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Identidad Dominicana
La identidad de una población o una persona en particular podría decirse que consiste
en la diferenciación que un individuo es capaz de establecer entre él y otros individuos
con quienes se relaciona socialmente. Esta identidad al tratarse de manera individual
básicamente se construye mediante la interacción de la persona con sus familiares,
amigos y relacionados. Así mismo la identidad colectiva proviene de la convivencia que
establecen los seres humanos en relación a algo que les hace auto-reconocerse como
pertenecientes a una colectividad.
Inmigración Haitiana
Los vínculos entre Haití y República Dominicana siempre han estado marcados por el
conflicto y la confrontación, una situación heredada desde los tiempos de la
colonización. Un hecho relevante que ha contribuido a estas relaciones conflictivas fue
la ocupación haitiana en territorio dominicano por 22 años. Al independizarse los
dominicanos de Haití, las posteriores conexiones estuvieron marcadas por
confrontaciones y perturbaciones políticas que distorsionaban los objetivos de paz
entre los vecinos países.
En este contexto, para no perder una mano de obra barata y sortear nuevas
revoluciones agrarias, los norteamericanos indujeron y animaron la salida temporal de
los trabajadores agrícolas hacia los ingenios azucareros en Cuba y Santo Domingo.
Todo esto trajo como consecuencia la devaluación general de la mano de obra haitiana
al fundar una serie de prejuicios que hacían del haitiano un ser inferior y un
trabajador al cual se le daba ingreso al mercado laboral por razones humanitarias,
corriendo los dominicanos el riesgo de absorber las supuestas influencias negativas de
una población considerada "primitiva".
2. El inmigrante haitiano que llega a la República por vía legal a trabajar en uno de los
ingenios, pero luego terminada la zafra, o antes de terminar la misma, se escapa del
ingenio.
3. Los haitianos hijos de inmigrantes que nacen en le República, hijos de madres
dominicanas, que carecen de documentación alguna, y luego crecen convirtiéndose
también en inmigrantes haitianos apátridas.
3) Las personas nacidas en territorio nacional, con excepción de los hijos e hijas de
extranjeros miembros de legaciones diplomáticas y consulares, de extranjeros
que se hallen en tránsito o residan ilegalmente en territorio dominicano. Se
considera persona en tránsito a toda extranjera o extranjero definido como tal en
las leyes dominicanas;
A pesar de que los haitianos han venido en busca de trabajo para tratar de reparar
su situación social, con esta acción van poco a poco desplazando a los dominicanos. En
un principio estos solo se consagraban al corte de caña de azúcar, pero ahora se han
ido penetrando más en las distintas actividades económicas del Estado dominicano,
como son el arroz, el café y el cacao.
Los haitianos nos han ido invadiendo, y todo esto se debe fundamentalmente a que
nuestros gobiernos no han sabido lidiar correctamente con estos inmigrantes. El único
gobierno que se ocupó con el caso de la inmigración haitiana fue el régimen de Rafael
Leonidas Trujillo, aunque, en la forma en que se manejó no fue la más considerada.
Los haitianos han ido sustituyendo la mano de obra dominicana, porque estos ejecutan
trabajos que los dominicanos no hacen, esto tomando el cuenta el bajo salario
ofertado por estas labores.
Existen diferentes organismos que luchan por la defensa de los derechos humanos de
los haitianos en el país. Una de estas es MUDHA presidida por la activista dominico-
haitiana Sonia Pierre.
Sus años de estudio a donde irán muchos tienen sus negocios y casas que a base de
sacrificios muchos de ellos han construido que va a pasar seremos muertos civiles y
reconocerán que somos dominicanos.
A finales del pasado mes de marzo, la Junta Central Electoral dominicana (JCE)
anunció que solicitaría a la Justicia dominicana la anulación del acta de nacimiento
de la activista de Derechos Humanos Sonia Pierre, porque, según las autoridades de
dicha institución del Estado dominicano, "hubo irregularidad en la emisión de este
documento, expedido en 1963".
Este caso reconocido como el "caso de Sonia Pierre" representa no sólo un golpe
fuerte contra la directora ejecutiva del Movimiento de Mujeres Domínico-haitianas
(MUDHA), sino que acarrea también grandes implicaciones para los/as Dominicanos/as
de ascendencia haitiana, para Haití y la Comunidad internacional y plantea la
delicada problemática de la identidad dominicana.
Desde entonces, varias personas y organizaciones a través del mundo han manifestado
su solidaridad con la líder de MUDHA quien recibió, el año pasado en la ciudad de
Nueva York, el premio Robert Kennedy de Derechos Humanos por su trayectoria en la
lucha por la defensa de los derechos humanos de los/as migrantes haitianos/as y sus
descendientes en República Dominicana.
Al mismo tiempo, no han dejado de subrayar que "esta acción pone a Sonia y a su
familia en una situación de extrema vulnerabilidad, exponiéndolos al riesgo de
expulsión".
Además de estos ataques "legales" desatados en contra de ella por las autoridades
dominicanas bajo la instigación del poderoso sector de los nacionalistas, Sonia ha sido
en varias ocasiones objeto de amenazas y ataques de parte de agresores/as civiles.
Según ellos/as, si Sonia Pierre no es dominicana, ellos y ellas tampoco lo son: basta
que un día las autoridades de la JCE decidan abrir unas supuestas "investigaciones"
sobre la ilegalidad de sus actas de nacimiento para que se les arrebate su
nacionalidad, su ciudadanía y sus derechos y así se vean expuestos/as a la
deportación.
Su situación y la de sus hijos/as se está aproximando cada vez más a las condiciones
precarias y vulnerables de los/as migrantes haitianos/as indocumentados/as.
Se puede entrever las implicaciones que tendría esta posible práctica "legal", que
están instituyendo las autoridades dominicanas en contra de los/as Dominicanos/as
de ascendencia haitiana, para Haití.
En primer lugar, los derechos de los/as migrantes haitianos/as estarían más
vulnerados en República Dominicana y ellos/as tendrían sobradas razones para temer
por sus vidas.
Los efectos causados sobre este país, el más pobre de América Latina, han sido
devastadores. Los cuerpos recuperados a 25 de enero superan los 150.000,
calculándose que el número de muertos podría llegar a los 200.000.También habría
producido más de 250.000 heridos y dejado sin hogar a un millón de personas. Se
considera una de las catástrofes humanitarias más graves de la historia.
En República Dominicana, como consecuencia del terremoto, fue dada una alarma de
tsunami, y la Comisión de operaciones de emergencia (COE) cerró las plazas
comerciales en la capital, Santo Domingo, y tomó previsiones a lo largo de las franjas
litorales y en la frontera haitiana. En la madrugada del día siguiente, el presidente
dominicano Leonel Fernández convocó una reunión de emergencia para reunir una
delegación de ayuda para Haití, la cuál incluyó asistencia para la salud, la
electricidad, el agua, la infraestructura, y el refuerzo militar.
El mecanismo de ayuda dominicana envió alimentos, agua embotellada, y la
maquinaria pesada para ayudar en la remoción de escombros. Los hospitales en la
provincia de Barahona fueron puestos a disposición, así como el aeropuerto para
recibir la ayuda que sería distribuida a Haití. Personal del COE atendió más de 2.000
heridos, y el instituto dominicano de las telecomunicaciones (Indotel) ayuda para
restaurar los servicios de telefonía. La Cruz Roja Dominicana y la Cruz Roja
Internacional han estado coordinando los servicios de atención a la salud. República
Dominicana también ha sido el punto de aterrizaje para representantes en el
extranjero que han venido cubrir la tragedia.
Además de los esfuerzos del gobierno, muchos dominicanos se han unido a la causa en
centros de acopio, mientras que otros han ofrecido planes privados y otros materiales
destinados para Haití.