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Lope de Vega. El caballero de Olmedo. Edición por J.M. Lope Blanch. Editorial
Porrúa. México, D.F. 1992. PP. 175-229.
Primer Acto.
La obra comienza con Don Alonso, quien es el caballero de Olmedo, con un pequeño
soliloquio acerca de lo cruel que es el amor, y lo declara como una enfermedad.
Aparecen Tello y Fabia, quien es una curandera y Tello al parecer es el criado de Don
Alonso. Fabia se entera que Don Alonso está enfermo de amor, y su amor es Inés de
Medina, a quien la llama flor; le reprende haber apuntado tan alto, ya que la dama ya
está por casarse por alguien elegido por su padre. Don Alonso confiesa haberla visto por
primera vez en la feria de Medina, y la describe como una mujer idealizada, a quien solo
le basta con verla para pensar que realmente Inés está enamorada de él. Después de
escuchar el relato, Fabia promete a Alonso dejarle un papel, autoría de Alonso, en las
manos de Inés, puesto que irá a su casa vendiendo baratijas y lavar ropa.
Después de obtenida la respuesta, Fabia se marcha con toda la ropa que tiene por
lavar. Aparecen en escena don Rodrigo y don Fernando; Rodrigo, al percatarse de que
Inés lo había visto por la ventana para después encerrarse en una habitación para
responder el papelito de Alonso, se queja de que Inés no lo ama con él lo hace. Regresa
Fabia con don Alonso para darle la respuesta, éste lee que Inés intuye sobre su
identidad, y que dejará un listón verde de las chinelas en la reja del jardín de su casa,
con lo cual lo reconocerá en la mañana. Decidido don Alonso para ir, y queriendo
ayudarle a vestirse, Tello es solicitado por Fabia para ir por la muela de un recién
ahorcado, argumentando que es mejor tener a un hombre de compañía y para llevar la
escalera. Mientras tanto, don Rodrigo y don Fernando llegan a la reja del jardín y se
encuentran con el listón verde, y deciden cortarlo, ya que no saben para cual de los dos
es, ni tampoco su remitente. Al llegar don Alonso nota que en la reja hay dos guardias, y
deduce que es una prueba de su amada. Amenaza a los dos caballeros, quien
respondiendo a la palabra, se retiran dejando una capa.
Las dos doncellas, Inés y Leonor quedan desconcertadas al ver a sus prometidos con el
listón verde, y culpando a Fabia por la confusión. Ésta llega a la casa con el trabajo
realizado, y es cuestionada por la gran confusión que se quedó del listón; sin embargo
ella argumenta que no es su culpa, y le dice a Inés que se deje querer por el mejor
caballero de Castilla: el caballero de Olmedo.
Segundo Acto.
Mientras tanto, don Alonso se prepara para las fiestas de mayo, que requieren muchos
asuntos, como por ejemplo organizar un tipo de justa entre caballeros, así como
mandarle un regalo al rey: don Juan II. La escena cambia mientras el rey y el
condestable discuten sobre los regalos que se le han enviado al rey por motivo de las
fiestas de mayo, y puesto que le llega un regalo del Caballero de Olmedo, quien tiene
mucha fama, y menciona también haberlo visto durante la boda de su hermana.
Menciona también que durante su reino las tres religiones, es decir, cristianos, moros y
judíos podrán convivir, pero los judíos y los moros tendrán que llevar un símbolo que
los distinga de los cristianos.
Tercer Acto.
En la última parte de la obra de Lope, vemos a don Alonso partir hacia Olmedo a ver a
sus padres, después de su enorme participación en las fiestas de mayo; en donde gano el
reconocimiento del rey, y haber “humillado” a don Rodrigo y don Fernando. Estos dos
últimos, enojados por la fama del caballero de Olmedo, deciden matarlo en su camino a
Olmedo.
Mientras tanto, don Alonso va a visitar a doña Inés antes de partir a Olmedo; Inés no
quiere pero Alonso le explica que irá a visitar a sus padres. Así es como parte, y durante
la noche se le aparece una sombra que canta Que de noche mataron al caballero/ la
gloria de Medina/ la flor de Olmedo. Alonso, intrigado por lo que la sombra augura, va
tras de él para descubrir que es un “labrador”, quien resulta ser don Rodrigo, que con
una orden se dispara un arcabuz con el que hieren a Alonso y lo dejan en el camino.
Inés conversa con su padre para decirle que ya no quiere seguir el camino religioso, sino
casarse con don Alonso, quien fue el ganador del torneo en las fiestas de mayo. Su
padre acepta, ya que el caballero de Olmedo ha ganado buena fama y tiene la
aprobación del rey.
Talle aparece para ver a su amo agonizando, mientras tanto el rey decide que es tiempo
de casar a los hijas de don Pedro con Rodrigo y Fernando, asegurando que serán dos
grandes partidos para sus hijas. Antes de que se cumpla el cometido, aparece Talle para
advertirle a todos que el gran caballero de Olmedo ha sido asesinado a traición; el rey le
pide que le informe, si es que sabe, del paradero de los asesinos para poder cumplir con
la justicia: encarcelarlos y ahorcarlos. Talle señala a Rodrigo y Fernando como los
asesinos, y son arrestados y condenados a morir; y para Inés, quién a final de cuentas
tomará los hábitos ya que su pretendiente ha sido asesinado.
Las relaciones de muerte en la obra son un poco claras, puesto que en la introducción
que leí se da la breve introducción a la leyenda del caballero de Olmedo, así como
también se presenta la canción, en donde se nos dice sobre el trágico final del caballero.
Es así como entonces el destino no se puede evitar, y aunque el caballero sea muy
elogiado, como la mejor espada de Castilla, no se puede evadir el hecho de que en algún
momento sucederá lo que todos esperan: la muerte del personaje principal.
Sin embargo el amor es un tema muy de la corte del tiempo en el que se sitúa la obra.
En la introducción se menciona que es mucho antes del tiempo de los reyes católicos,
Isabel y Fernando, por lo que el amor es muy cortés, es decir, enamoramiento a primera
vista entre Alonso e Inés, y pocas visitas a escondidas a la dama.
El destino pareciera ser inevitable para Inés también, ya que le mintió a su padre acerca
de tomar los hábitos religiosos para evitar el matrimonio con Rodrigo, pero debido al
asesinato del caballero de Olmedo, se cumple pues esta mentira. La muerte se alió con
los celos de Rodrigo en la obra, ya que después del gran triunfo de Alonso en las fiestas
de mayo, el rey le da su favor y su consentimiento; poniendo en ridículo a los dos otros
caballeros; también poniéndose en medio de su boda arreglada con Inés.