Este documento discute cinco tradiciones filosóficas sobre la noción de ciudadanía y su relación con los medios de comunicación. Según estas tradiciones, un ciudadano es alguien que goza de libertades civiles y políticas, participa activamente en la vida pública y delibera sobre asuntos comunes, asume responsabilidades para con su comunidad, y busca un equilibrio entre el orden social y la autonomía individual. Los medios juegan un papel crucial al proteger estas libertades y al facilitar un debate público razonado e independiente del poder.
Este documento discute cinco tradiciones filosóficas sobre la noción de ciudadanía y su relación con los medios de comunicación. Según estas tradiciones, un ciudadano es alguien que goza de libertades civiles y políticas, participa activamente en la vida pública y delibera sobre asuntos comunes, asume responsabilidades para con su comunidad, y busca un equilibrio entre el orden social y la autonomía individual. Los medios juegan un papel crucial al proteger estas libertades y al facilitar un debate público razonado e independiente del poder.
Este documento discute cinco tradiciones filosóficas sobre la noción de ciudadanía y su relación con los medios de comunicación. Según estas tradiciones, un ciudadano es alguien que goza de libertades civiles y políticas, participa activamente en la vida pública y delibera sobre asuntos comunes, asume responsabilidades para con su comunidad, y busca un equilibrio entre el orden social y la autonomía individual. Los medios juegan un papel crucial al proteger estas libertades y al facilitar un debate público razonado e independiente del poder.
de liberead sin el cual carecen de sentido los propios medios de comu-
nicaci6n.
Entre los aueve capitulos del libro existe una apreciable unidad in-
teena, pues los aucores comparten no s6lo una sensibilidad semejante
hacia los problemas reales, sino también una andloga concepcign de la
dca piblica plicable 2 na sociedad pluralisa. Con este subsuelo ético
‘compartido, hemos cratado de incluie a lo largo de les diferentes capi=
los una teflexin acerce de los elementos esenciales del fenémeno s0-
cial-comunicativo: la construccién dela ciudadanfa audiovisual, el va-
lor de la opinién paiblica y el derecho a Ia informacin, el sentido de
los c6digos deontol6gicos y del profesionalismo comunicativo, el
‘complejo tema de la objeividad y la imparcalidad, el no menos espi-
‘oso asunto de la publicidad, la tensin entre las instituciones pibli-
‘as y las empresis privadas, ls relaciones encte la globalizacién éeica
yy los medis, un andlisis comparativo de éstosa la luz desu distineoal-
cance écico y, por iltimo, la necesidad de ageacias y mecanismos de
supervisin medidtics,
‘Auungqe cada uno de los autores sea el responsable de su propio ca-
pitulo, es destacable su disposicién a teabajar con sentido de equipo,
pues s6lo asf ha sido posible lograr la deseable articulacin interna
‘Muy de agradecer han sido también, en esta linea, Ia confianza y los
provechosos consejos de Lorenzo Vilches, reconocido expertoen la ma~
teria. Asimismo, quisiéramos expresar nuestro especial agradecimien-
twa Victoria Camps por el apoyo que ha prestado desde el primer mo-
‘mento a este proyecto, asi como por su valiosa contribucién desde la
préctica en el Consejo Audiovisual de Cataluia.
Js0s Cont. ¥ Vicent GozAtvez
wees
7:
Ciudadania activa
en una sociedad mediatica*
Adela Cortina
En las sociedades pluralist es crucial el papel de los medios de comu-
nicacién, Ciertamente esos medios nacieron con el afin de hacer pos
ble la libertad de informa y de recibir informacién, cone afin de sen-
tar las bases del «uso piblico de la azn», pero con el tiempo, y sobre
todo al convertirse sus productos en objet codiciado por el poder po-
litco y econémico, fueron cambiando el empeiio en informar por el
empetio en conteolt las prferencias de os individuos y en orentar
sus elecciones. Un cambio que no resulta accidental paa la confgurs-
in de una soci que pretenda democrcic, sino todo lo contre-
rio: es un cambio ese: porque, de tener éxito en sus pretensions,
no serfan los ciudadanos los protagonistas de la vide pablice, sino de
riyevo vasallos, de nuevos
‘Pensar con seria y deliberar sobre una ética de los medios de co-
rmunicacidn es unde las rareas mas imporcante, y wuubiéa mls i=
_gentes, en una sociedad que quiera serlo de ciudadanes, y no de sierves.
1. Una sociedad de ciudadanos
Las tiltimas décadas hen ido conduciendo la filosofis moral y poltice
hodiemas hacia un «tema estello: el dela cindadani'Liberales y co-
manicarivs, agriamenteenfrentados en los fos ocheats, scaban tecono-
+ Trabsjo ineluidy ene, Proyecto de Invenignciga «Exe coadmicay empesaral
dead una nueva ice de dscns (BFF 2001-3185-C2.01), nuncio pore,
Ministerio de Ciencia y Tenologia y con fodos Federciendo que la justicia es sin duda la virrad principal de los sistemas e
instituciones sociales, como subrayaba en los afos etenta la rradicinli-
beral por boca de J. Rawls, asf como que no hay verdaders justicia si los
_miembros de esa sociedad no se saben miembros de cla, pertenecientes
sella Lajuticia es indispensable a las sociedades, pero igualmente toes
Ja consteucciGn comunitaria de ess mismas sociedades por parte de civ
, i ee prac
informative, peo viven sobre tado del «producto segu
S del «producto segundo», que es la
‘Como es sabido, los medios def jon de presa
ae financiaci6n de una empresa medié-
‘ano prceden oy tnt de product informativ, todas ces in
aufcienre ecodmiament sno de la publicidad au empresa
one nex. Obvinment en cuanto eta en juego i publicidad,
a dibujarse un ciculo viciso: la publicidad econémicamente
etente slo apuest por ls programas as cadena ns pcos
on uo adc de aden lecture elevado, indices eevados que
pueden conseguirse utilizando «la razén perezose», apostando por los
‘partidos de fitbol y sobre todo por los programas morbosos, o bien
prado por un sn dlgene» que combine acactivoy dignidad,
En cualquier caso, las connivencias entre los poderes mediftcos, poli-
es y fancies ein sabi au diftilmence evitables.
or otra parte, en los dle
. ¢ imos tiempos la eraprese informativa
dopa eda ves mis a frma «multimedia», Lo cual iene grandes
jas, entre otras, el aumento en la eficiencia, la psibilidad de una
la racionalizacién de Ia produccién, la rentabilidad,
a diversficacin del riesgo. Pero tam-
ercantli-
accién sinérgica,
la unificacién de la gestién y I
bién tiene grandes inconvenientes, como pueden ser la m
nformacién, la concentracién del poder en el nivel na-
zacién de Ia i
‘uladores, el aumento de la
ional e internacional, a entrada de espec
‘afluencia de los poderes fécticos. A mayor abundamieato, el plurals
tno de los medias se erosiona, hasta quedar seducido a «poliarquias»,
cae ver mas préximas 0 los monopolios. La eoncentraciéa del poder
‘ar unos pocos medios socava las bases de plualismo ideoldgico en de-
trimento dela democracia auréntica.
"Y siesta concencraciGn se produce en los Estados nacionales,voda-
fa resulta més alarmance en el Ambico internacional, ya que son pocos
jase los que pueden poner en marcha formas de comunicacin como
pedaser la comunicacin por satelite, desde ls que dan cuenta m0 56-
Fo de los acontecimiento® de su propio pas, sino también de los res-
tentes, Con lo cua, los ciudadanos obrienen aquella informacién, de la
decfamos que les capacita para ser mis libres, de unos determina
dos grupos y escala internacional, de un restingido aimero de pa
Ses con eapacidad multimedidcica que cuentan la vida de los demés
ates segin ss interess.” La dependencia es entonces tot
que:
5. Bl protagonismo de los ciudadanos
en aera de los multimedia
rasgos de una sociedad resulta imprescindible para diluci-
ddarcOmo es posible estar ala aleura dela exigencias morales que ella
‘misma planea. Estas exigencias, en una sociedad con democracia ibe-
fal, se ceoncrecan en la necesidad de fomentar el protagonismo de los
Ciuedadanos, que son los sefiores de la vida pablic, y ao sus siervs, no
sus vasellos. Urge, pues, it disefando aquellas medidas que pueden
forcalecer la ciudadania, en vez de debiltala, y, en ese sentido, qui-
Siem exbozar cinco propuestas que pueden rsularfecundss
Teidentemer 2 en una sociedad liberal un minimo necesario pars
la claborecién de wna legistaci6n adecuada en rex
Conocer los
cevicar agresionssci6n com el émbico medifcico, Sin embergo, tanto en la red de Internet
cman ann te antaataas
Y en ocasiones perjudiciales, no slo porque no es bueno que todo
cer regula en une sociedad bier sino porque el woe interpret
cou lepers hacen de las leyes puede resultar perjudical pe-
_ De ahi que sea mucho més seguro al medio y argo plazo, aparte de
iis corde con a dina dese, maton enbjrencco
imbitos de distinto nivel, En principio, importa fomentar la poliar-
{fa decent esiccos y poten a crea de anand on
Jie qu expen opin ero tambien, sobre odo, ge
fj en tees nels sociales: en a fori de wn chs pofsional yem-
Presi que permita quel actividad media est a alara de os
los principios de la ética moderna y alcance las metas que le son pro-
las; en la fora de ese etn, pero refer abora no slo las personas
oncrecs ya as actividades profesional y empresa, in también al
funcionamiento de les organizaciones; y en la forja del candcter de los
usuacios, de las personas afecradas, que son los ciudadsnos.
1) Fomentar la poliarguia de medios aumenta la capacidad de elecci6n
de los ciudadanos y obliga a las empresas informativas, no s6lo &
Compe po os consumidore, sino a decarar su e540 eo,
To cual aumenta la objetividad. Es ciudadano quien sabe qué
‘ei elige, no quiet vive engaado por
*otenciat Ia ereaciGn de asociaciones de consumidores que expre-
ssa opinion ene debate pbc resulta ambi fdipenrle
€n una sociedad compleja, en Ia que Ia persona aislada se sabe im-
rent: Uns socieded cil mad reid por asciaciones, en
caso de consumidores, dispuestos a participar en ese esfera pi
blcaen lagu pblic debe dearest loi
pieza clave en una sociedad de ciudadanos. :
3) Una ética de lo profisionals, tanto personal como dela actividad en
Su conjunto, ¢s uno de los caminos con mayor fururo. En este senti-
do, la redaccién de cédigos éticos tiene un valor si surgen de una
‘eflexin de los profesionales sobre su propia actividad profesional,
2
asset acess ef
del deseo de declarar en vor alta qué consideran buenas pricticas,
‘quéles parecen malas précticas.
‘Sin duda el profesional excelente, tanto empresario como profe-
sional de los medios, es el que hace uso de Ia raz6n diligente, bus-
cando en la creacién digna su ventaja competitiva
4) Una tice de as organisacones medifticas y empresasiles es impres-
cindible para que los profesionales no tengan que oficiar de héroes
si quieren proceder de forma excelente. Las organizaciones, porte
ner una estructura, son también anal6gicamente «sujecos mora-
les
5) Por dleimo.en el orden de ls exposicién, pero en modo alguno en el
de la imporcancia, una sociedad medica no se una sociedad de
Ciudadanos libres si no pone todo su empefio en ayudar 2 cnsrair
ujetos bes, en ayuda a construc comunaidores is.
‘Como hace afios se dolia José Luis Aranguren, la ética del dleimo er-
cio del siglo xx ha sido sobre todo écica social. En el olvido ha queda-
do pata las coctientes fundamentals de ética esa dimensin del ser bu-
mano que es la del Bombre, mis que la del ciudadano, pero sin la que
tampoco hay auténticos ciudadanos, sujetos de sus vidas,
‘Hace algiin tiempo participé, en la ciudad mejicana de Puebla y
dos dias antes del terremoto, en un congreso que Hevaba un titulo es-
ppléndido, por novedoso y revtalizador: «lnterioridad y crisis de furu~
to humano». Se trataba en él de discerir si los males que nos aquejan,
Jos que nos tienen en una situacién critica, no proceden tanto de la
perversidad de muestro mundo externo como de musi saci ntriy,
porque un andisis de nuestra sicuaci6n presente refleja un innegeble
repliegue dela vida interior fence ala exterior, y es imposible adue-
jarse de la propia vida ytratar de cransformar la realidad sino es desde
Ia capacidad de adentrarse en sf mismo, tomar distancia ante los acon-
cecimientos, responder desde ese «s{ mismo» ya tan oscurecido.
‘Y justamente cuando es imperiosa la necesidad de consruirsujetos
fécicos en la escuela y en la vecindad, en el grupo de amigas y en las
asociaciones, la educacién aleanza sus mis bajas cotas de calidad y los
poderes pablicos se dejan convencer por ia jerga de los medios cécni-os, por la propaganda de la exterioridad, que deja al sujetoinerme an
te ella, con un profundo vacio interior.
Desde ese vacfo no hay hombre (mujer/varén) ni tampaco ciudads-
‘no (var6n/mujer). Desde ese vacio no hay procagonistas, sino vaallos
de cualquier sefior que tenga oporcunidad de ejercer su poder, en este
aso, a través de los medios de comunicacién,
Notas
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‘on Citienship Theor, en Ethic, 109 (1994), pgs. 352-381; A, Cortina, Cindadar
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2, Para las cstncas dimensrs le a codadana ver A Coren, Cadden
ue, Hacia wea tia dla cndedanta, Minas, Mads, 1997,
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VD, 1998, pgs. 163-212; JL. Séocher Noriega, -Dominacidn communicative del Te
cer Mundo ysenibilir
La Autoetnografía Como Una Estrategia para Las Transformación de La Homogeneidad A Favor de La Diversidad Individual en La Escuela. Martha Montero-Sieburth PDF