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El sitio por excelencia para adquirir toda la artesanía hidalguense es Hidarte, tienda dependiente
de la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno del estado y que hace una fuerte labor de
promoción.
Son piezas únicas en México por la originalidad y el refinado trabajo heredado desde hace varias
generaciones en el Nith, barrio del municipio de Ixmiquilpan.
Las mujeres de la región otomí-tepehua se han ganado el prestigio internacional por el colorido y
escenas de la vida rural que plasman en sus bordados con hilos de colores, decoran amplios
espacios en lujosos hoteles o cubren las mesas en ocasiones especiales de sus proveedores.
BARRO DE CHILILICO
El Barrio de Chililico se localiza a sólo 3 kilómetros de la ciudad de Huejutla sobre la carretera que
comunica a la zona occidente de la Huasteca.
Al norte del municipio de Epazoyucan se localiza una de las montañas más altas del estado de
Hidalgo, se le conoce como El Cerro de las Navajas por sus ricas vetas de piedra de obsidiana de
tonalidades negra, verde, dorada , jade o roja.
Las piezas de barro vidriado creadas en el municipio de Huasca tienen una ornamentación que
inicia siempre con el mismo número de puntos concéntricos y suponen simbolismos autóctonos
relacionados con la alimentación.
CAMPANAS DE TLAHUELOMPA
Desde campanas del tamaño de una taza de té hasta las campanas de una catedral, son
fabricadas en el pueblo de Tlahuelompa del municipio de Zacualtipán en plena sierra hidalguense.
ORFEBRES DE PLATA
CANTERA DE HUICHAPAN
Casi toda la ciudad de Huichapan está construida con cantera rosa, rasgo significativo de esta
población ubicada al occidente del estado.
BORDADOS DEL MEZQUITAL
Las mujeres del Valle del Mezquital tienen un especial gusto por el bordado fino.
Lugar de las civilizaciones Toltecas. El principal atractivo de la zona son los famosos Atlantes, el
Palacio Quemado y el Juego de Pelota, también se puede observar el Muro de Serpientes.
Del 19 al 21 de marzo se celebra la fiesta anual en la que se puede disfrutar de todo tipo de
festejos.
Estar en Tula y recorrer sus maravillosas ruinas es encontrarse con un pasado glorioso. Es un lugar
místico cargado de energía que reconforta el espíritu, es una experiencia única.