Solíamos comernos la noche y comernos el día... enredándolo en locuras.
Solíamos bailar hasta caer rendidas sobre el sofá y reírnos hasta
quedarnos sin fuerzas.
Solíamos decir estupideces, e incluso grabarlas... y con eso se nos
evaporaba la tarde.
Solíamos hacernos fotos con caras indescriptibles...
Solíamos cuidarnos mutuamente, aislándonos del mundo real.
Solíamos querernos hasta matar la una por la otra... y hoy no sé donde
quedó todo eso.
No sé si es que poco a poco nos alejamos... o que poco a poco vamos
madurando. Tan solo sé que te echo de menos. Y echo de menos hacer todas esas cosas que me hacían un poco más feliz, pero me hacían feliz porque las hacía contigo. No dejemos que el paso del tiempo rompa este lazo... que cada día se hace más endeble.