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Edad Antigua.
A mediados del siglo V a.C, Hipócrates, un renombrado doctor y maestro griego, fue
pionero en promover la alimentación sana, al comprender que una correcta alimentación
deriva en el buen funcionamiento y salud del organismo.
Con los romanos, tanto las artes, como diversos estilos de cocina, comienzan a ser
esparcidos por toda Europa, norte de Africa y el Medio Oriente, lugares en donde el
comercio era una de las principales actividades, y la venta de alimentos y especias
jugaban un rol importante dentro del mismo.
Edad Media.
Siglo V – XV d.C.
La edad media, también conocida como Oscurantismo, fue una etapa en donde las artes
y el conocimiento culinario se vieron estancados. Fueron monjes y monjas, en sus
aislados recintos, quienes preservaron y transmitieron los conocimientos y secretos
gastronómicos que los romanos habían adquirido siglos atrás. No sólo guardaron
manuales escritos, sino que, los enriquecieron al aportar nuevas recetas y cultivar las
artes culinarias.
Para finales del siglo XV, los europeos nuevamente se interesan por la buena comida y
alimentos exóticos; siendo los italianos, quienes años atrás exploraron el oriente, los que
desarrollaron habilidades culinarias importantes, dando origen a lo que sería la cocina
europea más importante de esa época, una cocina que se refinaba constantemente.
Renacimiento
Un renacer en la ciencia y las artes se comienza a dar y extender desde Italia al resto de
Europa, siendo Florencia la ciudad en donde se muestran los mayores avances en
técnicas culinarias, que posteriormente marcarían una notable influencia en la cocina
francesa, siendo esta última favorecida con el matrimonio entre Catalina de Médicis y
el duque de Orleáns, al llevar a la corte francesa a sus mejores chefs cocineros y
pasteleros florentinos.
Barroco.
La cocina francesa alcanza su primer cenit durante el reinado de Luis XV. Chefs y
maestros cocineros que trabajaban para la realeza y la nobleza, comienzan a escribir
importantes libros de cocina, en donde plasmaron sus mejores recetas y técnicas
culinarias. Durante esta época se reclutaron a los mejores chefs franceses para trabajar
en castillos y palacios alrededor de toda Europa, convirtiéndose en embajadores de la
cocina clásica francesa.
Revolución Industrial
Es durante esta etapa histórica, cuando el turismo y los viajes dan un importante salto.
La necesidad de la población de alimentarse fuera del hogar da origen a la apertura de
negocios o centros de trabajo donde se preparaban y servían alimentos y bebidas. Y es
en París, en el año 1776, cuando aparece por primera vez la palabra “restaurat”, nombre
que se le dio a un negocio que se dedicaba a la venta de caldos “restauradores”,
alimento, que según el dueño, daría placer y bienestar al estomago de sus clientes. Con
el paso del tiempo este vocablo se transforma y da origen a la palabra restaurante,
entendida como el lugar donde se restauran las fuerzas del hombre mediante la ingestión
de alimentos, para obtener las calorías suficientes y así asegurar la energía y funciones
que el cuerpo humano requiere.
Pare el siglo XIX Augusto Escoffier, importante chef francés de la época, redactaría “La
Guía Culinaría” en donde revisa la cocina clásica francesa, eliminado ciertos
procedimientos innecesarios, para definir sus principios, convirtiéndose en el fundador
de la cocina internacional, que hoy en día es la base de la cocina moderna francesa.
Epoca Moderna
Desde esos años hasta nuestros días, la industria de alimentos y bebidas ha modificado
sus sistemas de operación y organización, las formas de atraer y retener a sus clientes, y
sobretodo se ha dado a la tarea de identificar los hábitos de consumo, deseos, gustos y
actitudes de sus clientes. Actualmente, estas inquietudes marcan la necesidad de crear y
diferenciar los productos y servicios, en función de un mercado, día con día, más
diversificado y exigente, que además de buscar nuevas experiencias gastronómicas, se
preocupa más por su salud.
Tal y como hemos podido observar en los párrafos anteriores, Francia, sin lugar a duda,
ha jugado un papel muy importante en la historia de la gastronomía, y a pesar de que es
Italia quien comienza a mostrar un gran interés en el desarrollo de platillos y técnicas,
durante el siglo XVI, es Francia y sus chefs quienes realmente logran transmitir estas
técnicas al resto de Europa, y más tarde, influir en las cocinas de todo el mundo.
No podemos decir que la cocina francesa es mejor que la gastronomía de otros países,
pero es importante mencionar que Francia ha sido y sigue siendo el baluarte de la
cultura del buen comer. Ningún otro país del mundo posee una riqueza tan inmensa en
especialidades, ni una red de restaurantes de categoría similar en la cocineros conserven
la tradición del gran arte culinario e inventen nuevos placeres con tan notable
creatividad. Son productores de excelentes vinos, como por ejemplo el Chardonnay,
Sauvignon, Cabernet, Merlot, entre tras variedades famosas en el mundo entero. Esta
abundancia y complejidad fascinantes no son fruto de la casualidad, pues los placeres de
la mesa no conocen límites, hombres y mujeres, de izquierdas y derechas conservadores
o revolucionarios, pobres o ricos, todos desean disfrutar comiendo y saben cómo
hacerlo. Por ello no sólo se reconoce y valora el trabajo de vinicultores y cocineros, sino
también la labor de pasteleros, panaderos, carniceros, criadores de aves, pastores de
cabras y maestros queseros, sin olvidar a comerciantes de verdura y pescado. Es en
Francia en donde por primera vez el trabajo dentro de la cocina se organiza y distribuye,
permitiendo de este modo conservar y perfeccionar importantes técnicas culinarias, que
con gusto han sido adoptadas en otras cocinas, incluyendo la nuestra; y es que para los
franceses, no es importante la simplicidad o complejidad de los platillos, sino el afán
por cuidar todos los detalles, desde la selección de buenos ingredientes, hasta la correcta
transformación de los mismos en platillos, cuidando siempre hasta el más mínimo
detalle.
La influencia francesa ha sido tal, que incluso en muchas de las cocinas del resto del
mundo se incluye ciertos términos que permiten a los chefs de diferentes nacionalidades
comprender fácilmente algunos procesos, en otros casos, simplemente se utilizan
algunos apelativos o denominaciones en francés que nos indican claramente la
composición de ciertos platillos.
1.3 Terminología.