Professional Documents
Culture Documents
ANTONIN ARTAUD
El teatro a diferencia de las otras artes no puede prescindir del público, por lo tanto
el público se convierte en elemento integrante de cualquier propuesta, el teatro es
un arte que se basa íntegramente en la ilusión, por lo tanto el teatro debe darnos
un mundo efímero y verdadero .El teatro ideal debe conseguir que el espectador
sienta la angustia, la culpabilidad, la victoria, la saciedad, etc. El espectador deberá
ser sacudido e irritado por el dinamismo interior del espectáculo que no será más
que el reflejo de la vida misma del espectador.
La propuesta será que cada espectáculo que sea montado represente una parte
grave, entendiendo por esto que ya no se busca que exista solamente una
excitación de los sentidos y del espíritu del espectador, si no a su existencia toda,
se representa su vida en escena. El espectador que participa del espectáculo sabe
que se ofrece a una operación verdadera en la que no solo su espíritu y sus
sentidos están en juego, sino también su carne, y que no saldrá intacto de la
función. El espectador debe estar convencido que el teatro es capaz de hacerlo
gritar.
Artaud, dentro de esta primera etapa determina que se debe creer en lo que se ve,
y que las convenciones teatrales han dejado de existir. El espectáculo que
presenciamos debe ser único como la vida misma, de esta forma a través del teatro
nos reconciliamos con la vida y no nos alejamos de ella. Al conseguir que cada uno
de los espectáculos sea único, conseguiremos que exista la realidad y de esta forma
se generará la ilusión.
Una vez más Artaud plantea que existe una franca decadencia en el estado del ser
humano y sus valores y que fruto de esto no es posible vislumbrar un teatro como
tal, que las puestas en escena no pueden definir la calidad del espectáculo por lo
que la utilización de utilería y luces debe ser minimizado, dando valor a los gestos
del actor. Textualmente dice: “Concebimos al teatro como una verdadera operación
de magia. No nos dirigimos a los ojos, ni a la emoción directa del alma; lo que
tratamos de crear es determinada emoción psicológica en que los resortes del
corazón sean expuestos.”
PREFACIO
Artaud toma como primera parte del análisis que desencadena el Teatro y su doble,
a la cultura y el papel que cumple en el momento histórico en el que se encuentra,
determina que la cultura no es más que un tiranizador del ser humano y que no le
interesa la vida. Determina también que el hombre abandona la búsqueda de la
cultura ya que como premisa tiene la resolución de sus necesidades básicas; y que
la cultura ha tomado un carácter pasivo abandonado la acción como tal. La
civilización ha determinado que un hombre culto es quien conoce sistemas y que
piensa a través de sistemas, por lo tanto dentro de esta formación concibe el
pensamiento y posteriormente la acción y no viceversa, por lo tanto se ha
convertido en un espectador de lo que hace. La aceptación de una visión diferente
donde el pensamiento sea el resultado de las acciones implica la aceptación de que
existe magia, sin embargo hasta quienes aceptan esta teoría no pueden dejar de
temer que todo tenga una implicación mágica.
EL TEATRO Y LA PESTE
El lenguaje que se utiliza en escena deberá ser poesía para los sentidos antes de
orientarse al espíritu, asumiendo múltiples aspectos de expresión utilizables dentro
de la escena como la música, la danza, la plástica, la pantomima, la mímica, la
gesticulación, la entonación, la arquitectura, la iluminación, y el decorado; cada uno
de estos medios posee una poesía propia, que nace de las posibles combinaciones.
Artaud determina que el teatro no puede ser una herramienta de análisis del
carácter de los hombres o que muestre sus pensamientos. El teatro
contemporáneo, en la época histórica de Artaud, se encuentra en franca decadencia
por haber perdido los sentimientos serios y de la risa. Con el fin de poder recuperar
la función básica del teatro se deberá hacer metafísica con los lenguajes, por
ejemplo hacer metafísica con el lenguaje hablado, será hacer que el lenguaje
exprese lo que normalmente no expresa. Todo este juego permite que se abandone
el teatro psicológico y se retome el teatro místico religioso, sin que esto se refiera a
la religiosidad y al misticismo como una manera de seguir a las religiones
contemporáneas, sino más bien con el vínculo de lo espiritual. Por lo tanto la
metafísica que se describe está referida al encuentro de lenguajes que sean
capaces de generar en el espectador otras sensaciones sin tener que recurrir al
lenguaje hablado utilizándolo de una manera convencional.
EL TEATRO ALQUIMICO
TEATRO BALINÉS
A pesar de lo complejo del idioma del teatro balines, el lenguaje establecido entre el
actor y el espectador consigue envolver al espectador con la trama, debido a la
calidad de los movimientos, los gestos realizados, la música y las palabras. La
capacidad de corresponder los movimientos con gritos y sonidos que
aparentemente saldrían del alma misma del actor, consigue generar un efecto
hipnotizante en el espectador, llegando inclusive a generar terror por que
aparentemente las alegrías y dolores que representan están al servicio de antiguos
ritos y dictados por inteligencias superiores. Toda la creación nace de la escena y
encuentra sus orígenes en un impulso síquico del lenguaje anterior a la palabra.
El director de estas obras se convierte en un maestro de ceremonias sagradas, en
un ordenador mágico y que la materia que hace palpitar no es la suya sino la de los
dioses, lo que pone en movimiento es una física primitiva que en el caso de este
tipo de teatro nunca se ha alejado del espíritu.
El movimiento, el sonido, los gritos propuestos dentro del teatro balines consigue
llevarnos por caminos abruptos y difíciles para el espíritu hundiéndonos en el
estado de incertidumbre y angustia inefable que es característica de la poesía.
El valor del teatro oriental, es que tiene un enfoque metafísico a diferencia del
enfoque psicológico del teatro occidental, buscando encantar, excitar y perturbar al
espíritu, desechando el aspecto exterior de las cosas en un único plano; el teatro
oriental participa de la intensa poesía de la naturaleza y conserva sus relaciones
mágicas.
El teatro deberá conseguir que una función tenga a los espectadores en el centro y
el espectáculo a su alrededor, conseguir que a través del organismo que el
espectador alcance las nociones más sutiles. El teatro lejos de copiar la vida, busca
comunicarse con las fuerzas puras, combinando música, sonorización y luces,
consiguiendo a través de imágenes violentas el quebrantamiento y la hipnotización
del espectador.
EL TEATRO Y LA CRUELDAD
CONCLUSIONES
Dentro de la concepción del Teatro ofrecida por Artaud, se encuentra que como
fundamento del teatro esta la cultura, y la concepción de la cultura por el hombre,
Artaud define que la cultura en su tiempo se ha convertido en un tiranizador del
Hombre y a la vez un cementerio de ideas, por lo que insta al ser humano a
reencontrarse con la verdadera cultura y por ende el verdadero teatro, a través de
la destrucción de los lenguajes; al conseguir esto alcanzará la vida.
Con el fin de poder explicar el efecto que debe tener el teatro en la sociedad,
Artaud hace una comparación entre el Teatro y la Peste, por lo que el teatro debería
buscar afectar a grandes comunidades en un delirio contagioso, este teatro
verdadero que plantea Artaud es un teatro que es capaz de perturbar el reposo de
los sentidos libera, el inconsciente reprimido, lleva al espíritu al origen mismo de
sus conflictos, libera fuerzas, desencadena posibilidades, todas estas reacciones se
encuentran en la vida misma, con oscuridad si es que es el caso, pero como
concepción tiene la de despertar a la vida en cada uno de los individuos. Por lo que
se busca que el teatro se utilice como una herramienta de transposición de la vida a
la escena y de esta forma conseguir que los individuos se vean reflejados en ella.
El teatro de la crueldad debe buscar reconciliarse con el público y darle todo lo que
se pueda encontrar en el amor, en la guerra o en la locura.