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comercialización de vehículos en el mercado interno continúa la curva

ascendente en setiembre tanto en comparación con el mismo mes del año


anterior como en el acumulado de 2010, según surge de los datos mensuales
que recopila la ACAU.

En el noveno mes septiembre , la venta de rodados fue de 3.893 unidades


frente a las 2.794 del mismo periodo del año anterior, lo que supone una suba
de un poco más de 39%. Y en enero-setiembre, con ventas que llegaron a las
29.361 unidades, el aumento fue de de 66%.

En el período considerado, la venta promedio mensual fue de alrededor de


3.250 vehículos, una cifra nunca alcanzada en la última década.

Sólo automóviles, que representa casi el 62% del mercado de ventas de


automotores, se llevan vendidos, también en promedio, algo más de 2.000. En
utilitarios, el segundo sub-sector en ventas, las transacciones representan casi
1.050 por mes.

En comparación con agosto, también el desempeño fue favorable. Hubo más


ventas de automóviles (2.396), de utilitarios (1.249) y de camiones (248), en
tanto, no hubo comercialización de ómnibus en la plaza local.

Quien lee esas cifras puede creer que el sector en este período se desarrolla
sobre un lecho de rosas. Pero no es así.

Como la gremial explicó en otras oportunidades, 2009 fue un año alicaído para
el sector y por ello los porcentajes de aumentos mensuales pueden hacer creer
que el negocio de las ventas de autos en Uruguay es una actividad que no
enfrenta ninguna dificultad a la vista.

Es cierto, los números así lo delatan, que el sector está recuperándose, aunque
aún falta parta que se llegue a los niveles de 1997-98 cuando se
comercializaron en el mercado interno más de 35.000 unidades anuales.

Empero, en perspectiva, los negocios del sector pueden verse perjudicados si


se hace una lectura atenta a algunas proyecciones económicas y el medio
ambiente regional e internacional que están generando cierta incertidumbre.
El país ha sido favorecido por un desempeño sin igual de los precios de las
materias primas, en particular de la carne bovina, que es el producto estrella de
las exportaciones uruguayas.

Las ventas totales al exterior, en los 12 meses acumulados a agosto, que es el


último dato disponible, fueron por cerca de 4.400 millones de dólares.

Pero, al mismo tiempo que trepan las transacciones de bienes del país, el
Estado, no ha aprovechado esta suerte de primavera económica para tomar
medidas en un frente fiscal que asfixia a las empresas privadas.

Este año (enero-agosto), los ingresos del Gobierno subieron 5,1% al mismo
ritmo que los egresos. Es decir, el país vende más, recauda más, pero gasta
más, en lugar de bajar la presión fiscal que pesa sobre el sector privado.

En ese contexto, además, se puede advertir consejos de salarios con


propuestas fuera de la realidad y un aumento del gasto estatal a partir del
2011, si el Parlamento aprueba tal cual el proyecto de presupuesto que envió el
Poder Ejecutivo.

Y por si todo eso fuera poco, vemos con cierta inquietud una tendencia alcista
de los precios al consumo como muestra el IPC acumulado anual.

Algunas de esas cosas quizás expliquen que el Índice de Confianza de los


Consumidores, que mide regularmente el Programa de Opinión Pública y
Confianza Económica de la Universidad Católica, muestra que la confianza de
los uruguayos cae en setiembre.

"Los consumidores estarían moderando las expectativas", advierte el último


informe al respecto.

Según el estudio, "la disminución de la percepción de la situación económica


del país y de la situación económica personal, podrían estar afectadas por el
mayor grado de conflictividad laboral, asociada a las negociaciones y a
demandas por la Ley de Presupuesto, en que no todas las expectativas
resultan satisfechas; así como la difusión de una encuesta de la Cámara de
Industrias del Uruguay que arroja una significativa disminución en las
expectativas de inversión de los industriales, situación que podría traducirse en
menor dinamismo económico".
Los consultados en el estudio, sin embargo, muestran una mayor
predisposición a la compra de electrodomésticos y también de casas y autos.

La explicación de ese comportamiento económico, opinan los redactores del


trabajo, es que esa actitud es "consistente con el fortalecimiento del peso frente
al dólar". Es decir, que en este contexto cambiario, los uruguayos prefieren
invertir en la compra de bienes. Parece ser más bien un comportamiento
coyuntural.

El sector automotor crece, pero la ACAU está convencida que podría crecer
aún más si el gobierno cortara la soga tributaria que no sólo es perjudicial para
las empresas, sino también para el consumidor.

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