You are on page 1of 4

En el plano cultural, en esta época tomó auge la obra cultural de los misioneros

capuchinos, jesuitas y franciscanos, que contribuyeron al desarrollo artístico del país.


Un franciscano, Fray Fernando de la Concepción, pintó en Caracas imágenes de santos
y obispos hacia 1650.

En el siglo siguiente, los aristócratas de la colonia se hacían retratar por artistas


españoles llegados a Venezuela, o por artistas criollos como Francisco José de Lerma y
José Surita. También destaca Juan Pedro López (1724-1787), abuelo materno de Andrés
Bello, como pintor, escultor y fundidor de estatuas.

El gran artista de esta época fue Juan Lovera (1778-1841), autor de lienzos históricos
como El 19 de Abril de 1810 y El 5 de Julio de 1811, y de los retratos de José Vargas,
Coto Paúl y Cristóbal Mendoza.

En 1682 se fundó en Caracas un colegio seminario con cátedras de Latín, Teología y


Filosofía, que fue convertido en 1725 en Universidad Real y Pontificia. Humboldt, que
visitó Caracas en 1799, atestigua en su Viaje a las regiones equinocciales el haber
encontrado, en varias familias ricas, amplios intereses culturales, buenos conocimientos
de la literatura europea y predilección por la música.

Al igual que en toda la porción central y meridional del continente suramericano, la


música tradicional de Venezuela diferencia elementos indígenas, negros y mestizos.

A partir de 1949-1950 se comenzó a recopilar documentación sobre la corriente musical


de las poblaciones indígenas del interior de Venezuela de la época colonial.

Estos testimonios demuestran la pertenencia de los grupos más primitivos a la gran


familia cultural de los pueblos amazónicos, y la influencia hispano-negra sobre los
pueblos más próximos a las costas. Los instrumentos musicales destacados de ese
tiempo, como por ejemplo, los gigantescos cuernos de cerca de dos metros de largo, son
similares a los conocidos en las tribus brasileñas.

La música negra, por su parte, se presenta bastante pura, con ingredientes africanos,
pero también se ha apropiado de muchos géneros musicales de origen hispánico. Nace
así, una música negra de nuevo tipo, con caracteres híbridos. Su tendencia es la
acentuación del carácter hispánico.

Los libros, sin excluir los vetados por la Inquisición, circulaban profusamente, y las
ideas de la Ilustración fermentaban en las escuelas religiosas y laicas, reformadas por
maestros como Montenegro, Escalona, Rodríguez, Echezuria y Sanz. Otros literatos de
la época fueron Vicente Tejera y Domingo Navas Spinola (traductor de Horacio,
Volney y Racine).

En aquel momento no existía en el país una publicación periódica, ni siquiera una


imprenta, fue en 1806 cuando Francisco de Miranda trajo una imprenta en sus buques
para imprimir sus proclamas revolucionarias y en 1808 comenzó a publicarse La Gazeta
de Caracas.

En los últimos decenios del siglo XVIII, las ideas progresistas encontraron, en la capital
venezolana, uno de sus centros de difusión, y en sus hombres, protagonistas eminentes
de la causa independentista americana. Francisco de Miranda (1750-1816), combatiente
de la independencia de Estados Unidos y de la Francia revolucionaria antes de intentar
la liberación de su patria, y Simón Bolívar (1783-1830), genio militar y político de
primer orden y hombre de vasta cultura moderna así atestiguan en sus escritos (cartas,
proclamas, discursos, y páginas más literarias como Mi delirio sobre el Chimborazo y
La Carta de Jamaica).

En los albores del siglo XIX una Venezuela con ánimo independentista se erigía, pero
no fue sino hasta la segunda mitad de esta centuria cuando la pintura histórica alcanzó
los lienzos de los maestros criollos. Los retratos y otros temas laicos también
acompañaron esta tendencia, ya que el Estado así lo propició.

Por otra parte, también surgió en esta época una necesidad de organizar los estudios del
arte razón por la cual en 1835 se funda la Escuela de Dibujo y Pintura, precedente
importante del Instituto Nacional de Bellas Artes, establecido formalmente en 1877.

En el palmarés de artistas de esa época se encuentran los venezolanos formados en las


academias del extranjero, que mostraron poca atención a las tendencias vanguardistas de
Europa; los llamados pintores primitivos, que eran retratistas ambulantes que realizaban
obras por encargo en las comunidades rurales; los pintores de taller, egresados de
estudios en los que el trabajo artístico y artesanal tenían la misma jerarquía ; y los
extranjeros que vinieron tras la búsqueda de temas exóticos y clientela y trajeron
consigo las normas formales de la disciplina artística.

Entre los pintores más importantes de este período destacan Arturo Michelena, Martín
Tovar y Tovar, Cristóbal Rojas y Antonio Herrera Toro, que forman parte del grupo de
los académicos; mientras que Juan Lovera fue formado en un taller.

Arturo Michelena

Este destacado artista venezolano, que perteneció al Salón de la Sociedad de Artistas


Franceses, consiguió desarrollar un estilo propio del cual fue apartado por los encargos
y su propia tendencia al formalismo. Dentro de sus pinturas de género histórico Miranda
en la Carraca es posiblemente uno de los iconos más importantes de la pintura nacional.

Martín Tovar y Tovar

Se dice que fue el pintor mejor formado de su época. Sus retratos poseen una gran
fuerza expresiva y se introdujo en la que sería una de las tendencias más importantes de
la pintura venezolana del siglo XX: el paisajismo.
Antonio Herrera Toro

Este personaje, criticado en su papel de Director de La Academia Nacional de Bellas


Artes, fue reconocido por sus obras de género histórico, naturaleza muerta, el desnudo,
las escenas interiores y los personajes populares. Sobresalió como ilustrador en la
revista El Cojo Ilustrado y además realizó la ornamentación del techo del Teatro
Municipal de Valencia y del Teatro Nacional de Caracas mostrando su inclinación hacia
la decoración.

Juan Lovera

Este artista, quizás entre los más importantes de la primera mitad del siglo XIX, realizó
composiciones complejas, que aunque muestran una falta de academicismo, son un
crisol de imágenes perdurables para la historia artística venezolana. Durante la
formación de la República, un grupo de artistas compartió la manera que caracterizó su
obra, no lejos de la severidad de la escuela norteamericana de comienzos del siglo XIX.

Cristóbal Rojas

Su talento se vio apegado obras de temática social y anecdótica. Perteneció al grupo de


pintores que mantuvo en Francia los valores del academicismo que se negaba a
reconocer tendencias como el impresionismo. Su temática dramática, sus tonos oscuros
y la imitación a la escuela holandesa fueron las inclinaciones que impregnaron su obra.

Arquitectura

.- EL ROCOCO:
El rococo es el arte de la primera mitad del siglo XVIII.
Se caracteriza por la resaltación de los motivos interiores, sin apenas decoración en el
exterior.

EL NEOCLASICISMO:

* Características:

El neoclasicismo es el arte de la segunda mitad del siglo XVIII.


Es una corriente de reacción con lo que había sido el barroco.
Se produce una ruptura con el gusto recargado.
Es una vuelta al mundo clásico
Se construyen museos, bibliotecas, etc.
Se da sobre todo en arquitectura.
portada semejante a un templo griego; entrada porticada de estilo corintio; frontón
decorado; columnas estilizadas; en el centro una columna peraltada; con cornisa
arquitrabada y juegos de ventanas; naves abovedadas; linterna.

You might also like