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En general, el sistema económico que España estableció en sus colonias, tuvo las
siguientes características:
Mercantilista:
El mercantilismo es una doctrina que prevaleció durante los siglos XVI y XVII,
planteaba que la riqueza de un país estaba en la idea de que era preferible exportar a
terceros que importar bienes o comerciar dentro del propio país; la convicción de que la
riqueza de una nación depende sobre todo de la acumulación de oro y plata; y el
supuesto de que la intervención pública de la economía es justificada si está dirigida a
lograr los objetivos anteriores. Esto era exactamente lo que ocurrió a partir de que los
españoles conquistaron América. José Antonio del Busto afirma que la economía
colonial era mercantilista pues el Sistema que planteaba era que “la riqueza de un país
estaba en relación directa con la acumulación de los metales preciosos (oro y plata), por
esa razón España se dedicó más a la minería (con esclavitud en las minas) y descuidó la
agricultura. Tanto era la importancia por la extracción de oro y plata que se descuido,
inclusive el desarrollo industrial dentro de sus colonias.
Fue ideado en el siglo XVI por la dinastía de los Habsburgo. Este monopolio el objetivo
de reservar los beneficios del comercio trasatlántico a los españoles. En otras palabras,
ningún Estado europeo, con excepción de España podía comercializar con América; así
mismo los comerciantes americanos tenían la obligación de comercializar (comparar y
vender) exclusivamente con España.
La institución colonial que tuvo como misión controlar el comercio entre España y sus
nuevas posesiones fue la Casa de Contratación de Sevilla, creada en 1503.
Exclusivista
Equivalente al monopolio comercial, por el cual España podía comerciar con sus
colonias y éstas estaban prohibidas de comerciar entre ellas, y con otros países. Es decir,
que los monarcas españoles dispusieron sus colonias americanas fueran campo
exclusivo y único para el comercio español, declarándolo campo cerrado para las otras
naciones europeas, pues ningún país que no fuera España podía comerciar con las
colonias ni realizar operación alguna de carácter económico
Intervencionista
Consistió en el control y regulación directa ejercida por España sobre todas las
actividades económicas de sus colonias, con una serie de prohibiciones que no
permitieron el desarrollo de estas. El Estado español no daba ninguna libertad para el
desarrollo de las industrias ni el comercio de las colonias, si no que el Estado español
intervenía en toda actividad comercial e industrial regulándola según sus propios
intereses.
El objetivo de este sistema era proteger las embarcaciones de las demás naciones
europeas asegurando que los cargamentos de oro y plata fueran recibidos por la corona
y los comerciantes españoles. Mediante este sistema, los barcos mercantes viajarían en
convoyes protegidos por buques de guerra. Anualmente zarpaban dos convoyes de
Sevilla, único puerto español autorizado para comerciar con las Indias. Según la Real
Cédula dada en Lisboa en 20 de enero de 1582, debían salir cada año, durante el mes de
mayo para Nueva España; estos eran conocidos como flota, y durante el mes de agosto
para Tierra Firme (Centro América y costas de Colombia), conocido como galeones. Al
principio, las flotas iban custodiadas por una sola nave de guerra de 300 toneladas, con
ocho piezas de bronce y cuatro de hierro, pero luego se aumentó la Armada para que
fueran Capitana y Almirante.
Salían las flotas del puerto de Sevilla, conduciendo mercaderías con la autorización
exclusiva de la Casa de Contratación; y de conformidad con la política mercantilista
reinante en esa época en todos los países europeos, se hizo del comercio con la América
Española un monopolio para la Metrópoli.
Previamente, los galeones paraban en Cartagena de Indias para vender las mercancías
traídas desde la península. Desde ahí, mandaban avisos al Callao para asegurar que la
flota española y la peruana sincronizaran su llegada a Panamá. En Portobelo se llevaba a
cabo una feria, donde los comerciantes limeños adquirían los productos provenientes de
España. Los pagos se hacían en metales preciosos. Estos, montados en mulas,
regresaban a Panamá. De ahí se embarcaban al Callao, para proceder a distribuir la
mercancía por todo el Virreinato peruano.
Como el tráfico en las flotas se hacían cada vez más peligroso por el ataque de los
corsario, se dispuso su custodia por una “Armada de la Real Guardia de la Carrera de
Indias”, organizada en 1521 como armada de “Haberías”, a cuenta y costo del oro, plata
y mercancías que llegaban a España tanto del Rey como de los particulares, bajo el
control de la Casa de Contratación y de los Diputados del Comercio
En el Perú, el sistema de galeones fue reemplazado por los navíos de registro en 1739.
Estos estaban autorizados para comerciar directamente con el puerto del Callao,
siguiendo la ruta del Cabo de Hornos, en el extremo sur de América
Uno de aquellos corsarios fue Francisco Drake que atacó las costas del pacifico por
medio del Estrecho de Magallanes el 21 de agosto de 1578. Ataca Valparaiso, El Callao,
saquea Santa, Trujillo y Payta; toma la nave Nuestra Señora con el oro del Perú,
amenaza Acapulco, llega hasta California, que llama Nueva Albión, y entra en la bahía
de San Francisco. Drake regresa a su país por la ruta del Pacifico, vía Molucas, y arriba
a Inglaterra en 1580. La ganancia es importante e Isabel I le nombra caballero. Es la
segunda vuelta al mundo, cuya duración ha sido casi de tres años.
LA HACIENDA PÚBLICA
La primera fuente de ingresos de la Caja Real eran los quintos reales. El otro recurso
financiero era el conocido tributo indígena, estos eran cobrados por los encomenderos y
posteriormente por los corregidores. Para la fiscalizaron de estos habían dos padrones:
el oficial y otro que era propio del corregidor. El primero servía de base para enviar el
caudal acumulado a las arcas estatales; mientras que el segundo había sido
confeccionado por el corregidor en el que contenía una especie de censo real de
tributarios. En este último se computaban todos como contribuyentes.
Los indios tributarios o pecheros tenían una tasa fijada en más o menos 8 pesos por
persona (fijada por Toledo) que podía ser modificado por lo corregidores. Entre los
otros impuestos de la época, tenemos los siguientes:
o Alcabala: gravaba todas las transacciones de bienes (sin perjuicio del almojarifazgo),
es comparado con el impuesto general a las ventas. El vendedor estaba obligado a
pagarlo, se exceptuaban instrumentos de culto, medicinas, el pan, etc.
o Annata: impuesto aplicado a las rentas generadas por ocupar cargos de diversa
índole, se calculaba en función de las ganancias obtenidas en un año.
o Tributo: pagado por los indios de manera comunal, los nativos tenían esa obligación
en su condición de vasallos. Francisco de Toledo fue quien regularizó el cobro de
tributo.
o Diezmo: fue instalado por los Reyes Católicos, consistía en que el 10% de la
producción de la tierra o beneficio se dedique a la Iglesia Católica, la cobranza de los
diezmos se arrendaban al mejor postor. BULA DE LA SANTA CRUZADA: fue
impuesta en América por pedido de Gregorio VIII, era pagado por las principales
ciudades del virreinato.
o Cobos: impuesto que se cobraba de todas las barras fundidas en la casa de quintos,
osciló entre el 1 y 1.5%.
o Otros impuestos fueron: pontazgo, sisa, mesada, estancos, venta de oficio, mesada,
viñas, servicios y millones.
LA MINERÍA Agotado el oro procedente del intercambio con los indígenas, los
españoles se dedican a la producción de oro que se encuentra en los aluviones de los
ríos existentes en los territorios descubiertos
A diferencia de los indígenas americanos, los españoles extraían metales preciosos,
como la plata y, en menor medida, el oro, para utilizarlos como metal circulante dentro
de una economía mercantilista. Acumularlo representaba riqueza. En los virreinatos de
Nueva España y el Perú, la producción minera fue esencialmente argentífera, es decir,
estuvo basada en la plata y se desarrolló más que el oro puro.
Cuenta la tradición que un indio hizo una fogata para calentarse y a la mañana siguiente
halló plata fundida entre los rescoldos, en realidad en Potosí no hay una mina de plata si
no muchas. Todo el cerro es un inmenso depósito argentífero al que se accede por
varios lugares. El gran problema es que está situado a más de cuatro mil metros de
altura. Ponerlo en producción supone llevar la colonización al techo del mundo
Americano, una zona desolada y fría donde no vivía nadie. Para 1650 esta ciudad
contaba con 160 000 habitantes, articulando a sus alrededores unas serie de circuitos
mercantiles que cubrían las necesidades de esta creciente población.
Las minas pertenecías a la corona española, pero era usual que entregaran su
explotación a particulares como concesión o arriendo. A cambio, estos estaban
obligados a pagar a la corona el quinto real. También debían cubrir los gastos de
traslado y manutención de la mano de obra, material, vigilante, transporte del mineral,
etc.
Tecnología minera
Fueron dos los métodos empleados en la explotación de la plata, la técnica de las
Guayras y las técnicas de la Amalgamación.
Técnica de las Guayras: Fue utilizado por los indígenas desde tiempos prehispánicos.
Consistía en derretir trozos de mineral extraídos de las minas en grandes guayras u
hornos de piedra o arcilla para obtener fuego y usarlo como combustible, era necesario
emplear enormes cantidades de leña y estiércol de llama. Esta técnica no permitía
obtener plata de gran pureza y se perdía bastante mineral durante el proceso
ACTIVIDAD AGROPECUARIA
LAS HACIENDAS
La hacienda fue una institución colonial, el cual su modo de producir le exigía; el
cumplimiento de funciones religiosas, demográficas y fiscales que la convertían en una
entidad social.
El reparto de tierras entre los conquistadores para su explotación agropecuaria fue el
punto de partida de esta propiedad que, con el paso del tiempo, dio lugar a una
acumulación de tierras como símbolo de prestigio y poder dentro de la sociedad
colonial, acrecentando el dominio de los mayorazgos.
Fue una institución social, en la cual se afinco buena parte de la población sojuzgada.
Adquirieron control social, semejante a las reducciones, el cual el hacendado se
consideraba un señor de hombres y tierras.
Los hacendados para ganarse la simpatía de los indios, daban préstamos de subsistencia,
otorgaban el permiso gracioso de residencia, con el fin de asentar al trabajador como
habitante regular en sus haciendas (yanaconas).
Los indios, yanaconas decidían integrarse a las haciendas a cambio de recibir alimento,
vestido y un pedazo d tierra. Los hacendados para entretener y divertir auspiciaban al
interior de la hacienda, bailes y fiestas comunitarias.
La≅ formación de las haciendas fue una de las tareas que emprendieron los
conquistadores, ya que la tenencia de la tierra era símbolo de estatus y poder.
Otra forma de adquisición de haciendas fue la venta por≅ la Corona de las tierras que
abandonaban los indígenas al morir o emigrar a otras provincias. Ello favoreció la
formación de grandes extensiones donde se establecieron haciendas ganaderas, mientras
los naturales eran reducidos a centros poblados, y se limitaba la extensión de las chacras
o mitas que tenían hasta entonces para su propia explotación.
Otra forma fue también por apropiación ilegal≅ de tierras comunales indígenas.
Concluido el ciclo minero de Zacatecas (México), y luego el del Potosí, los empresarios
mineros reinvirtieron en la producción agropecuaria, y ganadera. Así pudieron satisfacer
la demanda de productos y esquivar los productos españoles de precio sumamente
elevado. Esta nueva situación provoco que las colonias vivieran mas para sí mismas y
menos para la metrópoli.
El hacendado se hacía cargo del tributo ante las autoridades y le otorgaba una parcela de
terreno al yanacona. A cambio, este debía trabajar en la hacienda y entregar una parte de
la producción de la parcela asignada.
LO OBRAJES
Fueron talleres de producción textil en las que producían artículos manufacturados tales
como: alpargatas, bayetas, frazadas, sedas, sombreros, paños, jergas, ponchos, tocuyos,
manteles alforjas, colchas, alfombras y otros tejidos.
Los obrajes, pues, eran hilaturas de diverso tipo. La hilatura es un proceso industrial en
el que, a base de operaciones más o menos complejas, con las fibras textiles, ya sean
naturales o artificiales, se crea un nuevo cuerpo textil fino, alargado, resistente y flexible
llamado hilo. La historia de la hilatura está en el mismo origen de la utilización que el
hombre hizo de las fibras naturales. Además fueron siempre administrados por sus
mismos dueños o por personas de confianza que no eran mestizos, negros o mulatos,
con el fin de evitar coaliciones con los obreros.
Los propietarios de los obrajes no solo fueron los particulares (curas, encomenderos y
funcionarios), sino también los caciques de las comunidades y las parroquias.
Producción obrajera.
La producción estuvo en función de las demandas de las ciudades y centros mineros,
que requerían de tejidos y prendas de vestir elaborados de algodón y lana. Estos
productos llegaron a competir con aquellos que eran importados de la península ibérica.
Los obrajes variaban según su tamaño, tenían de 300 a 500 trabajadores. Su momento
de auge fue el siglo SVII, a fines del S. XVIII los obrajes peruanos empleaban cerca de
30 000 trabajadores, sus productos llegaban hasta Panamá y Buenos Aires.
Sistema de trabajo.
Los primeros obrajes fueron controlados por los encomenderos, los trabajadores eran
mitayos y trabajadores libres. Es decir la fuerza laboral fue realizada por indígenas
encomendados.
Fue la mita obrajera, impuesta a la población indígena, la forma más usual de obtener
manos de obra.
El trabajo se llevaba a cabo en los galpones especies de talleres que no reunían las
condiciones optimas para el trabajo. La cuota de la producción era alta, por lo que casi
siempre las nueve o diez horas reglamentarias de trabajo se prolongaban y exigían al
mitayo trabajar horas extras. En consecuencia el trabajo en los obrajes era tan duro
como en las minas.
La mano de obra de los obrajes también incluyo a mujeres y a niños, el cual realizaban
labores como jornaleros, y aunque se dictaron disposiciones que para prohibir que
trabajasen menores de diez años, ello fue cumplido solo en parte y en algunos periodos
y lugares. El trato que se dispensaba a m todos los trabajadores dejaba mucho que
desear.
Por otro lado es curioso consignar las diversas etapas de la tarea de los obrajes: primero
era la selección de lanas, a lo que seguía el lavado y la clasificación; después se
realizaba el hilado hecho lo cual se cardaba lo hilado; en seguida se efectuaba la mezcla
de lanas; a continuación, la urdimbre, mas adelante el peinado; luego el asentamiento
por medio de batanes y, por fin el enfurtir las diferentes piezas.
El arrieraje
• En 1585 el comercio entre Filipinas, México Acapulco, Nicaragua, Panamá y Perú era
tan próspero que despertó la envidia de España.
• Para finales del siglo XVI, la producción americana era tan abundante que no solo se
vendía a las localidades respectivas, sino también entre las distintas regiones de los
virreinatos. Las principales rutas marítimas interregionales de comercio fueron:
La que unía a¬ los virreinatos de Nueva España y el Perú. Desde 1573 salía del Callao
una flota con destino al puerto de Acapulco en México. El objetivo era conseguir
azúcar, fruta en conserva, loza y seda chinas (estos dos últimos venían desde Filipinas).
El pago se efectuaba en plata peruana y luego también en azogue. En los últimos años
del siglo XVI, el Perú empezó a exportar aceitunas, aceite de olivo y vino a México y
Panamá. A pesar de las restricciones que trató de imponer la corona, este intercambio
comercial creció durante el siglo XVII.
La que¬ unía el puerto del Callao con Guaya-quil. Este último abastecía al Perú de
textiles, madera y cacao, los cuales eran reexportados a España en la feria de Portobelo .
El Perú exportaba a Guayaquil vino, harina, azúcar y aguardiente.
La que unía el puerto del Callao con¬ Valparaíso. Cobre y trigo chileno eran
intercambiados por azúcar de los valles de la costa norte y centro del Perú, y por
productos adquiridos en la feria de Portobelo.
En 1601 Felipe II ordenaba que cerca de donde hubieran minas se procuren fundar
pueblos de indios.¬
¬ Las reducciones fueron pueblos que de plano ajedrezado que la política colonial
mandó a levantar para que en ellos vivieran la población indígena. Conformaban su
perímetro un espacio urbano y otro rural. El primero estaba construido en torno a una
plaza circundada por edificios públicos (municipio, iglesia, prisión). El segundo lo
conformaban los topos o parcelas de cultivo.
A. Régimen de propiedad :
Las tierras distribuidas individualmente a los indígenas quedaron aplicadas a la
producción agrícola de subsistencia, pero en circunstancias difíciles por la presión
ejercida por los españoles, quienes querían agrandar sus propiedades.
Las comunidades no debían tener menos de una lengua cuadrada de tierra redonda del
pueblo o reducción.
¬ En la vida colonial no podía desarrollarse sin el trabajo de los indígenas, por lo que el
Estado no podía tolerar la llamada desidia y haraganería.
El trabajo, ya sea en la mita minera, en el¬ obraje, era un trabajo forzado. El indígena
se vio sometido y obligado a pagar tributos.
1. Población Indígena:
Era la clase explotada y dominada.¬
Fueron el grupo social más numerosos, pero al mismo tiempo el más oprimido y
marginado de la colonia.¬
La disminución de indios se verificó sobremanera en los lugares mineros .¬
¬ fue el verdadero soporte de la economía, siempre ocuparon un nivel inferior en la
escala social, sujetos a los diversos trabajos forzados a favor de los colonos Los
indígenas eran libres y se les considerada súbditos de la corona.
2. Población Africana:
Los¬ primeros negros fueron importados por la casa d contratación de Sevilla, con
permiso del rey Fernando, en 1505. El origen de la medida era la necesidad de
trabajadores vigorosos para el laboreo en las minas.
3. Población Extranjera
¬ España fue adversa a la subsistencia y circulación de extranjeros en sus colonas. Era
lógico como consecuencia del régimen monopolista en lo comercial y de la unicidad
religiosa. La iglesia hubo de servir los intereses de la corte, nada de extraño tiene de
impugnar y perseguir herejías.
La prohibición a la emigración extranjera se incluyo en las ordenanzas dadas a la casa
de contratación de Sevilla en 1505.¬
¬ Felipe II concretó el concepto de extranjería, limitándose aún más a la emigración. Se
le consideró entonces como español a todo extranjero que llevase diez años en España,
estuviese casado con un español y poseyera en el país casa y tierras.
Como en Inglaterra se había¬ desarrollado, desde Enrique VIII, el anglicanismo, y
Felipe II cometió la soberbia imprudencia de pretender asentar su propia fe. Al
portugués se le identifica con los judíos, marrones o cristianos solían ser sus mejores
títulos a la consideración de los católicos. Los extranjeros hubieron de soportar la
persecución.
Se le consideró entonces¬ como español a todo extranjero que llevase diez años en
España, estuviese casado con un español y poseyera en el país casa y tierras.
¬ El racismo hispano tuvo para el extranjero un criterio más severo para el peninsular.
En general el extranjero en general, se vio menos perseguido, siendo preciso destacar
que los irlandeses, por ser católicos, gozaban de extraordinarias franquicias en las
colonias ibéricas.
En 1625 las leyes de indias se quejaban de que muchos¬ extranjeros, franceses y de
otras acciones, entraban a los virreinatos españoles en América, por Brasil, donde
pasaban al Paraguay y luego al Perú, por lo que exigían vigilancia para el futuro y
explosión de los contraventores que fueses habidos.
1.1 La conquista de nueva tierras tuvo como fin la búsqueda de metales preciosos, pero
no siempre hubieron resultados positivos; a lo cual tuvieron que adoptarse a la realidad
existente, utilizando la fuerza de trabajo indígena, acoplando dos civilizaciones distintas
por medio de instituciones transitorias (la encomienda).
La encomienda está basada en el trabajo del indio a través del tributo; era un sistema
socioeconómico ya conocido en el mundo pre-hispánico, pero se trasplanto al sistema
colonial con ciertas particularidades:
Explotación indígena¬
La suplantación de caciques aborígenes por los encomenderos españoles¬
La encomienda significo un paso obligado para trocar la economía natural indígena en
monetaria.
En lo político y social otorgo beneficios: la retención de nuevas tierra para la corona y
la recompensa a los conquistadores por los servicios prestados.
Para los indios significo un sin número de injusticias pues a medida que se sometían
pueblos, se establecían la obligación del tributo. “los primeros encomenderos entendían
la autoridad española como la disposición para un oportunismo personal ilimitado”.
No se tiene noticias de levantamientos en la zona central (dominio azteca); la oposición
fue por indígenas que habían permanecido independientes o que habían luchado en
contra del dominio azteca (Tehuantepec, Nejapa, Ixtepej, y otros, que en su mayoría
adquirieron características de motines).
Mecanismos de defensa indígena:
Realizaron confederaciones de antiguos cacicazgos( cupules-Mayas)ϖ
Asaltos a vías españolasϖ
Apelación a antiguo s diosesϖ
Organización de motinesϖ
Asesinatos de alcaldesϖ mayores y sacerdotes
1.2. Las rebeliones del sur surgieron casi siempre por la implantación del tributo y del
trabajo forzoso; y fue común que adquirieran un matiz religioso con peculiaridades
propias del grupo étnico del que emergían.
En 1712 se confederaron los Tzeltales y Tzorsiles quienes unidos realizaron una serie de
asesinatos entre los encomenderos y los religiosos.
En 1761 en Yucatan se realizo una rebelión que encabezo Jacinto canek, quien se hacía
pasar por rey y pretendía lograr la liberación con la protección de los dioses.
En síntesis con excepción de algunos grupos aislados como los Lacandones, Mayas de
Bacalar, y los Mixes, las rebeliones del sur fueron sofocadas en forma sangrienta y
pocas veces por persuasión evangélica
2. Rebeliones indígenas nómadas – Zona norte
LA MUJER EN LA COLONIA
Durante la colonia la mujer fue considerada de menor rango que el varón y estuvo
subordinada a él. Es difícil generalizar su situación porque esta vario de acuerdo con la
clase social a la que pertenecía.
Sobre todas las mujeres recayó una visión negativa debido a que eran consideradas
como fuente de pecado.
En el caso de las mujeres españolas, sus espacios estaban restringidos al cuidado de los
hijos y de la casa.
En el caso de las mujeres indígenas y de las mujeres negras, a su condición femenina se
agrega su condición de indias y esclavas respectivamente.
Las mujeres indígenas, tenían que producir un excedente para pagar dicho tributo.
Al institucionalizarse al régimen de la mita, las comunidades indígenas perdieron gran
parte de sus miembros varones, por lo que la mujer se vio obligada a suplir esa fuerza
de trabajo con su propio esfuerzo.
La mujer indígena también tributo sexualmente a los conquistadores, que se apropiaron
de su capacidadreproductora
Los españoles entrenaron a las mujeres indígenas en la crianza de ganado vacuno y
ovino; y en el cultivo de nuevas plantas y cereales que trajeron de Europa.
La mujer negra, en su calidad de esclava reproducía a regañadientes, nueva fuerza de
trabajo esclavo.
La mujer negra trabajaba en las tareas domesticas, al servicio de los patrones en las
casa señoriales del campo y cuidad.
Las libertas llegaron a trabajar como a salariadas ganando la tercera parte del negro
(siglo XVIII).