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“SANTIAGO MARIÑO”
Barinas, Estado Barinas
Profesor: Estudiante:
Floralba León Javier Acevedo, C.I 21167703
Ing. En Sistemas Semestre I
Introducción
Autoconocimiento
Autoimagen
.
Orientación Educativa.
Objetivo.
Áreas.
Personal
Fomenta el conocimiento y la comprensión de ti mismo y tu entorno. Revisar
tu autoestima, y también los problemas en tus relaciones interpersonales,
familiares, académicas y laborales.
Académica
Se apoya la adaptación e integración del estudiante a su nuevo nivel
universitario, en cuantos conocimientos, estructuras, organizaciones,
evaluaciones, etc. También se te proporcionan estrategias y técnicas de
estudio que permitan mejorar tu desempeño académico, además de promover
acciones que favorezcan tu permanencia en la institución.
Vocacional
Te ayuda a identificar tus intereses, habilidades, valores personales,
mediante un estudio psicodiagnóstico, que te permitirá identificar tus fortalezas
y debilidades, ubicar las áreas de conocimiento y desarrollo de trabajo así
como elabores un proyecto académico y laboral, además de aprender la toma
de decisiones que podrás aplicar posteriormente.
Profesional
A través de la asesoría obtendrás tu identidad profesional, de las opciones
de estudio que existen a fin de que realices una adecuada elección de carrera,
valorando los diferentes factores presentes en la elección profesional, tanto
internos como externos, además de intereses, aptitudes, rasgos de
personalidad, autoconcepto, trayectoria académica, historia personal,
influencias familiar y de medios de comunicación, Información de carreras,
mercado laboral, etc.
Naturaleza del autoconcepto
Cooley y Mead (en McDavid y Harari, 1985) fueron los primeros en sugerir que
el concepto de sí mismo nace de las identificaciones y de la interacción con
otras personas. Uno adquiere el concepto de sí mismo al asumir el papel de
otras personas, poniéndose en su lugar para poder mirarse a sí mismo. Mead
describía este proceso como el de asumir el papel del "otro significante". En un
inicio el niño se ve como cree que lo ven las otras personas que son
especialmente importantes para él, como padres y maestros. Más tarde el
individuo desarrolla un concepto mixto sintetizado a partir de sus interacciones
con mucha gente, durante un tiempo largo, y desarrolla un concepto altamente
generalizado de otros. Esta concepción colectiva representa otro tipo de papel
en el que uno puede incorporarse para voltear y mirarse a sí mismo, este
recibe el nombre de "otro generalizado". Cooley (1902) señaló el papel que
juega la imaginación en la integración social. Hace el análisis del yo-espejo,
indicando que uno se ve a sí mismo como se imagina que es visto por los
demás, y no realmente como lo ven los otros.
Sullivan (1953) quien ha desarrollado una teoría más refinada sobre la función
del feedback de otros sobre la construcción del yo. El aspecto central de su
teoría radica en que algunos individuos, están dispuestos a recibir mayor
cantidad (y calidad) de información de determinadas personas que de otras. De
hecho, no todos los otros tienen la capacidad de influir sobre nuestra conducta.
Aquellos que tienen gran poder de influencia Sullivan les ha denominado los
otros significativos, e incluso, dentro de este reducido grupo de personas se
encontrarían los otros más significativos, y que son las tres o cuatro personas
que determinan fuertemente al individuo. Según Rosenberg (1979), los niños
tienen en su madre a la persona más importante y significativa, seguida del
padre, hermanos, profesores y compañeros de edad. Estas personas, las más
significativos, son las elegidas por la sociedad para trasmitir al individuo las
normas, valores, actitudes,..., que debe asimilar y sobre las que construir su yo.
De esta forma, aunque el grupo de los otros significativos sea un fenómeno
universal, el contenido del feedback transmitido varía de cultura a cultura
(Cantor y Kihlstrom, 1986; Oyserman, 1993; Roland, 1988; Shweder, 1990;
Triandis, 1989;Veroff, 1983) y las autopercepciones, por lo tanto, son muy
diferentes (Markus y Kitayama, 1991) así como la importancia, o valor, de cada
una de ellas (Trafimow, Triandis y Goto, 1991).
Por su parte Rogers (1950, 1951), así como Lecky (1945) o Allport (1955),
reconoce el papel central de las autopercepciones en la integración de la
personalidad, actuando estas como fuente de unidad y crecimiento personal. El
proceso de formación del yo, por lo tanto, implicará dos necesidades o
motivaciones importantes:
a) La necesidad de consideración positiva, o lo que Maslow denominó como
self-actualization, y
La conducta verbal del profesor tiene una gran influencia sobre el alumno.
Diversos estudios han demostrado que cuando el profesor manifiesta
explícitamente los aspectos positivos del alumno, sean estos referidos a
cualidades físicas, académicas o personales, se producen mejoras en las
autoimágenes de los alumnos.
Es difícil imaginarse a un profesor incapaz de encontrar en la personalidad de
un alumno algo digno de ser destacado y alabado.
El poner de manifiesto lo positivo sobre lo menos positivo (aunque esto último
se explicite), permite ofrecer elementos de referencia adecuados para asumir
las propias deficiencias personales. En definitiva, el profesor, a través de sus
mensajes verbales, ha de ayudar al alumno a verse con realismo, pero siempre
como una persona valiosa y agente de su propio proceso educativo y no como
simple receptor pasivo y sometido a continuas presiones y descalificaciones
como alumno y como persona.
Con demasiada frecuencia se asume que como el deber del alumno es hacer
bien las cosas sólo debemos actuar cuando éstas no se hacen como se debe.
De esta manera, la utilización de refuerzos negativos se erige como práctica
habitual. ¿Por qué dar puntos por haber hecho los deberes si ésta es la
obligación?. Lo "lógico" es quitarlos cuando no se han hecho. ¿Por qué decir
que se ha progresado si no se ha alcanzado el mínimo para aprobar?. Estas y
muchas otras cuestiones ponen de manifiesto el inadecuado uso que el
profesor hace de la crítica positiva y de la alabanza.
Asumir la idea de que la crítica negativa espolea la consecución de mejores
resultados es ignorar que el mecanismo del refuerzo de la conducta está
mediatizado por cada situación y por las características particulares de cada
individuo y grupo. Así, siempre produce mayores efectos la alabanza que la
crítica. Cuando esta última se utiliza en público, mejor que sea en grupo que no
individualmente. A nivel particular, por el efecto de personalización que se
produce, tanto la alabanza como la crítica tienen sus mayores efectos.
El uso del refuerzo adquiere particular importancia en cuanto a su influencia en
el desarrollo de un positivo autoconcepto de los alumnos. Horas de trabajo,
ansiedad y expectativas merecen algo más que un simple guarismo (nota). El
juicio seco e impersonal de una nota sirve para muy poco. Cuánto más se
conseguiría si la fría nota de un examen diese paso al comentario oral
(individuo o grupo) o escrito (individuo) en donde aparecieran los logros
alcanzados y las direcciones para solucionar las dificultades existentes.
Cuando tal práctica se lleva a cabo el alumno busca con fruición el comentario
que su profesor le dirige exclusivamente a él.
Teoría de Kohlberg