elpRogreso sábado 4 de diciembre de 2010
Revista 3
Marga Portomeñe.
Lis Latas, en su taller.
coruñesa de Boiro y, con un pues-
to que llevó por todas las ferias
medievales que se celebraban, re-
corrió España. Conocer a su actual
pareja la trajo hasta Lugo, donde
asegura que se encontró con una
ciudad muy hermosa. Aquí se en-
contró a sí misma gracias al yoga,
que recuperó después de haberlo
descubierto en Argentina.
Ante todo, Marina se define
como una artista plástica y aun-
que reconoce que no es una buena
época «para que los inmigrantes
encontremos trabajo», se decidió
a poner carteles por las calles en
busca de alumnos que compartie-
ran su mismo gusto por el yoga.
«La vida es una sola y a veces la
gente busca demasiada seguri-
dad. Pero en el camino, con las
sorpresas que te va dando la vida,
puedes llegar a descubrir algo más
amplio que lo que ya está marca-
do», comenta convencida.
Esta profesora de yoga asegu-
ra que no busca una estabilidad
mes a mes, sino un camino que
le ayude a redescubrir a las perso-
nas y a ella misma. «Gracias a mis
alumnos, que no son demasiados,
me he dado cuenta de que vale la
pena el esfuezo, el sacrificio y la
búsqueda. Todo esto compensa la
falta de seguridad económica»,
afirma rotunda.
Marina asegura que tampoco
ha sido fácil su camino como pro-
fesora de yoga. Ella piensa que,
en Galicia, todo lo que tiene que
ver con la espiritualidad está poco
desarrollado, pero agradece a cada
uno de sus alumnos lo que le han
ido aportando como personas.
«Me gusta lo que hago y cuando
se hace con amor siempre resulta
todo bien», explica.
Pero además del yoga, las clases
de creatividad que, casi de mane-
ra altruista, una vez a la semana
imparte a niños de Castroverde
ocupan parte de su tiempo. Este
contacto con los más pequeños
es importante y gratificante para
ella: «En el fondo es una terapia,
porque lo que aprendes con ellos
no lo aprendes con nadie».
LUTIER. Un buen día, al lutier Lis
Latas una corazonada le llevó a
dejar el trabajo en el que estaba
inmerso para dedicarse a lo que
siempre había sido su pasión: el
mundo de la música y, en concre-
to, la construcción de gaitas. De
esto hace ya doce años.
Tras acabar sus estudios como
educador infantil se puso a traba-
jar en un establecimiento de venta
de instrumentos musicales, con
las ideas muy claras de que la do-
cencia no era su objetivo. «É destes
sinais que che dá o destino de que
te tes que dedicar ao que verdadei-
ramente che gusta. Decidín entón
comezar o que ía ser o proxecto da
miña vida», subraya.
Tras asesorarse, buscar apoyos,
muchas horas de investigación y
de practicar con la madera, poco
a poco su proyecto fue tomando
forma. Ahora, Lis Latas tiene claro
que la satisfacción personal ha re-
compensado todos los esfuerzos.
Además, todo su trabajo se ha vis-
to avalado con el primer premio de
Artesanía de Galicia y el segundo
puesto en los premios nacionales
de Artesanía.
Haciendo balance, Lis asegura
que cada persona es un mundo,
pero, además, « cada momento da
vida e as circunstancias persoais
tamén sos dinstintas. Eu, cando
tomei a decisión de dedicarme a
esto, non tiña ningunha carga fa-
miliar e quizais isto tamén axu-
dou», subraya.
Sin embargo, también tiene
muy claro que hay que tener los
pies en el suelo a la hora de ini-
ciar un camino determinado en
la vida, porque una cosa es un sue-
ño y otra muy distinta algo para lo
que pareces haber nadio predes-
tinado. «Eu xa era músico, pois
tocaba a gaita e ademais bailaba,
tamén tiña coñecementos da ma-
deira. Polo tanto, só era orientar e
encamiñar o meu talento. Non era
algo que xurdía sin máis da miña
imaxinación», concluye.
TEATRO. A Marga Portomeñe le
pasa con el teatro lo mismo que
a Lis con la música: es su vida.
Ya cuando cursaba estudios en el
instituto Virxe dos Ollos Grandes
formaba parte del grupo del centro
educativo, camino que continuó
aun con su marcha a la universi-
dad de Santiago de Compostela. A
esta profesora de teatro y artesana
le hubiera gustado estudiar Arte
Dramático, pero por circunstan-
cias de la vida no lo pudo llevar a
cabo.
Sin embargo, Marga explica que
no cesó en el empeño y realizó va-
rios cursos, porque entendía que
«muchas veces te buscas la vida
por otros caminos en los que en-
cuentras más salidas». Así surgió
la idea, junto a otros aficionados,
de crear una asociación teatral que
recibió el nombre de Ubú Teatro,
que satisfacía de alguna manera
esa pasión por este arte. Sin em-
bargo, su primer embarazo y cir-
cunstancias personales de otros
miembros de la asociación forza-
ron a un parón a este colectivo.
Con dos hijas y un continuo ir
y venir sin contratos ni seguros,
esta profesora de teatro se sintió
obligada a aceptar un trabajo
como dependienta. Sin embargo,
«cuando tienes las ideas muy cla-
ras de a lo que te quieres dedicar,
te llega a cambiar el carácter cuan-
do haces algo que no te gusta, por-
que te da la sensación de que no
encuentras tu sitio en la vida ni la
felicidad a pesar de tener un suel-
do fijo a final de mes», explica.
Tomó entonces una de las de-
cisiones más importantes de su
vida: abandonarlo todo para crear
una escuela de teatro y un taller
de artesanía, proyecto que aho-
ra mismo está materializando.
«Llegada una edad, te aprecias y
te quieres más. Cuentas entonces
con esa seguridad que te ayuda a
llevar a cabo proyectos que antes
no te atrevías a poner en prácti-
ca», asegura. Marga Portomeñe
entiende que esta decisión la
debería haber tomado antes, en
busca de una felicidad plena que
les pueda transmitir a sus hijas,
pero también se da cuenta de que
nunca es tarde. Ahora solo espera
materializar un sueño que lleva
acariciando muchos años.
Lis Latas
Unha corazonada e
un sinal do destino
leváronme a iniciar
o que seguro ía ser o
proxecto da miña vida»
Marga Portomeñe
Llegada una edad,
tienes una seguridad
para tomar decisiones
con las que antes no te
atrevías»