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Prólogo
Recuerdo cuando hablé por primera vez a nuestra Escuela de Dirigentes de pasar
un año en discernimiento. Discernir en aquel entonces parecía una palabra
aterradora. Sugería que quizá algo andaba mal y que tomar un año de
discernimiento era simplemente otra manera de empujar el botón de pánico.
Aseguré a nuestros dirigentes que el discernimiento es un proceso muy natural. La
salud de cualquier cosa, sea físico, emocional o espiritual, es un proceso, no un
estado fijo. La salud simplemente no es la ausencia de enfermedad; es la presencia
de un proceso continuo de mantenimiento que nos ayudará a perseverar y
mantenernos en nuestro enfoque.
Cada Cristiano necesita saber cuál es la voluntad de Dios para él o ella . Este libro
es un proceso para ayudar a discernir el llamado del Señor. El libro no intenta
decide a cualquiera dónde deben estar o lo que ellos deben estar haciendo. Eso
depende del individuo. Lo que el libro si nos dice es lo que Dios espera de
cualquiera de nosotros que se entregue de algún modo a Él. La específica
naturaleza del llamado es a ser discernida por cada individuo.
Hasta cierto punto, discernir en grupo será un tipo de purificación para esa
comunidad, pero purificamos periódicamente es necesario. Siempre que hagamos
el trabajo del Señor, Satanás siempre está listo para dividir y derribamos. Satanás
odia cualquier cosa de Dios y cualquier cosa hecha para Dios. Muy a menudo
tomamos a Dios por indiferente. Puede darse el caso que un cursillista o dirigente
de Cursillo tome el gran don que hemos recibido de Dios indiferentemente. Este
libro ayudará a poner el llamado del Señor en la disposición apropiada. Si el
contenido de este libro hace para el lector lo que este proceso hizo para nuestros
cursillistas y en particular nuestra Escuela de Dirigentes, entonces cuan bendecidos
son. En cualquier caso, ésta es una oportunidad de hacer algo para usted mismo
emplee algún tiempo con el Señor, orando, reflexionando, individualmente y como
comunidad; y le aseguramos, que aquéllos cuyos corazones y oídos estén abiertos
escucharán hablar al Señor claramente y en alta voz. ¡Así que no tengan miedo!
Este es un momento de sublime gracia para ustedes y para su comunidad.
Tal producto como este libro no sería posible sin tantas personas trabajando juntas.
Primeramente quiero agradecer la Escuela de Dirigentes de "Providence" quienes
tomaron el riesgo de mantenerse unidos y realmente abrirse al Señor, y cuya
entusiasta respuesta a este período de discernimiento nos ha hecho a todos
mejores dirigentes. Otras palabras de agradecimiento van para el Obispo Louis
Gelineau, Obispo anterior de Providence, quien siempre me apoyó y apoyó mi
trabajo en el Cursillo durante los últimos diez años, y al Obispo Robert Mulvee,
actual Obispo de Providence. Finalmente a Louis Robbio, anterior Director Laico de
Providence y ahora miembro del Personal Nacional, quien sufrió los dolores de
corregir este texto y a todos los dirigentes hispanos que hicieron posible tener esta
edición en Español. A Tom Sarg y el Personal Nacional de Cursillo que han creído en
mí y me animaron continuar escribiendo para el Cursillo Nacional y a compartir los
frutos de nuestro trabajo en la Diócesis de Providence, R.I.
Fr. Frank Salmani
capitulo Uno
Ideales y Expectativas
Uno de los problemas con esta enseñanza es que Jesús nos marca
unos ideales y unos patrones a los que no estamos acostumbrados
en la sociedad actual. Nos aflige el síndrome de lo que me gusta
llamar "No eleven el puente, bajen el río". Tomemos, por
ejemplo, el sistema educativo. Una de las preocupaciones de los
educadores en los años sesenta y setenta era ofrecer igualdad de
oportunidades educacionales a todas las gentes. Esta es,
ciertamente, una meta respetable. Desgraciadamente, hemos
emprendido el camino equivocado hacia esa meta. En lugar de
proveer la mejor educación en nuestras escuelas, hemos hecho
cosas tales como rebajar los requisitos de admisión, reducir los
requisitos de graduación, rebajar los requisitos que los maestros
deben reunir para enseñar en nuestras escuelas. Lo que hemos
hecho no es subir el puente, sino bajar el río. En otras palabras,
hemos rebajado las normas de excelencia de la Universidad X para
que los estudiantes pobres puedan entrar en ella. En teoría suena
bien, pero lo que ocurre es que no sólo los estudiantes pobres siguen
sin beneficiarse, sino que ahora la excelencia de la Universidad ha
disminuido. Todos salirnos perdiendo. En lugar de satisfacer las
necesidades individuales, bajamos las normas y decirnos "iVengan
todos!" Sé de una escuela intermedia en la que el primer día de
clases se le dice a los estudiantes que no importa lo que pase, todos
se graduarán. i Vaya incentivo para el aprendizaje! ¿Qué motivación
mostrarán los estudiantes si saben que, no importa cuánto se
esfuercen, al final del curso todos aprobarán el grado? ¿Le habremos
servido bien a esos estudiantes? i En absoluto! Simplemente dijimos
que las normas eran demasiado altas y era necesario bajar el río. Lo
que en efecto hemos hecho es fallar en reconocer que, aunque todos
somos iguales, no somos todos el mismo-somos iguales, pero
diferentes.
a. un dirigente Cristiano?
b. un dirigente de Cursillo?
2 Samuel 7: 18-29
Mateo 26:36-42
Lucas 6:12-16
2 Corintios 13:5-9
Capítulo II
Ya hemos dicho que a pesar de que Jesús invita a todos a seguirlo, Él nunca diluye su
mensaje. Siempre llama a la gente a abrazar los ideales más elevados posibles. No todos
fueron llamados a formar parte de los Doce, pero todos fueron llamados a la perfección y a
la santidad. Lo mismo es cierto referente al Cursillo. Todos hemos sido llamados a abrazar
totalmente el Cuarto Día, pero algunos hemos sido llamados a realizar una obra especial
en el Movimiento de Cursillos. No todos serán llamados a formar parte de la Escuela de
Dirigentes. Cada uno deberá discernir su propio llamado. No podemos diluir los principios
del Cursillo o de la Escuela de Dirigentes por miedo a dejar a alguien fuera. Entonces,
¿cómo podremos discernir dónde Dios nos quiere? La respuesta es sencilla: mediante la
oración.
La oración no es simplemente una empresa personal. No es sólo para "mí". David Knight
habla de la "oración del encuentro", la que él describe como "reflexionar en la Palabra de
Dios hasta que lleguemos a decisiones que cambien nuestras vidas ... La oración que no
afecta nuestra vida, simplemente no es oración, no importa cuan bien se sienta".' Es por
ello que la Piedad y el Estudio no pueden estar separados de la Acción. Sin nuestro
testimonio apostólico la oración se reduce a un mero ejercicio egoísta. Es como hacer
dieta durante la cuaresma, no porque deseamos ayunar, sino porque querernos perder
peso. Para Jesús, la oración nunca fue para El solamente. Siempre fue dirigida a realizar la
obra y la voluntad del Padre.
"En comunión" -ahí está el centro de la oración: trabajar para y con Dios para ayudar a
hacer realidad su Reino. Orar es trabajar con Dios. Todo lo que hacernos para Dios
comienza con oración, termina con oración y se sostiene con la oración. Es bueno notar
que el término "liturgia" significa "trabajo". La liturgia, en cualquiera de sus formas, es
trabajo hecho para Dios, de modo que nos nutra y así podamos trabajar en beneficio de los
demás. Consideremos por un momento las palancas. La palanca es un ejemplo perfecto de
oración como parte de la obra de Dios. Ofrecernos sacrificios por los demás-ese es el
corazón de la palanca. Además, cuando consideramos la oración como parte de la obra de
Dios, nuestro propio "obrar" nos resulta menos trabajoso y más liviano; ya no nos parece
una tarea.
5. Las obras y la oración están entrelazada. Unen las dimensiones vertical (divina) y
horizontal (humana) de la vida.
2. El término "liturgia" viene de una palabra griega que significa" obra". ¿Qué implicaciones
tiene este significado en relación con la Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística
durante la Misa?
3. Si la oración y las obras van mano a mano, entonces, ¿qué significa ser una comunidad
de oración?
La Humildad y Servicio
Lecturas de las Sagradas Escrituras:
Lucas 17:7-10
Filipenses 2:5-1
Capítulo III
En el proceso de discernimiento es esencial escuchar con el corazón.
Mientras reflexionamos sobre nuestro llamado de Dios y estudiamos las
Escrituras, necesitamos escuchar con el corazón para poder entender cómo
la Palabra de Dios se relaciona con nuestras vidas. ¿Qué impacto tienen las
Escrituras en nosotros? Es necesario visualizar las Escrituras de esta manera
puesto que no solamente estamos tratando con unos conceptos teológicos o
filosóficos, sino una Palabra viviente, enraizada en la persona de
Jesucristo; y por lo tanto la persona de Jesús se convierte en nuestro
modelo y guía. En la persona de Jesús encontrarnos el modelo de servicio y
humildad para lodos los que responden al llamado de Dios.
"Así que se fue para el desierto donde se podía enfrentar con los hechos ...
y entonces habiendo rechazado las tentaciones, habiendo descartado todas
sus ambiciones, inmediatamente regresó del lugar solitario a predicar lleno
de la autoridad de Dios. "
A Jesús se le ofreció santidad, pero San Pablo nos dice que Él no adhirió a
ese estatus, sino que se "rebajó" a Sí mismo. En el desierto Jesús aceptó
algo que todo dirigente eventualmente tiene que enfrentar: el peligro de la
autoridad es cuando viene con la tentación de la ambición. A Jesús se le
dio un estatus elevado y Él se dio cuenta que la primera cosa que tenía que
hacer era deshacerse de todo orgullo y ambición. De otra manera, sería
imposible ser verdadero siervo de Dios. Para deshacerse uno de la
ambición, es más fácil decirlo que hacerlo. El Dr. Peck habla cómo la
tentación de la ambición está ahí para todo aquel que es dirigente, sea
religioso o secular.
"Así que hablé de Jesús deshaciéndose de su ambición para que pudiera ser
completamente la autoridad de Dios o una vasija vacía del Espíritu de Dios
y la sabiduría ... Esto es engañoso. Aquéllos que tienen la vocación del
poder son por naturaleza personas ambiciosas. Dios no llamaría a alguien a
ser dirigente sin darle por lo menos un sabor de lo que es poder."
Cuando Dios nos llama a ser líderes, Él lo hace porque ve esos dones
especiales que los líderes tienen que les permite hacer el trabajo
evangelizador del Señor. Desdichadamente, si estos dones no son usados
propiamente el "poder" que se nos ha dado puede actualmente trabajar en
contra de la causa de Dios. Al hablar de cualquier tipo de liderazgo, o,
como él lo llama posición" gerencial", el Dr. Peck concluye:
"Antes que se pueda asumir una posición de liderazgo con toda civilidad, el
gerente tiene que refinar su gusto poderosamente. Definiendo la ambición
como la sed por el poder para uno mismo, para el bien de uno, tiene que
quitárselo todo hasta que lo único que quede sea la sed de servir a otros.
Solamente entonces podrá el gerente convertirse en un verdadero líder
servidor,"
Hay dos clases de poder. El primer tipo de poder es para nosotros, un poder
que tenernos sobre las personas. El segundo tipo de poder es el poder que
le da poder a otros -el poder que permite que otros sean responsables y
tengan que dar cuentas. Es el segundo tipo de poder que los líderes y los
apóstoles reciben de Dios. Este es el poder que se comparte y no se guarda
para uno. En la carta a los Filipenses se nos dice que Jesús experimentó un
vacío de Su persona. Jesús se despojó de todo lo que era Suyo y digno de Su
santidad. i Sin embargo la ironía es que al despojarse Él no perdió nada! No
perdió su piadoso poder ni su autoridad. Es más, Pablo nos dice que Dios lo
exaltó y lo exaltó en lo más alto. Jesús no mantuvo Su poder para Sí mismo.
Se vació de toda ambición.
Hay una lección aquí para todos los que acepten el llamado al apostolado.
Muy a menudo vemos el poder y la autoridad basado en "el que tiene la
batuta." Recuerden, sin embargo, que mientras más grande el poder", más
grande el llamado al servicio. Por eso es que los documentos del Vaticano II
nos recuerdan que aún el magisterio, la oficina de enseñanza de la Iglesia
no está sobre todo -la Iglesia es el servidor del Evangelio. " ... este
magisterio no es superior a la Palabra de Dios, pero es su servidor. "Si
estamos llamados a ser líderes Cristianos, entonces podremos servir a
todos en nuestros ambientes.
Si nos llaman a servir al Cursillo a través de la Escuela de Dirigentes, no
es un llamado" superior", sino un llamado a comprometernos a más
servicio. Servir en el Secretariado no es una posición" más alta" de
poder, solamente un llamado a más compromiso y más servicio. El
Director Laico y el Director espiritual no están "más arriba" o en una
posición más exaltada, simplemente son llamados a servir más que los
demás.
Mateo 4: 1-11
Efesios 6:5-17
Capítulo IV
Ya hemos dicho que cuando a Jesús le fue dada la tremenda tarea de ser el
Mesías, Él inmediatamente se despojó de toda tentación de ambición. Se
vació de todo lo que El merecía como Dios para poder ser un auténtico
servidor del Padre. El ejemplo de humildad que nos muestra Jesús es un
recordatorio de que la primera cosa que un líder debe hacer es desechar
toda ambición y deseo de poder. El líder debe ser el que habilita y motiva a
otros y que libremente les da el poder que tiene. Cuando hablamos de ser
un líder por Cristo, el asunto no es uno de control, sino de servicio, y
responsabilidad. Es muy importante para los líderes, el deshacerse de toda
ambición porque, como mencionamos en el capítulo anterior, los líderes
por su naturaleza propia son personas ambiciosas. Ellos tienen ese espíritu
de iniciativa y la motivación que los hace diferentes a sus seguidores. Es
muy fácil para cualquier líder, especialmente los líderes Cristianos, ser tan
llenos de sí mismos que sus ambiciones se llevan lo mejor de ellos.
¿Cuáles eran esos tres demonios de ambición que Jesús enfrentó de acuerdo
al Dr. Peck? En la primera tentación, el demonio le pide a Jesús convertir
piedras en pan. A primera vista esto parece inofensivo. Después de todo,
Jesús había estado en ayuno durante 40 días y ya en ese momento tendría
hambre. ¿Qué hay de malo en que un hombre en ayuno quiera comer?
Recuerden, sin embargo que el demonio es astuto. Satanás nunca nos
tienta con algo que parece malo a primera vista. Satanás generalmente nos
seduce con algo que parece inofensivo a primera vista.
Esto es lo que él hace con Jesús. Él le dice, "Come, tú tienes hambre. Dios
no quiere que mueras de hambre, ¿verdad que no?" La verdadera tentación
no tiene nada que ver con comer o no comer. Jesús no fue tentado con
comida, sino con el miedo a morir de hambre. ¿Qué quiere decir esto? Muy
simple, es un principio de la vida que quiere decir que cuando uno está en
la cima, sólo hay una forma de bajar. El miedo a morir de hambre significa
que lo suficiente nunca es suficiente. Jesús era el Mesías. No había más
dignidad y poder que Él pudiera pedir. El demonio le dice, "Agárrate a lo
que tienes o lo perderás."
"Hay una profunda tendencia cuando uno alcanza una alta posición en los
negocios, de aterrorizarse con la idea de perderlo y por lo tanto una
profunda tentación de sacrificar la propia integridad con tal de no
perderla ... una regla que gobierna el uso civil del poder... es 'Olvidare
asegurar tener trabajo'... El punto es tener el poder. El punto en la
civilidad, sin embargo es, tener poder es tener la oportunidad de servir.
En segundo lugar, Satanás le pide a Jesús que se tire del peñasco. Aquí
Satanás está diciéndole a Jesús Pruébate a ti mismo, muéstrale a todos
cuán grande y poderoso eres. La tentación que los líderes confrontan aquí
es pensar que necesitamos probarle a los demás que grande y poderosos
somos, pero cuando alguien tiene necesidad de esto, mi primera pregunta
es: ¿A quién están tratando de convencer? ¿A ellos mismos? ¿¡los demás? Un
líder necesita dirigir. Un líder no necesita probar que es líder. No
necesitamos usar nuestras posiciones de poder y autoridad como una carta
debajo de la manga. No tenernos nada que probar a nadie. Muy
frecuentemente cuando los líderes sienten que tienen que demostrar que lo
son, es realmente un problema de estima personal.
Aquéllos que confían en Dios y en las cualidades que Dios les ha dado, no
necesitan ostentar el hecho que son líderes. No tenernos que ser como el
matón que necesita impresionar con su fuerza para probar que él es el jefe,
los líderes Cristianos y los dirigentes cursillistas no necesitan probar nada a
nadie. Cuando Dios nos llama, ese llamado es toda la afirmación o prueba
que uno necesita.
Dice san Pablo que cuando Jesús se ofreció por nosotros, su presencia llenó
el ambiente con una agradable fragancia Esto es lo que ser discípulo debe
hacer por los demás. No llevamos a otros hacia nosotros, sino a Cristo.
Nosotros no somos el punto central. Por nuestras obras nos conocerán
nuestras obras serán llevar el mundo a Cristo en nuestro Cuarto Día. Por el
poder del Espíritu Santo podemos evita estos demonios de ambición y
mantener nuestro enfoque en servir sólo a Dios.
5. Para saber la clase de líderes que somos, podemos hacernos esta simple
pregunta: ¿Dónde está mi corazón?
Apreciación o Autoplacer
Lecturas de las Sagradas Escrituras:
Capítulo V
Ya hemos discutido las tres tentaciones que todo líder confronta: el miedo
de perder nuestra seguridad que nos empuja a siempre luchar por
mantenernos en el poder; la necesidad de probarle a los demás cuan
grandes somos; y el deseo no de servir, sino de ser un líder ("iSí sólo
pudiera conseguir ese puesto de poder, las cosas serían diferentes! "). Estas
tentaciones alimentan el deseo humano por el control, el poder y el
reconocimiento. Nos ofrecen placer personal, pero no son en sí capaces de
satisfacernos totalmente. La diferencia entre apreciación y placer personal
es la diferencia entre amor y control.
Simplemente existen una junto a la otra (¡Al menos así parecen existir en
mi patio!). A la puesta del sol le encanta ser puesta de sol, sin importarle si
alguien la disfruta o no, o si hay alguien observándola o no. Algunas flores
traen placer a algunas personas, mientras que a otras, las mismas flores les
producen reacciones alérgicas. ¿Dejan estas flores de ser lo que son? ¡Por
supuesto que no! Son lo que son, nada menos ni nada más.
Los líderes de Cristo deben ser capaces de hacer el trabajo de Dios porque
les satisface hacerlo, no porque les beneficie o para que le admiren.
Amamos nuestro trabajo por lo que es, y a partir de eso continuarnos
adelante. No nos apegamos al mismo ni buscamos poder y control sobre él.
Estoy seguro que mucho de esto suena bastante frío e insensible, pero esa
no es la intención. Todos querernos saber que lo que hacernos importa y
que de algún modo contarnos. U punto es que no tenernos nada que probar
ni a nosotros mismos ni a nadie más. Incluso no tenernos que probar nada .
1 Dios. Él ya nos ama y nos acepta.
Lo que importa es que Dios nos ha llamado a cada uno
para una tarea, para continuar la obra de su Hijo que
comenzó con los doce apóstoles. Él nos ha dado su
Espíritu para que nos dirija y nos guíe.
1 Corintios 1: 10- 17
Filipenses 4: 4-9
Capítulo VI
Antes de pasar al siguiente tema, resumamos brevemente los puntos que
hemos visto ya en este proceso de discernimiento. Primero que nada,
hemos dicho que Jesús nos llama a alcanzar el más grande ideal posible.
Dios no quiere que nos contentemos con menos. Seguir a Cristo, sin
embargo, tiene un precio, pero cuando rebajamos el precio, y las
expectativas e ideales de nuestra vida espiritual, esta sufre.
Tercero, como líderes estamos llamados a ser servidores del ideal Cristiano.
Siguiendo el ejemplo de Jesús, que se vació de todo poder y estatus, a
nosotros se nos pide vaciarnos de toda ambición que existe en nosotros
mismos. Un líder servidor es el que habilita a otros y no se preocupa de su
propia posición.
Esta fue la situación que Pablo encontró cuando visitó la Iglesia de Corinto.
Corinto era una ciudad común a todo el mundo. En Corinto había mucha
gente brillante, inteligente y ambiciosa. Podríamos decir que Corinto
poseía muchos líderes en potencia. La comunidad de la Iglesia estaba viva y
llena de talentos que el Espíritu les había dado, pero tenían un tremendo
problema -había divisiones, secciones y gente luchando por los puestos,
buscando ser importantes. ¿En nombre de quién fueron ustedes bautizados?
Yo sigo a Cefas, yo sigo a Pablo. yo sigo a Apolo. ¿No te suena esto familiar?
Esto es lo que sucede cuando las lealtades dividen a la comunidad y los
miembros pierden su enfoque. ¡Pablo estaba enojado! El pensaba de dónde
vino todo esto. El les recuerda que ellos tienen lealtad con una persona y
que esa persona es sólo Jesús. Él es el único y no se puede vivir sin Él.
Todos los demás son prescindibles.
¿Qué significa lealtad con Cristo? Pablo menciona varias condiciones que
son necesarias para servir sólo a Cristo.
Primero que nada, la lealtad con Cristo significa sacrificio y cruz. Pablo
escribe, "De todas maneras, no me envió Cristo a bautizar, sino a proclamar
el Evangelio. ¡Y no con discursos sofisticados! Pues entonces la cruz de
Cristo ya no tendría sentido."¡Cuando seguimos a Jesús, estaremos en un
camino diferente al del resto del mundo. El mundo secular busca poder,
fama, y estatus. Ese no puede ser el caso con nosotros. Si querernos ganar
al mundo al Evangelio, no podemos buscar las cosas del mundo. Si estamos
divididos y confusos como el mundo secular, entonces la gente nos mirará y
dirá: "Ustedes no son mejores que nosotros," y el Evangelio será
simplemente un servicio de palabras vacías dado a Dios.
Segundo, lealtad con Cristo significa nutrir un espíritu de caridad y amor.
Todos deben ver que no somos nada egoístas . .. El Señor está cerca. Al
tratar con la gente en nuestros ambientes y al tratarnos entre nosotros,
debemos tener amor a todas las cosas. La falta de amor divide, distorsiona
y es tierra fértil para que crezca el mal. A Satanás le gusta el desacuerdo,
especialmente entre el pueblo de Dios. El amor debe ser lo primero en
cualquier comunidad, aún cuando tenemos que hacer decisiones difíciles.
Amamos lo que es correcto y hacernos lo que es correcto. Recuerden el
consejo de San Agustín: "Ama a Dios y haz lo que quieras."
Finalmente, lealtad con Cristo significa vivir una vida que es verdadera,
honesta y sincera. Esto significa ser honestos con nosotros mismos. "Por lo
demás, hermanos, fíjense en todo lo que encuentren de verdadero, noble,
justo y limpio; en todo lo que es fraternal y hermoso, en todos los valores
morales que merecen alabanza. Cuando se vive este tipo de vida, estamos
viviendo en un alto estándar de ética donde hacernos lo correcto porque
eso es lo que debemos hacer. No somos movidos por otros o por la opinión
pública; no cedemos a las presiones que nos rodean. Somos personas de
integridad. Jesús nunca le dijo a la gente como vivir su vida. Él
simplemente señaló lo bueno que había en cada uno y después les pidió que
vivieran una buena, verdadera y auténtica existencia. Esta idea es bien
cercana para mí y para cualquier sacerdote. Cuando algunos sacerdotes se
inician en la vida sacerdotal, tratan de poner más importancia en conseguir
la aprobación de los demás. A medida que crecemos y maduramos, se hace
cada día más claro que es más importante hacer lo que es correcto, que lo
que es popular. Un dirigente debe estar dispuesto a defender lo que es
correcto y nunca comprometer sus principios.
2. ¿Qué quiere decir ser una comunidad de una sola mente y un sólo
corazón?
5. ¿Cómo pueden los líderes comunitarios evitar ser divididos por diferentes
lealtades?
1 Corintios 3:5-9
1 Corintios 12:27-31
Gálatas 1: 11- 16
Capítulo VII
Examinemos brevemente esta definición. El Cursillo es un Movimiento, que
es, una dinámica, realidad llena de Espíritu que es de la Iglesia. La misión
del Cursillo es la misión de la Iglesia, llevar el Evangelio a todas las gentes
siendo "fermento" en los ambientes. Tiene su propio método, pero un
método dirigido a ayudar a la persona a ser Cristiano y a descubrir su
vocación personal a la que Dios les ha llamado. El Cursillo no puede existir
sin una comunidad de fe, así como la Iglesia no puede existir sin una
comunidad de fe.
Acuerdos y Compromisos
Lecturas de las Sagradas Escrituras:
2 Corintios 3: 1-6
Hebreos 8:8-12
Capítulo VIII
Todos coincidiríamos en que Dios nos ha llamado a una vocación especial a
través del Movimiento de Cursillos, pero éste no es una llamado totalmente
nuevo. Es el mismo llamado que se nos hizo en el Bautismo, en la
Confirmación y renovado cada vez que celebramos la Eucaristía o cualquier
otro Sacramento. Es el mismo llamado que Dios nos hace cada día al
despertar de nuestro sueño.
En este libro estamos reflexionando sobre el llamado de Dios, qué significa
responder a su llamado y qué significa ser un discípulo, un siervo, un líder,
un Dirigente de Cursillos. Nuestro propósito en este proceso de
discernimiento es muy sencillo, completar la oración: "Dios quiere que
yo ... " No estamos aquí para debatir el Cursillo, ni para discutir cuál
deberá ser su esencia, sino simplemente para discernir dónde Dios nos está
llamando y qué herramientas necesitamos para responder a ese llamado.
"A ver ustedes que andan con sed, ¡vengan a las aguas! No importa que
estén sin plata vengan; pidan trigo sin dinero, y coman, pidan vino y leche,
sin pagar. ¿Para qué van a gastar en lo que no es pan y dar su salario por
cosas que no alimentan? Si ustedes me hacen caso, comerán cosas ricas y su
paladar se deleitará con comidas exquisitas. Atiéndanme y acérquense a
mí, escúchenme y su alma vivirá. Voy a hacer con ustedes una alianza para
siempre, para darles los bienes que tengo prometidos a David."
"Busquen a Yavé ahora que lo pueden encontrar, llámenlo ahora que está
cerca. Que el malvado deje sus caminos, y el criminal sus proyectos;
vuélvanse a Yavé, que tendrá piedad de ellos, a nuestro Dios, que está
siempre dispuesto a perdonar. Pues sus proyectos no son los míos, y mis
caminos no son los mismos de ustedes, dice Yavé. Así, como el cielo está
muy alto por encima de la tierra, así también mis caminos se elevan por
encima de sus caminos y mis proyectos son muy superiores a los de
ustedes."
"Como baja la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá sin haber
empapado la tierra, sin haberla fecundado y haberla hecho germinar, para
que dé la simiente para sembrar y el pan para comer, así será la palabra
que salga de mi boca. No volverá a mí con las manos vacías sino después de
haber hecho lo que yo quería, y haber llevado a cabo lo que le encargué.
"(Isaías 55: 1-11).
En tiempos antiguos no era raro que las naciones grandes invadieran las
pequeñas villas y conquistaran a sus gentes. Después de la invasión, se
establecía un acuerdo. La tribu de la pequeña villa pertenecía ahora a la
gran nación y ésta, a cambio, proveería para las gentes de la tribu, y si
alguien intentaba hacerle daño a la tribu, la nación vendría en su defensa.
Tenemos aquí un ejemplo clásico de alianza. Es esto lo que Dios hace.
Toma un pueblo sin identidad y lo hace propio. Le da la Ley a seguir y le
promete que siempre estará presente. Dice Dios, "Yo seré vuestro Dios y
ustedes serán mi pueblo," en todo momento, en toda circunstancia, y, a
cambio, Él nos pide ser fieles a Él. Jesús inaugura esta alianza, aunque
sería más preciso decir que Él "renueva" la alianza que Dios estableció con
su pueblo desde tiempos antiguos.
Aunque es muy difícil para nosotros guardar una alianza (como lo atestigua
la alta incidencia de divorcios), no es del todo imposible. El profeta
Jeremías nos dice cómo es posible dicha alianza ...
"Ya llega el día, dice Yavé, en que yo pactaré con el pueblo de Israel (y con
el de Judá) una nueva alianza. No será como esa alianza que pacté con sus
padres, cuando los tomé de la mano, sacándolos de Egipto. Pues ellos
quebraron la alianza, siendo que yo era su Señor. Esta es la alianza que yo
pactaré con Israel en los días que están por llegar, dice Yavé: pondré mi
Ley en su interior, la escribiré en sus corazones, y yo seré su Dios y ellos
serán mi pueblo. Ya no tendrán que enseñarle a su compañero, o a su
hermano, diciéndoles: "Conozcan a Yavé." Pues me conocerán todos, del
más grande al más chico, dice Yavé; yo entonces habré perdonando su
culpa, y no me acordaré más de su pecado?" (Jeremías 31:31-34)
Uno de los temas de San Pablo es que nuestras vidas deben estar ofrecidas
a Dios como un "sacrificio vivo de alabanza." Cuando respondemos al
llamado de Dios de esta manera, podremos perseverar en nuestro
compromiso a Él y encontraremos nuestro servicio hacia Dios más alegre y
menos pesado. Cualquier cosa que hagamos, si la hacernos teniendo en
mente la presencia de Dios, podremos santificar y consagrar todo nuestro
trabajo. Al final del Cursillo se nos dice "Cristo cuenta contigo." Él está
contando con nosotros porque somos Su pueblo especial y Él es nuestro Dios
-a todas horas, a cada momento, en todas las circunstancias de la vida.
Cristo está contando con nosotros totalmente y completamente, como
dirigente Cristiano o como dirigente de Cursillo, y siempre fortalecidos por
Su gracia.
2. Todo lo que hagamos para Dios, debemos darle el cien por ciento
porque El se ha dado totalmente a nosotros.
4. ¿Cuáles son los medios que nos pueden ayudar a mantener nuestro
compromiso con Cristo y Su trabajo?
Capítulo IX
Una de las cosas que San Pablo entendió acerca de su vida espiritual fue
que su fortaleza no venía de él, sino del Señor, por eso es por lo que San
Pablo puede decir que "las 'locuras' de Dios tienen más sabiduría que los
hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres".
Pilato veía el poder de Jesús como poder político, pero el Reinado de Jesús
no tenía nada que ver con poder político, sino con poder espiritual. Si
nosotros vamos a responder el llamado del Señor para ser verdaderos
dirigentes-servidores, entonces también tenemos que buscar el poder
espiritual. Tristemente, incluso dentro de los círculos religiosos nosotros a
menudo usamos más tiempo tratando de adquirir poder político, en vez de
dejarnos de ambiciones y confiar en la Gracia de Dios.
3. ¿Cuáles son los obstáculos que existen para alimentar el poder espiritual?
Lucas 9:23-27
1 Timoteo 3:1-13
Capítulo X
Jesús escogió a doce hombres para ser sus apóstoles. Estos hombres
formaron la fundación, los cimientos de la misión de Cristo, una fundación
de testimonio apostólico que continúa hasta el día de hoy. Al mirar la
compostura de este grupo, podríamos pensar, "¿Por qué a estos doce
hombres?" Estos doce no eran la crema de la cosecha. La mayoría de los
apóstoles no tenían educación, ni se rodeaban con los de la alta sociedad.
Para mejor decir, estaban muy desconectados con los líderes religiosos de
esa época. Es más, si miramos a los doce, podemos considerar que es
realmente un milagro que la Buena Nueva llegó más allá de Jerusalén! A
pesar de todo esto, Jesús escogió esos doce hombres. ¿Qué era lo que
tenían estos hombres que atrajeran a Jesús? En realidad, al considerar el
hecho que Jesús nos llama a ser apóstoles, podríamos hacernos la misma
pregunta sobre nosotros mismos ¿por qué nos querrá Dios a nosotros? Sin
embargo Jesús escogió los doce apóstoles y Él nos llama para continuar Su
trabajo.
Quizá necesitamos reflexionar cuáles son las cualidades necesarias para ser
un discípulo, un apóstol, un líder. Para ayudarnos, en este capítulo
revisaremos tres fuentes: dos de la Sagrada Escritura y una de nuestra
literatura de Cursillo.
Primeramente, miremos las cualidades del discipulado que Jesús nos revela
en Lucas 9:23-27. Hay varias cualidades esenciales que Jesús nos cita.
Primeramente, el apóstol debe negarse a sí mismo. Esto no es un concepto
nuevo. Todo tiene un precio. Cualquier cosa que valga la pena envolverá
una inversión de tiempo, dinero, energías, talentos o una combinación.
Todo en la vida es a costa de algo. No hay nada gratis.
Jesús nos dice que un discípulo tiene que estar dispuesto a cargar su cruz
de cada día. Seguir el camino de Jesús no es fácil; nos cansaremos,
estaremos solos y frustrados. Ridiculizarán nuestra fe y muchas veces
hacer el trabajo del Señor será una carga. Ser discípulo significa que
muchas veces el camino no será suave. El dolor y el desengaño serán
parte de nuestra vida. Por eso es que Jesús nos advierte sobre vender
nuestra alma. Lo único que importa en la vida es fidelidad a Dios.
Solamente vale arriesgarse por la vida que el Señor ha forjado para
nosotros. Cuando mantengamos a Cristo como nuestro enfoque e ideal,
podremos tomar nuestra cruz diariamente y comprender que Cristo nos
ayuda a llevar la carga que conlleva el discipulado.
Jesús nos dice que no nos avergoncemos de nuestra fe. Un dirigente tiene
que sentir orgullo de ser Cristiano. No tenernos que disculparnos por ser
Cristianos, Católicos o cursillistas. Ni tampoco tenernos que disculpar lo
que el Movimiento de Cursillos cree importante. Muchas veces terminamos
defendiendo lo esencial del Cursillo ante aquéllos que no pueden o no
quieren aceptar el llamado. Como dirigentes de Cursillo tenernos la
obligación de mantener firme lo esencial del Cursillo. No tenernos nada
de qué avergonzarnos.
La gente nos acusará de ser muy rígidos; pero acaso seguir lo que
creemos y lo que es correcto, ¿es eso ser rígido o simplemente ser
fieles? En segundo lugar, miremos la Primera Carta de Timoteo.
Los líderes tienen que ser sinceros, honestos y justos. No podemos sentir
miedo, debemos sostenernos en la verdad y defender lo que es correcto. Es
fácil regar las cosas esenciales, enmendarlas, adaptarlas y cambiarlas de
manera que sean más convenientes para nosotros. Los dirigentes deben
evitar esta tentación. Una vez que comenzarnos a tratar de cambiar las
cosas esenciales, cambiamos lo que somos. Esta es la verdad de nuestra
fe y es la verdad sobre lo esencial del Movimiento de Cursillo.
"Que en todas esas almas, unidas para un fin común, haya una sola
alma: ilaTuya, Jesús! Y que esta alma permita reconocer en todos los
rostros Tu bondad atrayente, en todas las palabras Tu acento
conmovedor, y en el conjunto de su obra algo que sea superior al
mundo, algo que proclame Tu acción ... Amen. "
5. Nadie puede ser un líder efectivo sin la gracia de Cristo y el Espíritu que
nos capacita con la caridad sobrenatural.
2. ¿Cuáles son las cualidades de liderazgo más fáciles para ejercer? ¿Cuáles
son las más difíciles?
Capítulo XI
Jesús no estableció una Iglesia institucional como la conocernos hoy, pero
sí encomendó a sus seguidores continuar la misión (trabajo) que Él mismo
comenzó. Jesús, antes de despedirse de los apóstoles, les encomendó esto:
"Vayan pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos". Además,
les encomendó que fueran no solamente a propagar la Buena Noticia, sino
también a inspirar e invitar otros a propagar el mensaje y a encontrar otros
discípulos, "estudiantes" del Evangelio capacitados para continuar la misma
misión de los primeros apóstoles.
En este comentario de Mateo, WiIliam Barclay nos dice que en este último
encuentro entre Jesús y los apóstoles, Él les dijo tres cosas: primero que
nada, Jesús les asegura el poder Divino de Dios. Detrás de todas sus
palabras y obras estará la autoridad de Dios. No estarán propagando el
Evangelio por su propia cuenta, sino que estarán haciendo el trabajo del
Padre y pronunciando Sus palabras. Segundo, Jesús les prometió estar
siempre con ellos.¡ Imagínese lo tambaleante que era esta tarea!
Solamente once personas fueron enviadas a predicar el Evangelio por todo
el mundo. ¿Cómo pudo un grupo tan pequeño literalmente conquistar el
mundo para Cristo? Sólo con la presencia del Espíritu siempre en ellos
pudieron conseguir tan respetuosa tarea. Finalmente, Jesús les encomendó
a "bautizar"; esto es, ganarlos para Cristo para que ellos mismos a su vez se
cconviertan en proclamadores del Evangelio.
Para ayudarnos a comprender el verdadero sentido de esta comisión,
debemos considerar primeramente qué significa ser llamado a ser
"seguidor" de Jesús. Ser "seguidor" en el lenguaje griego se usaba de varias
maneras. Se refiere a un soldado quien sigue a su comandante. También se
usaba para referirse a los esclavos que servían a su maestro. La palabra
también implica, obediencia -poner nuestro ego a un lado y estar atento a
su amo. Otro sentido de ser seguidor es, que uno se apegue a su señor para
sacar un favor -en el caso de Jesús, lo seguirnos para poder compartir con
Él la vida eterna. La palabra también implica dejarlo todo atrás para seguir
esta nueva forma de vida. En cada caso, la palabra "seguidor" implica que
tenernos que dejar a un lado todo nuestro ego y darnos los unos a los otros
en servicio y obediencia.
¿Qué significa todo esto según se aplica a los dirigentes de Cursillo y a otros
cursillistas? Primeramente, todos hemos sido llamados por el bautismo a ser
discípulos, estudiantes de Jesucristo. En el bautismo se nos encomendó
compartir en la misión de ser reyes, profetas y sacerdotes de Cristo. Dentro
de ese cuerpo bautizado hay ciertos líderes quienes ayudan a llevar de una
forma muy especial el mensaje del Evangelio a los demás. Estas son las
personas que han dedicado consagrar sus vidas a la vida religiosa. Además
p
tenemos líderes laicos. A estos no se le ha dado una orden jerárquica, sólo
han sido llamados a servir a la comunidad de fe. Sin este cuerpo de líderes,
la amplia comunidad no tendría propósito ni dirección.
5. Hay tanto trabajo por hacer para limitar el liderazgo sólo a unos pocos
seleccionados. Como dirigentes de Cursillo debemos estar dispuestos a
permitir que otros compartan nuestro trabajo.
Capítulo XII
Aunque somos llamados a ser líderes de alguna clase y estamos fortalecidos por el
Espíritu Santo para conducir a los demás sirviéndoles, todavía existe una cierta
estructura y organización. Tan pronto tengamos más de una persona en un salón,
necesitamos alguna clase de reglas de orden. Hasta en los primeros días de la
Iglesia, se desarrolló una clara estructura de liderazgo. Para propósitos nuestros
necesitamos tomar en cuenta cuál es el mejor modelo de liderazgo para el
Movimiento de Cursillos. En orden de determinar el mejor modelo de liderazgo,
podemos mirar el libro del Doctor Peck," donde él describe cuatro estilos de
liderazgo o uso de poder. Para respetar el trabajo de Dr. Peck, usaremos la
terminología que él usó. Aunque algunos de los términos parece ser que no
apliquen, las ideas básicas serán obvias.
¿Cómo funciona la Iglesia? Por la mayor parte, la Iglesia combina dos de estos
estilos de liderazgo, el estilo partícipe y el consultante, dependiendo en la
persona que esté encargada. Los líderes más conservadores dependen más del
modelo consultante, mientras el líder más liberal o líder tolerante delega más y
no tiene que estar envuelto en todas las decisiones o acciones. La Iglesia
"institucional" y las comunidades más tradicionales tal vez tienden a seguir el
estilo consultante con más frecuencia, mientras las Iglesia locales y de
comunidades más pequeñas puede que adopten el estilo partícipe.
¿Qué estilo iría mejor con el Movimiento de Cursillos, en particular, con la Escuela
de Dirigentes? En general, la tendencia (por lo menos en teoría) es de seguir el
modelo de consenso ya que estamos tratando con un grupo todos dirigentes.
Repito, este estilo es difícil de mantener. Significa soportarse unos a otros y
R
apoyarse el uno al otro. Significa ser una comunidad de una sola mentalidad, un
sólo corazón, espíritu y mentalidad. La imagen que San Pablo usa del cuerpo es
una imagen apropiada para el modelo de consenso, porque todas las parte del
cuerpo deben trabajar unidas para que el cuerpo funcione. Si un miembro del
cuerpo se revela o algunos miembros no ofrecen soporte, es el cuerpo entero
quien sufre.
Para poder llevar a cabo las diferentes tareas del Movimiento de Cursillos, es
necesario, el modelo partícipe de liderazgo. Existen muchas tareas que deben ser
la responsabilidad de varios individuos o comités. Esta es la finalidad de los
comités de Precursillo, Cursillo y Poscursillo. Estos dirigentes asumen diferentes
rresponsabilidades que ayuda a mantener el Movimiento de Cursillo funcionando.
Una vez más, un individuo o comité no tiene derecho a hacer normas o cambiar lo
esencial; ellos deben dedicarse simplemente a llevar a cabo el importante trabajo
del Movimiento. En todas las cosas e incidentales que ocurren a diario, es
necesario un consenso para ayudar a mantener la comunidad funcionando como un
cuerpo unido.
3. ¿Por qué son necesario algunas veces los cuatro estilos dentro de una
comunidad?
4. ¿Cómo se está empleando dentro de la Iglesia y en el Movimiento de
Cursillos cada estilo de liderazgo?
Un "Cuerpo" de Dirigentes
Lecturas de las Sagradas Escrituras:
Corintios J 2: J 2-26
Capítulo XIII
¡Que maquina tan maravillosa es el cuerpo humano! Hay tantos diferentes tipos de
células en el cuerpo humano,células de nervios, de sangre, de músculos, etc. Cada
clase de célula tiene una función distinta y juntas ayudan a que el cuerpo trabaje
como un ser completo. Las células trabajan juntas tan bien porque cada una
ejerce su propia función. No se celan unas a otras-las células de sangre no se
ofenden por no ser células de nervios. Las células no van a votación para saber
cómo van a trabajar. Ellas trabajan según su propia función. Cuando esto no
sucede, entonces el cuerpo sufre. Cuando células del estomago se rebelan, nos da
indigestión. Cuando las células del cerebro no funcionan apropiadamente,
podemos quedar con una enfermedad mental o con daño en el cerebro. Cuando las
células de la sangre no funcionan correctamente, esto puede conducir a cáncer o
leucemia. El punto es, que cuando cada parte individual del cuerpo no funciona
apropiadamente, el cuerpo se enferma.
Es una imagen tan apropiada la que usa San Pablo cuando él se refiere a la Iglesia
como un cuerpo, porque al igual que un cuerpo, todos los miembros de la Iglesia
tienen que funcionar bien para mantener a la Iglesia sana. Por lo tanto, somos el
Cuerpo de Cristo; Jesús es la Cabeza y nosotros los miembros, células, y como
células en un cuerpo, no podemos funcionar independientemente, mas tenernos
que trabajar unidos para el bien del cuerpo. Si parte del cuerpo está enfermizo,
entonces tiene que ser curado o la parte enferma tiene que ser removida. Hay que
hacer todo lo posible para mantener el cuerpo sano. Esto es cierto del Movimiento
de Cursillos y sus dirigentes. Nosotros, como dirigentes, somos como las células
del cuerpo que tienen que funcionar bien para mantener sano el Movimiento de
Cursillos. El problema con mantener sanos a la Iglesia o movimientos como el
Movimiento de Cursillos es que muy frecuentemente vemos a la Iglesia como una
organización y no como un cuerpo. Si pudiéramos distinguir entre los dos, veremos
lo que esto significa en términos de mantener a la Iglesia o cualquier movimiento
lo más sano que sea posible.
De esta misma manera, la Iglesia y sus movimientos operan como un cuerpo. Cada
miembro o célula tiene una función en el cuerpo. Cada función es diferente y cada
parte no funciona de cualquier manera. El Director Laico no es el Consejero
espiritual. El Consejero espiritual no es el Rector/a del Cursillo. Cada persona
tiene su propia función. ¿Cómo se mantiene esta estructura unida? Se Mantiene
unida por el poder unificador de Jesús. Estando atentos a la Cabeza, cada
miembro del cuerpo desempeña su propia función; y ¿cuáles son las reglas de
orden dentro del Cuerpo de Cristo? Muy sencillamente, para que el Cuerpo de
Cristo funcione apropiadamente, sus líderes se tienen que concernir con el
servicio, auto entrega y sacrificio, no con la posición social o con el
reconocimiento.
Jesús nos ha dejado una gran misión de llevarle el mundo entero hacia Él. Si la
Iglesia y nuestro Movimiento de Cursillo van a ser las fuerzas en el mundo,
debemos de marchar no tanto como una organización, sino más bien, como un
cuerpo -El Cuerpo de Cristo. Consideren la Santísima Trinidad como la imagen
perfecta de comunidad que funciona como un cuerpo. No hay celos dentro de la
Santísima Trinidad ni tampoco competencia. Cada persona conoce Su propia
función dentro del Cuerpo de la Santísima Trinidad. "Las tres personas de la
Trinidad trabajan como una sola unidad. No actúan independientemente una de la
otra. Al mismo tiempo ... cada persona de la Trinidad tiene su propia función, es
distinta y única."Hemos oído la frase que dice "Hemos conocido al enemigo y
somos nosotros." Frecuentemente, somos nuestros peores enemigos. Satanás no
sólo tratará de destruir la Iglesia solamente por fuera. El es el maestro de
conflictos y divisiones, y las organizaciones son terreno fértil para tal discordia.
Frecuentemente hablamos de unidad dentro de la Iglesia, unidad entre Cristianos,
pero "la unidad verdadera de la Iglesia no debe de ser organizada, sino más bien
ejercida". Es más importante "ser" Iglesia que ser "una" Iglesia. La misión de Cristo
no tiene nada que ver con organizaciones, sino más bien, con un espíritu de fe que
nos empuja a llevar la Buena Nueva a todos. Es por eso que Jesús no estableció
una Iglesia o religión organizada. Su misión está basada en una declaración
u
sencilla pero profunda: "¡Reformen su vida! i El Reino del Cielo está cerca!"
Nuestra función es vivir ese mensaje cada día de nuestra vida, no importa que no
seamos importantes ante los ojos de los demás. Al grado que cada discípulo siga el
llamado de Dios, a esa misma extensión el Cuerpo de Cristo será fuerte, sano y
para siempre vibrante un Evangelio viviente para que todo el mundo lo vea y lo
escuche.
5. Cuando una parte del cuerpo está enfermizo, tenernos que trabajar
juntos para curarlo o remover la parte enferma del mismo.
Madurez espiritual
Lecturas de las Sagradas Escrituras:
Salmos 1, 4
Capítulo
C XIV
Cuando Dios nos llama para que entremos en una alianza con Él, no nos está
pidiendo que hagamos un compromiso fácil. Mantener dicho pacto, o compromiso
es mucho más difícil. Para poder perseverar en ese compromiso que hemos hecho
con el Señor, necesitamos cierta madurez espiritual. Si querernos ser líderes
auténticos, tenemos que comenzar con nuestro propio ejemplo. Si nuestra
espiritualidad es inmadura, esto se reflejará en aquéllos que nos siguen. Claro
está, no es fácil determinar el grado de espiritualidad que poseemos. ¿Cómo
vamos a saber si estamos madurando, creciendo en nuestra relación con el Señor?
No hay ninguna norma establecida para medir el grado de madurez espiritual que
una persona tiene, pero sí hay señales, rasgos que nos enseñan el camino hacia la
madurez espiritual. Es de estas señales que vamos a discutir en este capítulo.
Hay muchas señales de madurez espiritual, pero para nuestra discusión aquí,
usaremos por referencia las características mencionadas por Marsha Sinetar en su
libro, "A Way Without Words" ("Un Camino sin Palabras"). En su libro ella da una
lista de varias cualidades para alcanzar la madurez espiritual. La primera
característica que poseen o exhiben las personas con madurez espiritual es que,
"tienen bien desarrollado un sentido de ética, estética u orden universal de las
cosas." Las personas con madurez espiritual, saben que hacen cosas buenas,
simplemente, porque es lo correcto a hacer.
Finalmente, "los líderes auténticos tienen buen humor, algunas veces tienen que
'ser como niños' (Mt. 18:3-4) y (paradójicamente) saludablemente escépticos"
(cautelosos);" Recordemos que Jesús exhortó a sus seguidores a ser "astutos como
serpientes y sencillos como palomas" (tórtola)." No somos del mundo Jn.17:14),
pero tenernos que estar al tanto del mundo a nuestro alrededor. Al mismo tiempo,
no debemos tomarnos muy en serio. Necesitamos mantener cierta inocencia y
confiar como niños; sin ello, será imposible perseverar en nuestro compromiso con
Cristo. Sin embargo, siempre debemos tomar a los demás muy en serio y tomar el
trabajo de Cristo bien en serio, pero no podemos llevar nuestro Cristianismo como
si fuera una carga pesada.
Tenemos que ser listos como los de la calle, sin dejarnos llevar por los de la calle.
Debemos tener un optimismo ingenuo para creer que Dios puede hacer todo por
aquéllos que creen y confían en Él. Esta característica es particularmente
importante porque mucha gente religiosa lleva su fe como una carga muy pesada.
Se comportan de maneras que nos recuerdan a los Fariseos siempre parecían
deprimidos y caminado como si la vida fuera un constante campo de batalla entre
el bien y el mal (Mt. 23:13 ... ). Como resultado, esta actitud de "Yo soy el que
estoy bien, yo soy muy superior a los demás" (Lc. 8: 11-12), aleja más personas de
Cristo que las que atraen a Cristo. Muchas personas piensan que los que seguimos
a Cristo no podemos ser personas "normales," sin embargo, la normalidad, ¡"ser
Normal" es un pre-requisito para la madurez espiritual! iNo vamos a ganar el
mundo para Cristo si damos la impresión al mundo que quien entrega la vida a Dios
tiene que estar loco o ser un fanático!
Una vez más, la madurez espiritual no sucede de la noche a la mañana. Esto toma
tiempo, trabajo y apertura a la Gracia de Dios, la cual trabaja gradualmente y a
su debido tiempo.
Mateo 20:20-28
Juan 6:60-69
Capítulo
C XV
En una de las escenas más dramáticas en los Evangelios, Jesús, al ver la reacción
de la muchedumbre a su discurso sobre El Pan de Vida, se dirigió a Sus apóstoles y
dijo, "¿Quieren ustedes también irse?" Jesús le pide a los apóstoles en aquel
momento que arriesguen sus propias vidas, que decidan si están con El o contra El.
Jesús toma un gran riesgo en este momento ya que no había nada que mantuviera
a los apóstoles allí. En efecto, aunque los apóstoles fueron escogidos, ellos tenían
la oportunidad de irse. En realidad, los apóstoles eran voluntarios. Pero esto no
influenció su entrega a Jesús. "Yo soy solamente un voluntario." Apuesto que he
oído esto docenas de veces a través de los últimos años-" solamente un
voluntario"; y normalmente esta afirmación quiere decir, "No esperes mucho de
mí. Eres afortunado que estoy haciendo lo que estoy haciendo." Muy a menudo
vemos nuestro trabajo en la Iglesia de esta forma, ¡somos simplemente
voluntarios! Comúnmente, como dirigentes de Cursillo, vemos nuestra entrega al
Movimiento de Cursillos como voluntarios.
Hay un cierto número de problemas con esta mentalidad. Primero que todo, lo
que una persona puede dar a una comunidad en particular no es siempre lo que se
necesita; o lo que alguien quiere dar no es siempre lo que se necesita. Además,
nuestra vocación a través del Bautismo, nuestra entrega a Cristo se transforma en
un enfoque al voluntarismo individual y no el trabajo que se tiene que hacer. Es
verdad, necesitamos personas, pero debido a que lo nuestro es un llamado y una
vocación, los servidores no pueden fijar la pauta al Amo. Es el Amo quien decide y
establece en qué consiste el apostolado.
Muy a menudo, vemos nuestra entrega a Dios y a la Iglesia como nuestra libre
decisión, y por un lado lo es. Dios no nos obliga a que lo sigamos a Él. Somos libres
de aceptar o rechazar Su invitación. Por otro lado, debido a que es un llamado,
nosotros no ponemos términos al convenio. Dependemos de Dios y la Iglesia para
poner condiciones a ser discípulo, apóstol o dirigente. En el Bautismo recibimos un
llamado, una vocación. Ese llamado es a ser discípulos de Cristo, a proclamar la
Buena Nueva y compartirla en oración, alabanza y vida de sacrificio de la Iglesia.
Somos libres de decir "sí" o "no". Si la respuesta es "no" entonces el caso está
cerrado. Si la respuesta es "sí", entonces, no podemos preparar nuestra propia
agenda.
Recuerdo que varios años atrás cuando tenía una maestra de catecismo la cual era
una psicóloga. Su trabajo en el programa de catecismo era preparar a los
estudiantes de segundo grado para su Primera Reconciliación. La descripción de su
trabajo era clara y simple. Al poco tiempo, ella elaboró un programa en el que
ella quería llamar a todos los padres, visitarlos y en efecto hacer un perfil
psicológico de cada familia. Nuestra coordinadora de catequesis le dijo que esto
estaba fuera del campo de trabajo de su posición y que no podía respaldar esto
¡La maestra se indignó! Aquí tenernos un caso de alguien que dio su tiempo a Dios
y a la Iglesia, pero trajo su propia agenda al caso. Esta es una historia que
infortunadamente es muy familiar.
Esto nos puede pasar como dirigentes de Cursillo. Posiblemente queremos darle
nuestro tiempo al Movimiento de Cursillos, pero en nuestros términos. Al igual que
todo en la Iglesia, el Cursillo es un llamado específico a realizar el trabajo de
Dios. Somos libres en responder el llamado o encontrar otra cosa que hacer. Si
decimos "sí" a trabajar como dirigentes de Cursillo, tenemos que seguir la
agenda del Movimiento de Cursillos, la cual sigue la misión de la Iglesia, que es
la extensión de la misión de Cristo. No podemos decir que somos dirigentes de
Cursillo y después hacer nuestra propia agenda y cambiar la agenda que ya existe.
Recordemos que nuestro llamado a ser apóstoles viene del propio Jesús. Él pone
las condiciones al discipulado. Los discípulos no dictan a Jesús los términos de su
aceptación. Ellos deben aceptar el llamado completo o nada. "No es nuestro
llamado al discipulado lo único que no es nuestra elección, sino que tampoco lo es
qué conlleva ni cuál va ser el lugar de nuestro trabajo." Jesús puso limitaciones a
sus discípulos. Él les dijo donde debían ir, que hacer y por cuánto tiempo hacerlo."
" Nunca nadie le dice a Jesús, ¡tu estas exigiendo demasiado. Después de todo, yo
soy solamente un voluntario!" La respuesta de Jesús es simple: "¿Quieres irte
también tú?" Jesús llama. Podemos aceptar Su llamado o encontrar otra forma. Si
aceptamos Su llamado, debemos tomar con seriedad nuestro compromiso con Él.
Además, ¿a quién podríamos ir? ¡Sólo Jesús tiene las palabras de vida eterna!"