DIECISEIS DE SEPTIEMBRE
Andres Quintana Roo
Renueva oh musa! el victorioso aliento
Con que, fiel de la, patria al amor santo,
El fin glorioso de su acerbo ilanto
Audaz predije en inspirado acento:
Cuando más orguiloso
Y con mentidos triunfos más ufano,
El ibero sañoso
Tanto lay! en la opresión cargó la mano,
Q ue a! Anáhuac vencido
Contó por siempre a su coyunda unido.
Al miserable esciavo (cruel decIa)
Que independencia ciego apelli dando,
De rebelión el pabeiión nefando
Alzó una vez en algazara irnpIa,
De nuevo en las cadenas
Con más rigor a su cerviz atadas,
Aumentemos las penas,
Que a su áltima progenie prolongadas,
En digno cautiverio
Por siglos aseguren nuestro imperio.
'uë sirvió en los Dolores vii cortijo,.
Que el aleve pastor el grito diera
De libertad, que dócii repitiera
La insana chusma con afán prolijc?
Su valor inexperto
De sacrIiega audacia estimado,
A nuestra vista yerto
En el campo quedd y escarmentado;.
Su criminal caudillo
Rindió ya el cuello al vengador cuchillo.-
Cua1 al romper Las Pléyades liuviosas
El seno de las nubes encendidas,
Del mar las olas antes adormidas
Sübito el austro altera tempestuosas;
De La caterva osada
AsI los restos nuestra voz espanta,
Que resuena indignada
Y recuerda, si altiva se levanta,
El respeto profundo
Que inspiró de Vespucio al mundo rico.
Ay del que hoy más los sediciosos labios
De libertad al nombre lisonjero,
Abriese, pretextando novelero
Mentidos males, filtiles agravios!
Del cadalso oprobioso
Veloz descenderá a la tumba frIa,
Y ejemplar provechoso
Al rebelde será, que en su portia
Desconociere el yugo
Que al invicto espaiol echarle plugo'.
Asi los hijos de Vandalia ruda
Fieros clamaron cuando el héroe augusto
Cedió de La fortuna al golpe injusto;
Y el brazo fuerte que la empresa escuda,
Faltando a sus campeones,
Del terror y la muerte precedidos,
Feroces escuadrones
Talan impunes campos florecidos,
Y al desierto sombrIo
Consagran de la paz el nombre plo.
No seth empero que el benigno cielo,
CómpLice fácil de opresión sangrienta,
Niegue a Ia patria en tan cruel tormenta
Una tierna mirada de consuelo.
Ante el trono clemente
Sin cesar sube el encendido ruegc,
El quejido doliente
De aquel prelado, que inflamado en fuego
De caridad divina,
La Amrica indefensa patrocina:
'Padre amoroso, dice, que a tu hechura,
Como el dón más sublime concediste,
La noble libertad con que quisiste
De tu gloria ensaizarta hasta [a altura,
No yes A un orbe entero
Gemir, privado de excelencia tanta,
Bajo el dominio fiero
Del execrable pueblo que decanta,
Asesinando al hombre,
Dar honor a tu excelso y dulce nombre?'
c!Cuánto !ay! en su maldad ya se gozara
Cuando por permisión inexcrutable
De tu justo decreto y adorable,
De sangre en la conquista se baiiara,
SacrIlego arbolando
La enseña de tu cruz en burla impla,
Cuando más profariando
Su religión con negra hipocresIa,
Para gloria del cielo
Cubrió de excesos el indiario suelo!
'De entonces su poder icdmo ha pesado
Sobre el irierme pueblol iQué de horrores,
Creciendo siempre en crimenes mayores,
El primero a tu vista haii aumentado!
La astucia seductora
En auxilio han unido a su violencia:
Moral corrompedora
Predican con su barbara insolencia,
Y por divinas leyes
Proclaman los caprichos de sus reyes.
CA11I se ye con asombroso espanto
Cual traición castigado el patriotismo,
En delito erigido el heroismo
Que al hombre eleva y engrandece tanto.
iQud más? En duda horrenda
Se consulta el oráculo sagrado
Por saber si la prenda
De la razón al indio se ha otorgado,
Y, mientras Roma calla,
Entre las bestias confundido se halla'.
Y qué, cuando ilegado se crela
De redención el suspirado instante,
Permites, justo Dios, que ufana cante
Nuevos triunfos Ia odiosa tiranIa?
El adalid primero,
El generoso Hidalgo, ha perecido;
El término postrero
Ver no le fué de la obra concedido;
Mas otros campeones
Suscita que rediman las
Dijo, y Morelos siente enardecido
El noble pecho en belicoso aliento;
La victoria en su enseña toina asiento
Y su ejemplo de mil se ye seguido.
La sangre difundida
De los heroes su nümero recrece,
Como tal vez herida
De la segur, la encina reverdece,
Y más vigor recibe,
Y con más pompa y más verdor revive.
Mas Iquién de la alabanza el premio digno
Con títulos supremos arrebata,
Y el laurel más glorioso a su sien ata,
Guerrero invicto, vencedor benigno?
El que en Iguala dijo:
Litre la j5azria sea, y fuélo luego
Que el estrago prolijo
Atajó, y de la guerra el voraz fuego,
Y con dulce clemencia
En el trono asentó la Independencia!
iHimnos sin fin a su indeleble gloria!
Honor eterno a los varones claros
Que el catnino supieron prepararos
iOh Iturbide inrnortall a la victoria,
Sus nombres antes fueron
Cubiertos de luz pura, esplendorosa;
Mas nuestros ojos vieron
Brillar el tuyo como en noche hermosa
Entre estrellas sin cuento
A la luna en el alto firmamento.
iSombras ilustres, que con cruento riego
De libertad la planta fecundásteis,
Y sus frutos dulcIsimos legásteis
Al suelo patrio, ardiente en sacro fuego!
Recibid hoy, benignas,
De su fiel gratitud prendas sinceras
En alabanzas dignas,
Más que el mármol el bronce y duraderas,
Con que vuestra memoria

Coloca en el alcázar de la gloria.

A Hidalgo*
Fernando calderón

En sepulcral silencio se encontraba

el pueblo mexicano sumergido.
¡ Fatal silencio solo interrumpido
por Ia dura cadena que arrastraba!

Como crimen atroz se castigaba

del triste esclavo el mísero gemido.
o de los opresores at oído.
cual música de triunfo resonaba.

Grita Hidalgo. por fin, con voz divina:

''!México libre para siempre sea!"
Y at tirano español guerra fulmina.

¡Once años dura la mortal pelea.

el trono se desploma, y en su rina.
se liberta el estandarte ondea!
1837.
A LAS NACIONES LIBRES
JOSE SIMEON RIOVERDE
Entusiastas cantamos ahora,
¡Libres! ya nuestra frente mirad;
Vuestra vista a la patria de Hidalgo
Presurosas y ufanas tornad.

Con valor y constancia obtuvieron

Nuestros padres, un triunfo cabal,
Defendiendo los lares paternos
A la par que el honor nacional.

¡Sucumbieron! fatal desaventura,

¡Dura muerte! sus cueyos cegó:
Mas la tierra empapada en su sangre
A millares guerreros brotó.

A la. lid se apresuran veloces. .

Del combate ya la hora sonó,
“Libertad, libertad" gritan ellos,
Libertad la victoria lee dió.

PANFLETO REARTIDO ENTRE LAS MASAS EN LA

CONMEMORACION DE LA FIESTA DE
INDEPENDENCIA DE QUERETARO EL 15 DE
SEPTIEMBRE DE 1857.
A LAS ILUSTRES VISTIMAS DE LA PATRIA
SEPTIEMBRE 30 DE 1857
ANTONIO GUILLEN

No a los sepulcros de orgullosos Reyes

Ira a pedir inspiración mi lira,
Sino a esa triste, cuanto humilde pira,.
Monumento al valor.

Grato recuerdo a las ilustres victimas

Que serenas marcharon al suplicio,
Ofreciendo su vida en sacrificio
Por legarnos honor.

Abnegación sublime y generosa

La de esos héroes que nos dieron gloria,.
Siempre será llorada su memoria
Por la nación.

Llora, Ilora ¡oh mi patria idolatrada!

Sobre esa tumba de laureles llena,
Enluta esa tu faz antes serena,
Con el negro crespón.

¡Qué triste y desolada te has quedado

Como el ave que gime entre el ramaje,
Cubierto ya de sangre su plumaje,
Y próxima á morir.

A impulsos del dolor que le atormenta

Sin saber quien le preste algún consuelo,
Cubre sus ojos de la muerte el velo,
Va a sucumbir.

Mas no sucumbirás, patria querida,.

Tienes hijos que sabrán valerte;
De tus héroes envidian ya la suerte,
Los juran imitar.

Contempla en nuestros ojos, como el llanto

Brota inundando ya nuestras mejillas,
Y ante sus tumbas puestos de rodillas
Nos ves orar.

Colocando con mano respetuosa

Guirnaldas bellas de fragantes flores,
Que exhalando balsámicos olores
Perfumen su panteón.

Les formaremos con ciprés sombrío

Un cortinaje que les preste sombra,
Y les pondremos por mullida alfombra
El corazón.

Y luego entonaremos con vos tierna

Un himno eterno, canto reverente,
Inclinando hacia el suelo nuestra frente.
Por el dolor.

Poniendo en su sepulcro como lema

“A los héroes que así nos libertaron
Los mexicanos con amor grabaron
Esta inscripción."
 Que a la pelea se lanzan.
Acaso sin el, acaso
La noble empresa fracas,
Y quien sabe cuanto tiempo
VICENTE GUERRERO Sobre el nopal de Anáhuac,
El águila azteca hubiera
JOSE PEON CONTRERAS Batido, rotas las alas.
¡Loor a ti, sombra gloriosa,
Era el tiempo en que aún sufría Que mi humilde labio ensalza,
Encadenado el Anáhuac, Digna de que otro mas digno
El férreo yugo ominoso Pronuncie tus alabanzas!
De los tiranos de España.
El tiempo en que despertando
Tras un pasado de infamia,
Un pueblo noble, hasta el cielo
La frente altiva levanta
El tiempo de los Hidalgos
De los Morelos y Aldamas,
Y el tiempo de los heroicos
Sacrificios por la patria
Cuando al romperse el anillo
Que a tres centurias ligaba,
Un león reparar intenta
Las costas americanas;
Porque le falta el aliento.
Porque las fuerzas le faltan
Porque sacude en los aires
La melena ensangrentada.
Y a un pueblo que esta sediento,
Y sediento de venganza.
Conoce bien que a saciarlo
Su sangre toda no basta.
Lucha tenaz el ibero
Y en nombre de sus monarcas,
De México los Virreyes
El solio vetusto guardián;
Y en su obstinación limpia,
Y en su furibunda saña
La noble sangre de Hidalgo
En un caldaso derraman.
El Victorioso Mora
Allí mismo se levanta
Y por los campos tremola
La bandera de la Patria;
Es el guardián de una idea
Que a paso gigante avanza;
Es el terror de la guerra
El genio de las batallas…
Y también con cien laureles
Coronado con cien jornadas
En un patíbulo cae
Acribillado de brazos

Valiente, aguerrido, fiero,

Sin municiones, sin armas,
Con su voluntad Inmensa
Más grande que su esperanza,
Un hombre aparece entonces
En el confín de la patria;
Como al naufrago aparece
El faro tras la borrasca;
Como en medio de los campos
Al caminante que anda
Perdido en lóbrega noche
la aurora serena y clara.
Era Vicente guerrero
Que en boscosas sierras altas
Defiende de un pueblo el solo
Las libertades sagradas,
A su formidable acento
Por doquiera se levanta,
Intrépidos capitanes

SAN AGUSTIN DEL PALMAR.
pag 97
ta bartafla tue dada a campo raso,
para des 1 rapres lonar a-i Co'n'cle die Castro
Terr'eno, de que lass ann as ajnierieaaias se
sostienen no sOlo en los cerros y eonboscadas,
sino tambi•én en las Hani-tras 3.' a.
airwpo descubierto.—MAR JANO MATAMOROS.—
Parte oficial dirigido a Morelos.
I Sobrc el bn.vto; eJ rendaje Jieva sueito
Se exitiende el Ha-no taciturno y triste
Bajo el tobdo est,redlajdó de los cielos,
• Y en su I az se percibe, descansanido,
De real1stas un ancho cairn;pamen'to.
Cmstod Ian an convoy: g.ranides H quezas
- Conidrucen bia.Jo canoe, por el yet-mo
Aremal de la costa 6 pox las petS nsa
Del Andes majestuoso y opulento.
- Mas alt ora están doran Id os: s61lo se- oyen
Vagais vocas que turban el stlenclo.t
El follaje agirtado; Ael triste aulilo
Del asturto coyote, el vocinglero
Plar del ave que los aires romjpe
- Liévando all nido el pres-uroso vueio0
Y e4 alarta pausaido dial reallzt.a
Que ye temaz el hoxiizonte ertenso. -
Las negra's masas de Joe grandes carron
Altanthra el teinbiador chtzporroteo
fle roj I zas hog ueras I nflama.d as
Sobre la tierra con quebrados leños
Y cruza en lo alto con callada plamt.a
El briLlaidor ejército del clelo.
Trisite se inira el extendido ilano,
Bajo el manito Incvbsibbe del sosiego:
Miáe .tjrite está, mâs 'triste, un hombre libre
Si an tirarno lo Ueva ad cautiveriol
LI
Sobre la frente dcl altivo monte
que del Ijano descansa en el lindero
Como un vallente que cay6 an la 1-ucha -. a
I-1eri'do si, pero is aJtura viendt,
Se va elevaraido zQ fin entre los aires
La be'Lla aurora de semib:lancte tierno.
Ella es como una 'rthgen o3adcrs:
TJende a Ia eapathda su doraido pelo.
Y. sofiol4enta, s'n senxb1ante e'nvueive
Con rojas nub-es como chal soberbio.
El desierto I nsencslble se reanii-nn:
Se endereza pair fin el caimpc yerto.
Y eli carro eniepie'za su penoso viaje
M ie'ntras el coreel sac ude su caibello.
Vas s'üblto ci elarin los aires cotta
Cuad pájaro fu.gaz: e-s q'ue e41 erperto
OJo dei cenctinela ha distlngütdo
Del lnsurgemt.e el pabefl'On enhiesto, Azul y bl•amco
como e4l cielo puro, a
Azul j' blanco como el mar Inmenso.
Es que van A pedir a ]as realistas
'Fiea'ra y espaclo y del poder ea cetro,
Los guerreros del bravo de los bravos.
toe dignos hothbres del sin Dar Morelos!
Como sierpes se mue.ven los guerreaos
Sobre al mando desierto, que se e..rIza
Con hutnos bd'ancos y corceles megrc.
Un instant.e se inidilnan Los valientes;
Tend ida tienen el fusli certero
Y los emv ueive • cual gl OTt 080 in anto
El fogonazo, la hurnareida, el t.rueno.
Y ast eoano los aires tenipestuosos,
Escuad rOn de glnetes va corriendo;
Apenas tocan los ferrados caaccxs
Di poLvo que se eleva. en su sendero:
Matanoros be man,da-, los perisigue
Con Su ojo azul ezntre el tenrible estruen'do:
It es-t& cual sem i-4II os enstre toe sur3rots
En el tr'luntfo peneangjo de los buenos.
La cr1 n vol aire, Ilameaudo el ojo,
Abierta la nasal, tascaindo el freno.
Va ad caibaiflo fugaz como Ia sierpe
Que se perdlera entre el follaje e'speso;
'ST va el zinete con six cuer'po eeh!acio
Y grita de furor, y dellrante
La espada api-lime entre sits duros dedos.
12egaron com-o un. nudo clue se aiprleta,
Fstreo24tu1ose van contra el Ibero,
Por miãs flue êsite dervrama en tome suyo
Sangre y sangre & be golpes de six blerro.
Pero c4 convoy avanza: no detletnen
Su Paso los soldado,s nd um ruomento:
Corriendo van., y en el espaeio queanan
De su fueJi el infismn.b]e cebo.
La luietha sdgue, la hurnaregja sigue,
Cnxza.n el itLano aUn los extranjeros,
Afln rued-an los bsrjdos.: .eeta. Ilena
La tend Fdt. Ninura con lee muertos.
Pero el jezfe ha ordenador y A su fraee
Retroceden los libres, y log Iuegos • -
De sus cafiones van saltando e.ntonves,
Dc entre sus tilas cual ctlw,al ha'mbrlento.
EnpiThase la espada matadora,
Llatneci.n con e4 sal los cu.r'vos hlerros
Y cruza paevoroso on el espaclo.
Ed grito de la nauerte, el 'A de'giiello."
Ali! los rojizos charcos se ban Lormado!
Las cabezas se arramcan tie los cuerpos!
Es que surcan el aFre los cuctdllos,
F'ugaeess, st, pero con sane ilenos!
Corcet Uerido sobre nauertos pout
Su pezufla merviosa, y en el suelo
Riega sangre tamblen que hacta uilosa
Flize' sailFr de su venoso cuello.
Perdido corre en el anomie Ilano
Entre ci polw quo ulota stempre denso
Y teanbioroso, en el eapaclo 1anr.a
I,oco reilneho de doaor sindes4iro!
Y asf l.a 1 ucha slgue: el sol en vane
Al Zen4st, silencioso va ascendlen,do - -
C-onto ci roniano, que en el monte mb-a
Gozoso destrozámdose A los pueblos. +
Mas luego arrojan el cuchillo ro'to
L,os te'rri:bles so]dadoe. sin allento:
Y ertraviados los ojos, van perdidos.
Coino ca torpe hnraeôn sin denotero.
Asi la teuxpestad: brame Iracunda
Sabre la mar con su clamor h c-endo
Ma.s Fuego se Westace: h uyen lass olas
Como huren en el flano los dispersos.
WOTriunfO la ilbe'rtad! Gloria insurgentea!
M.-1&rad al enenhigo por flu muerto;
Mired el Uan.o * Is poMzer visiuttubre
Del sol, que va 91 ocaso cleeceudlendo.
• America, loor! Bendita seas,
Virgen que entre los mares y has.t,a el velo
Dc las nubes, erguiste tu a]ba frente
Con clara frase ii.bertaid pidienido!
America, loot-! H trnnos te entone
Con voz audac el incanis.able viento,
Que en ed es$aclo coino rey sai'vaje
.AJzO atrevido Sn aduar esplêmdi'do.
Y que canite taniblén a. los patriotas
Y que repita los herOicos hesehos
De zCquelloe hombres que te hicleron libre.
flos que la espadja para U hla.n4ieron.
Matamoros, Aquliles de la guerra
En et Ilano glorioso te contemplo.
Y a. tu melnoria an anuonloso cansto
Vino un Instancte y conanovit ml pecho.
Hay al Oriente dei tend Ida ilano
Un montte, que se eleva como an genlo,
'V tlene en Ic alto r'eclinada siempre
Su bilanca sien de deslumbramte hieClo.
Es e1 Ci'tilatepestl; pero. tPsa tarde
Dijerase que esitaba sonriemdo
De side s u alcázar de mev ad as pe fias,
Al triunfador ten iemte tie Morelos.
Y la tarde, esa d aloe enain-i or ad a
Que se sienta en el boa'cte del deelerto,
Tarnblen rniraba ad aew1do atleta
Desde el linde del ancho firmamento.
EZEQUIEL A CHAVEZ.

HAZANA DE MIER Y TERA!
I Sus pertrecl-ios, polvo, nada;
•Cuántas vidas extinguidas I
Cuánta sangre derramada.
Que huineante enrojeciera
El suelo de Nueva Espana!
La sangre de aquellos heroes
Era sangre inmaculada
Q tie a torrentes fué vertida
En 'las aras dc Ia Patria,
Fué fertilisin-io abono.
Que otros seres engendrara,
Seres valientes y activos.
Seres Ce virtud preclara. a
Que denodados y dignos,
Mar-tires de causa santa,
Despreciaron los peligros,
Y Ilenos de fe y constanca,
Sintiendo arcier et sus pechos
Del patriotismo la Hama
Por lograr 1a independencia
De la tierra rnejicana
Dieron pniehas de bravura,
iDe arrojo y valor sin tasa.
IT
RI vaticinio cuniplido.
Hidalgo, con grande calma,
Al iniciar su gran obra
Dijci: "La suerte esul echada,
Pagaré con mi cabeza,
.11rnprcsa-de tanta audacia;
mam ya sembré 'a sernilla,
Liena de vigor y savia,
Que con toclos sus esfuerzos
No podrã arrancar Espafla."
Yasi fué: el heroico cura
su existencia segada
V mil y mil. perecieron
En 'a lucha sacrosanta;
Mas su fecundante sangre
Q ne nuestros campos regara,
Hizo brotar nuevos frutos
De fuerz'a y potencia raras.
III -
En nill ochocientus once,
Por el ruinbo de Oaxaca
Unido a los insurgentes,
Mier y Terán se encontraba.
Coronel de artillerIa
Y rnuy expertc) en ci anna,
Q uc ci triunfo habia de obtener,
Con seguridad juzgaba.
Peqneflas escaramuzas,
Reflejo dc una batalla
Unas tras otras venian;
Mas en la India tan arciva
Gnripren4ian los insurgentes
Q UC no obtenian gran ventaja; -
Pero un hecho inesl)erado
Vino ft enardecer las airnas
Y it realizar, algñn tanto,
Su s ardientes esperanzas.
Alvarez. en esos d'Ias,
A flaxaca gobernaha
Y con mucha artilleria
vcveres y tropa brava.
Sin vacilaci&n dispone
Sitiar a Silacayoapan.
Qué va a ser cle-1 insurgente.
Iiefiende una noble causa. - -
Siebte ci valor qn su pecho,
.Pero le faltan las armas I
Sus viveres son escasos;
Mas cuando el valor alienta,
Ctiando se siente en el alma
Un sacro y noble arciimieiito
Por urn idea noble y Santa,
El ingenio- se- despierta;
La inteligencia se aclara!
S.
Sçsrna está rnu.v preocupado.
El era quiet-i comandaba
Al puflado de valientes
Q ne a Sn ]ado peleaban.
For lograr la ind•ependencia
De Mexico, de Sn patria....
Piensa, medita, cavila,
Sc agita en terribles ansias,
Hasta que al fin SC dirige
A Mier y Terân y le habla:
Coronel! Esto es seguro!
Los espafloles nos rnatan!
Nos destrozan, nos abrurnan!,
z Con sii fuerza nos aplastan!
Por los lahios de 'reran
Eiger sonrisá vaga:
Es claro, ml general.
Con cierta firmeza exciarna.
Seg-tiro es que perderernos,
Con notable clesventaja.
LTinen buena artilleria
Y la artilleria es rnuv brava!
A su vcz sonriôse Sesina
Y znirândole it la cara,
Casi exaltado, frenético,
Con la vis Ta demudada,
No contra el, sino al sentir
Dc Ia impotencia Ia rabia,
Dice Adivinad tin medio
133uscadlo sin rnas tard'anza!
Terân vuelve a sonreir
Y dice con gran cachaza:
Solo Un media, sOlo uno,
Mi pobre saber alcanza!
-,I Y cuãl es? j To adivinásteis?
Si n6, callad que y a l)asta!
•i Quitarles Ia artilieria
Pues bonita adivinanza!
H
V
La noche está ten-ebrosa,
Noche de profuncla calma,
Pu.es aunque nubes espesas
Ocultan la faz de Diana,
Cual si dc intentO la hicieran
Por una sublime causa,
No se escuchan ma's rurnores
Q uc el viento que en ia enrarnada,
Se deshza placentero.
Cua] si infundiera en las almas
Algo sublime y grandioso.
No envidia, emulaci6n Santa,
Par Ilegar a consegwr
La libcrtad anhelacta....
Ahi van los insurgentes!
Débiles son sus pisardas.
No interruinpen el siiencio
De esa noche memoranda.
El campaniento enemigo
5e ericuentra en cornpleta calma De la gran artilleria
(in capitãn es ci guardia
Y no piensa en ci peligo
Que la suerte Ic clepara.
Dc sübito. . . clamoreos,
Crito-s, golpes, cuchilLadas,
Interrumpen el siiencio
V comienza la rnatanza .....
Las nubes se r'etiraron
Y, al final de Ia jornada,
La luna ilurninó el campo
Con su Iuz plâcida y blanca.
Los insurgentes triuniantes
Quieren seguir Ia batalla....
No quecia tin solo enernigo!
i La artilleria está tornada
EMILIO DR AaRIOLA.
 Es la que en Cuantla, empunando
Resuelta el terrible acero,
El orgullode Calieja
kIizo que besase ci suelo.
PrisiOn y muerte de Matamoros Esa frente, que las sombras
ITras 1:>e eternidad van cubriendo,
dc cercados de piedras Es del inclito caudillo
Que al tocarlas se estremecen, Q u-c del Falrna-r entre ci fuego
Los derrcytados 1)atriotas Descoltando se mostraba
Contra Llano se hacen fuertes. Aterranclo 'a los iberos
Llano dispone que Orrantia. Como señor absoluto
Con su tropa floreciente Dc la torrnenta y c-I trueno.
Y con caflones trenienclos, No i niiiorta que c-I artificio
Ataque a los insurgentes. Dc aiglin impostor rastrero
Estos Ic rompen ci fuego, Le finja retractaciones
La batalla Se enfurece, V llarne :1. sus glorias yerros:
Alas los cercados de piecira La Historia, justa y severa.
Con el cañon se conilitieveji Le tiene asignado tin puesto.
Se tornan en rnetraila El del gran Morelos brazo,
Al al)atIrse V TOh1iJ)Crs(. El del patriotisrno, aiiento.
El tuniulto cle (lisnersos El de la virtud ciechado.
Q niere ahalauzarse It un puente Flor de oro dc Jos guerreros,
Estrecho que 'ronipin el rio Va carninando al suplicio
.Con ennuje de torrente. Recogiclo y circunsnecto:
Aill cons&manse horrores Solarnente sus verdugos.
Que espantan y cjue estreniecen. Que son vetdugo:s del pueblo,
Bravo y Galeana se salvan, Sc acercaron: Matamoros
S610 a Matan-i<roq vése Torna en Sn rnano till pafluelo.
Reluci-tando con las olas Con que Sc- venda Jos ojos
.\r alentando Li sus valien-tes Con pulso firme y sereno.
Desde un vado 1e acornete, Le forrna cerco la tropa.
Y de alli preso le Ilevan, Levanta la frente el reo.
Como en triunfo. tsbirros crueles, V una VOZ exciarna " ; Fuego!!".
Y a Valladolid camina, La Historia. en Ia hirviente sangre
Donde le espera la muerte. EzupapA Ilorosa el declo.
Morelos, en salvo, escribe, Y en los fastos dc Calleja
A un amigo que bien quiere: Escribió "Tres de Febrero."
"Nos queda algo de Morelos; GUILLERMO PRIETO.
"Dios entero nos proteje."
II.
Digna y serena la frente
Que cHic el rubio cabello; -;
Es ci color de sus ojos
Corno esperanza en ci cielo;
Con ci paso inesurado,
Y tan firme cual modesto;
En la diestra tin Crucifijo
Que estrecha contra su pecho,
Entre insolentes soid'ados
Que cuasi insultan al preso;
En rnedio de inmensa turba
Quc embarga mortal silenclo,
Va marchando Matamoros
En Valladolid el hello,
T-Tasta tocar de su plaza
En el clespejado centro,
flonde Ic espera ci su.piicio
Como a furibtindo reo.
Ni tin suspiro. ni una queja -t
Tnterrumnieron ci rezo
Con que ci noble sacerdote
Aciarnaha al Sér Eterno:
Pen, en crno de su frente
Volaban nobles recuerd'os
Dc bravura y •patriotismo,
Dc gloria y de herOico esluerzo.
Ese pecador contrito,
Es el rnisrño que en uii tiernpo
El confin de Auatema1a
Sernbrô de inrnortales hechos;
Esa diestra en que hace peana
De la Cruz del Sér Excelso,