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BIOGRAFÍA CONTADA

“Cada cual es él más lo que

sueña”

“Los invocados”
2

ORÍGENES
3

1923.- 23 de abril (Día del Idioma) nace Manuel


Mejía Vallejo, en Jericó, municipio del
Departamento de Antioquia, Colombia.

Casa de
Manuel Mejía Foto de Jericó

Mi abuela enfermó de muerte y mi madre sacó permiso del


médico del lejano pueblo para ir a Jericó, habitábamos
territorio jardineño: a caballo me llevó a mí en sí misma y
por ese hecho nací en Jericó. Pero en Jericó había nacido
ella: tengo, pues dos nacimientos, dos camas primeras, dos
casas iniciales y me gozo de tener dos pueblos como cuna.
(1)

Su padre
Foto del
padre Alfonso Mejía Montoya era hacendado y su
hijo lo recuerda con afecto:
4

A veces silbaba junto a mi lecho un silbo que sigo


recordando y que a mi vez silbo a los hijos pequeños;
en ese momento soy mi propio padre y me silbo la
tonada a mí mismo, cuando tenía escasos años, todo
ello en tres edades distintas que logran ponerme
triste… Me gustaba oírlo hablar y contar, creo que lo
recuerdo cuando digo mis asuntos. De jóvenes se nos
pegan cosas de otros. (2)

Recuerdo el olor de él, su voz generosa a veces


monosilábica y su manera de mirar tras unas cejas
tupidas que le invadían la mirada…(3)
5

SU MADRE

Rosana Vallejo González, del municipio de


Foto de
doña Jericó, Antioquia. Su padre era conocido como
Rosana
Don Vallejo, nacido en el municipio d e El
Retiro, Antioquia. Su madre era María Jesús
González.

Estudió en el Colegio de la Santa Trinidad en Jericó y en el


Internado Francés de Medellín. Aprendió a bordar, a pintar
sobre lienzo, porcelana y arcilla.

Yo he mirado esas manos de enérgica fatiga acariciar la


forma, guiar un pincel de trazo seguro, inventar un fondo,
figurar un sueño. Líneas y colores dan el ritmo de una paz
inspirada, el roce amigo sobre la materia obediente a una
sencilla manera de mirar las cosas… Las manos que trazaban
caminos a unos rostros interrogantes son las mismas que
ahora, de ochenta años maravillosos, continúan ligadas a la
arcilla en un acto de creación serena.(4)

Carta al escritor Javier Arango Ferrer, 3 de julio de


1962:
6

Ya sabrá, mi querido doctor, que Rosana se ganó el primer


premio en cerámica en el Festival de Cali; según parece, por
unos Cristos de barro y por un jarrón con relieves, muy
elogiados por los entendidos. Está haciendo ahora cosas
excelentes y ha obtenido buenas calidades en esmaltes y
colores y acabados mediante ensayos propios. Mamá sigue en
sus jarrones y floreros con decoraciones originales de valor.
Hasta yo me metí de alfarero, como que algún ancestro
indígena nos echó barro y candela en las manos.

Familia de Manuel Mejía Vallejo

Sus padres eran primos segundos. Su


Foto de la familia abuelo, Manuel María Mejía Vallejo, primo
hermano de su abuela, fue un
Mejía Vallejo importante colonizador de la región:

Los abuelos iban a caballo y a pie, conquistando cerros o los


adquirían, se hacían a veces enemigos de los indios o amigos
de los indios, y convivían con ellos. Mi padre les conocía el
idioma y me asombraba porque no sabía que existiera un
idioma distinto al que mamé de pequeño. …Cuando
viajábamos a caballo, mi padre empezaba a hablar con los
indígenas que poblaban todavía ese territorio y pescaban en
los pequeños charcos de nuestros pequeños ríos. Fue también
el asombro comprobar que nunca reían. (5)

Sus hermanos:
7

Berta, Adela*, Alfonso*, Tina, Carlos, Roxana, Ligia, Olga*,


Inés*, Luz*, Joaquín. (*Hermanos fallecidos).

Entre doce fui el quinto de la tarde. (6)

LA INFANCIA

Pasó sus primeros años en la finca “Gibraltar”, entre Jardín y


Andes, a orillas del Río San Juan, suroeste de Antioquia.

Caminábamos descalzos, a veces con remiendos en la ropa,


por el monte; porque vivíamos cortando caña, trayendo leña
para el fogón cocinero, no había luz eléctrica. ( 7)

De niño me entusiasmé por la palabra y fue el asombro ver


que la palabra invocaba cosas, invocaba seres, invocaba a los
muertos, invocaba a Dios o al Diablo. (8)

El estar frente a campesinos y trovadores y contadores de


leyendas me fue dando una dimensión del mundo. Junto al
fogón en la noche, con la leña de laurel o de carate que era la
que especialmente usábamos en la finca, alguien llegaba y se
echaba una historia de aparecidos o de muertos recientes que
8

empezaban a estrenar su vida de espantos. Ellos nos


contaban lo sobrenatural, nos hablaban de la Patasola, de la
Madremonte y la Patetarro, El Mohán y El Judío Errante y toda
esa mitología prodigiosa nacida de un paisaje violento. (9)
9

ESTUDIOS

 ESCUELA PRIMARIA

 BACHILLERATO

 BELLAS ARTES

1930-1944
10

La escuela en la Finca “Gibraltar”

1930 Primeras letras en la finca “Gibraltar”.

Mi padre nos hizo construir una escuela donde aprendimos a


leer con los hijos de los peones. Una vieja de setenta y tantos
años aprendió las primeras letras con nosotros. (10)

Primeros estudios en Jardín

Foto de Jardín

1935 El 5° de primaria en el colegio del municipio


de Jardín, suroeste de Antioquia.

Después pasamos a quinto de escuela y fue el cambio


entonces asombroso del campo al pueblo, en Jardín. Eran
seres desconocidos los nuevos amigos, desconocidos los
maestros, desconocidos los métodos, y de lo elemental y
amable de la vida rural, pasamos a descubrir la crueldad y la
amistad de los condiscípulos. (11)

BACHILLERATO EN MEDELLÍN
11

1936 Bachillerato: Universidad Pontificia Bolivariana de


Medellín.

1940

Se alojó en la casa de su tío, José Manuel Mora Vásquez,


catedrático de Hacienda Pública, Rector de la Universidad de
Antioquia, embajador de Colombia ante la UNESCO,
integrante del grupo literario antioqueño “Los Panidas”
(1915). León de Greiff dirigía la Revista “Panida”, inspiración
del dios Pan. Fueron trece: León de Greiff, Teodomiro Isaza,
Rafael Jaramillo A., Bernardo Martínez, Félix Mejía, Libardo
Parra, Ricardo Rendón, Jesús Restrepo Olarte, Eduardo Vasco,
Jorge Villa, Fernando González, José Manuel Mora V., José
Gaviria Toro.

En casa de Jesusita Vallejo de Mora

Jesusita Vallejo estudió dibujo y pintura en el Instituto de


Bellas Artes de Medellín,con los maestros Pedro Nel Gómez
y Kurt Lahns. (Museo de Antioquia, Medellín, Colombia).

Cuando era niño me llenaba de asombro ver cómo mi madre,


junto a su hermana Jesusita con papel y tinta china o acuarela
12

iban apropiándose el paisaje de nuestras cercanías, y yo no


sabía cuál era el milagro. (12)
13

1943 – 1944 Estudios en el Instituto de


Bellas Artes,
Medellín

Estudió dibujo, pintura y escultura en compañía de José


Horacio Betancur, Ramón Vásquez y Francisco Madrid. Fue su
primera vocación intuida desde la infancia:

Creo que el dibujo es esencial y a mí me ha dado una cierta


armonía, una cierta proporción de las cosas.(13)
14

TERTULIAS

RUTAS CULTURALES
15

Foto
Manuel Mejía Vallejo y Carlos Castro
Saavedra
en el Café Madrid, Medellín, Colombia

Grupo de artistas de los años cuarenta, venidos de varios


pueblos de Antioquia: Carlos Castro Saavedra, Edgar Poe
Restrepo, Oscar Hernández, Oscar Rojas, Alberto Aguirre,
Tartarín Moreira, Manuel Blumen, León Zafir, entre otros. Se
reunían en los cafés Madrid, La Bastilla y Blumen. Manuel
Mejía Vallejo comparte la bohemia con los de su generación y
acompaña al grupo musical “Los Peregrinos”.

Con Carlos Castro Saavedra, uno de los tipos para mí más


entrañables, vivimos una bohemia también a la enemiga, a la
defensiva, así viajamos juntos a Bogotá. Él iba a un recital, y
lo primero que hicieron sus colegas fue esconder la llave para
que no dictara sus poemas, programados por la Dirección de
Cultura. Y nos fuimos de parranda. ( 14)
16

DESCUBRIMIENTO DE NUEVAS RUTAS


CULTURALES

Influencia del Suplemento Literario


“Generación” de “El Colombiano” (junio 1939 a
abril 1942)

Creado por Miguel Arbeláez Sarmiento y Otto Morales Benítez

Les permitió tener acceso a escritores de su época: Vicente


Huidobro de España, Pablo Neruda de Chile, César Vallejo de
Perú.
17

LA PRIMERA NOVELA

La tierra éramos nosotros


18

Primera novela: “La tierra éramos nosotros”.

A los diecinueve años decidió escribir acerca de lo que fue su


corto pasado. Casi por casualidad, al asistir a una película en
el Teatro Junín —ya destruido— donde está el Edificio Coltejer,
coincide la trama con su propia historia:

Sobre el desarraigo, sobre la separación obligatoria y no


únicamente de la tierra, sino de los muertos, de los
fantasmas, de los perros que aullaron tantos años, Robachol y
Terrible se llamaban ellos. (15)

Y concluyó: Me di cuenta que era escritor. (16)


19

La tierra éramos nosotros

Carátula
Edición de
1945

Publicación de “La tierra éramos nosotros”:


Su madre encontró los borradores en el escritorio de la finca y
pidió a José Manuel Mora Vásquez que los leyera. Sus
comentarios fueron favorables y doña Rosana gastó sus
ahorros en la publicación.

Escribí “La tierra éramos nosotros” a los diecinueve años.


Estaba muy joven, tan inocente que no cambié el nombre de
los protagonistas, excepto el mío. Yo me llamo Bernardo y
sigo llamándome Bernardo en la novela, en mis cuentos, en
mi obra literaria. Pero no cambié los demás. Mi padre, mi
madre, mis abuelos, mis hermanos figuran con los nombres
que tienen o que tuvieron en vida. Y conté la historia de una
infancia feliz. (17)
20

Polémica:

Atribuyeron la novela a un tío magistrado, Manuel María Mejía


Montoya, lo que haría exclamar a su autor:

Pero vé, ¿cómo entonces, las otras qué?, ¿es que yo invoco
cada vez el tío y él me dicta las cosas, o cómo crees que yo
hago esas novelas, las que estoy escribiendo? (18)

1956 Sobre “la tierra éramos nosotros”

“La tierra éramos nosotros” ofrece un campo todavía


romántico….El mismo autor nos confiesa que es una novela
autobiográfica; los personajes, el narrador desde luego, son
todos identificables. Aquí la realidad supera a la
imaginación…”

Pero hubo alguien que supo ver y expresar más tarde lo que
vio: “Cuando mi padre leía esa novela, y la leyó varias veces,
se le salían las lágrimas” me confesaba hace poco su autor….
(19)

Carta de Fernando González


21

Despacio, con deleite, fue la lectura de esta obra juvenil,


fuerte, movida, tan nuestra y tan original a un mismo tiempo.
Una plenitud y tiene precisa sencillez. Fue mucho el éxito
pero no todo el que se merece. Mi opinión es que usted se ha
señalado como el delantero en nuestra novela. (20)
22

ACTIVIDADES
23

Fotografía Contando el dinero


proveniente del
Reinado del libro, en la Biblioteca
Santander

1946: Secretario de Auditoría de la Contraloría


Departamental.

1948 Fundador de la Casa de la Cultura de


Antioquia.

Con el poeta Carlos Castro Saavedra, el abogado y escritor


Alberto Aguirre, el escultor Rodrigo Arenas Betancourt, entre
otros. El filósofo Fernando González, el pintor muralista Pedro
Nel Gómez fueron nombrados vicepresidentes.

Crearon 28 bibliotecas en los barrios de Medellín. El Reinado


del Libro consistía en elegir la reina del barrio que aportaba
más.

1948:
Profesor de Español y Literatura en 4° y 5° de bachillerato en
el Instituto Central Femenino (CEFA) y la Universidad de
Antioquia, en Medellín.

Periodista en “El Sol” de Medellín. El periodista Alberto


Upegui, sus amigos Carlos Castro Saavedra, Fernando Botero,
24

Oscar Hernández, Fernando González colaboraban. El


periódico difundía las ideas del lider liberal Jorge Eliécer
Gaitán.

9 de abril de 1948:
Un día llegó la violencia, llegó el nueve de abril, aún vivíamos
la patria boba y en los cafés se hablaba de chismes y de
fútbol entre tipos lúcidos como Eduardo Zalamea Borda y
León de Greiff, el país se nos vino encima, y lo sufrían José
Horacio Betancur y Hernán Merino y José Alviar Restrepo,
todos sufríamos el desgarramiento. Hombre inolvidable aquel
Alviar que un día murió de patria, como dice Carlos Castro
Saavedra en su dedicatoria, “Mi Hermanito José” continúa
enterrado en alguna ribera de río llanero, redacto la
Constitución de las guerrillas, lúcidamente. (21)

Manuel Mejía Vallejo y la política


Nunca me interesó la política, aunque hubo ofrecimientos en
ese sentido. A mediados de los años cuarenta un grupo de
jóvenes escritores colaboramos con el periódico “El Sol”:
Alberto Upegui, Oscar Hernández, Carlos Castro y Fernando
González. Publicábamos algunas cosas, habitualmente muy
apretujadas, pero fue una gran escuela. Conocí a Gaitán una
vez que vino a Medellín y al periódico. Él estuvo agradecido
porque escribí protestando por una pedrea que hubo contra él
25

cuando caminaba con su hija Gloria por la avenida Junín. Él


me preguntó si me gustaba la política y yo le dije que no.
Cuando Gaitán salía a cualquier escenario o plaza pública,
dominaba con su voz y sus ideas diciendo cosas como
aquellas frases populistas de que: “Yo no soy un hombre, yo
soy un pueblo.”” El Sol” fue fundado por Gilbert Zapata Isaza,
quien fue senador y criado en Corea. Escribía una columna,
por cierto no muy bien escrita y machacante en sus ideas. La
promesa del periódico era Oscar Rincón Noreña, que lo dirigía
con mucho acierto. Era un buen orador, escritor y excelente
editorialista, al punto de que cada rato el periódico bogotano
El Liberal, reproducía sus editoriales. “El Sol” se centraba
particularmente en los sucesos políticos y en los asuntos de la
vida cotidiana…En el suplemento literario, que fundamos
nosotros, aparecieron los primeros poemas de Oscar
Hernández que ilustré con unas pencas un poco surrealistas.
Marcial Fernández fue su seudónimo. (22)

1948 23 de abril
Manuel Mejía Vallejo recibió un “Certificado de desempleo” en
el cual se declaraba su nombramiento “insubsistente”. Fue
destituido de su puesto de Secretario de Auditoría de la
Contraloría Departamental “por participar en disturbios contra
el orden público”.
26

Certificado de
desempleo.

La violencia nos dio conciencia de ser colombianos,


descubrimos que había otro país, el país que no estaba en la
bohemia vivida con Tartarín Moreira, con León Zafir, con El
Vate González, con Obdulio y Julián, cantantes y serenateros,
con prostitutas y homosexuales, con los dueños y asistentes
de cafés en barrios peligrosos: había otra tierra, había otros
seres a quienes nosotros por mala educación estábamos
ignorando.

Hubo esa conciencia, vino la persecución, a mí me echaron de


un puesto como Secretario de Auditoría en la Contraloría
Departamental: por elemento peligroso me retiraron también
de la Universidad y tuve que salir hacia Venezuela. ( 23)
27

EXILIO

1949-1955
28

1949 – 1952

Venezuela.

Certificado de
periodista en el
Diario de
Occidente

En Maracaibo trabajaba su amigo de toda la vida Guillermo


Angulo. Lo recomendó y entró como columnista, editorialista
en el “Diario de Occidente” de Maracaibo (director Rodolfo
Aubert). Escribió dos columnas diarias: “Tono Menor” y
“Contrabando”. Firmó con los seudónimos: “Naután” (de
Nauta, navegante) y “Candil”. Sus artículos le valieron a su
director ir a la cárcel más de una vez porque siendo
extranjero no podía firmarlos:

Don Rodolfo, que hay que tener un sentido de la libertad y de


la democracia; que hay que defenderla y no ser…”Hombre,
tenés razón”. ¡Y para la cárcel. Ocho días en la cárcel!Pero
entonces los periódicos “El Universal, “El Nacional”, “La
Esfera”, elogiaron la actitud varonil, dentro de lo que podía
dejar la dictadura. Elogiado se sentía un héroe. ( 24)
29

Reportero, dibujante, encargado de los pies de grabados. Lo


nombraron redactor de planta y se encargó del suplemento
literario “Trigo del buen costal”.

Su trabajo periodístico lo sensibilizaría aún más a la injusticia


social en el campo y en la ciudad, especialmente con el indio.

En abril de 1951, escribiría su novela inédita “El hombre


vegetal”.

1952

Expulsado de Venezuela en diciembre. Dictadura de


Marcos Pérez Jiménez.

Regreso a Colombia.

El 6 de septiembre incendian las sedes de los periódicos


liberales “El Tiempo” y “El Espectador”. Su vida corre peligro.
Se exilia de nuevo durante el gobierno del General Gustavo
Rojas Pinilla.
30

 COSTA RICA

 GUATEMALA

 SAN SALVADOR
31

1952

Costa Rica

Fue corresponsal viajero para “El Espectador” de Bogotá y


“Diario de Occidente” de Maracaibo y durante esos
años, tanto en Costa Rica como en Guatemala envió
“Crónicas de viaje por Centroamérica”, reportajes y
cuentos. Costumbres, folklore, mitos; entrevistas con
políticos y escritores; cuentos con los cuales mediría su
talento en numerosos concursos literarios. Observador
y humorista, escribió el relato “Sangre de brujas” que
comienza así:

Escazú –pueblo cercano a San José de Costa Rica- tiene fama


continental por ser algo así como una gran fábrica de
brujas de superior calidad a las ya conocidas. En
efecto, y según decires, aquí estos seres semi-
sobrenaturales son más rápidos a lomo de escoba,
más traviesos en las noches sin luna y con mayores de
molestar y aterrar al buen cristiano. ( 25)

1953 – 1955

Guatemala

Gobierno de Jacobo Arbenz

Trabaja en el diario “El Imparcial” fundado en 1922 por


Porfirio Barba-Jacob. Continúa con las crónicas, los reportajes
32

sobre sus recorridos en tierras venezolanas. Sus cuentos


enviados a los concursos saldrán premiados: “El milagro”,
“La guitarra” que es una parte de “EL hombre vegetal”; “Al
pie de la ciudad” en 1955.

El Diario de Occidente le canceló la columna por los


reportajes sobre los dictadores del Caribe.

1953 : visita a las ruinas de Petén en Yucatán en


compañía de

Paul Rivet y de Miguel Ángel Asturias

La humanidad es un todo indivisible, no sólo en el espacio,


pero también en el tiempo. Las divisiones, consecuencias de
la inmensidad de la tarea a la cual se enfrentaban los sabios:
antropología, física, prehistoria, arqueología, etnografía,
folklore, sociología, lingüística son tan artificiales como las
clasificaciones basadas en la geografía política … Era tiempo
de romper con ellas.
Paul Rivet, fundador del Museo del Hombre en París.

En 1941, desmantelada la red de resistencia a la cual


pertenecía, se refugió en América del Sur. Encontró asilo en
Colombia, invitado por el Presidente Eduardo Santos:

En el gran país que me ha acogido, en Colombia, desde las


más altas autoridades del Gobierno hasta el más humilde
33

obrero, en todas las clases de la sociedad, en todos los


partidos políticos, he encontrado la misma fe conmovedora en
el porvenir de nuestro país, la misma admiración apasionada
por nuestros poetas, nuestros escritores, nuestros artistas,
nuestros científicos. (26)

Entrevistas con Rafael Arévalo Martínez

Fue amigo de Porfirio Barba-Jacob, recibió a Manuel Mejía


Vallejo quien conformó un archivo de copias de cartas (a
Alberto Velásquez), recortes de prensa ( Rafael Heliodoro del
Valle) y apuntes que le servirían para publicar en 1984 “El
hombre que parecía un fantasma”, con entrevistas y ensayos
acerca del poeta colombiano.
1954

Expulsado de Guatemala

Fue deportado a Honduras por un artículo sobre el derecho de


asilo y el caso del fundador del Aprismo peruano Víctor Raúl
Haya de La Torre Volvió clandestinamente a Guatemala.
Escribió, jugó póker y participó en varios concursos literarios
para sobrevivir. Golpe de estado del coronel Castillo Armas
(27 de julio de 1954).

1956

El Salvador
34

Trabajó como periodista en “El Diario de Hoy” y “Prensa


Libre”, firmó con los mismos seudónimos “Naután” y
“Candil”. Su columna se tituló “Contrapunto”.

Durante esta época vivió con parte de los premios ganados


con sus cuentos y envió el resto a Doña Rosana. Su madre la
guardó y pudo luego comprar la finca “Ziruma”, en La Fe,
Antioquia en 1963.

1956 Segundo premio en Concurso de Ensayo, San


Salvador

Texto: Breve elogio de la muerte

Vida y muerte son conceptos inseparables, sueño y vigía, día


y noche, luz y sombra. La vida es un surtidor, es la fuerza del
agua que sube; la muerte es la fuerza del agua que cae:
ambas son fuerzas invisibles sólo que vistas en un aparente
sentido inverso. Quien en su tránsito vital más vive, es quien
en su tránsito vital más muere. Vamos desbocados a paso
lento o a ritmo remansado en busca de nuestro cadáver, de
nuestro fin, comienzo de algo más grande así sea de una
noble frustración o de un noble engaño.

San Salvador, julio de 1956


35
36

REGRESO A MEDELLÍN-
COLOMBIA

1956
37

1956

Manuel Mejía Vallejo regresa enfermo. Le diagnosticaron


erróneamente un cáncer que fue úlcera.

18 de noviembre

Inauguración de una exposición de pintura de Carlos Castro


Saavedra.

Con esta emoción elemental Carlos Castro Saavedra ha


llegado a las artes plásticas. Parafraseando una salida de
André Gide, puede afirmarse que es un excelente pintor que
no sabe pintar. Pero el mismo desconocimiento del oficio le da
cierta audacia magnífica y le amplia su capacidad de
expresión con los pinceles…(27)

Conferencia sobre cultura y literatura en la Biblioteca Pública


Piloto.

1957

Cargo
Director de la Imprenta Departamental en Medellín, por cinco
años (1957-1962) por el gobernador Pío Quinto Rengifo.
Reemplaza a Bernardo Jaramillo Correa.

Quisimos publicar “Sonetos del amor y de la muerte” de


Carlos Castro Saavedra, y le propuse la idea al Secretario de
38

Educación de ese entonces. Me dijo que primero quería leer la


obra antes de su edición, y así lo hizo. A los pocos días me
llamó para advertirme que la Secretaría de Educación estaba
en imposibilidad moral de editar el libro. ¿Por qué?, le
repliqué. Y me contestó que en la obra aparecía dos veces la
palabra senos y que le daba vergüenza poner dicho libro en
manos de una maestra rural. Lo mandé al diablo e
inmediatamente hablé con el Secretario de Hacienda, quien
tenía autonomía para autorizar el libro, el cual pudo al fin
publicarse”.( 28)

1958

Primera polémica

En 1958, se iniciaron de nuevo las publicaciones con su


director Manuel Mejía Vallejo. Los volúmenes 1 y 2 contienen
“Cuadros de la naturaleza” y “El niño naturalista” de Joaquín
Antonio Uribe en 1958. El volumen 3: “Las contadas palabras”
de Oscar Hernández Monsalve, volumen 4: “Sonetos del amor
y de la muerte” de Carlos Castro Saavedra. En 1959, se
editaron los discursos de Rafael Uribe Uribe “La voz del
héroe”, con un trabajo crítico de Fernando Galvis Salazar que
obtuvo el Premio Gobernación de Antioquia.
39

Luis Guillermo Velásquez le reprochó el hecho de publicar


obras de autores liberales y Manuel Mejía Vallejo le contestó
públicamente en “Carta abierta a un hombre cerrado”,
publicada en el periódico “El Colombiano”.

Fundación del Nadaísmo

Gonzalo Arango, Jaime Jaramillo Escobar “X-504”, Amilcar


Osorio “Amilkar U”, Eduardo Escobar, Humberto Navarro,
Elmo Valencia, Jotamario Arbeláez.

Publicaciones
“Tiempo de sequía”, selección de cuentos publicados entre
1951 y 1956.

1958

Primer premio en el Concurso de Cuento Nacional del


Cuento folklórico colombiano, Manizales

Cuento “Riña de cuatro Gallos”: bajo el seudónimo de


“Cantaclaro”, como el personaje de la novela de Rómulo
Gallegos. Pertenecía a la novela “El hombre vegetal”.
40

Según Mejía Vallejo fue escrito en Maracaibo en abril de 1951,


lo que hace pensar que el autor escribía la novela al mismo
tiempo que hacía su trabajo periodístico. El jurado del
Concurso Nacional del Cuento Folclórico Colombiano estuvo
conformado por Rogelio Escobar Angel y Amibael Caballero
Sierra. (29)

1958

Segundo lugar en el Concurso Internacional de Novelas


de la Editorial Losada, Buenos Aires, Argentina.

“Al pie de la ciudad”.

En una entrevista con Darío Ruiz explica:

Si te fijaras, verías en “Al pie de la ciudad” ese proceso de


urbanización y la lucha en las ciudades, lucha de clases y de
las otras. En cuento al recuerdo de la tierra natal, en mí no es
solo eso que llaman recuerdo sino una vigencia permanente,
un estado de alma. La tierra soy yo y me pertenece como la
infancia que viví en ella. (30)

1960
Segunda polémica
41

La segunda polémica nació con la publicación de las obras del


nadaísta Gonzalo Arango “Nada sobre el cielo raso” y “HK-
111”. Se intercambiaron cartas entre los adversarios. “Carta
abierta para un diputado” fue la respuesta de Manuel Mejía
Vallejo a Nicolás Gaviria, el 4 de noviembre.

- Insinúa claramente usted que “Nada bajo el cielo raso y Hk-


111” fue editada en la imprenta oficial con dineros del erario.
O del pueblo, como usted dice.

No es cierto, don Nicolás: la publicación de la obra de Gonzalo


Arango la pagó él mismo. A su disposición está en la imprenta
el comprobante de cancelación no…

- Dice usted, don Nicolás, que la obra de Gonzalo Arango es


anticristiana, anticlerical, marxista, corruptora.

Oiga, don Nicolás: “Nada bajo el cielo raso” fue premiada en


un concurso nacional de teatro auspiciado por el gobierno de
Colombia y en cuya organización intervinieron destacadísimos
miembros del congreso del Pensamiento Católico reunido el
año próximo pasado en Medellín… (31).

1961 Director General del Primer Festival de


Escritores Antioqueños.
42

Publicaron obras de Efe Gómez, Tomás Carrasquilla, Gregorio


Gutiérrez González, Epifanio Mejía, Carlos Castro Saavedra,
entre otros. Un total de diez obras. Se reeditó La tierra
éramos nosotros.

1962 Director de la Imprenta Departamental de


Antioquia.

Se creó en Medellín el grupo “La Tertulia”, promovido por


Gonzalo Restrepo Jaramillo y Jaime Sanín Echeverri, Rector de
la Universidad de Antioquia. Diez volúmenes salieron de la
Imprenta Departamental, entre los cuales: “Dos horas de
literatura colombiana” de Javier Arango Ferrer, La tercera
generación (“Episodios de la vida de una mujer sin vida”) de
Rocío Vélez de Piedrahíta, “Sílabas de arena” de Olga Elena
Mattei, “Modernismo y poesía contemporánea” de René Uribe
Ferrer.
“Cielo cerrado”: primer premio en el Concurso Nacional de
Cuento, auspiciado por el periódico “El Colombiano”,
Medellín.

Concursos premiados en ese año:

“El sillón del forastero”, “El día señalado”.


43

Para mí el cuento es un retazo intenso de vida escrito con


hondura concisa, sin divagaciones líricas que degeneren en
hojarasca, en fronda poética. El cuento debe ser algo donde
se sienta correr la sangre. (32)

1963

En librería

“Cielo cerrado”. Libro de cuentos dividido en dos partes:


“Cuentos murales y “Tiempos de aldea”. Cuentos escritos
entre 1951 y 1962.

Es la violencia de “Cielo Cerrado” donde las continuas lluvias


arrasan los plantíos y los indios azotan al santo para que
realice el milagro de detener las aguas. (33)

Cargo

Director de la Emisora Cultural y de la Imprenta de la


Universidad de Antioquia. Nombrado por Jaime Sanín
Echeverri, Rector de la Universidad de Antioquia.

1964 Familia: hijos.

En New-York, nace David Manuel, hijo de Gudiela Correa.


44

Foto PREMIO EUGENIO NADAL 1963


de
mmv

“El día señalado”

La novela fue enviada al “Premio Eugenio Nadal 1963 ”, de


Barcelona, España, creado por las Ediciones Destino de
Barcelona en memoria de Eugenio Nadal, escritor, poeta y
crítico español, fallecido a los 27 años quien dejó una obra
escrita: “Ciudades de España”. El premio literario español fue
creado en 1944 y en 1963 alcanzó la vigésima convocatoria.
El fallo señaló como ganador a Manuel Mejía Vallejo el 6 de
enero de 1964 y el escritor fue invitado a España en los
primeros días de marzo.

El jurado del concurso fue conformado por: Juan Teixidor, José


Verges, Juan Ramón Masoliver, Néstor Luján, J. M. Espinas,
Antonio Villanova y Rafael Vásquez Zamora. Manuel Mejía
Vallejo fue el primer latinoamericano y colombiano en ganar
ese premio. En 1965 Eduardo Caballero Calderón sería el
segundo con “El buen salvaje”.

A Rafael Vásquez Zamora, jurado del concurso, la luminosidad


casi deslumbrante que se desprendía de la narración lo
45

impresionó. “Luminosidad que no sólo era natural


consecuencia del medio físico sino de la extraordinaria
facultad del autor para presentar de un modo relevante y
nítido personas, animales, plantas… y las ideas que abundan
en el libro… Lo difícil es lograr que una novela compleja de
acción y pensamiento sea a la vez diáfana. Esto lo ha
conseguido Mejía Vallejo de una manera impresionante. (34)

De la novela diría en una entrevista:

Algunos personajes y situaciones pueden ser testimonio y


denuncia, pero no porque me lo proponga. Yo me veo
obligado a darle libertad al protagonista para que diga cosas
en las que a veces no estoy de acuerdo. Aunque no se le debe
dejar propiamente suelto, hay que darle posibilidad de que
viva, pero sintiéndose responsable de él. Si se le frena de
continuo, se crea en el personaje un segundo “yo” que
corresponde al autor. (35)

Manuel Mejía Vallejo fue invitado a España, dictó conferencias


y fue a Italia y Francia.

1964
Premio en Concurso de Cuento
46

Cuento “La venganza”.


Fue premiado en agosto de 1964, en los concursos
organizados por la revista “Cuadernos” (dirigida por Germán
Arciniegas y publicada en París) y el periódico “El Tiempo”. El
jurado fue conformado por Fernando Charry Lara, Gonzalo
González y Eduardo Mendoza. Este último precisó:
Con posteridad a esta decisión, (el jurado) halló que el cuento
premiado, ‘La venganza’ es no sólo parte de la novela ‘El día
señalado’, sino la base narrativa de la misma… El jurado llegó
a la conclusión de que ello confirma las cualidades artísticas
del autor, quien envió simultáneamente, a dos concursos
también simultáneos, dos formas de una misma creación
suya. (36)

1965

Profesor de Historia del Arte, Instituto de Bellas Artes,


Medellín.

Programa: el arte en la prehistoria, la antigüedad; lo clásico,


concepto de la Edad Media, influencias de lo arábigo en el
mundo, el Renacimiento, el Barroco. Sentido de las artes. Por
qué y para qué del arte.

Integrante del grupo “Papel Sobrante”


47

Oscar Hernández Monsalve propuso vender papel sobrante


para recoger fondos y editar libros. Se reunieron Manuel
Mejía Vallejo, Darío Ruiz Gómez, Dora Ramírez, Antonio
Osorio Díaz, John Alvarez García. Tomaron de nuevo los
ideales del grupo “La Tertulia”, creado en Medellín, en 1962.
Entre los ocho volúmenes publicados: “El grito de los
ahorcados” de Gilberto Martínez, “La invención de la uva” de
Eduardo Escobar, y “Cuentos de zona tórrida” de Manuel
Mejía Vallejo.

1967

“Cuentos de zona tórrida”.

La obra es una selección de trece cuentos de los cuales


solamente uno es inédito: “La venganza”, premiado en el año
1964 en el concurso realizado por la revista “Cuadernos” y el
periódico “El Tiempo”.

En los años en que permanece en Venezuela vive una


situación privilegiada que le permite observar la injusticia
social de la ciudad, de los campos, de los gobiernos y de las
instituciones como las creadas para proteger al indio. Todo
esto se va a expresar en los cuentos de esa época.(37)
48

Profesor de Español y Literatura. Universidad Nacional


de Colombia, seccional Medellín.

Programaba sus cursos cuidadosamente: textos


precolombinos, cronistas de Indias, historia de la cultura y de
las influencias, novela urbana, novela rural, el modernismo, la
epopeya del Quindío “Risaralda”, “¿para qué la literatura...?”

La labor del profesor es hacer amar el lenguaje por medio de


las obras bellas. (38)

“Los negociantes”.

Esta novela fue presentada a varios certámenes: al concurso


Esso, en 1965, en el cual obtendría un segundo lugar
compartido con “Viaje sin pasajero” de Alfonso Bonilla Naar y
“El final de la calle” de Oscar Hernández Monsalve.

Fue seleccionada también en el concurso de Biblioteca Breve,


patrocinado por la Editorial Seix Barral de Madrid. “Los
negociantes” se refieren a los que compran y venden las
muertes ajenas. Manuel Mejía Vallejo la trabajaría de nuevo y
la titularía “Las muertes ajenas”.

Esta novela me ha dado mucha dificultad y ha sido un gran


ejercicio de aprendizaje. Claro que “Los negociantes”
49

abarcaba todo, porque tenía que ver con el que negociaba con
caballos, acciones, almas, con todo…(39)

1968
Foto de
Ziruma
En “Ziruma”.

Su madre ahorraba para él una parte del dinero de los premios


ganados en sus concursos literarios. Así pudo comprar una
finca en La Fe, cerca de Medellín. La llamó “Ziruma”, el lugar
donde viven los dioses, en guajiro, el cielo.

Aquel Ziruma de puertas siempre abiertas, al igual que en


otra “casa de las dos palmas”, donde nadie es forastero y
siempre hay un sillón, una cama, un vaso para la fatiga.
Signos todos de tu generosidad desbordante, Manuel. De tu
manera de expresar la amistad, de dar siempre lo mejor de
vos. “Querer es dar cositas” solías repetir.. (40).

Corredores alrededor de un patio de azaleas, perros echados


en su color claro, una cascada y la lluvia en los tejados. Agua
de cidrón para el visitante. El don de la hospitalidad en
“Ziruma” y cerca, la canción.
50

Condecoración

“Estrella de Antioquia”. El Gobernador Octavio Arismendi


Posada le concedió la “Estrella de Antioquia”, en su grado de
plata, el 11 de agosto de 1968, día de la Independencia de
Antioquia, “por su aporte a las letras y al progreso de la
región”.

1971 Foto con los


amigos

Amistades.

Conoció a Elkin Restrepo y Stella, Miguel Escobar y Alicia,


Orlando Mora y Marta, Gloria Inés Palomino, quienes con otras
amistades anteriores: Eduardo Peláez, Dora Ramírez,
Guillermo Angulo, Carlos Castro, Oscar Hernández formarían el
grupo que lo acompañó siempre.

Espero que los amigos de allá le hayan tenido preparada la


bienvenida “¡Manuel viene!”. Carlos Castro, Héctor Abad,
Alfonso y doña Roxana. Tista Botero con su cielo de tangos y
puticas, Mary la guatemalteca y las canciones de Balmore
Álvarez a dúo con Gardel…( 41)
1972

“Las muertes ajenas”.


51

La novela fue enviada a Cuba para participar en el concurso


de novela “Casa de las Américas”. Recibió una mención
especial y se recomendó su edición.

1973

Preparación de obras.

Durante cinco años, se dedicó a trabajar los cuentos oníricos


que conformarían “Las noches de la vigilia”, una novela “Los
negociantes” que luego sería titulada “Las muertes ajenas” y
también otra novela “Aire de tango”.

“Aire de tango”.

La novela concursa y gana el primer premio en la Primera


Bienal de Novela Colombiana, patrocinada por la revista
“Vivencias”. El jurado fue integrado por Fernando Cruz Kronfly,
Enrique Santos Calderón, Daniel Arango, Antonio Montaña y
Alfonso Bonilla Aragón.

Una noche, en Guayaquil, Manuel Mejía preguntó: “¿Quién va


a escribir todo lo que vivimos en Guayaquil, Lovaina, La Curva
del Bosque, Las Camelias, etc…, quién va a contar esa historia
52

que se la tragó el tiempo, la noche, el aguardiente, el ron que


bebíamos? Eso se va a perder del todo y eso es la
transformación de Medellín y de Antioquia, el paso de la aldea
a la ciudad.(42)
La generación de Manuel Mejía Vallejo se denominó
“Frustrada” o “Náufraga” por la muerte trágica de varios de
sus integrantes: Edgar Poe Restrepo, Balmore Alvarez, José
Horacio Betancur, Hernán Merino. Serán personajes de su
novela “Aire de Tango”.

“Aire de tango” no es novela ni es poema, si bien tiene algo


del uno y algo del otro género. Es prosa baladesca, una
balada en la postrera variación a la que aún no había
contribuido el genio del pueblo.(43)

Yo estudié a Manuel porque una noche leí “Aire de tango”.


(44)

1975

Foto de
matrimoni
o

Matrimonio.
53

Desposa, el 31 de enero de 1975, a Dora Luz Ramírez


Echeverría, Arquitecta, hija de la pintora Dora Ramírez.
Tuvieron cuatro hijos: Pablo Mateo, María José, Adelaida y
Valeria.

Familia: hijos:

Nace Pablo Mateo.

Viaje a Rusia.

Asistió al Congreso Mundial de Escritores en Moscú, como


delegado de Latinoamérica. Su novela “Al pie de la ciudad”,
traducida al ruso, tuvo éxito.
¿Acaso no es hombre universal el hombre nuestro? ¿No es
grito del mundo nuestro propio grito? ¿No sonríen los niños de
la tierra en la sonrisa de un pequeñuelo de nuestras
montañas? ¿No canta y sufre el hombre eterno en el canto y
la queja de nuestros habitantes? Ningún pueblo es disidencia
de la humanidad. La humanidad es todo lo demás, más este
pueblo. (45)

“Las noches de la vigilia”.


54

Durante esos años de reflexión (1968-1973), el recuerdo lo


lleva de nuevo hacia los sueños indígenas, a un cuento de los
principios de su creación “Caballo para toda la eternidad”,
escrito en Maracaibo, en febrero de 1952. Buena parte de su
obra ha sido onírica y pertenece a la mitología sobre la cual se
funda la identidad. La cercanía a Miguel Angel Asturias, a las
leyendas del medioevo, a los cuentos escuchados en las
veladas de la finca “Gibraltar”, el mismo paisaje paramuno de
su región del suroeste antioqueño, inspiraron estos cuentos y
el libro “Los abuelos de cara blanca” publicado
posteriormente.

Las noches de la vigilia” van a mezclar lo cósmico y lo


telúrico, el cielo y la tierra en medio de fantasmas y mitos que
el autor se esfuerza por recuperar de las sombras del pasado,
su pasado. Se llega finalmente a Balandú y su páramo: sitio
donde se había detenido el tiempo… Para Mejía Vallejo
acercarse a Balandú implica entrar en la antesala de la
muerte en su paradójico sentido de ir a la infancia. (46)

Familia:
Fallece su madre, Doña Roxana Vallejo de Mejía.

1977

“Prácticas para el olvido”.


55

Las coplas hacen parte de la infancia, de los sábados y del


paso por las fondas del camino real. Manuel Mejía Vallejo
revive a Jesús Arenas, mayordomo en la finca “Gibraltar”, su
voz en las coplas del cuento “Sebastián de las Gracias”. Los
trovadores entran y salen de una obra a otra, acompañados
de un tiple, una lira que suena en su memoria. Van por el
camino de la soledad.

En este libro más o menos desgarrado –coplas de buen querer


y prácticas para el olvido– van algunas mujeres que tuvieron
vecindad en el corazón y anduvieron cerca de mi tarea de ser
hombre: ciertos nombres siguen sonando, otros pasan
silenciosos, como la sombra de las nubes.(47)

Familia: hijos.

Nace María José.

1978

Viaje a Cuba.
Jurado del Premio Literario “Casa de las Américas” con Thelma
Nava, Fernando Morais, Jesús Orta Ruiz (febrero 6). Entre los
premiados: Claribel Alegría, Eduardo Galeano, Gioconda Belli.
Asistió al Encuentro de Escritores Latinoamericanos y al XI
56

Festival de la Juventud, presididos por Ernesto Cardenal y


Haydée Santamaría.

1979
“Las muertes ajenas”.
El asunto de ‘Las muertes ajenas’ hace parte de la vida del
pueblo que conozco, aunque tal vez exagero lo sombrío del
pueblo y lo tradicionalista que es. Eso fue antes del cambio
tremendo que se produjo en las costumbres de Antioquia. (48)

1979-1993

Director del Taller de Escritores. En la Biblioteca


Pública Piloto de Medellín para América Latina.

Tenía taller los miércoles por la tarde. Ese día era distinto para
todos los integrantes, un domingo alegre, una tertulia, de sol
para adentro, aunque lloviera. Amistad, enfrentamientos, el
ron en la mesa, los poemas de Barba-Jacob, el aprendizaje del
que busca siempre su camino. El recuerdo ha prolongado esos
miércoles y está en el saludo secreto que todavía se dan los
que alguna vez se congregaron hace años.

“Nadie enseña a escribir, nadie enseña a vivir: se nace con


ciertas facultades, o no se nace”. (49)
57

El taller tuvo una influencia en la literatura de esta ciudad.


Algunos de los integrantes de sus talleres han seguido su
vocación de escritor y han ganado varios premios, entre ellos
Juan Diego Mejía, José Libardo Porras, Edgar Trejos, Everardo
Rendón.

1980

Representante de Colombia en el Coloquio


Internacional sobre el Cuento Latinoamericano Actual,
París (10-11-12 de mayo).

Tema: “Problemática del Cuento Latinoamericano, sus raíces,


su tradición”. Participaron sesenta cuentistas: Alejo
Carpentier, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Augusto Roa
Bastos, Juan Rulfo, entre otros. Cada uno presentaba un
cuento. Manuel Mejía Vallejo leyó el suyo: “Canción”. El evento
fue auspiciado por La Sorbona y la Facultad de Estudios
Hispánicos de la Universidad de París. Clausuró el evento con
estas palabras:

“Nos hemos reconocido y encontrado en una mentalidad, en


una esperanza”.
58

Publicación:
Cuentistas hispanoamericanos en La Sorbona. Antología
realizada por Olver Gilberto de León. Bogotá: Ediciones del
Banco de la República, 1982, 499 p.

1981

Jubilación.

Universidad Nacional de Colombia, seccional Medellín.

Familia: hijos.

Nace Adelaida.

“Tarde de verano”.

“Pero lo más importante para mí en esta novela, es que se


consolidan los sitios míticos de la obra de Manuel, “Balandú”,
y la “Casa de las dos palmas”. Balandú, al igual que Macondo
y Yoknapatawapha, se ha convertido en la aldea universal en
la obra de Mejía Vallejo”.(50)

“El viento lo dijo”.

La décima exige una estructura donde la afirmación no


desafina, lo aprendimos de Calderón hace varios siglos. En
ella el verso piensa en sí mismo: concisión expresiva,
59

ausencia de palabras sobrantes… Tal vez dejamos constancia


de nuestras dudas y nuestras interrogaciones porque somos
además lo desconocido, la avara abarcadura de la mirada,
otra inminencia de la muerte. (51)
Hay en este nuevo libro tuyo de poesía una verdad tan
probada de la vida y su experiencia, una tan desnuda
evidencia de lo que el olvido y la muerte van tomando de
nosotros mismos, que habría que remitirse a las más antiguas,
puras y permanentes raíces de la poesía en nuestra lengua
para encontrar tan certero testimonio de nuestro destino.(52)

1982

Jurado de concurso.

En julio de 1982, fue nombrado jurado del IV Premio


Internacional de Novela “Rómulo Gallegos” en Caracas, con
Carlos Fuentes de México, Augusto Roa Bastos de Paraguay,
Carlos Barral de España. El ganador fue Fernando del Paso de
México con la novela “Palinuro de México”. Las deliberaciones
fueron tan largas que Manuel Mejía Vallejo suspiró: “Por fin
salimos del paso”.

1983
60

Participante en seminario.

En Konigstein, cerca de Frankfurt, Alemania, en noviembre.


Tema: “Autores del Tercer Mundo se encuentran con
traductores, editores y lectores alemanes”. Fue organizado
por la Sociedad para el Fomento de la Literatura de Africa,
América y Asia. Asistieron a la Feria del Libro de Frankfurt.
Gran acogida de la traducción de “El día señalado”, “Der
Stichtag”. Lo acompañan Eduardo Peláez, Elkin Restrepo,
Darío Ruiz.

“Orden de San Carlos”.

La Presidencia de la República le confirió la “Orden de San


Carlos”, en grado de Comendador (Decreto No. 1133 del 20 de
abril de 1983) en homenaje a una vida dedicada a la literatura
y a exaltar los valores de la cultura colombiana. El Presidente
Belisario Betancur hizo entrega de la condecoración en el
Palacio de San Carlos.

1984

La preocupación por difundir las obras de la región fue suya


desde 1946. Participó en “La Tertulia”, el “Primer Festival del
Libro Antioqueño” y “Papel Sobrante”. Manuel Mejía Vallejo se
61

integró al Comité de Publicaciones de la “Colección de Autores


Antioqueños” del Departamento, cuyos integrantes fueron:
Carlos Enrique Moreno, Manuel Mejía Vallejo, Gloria Inés
Palomino Londono, Marta Elena Bravo de H., Darío Ruiz G.,
José Alberto Vélez, Luz Elena Zabala, Juan Luis Mejía. El primer
volumen fue “Letras Colombianas” de Baldomero Sanín Cano,
el segundo “Desencuentros” de Jairo Morales Henao, el tercero
“Salomé” de Fernando González. Diez títulos en total.

Familia: hijos. FOTO CON LAS


HIJAS
Nace Valeria.

“El hombre que parecía un fantasma”.

En “Conversaciones de Manuel Mejía sobre Porfirio Barba-


Jacob”, en la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, con motivo
del primer centenario del nacimiento del poeta, el escritor
revela: Cuando estuve cuatro años en Centroamérica, el viaje
motivó el afán de buscar el alma de Barba-Jacob.

De sus entrevistas con personas que lo habían conocido,


saldría una serie de reportajes en el Magazín Dominical del
periódico “El Espectador”, entre 1952 y 1953.

1985
62

“Hojas de papel”.

Los ensayos de este libro son un vasto fresco de la creación


cultural en Antioquia: Tomás Carrasquilla, Fernando González,
Ciro Mendía, Benigno A. Gutiérrez, Ernesto González, el Mono
Villa, Hernando Rivera Jaramillo, Carlos Castro Saavedra, Kurt
Levy, Oscar Hernández, Rogelio Echavarría, entre otros.
“Una profundización en la manera específica de ser de la
región que trascendían y manifestaban lo universal del
hombre en su situación, su historia, su libertad y su angustia”.
(53)

Título “Honoris Causa”.

El Consejo Superior Universitario, en el Acta 22, dicta la


Resolución No. 348 de 1985 del 28 de agosto 1985, “Por la
cual se confiere el título “Honoris Causa” de la Universidad
Nacional de Colombia al Profesor Manuel Mejía Vallejo.
Concedieron al escritor la Medalla del Mérito de la Universidad
Nacional.

1986
63

Premio “Secretaría de Educación y Cultura a las Artes y


las Letras”.
Otorgado el 31 de julio en Medellín, destinado a exaltar los
valores culturales correspondientes al año en curso. En el
mismo acto se premió al pintor Rafael Sáenz Moreno.

1987
“La sombra de tu paso”.
“La sombra de tu paso” es un testamento sobre la vida y la
muerte, cuyo eje central es una reflexión acerca del amor
entre gente joven.(54)

“Orden al Mérito Literario Festival de Cali”.


El Festival de Arte de Cali condecoró al escritor, el 9 de mayo
y el Doctor Otto Morales Benítez hizo la presentación de su
obra.

1988

“La casa de las dos palmas”.

Manuel Mejía Vallejo trabajó esa novela durante quince años.


La primera copia data de 1980, y tres más seguirán en 1985.
64

Fue dedicada a Alvaro Mutis. Continúa el ciclo mítico de los


Herreros.

“Obra maestra de nuestro autor, señala el punto de llegada,


la forma plena de una manera de novelar que se había
iniciado con el propósito definido de recuperar la memoria de
las comarcas, de personajes que juntan pasos en busca de un
rostro y repiten escenas, sonidos en busca de un orden”(55)

Académico.

Rocío Vélez de Piedrahíta y Manuel Mejía Vallejo fueron


designados como Miembros Correspondientes de la Academia
Colombiana de la Lengua. Premia la labor literaria y es un
reconocimiento a la cultura antioqueña, en este caso.

1989
“La casa de las dos palmas”.

La novela recibió el VI Premio Internacional de novela


“Rómulo Gallegos”, del concurso correspondiente al bienio
1987-1988, en Caracas, el 25 de julio. El veredicto fue firmado
por Abel Posse, Osvaldo Larrazábal, Caupolicán Ovalles, Mario
Torrealba:
65

“Es un libro raigal, con personajes de gran hondura


existencial, revelado por un lenguaje poético y analítico que
demuestra la presencia de un escritor de madurez creativa”.
(56)

1990

“Otras historias de Balandú”.

En esos sesenta y nueve cuentos, las leyes son distintas,


pertenecen al mundo inconexo del sueño como Alicia
pertenece al mundo detrás del espejo.
“Otras historias de Balandú” son fragmentos de una mirada
que “Por fin había aprendido a mirar las cosas. No solamente
a mirarlas sino a verlas. No solamente a verlas sino a
captarlas. No solamente a captarlas sino a trasladarlas. Es la
mirada del Forastero que revive antes de morir. (57)

“Memoria del olvido”.

“En el nuevo libro de poemas de Manuel Mejía Vallejo, hay


versos así para saborear:
‘Vamos en fila india hacia la muerte’.
O bien:
66

‘Creo que creo en el milagro’.


O éstos de tan buen humor:
‘Llegó la muerte.
Que entre, ya me visto’ . (58)

Los dibujos que ilustran el libro son del escritor.

“Soledumbres”.

“Leí de la primera a la última página con encanto, con


ternura, con emoción. Aquí y allí reflexionaba: ‘pues era esto
precisamente lo que yo quería decir’. Hasta una linda mujer
que ya tenía convenientemente olvidada volvió a surgir de los
versos de Mejía Vallejo. Y es que esos versos no son sólo
suyos.” (59)

1991

“Los abuelos de cara blanca”.


Primero nació el cuento “Que despierten sus sueños”, luego
tomó el camino de una novela.
Yo sí estudié bastante el problema indígena y su mitología, los
maya-quiché, cakchiqueles, nahualt, toltecas, lacandones,
aztecas, etc… De todas esas lecturas y mis experiencias
escribí una epopeya indígena que se llama “Los abuelos de
67

cara blanca”. Así llaman unas tribus del sur de Colombia a los
muertos, no porque sean blancos de raza, sino porque no
tienen sangre, están muertos ya los abuelos de cara blanca.
(60)

“Colombia campesina”.

Editado con esmero por Benjamín Villegas. Una


documentación completa sobre las actividades colombianas
en el campo y el hombre que lo trabaja. El texto es de Manuel
Mejía Vallejo. La obra obtuvo el Premio al Mejor Libro del
Mundo, otorgado por la UNESCO, en la Feria del Libro de
Frankfurt.

Jurado del VII Premio Internacional de novela “Rómulo


Gallegos”.

Los otros miembros del jurado fueron: Ramón González


Paredes, Gustavo Luis Carrera, Eduardo Casanova y José Luis
González. Fue premiada la novela del venezolano Arturo Uslar
Pietri “La visita en el tiempo”.

1993
68

Enfermedad.
Derrame cerebral que le quitó el habla cuando lo que más le
gustaba era conversar. Su hermana Luz Mejía, monja en Costa
Rica, regresó a Medellín y lo cuidó hasta sus últimos días.

Homenaje por sus setenta años.


La Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina,
con la colaboración de la Secretaría de Educación y Cultura de
Antioquia organizó un homenaje durante abril y mayo de ese
año. Una muestra iconográfica “La tarea no es durar”, una
“Bio-bibliografía” informativa, un catálogo “El escritor ante la
crítica” en el cual se recogen los más significativos artículos y
ensayos sobre la obra, acompañan esta celebración.

Durante todo 1993 el escritor es objeto de numerosos


homenajes en todo el país.

“Sombras contra el muro”.

Se resiste ante situaciones irremediables. Porque el hombre


siente que desaparecerá y entonces, se repliega sobre sí, su
soledad, su minúscula muerte. Esto lo advertimos leyendo ‘La
tierra éramos nosotros’ o ‘Sombras contra el muro’ (61)

“La muerte de Pedro Canales”.


69

En realidad ‘La Muerte de Pedro Canales’, ‘La Guitarra’,


‘Mercedes Luna’ y muchos otros cuentos son confesiones a sí
mismo del narrador-personaje, como lo son también ‘Aire de
tango’, ‘Tarde de verano’ y partes de las otras novelas. (62)

1994

“Cuentos contra el muro”.

Manuel Mejía Vallejo creció oyendo historias de campesinos


en la zona de Antioquia, Colombia, donde nació. El ha
comentado que siempre le llamó la atención ‘cómo las
palabras podían formar hechos: es decidor que en varias
mitologías el dios de la magia sea el mismo dios del lenguaje’.
Tal vez este comentario puede acercarnos al mundo poblado
de montañas y hondonadas, lleno de venganzas, pueblos
perdidos, gallos de peleas y hombres dispuestos a morir a
puñal.(63)

1995

“La venganza y otros relatos”.


70

En el cuento, la violencia se centra en la búsqueda que hace


el forastero de su padre para vengar la soledad de su madre.
En la novela la violencia es menos individual y más histórica.
(64)

1997

“Los invocados”.

Es la novela de un poeta que ha recorrido un largo camino y


que habla consigo mismo en el silencio último. Sus páginas
producen miedo, tristeza, desasosiego. Al final queda la
certeza de que el hombre sólo alcanza a ser la hoja que cae.
(65)

1998

Fallece el escritor Manuel Mejía Vallejo.

El jueves 23 de julio, en su residencia “Ziruma”, en el


municipio de El Retiro, cerca de Medellín.

Homenaje póstumo. En la Biblioteca Pública Piloto de Medellín


para América Latina se le rindió un homenaje nacional. Fue
71

velado en el auditorio que lleva su nombre. Sus cenizas están


bajo un roble, en Ziruma, su casa de siempre.
72

BIBLIOGRAFÍA DE LOS TEXTOS CITADOS

1. Mejía Vallejo, Manuel. “Confesiones de un escritor”.


Memorias del Paraninfo. Med. 2: 59-70. Dic. 16, 1980, p. 65
2. Mejía Vallejo, Manuel. Fragmento de un texto inédito, sin título, del
archivo “Manuel Mejía Vallejo”, Biblioteca Pública Piloto de Medellín
para América Latina.
3. Mejía Vallejo, Manuel. “Confesiones de un escritor”.
Memorias del Paraninfo. Med. 2: 59-70. Dic. 16, 1980, p.63.
4. Mejía Vallejo, Manuel. Fragmento de un texto inédito, sin título, del
archivo “Manuel Mejía Vallejo”, Biblioteca Pública Piloto de Medellín
para América Latina.
5. Mejía Vallejo, Manuel. “Confesiones de un escritor”. Memorias del
Paraninfo. Med. 2: 59-70. Dic. 16, 1980, p. 65.
6. Mejía Vallejo, Manuel. “Confesiones de un escritor”. Memorias del
Paraninfo. Med. 2: 59-70. Dic. 16, 1980, p. 65.
7. Mejía Vallejo, Manuel. “Confesiones de un escritor”. Revista
Lingüística y Literatura. Año 11, No. 18, julio-diciembre, 1990, p. 79.
8. Ibid. p. 82
9. Mejía Vallejo, Manuel. “Confesiones de un escritor”. Memorias del
Paraninfo. Med. 2: 59-70. Dic. 16, 1980, p. 66.
10. Mejía Vallejo, Manuel. “Confesiones de un escritor”. Memorias del
Paraninfo. Med. 2: 59-70. Dic. 16, 1980, p. 67.
11. Mejía Vallejo, Manuel. “Confesiones de un escritor”. Memorias del
Paraninfo. Med. 2: 59-70. Dic. 16, 1980, p. 67-68.
12. Mejía Vallejo, Manuel. “Señal de vida”. Fragmento de un texto
inédito del Archivo “Manuel Mejía Vallejo”. Biblioteca Pública Piloto
de Medellín para América Latina.
13. Escobar Mesa, Augusto. “Érase un viento… y en ese viento mi
alarido”. Memoria compartida con Manuel Mejía Vallejo. Medellín:
Biblioteca Pública Piloto-Colcultura, 1996, p. 179.
14. Mejía Vallejo, Manuel. “Confesiones de un escritor”. Memorias del
Paraninfo. Med. 2: 59-70. Dic. 16, 1980, p. 68-69.
15. Peña Gutiérrez, Isaías. “La tierra soy yo”. Fundación Tierra de
Promisión, 1990, p. 22.
73

16. Troncoso Martínez, Luis Marino .“Proceso creativo y visión del


mundo en Mejía Vallejo. Un acercamiento al proceso cultural
antioqueño”. Bogotá: Procultura, 1986, p. 28, nota 34.
17. Mejía Vallejo, Manuel. “Confesiones de un escritor”. Revista
Lingüística y Literatura. Año 11, No. 18, julio-diciembre, 1990, p. 87.
18. Peña Gutiérrez, Isaías, Op. Cit., p. 23.
19. “Manuel Mejía Vallejo: un novelista y cuentista colombiano”, por
Luis Gallego Valdés, en “Cultura”, San Salvador, mayo-junio 1956, p.
39-43.
20. González, Fernando. Carta del 1° de enero de 1946, Archivo
“Manuel Mejía Vallejo”, Biblioteca Pública Piloto de Medellín para
América Latina.
21. Mejía Vallejo, Manuel. “Confesiones de un escritor”. Memorias del
Paraninfo. Med. 2: 59-70. Dic. 16, 1980, p. 69.
22. Escobar Mesa, Augusto: “Memoria compartida con Manuel Mejía
Vallejo”, Biblioteca Pública Piloto, 1997, p. 61- 62: 21 cm (Colección
Biblioteca Pública Piloto; 80).
23. Mejía Vallejo, Manuel. “Confesiones de un escritor”. Memorias del
Paraninfo. Med. 2: 59-70. Dic. 16, 1980, p. 69.
24. Mejía Vallejo, Manuel. “Confesiones de un escritor”. Revista
Lingüística y Literatura. Año 11, No. 18, julio-diciembre, 1990, p. 91.
Mejía Vallejo, Manuel:
25. “Sangre de brujas”. San José de Costa Rica, noviembre de 1952.
26. Paul Rivet: Trois lettres, un message, une adresse. Librairie
Française, S.A. México.
27. Mejía Vallejo, Manuel: “La pintura de Carlos Castro”, “El
Colombiano”, Suplemento Dominical Nº 139, Medellín, noviembre 18
de 1956, p. 2, col. 6-8.
28. Mejía Vallejo, Manuel: en “Del exilio a la imprenta, de la imprenta al
Nadal”, por José Roberto Jaramillo M.,”120 años, Imprenta
Departamental 1868-1988”, Secretaría de Servicios Administrativos,
p. 145.
29. Troncoso, Luis Marino, Op.cit. p.47.
30. Ruiz Gómez, Darío: “Manuel Mejía Vallejo y la conversación de
medianoche”
Quimera. Edición Latinoamericana Nº 1, octubre de 1989, p.54.
31. Mejía Vallejo, Manuel: “Carta abierta para un diputado”, “El
Colombiano”, Medellín, noviembre 4 de 1960.
74

32. Escobar Mesa, Augusto: “Memoria compartida con Manuel Mejía


Vallejo”, Biblioteca Pública Piloto, 1997, p. 265: 21 cm (Colección
Biblioteca Pública Piloto; 80).
33. Troncoso, Luis Marino, Op. cit. p. 183.
34. Vásquez Zamora, Rafael. Periódico “España Dominical”. Tanger,
marzo 29 de 1964.
35. Marco, Eduardo: “Manuel Mejía Vallejo y El día señalado”,
Mundo Hispánico, 1964, p.31.
36. Troncoso, Luis Marino, Op.cit. p. 83
37. Ibid., p. 47.
38. Escobar Mesa, Augusto: “Memoria compartida con Manuel Mejía
Vallejo”, Biblioteca Pública Piloto, 1997, p. 92: 21 cm (Colección
Biblioteca Pública Piloto; 80).
39. Escobar Mesa, Augusto: “Memoria compartida con Manuel Mejía
Vallejo”, Biblioteca Pública Piloto, 1997, p. 209: 21 cm (Colección
Biblioteca Pública Piloto; 80).
40. Mejía, Juan Luis: “Hombre don Manuel”, Revista Universidad de
Antioquia, 253 Separata, Medellín, julio-septiembre 1998, p.42.
41. Echeverría Ramírez, Dora Luz: “Noticia del más acá”, Revista
Universidad de Antioquia, 253 Separata, Medellín, julio-septiembre
1998, p.35.
42. Peña Gutiérrez, Op. cit., p. 107.
43. Volkening, Ernesto. “Aire de tango” de Manuel Mejía Vallejo,
epitafio de “Las cosas idas”, en “Ensayos I”, Bogotá, Instituto
Colombiano de Cultura, 1975, p. 318 (Colección Autores Colombianos,
No. 6).
44. Troncoso Martínez, Luis Marino. En “La tierra soy yo”, compilación
de textos sobre la obra de Manuel Mejía Vallejo por Isaías Peña
Gutiérrez. Fundación Tierra de Promisión, 1990, p. 62. Gutiérrez.
Fundación Tierra de Promisión, 1990, p. 62.
45. Escobar Mesa, Augusto, Op. cit., p. 368.
46. Troncoso Martínez, Luis Marino, Op. cit., p. 135.
47. Mejía Vallejo, Manuel. “Prácticas para el olvido”. Medellín, Fenalco,
1977, p. 11.
48. Escobar Mesa, Augusto, Op. cit., p. 208.
49. Spitaletta, Reinaldo y Mario Escobar Velásquez. “Manuel
Mejía Vallejo: escritor de todas las horas”. “Reportajes a la
literatura colombiana”. Medellín: Universidad de Antioquia.
Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina,
1991, p. 125.
75

50. Mejía, Juan Luis. “La crónica anunciada por Manuel”. Mundo
Semanal. Medellín, mayo 23, 1985, p. 13.
51. Mejía Vallejo, Manuel. “El viento lo dijo”. Medellín: Universidad de
Antioquia, 1981, prólogo.
52. Mutis, Alvaro. “Epístola innecesaria a Manuel Mejía Vallejo” en “El
viento lo dijo”. Medellín: Universidad de Antioquia, 1981.
53. Troncoso Martínez, Luis Marino, Op. cit., p. 284.

54. Morales Benítez, Otto. “Segunda visión panorámica y mínima de la


obra de Manuel Mejía Vallejo” en “ConTextos”. Revista de semiótica
literaria. Universidad de Medellín, Facultad de Ciencias de la
Educación. Medellín, 1999, p. 42.
55. Oropeza, José Napoleón. “La narrativa de Manuel Mejía Vallejo. Las
voces del Génesis”. Revista Imágenes, Caracas, febrero de 1990, p. 7.
56. VI Premio Internacional de Novela “Rómulo Gallegos”. Veredicto
firmado por los miembros del jurado: Osvaldo Larrazábal Henríquez,
Caupolicán Ovalles, Mario Torrealba Lossi, Alfredo Armas Alfonzo, Abel
Posse. Caracas, 25 de julio de 1989.
57. Troncoso Martínez, Luis Marino. “El mundo de Mejía Vallejo: el
recuerdo, otra manera de partir o de volver”, en “Otras historias de
Balandú”. Bogotá: Intermedio Editores, 1990, p. 164.
58. Arango, José Manuel. En la contra-carátula de “Memoria del
olvido”. Medellín: Universidad de Antioquia, 1990, 110 p.
59. Brasil, Geraldino. “Los enamorados recordarán sus versos”. Cali:
“Occidente”; “Domingo 7”,“Magazín Dominical”. Octubre 6 de 1991,
p. 1. Traducción de Jaime Jaramillo Escobar.
60. Peña Gutiérrez, Op. cit., p. 30.
61. Morales Benítez, Op. cit., p. 29.
62.Troncoso Martínez, Luis Marino, Op. cit., p. 166.
63.Hoyos, Juan José. En la contra-carátula de “Cuentos contra el muro”.
México: UNAM, 1994.
64.Troncoso Martínez, Luis Marino, Op. cit., p. 83.
65.Hoyos, Juan José. “Los Invocados, el final de la historia”. Bogotá: “El
Espectador”; “Magazín Dominical”. Abril 12 de 1998, p. 7.

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