las causas más En general, se trata de otitis ceruminosas y el exu-
frecuentes, dando lugar a otitis de carác- dado ótico es de color marrón-negruzo característico
ter agudo y con frecuencia unilaterales. (fig. 8).
Factores internos
Dermatosis alérgicas
Seborreas
Fig. 11.— Otitis externa en un perro Pastor Normalmente, las seborreas son secundarias a otros
alemán con dermatitis atópica. procesos como endocrinopatías (hipotiroidismo), dermato-
sis alérgicas crónicas, parasitosis o desequilibrios lipídicos.
Enfermedades autoinmunes
Celulitis juvenil
Asimismo debemos realizar pregun- pre un buen examen físico general. De esta forma,
tas concretas relacionadas con la pato- podremos evidenciar la presencia de procesos concomi-
logía del oído: tantes como linfadenopatías (alteraciones en el sistema
inmune, enfermedades infecciosas), conjuntivitis (presen-
— Afección uni o bilateral. cia de un cuadro alérgico), abdomen péndulo (síndrome
— Presentación aguda o crónica. de Cushing), tumores testiculares o ginecomastia (por
— Presencia de dolor y/o prurito. endocrinopatías), que de otro modo podrían pasar desa-
— Antecedentes de otitis (en caso percibidos.
Además, el examen general debe incluir un buen exa-
positivo respues ta a tratamientos ante-
men neurológico para descartar afecciones del oído
riores).
medio y/o interno.
— Estacionalidad del proceso.
Piel
Examen físico general
Son muy numerosas las dermatosis que pueden cursar o
Aunque sea obvia la presencia de inducir la aparición de una otitis y que debemos controlar
una otopatía, debemos realizar siem- simultáneamente. Principalmente debemos tener en cuenta:
PATOLOGÍA DEL OÍDO EN PERRO Y GATO
— Algunas parasitosis: sarna sarcóp- rior hasta la primera porción del conducto auditivo
tica, demodicosis. para apreciar posibles cambios de consistencia (fibro-
— Alergias: atopia, alergia alimenta- sis, calcificación) o signos de dolor.
ria, DAPP.
— Endocrinopatías. Examen otoscópico
— Enfermedades autoinmunes.
Este examen constituye uno de los puntos clave en el
En estos casos para establecer un diagnóstico de las otitis (fig. 16). Se debe realizar con-
buen diagnóstico, podemos recurrir a: cienzudamente lo que implica disponer de un buen apa-
rato y tomarse todo el tiempo necesario para valorar los
— Hemograma y bioquímica san- siguientes puntos:
guínea.
— Raspados cutáneos para la eviden- — Presencia/ausencia de cuerpos extraños.
ciación por microscopía óptica de la pre- — Estado del epitelio del conducto.
sencia de ácaros. — Cantidad y calidad de los exudados.
— Dietas de eliminación (cuando sos- — Valoración de la membrana timpánica.
pechemos de una alergia alimentaria
subyacente). Es un procedimiento que puede resultar doloroso, por lo
— Tests intradérmicos o detección de que en algunos casos es necesario recurrir a la sedación
IgE (atopias). total o parcial del animal (con acepromacina, medetomidi-
— Tests hormonales de estimulación. na, diazepan o ketamina) en los casos más graves, para
— Biopsia cutánea. proceder, en primer lugar, a una buena limpieza o a un
estudio radiológico.
EXAMEN DEL OÍDO Si el animal es tranquilo y no tiene mucho dolor se
puede intentar su inmovilización pero si, por el contra-
rio, es un animal nervioso o presenta dolor intenso, el
Pabellón auricular
El análisis del exudado tanto principalmente tres tipos de medios: agar sangre, agar
macroscópica como microscópicamen- Mconkey y agar Sabouraud, medios en los que se pueden
te resulta de gran utilidad para el diag- aislar las distintas cepas bacterianas y agentes fúngicos
nóstico del grado de implicación de implicados en las otitis.
ciertos microorganismos en la otitis.
Tomaremos las muestras mediante un VALORACIÓN DEL ESTADO DE LA MEMBRANA
hisopo estéril, tratando de obtener una TIMPÁNICA
muestra representativa del interior del
canal auditivo externo. A partir de esta El conocimiento del estado de la membrana timpánica
muestra podemos realizar distintos resulta imprescindible en el manejo de cualquier tipo de
exámenes de gran utilidad: otitis.
Examen macroscópico Son muchos los productos tópicos que pueden resultar
ototóxicos, máxime si el tímpano está lesionado. Hasta el
— Exudado marrón-negruzco denso 50% de los perros sometidos a terapias tópicas tienen la
y húmedo: sospechas de asociación de membrana timpánica alterada. Por otro lado, esta valo-
levaduras (Malassezia sp.) y Staphilo - ración resulta imprescindible desde un punto de vista pro-
coccus). nóstico, así como para la evaluación del tratamiento y
— Exudado negruzco con formación para ver el grado de afección del oído medio.
de acúmulos costrosos y secos, seme- La membrana timpánica, en condiciones normales, es
jantes a posos de café (indicio de para- traslúcida, de color gris perla y ligeramente cóncava.
sitación por Otodectes cynotis). Puede presentar alteraciones de color, inflamación, des-
— Exudado purulento, cremoso o garros e incluso rotura total, por lo que se produce una
amarillento: sospechas de infección solución de continuidad entre el oído externo y el oído
bacteriana. medio.
Aplicación de sustancias
antisépticas
L A entrada de gérmenes al oído medio puede realizarse por tres rutas diferentes:
— A través de la membrana timpánica, siendo ésta la vía más frecuente; los agentes implicados en
el proceso son pelos o cuerpos extraños, así como exudados inflamatorios sépticos que causan la
ruptura y necrosis de la membrana timpánica permitiendo el paso de la infección al oído medio.
— A través de la trompa de Eustaquio, que conecta la nasofaringe con el oído medio. Esta vía de penetración,
que es muy común en la especie humana, es muy poco frecuente en el perro aunque en el gato se puede
observar con más frecuencia como una secuela de enfermedades del aparato respiratorio superior.
— En cuanto a la vía hematógena, aunque es una ruta posible, no existen evidencias clínicas.
Respecto a la primera ruta, estadísticamente el 16% de las otitis externas pueden dar lugar a una oti-
tis media y el 50% de las otitis crónicas darán lugar a una otitis media.
Además son frecuentes los casos en los que una otitis media queda enmascarada por la sintomato-
logía de una otitis externa; la observación de la membrana timpánica es un elemento esencial en el diag-
nóstico de esta afección y con mucha frecuencia se ve dificultada por la presencia de exudados, por los
cambios proliferativos del canal auditivo externo o por la falta de colaboración del paciente.
CAPÍTULO III PATOLOGÍA Y TRATAMIENTO DE LAS ENFERMEDADES DEL OÍDO MEDIO E INTERNO
PATOLOGÍA DEL OÍDO EN PERRO Y GATO
L
A nalmente puede producir tanto dolor que el animal lleva
medias son de origen bacte- la cabeza inclinada hacia el lado afectado (lo cual puede
riano; los gérmenes más fre- ser también indicio de afectación del oído interno).
cuentemente involucrados son En algunos casos puede haber anorexia, fiebre y gran
estafilococos y estreptococos. depresión; además, dado que el nervio facial y el simpáti-
Pero estos gérmenes se han co discurren a este nivel, pueden aparecer síntomas deri-
aislado también a partir de muestras vados de su afección como parálisis facial (caída o inhabi-
del oído medio de animales sanos, lo
lidad para mover la oreja, el labio caído, babeo por este
cual cuestiona su responsabilidad pri-
lado, así como disminución o ausencia de reflejo palpe-
maria en el proceso. Las Pseudomonas
bral) o síndrome de Horner (caracterizado por ptosis pal-
spp., que producen otitis externas muy
pebral, miosis y enoftalmos o protusión de la membrana
dolorosas al ser necrosantes, y Proteus
nictitante). Además, considerando que el nervio parasim-
spp. son gérmenes que con frecuencia
pático inerva la glándula lacrimal, la afección del nervio
se aíslan en las otitis medias y, contra-
riamente a los anteriores, no han sido facial puede ir acompañada de una reducción de la pro-
aislados en los individuos sanos. Otros ducción de lagrima, dando lugar a una queratitis seca.
gérmenes aislados incluyen Clostridium
spp. y E. coli. EXAMEN FÍSICO
Aunque Malassezia paquydermatis y
algunas espescies de Candida son fre-
La exploración del paciente debe ser minuciosa. En la
cuentes en las otitis externas, no han sido
mayor parte de los casos nos encontramos que en el
aisladas en otitis medias. Sin embargo,
transcurso o seguimiento de una otitis externa, la sinto-
Otodectes cynotis puede, ocasionalmen-
te, causar la ruptura de la membrana tim- matología ha cambiado reagudizándose o apareciendo
pánica y desencadenar una otitis media síntomas neurológicos. En todo caso, es necesario reali-
especialmente en el gato. zar una buena anamnesis, la palpación debe ser meticu-
Los traumatismos, neoplasias, cuer- losa a la vez que suave para evitar el dolor; se debe pal-
pos extraños pueden ser también la par todo el área del conducto externo, la base de la
causa de una otitis media, bien por la oreja (lo que evidenciará la existencia de calcificaciones
otitis externa acompañante (como ya del conducto, orientándonos sobre el grado de cronici-
se indicó en el capitulo anterior), bien dad o la existencia de abscesos paraaurales) y la articu-
porque afecten directamente al oído lación temporomandibular. Así mismo se revisará el área
medio. faríngea para visualizar signos de inflamación o defor-
maciones de esta región cercanas a la salida de la trom-
CUADRO CLÍNICO pa. Es conveniente realizar el test de Schirmer para eva-
luar la producción de lágrima y, por último, se realizará
un examen del conducto auditivo externo y de la mem-
Los síntomas de una otitis media son brana timpánica.
parecidos a los de la otitis externa, Como en el caso de las otitis externas y por razones
incluyendo exudación a través del obvias, en muchos casos esta parte del examen hay que
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PATOLOGÍA DEL OÍDO EN PERRO Y GATO
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PATOLOGÍA DEL OÍDO EN PERRO Y GATO
LABERINTITIS
Fig. 3.— Radiografía dorsoventral en la El oído interno comprende la porción del oído ence-
que se aprecia una diferente den-
sidad de las bullas. rrado en la parte petrosa del temporal y es el órgano res-
ponsable de la audición y del equilibrio, frente al oído
externo y medio que representan el sistema de recogida
del sonido y conducción del mismo.
Etiología
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vés de lavados del oído medio en los — Parálisis del nervio facial quedando el alimento y el
que se introduce el líquido de lavado agua en las comisuras labiales.
con una presión excesiva.
La pérdida o ausencia de audición no se observa, a
menos que la otitis sea bilateral. Conviene realizar un
Cuadro clínico y exploración
examen clínico exhaustivo para comprobar o descartar
Los signos clínicos de la otitis inter- otras enfermedades sistémicas concurrentes (faringitis,
na, independientemente de su etiolo- alteraciones de la articulación temporomandibular o de
gía, son los siguientes: las bullas, etc.).
Asimismo, se debe realizar una exploración neurológica
— Rotación de la cabeza hacia el para diferenciar los síntomas de esta afección periférica (el
lado afectado. sindrome vestibular periférico puede ser causado además
— Nistagmo. de por una otitis interna, por ototoxicidad producida por
— Marcha en círculos, tropiezos, caí- fármacos, traumatismos, polineuropatías metabólicas o sín-
das rodando. drome idiopático vestibular del perro viejo) de una afección
— Dificultad para mantener la esta- central (causados por virus del moquillo, tumores, trauma-
ción. tismos y accidentes vasculares) (fig. 5).
— Náuseas, vómitos. La laberintitis, en este caso, aparece en el transcurso
— Síndrome de Horner. de una otitis media severa siendo la sintomatología más
frecuente (en la fase aguda) el nistagmo y una pérdida
grave del equilibrio. En muchos casos se produce una
recuperación espontánea en las tres primeras semanas.
La recuperación total se produce al cabo de los tres
meses siguientes, aunque casi siempre queda como
secuela una pérdida parcial de la función perceptiva del
laberinto. La terapia es la misma descrita para las afec-
ciones del oído medio.
Por último cabe señalar que no existen signos radioló-
gicos de esta enfermedad.
Tratamiento
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clear, aunque es preferible no utilizar- membrana timpánica cuado está perforada, con lo
los. cual el acceso a la perilinfa y células ciliares a través
El tratamiento sistémico de la otitis de las membranas oval y redonda es rapidísimo.
media es prácticacamente el menciona- Estas sustancias producen degeneración de las células
do en anteriores capítulos, aunque en sensoriales dentro del laberinto y disfunción vestibular
algunos casos sea necesario realizar (pérdida de equilibrio). Cuando el proceso es unilateral
una miringotomía y posterior lavado los síntomas son más llamativos.
del oído medio. En la fase aguda el animal inclina la cabeza hacia el
Asimismo se recomienda realizar lado afectado y presenta nistagmo horizontal con la fase
un tratamientro sintomático con antie- rápida lejos del lado afectado; el animal cae hacia el
méticos y sedantes para impedir trau- lado afectado y es incapaz de levantarse e incapaz de
matismos provocados por la falta de mantenerse en pie; presenta náuseas y rechazo a la
estabilidad del paciente. Los trata- comida. Al cabo de tres días se produce una compensa-
mientos tópicos deben ser utilizados ción de origen central, desaparece el nistagmo, el animal
siempre y cuando no exista rotura de intenta mantenerse en pie pero la posición anormal de la
la membrana timpánica (ver capítulo cabeza persiste. Después de tres semanas los síntomas
II, otitis externa). son más leves y son frecuentes las caídas tras saltar o
El pronóstico de una laberintitis es intentar bajar escaleras. Al cabo de tres meses la incli-
favorable siempre que se tomen nación de la cabeza aún puede persistir.
correctamente las medidas adecuadas, Son muchas las sustancias tópicas que contienen sus-
aunque pueden quedar secuelas meno- tancias ototóxicas, entre las que figuran antibióticos, anti-
res, como cierta rotación de la cabeza, parasitarios e incluso algunos excipientes. Es imprescin-
o una leve ataxia. En casos más graves dible antes de recomendar la administración de ningún
puede producirse oteomielitis de la tópico asegurarse de la integridad de la membrana tim-
bulla y de la porción petrosa del tem- pánica.
poral y, ocasionalmente, esta infección La limpieza del oído se debe realizar con clorhexidi-
puede ascender siguiendo el curso del na al 0,2% ya que, todos los derivados del yodo, cloru-
nervio facial y el vestíbulo-coclear pro- ro del benzalconio y alcohol pueden producir laberintitis.
duciendo una meningitis o abscesos
intracraneales. SORDERA EN EL PERRO Y GATO
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PATOLOGÍA DEL OÍDO EN PERRO Y GATO
L
AS neoplasias del conducto Los tumores malignos más frecuentes del conducto
auditivo externo tienen una auditivo en el perro y el gato incluyen adenocarcinoma
baja incidencia clínica en de glándulas ceruminosas y carcinoma de células esca-
perros (2-6%) y en gatos mosas. Otros tumores descritos en el perro incluyen mas-
(1-2%), en comparación con tocitoma, sarcoma, hemangiosarcoma, melanoma, etc.
otros tipos de tumores del sis- Existe una mayor predisposición en animales de edad
tema tegumentario. Pueden originarse media y viejos. Los gatos machos viejos tienen un por-
a partir de cualquier estructura del centaje alto de presentación de tumores de células ceru-
canal auditivo externo (epitelio esca- minosas del canal auditivo. Los carcinomas de células
moso, glándulas ceruminosas o sebá- escamosas se presentan exclusivamente en gatos viejos
ceas o del conjuntivo subcutáneo). Las blancos o multicoloreados con una baja pigmentación en
estructuras más asociadas a neoplasias los márgenes del pabellón auricular.
son las glándulas ceruminosas del Por lo general, su diagnóstico suele ser tardío, descu-
canal auditivo externo y el epitelio briéndose en el curso de exploraciones de otras altera-
escamoso que rodea el canal externo y ciones que coexisten con el tumor, como son las otitis cró-
las cavidades del oído medio e interno.
nicas externas.
Los tumores dependientes de las glán-
dulas sebáceas, los procedentes de teji-
ETIOLOGÍA
do óseo y cartilaginoso son muy raros.
Son más frecuentes los tumores del
oído externo que los de las otras dos
En cuanto a la etiología de las neoplasias se han emi-
zonas.
Moison y Watson (1996) señalan tido dos hipótesis. Por un lado se cree que la obstrucción
que la incidencia de tumores en las del canal produce y mantiene los signos de otitis, y por
glándulas ceruminosas en la especie otro la irritación crónica es la desencadenante de los
canina corresponde a un 0,17% (62 de fenómenos hiperplásicos, displásicos y eventualmente
37.052 casos) de todos los tumores neoplásicos. De hecho, son frecuentes los episodios de
diagnosticados de diferentes tejidos. infestación por pulgas en gatos que presentan adeno-
En el gato, este porcentaje se incre- mas de glándulas ceruminosas; así mismo, en el perro la
menta hasta el 1,15% (62 de 5.395 otitis crónica va unida a una hiperplasia glandular.
casos). Un estudio retrospectivo reali- Algunos autores (Fraser et al., 1970; Griffin, 1981) con-
zado por London et al. (1996) señala sideran que los adenomas de glándulas ceruminosas se
que de 145 casos de tumores del con- desarrollan de forma secundaria a partir de una infla-
ducto auditivo en pequeños animales, mación crónica.
81 afectaban a perros y 64 a gatos. En los gatos, los carcinomas de células escamosas se
De los 81 tumores caninos del conduc- dan en animales viejos y blancos. La relación entre la
to auditivo, 33 fueron benignos y 48 ausencia de pigmentación de los animales y la presenta-
malignos. En el caso de los 64 tumores ción de estos tumores sugiere que la radiación solar
felinos hallados, 8 fueron benignos y puede ser la causa desencadenante de este tipo de neo-
56 malignos. plasia.
NEOPLASIAS
a) Adenomas y adenocarcinomas
de glándulas ceruminosas.
b) Carcinomas de células escamosas.
c) Papilomas.
d) Adenomas y adenocarcinomas
sebáceos.
Fig. 2.— Proyección frontal con la boca
e) Tumores de células basales. abierta. Se observa aumento de
f) Histiocitomas densidad en el área de proyección
g) Mastocitomas. de la bulla timpánica izquierda, con
h) Otros tumores: melanoma, fibro- osteolisis de los huesos adyacentes.
ma, fibrosarcoma, condroma, condro- auricular. No suelen ser invasivas, pero pueden protruir
sarcoma, tricoepitelioma, adenocarci- dentro del meato auditivo externo (fig. 3), provocando
noma de glándulas apocrinas. signos clínicos de otitis externa, debido a la obstrucción
provocada por las mismas.
Aunque los tumores del pabellón Los adenomas están compuestos de un epitelio
a u ricular y del conducto auditivo cuboidal, que tapiza unas estructuras acinares y/o
ex te rnos son raros, los más frecuen- tubulares, bien diferenciadas, en cuya luz se puede
tes se originan en las glándulas ceru- observar un pigmento de color rosado con técnicas
minosas (adenomas y adenocarcino- convencionales (fig. 4).
mas) en animales de compañía. En el
gato el tumor más frecuente es el car- Adenocarcinoma
cinoma de células escamosas.
Es el tumor más maligno en perros y en gatos. Se origi-
Adenomas y carcinomas de na en el conducto auditivo externo y se extiende a través de
las glándulas ceruminosas la membrana timpánica hacia el oído medio e interno.
Suelen ser invasivos localmente, afectando las paredes
Afectan a animales viejos. En el del conducto auditivo y los tejidos blandos adyacentes (figs.
perro son más frecuentes los adenomas 5 y 6). No crecen mucho, pero recidivan rápidamente des-
que los adenocarcinomas. Hay que
pués de la extirpación, incluso cuando se procede a la abla-
destacar que esta neoplasia tiene una
ción total del conducto auditivo externo. Se recomienda
tendencia a malignizarse y a ser local-
administrar de forma cirugía y radioterapia.
mente más agresiva en los gatos que
La malignidad del tumor está basada en la anaplasia de
en los perros. Según Rogers (1988) el
las células y la capacidad invasiva de estas sobre estructu-
50% de estas neoplasias son malignas
ras adyacentes y vasos linfáticos y sanguíneos (fig. 7). Estos
en los gatos, aunque sólo representan
carcinomas pueden presentar metástasis en los ganglios lin-
un 1-2% de todos los tumores felinos.
Estos tumores se originan en las glán- fáticos regionales y pulmón.
dulas ceruminosas del canal auditivo.
Suelen ser pequeñas (menor de 2 cm de
diámetro), redondeadas, noduladas o
pedunculadas con una superficie lisa y
una coloración rosada. Hay que desta-
car que es muy difícil diferenciar entre la
hiperplasia y la neoplasia benigna o
maligna de las glándulas ceruminosas;
por lo que es fundamental la realización
de una biopsia diagnóstica.
Adenoma
El tra ta m i e n to es quirúrgico en
ambos casos.
juntivo fibrovascular maduro en el que Estas neoplasias pueden aparecer de forma aislada o
podemos observar abundantes células múltiple, como en el caso de los gatos, bien delimitadas
inflamatorias de tipo crónico. Las célu- y no encapsuladas. Esta masa intradérmica está com-
las del estrato granuloso presentan una puesta por cordones o nidos sólidos de células hipercro-
vacuolización citoplásmica, en la que máticas correspondientes a células basales de piel nor-
podemos encontrar cuerpos de inclu- mal o sus anejos. El índice mitótico suele ser elevado. El
sión eosinófilos, correspondientes a pronóstico de este tumor es favorable, si bien debido a
una infección vírica. su crecimiento infiltrativo puede recidivar después de la
No dan metástasis y no son local- extirpación quirúrgica incompleta, aunque la metástasis
mente invasivos. Está indicada la extir- a ganglios regionales es rara.
pación quirúrgica. Se tratan mediante excisión quirúrgica. Esta neoplasia
es radiosensible, por lo que se ha empleado la radiote-
Adenomas de glándulas sebáceas rapia como alternativa a la cirugía.
puede aplicarse como una biopsia esci- y seco, tratando las infecciones bacterianas y fúngicas
sional, una ablación parcial o total del asociadas.
pabellón auricular, una resección late- Siempre que se vaya a realizar una manipulación qui-
ral del conducto auditivo o una abla- rúrgica está indicada la realización de una biopsia previa,
ción del canal más una osteotomía late- para determinar la malignidad de la lesión. Las neoplasias
ral de la bulla timpánica (ver capítulo que se originan en la porción central del pabellón son más
V: cirugía del oído) (fig. 13). frecuentes que en la superficie convexa. Los tumores peque-
Habitualmente, debido al tejido car- ños localizados en esta superficie se extirpan fácilmente,
tilaginoso denso existente en el canal, dado que la piel es móvil y el defecto cutáneo se puede
la proliferación de la neoplasia se pro- cerrar con facilidad. Si el tumor se debe extirpar de la
duce hacia la luz en las fases iniciales. superficie cóncava de la oreja, la cicatrización por segun-
Si el diagnóstico se realiza en este da intención junto con un vendaje ligero da buenos resulta-
momento, los tumores pueden extirpar- dos. Las neoplasias localizadas en el margen del pabellón
se de forma fácil. Pero, desafortunada-
mente, la mayoría de los tumores del
oído no se diagnostican rápidamente y
se extienden hacia los tejidos adyacen-
tes, haciendo que la retirada quirúrgi-
ca total sea prácticamente imposible.
En los tumores de oído se han obte-
nido muy buenos resultados combinan-
do la escisión quirúrgica y la radiotera-
pia. Los protocolos de quimioterapia
no están estandarizados, debido al
reducido número de casos que requie-
ren este tratamiento. Es muy importan-
te, una vez eliminada la neoplasia,
mantener un tratamiento médico sinto- Fig. 13. — Ablación quirúrgica de la porción lateral del con-
mático para la otitis externa. El con- ducto auditivo en un gato común europeo con
ducto auditivo debe mantenerse limpio hiperplasia de glándulas ceruminosas.
auricular se tratan como las fisuras, evaluaron 56 gatos con neoplasias malignas en el con-
mediante una ablación parcial. La abla- ducto auditivo que fueron tratados quirúrgicamente,
ción total del canal auditivo se lleva a obteniendo un tiempo medio de supervivencia de 11,7
cabo en neoplasias que han invadido las meses. En este estudio, el pronóstico desfavorable en los
paredes del canal o que están muy adhe- perros fue debido a la presencia de tumores extensos e
ridas a él, pero con escasa afectación de infiltrativos y por la existencia de signos neurológicos en
los tejidos blandos externos más allá del el momento del diagnóstico. En los gatos, el diagnóstico
canal auditivo. histológico de algunos de los diferentes tipos de carcino-
Los tumores que envuelven el canal mas o la invasión de vasos linfáticos y sanguíneos estu-
auditivo vertical son normalmente tra- vieron asociados con un pronóstico desfavorable.
tados por una resección lateral del con- Cuando las neoplasias se localizan en la cavidad del
ducto, y los tumores localizados en la oído medio o interno se recomienda llevar a cabo una oste-
porción horizontal, mediante una abla- otomía lateral de la bulla para proceder a su retirada.
ción del canal auditivo más una osteo- La criocirugía y la radiación pueden convertirse en alter-
tomía de la bulla. Matino et al. (1993) nativas a la ablación del pabellón auricular. La radiotera-
realizaron un estudio en 15 perros con pia desfigura menos que la cirugía, siendo una alternativa
adenocarcinoma de glándulas cerumi- para tumores pequeños, superficiales y lesiones no neoplá-
nosas. Once fueron tratados con abla- sicas. La radioterapia se ha utilizado en carcinomas de célu-
ción del canal más la osteotomía lat e- las escamosas y en neoplasias de las glándulas cerumino-
ral de la bulla y tuvieron un tiempo sas. Rogers (1988) empleó una dosis total de 4800 cGy en
medio libre de enfermedad de 36 12 sesiones. El éxito de la terapia depende de la radiosen-
meses (en un rango de 8 a 72 meses) sibilidad del tumor y la extensión de la neoplasia.
sin recurrencia. El resto de los animales La criocirugía puede ser curativa en tumores peque-
(cuatro casos) fueron tratados median- ños y superficiales, pero la recidiva local es frecuente.
te una resección lateral del canal,
reduciéndose el tiempo libre de enfer- LESIONES PROLIFERATIVAS NO
medad a cuatro meses (con un rango NEOPLÁSICAS
de 3-9 meses) y tuvieron una recurren-
cia del 75%. La ablación del conducto
Durante el examen clínico existe la posibilidad de obser-
auditivo más la osteotomía lateral de la
var masas de origen no neoplásico que cursan con una sin-
bulla proporcionan una escisión más
tomatología igual a la de las neoplasias, es decir, la obs-
completa de la masa tumoral en un
trucción del conducto. Nos estamos refiriendo a la hiper-
área donde no se puede realizar una
plasia del conducto auditivo externo y a los pólipos infla-
amplia escisión debido a las estructu-
matorios. Ambas patologías afectan principalmente al con-
ras que lo rodean. Las complicaciones
ducto auditivo de los gatos.
del proceso incluyen el síndrome de
Horner (Marino et al. 1993). Hiperplasia del conducto auditivo externo
London et al. (1996) evaluaron 48
tumores malignos del conducto auditi- Este proceso tiene numerosas acepciones: hiperplasia
vo en perros tratados primariamente de las glándulas ceruminosas y/o sebáceas, hiperquera-
con cirugía, obser vando que el tiempo tosis verrugosa papilar, proliferación granulomatosa del
medio de supervivencia fue mayor de canal auditivo externo, otitis crónica proliferativa u otitis
58 meses. En este mismo trabajo se hiperplásica.
Pólipo inflamatorio
quiales. En algunos pacientes se ha ais- puede ser necesario la realización de una osteotomía de
lado calicivirus felino de estas masas, la bulla (ver capítulo V: cirugía del oído). La eliminación
del cual se conoce la capacidad de de las masas de localización nasofaríngea es muy incó-
producir una reacción tisular piogranu- moda dada la posición del animal y el poco espacio que
lomatosa muy similar a las encontradas deja la retracción del paladar blando con suturas de
en los pólipos felinos. Generalmente posición (fig. 17). Una vez intervenido no suelen presen-
coexiste el pólipo con una otitis media, tarse recidivas.
aunque no está establecido si es el póli-
po el favorecedor de la otitis o si ésta
es la inductora del pólipo.
Se manifiestan como masas peduncu-
ladas que pueden ocupar la longitud del
canal auditivo; extendiéndose a través
del conducto hasta la nasofaringe, recu-
rriendo después de la escisión. La super-
ficie es rosada y puede encontrarse ulce-
rada. Histológicamente es una masa
compuesta por tejido conectivo (fibroso
o mixomatoso) bien vascularizado,
cubierta por un epitelio escamoso estra-
tificado o un epitelio columnar. En el
estroma existen abundantes linfocitos
Fig. 16.— Histológicamente observamos una formación nodular
que infiltran de forma difusa. Las masas recubierta por un epitelio estratificado escamoso e inte-
pueden contener glándulas mucosas y grada a nivel dérmico por un tejido conectivo fibroso
nódulos linfoides (fig. 16). bien vascularizado y con una infiltración inflamatoria cró-
Clínicamente pueden aparecer sín- nica difusa. Polipo inflamatorio. Hematoxilina-eosina 2x.
tomas re s p i ra to rios y/o disfa g i a
cuando la localización es nasofarín-
gea y de otitis externa cuando se
localizan en el conducto auditivo.
Pueden cursar subclínicamente y ser
un hallazgo casual durante un proce-
dimiento de intubación endotraqueal.
En los casos en los que el pólipo es
visible a través del canal auditivo
deben realizarse estudios radiológicos
de la cavidad timpánica y una inspec-
ción bajo anestesia de la nasofaringe.
El tratamiento consiste en la escisión
quirúrgica completa. En algunas oca-
siones pueden ser eliminadas por sim-
Fig. 17.— Pólipo inflamatorio en un gato común europeo de
ple tracción bajo anestesia y legrado seis años de edad. La intervención fue realizada
de la zona de implantación, y en otras mediante un abordaje a través del paladar blando.
E N este capítulo se contemplan la cirugía del pabellón y del conducto auditivo externo así como
la cirugía del oído medio-interno.
Se describen detalladamente las técnicas quirúrgicas para la resolución de hematomas
auriculares, reconstrucciones mediante colgajos de defectos marginales y las técnicas qui-
rúrgicas empleadas en la resolución de la otitis externa (resección de la pared lateral con y sin col-
gajo y la ablación del conducto vertical). En cuanto a la cirugía del oído medio-interno, se explican
las técnicas quirúrgicas de miringotomía, osteotomía de la bulla por vía lateral y la osteotomía ven-
tral de la bulla timpánica.
D
EBE
El drenaje deberá permanecer un tiempo de cuatro
anestesia general para
semanas.
evitar traumas sobrea-
ñadidos y se obtienen
mejores resultados en Drenaje activo
los casos en los que
La preparación es la misma que en el caso anterior. La
este tratamiento es precózmente apli-
presión negativa se consigue con la utilización de un
cado.
Existen dos posibilidades para dejar tubo de extracción de sangre (Vacutainer®), como siste-
un drenaje pasivo, en cualquier caso, ma de drenaje se empleará un catéter de una “palomi-
la cara interna del pabellón se prepara lla” fenestrada que se introduce desde la parte más cra-
como para una cirugía estéril. neal del hematoma a través de una pequeña incisión y lo
En la primera opción (fig. 1) se reali- recorre longitudinalmente. En este caso se procederá
za una pequeña incisión en la zona más igualmente a un buen lavado de la cavidad. Una vez
digital a través de la cual se introducirá colocado y fijado con sutura se incluirá el conjunto (dre-
un catéter de teflón (puede ser aprove- naje y tubo de succión) en un vendaje protector.
chado un catéter venoso con sistema de Durante el postoperatorio el vendaje se levantará dia-
cierre, de diámetro adecuado en cada riamente y se cambiará el tubo de succión. Al cabo de
caso y cortado para reducir su longitud) siete días se eliminará el drenaje y se mantendrán ven-
que se fijará con un punto de sutura.
La segunda opción, parecida a la
anterior en cuanto a simplicidad, consis-
te en la colocación de un tubo (se puede
utilizar el catéter de una “palomilla”
debidamente fenestrado) que atraviese
y supere toda la longitud del hematoma
asomando al exterior por dos pequeñas
incisiones, a las que igualmente se fijará
con puntos de sutura.
En ambos casos se procederá a reali-
zar un lavado de la cavidad para retirar
su contenido; es evidente que cuanto
más precoz sea este tratamiento, la
organización del hematoma será menor
Fig. 1. — Drenaje pasivo de un otohematoma con la ayuda de
y las posibilidades de éxito mayores. un catéter venoso de teflón.
Incisión y obliteración
La primera fase es la creación de un como tratamiento coadyuvante en los casos de otitis cróni-
colgajo que cubra la cara externa del ca no proliferativa, como tratamiento de neoplasias situa-
defecto; después de 14 días se realiza das en esta región, etc. No vamos a insistir en la ineludible
la segunda fase en la que se libera el necesidad de conocer la etiología de una otitis antes de rea-
colgajo y al mismo tiempo se crea otro lizar cualquier técnica.
(continuación del primero y en espejo) Se requiere anestesia general y “una toilette quirúrgi-
de forma que se obtenga la piel para ca” adecuada que incluya un rasurado amplio.
la cara interna (fig. 5).
Técnica de Lacroix
Defectos centrales
En estos casos el colgajo procede Se realizan dos incisiones cuyo comienzo son la incisura
de la piel del cuello. Este colgajo en intertráguica y la incisura tragohelicina con una dirección
forma de U se rota para exponer su convergente hasta el inicio del canal horizontal. Estas inci-
cara interna y se sutura a los márgenes
del defecto. La única precaución que
procede es colocar un rollo de gasa
que evite el plegado sobre la base del
colgajo, como se puede apreciar en las
imágenes, para evitar que por su posi-
ción y debido a la suave presión del
vendaje quede isquémico.
Como en los casos anteriores, des-
pués de 14 días se liberará el colgajo.
Técnica de Zeep
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