En el lenguaje corriente
últimamente se han introducido los
términos microemprendimiento y
microempresa. La idea que se quiere
expresar se refiere a aquellas iniciativas
particulares casi de "entrecasa" que
surgen como necesidad de autoempleo,
luego de quedarse sin trabajo o cuando no
se consigue y se necesitan medios
económicos para solventar las
necesidades cotidianas.
Según algunos autores se pueden
clasificar en dos tipos: las microempresas
infantas y las enanas. Las enanas son
aquellas que, tuvieron un problema en el
crecimiento y que, aunque viven (y
sobreviven) por algún tiempo, mueren
sin trascender sus propias limitaciones.
Las infantas tienen un potencial de
crecimiento por el cual, superadas las
crisis, perduran en el tiempo. Todo
depende de la actitud inicial del
emprendedor y su disposición a seguir
con el negocio al surgir dificultades.
Los microemprendimientos tienen
la ventaja de cubrir necesidades de
diferentes nichos de mercados donde
otras mayores, por desventajas de escala,
control de los negocios y del número de
empleados no pueden llegar. Se trabaja
en red, con gente conocida y muchas
veces al requerir poca inversión inicial de
capital y ser una tarea conocida por el
emprendedor crece a una tasa muy rápida.
La elección del rubro está
condicionada por diferentes situaciones:
- el emprendedor siempre
trabajó en una empresa con
esa tarea y ahora que perdió el
trabajo, hace lo que mejor sabe
hacer.
- siempre le gustó la actividad
elegida
- le parece que es lo que se
necesita en el mercado.
- Hizo un estudio para conocer
las necesidades y si tenía
posibilidades de éxito. Esta
alternativa es la menos
frecuente y es la más necesaria
ya que si nuestro producto no
es requerido por el mercado,
aunque nos guste mucho o
tengamos mucha experiencia
en su producción, puede
fracasar.
Las microempresas surgen
también informalmente: en casa, en el
galpón del fondo, en el garage, en un
lugar que me prestaron.
Al crecer las ventas necesita el
emprendedor otras personas que le
ayuden en a elaborar su producto o a
prestar el servicio elegido porque ya solo
no puede. Comienzan a trabajar el
cónyuge y los hijos. Son mano de obra de
confianza y además, aportando su mano
de obra, no cobran sueldo. Tampoco
tienen horarios de trabajo... y después de
todo... ¡Todo queda en casa! Luego
también emplea a hermanos o cuñados
para que no se queden sin trabajo.
Los temas del negocio se discuten
en la mesa del domingo al mediodía y un
problema familiar (bajas notas de los
chicos en la escuela, desavenencias
conyugales, malentendidos con los
suegros o cuñados) se transforman en
problemas dentro del negocio. Sin pensar
en problemas más serios como retiros “a
cuenta que después se devuelven” (nunca
ocurre) que originan peleas entre
familiares que perciben una desventaja en
el trato dentro de la empresa.
Normalmente las microempresas
surgen como algo transitorio hasta que
podamos llegar a una situación un poco revise porque hay algo que no “funciona”.
mejor... y esta es su principal debilidad: la En los emprendimientos sucede lo
precariedad. Las relaciones que se mismo: cuando hay problemas que no se
establecen con los clientes de nuestro pueden solucionar, hay que pedir ayuda.
negocio, los empleados, las relaciones
con los otros negocios, con el estado, la
calidad del producto ofrecido están En estos momentos hay muchas
signadas por lo momentáneo. Cuando entidades públicas y privadas y
comienza, el entusiasmo hace que la profesionales, que se dedican a esta nueva
voluntad de trabajar minimice todo problemática y contribuyen a superar la
sacrificio, los productos son muy buenos, crisis de crecimiento de los
los familiares que trabajan con el microemprendimientos para que sean una
emprendedor ponen todo su empeño y se fuente de recursos genuina y empresas
atiende con preferencia a los clientes. Con con alto potencial de crecimiento.
el crecimiento de los negocios la Por Lic. Mónica Laura Avero
estructura organizacional inicial tiende a
quedar chica y se necesitan formalizar monicaav3@latinmail.com
muchas relaciones dentro y fuera del
emprendimiento para poder seguir con la
actividad.
En general estas características se
repiten en todo microemprendimiento.
Cuando se perciben fallas serias en
algunos de estos aspectos o en todos
muchas veces se está en plena crisis, y
como toda crisis, ayuda a ver las
debilidades y a tomar fuerzas para seguir
adelante. Por lo común se intenta
solucionarlos solos “porque quien conoce
mi negocio como yo, si yo lo hice”. Esta
afirmación en parte es cierta y contiene en
sí el principio de toda solución: tomar
conciencia de la existencia de un
problema.
Si el emprendedor comenzó su
negocio, él es el que conoce muchos
“secretos” pero es como sucede con el
dolor de cabeza: como me conozco sé que
cuando he comido mucho me duele:
¡señal de un ataque al hígado!, debo
comer liviano uno o dos días hasta que se
pase. Otras veces cuando tengo un
problema que sobrepasa mis fuerzas me
duele la cabeza porque se me subió la
presión. Pero si no se me pasa y no
mejoro acudo a un médico para que me