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Reiki

El camino de la energía universal

José Manuel Martínez Sánchez


Maestro de Reiki
www.prana.es

Introducción

El sistema o método de curación natural Reiki fue redescubierto por Mikao


Usui y consiste en la canalización de la energía universal (rei) por medio de
nuestra energía vital (ki). La canalización puede ser a través de las manos
(primer nivel) o a distancia (siguientes niveles) y nos proporciona una
excelente herramienta tanto para la autosanación y la sanación de otros.
Desde una perspectiva física, comprendemos que la energía es calor, y al
aplicar este calor a través de las manos (tras ser iniciados en Reiki)
aportamos un beneficio terapéutico muy efectivo para la persona. No
obstante, también se actúa en los planos mental, emocional y espiritual, por
lo que una sesión de Reiki aporta un completo tratamiento a todos los
niveles en su conjunto, de forma integral.

Además de un método de curación, Reiki también es un camino espiritual,


donde el practicante es iniciado por un maestro (siguiendo la tradición
oriental) comprendiendo que hay que sanarse a uno mismo si se desea
sanar a otros y que la llave de este camino es la práctica continua y la
comprensión del amor universal como principio cósmico de la energía y,
con ello, de la vida misma. Pero Reiki, es, ante todo, un método práctico,
una herramienta abierta a todo el que desee usarla, sin religiones ni
creencias preconcebidas, teniendo siempre en cuenta que el ser humano es
esencialmente libre y responsable en su camino vital y espiritual.

Reiki es un tesoro cuya llave para abrirlo está en nuestras manos,


posándolas en nuestro ser la energía nos sana inteligentemente, con su
sabio amor. Es una ofrenda a la vida, la ofrenda de quien se siente
agradecido por el regalo que la vida le ha dado. Vivimos la experiencia de
la sanación, del ser volviendo a su ser, la experiencia de la vida gestándose
en su armonía coordinante.

Esta energía que sentimos, en la que fluimos y por la que nos adentramos,
es la misma que sustenta a todo el universo, al espíritu de la Conciencia. Al
recibir la energía, al dárnosla, en esa receptividad generosa, sincronizamos
con el ritmo natural que es causa y efecto de toda existencia.

Cooperamos con la luz que circunda el mundo, viajamos en ella, en una


sinergia que es principio activo de todo entendimiento espiritual de lo que
somos. Reiki es la energía vital espiritualizándose, tomando consciencia de
su ser, haciéndose una con toda la Creación. Y en el claro latir de su
esencia vemos la dicha que de ella brota, al sentirla.

Mikao Usui

El fundador del método Usui de curación natural (Usui Shiki Ryoho),


REIKI, fue Mikao Usui, nacido en Japón el 15 de agosto de 1865. Es así
por lo que llamamos REIKI USUI al método original de Reiki trasmitido
directamente, de maestro a alumno, desde el propio Mikao Usui. Como
escribe Hiroshi Doi: “Para ser considerado como Reiki estilo Usui, debe
reconocerse a Mikao Usui Sensei como su fundador”. Ya de muy pequeño
(con cuatro años) ingresó en un monasterio Tendai (una rama del budismo
zen) en el que permaneció varios años. (Cabe apuntar que hay muchas
leyendas en torno a su vida, ya que no se conoce documentalmente la
mayor parte de su biografía). Se asegura que debió de aprender Chikung,
técnica con aspectos semejantes al Reiki. También se interesó y practicó
el budismo vajrayana de la secta Shingon, la cual usaba una técnica de
curación (Kaji) también parecida al método que él posteriormente
fundaría (Reiki). Estos datos nos sirven para apreciar su cercanía e interés
por la espiritualidad y la meditación, las energías y la sanación. Tuvo una
gran vocación por el conocimiento, lo cual le llevó a estudiar a parte del
budismo, el cristianismo y otras religiones así como medicina, historia,
psicología, etc.
Hay quienes le sitúan como un monje y otros como alguien que llevaba
una vida sagrada pero en un entorno ordinario, es decir, como una persona
normal, algo que incluso él proclamaba como necesario para la vida
moderna que se iba avecinando a principios del siglo XX. Un dato
importante es que Usui buscaba enérgicamente el estado de paz
profunda e inconmensurable, Anshin Ritsumei. Lo más importante, a mi
entender, de toda esta historia, es lo que prosigue. Se dice que alguien le
preguntó a Usui por el método de sanación por imposición de manos, si
era posible y cómo se hacía, citando el ejemplo paradigmático de
Jesucristo. Mikao Usui no pudo responder a esa pregunta, a la cual dedicó
un enorme tiempo para reflexionar e investigar. Buscó en documentos
distintos, cristianos entre ellos, pero unos sutras budistas tibetanos
arrojaron gran luz sobre el asunto. Ahí se describía una técnica que
concordaba perfectamente con lo que andaba buscando, un método natural
de sanación energética por imposición de manos y a distancia. Sin
embargo este método requería de una iniciación y sospechó que la
cadena de transmisión de la enseñanza se había perdido ya que los
documentos eran de hace varios siglos. Con el fin de meditar, ayunar e
indagar dentro de sí, en 1922 Usui decidió, como es tradicional allí, subir
al monte Kurama durante 21 días, con el fin de encontrar respuestas o una
luz espiritual que calmara y colmara su espíritu. Su meditación fue
normal, tranquila, pero no pasó nada hasta el día 21. Ese día nació, o
renació, el Reiki. Mikao Usui llegó a satori o estado de trascendencia, en
el cual una luz brillante situada en su entrecejo le mostró los símbolos y se
le inició en ellos, equilibrando y armonizando sus chakras y sistema
energético. Fue iniciado por la propia Energía Universal, y desde ese día
se convirtió en una canal de Reiki y en alguien facultado para iniciar a
otros siguiendo las enseñanzas de trasmisión que el mismo aprendió
directamente durante su experiencia trascendental.
Usui, por tanto, llevaba a cabo Denju para las iniciaciones, transmisión de
energía y conocimiento, mediante una técnica concreta, Reiju, lo que
llamamos “sintonización”. En sus iniciaciones incluía una técnica
principal de purificación energética (Hatsurei-ho), sus cinco principios de
Reiki, tres símbolos de Reiki, unos poemas del emperador Meji que Usui
aconsejaba para enriquecer el espíritu, así como la enseñanza de otras
técnicas y aplicaciones de sanación mediante Reiki. Usui llegó a formar a
21 maestros, cuya finalidad, además de la capacidad de canalización
energética para la sanación, era su despertar y desarrollo espiritual, el
satori perfecto, nirvana o iluminación. En abril de 1922 fundó la Usui
Reiki Ryoho Gakkai (Sociedad Usui del Método Reiki), año en el que
fundó su propia clínica para tratar e iniciar en Reiki. Tan sólo contó con
cuatro años, sin duda intensos y fructuosos, para dar a conocer y propagar
la práctica del Reiki. Muere el 9 de marzo de 1926.

Los cinco principios Reiki de Mikao Usui

Estos consejos o principios nos fueron legados por Mikao Usui con el fin
de enriquecer nuestro desarrollo personal. Son los llamados ‘cinco
principios Reiki’:

1. Sólo por hoy no te enfades


2. Sólo por hoy no te preocupes
3. Sólo por hoy sé agradecido
4. Sólo por hoy trabaja honradamente
5. Sólo por hoy sé amable con todos los seres

Nivel 1

Para empezar a canalizar con el Reiki tan sólo hemos de ser iniciados por
un maestro, quien activará nuestra capacidad canalizadora, esencial e
implícita en nosotros, de la energía universal, al tiempo que equilibrará
nuestros chakras con el fin de que podamos dar reiki de una forma más
fluida. Una vez que somos iniciados es de suma importancia empezar a
usar Reiki para nosotros, es decir, hacer el llamado ‘autotratamiento de
los 21 días’, así seremos, nuestro cuerpo, el instrumento de trabajo a la vez
que nos beneficiaremos de un tratamiento energético que abre paso a una
experiencia nueva e íntima con el Reiki. El Nivel 1 es llamado el ‘nivel
físico’, ya que la manera de canalizar la energía es con nuestras manos y en
contacto físico con la zona que queremos tratar. Usar Reiki es tan sensillo
como poner las manos en el lugar donde deseamos nutrirlo de energía. No
tenemos que hacer nada, la energía –inteligentemente- lleva a cabo
todo el proceso. Es frecuente, después o durante la iniciación, sentir un
calor inusual en las manos, agradable y extraño. Ello se debe a la apertura
de los chakras y de los canales de energía de las manos, lo que sentimos es
la sensación de la energía, como calor, alrededor de nuestras manos. Este
calor es beneficioso por sí mismo y es indicador de que la energía está
actuando. No obstante, no sentirlo no quiere decir que no está actuando la
energía, que percibamos o no ciertas cosas no quiere decir que éstas no
estén teniendo lugar. A medida que avanzamos en el Reiki nuestra
sensibilidad y capacidad perceptiva aumenta, estando más receptivos a este
tipo de cosas, muy sutiles e intuitivas.

Una sesión de Reiki aporta multitud de beneficios. Nunca tiene efectos


secundarios adversos. El Reiki activa el proceso autocurativo de la persona,
es decir, ayuda a equilibrar el organismo y a que éste trabaje de forma
natural y saludable por sí solo. No hay sanador, tan sólo sanación. ¿Qué es
lo que sana? La visión de las terapias naturales es integradora, luego
hemos de entender que sana la persona en sus múltiples aspectos,
dependiendo de cada caso y dolencia. Lo que es fundamental es saber que
la sanación real va directa a la causa, al origen del problema y siempre lo
que está sanando de forma global es el Ser o el Alma en general, o dicho de
otro, haciéndose consciente de su naturaleza real: la salud, la vida y el
amor. Por ello se dice que la esencia del Reiki es Amor, que éste es el
gran secreto de su valor. Pues donde hay amor hay vida y salud, alegría y
crecimiento, equilibrio y bienestar. Y, sin duda, estos beneficios solamente
pueden esclarecerse a medida que crezca nuestra práctica, que
experimentemos la Energía y empecemos a sentir desde la primera sesión
la vivencia de poner las manos sobre el cuerpo permitiendo que la Energía
Reiki trabaje en nosotros.

A menudo surgen preguntas como ¿qué tengo que sentir?, ¿qué tiene
ocurrir?, etc. No tiene que ocurrir nada especial ni en concreto, incluso
puede que no sintamos nada. Cada persona lo vivirá a su modo y según el
momento, un día puede estar más receptivo y otro menos. Lo que tenemos
que tener claro es que todo ello son sensaciones y percepciones que para
nada indican exactamente la calidad de una sesión de Reiki. Sólo con poner
las manos la energía ya está pasando a nosotros o la persona receptora.
Reiki siempre funciona. Podemos tener esa confianza y relajarnos durante
la sesión, solamente entregarnos al proceso de sanación, que está teniendo
lugar, independientemente de si lo notemos más o menos. A veces la
sanación es muy sutil e interna y ni siquiera nos damos cuenta de aspectos
que sanan de nosotros muy arraigamos en el subconciente y sólo con el
paso del tiempo y con cierta perspectiva vemos los profundos cambios
positivos que han tenido lugar en nosotros; en otros casos la sanación
puede ser más evidente, pueden tenerse sensaciones muy intensas, incluso
lloros, risas, temblores, procesos de catarsis, etc. En cada persona la
vivencia será la suya propia y es aconsejable dejarse llevar, tener confianza,
pues la energía siempre actuará para nuestro mayor bien en todo momento,
sin excepción alguna. Reiki es una preciosa oportunidad para contactar
con nosotros -con nuestro interior- y entablar una íntima y dedicada
relación con el ser que somos.

¿Cómo se canaliza?

No hay nada más sencillo como la canalización de Reiki. Todos los seres
somos canales naturales, luego no es algo artificial que se fabrique en una
iniciación de Reiki, sino que a través de ella únicamente recordamos
espiritualmente nuestra capacidad canalizadora. Se puede canalizar tanto a
distancia como a través del contacto físico. En el primer nivel de Reiki,
como dijimos, se canaliza a través de las manos, y en los siguientes niveles,
se aprende a canalizar a distancia. Canalizar es permitir que la energía
universal (rei) pase a través nuestro y sea dirigida bien a nosotros
mismos o a otros (ki). Por medio de las manos la energía sale hacia el foco
donde estas tengan el contacto, bien a una zona del cuerpo, una flor, una
piedra, un gato, etc. Como todo es energía, todo puede beneficiarse y
nutrirse de la energía universal. Por ello decimos que el terapeuta Reiki
es un canal de la energía, no es su propia energía la que envía, sino que es
la energía universal, pura y total, la que pasa a través del terapeuta. En un
curso de Reiki, el gran objetivo, por tanto, es poner en movimiento, abrir o
reactivar, ese canal intrínseco en nosotros, como si dijéramos: un músculo
que nunca antes habíamos usado.

La canalización de la energía puede variar en cantidad, pero nunca en


calidad. Esta energía siempre es la misma, esa fuente de vida, esencia y
origen de todo, luego no puede decirse que se canaliza una energía mejor o
peor, más turbia o más clara ni nada de eso. No obstante, cierto es que el
paso de la energía, el propio canal, puede estar más abierto o más cerrado,
lo que hará variar el flujo de la energía, de un terapeuta a otro o en un
momento u otro. Factores:

-La práctica del terapeuta. Al igual que cualquier deporte, técnica o arte, la
práctica constante y regular fomentará un canal más abierto.
-Diferentes momentos del día. Cada persona tiene momentos más
receptivos o menos abiertos a la energía según su propio carácter
energético individual (biotipo).
-Ánimo. Un estado de ánimo triste o depresivo se caracteriza por un cuerpo
energético ciertamente bloqueado, lo que influye en el canal.
-Estado interior sosegado/meditativo. Este factor será especialmente
positivo.
-Etc.

Conviene repetir que estos factores, u otros cualesquiera no señalados aquí,


influirán en la cantidad, intensidad o flujo de energía canalizada, pero no en
su calidad en ningún caso.

¿Cuál es la función del canalizador?

El canalizador es un vehículo, un instrumento por el cual pasará la energía


de sanación. Transcribo a continuación unas palabras de Osho que
describen perfectamente esta cuestión:

“El sanador no es realmente sanador porque no es él quien actúa. La


sanación ocurre a través suyo, él sólo tiene que desaparecer, el sanador es
el Todo… Acércate con humildad. Siente una profunda reverencia por el
paciente. Y mientras lo estás tratando, conviértete en un vehículo para que
la Energía Divina fluya a través de ti y alcance al paciente. El paciente está
enfermo, lo que significa que no puede conectar con lo divino. Se ha
separado. Ha olvidado el lenguaje de cómo sanarse a sí mismo”.
Dice Osho que el paciente “ha olvidado el lenguaje de cómo sanarse a sí
mismo”. Este es precisamente el trabajo que realiza la energía, recordar al
cuerpo-mente-espíritu que forma parte de un Todo, que no está separado
sino que está unido a la Energía. La energía vital individual (ki) conecta
con la Energía Divina (rei) y empieza a recordar (se reconecta con) su
identidad absoluta e integrada. El ego trasciende hacia el Ser. Entonces
ocurre la sanación.

¿Dónde se aplica la canalización?

En el primer nivel, como se ha apuntado, la canalización Reiki requiere del


contacto físico, tanto a nosotros mismos, como a otras personas, animales,
plantas u objetos. En todos los casos el cuerpo que recibe Reiki es nutrido
de la energía vital universal. Existen diversos protocolos o tratamientos
para la aplicación de Reiki, como veremos más tarde. En general, al tratar a
una persona, se suele, bien:

1. Imponer las manos del terapeuta en la zona afectada


2. Imponer las manos de una forma intuitiva en la zona o zonas donde
sintamos es necesaria la aplicación de Reiki
3. O realizando un tratamiento completo/integral que consistiría en
aplicar Reiki de forma proporcional alrededor de todo el cuerpo. Este tipo
de sesiones suelen durar de 30 minutos a una hora, estando de tres a cinco
minutos en cada posición.

Sesiones y tratamientos

En todos los casos hemos de diferenciar entre lo que sería una sesión de
Reiki o un tratamiento*, y éste último puede ser básico o completo.

1. Sesión de Reiki puntual


Una sola sesión de Reiki, de forma aislada, siempre trae numerosos
beneficios, aliviando un dolor puntual, estado emocional, etc. Estas
sesiones pueden durar desde un tiempo muy breve (Por ejemplo 5 minutos)
hasta el tiempo que deseemos estar (media hora, una hora, etc.) Sin
embargo, si deseamos hacer un trabajo a un nivel más profundo deberemos
efectuar varias sesiones a lo largo de un tiempo. Esto sería el:
2. Tratamiento básico. Estos tratamientos suelen ser de un mínimo de
cuatros sesiones alternadas en distintos días o semanas (una sesión a la
semana, p.ej.). Aquí ya hacemos un trabajo más intenso, pues espaciando y
dando continuidad al proceso de sanación, en cada sesión la energía
(inteligente) dispone de tiempo para ir haciendo consciente al cuerpo de sus
mecanismos de autocuración. Vamos hacia la sanación de la causa y no
sólo al tratamiento de los síntomas o efectos. Por tanto, en este camino
gradual, una continuidad todavía más extensa sería un:
3. Tratamiento completo. Que incluiría lo dicho en el punto anterior, pero
con mayor profundidad en la sanación y mayor extensión en el tiempo,
yendo directamente hacia la causa del problema, o, no es necesario que
haya problema o enfermedad para usar Reiki, hacia un estado de mayor
armonía y bienestar de raíz profunda y duradera. Estos tratamientos sueles
durar desde varios meses a un año, o toda la vida. Por ejemplo, una sesión a
la semana, durante tres o seis meses.
Además, las sesiones, según requerimientos o necesidades varias, se
pueden ir espaciando o acercando. Bien hacer una cada día, pasar a una
cada dos días, una a la semana, una cada dos semanas, etc.

Ejemplo de tratamiento completo de tres o seis meses


1. Empezamos dando una sesión al día cada dos o tres días durante un mes
o dos
2. Pasamos a una sesión a la semana durante un mes o dos
3. Una sesión cada quinte días durante un mes o dos

*Cabe apuntar que estos tratamientos descritos son para realizar a otras
personas. Para nosotros mismos la práctica del Reiki puede ser mucho más
libre y menos sistemática. Siendo aconsejable darse una sesión de 10 a 60
minutos todos los días, o al menos dos o tres días a la semana. El Reiki es
un camino de desarrollo personal y espiritual, por lo que su práctica
periódica y duradera será de gran ayuda, compañía y autoconocimiento a
lo largo de nuestra vida.

Los chakras

Según la perspectiva del hinduismo el cuerpo tiene siete chakras


principales, ruedas energéticas u órganos vitales espirituales, que rigen
de forman integral las dimensiones física, emocional, mental y
espiritual de la persona. Estos chakras se ubican alrededor de la columna
vertebral, desde su base, llegando a la parte superior de la cabeza. En Reiki,
esta anatomía energética, que no estudiaremos en profundidad, nos ayuda a
visualizar un mapa integral del ser humano atendiendo a todas sus
dimensiones antes citadas. Pues, pongamos por ejemplo, el órgano del
corazón (que se corresponde con el 4º chakra), según esta concepción
oriental, integra también los aspectos emocionales superiores como el amor
o la compasión. De este modo mientras tratamos un simple dolor físico hay
vinculadas emociones relacionadas. Y, viceversa, al tratar aspectos
psicológicos es frecuente atisbar nuevas percepciones del cuerpo, mejoras
físicas, etc. Es, como apreciamos, un campo de visión más abierto e
integral que el de la medicina tradicional occidental. La aplicación del
Reiki sobre los chakras efectúa un trabajo energético directo en los
mismos, ayudando a regular su equilibrio natural y con ello a facilitar las
condiciones más óptimas para el restablecimiento de la salud. Cuando
hablamos de salud no sólo nos referimos a la ausencia de enfermedad
física. En mi opinión es conveniente aceptar que nuestro cuerpo no es
perfecto, que envejece y se deteriora con el tiempo y que, por tanto, ir en
pos de un estado de salud física perfecto es un proyecto imposible y poco
realista. Sin embargo, la mente, que no está en el cuerpo, que no es materia
sujeta al deterioro, rige y da realidad y coherencia a todo lo demás. Y,
recordando la máxima de Juvenal, hemos de afirmar que una mente sana
equivale a un cuerpo sano. Un estado mental que observa, percibe y
siente el mundo equilibradamente estará mucho más protegido frente a las
adversidades. Pues, como advierten los hindúes, estas adversidades son
creaciones y reflejos de la mente misma. Entendiendo esto, el esquema de
los chakras refleja someramente la cuestión y nos abre la puerta a la
comprensión de los múltiples niveles energéticos interconectados que
conforman al ser humano. Para ver mejor todo esto pasemos a enumerar
chakra por chakra y las características principales que engloban.

PRIMER CHAKRA (Básico o raíz)


Nombre en sánscrito: Muladhara
Glándula: Suprarrenal
Localización: Base de la espina dorsal, ano, coxis, esfínter anal, recto,
intestino grueso, huesos (estructura ósea), pies y piernas
Funciones: Supervivencia, necesidades básicas, vitalidad, instintos,
eliminación, seguridad, sensaciones
Disfunciones: Inquietud, vértigo/mareos, problemas de huesos,
hábitos/adicciones
Color: Rojo
Sentido asociado: Olfato
Elemento: Tierra
SEGUNDO CHAKRA (Ombligo o sacro)
Nombre en sánscrito: Svadhisthana
Glándula: Gónadas
Localización: Órganos sexuales, entre el pubis y el ombligo, abdomen,
genitales, vejiga, coxis
Funciones: Sexualidad, deseo/placer, ego, expansión
Disfunciones: Impotencia, próstata, desequilibrio sexual/emocional
Color: Naranja
Sentido asociado: Gusto
Elemento: Agua

TERCER CHAKRA (Plexo solar)


Nombre en sánscrito: Manipura
Glándula: Páncreas
Localización: Plexo solar, sistema digestivo, estómago, riñones, hígado,
intestino delgado
Funciones: Voluntad, fuerza, centro básico emocional , confianza, centro
de la energía, acción
Disfunciones: Úlceras, gastritis, hipersensiblidad/timidez, baja autoestima,
cansancio, diabetes, obesidad, miedo, ira
Color: Amarillo
Sentido asociado: Vista
Elemento: Fuego

CUARTO CHAKRA (Cardíaco)


Nombre en sánscrito: Anahata
Glándula: Timo
Localización: Corazón, pulmones, bronquios, manos y brazos
Funciones: Amor, Centro emocional, unidad, compasión, sistema
inmunológico, respiración pectoral, circulación
Disfunciones: Enfermedades cardíacas, hipertensión, dependencia
emocional, depresión, estrés
Color: Verde
Sentido asociado: Tacto
Elemento: Aire
QUINTO CHAKRA (Laríngeo)
Nombre en sánscrito: Visudda
Glándula: Tiroides
Localización: Base del cuello, garganta, cuerdas vocales, boca, lengua,
clavícula
Funciones: Expresión, comunicación, voz, creatividad
Disfunciones: Miedos, afonías, inseguridad, tartamudeo y problemas del
habla, dolores de cuello o garganta, autismo, introversión
Color: Azul
Sentido asociado: Oído
Elemento: Éter

SEXTO CHAKRA (Entrecejo)


Nombre en sánscrito: Ajna
Glándula: Pituitaria
Localización: Entrecejo, ojos, nariz, oídos, cerebro, bulbo raquídeo,
cerebelo, lóbulos occipital y temporal
Funciones: Percepción, intuición, sabiduría, comprensión, mente, visión
Disfunciones: Dolores de cabeza, sistema nervioso central, dificultades de
aprendizaje, alucinaciones
Color: Índigo
Sentido asociado: Sexto sentido
Elemento: Luz

SÉPTIMO CHAKRA (Corona)


Nombre en sánscrito: Sahasrara
Glándula: Pineal
Localización: Parte superior del cráneo, córtex cerebral, corona (sobre la
cabeza) y coronilla, lóbulos frontal y partietal
Funciones: Espiritualidad, no-dualidad, iluminación, dicha, trascendencia
Disfunciones: Trastornos psíquicos, fobias, manías, depresión, Alzheimer,
confusión
Color: Blanco, dorado

Los chakras están interconectados y en algunos casos comparten las mismas funciones en
grados diversos llegando incluso a no ser identificables o concretadas en un solo chakra
solamente. Tómese el cuadro anterior de forma orientativa sin olvidar la idea central de que
todos ellos forman un conjunto integral e integrado, un organismo complejo funcionando como
un todo inseparable. Este cuadro nos sirve a la hora de conocer qué estamos tratando cuando
aplicamos Reiki en los diferentes chakras.
Sesiones de Reiki

Consejos preliminares a las sesiones de Reiki

-Un entorno agradable. Una luz tenue, una vela, incienso, música
relajante… todo ello ayuda a crear una atmósfera propicia y de bienestar.
-Higiene y cuidados. Lavar nuestras manos con agua templada y jabón. Se
aconseja que la persona que canalice Reiki no tenga joyas o metales en la
muñeca o dedos, tanto para no interferir en la transmisión de energía como
por higiene. Si hacemos Reiki a otra persona hemos de cuidar y disponer de
los utensilios de trabajo adecuados: camilla, sábanas o rollos de papel de la
camilla, almohada, mantas, pañuelos, etc.
-Cortesía. Ofrecer un vaso de agua tanto al empezar la sesión como al
terminar, es un gesto de cortesía al tiempo que el agua es un potente
purificador vibracional. Al final de las sesiones la persona suele sentir frío
en ocasiones, debemos ofrecer una manta y, siendo normal que también la
persona quede muy relajada, incluso en estado de somnolencia, sugerirle
que se quede unos minutos tumbada, algo que también favorece el retorno
de la persona a su estado ordinario de vigilia y normalidad.
-La posición de las manos. Se aconseja que todos los dedos estén juntos,
excepto el pulgar pues tiende a quedarse separado. Lo fundamental es que
las manos estén relajadas, que sea una posición cómoda, quedando las
manos ligeramente ovaladas, pero siempre tocando el cuerpo, pues, como
ya sabemos, en el primer nivel de Reiki la transmisión de la energía
requiere del contacto físico. Al cambiar de posición es de suma
importancia, con el fin de mantener el flujo de la energía y hacer un cambio
brusco en el proceso de la sesión, mover primero una mano hacia la
siguiente posición y luego la otra, para así no el contacto con el cuerpo.
-Tiempo de las sesiones. Es orientativo. Se recomienda que haya una
asignación de un tiempo proporcional entre todas las posiciones. Hay dos
excepciones: 1ª. Que estemos más tiempo en una zona concreta pues
conocemos que ahí reside exactamente el foco de un dolor, trastorno,
enfermedad… 2ª. Que por sentirlo así, sintamos que hemos de estar más
tiempo en esa zona.

Sesión básica sobre los siete chakras

Cuando hablamos de una sesión básica de Reiki nos referimos a la


aplicación de las manos en cada chakra, uno por uno y de forma
sistemática, con el fin de llevar la energía regularmente por todo el cuerpo.
Estaremos de tres a cinco minutos en cada chakra.
Cada posición será sobre un chakra, siendo un total de siete posiciones.
Este tratamiento puede aplicarse a uno mismo o a otros.
Las dos manos sobre el chakra indicado en cada posición.

1ª posición: Sobre la cabeza (7º chakra)


2ª posición: Triángulo de las manos desde la barbilla a la frente, cubriendo
los ojos y sin cubrir la nariz. (6º chakra)
3ª posición: sobre cuello y garganta (5º chakra)
4ª posición: sobre el pecho (4º chakra)
5ª posición: sobre el plexo solar, de las costillas al ombligo (3º chakra)
6ª posición: entre ombligo y abdomen (2º chakra)
7ª posición: sobre abdomen y genitales (1º chakra)

Como se aprecia, empezamos en el séptimo chakra y terminamos en el


primero, haciendo la sesión preferentemente tumbados. De esta forma
terminamos la sesión de una forma más cómoda, con los brazos recostados,
favoreciendo la relajación.

Sesión de equilibrio de chakras

Estaremos de cinco a siete minutos en cada chakra.


Cada posición será sobre un chakra, siendo un total de siete posiciones.
(También puede hacerse un equilibrado rápido, un minuto por posición y
dos en la última (4ª), es decir, la sesión duraría 5 minutos).

Una mano en cada chakra indicado por posición.


Este tratamiento puede aplicarse a uno mismo o a otros.

1ª posición: chakras 7º y 1º
2ª posición: chakras 6º y 2º
3ª posición: chakras 5º y 3º
4ª posición: chakra 4º

Esta sesión ayuda significativamente a equilibrar cada chakra y


armonizarlos. Como el yin y el yang, equilibramos los opuestos, y tanto los
que tienen un exceso de energía como los que tiene una carencia, se
retroalimentan e igualan.
Sesiones intuitivas

Este tipo de sesiones dan total libertad al canalizador. Quiere decir que no
hay que seguir un protocolo sistemático de posiciones, sino dejarnos llevar
hacia donde las manos y nuestra intuición nos dirijan. Tampoco es
importante el tiempo y podremos estar el tiempo que deseemos o sintamos
en la zona que tratemos. La sesión puede estar compuesta de tan sólo una
posición todo el tiempo que se quiera, o de diez o más posiciones. Como
decimos, la libertad es completa para el practicante Reiki.

***

WWW.PRANA.ES
MAESTRO JOSÉ MANUEL MARTÍNEZ SÁNCHEZ
BLOG: www.lasletrasdelaire.blogspot.com

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