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Se encontró:

La voluntad de Dios

Él tiene un plan para ti. He aquí un libro para ayudarte a encontrar la paz y
la confianza que acompañar el saber que has encontrado la voluntad de
Dios para tu vida.

JOHN MACARTHUR, JR.

1
Se encontró: La voluntad de Dios
(Anteriormente titulado “La voluntad de Dios no está perdida”)
Por John MacArthur, Jr.

Traducción al Castellano:
Por Alfredo Cabrera Cuervo.
México, D. F.
(Agosto – Diciembre, 1982)

CONTENIDO
1.- ¿Es Dios un “Aguafiestas Cósmico?...................... 3
2.- El Crucial Primer Paso………………………………. 5
3.- El Principio Alborotador……………………………… 8
4.- La Prioridad de la Pureza…………………………… 15
5.- Silenciando las Críticas……………………………… 17
6.- Enfrentando el Fuego……………………………….. 19
7.- ¡Eres Tú!................................................................ 24

2
1
¿Es Dios un Aguafiestas Cósmico?
Al viajar, lo que más frecuentemente me pregunto es: ¿Cómo puede un Cristiano saber la
voluntad de Dios para su vida? La mayoría de nosotros reconoce que Dios tiene un plan para la vida
de cada creyente, pero a veces parece haber algún problema en encontrar simplemente de qué
manera este plan va a una coyuntura particular. Hay bastantes libros, panfletos y sermones que
apuntan al problema y aun las respuestas algunas veces parecen eludir hasta al más persistente
investigador1. Mi oración es que este pequeño libro te ayude a llenar algunas lagunas de una manera
fresca y muy práctica.

Uno puede buscar algunas definiciones en esta área, pero meramente involucra2 una variedad
de ideas. Algunos aparentemente piensan que la voluntad de Dios está perdida. ¡¡Al menos dicen
que la están buscando!! Para ellos, Dios debe parecer ser una especie de una “divina coneja de
Pascua” que ha ocultado Su voluntad como huevos en algún lugar fuera de la vista y que nos envía
corriendo a través de la vida tratando de encontrarlos. Y Él está allá arriba diciendo “¡Caliente,
caliente…!”

Otros ofrecen la sugerencia de que la voluntad de Dios es para ser encontrada por medio de
una experiencia traumática. Corriendo por la calle, te caes con una cáscara de plátano y vas a parar
sobre un mapa de la India. Inmediatamente dices al Señor: “Gracias por esa clara guía. ¡Entiendo!
¡Es la India!” O siempre hay la voz fuera del cielo, o la visión de tus sueños llamándote a Chile.

Luego están aquéllos que en realidad tienen miedo de la voluntad de Dios. Nunca olvidaré al
atleta que vino a mí en Hume Lake Camp y dijo: “No estoy seguro que quiero dar mi vida a
Jesucristo, porque tengo miedo de lo que me hará hacer”. Él tenía la idea de que Dios quería a los
atletas robustos, romperles ambas piernas y hacerlos tocar la flauta. Esto implica que Dios es una
especie de “aguafiestas cósmico” que deshace la diversión de cada uno y hace llover en los desfiles.
La gente con esta visión en realidad teme la voluntad de Dios como una severa forma de vida que
demandará el sacrificio de su más preciada habilidad o posesión.

Luego está la mentalidad del “cascabel de latón”. ¿Recuerdas los viejos carruseles de feria
con sus cascabeles de latón? Hay Cristianos que ven la voluntad de Dios como eso: Es bonito si
obtienes un cascabel de latón, pero si no, pero si no, entonces decides por uno de hierro. En otras
palabras, realmente no corren para ganar, tan sólo están en la carrera.

He leído algo en que la voluntad de Dios es la conjunción fortuita de circunstancias e


impulsos”

Y así las teorías siguen.

En medio de esta confusión todavía preguntamos: ¡Cuál es la voluntad de Dios? ¿Hay


principios concretos que puedan estar establecidos simplemente, y realmente ser puestos en
práctica?” ¡Yo creo que los hay! Ése es el punto de todo este libro. ¿Puedes saber qué trabajo buscar,
a qué escuela asistir, a qué chica (o chico) amar, qué decisión hacer en una situación dada?
1
buscador
2
envuelve

3
Sí. Ya no tienes que preocuparte, El conflicto está casi acabado, la búsqueda casi terminada.

Empecemos con una simple suposición. Ya que Dios tiene una voluntad para nosotros, Él
debe querer que la conozcamos. Si es así, podríamos esperar que nos la comunique en la forma más
obvia. ¿Cómo sería éso? A través de la Biblia, Su revelación. Por consiguiente, creo que lo que uno
necesita saber acerca de la voluntad de Dios está revelado claramente en las páginas de la Palabra de
Dios. La voluntad de Dios está, en efecto, muy explícita en la Escritura.

Conforme veamos algunos principios Bíblicos en las siguientes páginas, prepárate para una
inesperada y sorpresiva conclusión que puede cambiar tu vida.

4
2
El Crucial Primer Paso
La voluntad de Dios no es un gran problema para mí –y tampoco necesita serlo para ti.
Comencemos por el principio y veamos lo que Dios tiene que revelarnos por medio de Su Palabra.

El Apóstol Pedro nos introduce al concepto de la voluntad de Dios. A lo largo de su segunda


epístola, Pedro nos advierte de los falsos profetas, a quienes llama “nubes sin agua” y “perros que
retornan a su vómito” (2 Pedro 2:17 y 22). Pedro dice que es característico de estas “fuentes” (que
parecerían ser fuentes de agua dadoras de vida, pero no lo son) o estos “perros” (que regresan y
lamen su propio vómito, sus pecados a los cuales una vez renunciaron), que rehúsan dos cosas.
Primero, un apóstata o falso maestro, niega la deidad de Jesucristo, niegan “al Señor que los
rescató” (2 Pedro 2:11). La segunda cosa que un apóstata niega es la segunda venida de Cristo (2
Pedro 3: 1-10). Dice de burla: “¿Dónde está la promesa de Su venida? Todos ustedes fanáticos
corren alrededor de decir que Jesús viene. ¿Dónde está? Yo no lo veo”. Razona sobre estas bases:
“Desde que los padres durmieron, todas las cosas continúan como fueron desde el principio de la
creación” 3 (2 Pedro 3:5). Dice: “Nada cambiará, porque nunca ha cambiado, nunca moriré, nunca
he muerto. Posiblemente no podría tener cáncer. Nunca lo he tenido”.

Pedro dijo: “Ustedes olvidan acerca del diluvio. No han continuado todas las cosas como
fueron”. ¡Y no van a continuar como fueron! Dios va a intervenir en un gran juicio ardiente (vs. 10).
“El Señor no retarda Su promesa” (vs. 9). ¡En otras palabras, dado que no vemos a Dios invadiendo
el mundo con un juicio, no significa que Él no pueda! No quiero decir que Él hizo una promesa y no
la cumplirá. Su retraso tampoco significa que es impotente o infiel, sino que tiene un gran
sufrimiento “no queriendo que alguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (vs.
9).

Ésto es lo primero acerca de la voluntad de Dios: “Él quiere que todos los hombres sean
salvos” (1 Timoteo 2:4) 4. Tanto que retiene Su juicio. Pablo dijo: “Porque ésto es bueno y
agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y
vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:3-4).

La voluntad de Dios es que los hombres sean salvos. Si vas tropezando por la vida y
haciendo suertes con algunas oraciones periódicas a Dios, pero no te has arrodillado al pie de la cruz
y no has conocido a Jesucristo, entonces aún no estás en el comienzo de la voluntad de Dios. Dios
no tiene razón alguna para revelarte algo en particular acerca de tu vida porque no has conocido el
requisito número uno: la SALVACIÓN.

Dios guía a los Suyos

El propietario de un bien conocido restaurante y centro nocturno de Nueva York hizo esta
declaración en una entrevista noticiosa: “No estaría donde estoy ahora si no fuera por el Gran
Hombre de Arriba”.

3
Traducción literal del Inglés (NASV)
4
Cita agregada por el traductor

5
Desde luego, ésa es una verdadera afirmación en el sentido que el Apóstol Pablo quiso dar a
entender cuando dijo a los paganos atenienses que “… en Él vivimos y nos movemos y somos…”
(Hechos 17:28). Cristo es el sustentador de todo el Universo y nadie estaría donde está ahora sin Él.
(Colosenses 1:16; Juan 1:2).

No hay línea alguna en la Escritura que indique que ordinariamente suceda el hecho de Dios
guíe a los que no han recibido a Cristo como su Salvador personal. En cambio leemos: “Y cuando
ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas Le siguen porque conocen Su
voz” (Juan 10:4).

Sin Cristo, el hombre es un extraño para Dios. Es un rebelde contra Dios, un extranjero en el
universo de Dios.

La Biblia dice que la voluntad de Dios es que sean salvos y es ahí donde todo empieza. Jesús
aclaró esto en Marcos 3:31-35. Ya estaba enseñando en una casa cuando Sus hermanos y Su madre
llegaron. La multitud estaba sentada dentro y era tanta gente que Su familia no podía alcanzarlo.
Alguien dijo a Jesús: “Tu madre y Tus hermanos están afuera y Te buscan”.

Él contestó: “¿Quién es Mi madre y Mis hermanos”. (vs. 33).

Estoy seguro que la reacción de la gente fue algo así como: “¿Qué clase de pregunta es ésta?
¡Todos conocemos a Su madre y Sus hermanos!”

Si la primera reacción de Jesús no les impactó, las siguientes palabras sí. “Y mirando a los
que estaban sentados alrededor de Él, dijo: „He aquí Mi madre y Mis hermanos‟” (vs. 34).

Las personas probablemente se miraron unas a otras y cada uno pensó: “¿Quién, yo?”

Entonces Él determina: “Porque todo aquél que hace la voluntad de Dios…, es Mi hermano
y Mi hermana y Mi madre” (vs. 35).

¿Qué estaba diciendo Jesús? Estaba enseñando que para estar emparentado con Él, uno tiene
que hacer la voluntad de Dios. Ahora invirtamos. Para hacer la voluntad de Dios uno tiene que estar
emparentado con Jesús.

El Apóstol Juan dijo: “No amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo… El mundo
pasa y sus concupiscencias, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan
2:15-17). ¿Quién va a permanecer para siempre? Aquéllos que hacen la voluntad de Dios. Pero,
¿quién es el único que puede dar vida eterna? Jesucristo. El primerísimo paso para caminar por el
sendero de la voluntad de Dios, entonces es que TÚ seas salvo.

La gente rechaza esto. La doctrina de la Salvación es impopular porque incluye el


reconocimiento de pecado. A nadie le gusta admitir el pecado. Y muchos se resisten a la idea de que
necesitan ser salvos

Enfrentamiento en UCLA

Nunca olvidaré cuando compartí con “Campus Crusade for Christ” (Cruzada de Campo para
Cristo), una campaña de evangelismo en el campo de UCLA. Cerca de 2,000 chicos fueron a
6
compartir a Cristo de persona a persona. UCLA es una fortaleza de Judeo-Ortodoxos,
Conservadores y Reformados. También es conocida por sus grupos comunistas. UCLA no es así
exactamente la plaza más abierta para el Evangelio, pero aun tan lejos fuímos a compartir a Cristo.
Pronto un artículo de primera plana apareció en el “Daily Bruin” con una caricatura mostrando un
oso (el oso mascota de UCLA) y un Cristiano parado con su tacón sobre el cuello del oso. En la
emisión estaba incluído un artículo escrito por el decano, amonestando a todos aquéllos que en el
campo hablaran de Jesucristo a que desistieran inmediatamente o la administración tomaría “acción
directa”. El decano citó un artículo de la constitución de la universidad que decía que “el campo no
es para ser usado para conversión religiosa”.

Hablar del pecado y la Salvación es ofensivo a algunas gentes. ¿Quién quiere oír acerca del
pecado? La mayoría de la gente lo disfraza: “¡El pecado no es pecado! ¡Oh no! el pecado es una
„predilección prenatal‟”, dicen los psicólogos. “El pecado es una „idiosincrasia de la
individualidad‟”. “¡El pecado es una secreción pobre de las glándulas endócrinas!”

¡Pero la voluntad de Dios es que la gente sea salva! Y es básico `para la Salvación el
reconocimiento de pecado- Esto te pone en tu lugar. O no eres salvo de tu pecado y necesitas venir a
Cristo porque ésa es la voluntad de Dios; o tú eres salvo y necesitas alcanzar a otros con el mensaje
de Salvación. Hay un mundo allá afuera que necesita a Jesucristo. Dios quiere que sean salvos, y tú
y yo somos vehículos para transportar el Evangelio. Ésa es la voluntad de Dios. Con frecuencia nos
sentamos meneando los pulgares, soñando acerca de la voluntad de Dios, en un futuro distante y
lejano cuando no estamos siquiera deseando pararnos sobre nuestros pies, caminar por la acera de la
calle y hacer la voluntad de Dios ahora mismo.

¡Dios deseo tanto que los hombres sean salvos que dio al Único que más amó: Su Hijo, y Lo
envió a morir en una cruz. Ésa es la medida de Su amor y eso indica qué tanto desea Él que los
hombres sean salvos! (Juan 3:16; 1 Timoteo 2:4) 5

5
Cita agregada por el traductor

7
3
El Principio Alborotador
Como creyentes –gente en la familia de Dios- si no conocemos la voluntad de Dio, ¿qué
somos?, ¿ignorantes? No. ¿Buscadores? No. Somos tontos 6.

“Eso es muy brusco”, tú dirás. “La Biblia no habla así”.

¿Oh? Pruébalo. “Por tanto, ustedes nos sean insensatos, sino entendidos de cuál sea la
voluntad del Señor”. (Efesios 5:17). ¿Puedes pensar alguna otra palabra para “insensato”? Te daré
una sugerencia; empieza con “t”.

Muy bien, quizá “tonto” es un poco más fuerte, un poco más vívido. Pero ciertamente es la
misma idea.

Además el versículo que precede nos dice que tenemos que tomarlo; no tenemos mucho
tiempo. Tenemos que estar “aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos” (vs. 16).

Tu dices: “Pero yo estoy buscando la voluntad de Dios. Quizá yo soy tonto, pero ¿puedo
ayudar?”

Sí tú puedes ayudar. Si no tuvieras otra elección sino la de ser tonto acerca de la voluntad de
Dios, la Biblia no te mandaría “ustedes no sean insensatos”. La forma de no ser insensatos está
explicada en el siguiente versículo. “Pero ustedes no se embriaguen con vino en lo cual hay
disolución 7; antes bien sean llenos del Espíritu” (vs. 18).

Primero, si quieres conocer la voluntad debes ser salvo. Segundo, debes estar lleno del
Espíritu. Ésa es la enseñanza de la Palabra de Dios.

Muchos Cristianos dicen: “No entiendo ¿por qué Dios no me ha revelado con quién he de
casarme?” Otros dicen: “¿Por qué no me muestra qué trabajo debo tomar, en qué negocio debo
mantenerme, qué debo comprar, si debo moverme a otra casa o qué debo hacer acerca de algún
problema específico? ¿Por qué Dios no hace algo por mí y me muestra Su voluntad?” Y todo el
tiempo ni siquiera están llenos del Espíritu, lo cual está claramente revelado como Su voluntad. ¿Por
qué debería Dios mostrarle a una persona algo si no está cumpliendo lo que Dios ya ha determinado
como Su voluntad?

¿Qué significa “ser lleno del Espíritu”? Permíteme darte una pequeña lección de teología. La
llamaremos “teología de la vida llena del Espíritu”. Cuando fuíste salvo, el momento en que
recibiste a Jesucristo, el Espíritu Santo vino a vivir contigo, dentro de ti. No hay Cristiano que no
posea el Espíritu Santo. “Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él” (Romanos 8:9; cf. 1
Corintios 6:19; 12:12-13). Aún es sorprendente cuántos Cristianos piensan que no tienen al Espíritu
Santo.

6
La obra original dice “estúpido”, dando a entender: torpes, necios, tontos
7
corrupción

8
Me he sentado en la iglesia a oír que gente sincera ora: “Oh, Dios, mándame Tu Espíritu”, y
he pensado para mis adentros: “No, Él ya está aquí. ¡Él está aquí!” He oído gente orar: “Dios dame
más de Tu Espíritu”, como si viniera por cucharadas.

El Espíritu Santo es una persona; Él vive en ti. “O ¿ignoran ustedes que su cuerpo es templo
del Espíritu Santo…?” (1 Corintios 6:19). ¡Cuántas veces pedimos lo que ya tenemos! Oramos por
el Espíritu Santo y Él ya está aquí

¿Has analizado alguna vez tus oraciones?

Oras: “Dios dame amor para esto o lo otro”. La Biblia dice que el “amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones” (Romanos 5:5).

Tú dices: “Dios necesito más gracia”. Dios dice que la gracia que ya te ha dado es suficiente
(2 Corintio 12:9).

Te lamentas: “Oh, Señor, necesito más fuerza”. La Biblia dice que “todo lo puedes en Cristo
que te fortalece” (Filipenses 4:13).

“Oh Dios guíame”, tú dices. Y Él está pensando: “Estoy tratando, ¿por qué no sigues?”

Clamas: “Dios necesito poder”. En efecto, has tenido poder desde que el Espíritu Santo vino
a ti. (Hechos 1:8).

Completos en Él

¿Cuándo se darán cuenta los Cristianos que tienen todo? Pedro escribió: “Como todas las
cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por Su divino poder…” (2 Pedro
1:3). ¡Tú no careces de cosa alguna! Pero muchos Cristianos flacos le dan la vuelta y dicen: “Bien,
yo no tengo meramente el poder de hacer esto o aquéllo”.

El Apóstol Pablo dijo a los Colosenses: “Y ustedes están completos en Él” (Colosenses
2:10). ¡Completos! ¿Qué andamos buscando? ¿Qué estamos pidiendo? Jacobo te dijo que pidas –
“sabiduría”. (Santiago 1:5)- y ése es el sentido para saber lo que ya tienes y no pedirlo. Dicho de la
misma manera, no necesitamos pedir el Espíritu, Él ya está en nosotros.

Ya que tenemos el Espíritu, también tenemos poder, porque Jesús dijo: “Pero recibirán
poder cuando haya venido sobre ustedes el Espíritu Santo…” (Hechos 1:8). La palabra griega para
“poder” es “s”, de la cual tenemos nuestra palabra” dinamita”. Tú eres literalmente
“dinamita ambulante”.

Quizá digas: “Ah, ¿si? No estoy seguro; creo soy una granada. No sólo no exploto; ni aun
siquiera burbujeo en lo más mínimo”.

Pero eres dinamita. El poder está ahí todo. Lo que con frecuencia no hay es la liberación de
ese poder. Una cosa es poseer el Espíritu; y otra muy aparte es estar lleno del Espíritu.

Una tableta efervescente se usa para hacer un refresco, es una especie de Alka-Seltzer con
sabor. Colócala en un vaso con agua y su sabor se desprende a toda el agua. Esta píldora de poder
9
concentrada y compacta, no es buena por el tiempo que se asienta en el fondo del vaso. Tiene que
liberar su energía para llenar el vaso, y entonces el agua se torna algo diferente. Si la tableta
efervescente es de uva, obtienes una bebida de uva. El sabor de la tableta determina el sabor del
agua.

En cierta medida, el ejemplo nos ilustra cómo el Espíritu de Dios opera en una vida humana.
Él está en el Cristiano todo el tiempo como una poderosa fuerza de divina energía compacta y
concentrada. La pregunta es: ¿ha podido Él liberar ese poder para llenar tu vida tanto que puedas
llegar a ser lo que Él es? Un Cristiano no rendido al Espíritu de Dios no manifiesta la vida de Cristo.
El Espíritu de Dios tiene que penetrar a una vida, si esa vida es para difundirlo.

Nada podemos hacer sin ser llenos del Espíritu.

Tengo un guante. Si le digo al guanto: “Toca el piano”, ¿qué hace el guante? Nada. El guante
no puede tocar el piano. Pero si pongo mi mano dentro del guante y toco el piano, ¿qué sucede?
¡Música! Si pongo mi mano en el guante, el guante se mueve. El guante no se vuelve piadoso y dice
“Oh, mano, muéstrame el camino a seguir”. Nada dice, tan sólo va. La gente llena del Espíritu no
titubea, ni vacila tratando de encontrar lo que Dios quiere. Ellos sólo van.

A menudo, la gente pregunta: “¿Cómo sé mi don espiritual?” La mejor forma es vivir una
vida llena del Espíritu, ver lo que Dios hace por medio de ti, mira un poco atrás y dí: “Oh, eso es lo
que yo hago cuando Dios tiene control de mí. Aparentemente ése es mi don”. No hay necesidad de
volverse analítico. El caso es que necesitamos el Espíritu de Dios para que sea liberado en nuestras
vidas. Esto es simplemente cosa de decisiones. Cuando despiertas en la mañana, decides la ropa que
te vas a poner. Luego decides lo que vas a tomar en el desayuno, y así sigues a través del día una
decisión después de otra. La vida llena del Espíritu está rindiendo cada decisión al control del
Espíritu.

La experiencia de Pedro

Un ejemplo lo tenemos con la vida del Apóstol Pedro. Cuando Pedro estaba cerca de
Jesucristo, tenía un asombroso poder. Así que amara estar donde Jesús estaba. Una ocasión los
discípulos estuvieron en el Mar de Galilea (Mateo 14:22-33). El bote esta ondeando en una tormenta
y no podía llegar a Capernaum. (Con frecuencia los vientos hacen del Mar de Galilea un torbellino
que puede mantener a un bote moviéndose en círculo).

De repente, uno de los hombres del bote miró hacia fuera y dijo: “¡Alguien está caminando
sobre el agua!” tan seguro y con la túnica ondeando por el viento, he aquí que Jesús venía cruzando.

Pedro exclamó: ¿Eres Tú, Señor?”

El Señor contestó: “YO SOY”

Pedro dijo: “¿Puedo ir?”

Tú te sorprenderás, quizá de por qué dijo eso Pedro. ¿Por qué no esperó en el bote hasta que
Jesús llegara? Pero eso no habría sido como Pedro quería. Se dijo a sí mismo: “Jesús está allá. Yo
estoy aquí. Eso no es bueno. Yo debo ir allá”. Nunca entro en su mente que normalmente él no era

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capaz de caminar sobre el agua. Ni siquiera fue problema. Cuando vió a Jesús, tuvo tal deseo de
estar con Él que fue.

Pero cuando Pedro salió sobre aquellas aguas agitadas, miró hacia abajo y pensó: “¿Qué
estoy haciendo aquí?” Empezó a sumergirse, pero el Señor lo levantó de nuevo.

El punto es que cuando estaba cerca de Jesús, Pedro pudo hacer el milagro. Él y Jesús se
volvieron juntos sobre el agua.

Un tiempo después, Jesús estaba platicando con Sus discípulos, les preguntó: “¿Quién dicen
los hombres que soy?”

Ellos contestaron: “Oh, algunos piensan que eres Jeremías, otros creen que eres Elías,
algunos otros creen que eres uno de los profetas”.

Él dijo: “¿Quién piensan ustedes que soy Yo?”

Pedro respondió: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16). Entonces
sintió que se maravilló: “¿De dónde vino éso?”

Jesús dijo: “No te lo reveló carne, ni sangre, sino Mi Padre que está en los cielos” (ver
Mateo 16:13-17).

Pedro probablemente dijo: “Éso creí. Seguramente yo no lo sabía”. Ves cuando Pedro estaba
cerca de Jesús, no sólo hacía el milagro, decía el milagro. ¿Es alguna maravilla que quisiera estar
cerca de Él?

Cuando estuvo cerca de Cristo, Pedro tuvo valor milagroso. Estuvo en el Huerto de
Getsemaní cuando una banda entera de soldados –como unos 500- vinieron a arrestar a Jesús.
Venían marchando con gran gala. Al frente de ellos venía el Jefe de los sacerdotes y delante del Jefe
de los sacerdotes venía su siervo. Pedro estaba parado con el Señor. Quizá sus pensamientos fueron
algo como ésto: “Ellos creen que van a llevarse a Jesús, no, no lo harán”.

Como Pedro no quería ser quitado de la presencia de Jesús, sacó una espada. Empezó con el
primero que se le atravesó, el cual era Malco, el siervo del sumo sacerdote. La Biblia dice que Pedro
le cortó la oreja a Malco, pero según creo, Pedro iba por su cabeza. Pedro estaba listo para darle todo
el ejército romano. Ves, cuando estaba con Jesús, tenía valor milagroso.

Un rato más tarde, Jesús fue procesado y Pedro permaneció fuera, fue quitado de Jesús. ¿Qué
le pasó a este poderoso hombre –éste que pudo caminar sobre las aguas, hablar con divina
inspiración y que mostró valor milagroso? Cuando estuvo separado de Jesús, fue un fracaso. En tres
ocasiones negó a Cristo. Apartado de Jesús era nada.

11
¿Listo para el entierro?

Pero vino el día en que Jesús ascendió al cielo. Tu dices: “Oh no. Si Pedro es un cobarde
cuando está a 100 pies 8 de Jesús, ¿qué vamos a hacer con él cuando Jesús se ha ido al cielo? Muy
bien podría esconderse bajo la tierra. ¡No vale la pena!”

Sin embargo, un corto tiempo después de la ascensión de Cristo, Pedro se para y dice:
“Vamos Judíos y todos ustedes los que habitan en Jerusalem, ésto sea notorio a ustedes y oigan mis
palabras” (Hechos 2:14). ¡Eh! Toma un texto de Joel y sigue. Les dice que han maltratado al
Príncipe de la vida, desearon que un asesino les fuera libertado y negaron al Santo. Entonces
procede a proclamar a Cristo sin temor, extendiendo el Evangelio con gran denuedo. ¿De dónde
obtuvo Pedro tal valor?

La siguiente vez que leemos de Pedro es en Hechos 3. Él y Juan fueron al Templo en la


puerta llamada “La Hermosa”, donde había un hombre que había sido cojo por 40 años. Pedro le
dijo: “¡Míranos!”. El hombre los miró y Pedro dijo: “No tengo oro ni plata, pero lo que tengo te
doy; en el Nombre de Jesucristo de Nazareth, levántate y anda”. (Hechos 3:6).

El cojo se paró y empezó a brincar y a saltar alabando a Dios. Pedro no sólo dijo el milagro,
lo había hecho también.

En el siguiente capítulo de Hechos, Pedro es perseguido. Muestra una valentía que es


notable, el mismo valor que mostró en el huerto. Tú te podrás decir: “No entiendo ésto. Pedro era así
sólo cuando Jesús estaba cerca, sin embargo, una vez que Jesús volvió al cielo, Pedro mostró estos
mismos rasgos maravillosos. ¿Qué pasa? Hechos 2:4 nos da el secreto. Antes de que hiciera hazaña
alguna, él fue uno de aquéllos que “fueron llenos con el Espíritu Santo” (Hechos 2:4).

Permíteme llegar a una conclusión. ¡Cuando Pedro estaba lleno con el Espíritu Santo, tenía el
mismo poder que cuando estaba parado junto a Jesucristo! ¡He aquí ahora algo excitante! ¿Sabes
cuál? es la vida “llena del Espíritu”? ¡Es vivir cada momento en la presencia de Jesucristo! ¿No tan
complicado, verdad? Alguno podría pensar que estoy confundiendo el asunto, porque el Espíritu
Santo y Cristo son diferentes. Pero, ¿por qué Nombre llama Pablo al Espíritu Santo? “El Espíritu de
Cristo” (Romanos 8:9). Jesús dijo que cuando Él se fuera, enviaría (s), “otro” Consolador
(Juan 14:16). Hay dos palabras en griego para “otro”: “‟s” y “s”. “‟s” significa
“otro de diferente clase” y “s” significa “otro ¡exactamente de la misma clase!”

Aquí está mi Biblia. Si te dijera: “Dame „s s”, podrías darme cualquier libro. Si
te dijera: “Dame ss”, tendrías que darme otra Biblia exactamente como la mía, con
todas mis marcas, cortes y roturas. Ésto es s. Cuando Jesús dijo: “Voy a enviarles otro
Consolador”, dijo “s”, otro exactamente como Yo. La vida llena del Espíritu no es otra cosa
más que vivir en la consciente presencia del invisible Cristo.

Tendemos a no ser claro en cuanto a la vida” llena del Espíritu”. Pablo dice que simplemente
tenemos que ser llenos del Espíritu en vez de estar tomados, tenemos que estar bajo el control del
Espíritu en lugar de estar bajo influencia del vino (Efesios 5:18).

8
100 pies equivalen aproximadamente a 33 m.

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¿Cómo se expresa la vida llena del Espíritu?: “… hablando entre ustedes con salmos, con
himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en sus corazones; dando siempre
gracias por todo a Dios el Padre, en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Efesios 5:19-20).
Luego Pablo sigue el texto describiendo el estilo de vida de la gente llena del Espíritu: “Las esposas
se sujetarán, los esposos amarán a sus esposas, los padres no provocarán a ira a sus hijos, los hijos
obedecerán, los siervo trabajarán bien y los amos serán buenos”. Ésta es la forma en que la gente
llena del Espíritu ha de vivir (Efesios 5:22 – 6:9).

Llenos con la Palabra

Lo curioso es que Colosenses 3 tiene la misma lista: sumisión, hablando con salmos y cantos
espirituales, esposas sumisas, esposos amorosos, hijos obedientes, padres no provocadores, siervos,
amos. Sólo aquí Pablo no relaciona tal vida con la llenura del Espíritu. Dice que es resultado de
dejar que “la Palabra de Cristo more en ustedes abundantemente en toda sabiduría” (Colosenses
3:16).

¿Ves cuál es la vida llena del Espíritu? Es ser saturado con las cosas de Cristo, con Su
Palabra, Su Persona.

Tú podrías decir: “Bueno, sabes, me gustaría éso. Me gustaría ser saturado con Cristo.¿Cómo
hago éso?”

¡La única forma es estudiar el LIBRO que revela lo que Él es!

Tú dices: “¡Traté de leer la Biblia, pero nada obtuve!”

Permíteme compartir cómo estudio yo la Biblia y cómo la Biblia me ha avivado. Empecé con
1 Juan. Un día me senté y leí todos los cinco capítulos de corrido. Me tomó 20 minutos. Leer un
libro de corrido era terrible. (Los libros de la Biblia no fueron escritos como una variedad de versos
buenos, pequeños e individuales. Fueron escritos con fluidez y contexto).

Al siguiente día me senté y leí 1 Juan de corrido otra vez. El tercer día me senté y leí 1 Juan
de corrido. El cuarto día, de corrido otra vez. El quinto día, me senté y lo leí una vez más. Hice ésto
por 30 días. ¿Sabes lo que pasó al final de los 30 días? Yo sabía lo que está en 1 Juan.

Alguien te dice: “¿Dónde habla la Biblia de la confesión de nuestros pecados? Ves una
imagen mental de 1 Juan, primer capítulo, en la columna de la derecha hacia abajo (depende de tu
Biblia). “¿Dónde dice que no amemos al mundo?” Segundo capítulo columna derecha a la mitad
hacia abajo. “¿Dónde habla acerca del pecado de muerte?” Capítulo 5, última página. ¡Tú sabes 1
Juan!

Luego fui al Evangelio de Juan. Dividí el Evangelio de Juan en tres secciones de siete
capítulos cada una. Leí los primeros siete capítulos por30 días, los siguientes siete en 30 días, y los
últimos siete por 30 días. En 90 días, yo había leído el Evangelio de Juan completamente 30 veces.
¿Dónde habla acerca del Buen Pastor? Capítulo 10, columna derecha, empieza a la mitad, sigue
hacia abajo, da la vuelta a la página y va hacia abajo.

¿Dónde habla acerca de la vid y los pámpanos? Capítulo 15. ¿Dónde habla de los amigos de
Jesús? Capítulo 15, sobre la siguiente columna y un poco más hacia abajo. ¿Dónde habla del arresto
13
de Jesús en el huerto? Juan 18. ¿La restauración de Pedro? Juan 21. ¿La mujer en el pozo? Juan 4.
¿El pan de vida? Juan 6. ¿Nicodemo? Juan 3. ¿Las bodas de Canaán? Juan 2.

Tu dirás: “¡Amigo, eres muy listo!” No, no soy listo. Lo leí 30 veces. ¡Entonces aún puedo
tenerlo! Isaías dijo que aprendiéramos “mandato tras mandato, renglón tras renglón… un poquito
allí, un poquito allá” (Isaías 28:10-13). Entonces lo has guardado en tu corazón. ¡Después de un
rato eres algo más que una concordancia!

Descuido planeado

Mientras más estudia la Palabra de Dios, más satura tu vida y tu mente. Alguien reportó
haberle preguntado a una violinista en el Carnegie Hall de Nueva York cómo se había convertido tan
diestra 9 . Ella dijo que fue por un “descuido planeado”. Se propuso dejar todo aquéllo que no estaba
relacionado con su meta.

Algunas cosas de menor importancia en tu vida podrían permanecer un poco descuidadas


planeadamente 10 a medida que te pudieras dar a estudiar la Palabra de Dios. ¿Sabes qué pasaría? Si
más estudiaras la Palabra de Dios, más estaría saturada tu mente con Ella. Entonces no sería
problema para ti pensar en Cristo. No podrías dejar de pensar en Él.

Ser lleno del espíritu es vivir una vida consciente de Cristo y no hay cortapisa para éso. No
puedes apartarte y convertirte en “superdedicado” a vivir la vida consciente de Cristo. La única
manera en que puedes estar saturado con los pensamientos de Cristo es llenarte con el Libro que es
TODO acerca de Él. (Juan 5:39). Y ésta es la voluntad de Dios: que no sólo seas salvo, sino que
también seas lleno del Espíritu.

9
experta
10
Con toda intención

14
4
La Prioridad de la Pureza
Para algunos que han estado buscando la voluntad de Dios por un largo tiempo, ésto a parecer muy
obvio, “pues la voluntad de Dios es la santificación de ustedes” (I Tesalonicenses 4:3-7). Dios desea que
cada creyente sea santificado. ¿Qué significa ser “santificado”? Usamos la palabra “puro” en su lugar. Pablo
está hablando en este pasaje acerca de la pureza práctica 11 y da 4 principios.

Abstente de fornicación

Permanecer alejados del pecado sexual. No dice que se evite el sexo; dice apartarse del pecado
sexual. Desde luego, ésto significa que no debemos envolvernos en actos que son equivocados. También
significa que deberíamos permanecer lo bastante alejados de esas cosas. Algunos Cristianos que no soñarían
en hacer esas cosas se sientan y observan a alguien hacerlas o leer de ellas en algún libro y lo llaman
“entretenimiento”. Deberíamos no tener parte en esas cosas.

No soy un mojigato; pienso que el sexo es una cosa gloriosa. Dios lo inventó. Si Él lo inventó, es
bueno. Pero lo designó para la belleza de las relaciones matrimoniales y no más. Para una persona que piensa
que puede engañar a Dios y darse vuelo con el sexo fuera del matrimonio, es creer la mentira del diablo.

Es absurdo para un joven (o para cualquiera) que está viviendo impureza sexual decir: “Dios
muéstrame Tu voluntad”. Tal persona no está ni siquiera haciendo lo que este texto de la Escritura dice que es
Su voluntad. ¿Por qué debería Dios revelarte Su más remota voluntad?

Apartarse de la inmoralidad sexual es un principio simple. Alguien inevitablemente dice: “¿Qué


tanto?” Tanto como para ser lo suficientemente puro. Santificado. Apartado completamente para Dios.

¿Estoy que no puedes estrechar las manos con alguien que amas? Ésa no es la salida.12 ¿Quiero decir
que no puedes besar? Tampoco quiero decir éso. La Biblia dice: “Todas las cosas me son lícitas, pero no
todas convienen; todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejare dominar por alguna” (1 Corintios
6:12). Puedes ser bendecido por Dios sólo en la medida que estás controlando lo que haces para Su honra.
Cuando la consciencia te controla, has cruzado la línea. Es un principio simple.

Controla tu cuerpo

El segundo principio concerniente a la pureza práctica se expresa en 1 Tesalonicenses 4:4. “Cada


uno de ustedes debería saber cómo poseer su vaso 13 en santificación y honor”. En Griego, hay dos posibles
significados de la palabra “vaso”: “esposa” o “cuerpo”. En el contexto, lo tomo como si significara
“cuerpo”. Lo que Pablo está diciendo es que tenemos que controlar nuestro cuerpo. Éso es pureza.

Tenemos que guardar nuestros cuerpos en sujeción para asegurar que estamos honrando a Dios. Éso
incluye controlar la forma de vestir y las cosas que hacemos con nuestros cuerpos. Este principio cubre toda
el área de lujuria de la carne y no solamente cosas sexuales. Una persona puede deshonrar a Dios por vestirse
de tal modo que atraiga la atención hacia ella. La glotonería también lo pone a uno en la posición de
deshonrar a Dios y de cometer pecado porque es obvio que todo aquel glotón no puede controlar el deseo de
comer. Nada que gratifique el cuerpo para deshonrar a Dios puede tener lugar en la voluntad de Dios.
(Gálatas 5:19 y 21).14

11
“practicada” o “vivida”
12
excusa
13
“vaso”: esposa, cuerpo. Traducción literal de la obra, muy parecida a la RVR-1909. La palabra griega es 
14
Cita agregada por el traductor

15
Domina tus pasiones

El Cristiano no ha de vivir “en la lujuria de la concupiscencia (maligno deseo que tiene que ver con
las cosas sexuales), ni como los gentiles (paganos) que no conocen a Dios” (1 Tesalonicenses 4:5). ¿Qué
está diciendo Pablo? No actúes como el resto del mundo –ellos están guiados por sus pasiones.

Una jovencita de 16 años vino a verme una vez con lágrimas sobre sus mejillas. Me dijo: “John, no
puedo más”, dijo. “Me voy a matar”. Le pregunté por qué, y ella replicó: “He estado involucrada con tantos
muchachos desde que tenía 13 años de edad, que no puedo mirarme al espejo”. Nos sentamos y hablé del
amor de Dios y Su completo perdón. Aquella adolescente invitó a Jesús a entrar en su corazón. Más tarde sus
ojos brillaron con lágrimas y dijo: “¿Sabes algo? Me siento perdonada”. Le aseguré que lo estaba. Salió de
aquel lugar para ya no vivir al margen, sino a poner sus afectos en las cosas de arriba.

Una de las cosas liberadoras del Cristianismo es que te saca del margen y te levanta. ¡Permanece
arriba! No actúes como los impíos.

Trata a otros justamente 15

Ningún hombre “agravie ni engañe a su hermano” 16


. (1 Tesalonicenses 4:6).

En otras palabras, no tomes ventajas de la gente

Algunos ponen el pie sobre el cuello de otros para obtener lo quieren. Algunos usan a otros en forma
sexual para gratificar sus propios deseos. Otros usan a la gente por la vía de los negocios. Hay muchas formas
de usar a otros. No lo hagas porque “el Señor es vengador de todo ésto”.

Tú puedes decir: “No me gustan esas reglas, Dios es estrecho de miras”. Entonces el versículo 8 es
para ti. “Así que, el que desecha ésto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio Su Santo
Espíritu”. Si maltratas a la gente, realmente maltratas y desprecias a Dios.

En el versículo 7, Pablo resume lo que hemos estado diciendo. “Pues Dios no nos ha llamado a
inmundicia, sino a santificación”. El llamadote Dios –la voluntad de Dios- es que seamos santificados, puros,
santos.

Robert Murray McCheyne habló en la ordenación del joven Dan Edwards en los 1860s. Dijo algo
como ésto: “Sr. Edwards… no olvide al hombre interior, el corazón. El oficial de caballería sabe que su vida
depende de su sable, así que lo mantiene limpio. Cada mancha la limpia con grandísimo cuidado. Sr.
Edwards, usted es un instrumento escogido de Dios… De acuerdo con su pureza, así será su triunfo. No es el
gran talento, no son las grandes ideas, lo que Dios usa, es la gran semejanza a Jesucristo. Sr. Edwards, un
hombre santo es una poderosa arma en la mano de Dios”. (Ver 2 Timoteo 2:21). MacCheyne estaba en lo
correcto, y la voluntad de Dios es tú seas santo, santificado.

15
legalmente
16
“Ninguno abuse o defraude a su hermano en cosa alguna”

16
5
Silenciando las Críticas
Imagínate el caso de un joven que sinceramente está queriendo conocer la voluntad de Dios
en relación al trabajo de su vida. Está tan dedicado a Dios que hasta desea ser un misionero, lo cual
parece ser el último sacrificio a los ojos de algunos.

Pero nuestro joven amigo, a pesar de su dedicación, tiene algunos problemas. Es un poco
“cabeza dura”. Parece tener problemas para entenderse con aquéllos que están en autoridad sobre él.
Sus razones para la rebeldía, son muy buenas, desde luego, al menos para su forma de ver.

Finalmente, nuestro joven “seguidor en pos de la voluntad de Dios” lleva su problema a un


sabio y viejo pastor. “Creo que Dios quiere que sea misionero” –dice-, “pero no estoy seguro de que
Él quiera que sea un misionero local o un misionero en el extranjero”.

El pastor le mira fijamente a los ojos. “Joven” –dice-, “usted necesita ser primero que todo
un „submisionero‟. Usted necesita aprender lo que significa „sumisión‟”.

¿Duras palabras? Quizá. Pero verdaderas. El Apóstol Pedro escribió: “Por causa del Señor,
sométanse a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior; ya a los gobernantes, como
por Él enviados para castigo de los malhechores, y alabanza de los que hacen bien. Porque ésta es
la voluntad de Dios” (1 Pedro 2:13-15).

¿Qué es lo que Dios desea que hagas? Sumisión. ¿De qué clase de sumisión es de la que está
hablando? La Escritura reúne varias clases incluyendo a los padres y otros creyentes. Pero aquí
Pedro habla específicamente de la clase de sumisión que te hace el mejor ciudadano posible en la
sociedad en que vives. ¿Quién es aquél al que estamos tratando de alcanzar? El mundo. Si nosotros
no somos el prototipo de lo que debería ser un ciudadano en el mundo, ciertamente dañamos
nuestros testimonios. Dios no sólo manda nuestra sumisión a aquéllos en autoridad, sino que
claramente nos dice la razón: “Porque ésta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, ustedes
hagan callar la ignorancia de los hombres insensatos17” (1 Pedro 2:15).

¿Sabes qué es lo que los críticos de Cristo buscan en los Cristianos? -¡Fallas! ¿Cómo vamos
a prevenirlos a encontrar fallas? Elimina las fallas. Necesitamos callar la ignorancia de los
insensatos. ¿Cómo vas a silenciar a tus críticos? Viviendo una vida ejemplar en la sociedad. Ése es
el punto de Pedro. El Cristiano no es un revolucionario. Si existe el camino legal de hacer un cambio
que se necesita, él toma esa ruta. Trabaja. Se esfuerza para ser el mejor hombre que pueda ser y
hacer la mejor contribución que pueda a la sociedad, pero lo hace conforme a la ley.

No abuses de tu libertad. No uses tu libertad como pretexto para ser malicioso y perverso (1
Pedro 2:16).

Alguien inevitablemente dirá: “No creo en esta restricción. Dios me ha dicho en mi corazón
que es errónea. Así que voy a romper esta ley o a resistir esta regla”.

17
torpes, necios, tontos

17
¡Espera un momento! La Biblia dice que no escondas tu malicia bajo la cobija llamada
“libertad Cristiana”. Dios dice: “Honren a todos los hombres. Amen a los hermanos. Teman a Dios.
Honren al rey” (1 Pedro 2:17).

Si es que estás empleado por alguien, entonces “ustedes estén sujetos con todo respeto a sus
patrones” (2:18). Tu puedes decir: “¡Tú no entiendes a mi jefe!”. La Escritura continúa: “… no
solamente a los buenos y afables, sino también a los no dóciles” 18. Las palabras “no dóciles”
significan “perversos”. ¿Tienes un jefe perverso? ¿Qué se supone que harás? Someterte amorosa y
voluntariamente.

Pon a prueba la Palabra

Muchas veces pienso que si los Cristianos de alguna manear aprendiéramos a vivir el tipo de
vida que Pedro describió, sacudiríamos al mundo de sus aguijones. Pero algunas veces el mundo no
puede distinguirnos de entre los suyos. El Apóstol Pablo nos exhorta a los que somos Cristianos que
trabajamos para empleadores no-Cristianos a que les demos un día de trabajo honesto por el pago
del día y que les mostremos que es la norma para un Cristiano (ver Efesios 6:5-8).

Si eres el ciudadano de cierto estado, obedece las leyes de ese estado, para que esa gente
pueda saber que tu fe es real, que alcanza e influye cada área de tu vida. Siempre me turba el que un
chico Cristiano que lleva una etiqueta con alguna cita Cristiana sobre la defensa de su carro, entre y
salga del tráfico como un maniático. 19

El principio de buena ciudadanía está altamente apoyado por Pablo, que dice que cuando la
Iglesia elige un diácono, es para escoger a uno que sea irreprensible (ver 1 Timoteo 3:10).

Quizá preguntes: “¿Se supone que debo obedecer todas las leyes sobre la Tierra?” Sí, cada
ley. Si no estás de acuerdo con ellas, éso no cambia el asunto. Obedécelas. Ahora, si conoces una
forma de trabajar políticamente para cambiar las leyes deficientes, bien; pero hasta entonces serán
cambiadas, obedécelas.

Pero, ¿qué si ellas te dicen que hagas algo que viola la clara revelación y el mandato de
Dios? ¡entonces no las obedezcas! Ésa es la única excepción. Ésto es lo que sucedió cuando el
concilio tomó a Pedro y a Juan bajo arresto. Ellos les dijeron que no predicaran más en el Nombre
de Jesús. Pero Pedro y Juan contestaron: “Juzguen ustedes si debemos obedecer a Dios o a los
hombres” (Hechos 5:29) 20. Y ellos salieron de ese lugar y empezaron a predicar (Hechos 4:18-20).
La única ocasión que un creyente viole la ley de la Tierra es cuando la ley ya sea que prohíba hacer
lo que se le ha dicho que haga por mandato directo de Dios, o que le mande hacer lo que Dios
prohíbe.

¿Qué es lo que estoy diciendo? Es que Dios quiere que seamos la clase de ciudadanos en el
mundo, los cuales atraigan la atención del mundo. Necesitamos tener las características de la sal y la
luz (Mateo 5:13-16). Éso involucra la sumisión, lo que está claramente mandado en la Escritura.

18
En la RVR-60: “difíciles de soportar”
19
como loco
20
Traducción literal, cita agregada por el traductor

18
6
Enfrentando el fuego
Muchos posibles seguidores de Jesús vienen a Él con sueños de grandeza que son buenos a
su parecer. Jesús puso quietos a los discípulos por argüir de quién sería el mayor, y les dijo que la
grandeza verdadera se centra en servir a otros (Marcos 9:33-35). Pero también alentó sus
aspiraciones de grandeza con declaraciones tales como: “Ustedes que me han seguido… se sentarán
sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel” (Mateo 19:29).

Pero en la voluntad de Dios, la grandeza viene detrás del sufrimiento, a menudo bastante
detrás. Y si un hombre se compromete con Jesús con pensamientos de grandeza, mejor debía estar
informado de que el sufrimiento viene primero. De otra manera, la voluntad de Dios puede empezar
a verse muy indeseable para él después que ha estado en el camino un corto tiempo.

Hubo uno que vino a Jesús clamando que quería hacer la voluntad de Dios. “Señor, te
seguiré a dondequiera que vayas”, declaró.

Jesús replicó: “Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; pero el Hijo del
Hombre no tiene dónde recostar la cabeza” (Lucas 9:57-58). Quería que este posible seguidor
supiera que la voluntad de Dios involucra sufrimiento.

El Apóstol Pedro escribió: “Pero el Dios de toda gracia, que nos llamó a Su gloria eterna en
Jesucristo, después que ustedes hayan padeciendo un poco de tiempo les perfeccione…” (1 Pedro
5:10). El sufrimiento está a la par con el avance para los Cristianos.

Éso es por lo que el Apóstol Pedro también escr4ibió acerca de los “los que sufren según la
voluntad de Dios” (1 Pedro 4:19).

Alguno puede decir: “¿Debería yo sufrir? Éso es para lo que estoy calificado. Chico, ¡vaya
que sufro! Yo sí que llevo una verdadera cruz. Mis padres son mi cruz”. O: “Mi esposo (a) es mi
cruz”. O: “Mi suegra es mi cruz”.

Pero ésa no es la clase de sufrimiento de la que Pedro estaba hablando. Escribió: “Porque
mejor es que ustedes padezcan haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo
el mal” (1 Pedro 3:17). No estamos para sufrir por haber fallado en ser el tipo correcto de joven, no
por ser antagónicos, o gruñones, o por no funcionar bien en alguna parte, pero deberíamos sufrir por
lo que es correcto.

Cuando éso suceda, Pedro dijo: “Gócense por cuanto ustedes son participantes de los
padecimientos de Cristo” (1 Pedro 4:13). Debes estar contento con ello. “Si ustedes son
vituperados por el Nombre de Cristo, son bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios
reposa sobre ustedes… Así que ninguno de ustedes padezca como homicida, o ladrón o malhechor,
o por entremeterse en lo ajeno” (1 Pedro 4:14-15).

19
El pasaje continúa: “Pero si alguno padece como Cristiano…” (vs. 16). ¿Entiendes de lo que
está hablando? ¿Ves lo que está a la par con el avance? Si eres un Cristiano que está viviendo una
vida piadosa 21 dentro de un mundo impío, sufrirás.
El Apóstol Pablo lo anota: “Y también los que vivieren piadosamente22 en Cristo Jesús,
padecerán persecución” (2 Timoteo 3:12).

Tú puedes decir: “Pero yo no sufro persecución alguna”. Quizá, entonces no estás viviendo
una vida piadosa delante del mundo. Pero si sufres, es cosa maravillosa. El Espíritu de gracia y
gloria descansa sobre ti (1 Pedro 4:14).

El evangelismo no es solamente un trabajo de los predicadores. Es tuyo. No está completo


simplemente por repartir folletos dondequiera, por muy bueno que éso pueda ser. El evangelismo
involucra vivir una vida piadosa ante los ojos del mundo impío. Y éso traerá persecución, porque al
mundo no le gusta Jesús (1Juan 4:6) 23

¿Escondido?

Considera las palabras de Pablo como las tenemos en Filipenses 1:29: “Porque a ustedes les
es dado en el favor de Cristo, no sólo que crean en Él, sino también que sufran por Su gracia”.
Aquí hay algo contradictorio. El sufrimiento va ligado con la fe. La Biblia nunca comprende a un
Cristiano en cualquier tiempo que no sufra –porque cualquiera que vive una vida piadosa en el
mundo tendrá el ataque que el mundo le lanza. Si vas valseando confortablemente por la vida, o
significa que no estás viviendo una vida piadosa, o estás viviendo escondido “entre los matorrales”
en algún lado donde el mundo impío no puede verla.

La Biblia muestra cómo podemos vivir una vida piadosa en el mundo impío con éxito.
Hechos 4 registra cómo Pedro una vez descargó un sermón que retumbaba sobre los líderes de
Israel. Los mortificó tantas veces que me sorprendo que no lo apedrearan ahí mismo. Cuando
terminó de predicar, la Biblia dice que los Judíos “echaron mano” sobre Pedro y Juan (vs. 3). No era
para ponerlos en orden, ¡podemos estar seguros! Fue para ponerlos bajo custodia. Pero el resultado
del sermón de Pedro fue que muchos creyeron. El número de los convertidos llegó a 5,000.

Y hubo probablemente otras 5,000 mujeres y niños. Por ese tiempo, la Iglesia tenía unas
pocas semanas de edad, quizá había ganado como 20,000. En el siguiente capítulo oímos acerca de
su multiplicación, ¡pero no nos dice cuántos porque la cuenta era muy grande!

Pero regresemos a Pedro y Juan, que fueron echados a la cárcel por la noche. En la mañana
fueron sacados y se les preguntó: “¿Con qué poder o en qué nombre han hecho ustedes ésto?” (vs.
7).

Me imagino que Pedro pensó: “¡Qué pregunta! ¿Sabe ese cuate lo que está diciendo? ¡Yo le
contesto!

De una manera, Satanás es tonto. Se sobrepasa. Pensó: “Los arreglaré. Los capturaré”.
¿Sabes qué pasó? Fueron a dar ante el Sanedrín (el máximo líder de Israel) y predicaron a Jesús al

21
pía, devota, espiritual
22
devotamente, de acuerdo con Dios
23
Cita agregada por el traductor

20
Sanedrín, una oportunidad así nunca la habrían tenido a menos que Satanás se las arreglara. Satanás
hace éso todo el tiempo. Puso a Pablo en la cárcel de Filipos, y el carcelero y toda su familia fueron
salvos. Puso a Jesús sobre una cruz, ¿y qué pasó? Jesús redimió al mundo. Satanás realmente no
sabe en las que se está metiendo y Dios es soberano.
Pedro y Juan llegaron a ésto, y por ello llevaron su sufrimiento. Ellos no armaron bulla. No
pelearon, corrieron, se escondieron de tras de un pórtico, o alguna cosa de ésas. Siguieron adelanten
la confianza de que ésta era una oportunidad de Dios.

Entonces Pedro, lleno con el Espíritu Santo (vs. 8), predicó el Nombre de Jesucristo y
terminó con una invitación al estilo evangelístico. “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay
otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres en que podamos ser salvos” (vs. 12).

No fuera de orden

Sólo imagina a Pedro parado en el salón de piedra tallada cerca del templo. El Sanedrín
entero está ahí sentado incluyendo a Caifás que está sentado detrás de ellos en la silla del sumo
sacerdote. ¡Pedro está predicando a Jesús! Y no está fuera de orden. Le han preguntado por cuál
nombre sanó al paralítico en la puerta “la Hermosa”, y está solamente contestándoles honestamente.

Entonces el sufrimiento fue peor.

Las autoridades mandaron a Pedro y a Juan, a nadie hablar ni enseñar en el Nombre de Jesús
(vs. 18). Pedro y Juan contestaron: “Juzguen ustedes si es justo delante de Dios obedecer a ustedes
antes que a Dios” (vs. 19). Ésa fue una pregunta con la que el Sanedrín tuvo un tiempo difícil para
contestar porque se sentían muy religiosos y dijeron que creían en Dios. Si decían: “Deben obedecer
a Dios, no a nosotros”, éso también los pondría en pugna con Dios y soltaron a los discípulos. Pedro
los había dejado perplejos.

Las autoridades dieron un “sermón” a Pedro y Juan, y además los amenazaron. No pudieron
suponer alguna forma de castigarlos porque tenían miedo a la gente, por éso los dejaron ir.

Pedro y Juan corrieron a la asamblea de Cristianos y todos ellos tuvieron un tiempo glorioso
alabando a Dios. Oraron, entonces. No dijeron: “Dios protégenos, están detrás de nosotros”.

Ellos oraron: “Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a Tus siervos que con denuedo
hablen Tu Palabra” (vs. 29).

No dijeron: “Ayúdanos”. Dijeron: “Llénanos de Tu poder y mándanos otra vez”.

“Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron
llenos del Espíritu, y hablaron con denuedo la Palabra de Dios” (vs. 31).

¿Qué dice el siguiente versículo? “Y la multitud de los que habían creído...” (vs. 32).
¡Tuvieron resultados! Salieron y voltearon de cabeza ese poblado.

Fue una cosa hermosa, ves, porque se sometieron al sufrimiento. Enfrentaron su palabra en
forma sobresaliente; no se echaron para atrás. No esquivaron con tácticas de publicidad, no
estuvieron tratando de meter “a hurtadillas” el Evangelio en la bolsa trasera de alguien. Desafiaron
al mundo con la mente puesta en los dichos de Cristo, en amor y levantaron polvo. ¿Sabes qué pasó?
21
Tuvieron oportunidades que nunca podrían haber tenido de otra manera y Dios les dio más audacia
que nunca.

Uno de los problemas del evangelismo hoy es que los Cristianos no están deseando estar cara
a cara con el mundo y decirle lo concerniente a Jesucristo. El Evangelio se mutila para acomodarse a
los prejuicios de cada quien. Necesitamos más audacia. Es triste que la audacia de Pedro y Juan esté
tan lejos de nuestra experiencia en nuestras vidas. Oro a Dios que nos dé más audacia.

Desafiando a los militantes

Una ocasión fui invitado a hablar a una universidad particular con 15,000 o 20,000
estudiantes en un área predominantemente judía de Los Ángeles. Se me solicitó hablar sobre las
bases filosóficas del Cristianismo. Muchos estudiantes estuvieron ahí y la fracción radical judía
también estuvo. Algunos eran militantes “anti-cristianos”. Todos ellos estuvieron ahí listos para
escuchar lo que yo tenía que decir.

Algunas veces cuando predicas bien, percibes 24 el poder de Dios fluyendo a través de ti. Es
como si tú estás parado ahí pero Dios está haciendo todo. Dios me dio pensamiento claro y voz
fluída. El auditorio estaba bien callado y yo estaba listo para jitomates y huevos. Por una hora
desarrollé las bases filosóficas del Cristianismo. Los últimos 10 minutos los pasé probando que
Jesús es el Mesías.

Cuando terminé, la organización militante demandó que yo fuera expulsado del campo
permanentemente. Empecé a recibir cartas obscenas por correo y amenazas contra mi vida y mi
familia. También iban a venir en la mañana del Domingo y volar mi iglesia. Empecé a recibir
llamadas telefónicas obscenas y amenazantes a las 2 ó 3 de la mañana.

Por segunda vez en mi vida empecé a darme cuenta de lo que es desafiar al mundo y
encontrar la hostilidad que significó Jesús viniendo a mí. No puedo decir que en toda mi vida haya
tenido una experiencia más excitante o emocionante como en aquéllos días. (Y aún siguen). Desafié
al mundo con audacia en el poder del Espíritu de Dios, ¡y cosas sucedieron!

Podía haber permanecido lejos de aquel campo ese día por temor de que destruyera mi
ministerio o peligrara mi vida. Pero fui. U estudiante vino a mí después de aquella conferencia,
mientras aún estábamos ahí, y la turba seguía, y me dijo: “¿Podría platicar con usted?

Una semana después de nuestra plática, vino a mi oficina y se sentó y dijo: “Lo que usted
dijo tuvo sentido y quiero conocer a Jesucristo”. Él es ahora un hermano en Cristo, y su salvación
fue una consecuencia de mi ida a aquel infierno. Y ya se ha reproducido por llevar a otros a Cristo.

Quizá digas: “MacArthur, no tienes que meterte en agua caliente”.

Oh, sí, claro que sí. ¡Estoy dispuesto a gastarme por la gracia de un joven! Si Dios quisiera
aun que perdiera mi vida, ahelosamente debería perderla por Su gracia. Ésa es la actitud de Pablo.
Pablo dijo que se gloriaba en flaqueza, tribulación, necesidad y hasta en persecución, porque cuando
él era perseguido, la gente era salva y éso es bueno.

24
La obra original dice “sientes”

22
Un Cristiano está dispuesto a gastarse. Puedes no tener lesiones físicas, pero quizá sufras
persecución intelectual en su lugar. Puedes ser relegado de la sociedad sutilmente. Quizá seas
rehuido políticamente en el agua más fría. La gente pone una actitud de “ahí va ese extraño”. Y éso
causa problemas de “ego desinflado”. Toda persona en mucho quiere ser aceptada. Pero tú no
puedes ser aceptado por el mundo y ser efectivo para el Señor 25 .

No soy masoquista. No me toma placer en que abusen de mí espiritualmente o de otra forma,


y no estoy tratando de decir: “Oh, pobre de mí. Soy perseguido. ¿No soy espiritual?” Dios me
ayude, no. Pero estoy hablando de un anhelo de ser audaz, un anhelo de enfrentar al mundo y
levantar polvo, No te ocultes bajo el agua del Evangelio. Si la verdad ofende, entonces deja que
ofenda. La gente ha estado viviendo toda su vida en ofensa a Dios; déjalos que se ofendan por un
rato.

Considera las palabras de Pablo en su carta a los Filipenses: “Sí, y aunque sea ofrecido en
sacrificio y servicio de su 26 fe, me alegro y me regocijo con todos ustedes” (2:17). ¿Qué quiso decir
Pablo? “Si tengo que morir como un sacrificio para que ustedes sean salvos, éso es bueno. Si tengo
que ofrecer mi vida como un sacrificio para su gozo, éso amo”.

En su carta a los Colosenses, Pablo se regocija de su sufrimiento. Puedes pensar que Pablo
perdió la cabeza. No. Él dijo: “Ahora me gozo en lo que padezco por ustedes, y cumplo en mi carne
lo que falta de las aflicciones de Cristo…” (1:24). ¿Qué quiere decir? Al mundo le gustaría agarrar
a Jesús. No persiguen Cristianos porque les disgusten, persiguen Cristianos porque les disgusta
Jesús. No pueden agarrar a Jesús porque Él está en el cielo, así que nos agarran a ti y a mí.

25
al mismo tiempo
26
de ustedes

23
7
¡¡¡Eres tú!!!
La voluntad de Dios es que seas salvo, lleno del Espíritu Santo, santificado, sumiso y sufrido.
Todo ésto lo aclara la Palabra de Dios. No leas hasta que te hayas apropiado estos cinco principios.

Tú dices: “MacArthur, tú ibas a decirme a qué escuela ir. Ibas a decirme la voluntad de Dios,
específicamente. ¡No lo has hecho!”

Bien, permíteme darte el principio final, ¡pero agárrate de tu asiento!, ¡a lo mejor quieres brincar
o gritar! Si tú estás haciendo las cinco cosas básicas, ¿sabes cuál es el siguiente principio de la voluntad
de Dios? ¡Haz lo que quieras! (1 Crónicas 17:2) 27. Si esos cinco elementos de la voluntad de Dios están
operando en tu vida, ¿quién está dirigiendo tus deseos? ¡Es Dios! El Salmista dijo: “Deléitate así mismo
en el Señor, y Él te dará los deseos de tu corazón” (Salmo 37:4). Dios no dice que llenará todos los
deseos que hay. ¡Él dice que pondrá los deseos ahí! Si estás viviendo una vida piadosa, Él te dará los
deseos correctos (Filipenses 2:13) 1.

La gente me dice: “¿Por qué entró en su presente ministerio cuando antes tenía un tan regocijante
ministerio en otra área?

Siempre respondo: “Porque lo quería”

“Ajá. Voluntad propia”.

No es voluntad propia. Es la voluntad de Dios

Tenía un amigo que vino a mí y dijo:”John, no sé dónde quiere el Señor que Le sirva”.

Le dije: “Marty, si tú tuvieras a tu elección algún servicio en el mundo, ¿cuál querrías?

Él dijo: “Oh, tengo un cargo por mi pueblo Israel. Hablo francés fluidamente, y París
precisamente está lleno de Judíos que no conocen a Jesús. Personalmente me gustaría ir a París como
misionero a los Judíos”.

Le confirmé sobre los cinco principios espirituales y le dije: “¿Marty, has hecho todas estas
cosas?”
Replicó: “Sí, honestamente creo que estoy comprometido con Cristo es estas áreas”.
Dije: “Marty, adiós, que tengas buen viaje”.
Titubeó y dijo: Pero tengo que escribir a 42 consejos misioneros”.
Le dije: “¡No! Ve.
Él dijo: “Pero es sólo mi deseo”
“Entonces confía que es Dios quien lo planeó. Sal de aquí”.

Se unió a una misión de fe y se alistó para Francia. Pusimos un letrero en nuestra iglesia: “Marty
Wolf se va a Francia”. Tomó todo para su sustento y ahora está sirviendo a Cristo -¡en Canadá!

27
Cita agregada por el traductor.

24
¿Qué pasó? Una vez él era el chico indicado, no era problema a dónde fuera. Está en la ciudad de
Montreal, trabajando con Judíos que hablan francés. Él tuvo la idea correcta. Dios tuvo una ciudad
diferente.

Ésto da lugar a otro principio crucial. Imagínate tratando de dirigir y cambiar la dirección de un
tractor 28. Dura tarea. Ocuparía enormes grúas y cadenas para apenas moverlo. Pero una vez rodando, un
camión que pesa 36,000 29 libras no es difícil de controlar.

Una vez que Marty estaba rodando, Dios tomó el volante con los fuertes brazos de Su voluntad y
fue fácil. Supongo que Dios pudo haber jalado en Su grúa celestial, tomar y empujar a Marty en la
dirección correcta, pero a Él Le gusta usar a la gente que ya se está moviendo.

Escucha este comentario sobre uno de los más grandes Apóstoles: “Y sucedió, como Pedro
pasara por todas las áreas, vino también a los santos que habitaban en Lida. Y ahí encontró a cierto
hombre llamado Eneas, que había guardado cama por ocho años, pues estaba enfermo de parálisis. Y
Pedro le dijo: „Eneas, Jesucristo te sana; levántate y has tu cama‟. Y se levantó inmediatamente y todos
los que habitaban en Lida y Sarón lo vieron y se volvieron 30 al Señor.” (Hechos 9:32-35).

Este emocionante relato registra que Dios usó a Pedro para sanar a un enfermo y empezar un
avivamiento. ¡Qué bendita experiencia de servir en la voluntad de Dios! Y hábilmente colocado en ese
evento se encuentra un simple y pequeño pensamiento: “… como Pedro pasara por todas las áreas”.

Pedro ya estaba en movimiento, disponible para abrir puertas. Éso es cuando Dios lo dirigió a
Lida. Recuerda: Dios tiene Sus más ricos ministerios para Sus santos más ocupados.

Encontramos en Génesis una fascinante ilustración de la misma verdad: “Y dijo: „Bendito sea el
Señor Dios de mi amo Abraham, que no ha apartado de mi amo Su misericordia y Su verdad: estando yo
en el camino, el Señor me guió a la casa de los hermanos de mi amo‟” (Génesis 24: 27). El siervo fue
enviado por Abraham a encontrar una esposa para Isaac. Ni siquiera sabía quién o qué estaba buscando.
Pero estaba involucrado en el servicio y el Señor lo tomó de ahí.

Introdúcete en la corriente principal de lo que Dios está haciendo y permítele guiarte a esa
perfecta voluntad.

Pablo en su segundo viaje misionero, cumplió el ministerio que Dios había planeado para
Galacia, una gran provincia en el Imperio Romano. Con gran éxito fortaleció, alimentó y confirmó a los
santos. El trabajo, al presente estaba hecho. Pero Pablo no, él se estaba moviendo. Él era un ejemplo de
persistencia.

Pablo encabezó el occidente, no sabiendo específicamente la voluntad de Dios, pero rodando


Dios pudo dirigirlo. La siguiente provincia era Asia Menor con sus ciudades de Éfeso, Esmirna,
Filadelfia, Laodicea, Colosas, Pérgamo y Tiátira. Pablo se movió con Silas y Timoteo hacia Asia Menor,
emocionado con la perspectiva de traer gente al Evangelio.

De repente, como un muro de concreto sobre una carretera, les fue prohibido por el Espíritu
Santo predicar el Evangelio en Asia (Hechos 16:6). No sabemos cómo los detuvo Dios, pero lo hizo. La
puerta cerrada cambió su dirección y se fueron al Norte, a Misia, esperando entrar a la provincia de

28
tractor estacionario o de trabajo pesado
29
36,000 libras equivalen aproximadamente a 16,364 kilogramos
30
se convirtieron

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Bitinia. “Pero el Espíritu no se lo permitió” (16:7). Otro obstáculo. Ellos habían sido detenidos de ir al
Norte y al Sur y hacia Galacia en el Este. ¿Qué pues, ahora? en este punto, nosotros podríamos haber
dicho: “Todas las puertas están cerradas, bien podemos ir a casa”. Pero Pablo no dijo éso. ¡Aún quedaba
el Occidente! Asia Menor y Bitinia, llevándolos al Oeste hasta venir a dar al Mar Egeo. Estuvieron en el
poblado de la playa de Troas: “… y una visión le apareció a Pablo en la noche. Un hombre de
Macedonia se paró y clamó él, diciendo: „Ven a Macedonia y ayúdanos‟” (Hechos 16:9). El
Cristianismo ya no sería pensado como otro culto asiático. ¡Iba hacia Europa, una cultura completamente
diferente, un nuevo mundo!

Dios los quería en Macedonia todo el tiempo. Pero n unca se lo dijo hasta que se les había
probado su fe y persistencia y no podían dar otro paso.

Manténte en movimiento -¡qué principio! Tanta gente se sienta esperando que la grúa celestial
los mueva, y diciendo: “No sé lo que Dios quiere que haga”. Ellos necesitan empezar a moverse, así
Dios puede dirigirlos hacia aquella área de servicio que Él ha planeado. El conocer la voluntad de Dios
puede significar empujarte hacia un carril estrecho hasta encontrarte con un callejón sin salida. En ese
punto, Dios abrirá una puerta tan ancha que no podrás ver alrededor -¡sólo a través de ella!

¿Cuál fue la respuesta de Pablo? Está ahí en el Libro de Hechos: “Y después que él había visto la
visión, inmediatamente nos esforzamos para ir a Macedonia dando por cierto que el Señor nos había
llamado para predicar el Evangelio a ellos” (16:10).

Pablo respondió inmediatamente y ésa es la única reacción cuando un corazón persistente


encuentra una puerta abierta.

Me recuerdo yendo a un parque de diversiones cuando era niño y que pagué 25 centavos para
perderme en un laberinto. Estaba lleno de espejos, espacios abiertos y vidrios claros. La idea era
encontrar espacios abiertos y hacer tu ruta para salir del laberinto. Un niño pequeño se dio a detenerse en
el acto llorando por su mamá. ¡Yo no! Corrí entre los vidrios y choqué con los espejos hasta que
encontré los espacios abiertos y salí 15 minutos más tarde.

Puedes dar con muchas puertas cerradas, pero ésa es la forma de Dios para fortalecerte hacia la
Suya que está abierta. ¡Muévete! Sé persistente.

Ves, la voluntad de Dios no es primeramente un lugar. La voluntad de Dios no es, primero que
todo, para que tú vayas allá o trabajes aquí. La voluntad de Dios te considera como una persona. Si eres
el correcto tú, tú puedes seguir tus deseos y cumplirás su voluntad.

“Por tanto, hermanos les supliqué por las misericordias de Dios, que presentes sus cuerpos
como sacrificio vivo, santo, aceptable a Dios que es su servicio razonado. Y no se conformen a este
mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que puedan comprobar cuál
sea la buena aceptable y perfecta voluntad de Dios” (Romanos 12:1-2).

Y cuanto suceda en tu vida, a lo largo del camino, dá gracias, porque “ésta es la voluntad de
Dios en Cristo Jesús con respecto a ustedes” (1 Tesalonicenses 5:18). Él lo está usando para moldearte
en Su voluntad.

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¡Prepárate para una sorpresa!
Quizá quieras brincar y gritar cuando leas el sexto principio para saber cuándo has
encontrado la voluntad de Dios.

El sexto principio es “Haz lo que quieras” tanto como los cinco primeros principios están
operando en tu vida.

Lee acerca de todos los seis principios para entender mejor lo que el Salmista quiere decir
cuando nos insta: “Deléitate así mismo en el Señor; y Él te dará las peticiones de tu corazón”.
(Salmo 37:4).

JOHN MACARTHUR, JR pastorea la “Grace Community Church” de rápido crecimiento


en Panorama City, California. Se especializa en la predicación y la enseñanza de la Biblia.

Un popular ministro conferencista para jóvenes y adultos, también habla mensualmente en


“La Voz del Calvario”, programa de TV dirigido por su padre: Dr. Jack MacArthur.

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