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diariodepontevedra|sábado, 19 de febrero de 2011

PONTEVEDRA | CIUDAD |13 

«¿Volver a España? No sé»

«Casi me ahogo;
pedía a Dios que
no me dejara
morir allí»
Eso de ir a coger olas océano
adentro sin casi saber subirse a
la tabla es algo temerario.
Te diré que la vida se te pasa
por delante cuando estás a
punto de morir. La primera
serie que vino me arrastró
una eternidad bajo el agua,
sin aire, sin saber dónde es-
taba y empecé a pensar en mi
familia y mi gente en España.
Cada vez que conseguía llegar
a la superficie otra ola gigante
me engullía y hacía de mí un
pelele dentro de una lavado-
ra. Estuve cuarenta minutos
tratando de llegar a los botes
con un tirón en la espalda. Un
chaval indonesio de unos 12
años me vio a la hora, deses-
perado en la lejanía, casi llo-
rando y pidiendo a Dios que
no me muriese allí. Vino y me
rescató; media hora tardó.
Habrá sido un buen shock.
Estuve dos días medio malo,
pero no me puedo quejar: mi
compañero de habitación aca-
ba de contraer la malaria y eso
sí que es duro.
¿Qué hizo luego?
Tras casi dos semanas en
Lombok y después de pasar
una semana y media tratando
de ganar una sola partida de
ajedrez a un hombre de unos
ochenta años que se reía de mí
todo el rato, volví a Bali, esta
Diferentes imágenes del viaje de Morquecho (arriba con una niña y
sobre estas líneas, buceando) a lo largo de su periplo por Malasia, vez a Ubud. Pasé cuatro días
Indonesia o Filipinas. El joven pontevedrés asegura que partir de allí y ahora ando de nuevo en
Madrid fue «una de las mejores decisiones de mi vida». Prolongará el Kuala Lumpur. Llevo aquí casi
viaje , «como mínimo», tres meses más. gonzalo morquecho tres semanas. He estado en Le
Village y ahora estoy viviendo
en el piso de un amigo alemán
la foto del difunto en pose electo- con el que estoy comenzando
ral. Al lado de su foto el día de na- «Intentar coger olas de cuatro metros no es lo más recomendable para un novato» una relacion laboral en su em-
cimiento y de su muerte, todo ello presa de trekking.
serigrafiado con unas letras que
parecian sacadas de la churrería
Galiano. A los lados de la furgoneta
«En KL dejé el amor de una ¿Vive mejor?
Piso 16, seguridad privada,
piscina y la vista de Kuala
y justo detras iban los familiares,
todos de negro. Yo asentía con la
cabeza y ellos también. Y detrás,
noche que ahora es algo más» Lumpur entera. En el medio
de la selva, en un piso de lujo
a las afueras. Me miro y me
la comitiva de fiesta. Vestido cada hace gracia. Quién me lo iba
uno a su manera con gafas inmen- a decir. La chica ha regresado
sas de imitación y caras distendi- Entró con mal pie en Filipinas, concretamente. cían de aquí era verdad, pero... y anda por aquí, por lo que
das, casi afables. Incluso algunas pero se fue de allí con una impre- El destino de los destinos, según es turístico. Turístico quiere decir el lote es completo. Alegría,
jóvenes coqueteaban a su paso con sión buena del país. los guías. ‘poco humano’ cuando viajas, y libertad, nada de ambición,
el kano (el extranjero, yo). En cin- Casi un mes pasé allí. Me quedo Así es. Y antes, en Kuala Lumpur, realmente el viaje no lo hacen los amor y plenitud personal.
cuenta metros pasamos del luto con la sencillez y humanidad de la dejé el amor de una noche que se lugares sino las personas con las Entonces no se le espera.
a la algarabía y risotada general. gente, con la sonrisa de sus muje- ha convertido en algo más, pero que lo compartes y los lugareños No sé qué será de mí; si volve-
En ese momento me di cuenta de res y la alegría de sus niños. ésa es otra historia, aunque la que abren su corazon sin miedo y ré a España o me quedaré por
que no había visto llorar a nadie y ¿A dónde le llevaron después sus más bonita. Llegué a Bali, Kuta sin esperar nada a cambio. aquí. No sé si este sueño en
fui consciente por primera vez de pasos? Bali. Bali es muy bonito pero muy ¿Lo volvió a encontrar? vida que estoy disfrutando se
que la furgoneta emitía con tres A Kuala Lumpur; dos semanas de turístico, y la gente de allí no es lo En Lombok, otra isla. Semanas acabará o si, por lo contrario,
inmensos altavoces una música nuevo allí entre aguas termales mas amigable del mundo. de excursiones en moto, nueva he encontrado lo que siempre
que parecía sacada de una pelicula por la noche en la selva, cascadas ¿Mala gente? familia, sencillez, playas desier- he buscado: el vivir el día a día,
americana de ‘teenagers’ enamo- durante el día y un grupo de gen- No, no: buena. Pero tú eres una tas, arrozales inconmensurables aquí y ahora, dándome cuen-
rados de la vida y de las fuertes te que en dos semanas se convir- moneda con piernas. Pasé varios y naturaleza y amor a raudales. ta de que en realidad podemos
emociones, un cruce entre Parchís tió de nuevo en una familia, otra días allí, fin de año incluido, y Noches en casa de nativos tras hacer lo que queramos y que si
y Bad Religion, algo macabro. Lle- familia más formada por gente emprendí camino a las Gili Is- perdernos por la isla con las mo- lo pienso fríamente no tengo
gué a la conclusión de que la natu- de Somalia, Irán, Alemania, Chi- lands, esta vez con un aleman y tos, escondites que no aparecen ni una sola razón para no ser
ralidad y la falta de formas conven- na, toda Europa... Nos dimos los un estadounidense que conoci en en las guías y surf. Maldito surf, totalmente feliz. Y en unas se-
cionales que vi en este entierro es lo contactos, lloramos lágrimas de el ferry. uno tiene ya 34 años e intentar manas puede que Thailandia,
más parecido a un acto verdadero despedida y acabamos con un ¿Bien? coger olas de cuatro metros en Camboya, Laos, Vietnam... o
y sin aspavientos de despedida; un «puede que nos volvamos a ver». Joder, diez días en el paraíso de medio del oceano tras alquilar Sri Lanka, La India y Birma-
‘hasta luego’ del modo más cabal. Tras la despedida con borrachera nuevo. Nadé con tortugas, vi co- un bote no es lo más aconsejable nia. Me da igual, el viento me
Esperpéntico, sí, pero cabal. final partí hacia Indonesia: Bali, rales increíbles, todo lo que de- para un novato. llevará donde tenga que ir.

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