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ÍNDICE

PRÓLOGO………………………………………………………………………………………………….
…………..3

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………………………….
……4

1. CAPITULO I. LA DELACIÓN

1.1 Concepto Gramatical……………………………………………………………………….……….……


6

1.2 Concepto
Etimológico…………………………………………………………………………………….6

1.3 Concepto
Jurídico………………………………………………………………………………………….6

1.4 Tipos de
Delación………………………………………………………………………………………......7

1.5
Orígenes……………………………………………………………………………………………………....7

1.6 Evolución Histórica………………………………………………………………………………..


……….10

2. CAPITULO II. LA SUCESIÓN HEREDITARIA

2.1 Concepto de Sucesión Hereditaria…………………………………………………………..………


11

2.2 La
Herencia………………………………………………………………………………………………..14

2.3 Etapas de la Sucesión Hereditaria……………………………………………………………………


14

2.3.1 Apertura de la Sucesión…………………………………………………………………


14

2.3.1.1 Hechos que la Originan……………………………………………….…..


…15

1
2.3.1.2 Tiempo de la Apertura…………………………………………………….…
15

2.3.1.3 Lugar de la Apertura…………………………………………………………15

3. CAPITULO III. DELACIÓN DE LA HERENCIA

3.1 Concepto……………………………………………………………………..
…….16

3.2 Transmisibilidad del ius delationis……………………………………….………17

3.3 Derecho de Opción………………………………………………………………


18

4. CAPITULO IV. ADQUISICIÓN DE LA HERENCIA

4.1 Concepto………………………………………………………………………..
….20

4.2 Herencia Yacente…………………………………………………...


…………….21

4.3 Facción de
Inventario…………………………………………………………….22

5. CAPITULO V. CONSECUENCIAS DE LA DELACIÓN

5.1 Consecuencias en una testamentaria ó


Intestado………………………...25

CONCLUSION………………………………………………………………………………………….
…………….26

BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………………………………………….
.27

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PRÓLOGO

De acuerdo con lo estudiado en la Materia de Sucesiones hemos visto que una sucesión es la
rama del derecho, que se le llama hereditario, sucesorio ó simplemente sucesiones la cual se
encarga de regular las consecuencias que se producen con la muerte; también se ve la
designación de herederos, la transmisión del patrimonio y la manera en que ésta puede
hacerse.

Esto es porque los derechos y deberes de las personas no terminan con la muerte, sólo por
unas excepciones como: de que no se transmiten los derechos políticos, ni aquellos derivados
del derecho de familia, como los que provienen del matrimonio, la patria potestad ó la tutela,
todos los patrimoniales son transmisibles por la herencia.

Ahora bien respecto a lo que en la Tesina señalare respecto de las sucesiones, puedo afirmar
que los herederos pasan a ocupar el lugar del autor de la sujeción, esto es lo que sucede en
sucesión jurídica, la palabra sucesión que proviene del latín “sucesio”, se usa precisamente
para designar la transmisión que tiene lugar a la muerte de una persona. Conforma al
derecho hereditario romano, la sucesión universal “Mortis causa” se puede definir como la
transmisión a uno ó varios herederos de un patrimonio perteneciente a un difunto

La herencia es una transmisión universal porque el heredero no recibe cosas particulares,


sino la totalidad del patrimonio ó una cuota de éste, por ello, debía responder de las deudas
de la misma manera que respondía su antecesor, trata de la herencia, al hablar de las

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transmisiones a Título Universal y la concibe como una unidad, al clasificarla, como una cosa
incorpórea.

Por lo anterior, si el causante, en su testamento al instruir heredero, ó herederos sólo lo


hiciera por una parte de sus bienes, no se abriría la sucesión legítima para el resto, si no que
los herederos verían acrecentadas sus cuotas, en la misma proporción en que hubieran sido
instituidos.

Sucesión Legítima: Es cuando no hay testamento; ó cuando habiéndolo, no fuera válido ó el


heredero del testamento no quisiera ó no pudiera recibir la herencia, como en caso de que
hubiera muerto antes que el testador.

Sin embargo mas de ello, se encuentra en la presente Tesina, de la cual me permito destacar
puntos importantes para el conocimiento y reflexión.

INTRODUCCIÓN

En esta tesina se explicará que el Derecho de sucesiones es el conjunto de normas que


regulan el destino de los bienes de una persona después de su muerte.

El fenómeno sucesorio se inicia con la muerte de una persona, entonces esa muerte no da
lugar a que se extingan las relaciones jurídicas de la que esa persona era titular. Sólo se
extinguen las que tenían carácter personalísimo como la potestas del padre, la manus, el
Derecho de Usufructo o un cargo político (son de carácter personalísimo) en los que no se
extinguen habrá sucesión, es decir, habrá una persona que se colocará como nuevo titular de
las mismas.

La sucesión se va a regir por dos Ordenamientos paralelos, por el Derecho Civil y por el
Derecho Pretorio. Con el Derecho Pretorio se va a suplir o corregir el Derecho Civil. Se puede
llegar hablar de un sucesor civil y uno pretorio. La delación se podría decir que es como la
llamada a la herencia, cuando una persona se muere hay personas que están llamadas a
sucederla, pueden ser delaciones de dos tipos:

• Delación Testamentaria, la persona ha sido nombrada heredera en el testamento.

• Delación Ad Intestato, las personas no están nombradas en el testamento, se


nombraba por ley.

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Debido a la existencia de un derecho, es posible que el mismo se extinga o que por el
contrario, si continua existiendo, cambie de titular. En este último caso se habla en sentido
lato de sucesión. Pero ésta es de dos especies, porque una sustituye a otra en un
determinado derecho o relación y se tiene la llamada sucesión particular o a título particular.
O bien una persona sustituye a otra en la totalidad de sus relaciones patrimoniales
consideradas como una entidad compleja y se tiene la llamada sucesión universal o a título
universal. Ahora, en el derecho vigente esta segunda especie de sucesión no se verifica
nunca por acto entre vivos sino solamente mortis causa. Se evidencia que el concepto de
sucesión universal responde a pautas romanísticas. Sólo que en el derecho romano existieron
prácticamente sucesiones universales entre vivos, como lo demuestran los institutos de la
adrogación y el matrimonio cum manus, como dejamos establecido, pero cayeron en desuso
dentro de la misma Roma. Asimismo, la sucesión universal mortis causa puede ser o bien a
título particular o universal, pero sea cual fuere opera por causa de muerte.

La sucesión legítima es la que se defiere de acuerdo la ley, cuando no existe testamento;


cuando habiendo testamento el testador no ha dispuesto de todos sus bienes, entonces la
parte no dispuesta se defiere conforme a las normas del Código Civil. En la sucesión legítima
o intestada existen dos formas de suceder: por derecho propio o representación. El primero,
cuando el sucesor recibe llamado directo o inmediato de la ley. Por ejemplo, cuando existe un
solo heredero, siempre que se encuentre dentro del grado máximo exigido por la ley.

Cuando hay varios herederos, todos suceden por derecho propio cuando son descendientes
inmediatos de un mismo tronco común. El segundo, la representación, consiste en un llamado
indirecto al sucesor, a objeto de que tome el lugar de un heredero por derecho propio, por no
ocurrir éste a la herencia. La sucesión intestada acoge los principios y directrices del derecho
justinianeo, como ha podido evidenciarse. El que desee conocer las instituciones de hoy, debe
sumergirse en esa ciencia milenaria que marcó como ninguna otra, la regulación de las
conductas humanas al compás de los cambios y transformaciones que inciden en la sociedad.

Los diversos ordenamientos jurídicos recogen las ideas de la doctrina sobre el testamento. En
efecto, la susodicha doctrina refiere que la sucesión testamentaria tiene su basamento en la
voluntad individual del causante, o sea, en la autonomía de la voluntad que debe respetarse,
aun cuando el autor de misma hubiere fallecido.

Ahora bien, abierta la sucesión, se produce regularmente la delación de las asignaciones, esto
es, el llamamiento que hace la ley para aceptarlas o repudiarlas. La legislación contempla
algunas medidas de seguridad para salvaguardar los bienes hereditarios. Los momentos que
siguen a la muerte de una persona son propicios para que se cometan actos de ocultamiento
de bienes, con evidente perjuicio para asignatarios y acreedores.
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Es decir “La delación” es el llamamiento efectivo hecho a la persona del sucesor, llamado
causahabiente para que pueda adquirir los bienes heredados. Este llamamiento puede tener
lugar por testamento, por ley o en forma mixta. Hasta que tenga lugar la apertura de la
sucesión por la muerte del causante, no existe delación hereditaria. Mientras tanto se da lo
que se denomina un llamamiento virtual a través de lo que se recoja en el testamento o en la
normativa legal aplicable.

Solo a partir de la apertura de la sucesión se produce el hecho de que el llamamiento virtual a


la herencia se convierta en efectivo, y con ello, se da lugar a la posibilidad de que los
causahabientes hagan suyo el patrimonio hereditario

Capítulo I. La Delación

1.1 Concepto Gramatical


Concreto llamamiento a persona determina a quien se ofrece la herencia, es decir la delación
puede considerarse como el ofrecimiento de la herencia o el llamamiento al heredero, que
produce el efecto jurídico de la sucesión cuando el heredero la acepta.

1.2 Concepto Etimológico


Proviene del “ius delationis” comprende en nuestro derecho dos facultades: la de aceptar y la
de repudiar la herencia y no sólo la segunda de las mencionadas en tanto que el código no
sigue un sistema de adquisición de tipo germánico o ipso iure.

Aunque algunos autores configuran el ius delationis como un reflejo de la capacidad de obrar,
como un mero poder jurídico, la mayoría de la doctrina lo considera un derecho subjetivo que
engloba como todo derecho de esa índole, poderes concretos, a saber: las dos mencionadas
facultades y el poder de realizar actos conservativos sobre los bienes hereditarios sin que ello
haya de suponer necesariamente la aceptación de la herencia.

1.3 Concepto Jurídico


La delación es el “llamamiento efectivo hecho a la persona del sucesor, llamado
causahabiente para que pueda adquirir los bienes heredados”. Este llamamiento puede tener
lugar por testamento, por ley o en forma mixta.
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Hasta que tenga lugar la apertura de la sucesión por la muerte del causante, no existe
delación hereditaria. Mientras tanto se da lo que se denomina un llamamiento virtual a través
de lo que se recoja en el testamento o en la normativa legal aplicable.

Solo a partir de la apertura de la sucesión se produce el hecho de que el llamamiento virtual a


la herencia se convierta en efectivo, y con ello, se da lugar a la posibilidad de que los
causahabientes hagan suyo el patrimonio hereditario.

1.4 Tipos de Delación


La herencia se defiere por testamento o por la ley. Podemos decir que la delación o llamada a
heredar puede ser de tres clases:

• Testamentaria. "La designación del heredero la hace el causante en su testamento,


incluyendo en éste una cláusula en la que designa a una o varias personas con cualidad de
heredero para sucederlo".

• Intestada. "Se provoca cuando la vocación hereditaria se determina por la ley, y la


misma se abrirá a falta de testamento o que existiendo éste, se encuentre afectado de
nulidad por estar incurso en causas que pudieren producirla".

• Forzosa o "legítima". "En la que el heredero lo es en virtud de la ley, pero no a falta


de testamento, sino oponiéndose a lo que en él se ordena respecto a designación de
heredero.

Es decir, la legítima es la porción del patrimonio hereditario que determinados


parientes deberán recibir del testador, pues de lo contrario el testamento se hace
inoficioso, o sea, queda como anulado por haber omisión por el testador de mencionar
a sus descendientes legítimos o naturales o adoptados, ascendientes, hermanos o
hermanas, instituyéndolos, desheredándolos o despojándolos de lo que por ley les
corresponde como legítima".

1.5 Origen de la Delación


En el antiguo derecho quiritario, la sucesión era consecuencia de la estructura de la familia
agnaticia. Al morir el pater familias debía sustituirle al frente de la familia un heredero que
debía continuar con los cultos y las relaciones personales y patrimoniales.

En la Ley de las XII Tablas, la herencia o hereditas es el conjunto de bienes que se transmiten
al heredero, que incluye tanto el patrimonio familiar como los bienes de cambio, la pecunia.

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A finales de la época clásica, la herencia se configura como un ente jurídico, una unidad con
identidad propia, una universitas que se distingue claramente de las cosas que la componen.

Partiendo de este concepto, los intérpretes consideran la herencia como una universitas iuris,
distinta de la universitas facti.

Como consecuencia de esta idea de la herencia como un ente jurídico unitario:

• El testador dispone de ella con un acto único: el testamento.

• El heredero también la adquiere mediante un acto único: la aceptación o adición.

• La acción de petición de herencia, hereditas petitio, es de carácter universal.

• La herencia puede ser objeto de in iure cessio.

• La herencia puede ser objeto de usucapión.

EN DERECHO POSCLÁSICO Y JUSTINIANEO

Se considera que el heredero continúa la personalidad del difunto, de forma que llegan a
formar una persona sola. Junto al sistema sucesorio reconocido por el ius civile, surge por
obra del pretor otro tipo de sucesión que recibe el nombre bonorum possessio y que llega a
ser un verdadero sistema de sucesión hereditaria.

Frente a la figura del heres o heredero del ius civile, el pretor consideró que debían ser
llamados a la herencia de los hijos consanguíneos, dándole mayor relevancia a este tipo de
parentesco que al agnaticio. Por ello, otorga la posesión de los bienes hereditarios a las
personas contempladas en su edicto, a las que considera con derecho preferente,
concediéndoles las acciones del heredero como ficticias.

Al parecer, en primer lugar, se concede la bonorum possessio al que sostenía ser heredero
civil; en segundo lugar, al que había sido instituido heredero en un testamento no acorde con
el ius civile; más adelante, cuando el causante había muerto sin testamento, a personas no
contempladas por el ius civile como herederos ab intestato, pero con vínculos consanguíneos
con el difunto que la ley no tenía en cuenta a efectos sucesorios y en determinados casos, a
personas no contempladas en el testamento. Así se distinguen varias clases de bonorum
possessio:

a) Secundum tabulas. Concedida a los que han sido instituidos herederos en un


testamento que no se ajusta a las formas solemnes del ius civile, a que el pretor
reconoce como válido y se denomina testamento pretorio.
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b) Sine tabulis o ab intestato. Cuando no hay testamento. En este caso, el pretor da
prioridad al parentesco de sangre o cognaticio para la sucesión y establece un nuevo
orden para el llamamiento a la herencia.

c) Contra tabulas o contra el testamento. A pesar de la existencia de testamento, se


concedía la posesión a personas distintas de las instituidas herederas. Se daba a favor
de los hijos emancipados no contemplados ni desheredados en el testamento.

Este sistema pretorio se afirma en el siglo I y se recoge definitivamente en el edicto perpetuo.

SISTEMA ROMANO Y SISTEMA GERMÁNICO

Dos son los caminos que conocen las legislaciones para llegar hasta la adquisición de la
herencia. Ambos difieren en cuanto al momento y la forma en que se produce dicha
adquisición. En el Derecho Romano, la delación se desligaba de la adquisición de la herencia,
pues ésta requería, como se indica, una aceptación.

Frente a él, el llamado sistema germánico no desliga la delación de la adquisición de la


herencia. El heredero adquiere por el sólo hecho de la delación. Lo esencial y que diferencia
este sistema del llamado romano es que en todo caso la adquisición se produce ipso jure por
el hecho de la delación.

La aceptación no es necesaria e implicaría, cuando más, una confirmación de la adquisición


que ya se ha producido, y una manifestación de no renunciar.

El Código Civil sigue el sistema romano. No hay dudas sobre el particular, desde que la sola
delación no es suficiente para adquirir la herencia. Por ello también el asignatario que fallece
después de la delación, pero antes de haber aceptado, no transmite la herencia, sino el
llamado “derecho de opción”. En el momento de deferirse la herencia, la posesión de ella se
confiere al heredero, pero siempre y cuando éste acepte más tarde, produciendo la
aceptación un efecto retroactivo.

Se considera que el heredero continúa la personalidad del difunto, de forma que llegan a
formar una persona sola. Junto al sistema sucesorio reconocido por el ius civile, surge por
obra del pretor otro tipo de sucesión que recibe el nombre bonorum possessio y que llega a
ser un verdadero sistema de sucesión hereditaria.

A finales de la época clásica, la herencia se configura como un ente jurídico, una unidad con
identidad propia, una universitas que se distingue claramente de las cosas que la componen.

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Partiendo de este concepto, los intérpretes consideran la herencia como una universitas iuris,
distinta de la universitas facti.

1.6. Evolución Histórica


La familia primitiva anteriormente se preocupaba del mantenimiento tanto en el orden
interior y la capacidad para la defensa en el exterior para así lograr que se mantenga la
unidad en la familia durante el periodo de la existencia del paterfamilias, así como después
de su muerte. Pero desde el antiguo derecho romano se ve el típico caso que después de la
muerte de la cabeza de la familia o del cujus como lo llamaban en el derecho romano al jefe
de familias, que el grupo de personas que conformaban la familia muchas veces tiende a
disgregarse ésta por la falta de un sucesor inmediato, lo cual acarreaba a la sucesión, con la
designación del nuevo jefe, el que asumiría la jefatura tras la muerte del paterfamilias;
muchas veces era designado por el paterfamilias mediante un testamento el cual
especificaba que de entre todos lossui8 quien sería su sucesor, pero también se veía casos
que él no designaba a nadie y paterfamilias: es el que tiene un poder pleno e ilimitado sobre
todos los miembros de la familia que se manifiesta en formas diversas. Sui iuris: el padre de
familia libera al hijo de su potestad ante un acto solemne que es la emancipación. Conventio
in manum: la situación de la mujer impedía la realización de donaciones que excediesen los
límites de las entregas de uso. Toda herencia, aunque sea adida con posterioridad, se
adquiere desde el momento de la muerte (del causante); casi todos los derechos de los
herederos existen si los herederos lo hubiesen sido en el momento de morir el causante. Sui:
es decir, son los hijos que estaban en potestad del difunto o todos aquellos que estaban en
lugar de hijos. Por ley le correspondería la sucesión al más digno de los agnados, se evita la
disgregación de la familia. En ese entonces la herencia se transformó de política en
patrimonial, pero también se afirmó el principio de poder instituir libremente a un sujeto
extraño a la familia, la costumbre reacciona contra ello. En la época posclásica son
modificados el viejo Derecho civil y el Derecho pretorio, hasta llegar a una fusión y confusión
de ambos sistemas.

El derecho pretorio favoreció a los principios de la familia natural, siguió la legislación


imperial, encaminada a desterrar los vínculos civiles o agnaticios, a asegurar para ciertos
herederos, no ya su simple nombramiento o desheredación, sino la asignación de una
partición legítima o debida, y a limitar la facultad de legar. Por el testamento el paterfamilias
designa entre los sui al más digno para continuar la jefatura política de la familia. En el ius
civile la sucesión regular y prevalece es la testamentaria, como resulta de la misma
calificación negativa dada a la sucesión intestada. En las XII Tablas dice: si muere intestado el
que carece de heredero familiar, tenga la herencia el próximo agnado, y si no hay agnado
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tenga la herencia los gentiles. Los agnaticios no se hacen herederos, sino que sólo tienen el
poder de apropiarse de la familia.

Capítulo II. La Sucesión Hereditaria

2.1 Concepto de Sucesión Hereditaria


Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra sucesión proviene del latín
"successio", "successionis", que posee varios significados a saber:

I. Conjunto de bienes, derechos y obligaciones transmisibles a un heredero o legatario.

II. Entrada o continuación de una persona o cosa en lugar de otra.

III. Entrar en una persona o cosa en lugar de otra o seguirse de ella.

IV. Descendencia o procedencia de un progenitor.

Por lo tanto podemos decir que desde un punto de vista conceptual; la Sucesión "Es la
sustitución o suplantación de una persona por otra en una relación jurídica". En su acepción
estricta, "es el cambio de titular en el conjunto de relaciones jurídicas de una persona por
fallecimiento de ésta". Agreguemos que también la expresión sucesión responde a una
identidad o sinonimia con el término herencia. Desde ese punto de vista, es "la transmisión
de ese acervo de bienes, créditos y deudas a otra persona -heredero-, que continuará la
personalidad del causante".

CLASES DE SUCESIÓN

Partiendo de la acepción restringida, la sucesión que se opera en virtud de la sustitución del


titular por otra persona, en el conjunto de relaciones jurídicas patrimoniales de aquél, como
consecuencia de su fallecimiento, en el derecho justinianeo y en razón de su alcance, se
clasifican en:

• Sucesión a título universal. "Comprende todo el patrimonio, considerado éste como


la universalidad jurídica de los derechos reales y personales, que una persona puede tener
apreciables en valor, o sea, el conjunto de bienes corporales o incorporales, activos y pasivos

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o una parte alícuota de este -la mitad o más de la mitad-, pertenecientes a una persona
determinada". La sucesión universal puede producirse por acto entre vivos o mortis causa.

• Sucesión a titulo particular. "Se refiere a uno o varios derechos individualmente


determinados". La sucesión a titulo particular, puede ser también por acto entre vivos o
mortis causa.

ELEMENTOS DE LA SUCESIÓN

A) El Heredero.

"Una vez fallecido el causante, debe haber ya sea por disposición legal, o disposición
testamentaria una persona que ocupe el puesto, esta persona que recibe los bienes del
difunto recibe el nombre de heredero, adquiriente, sucesor, causahabiente".

Para adquirir la cualidad de heredero:

• La muerte de un sujeto.

• La capacidad de un difunto para tener heredero.

• La capacidad de suceder.

• Que se diera la delación o llamamiento a la herencia.

• La aceptación del heredero.

B) El Patrimonio.

"Estaba compuesto por todos los bienes, el caudal activo y pasivo que conformaban el caudal
hereditario, el cual era llamado por los romanos "as", con lo que le daban configuración
monetaria que lo asemejaba a la moneda romana".

LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE

Dependía, en el derecho romano "de la adquisición precedente de un estado o de un título


personal que era el título de heredero". El heredero era el continuador de las relaciones
jurídicas de las que el de cujus era titular, salvo aquéllas no transmisibles por herencia, como
sucedía, entre otras: con las servidumbres personales (usufructo, uso y habitación), por el
carácter vitalicio de éstas, y las cuales se extinguían con la vida de la persona; las relaciones
de carácter familiares (manus y tutela); algunas obligaciones derivadas del contrato(contrato
de mandato y sociedad, que se extinguían con la muerte de las partes); con algunas
garantías personales accesorias; y algunas que se contraen al ámbito del derecho público,
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derivadas del ejercicio del cargo público del causante. Se observa pues, que esta sucesión
-hereditas- se provoca cuando el fallecimiento de una persona, otra (heres) ocupa su lugar y
se incorporan a éste íntegramente las relaciones jurídicas del causante, excepción hecha de
algunos derechos no transmisibles por herencia. Varias tesis gobiernan la naturaleza jurídica
de las hereditas: a) la que mantiene que la hereditas es una continuación de la personalidad
del cujus, como una especie de representante del causante y se circunscribe posiblemente,
en el orden de los derechos patrimoniales; b) los que sustentan el criterio de que no hay
adquisición o transmisión, sino colocación en el lugar de otro, y por tanto, la adquisición y
transmisión es un efecto derivado al asumirse el puesto de la persona fallecida; c) la que
explica los caracteres de la sucesión por causa de muerte, por la naturaleza del objeto que se
adquiera en directa relación con el concepto de patrimonio, entendido éste, como una
universalidad jurídica de derechos apreciables en valor, que una persona pueda tener; o
conjunto de derechos, acciones y cosas de una persona, deducidas de las deudas.

ORIGEN DE LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE

Arias Ramos dice, que pueden agruparse en tres hipótesis el origen de la sucesión. En efecto:
Una primera hipótesis, antes de la ley de XII Tablas, "la sucesión hereditaria no es sino la
transmisión del patrimonio, un patrimonio que en tiempos más remotos no sería individual
sino del grupo (gens), de un jefe de familia los miembros de ésta".

Una segunda hipótesis, sostenida al concebirse la hereditas como el traspaso de los derechos
y obligaciones al heredero. Y finalmente, la tercera hipótesis, señala que la sucesión en su
origen no responde a la idea de patrimonio, sino que el heres, al ocupar el sitio del causante,
lo sub entra y sustituye en el derecho y ejercicio que aquél tenía en el grupo familiar, y el
traspaso patrimonial era una derivación del hecho de asumir la soberanía sobre el grupo.

FUNDAMENTOS

La institución de heredero cumplía un triple objeto: a) en interés del causante, ya que, al


heredero hacerse cargo del pago de sus obligaciones, se impedía que los acreedores
procedieran a la venta de bienes que conducía a la tacha de infamia, a la memoria del
causante; b) en interés de los acreedores, porque se satisfacían sus créditos; y c) en interés
religioso, porque el heredero era el continuador del culto familiar del causante, fundamento
éste también del instituto de la adopción.

2.2 La Herencia

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"La herencia es la transmisión universal de los bienes y de los derechos de un difunto, porque
el heredero no recibe cosas particulares, sino la totalidad del patrimonio o de una cuota de
éste, es decir comprende el patrimonio del difunto considerado en su conjunto, debiendo
también responder a las deudas al igual que su antecesor". Esta tiene dos aspectos:

• Aspecto objetivo. "Referido al patrimonio del difunto, y este comprende todas las
relaciones jurídicas, como por ejemplo: cosas, derechos, créditos, obligaciones, acciones,
etc."

• Aspecto subjetivo. "Es la subrogación de un heredero en las obligaciones de su


causante y la nueva condición que este asume".

2.3 Etapas de la Sucesión Hereditaria


La sucesión hereditaria tiene lugar en virtud de determinados hechos por los cuales se
produce la transmisión al sucesor de los derechos pertenecientes a la persona fallecida, a la
que conocemos en derecho como causante. Estos hechos se integran en un mismo fenómeno
al que denominamos sucesorio y se conforman en las siguientes etapas:

• Apertura de la sucesión

• Delación de la herencia

• Adquisición de la herencia

2.3.1 Apertura de la Sucesión


"La sucesión se abre en el momento de muerte y en el lugar del último domicilio del de
cujus". La apertura es el momento que se produce con la muerte del titular de un patrimonio.

La apertura de la herencia se produce por el fallecimiento del causante y sólo por esta causa
pues en el derecho moderno rige el principio del derecho romano viventis non datur
haereditas.

Si bien en algunas legislaciones, como en la nuestra, se admite la apertura de la sucesión no


sólo en caso de muerte probada sino también en el caso de muerte presunta y consiguiente
declaración de fallecimiento debiendo referirse la fecha de esta apertura a aquella en que se
entienda ocurrida la muerte del causante, fecha que la declaración judicial debe expresar. Por
otra parte, la apertura de que se trata, tiene efectos, si se prueba la muerte del causante es
posible que se tenga que rectificar la apertura de la sucesión en cuanto al momento y si se

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presenta el ausente o se prueba su existencia habrá que dejarla sin efecto. La apertura de la
sucesión puede dar ya lugar a la adopción de medidas provisionales a fin de asegurar la
suerte de los bienes del causante.

La apertura de la sucesión opera como consecuencia del fallecimiento de una persona, a la


que se llama desde ese momento causante. Se entiende por muerte no solo el hecho natural,
sino que existe la posibilidad de que, sin haberse constatado físicamente el hecho de la
muerte, se produzca la "declaración judicial de fallecimiento", lo que se equipara desde el
punto de vista jurídico al hecho físico de la muerte del causante. Se excluye la posibilidad de
apertura de la sucesión en el caso de personas jurídicas, por faltar los presupuestos
esenciales de la misma: Existencia de una persona física y posibilidad de su muerte natural o
declaración asimilable a ésta. La extinción de la persona jurídica se regula por la propia
normativa aplicable según las características de dicha personalidad. Normalmente habrá que
acudir a la normativa sobre disolución y liquidación de sociedades, asociaciones, etc.

2.3.1.1 Hechos que la Originan


Muerte del causante y declaración de fallecimiento. Los derechos a la sucesión de una
persona se transmiten en el momento de su muerte. La muerte se refiere obvia y solamente a
las personas físicas y a la muerte se equipara la declaración de fallecimiento

2.3.1.2 Tiempo de Apertura de la


Herencia
Es el momento de la muerte del causante siendo por ello de gran importante determinar el
tiempo concreto en que esto sucede. Se sanciona la comemoriencia de modo el que sostenga
la muerte primero de una de dos personas llamadas a sucederse deberá probarlo.

Si la sucesión se abre por declaración de fallecimiento subsiste la duda del momento de


apertura: si el momento en que el juez declara el fallecimiento o la fecha en que en dicha
declaración de fallecimiento se entienda sucedida la muerte

2.3.1.3 Lugar de Apertura


No hay señalamiento expreso en el CC y se entiende que es el del último domicilio del finado.

Capítulo III. Delación de la Herencia


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3.1 Delación de la Herencia
Es el llamamiento hecho a una o varias personas para adquirir una determinada herencia. La
herencia se “defiere” por testamento y por ley. La delación es testamentaria cuando la
designación de la persona llamada a heredar se hace por voluntad del causante, expresado
en testamento; es intestada cuándo la vocación hereditaria viene determinada por una
disposición del derecho objetivo,

En el Derecho Romano se consideraba dos formas de delación o llamamiento, que era por ley
y por la voluntad del difunto o testamentaria. También supone el ofrecimiento o el
llamamiento al heredero para que acepte la herencia. La llamada actúa en los supuestos de
herederos voluntarios, ya que si eran sui et necesarii10, continuaban en la titularidad de los
bienes desde el momento de la muerte del padre y no se efectuaba la llamada o delación.

Podemos entender entonces por Delación “Es el ofrecimiento de la herencia o el llamamiento


al heredero, que produce el efecto jurídico de la sucesión cuando el heredero la acepta”

Hay dos causas fundamentales de llamada o delación:

a) Por la ley o falta de testamento (ab intestato). Refiriéndose el término intestatus al


causante que ha fallecido sin otorgar testamento.

b) Por el testamento. Es la llamada testamentaria, y se basa en la autonomía de cada


persona para disponer de su patrimonio.

Los dos tipos de sucesión son incompatibles y no se pueden utilizar a la vez a la misma
herencia. De esa incompatibilidad se derivan efectos importantes:

• Si el testador ha instituido heredero y dispuesto de una parte del patrimonio, el


heredero adquiere la totalidad.

• Si el causante no ha instituido heredero, el testamento que sólo contiene legados no


es válido y se abre la sucesión ab intestato para la totalidad.

• No se abre sucesión intestada o ab intestato hasta que se excluye la posibilidad de la


testamentaria.

En la esfera del ius civile constituye una regla la intransmisibilidad de la delación. El heredero
no puede transmitir a otro tal cualidad, lo que implica que si muere antes de haber aceptado

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la herencia, no transmite a sus herederos la facultad que él tenía de adquirirla, aunque hay
algunas excepciones.

La herencia se defiere por testamento o por la ley. Podemos decir que la delación o llamada a
heredar puede ser de tres clases:

• Testamentaria. "La designación del heredero la hace el causante en su testamento,


incluyendo en éste una cláusula en la que designa a una o varias personas con cualidad de
heredero para sucederlo".

• Intestada. "Se provoca cuando la vocación hereditaria se determina por la ley, y la


misma se abrirá a falta de testamento o que existiendo éste, se encuentre afectado de
nulidad por estar incurso en causas que pudieren producirla".

• Forzosa o "legítima". "En la que el heredero lo es en virtud de la ley, pero no a falta


de testamento, sino oponiéndose a lo que en él se ordena respecto a designación de
heredero.

Es decir, la legítima es la porción del patrimonio hereditario que determinados


parientes deberán recibir del testador, pues de lo contrario el testamento se hace
inoficioso, o sea, queda como anulado por haber omisión por el testador de mencionar
a sus descendientes legítimos o naturales o adoptados, ascendientes, hermanos o
hermanas, instituyéndolos, desheredándolos o despojándolos de lo que por ley les
corresponde como legítima".

3.2 Transmisión del “Ius Delationis”


La delación es el ofrecimiento de la herencia a una persona o grupo de Personas, físicas o
jurídicas, pero en todo caso concretas y comporta como Principal consecuencia el ius
delationis.

El ius delationis comprende en nuestro derecho dos facultades: la de aceptar y La de repudiar


la herencia y no sólo la segunda de las mencionadas en tanto que El código no sigue un
sistema de adquisición de tipo germánico o ipso iure.

Aunque algunos autores configuran el ius delationis como un reflejo de La capacidad de


obrar, como un mero poder jurídico, la mayoría de la Doctrina lo considera un derecho
subjetivo que engloba como todo Derecho de esa índole, poderes concretos, a saber: las dos
mencionadas Facultades y el poder de realizar actos conservativos sobre los bienes
Hereditarios sin que ello haya de suponer necesariamente la aceptación de la herencia. El ius

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delationis no puede ser objeto de actos de disposición si ello ocurriese la disposición
equivaldría a aceptar la herencia.

3.3 Derecho de Opción


Por la delación, el asignatario adquiere el derecho a aceptar o repudiar la asignación que se
ofrece. Pero desde ya es importante señalar que el derecho de opción no confiere más que la
posibilidad de aceptar o repudiar. No significa adquisición de la asignación, la que se
producirá solamente una vez que el asignatario haya ejercitado el derecho, aceptando la
oferta hecha por la ley o el causante.

El Código trata conjuntamente la aceptación y la renuncia de la herencia o legado, pero da


también ciertas normas particulares para la primera.

IMPORTANCIA DE LA OPCIÓN

La opción tiene una importancia trascendental dentro de la adquisición para en definitiva si el


asignatario sucederá o no al de cujus, porque, repetimos, la delación no atribuye por sí sola la
calidad de heredero o legatario.

CONTENIDO

El derecho de opción es pues la facultad para aceptar o repudiar una asignación y es lo único
que, mediante la delación, ingresa al patrimonio del asignatario. El contenido de la opción es
pues aquella facultad. Como consecuencia de lo que se viene diciendo, resulta que sin
aceptación no hay heredero o legatario; no hay sucesor. Si el llamado a aceptar o repudiar
opta por lo último, se entiende que jamás ha sido asignatario.

Por eso mismo, los actos conservativos, como los de inspección y también los de
administración provisoria urgente, no son actos que suponen por sí solos la aceptación.

Si en definitiva el llamado repudia, no habrá sido sino un extraño, por lo que, respecto de
esos actos, es un gestor de negocios sin mandato.

NACIMIENTO DEL DERECHO DE OPCIÓN

El derecho de aceptar nace desde que la asignación ha sido deferida. La repudiación puede
tener lugar desde la apertura de la sucesión. No se requiere que la herencia o legado hayan
sido deferidos. De lo anterior resultará que, en lo que respecta a la aceptación, todo lo que se
haga antes de la delación no tendrá efecto alguno. La aceptación extemporánea no tiene
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trascendencia. Es necesaria la delación, de forma que la simple apertura de la sucesión, si se
produce en tiempo anterior a aquella, como ocurre en las situaciones no da nacimiento al
derecho de aceptar. Si entre la apertura y la delación fallece el supuesto asignatario, nada
transmite. Y, como es desde la delación que nace el derecho a aceptar, una vez hecha la
aceptación, ésta se retrotrae a la fecha de la delación y no de la apertura. Pero deferida una
asignación puede ella ser aceptada, sin necesidad de que el asignatario haya obtenido la
posesión efectiva, desde que, por lo demás, esa gestión judicial es ya un acto que supone
aceptación.

CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO DE OPCIÓN.

1. Se adquiere originariamente. El asignatario no adquiere el derecho a optar del causante.


No le viene derivativamente. Es la asignación la que se adquiere derivadamente, por venir del
difunto; pero el derecho de opción nace con la delación o la apertura, según la variante que
se elija. Excepcionalmente el derecho de opción puede adquirirse derivativamente, cuando se
da el derecho de transmisión, pues en él los herederos del sucesor que ha fallecido antes de
ejercitar la opción, adquieren el derecho a optar que tenía el difunto.

2. Se adquiere ipso jure. La adquisición del derecho de opción opera por el solo ministerio de
la ley, sin que se requiera acto alguno de voluntad del sucesor. Por la delación, sin otro
requisito, se adquiere el derecho a optar; y, por la apertura de la sucesión, el derecho a
repudiar. absoluto, desde que los acreedores pueden imponer la aceptación.

EL EJERCICIO DE LA OPCIÓN

Tanto la aceptación como la repudiación son siempre un negocio jurídico unilateral. Si la


renuncia se hace con manifiesto objeto de beneficiar al sustituto, no por ello deja de ser
negocio unilateral, y no debe estimarse que el instituido hace donación al sustituto.

Pero, como se trata de un negocio jurídico, la simple manifestación no basta, pues como en
todo acto destinado a producir efectos jurídicos, la ley exige una cierta capacidad y además
subordina, generalmente, la voluntad a una exteriorización.

Capítulo IV. Adquisición de la


Herencia

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4.1 Concepto de Adquisición de la
Herencia
La adquisición de la herencia era diferente según la clase de herederos:

Los herederos domésticos sui y esclavos propios manumitidos e instituidos en el


testamento, adquirían la herencia de forma automática, sin necesidad de expresar su
voluntad y aun en contra de ella, es por eso que se les designaba herederos necesarios por
que no podían rechazar o repudiar dicha herencia.

Al esclavo, con la finalidad de protegerlo se le otorgo el beneficium separationis, para lograr


la separación de los bienes hereditarios, de los por el adquiridos después de la manumisión,
pero éste no podía abstenerse de la herencia.

Todos los demás herederos, llamados herederos extraños eran libres de aceptar o rechazar la
herencia, por eso también se les llamó herederos voluntarios. En la adquisición de la herencia
hay que distinguir:

• HEREDES NECESARII. "Son los herederos que adquieren la herencia,


automáticamente, sin necesidad de aceptación y aun en contra de su voluntad. No pueden,
por tanto, repudiar la herencia". Se trata de dos clases de heredes:

o Heredes sui et necesarii. "Son los hijos sometidos a la patria potestad del causante en
el momento de su muerte".

o Heredes necesarii. "Son los esclavos a los que el testador ha dado la libertad e
instituido herederos".

• HEREDES VOLUNTARII. "A todas las demás personas se aplica el régimen de la


delación y adición de la herencia. A estas personas se les defiere la herencia y tienen la
posibilidad de aceptarla o no aceptarla. El acto adquisitivo se llama adición". Existen dos tipos
de adición:

o La cretio. "Es una declaración formal que expresa la voluntad de aceptar la herencia".
Lo normal es que el testador la imponga fijando, además, un plazo. Esta declaración la suele
realizar el heredero ante testigos. El heredero puede, empero, manifestar su voluntad de adir
la herencia no de manera expresa, sino tácitamente, por medio de una conducta, es decir,
actuando simplemente como heredero

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Incorporación al patrimonio de una persona de todo o parte de los bienes de otra en
virtud de testamento o disposición legal, por causa de la muerte.

4.2 Herencia Yacente


Si bien, en virtud del efecto retroactivo de la aceptación, se entiende que el asignatario ha
adquirido la herencia desde la delación, ello no es más que una ficción legal. En la realidad,
mientras pende la aceptación, los bienes quedan desamparados, salvo que el causante haya
designado a una persona que los tenga a su cuidado. La institución de a herencia yacente
tiene por objeto resolver este problema práctico y proveer a la conservación del patrimonio
hereditario.

Los requisitos para declarar la herencia yacente son los siguientes:

• Que se haya producido la apertura de la sucesión.

• Que transcurra el plazo de 15 días sin que a herencia haya sido aceptada por ningún
heredero universal o de cuota.

• Que no se haya designado albacea con tenencia de bienes o no haya aceptado el


cargo dentro del mismo plazo.

La declaración de yacencia de la herencia debe hacerla el juez del último domicilio del
causante.

• La resolución del juzgado debe insertarse en un diario de la comuna o del capital de la


provincia o de la capital de la región, si en aquella no lo hubiere

• La misma resolución debe contener el nombramiento de un curador de la herencia


yacente. Este es un curador de bienes y sus facultades de administración.

La herencia yacente y la curaduría terminan por la aceptación de la herencia El heredero que


acepta tomará la administración de los bienes, aunque no sea el único heredero. Los demás
herederos, a medida que acepten la herencia y suscriban el inventario, tomarán parte den la
administración. El heredero que toma la administración tiene las mismas facultades que el
curador de bienes, pero no está obligado a rendir caución, salvo que haya motivo de temer
que bajo su administración peligren los bienes.

Asimismo, termina la herencia yacente por el depósito del producto de la venta de los bienes
hereditarios en arcas del Estado. En efecto, pasados cuatro años desde la muerte del
causante, el juez, a petición del curador, podrá ordenar que se vendan los bienes hereditarios

21
y se deposite el producto en arcas fiscales. También termina por haberse agotado los bienes
comprendidos en ella. No debe confundirse la herencia yacente con la herencia vacante. La
herencia vacante es la que corresponde al Fisco a falta de otros herederos.

Pero la herencia puede declarase yacente sin estar vacante o bien ser una herencia vacante
sin que se la declare yacente porque la acepta el Fisco, a falta de otros herederos. Se otorga
a los que denuncien una herencia vacante un galardón de hasta el 30% del valor líquido de
los bienes que, con este motivo, ingresen al patrimonio fiscal.

Finalmente, digamos que la herencia yacente no es una persona jurídica. No goza de


personalidad jurídica, sin perjuicio de que la norma podría inducir a creer lo contrario al
sostener que la prescripción ordinaria se suspende en favor de la herencia yacente. Las
razones para sostener que no es persona jurídica fluyen de varias disposiciones.

Entre otras, que declara que se puede afianzar a una persona jurídica y a la herencia yacente,
y el hecho de que no se menciones a la herencia yacente entre las personas jurídicas.

El beneficio de la suspensión se justifica por cuanto la prescripción que corría en contra del
causante no puede correr contra el heredero cuya identidad se desconoce, quien por
encontrarse ausente o por ignorar su calidad de tal, no ha aceptado la herencia, y se ve
expuesto a perder sus derechos. El legislador quiere que haya solución de continuidad entre
el causante y el heredero.

4.3 Facción de Inventario


El inventario es una enumeración de todos los bienes y de todas las obligaciones del difunto.
Su objeto es hacer constar el estado del patrimonio hereditario al tiempo del fallecimiento del
causante, en resguardo de los derechos de los interesados en la sucesión. Es una medida
permanente de seguridad.

El inventario puede ser simple o solemne. El simple es una lista de bienes hecha por los
interesados, sin sujeción a ninguna solemnidad. El inventario solemne es el que se practica
previa orden o decreto judicial, por un funcionario público y con las solemnidades legales.

En general, puede decirse que el inventario debe ser solemne cuando entre los herederos
existen incapaces.

Las formalidades de que la ley rodea al inventario solemne son las siguientes:

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• La presencia de un notario, quien, con autorización judicial, puede ser reemplazado
por otro ministro de fe, y de dos testigos mayores de 18 años que sepan leer y escribir y sean
conocidos del ministro de fe.

• El funcionario debe dejar constancia, en el inventario, de la identidad de la persona


que hace la manifestación de los bienes inventariados.

• Debe citarse a todos los interesados conocidos y que según la ley tengan derecho a
asistir al inventario. Las personas que conforme al Código Civil tienen derecho a asistir al
inventario son las siguientes: el albacea, el curador de la herencia yacente, los presuntos
herederos testamentarios o abintestatos, los legatarios, los socios de comercio, los
fideicomisarios y los acreedores hereditarios que presenten el título de su crédito. Las
personas nombradas pueden hacerse representar por medio de mandatario o por sus
representantes legales.

• Dado que, como se dirá más adelante, el inventario debe comprender todos los bienes
que se encontraban en poder del causante al momento de su fallecimiento, incluso a título de
mera tenencia, el propósito de esta citación es que estos interesados en los bienes
hereditarios puedan reclamar en contra del inventario lo que estimen inexacto, por no
corresponder al causante o tener créditos privilegiados u otros derechos que hacer valer
sobre los bienes inventariados. Aquellos que sean codueños de un bien inventariado y que
residan en el mismo territorio jurisdiccional deben ser citados personalmente. A los otros
codueños y a los demás interesados, se les debe citar por avisos publicados durante 3 días
seguidos en un diario de la comuna, o de la capital de la provincia o de la capital de la región,
cuando allí no lo haya. Si hay interesados que residan en el extranjero, ellos pueden
comparecer representados por mandatario con poder suficiente y, en caso contrario, debe
citarse al defensor de ausentes.

• Debe dejarse constancia en el inventario, en letras, del lugar, día, mes y año en que
comienza y concluye cada parte del inventario.

• Concluido el inventario, éste debe protocolizarse en el registro del notario que lo haya
firmado, o en el que designe el tribunal si ha intervenido otro ministro de fe. En el inventario
debe dejarse constancia de su protocolización.

Conforme al Código Civil, los bienes que deber ser inventariados son todos los muebles e
inmuebles que a cualquier título hayan estado en poder del causante al momento de su
fallecimiento, aún que no sean de su propiedad, así como los créditos y deudas que haya

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tenido, y los bienes sociales, cuando se hubiese pactado que la sociedad haya de continuar
con sus herederos.

La inclusión en el inventario no es prueba de dominio, sino únicamente la constatación de que


los bienes se encontraban en poder del causante. Las personas que se pretenden dueñas de
bienes inventariados deben probar su dominio independientemente de lo que exprese el
inventario.

Regularmente, el inventario se practica dentro de las gestiones de posesión efectiva de la


herencia. La resolución que recae sobre la solicitud de posesión efectiva, ordenará, según el
caso, la facción de inventario solemne de los bienes cuya posesión efectiva se solicita, o la
protocolización del inventario simple de los mismos. La protocolización consiste en agregar un
documento al final del registro de un Notario Público, a pedido de parte interesada, y se
encuentra reglamentada en Código Orgánico de Tribunales. En este caso, el documento a
protocolizar es un inventario, esto es, una lista de los bienes y derechos de que era titular el
causante. La protocolización de inventario simple tiene por objeto incorporar a un registro
público la lista que ha confeccionado el interesado, como una forma de dar publicidad y
autenticidad al acto.

Por regla general, el heredero puede siempre a su arbitrio acogerse al beneficio de inventario,
y para que éste opere debe confeccionar un inventario solemne de los efectos hereditarios

En la práctica, junto con publicar el extracto del auto de posesión efectiva, se señala día y
hora en que se confeccionará el inventario solemne en la Secretaría del Tribunal, y una vez
que el inventario solemne esta confeccionado se lleva para su protocolización en la notaría.

Capítulo V. Consecuencias de la
Delación

5.1 Consecuencias en una Testamentaria


e Intestado
Es el llamamiento hecho a una o varias personas para adquirir una determinada herencia. La
herencia se “defiere” por testamento y por ley. La delación es testamentaria cuando la
designación de la persona llamada a heredar se hace por voluntad del causante, expresado
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en testamento; es intestada cuándo la vocación hereditaria viene determinada por una
disposición del derecho objetivo.

Podemos entender entonces por Delación “Es el ofrecimiento de la herencia o el llamamiento


al heredero, que produce el efecto jurídico de la sucesión cuando el heredero la acepta”

Hay dos causas fundamentales de llamada o delación:

a) Por la ley o falta de testamento (ab intestato). Refiriéndose el término intestatus al


causante que ha fallecido sin otorgar testamento.

b) Por el testamento. Es la llamada testamentaria, y se basa en la autonomía de cada


persona para disponer de su patrimonio.

Los dos tipos de sucesión son incompatibles y no se pueden utilizar a la vez a la misma
herencia. De esa incompatibilidad se derivan efectos importantes:

• Si el testador ha instituido heredero y dispuesto de una parte del patrimonio, el


heredero adquiere la totalidad. Si el causante no ha instituido heredero, el testamento que
sólo contiene legados no es válido y se abre la sucesión ab intestato para la totalidad.

• No se abre sucesión intestada o ab intestato hasta que se excluye la posibilidad de la


testamentaria.

En la esfera del ius civile constituye una regla la intransmisibilidad de la delación. El heredero
no puede transmitir a otro tal cualidad, lo que implica que si muere antes de haber aceptado
la herencia, no transmite a sus herederos la facultad que él tenía de adquirirla, aunque hay
algunas excepciones.

CONCLUSIÓN

A través del tiempo los testamentos, las herencias ó sucesiones, han sufrido distintos
cambios, ya que la sociedad cambia constantemente y a la vez nosotros como sociedad
vamos evolucionando y por lo tanto todos los demás factores deben de ser distintos, pero lo
que hizo el derecho romano, fue instituir una muy buena forma de testamento, muy
completa, por lo tanto, diversos países en el mundo lo hicieron propio, y es actualmente
usado en México, que es nuestro país, claro que en nuestro país se derogan ó se cambian
algunas cosas, pero en sí estamos hablando de la misma estructura del Derecho Civil.

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Ahora bien también podemos concluir que la expresión sucesión responde a una identidad o
sinonimia con el término herencia. Desde ese punto de vista, es "la transmisión de ese acervo
de bienes, créditos y deudas a otra persona -heredero-, que continuará la personalidad del
causante". Como titular de un patrimonio toda persona mientras vive, tiene una serie de
relaciones jurídicas, y así será sujeto activo de derechos reales y personales y sujeto pasivo
de diversas obligaciones.

El testamento es definido en el articulo 833 del Código Civil así: "El testamento es un acto
revocable por el cual una persona dispone para después de su muerte de la totalidad o de
parte de su patrimonio, o hace alguna otra ordenación, según las reglas establecidas por la
Ley".

La sucesión intestada es subsidiaria de la testamentaria y se abre a falta de testamento, o


que éste sea nulo, o invalido por encontrarse incurso en causas ex post facto, o cuando el
heredero testamentario no ha podido por incapacidad o no ha querido aceptar la herencia,
permite suponer, lo expuesto, que el momento en que el heredero ab-intestato es llamado,
no coincide a veces con el de la muerte del causante.

Por lo antes mencionado, puedo argumentar que en todo esto la delación implica una figura
muy importante dentro de las sucesiones ya que recordemos que es el llamamiento hecho a
una o varias personas para adquirir una determinada herencia. La herencia se “defiere” por
testamento y por ley. La delación es testamentaria cuando la designación de la persona
llamada a heredar se hace por voluntad del causante, expresado en testamento; es intestada
cuándo la vocación hereditaria viene determinada por una disposición del derecho objetivo

BIBLIOGRAFÍA

• GÜITRON FUENTEVILLA, Julián, Derecho Familiar, México, 2da Ed., UNACH, 1998.

• IBARROLA, Antonio de. Cosas y Sucesiones, México, Porrúa, 1996.

• ARAUJO VALDIVIA, Luis, Derecho de las Cosas y Derecho de las Sucesiones, México:
Cajica, Puebla, 1980.

• PINA, Rafael de. Elementos de Derecho Civil Mexicano; Introducción, Personas y


Familia, México: 19 ed. Porrúa, 1995.

26
• MAGALLÓN IBARRA, Jorge Mario, Instituciones de Derecho Civil Mexicano, México, 7ª
Ed. Porrúa, 1990, Tomo V.

• GALINDO GARFIAS, Ignacio, Derecho Civil, México 14ª Ed. Porrúa, 1995.

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