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RAMTHA

LA BATALLA DE GANDALF EN EL PUENTE

EL RECINTO SAGRADO DE LA RISA Y EL GOZO

En esta escuela tienes que aprender a vivir en el momento.

Saludos, mi amados maestros. Os saludo desde el Señor Dios de mi ser al Señor Dios de vuestro
ser, y os bendigo por estar aquí. Que así sea. ¿Estáis Felices de estar aquí? ¿Cuántos estáis
aprendiendo lo que os he enseñado últimamente? Que así sea. ¿Puedes sentirlo en tu vida?
Tomemos un trago.

Todos los que estáis sentados en el fondo de la habitación no os creáis tan especiales y acercaos.
Vamos, acércate. Somos un grupo pequeño, puedes acercarte mas.

Esta flor es sencillamente embriagadora. Llena tu casa de flores y coloca algunas cerca de tu
cama. Si alguna vez hubo un sueño invernal que se manifestó en la primavera, este es uno de
ellos.

Vamos, acércate más. La actitud lo es todo. Muchos os quejáis y rezongáis porque nunca habéis
estado cerca de mí. Esta es tu oportunidad.

¡Ah! Dios mío... Te aseguro que las flores no huelen así en ningún otro plano.
Quiero decirte que estoy muy feliz de estar aquí. Estoy feliz porque el cuerpo de mi hija se sintió
alegre y dispuesto, y yo lo tomé prestado de nuevo. Así que tenemos tres días.

Por la vida eterna,


una vida nueva
de felicidad y claridad,
carente de pasado.
Por el maestro interior
y el Observador.
Estoy seguro
de que todos mis sueños
se manifiestan inmediatamente,
sin ninguna objeción.

¿No sabes que Dios es el ser más feliz? Pobre Dios, viviendo en esas espantosas iglesias.
Imagínate escuchar todos los días las devotas oraciones de esos humanos espantosos.
Eres muy hermoso para mí. ¿No te parece que estás creciendo más que nunca? Bien, lo estás
haciendo.

Por la vida eterna.


Nunca jamás volverás a olvidar.
Y se acabó
para siempre
el vivir como una víctima.

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EL MANIFIESTO DE UN MAESTRO

Voy a decir lo siguiente y quiero que lo repitas como el Observador:

Yo soy Dios,
Señor Dios de mi ser.
Tengo dominio sobre mi vida.
De aquí en adelante
rechazo lo siguiente:
no permitiré ni aceptaré
los mensajeros,
las manifestaciones de mi pasado.

Rechazo mi victimismo y no lo observaré ni ensalzaré


permitiendo que mi vida sea inferior a Dios.
Y yo, el Señor Dios de mi ser, rechazo la carencia
en todas sus formas, su conexión con mi tiranía,
con mi victimismo, pues no aceptaré la carencia
y siempre tendré todo lo que deseo.
Como el Señor Dios de mi ser, yo rechazo absolutamente
los padecimientos y la enfermedad, ya que soy un Dios feliz
cuya risa es como un trueno. Y ningún día de mi vida se verá perturbado
ni mancillado por la enfermedad, pues yo, el Señor Dios de mi ser,
rechazo en este momento aquello que se llama
el envejecimiento y la muerte. Soy un ser eterno
que nunca ha conocido la muerte, por lo tanto,
ordeno a la ley de la vida eterna que vive dentro de mi
que habite en mi cuerpo eternamente.
Como el Señor Dios de mi ser, el Señor de mi genética,
La voz de mi ADN, yo decreto un cuerpo joven, yo ordeno energía vital,
que todos los días de mi vida eterna yo viva en la juventud de mi existencia.
Desde el Señor Dios de mi ser, yo rechazo en este día
cualquier cosa que sea inferior a lo que yo decreto.
Tampoco aceptaré los mensajeros de mi personalidad, y lo único que vendrá hacia mí,

son las leyes


que he ordenado esta noche.
Digo esto
desde el Señor Dios de mi ser.
Por la vida.
Que así sea.

LA ESPADA DE PODER DEL INICIADO

Lo primero que le dije a mi hija fue que las cosas más extraordinarias se logran con un corazón
ligero. No me refiero al corazón que funciona como bomba, sino al corazón que en términos
humanos significa el verdadero yo; no el yo intelectual, el verdadero yo. El corazón siempre ha
representado a Dios, y el intelecto, al hombre. Las emociones representaban al hombre, y como
Dios tenía que ser representado en algún lugar, lo situaron justo al lado del corazón y, en realidad,
es donde se halla la esencia del alma. Así que las cosas más sutiles se crean con un corazón
ligero.
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Si investigaras un poco, descubrirías que las curaciones más milagrosas que se han registrado en
la medicina fueron las que se llevaron a cabo con un corazón ligero. (La risa fue la cura de las
enfermedades más graves). El científico que nos visitó recientemente te enseñó que las
enfermedades más terribles se curan repentinamente cuando abandonas las apariencias, el
victimismo y el estrés; cuando abandonas todo lo que tu personalidad piensa que es importante y
empiezas a vivir la vida alegremente; cuando todos los días son una maravillosa oportunidad para
levantarte de la cama, asomarte a la ventana a observar a Dios, y ver qué te brinda la naturaleza.

El día soleado no es el más maravilloso; todos los días son el día más maravilloso. Y lo más
importante es ser parte de ese día, estar vivo, y sentirse feliz con su energía.

(Y cuando somos capaces de sonreír por la mañana temprano, con los párpados pesados de
sueño, entonces hemos descubierto en verdad el secreto de la longevidad: que todos los días son
una alegría del ser. Entonces las situaciones de la vida se vuelven insignificantes; podemos
emprenderlo todo con júbilo y con risa. Cambiar el estrés por la alegría es tener un cuerpo sin
enfermedades).

Si la alegría es la cura de toda enfermedad entonces sabemos que el único que puede curar
todas las enfermedades es Dios. Entonces debemos decir que Dios es una entidad alegre y
divertida: risas, felicidad, alegría y júbilo absoluto; Dios es el bufón supremo. Todo aquello que
hemos pedido desde el Señor Dios de nuestro ser, lo pedimos con respeto, pero lo celebramos
con risa, porque Dios es el recinto sagrado de la risa y el gozo. Que así sea.

Por la felicidad eterna.


Que así sea.

Siéntate, y comamos un poco de pan y queso. ¿No has oído que las estatuas hindúes, los
elefantes y cosas así, finalmente están bebiendo leche? ¿Por qué te parece tan extraño que yo
coma cuando las estatuas de piedra beben leche? ¿No será que todos sabemos algo? ¿No has
escuchado nada sobre esto?
Pues bien, las estatuas hindúes alrededor del mundo, las más sagradas de las sagradas, a las
que se les ofrece leche en las fiestas hindúes, han empezado a bebérsela, está desapareciendo.
Si una estatua puede beber leche, ¿cómo es que yo no puedo beber vino, comer pan, queso y
aves de caza? Es una señal de que los Dioses están vivos.

Ahora deseo que se levanten todos los que han encontrado la tarjeta en el campo y que han
estado trabajando en lo que han aprendido en los retiros, los que han estado aquí durante el día o
que han venido por la noche a trabajar en el campo y que han trabajado en convertirse en el
Observador. Levántate. Te tengo un gran respeto, pues no tenias la obligación de estar aquí.
Podrías haber estado en cualquier lugar, menos aquí. Podrías haber estado en cualquier lugar y
no en el campo durante estos días terribles y lluviosos, trabajando en escuchar al Observador y en
permitir que el Observador se manifieste. ¿Sabes que si fueras a cualquier lugar en el mundo y le
pidieses a un avatar que hiciera lo que tú has hecho seguramente fracasaría? ¿No sabes que
conoces la verdad y que eres digno de la realidad que esta tarjeta representa? Lo eres.

Tenemos derecho a recibir todo lo que creamos desde el Observador, siempre y cuando podamos
dejar a un lado nuestra estúpida personalidad. Y si podemos mantenerla a un lado, (el Observador
se manifiesta rápidamente, no tarda en hacerlo. De la única manera que tarda mucho tiempo es
cuando empezamos a analizar). ¿Entiendes?

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Te mereces el reconocimiento, porque has dedicado una parte de tu vida a participar. Esto dice
maravillas de ti. Tú mismo te sientes complacido con tu propia evolución, y deberías ser tan sabio
como para saber que si has manifestado algo en el campo, entonces puedes manifestarlo en
cualquier otro lugar. Y cuanto mejor lo entiendas, más libertad tendrás para ejercer tu poder. Así
que te mereces el reconocimiento. Y si trabajas en ello todos los días, podrás diferenciar mejor al
Observador de la personalidad y te volverás más poderoso.

¿Qué significa tener poder? No significa que eres mejor que nadie, sino que eres extraordinario.
Significa que posees una cualidad que has cultivado y que cuando te conviertes en ella en un
estado de conciencia, en verdad en un estado mental, puedes conseguirlo todo.

Ahora empiezas a entender lo que dijo Yeshua ben Joseph: «Esto no es obra del hijo del
hombre». En otras palabras: «no es obra de mi humanidad, sino de mi divinidad». ¿Entiendes que
estás consumando un principio divino? Si no es así, échale un vistazo a la tarjeta que llevas en tu
pecho. Sé que podrías calcular aquello que se llama la mente científica de las posibilidades. Eso
se vuelve muy estúpido después de un tiempo, porque si tratas de entender esto desde esa
perspectiva, nunca llegarás al origen de esa premisa matemática. Nunca lo harás, porque este es
un campo que crea realidades. Y si intentas explicarlo, nunca lo explicarás. ¿Entiendes? Podemos
reírnos de los científicos que luchan por conciliar la probabilidad de la realidad mediante
especulaciones. Esto no tiene nada que ver con eso.

Ahora, tú que te has puesto de pie, cuanto antes te des cuenta de que realmente sales al campo
no a encontrar la tarjeta, sino a ser capaz de ser el Observador y a crear sin emoción desde el
Observador, más fuerte y poderoso te volverás. Eso es lo que buscas. Y no me importa cuánto
tardes en hacerlo. Cuando tu Observador pueda salir a ese campo y encontrar cualquier tarjeta,
sin importar dónde esté, sabrás que estás equipado con la mejor espada. Merece la pena vivir por
eso.

NO HAS MUERTO JAMÁS

Te saludo a ti, que elegiste estar aquí a pesar de no estar obligado a hacerlo. A ti, que elegiste
trabajar en convertirte en el Observador y crear la realidad como el Observador. Y para ti invoco
inmediatamente la manifestación que se convertirá en un principio de la verdad. Que así sea. Te
puedes sentar.

Significa que he marchado 35.000 años para encontrarte. Tengo mucho que ofrecer, y tú no
puedes menoscabarlo. Tengo mucho que ofrecer, simplemente tómalo y acéptalo. No hay nadie
que esté fuera de la providencia del reino de los cielos, nadie, excepto aquel que niega su
existencia. Todo el mundo tiene acceso a la gloria de Dios, porque la gloria de Dios se encuentra
en el lugar silencioso de lo obvio no obvio. Su belleza y sus requerimientos son simples, y carecen
del dogma y la tribulación de la humanidad. Dios es amor. Simplemente acéptalo.

Tengo mucho que ofrecerte. Permite que la dulzura del momento fluya completamente a través de
ti. Que así sea.

Te amo; simplemente acéptalo. Tócame; tengo mucho que ofrecerte. Simplemente acéptalo.
Donde una vez existió la muerte, ahora existe la vida eterna. Simplemente acéptalo y sé
consciente de que eres amado y de que no estás fuera de la providencia del Dios que te ama,
pues yo no soy más que un símbolo empobrecido de aquello que irradia en tu interior. Te amo por
haberme encontrado. Te amo por escuchar y por dedicar tu vida al conocimiento. Te amo por
escuchar y por actuar. Te digo que esta vida no es más que un momento pasajero, pero aquello
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que tú eres realmente es eterno. (Por eso decimos que el cuerpo nos proporciona la ilusión de la
vida, mientras que Dios es la única realidad que existe. Es una gran verdad. Nunca has muerto y
nunca lo harás. Nunca lo harás. ¡Que así sea!)
Nunca has muerto. Te amo. ¿Y acaso no sabes que lo que vive en tu interior, aquél a quien se
dirigen las voces, es Dios Todopoderoso? ¿Y no sabes que las voces no hablarían a menos que
hubiese alguien que las escuchara? Y lo que las escucha es el secreto de toda la eternidad, es
nuestra parte divina. Y las voces, desde un cuerpo humilde, piden permiso para ser, hacer y
ejercitar su voluntad, pero a menos que exista Dios, no tienen voluntad. Cuando nos convirtamos
en el Observador y sólo en el Observador, cuando vivamos la vida noblemente y conquistemos la
personalidad y el cuerpo, entonces celebraremos en los niveles de Cristo. Ese día habremos
despertado y seremos verdaderamente los maestros de la vida.

Recuerda que las voces le hablan a alguien. ¿Y a quién le hablan? Ese es el misterio que
debemos desear ser. Un misterio tan esquivo como el viento, pero tan estable como una roca. Es
lo que creemos que no somos, pero que siempre hemos sido. Así habla el hombre sabio con su
Dios. El hombre sabio implora a la Casa de Dios la redención en la vida del hombre. Y sabia es la
mujer que se dirige al Observador rogándole que le conceda credibilidad a su vida. Y cuando ya
no deseamos ser el hombre o la mujer, sino que deseamos ser aquello que buscan las voces,
entonces despertamos. Y todos tenéis en vuestro interior el Observador al que se dirigen las
voces. No se halla sólo en un hombre o una mujer, sino en todos vosotros. Por eso se os ha
llamado los Dioses olvidados. Que así sea.
Y que la salud te acompañe eternamente. ¿Me lo agradeces? No tienes que agradecérmelo a mí.

Mi mensaje, desde que aparecí aquí, es que tú eres Dios. No es que yo soy el único que es Dios,
sino que tú eres Dios. Estas enseñanzas no te ensombrecen como lo hace un gurú con sus
seguidores ignorantes que no pueden escuchar el mensaje de lo deslumbrados que están con el
gurú. Esa no fue la elección de esta travesía y tampoco es una elección correcta. La enseñanza
siempre ha consistido en venerarte. Por eso te beso las manos: la palma de tu mano, con la que
sostienes, y el dorso de tu mano, que está encallecido por la fuerza. Y me inclino y hago
reverencias para besarte la mano; me postro ante ti. Reconozco lo que has hecho en esta vida, a
diferencia del hombre y la mujer común que nunca reconocen nada de lo que has hecho, al igual
que tú no se lo reconoces a ellos.

Yo siempre seré un misterio para aquellos que nunca han buscado la revelación de la verdad en
sus propias vidas y que no se han molestado en comprender. Siempre seguiré siendo un misterio.
Y una vez que me haya marchado, te preguntarás si se trató de la genialidad de mi hija o si
realmente existí. Para la personalidad, habrá sido una grandiosa y maravillosa farsa representada
por una mujer brillante. Para tu Dios, habrá sido un mensajero que despertó posibilidades.
Siempre os he reconocido como aquellos a los que he amado. Que un Dios se postre ante ti y te
bese las manos, la mejilla y la frente es una señal de reconocimiento de una divinidad a otra,
aunque no lo comprendas. El que no lo entiendas no empequeñece el reconocimiento.

Si quisiera ser famoso, no sería Ramtha. Yo ya fui famoso. Estoy aquí para reconocer tu divinidad,
la cual considero tan embriagadora como esta flor temprana de primavera. Te encuentro tan
hermoso... No es tu cara ni tu cuerpo lo que honro y amo, sino tu energía y aquello que le da vida.
El día que seas así, serás como yo. Para muchos ese día está cerca, para otros está tan lejos
como el primer día que oyeron esta voz, porque todavía no han comprendido el misterio.

Amo a mi gente. Y no me importa lo que piense el mundo, porque yo puedo ocuparme de él; ya lo
hice y lo volveré a hacer. Pero amo a mi gente. Y deseo que disfrutes de la misma libertad del ser
que yo aprendí a disfrutar. De eso se tratan estas enseñanzas. Si tu único potencial fuera ser un
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hombre o una mujer, y ahí se acabara todo, yo sólo aparecería una vez y únicamente te diría:
«Pásatelo en grande; sé malvado, perverso y descaradamente libre». Te diría eso. ¿Por qué?
Porque no tendría consecuencias. ¿Por qué no aprovechar antes de que te coman los gusanos?
Ese seria el mensaje. Pero no es así en realidad. Alguien tiene que recordaros que no sois
simplemente bastardos de este universo, sino que sois sus creadores. Y sé que he dicho esto
muchas veces desde la primera vez que vine aquí, y que quizá se necesiten años para que
siquiera tres oigan estas palabras, para que realmente las oigan.

EL OBSERVADOR A LAS PUERTAS DE LA GRAN CIUDAD

Ninguna enseñanza es más grandiosa que tú. Mi única intención en este día de San Valentín es
hacer que te enamores de tu Observador y que me escuches. Mi mensaje nunca ha cambiado.
Solamente hemos profundizado en el mundo de la ciencia y de la ciencia médica para reafirmar el
mismo mensaje; no ha cambiado, porque no importa cuántos péptidos tengas, me da igual que
tengas tropecientos péptidos, si no tienes el péptido de la transformación, todavía estás muerto.
Simplemente estás tropecientas veces muerto. ¿Entiendes?.

Esto no es más que ciencia que respalda un mensaje que puede ser fácilmente rechazado por la
imagen. Sin embargo, a la imagen le resulta muy difícil ponerle alguna objeción a la ciencia, y por
eso la uso tan sabiamente. Y te digo que ellos descubrirán exactamente lo mismo que te he
enseñado y dicho simplemente. Usamos palabras como amígdala, hipocampo, lóbulo frontal,
lóbulo posterior inferior, cerebro medio superior, formación reticular y todos esos términos, pero es
simplemente para educarte en respaldar la información del mensaje. ¿Cuál es el mensaje más
puro? Que tú eres Dios. ¿Y cómo lo sabemos? ¿Cuántos habéis escuchado las voces en vuestra
cabeza? Veamos esas manos. ¿Las has escuchado? Que así sea.
Te diré algo que es otra gran enseñanza. ¿Quién las está escuchando? ¿Quién lo hace? Ahora
sabemos cuáles son las objeciones: están relacionadas con el hambre, la fatiga, la rebelión, las
amenazas, la culpa, el desenterrar el pasado y todas esas cosas. ¿Quién las escucha? Esa es
quizá la pregunta más grandiosa que tengo que hacer, mi astuta audiencia. ¿No preferirías ser el
que escucha en lugar del que se queja? ¿Entiendes lo que acabo de decir? Bien, obviamente las
quejas están implorándole a la voluntad de alguien. ¿No preferirías ser el representante de la
voluntad, en lugar de ser el que implora? ¿Entiendes?

EL CEREBRO

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Entonces podemos ver que el pordiosero en nosotros es aquel que se queja y esparce todo tipo
de basura. Mientras lo siga haciendo, no se quedará sentado mucho tiempo delante de las puertas
de la gran ciudad, porque inmediatamente se dará cuenta de que se ha perdido de algo, y se
subirá corriendo al camello para cruzar las puertas y entrar en la ciudad. Y ahora nunca volverá a
ser el Observador. Los Observadores son los que están sentados fuera de las puertas de la
grandiosa y magnífica ciudad.

Y la persona que ascendió en esa historia, la única historia que te conté aparte de la mía, que el
hombre que se sentó a las puertas de la gran ciudad, si te acuerdas. Y observó entrar a todo el
mundo con todos sus disfraces, olió todas las especias, vio todos los colores, vio personas en
harapos y personas ricas.

Realmente buscaba algo que nunca hubiera experimentado. Y finalmente se dio cuenta, cuando la
hilera de gente se volvió monótona y predecible, que cuando olía nuez moscada ya sabía quién
venía, qué tipo de montura llevaba, cómo era su equipaje y lo que llevaba en él. Cuando se volvió
así de predecible, se preguntó por qué estaba sentado a las puertas de la ciudad si ya podía
predecir quién era cada persona que entraba y lo que transportaba. Así que se levantó y se
marchó. ¿Y qué hizo? Se dirigió a una pradera hermosa y placentera; eso fue emocionante. Y en
ese momento finalmente se marchó, porque todo lo que miraba, ya lo había experimentado. Esa
es una entidad que despertó.

La relación entre la entidad de esta historia y lo que has aprendido es que cuando él se sentó y se
volvió el Observador y simplemente observó, lo que verdaderamente buscaba era algo que nunca
hubiera experimentado: una prenda de vestir, incluso una prenda de un lugar lejano y mágico. ¿La
había usado alguna vez como manto? ¿Se había sentado sobre ella alguna vez? ¿Se la había
acercado a su áspero rostro alguna vez? ¿La había sentido alguna vez entre sus dedos? ¿Se
había arropado el pecho con ella y sentido su calor?

Sé que para ti esto está un poco pasado de moda. Hoy en día, en tu sociedad de tarjetas de
crédito y comercialismo, ¿qué no podrías obtener con facilidad? La historia trata sobre qué
conseguía ver él que no hubiera experimentado, Y él podría haber usado su pericia fácilmente
para acercarse a ese trozo de tela. Ni siquiera estamos hablando de una relación personal. (De
manera que cuando vio entrar a toda la gente hermosa y exótica —vosotros sois exóticos,
sencillos y humildes— los comprendió a todos. Y cuando llegó el día en que pudo predecirlo sin
que le provocara ninguna emoción, ese día se aburrió, se levantó y se marchó. ¿Lo ves? Tuvo que
experimentar eso).

La mayoría pensáis que lo aburrido es dar vida de nuevo a lo que ya es aburrido. ¿Pero cómo se
le infunde vida a lo que ya es aburrido? Niegas la verdad y te vuelves un hipócrita.
Vuelves a inventar el momento del descubrimiento, pero todo el tiempo hay algo que se ríe en tu
interior. Intentas fingir que es una aventura cuando realmente no lo es. Por eso tus relaciones no
duran mucho, porque incluso antes de que la relación empiece ya sabes cuál será el resultado.
¿Lo entiendes?

Me encanta relatarte mis historias, porque contienen muchos niveles. Pero el nivel más
sobresaliente es el nivel obvio no obvio de cada una de ellas. Y si captaste ese mensaje estás
más adelantado que el resto del grupo. ¿Y qué tiene que ver esto con el día de hoy? ¿Quién
estaba observando en el observador? ¿Quién estaba observando en el observador a las puertas
de la gran ciudad? Algo. Y cada vez que sus ojos veían algo, se dirigía al Observador y le
preguntaba:

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«¿Has visto esto alguna vez?» El aroma de una especia, alguien conversando con alguien... Y lo
genial de la historia es que cuando se volvió consciente de que ya lo había visto, oído, hecho y
sido, se levantó y se marchó. Nada iba a cambiar, porque eso era lo mejor que la humanidad
podía ofrecer en un lugar exótico. ¿Qué otra cosa podía hacer cuando finalmente se dio cuenta de
que estaba aburrido de todo, incluyendo las amapolas y los ranúnculos del campo? Estaba listo
para marcharse. Desapareció. Esta es una historia verdadera.

(Entonces, a la luz de todas las enseñanzas impartidas desde lo que tú llamas el Año Nuevo, ¿qué
es lo que no has hecho? Y quizá, hasta que realmente oigas lo que te digo, la mejor manera de
expresarlo es preguntarte: ¿Quién está escuchando? Y la próxima vez que oigas las voces,
pregúntate a ti mismo: ¿quién está escuchando? ¿A quién le dirige su súplica el cuerpo? ¿A quién
le ruega el pasado? El pasado es sólo un conjunto de péptidos y redes neuronales. ¿A quién le
está suplicando? ¿Y por qué tiene que suplicar si es soberano? Es muy sencillo: si las oyes, es
porque no eres las voces. Si oyes las quejas y las emociones, obviamente no eres las voces. Te
están rogando que las personifiques y te conviertas en ellas. Así que, obviamente, tú no eres las
voces).

Entonces, ¿quién preferirías ser? ¿Un simple soldado en tu vida del pasado o aquel que puede
dirigir la carga? Siempre pensé que ser un conquistador es lo más grandioso que uno puede ser.
Sin embargo, a muchos de vosotros os molesta el hecho de creer que os estáis perdiendo algo.
Bien, estás perdiendo algo. ¿Sabes lo que pierdes? Pierdes tu hipocresía, tus mentiras, tus
engaños sobre la verdad, pues todos hacéis cosas que sabéis de sobra que no deberíais hacer. Si
haces cosas que sabes que no deberías hacer, ¿por qué no es esto una razón importante para
que no las hagas? ¿No te parece una gran pregunta? Quizá se deba a que has llegado a un punto
en el que estás por convertirte en algo con lo que ya no te puedes identificar, y tú necesitas una
identificación.

(Te digo que el día, esa espléndida mañana, que comprendas esta sabiduría tan sencilla y puedas
decir: mi Dios, ¿quién es el que escucha esto? Debo ser yo... ¿Y qué más da si erré en el
pasado? Solamente cedí ante una súplica. ¿Y quién estaba suplicando? Mi primer sello, mi
segundo sello, mi tercer sello, mi cuarto sello, mi humanidad; caí en mi humanidad. Si mi
humanidad es tan maravillosa, ¿quién es la entidad que está escuchando entonces? Si mi
humanidad es tan maravillosa, ¿por qué tengo que pedir permiso por lo que estoy a punto de
hacer?)

Bien, ahí lo tienes. Y la entidad verdaderamente sabia diría: ¿a quién le estoy suplicando y por
qué? Si no tengo culpa ni dolor o resurgimiento del pasado, ¿por qué me debato de nuevo sobre
esto? ¿Por qué psicoanalizo algo, y a quién le cuento lo que analizo? ¿A mi psicólogo? No, a
alguien más.

¿Te has preguntado alguna vez quién es ese alguien? ¿Sería posible que tú, que oyes las voces,
seas el Dios de la antigüedad? ¿Y se te ha ocurrido alguna vez que para lo único que has usado
el estado todopoderoso que creó los cimientos del mundo fue para concederle los deseos a tus
emociones? ¿Y hasta dónde han llegado? Si el que te escucha creó los cimientos del mundo,
¿para qué lo has usado? Simplemente para mendigar tus emociones, tu imagen. Eso es lo único
que lo has usado; lo único.

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LA ALQUIMIA DEL SER:
EL CONOCIMIENTO OCULTO DEL MAESTRO

¿Qué conocimiento oculto poseían los maestros y los santos del pasado que tú no posees? Te lo
diré. Ellos entendían la alquimia del ser y que el verdadero ser es aquel al que el ser artificial le
suplica. Y entonces, ¿quién eres? ¿Sabes quién eres? Ni siquiera lo sabes todavía, pues lo único
que has hecho en todas tus encamaciones es concederle los deseos a tu cuerpo emocional. Ni
siquiera te han crecido alas para volar todavía. ¿Lo sabías? Piensas que la máxima euforia
consiste en engañar a tu cuerpo y a tu mente. ¿Piensas que eso es todo? Qué desgracia la tuya.
Piensas que la gran euforia es la comida; que la gran euforia es el victimismo. Piensas que la
máxima euforia es la pena, la culpa y la vergüenza. ¿Y no sabes que alguien le está rogando eso
a alguien?

Yo nunca he sido el líder de hombres y mujeres débiles ni tengo la intención de serlo. Yo lideré a
personas que estaban dispuestas a soñar el sueño de un horizonte que ni siquiera podían
imaginar. Lo siguieron con fe. ¿Por qué? Porque no tenían un hogar; la naturaleza lo iba
destrozando a sus pies. Su única opción era morir o seguir adelante. ¿Qué había adelante? Un
Dios. Es sólo un arquetipo del Dios dentro de ti. Yo nunca dirigí a los débiles; son los que mueren
a la primera señal de guerra o cuando tienen que ponerse en marcha y cambiar. Los que me
acompañaron los últimos ciento veintiún días de mi vida vieron el mundo y encontraron un
hermoso valle donde establecerse, y finalmente pude dejarlos descansar. Yo representaba el
Observador en cada uno de ellos, porque yo mismo lo era. De manera que cuando yo dirigía, ellos
me seguían, y el Observador en mí era el Observador en ellos. Esa es la razón de que estés aquí.

No hay mujer en esta audiencia que no sea divina por justo derecho. Es sólo que te has engañado
a ti misma al pensar que no lo eras; realmente lo has hecho. Y piensas que el hombre es tu
enemigo. El hombre no es tu enemigo, tu enemigo es tu engaño. Ese es el enemigo. Y no hay
ningún hombre en esta audiencia que no sea Dios. Pero piensas que tu enemigo es tu sexualidad,
que el enemigo es la conquista. Ese no es el enemigo. El enemigo eres tú mismo, las voces.
Porque si a todos vosotros os despojásemos del cuerpo mientras estáis ahí sentados, seríais los
Dioses olvidados que están empezando a despertar.

Ahora, ¿quién serías y cómo serian tus relaciones si prescindieras del cuerpo? ¿Te seguirían
amando tus amantes? ¿Te seguirían amando tus hijos? ¿Los seguirías amando tú? Así es el
Observador. Tú sigues intentando corromper al Observador. Esta túnica que llevo puesta es como
tu cuerpo, y así como yo no soy esta túnica, tú no eres tu cuerpo.

(Entonces, ¿en qué quiero que trabajes? Quiero que trabajes en el principio de ocupar la posición
del Observador y de que verdaderamente observes. Y que no ocupes nunca la posición de las
emociones ni la posición de la culpa; ni siquiera la reconozcas. Y nunca ocupes la posición de la
víctima; ni siquiera la reconozcas. Ni tampoco la posición de tu sexualidad; ni siquiera la
reconozcas. Ni la posición de la carencia; ni siquiera la reconozcas. Quiero que seas el Obser-
vador, aquel con el que están intentando comunicarse las voces que siempre has sido.
¿Entiendes?)

Cuando hablamos de gente que tiene claridad, un maestro con las cosas claras, nos referimos a
una persona que tiene verdadera claridad y para la cual estos problemas no son complicaciones
en absoluto. Cuando piensan en una manifestación nunca se preocupan de cómo afectará a sus
vidas. Tú, sin embargo, aceptas cada mensajero que te envío de una forma ambivalente, porque

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siempre te cuestionas cómo afectará a tu vida. Si todavía tienes que pensar en eso, significa que
no eres el Observador, sino las voces. Contempla esto.

LA BIOLOGÍA CELULAR Y LA CONEXIÓN DEL PENSAMIENTO

Observemos una célula común. Me atrevería a decir que hay células en el cuerpo que son iguales
a este dibujo; es una célula seccionada en dos. Aquí vemos el núcleo, el ADN y el ARN. El ARN
hace que la sección de la célula pase por su pequeña fábrica alquímica.

LA ALQUIMIA DEL SER: EL CONOCIMIENTO OCULTO...

A partir de allí se fabrican las proteínas de aminoácidos y se suministran a la célula. La célula, en-
tonces, se transforma de acuerdo con cada una de estas entidades de información, y como
consecuencia, cambia. Una vez que cambia, crea circuitos de información de péptidos que se
vierten en el riego sanguíneo Y vuelven al cerebro. Los péptidos regresan al centro de información
del cerebro, llegan al hipocampo, a la pituitaria, y desde la pituitaria, a la red neuronal que se ve
afectada por el cambio de dicha célula. Y eso significa que la actitud, la nueva actitud como el
Observador, ha producido finalmente un cambio que ha afectado a una de esas pequeñas células.
Y cuando la célula finalmente cambia, envía la información a aquello que se llama el sistema
límbico del cerebro, notificando que se ha producido el cambio. Entonces se crea la conexión fija
de la red neuronal en el cerebro, y finalmente cambiamos. ¿Entiendes?

Así que las voces van a continuar interrumpiendo nuestro reposo. Desde el cerebro nos va a
seguir llegando información concerniente a nuestro pensamiento común, y esa información quiere
ser aceptada por el cerebro para poder permanecer intacta. Pero como el Observador, tenemos
que mantener la actitud aquí, y escuchar a la red neuronal cuando dispara. Una vez que dispara,
lo que debemos colocar en el lóbulo frontal no es el deseo de continuidad de la red neuronal, sino
un nuevo paradigma. Necesitamos tener un pensamiento claro que podamos proyectar allí para
que interrumpa el flujo. Porque una vez que podemos mantener el pensamiento en el cerebro
mientras dispara y dice: «¿y tú qué dices?», si no eres consciente, el «tú qué dices» dice: «que así
sea», pero una vez que te vuelves consciente, empezamos a ser más objetivos respecto a la
conversación de nuestro cuerpo.

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La única forma de acallar las voces es manteniendo fijo el nuevo pensamiento. Y el nuevo
pensamiento no producirá ninguna sensación. Podría compararse al efecto de un solo hombre o
una sola mujer que luchan contra un ejército de dos mil guerreros. Los guerreros están equipados,
y lo único que puedes hacer es decir: «No puedes pasar». Esa es tu espada. ¿Cuánto poder tiene
ese ser que dice «no puedes pasar»? Un solo ser en contra de dos mil guerreros armados.
¿Quién es más poderoso? El ser que dice: «no puedes pasar». ¿Y sabes cuál es la espada de un
ser como éste? La voluntad. La voluntad absoluta; una voluntad que no se siente intimidada por
las necesidades del cuerpo emocional. Repite esto con tus palabras, por favor.

LA BATALLA DE GANDALF EN EL PUENTE

En la gran colección de libros llamada El Señor de los Anillos, se cuenta una gran historia sobre lo
que te estoy diciendo. Si alguna vez estás interesado en leer sobre el Observador versus la
humanidad, deberías leer estos libros, porque hablan sobre la verdad. De hecho, el libro entero
está dedicado a la verdad. Cuando el maestro profesor se encuentra sobre un puente sumamente
endeble delante de un monstruoso nigromante, tan siniestro y aterrador que te haría estremecer, y
le dice: «no puedes pasar», —un pequeño maestro en contra de un enorme nigromante— ese es
el pasaje que capta el mito del Observador y de las voces del nigromante más genialmente que
ninguna otra obra escrita.
Esa es la verdadera historia de un maestro; ese pasaje en particular: «no puedes pasar». Una
pequeña entidad que le habla a un enorme nigromante que se acerca desde el otro lado del
puente. Debajo del puente yace el abismo, y el maestro, protegiendo a los que ya habían pasado,
se adelanta y dice: «no puedes pasar».
Imagínate a un nigromante que te mira y dice: «¿Qué pasa? ¿No me tienes miedo»
«No, no te tengo miedo. Y no vas a pasar.»

Esto es lo más profundo del mensaje: el nigromante podría, con toda seguridad, despedazar al
maestro en el puente, puesto que es mil veces más grande. Pero el maestro tiene algo que el
nigromante no tiene: voluntad.

«No pasarás.» ¿Sabes que la voluntad es algo muy poco común en la humanidad y en los
nigromantes? Es una de las raras cualidades de la grandeza.

(«No pasarás. No me importa lo grande ni lo malo que seas; no me importa lo feo que seas. No
pasarás, porque yo lo digo.» Esta es el arma más efectiva que existe. Y el maestro y el nigromante
libran la batalla).

(Escúchame: cuando frente a un peligro horroroso, una persona llega al borde y dice «no
pasarás», ese es el gran momento en que el Dios se hace presente y dice: «No pasarás. No me
importa si piensas que puedes matarme. No me matarás jamás, porque no pasarás. No importa lo
que le hagas a mi cuerpo, lucharé contra ti aunque no tenga cuerpo, y aun así no pasarás. Porque
si destruyes mi cuerpo me conviertes en un monstruo todavía peor.» ¿Entiendes? ¿Qué vas a
hacer con alguien a quien puedes matar, pero que en cuanto lo haces liberas su espíritu y se
vuelve más terrible todavía? ¿Qué vas hacer al respecto? Eso es un maestro. Un maestro no tiene
por qué ser una entidad grande, puede ser una entidad pequeña; simplemente tiene que ser
obstinado. «Y no lo harás.» Eso es voluntad. ¿Y sabes qué se requiere para ser de este calibre?
Ser el Observador, que es intrépido e incorruptible).

Y no me importa lo numeroso que sea el ejército. No me importa lo malo y lo grande que sea el
extraterrestre; ese extraterrestre no le hará nada a alguien que se plante y diga: «¡No! Tú puedes

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llevarte mi cuerpo, y si lo haces, hazlo, porque sufrirás las consecuencias, ya que seré peor de lo
que jamás hayas soñado.» ¿Entiendes?

Desearía que leyeras ese pasaje. Entonces entenderás de qué hablo aquí con respecto al
Observador. El maestro que se convierte en Cristo es el Observador por excelencia. No importa la
vestimenta que lleve puesta. «No puedes pasar. Dame tu espada, córtame la cabeza, libérame de
este cuerpo, porque en cuanto lo hagas serás una mota de polvo, y yo seré un huracán. Tú eliges
lo que quieres hacer.» ¿Entiendes?

El maestro es el genio de la botella, parece que él fuera la botella. Y el genio dice desde la botella:
«En el momento que me hagas algo, me destaparé y saldré de aquí. Y tú serás una mota de
polvo, y yo seré un huracán. No puedes pasar de ninguna manera». Eso es Dios. ¿No lo
entiendes? Dios no tiene que pensar sobre lo que tiene que decir; Dios no necesita ensayarlo; no
tiene que volver atrás y reforzarlo. Simplemente adopta una postura, y eso es todo.

(¿Quiénes son tus nigromantes? Son los demonios que has creado y agrandado a partir de
situaciones de tu vida que son ridículas. El día que tu Observador se detenga en el puente y diga:
«Hasta aquí has llegado. No vas a pasar por aquí hacia mi nueva vida; estoy aquí para decirte que
hasta aquí has llegado.» Dios mío, estamos hablando de caos total, ¿no es así? Porque puedo
traerte al extraterrestre más feo, malo y cruel que hayas visto en tu vida, y te aterrará. Pero no hay
nada más espantoso que un enemigo sutil. Y el enemigo sutil es tu pasado y tu victimismo y todas
las cosas que repites continuamente: «si no hubiera sido por este incidente.., si no hubiera sido
por esto otro...» ¿No me has escuchado? Los conviertes en nigromantes. Y cuanto más obligados
se ven a destrozar tu vida y tu poder, más grandes se vuelven, Y solamente existen en tu mente).

Y la persona al final de la acera no tiene ni la menor idea de tus problemas, no sabe que tienes un
demonio en la espalda, igual te va a pedir veinticinco centavos; no le importa. A la hacienda
pública no le importa; les tiene totalmente sin cuidado. ¿Qué pasa cuando te detienes en el puente
y dices: «no puedes pasar»? Es muy sencillo. ¿A quién se lo dices? Se lo dices a tus problemas; a
los problemas de los que hablas con tus amigos, tu familia, tu compañero:

(«él me hizo esto, o ella me hizo lo otro; fueron ellos; no tengo suficiente y ellos me lo quitaron, y
ahora mírame...» No importa de qué voz se trate: es siempre el nigromante en el puente. Y hasta
este momento has permitido que ese nigromante devore todo en tu vida. Le has permitido que
devore el corazón de tu vida. Por eso os llamo los muertos vivientes).

Cuándo será el día que te levantes y digas: «Escucha, me da igual lo que sea de mí al otro lado
del puente. Simplemente ya no vas a salirte con la tuya. Y puede que no tenga el mismo aspecto
ni me sienta igual. No lo sé. Pero estoy cansado de que me persigas, y en verdad, estoy harto de
acobardarme ante tus necesidades. Verdaderamente lo estoy.» Y ese es el día que te detienes y
dices: «Ya no puedes pasar. Intenta destruirme con tu mejor arma.
Haz lo que tú pienses que me acobardó en el pasado; jamás volverá a acobardarme de nuevo.»
Este es el día en el que te vistes de blanco. Es el día en el que entiendes el mensaje.

(¿De qué estamos hablando? Y algunos pensáis, «¿de quién estás hablando?» Hablo de ti, que
enumeras todas las razones por las que no eres feliz y las razones por las que necesitas que la
gente que te rodea te haga feliz. Hablo de toda la gente enferma de esta audiencia, y de todas las
justificaciones que se pueden dar de la enfermedad. Y hablo de toda la gente infeliz de esta
audiencia, y de todas las razones que les dan a los demás de por qué no son felices. Y hablo de
todos los que piensan que nunca serán felices hasta que no tengan todo el dinero del mundo; de
todos los que pensáis que no seréis felices hasta que estéis con la persona de vuestros sueños.
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Esto tiene que ver con todos vosotros, con todos los que han sido heridos, violados o
abandonados. Estoy hablando Contigo. Tú creaste a esos nigromantes).

Y esta escuela es para que te enfrentes a ellos y para que sigas adelante sin ellos; para que
luches contra ellos y les digas: «No puedes seguirme. Dejarás de ser la razón de mi vida. Y puede
que ya no tenga una razón; puede que empalidezca y que mis mejillas no vuelvan a sonrojarse; y
puede que no sepa si soy un hombre o una mujer. Y es posible que no sepa cuánto dinero tengo,
ni quién me importa; y puede que no sepa si soy digno, pero de lo que si estoy seguro es de que
nunca más tendré que vivir según tus gustos, y que lo único que busco es la felicidad.» Explica
esto con tus palabras, por favor.

¿Entiendes hasta ahora? ¿Lo entiendes? En este momento me gustaría que la Maestra de los
Libros te consiga El Hobbit y El Señor de los Anillos y que, como lectura requerida por Ramtha,
empieces a leerlos mientras estás aquí. Deja a un lado todo lo demás, Las Moléculas de la
Emoción. ¿Para qué? Eso ya lo sabemos.

¿Cuál, es por lo tanto, la sabiduría de un verdadero desafío? Bien, lo leerás en estos libros. Así
que a partir de mañana quiero que todo el mundo empiece a leerlos. Todos los que estáis en esta
audiencia. ¿Me entiendes? Que así sea. Deseo que leas sobre una criatura pequeña y hogareña,
con vello en los dedos de los pies, que vive en un pequeño agujero de hobbits, y que le encanta
comer y fumar la pipa. No es muy romántico para vosotros, que vivís en la imagen, pero es un
comienzo. Más adelante en este libro, conocerás a un misterioso maestro profesor. Vas a
aprender mucho sobre la humanidad y sobre el desafío del ego alterado.

Este libro fue escrito por un maestro que pertenecía a la sociedad secreta de los francmasones y
que comprendió la verdad en un nivel en el que tú no la entiendes todavía, Así que lee sobre la
Tierra Media; es un relato actual. ¿Tengo tu palabra de que empezarás a leerlos a partir de
mañana? Que así sea.

Ahora escúchame. ¿Existen los Jinetes Negros? Sí. ¿Existen maestros como el Maestro Gandalf?
SI. ¿Existen corceles como Sombra gris? Sí. ¿Existen los elfos? Sí. ¿Existen los seres llamados
hobbits? ¿Existen los trolls? Sí. ¿Existe un lugar llamado la Tierra Media? Por supuesto, y sigue
viva hoy en día. Lee esos libros. Descubrirás, con lo que sabes, que hay más verdad en estos
libros que en ningún otro que hayas leído antes. ¿Entendido?

Lo importarte de esto es que cuando deseemos declararle la guerra a las injusticias de la vida y
estemos dispuestos a enfrentarnos a aquello que gobierna al mundo —y recuerda que lo que
gobierna al mundo es en realidad nuestro mundo y se convierte en un mundo personal; y se trata
del yo personal y subjetivo, el yo subjetivo de lo que es importante para cada uno de vosotros, es
lo que te mantiene limitado, atado y esclavizado, lo que te apoya artificialmente—, el día que te
dirijas al final del puente y le digas a tu pasado «por aquí no puedes pasar», y lo digas en serio,
ese es el día en el que también tú te enfrentarás a aquello que se llama el diablo y también tú te
transformarás, pues será el día más sublime de tu vida. ¿Contra qué luchas? Contra tu pasado,
tus mentiras, tu humanidad, contra el pensamiento de que eres tu cuerpo, contra el hecho de
depender de tu historia.

Y no importa que alguien te diga que eres estupendo, aún así sigues envejeciendo; no se trata de
eso. Y no se trata de lo que alguien te hizo. El día que estás dispuesto a dejar todo a un lado y a
quedarte de pie en el puente desnudo e indefenso, con tu pura voluntad y nada más, es el día que
despiertas realmente. Y de eso trata este mensaje. Y todo gran ser de la antigüedad entendió ese
mensaje. ¿Tienes tú la capacidad de entenderlo? Como dije, si ahora estás escuchando las voces
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del color rojo con el que tanto te identificabas anteriormente, te tienes que preguntar a ti mismo,
¿quién es el dorado al que le habla el rojo?

Ser el color rojo en el arco iris es una expresión que describe la incapacidad común de las
personas de reconocer sus propios defectos y limitaciones; cuando somos el rojo en el arco iris,
podemos ver todos los demás colores, excepto el rojo.

Ahora, ¿qué quieres ser? ¿El dorado o el rojo? Una pregunta muy sencilla. Finalmente tienes que
aceptar que tus emociones están diciéndole algo a alguien. ¿No sería mejor ser el «alguien» que
ser las emociones? Obviamente, ese alguien es tan poderoso que las emociones necesitan que
les concedan un derecho de paso para que continúen siendo como son.

(En otras palabras, la razón por la que no has experimentado mucha magia en tu vida es que
estás ocupado escuchando tus limitaciones y admitiéndolas, así que todo se mantiene en statu
quo. Pero el momento en que pongamos dinamita en el puente y lo hagamos estallar, verás lo
fragmentada que puede volverse tu realidad. Y solamente se debe a que dijiste: «No puedes
pasar»).

EL DISPARATADO MUNDO DE LA CUÁNTICA

¿Qué puedo decir entonces sobre el Observador? Que ha sido indiscreto o discreto, silencioso,
reservado, permisivo. Esto es lo que sí sabemos: todas las emociones del cuerpo siempre
regresan al lóbulo frontal para recibir algún tipo de aprobación. Nunca lo supiste, pero los
sentimientos son una súplica de aprobación; eso es lo que son. Los sentimientos son una súplica
de aprobación, y en el momento en que recibimos la aprobación, nos reconciliamos con el senti-
miento. Ese es el proceso de sentirnos bien; el proceso de la redención. La redención ni siquiera
sería parte del idioma humano si no existiera. Pero para ser redimido, tienes que tener
sentimientos fuertes de los cuales redimirte.

Entonces, ¿quién es el redentor? Esto es lo que Cristo representaba; el redentor absoluto. «Yo
soy tu estrella de la mañana, brillante y resplandeciente. Yo soy el pastor que ha ido tras los que
se han extraviado y los ha rescatado. Yo soy el redentor.» El redentor no era Jesús ni Mahoma ni
Buda, sino el símbolo que representaban dentro de cada persona. Los sentimientos buscan
redención, pero ¿de quién busca obtener la redención el cuerpo emocional? Del redentor.

¿Y sabes una cosa? Para poder ser el rojo todos los días de tu vida siempre has tenido que tener
sentimientos, para seguir esos sentimientos, para poder reconciliarte, para mantener tu vida en
equilibrio. Pero ¿quién les da permiso? Alguien tiene que hacerlo. ¿Sabes por qué lo sabemos?
Porque, ¿realmente piensas que en esta escuela podríamos haber creado, de repente, una red
neuronal andrógina y superpuesta en el cerebro, a la cual se tienen que dirigir todos los
sentimientos? ¿Se trata de un fenómeno nuevo o siempre ha estado ahí? Ha estado siempre ahí.
Es sólo que tú estás empezando a escuchar las voces; tú. ¿Quién eres tú? «Tú» es cuando le
preguntan a Dios: «¿Y quién eres tú?» Y él dice: «Yo soy aquel que yo soy». No dice: «Yo soy
aquel al que le robaste. Soy aquel al que maltrataste. Yo soy aquel al que abandonaste.» No dice
eso. Dice: «Yo soy el que soy; aquel que yo soy.» Y eso es lo que es. ¿Y de qué otra manera
puedes describir al Observador que no sea con estas breves palabras?

Pero quiero que razones esto: si ha habido alguna vez una prueba de la divinidad del hombre y la
mujer, ¿quién la plantea de forma más clara? La ciencia, la mecánica cuántica. La mecánica
cuántica dice que no podemos evitarlo, que no importa qué experimento hagamos ni cómo lo
diseñemos; no importa lo que hagamos, incluso podemos hacer el del gato que está vivo y
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muerto… Nosotros creamos la trampas en la que se derramaba el veneno y el gato moría o vivía.
Pero puede estar vivo y muerto al mismo tiempo; nosotros creamos esa paradoja. ¿Y qué hizo el
cuanto? Se convirtió en ambos. Sin importar lo que hagamos, se convierte en eso.

Si al disparar con una pistola un fotón de luz, éste se divide, y una parte va hacia una dirección y
la otra parte hacia otra completamente distinta, en el momento en que una se colapsa, se colapsa
también la otra, sin importar dónde esté. ¿Quién creó esto? Este es el disparatado mundo de la
mecánica cuántica; es muy extraño. No importa qué nueva teoría conciban los científicos, el
cuanto siempre se comporta de acuerdo con ella.

Incluso les da una crisis nerviosa al pensar que cuando piensan que están creando nuevas
partículas o que las están descubriendo, en realidad, lo que están haciendo es crearlas. No saben
dónde empieza ni dónde termina. No saben si cuando buscan nuevas partículas más allá del
cuanto —están buscando nuevas partículas más rápidas que la velocidad de la luz— si están ahí
porque han decidido buscarlas o si siempre han estado ahí. Ya no están seguros. Les está dando
una crisis nerviosa a todos.

Se refiere a la serie de experimentos creados por Aspect, Grangier y Roger que demostraron la no
localidad de las partículas cuánticas descritas en la paradoja de Einstein - Podolsky Rosen. Los
resultados de esos experimentos se publicaron en 1982.

(Sin embargo, es la ciencia, no la religión, la que dice: mira, da igual lo que pienses que vas a
crear, nos convertiremos en cualquier cosa que tú crees). ¿Y a quién obedecen los fotones de luz,
los electrones y los paquetes de cuanto? Al Observador del científico. Ahí lo tienes. ¿Es de
extrañar, entonces, que la mecánica cuántica sea solamente una rama del gran árbol de la
ciencia, ya que los científicos son solamente la rama? Ahora, si fueran el árbol, obtendríamos
resultados verdaderamente dinámicos, pero debido a que son científicos, son verdaderamente li-
mitados así que representan tan sólo una rama. Pero si se convirtieran en el árbol, entonces las
partículas de la realidad se convertirían en todo lo que el árbol dijera que deben convertirse.

Lo que te estoy diciendo es esto: ¿dónde encontramos la mejor prueba de que tú eres Dios? La
ciencia dice que es el Observador que afecta el campo atómico; esa gran bola de carne
denominada «tú», que ni siquiera puede ver un átomo. Pero ya sea que puedas verlo o no, se
moldea de acuerdo a tu voluntad. Esto sólo puede ser obra de Dios.

EL NOVENTA POR CIENTO DEL CEREBRO QUE NO UTILIZAMOS

Entonces pregúntate: ¿Quién está escuchando realmente? ¿Quién soy yo que escucho las voces?
No te digo que lo hagas en voz alta, simplemente que te detengas por un momento y pienses:
¿Quién soy yo que escucho las voces de mis emociones? Obviamente no puedo ser mis
emociones, porque sólo puedo ser lo que soy analógicamente. Evidentemente no soy el color rojo
después de todo, sino algún otro color. Soy otro color que escucha: «Dime, rojo: ¿quiero continuar
siendo rojo? ¿O quiero ser lo que nunca he sido? A lo mejor me gustaría ser yo mismo. Nunca lo
he experimentado. No se de qué color se trata, pero es mejor que el rojo». ¿Entiendes?

El día que hagas esto, será el día que te bajes de la roca, pues eso es lo que significa «una
espléndida mañana» en el libro; de eso trata toda la historia.

Una bella mañana me levanté de mi lecho, me acerqué a la ventana cubierta con la escarcha de la
mañana y al mirar al Este contemplé un cielo que resplandecía con los tonos rosados y violetas de
la mañana temprana, a la espera de la salida de Ra, que se elevaría sobre los picos de las
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montañas y alumbraría los valles cubiertos de neblina con sus brillantes rayos dorados. Esa fue la
mañana de mi despertar.

Ese es el significado de la historia, Y es lo que yo comprendí. Comprendí que en realidad nunca


fui Ramtha.
Por eso pude vivir mi vida sin arrepentirme. Por eso pude vivir mi vida apreciando lo que yo era.
Pero no continué siéndolo, sino que me elevé para ser algo distinto y para crear el espacio que me
permitiera hacerlo.

¿Y por qué las partículas subatómicas no habrían de comportarse de acuerdo con la realidad de
mi Observador una vez que mi Observador se volvió más grandioso que Ramtha? Si mi
Observador se volvió más grandioso que Ramtha, y lo único que yo sabía era que me había
convertido en el viento, ¿por qué habría de ser yo una excepción a la ley? Yo sería la ley.
¿Entiendes?

¿Dónde sobrevive la voluntad? La voluntad no es parte del cuerpo emocional. El cuerpo


emocional le suplica al cerebro la continuidad: la continuidad del pasado, la continuidad de la
condición de uno en la vida. Se lo ruega al cerebro, y éste se lo concede. Pero el día que
despertamos es el día que empezamos a oír las voces. Y como es un hábito, le seguiremos la co-
rriente a las voces por un tiempo. Pero llegará una mañana en la que decidamos que por encima
de nuestra humanidad somos realmente seres soberanos. Y ese día despertamos a la sabiduría
eterna y pertenecemos a la eternidad.

¿Qué pasa cuando le dices al nigromante: «no puedes pasar»? ¿Qué pasa cuando tus emociones
y tu pasado te rodean completamente? ¿Qué pasa cuando ya ni siquiera puedes comunicarte con
tus amigos porque no sabes cómo comunicarte con ellos? Porque de lo único que hablabas con
ellos era de encontrar las piezas del rompecabezas; de lo único que hablabas con ellos era de tu
victimismo, de tus preocupaciones, tus problemas, de las dificultades por las que estabas
pasando. ¿Qué pasa cuando te despiertas por la mañana y ya no puedes comunicarte con ellos?
¿Das marcha atrás e intentas comunicarte en aquel nivel? ¿O simplemente dices «ya no puedes
pasar»? ¿Qué tienes en común con ellos? ¿Cuál es vuestro pacto?

(El maestro permaneció solo en el puente; verdaderamente solo, defendiendo a la gente pequeña
que acababa de pasar. Ese maestro estaba solo y no necesitaba a nadie más. ¿Qué tipo de pacto
tienes con esas personas? ¿Qué tipo de acuerdo tenéis entre vosotros? ¿Está vuestra comunión
basada en la carencia? ¿Está basada en vuestro miedo y vuestras tragedias? ¿Estás dispuesto a
renunciar a ellos para quedarte solo? Si lo estás, mereces quedarte de pie en el puente y decir:
«no puedes pasar». Si no es así, no te hagas ilusiones, porque no eres más que uno de los que se
pusieron a salvo mientras otro se quedó y dijo: «no puedes pasar»).

¿Qué clase de comunicación tienes con los que te rodean? ¿De qué manera, como el
Observador, pones fin a esto? Lo haces cuando ya no puedes reunirte con esas personas
basándote en el acuerdo que tienes con ellos y eliges no hacerlo. ¿Te convierte eso en una
persona popular? Probablemente no. ¿Pero cuánta gente se enfrenta a un nigromante?
Probablemente no mucha. Eso es algo que tienes que sopesar personalmente. Cuándo llegara el
día en que los mires y les digas: «Ya no quiero ni hablar de mi pasado, porque está muerto y, en
realidad, eso es lo que hemos tenido en común. He perdido mucho tiempo intentando ser rojo
cuando realmente soy dorado. Ya no lo necesito. Estoy muy agradecido por mi vida y por lo que
soy hoy en día, pues me ha convertido en el maestro sobre el puente. Así que dejemos de hablar
de tonterías sólo para mantener nuestra amistad. » ¿Y qué clase de comunicación vas a tener a
partir de ahí? Probablemente ninguna. No lo sé. ¿Puedes hacer eso?
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(¿Cuánta importancia tiene para ti que los que están a tu alrededor te amen? Si es una verdadera
necesidad para ti, no puedes quedarte en el puente. Todavía no estás listo. Y poder decir eso es
igualmente sincero. «Realmente necesito hablar de mi pasado, porque siento que todavía no he
terminado con él.» Eso es ser sincero. Pero si por otro lado le sigues dando vueltas a esto y dices:
«He descubierto que cuanto más lo hacía, más negaba mi futuro. Y pienso que tal vez, para ser
más sincero todavía, no tenía nada que decir sobre mi futuro, porque no hay nada que decir sobre
él. Y tenía miedo de no darte conversación, así que arriesgué un montón de emoción sólo para
darte conversación. No sé lo que voy a ser; lo que sé es que no seré lo que tú pensabas que era.»
Repítelo en tus propias palabras).

¿Entiendes lo que te he enseñado hasta ahora? Que así sea. Así que ahora nos acercamos a esa
maravillosa entidad que ha eludido a muchos de vosotros. ¿Cómo puede Dios ser una entidad
jubilosa, bulliciosa, un ser que vive en el momento? Porque para ser Dios primero tienes que ser el
maestro que conquista la humanidad a fin de manifestar a Dios. (Dios no tiene pasado ni es una
víctima). ¿Cuál es el estado natural de un Dios? Una entidad muy alegre, feliz y hermosa, el tipo
de entidad que amas y que te encantaría ser. Y seres de este tipo naturalmente afectan a la salud
del cuerpo, y así es como lo hacen. Porque ahora entendemos que si un maestro puede
mantenerse firme en el lóbulo frontal y decir no, lo que se produce es un dolor emocional cuya
sensación es la misma que el dolor físico. Cuando te cortas o te pinchas, de repente la ruptura de
ese circuito nervioso le envía un mensaje al cerebro de que se ha producido una ruptura en el
sistema de circuitos. En eso consiste el dolor físico: es una ruptura en el sistema de circuitos
neurológico del cuerpo. Eso es lo que es.

Pues bien, el dolor emocional es exactamente lo mismo. Se produce cuando hay una ruptura en el
sistema de circuitos, pero la ruptura no ocurre en el pie, en la oreja o el abdomen; la ruptura se
produce en el lóbulo frontal. El lóbulo frontal no permite el paso de la información del pasado.
Cuando recuerdas algo y se lo envías al cuerpo, lo sientes, lloras, sufres. El cuerpo le envía al
cerebro las sustancias químicas que indican que estás llorando y sufriendo. Y ahora empiezas a
buscar redención; buscas una salida y experimentas la redención. La redención se produce al
decir «te comprendo», y cuando «comprendes» completas el circuito y queda conectado.

En otras palabras, se ha conectado una red neuronal que distribuye esas sustancias químicas a
cada célula, y cada célula imita la actitud. Y cuando imita la actitud, envía mensajeros químicos de
vuelta al cerebro que dicen: «Estamos de acuerdo contigo». El dolor emocional se origina cuando
se produce una ruptura en el circuito. Y esta ruptura ocurre en el lóbulo frontal y el mensaje es:
«Estamos sufriendo y queremos recordar nuestro dolor.» Y el lóbulo frontal dice: «no puedes
pasar». Y se frustra, porque necesita comunicarle a las células que estamos redimidos, pero en
vez de eso dice que no.

¿Entonces qué sucede? La célula continúa enviando la señal de su mensajero a todo el cuerpo.
Ahí es donde se encuentran los sentimientos: en todo el cuerpo. Y continúan subiendo y
bombardeando al lóbulo frontal. Y la voz continúa hablándote ahí arriba. Y tienes que aferrarte al
Observador y decir «No, no puedes pasar. En otras palabras, no voy a concederte el derecho de
paso sólo para satisfacerte. No vamos a volver al pasado para sentir pena de nosotros mismos. Te
vas a mejorar».
Y debido a que no se produce la redención, regresa, y la célula sigue enviando el mensaje de
vuelta. Esto es lo que ocurre finalmente: la ley de la voluntad tiene sus propias neuronas en el
lóbulo frontal, y ese otro noventa por ciento del cerebro que no se está usando responde y
configura la ley del lóbulo frontal. Recuerda que el lóbulo frontal, la voluntad, el maestro en el
puente, no está configurado en la red neuronal normal. Lo único que está configurado en la red
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neuronal normal es un ciclo continuo, un derecho de paso; lo haces una y otra vez. Necesitamos
una parte nueva en el cerebro.

¿Qué pasa entonces? Una nueva parte del cerebro despierta y aprueba la ley. Una vez que
aprueba la ley, el sistema límbico fabrica los péptidos y las hormonas que segregan las glándulas
endocrinas y que llegan hasta cada parte de las células a través del riego sanguíneo. Entonces las
células reciben nuevos neuropéptidos en sus receptores, y cuentan con receptores para ellos.
¿Qué ocurre entonces? El receptor activa el aspecto núcleo de la célula, y entonces el ADN se
abre para configurar el mensaje que llega desde el cerebro. La célula puede estructurar el
mensaje y lo envía en una configuración llamada ARN a través de aquello que se llama la fábrica
alquímica. Luego pasa por la fábrica pequeña que crea esos aminoácidos en forma de secuencias
de proteínas y se los da a la célula, y entonces toda la composición química de la célula cambia.

Una vez que la célula cambia, envía un aminoácido mensajero de vuelta al cerebro. Y una vez que
esa sustancia química llega al cerebro y a la red neuronal, se vuelve una conexión fija y se
convierte en memoria a largo plazo. ¿Qué le pasa entonces al antiguo cerebro? Lentamente se
desconecta. Cuando el cerebro antiguo se desconecta, tenemos sabiduría. Eso es lo que vinimos
a hacer aquí. Por eso tienes un noventa por ciento de masa cerebral para decir «no». Sólo
tenemos un diez por ciento para el sí; el noventa por ciento es para el no. ¿Entiendes?

Cada vez que la ley se sitúe ahí arriba, las voces solamente discutirán hasta que les demos a las
células nueva información. Eso es dolor emocional. Al darle información nueva, la célula cambia y
ya no actúa como si la hubieran cortado, herido o maltratado. ¿Entiendes? Porque, claramente,
todos tenéis la opción de regresar al pasado. En lugar de quedarte aquí sentado lamentándote,
gimiendo y llorando mientras bebes vino, regresa y vívelo de nuevo. Regresa al hospital y vuelve
con tu familia para que te maltraten. Vívelo de nuevo. Encuentra a alguien que te abandone;
siéntete abandonado. No te quedes aquí sentado hablando de ello todo el día. Es aburrido. No me
importa quién seas, eres aburrido. ¿Realmente lo quieres? Corre a hacerlo. Te enviaré los
mensajeros. Regresa y hazlo de nuevo. Es muy fácil.

DOBLE PERSONALIDAD Y EL EFECTO DE LA MENTE EN EL CUERPO FÍSICO

¿Y qué le sucede a la salud del cuerpo? Si pudieras crear el «no» sin personas, lugares, cosas,
momentos y sucesos, crearías nueva materia cerebral que se re-conectaría a las células, y las
células mutarían conforme al «no». ¿Entiendes? La enfermedad sólo vive en el pasado, no puede
vivir jamás en la mente de un maestro; nunca lo hará. Solamente vive en la mente de las víctimas.
Existen muchas pruebas de esto. En las personas con doble personalidad, puede que una de las
personalidades sea optimista, saludable y maravillosa, mientras que la otra es una víctima y
padece todo tipo de enfermedades. Y pueden cambiar en un segundo. Al cambiar de
personalidad, tienes un cuerpo diferente. Quítate y pon un nuevo Dios en tu cuerpo, no tendrás
ningún problema en absoluto; él sabrá exactamente cómo manejar tu cuerpo.

¿Piensas que no tienes suficiente energía? Se debe a que en verdad no la tienes. ¿Cómo podrías
tener energía si vives en el pasado? No importa cuántas vitaminas tomes, tu salud no mejorará si
sigues lamentándote y pensando que has perdido algo. Nunca pierdes nada; es una ilusión.
Nunca posees a nadie, nunca; a menos que te comas a esa persona como si fueras un caníbal, la
digieras y nutras tu cuerpo con sus proteínas. Nunca has poseído a nadie. ¿No lo entiendes? Y
nunca nadie te ha poseído a ti. Son ilusiones tuyas.

Bueno, si esto no es una diatriba, entonces no sé si alguna vez he lanzado una. Lo estoy haciendo
esta noche.
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Y todo el mundo dice: no es tan simple como parece. Si lo es. Es muy sencillo. Simplemente
tienes que llegar a un acuerdo con el que ha estado escuchando. ¿Qué quieres hacer al final de tu
vida? Tú quieres venir conmigo adondequiera que vaya, pero ¿estás preparado para hacerlo?
¿Sabes cómo sé que no estás preparado? Porque sigues aferrándote a cosas que son como la
escarcha en el cristal de tu ventana que se disuelve con el calor. Te aferras a cosas tan superfi-
ciales... ¿Cómo puedes venir conmigo a un lugar en el que te volverás invisible si estás tan
ensimismado en tu cuerpo, en tu sexualidad, tu dolor, tu sufrimiento y tu carencia? ¿Cómo podrías
convertirte en el viento si te pasas cada instante del día ensimismado en lo que no eres?

(¿Cómo cambias eso? Te he enseñado todas las disciplinas maravillosas del mundo, pero
la disciplina más maravillosa es quedarse en el puente y decir: «No. No me importa quién
seas ni que te creas enorme y malvado. No vas a pasar. No me vas a convencer por más
que me ruegues pasar. Yo digo que no y de aquí no me muevo. ¿Quieres guerra?»)

Eso es un maestro. Puede que sea un maestro muy pequeño o un maestro grande; no importa. ¿Y
sabes cómo sé que vive en ti? Porque alguien ha estado escuchando las voces, y esa es la
entidad en la que tienes que decidir convertirte, y no en una mujer confundida o un hombre
confundido. ¡Qué tontería! Tu cuerpo es como la túnica que llevo puesta. Te lo puedes quitar.

¿Y entonces quién serás? Esa es la gran pregunta. ¿De qué cosas superficiales vas a hablar?
«¿Cómo está el clima hoy en el puente?» «Tormentoso... Agradable...» ¿Qué excusas vas a
poner de ahora en adelante? «No me siento digno.» ¿Por qué? «No lo sé. Es un hábito.»

Y, en realidad, lo que hace el elixir, el León Rojo, es que el Observador se presente con toda su
fuerza. Eso es lo que hace. Por eso te digo que yo no usé nada en mi vida. No pensaba que mi
pasado fuera tan importante como para oscurecer mi futuro.

Entonces, ¿quién es el Observador? Él ha sido todo el mundo, ¿no es así? ¿Cuántas vidas has
vivido en cuerpos diferentes, y él ha sido el Observador? ¡Tantas vidas...! ¿Qué es lo que no has
sido? Lo has sido todo. En esto consiste amar a Dios. Yo seré siempre la voz de Dios, porque es
mi ley y mi mandamiento. Eso es verdad. ¿Cómo será tu cuerpo después de eso? ¿Quién sabe?
¿A quién le importa? Lo que sí sabemos es que ahora verdaderamente tiene la oportunidad de
vivir eternamente. Por primera vez tiene la oportunidad. Otra cosa que sabemos es que nunca
más lo vamos a utilizar como excusa, y por lo tanto sabemos que nunca volverá a estar enfermo.
Eso sí que lo sabemos. ¿Quiénes seremos? Esa es la aventura. Entonces, ¿para qué ir corriendo
a enredarte con el pasado para así sentirte un poco más seguro? ¿Por qué lo haces? Ya no tienes
que hacerlo nunca más. Y qué bonito es ya no tener que fingir. Explícalo en tus palabras.

HEREDEROS DE UN GRAN LEGADO

¿Cuántos de los estudiantes que estáis aquí sois menores de veinte años? Menos de veinte años.
Míralos. Date la vuelta y míralos. ¿No son hermosos? Ahora escuchadme, ¿por qué estáis aquí y
por qué es eso tan importante? ¿Por qué has venido? Podrías estar haciendo lo que quisieras.
¿Por qué viniste aquí esta noche? Te diré por qué: eres un alma antigua en un cuerpo joven. El
deseo supremo es tener sabiduría en un cuerpo joven. Hay varias personas en esta audiencia
que, cuando me reuní con ellos por primera vez, eran aún más jóvenes que tú y se han hecho
adultos con estas enseñanzas. Entonces, ¿cuál es tu ventaja? Verás la súper consciencia en tu
vida. Verás a Dios en tu vida. Que así sea.

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¿Y sabes por qué eres tan importante? Porque es en tu juventud, en la imprudencia de tu
juventud, donde obtienes la sabiduría; nunca la pierdas por nadie. Y está bien ser joven y tener
toda la energía de la juventud. ¿Por qué no? Pero combinar esa energía con sabiduría, raramente
ocurre. Ser sabio y moral te vuelve un ser excepcional, y comportarte así delante de tus amigos es
un gran reto, pero si eres capaz de hacerlo, cuando llegues a la edad de tus padres serás un
verdadero maestro. Deberías desear más que lo que tiene tu familia. No me refiero a más cosas,
sino a más verdad. Siempre deberías anhelar más verdad que la que poseen tus padres, esa es la
máxima seducción. Y si la obtienes, puedes hacer cualquier cosa en el mundo.

Estoy muy orgulloso de vosotros, porque mucho después de que me haya ido, vosotros seréis los
seres capaces de comunicar la sabiduría y guiar a mucha gente. Así que todo lo que haces es
importante, cada acto que llevas a cabo es importante y se refleja en ti a la luz de toda la
eternidad. Además, tienes una fortaleza que es poco común. Combina esa fuerza con sabiduría, y
no habrá nada que no puedas hacer. En tiempos futuros se te pedirá que realices cosas gran-
diosas, así que nunca te avergüencen de lo que estás aprendiendo y de lo que sabes. Valora lo
que sabes, porque estás años luz más avanzado que los de tu generación. Nunca te avergüences
de ello. Alégrate de lo que eres y siéntete feliz por ello. Serás el heredero de un gran legado.

Y me he esforzado tanto para que tu familia conozca otras dimensiones, que tú las verás; estarás
preparado para verlas y estarás preparado para ver nuevos seres de otras galaxias. Tienes un
corazón abierto y una mente abierta. Los extraños nunca se acercan a las personas de mente
cerrada; sólo se dirigen a aquellos de mente abierta, y tú, con toda seguridad, estarás dotado de
ella. Así que en tu frivolidad y tu juventud nunca desperdicies tu sabiduría y tu moralidad, nunca. Y
jamás te avergüences de quién eres, porque vas a heredar la Tierra. Te lo prometo. Que así sea.
Te puedes sentar. Eres hermoso.

LA ESPLÉNDIDA MAÑANA DE LA CONQUISTA DEL YO

Te he repetido suficientes veces esta noche la importancia de escuchar quién es el que escucha.
Y la mejor manera de explicártelo es contándote que la primera vez que viniste a verme te
quedaste helado del susto. Te pedí que soplaras, y lo hiciste porque no sabías qué hacer; y
manifestaste tu deseo. Ahí fue cuando Dios tomó el control y tu imagen se silenció. Lentamente, te
has adoctrinado para volver a tu imagen.

Dios es la entidad de mente analógica; la entidad que cuando soplaste por primera vez tu deseo y
lo que querías cambiar, hizo que ocurriera. Fue Dios. De él estamos hablando. Y cuando todo está
en silencio y acudes al Observador y sencillamente te conviertes en el Observador que escucha,
entonces cualquier cosa que el Observador elija como ley se convierte en ley, y nada se interpone
en su camino. Recuerda que no hay nada más poderoso que conciencia y energía.

He pedido que te traigan estos libros inmediatamente, y quiero que los leas. Y nunca habrás
disfrutado tanto con un cuento de antaño como cuando leas éste. Contiene muchas lecciones, y
todas tienen que ver contigo.

Quiero que mañana por la mañana te levantes y hagas las disciplinas que te he enseñado. No
quiero que cuando vayas al campo pienses en la disciplina de Trabajo de Campo; quiero que
vayas y te enfrentes a las voces de tu mente y que insistas en ser el Observador. Conviértelo en
ley. Verás qué rápido ocurrirán tus milagros. Si alguna vez has encontrado un bloqueo en tu
camino, siempre ha tenido que ver con tu pasado. ¿Cómo es posible que un milagro ocurra en el
pasado? El pasado ya pasó. Los milagros no ocurren en el pasado. Los milagros son el
rejuvenecimiento del momento. Es el momento en que te liberas de las voces. Insiste únicamente
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en ser el Observador y camina como tal. Y no me importa si nunca encuentras la valía o si
caminas en círculos, me da igual, siempre y cuando seas el Observador. Y entonces, cuando
tengas claridad absoluta, él establecerá la ley, y la tarjeta será tu destino.

Eso es lo que has venido a aprender. Por eso te estás quedando más días aquí. Y cada vez que
hagas las disciplinas y escuches las voces, escúchalas y continúa preguntándote: «¿Quién está
escuchando? ¿Quién eres tú, dentro de mi, que prestas atención a esa voz tan lastimera? ¿Y por
qué querría ser yo tu abogado? Obviamente, soy mucho mejor que eso». Te juro que el día que
sepas esto será el día en que realmente lo entendamos en esta escuela, y ya no tendremos que
seguir repitiéndolo. Lo sabrás, y sé presentará ante ti. Y el Observador será capaz de hacer
cualquier cosa que yo te pida. Manifestaremos la escalera al cielo, porque el Observador puede
hacer cualquier cosa.

Recuerda: este es el Dios que creó los cimientos del mundo, y para lo único que lo usas es para tu
humanidad. ¿No crees que puedes hacer mucho más? En verdad puedes. Esta noche, cuando me
vaya, serás más feliz, más viejo y más sabio. Nada más quiero decirte que te amo, y que hay
mucho más en el lugar de donde proviene esto. Y también decirte que cuando te conviertas en
una criatura que ya no vive en el pasado, descubrirás que ocurre algo extraordinario. Tendrás una
enorme sonrisa en la cara, y la gente te preguntará: «¿Qué te pasa?» Sólo diles: «Ya no tengo
ningún problema». Es un estado natural del ser. Por eso la gente trabaja para conseguir dinero
toda su vida, porque piensan que los hará felices, cuando en realidad, ya tienes dentro de ti lo que
te va a hacer feliz. Y ser el Observador es un estado natural de felicidad. Cuando no tienes
pasado, ¿qué razón tienes para no ser feliz? ¿Lo entiendes? Que así sea.

Mi amada entidad, ¿te estás acostumbrando al concepto del Observador? Que así sea.
¿Empiezas a sentir el poder del Observador? ¿Empiezas a darte cuenta de que todos tus
problemas estaban hablándole a alguien? ¿Quién los escucha? El gran ejercicio es aprender a ser
el Observador y observar el drama de tu encarnación humana de una forma objetiva, y tú estás
aprendiendo a hacerlo. El Observador es el Observador absoluto de la ciencia que puede mani-
festarlo todo.

Has regresado aquí a pasar todos tus días libres trabajando en el campo, escuchando a las voces,
y enfocándote. Bravo por ti. Refleja mucho quién eres. Esta noche podrías estar en cualquier otro
lugar haciendo cualquier otra cosa, aunque apuesto a que no te lo estarías pasando igual de bien.

Cuanto más hagas este trabajo y cuanto más tiempo te quedes en el lugar del que escucha a las
quejas, más iluminado te volverás. Te lo juro. Cuando entiendas que está bien no tener ningún
sentimiento, no tendrás que crear uno. Cuanto más puedas ser sencillamente el Observador, más
real, poderoso y divino te volverás. En este curso estás trabajando y practicando eso todos los
días.

Y tu cuerpo te dará todas las razones del mundo para no querer hacer este trabajo, pero tienes
que ser el Observador que lo mira y dice: «Lo harás. No admito tu enfermedad, no me
compadezco de ti. No admito tu estado de letargo ni el resto de tus excusas, porque tienes que
presentar tu caso ante mí, y yo no lo admito.» El pequeño Dios está saliendo de su prisión, y eso
es muy hermoso. Está empezando a sentirse él mismo y a tener su propio poder. Finalmente tiene
sus propias prioridades. Si continúas trabajando esta semana y continúas quedándote en el lugar
del Observador, se producirán milagros de forma instantánea. Te prometo que tendrás visiones
claras y fantásticas durante esta semana si permaneces en el Observador. Te lo prometo. Ha
estado lidiando con tu cuerpo y tu pasado, no ha conocido la libertad todavía, pero está a punto de
hacerlo. Simplemente recuérdalo.
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Cuando le entregues a tu Observador, en una fuente de plata, la imagen que quieres que acepte o
rechace, la hará danzar ante sus ojos como una bailarina de los siete velos. Y si la acepta, habrás
vuelto a casa, porque la convertirá en ley. Cuando eres el Observador tienes que crecer mucho.
Muy pocas personas llegan a esta fase de la iluminación, porque están tan apegados a sus fallos,
a todas las razones por las que no pueden ser algo, tan apegados a su humanidad que niegan a
su Dios a cambio de sentirse bien.

Esta es la última parte del gran aprendizaje antes de que se produzca la gran iniciación, Y todo lo
dicho hasta este momento ha sido para revelar algo dentro de ti que hizo posible todo lo que tu
personalidad, aunque lo intentase, no pudo hacer posible.

Cuando tu personalidad se estaba tomando una pausa, tu Dios dijo «que así sea», y sucedió. Y
cuando regresaste e intentaste analizarlo y repetirlo, no pudiste hacerlo, porque la personalidad no
puede hacer sin el crédito de Dios lo que Dios puede hacer por sí mismo. ¿Entiendes?

Lo bueno es que si esto fuese solamente filosofía, nadie encontraría las tarjetas. Si solo fuera
filosofía, nadie estaría sanando su vida ni experimentando milagros en su vida. No habría ocurrido
nada. Tendríamos que seguir practicando más y más, repitiendo lo mismo. Pero lo estás haciendo,
y estoy muy orgulloso de ti. Lo estoy porque una vez que aprendas lo que es el Observador, me lo
llevaré de aventura, y a partir de ese momento, lo harás tú solo. Le voy a demostrar lo que puede
hacer, porque tú nunca se lo has demostrado. Una vez que le muestre lo que puede hacer, me
puedo marchar y dejarte solo. Y te prometo que empezarás a volar. Que así sea.

Si ir a tu revisión de la luz acompañado de alguien que te observa tiene un propósito, entonces


quiero que me escuches muy atentamente. La misma situación ocurre cuando te conviertes en el
Observador y observas tu mente de mono. Eso es exactamente lo que estás a punto de ver, Y
cuando lo podemos hacer aquí, sin morir, es cuando hemos descubierto la verdad, la verdad
oculta de los maestros. Y entonces nuestro trabajo consiste en continuar volviéndonos el
Observador y hacer a un lado la imagen hasta que sólo seamos el Observador. Entonces
podemos decir: «Dios mío, soy Dios-hombre, Dios-mujer manifestado. Sé lo que fue ser Yeshua
ben Joseph. Sé la verdad. He comprendido aquello que nadie pudo hacer.» ¿Y por qué no
pudieron? Porque se preocupaban demasiado de su vida, su reputación y sus cuerpos. Sus hijos y
sus familias eran demasiado importantes. Y quién te crees que hablaba a través de él cuando dijo:
«Y quien deje la casa de su padre, quien deje a su esposo o esposa, quien deje su cultura y me
siga encontrará el reino de los cielos». ¿No crees que sabía de qué hablaba? Y es muy fácil ver la
dinámica de lo que decía.

¿Qué implica para una persona dar media vuelta y dejar la imagen que su familia tiene de ellos y
crear una imagen más grandiosa? ¿Por qué tipo de angustia y penalidades ha de pasar? Y la
mujer que deja a su marido para conocer a Dios, ¿qué tormentos ha de experimentar para seguir
ese noble camino? Sólo puedes imaginarlo. ¿Qué hombre renunciaría a su mujer y a su familia
para seguir a Dios? ¿Quién puede hacerse una idea de su angustia y su tormento? ¿Qué desean
más allá del reino del hombre? No quieren seguir siendo el hijo del hombre; quieren ser el hijo o la
hija de Dios. Y no es de extrañar que Yeshua ben Joseph dijera: «Y para ellos es el reino de los
cielos.»

Piensas que somos un montón de idiotas predicando palabras que son místicas y perturbadoras al
mismo tiempo. «Nos hacen sentir felices, pero temerosos.» ¿Y quiénes son estos predicadores de
porvenires misteriosos? ¿Quiénes son? ¿Son realmente ángeles de Dios? ¿Son de verdad
superhombres y súper mujeres? Deben estar tan completamente locos que están dispuestos a
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morir por un sueño que, claramente, esta vida jamás les pudo haber ofrecido, en primer lugar.
¿Sabes lo raro que es encontrar gente así? No hay tantos maestros. Muchos nunca fueron más
allá de su humanidad. Ha habido un montón de magos, mucha gente astuta, mucha gente
poderosa, pero no muchos maestros. Sólo hemos oído de unos pocos en la historia reciente, y
nadie sabe qué fue de ellos, porque su muerte no consta en ningún sitio. Y eran tan excep-
cionales, tan genuinos y tan terribles, que cuando entraban en una aldea, la aldea entera se
bendecía con su presencia.

Te estoy diciendo lo mismo que te dice tu Observador: «Si pudieras ser yo, superior a tu imagen,
tu imagen moriría, pero te juro que conocerías la vida eterna». Ese es el mensaje. «No es a mí, a
Yeshua ben Joseph, a quien sigue la gente.» Pero lo que él decía era: «¿No sabes que el Padre
que vive en mi es el Padre que vive dentro de ti? Y que todo aquel que escuche la voz del Padre,
aunque deba dejar la casa de su madre y la casa de su padre; aunque deba dejar a su esposo o a
su esposa, ¿no sabes que aun así heredará el reino de los cielos?» El estaba hablando de una
persona así; ese era el mensaje.

En verdad tienes doble personalidad. De un lado tienes al diablo y del otro, al ángel. Eres una
personalidad dividida. ¿Sabes cómo lo sé? Porque alguien está escuchando, y resulta que ese
alguien eres tú. Pero ¿cómo podrías «escuchar» lo que hiciste y desapegarte de algo que fue tan
poderoso y emocional? ¿Cómo es eso posible? Porque el que escucha es Dios, así de cerca está.
¿Qué tienes que hacer entonces? No tienes que morir para ser Dios; para serlo tienes que vivir.

El trabajo de esta semana es caminar en el campo como el Observador, deseándolo más que
cualquier otra cosa que tu imagen desee. ¿Sabes por qué es eso tan hermoso? Él dijo: «Todo
aquel que abandone a su familia para seguirme verá a Dios.» Esta era la verdad absoluta. A veces
tienes que negar y conquistar, antes de poder liberar. Es el mismo mensaje que yo sabia hace
treinta tres mil años. Yo estaba consciente de este mensaje. Y lo único que tuve que hacer fue
sentarme en una roca y comprender la verdad, sin quedarme fascinado por lo que podía haber
sido, porque yo era todo lo que yo era. Y gracias a Dios que no tenía una familia que abandonar;
solamente os tenía a vosotros.
¿Tienes que sufrir para convertirte en el Observador? Al principio sí, pero después es muy
sencillo, porque eres verdaderamente puro, y el Observador en ti está feliz como un bebé. Es un
ser feliz, y al crecer será más sabio y más feliz, y está conectado con el Vacío.

He regresado para enseñarte a hacer esto. Y también para decirte que puedo hacer muchas
cosas por ti y hacer que se te caigan los calzones de la impresión, como lo he hecho alguna vez.
Pero lo que realmente deseo es enseñarte lo que sé, trazarte las huellas y decirte que
simplemente lo hagas. Sólo hazlo; dedícate a ello y cosecharás la recompensa. Y cuando me
vaya, se te habrán despegado las alas y serás capaz de volar. Lo harás. Y empezarás a ejercitar
la voluntad divina. Te levantarás y serás audaz, como yo lo he sido esta noche. Te levantarás y
dirás: «Estoy cansado de estar enfermo y de ser un blandengue. No volveré a serlo jamás. Jamás
volveré a llorar. Jamás volveré a sentirme carente. Estoy cansado de hacerlo. No volveré a
hacerlo jamás.»

Y no te importará lo alto que grites ni quién te esté escuchando. Te levantarás y te sucederá;


estarás encendido, y será una espléndida mañana. Esa es la espléndida mañana. Y dirás: «Me da
igual. No volveré a vivir así jamás. Jamás volveré a ser un hipócrita. ¡Estoy harto! Me siento
desdichado e infeliz. Estoy cansado de tomar calmantes, de sentirme viejo, de estar enfermo.
Estoy cansado de que me rechacen.

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Estoy cansado de vivir para que los demás me hagan feliz. Dios mío, estoy cansado de hacerlo».
Y ese será el día en que vivirás tu mañana. Y tus alas ya no estarán pegadas. Yo sólo espero.
Hasta ahora, te he hablado del Observador, y es un momento poderoso, pero enseguida vuelves a
acurrucarte y lloras, gimes y te castigas. Todavía no has sentido su poder, todavía no le has hecho
el amor. El día que lo hagas, te convencerás.

Recuerda: vas a leer sobre el mago en el puente, y él le dirá al Balrog: «No pasarás. No pasarás».
El maestro es pequeño y diminuto; el Balrog es terrible. Lo mira y le dice: «No pasarás.» Ese día
tendrás tu espléndida mañana. Que así sea. Contempla estas palabras.

PALABRAS FINALES

¿Estás leyendo El Hobbit? Has conocido la Tierra Media, un mago, y un héroe inverosímil. Ese
vendrías a ser tú. Me alegra mucho que lo estés leyendo, porque eres parte de un grupo que
acaba de dejar la Comarca. Tienes muchas aventuras por delante, aventuras que serán
trascendentales. Y nunca te desanimes, porque entre los que te acompañan hay un mago y un
elfo sabio.

Ahora me voy a marchar, pero quiero que antes de irte a dormir esta noche leas un poco más.
Quiero que vivas una aventura. Tú piensas que ellos están en una aventura, pero tú estás a punto
de vivir el cambio de la Tierra, estás a punto de enfrentarte a todo tipo de terrores que hacen que
los Jinetes Negros parezcan Ricitos de Oro. Es maravilloso, Y vas a descubrir que al final de estos
libros, los que sobreviven las grandes guerras se marchan hacia el Oeste.

Haz tus disciplinas. Puede que nos volvamos a ver mañana por la noche, mientras tanto, quiero
que sepas que te amo y que todo lo que te he dicho es la verdad, Y lo más importante es que he
hablado de la verdad más grande que jamás se haya mencionado y te he dicho que vive dentro de
ti y que tú eres esa verdad. No es exclusiva; es recíprocamente exclusiva. Todos la tenemos. Y la
única diferencia entre tú y yo es que yo sé que soy Dios, y tú no. Ahora sé feliz. Es un regalo estar
juntos; no lo olvides.

¿Te amo? Eres mi amante, nunca te he olvidado y nunca lo haré. Y nos encontraremos de nuevo
dentro de doscientos años; no treinta y cinco mil, sino doscientos. Y estarás vivo para hacerlo.

Oh, mi amado Dios, liberador de mi ser, belleza de mi vida,


yo te digo en esta hora
que te amo inmensamente.
Y aunque te he sustituido en tu maravilloso lugar,
todavía tengo que experimentar y abrazar
lo que tú eres.
Oh, amor de mi vida, entra en mi ser
y crea mi vida, y quita de mi vida
a los embusteros, los aprovechados,
los mentirosos, y los hipócritas, para que sólo comparta
mi vida contigo, que nunca me has abandonado.
Por mi Dios.
Te amo.
Que así sea.
Por la vida eterna.
UNA INTRODUCCIÓN A RAMTHA
por JZ Knight
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«En otras palabras, toda su atención está puesta en venir aquí y enseñarte a ser extraordinario. »
No hace falta que te pongas de pie por mí. Me llamo JZ Knight y soy la dueña legítima de este
cuerpo.
Bienvenido a la escuela de Ramtha. Puedes sentarte.
Gracias.

Vamos a comenzar diciendo que Ramtha y yo somos dos personas diferentes, dos seres
diferentes. Tenemos un punto de realidad en común que, por lo general, es mi cuerpo. Yo soy muy
distinta de él, y aunque somos bastante parecidos, en realidad no nos parecemos.

¿Qué puedo deciros? Veamos... Toda mi vida, desde pequeña, he oído voces en mi cabeza y he
visto cosas maravillosas que yo consideraba normales en mi vida. Y tuve la suerte de tener una
familia, una madre, en realidad, que era un ser humano muy psiquico, que nunca condenó aquello
que yo veía. Toda mi vida viví experiencias maravillosas, pero la más importante fue el amor
intenso y profundo que yo tenía por Dios; una parte de mí comprendía lo que era eso.
Posteriormente, fui a la iglesia y traté de entender a Dios desde el punto de vista de la doctrina
religiosa, y eso supuso un gran problema para mi, porque estaba en conflicto con lo que yo sentía
y con lo que yo sabía.

Ramtha ha sido parte de mi vida desde que nací, pero yo no sabía quién ni qué era él, sólo que
había una fuerza maravillosa que caminaba a mi lado, y cuando tenía problemas —y hubo mucho
dolor en mi vida mientras yo iba creciendo—, siempre vivía experiencias extraordinarias con este
ser que hablaba conmigo. Podía oírlo con tanta claridad como podría oírte a ti si estuviéramos
conversando. Y me ayudó a comprender muchas cosas complejas de mi vida dándome
respuestas que iban más allá de lo que podría aconsejar cualquiera.

En 1977 se presentó finalmente en mi cocina, una tarde de domingo, cuando yo estaba


construyendo pirámides con quien era mi marido en aquel entonces. Estábamos deshidratando
comida, pues nos gustaba ir de excursión con mochilas y lo relacionado con eso. Así que me puse
una de esas cosas ridículas en la cabeza, y esta magnífica aparición de más de dos metros de
altura, bella, pura y resplandeciente se presentó al otro lado de la cocina. Uno no espera que algo
así aparezca en la cocina a las 2:30 de la tarde. Nadie está preparado para eso. Así que fue en
ese momento que Ramtha realmente me hizo saber de su presencia.

Lo primero que le dije —y no sé de dónde me salió— fue: «Eres tan hermoso... ¿Quién eres?» Y
su sonrisa es como el sol, y él es extraordinariamente apuesto. Y dijo: «Yo soy Ramtha el
Iluminado y he venido a ayudarte a cruzar la zanja». Como soy una persona muy simple, mi
reacción inmediata fue mirar hacia abajo, pues pensé que algo le había pasado al suelo o que
habían tirado una bomba... yo no sabía.

A partir de ese día él se convirtió en algo constante en mi vida, y en ese año de 1977, sucedieron
muchas cosas interesantes, que es lo menos que puedo decir. Mis dos hijos, que eran pequeños
en aquel entonces, conocieron a Ramtha y experimentaron fenómenos increíbles, al igual que mi
marido.

Más adelante ese mismo año, después de enseñarme y de haber tenido algunas dificultades para
explicarme qué era él —y yo para entender—, un día me dijo: «Voy a enviarte un mensajero que
te traerá una colección de libros. Léelos, pues así sabrás quién soy», Y el título de esos libros era
Vida y Enseñanza de los Maestros del Lejano Oriente. Así que los leí y empecé a entender que,

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en cierto modo, Ramtha era uno de esos seres; eso, de alguna manera, me sacó del dilema ¿eres
Dios o el demonio?, que me atormentaba en aquel momento.

Una vez que llegué a entenderlo, él se pasaba largos ratos en el salón de mi casa, este ser
bellísimo de más de dos metros de altura que se sentaba cómodamente en mi sillón y me
enseñaba. En aquel momento yo no me daba cuenta, pero él ya sabía todo lo que yo le iba a
preguntar y lo que él me iba a contestar. Pero yo no sabía que él lo sabía.

Así que desde 1977, ha lidiado conmigo pacientemente, permitiendo que yo me cuestionara no su
autenticidad, sino cosas sobre mí misma como Dios, enseñándome, sorprendiéndome cuando me
quedaba atrapada en el dogma o en la limitación; me descubría justo a tiempo y me ayudaba a
superarlo. Y yo siempre decía: «¡Qué paciente eres! Me parece maravilloso que seas tan
paciente». Y él simplemente sonreía y decía que tiene 35.000 años: ¿qué más se puede hacer en
ese lapso de tiempo?

Así que en realidad, hace sólo unos diez años que comprendí que él ya sabía lo que yo le iba a
preguntar y por eso era tan paciente. Pero como el magnífico profesor que es, me brindó la
oportunidad de plantearme estas cuestiones, y luego la gracia de hablarme no de manera
presuntuosa, sino como lo haría un verdadero maestro, de una manera que me permitía sacar mis
propias conclusiones.
Canalizar a Ramtha desde finales de 1979 ha sido toda una experiencia, pues, ¿qué ropa te
pones? Ram mide más de dos metros de altura y siempre lo he visto usar dos túnicas. Aunque se
trate de las mismas túnicas, son tan hermosas que nunca te cansas de verlas. La túnica de abajo
es blanca como la nieve y llega hasta donde yo supongo que están sus pies, y por encima de ésta
lleva otra túnica de un color púrpura bellísimo. Quiero que sepas que yo he mirado con mucha
atención la tela de esas túnicas y, en realidad, no se trata de ninguna tela; es como una luz. Y
aunque la luz les da una transparencia, se entiende que lo que él lleva puesto es real.

Ramtha tiene la piel de color canela, y es la mejor manera como puedo describirla. El color no es
realmente marrón ni blanco ni rojo; es una mezcla de los tres. Sus ojos son de un negro muy
profundo que cuando te miran, tú sabes que te están mirando. Sus cejas parecen las alas de un
pájaro que vuela sobre su frente. Su mandíbula es bien cuadrada, y su boca es hermosa, y
cuando sonríe sabes que estás en el cielo. Sus manos son muy largas, con largos dedos, que él
usa muy elocuentemente para expresar su pensamiento.

Él me enseñó a salirme del cuerpo arrancándome literalmente de él y arrojándome en el túnel,


luego me chocaba contra una pared de luz, rebotaba y regresaba. En ese momento me daba
cuenta de que mis hijos ya habían vuelto de la escuela y yo apenas había terminado de fregar los
platos del desayuno. Bien, puedes imaginarte que acostumbrarme a la pérdida del tiempo en este
plano fue realmente difícil. Yo no entendía lo que estaba haciendo ni adónde iba, así que tuvimos
muchas clases de práctica.

Imagínate que él se te acerca y de un tirón te saca de tu cuerpo, te lanza hacia el techo y te


pregunta qué tal se ve todo desde ahí. Luego te arroja en un túnel y tal vez la mejor manera de
describirlo sea como un agujero negro hacia el próximo nivel— y te sientes lanzado a través de
este túnel hasta que te chocas con una pared blanca, y luego... tienes amnesia. Tienes que
entender que él me hacía esto a las diez de la mañana, y cuando regresaba de la pared blanca
eran las cuatro y media de la tarde. Tuve muchos problemas para reajustarme al tiempo que había
perdido, así que le dedicamos mucho tiempo a que yo aprendiera a hacer eso, y fue gracioso y
divertido y, por momentos, absolutamente aterrador.

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Pero él me estaba preparando para enseñarme algo que ya habíamos acordado antes de esta
encarnación, y que mi destino en esta vida no era tan sólo casarme y tener hijos, y tener éxito en
la vida, sino superar la adversidad para permitir que sucediera aquello que se había planeado con
anterioridad, y eso incluía una conciencia extraordinaria, y él lo es.

Intentar vestir mi cuerpo para Ramtha fue muy gracioso. No sabía qué hacer. La primera vez que
tuvimos una sesión de canalización me puse falda y tacones; pensaba que iba a la iglesia. Así que
imagínate, si tienes un poco de tiempo para observar a Ramtha, cómo se vería él vestido con traje
de calle y tacones, con los que nunca ha caminado en su vida.

Pero lo que quiero decirte es que es realmente difícil hablarle a la gente, y tal vez algún día llegue
a hacerlo contigo, y entender que te has encontrado con Ramtha, que conoces su mente, su amor
y su poder. Y cómo entender que yo no soy él —aunque estoy trabajando en ello diligentemente
—, que somos dos seres separados, y que cuando hablas conmigo en este cuerpo, me estás
hablando a mi, y no a él. Y en los últimos diez años, más o menos, eso ha sido a veces un gran
desafío para mí frente a los medios públicos, pues la gente no entiende cómo es posible que un
ser humano pueda estar dotado de una mente divina y, sin embargo, estar separado de ella.

Así que quería que supieras que aunque veas a Ramtha en mi cuerpo, es mi cuerpo; el aspecto
físico de Ramtha es completamente diferente. Pero su apariencia en el cuerpo no disminuye la
magnitud de lo que él es ni de quién es él. Y también debes saber que cuando hablamos tú y yo,
cuando me preguntas acerca de cosas que él dijo, puede que yo no tenga ni la menor idea de lo
que estás hablando, porque cuando deje mi cuerpo dentro de unos minutos, me habré ido a un
tiempo y a un lugar completamente diferentes, de los cuales no tengo una memoria consciente. Y
sin importar cuánto tiempo pase él hoy contigo, para mí serán tal vez unos cinco minutos, o tres, y
cuando regrese a mi cuerpo, todo ese tiempo de este día habrá pasado y yo no fui parte de él. Y
no escuché lo que él te dijo ni sé qué hizo aquí. Cuando regreso, mi cuerpo está exhausto y a
veces me es difícil subir las escaleras para ir a cambiarme y ponerme más presentable para lo que
me espera el resto del día.

También debes entender, como estudiante principiante, algo que se ha vuelto muy obvio a lo largo
de estos años: él me ha mostrado muchas cosas maravillosas que aquellos que jamás las han
visto no podrían soñarías ni siquiera en sus sueños más descabellados. He visto el vigésimo
tercer universo, he conocido seres extraordinarios, y he visto la vida ir y venir. He visto
generaciones nacer, vivir y morir en cuestión de segundos. He presenciado acontecimientos
históricos que me ayudaron a entender mejor qué era lo que necesitaba saber. Se me ha
permitido caminar junto a mi cuerpo en otras vidas y observar quién y cómo era yo; también se me
ha permitido ver el otro lado de la muerte. Así que estas son oportunidades privilegiadas y
preciosas, y en algún momento de mi vida me gané el derecho de experimentarlas. En cierto
modo, hablar de ellas con otras personas me genera un desencanto, pues es muy difícil
transmitirle lo que son esos lugares a gente que jamás ha estado en ellos. Yo hago lo mejor que
puedo por ser una buena narradora y explicárselos, y aún así no es suficiente.

Pero yo sé que el motivo de que Ramtha trabaje con sus estudiantes como lo hace, es que él no
quiere hacerle sombra a ninguno de vosotros. En otras palabras, toda su atención está puesta en
venir aquí y enseñarte a ti a ser extraordinario; él ya lo es. Y no se trata de que él haga prodigios.
Si te dijo que iba a enviarte mensajeros, los vas a recibir a montones. Pero no se trata de que él te
muestre algunos trucos; él no es así. Esas son las herramientas de un avatar que todavía es un
gurú que necesita que lo adoren, y ese no es el caso de Ramtha.

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Lo que sucederá es que él te enseñará, te instruirá, y dejará que tú hagas los prodigios; tú serás
capaz de hacerlos. Y un día, cuando puedas manifestar a voluntad y salirte de tu cuerpo, y seas
capaz de amar, lo cual es imposible para el interés humano, él aparecerá ahí mismo en tu vida,
porque estás listo para compartir lo que él es. Y él es simplemente aquello en lo que tú te
convertirás. Hasta que llegue ese momento, él es diligente, paciente, y sabe y comprende todo lo
que necesitamos saber para aprender a ser eso.

Lo que puedo decirte es que si te interesa lo que has oído en su presentación, y estás empezando
a amarlo a pesar de que no puedes verlo, esa es una buena señal, pues significa que lo
importante para ti fue tu alma que te anima a que te despliegues en esta vida. Y puede que eso se
oponga a tu red neuronal.

Tu personalidad puede discutir y debatir contigo, pero vas a aprender que esa clase de lógica es
realmente transparente cuando el alma te insta a que vivas una experiencia.

Sólo puedo decir que si esto es lo que quieres hacer, vas a tener que ejercitar la paciencia y la
concentración, y vas a tener que trabajar. Y al principio, el trabajo es muy arduo. Pero si posees la
tenacidad de continuar con él, entonces puedo decirte que un día este maestro hará que te
transformes por completo. Y todas las cosas extraordinarias que habías oído que los maestros de
los mitos y leyendas podían hacer, tú también las podrás hacer. Y podrás hacerlas porque ese es
el camino, Y en definitiva, esa capacidad es la realidad de un Dios que se despierta en la forma
humana.

Ese es mi camino, y lo ha sido toda mi vida. Y si no fuera importante y no fuera lo que fue, no me
pasaría la mayor parte del año viviendo en el olvido para que unas cuantas personas vengan y
tengan una experiencia de la Nueva Era. Esto es mucho más importante que una experiencia de
la Nueva Era. Y también debo decir que es mucho más importante que la habilidad de meditar o
de hacer yoga. Esto consiste en modificar la conciencia en cada punto de la totalidad de nuestras
vidas y ser capaces de llevar nuestras mentes más allá de sus marcos y sus límites, de modo que
podamos ser todo lo que podemos ser.

También debes saber que lo que he aprendido es que sólo podemos demostrar lo que somos
capaces de demostrar. Y si tú dices: «Bueno, hay algo que me impide hacer eso», yo te digo que
el único impedimento que tenemos es nuestra falta de entrega, nuestra capacidad de entrega, de
aceptación, y nuestra capacidad de apoyarnos a nosotros mismos incluso en medio de nuestras
dudas neurológicas o de nuestra red neuronal. Si te puedes apoyar a ti mismo a pesar de tu duda,
darás el paso adelante, pues ese es el único impedimento que tienes. Y un día podrás hacer todas
esas cosas y ver todas las cosas que yo he visto, que se me ha permitido ver.

Sólo quería venir aquí y mostrarte que existo y que amo lo que hago, y decirte que espero que
aprendas con este maestro y, más importante, que continúes con ello.

GLOSARIO DE RAMTHA

ALMA • Ramtha se refiere al alma como «el Libro de la Vida», en el que el viaje completo de la
involución y evolución del individuo se graba en forma de sabiduría.

ANALÓGICO • Ser analógico significa vivir en el Ahora. Es el momento creativo y existe fuera del
tiempo, el pasado y las emociones.

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CONCIENCIA • Es el hijo que nació del Vacío cuando éste se contempló a sí mismo. Es la
estructura y esencia de todo ser. Todo lo que existe ha sido originado en la conciencia y
manifestado exteriormente por su servidora, la energía. El flujo de conciencia alude al continuo de
la mente de Dios.

CONCIENCIA SECUNDARIA • Cuando Punto Cero imitó al Vacío y se contempló a sí mismo, creó
un reflejo exacto de si mismo, un punto de referencia que hizo posible la exploración del Vacío. Se
llama la conciencia secundaria o de reflejo.

CONCIENCIA Y ENERGÍA • La conciencia y la energía están combinadas de manera inextricable


y son la fuerza dinámica de creación. Todo lo que existe se originó en la conciencia y se manifestó
en la materia a través de la modulación del impacto de su energía.

CUERPO EMOCIONAL • Es la colección de emociones pasadas, actitudes y patrones


electroquímicos que definen la personalidad humana de un individuo. Ramtha lo define como la
seducción de quien no está iluminado. Es la causa de la reencarnación cíclica.

DIOS • Las enseñanzas de Ramtha son una exposición de la frase que afirma «Tú eres Dios». La
humanidad puede definirse como los «dioses olvidados». Dios es diferente del Vacío: Dios es el
punto de conciencia que surgió del Vacío cuando éste se contempló a si mismo.

DIOS-HOMBRE • La plena realización de un ser humano.

DIOS-MUJER • La plena realización de un ser humano.

EMOCIONES • Una emoción es el efecto físico y bioquímico de una experiencia. Las emociones
pertenecen al pasado porque son la expresión de experiencias ya conocidas que han quedado
fijadas en las conexiones neuronales del cerebro.

ENERGÍA • La energía es el complemento de la conciencia. Toda conciencia lleva consigo un


impacto dinámico de energía, una radiación, o una expresión natural de sí misma. Del mismo
modo, todas las formas de energía contienen una conciencia que las define.

EVOLUCIÓN • Es el viaje de regreso a casa, desde los niveles más bajos de frecuencia y la
materia, hasta los niveles más elevados de conciencia y Punto Cero.

ILUMINACIÓN • Es la plena realización de la persona humana, la conquista de la inmortalidad y la


mente ilimitada. Es el resultado de elevar la energía Kundalini desde la base de la columna
vertebral hasta el séptimo sello, despertando las partes del cerebro que están en estado latente.
Cuando la energía penetra en el cerebelo inferior y el cerebro medio, y la mente subconsciente se
abre, la persona experimenta un destello de luz cegadora llamado iluminación.

LUZ, LA • Tercer plano de existencia.

MENSAJERO • En la vida de Ramtha, un mensajero era el responsable de entregar información o


mensajes concretos. Un maestro profesor posee la capacidad de enviar «mensajeros» a otras
personas para manifestar sus palabras o intenciones en forma de una experiencia o suceso.

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MENTE • La mente es el producto de la acción de los flujos de conciencia y energía en el cerebro
que crea formas de pensamiento, segmentos holográficos o patrones neurosinápticos llamados
memoria. Los flujos de conciencia y energía son lo que mantiene vivo al cerebro; son su fuente de
poder. La capacidad de pensar de una persona es lo que la provee de una mente.

MENTE ANALÓGICA • Significa «una sola mente». Es el resultado de la alineación de la


conciencia primaria y la conciencia secundaria, del observador y la personalidad. En este estado
mental se abren los sellos cuarto, quinto, sexto y séptimo; las bandas giran en dirección opuesta
—como una rueda dentro de otra— creando un vórtice poderoso que permite que los
pensamientos alojados en el lóbulo frontal se coagulen y manifiesten.

MENTE DE MONO • La mente de la personalidad que se balancea constantemente.

OBSERVADOR • Se refiere al observador responsable de colapsar la partícula/onda de la


mecánica cuántica. Representa el Yo verdadero, el Espíritu, la conciencia primaria, el Dios que
vive dentro del ser humano.

PENSAMIENTO • El pensamiento es diferente de la conciencia. El cerebro procesa un flujo de


conciencia modificándolo en segmentos —imágenes holográficas— de impresiones neurológicas
eléctricas y químicas llamadas pensamientos. Los pensamientos son los componentes básicos de
la mente.

PERSONAS, LUGARES, COSAS, TIEMPOS Y SUCESOS • Son las principales áreas de la


experiencia humana a las que la personalidad está ligada emocionalmente. Representan el
pasado de la persona y constituyen la satisfacción del cuerpo emocional.

RAMIHA (ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA) • El nombre de Ramtha el Iluminado, el Señor del


Viento, significa el Padre. También se refiere al Ram (carnero) que bajó de la montaña en lo que
se conoce como el Terrible Día del Ram. Dice Ramtha: «Está presente en toda la antigüedad. Y
en el Antiguo Egipto, existe una avenida dedicada al Ram, el gran conquistador. Y ellos fueron lo
bastante sabios como para entender que cualquiera que caminara por la avenida del Ram,
conquistaría el viento». La palabra Aram, el nombre del nieto de Noé, está formada por el
sustantivo arameo araa —que significa tierra, masa continental— y la palabra ramtha, que
significa «elevado». Este nombre semítico rememora el momento en que Ramtha descendió de la
gran montaña, lo que marcó el inicio de la Gran Marcha.

SIETE SELLOS • Poderosos centros de energía en el cuerpo humano que corresponden a siete
niveles de conciencia. Las bandas mantienen al cuerpo unido conforme a estos sellos. De los tres
primeros sellos o centros de todo ser humano, salen pulsaciones de energía en forma de espiral.
Esta energía que sale de los tres primeros sellos se manifiesta como sexualidad, dolor o poder,
respectivamente. Cuando los sellos superiores se abren, se activa un nivel más elevado de
conciencia. (Véase Fig. 2: Los Siete Sellos al final del glosario.)

TRABAJO DE CAMPO • Una de las disciplinas fundamentales de la Escuela de Iluminación de


Ramtha. Los estudiantes aprenden a crear el símbolo de algo que desean saber y experimentar y
lo dibujan en una tarjeta de papel. Estas tarjetas se colocan sobre las vallas que cercan un
extenso campo, de modo que la cara en blanco del papel sea la que quede a la vista. Los estu-
diantes, con los ojos vendados, se enfocan en su símbolo y dejan que el cuerpo camine
libremente hasta su tarjeta aplicando la ley de conciencia y energía.

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VACÍO, EL • Se lo define como una vasta nada materialmente, y sin embargo, todas las cosas
potencialmente.

YO, EL • Verdadera identidad de la persona humana, su aspecto trascendental. Es el Observador,


la conciencia primaria.

LOS SIETE SELLOS

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