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I
La Sociedad Venezolana de Medicina
Crítica se complace en presentar esta
versión electrónica del libro:
MEDICINA CRÍTICA
ESTADO DEL ARTE
Contenido
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MEDICINA CRÍTICA
Editor:
Dr. José Besso
Coeditores
Dr. José Vladimir España
Dr. José L Martínez Pino
Dr. Mario Guercioni
Editor:
Dr. José Besso
Coeditores
Dr. José Vladimir España
Dr. José L Martínez Pino
Dr. Mario Guercioni
Derechos reservados
Versión impresa:
CONTENIDO
Editor-Coeditores. VII
Autores. VIII
III
EDITOR
Dr. José Besso
Internista-Nefrólogo-Intensivista.
Presidente Sociedad Venezolana de Medicina Crítica, 1989-1991.
Presidente Federación PanAmericana e Ibérica de Medicina Crítica y
Terapia Intensiva, 1998-2002.
Presidente Federación Mundial de Sociedades Científicas de Medicina
Crítica y Terapia Intensiva, 2005-2009.
Director Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y Coordinador Curso de
Posgrado, UCI, Hospital Centro Médico de Caracas.
COEDITORES
VII
AUTORES
IX
XI
XIII
PREFACIO
XV
PRÓLOGO
XVII
1. Presión social.
2. Ausencia de recursos complementarios. Sala de recuperación. Unidad
de cuidados intermedios.
Otra
institución
Emergenc ia
Quirófano
UTI
Unidad de
Sala de Cuidados
rec uperac ión Intermedios
Sala de
hospitalización
Figura 1.1. Interrelación de la UTI con otras áreas del hospital en la mayoría de los
países de América del Sur. Trad.: L. Sánchez
Educación
La transferencia de conocimiento y técnica a las generaciones
jóvenes ha sido un cambio real para médicos y enfermeras. Esto ha
sido muy alentador que médicos jóvenes están realmente interesados
en esta disciplina. La mayoría de los países de Sur América han
diseñado programas de entrenamiento con el objetivo de preparar
especialistas en medicina crítica. Sobre la base de una especialidad
primaria se observa sólo en pocos países, y en la mayoría como un
subespecialista después de completar todo un programa de
entrenamiento en medicina, anestesiología, cirugía o pediatría. En la
mayoría de los países de Sur América, la certificación de especialista
en medicina crítica es a través de programas de entrenamiento
universitario. En otros es a través de autoridades de salud y colegios
de médicos y cirujanos. En algunos países de Sur América nosotros
encontramos programas para la especialización de enfermeras con
medicina crítica con certificación y registro como enfermeras graduadas
en cuidados intensivos.
Problemas éticos
En grandes ciudades y en la mayoría de los hospitales académicos,
hay un comité para problemas éticos-médicos. Sin embargo, las
decisiones con respecto a resucitación y suspensión de terapias son
difíciles y muy subjetivas, con una gran variación a través de Sur
América. En hospitales donde no hay comités para problemas éticos-
médicos, tales decisiones son más comúnmente restringidas al per-
sonal médico con o sin que los pacientes o familia sean involucrados.
Publicaciones
La mayoría de las sociedades nacionales en Sur América publican
una revista sobre una base regular y la mayoría son indexados por la
LILACS system. Solamente una revista nacional es indexada en Index
Medicus.
Tendencias futuras
Hace algunos años y para los años por venir la FEPIMCTI ha
realizado varios comités con el intento de redactar recomendaciones
en diferentes áreas como: 1. para entrenamiento en medicina crítica,
2. aspectos de diseño de UCIs, 3. protocolos, 4. personal, 5. ética, 6.
búsqueda con cooperativas para estudios entre diferentes países, 7.
acreditación de UCIs y programa de entrenamiento, y 8. certificación
en el campo de la medicina crítica. Todo esto es para facilitar el
manejo eficiente y de fácil interacción entre las unidades de cuidados
intensivos a nivel universal (13-16).
Conclusiones
La medicina crítica en América del Sur es uno de los campos en
el cual existe la mayoría de los avances, principalmente en el cuidado
a la cabecera del paciente y menos en investigación, pero nosotros
sentimos que la situación mejoraría más si nosotros compartimos y
comunicamos la información. La membresía de las Sociedades
Suramericanas y FEPIMCTI, y la asistencia a conferencias nacionales
e internacionales facilita esta comunicación. FEPIMCTI está trabajando
en un sistema interactivo sobre ciertas áreas de uniformidad mientras
se permite las diferencias culturales y económicas entre los países
individualmente.
REFERENCIAS
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d’Empaire G 15
d’Empaire G 17
Artículos 28
“El medico que atiende a enfermos irrecuperables no está
Artículo 29
“El ingreso y la permanencia de los enfermos en las unidades de
cuidados intensivos deberá someterse a normas estrictas de evaluación,
destinadas a evitar el uso injustificado, inútil y dispendioso de estos
servicios en afecciones que no las necesiten y en la asistencia de
enfermos irrecuperables en la etapa final de su padecimiento”.
El Código de Deontología Médica en sus artículos 77, 80 y 81
acepta, el derecho de los enfermos a rechazar medidas extraordinarias
y medidas de reanimación. Prohíbe expresamente la eutanasia activa,
repite lo expresado en la ley exonerando al médico de utilizar medidas
extraordinarias en pacientes terminales.
Artículo 77
“El moribundo tiene derecho a exigir se le permita morir sin la
aplicación indiscriminada de medidas extraordinarias de manteni-
miento artificial de la vida, respetándose también su decisión de que
no le sean aplicadas medidas de reanimación. El desatender este deseo
puede considerarse como una violación a los derechos del enfermo de
morir en paz. La interrupción de las medidas extraordinarias no
exonera al médico de su obligación de asistir al moribundo y
suministrarle la ayuda necesaria para mitigar la fase final de su
enfermedad.
Artículo 80
“Es obligación fundamental del médico el alivio del sufrimiento
humano. No puede, en ninguna circunstancia, provocar deliberada-
mente la muerte del enfermo aun cuando éste o sus familiares lo
soliciten”.
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Artículo 81
“El médico que atiende enfermos irrecuperables no está obligado
al empleo de medidas extraordinarias de mantenimiento artificial de la
vida. En estos de ser posible, oirá la opinión de otro u otros
profesionales de la medicina”.
El médico cumplirá igualmente, lo que pueda establecer al
respecto el reglamento de la ley de ejercicio de la medicina.
Pero, por otra parte hay quienes argumentan que el derecho a la
vida está consagrado en la Constitución, y por tanto, el limitar o retirar
tratamientos, aun en pacientes en etapas terminales atentaría contra la
vida y estaría penalizado. Afortunadamente los defensores de esta
interpretación jurídica son cada vez menos, y la tendencia general es
a respetar la voluntad del enfermo o sus representantes; una vez que se
considera que desde el punto de vista médico, continuar tratamientos
orientados a prolongar la vida sería inútil o desproporcionado.
La falta de claridad y de información en este sentido con
frecuencia retrasa las decisiones y promueve la distanasia.
5. Decisiones inmediatas
En un alto porcentaje de los pacientes críticos se cuenta con
escasos minutos para tomar decisiones que pueden ser de vital
importancia, sin que podamos a veces conocer su evolución. Por citar
tan sólo un ejemplo: ante un paciente con politraumatismo severo que
llega a emergencia, en coma, luego de ser reanimado de un paro
cardiorrespiratorio. ¿Podemos con certeza predecir su evolución
antes de proceder a establecer todo el soporte terapéutico que requiere?
¿De cuantos minutos dispone el médico para decidir esta conducta?
¿Qué elementos objetivos y certeros tiene para evaluar, en tan corto
tiempo, la posibilidad de sobrevida y calidad de vida que llevará este
paciente, de llegar a recuperarse? ¿Cuántos de estos pacientes luego
de un sofisticado despliegue terapéutico, días o semanas de intenso
trabajo, y un altísimo costo económico y psicológico para la familia,
mueren o quedan en estado vegetativo persistente?
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¿QUÉ HACER?
¿SE PUEDE O DEBEN LIMITARSE MEDIDAS TERAPÉUTICAS
EN ALGUNOS ENFERMOS?
1. PRONÓSTICO
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d’Empaire G 27
4. TIPO DE TRATAMIENTO
Otro aspecto a considerar, es el tipo de tratamiento utilizado en
relación con los objetivos que se buscan y los efectos que se están
obteniendo. En este sentido, las medidas terapéuticas, según la
utilidad que tengan en cada circunstancia, se han denominado: medidas
ordinarias, extraordinarias, proporcionadas, desproporcionadas, útiles,
o fútiles.
La distinción entre estos términos es de gran importancia práctica
para definir las conductas a seguir en los pacientes críticos, de acuerdo
a la utilidad que en un momento determinado tenga una medida
diagnóstica o terapéutica, y por ende la indicación o no de utilizarla.
Los términos, ordinarias y extraordinarias fueron introducidos
por los moralistas católicos. San Alfonso, en su revisión de la moral
católica del siglo XVI, expresa que nadie está obligado a aceptar
medidas extraordinarias para mantener su vida. Esta posición ha sido
mantenida por la religión cristiana en nuestros días, cuando el Papa
Juan Pablo II dice en el Evangelio de la Vida:”... Cuando la muerte se
prevé inminente e inevitable, se puede en conciencia renunciar a
tratamientos que procurarían únicamente una prolongación precaria y
penosa de la existencia...”
El término fútil, ha sido utilizado últimamente con mayor
frecuencia, en la literatura anglosajona. Proveniente de la raíz “futilis”,
tiene su origen en el mito griego, según el cual las hijas del Rey Argos,
luego de asesinar a sus esposos, fueron condenadas por Dios a cargar
agua, eternamente, en recipientes perforados, lo cual, explica
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ASPECTOS PRÁCTICOS
Desde que se plantea, por primera vez, la posibilidad de limitar
medidas de tratamiento, es necesario cumplir con una serie de pasos
que garanticen el estricto cumplimiento de todos los aspectos que
deben considerarse en estas situaciones:
1. El diagnóstico y el pronóstico, deben ser claramente
establecidos. Si bien se analizó que nunca habrá certeza
absoluta, debe garantizarse una amplia deliberación que
considere todos los elementos necesarios para que la decisión
final se aproxime lo más posible a la mejor decisión.
2. Debe considerarse y respetarse la voluntad del enfermo. En
tal sentido debe establecerse la competencia del paciente
para decidir, garantizar que reciba la información suficiente,
y darle la oportunidad de participar y decidir sobre los
métodos de diagnóstico y tratamiento que se le proponen. En
caso de que el paciente no sea competente, debe establecerse
la persona que asumirá esta responsabilidad a fin de darle la
información necesaria para que pueda participar activamente
en la decisión. Esto no debe ser un hecho puntual, sino un
proceso a lo largo de toda la hospitalización del enfermo,
independientemente de su pronóstico final.
3. La decisión debe ser unánime de todo el equipo de salud que
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REFERENCIAS
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in clinical management. Crit Care Clin. 1994;10:229-241.
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1992;326:1560-1564.
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implication. Ann Intern Med. 1990;112:949-954.
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215.
21. Knaus W, Wagner D, Draper E, et al. The APACHE III System. Risl prediction of
hospital mortality mortality for critically ill hospitalized adults. Chest.
1991;100:1619-1636.
22. Lynn J, Harrell F, Cohn F, et al. Prognoses of seriously ill hospitalized patients on
the days before death: Implication for patient care and public policy. New Horizons.
1997;5:56-61.
23. Gracia D. Morir con Dignidad: Dilemas éticos en el final de la vida. Madrid:
Ediciones Doce Calles, S.L; 1996:112.
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103.
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Ediciones Doce Calles; 1996.p.124.
28. Dustan GR. Hard questions in intensive care. Anaesthesia. 1985;40:479-482.
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RESUCITACIÓN CARDIOPULMONAR
INTRODUCCIÓN
Salas E 51
El paciente
No olvidar nunca al paciente. La reanimación reta a los
encargados de la atención a tomar decisiones rápidas, bajo presión y
en escenarios dramáticos. Es necesario evitar centrarse en aspectos
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específicos y limitados como: colocar una línea IV, IOT, indicar una
droga, identificar un ritmo y de esta manera perder la visión general
de cada intento de reanimación como: ¿es adecuada la vía aérea? ¿Son
eficaces las respiraciones? ¿Qué puede haber causado este paro? ¿Qué
más puede estar mal? ¿Qué estoy olvidando?
El tiempo
El tiempo conduce todos los aspectos de la atención cardiovas-
cular de emergencia y determina la evolución del paciente. La
probabilidad de supervivencia disminuye abruptamente con cada
minuto que pasa en la evolución del compromiso cardiovascular.
Recuerde: prolongamos el tiempo con una RPC precoz, pero
liberando una vía aérea obstruida o desfibrilando una FV, podemos
restablecer los latidos cardíacos.
No olvide: el tiempo se mide en segundos.
La causa
El personal de urgencias debe identificar los trastornos que
condujeron al paro cardíaco tan pronto como sea posible.
Mantenga siempre presente los antecedentes previos al evento,
y descarte las 6 h- 6 t. esto es:
Atención posreanimación
Los responsables de la atención de urgencia deben continuar
ofreciendo evaluación y tratamiento adecuados en el período inmediato
al restablecimiento de la circulación espontánea. Tener en cuenta, que
ésta se debe hacer, independientemente del sitio, con o sin monitoreo
invasivo.
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Concluimos:
Terapia eléctrica inmediata a todo paciente en FV/TV sin pulso,
si tiene menos de 5 minutos de duración.
RPC por 2 minutos, si el tiempo de FV/TV sin pulso es mayor de
5 minutos y luego descarga eléctrica.
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Figura 3.3. Desfibrilación. La onda bifásica truncada ofrece varias ventajas: permite
aparatos más pequeños y baratos; permite utilizar menores niveles de energía: se
dismuniye la lesión miocárdica.
¿Pulso?
NO
SI
Descargar si está indicada
Luego de “análisis”
Retorno a la circulación repetir en forma inmediata
espontánea ¿Qué PA tiene? RCP 2’
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El propósito de la desfibrilación
La desfibrilación no “provoca el arranque” del corazón. El
propósito de la descarga es producir una asistolia temporal. La
descarga intenta despolarizar el miocardio por completo y dar una
oportunidad para que los centros marcapasos naturales del corazón
reasuman una actividad normal. Durante la asistolia se recuperará el
ritmo cardíaco si existen suficientes reservas de fosfatos de alta
energía en el miocardio. El miocardio fibrilante consume estas
reservas a una velocidad mayor que la que emplea el ritmo cardíaco
normal, por tanto la desfibrilación precoz se vuelve crítica.
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• Hipovolemia
• Hipoxia, • Taponamiento cardíaco
hipoventilación • IAM
• Hipotermia
• Hiperpotasemia
• Neumotórax hipertensivo
• Embolia pulmonar masiva
• Acidosis
¡INVESTIGAR • Sobredosis de
CAUSAS! digitálicos, ß bloqueantes,
antidepresivos tricíclicos,
bloqueantes de los canales
Adrenalina: 1 mg en bolo IV de calcio
Repetir cada 3-5 min.
Vasopresina: 40 UI IV antes o Atropina: 1 mg IV si la frecuencia es lenta.
después de adrenalina Repetir cada 3-5 min hasta 0,04 mg/kg
VOLUMEN
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Adrenalina
Llevaron a recomendar que no se utilice en neonatos. Debido a
que la naloxona se puede administrar por varias vías y su absorción por
vía endotraqueal puede ser imprevisible, debe administrarse por una
vía que no sea la endotraqueal. Sobrevivieron sin secuelas neurológicas.
Dado que no se ha demostrado que los efectos de la vasopresina sean
sustancialmente diferentes de los de la adrenalina para el tratamiento
del paro cardíaco, ambos fármacos están incluidos en el algoritmo. Se
administra solamente una dosis de vasopresina, reemplazando a la
primera o la segunda dosis de adrenalina.
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Recuerde:
• Frecuencias <150, en general, no requieren cardioversión
• Sin síntomas o signos graves (hipotensión, angor,↓GC),
prepárese a cardiovertir.
• No se demore con drogas.
• No olvide las palabras: “oxígeno-I/V-monitor”.
• Cuente con material para IET.
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Hipotermia 2005
Los pacientes adultos que están inconscientes y presentan re-
torno de la circulación espontánea después de un paro cardíaco fuera
del hospital deben ser enfriados hasta 32º C a 34º C durante 12 a 24
horas cuando el ritmo inicial es FV (clase IIa). Un tratamiento similar
puede ser beneficioso para los pacientes con paro sin FV o los paros
en el hospital (clase IIb). Es necesario investigar más al respecto.
¿Por qué? En dos ensayos clínicos aleatorizados, la hipotermia
inducida (enfriamiento minutos u horas después del retorno de la
circulación espontánea) tuvo como resultado una mejora de la
supervivencia y de la evolución neurológica en pacientes adultos que
permanecían en estado comatoso después de la resucitación inicial
posterior a un paro cardíaco por FV fuera del hospital. Los pacientes
del estudio fueron enfriados a 33º C o dentro del rango entre 32º C y
34º C durante 12 a 24 horas. En el estudio Hypothermia after cardiac
arrest (HACA) se incluyó un pequeño subgrupo de pacientes con paro
cardíaco ocurrido dentro del hospital.
La hipotermia severa (temperaturas corporales < 30 grados) se
asocia con marcada depresión del flujo sanguíneo cerebral y de los
requerimientos de oxígeno, y disminución del volumen minuto cardíaco
y de la presión arterial, las víctimas pueden dar la impresión de estar
clínicamente muertas.
La hipotermia puede ejercer un efecto protector sobre el cerebro
y los órganos en caso de paro cardíaco. Si la víctima se enfría
rápidamente sin hipoxemia, existe la posibilidad de que se reduzca el
consumo de oxígeno y el metabolismo antes del paro y disminuya la
isquemia de órganos y es posible una recuperación neurológica
completa después del paro cardíaco hipodérmico.
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Ataque cerebral
Las guías 2005 reafirman que se debe administrar activador
tisular del plasminógeno (TPA) a pacientes cuidadosamente
seleccionados con ataque cerebral isquémico, pero advierten que el
TPA sólo debe administrarse si se cuenta con un protocolo claramente
definido y respaldo institucional. Se han documentado mejoras con
las unidades de atención del ataque cerebral en los hospitales, y se
recomiendan.
Sobre la atención de los ataques cerebrales; incluyen una tabla
modificada en la cual se listan las contraindicaciones para la utilización
de fibrinolíticos y una tabla modificada sobre el tratamiento de la
hipertensión. Ambas son coherentes con lo recomendado recientemente
por la American Stroke Association. Además, las guías 2005
recomiendan disminuir la glucemia de los pacientes con ataque cere-
bral isquémico agudo cuando ésta es >10 mmol/L (aproximadamente
>200 mg/dL). Esto es coherente con los estudios publicados en el
ámbito de las unidades de cuidados intensivos.
Los dos temas en que se incluye la evidencia más actualizada son
la administración de TPA para el ataque cerebral isquémico y la
utilización de unidades de atención del ataque cerebral. Estos dos
temas se resumen a continuación.
El TPA mejora el resultado cuando se administra siguiendo un
criterio estricto 2005 (nuevo):
La administración de TPA por vía IV. A pacientes con ataque
cerebral isquémico agudo que cumplen con los requisitos establecidos
por el National Institute of Neurologic Disorders and Stroke (NINDS)
está recomendada si lo administra personal médico y se cuenta con un
protocolo claramente definido, un equipo experto en el tema y respaldo
institucional (clase I). Cabe destacar que en hospitales con menos
experiencia en la atención de ataques cerebrales agudos y con menos
respaldo institucional ha sido difícil reproducir los mejores resultados
informados tanto por los hospitales comunitarios como por los terciarios
en los estudios llevados a cabo por el ninds.
2000 (anterior): la administración de TPA IV, estaba recomen-
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Indicadores de pronóstico
Inmersión > 25 minutos.
Reanimación> 25 minutos.
Paro cardíaco sin pulso al llegar a los sistemas de urgencias.
Otros factores asociados con mal pronóstico:
TV/FV en ECG inicial (mortalidad del 93 %).
Pupilas fijas observadas en el SU (mortalidad del 89 %)
Acidosis severa (mortalidad del 89 %) en el SU.
Paro respiratorio (mortalidad del 87 %) en el SU.
Rescate en el agua
Al intentar rescatar a una víctima, hágalo rápidamente, utilice
un medio de transporte: tabla, bote, dispositivo de flotación. Considere
su seguridad personal. Considere la lesión cervical, en todos los casos
de inmersión no presenciada. Inicie rápidamente respiración artifi-
cial.
No hay necesidad de quitar el agua aspirada de la vía aérea.
Algunas víctimas no aspiran nada, debido al laringoespasmo o retención
de la respiración. Recordamos que esta agua es absorbida hacia la
circulación central. La maniobra de Heimlich, para víctimas que se
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Circulación
Controle los sangrados externos, la resucitación con volumen es
importante, pero controversial. Es necesario suministrar soluciones
cristaloides, combine los paquetes de glóbulos rojos con soluciones
isostónicas. La administración de líquidos en forma agresiva, para
pacientes que no tienen evidencias de compromiso hemodinámico,
debe evitarse.
Las recomendaciones de administración de líquidos en trauma,
están determinadas por el tipo de trauma: penetrante o cerrado, así
como la ubicación del accidentado, urbana o rural.
La administración de volúmenes con el objetivo terapéutico de
mantener presiones sistólicas ≥ a 100 mmHg es recomendado para
pacientes solo con trauma craneal o lesiones en extremidades
penetrantes o cerradas. En los medios urbanos, cuando el traumatismo
es penetrante, la reposición agresiva de líquidos, puede incrementar la
presión arterial y como consecuencia el incremento de sangrados,
además de retrasar el traslado de la víctima a los centros de trauma.
Para los lesionados en medios rurales con tiempos de traslados largos,
se recomienda la administración de líquidos para mantener presiones
sistólicas de 90 mmHg.
Los ritmos cardíacos terminales más comunes observados en
víctimas de traumatismos son: AESP, ritmos bradisistólicos y en
ocasiones FV/TV sin pulso.
El tratamiento de la AESP exige identificar causas reversibles
como hipovolemia severa, hipotermia, taponamiento cardíaco,
neumotórax a tensión, las cuales deben ser tratadas de inmediato. La
presencia de ritmos bradisistólicos, indican la presencia de severa
hipovolemia, hipoxemia, o falla cardiorrespiratoria. La administración
de epinefrina, no corrige los casos de hipovolemia severa.
La toracotomía a tórax abierto no mejora el pronóstico del paro
extrahospitalario por traumatismo contuso. En los pacientes con
trauma penetrante de tórax, que arriban sin signos vitales a las salas de
trauma, en series de casos reportados, no se logra sobrevida.
En el 2002, reportes de series de casos, de pacientes que arribaron
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Salas E 103
Anterior Inicio
Figura 3.23. Resucitación en embarazadas. Posterior
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Sociedad Venezolana de Medicina Crítica. Medicina Crítica. Estado del Arte
BIBLIOGRAFÍA
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Guercioni M 107
A. PRECARGA
La precarga es la fuerza necesaria para estirar el músculo
cardíaco durante la fase de relajación hasta una longitud particular
antes de la contracción. Está dada por la longitud de la fibra ventricu-
Figura 4.1. Relación entre los elementos que determinan el gasto cardíaco. El
volumen del líquido extracelular (LEC), distensibilidad y contractilidad del ventrículo
derecho (VD), así como la distensibilidad y presión transmural del ventrículo
izquierdo (VI) determinan el volumen diastólico final del VI, o sea, la precarga . Por
otra parte, la contractilidad cardiaca y la poscarga del VI son los elementos que
determinan el volumen sistólico final a nivel de esta cavidad. La diferencia entre
ambos volúmenes representa el volumen latido (VL). La relación entre VL y
frecuencia cardíaca establece el gasto cardíaco
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Guercioni M 111
Guercioni M 113
Figura 4.7. Relación entre precarga y gasto cardíaco. Puede notarse que a
medida que la fibra se estira durante el llenado, la PDFVI y el GC aumentan
progresivamente hasta alcanzar la “Lmax”, punto a partir del cual el
estiramiento de la fibra ventricular no se traduce en incrementos del GC (Ley
de Starling). La zona identificada como “A” posee la particularidad de que
el GC responde adecuadamente al aumento de la precarga (punto 1 al 2) y se
caracteriza por ser dependiente de volumen. En la zona “B” el mismo
aumento de la precarga produce un leve incremento del GC (punto 3 al 4) y
el área es considerada como independiente de volumen y dependiente de
contractilidad. La zona ubicada a la derecha de “Lmax” es totalmente
independiente de volumen y contractilidad y ulteriores estiramientos de la
fibra miocárdica ocasionará un descenso del GC.
Guercioni M 115
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Figura 4.9. Distribución del volumen sanguíneo total dentro del sistema
circulatorio. Puede apreciarse que la mayor parte está contenida en las
venas, las cuales funcionan como un gran reservorio. El 68 % del volumen
total se encuentra en el sistema venoso y corazón derecho, mientras que
solamente un 20 % está contenido en el árbol arterial y corazón izquierdo. El
4 % restante se halla en la microvasculatura.
Pmc – PAD
Retorno venoso (RV) =
Rv
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Figura 4.11. Curva presión / volumen del VI. El nivel previo de llenado
ventricular modifica proporcionalmente la distensibilidad del VI y el aumento
del volumen diastólico final (D V) genera cambios de Pr (D P) diferentes
según el nivel de distensión ventricular. A niveles bajos de llenado ventricu-
lar, el aporte de una cantidad conocida de líquidos genera un cambio de Pr
moderado correspondiente a DP1. El reto de fluido con la misma cantidad
produce un incremento de la presión mucho mayor (DP2) cuando el ventrículo
está relativamente distendido. Esto puede realizarse en la práctica clínica
aportando durante un tiempo determinado (10 minutos) una cantidad conocida
de fluidos IV (100 mL de solución salina 0,9 % o su equivalente en coloides)
y monitorizando la respuesta de la PCP. Cuando la respuesta es exagerada
frente a la misma cantidad de líquido, se considera que la fibra miocárdica
está en su máxima longitud y la prueba debe ser detenida.
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Guercioni M 127
B. CONTRACTILIDAD
La propiedad del miocardio que determina la intensidad o fuerza
de contracción ante cualquier nivel de longitud de fibra al final de la
diástole (precarga) se llama contractilidad y corresponde al estado
inotrópico del corazón. Esta fuerza de contracción (carga) está dada
por la velocidad de acortamiento de la fibra miocárdica frente a su
longitud de estiramiento.
La curva de función ventricular relaciona el rendimiento cardíaco
en forma de GC o VL con diferentes niveles de precarga (VDFVI-
PDFVI-PCP) y demuestra que a medida que aumenta la precarga se
produce una elevación simultánea del GC hasta un nivel máximo de
estiramiento de la fibra ventricular, a partir del cual, un mayor nivel
de precarga no se traduce en un mayor GC. Esto se observa en la curva
identificada como normal de la Figura 2.16. Igualmente puede
observarse que existe una curva desviada hacia arriba y a la izquierda
y otra deprimida hacia abajo y a la derecha. El paso hacia la curva
superior con el mismo nivel de precarga, PCP de 12 mmHg, representa
una elevación del GC originada por el aumento del inotropismo como
ocurre en caso de estimulación simpática. La depresión de la función
Guercioni M 129
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C. POSCARGA
Corresponde a la tensión desarrollada en la pared ventricular
durante la eyección. Está gobernada por la ley de Laplace y depende
fundamentalmente de la presión intraventricular generada en el
momento de la contracción y el radio de la cámara ventricular antes de
iniciar la sístole.
Guercioni M 133
Guercioni M 135
relativa del plasma es de 1,3 comparada con la del agua, cuyo valor es
de 1, y la de la sangre total es variable dependiendo de sus elementos
determinantes. Un Hto del 40 % tiene una viscosidad relativa de 3,6.
El aumento del Hto y la aceleración del flujo sanguíneo producen un
aumento de la viscosidad con efecto inmediato en la poscarga. Se
recomienda mantener un Hto alrededor de 30 %-35 % en los pacientes
enfermos en cuidados intensivos.
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4. FRECUENCIA CARDÍACA
El corazón es una bomba a demanda que debe hacer constantes
ajustes mediante variaciones en la frecuencia (FC) y el VL para
enfrentar requerimientos metabólicos cambiantes. El efecto neto de la
FC sobre el rendimiento del corazón dependerá principalmente del
Guercioni M 139
Guercioni M 141
BIBLIOGRAFÍA
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Guercioni M 143
DROGAS CARDIOVASCULARES
POR INFUSIÓN
EN LA UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS
INTRODUCCIÓN
a. Drogas vasodilatadoras.
1. Clonidina.
2. Diltiazem.
3. Epoprostenol.
4. Fenoldopam.
5. Isosorbide dinitrato.
6. Nicardipina.
7. Nitroglicerina.
8. Nitroprusiato de sodio.
9. Urapidil.
b. Drogas vasopresoras.
1. Adrenalina (epinefrina).
2. Dopamina.
3. Fenilefrina (neosinefrina)
4. Noradrenalina (norepinefrina)
5. Vasopresina.
c. Drogas inotrópicos.
1. Amrinone.
2. Dobutamina.
3. Isoproterenol.
4. Levosimendam.
5. Milrinone.
6. Triyodotironina.
d. Beta bloqueantes.
1. Esmolol.
2. Labetalol.
3. Propranolol.
e. Antiarrítmicos.
1. Adenosina.
2. Amiodorona.
3. Cibenzolina.
4. Disopiramida.
5. Ibutilide.
6. Lidocaína.
7. Verapamil.
f. Diuréticos.
1. Bumetadine.
2. Furosemida.
3. Torsemida
g.Otros.
1. Nesiretide.
a. Drogas vasodilatadoras
Existen cuatro mecanismos básicos de producir vasodilatación:
a. Relajación directa de la musculatura vascular lisa, b. Inhibición del
sistema renina-angiotensina-aldosterona, c. Bloqueo de la estimulación
simpática y d. Inhibición de la entrada de calcio a las células de la
musculatura lisa vascular. Los nitratos y el nitroprusiato de sodio
produce relajación directa a través de la generación del óxido nítrico
(ON), los antagonistas de los canales del calcio y potasio interrumpen
la entrada de calcio a las células de la musculatura vascular lisa.
Apéndice 1.
Clonidina. Agente agonista α2 adrenérgico, antihipertensivo.
No debe ser descontinuada en forma brusca porque puede ocurrir
hipertensión de rebote, la dosis debe ser ajustada de acuerdo a la
función renal y hepática, puede inducir sedación profunda, se ha
descrito para reversión de fibrilación auricular no complicada con
infarto del miocardio (IM) o insuficiencia cardíaca congestiva (ICC).
Puede producir hipertensión paradójica cuando se usa en conjunto con
ß-bloqueantes. Puede ser usada con fentanil (25 µg/h) para analgesia
posoperatoria. La naloxona puede ser usada para tratar la depresión
del sistema nervioso central (SNC) y/o apnea (0,4-2 mg iv) producida
por la droga.
Dosis de ataque es de 0,1-0,2 mg y se pueden repetir bolus de 0,1
mg/h hasta lograr el efecto deseado. Dosis de mantenimiento en
infusión continua es de 0,1-0,7 mg/h o 2-3 µg/kg/min.
Dilución: 3 mg/250 mL D5W, concentración final: 12 µg/mL.
200 µg/mL.
b. Drogas vasopresoras
c. Drogas inotrópicas
- Agonistas de los receptores-ß (AR-ß). La estimulación de los
receptores ß-adrenérgicos por las catecolaminas tanto endógenas como
sintéticas produce activación de la adenilciclasa aumentando la
concentración del AMPc. El AMPc activa la proteína quinasa
dependiente de AMPc la cual promueve la fosforilación de las proteínas
intracelulares, incluyendo las de los canales de calcio, el fosfolambam
y la troponina I, con un resultado final del incremento del calcio
intracelular y del incremento de la sensibilidad a las proteínas
reguladoras del calcio.
- Otros.
d. Beta bloqueantes
Los bloqueantes de los receptores ß adrenérgicos, son drogas de
gran utilidad en las UCI, siendo uno de los principales agentes en el
manejo de la cardiopatía isquémica, con una reducción de la mortalidad
por infarto del miocardio. Son excelentes alternativas en manejo de
taquiarritmias (antiarrítmicos Clase II), de las emergencias
hipertensivas y de la disfunción diastólica. Son indicación tipo IA en
profilaxis de fibrilación auricular en posoperatorio de cirugía cardíaca.
Incluso han demostrado utilidad en miocardiopatías dilatadas con
disfunción sistólica. Existen básicamente dos tipos de receptores los
ß1 y ß2, los ß1 se localizan principalmente a nivel cardíaco y los ß2 se
localizan principalmente a nivel bronquial, sin embargo, existe un
20 %-25 % de receptores ß2 a nivel cardíaco. Se debe tener siempre
presente que aun cuando existen bloqueantes selectivos, a altas dosis
se pierde la selectividad. Apéndice 3.
e. Antiarrítmicos
e. Diuréticos
Los diuréticos son agentes que alteran los mecanismos de la
APÉNDICES
Nicardipina + 0 +
Nitroprusiato + + 0
Nitroglicerina 0 + +
Hidralacina + 0 0
Dinitrato de
Isosorbide 0 + +
Trimethaphan + 0 0
No cardioselectivo
Propranolol - 1-6 h Hepático 0,5-1 mg c/5 min 3-8 mg/h
Selectivos
Atenolol - 6-9 h Renal 1,25-5 mg c/5min No
Esmolol - 9 min Por esterasas 500 g/kg 50-200 g/kg/min
Metoprolol - 3-7 h Hepático 1,25-5 mg c/5min No
No selectivo
vasodilatador
Labetalol - 6-8 h Hepático/renal 0,25 mg/kg 1-3 gkg/h
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INTRODUCCiÓN
Castro N 177
Castro N 179
Oxigenoterapia (1-3)
Es una práctica común administrar oxígeno (O 2 ) húmedo a estos
pacientes, aunque se desconoce si esta terapia limita el daño miocárdico
o reduce la mortalidad o la morbilidad. Es importante tomar en cuenta
que el aumento de la fracción inspirada de O 2 no incrementa
significativamente el transporte de O 2 , en pacientes que no están
hipoxémicos y que los valores supranormales de O 2 en sangre arterial
pueden aumentar la resistencia vascular periférica y la PA, con aumento
de la poscarga y ligera disminución del gasto cardíaco. Además, en
pacientes con enfermedad broncopulmonar obstructiva crónica, altos
flujos de O 2 pueden ser dañinos. En consecuencia, sólo si la hipoxemia
es clínicamente evidente o se puede comprobar, por ejemplo con un
oxímetro de pulso, que la saturación arterial de O 2 (SaO 2 ) es < 90 %,
se puede indicar oxigenoterapia con 2 a 4 L/min, por cánula nasal o
Castro N 181
Analgésicos (1-3)
El tratamiento del dolor es importante porque su presencia se
asocia con activación simpática, la cual causa vasoconstricción y
aumento del trabajo cardíaco. Cuando el dolor persiste a pesar del uso
adecuado de nitratos y ß-bloqueadores, se recomienda el uso de
analgésicos.
La morfina es la droga de elección. Cuatro a 8 mg IV iniciales,
seguidos de 2 mg cada 5 minutos hasta que el dolor desaparezca o
hasta que comiencen a aparecer las manifestaciones de toxicidad
(hipotensión, depresión respiratoria o vómitos). Si ocurre hipotensión
se puede colocar al paciente en posición de Trendelenburg y/o iniciar
la administración de solución salina IV. Si se presentan signos de
toxicidad por morfina, se puede utilizar naloxona (0,1 a 0,2 mg IV
inicial, repetidos cada 15 minutos, si es necesario). Si el paciente
tiene EAP, la morfina permite lograr vasodilatación venosa y arterial
periférica, reducción del trabajo respiratorio y disminución de la FC.
Nitratos (1-3)
Los nitratos dilatan las venas periféricas (disminuyendo la
precarga) y dilatan las arterias periféricas (reduciendo la poscarga);
como consecuencia, disminuyen las presiones de llenado ventriculares,
la presión cuña del capilar pulmonar, la PA sistémica, el volumen del
ventrículo izquierdo (VI) y la tensión parietal ventricular. Estos
efectos contribuyen a mejorar el flujo sanguíneo coronario
particularmente hacia las zonas isquémicas, lo cual se ve favorecido
por la acción antiplaquetaria de los nitratos. Estos efectos fundamentan
el uso de nitratos de acción corta en pacientes con SCA, excepto en
pacientes con infarto ventricular derecho, presión arterial sistólica
(PAS) < 90 mmHg o ≥ 30 mmHg por debajo del valor basal, bradicardia
severa (< 50 latidos por minuto – lpm), taquicardia (>100 lpm).
Aunque los nitratos se han asociado con dilatación de las arterias
coronarias epicárdicas y los vasos colaterales, pocas veces el uso de
nitratos sublinguales consigue abrir arterias coronarias ocluidas. El
uso de nitratos en el IM-CEST reduce el tamaño del infarto y la
incidencia de complicaciones mecánicas.
El uso rutinario de nitratos en pacientes con IM-CEST no ha
demostrado un beneficio independiente sobre la mortalidad a corto
plazo. Si el paciente continúa con síntomas de isquemia miocárdica,
se recomienda la administración sublingual (SL) de nitroglicerina
(NTG) (0,4 mg) o dinitrato de isosorbide (5 mg) cada 5 minutos, para
un total de 3 dosis, siempre y cuando no aparezcan hipotensión y
bradicardia severas y que pueden revertirse, si es necesario, con
atropina IV. La NTG IV tiene indicación si el dolor torácico no
desaparece o repite, si el paciente está hipertenso o presenta signos de
congestión pulmonar. La dosis de NTG IV se titula según la persistencia
de los síntomas de isquemia miocárdica y la respuesta de la PA. Se
recomienda iniciar su administración a una dosis de 5 a 10 mg/min,
con incrementos de 5 a 20 mg/min, hasta que desaparezcan los síntomas
o la presión arterial media (PAM) se reduzca en un 10 % de su valor
basal en pacientes normotensos y hasta un 30 % en pacientes
hipertensos, pero en ningún caso a valores de PAS menores de 90
Castro N 183
ß-bloqueadores (1-3)
Los ß-bloqueadores alivian el dolor torácico, disminuyendo la
necesidad de utilizar analgésicos, y también reducen el tamaño del
infarto. Estos agentes deberían ser administrados, lo más pronto
posible, excepto en las siguientes condiciones: ICC moderada a severa,
PAS <100 mmHg, FC < 60 lpm, signos de hipoperfusión periférica,
intervalo PR >0,24 segundos o BAV de segundo o tercer grado, asma,
hiperreactividad bronquial, enfermedad arterial periférica severa, dia-
betes mellitus (DM) insulina-dependiente. El riesgo de provocar
efectos adversos con ß-bloqueadores en pacientes con IM-CEST,
apropiadamente seleccionados, es bajo (3 % de ICC o BAV completo
y 2 % de choque cardiogénico).
El beneficio de los ß-bloqueadores en el IM-CEST ha sido
demostrado tanto en pacientes que recibieron terapia fibrinolítica,
como en los que no la recibieron. Como la reducción del tamaño del
Castro N 185
Castro N 187
Control de glicemia
Durante las primeras 24 a 48 horas de un IM-CEST complicado
se debe normalizar la hiperglicemia con infusión IV de insulina; en
ausencia de complicaciones del IAM, es razonable normalizar la
glicemia con infusión IV de insulina. Luego de la fase aguda es
razonable individualizar el tratamiento de la DM utilizando insulina,
análogo de insulina o un hipoglicemiante oral que, siendo bien tolerado,
permita el mejor control de la glicemia (1,2).
Castro N 189
Vida media
plasmática
(min.) » 20 4-8 14 - 18 20
Administración
en bolo No No Sí Sí
Antigenicidad Sí No No No
Reacciones
alérgicas f Sí No No No
Especificidad
por fibrina No ++ ++ +++
Activación del
plasminógeno Indirecta Directa Directa Directa
Depleción de
fibrinógeno
sistémico Marcada Ligera Moderada Mínima
% permeabilidad
coronaria a los
90 min. » 50 » 75 » 75 » 75
% Flujo TIMI
grado 3 g 32 54 60 63
a
= Estreptoquinasa; b = Alteplase; c = Reteplase; d = Tenecteplase; e = 30 mg
para pacientes con peso < 60 kg, 35 mg para 60 – 69 kg, 40 mg para 70 – 79
kg, 45 mg para 80 -89 kg y 50 mg para ≥ 90 kg; f = frecuentemente hipotensión
arterial; g = flujo coronario normal.
Castro N 191
Contraindicaciones absolutas
• Hemorragia intracraneal previa.
• Lesión estructural vascular cerebral conocida (ej.: malformación
arteriovenosa).
• Neoplasia intracraneal maligna conocida (primaria o metastásica)
• Accidente cerebrovascular (ACV) isquémico en los tres meses previos
EXCEPTO ACV isquémico de menos de 3 horas de evolución.
• Sospecha de disección aórtica.
• Sangrado activo o diátesis hemorrágica (excepto menstruaciones)
• Traumatismo craneano cerrado o facial significativos en los tres meses
previos.
Contraindicaciones relativas
• Hipertensión arterial sistémica (HTA) crónica, severa, pobremente
controlada.
• HTA severa no controlable al ingreso (PA > 180/110 mmHg)
• Historia de ACV isquémico hace más de tres meses, demencia, otras
patologías intracraneanas.
• Reanimación cardiopulmonar traumática o prolongada (> 10 min)
• Cirugía mayor en las últimas tres semanas.
• Hemorragia interna en las últimas 2 a 4 semanas.
• Punción vascular en sitios no compresibles.
• En caso de estreptoquinasa, administración previa de este agente más de
cinco días antes o alergia conocida al mismo.
• Embarazo.
• Úlcera péptica activa.
• Uso de anticoagulantes (a mayor INR, mayor riesgo de sangrado)
Castro N 193
Castro N 195
Terapia antitrombínica
Cuando el fibrinolítico utilizado no es fibrina – específico,
como es el caso de la SK, no se debe administrar rutinariamente
heparina no fraccionada (HNF) IV como terapia adjunta, excepto en
pacientes con alto riesgo de embolismo sistémico (IAM antero – septal
o anterior extenso, fibrilación auricular, embolismo previo o presencia
de trombo en el VI) (2).
En los pacientes que reciben fibrinolíticos específicos, se debe
administrar HNF IV como terapia adjunta, por lo menos durante 48
horas, para aumentar la permeabilidad de la ARI y reducir la mortalidad.
Se recomienda administrar un bolo inicial de 60 U/kg (máximo 4 000
U), seguido de infusión 12 U/kg/h (máximo 1 000 U/h) con ajustes
para mantener un aPTT entre 1,5 y 2,0 veces el control (aproxi-
madamente entre 50 y 70 segundos) (1).
En cuanto al control de la dosis de infusión IV de HNF con el
aPTT, en pacientes que han recibido fibrinolíticos, se debe tener en
cuenta que en las siguientes 12 horas de su administración, el aPTT
Terapia antiplaquetaria
Las plaquetas desempeñan un papel importante en la respuesta
trombótica desencadenada por la ruptura, fisura o erosión de una placa
Castro N 197
Castro N 199
Características iniciales
Edad ≥ 65 años.
Por lo menos 3 factores de riesgo para enfermedad arterial coronaria.
Obstrucción coronaria significativa conocida (equivalentes clínicos: IM
previo, ICP o cirugía de revascularización previas).
Desnivel del segmento ST.
Dos o más episodios de angina en las últimas 24 horas.
Uso de aspirina en las últimas semanas.
Niveles séricos elevados de marcadores de necrosis miocárdica.
Nitratos (22-24)
Los estudios sobre el uso de nitratos en la AI han sido pequeños
y observacionales. Tampoco hay estudios aleatorios controlados que
confirmen la mejoría de los síntomas de isquemia o la reducción de
eventos cardíacos. No están definidas la intensidad y duración óptimas
del tratamiento. A pesar de estas limitaciones, las guías de práctica
clínica actuales recomiendan que si los síntomas de isquemia
miocárdica persisten luego de la administración de NTG o dinitrato de
isordil SL y ß-bloqueadores IV, se utilice NTG IV, comenzando con
una dosis de 5 a 10 mg/min y siguiendo con incrementos de 10 mg/min,
cada 3 a 5 minutos, hasta que desaparezcan los síntomas, aparezca
cefalea intensa o la PAS sea < 100 mmHg. La dosis máxima usualmente
recomendada es de 200 mg/min. Si desaparecen los síntomas de
isquemia y el paciente se mantiene libre de ellos por 12 a 24 horas
Castro N 201
ß-bloqueadores (22-24)
Los ß-bloqueadores han demostrado reducir el infarto y/o la
isquemia recurrente en pacientes con SCA-SEST. En pacientes de alto
riesgo, se recomienda el uso intravenoso inicial y pasar luego a la vía
oral, mientras que en los pacientes de bajo riesgo, puede utilizarse
sólo la administración oral. No hay evidencias de que un ß-bloqueador
particular sea mejor que otro, pero no se recomienda el uso de aquellos
que tienen actividad simpático mimética intrínseca, como el pindolol.
El atenolol y el metoprolol pueden ser utilizados en la misma forma en
que los recomendamos para pacientes con IM-CEST.
Estatinas (22-24)
El uso prolongado de estatinas tiene efectos beneficiosos en
pacientes hipercolesterolémicos pos IAM y con AI, según los resultados
de los estudios 4-S y LIPID. Las recomendaciones del ATP-III son
lograr en estos pacientes valores de C-LDL menores de 70 mg/dL.
Debido a que los valores de colesterol disminuyen en los procesos
agudos, la determinación de los valores de colesterol debe realizarse
en las primeras 24 horas de evolución del SCA-SEST.
Los resultados de los estudios MIRACL y PROVE-IT favorecen
el uso desde el primer día del evento isquémico de altas dosis (80 mg
VO/día) de atorvastatina, que se deben mantener por lo menos durante
2 años y medio.
Castro N 203
Clopidogrel (22-24)
El efecto antiplaquetario del clopidogrel es irreversible y la
administración de 75 mg VO por día, sin dosis de carga toma de 3 a 5
días para lograr un efecto antiagregante plaquetario efectivo. Una
dosis de carga de 300 mg logra ese efecto antiplaquetario en 4 a 6 horas
y una carga de 600 mg en unas 2 horas. Este último aspecto es
utilizado como ventaja en aquellos pacientes que deben ir rápidamente
al laboratorio de cateterismo cardíaco. Como los mecanismos de
antiagregación plaquetaria de la aspirina y el clopidogrel son diferentes
(inhibición de la COX-1 e inhibición del componente P2Y12 del
receptor plaquetario de ADP), la combinación de estos dos agentes
ofrece un efecto aditivo beneficioso (inhibición dual de la agregación
plaquetaria).
La inhibición plaquetaria dual es recomendada en pacientes con
AI/IM-SEST sean tratados médicamente o sean programados para
ICP. La dosis de carga tanto de aspirina (162 – 325 mg bucal) y la de
clopidogrel (300 mg VO) deben darse inmediatamente si no hay
contraindicación para su uso. A partir del día siguiente se administrarán
las dosis de mantenimiento diarias de aspirina (75 – 81 mg VO) y
clopidogrel (75 mg VO). Como la inhibición plaquetaria dual aumenta
el riesgo de sangrado, en pacientes que deban ser revascularizados
quirúrgicamente se recomienda suspender el clopidogrel por lo menos
5 días antes de la intervención.
Antitrombínicos (22-24)
La asociación de HNF con aspirina en pacientes con SCA-SEST
disminuye el riesgo de muerte o IM. Sin embargo, la HNF tienen
múltiples desventajas (variabilidad en los efectos anticoagulantes,
neutralización por proteínas circulantes y substancias liberadas por
las plaquetas, necesidad de monitorización frecuente del aPTT para
controlar el efecto anticoagulante). La HNF tiene igual acción anti IIa
y anti Xa (1:1).
El rango terapéutico de anticoagulación recomendado se logra
con un aPTT entre 1,5 y 2,5 veces el valor control (aproximadamente
Ajuste de dosis IV
aPTT (seg) Bolo (U/kg) Infusión (U/kg/h)
< 35 60 +3
35 - 49 30 +2
50 - 70 0 0
71 - 90 0 -2
> 100 Parar infusión
por 30 minutos -3
Castro N 205
Castro N 207
SCA-SEST.
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Castro N 209
DEFINICIÓN
Mendoza AJ 211
Mendoza AJ 213
ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS
Mendoza AJ 215
PATOFISIOLOGÍA
Congestión
Puede ser causada por progresión del daño miocárdico con
activación concomitante de neurohormonas y disfunción renal así
como debido a indiscreción dietética, no adherencia a medicación
específica o al uso de ciertos medicamentos como los antiinflamatorios
no esteroideos. El resultado final es una sobrecarga de líquidos que
conduce a deterioro de la función hemodinámica y disrupción de un
estado clínico previamente estable, las anormalidades hemodinámicas
incluyen incremento de las presiones de llenado ventricular izquierdo
y derecho, gasto cardíaco disminuido, disnea y ortopnea.
Datos provenientes de largos ensayos clínicos y registros
recientes han mostrado que muchas hospitalizaciones por insuficiencia
cardíaca aguda ocurren debido a congestión (edema pulmonar,
presencia de crepitantes abundantes en campos pulmonares) y aunque
se piensa que la congestión comienza como un mecanismo compen-
satorio en respuesta a un rendimiento cardíaca reducido, los datos
clínicos y experimentales sugieren que la congestión en realidad
contribuye a la progresión de la insuficiencia; las presiones de llenado
ventricular aumentadas incrementan el estrés de la pared ventricular,
cambia la forma del ventrículo izquierdo haciéndose más esférico con
reposición de los músculos papilares lo que condiciona insuficiencia
mitral secundaria e isquemia subendocárdica llevando a la muerte a
miocitos por apoptosis o necrosis.
La congestión (altas presiones de llenado) puede particularmente
ser deletérea en pacientes en insuficiencia cardíaca aguda con
hipotensión arterial en enfermedad coronaria y miocardio hibernado.
Las presiones de llenado ventricular elevadas pueden impedir también
el drenaje venoso coronario y auricular contribuyendo a la aparición
de disfunción diastólica.
Injuria miocárdica
La injuria miocárdica está ahora siendo considerada un elemento
común e importante en la patofisiología de la insuficiencia cardíaca
aguda, la misma junto con la congestión pueden exacerbarse una a
Mendoza AJ 217
Disfunción renal
El síndrome cardiorrenal juega un importante papel en la
insuficiencia cardíaca aguda; el gasto cardíaco disminuido resulta en
hipovolemia lo cual dispara la producción de neurohormonas tales
como la angiotensina II y aldosterona del sistema renina- angiotensina-
aldosterona por los riñones; la angiotensina induce la secreción de
vasopresina por la glándula pituitaria anterior y endotelina I por las
células endoteliales, esta activación neurohormonal y particularmente
los niveles incrementados de vasopresina resultan en retención de
líquido, sodio, vasoconstricción y alta presión venosa, lo cual incre-
menta el estrés de la pared miocárdica y disminuye el rendimiento
cardíaco, además la presión venosa elevada disminuye la filtración
glomerular, impide la función renal e incrementa la retención de sodio
y agua con lo que se establece un círculo vicioso deletéreo con
elevación de neurohormonas y empeoramiento de la función cardíaca.
La disfunción renal acarrea un pobre pronóstico en los pacientes
con insuficiencia cardíaca aguda y es un poderoso factor de pronóstico
adverso. Gottlieb y col. examinaron los resultados de 1 002 pacientes
admitidos por insuficiencia cardíaca aguda incluyendo muchos con
fracción de eyección preservada; cualquier incremento de la creatinina
sérica fue significativamente impo
rtante; un incremento de 0,3 mg/dL tuvo una sensibilidad de 81
% y 64 % y una especificidad de 62 % y 65% para predecir muerte o
prolongación de la estadía hospitalaria de más de 10 días
respectivamente. Igualmente en una serie de 412 pacientes Smith y
col. reportaron que un incremento de 0,2 mg/dL de creatinina predijo
un resultado peor durante la hospitalización.
Datos recientes del ADHERE demuestran el rol importante de la
disfunción renal en la patofisiología de la insuficiencia cardíaca aguda
y los resultados adversos asociados a la hospitalización por el
Mendoza AJ 219
Comorbilidades
Una alta incidencia de comorbilidades tales como enfermedad
arterial coronaria, hipertensión arterial sistémica, diabetes mellitus
tipo II, fibrilación auricular, enfermedad pulmonar obstructiva crónica,
obesidad, a menudo están asociadas a la insuficiencia cardíaca aguda.
La enfermedad arterial coronaria está entre las principales patologías
subyacentes de insuficiencia cardíaca aguda, la disfunción endotelial
a menudo acompaña a la enfermedad de arterias coronarias y puede
conducir a respuesta reducida de vasos sanguíneos a cambios en el
Mendoza AJ 221
Abordaje terapéutico
Como puede extraerse del referencial patofisiológico arriba
mencionado, el abordaje terapéutico del paciente en insuficiencia
cardíaca aguda, constituye un verdadero reto, especialmente en el
ambiente de medicina crítica puesto que en el paciente crítico con
diferentes alteraciones, el funcionamiento adecuado de la bomba
cardíaca es fundamental. Es obvio que las intervenciones terapéuticas
estén dirigidas al rescate de la inminente muerte cardiorrespiratoria,
optimizar el estado hemodinámico deteriorado, buscar una mejoría
sintomática precoz y hacer énfasis en los agentes dados intra-
venosamente para aumentar la eficiencia del miocardio, evitar la
hipoxia del miocito y su acelerada injuria, modular la respuesta
neurohormonal, preservar la función renal y tratar enérgicamente las
comorbilidades subyacentes.
Mendoza AJ 223
Medicamentos
Morfina: la morfina está indicada en la fase inicial del tratamiento
especialmente si la agitación y la disnea están presentes; ella induce
una ligera dilatación arterial, venodilatación y reduce la frecuencia
cardíaca. Se administra en bolo de 3 mg una vez establecido el acceso
venoso, y se puede repetir de acuerdo a la respuesta clínica del
paciente.
Vasodilatadores: los vasodilatadores están indicados en la
mayoría de los pacientes en insuficiencia cardíaca aguda como terapia
de primera línea si la hipoperfusión está asociada con una presión
sanguínea adecuada y con signos de congestión con baja diuresis a fin
de abrir la circulación periférica y reducir la precarga. Los nitratos
alivian la congestión pulmonar sin comprometer el volumen de eyección
y sin aumentar la demanda de oxígeno. Con la dosis apropiada ejercen
una vasodilatación equilibrada del lecho venoso y arterial de la
circulación y por tanto reducen la precarga y poscarga del ventrículo
izquierdo sin empeorar la perfusión tisular. Una desventaja de los
nitratos es el desarrollo de tolerancia especialmente si se administran
por vía intravenosa a dosis altas lo que limita su eficacia a sólo 16-24
h.
La nitroglicerina puede ser administrada oralmente, 400 µg
cada 5 a 10 minutos o por vía sublingual (dinitrato de isosorbide 1 a
3 mg), mientras se está controlando la presión arterial; la administración
endovenosa (glicerilnitrato 20 µg/min hasta 200 µg/min), o dinitrato
Mendoza AJ 225
Mendoza AJ 227
Resumen
El síndrome clínico de insuficiencia cardíaca aguda puede
presentarse como un síndrome de comienzo nuevo o como una
descompensación de una insuficiencia cardíaca crónica con dominancia
anterógrada izquierda o retrógrada derecha. El paciente en insuficiencia
cardíaca aguda requiere de una evolución diagnóstica y cuidados
inmediatos, así como medidas frecuentes de resucitación para mejorar
los síntomas y la supervivencia. La evaluación diagnóstica inicial
debe incluir el examen clínico apoyado en los antecedentes del paciente,
electrocardiograma, radiografía de tórax, urea plasmática, péptido
natriurético y otras pruebas de laboratorio. La ecocardiografía debe
realizarse en todos los pacientes lo antes posible.
La evaluación clínica inicial debe incluir una evaluación de la
precarga, la poscarga, presencia de alteraciones valvulares, arritmias
y las comorbilidades concomitantes como infecciones, diabetes me-
llitus, enfermedad respiratoria o renal. Los síndromes coronarios
agudos son una causa frecuente de insuficiencia cardíaca aguda y
deben identificarse de manera precoz. Después de la evaluación
inicial se debe obtener una vía venosa de buena calidad, controlar los
signos físicos, se debe monitorizar la presión arterial estrictamente así
Mendoza AJ 229
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MICROCIRCULACIÓN, OXIGENACIÓN
TISULAR Y SEPSIS
Microcirculación
Qué es microcirculación
La microcirculación reparte el flujo desde arteriolas a capilares,
o sinusoides hasta las vénulas. La sangre fluye libremente entre una
arteriola y una vénula a través de canales vasculares que son llamados
canales libres, y son alternos. Las estructuras llamadas esfínteres
precapilares (arteriolas) que controlan el flujo entre las arteriolas y los
capilares, contienen fibra muscular que regulan el flujo, si están
abiertos este flujo es libre con normal descarga de oxígeno y otros
componentes, cuando se cierran el flujo tiene que ser por los llamados
canales libres.
Es importante saber que aunque el flujo es suplido a todas partes
del cuerpo, este suplemento no es igual todo el tiempo a todas partes,
la sangre es derivada a zonas específicas en el momento necesario
según necesidades, como por ejemplo cuando comemos el flujo es
desviado de algunas partes hasta el tracto digestivo. Las arteriolas
controlan la resistencia vascular de un órgano y su propio flujo
sanguíneo total, también son responsables de la distribución del flujo
dentro el propio órgano. Para alcanzar este grado de control la
respuesta de la microvasculatura a condiciones cambiantes (por ejmplo
aumento de la demanda de O 2 , disminución de la entrega de O 2 ) debe
estar poderosamente integrada a través de todo el lecho microvascu-
Williams L 231
Arteriolas 20-50
Capilares 05-10
Sinusoides 30-40
Vénulas 30-40
Figura 8.1.
Williams L 233
Williams L 235
PO 2 (kPa )
Transporte de oxígeno
Entrega a órganos y tejidos
Williams L 237
Figura 8.4. Efecto del gradiente de tensión de oxígeno y la distancia de difusión sobre
la viabilidad del oxígeno a las células.
Williams L 239
Figura 8.5. Efecto del gradiente de tensión de oxígeno y la distancia de difusión sobre
la viabilidad del oxígeno a las células.
Williams L 241
Williams L 243
• Taquipnea o hipoventilación
• Arritmias
• Vasodilatación periférica
• Hipotensión sistémica
• Coma
• Cianosis (poco fidedigna)
• Náusea, vómitos, malestar intestinal.
• Saturación de O 2
• Gasto cardíaco
• Concentración de Hb
• Liberación de O 2 desde la Hb
• Difusión extracelular
• Uso celular del O 2
Para iniciar estas medidas deberíamos tener una idea del estado
de oxigenación de los tejidos, tomando en cuenta que el diagnóstico
clínico no es sensillo, en especial en los estados iniciales de patologías
como la sepsis, hay que crear otros mecanismos de diagnóstico.
Historia de la gasometría.
Williams L 245
Historia de la oximetría
Williams L 247
Io I
Williams L 249
Figura 8.8.
Williams L 251
Lactato
Tonometría gástrica
Williams L 253
Williams L 255
Espectroscopia
Regulación de la microcirculación
Williams L 257
Disfunción regulatoria
Williams L 259
Distres mitocondrial
Williams L 261
Williams L 263
Variables hemodinámicas 2
Frecuencia cardíaca mayor de 100 ppm.
PAM menor de 50 mmHg PVC menor de 2
o mayor de 15 mmHg o IC menor de 2,2 L/min por m 2
Circulación periférica 2
piel moteada o
Tc-Tp mayor dr 5ª C
Pfi menor de 0,3 o
llenado capilar lento
Variables microvasculares 1
Gap de tonometría de CO 2 aumentado o
Gap sublingual de CO 2 aumentado
Alteración de la perfusión sublingual en imagen OPS
Disfunción de órganos
Diuresis menor de 0,5 mL/kg por hora 1
Estado mental disminuido 1
Williams L 265
Figura 8.11. El modelo conceptual de difusión desde los capilares de Krogh (a). El
área de tejido alimentada por un capilar aislado está representada por un cilindro. La
distancia de difusión de O2 se muestra en (d). En la figura (b) vemos que si la prefusión
capilar cae debido a alteraciones microcirculatorias de sepsis severa la densidad de
perfusión vascular cae, la distancia de difusión de O2 aumenta (d2). Esta ilustración
muestra como la densidad de perfusión vascular juega un papel crítico en el transporte
de O2.
Williams L 267
Agentes vasoactivos
Williams L 269
Apuntando al endotelio.
Williams L 271
Williams L 273
LECTURAS RECOMENDADAS
Williams L 275
URGENCIAS Y EMERGENCIAS
HIPERTENSIVAS
Téllez-Méndez RD 277
Inicio de Terapia
Téllez-Méndez RD 279
de las 19:00 horas, junto con un pequeño valle alrededor de las 15:00
horas (23,24) . En la hipertensión arterial se puede modificar, en cierta
medida, el perfil circadiano de la PA. Así, diferentes formas de
hipertensión pueden mostrar un patrón circadiano distinto entre sí y al
de los sujetos normotensos. En normotensos y en hipertensos
esenciales, generalmente se observa una caída de la presión arterial
durante la noche, mientras que, en ciertas formas de hipertensión
secundaria (enfermedad de Cushing) el ritmo de la PA está abolido
casi hasta en un 70 % de los casos, incluso en algunos pacientes los
niveles más altos de PA se presentan durante la noche (25-27).
Este aspecto tiene una gran relevancia para las consecuencias de
la propia hipertensión, independientemente de su origen, puesto que la
pérdida de la caída normal de presión arterial por la noche parece
acompañarse de una mayor afectación orgánica en el corazón, cerebro,
vasos y riñón.
El desarrollo de la cronopatología cardiovascular ha despertado
el interés por el estudio de las bases fisiológicas y fisiopatológicas que
subyacen a la morbilidad y mortalidad cardiovascular (28) . Asimismo,
Téllez-Méndez RD 281
Téllez-Méndez RD 283
Téllez-Méndez RD 285
Figura 9.3. Pacientes con toxemia severa en las diferentes zonas de la curva
de función ventricular.
Téllez-Méndez RD 287
Téllez-Méndez RD 289
Téllez-Méndez RD 291
Prioridades terapéuticas
Téllez-Méndez RD 293
Téllez-Méndez RD 295
Iatrogénicas Misceláneos
FÁRMACOS DOSIS
Téllez-Méndez RD 297
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Téllez-Méndez RD 305
VEL 70 EN ABORDAJE
DE LA VÍA AÉREA DIFÍCIL
INTRODUCCIÓN
Figura 10.1.
Figura 10.2.
intubación.
Permite evaluar el ángulo maxilo-faríngeo:
• Ángulo menor de 90 grados: predice una intubación muy
difícil.
• Ángulo entre 90-105: predice intubación difícil (1,4).
Distancia inter-incisivo: medida entre los incisivos superiores
e inferiores con la boca completamente abierta, aceptable mayor de 3
Mallampati
Clasificación según estructuras observables:
• Grado I, paladar blando + úvula + pilares.
• Grado II, pared faríngea posterior visible por detrás del
paladar blando pero la base de la lengua no deja ver los
pilares
• Grado III, exclusivamente se ve la base de la úvula
• Grado IV, no se logra ver el paladar blando, sólo el paladar
duro es visible
Figura 10.3.
1 2
3 4
Figura 10.4.
VEL 70
En el Centro Médico de Caracas desde hace 3 años introducimos
en nuestra práctica diaria al abordar la vía aérea, una técnica que
hemos llamado VEL 70, significa manejo de la vía aérea con la ayuda
de una transmisión a través de video, de la imagen obtenida durante
una maniobra convencional de intubación, usando un dispositivo
novedoso en la hoja Macintosh con punta articulada, cuya modificación
consiste en un canal para pasar un endoscopio rígido de 70˚, que
hemos llamado “CANAL ENDOSCÓPICO DCH”.
Figura 10.6. Adaptador de dispositivo para guía de fibra óptica en pala de laringoscopio.
óptica rígida gran angular que usa esta técnica, ha resultado en todos
los casos en una exposición 100 % de la visión laringoscópica de la
laringe (Cormack-Lehane I).
Usando una cámara de video conectada al adaptador de la óptica,
con pocas modificaciones de la técnica convencional realizamos la
videolaringoscopia. Esto permite monitorizar la laringoscopia, hasta
la exposición de la hendidura glótica superior; la intubación y confirmar
la posición adecuada del tubo traqueal durante una intubación difícil,
prevista o inesperada.
Instrumentación
La propuesta inicial del diseño del canal endoscópico DCH, fue
hecha para utilizar ópticas flexibles, con la intención de poder avanzar
la fibra y lograr una colocación por encima de la carina, con la
finalidad de usar esta como guiador en el avance de un tubo traqueal,
previamente montado sobre la base de el fibrobroncoscopio,
procedimiento este que requiere la asistencia de un segundo operador
Ver imagen anexa.
A B C
Figura 10.7. A. Canal cerrado, B. Canal abierto lateralmente. C. Avance del tubo
traqueal
A B
RESULTADOS
Figura 10.10. VEL 70: secuencia VAD apertura bucal < 2 cm.
DISCUSIÓN
Figura 10.11.
REFERENCIAS
INTRODUCCIÓN
Tabla 11.1
Insuficiencia respiratoria
PaO 2 ↓ 60 mmHg
PaCO 2 ↑ 50 mmHg
(arterial). Ésta se altera por los trastornos que ocurren a nivel alveolar
como es el caso de la ocupación o el colapso de los mismos. Además
de ese mecanismo, si el paciente está hipoventilando, no llega suficiente
oxígeno a nivel de los alvéolos por compromiso de la ventilación
alveolar y el PACO 2 elevado, reduciría también la tensión parcial del
oxígeno de los alvéolos (PAO 2).
Los aumentos en el gradiente alvéolo-arterial, son en general
debido a trastornos de ventilación/perfusión (Ver Figura 11.2) (falta
de correlación entre la ventilación y la perfusión) lo que siempre
sugiere la presencia de problemas intrínsecos del pulmón (5), por lo que
el compromiso del PaO 2 responde a la administración de oxígeno en
forma usual. Sin embargo en el caso del shunt, como el otro mecanismo
que genera hipoxemia, por ser la porción del gasto cardíaco que al
pasar por áreas no ventiladas no se oxigena y termina en hipoxemia
severa. la misma no es fácilmente corregida con suplementos usuales
de oxígeno.
En resumen, las alteraciones fisiopatológicas que llevan a la
falla respiratoria hipoxémica, están dadas primordialmente, por incre-
mento del shunt, como sabemos que ocurre en la ocupación alveolar
b
d
c
CcO 2 – CaO 2
Qs/Qs =
CcO 2 – CvO 2
VE = VA – VD
VE = VA + VD
De donde
VD = VE – VA
PaCO 2 – PACO 2
VD / VT=
PaCO 2
Pr alv – Pr glotis
RAW = = cm H 2O / Lxm
Flujo del aire
(R= Pr/V)
Cambio de Vol
Comp. = = Vol/ Pr
Cambio de Pr
DA aO 2 = PAO 2 – PaO 2
Básicamente = HIPOXEMIA
PaO 2 = 55 mmHg
PaCO 2 = 20 mmHg FR = 30 x m
pH = 7,60
SAT = 84 %
• SDRA.
• SDRARN
• Edema pulmonar (cardiogénico).
• Tromboembolismo pulmonar masivo.
• Neumonía extensa.
• Atelectasias extensas.
• Fibrosis pulmonar.
c. Enfermedades neuromusculares.
• Sobredosis de drogas.
• Cuadriplejía.
• Enfermedad de neurona motora.
• Síndrome Guillian-Barré.
• Miastenia gravis.
• Botulismo.
• Poliomielitis.
• Parálisis diafragmática.
• Xifoescoliosis.
• Tórax inestable.
• Neumotórax a tensión.
PaO 2 = 58 mmHg
PaCO 2 = 40 mmHg FR = 40 x m
pH = 7,31
SAT = 82 %
Situación A a Situación B
pH = 7,40 pH = 7,20
PaO 2 = 59 mmHg ⇒ PaO 2 = 48 mmHg Descompensación
PaCO 2 = 52 mmHg PaCO 2 = 75 mmHg
BIC = 29 BIC = 29
Figura 11.4. PaO2 vs FIO2 considerándose en cada fracción de shunt 0 % a 30% como
respuesta a la administración de oxígeno presentes en SDRA.
• Sepsis.
• Shock.
• Anafilaxia.
• Pancreatitis aguda.
• Circulación extracorpórea.
• Drogas (salicilatos, amiodarona, quimioterápicos).
• Hipotermia.
• Transfusiones.
TRATAMIENTO
Ha sido muy complejo demostrar que existen tratamientos
específicos con éxito en la injuria pulmonar. Sin embargo, la mortalidad
por esta patología, poco a poco se ha reducido en las últimas décadas
y tal vez la mejoría del tipo de soporte en el cuidado de estos enfermos
ha contribuido a disminuir dicha mortalidad. Sin duda alguna, el
tratamiento de la patología subyacente es importante, sobre todo
cuando hay procesos infecciosos, tratables y responden bien. Por otro
lado, la prevención y el tratamiento temprano de las complicaciones
que puedan surgir, como es el caso de infecciones intercurrentes,
también logran mejorar la mortalidad. Sabemos que en muchos casos
las neumonías nosocomiales pueden aumentar la mortalidad en estos
enfermos y debe dársele atención especial al cuidado de los catéteres
para evitar episodios de sepsis o bacteremias que pueden empeorar el
curso clínico de estos síndromes. Debe dársele importancia a la
nutrición, la cual de preferencia, debe hacerse por vía enteral.
La prevención de otros problemas como el tromboembolismo
pulmonar y el sangrado digestivo son también tomados en cuenta a fin
de reducir la mortalidad.
A través del tiempo, desde la descripción de la IPA/SDRA
muchas modalidades específicas de tratamiento han surgido y muchos
de ellos han sido inconsistentes, con resultados no beneficiosos o
demostrables, por lo que han sido abandonados (Ver Tabla 11.4).
Es indudable que la ventilación mecánica con PEEP (presión
positiva al final de la espiración) ha venido a ser una herramienta
salvadora, por que en la mayoría de los casos, el soporte ventilatorio
de este tipo ha sido crucial para mantener vivo al paciente y dar tiempo
a la reparación de los daños alveolares (17) . Sin embargo, debido a que
se ha vinculado la misma ventilación mecánica en lesiones pulmonares,
han surgido estudios tendientes a demostrar que al usar bajos volúmenes
corrientes (6 a 7 cm de agua / kg de peso) ha quedado demostrado en
el análisis multicéntrico de ARDS network, del Instituto de Salud de
VE = VA + VD
VA = (VE – VD)
Pa CO 2 = K (V CO 2/VA)
Enfermedades musculares
• Distrofias musculares.
• Enfermedad del colágeno (polimiositis).
• Hipopotasemia.
• Hipofosfatemia.
• Síndrome de fatiga diafragmática.
• Somnolencia o obnubilación.
• Incapaz de proteger la vía aérea.
• Incapaz de manejar las secreciones bronquiales.
• Más de 30 Rpm
• PaCO 2 ↓ 45 mmHg
• Pa CO 2 ↑ 50 mmHg
• PH ¯ de 7,30
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INTRODUCCIÓN
Patogenia
Fisiopatología
TRATAMIENTO
El tratamiento incluye:
1. Medidas de soporte general
2. Tratamiento farmacológico
3. Tratamiento de la causa desencadenante
4. Oxigenoterapia
5. Apoyo ventilatorio
6. Nutrición
Broncodilatadores
Aunque la obstrucción de la vía aérea es permanente en la
insuficiencia respiratoria crónica, grados variables de bronco-
constriccion o edema de la mucosa bronquial pueden ser modificables
Corticosteroides
La eficacia clínica de los corticosteroides en el tratamiento de la
insuficiencia respiratoria crónica no está debidamente aclarada y
sigue siendo polémica.
En un estudio reciente doble ciego, aleatorizado comparando 2
semanas de corticosteroides sistémicos, con 8 semanas de tratamiento
en pacientes hospitalizados con exacerbación aguda de EPOC, ambos
grupos de tratamiento demostraron mejoría en su evolución comparados
con el grupo placebo, en cuanto a tiempo de hospitalización, mejoría
de VEF1 y mortalidad, no hubo ninguna diferencia en ambos regímenes.
La complicación más frecuente fue la hiperglicemia en el grupo
tratado con esteroides. La terapia a 2 semanas consistía en metilpredni-
solona IV 125 mg cada 6 horas por 72 horas, luego prednisona oral 60
mg por 4 días, 40 mg por 4 días y 20 mg por 4 días; los efectos adversos
fueron más frecuentes en el grupo que recibió 8 semanas de tratamiento
y se concluyó además que el máximo beneficio se obtiene durante las
2 primeras semanas de tratamiento.
En otro estudio con un número pequeño de pacientes en
ventilación mecánica demostró que una dosis única de metilpredni-
solona 0,8 mg por kg, disminuyó significativamente la resistencia
inspiratoria y la hiperinflación dinámica.
Se puede concluir que el uso de corticosteroides en la
insuficiencia respiratoria crónica puede ofrecer beneficios leves y
podría ser de utilidad para disminuir el número de recaídas.
Fisioterapia respiratoria
A pesar de que es muy utilizada, hay pocos trabajos con diseño
Medidas generales
Debe mantenerse al paciente normovolémico, deben corregirse
las anormalidades electrolíticas: la hipocaliemia, la hipomagnesemia,
la hipofosfatemia y la hipocalcemia tienen efectos deletéreos sobre la
función de los músculos respiratorios.
El uso de anticoagulación está justificado y suficiente evidencia
lo soporta, en la descompensación aguda de la insuficiencia respiratoria
crónica. El uso tanto de heparina de bajo peso molecular como de
heparinas no fraccionadas a dosis antiagregantes deben ser utilizados
siempre y ante la sospecha de tromboembolismo pulmonar, utilizar
dosis anticoagulantes, porque en definitiva esto reduce la morbi-
mortalidad.
Tratamiento de la infección
El tratamiento inicial de la infección en la EPOC en insuficiencia
respiratoria es empírico, así como en la neumonía adquirida en la
comunidad, hasta tener los resultados de los cultivos tomados al
ingreso del paciente. Debe tenerse en cuenta que muchos de estos
pacientes tienen múltiples ingresos hospitalarios y que son susceptibles,
de infecciones nosocomiales, por gérmenes multirresistentes, además
de que en casos de gérmenes adquiridos en la comunidad como causa
de infección, deberá considerarse la resistencia creciente a los ß-
lactámicos del Neumococo y del Haemophylus influenzae, por lo que
se seguirán las Guías de la ATS, para estas infecciones pulmonares.
Oxigenoterapia
La incapacidad del aparato respiratorio para mantener niveles
adecuados de PaO 2, mayor de 60 mmHg y una PaCO 2 menor de 49
mmHg, obliga a cumplir una serie de conductas terapéuticas durante
su descompensación.
La hipoxemia es la causa de algunas de las complicaciones más
serias que se observan en los pacientes con obstrucción crónica al
flujo de aire, lo que conlleva a vasoconstricción pulmonar intensa, que
resulta en una elevación de la presión arterial pulmonar y de la
resistencia vascular pulmonar.
Cuando la saturación de la hemoglobina por el oxígeno cae por
debajo del 90 %, la presión arterial pulmonar y la resistencia vascular
pulmonar se elevan rápidamente. Cualquiera sea la causa de la
hipoxemia, el oxígeno suplementario dado a estos pacientes les
prolonga la vida inequívocamente.
La oxigenoterapia es la administración de oxígeno a concen-
traciones mayores que las del aire ambiente. En los pacientes con
insuficiencia respiratoria crónica, se debe iniciar la oxigenoterapia
con bajas concentraciones de oxígeno y aumentarlas progresivamente
hasta lograr una saturación alrededor del 90 %, monitorizando la
clínica y los gases arteriales periódicamente.
Las principales causas de hipoxemia, en estos pacientes son:
1. Alteración de la relación ventilación / perfusión.
2. Hipoventilación alveolar, con una mayor elevación de la
PaCO 2 .
3. Trastornos de la difusión.
4. Aumento del espacio muerto.
Asistencia ventilatoria
Se indica la asistencia ventilatoria cuando la reserva de los
músculos respiratorios no es suficiente para mantener el trabajo respi-
ratorio, el paciente empeora progresivamente, aparecen somnolencia,
confusión, patrón respiratorio rápido y superficial y respiración
paradójica, el intercambio gaseoso empeora con hipercapnia progresiva
y acidosis respiratoria. Este soporte puede ser de 2 tipos: invasiva y no
invasiva.
Ventilación no invasiva
La ventilación no invasiva a presión positiva (VNIPP) se
considera como una herramienta exitosa y de primera línea en la falla
aguda en los pacientes con insuficiencia respiratoria crónica.
Las ventajas de la VNIPP incluyen mejor comodidad para el
paciente, disminuye la necesidad de sedación, se evitan los problemas
ocasionados por la intubación traqueal que incluye el trauma sobre la
vía aérea superior y sus complicaciones infecciosas como sinusitis,
otitis y las neumonías nosocomiales, además los mecanismos de
defensa de la vía aérea, el habla y la deglución quedan intactos,
permaneciendo el paciente alerta y comunicativo.
La VNIPP fue desarrollada inicialmente por Legar y col. Meduri
y col. y Brochard. A pesar de su uso, los mecanismos implicados en
la mejoría del intercambio gaseoso, no están completamente aclarados.
Sus efectos saludables son la capacidad para disminuir el trabajo de la
respiración, mejoran la ventilación alveolar y simultáneamente mejoran
el trabajo de los músculos respiratorios. La mejoría en el intercambio
gaseoso es debida a la mejoría en la ventilación alveolar sin observar
ningún cambio en las alteraciones de la ventilación / perfusión. La
VNIPP puede prevenir el desarrollo de fatiga muscular y se disminuye
la necesidad de intubación traqueal y sus complicaciones.
Bott y col. informaron acerca del primer ensayo clínico
prospectivo y aleatorio de VNIPP comparado con terapia convencional
en pacientes con exacerbación aguda de insuficiencia respiratoria
crónica; en este estudio la VNIPP fue más eficaz que la terapia
Ventilación invasiva
La colocación de un tubo endotraqueal para asistencia ventilatoria
invasiva está indicada cuando el paciente:
Nutrición
Existe un estrecho vínculo entre la función respiratoria y la
nutrición. La relación entre la desnutrición energética nutrimental
(DEN) y la aparición de insuficiencia respiratoria (IR) fue corroborada
durante la II Guerra Mundial fundamentalmente a través de 2
experimentos realizados: uno en el guetto de Varsovia (Polonia) y otro
en Minessotta (Estados Unidos). Este último fue de mayor relevancia,
porque se realizó una prueba de la función pulmonar de rutina que se
conformó antes y después de 24 semanas de semiinanición y un
posterior período de realimentación. Los resultados fueron:
Evaluación nutricional
Existe evidencia de que la disminución de peso corporal es un
indicador pronóstico adverso, y que incrementos modestos de peso
proporcionan una mejoría en la función muscular.
Esta disminución de peso quizás se deba a la presencia de
síntomas como la disnea, fatiga y sensación de plenitud.
% PI = PA/PI x 100
80 % – 90 % = malnutrición calórica leve
70 % – 79 % = malnutrición moderada
> 69 % = malnutrición grave
% PU = PA/PU x 100
85 % – 95 % = malnutrición leve
75 % – 84 % = malnutrición moderada
> 74 % = malnutrición grave
Vías de administración
La nutrición enteral precoz es útil para el mantenimiento del
sistema linfoide asociado a intestino (GALT) y mucosas (MALT), la
prevención de la atrofia intestinal y la translocación bacteriana,
problemas que son observados cuando sólo se utiliza la nutrición
parenteral.
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VENTILACIÓN MECÁNICA
Ventilación espontánea
Para que se produzca el desplazamiento de gas de un sitio a otro
es necesario que exista una diferencia de presión entre ellos, esta
diferencia puede hacerse disminuyendo la presión intratorácica
(ventilación espontánea) o aumentando la presión extratorácica por
intermedio de un dispositivo que puede adaptarse a una máscara o a
una vía aérea artificial (ventilación mecánica). La cavidad torácica a
diferencia de otras se encuentra sometida en su interior a presión
negativa, ésta llega a su máximo nivel al final de la inspiración (-8 cm
de agua) y a un mínimo al final de la espiración (-2 cm de agua), este
aumento de la presión negativa durante la inspiración se debe
España JV 389
Ventilación mecánica
En resumen:
Durante la inspiración se produce la entrada de aire a los
pulmones, disminuye el retorno venoso al corazón y existe poco
(modos asistidos) o ningún consumo energético (modo controlado)
por parte de los músculos inspiratorios; puede considerarse en el
primer caso la fase como activa y en el segundo como pasiva.
España JV 391
Inicio de la inspiración
El ventilador puede iniciar la inspiración de dos maneras
diferentes: puede permitir el inicio tras un esfuerzo inspiratorio
realizado por el paciente; éste detectado por la máquina, dará inicio
de la insuflación. Este control se denomina “control de sensibilidad
inspiratoria o Trigger, podemos regular su sensibilidad para distintos
grados de esfuerzo inspiratorio. Esto se consigue mediante sensores
de presión, los cuales van a captar la presión negativa provocada por
el movimiento inspiratorio del paciente y cuando esta presión sea
igual a la previamente ajustada (entre -0,5 y -10 cm H 2 O,) se abrirá la
válvula inspiratoria y comenzará la entrada de gas a los pulmones
(Figura 13.3).
España JV 393
Fase inspiratoria
Una vez iniciada la inspiración ésta va a estar sujeta a una serie
de variables y dependiendo de ellas vamos a lograr los objetivos
ventilatorios planteados con el paciente. Existen cuatro tipos diferentes
de flujo inspiratorio: el constante o cuadrado, el de rampa descendente,
España JV 395
España JV 397
Figura 13.7. La zona gris representa un VC de 500 mL, éste puede aumentar a 1 000
ya sea aumentando el flujo como en el cuadro A o por aumentar el tiempo inspiratorio
como se muestra en el cuadro B.
Fase espiratoria
Una vez iniciada la espiración, la cual depende de factores como
la resistencia de las vías aéreas, elasticidad pulmonar y torácica,
comienza la salida del gas suministrado al paciente por el ventilador,
esto se cumple en la mayoría de los casos de manera muy rápida
dejando el resto de la fase espiratoria con cero de presión alveolar. Es
importante mantener un adecuado tiempo espiratorio en el paciente,
porque durante esta fase es cuando se produce mayor retorno venoso
al corazón derecho. Un acortamiento en su duración puede traer serios
compromisos hemodinámicos y debido a no tener el tiempo necesario
para salir, parte del gas inspirado quedará atrapado dentro de los
pulmones ocasionando el llamado “PEEP intrínseco” o “auto-PEEP”.
Durante esta fase se puede añadir presión positiva, esto significa que
el descenso de la presión no va a llegar a cero sino a un número
positivo, este procedimiento es realizado por un control específico del
ventilador y cuando lo usamos se dice que el paciente tiene presión
España JV 399
Parámetro Límite
Volumen corriente < 3-5 mL/kg
Patrón y frecuencia respiratoria > 25 a 35/min
Laboriosa o irregular
Ventilación minuto > 10 l/min
Capacidad vital < 15 mL/kg
Esfuerzo inspiratorio máximo < - 20 cm H 2O
Tendencia del PaCO 2 Aumentando sobre 50 mmHg
Signos vitales Aumento frecuencia cardíaca
Aumento de la presión arterial.
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Predictor Valor
1. Evaluación del fuelle ventilatorio (P0.1) < 6 cm H 2O
2. Capacidad de los músculos ventilatorios
Capacidad vital > 10 mL/kg.
Presión inspiratoria máxima < - 30 cm H 2O
3. Funcionamiento ventilatorio
Ventilación minuto < 10 L/min.
Ventilación voluntaria máxima > 3 veces el Vol. Minuto
Índice respiratorio < 100
Frecuencia respiratoria < 30/min.
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BIBLIOGRAFÍA
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SEDACIÓN
La sedación se ha descrito como el proceso de tranquilizar con
el objetivo final de proveer ansiolisis.
Una de las principales metas del personal médico y paramédico
en las unidades de cuidado intensivo, es el de prevenir el sufrimiento
de los pacientes, pero poca atención se ha puesto al tema de la sedación
en el paciente crítico.
Aunque las drogas sedantes e hipnóticas son de las más
comúnmente usadas en las unidades de cuidado intensivo (UCI), éstas
vienen siendo utilizadas sin ninguna monitorización de su efecto y sin
parámetros claros de dosificación. Las UCI, y más en nuestros países,
no fueron diseñadas ni construidas para ofrecer un ambiente de
tranquilidad y si a eso agregamos la cantidad de procedimientos que
debemos aplicar en nuestro paciente, las condiciones de nuestro
personal, y que estamos rodeados permanentemente de equipos y una
cantidad excesiva de ruido, podemos entender que la permanencia de
los pacientes en las UCI esté caracterizada por presentar una gran
sensación de intranquilidad y nerviosismo. Igualmente el hecho de
que la disminución de la deambulación y encontrarse confinado a una
cama, no tener la privacidad requerida, agrega factores de
inconformidad para mantener la situación de angustia de nuestros
pacientes.
cambios rápidos en la función cerebral, que suele ser causada por una
enfermedad física o mental tratable.
La sedación ha traído un nuevo punto a discusión y es si la
sedación prolonga la estancia en la unidad de cuidados intensivos y la
ventilación mecánica. Luego de una revisión bibliográfica además de
la experiencia personal, si la sedación es buena al cubrir los objetivos,
las funciones hepática y renal están bien mantenidas no tiene por que
afectar ni la estancia ni el período de ventilación mecánica. Pero en
cualquiera de lo antes descrito o cuando hay acumulación de las
drogas, lo que puede verse con el uso de la infusión continua, si puede
observarse cierta prolongación de ambos períodos (3,4,6,8) .
Como ya dijimos los principales objetivos de la sedación son:
proveer amnesia, permitir un adecuado descanso y sueño, para así
disminuir los trastornos psiquiátricos en la unidad de cuidados
intensivos, permitir un adecuado soporte ventilatorio y disminuir el
consumo metabólico de oxígeno, en los casos que esté indicado.
Desde el comienzo de la medición de la sedación por escalas se
hablaba de tres niveles; SEDACIÓN CONSCIENTE que consiste en
una depresión de la conciencia conservando los reflejos protectores.
SEDACIÓN PROFUNDA depresión de la conciencia con pérdida
parcial de los reflejos protectores y ANESTESIA GENERAL que es la
depresión total de la conciencia. Posteriormente se han presentado
escalas que permiten numéricamente evaluar el grado de sedación.
Entre ellas nombraremos, la SAS (escala de sedación y agitación), la
RASS (Escala de Agitación y Sedación de Richmond) (Tabla 14.1)
pero creemos que la más sencilla de usar y la más práctica es la escala
de Sedación de Ramsey (Tabla 14.2). Que con sus 6 puntos evalúa
objetivamente los grados de agitación y sedación, desde un paciente
ansioso y agitado (2) a uno que no responde (6).
Existe una tendencia general a mantener a los pacientes críticos
sobresedados, en parte por la idea en que si el paciente está
profundamente sedado, asegura el confort de éste, pero también
porque es más fácil de manejar.
Benzodiacepinas
Son un grupo de fármacos capaces de producir depresión selectiva
del sistema nervioso central principalmente en el hipotálamo y en el
sistema límbico, específicamente los receptores de los neuro-
transmisores activados por el ácido gamma aminobutírico (GABA).
Se caracterizan por tener acciones parecidas porque producen amne-
sia, hipnosis y cierto grado de relajación muscular; este efecto se ha
descrito en altas dosis pero para producir la relajación que uno busca
para una anestesia general. En definitiva son ansiolíticos, sedantes y
anticonvulsivantes, permiten su uso según la necesidad y el efecto que
se busca en determinado momento, las características farmacocinéticas
van a constituir la diferencia entre ellas lo cual veremos más adelante.
Aunque se han descrito varios receptores GABA o mejor dicho
varios subtipos de estos receptores, pero los que nos interesan en esta
descripción son los GABA A, los cuales en presencia del GABA
OTROS SEDANTES
Propofol. Es un agente anestésico usado comúnmente para la
inducción y mantenimiento. Viene preparado en una emulsión al 1 %
con vehículo de aceite de soya, glicerol y fosfátido de huevo. Es
altamente liposoluble por lo que su penetración al SNC es muy rápida
presenta buen grado de sedación, igualmente su recuperación es
rápida por lo que se recomienda en procesos cerebrales pues permite
su rápida recuperación y por ende su evaluación neurológica. Se
metaboliza a nivel hepático con una vida media de 4 horas, pero no
depende de ello su recuperación, que depende de su redistribución en
tejido graso periférico, pero por regla general aunque se administre en
infusión continua por períodos prolongados, al suspender su
administración aunque ella regresa al plasma no presenta mayores
efectos clínicos (4,10,12).
Como ya dijimos presenta con su uso buen nivel de sedación, es
un buen hipnótico y ansiolítico y a dosis ligeramente más elevadas
(dosis anestésicas) produce amnesia. Es dosis única sobre todo
recomendado para procedimientos cortos en la UCI (cardioversión).
Desde el punto de vista respiratorio produce depresión de la misma
ANALGESIA
Al considerar la analgesia no solo debemos entenderla como el
estado de ausencia del dolor como es habitual sino agregar evitar los
estímulos desagradables, el dolor o el estado no confortable en una
UCI tiene muchas causas tales como la monitorización permanente la
colocación de sondas (uretral, naso-gástrica, etc.) drenajes, intubación
oro o naso traqueal y obviamente la enfermedad o el problema que lo
llevó a la UCI. Recordando que un estado doloroso no tratado o mal
tratado constituye un factor de agitación, igualmente la rutina del
personal de enfermería, la prolongada inamovilidad, la succión de
Figura 14.1.
REFERENCIAS
Dr. José Besso, Dr. César Pru, Dr. Max Arroyo Parejo
Hospitalizados: 4 %-5 %
UCI: 15 %-23 %
Sin: 9 %-24 %
Con: 60 %-80 %
Nefrólogo Intensivista
Hospital UCI
-Sepsis/shock séptico 48 %
-Hemodinámica (excluyendo sepsis) 32 %
-Tóxica 20 %
Azoemia prerrenal
La reducción en la TFG en la insuficiencia prerrenal es causada
por anormalidades en la perfusión glomerular. La IRA prerrenal, por
definición, no está asociada con ninguna enfermedad intrínseca del
parénquima renal y se resuelve rápidamente cuando la causa de la
hipoperfusión renal es corregida.
De esta manera, el flujo sanguíneo renal está reducido en la
insuficiencia prerrenal, siendo adecuado suministrar suficiente oxígeno
y sustratos metabólicos para mantener la viabilidad de los riñones. Si
la IRA no es tratada oportunamente o si se permite el deterioro
progresivo, la injuria isquémica a las células tubulares precipitará una
NTA (5). La fisiopatología y las causas de la azoemia prerrenal se
presentan en la Tabla 15.9. En el contexto de la azoemia y la oliguria,
varios marcadores son útiles para diferenciar azoemia prerrenal vs.
NTA, y son mostrados en la Tabla 15.10. Todos estos marcadores son
útiles en ausencia de una dosis primaria de diuréticos, excepto para la
fracción de excreción de la urea, la cual no se afecta. Es importante
recordar las causas de falsamente alta y falsamente bajas fracciones
Prerrenal NTA
Relación BUN:Cr 20 10
Osmolaridad urinaria >350 300
Osm. U:P >1,5 1,0
Na urinario (mEq/L) <20 >30
FENA (%) <1 >1
FEUrea (%) <35 >50
Baja Alta
Rabdomiolisis Diuréticos
Nefropatía por contraste Manitol
Glomerulonefritis aguda Glucosuria
Sepsis Azoemia crónica
Insuficiencia cardíaca congestiva
Cirrosis
Azoemia posrenal
Éste es un diagnóstico que no debe ser olvidado y es generalmente
hecho por exclusión anatómica (Tabla 15.13). Todo paciente con una
franca IRA oligúrica debe tener un catéter de Foley y un ultrasonido
hecho tempranamente, si el paciente es conocido portador de un solo
riñón, es más recomendable realizar una tomografía axial
computarizada o una pielografía retrógrada.
Enfermedad glomerular
Glomerulonefritis
Alteración de la hemodinamia intrarrenal
Enfermedad intersticial
Enfermedad vascular
Enfermedad tubular (NTA)
Síndrome hepatorrenal
IECA
Sepsis
AINES
Alérgica
Infecciosa
Obstrucción intratubular
Lisis tumoral
Mieloma
Sarcoidosis
Azoemia aguda 90 %
LDH elevada 90 %
Leucocitosis 90 %
Microhematuria 80 %
Proteinuria/piuria 70 %
Fiebre 70 %
Dolor abdominal 40 %
En flancos
Eosinofilia/eosinofiluria
Isquemia intestinal/sangrado gastrointestinal
Lívedo reticularis
Miopatía
Mononeuropatía
Tóxicas Isquémicas
Aminoglicósidos Shock
Contraste hemorragis
Rabdomiolisis Sepsis
Platino Pinzamiento suprarrenal
Variables preoperatorias
Enfermedad renal crónica: creatinina >2 mg/dL
Edad avanzada
Cirugía de emergencia
Disfunción cardíaca
Diabetes mellitus
Enfermedad vascular aterosclerótica
Ictericia obstructiva
Tipo de cirugía
Cardíaca, aneurisma aorta abdominal, hepatobiliar
Variables posoperatorias
Disfunción cardíaca
Reintervenciones
Politransfusiones
Angiopatía dentro de las 24 h poscirugía
Oligúrica No oligúrica
Días de hospitalización 31 22
Diálisis 32(84) 15(28)
Hemorragia gastrointestinal 15(39) 10(19)
Septicemia 16(42) 11(20)
Alteraciones neurológicas 19(50) 16(30)
Muertes 19(50) 14(26)
Intermitente Continua
HD DP HCVV HDFCVV
como:
- Mejoría de la estabilidad hemodinámica.
- Permite un óptimo balance de fluidos durante la remoción
gradual de la urea.
- Permite el aporte virtual de cantidades ilimitadas de
alimentación.
Las principales desventajas son:
- La inmovilización del paciente.
- Los efectos colaterales del lactato contenido en las fórmulas
dialíticas.
Pronóstico
La mortalidad de todos los pacientes con NTA es aproxi-madamente
del 50 % y tiende a ser mucho mayor en pacientes críticamente
enfermos con trauma severo y sepsis o en aquellos que vienen de
cirugías mayores y desarrollan falla multiorgánica. Más aún, la
severidad de la enfermedad de base en pacientes que desarrollan IRA
afecta directamente la mortalidad.
RESUMEN
La oliguria y la disfunción renal son comunes en los pacientes
críticamente enfermos.
En la mayoría de los casos los riñones son un ente inocente que
se afecta secundariamente por enfermedades primarias.
La circulación debe ser corregida antes de que otra intervención
específica sea iniciada.
La terapia de reemplazo renal debe ser iniciada y valorada de
acuerdo al grado de alteración bioquímica y la condición de base del
paciente.
La mayoría de los pacientes en la UCI mueren con IRA y no de
IRA.
REFERENCIAS
SÍNDROME HEPATORRENAL
INTRODUCCIÓN
DEFINICIÓN
El SHR es definido como el desarrollo de insuficiencia renal en
pacientes con enfermedad hepática severa (aguda o crónica) en ausencia
de alguna otra causa identificable de patología renal. Ésta se diagnostica
al excluir otras causas de falla renal en pacientes con enfermedad
hepática como: hipovolemia, nefrotoxicidad por drogas, sepsis o
glomerulonefritis. Un síndrome similar puede además ocurrir en el
contexto de falla hepática aguda (8).
En el riñón se produce una marcada vasoconstricción que se
traduce en un descenso del índice de filtración glomerular (IFG). En
la circulación extrarrenal hay un predominio de vasodilatación arte-
rial, que resulta en una reducción de la resistencia vascular sistémica
e hipotensión arterial (9).
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS
El Club Internacional de Ascitis (The International Ascites
Club,s) (1996) definió los criterios diagnósticos de SHR y estos son
enumerados en la Tabla 16,1 (8).
Se han reportado dos tipos de SHR en la práctica clínica y han
sido definidos por El Club Internacional de Ascitis (10) :
• SHR tipo 1 es una forma aguda de SHR en la cual la falla renal
ocurre espontáneamente en pacientes con enfermedad hepática
severa y es rápidamente progresiva. Ésta se caracteriza por
reducción marcada de la función renal, definida por el aumento
de la creatinina sérica inicial a niveles mayores de 2,5 mg/dL
o reducción del 50 % del aclaramiento de creatinina en 24
horas inicial a < de 20 mL/min en el transcurso de 2 semanas.
La evolución del SHR tipo 1 es de mal pronóstico con 80 %
de mortalidad en 2 semanas. La función renal puede
recuperarse de manera espontánea seguido de una mejoría de
Criterios mayores:
• Enfermedad hepática aguda o crónica con falla hepática avanzada e
hipertensión portal.
• Bajo IFG, evidenciado por una creatinina sérica > 1,5 mg/dL o aclaramiento
de creatinina en 24 horas < 40 mL/min.
• Ausencia de shock, infección bacteriana concomitante, pérdida de líquidos
y tratamiento actual o reciente con drogas nefrotóxicas.
• Ausencia de pérdida de líquidos gastrointestinales (vómitos a repetición
o diarrea intensa) o por vía renal (pérdida de peso > de 500 g/día por
varios días en pacientes con ascitis sin edema periférico o > de 1000 mL
en pacientes con edema periférico).
• Sin mejoría significativa de la función renal (descenso en la creatinina
sérica en 1,5 mg/dL o menos o incremento del aclaramiento de creatinina
en 24 horas en 40 mL/min o más, luego del retiro de diuréticos y
expansión del volumen plasmático con 1,5 L de solución salina isotónica.
• Proteinuria < 500 mL/día y sin evidencia ultrasonográfica de uropatía
obstructiva o enfermedad parenquimatosa renal.
Criterios adicionales:
• Sodio urinario < 10 mEq/L.
• Volumen urinario < 500 mL/día
• Osmolaridad urinaria > osmolaridad plasmática.
• Globulos rojos en orina < 50 en campo de alta resolución.
• Concentración de sodio sérico <130 mEq/L.
EPIDEMIOLOGÍA
El SHR ocurre en aproximadamente el 4 % de los pacientes
admitidos con cirrosis descompensada, aumentando la probabilidad a
18 % en 1 año y a 39 % en 5 años. Estudios retrospectivos (12) indican
que el SHR está presente en aproximadamente 17 % de los pacientes
admitidos en el hospital con ascitis y en más del 50 % de pacientes
moribundos por falla hepática. La causa más frecuente de falla renal
en cirrosis es la peritonitis bacteriana espontánea (PBE). Aproximada-
mente el 30 % de los pacientes con PBE desarrollan falla renal.
El SHR tipo 1 está caracterizado por un deterioro renal rápido y
progresivo y es precipitado más frecuentemente por peritonitis
bacteriana espontánea. SHR tipo 1 ocurre en aproximadamente el
25 % de los pacientes con PBE, a pesar de una rápida resolución de la
infección con antibióticos. Sin tratamiento, el promedio de sobrevida
de los pacientes con SHR tipo 1 es menos de 2 semanas y virtualmente
todos los pacientes fallecen dentro de las 10 semanas posterior al
establecimiento de la falla renal.
El SHR tipo 2 está caracterizado por una reducción estable y
moderada del IFG y comúnmente ocurre en pacientes con función
hepática relativamente preservada. El promedio de vida de estos
pacientes es de 3 a 6 meses. Aunque éste es marcadamente mayor que
en el SHR tipo 1, sigue siendo corto comparado con pacientes con
cirrosis y ascitis que no tiene falla renal.
PRONÓSTICO
Una vez que el SHR se ha desarrollado, la vida media fue sólo
de 1,7 semanas en un estudio prospectivo publicado por Gines y col.,
siendo particularmente malo en pacientes con factores desencadenantes
aparentes. La sobrevida a las 4 y 10 semanas fue de 20 % y 10 %
respectivamente. Pacientes con baja excreción de sodio urinario (< 5
mEq/L) y osmolaridad plasmática reducida tienen una alta probabilidad
de desarrollar SHR. Otros factores de riesgo para desarrollar SHR son
presentados en la Tabla 16,2 (13,14).
FISIOPATOLOGÍA
La base del SHR es la vasoconstricción renal, aunque la
patogénesis no está completamente aclarada. Múltiples mecanismos
se encuentran probablemente involucrados e incluye una acción
recíproca entre alteraciones sistémicas hemodinámicas, activación de
sistemas vasoconstrictores y una reducción de la actividad de los
sistemas vasodilatadores (16-19). El patrón hemodinámico de los pacientes
con SHR está caracterizado por un incremento del gasto cardíaco,
presión arterial baja y resistencia vascular sistémica reducida. La
vasoconstricción renal ocurre en ausencia de una disminución del
gasto cardíaco y del volumen sanguíneo, lo cual contrasta con muchas
condiciones clínicas asociadas con hipoperfusión renal. Aunque el
patrón de resistencia vascular renal incrementada y descenso de la
resistencia vascular periférica es característico del SHR, esto puede
verse además en otras condiciones, como anafilaxis y sepsis. Estudios
de Doppler de las arterias braquial, cerebral media y femoral sugieren
que la resistencia extrarrenal se encuentra aumentada en pacientes con
SHR, mientras que la circulación esplácnica es responsable de la
vasodilatación arterial y de la disminución total de la resistencia
vascular sistémica.
El sistema renina – angiotensina – aldosterona (SRAA) y el
sistema nervioso simpático (SNS) son los principalmente responsables
de la vasoconstricción renal (20) . La actividad de ambos sistemas se
encuentra aumentada en pacientes con cirrosis y ascitis, y este efecto
es manifiesto en el SHR. En contraste, una relación inversa existe
entre la actividad de estos dos sistemas, el flujo plasmático renal
(FPR) y el índice de filtración glomerular (IFG). La endotelina es otro
vasoconstrictor renal presente en altas concentraciones en el SHR,
aunque su papel en la patogénesis de este síndrome todavía no ha sido
identificado. La adenosina es bien conocida por sus propiedades
PREVENCIÓN
Las siguientes medidas pueden disminuir la incidencia de falla
renal o de SHR en pacientes con enfermedad hepática:
A. Profilaxis contra infecciones bacterianas
Las infecciones bacterianas ocurren en aproximadamente 50 %
de los pacientes con hemorragias por várices y la profilaxis antibiótica
mejora la supervivencia en aproximadamente 10 %. Pacientes que han
tenido un episodio previo de PBE tiene un 68 % de probabilidad de
infección recurrente en 1 año y esto conlleva a un 33 % de presentar
TRATAMIENTO
El tratamiento ideal del SHE es el trasplante hepático; sin
embargo, debido a la larga lista de espera de la mayoría de los centros
de trasplante, muchos pacientes fallecen antes de trasplantarse. Existe
una urgente necesidad de una terapia alternativa efectiva para aumentar
- Manejo inicial
• Optimizar el manejo de líquidos: la función renal raramente
se recupera en ausencia de recuperación hepática. El objetivo
primordial en el manejo de estos pacientes es excluir las
lesiones reversibles o tratables (mayormente hipovolemia), y
dar soporte a pacientes con recuperación hepática o pacientes
trasplantados. El tratamiento del SHR está dirigido a revertir
los cambios hemodinámicos inducidos por la reducción de la
presión de perfusión renal, estimulación del SNS y aumento
de la síntesis de factores vasoconstrictores humorales y
renales. En pacientes cirróticos la falla renal es frecuen-
temente secundaria a hipovolemia (diuréticos o sangrado
intestinal), AINES o sepsis. Factores precipitantes deben ser
reconocidos y tratados, y descontinuar el uso de drogas
nefrotóxicas. Todos los pacientes deberían ser retados con
1,5 L de líquidos como solución de albúmina (coloides) o
salina normal para observar la respuesta renal en muchos
pacientes con hipovolemia subclínica respondiendo a esta
simple medida. Esto debe ser dado con cuidadosa vigilancia
para evitar la sobrecarga de líquidos. En la práctica, la
sobrecarga de líquidos no es usualmente un problema, porque
los pacientes con enfermedad hepática severa se comportan
como un “sumidero de líquidos” y su vasculatura está adaptada
a acomodar el líquido extra. Esto ha sido descrito por
Hadengue y col. quienes describieron el aumento de la compla-
cencia venosa seguido de un reto de líquidos en cirrosis
avanzada (47,48).
• Evidencia de sepsis: debe ser buscada en cultivos de sangre,
líquido ascítico, cánulas y orina y deben iniciarse antibióticos
de amplio espectro no nefrotóxicos; la demora o negligencia
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
De todas las drogas que han sido investigadas en el SHR hay una
que sobrepasa el objetivo de aumentar el flujo plasmático renal. Esto
se ha logrado indirectamente, por vasoconstricción esplácnica, o
directamente con vasodilatadores renales. Una de las principales
dificultades ha sido la necesidad de agentes que actúen únicamente en
la circulación esplácnica. Las drogas que se distribuyen en la
circulación sistémica pueden exacerbar la intensa vasocontricción
renal ya presente. Frecuentemente, existe un entusiasmo significativo
para usar los agentes vasoconstrictores en el SHR. Sin embargo, el
• DOPAMINA
La dopamina a dosis renales (2 – 5 µg/kg/min) es prescrita
frecuentemente en paciente con deterioro agudo de la función renal.
Como lo muestra un reciente estudio aleatorizado a gran escala, el uso
de dosis renales de dopamina en etapas tempranas no juega ningún
papel en la prevención de la falla renal aguda en los pacientes críticos
y no mejora la función renal en los pacientes con SHR. Dopamina a
altas dosis empeora el estado hiperdinámico circulatorio, debido a que
aumenta exageradamente la hiperemia esplácnica, aumenta la presión
portal y además puede causar taquiarritmias. Además el uso de
dopamina como monoterapia parece no ofrecer beneficios en el SHR.
La terapia combinada de dopamina y vasopresores ha producido
resultados inconsistentes en el SHR. Debido a que los efectos benéficos
renales se han producido sólo con vasopresores y no con la monoterapia
con dopamina, no parece posible que la dopamina contribuya con la
• MISOPROSTOL
Misoprostol, un análogo de la prostaglandina sintética E–1, ha
sido usado para revertir la vasoconstricción renal en el SHR. Bajas
dosis de misoprostol son vasodilatadoras, natriuréticas y diuréticas,
mientras que a altas dosis incrementa el tono vascular renal e inhibe
la excreción de sodio y agua. Ninguno de los 5 estudios que investigan
misoprostol en el SHR parecen mostrar beneficios sustanciales. La
mejoría de la función renal ocurre en uno de estos estudios, pero
podría además ser explicada por expansión de volumen (55) .
• VASOCONSTRICTORES SISTÉMICOS
Estos medicamentos han mostrado una mayor esperanza en el
tratamiento del SHR en los últimos años. Hecker y Sherlock usaron
norepinefrina en 1956 para tratar pacientes con cirrosis que
desarrollaron SHR, y fueron los primeros en describir una mejoría en
la presión arterial y en el flujo urinario. Sin embargo, no se observaron
mejorías en los parámetros bioquímicos de la función renal y todos los
pacientes posteriormente fallecieron.
Octapresina: un análogo sintético de la vasopresina, fue usado
por primera vez en 1970 para tratar el SHR tipo 1. El FPR y el IFG
mejoraron en todos los pacientes, todos los cuales posteriormente
fallecieron por sepsis, sangrado gastrointestinal y falla hepática.
Debido a estos resultados desalentadores, el uso de análogos
alternativos a la vasopresina, particularmente ornipresina, llamó la
atención. Tres estudios importantes de Lenz y col. demostraron que
el uso en corto plazo de ornipresina resultó en una mejoría de la
función circulatoria y un incremento significativo en el FPR y el IFG.
La combinación de ornipresina y albúmina fue usada subse-
cuentemente por Guevara en pacientes con SHR (49). Esto se basó en
• AGENTES ACUARÉTICOS
Los antagonistas de los receptores K – opioides inhiben la
secreción de la hormona antidiurética en la neurohipófisis e inducen
la excreción de agua. La administración de niravolina en un rango de
dosis de 0,5 a 2 mg induciendo una fuerte respuesta acuarética y fue
bien tolerada en 18 pacientes cirróticos con función renal preservada,
pero no se disponen de datos referente al uso de niravolina en pacientes
con SHR.
• DESVÍOS QUIRÚRGICOS
A pesar del beneficio teórico de mejorar la hipertensión portal y
además el SHR con un desvío portosistémico, sólo unos pocos casos
reportados han mostrado algunos beneficios. Actualmente, y
particularmente con la reciente introducción del TIPS, no existe
indicación actual para el desvío portocava en este contexto.
• TRASPLANTE HEPÁTICO
El trasplante hepático es el tratamiento ideal para el SHR pero
está limitado por la disponibilidad de donantes. Los pacientes con
SHR tienen un alto riesgo de morbilidad posoperatoria, mortalidad
temprana y hospitalización prolongada. Gonwa y col. (72) reportaron
que al menos un tercio de los pacientes requieren de hemodiálisis
posoperatoria, con un pequeño porcentaje (5 %) que requieren diálisis
a largo plazo. Debido a que la disfunción renal es común en los
primeros días posteriores al trasplante, se recomienda evitar los
inmunosupresores nefrotóxicos hasta que no se recupere la función
renal. Sin embargo, el IFG mejora y alcanza valores de 40 – 50 mL/
min en la sexta semana posoperatoria. Las anormalidades sistémicas
y neurohumorales asociadas con el SHR se resuelven también en el
primer mes posoperatorio. La tasa de supervivencia a largo plazo es
excelente, con un porcentaje de sobrevida a los 3 años de aproximada-
mente un 60 %. Esto es ligeramente inferior que la tasa de 70 %-80 %
de sobrevida de los pacientes trasplantados sin SHR y es muchísimo
mejor que el porcentaje de supervivencia de los pacientes con SHR no
trasplantados, la cual es virtualmente 0 % en 3 años (73).
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INTRODUCCIÓN
Pru C 499
Figura 17.1.
Pru C 501
Pru C 503
Pru C 505
Componente Mililitros
(En defecto de cloruro de calcio usamos gluconato de calcio al 10) (5,4 mL)
Na: 143. Cl: 118. HCO3: 35. Ca: 2,8 (todo en mEq/L).
Pru C 507
Figura 17.6.
Pru C 509
Pru C 511
Figura 17.8.
Pru C 513
REFERENCIAS
Pru C 515
INTRODUCCIÓN
HIPONATREMIA EN LA UCI
Fisiopatología
De acuerdo a Edelman (1) la concentración de sodio (Na)
plasmático expresado en mEq/L de agua plasmática depende de la
relación:
Na intercambiable + K intercambiable
Pru C 517
Aguda Crónica
Pacientes 14 52
Duración < 12 horas 3 días
Sodio sérico 112 ± 2 118 ± 1
Estupor/Coma 100 % 6%
Convulsiones 29 % 4%
Mortalidad 50 % 6%
Pru C 519
A N
N I
C Ñ
I O
A
N
O
La más común
La causa más común de las hiponatremias es la que se presenta
luego de la administración de grandes volúmenes de líquido necesarios
para el tratamiento de hipotensión severa secundaria a una variedad de
circunstancias. Aunado a ello que muchas veces estos pacientes no
tiene función renal completamente normal, aun con cifras normales de
creatinina sérica, y no son capaces de eliminar apropiadamente cargas
importantes de fluidos. Muchos de estos pacientes presentan deterioro
agudo de la función renal secundaria a la hipotensión e impedimento
de eliminar sobrecargas de volumen.
De acuerdo a la condición del paciente el tratamiento consistirá
en restricción del volumen administrado, diuréticos o el uso de terapias
de soporte renal.
Pru C 521
el paciente recibe.
5. Ausencia de hipotiroidismo, falla adrenal y administración
de tiazidas.
6. Hipouricemia.
• Causas pulmonares.
Pneumonía.
Tuberculosis.
Pneumotórax.
• Causas neurológicas.
Infección.
Trauma.
Hemorragia subaracnoidea o subdural.
• Tumores malignos.
Cerebro.
Pulmón.
Gastrointestinal.
• Drogas
Pru C 523
Pru C 525
Anterior
Sistema nervioso central
▼ ▼
▲
Disminución de la actividad del BNP, ANP, otros
▼
simpático Factores natriuréticos
▼ ▼
▼
▼
Reabsorción Reabsorción Renina
▼
proximal de uratos ▼ proximal de sodio
▼ ▼
▲
▼
Entrega distal Aldosterona
▼
de sodio
▼
▼
Hipouricemia ▼
▲
Inicio
Natriuresis sin Reabsorción de Na
Pérdida de potasio ▼ TC medular
▼
▼
Volumen
▲
▲
▼
Hiponatremia
Posterior
Zoom + Zoom -
Trastornos del sodio y el potasio en el paciente crítico
Ventilación mecánica
La ventilación mecánica es de uso frecuente para el tratamiento
de la falla respiratoria en la UCI. La ventilación mecánica con presión
positiva espiratoria final, conocida comúnmente como PEEP, es
generalmente asociada con disminución del volumen de orina y
disminución de la excreción de sodio. El aumento de la presión
intratorácica disminuye el llenado cardíaco, disminución del gasto
cardíaco, hipoperfusión renal lo cual dispara el sistema renina-
angiotensina-aldosterona y la secreción de HAD inducida por los
barorreceptores. Así pues, la ventilación mecánica puede inducir la
secreción volumen mediada de HAD y perpetuar una hiponatremia (12).
Cirrosis hepática
Los pacientes con cirrosis hepática e hipertensión portal tienen
a menudo ascitis e hiponatremia. El principal factor que contribuye a
la ascitis es la vasodilatación esplácnica. El incremento de la resistencia
al flujo hepático induce el desarrollo de hipertensión portal, circulación
venosa colateral y cortocircuitos de sangre hacia la circulación
sistémica. Luego de establecida la hipertensión portal se producen, a
nivel del área esplácnica, substancias vasodilatadoras, funda-
mentalmente óxido nítrico, que actúan sobre la circulación arterial
Pru C 527
Pru C 529
HIPERNATREMIA EN LA UCI
Fisiopatología
Si recordamos la relación de Edelman enunciada al comienzo
del capítulo la natremia depende de la relación entre el sodio corporal
total y el agua corporal total, un aumento del primero o más
frecuentemente una disminución del segundo elemento conducen a
hipernatremia.
La causa más frecuente de ella es la carencia de agua libre, lo
cual se produce por falta de aporte o pérdida de la misma; en la UCI
Tratamiento
El tratamiento depende de si hay o no una pérdida importante de
volumen; en caso de no haberla se puede usar: a. Solución glucosada
al 5 % o b. Infusión de agua libre mediante una sonda de alimentación
enteral. Debemos señalar que en el primer caso se deben vigilar las
cifras de glicemia, porque la hiperglicemia puede conducir a diuresis
osmótica y más pérdida de agua libre.
Pru C 531
Diabetes insípida
• Neurogénica: neurocirugía. Apoplejía pituitaria.
• Nefrogénica: hipokalemia. Hipercalcemia.
Incapacidad de concentrar la orina
• Ancianidad.
• Diuresis osmótica.
• Diurético de ASA.
Pérdida de agua libre.
• Fiebre.
• Quemaduras. Steven-Johnson.
• Lactulosa.
Administración de soluciones hipertónicas
• Alimentación enteral. Bicarbonato de sodio.
Fisiopatología
Si a un sujeto sano, normokalémico, le son administrados 100
mEq de potasio, el mismo tendrá que eliminar esos 100 mEq para
Pru C 533
Hipokalemia
Cinco causas inducen hipokalemia y todas ellas se ven
representadas en situaciones comunes en la UCI:
a. Pseudohipokalemia. Se presenta en leucocitosis marcados,
en especial en la leucemia mieloide aguda, donde las células
metabólicamente muy activas captan el potasio cuando la
muestra de sangre, una vez extraída, no se centrifuga y separa
rápidamente. Si se tiene que esperar, la muestra debe ser
almacenada a 4º C.
Pru C 535
Tratamiento de la hipokalemia
En casos de hipokalemia leve a moderada, potasio entre 3 y 3,5
Hiperkalemia
Pru C 537
Tratamiento de la hiperkalemia
a. Calcio. El calcio antagoniza el efecto del potasio en las
membranas celulares, despolarizándolas, inhibe los canales
de sodio y se disminuye la excitabilidad. Debe ser usado en
los pacientes hiperkalémicos con manifiestos cambios
electrocardiográficos. La dosis a usar es gluconato de calcio
al 10 % 10 mL IV a pasar en 2 a 3 minutos, pudiendo repetirse
igual dosis luego de 5 minutos si no se consigue el efecto
deseado. No debe usarse concomitantemente con bicarbonato
de sodio ni en pacientes que reciben digitálicos.
b. Insulina. Un bolus de 50 mL de solución glucosada al 50 %
más 10 unidades de insulina cristalina o iniciar una infusión
de 10 – 12 unidades de insulina cristalina en 500 cm 3 de
solución glucosada al 5 %.
c. Agonistas beta adrenérgicos. Las nebulizaciones con 10 ó 20
mg de albuterol pueden disminuir las cifras de potasio entre
0,6 y 1 mEq/L en un lapso de 30 minutos por un período de
dos horas, no obstante, entre 20 % y 40 % de los pacientes no
responden a su administración, las dosis usadas son entre 4 –
8 veces las usadas usualmente en asma bronquial, lo cual
puede inducir efectos colaterales; la mayoría de los estudios
realizados fueron hechos en sujetos estables, los pacientes
recibiendo beta bloqueadores, con enfermedad coronaria e
historia de arritmias fueron excluidos.
Algunos autores recomiendan su uso combinado con el de
insulina
Pru C 539
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Pru C 541
LA PANCREATITIS AGUDA
INTRODUCCIÓN
DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN
Di Paolo M 543
EPIDEMIOLOGÍA
Di Paolo M 545
ETIOLOGÍA Y PATOGENIA
Causas obstructivas
Di Paolo M 547
Obstrucción
Colelitiasis
Anomalías anatómicas
Páncreas dividido
Otras anomalías anatómicas
Divertículo duodenal
Quistes del colédoco
Otras causas obstructivas
Carcinoma pancreático
Esfínter de Oddi fibrótico o hipertensivo
Cuerpos extraños que obstruyan la papila
Alcohol
Drogas (ver Tabla 19.2)
Anormalidades metabólicas
Hipertrigliceridemia
Hipercalcemia
Trauma
Accidentes
Iatrogénicas
Trauma posoperatorio (incluyendo cirugía de bypass coronario)
ERCP (SIMPOLO) esfinterotomía endoscópica
Manomatría del esfínter de Oddi
Isquemia
Infección
Parásitos
Virus (incluyendo VIH)
Bacterias
Embarazo
Pancreatitis aguda familiar
Enfermedades autoinmunes
Causas misceláneas
Úlcera péptica penetrante
Enfermedad de Crohn
Aortografía translumbar
Toxinas
Veneno escorpiónico
Metilo– alcohol
Insecticidas organofosforados
Pancreatitis aguda idiopática
Azatioprin Eritromicina
6 – mercaptopurina Alfa metil-dopa
Ácido valproico Nitrofurantoína
Estrógenos Acetaminofén (sobredosis)
Tetraciclina Ácido aminosalicílico
Diuréticos tiazídicos Cimetidina
Furosemida Ranitidina
Citarabina Esteroides
L-asparaginasa Sulfasalazina
Pentamidina Procainamida
Sulfonamidas Metronidazol
AINES
Di Paolo M 549
Di Paolo M 551
Di Paolo M 553
Di Paolo M 555
PRESENTACIÓN CLÍNICA
Síntomas
Incluyen dolor abdominal, náuseas y vómitos (ver Tablas 19.3 y
(22,23)
19.4) . El dolor típicamente se localiza en epigastrio, pero con
frecuencia envuelve uno o ambos cuadrantes superiores; ocasio-
nalmente puede irradiarse a tórax y abdomen bajo, de rápido inicio y
se incrementa lentamente hasta una severidad y constancias máximas.
Di Paolo M 557
a
Adaptado de Malfertheiner P. y Kemmer T.P.
b
Adaptado de Corsetti y Arvan 2
Examen físico
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS
Di Paolo M 559
Di Paolo M 561
Anterior
Tabla 19.5. Sensibilidad, especificidad, VPP, y VPN para amilasa sérica, P-isoamilasa y lipasa.
Amilasa Pace 16 1985 Phadebas 300 300 100,0 71,6 15,6 100,0
Steinberg 17 1985 Phadebas 326 326 94,9 86,0 75,5 94,4
600 92,3 100,0 100,0 96,6
Ventrucci 18 1986 Phadebas 377 377 91,7 77,8 35,5 98,6
Thomson 10 1987 Phadebas 316 316 95,6 97,6 91,7 98,8
1000 60,9 100,0 100,0 90,4
P-amilasa Koehler 19 1982 Electroforesis 52 52 84,2 38,8 59,3 70,0
de celulosa
Inicio
Steinberg 17 1985 Wheat protein 181 181 92,3 85,1 73,5 96,1
Inhibitor 375 84,0 96,5 91,7 93,3
Pace 16 1985 Electroforesis 120 225 100,0 48,9 17,9 100,0
de celulosa
Ventrucci 18 1986 Phadebas 220 220 100,0 84,4 46,2 100,0
Lipasa Steinberg 17 1985 Turbidimetrico 72 75 86,5 99,0 97,0 95,1
Ventrucci 18 1986 ELISA 62 62 91,7 84,7 42,3 98,9
Thomson 10 1987 Seragen-lipasa 68 68 100,0 96,0 85,0 100,0
Sociedad Venezolana de Medicina Crítica. Medicina Crítica. Estado del Arte
VPP: valor predictivo positivo; VPN: valor predictivo negativo. Adaptado de Agarwal y col. 19
Posterior
Zoom + Zoom -
La pancreatitis aguda
Di Paolo M 563
IMAGINOLOGÍA
Ultrasonografía (US)
Resonancia magnética
Di Paolo M 565
Insuficiencia pancreática
Patología intrapancreática (necrosis primaria, menos comúnmente edema
intersticial)
Necrosis pancreática
Parénquima que no capta contraste en CECT >3 cm o involucra > 30 % de la
glándula
Di Paolo M 567
7
Tabla 19.9. Signos pronósticos tempranos de Ranson
En las 48 horas
Disminución del hematocrito > 10 %
Aumento del BUN > 5 mg/dL
Calcio sérico < 8 mg/dL
PaO 2 < 60 mmHg
Déficit de base > 4 mEq/L
Líquido secuestrado > 6 L
Pancreatitis Pancreatitis
No litiásica litiásica
A. la internación
A. las 48 horas
Rayos X simple
En PA la radiología de tórax debe realizarse al igual que la de
abdomen para chequear la presencia de cualquier hallazgo anormal
causado por la PA (Recomendación A).
La radiología de abdomen en PA visualiza íleo, el signo del asa
centinela en el cuadrante izquierdo superior, asas duodenales
aumentadas de tamaño y colección de gas, retroperitoneal, cálculos
biliares calcificados, pancreatolitiasis.
La radiología de tórax visualiza derrame pleural, distress
respiratorio y neumonía. Ninguno de estos hallazgos, sin embargo,
son lo bastante específicos para hacer un diagnóstico de PA (nivel 4).
Di Paolo M 569
Sin embargo, los rayos X son necesarios para evaluar el curso clínico
de la PA y diferenciar PA de otras enfermedades, tal como la perforación
del tracto digestivo.
Di Paolo M 571
Complicaciones
Complicaciones locales
Las colecciones líquidas pancreáticas y peripancreáticas son de
hallazgo común, facilitando su identificación la ecografía y la TAC.
La necrosis pancreática, hace referencia a la presencia de tejido
pancreático no viable; la misma puede ser superficial o extenderse a
la profundidad del parénquima pancreático, no tiene límites bien
definidos y puede difundirse hacia los recesos del retroperitoneo, se
evidencia con la TAC dinámica.
La necrosis peripancreática implica la presencia de tejido retro-
peritoneal no viable fuera de los límites de la glándula.
La necrosis pancreática infectada se define por la presencia de
microorganismos en el extendido o cultivo de material obtenido por
punción-aspiración de un área de necrosis pancreática o peripancreática.
El proceso puede ser focal y mínimo, o diseminado y severo, puede
desarrollarse precoz o tardíamente en la evolución de la enfermedad,
y se puede reconocer en la TAC por la presencia de gas dentro de las
áreas de necrosis pancreáticas; cuando hay gran cantidad de gas se
habla de pancreatitis enfisematosa. La necrosis infectada local se
produce en el 1 % a 6 % de pacientes con PA, y la misma es responsable
del 80 % de las muertes debidas a la enfermedad (entre 10 %-70 % está
el rango de mortalidad por infección pancreática), con una morbilidad
de 60 % a 90 %.
La colecciones líquidas agudas se producen precozmente en
aproximadamente el 40 % de los pacientes con PA. Se resuelven
espontáneamente en el 50 % de los casos y se encuentran confinadas
por los espacios anatómicos entre los que se desarrollan.
Los pseudoquistes son colecciones encapsuladas de líquido
pancreático, evolucionan a partir de una colección líquida en alrededor
de un 30 % al 50 % de los pacientes con PA, desarrollándose una pared
por reacción inflamatoria periférica. Este proceso requiere al menos
cuatro o más semanas para desarrollarse; cuando aparece pus la lesión
debe considerarse un absceso pancreático.
El absceso pancreático es una colección líquida purulenta o
seropurulenta, con límites definidos que involucra al páncreas o a los
Di Paolo M 573
Complicaciones sistémicas
La PA y choque: desde el punto de vista fisiopatológico se trata
de un choque hipovolémico, añadiéndose la vasodilatación periférica
por SIRS y eventualmente depresión miocárdica por las citoquinas
liberadas por la respuesta inflamatoria.
La insuficiencia respiratoria es pluricausal, desde la elevación
de los hemidiafragmas, el derrame pleural, las atelectasias laminares
y el SDRA. Se admite que las complicaciones respiratorias son la
principal causa de muerte dentro del primeros siete días de iniciada la
PA.
La insuficiencia renal aguda (IRA) en PA es relativamente
frecuente y su presentación varía entre el 6 % y 30 %; la mortalidad en
pacientes con PA más IRA puede ser tan alta como 74 % y si requiere
diálisis asciende a 95 %; la IRA se puede presentar aisladamente o con
falla multiorgánica (28,30-33).
PRONÓSTICO
Definiendo severidad
Di Paolo M 575
576
Zoom +
Anterior
Alto rango anormal Bajo rango anormal
Variable fisiológica +4 +3 +2 +1 0 +1 +2 +3 +4
Inicio
> 70 61-70 55-60 < 55
pH arterial (si no ABGS record ≥ 7,7 7,6-7,69 7,5-7,59 7,33-7,49 7,25-7,327,15-7,24 < 7,15
HCO 3 sérico debajo)
Sodio sérico ≥ 180 160-179 155-159 150-154 130-139 120-129 111-119 ≤ 110
Potasio sérico ≥7 6-6,9 5,6-5,9 3,5-5,4 3-3,4 2,5-2,9 < 2,5
Creatinina sérica (mg/dL)
(punto doble ≥ 3,5 2-3,4 1,5-1,9 0,6-1,4 < 0,6
por insuficiencia renal aguda)
Hematocrito (%) ≥ 60 50-59,9 46-49,9 30-45,9 20-29,9 < 20
Contaje blanco ≥ 40 20-39,9 15-19,9 3-14,9 1-2,9 <1
Sociedad Venezolana de Medicina Crítica. Medicina Crítica. Estado del Arte
Posterior
Zoom + Zoom -
La pancreatitis aguda
Tabla 19.14. Valor del APACHE II comparado con evaluación clínica y múltiples
sistemas de puntuación de factores en la predicción de la severidad de la
pancreatitis aguda
Sistema de puntuación Sensibilidad Especificidad VPP VPN Precisión
(%) (%) (%) (%) (%)
En admisión
APACHE II > 5 95 54 40 97 64
APACHE II > 7 68 67 40 87 68
APACHE II > 9 63 81 46 89 77
Evaluación clínica
Wilson y col.2 34 98 87 83 83
Larvin y col. 3 44 95 68 87 84
24 horas después de la admisión
APACHE II > 10 71 91 67 93 87
Evaluación clínica
Wilson y col.2 47 100 100 86 87
Larvin y col. 3 59 96 78 90 88
48 horas después de la admisión
APACHE II > 9 75 92 71 93 88
Evaluación clínica
Wilson y col.2 44 100 100 86 87
Larvin y col. 3 66 95 76 92 89
Ranson ≥ 3
Wilson y col.2 87 71 49 94 75
Larvin y col. 3 75 68 37 91 69
Glasgow ≥ 3
Wilson y col.2 71 88 66 91 84
Larvin y col. 3 61 89 59 90 83
Di Paolo M 577
Di Paolo M 579
Di Paolo M 581
Di Paolo M 583
1 0a3 8 3
2 4a6 35 6
3 7 a 10 92 17
Marcadores séricos
Ha habido un interés significativo en el desarrollo de marcadores
séricos que puedan realmente predecir severidad de pancreatitis aguda
y necrosis con o sin infección. Tal herramienta debe ser invaluable en
la valoración temprana de la PA, y debe con frecuencia obviar la
necesidad de TAC contrastada.
Estos marcadores se dividen en:
• Aquellos que indican activación de la respuesta inmune.
• Aquellos que directamente representan injuria pancreática.
• Aquellos que funcionan como activadores de péptidos, que
indirectamente se traduce en daño de la glándula.
Di Paolo M 585
Di Paolo M 587
Activación de péptidos
El péptido activador del tripsinógeno es liberado en la PA
cuando hay una activación prematura del tripsinógeno, y tal como este
es relativamente específico para pancreatitis. Datos iniciales sugieren
potencial valor pronóstico. Así algunos estudios han mostrado una
sensibilidad del 80 % y una especificidad del 90 % a la admisión, en
predecir PA severa. Adicionales datos prospectivos en general, han
confirmado estos reportes con mejoría de la sensibilidad y del VPN
para PA severa a las 24 horas, cuando es comparado con la PCR, pero
con similar especificidad y VPP. En general, el péptido activador del
tripsinógeno urinario, parece al menos, tan bueno como la PCR a las
Di Paolo M 589
En resumen
La PCR sigue siendo el único marcador sérico estándar como
predictor de PA severa; muchos otros marcadores se han mostrado
promisorios en este campo y algunos han demostrado capacidad
potencial para distinguir pacientes con necrosis pancreáticas y
complicaciones sépticas, incluidos la elastasa polimorfonuclear, la
I.L.-6, la I.L-8, el receptor soluble TNF, la P.L.A.-2, el complejo
tripsina 2-alfa1 antitripsina, péptido activador del tripsinógeno y
péptido activador de la carboxipeptidasa. Desafortunadamente,
ninguno de estos marcadores pueden ser rápidamente certificados
para la masificación de su uso en el laboratorio clínico.
Los niveles de PCR a las 48 horas, son de ayuda para predecir PA
severa, pero debido a que su cálculo es más tardío que el APACHE II
en el curso de la enfermedad, tiene menos relevancia clínica. Así,
aunque la PCR es económica y el test es fácilmente ejecutable, su rol
actual debe ser únicamente de soporte o apoyo.
Di Paolo M 591
Analgesia
El dolor de la PA frecuentemente es severo y de difícil control,
por lo que la mayoría de los pacientes requieren narcóticos. La
meperidina más que la morfina debería ser la droga de elección en la
PA por cálculos biliares debido a que relaja el esfínter de Oddi,
mientras que la morfina produce contracción del mismo (5).
Corrección hidroelectrolítica
La rehidratación parenteral es la primera medida de soporte;
debido al estado de hipovolemia por: pérdida de líquido al espacio
retroperitoneal y cavidad peritoneal, por el intenso proceso inflamatorio
del páncreas, ingesta de alimentos y líquidos nula al principio, náuseas
y vómitos (con pobre respuesta a los antieméticos), hiperventilación,
poliuria en relación con hiperglicemia, fiebre, diarrea ocasional. El
déficit de líquidos es muy variable desde cantidades pequeñas, hasta
8 a 10 litros en 24 horas; la reposición hídrica busca mejorar la
perfusión orgánica, disminuyendo el metabolismo anaeróbico, debe
hacerse teniendo en cuenta la condición cardiorrespiratoria y el estado
de nutrición. Es posible observar un tercer espacio por lesión endotelial
Di Paolo M 593
Di Paolo M 595
Aceptadas Controvertidas
Di Paolo M 597
Di Paolo M 599
Di Paolo M 601
Nuevas drogas
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Di Paolo M 605
INTRODUCCIÓN
DEFINICIÓN
Es la infección del parénquima pulmonar, que se produce 48 a 72
horas después de su ingreso a la UTI, como consecuencia de la siembra
Torres G 607
PATOGENIA
Los pacientes hospitalarios en general, están propensos a ser
colonizados por gérmenes intrahospitalarios, predominantemente Gram
(-) en el caso de las neumonías provienen mayormente de la orofaringe,
documentado por estudios previos, pues en los pacientes hospitalizados
cambia la inmunidad humoral local, por disminución de la
inmunoglobulina E, que permite la proliferación, además los gérmenes
Gram (-) tienen capacidad de adherirse a las mucosas porque presentan
microfilamentos en el exterior de la pared celular que permite su
adherencia, estos desplazan a los gérmenes saprofitos de esa zona,
posteriormente por micro aspiración o por manipulación instrumental
pasan la glotis llegando a la tráquea de ahí a los bronquios. Puede ser
que por la acción de medicamentos sedantes y relajantes, o bien por la
patología de base, esté comprometida la función mucociliar bronquial,
que en condiciones normales expelen al exterior partículas y bacterias;
esto se pierde así como el mecanismo de la tos que puede expeler
partículas a una alta velocidad, de ahí la importancia de limitar el uso
de sedantes y relajantes a lo mínimo necesario porque es inhibido este
mecanismo de defensa. Cuando son pasadas estas barreras, la bacteria
logra arribar al parénquima pulmonar, y aun en esta zona los macrófagos
y neutrófilos intentan destruir a la bacteria pero si esto está
comprometido como consecuencia de las patologías de base logran
instalarse y multiplicarse iniciando el proceso neumónico.
Frecuencia – Incidencias
Se presenta entre un 5 % a un 15 % de todos los pacientes
ingresados a la UCI y puede aumentar 6 a 20 veces más en ventilación
mecánica, varía entre 10 % hasta un 50 % y según algunos autores
puede llegar hasta 80 % y esta incidencia aumenta con la ventilación
1 % y 3 % por cada día intubación.
ETIOLOGÍA
Los microorganismos más frecuentemente encontrados como
implicados en la neumonía nosocomial son los gérmenes Gram (-)
entéricos y el Estafilococo aureus. Según estudios recientes en
centros de EE.UU el estafilococo se aprecia con un 16,1 %, seguido de
la Pseudomonas aeruginosa con 10,7 %, así como Enterobacter y
Klepsiella 6,5 %, esto según el Registro Nacional de Infecciones
Nosocomiales.
Sin embargo esto puede variar en cuanto a la incidencia de un
centro a otro. En el caso de neumonía asociada a la ventilación
mecánica, debe diferenciarse la de comienzo temprano menos de 5
días, siendo los Gram (+) los implicados: S. neumoniae, Hemofilus
influenza, Moraxella catarralis. Y la de comienzo tardío más de 5
días de evolución, donde los implicados son: Pseudomonas aeruginosa,
Acinetobacter Spp., Enterobacter, Estafilococo meticilino resistente.
En nuestro centro el Hospital Domingo Luciani, hemos observado
como puede variar la incidencia de los gérmenes en el tiempo en
diferentes períodos, en ocasiones puede ser más frecuente encontrar
Acinetobacter baumannii, seguido por Enterobacter, Klebsiella,
Pseudomonas; (ver Tablas 20.1 y 2) y cambiar luego siendo más
frecuente la Pseudomonas aeuruginosa con muy poca incidencia del
Estafilococo (ver Tablas 20.3 y 20.4). De ahí la importancia de
conocer los gérmenes más frecuentes y su sensibilidad, para escoger
la terapia empírica inicial más adecuada posible, para tratar de asegurar
el éxito en el tratamiento como veremos más adelante. (ver Tablas
20.5 y 20.6)
Manifestaciones clínicas:
Torres G 609
Muestra Número %
Hemocultivos 42 15,84
Patógeno N = 235 %
S. maltophilia 9 3.82
Blastosporas 8 3.40
Tabla 20.3
• Niveles de evidencia
Patógeno N = 41 %
Estafilococo 2 4,8
GERMEN N= 68 %
Pseudomonas 37 54,4
Acinetobacter 13 19,1
Enterobacter 11 16,1
Klepsiela 6 8,8
Estafilococo 1 1,4
Torres G 611
Imipenem 34 60,71
Cefoperazona/Sulbactam 16 28,57
Cefepime 15 26,78
Ampicilina/Sulbactam 15 26,78
Netilmicina 12 21,42
Piperacilina/Tazobactam 12 21,42
Levofloxacina 7 12,50
Doxiciclina 17 30,32
Antibiótico Frecuencia
Amikacina 96 %
Imipenen 92 %
Cefoperazona S. 91 %
Ciprofloxacina 74 %
Piperazilina Tazobac. 67 %
Doxiciclina 42 %
Cefepime 28 %
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en los diferentes aspectos a considerar:
- Clínica
- Gram de secreciones
- Aislamiento del germen
- Alteraciones radiológicas
Gram de secreciones
Comenzamos por realizar el Gram de secreciones que nos puede
evidenciar en un primer paso si se trata de un germen Gram (+) o Gram
(-). Estas secreciones deben ser evaluadas cuidadosamente, cuando
son tomadas por simple aspiración porque pueden corresponder a
colonización bronquial o traqueal y no necesariamente al germen
causal, deben presentar mayor número de polimorfonucleares que
células epiteliales, es posible aislar gérmenes en líquido pleural, o
bien en hemocultivos de valor en concordancia con el cuadro clínico
pulmonar para sospechar sea el germen implicado, sin embargo, es
Torres G 613
Radiología
Los estudios radiológicos en general no ofrecen ventajas, su
sensibilidad está entre un 50 % y un 78 %, sólo la aparición de nuevos
infiltrados en conjunto con la clínica puede contribuir al diagnóstico
(ver Figura 20.3A y 20.3B). Puede observarse en las dos proyecciones
infiltrados intersticial, en la A corresponde a proceso infeccioso, en la
B se trata de una atelectasia así puede ocurrir en muchos casos en
cuidados intensivos, los hallazgos son muy inespecíficos en forma
aislada.
Torres G 615
TRATAMIENTO
Medidas generales
Las medidas terapéuticas aplicadas a nuestros pacientes en
cuidados intensivos, comienzan por prevenir la enfermedad, o si ya
está presente evitar que se agrave o prolongue su evolución. Las
medidas de asepsia y antisepsia comúnmente usadas: lavado de manos,
higiene broncopulmonar, evitar acúmulo de líquidos y secreciones en
los circuitos de ventilación, uso de los dispositivos humidificadores y
de calentamiento descartables, evitar depósitos de agua, o bien
cambiarlos frecuentemente, estas medidas aunque parezcan simples,
pueden reducir al mínimo la colonización e infección; sin embargo,
según algunos estudios reportados, la manipulación o cambio de los
circuitos de ventilación con mucha frecuencia puede favorecer la
contaminación, de ahí la importancia de hacerlo con la mayor asepsia
y antisepsia, y evitar infecciones cruzadas en nuestras unidades sobre
todo de gérmenes multirresistentes.
Posteriormente son importantes las medidas de soporte, adecuada
hidratación, nutrición parenteral o enteral precoz según el caso, se
prefiere la vía enteral que además de ser la más fisiológica, evita la
translocación bacteriana, se ha demostrado que en los pacientes mejora
el estado de inmunocompetencia, retrasa la aparición de falla
multiorgánica. Drogas vasoactivas si el caso lo amerita, para la
estabilidad hemodinámica y la adecuada perfusión tisular, soporte
ventilatorio adecuado con el fin de llevarlo al mejor intercambio
gaseoso posible, para lograr su retiro de manera precoz usando las
técnicas adecuadas que permitan la descontinuación de manera rápida
y segura, hemos usado el reclutamiento alveolar precoz de rutina con
buenos resultados acelerando el destete de la ventilación; protección
gástrica, con inhibidores de bomba, o bloqueantes H 2 , aunque se ha
observado según algunos estudios que favorece la colonización del
Torres G 617
LECTURAS RECOMENDADAS
Torres G 619
Figura 21.1.
1. Edad avanazada
2. Falla de órganos
3. Pérdida de barreras
4. Presencia de artefactos o cuerpos extraños
5. Inmunosupresión
6. Anestesia o sedación
7. Antibióticos (terapia previa)
8. Colonización bacteriana
(gérmenes resistentes y hongos)
9. Catéteres
10. Ventilación mecánica
• Serratia
• Pseudomona
• Acinetobacter SPACE
• Citrobacter
• Enterobacter
• Enterococos en endocarditis
• El foco infeccioso.
• El huésped.
• La gravedad del proceso.
• Flora habitual en el medio hospitalario.
• Patrones de sensibilidad del medio.
• ¿Gérmenes aislados previamente en el paciente?
• ¿Antibióticoterapia previa?
• ¿Infección comunitaria u hospitalaria?
• Tracto respiratorio 25 %
• Intraabdominales/pelvis 25 %
• Bacteremia 15 %
• Tracto urinario 10 %
• Catéteres EV 5 %
• Piel y tejidos blandos 5 %
• Desconocidas 15 %
Figura 21.10.
Figura 21.11.
EL TRATAMIENTO EMPÍRICO EN SÍ
Debe considerarse
* Alergias
* Función renal/hepática
* Efectos secundarios
* Resistencia potencial de cepas locales
• Costos
• Cultivos apropiados (en el momento)
Figura 21.14.
Porcentaje de sensibilidad de los gérmenes más frecuentes en la unidad de terapia Infantil de la Policlínica Metropolitana de
Caracas, Año 2002.
Nº Total de Cepas Aisladas: 102.
AN SAM FEP CTX CAZ CIP GN IPM LEV PIP TZP SXT
Escherichia coli (8) 100% 17% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 0% 100% 0%
Kleb. pneumoniae (6) 100% 50% 100% 100% 100% 83% 100% 100% 83% 50% 50% 67%
Porcentaje de sensibilidad de los gérmenes más frecuentes en la Unidad de Terapia de Adultos de la Policlínica Metropolitana
de Caracas, Año 2002.
Nº Total de Cepas Aisladas: 365
AN SAM FEP CTX CAZ CIP GN IPM LEV PIP TZP SXT
Ps.aeruginosa (34) 97% 91% 91% 88% 97% 72% 88% 97% 94%
Acinet.baumannii (29) 54% 52% 42% 33% 42% 50% 50% 92% 50% 42% 54% 50%
Escherichia coli (26) 100% 17% 95% 94% 89% 50% 88% 100% 50% 11% 67% 29%
Kleb.pneumoniae (20) 95% 63% 95% 95% 95% 100% 90% 100% 100% 68% 68% 85%
Stan. mallophilia (13) 54% 33% 23% 38% 38% 0% 15% 23% 92%
Enterob.cloacae (10) 75% 0% 100% 25% 25% 100% 78% 100% 100% 25% 25% 56%
AN: Amikacina, AMC: Amoxiclina/Acido clavulánizo, AMP: Ampicilina, CAZ: Ceftazidime, CC: Clindamicina, CIP:
Ciprofloxacina, CRO: Ceftriaxone, CTX: Cefotaxima, CXM: Cefuroxime, CZ: Cefazolina, E: Eritromicina, FEP: Cetepline,
GN: Genfamicina, IPM: Imiperiem, LEV: Levofloxacina, NN: Tobramicin, OXA: Oxacilina, P: Penicilina, PIP: Piperacilina,
RF: Rifampicina, SAM: Ampicilina sulbactam, STRHC: Estreptomicina alto nivel, SXT: Trimetropin sulfametoxazol, TET:
Tetraciclina, TPZ: Piperacilina tazobactan, VA: Vancomicina,
• Susceptibilidad in vitro
Inactivación in vivo
• Cobertura o espectrum inadecuado
• Niveles sanguíneo inadecuados
• Niveles de tejidos inadecuados
• Interacciones con otras drogas
• Actividad disminuida del antibiótico en los tejidos
• Tratando colonización y no infección
Figura 21.15.
REFERENCIAS
GENERALIDADES
La enfermedad hepática es una causa importante de morbilidad
y mortalidad en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Con frecuencia,
los intensivistas debemos tratar diversos problemas hepáticos que
incluyen insuficiencia hepática aguda, complicaciones de enfermedad
hepática crónica (como ascitis y síndrome hepatorrenal) y la disfunción
hepática asociada a sepsis (1).
La insuficiencia hepática aguda es una de las situaciones clínicas
más difíciles de enfrentar. Fue descrita como una patología única y
específica desde inicio de la década de los 50 en Estados Unidos (2). Es
una entidad aguda, catastrófica y de alta mortalidad, que resulta de un
daño hepático grave, asociado generalmente a una necrosis hepática
masiva. La incidencia no es del todo conocida y se estiman unos 2 000
casos anuales en Estados Unidos. No existe una causa identificable en
el 15 %-50 % de los casos y la mortalidad global puede llegar hasta un
80 % en los casos sin trasplante hepático (3).
CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN
La insuficiencia hepática aguda es un síndrome clínico que
resulta de la necrosis masiva de células hepáticas o posterior a otras
causas de daño hepático subtipo y severo de la función hepática, que
ocurre en pacientes sin enfermedad hepática pre-existente y que
conduce a la aparición de encefalopatía y disminución marcada de la
ETIOLOGÍA
Existen diversas causas de insuficiencia hepática aguda entre
las cuales podemos mencionar:
Virales: hepatotropos (A, B, C, D, E, G), no hepatotropos
(citomegalovirus, Epstein Barr, Herpes simple, adenovirus, Lassa,
Ebola).
Drogas: acetaminofen, isoniazida, ácido valproico, fenitoína,
sulfonamidas, propiltiouracilo, diclofenac, amiodarona.
Tóxicos: tetracloruro de carbono, Amanita phalloides, fósforo.
Vasculares: isquemia, enfermedad venooclusiva, síndrome de
Budd-Chiari, infiltrativas (metástasis, carcinoide, leucemia, amiloi-
dosis).
Misceláneas: enfermedad de Wilson, hígado graso agudo del
embarazo, hepatitis autoinmune, síndrome de Reye, síndrome HELLP
(10)
.
En nuestro medio, la causa más frecuente de son las infecciones
por los virus de hepatitis, seguidas por las reacciones a fármacos o
tóxicos. En aproximadamente una tercera parte de los casos no es
posible reconocer una etiología concreta. Estos casos se atribuyen a
virus desconocidos y probablemente sea mejor denominarlas
idiopáticas o de etiología no determinada. Existen además muchas
otras causas menos frecuentes.
En la ultima década un estudio multcéntrico ha contribuido a
definir la etiología de la insuficiencia hepática aguda en Estados
Unidos, demostrando un 39 % de incidencia de intoxicación por
PATOGENIA
La patogenia de la insuficiencia hepática aguda es poco conocida.
En la infección por virus hepatotropos pareciera existir una exageración
de la respuesta inmunológica del hospedero o la infección por una
cadena extremadamente virulenta (4).
La hepatitis viral fulminante probablemente se deba a factores
inmunes del huésped. En la hepatitis B fulminante la repuesta hu-
moral de anticuerpos está aumentada, encontrándose una depuración
mayor de anticuerpos que en los pacientes con hepatitis severa no
complicada. Al momento del ingreso se detectan anticuerpos contra
el virus de hepatitis B en el 40 % de los pacientes con hepatitis
fulminante, mientras que es muy raro detectarlos en hepatitis no
complicada al ingreso. No se encontraron diferencias en el ADN
polimerasa específico del virus B en los dos grupos.
En la intoxicación por acetaminofén la necrosis hepática es
debida a la formación de productos intermediarios reactivos generados
por el metabolismo de la droga. Estos metabolitos se unen a las
proteínas intracelulares e interfieren con el metabolismo celular.
En la hepatitis por halotano, probablemente exista un mecanismo
inmunológico.
En todas las etiologías, existe una mayor incidencia en mujeres,
la cual ha sido estimada del 73 % (2). Esto se ha atribuido a una mayor
repuesta de anticuerpos al estímulo inmunológico comparado con el
que se produce en el hombre (13-14).
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Los hallazgos clínicos de la insuficiencia hepática aguda pueden
ser divididos en dos grandes grupos:
1. Manifestaciones de lesión hepática aguda, principalmente
ictericia, disminución del tamaño del hígado, elevación de
enzimas hepáticas y déficit de factores de coagulación y de
otras funciones de síntesis hepática.
2. Falla multiorgánica y un amplio rango de trastornos
metabólicos.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de insuficiencia hepática aguda requiere, por una
parte, la ausencia de enfermedad hepática previa, y por otro, la
presencia de signos clínicos y analíticos de insuficiencia hepatocelular
grave (encefalopatía hepática y actividad de protombina menor de
40 %). El proceso diagnóstico debe realizarse a tres niveles:
1. Confirmación: exige la exclusión de enfermedad hepática
previa, descartar otras causas de disminución de la actividad
TRATAMIENTO
El único tratamiento específico para la insuficiencia hepática
aguda es restablecer la función hepática normal. Esto puede lograrse
con trasplante hepático o simplemente esperando en el tiempo la
REFERENCIAS
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OBJETIVOS
La condición de enfermedad crítica representa un estado de
hipercatabolismo durante el cual hay una serie de alteraciones
endocrinas. El propósito de este capítulo es explorar los más recientes
desarrollos en esta area y con aplicabilidad clínica para los médicos.
Específicamente vamos a enfocar la insuficiencia adrenal y la crisis
tiroidea.
1. Reconocer las causas, signos y síntomas de imbalances
hormonales que amenazan la vida y que involucran las
glándulas adrenales y el tiroides
2. Identificar los test de laboratorio óptimos para confirmar
rápidamente estos desórdenes
3. Revisar las estrategias para iniciar el tratamiento de las
emergencias endocrinas específicas.
INSUFICIENCIA ADRENAL
PUNTOS CLAVE
pacientes con shock séptico tiene una tendencia opuesta. Sin em-
bargo, hay todavía controversias en definir cuál es el paciente que se
beneficiaría de esta terapia, y cómo se evaluaría los desórdenes
adrenales. Este capítulo revisa los recientes datos y enfoques sobre la
relevancia clínica de insuficiencia adrenal en los cuidados críticos.
ACCIONES GLUCOCORTICOIDES
EFECTOS CARDIOVASCULARES
EFECTOS METABÓLICOS
EFECTOS RENALES
EFECTOS INMUNOLÓGICOS
prostaglandinas.
EFECTOS GASTROINTESTINALES
OTROS EFECTOS
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Los síntomas no son específicos e incluyen mareos, deshidrata-
ción, debilidad taquicardia, hipotensión y shock. Otros síntomas
como anorexia, náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y delirio
pueden estar presentes, por lo tanto estos síntomas pueden no ser
útiles y tienden a confundir. La hipoglicemia es rara en insuficiencia
adrenal aguda pero común en insuficiencia adrenal secundaria. Sigue
GLÁNDULA TIROIDEA
PUNTOS CLAVE
Centros corticales
▼ ▼
--------------------- Hipotálamo ▼
---------------------
▼
- TRH -
▼ +
Hipótesis ---------------------
▼
- TSH -
+
▼
Tiroides
T3
▼
▼
▲
----------------------
▼
T4
TGB
▼
▼
Hígado ▲
▼ ▼
T4 T3 ------
▼
TORMENTA TIROIDEA
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS
DIAGNÓSTICO
TRATAMIENTO
TERAPIA DE SOPORTE
COMA MIXEDEMA
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS
Frío infección
ACVA
Falla cardíaca congestiva
Trauma
Quemaduras
Cirugía
Hipovolemia
Drogas: analgésicos, narcóticos, sedantes e hipnóticos
DIAGNÓSTICO
TRATAMIENTO
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HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA:
MANEJO MÉDICO
INTRODUCCIÓN
González A 699
EPIDEMIOLOGÍA
FISIOPATOLOGÍA DE LA HSA
González A 701
Figura 24.1. Muestra la relación entre FSC y PPC y cambios en la luz de los vasos.
(autorregulación de los vasos sanguíneos cerebrales).
González A 703
Grados Criterios
González A 705
15 Ausente
14-13 Ausente
14-13 Presente
12-7 Presente o ausente
6-3 Presente o ausente
DIAGNÓSTICO DE HSA
González A 707
Figura 24.2. TAC cerebral que muestra una HSA. La flecha muestra sangre en el
espacio subaracnoideo.
TRATAMIENTO DE LA HSA
González A 709
González A 711
↑
↑
DOPPLER TRANSCRANEAL
González A 713
González A 715
González A 717
Flow = dp r 4 / 8LN
r2
F ; N
p1 > p2 16
H
r1
H
Flow = flujo f1
dp = diferencia de presión
r 4 = radio de la cuarta potencia H
L = longitud
N = viscosidad
González A 719
AGENTES ANTITROMBÓTICOS
AGENTES TROMBOLÍTICOS
González A 721
ANTICONVULSIVANTES EN HSA
EDEMA PULMONAR
González A 723
HIDROCEFALIA
RESANGRADO
Figura 24.6. TAC cerebral que muestra HSA con dilatación de los ventrículos.
González A 725
González A 727
COMENTARIOS FINALES
inducir resangrado.
El vasoespasmo y la hidrocefalia, dos complicaciones frecuentes,
pueden requerir un tratamiento enérgico, la primera con
calcioantagonistas y terapia triple H, entre otras, y la segunda con una
derivación externa, en caso de deterioro neurológico.
Finalmente se debe recordar que la HSA tiene una alta mortalidad,
e incluso deja secuelas importantes en gran parte de los pacientes que
sobreviven.
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Consideraciones etiológicas
Consideraciones clínicas
Métodos directos
Se utilizan para ello cánulas metálicas, agujas de amplio calibre
y catéteres peritoneales, los cuales son insertados dentro de la cavidad
abdominal y conectados a un manómetro de solución salina, similar a
como se realiza la PVC, o a un transductor electrónico. En cirugía
laparoscópica el insuflador de CO 2 mantiene un monitoreo automático
continuo de la PIA.
Métodos indirectos
Se aprovechan aquí ciertos órganos que son comprimidos, cuando
ocurre un aumento de la PIA:
Equipo
Sonda de Folley
Equipo para medir PVC
Empate en Y
Pinza de Kelly
Solución salina normal
Buretra
Bolsa recolectora
Guantes y gasas
Escala métrica
Llaves de 3 vías
Consideraciones fisiopatológicas
Condición: 32,224 (p= 0;000) Tiempo: 0,843 (p = 0,473) Fuente: Archivo UTIP
HNJMR
CONCLUSIONES
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Metas hemodinámicas
▲
Volumen eyectivo Precarga
▼
Frecuencia Poscarga
cardíaca ▲
Resistencia
▼
▼
vascular
Gasto cardíaco
▲
Productos sanguíneos
Hematocrito óptimo??
< 28 % compromiso del DO 2
Incremento de la viscosidad > del 40 %
Hematocrito promedio poscirugía de corazón abierto es 29,4 + 4,3
Cristaloides
Menos costosos ($ 0,62 por 500 mL)
Reducción del 12 % in COP después 11
Coloides
Más costosos ($ 76,92 por 500 mL)
Permanece en el espacio intravascular
Aumenta 11 % en COP
Reduce el riesgo de edema pulmonar?
No hay estudios concluyentes que apoyen la elección de coloides sobre
cristaloides
Metas hemodinámicas II
Agentes beta-adrenérgicos·
• Dobutamina
• Dopamina
• Epinefrina
Inhibidores de la fosfodiesterasa
• Amrinone
• Milrinone
Hipotensión Hipertensión
Falso Falso
Hipovolemia Hipertensión preoperatorio
Disfunción ventricular Actividad autonómica
aumentada
Isquemia miocárdica Medicamentos
Arritmias cardíacas
Disminución de la resistencia vascular
sistémica
Droga Dosis
Aporte de O 2 Demanda de O 2
Manejo respiratorio
Destete y extubación
Disfunción neurológica
Encefalopatía hepática
Encefalopatía séptica
Acumulación de neurotoxinas secundaria a disfunción renal
Drogas neuroactivas (bloqueantes H 2 , aciclovir)
Exceso de catecolaminas asociados con la respuesta neurohumoral como
respuesta al estrés
Eventos cerebrovasculares
Meningitis “Puesta de sol” (agitación psicomotora nocturna)
Desequilibrio hidroelectrolítico
Hipotensión, hiper o hipoglicemia
Hipotermia
Nutrición
Complicaciones posoperatorias
• ¿Cuándo ocurren?
• Identificar a los pacientes de alto riesgo
• ¿Cómo se puede prevenir?
Isquemia miocárdica
-Control de arritmias
-Control de la presión sanguínea
-Aumento de la contractilidad
Estado renal y de fluidos
- Tercer espacio es común
- Necrosis tubular aguda puede seguir al clampeo de la aorta
- Diuresis forzada seguida de manitol intraoperatorio
Síndrome de la arteria espinal anterior
Isquemia intestinal
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INTRODUCCIÓN
• Edad
• Sexo femenino
• Bajo peso corporal
• Falla ventricular izquierda
• Insuficiencia cardíaca
• Diabetes
• Insuficiencia renal crónica
• Enfermedad broncopulmonar obstructiva crónica
• Enfermedad vascular difusa (carotídea + periférica)
1. Sangrado.
2. Aumento de la diuresis, sobre todo con el uso de diuréticos.
3. Acumulo de líquidos en el intersticio.
ideales, tomando en cuanta que ambos son de duración muy corta y que
al cerrar el goteo, se detiene la acción vasodilatadora de los mismos,
casi de inmediato, y se puede eliminar cualquier exceso de vaso-
dilatación o hipotensión inducida (Tabla 27.2).
4. Hipomagnesemia.
5. Anemia y/o sangrado.
6. Taquiarritmias (principalmente fibrilo - flutter).
7. Bradiarritmias (buscar efectos de ß–bloqueantes).
8. Arritmias ventriculares (corregir hipocaliemia)
9. Bloqueos cardíacos (especialmente en cirugía valvular)
10. Falla respiratoria
• Hipotermia.
• Hipoxemia.
• Sangrado importante.
• Alteraciones de la coagulación.
• Compromiso hemodinámico.
• Acidosis.
• Eventos isquémicos en evolución.
• Arritmias que comprometen el estado hemodinámico.
• Compromiso del estado de conciencia.
• Complicaciones pulmonares (neumotórax, derrames pleurales
o atelectasias importantes, edema pulmonar).
a. Condición clínica
Saber cuál es la condición clínica previa a la cirugía, como:
diabetes, insuficiencia renal, EBOC, HTA, arritmias, así como los
medicamentos que recibe y el estado de los exámenes para clínicos
(ECG, laboratorio, Rx tórax, funcionalismo pulmonar, ecocardiograma,
cateterismo), son importantes para el manejo del intraoperatorio,
como del posoperatorio.
Este conocimiento, permite adelantarse a los posibles problemas
que pudieran presentarse debido a estas alteraciones. De vital
importancia es saber el estado de la función cardíaca; pensamos que en
caso, por ejemplo, de un paciente con estenosis aórtica severa con
disfunción sistólica, es necesario conocer previamente, mediante el
uso de un catéter de flotación, los parámetros hemodinámicos y los
valores oximétricos, así como realizar pruebas de volumen y observar
el comportamiento de la curva presión/volumen para posteriormente
interrelacionarlos, lo cual daría una excelente herramienta en el
manejo del paciente en el posoperatorio.
b. Procedimiento quirúrgico y complicaciones surgidas durante la
cirugía
Tener conocimiento de cómo se realizó la cirugía, y si existieron
complicaciones, permiten adelantarnos, en la medida posible, a las
eventuales complicaciones de sangrado, hipotensión, trastornos del
ritmo debidos a incidentes durante el acto quirúrgico.
c. Manejo anestésico
Es obligatorio que se dé una información precisa por parte del
anestesiólogo al intensivista de todo lo realizado por él durante el
intraoperatorio. El conocimiento de cómo y con qué medicación se
practicó la inducción, el tipo de anestésico usado, el uso de
vasopresores, inotrópicos, vasodilatadores, antiarrítmicos y cuándo
fue dada la última dosis de narcótico o sedación, asimismo conocer
cómo fue la intubación y el manejo ventilatorio en el área de pabellón,
va a permitir junto a la condición clínica de llegada, tomar decisiones
médicas adecuadas y preventivas en las primeras horas del posope-
ratorio.
d. Manejo de la bomba extracorpórea y sus complicaciones
El tiempo de duración de bomba y de pinzamiento aórtico, son
importantes porque permiten inferir cuán complicado fue el acto
quirúrgico; así como, determinar las complicaciones propias de ella.
Gran parte de las complicaciones del posoperatorio son debidas
a las alteraciones que se producen en los distintos órganos de la
economía, por la bomba extracorpórea, pues crea un estado que bien
podría llamarse de falla multiorgánica sistémica transitoria (Figura
27.1).
a. Circulatorios e. Hematológicos
b. Renales f. Cardíacos
c. Respiratorios g. Endocrinos y metabólicos
d. Gastrointestinales h. Neurológico
PACIENTE EN LA UCI
Figura 27.1
Primera fase
Figura 27.2.
Catéter de flotación
Inotrópicos
Vasopresores
Vasodilatadores Frec. cardíaca
Precarga Índice cardíaco
Poscarga
Contractibilidad
Figura 27.3.
Segunda fase:
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Agradecimiento
Definición
Sepsis originalmente significa putrefacción, y está determinado
por el daño tisular causado por una herida o por la invasión microbiana
que induce una secuencia de eventos conocida como respuesta
inflamatoria, la cual fue descrita desde el año 1600 antes de Cristo en
las escrituras o papiros egipcios. Fue en el primer siglo después de
Cristo que el médico romano Celsus describe los cuatros signos
cardinales de la infección a saber: rubor, edema, calor; dolor y luego
en el segundo siglo después de Cristo, Galeno, describe un quinto
signo: functio laesa (pérdida de la función), es así como una amplia
variedad de definiciones han sido aplicadas a la sepsis, incluyendo
síndrome séptico, sepsis severa, septicemia, y shock séptico.
La incidencia, historia natural y mortalidad de la sepsis y los
síndromes relacionados habían sido desconocidos en parte por la
Parámetros generales.
Fiebre (temperatura > 38,3º C).
Hipotermia (temperatura < 36º C.
Frecuencia cardíaca > 90 lat x min.
Taquipnea > 30 resp x min.
Alteración del estado mental.
Balance de líquido positivo (>20 mL/kg en 24 h).
Hiperglicemia (glucosa plasmática > 110 mg/dL o 7,7 mM/l) en
ausencia de diabetes.
Parámetros inflamatorios.
Leucocitosis (contaje de glóbulos blancos > 12 000/µL).
Leucopenia (contaje de células blancas < 4 000/µL).
Contaje de glóbulos blancos normales con > 10 % células inmaduras
Proteína C reactiva > 2 DS del valor normal.
Procalcitonina en plasma > 2 DS valor normal.
Parámetros de disfunción orgánica.
PaO 2 /FIO 2: < 300 mmHg Gasto urinario: < 0,5 mL/kg.h por lo menos
en 2 horas continuas.
Creatinina en sangre: < 0,5 mg/dL.
Contaje plaquetario < 100 000/mL.
Bilirrubina plasmática: > 4 mg/dL o 70 mmol/L.
La presencia de íleo.
Parámetros hemodinámicos.
Hipotensión arterial PAM < 70 mmHg.
Saturación venosa mixta de oxígeno < 70 %.
Índice cardíaco menor de 3,5 L/min.
Parámetros de perfusión tisular.
Lactato en plasma > 1 mmol/L.
Epidemiología
Infección, sepsis, sepsis grave y shock séptico son un continuo
de una enfermedad heterogénea que presenta una combinación de
Patogénesis de la sepsis
En la patogénesis de la sepsis están involucrados numerosos
procesos que se inician en la compleja interacción entre los diferentes
componentes de las bacterias y los diversos mecanismos celulares
moleculares activados en el huésped los cuales son el mecanismo
disparador para una respuesta inflamatoria sistémica que se evidencia
en diferentes grados de severidad que van desde la sepsis hasta el
síndrome de falla múltiples órganos (SFMO).
inflamatoria.
Como ha sido ampliamente asumido la inmunopatogénesis de
las bacterias grampositivas depende de la producción de poderosas
exotoxinas; esta aseveración no es exclusiva de los grampositivos
debido a que las bacterias gramnegativas también son capaces de
liberan exotoxinas. La severidad de la infección por Pseudomonas
por ejemplo es debida en gran proporción a la liberación de una gran
cantidad de potentes exotoxinas y a un importante mecanismo de
virulencia reconocido recientemente como sistema de secreción tipo
III. Este sistema usa un complejo mecanismo genético de secreción –
translocación para inyectar un grupo de toxinas (ExoS, ExoT, Exo Y)
directamente hacia el citoplasma de las células eucariotas.
También es reconocido que las bacterias grampositivas en su
pared celular pueden imitar algunas de las propiedades del LPS. De
tal forma que tanto los grampositivos como los gramnegativos son
capaces de inducir una respuesta pro inflamatoria en similar magnitud.
La pared celular de las bacterias grampositivas contiene una delgada
capa de peptidoglicano, la cual descansa directamente sobre la mem-
brana plasmática así como en el interior del peptidoglycano se
encuentran moléculas de ácido lipoteicoico.
Estudios in vitro han demostrado que los componentes estruc-
turales de la pared de los grampositivos son capaces de activar
monocitos por la vía del receptor del CD14 con activación del NF-κß
y la liberación de mediadores pro inflamatorios.
El TLR2 es reconocido y está implicado claramente como el
receptor de las bacterias grampositivas y algunos componentes de la
pared de los hongos, micobaterias y espiroquetas. Aun cuando el
peptidoglycano es considerado menos potente que el LPS, datos in
vitro sugieren que la respuesta tanto de los grampositivos y
gramnegativos es debida al reconocimiento de la bacteria por la vía de
la familia de los toll-like receptor.
Alteraciones microvasculares
Las alteraciones microcirculatorias están reconocidas como uno
de los hallazgos más impactantes en la patogénesis de la sepsis, si no
se reconocen clínicamente, y no se tratan temprana y apropiadamente
puede progresar con una frecuencia significativa en disfunción
multiorgánica y a la muerte.
Estas alteraciones se caracterizan por alteraciones del tono
vascular arterial y venoso que conducen a la vasodilatación excesiva
del lecho vascular que se asocia a las anormalidades distributivas de
autorregulación del flujo sanguíneo y de la disponibilidad del oxígeno
a los tejidos que indudablemente contribuyen a la hipoxia tisular a
Estudio microbiológico
Los estudios microbiológicos son indispensables pues de ellos
dependerá el identificar al agente infeccioso e iniciar un tratamiento
específico. Se llevarán a cabo mediante la realización de tinción de
Gram y cultivos, ya sea con técnica cuantitativa o semi-cuantitativa,
así como la realización de métodos de diagnóstico molecular.
Tinción de Gram
La tinción o coloración de Gram es la base fundamental del
diagnóstico microbiológico debido a que nos aporta un dato importante
y rápido del tipo de bacteria involucrada en el proceso infeccioso con
la ventaja de que puede ser conocida por el médico en forma inmediata
a su realización.
Cultivos
Los cultivos de sangre, material purulento y diferentes líquidos
corporales tienen una elevada sensibilidad y especificidad para detectar
el agente patógeno sobre todo cuando se utiliza la técnica semi-
cuantitativa. En especial en las neumonías asociadas al ventilador
mecánico (NAV) los cultivos cuantitativos independientemente del
método de recolección nos ayudan a mejorar el diagnóstico clínico.
En diferentes series tienen sensibilidad del 94 % y especificidad hasta
del 100 % para bacteriemias y del 80 % al 100 % para neumonía
asociada a ventilador.
Esteroides
El papel y probable beneficio de los esteroides en las infecciones
severas ha sido debatido ampliamente desde hace varias décadas.
Dentro sus efectos beneficiosos se encuentran el potente efecto anti-
inflamatorio, la capacidad de inhibir la liberación de algunas citoquinas,
interacción con el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal con efecto
inhibitorio sobre la liberación de algunas citoquinas pro-inflamatorias
(IL-6, FNT-α), efectos beneficiosos sobre la hemodinamia en la sepsis
por aumento de la presión arterial y del gasto cardíaco y efecto
inhibitorio sobre la (sON) inducible, entre otras.
El aumento de los niveles de cortisol en respuesta al estrés y a
las diferentes agresiones en conjunto con su acción anti-inflamatoria,
han sido los elementos utilizados en numerosos ensayos para demostrar
los beneficios de la terapia esteroidea a altas dosis como las
recomendadas originalmente para estos pacientes. Desde que
Weitzman y Berger publicaron en 1974 los resultados clínicos de una
revisión sistemática sobre el uso de las altas dosis de esteroides en los
pacientes con infecciones severas, donde no pudieron dar conclusiones
ni recomendaciones de su uso, sugiriendo la necesidad de nuevos
trabajos con altas dosis para determinar sus efectos en el tratamiento
de los pacientes con infecciones graves. No fue sino hasta 1987 que
se publican los resultados de dos ensayos clínicos, el de la Adminis-
Terapias inmunomoduladoras
Un gran número de terapias inmunomoduladoras han sido
desarrolladas en los últimos 20 años en un intento de frenar la cascada
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HIPOTERMIA E HIPERTERMIA
EN TERAPIA INTENSIVA
Capdevielle M 859
Capdevielle M 861
Receptores de temperatura
La piel está dotada de receptores térmicos distribuidos en toda
su superficie, tanto para calor como para frío y existen más receptores
para este último. En la médula espinal, en las vísceras abdominales y
alrededor de los grandes vasos se encuentran receptores profundos.
Estos receptores actúan de forma diferente a los receptores cutáneos
porque están expuestos a la temperatura corporal central en lugar de
a la temperatura periférica; pero al igual que los receptores cutáneos
detectan principalmente el frío en lugar del calor, por lo que es
probable que los receptores de la piel y los profundos tengan como
finalidad evitar la hipotermia.
HIPOTERMIA
Se define como hipotermia la situación en la cual la temperatura
central del cuerpo humano desciende por debajo de los 35º C, y se
produce una condición en la que el organismo no es capaz de generar
el calor suficiente para garantizar las funciones fisiológicas de manera
adecuada, es decir, cuando la velocidad de enfriamiento es superior a
la cantidad de calor producido.
Clasificación
La hipotermia puede ser accidental cuando el descenso de la
temperatura ocurre de forma no intencionada, generalmente en
ambientes fríos, asociado a un problema agudo, y sin lesión previa del
hipotálamo; e inducida cuando la misma es intencional o programada
y se realiza para proteger al cerebro durante la cirugía cardiovascular
y de los grandes vasos intracraneales. Bajo anestesia, se coloca al
paciente en mantas de enfriamiento, o sábanas frías, hielo o agua
helada. La temperatura rectal puede disminuir a 30º C entre 30 a 120
minutos. Las funciones respiratorias y cardíacas se tornan más lentas;
la presión sanguínea se reduce, y disminuye la producción de orina.
Este enfriamiento artificial deprime mucho el metabolismo
celular, de forma que las células corporales pueden sobrevivir
prolongados períodos sin flujo sanguíneo.
Además de esta sencilla clasificación la hipotermia puede también
ser clasificada según el tiempo de exposición al frío y a la temperatura
central del cuerpo humano.
- Según el tiempo de exposición
- Aguda: la exposición al frío es tan intensa y rápida que la
resistencia del cuerpo al mismo es sobrepasada sin dificultad
a pesar de que la producción de calor esté casi al máximo. La
hipotermia ocurre antes de que se produzca el agotamiento.
Es frecuente en personas que caen en aguas de mares y lagos
helados; no se ve en nuestro medio.
- Sub-aguda: la temperatura corporal normal se mantiene hasta
que sobreviene el agotamiento, pero a continuación cae. Es
producida por exposición a temperaturas frías no tan intensas
en las cuales el organismo se defiende mediante la
vasoconstricción periférica y el incremento de la producción
de calor. Un factor crítico de este tipo de hipotermia es el
agotamiento y la depleción de las reservas energéticas del
organismo. Es el tipo de hipotermia típico de excursionistas
y montañistas.
- Crónica: se produce cuando hay una exposición prolongada a
Capdevielle M 863
Etiología
Capdevielle M 865
Fisiopatología
A temperaturas superiores a los 32º C, las manifestaciones
clínicas de los pacientes se ajustan a los mecanismos termorreguladores
para retener y generar calor: temblor, vasoconstricción periférica,
aumento del flujo sanguíneo cerebral, aumento de la diuresis (diuresis
por frío), aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, del gasto
cardíaco y de la presión arterial. Por debajo de los 32º C la actividad
enzimática se enlentece, disminuyendo la capacidad para generar
calor y se produce una serie de alteraciones y hallazgos clínicos:
Alteraciones neurológicas
La hipotermia reduce progresivamente el nivel de conciencia, u
puede llevar al paciente a un coma profundo, con disminución el
consumo de oxígeno del cerebro y la médula espinal. Esta disminución
del consumo de oxígeno por el SNC, hace que la hipotermia tenga un
efecto preventivo sobre la hipoxia cerebral y medular, permitiendo
recuperaciones neurológicas completas después de inmersiones en
agua helada por encima de los 30 minutos y de traumatismos
craneoencefálicos y medulares graves. De allí su utilidad en el
paciente neuroquirúrgico y cardiovascular. La amplitud del
electroencefalograma comienza a disminuir a partir de los 32º C, y se
torna plano alrededor de los 18º C. A partir de los 28º C el coma suele
Capdevielle M 867
Alteraciones cardiovasculares
Si bien al inicio por aumento de las catecolaminas circulantes,
se produce una respuesta exagerada del sistema cardiovascular,
posteriormente la frecuencia cardíaca disminuye de forma paralela a
la temperatura y no responde a la administración de atropina ni se
altera por la vagotomía, como consecuencia directa del frío sobre el
marcapasos fisiológico. El gasto cardíaco disminuye como
consecuencia de la bradicardia y de la hipovolemia, resultado de la
reducción del volumen plasmático. En hipotermia profunda, el índice
cardíaco generalmente está reducido a valores por debajo de 1-1,5 l/
min/m 2.
Los cambios del ritmo cardíaco están ampliamente documen-
tados: bradicardia sinusal, fibrilación o flutter auricular, ritmo
idioventricular, fibrilación ventricular (especialmente a partir de los
28º C) y asistolia.
Onda J
Capdevielle M 869
Alteraciones hematológicas
Estos pacientes por hemoconcentración suelen tener una
hemoglobina y un hematocrito elevados, aunque en los pacientes
politraumatizados se puede encontrar normal o bajo o en descenso
progresivo, debido a las pérdidas hemáticas por las lesiones traumáticas
asociadas. También se ha observado leucopenia con granulocitopenia
y trombocitopenia en las hipotermias graves, secundariamente a un
secuestro esplénico y hepático y por la acción directa del frío sobre la
médula ósea. No existe una relación clara entre coagulación intravas-
cular diseminada (CID) e hipotermia. Las alteraciones hemostáticas
como la trombosis venosa y la coagulación intravascular diseminada
(CID) que presentan algunos de estos pacientes, tiene que ver más con
las causas comunes a todo paciente crítico que con un efecto específico
de la hipotermia.
Alteraciones renales
La exposición al frío provoca inicialmente un aumento en la
diuresis, incluso con temperatura corporal normal, debido a la
vasoconstricción cutánea, luego desciende la perfusión renal como
consecuencia del descenso de la presión arterial y puede producirse
insuficiencia renal de distinto grado. Los túbulos se vuelven insensibles
a la hormona antidiurética, con lo que se obtiene una orina muy
diluida, de esta manera, se produce gran pérdida de líquidos con
deshidratación del paciente y aumento de la osmolaridad del plasma.
La insuficiencia renal, suele resolverse a las 24-48 horas del
recalentamiento, aunque se han descrito casos de insuficiencia renal
persistente.
Alteraciones gastrointestinales
La elevación de la amilasa sérica o el hallazgo anatomopatológico
en pacientes hipotérmicos de pancreatitis edematosa o necro-
hemorrágica es un hallazgo frecuente. Esta relación entre pancreatitis
e hipotermia se ha asociado con isquemia secundaria al shock. Otras
Capdevielle M 871
Alteraciones de la inmunidad
En etapa tardía la infección es la principal causa de muerte de los
pacientes hipotérmicos. Este incremento de la susceptibilidad a la
infección probablemente sea debida a multiples factores entre los que
destacan: las bacteriemias intestinales secundarias a isquemia e
hipoperfusión intestinal; disminución del nivel de conciencia y de los
reflejos tusígenos como causa de neumonía por aspiración; disminución
del volumen corriente y a otras anormalidades ventilatorias
(atelectasias) que favorecen la sobreinfección respiratoria; la granulo-
citopenia consecutiva al efecto del frío y a la disminución de la
migración y vida media de los leucocitos polimorfonucleares, y de la
fagocitosis.
Tratamiento
Una vez identificado el cuadro el tratamiento debe fundamentarse
en:
Capdevielle M 873
Corrección de la volemia
La reposición inicial de volumen es recomendable hacerla con
cristaloides sin lactato, dado que el ácido láctico está incrementado y
su metabolismo hepático disminuido. El recalentamiento puede
potenciar algunos de los cambios fisiopatológicos producidos por la
hipotermia. La vasodilatación que sigue al calentamiento local de las
extremidades, aumenta la capacidad vascular y puede desencadenar
un shock hipovolémico (shock de recalentamiento). Asimismo, esta
vasodilatación hace retornar a la circulación central la sangre fría que
estaba secuestrada en las extremidades. Esta sangre puede causar, a
los 15-20 minutos del inicio del recalentamiento, una mayor
disminución de la temperatura central (entre 2-5º C). A este fenómeno
se le conoce como “fenómeno de caída posterior” y se le asocia con la
muerte del recalentamiento, porque provoca arritmias graves,
especialmente la fibrilación ventricular, precipitadas por un nuevo
enfriamiento cardíaco.
Capdevielle M 875
Profilaxis antibiótica
La adquisición de infecciones en el paciente hipotérmico no es
infrecuente, y en ocasiones la hipotermia puede ser secundaria a un
proceso infeccioso, especialmente por gérmenes gramnegativos, sin
embargo, sólo recomendamos la administración de antibióticos con la
aparición de signos de infección.
Recalentamiento
El tratamiento específico de la hipotermia es el recalentamiento.
Sin embargo, la elección del método a utilizar puede ser controversial,
dados los múltiples problemas que pueden surgir durante su aplicación.
Todos los métodos tienen el objetivo de normalizar la temperatura o
por lo menos acercarla a sus valores normales. Los métodos se
clasifican de forma clásica como:
- Recalentamiento externo pasivo (REP).
- Recalentamiento externo activo (REA).
- Recalentamiento interno activo (RIA).
Capdevielle M 877
HIPERTERMIA
Capdevielle M 879
Golpe de calor
Es el más grave de los efectos nocivos del calor, potencialmente
fatal (70 % de mortalidad), que no va precedido necesariamente de las
otras alteraciones producidas por el aumento de la temperatura.
Cursa con fallo multiorgánico producto de la elevación de la
temperatura corporal como consecuencia del fracaso de los mecanismos
termorreguladores hipotalámicos, aumentando la temperatura corpo-
ral a límites incompatibles con la vida, con afectación multisistémica
que altera los diferentes órganos de la economía.
Se asocia con temperaturas centrales superiores a los 40º C,
anhidrosis y alteraciones mentales, con más frecuencia entre las 24-48
horas del inicio de una ola de calor, cuando aún no se han puesto en
marcha los mecanismos de aclimatación, sobre todo con temperaturas
ambientales cercanas a los 30º C y humedad relativa superior al 60 %.
Ocurre generalmente en países en los cuales los cambios de
temperatura entre estaciones son más marcados que en el nuestro, lo
que obliga a la aclimatación, la cual es un proceso fisiológico. La falta
de aclimatación o de entrenamiento son los factores claves para la
aparición del síndrome, esto justifica que aparezca en los dos primeros
días de una ola de calor, porque el período de aclimatación es de 4-7
días.
La acción fisiopatológica del golpe de calor es resultado de la
exposición celular a temperaturas superiores a los 42º C cuando por lo
general cesa la actividad mitocondrial, aparecen alteraciones en las
reacciones enzimáticas, con desnaturalización de proteínas y
alteraciones de los fosfolípidos de membrana con pérdida de su
estabilidad y aumento de la permeabilidad.
Etiología
Clínica
Existen dos formas clínicas:
Forma activa: por lo común se da en jóvenes no aclimatados que
se han sometido a la realización de un ejercicio físico intenso, en días
de calor, o con una humedad relativa elevada (60 %-70 %), es frecuente
en militares durante el período de instrucción.
Se inicia con un período prodrómico de pocos minutos, siendo
uno de los primeros síntomas la alteración de la conciencia: confusión,
comportamiento irracional y convulsiones sin antecedentes de cuadros
comiciales.
Síntomas generales: piel seca y caliente, anhidrosis (luego de
una sudoración profusa), deshidratación y aumento de la temperatura
Capdevielle M 881
Afectaciones sistémicas
Cardiovascular: la respuesta del organismo está dada por aumento
del gasto cardíaco, vasodilatación cutánea, vasoconstricción esplénica
y taquicardia, como una forma de aumentar la pérdida de calor. En
algunos pacientes se ve una respuesta contraria con un gasto cardíaco
bajo y resistencias pulmonares elevadas.
Los estudios anatomopatológicos en pacientes víctimas de golpe
de calor evidencian necrosis miocárdica con coronarias normales, lo
que sugiere daño directo sobre el miocardio; puede desarrollarse un
infarto miocárdico por aumento de las demandas de oxígeno; la
hemoconcentración y la hipotensión favorecerían la aparición de
trombosis coronaria y cerebral.
Muchos de estos pacientes presentan alteraciones electro-
cardiográficas, siendo las más frecuentes:
Capdevielle M 883
Diagnóstico
Prevención
Para evitar la presentación de la forma pasiva, las personas
susceptibles deberán ingerir unos 2-3 litros diarios de líquidos para
Capdevielle M 885
Tratamiento
La supervivencia está relacionada de forma inversa con la
duración de la hipertermia; el reconocimiento temprano de los síntomas
y la rapidez con que se realiza el enfriamiento corporal son vitales.
Medidas generales: en casos de golpe de calor debido al ejercicio,
el tratamiento debe iniciarse en el lugar donde se produce el colapso,
se le retira la ropa al paciente, se le lleva a lugares fríos y se le
humedece la piel. Una vez en el centro de atención, se pueden utilizar
lavados gástricos, peritoneales, hemodiálisis, bypass cardio-pulmonar
con enfriamiento externo de la sangre y baños en hielo. Si es preciso
se iniciará ventilación mecánica, para combatir la hipoxia.
Se colocará un catéter venoso central para el aporte de líquidos
y medición de la presión venosa central manteniéndola entre 10 y 15
cm de agua, es imperativo llevar un estricto control de líquidos
administrados y eliminados.
Pronóstico
La morbilidad y la mortalidad están en relación directa con el
tiempo de exposición a temperaturas elevadas y al retraso en iniciar el
enfriamiento. Una tardanza de dos horas puede suponer un aumento
del 70 % en la mortalidad. La agresividad en el inicio del tratamiento
mejora el pronóstico. Gran parte de los pacientes sobrevive sin
secuelas aunque en algunos persisten temblores musculares, cefaleas,
y falta de concentración.
HIPERTERMIA MALIGNA
Capdevielle M 887
Clínica
La primera manifestación suele ser espasmo de los maseteros,
seguido de acidosis metabólica, aumento de la CPK, hipercapnia,
arritmias y taquicardia. Uno de los síntomas típicos de la hipertermia
maligna es la rigidez muscular, que aparece en el 75 % de los casos,
y es consecuencia de la contracción muscular mantenida, a pesar del
uso de relajantes musculares no despolarizantes. El inicio de la
hipertermia es variable, siendo a veces tardío. Se pueden alcanzar
temperaturas de hasta 40-43º C. Como signos de esta hiperpirexia
aparece la sudoración para iniciar la pérdida de calor, así como un
exantema a nivel de cráneo, cuello y tórax superior. Ocasionalmente
puede desarrollarse una insuficiencia renal que cuando aparece se
debe fundamentalmente a hipoperfusión renal y a la lesión tubular que
produce la hipermioglobinuria.
Diagnóstico
Debe hacerse el diagnóstico diferencial con tirotoxicosis,
feocromocitoma, porfiria, la hipovolemia y la hipoxia. Finalmente
aparecen arritmias complejas, hipertermia y cianosis.
El diagnóstico se ha de hacer no sólo sobre el paciente suscep-
tible, sino también sobre los familiares. Aunque se han propuesto
varias pruebas, la más fiable es el test de contracción con halotano/
cafeína que se lleva a cabo con una pequeña porción de músculo
estriado. Para llevar a cabo esta prueba, se toman 2 g de tejido
muscular, usualmente mediante una incisión del muslo después de la
administración de un anestésico local o epidural que no induzca la
hipertermia maligna. Después, se registran la velocidad y fuerza con
la que se contraen las fibras musculares en presencia de cafeína sola
o con halotano. Los músculos de los sujetos con predisposición a la
hipertermia maligna son más sensibles y se contraen con más fuerza
Tratamiento
Si se sospecha una hipertermia maligna es necesario:
1. Interrumpir inmediatamente la anestesia manteniendo la
profundidad de la misma si fuera necesaria con opioides,
benzodiazepinas, barbitúricos o propofol.
2. Hiperventilar al paciente con O 2 al 100 %.
3. Monitorización de los gases arteriales, electrólitos séricos,
CPK, mioglobina y lactato (sangre arterial).
4. Administrar dantroleno en dosis de 1 a 2,5 mg/kg intravenosas
(IV), la cual deberá repetirse cada 5 ó 10 minutos hasta una
dosis total de 10 mg/kg, o hasta que desaparezcan los síntomas.
5. Administrar bicarbonato sódico intravenoso, de 2 a 4 mEq/
kg, de acuerdo a los gases arteriales.
6. Controlar la temperatura corporal mediante enfriamiento
activo.
7. Mantener la diuresis con manitol 25 g, i.v., furosemida 20
mg, i.v. y aporte abundante de líquidos.
8. Mantener una cuidadosa monitorización del paciente y
continuar el tratamiento hasta que esté estable y posterior-
mente hasta que desaparezca el riesgo de nuevos episodios.
El dantroleno es un relajante muscular de acción rápida que
impide la liberación de iones de Ca desde el retículo sarcoplásmico, de
esta manera disminuye la espasticidad, normaliza la función muscular
y, finalmente, revierten los cambios metabólicos.
Anteriormente la mortalidad por hipertermia maligna era casi
del 80 %, pero con más información y la disponibilidad del dantroleno,
la mortalidad ha bajado al 10 % en los países desarrollados. Algunos
autores abordan el tratamiento de los pacientes con antecedentes
personales y/o familiares de hipertermia maligna mediante el uso
profiláctico del dantroleno pre, trans y posoperatorio, indepen-
dientemente del método anestésico que se emplee, a razón de 75 mg
diarios por vía oral 3 días antes de la intervención, 25 mg como
Capdevielle M 889
REFERENCIAS
QUEMADURAS
EPIDEMIOLOGÍA
DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN
Figura 30.1. Quemadura de primer grado, producida por los rayos solares. La
caracaterística principal es el enrojecimiento de la piel.
LESIÓN INHALATORIA
QUEMADURAS QUÍMICAS
Figura 30.11. Áreas de lavado con mangueras de techo en el Hospital Militar “Dr.
Carlos Arvelo” de Caracas.
QUEMADURAS ELÉCTRICAS
AGENTES TÓPICOS
uso.
Bacitracina: ungüento producido por el Bacilo subtilis, formulado
al 20 % de bacitracina zinc en vaselina. Inhibe la formación de la
pared bacteriana al unirse con el C-55 prenol pirofosfato. Es activo
contra los microorganismos grampositivos, incluyendo streptococos,
estafilococos, clostridium y corinebacteria. Es rara la resistencia a la
bacitracina por el S. aureus. Es el más usado en nuestro medio para
tratar la cara, la cabeza y el cuello de los pacientes quemados. Su bajo
costo y su baja toxicidad lo hace muy popular. La limpieza de la cara
es fundamental para la evitar la formación de costras que favorecen la
infección y la profundización de las quemaduras.
Mupirocin (Bactroban ®): se obtiene de la fermentación de la
Pseudomona fluorescens e inhibe la isoleucyl-tRNA sintetasa
bacteriana. Es efectivo contra cocos aeróbicos grampositivos (S.
aureus, S. epidermidis, Estreptococos beta hemolíticos), no tiene
efecto contra el enterococo, ni contra los gramnegativos. No es tan
efectivo contra el Corinebacterium, Propionibacterium y las especies
de micrococos. Se ha descrito resistencia al mupirocin por el S. aureus
y el S. epidermidis. Puede ser usado satisfactoriamente para tratar las
quemaduras superficiales en la cara, orejas y cuello. Es muy efectivo
contra el impétigo.
Figura 30.17. La escisión quirúrgica hasta la fascia puede realizarse con la ayuda del
electrocauterio.
SUSTITUTOS CUTÁNEOS
Figura 30.19. Uso de piel de cadáver para cubrir áreas quemadas escindidas.
Figura 30.21. Las láminas son injertadas en las zonas escindidas, las cuales deben
estar libres de infección y tejido necrótico.
Figura 30.22. Áreas locales de necrosis de color oscuro, negro son indicativos de
sepsis. Por debajo de la escara se acumula líquido el cual se ha demostrado que posee
propiedades inmunosupresoras. El cultivo de esta secreción demuestra gran cantidad
de gérmenes.
COMPLICACIONES
El manejo exitoso del paciente quemado supone el sortear
satisfactoriamente las múltiples complicaciones que se desarrollan
durante su larga hospitalización. El conocimiento de las complica-
ciones permite anticipar, implementar correctivos y evitar sus conse-
cuencias.
Entre las principales complicaciones se describen: la
insuficiencia renal aguda, la cual ha disminuido sustancialmente en
los últimos años debido a una restitución hídrica adecuada, y se asocia
a sepsis, acarreando una alta mortalidad. La insuficiencia adrenal se
relaciona con inestabilidad hemodinámica. Las alteraciones
hidroelectrolíticas, como la hiponatremia, hipernatremia, la
hiperkalemia, hipokalemia, alteraciones del calcio, fósforo y zinc
deben ser tratadas adecuadamente. Las complicaciones vasculares se
aprecian en las quemaduras graves e incluyen la disfunción ventricu-
lar izquierda, el infarto al miocardio, alteraciones del ritmo en las
quemaduras eléctricas, la endocarditis bacteriana, la tromboflebitis
supurativa y los procesos tromboembólicos. Entre las complicaciones
pulmonares se encuentran la bronconeumonía, neumonía, neumotórax
y el síndrome de distrés respiratorio. Entre las hematológicas: la
anemia, la neutropenia, trombocitopenia y la coagulación intravascu-
lar diseminada. Las alteraciones inmunes son marcadas y se asocian
con la gravedad de la quemadura. Entre las complicaciones otorrino-
laringológicas figuran la condritis y las complicaciones por intubación
prolongada. Entre las gastrointestinales se encuentran las úlceras de
estrés, las alteraciones hepáticas, la pancreatitis, la colecistitis
acalculosa, la gastroduodenopatía, el íleo paralítico, la pseudo
obstrucción colónica, la isquemia intestinal, la translocación
bacteriana, el síndrome de la arteria mesentérica superior y la dilatación
PREVENCIÓN
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NEUROMONITOREO
Díaz M 947
1. NEUROMONITOREO SISTÉMICO
Este monitoreo, si bien debería ser común en todos los pacientes,
es de carácter relevante en el paciente con lesiones neurológicas
severas, se debe mantener con la cabecera de la cama a 30˚ (muy
acostado puede aumentarse la presión endocraneana, muy sentado
disminuye la presión de perfusión cerebral) y con la cabeza en posición
neutra (para no entorpecer el drenaje venoso yugular). Entre otras
medidas generales debemos monitorizar los siguientes parámetros:
a. Presión arterial
b. Oxemia
c. Ventilación
d. Temperatura
e. Parámetros de laboratorio
a. PRESIÓN ARTERIAL
La monitorización de la presión arterial es crucial y la medición
ideal es a través de métodos invasivos con catéteres arteriales que nos
permitan el acceso continuo a dicho parámetro. En las primeras 24 a
48 horas se aconseja mantener la tensión arterial media y es de vital
importancia mantener el gasto cardíaco y la volemia en niveles óptimos.
El rango donde se sabe que la tensión arterial media asegura una
b. OXIGENACIÓN
La lesión neurológica producida por la anoxia-isquemia afecta
a todo el organismo y lo primero es establecer una adecuada función
vital. El manejo de la vía aérea para asegurar una adecuada oxigenación
y protección de la misma es una prioridad fundamental, además, el
manejo adecuado y temprano de esta vía es esencial para iniciar una
disminución de la PaCO 2 , ya para normoventilación o ya para
hiperventilación en el manejo de la hipertensión endocraneana.
c. VENTILACIÓN
La hiperventilación al inducir hipocapnia y vasoconstricción, es
de gran ayuda en reducir la hipertensión endocraneana al disminuir el
volumen intravascular cerebral. Los niveles de PCO 2 deseables van de
25 a 30 mmHg. Debido a que la hiperventilación prolongada o intensa
tiene un efecto adverso sobre el flujo sanguíneo cerebral al producir
Díaz M 949
d. TEMPERATURA
Después de hipoxia-isquemia, la lesión producida en el SNC es
dependiente de la temperatura. La fiebre aumenta el daño neurológico
y se sabe además que la hipotermia ofrece cierto grado de protección
cerebral. Sin embargo, niveles muy bajos de hipotermia pueden ser
contraproducentes al aumentar la susceptibilidad a la infección. Hay
varios estudios en curso acerca de los posibles efectos benéficos de
inducir leve hipotermia en humanos (temperatura entre 32 y 34˚ C) por
pocas horas después de la reanimación, pero aún no hay resultados
concluyentes.
El tratamiento de la fiebre debe ser agresivo con medidas
generales de enfriamiento, líquidos endovenosos fríos y medicaciones
antipiréticas.
e. PARÁMETROS DE LABORATORIO
Debido a que el cerebro después de hipoxia es mucho más
vulnerable a alteraciones metabólicas e hidroelectrolíticas deben
mantenerse estos parámetros dentro de límites estrictamente normales.
Es fundamental impedir la hiperglicemia (evitar usar soluciones
dextrosadas), por cuanto ésta estimula la glicólisis anaerobia y la
producción de lactato; debe corregirse rápidamente la acidosis y
mantener el pH arterial entre 7,3 a 7,5 (y en esto puede ser de ayuda
la hipocapnia también) y debe mantenerse la normalidad hidroelectro-
lítica y de la osmolaridad sérica e iniciarse un soporte nutricional
temprano y adecuado.
2. NEUROMONITOREO ESPECÍFICO
b. Multimodal
Desde los trabajos clásicos de Lundberg, quedaron sentadas las
bases de la utilidad y ventajas del monitoreo de la PIC y el desarrollo
de los monitores y sensores ha sido progresivo y en la actualidad existe
la necesidad de contar con sensores compatibles con resonancia
magnética de campo alto, para efectuar estudios funcionales.
Conociendo los valores de la PIC y de la presión arterial media (PAM),
Díaz M 951
Díaz M 953
Díaz M 955
Díaz M 957
DOPPLER TRANSCRANEANO
Díaz M 959
Díaz M 961
sónicas”, que son zonas del cráneo que debido a sus características
estructurales presentan una gran transparencia a los ultrasonidos. Las
ventanas más empleadas son la ventana temporal, la ventana oftálmica
y la ventana del foramen magnum. La ventana temporal se localiza en
el hueso temporal justamente encima del arco cigomático. La ventana
temporal se subdivide a su vez en 3 regiones, anterior, media y
posterior. Esta última, además de proporcionar el mejor acceso a
través del hueso temporal, es la ventana que mejor permite la separación
espacial de la circulación anterior y la circulación posterior.
1. La ventana craneana utilizada. Así la ventana temporal nos
da acceso a explorar la arteria cerebral media, la bifurcación
cerebral media/cerebral anterior, la arteria cerebral anterior
(trayecto A1), la arteria cerebral posterior, y el trayecto
terminal de la arteria carótida interna. La arteria oftálmica,
y el sifón carotídeo se pueden explorar a través de la ventana
transorbitaria. La ventana transforaminal nos permite el
acceso a la arteria vertebral y a la arteria basilar.
2. La profundidad del vaso analizado. Representa la distancia
entre la superficie del transductor y el vaso insonado. Se
mide en milímetros. El volumen de muestra es definido como
el área desde la cual se origina la señal Doppler. El volumen
de muestra es relativamente grande en relación con el tamaño
de los vasos. La profundidad de insonación es registrada, en
la mayoría de los aparatos desde el punto medio del volumen
de muestra.
3. La dirección del flujo en relación con el transductor. Si la
arteria explorada tiene un flujo sanguíneo que se acerca al
transductor, el registro fonográfico será positivo respecto a la
línea base; si la arteria muestra un flujo que se aleja del
transductor, el monograma será negativo respecto a la línea
de flujo cero.
4. La relación espacial de los vasos respecto a vasos de referencia.
Así, la arteria cerebral anterior, está en una posición anterior
y superior con respecto a la bifurcación cerebral media/
Díaz M 963
Tabla 31.1.
Art
Temporal cerebral 60 - 70 Aleja 39 ± 10 Sin cambios Sin cambios
posterior o aumento
Art
Temporal cerebral
media 30 - 60 Acerca 55 ± 12 Disminución Sin cambios
Díaz M 965
Díaz M 967
Díaz M 969
Díaz M 971
Tabla 31.2.
Factores Velocidad
Díaz M 973
Díaz M 975
MICRODIÁLISIS CEREBRAL
Díaz M 977
Glutamato
En los primeros estudios experimentales en el TEC, se observaron
aumentos en la concentración de glutamato y otros aminoácidos
excitatorios (AAE). Utilizando la técnica de microdiálisis, se han
detectado aumentos de AAE, principalmente glutamato, en un rango
de 500 % a 700 % de los valores basales. Esto se traduce como un
aumento en la concentración extracelular de 1 a 4 mM a un pico de 30
mM.
El aumento de la concentración de glutamato extracelular repor-
tado en modelo experimental de isquemia es de un rango de 800 % a
2 750 % de los basales.
Estos aumentos tan dramáticos en la concentración de AAE no
han sido reportados en TEC. Estas diferencias en magnitud, tal vez
reflejan el hecho de que la falla en la energía celular no sería un patrón
común a hallar en el TEC. Sí se producen reducciones en el flujo
sanguíneo cerebral (FSC) de todas formas el probable “patrón” entre
caída del FSC hasta la lesión celular durante este período
fisiopatológico, no está definido.
Tanto incrementos en el glutamato extracelular como disminución
en los niveles tisulares del mismo, han sido apreciados en modelos
experimentales luego de inducir convulsiones. Por lo cual estos
aumentos tal vez estén relacionados con daño celular en cerebro no
injuriado.
Se han reportado incrementos en el nivel de glutamato en el TEC
cuya elevación persiste durante los primeros cuatro días posinjuria y
otros eventos como infartos o hemorragia subaracnoidea.
Los niveles de glutamato suben de un basal de 1 a 2 mM a 20mM
en los modelos de isquemia quirúrgica en humanos. Estos niveles son
similares a los reportados en pacientes que sufren aumentos de la PIC
secundario a TEC (23).
Estos cambios extracelulares de glutamato se producen en el
período en el cual aumenta la utilización de glucosa (33,34), período que
ha sido llamado de “hiperglicolisis”.
La “hiperglicolisis” está ligada a los cambios de glutamato
Figura 31.3 y 31.4. Estos gráficos muestran el dispositivo utilizado, el cual consta de
4 canales.
Glucosa y lactato
La glucosa es consumida por vía anaeróbica por los astrocitos y
se produce lactato el cual es excretado al intersticio donde es luego
consumido por vía aeróbica por la neurona. De acuerdo a este
esquema los astrocitos y las neuronas se encuentran funcionalmente
acoplados, por lo cual un aumento de K + y glutamato (y otros
neurotransmisores) al espacio extracelular. El K + y el glutamato son
recaptado por los astrocitos; restaurando la composición del
microambiente. La recaptación de K + y glutamato es un proceso
dependiente de energía, lo cual requiere un aumento de la glicólisis
Díaz M 979
Adenosina
La adenosina disminuye el CMRO 2 y aumenta el FSC, tal vez
juegan un rol importante en la respuesta a la oligohemia luego del
TEC. El monitoreo de la SvjO 2 permite apreciar la utilización de
oxígeno; la desaturación tal vez refleje fenómenos de insultos
secundarios.
El marcado incremento intersticial de adenosina que ocurre en
los episodios de desaturación, sugiere que la misma tal vez juegue un
rol de importancia durante los períodos de insultos secundarios pos
TEC. La correlación de estos aumentos en los períodos de hiper-
glicolisis, comportándose como un neuroprotector endógeno.
Potasio
El potasio se encuentra aumentado en el pos TEC en un 20 % de
las determinaciones por microdiálisis. Los altos niveles se encuentran
asociados con aumentos de la PIC y malos resultados funcionales. El
aumento simultáneo de K +, glutamato y lactato, avala el concepto de
que el glutamato induce cierto grado de flujo iónico conel consiguiente
aumento de la PIC. Éste sería motivado por tumefacción a nivel
astrocítico.
La reducción del FSC también se correlaciona con los aumentos
de K +. Esto tal vez se deba a la tumefacción celular o a la alteración
de la vasorreactividad en la vasculatura cerebral causada por los altos
niveles de K +.
Mucho hemos avanzado en el conocimiento del comportamiento
metabólico neuronal ante la injuria.
Sabemos que el aumento de la PIC es debido a los cambios en el
volumen cerebral (debido a edema, hematomas, etc.) brindando
información sobre la injuria primaria luego que ésta se ha producido,
al igual que acontece con el daño secundario.
Si bien actualmente contamos con distintas alternativas de
monitoreo en el paciente con TEC (PIC con su derivada PPC; saturación
yugular de O 2, Doppler transcraneano) ninguno ha prevalecido sobre
el otro. Cada uno de estos métodos muestra un aspecto en particular
de los eventos fisiopatológicos pos TEC. El objetivo de estos
monitoreos es intentar detectar cambios potencialmente tratables desde
el punto de vista de los volúmenes intracraneanos (PIC y PPC), o del
flujo sanguíneo cerebral (saturación yugular de O 2 , Doppler
transcraneano).
La microdiálisis, a diferencia de lo anteriormente expuesto,
sería un método útil que podría informar, en forma temprana, los
cambios metabólicos debidos a la injuria secundaria, factibles de ser
tratados.
Todos los reportes hasta el momento de los hallazgos con
microdialisis cerebral, han aportado ciertos aspectos desconocidos
hasta su publicación.
Probablemente con el devenir de nuevos estudios, podamos
contar con armas terapéuticas que nos permiten cambiar la historia
natural del TEC.
Las terapéuticas implementadas son cada vez más racionales y
fisopatológicamente dirigidas, pero hasta el momento sólo podemos
aproximarnos al aspecto de llegada de oxígeno y parcialmente de su
utilización.
Díaz M 981
Metabolismo cerebral
El flujo sanguíneo cerebral, la fuente de oxígeno en condiciones
normales es de 50 mL/100 g/min; debe suplir los altísimos
requerimientos energéticos del encéfalo para mantener su integridad
y el intercambio iónico necesario para la transmisión normal de los
impulsos nerviosos. Para esto, el encéfalo consume aproximadamente
3,2 mL/100 g/min de oxígeno o 1,5 µmol/gm/min (tasa de consumo
cerebral de oxígeno) CMRO 2 , que se puede deducir, multiplicando el
flujo sanguíneo cerebral, por la diferencia entre el contenido de
oxígeno de la sangre arterial (14 mL/dL), en comparación con el de la
sangre venosa tomada del bulbo yugular (7,7 mL/dL), según la fórmula:
P P C = P A M - P I C.
Díaz M 983
Díaz M 985
Tabla 31.3
Díaz M 987
MONITORIZACIÓN NEUROFISIOLÓGICA
ELECTROENCEFALOGRAMA
Figura 31.5.
Díaz M 989
ELECTROMIOGRAMA
muscular.
Otras técnicas electromiográficas, que incluyen análisis
automáticos, no están lo suficientemente desarrolladas como para ser
de aplicación diagnóstica.
ELECTRONEUROGRAMA
ESTIMULACIÓN REPETITIVA
Díaz M 991
tarda en producirse).
La latencia se alarga cuando en las estructuras que vehiculan la
información se interpone una lesión funcional o estructural. La
desaparición del potencial expresa, en contexto, que la estructura
nerviosa no esta funcionando. Una lesión del oído interfiere, por
tanto, el resultado de la REAT, al igual que interfiere en los resultados
de la RES una lesión del plexo braquial.
Conclusión
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Díaz M 997
INTRODUCCIÓN
Dávila R 999
DEFINICIONES GENERALES
DESASTRE
Se define como un suceso que causa alteraciones intensas en las
personas, los bienes, los servicios y el medio ambiental, excediendo la
capacidad de respuesta de la comunidad afectada (3).
CALAMIDAD PÚBLICA
Evento que no afecta gravemente la infraestructura de la
comunidad y que su ocurrencia será declarada siempre por acto
administrativo (3).
EMERGENCIA
Situación que aparece cuando, en la combinación de factores
conocidos, surge un fenómeno o suceso eventual e inesperado que
causa daño o alteraciones en las personas, los bienes, los servicios o
el medio ambiente sin exceder la capacidad de respuesta de la
comunidad afectada (3).
INCIDENTE CON SALDO MASIVO DE VÍCTIMAS (ISMV)
Internacionalmente se establece que es aquel incidente que
produzca más de 10 víctimas.
Este concepto tiene tres aspectos importantes:
a. Se activa el plan de contingencia dependiendo de la capacidad
de respuesta de los sistemas de emergencias médicas pre-
hospitalarias y hospitalarias para manejar un número
indeterminado de víctimas producto de eventos de variada
naturaleza. Si supera la capacidad de respuesta se califica
como un desastre médico.
b. Exige la utilización de un método de triaje diferente al
Dávila R 1001
ETAPAS DE UN DESASTRE
Clásicamente se pueden establecer en toda catástrofe varias
etapas en el antes, durante y después:
ANTES DEL DESASTRE: REDUCCIÓN.
Dávila R 1003
Dávila R 1005
sí solo o esté atrapado será marcado con una cinta o con una tarjeta del
color correspondiente a su necesidad y será evacuado al Centro de
Atención y Clasificación de Lesionados que se encuentra en al área de
seguridad, allí nuevamente es evaluado y reclasificado desde donde
será trasladado, según su prioridad, al centro de atención especializado
o a otro centro de atención diferido.
Al llegar a los hospitales nuevamente es reclasificado para
decidir la prioridad de la atención.
La guerra del Golfo, en Afganistán, la invasión de Irak, y los
grandes atentados terrorista en Israel, Palestina, Irak, EE.UU,
Chechenia, han desarrollado el sistema MECE/IRME para ser aplicado
por los ejércitos en la zona de impacto y en el centro de acopio de
lesionados. Es una regla nemotécnica fácil de recordar: Mover,
Evaluar, Clasificar, Enviar / Inmediato, Retrasado, Mínimo,
Extensamente herido (5). Utilizado exitosamente en la atencion a las
victimas del Tsunami reciente en Asia, en Florida y Alabama azotados
por el Huracán Andrew, Charley, Iván, Jeanne, Katrina en el 2004 y
2005.
Dávila R 1007
Dávila R 1009
Características
En general podemos definir el MEC como un área ubicada en
el perímetro secundario o zona fría que tiene como finalidad lograr
que las víctimas del desastre tengan una adecuada y rápida atención
para llegar al tercer eslabón en la mejor forma y en el menor tiempo
posible (2). Concentra el mayor número de recursos médicos. Se
Dávila R 1011
Dávila R 1013
Dávila R 1015
SHOCK
1. La hipovolemia es la causa más frecuente de shock en los
pacientes politraumatizados.
2. Localizar y controlar la hemorragia.
3. Vías de acceso vascular.
• Dos catéteres intravenosos gruesos Nº 16 periféricos.
• Niños punción intraósea a nivel tibial proximal.
• En último caso punción venosa central.
4. Administración de líquidos (cristaloides).
• 2 000 cm 3 de Ringer lactato en bolo en adulto.
• 20 cm 3 /kg en niños.
• Estimar las pérdidas sanguíneas y reponer con la regla 3 a
1 (3 litros de Ringer por 1 de sangre). (actualmente en
discusión nuevos enfoques sugieren resucitar con bajos
volúmenes y mantener TAS en 90 mmHg.) (15).
• Evaluar la respuesta (respondedor, transitorio, no respon-
dedor) (15)
• Si el shock tiene una respuesta transitoria o no responde
requiere rápido traslado al hospital.
Dávila R 1017
TRAUMA ABDOMINAL
Transporte muy rápido en caso de:
1. Trauma cerrado de abdomen o aplastamiento con hipotensión
persistente.
2. Trauma penetrante.
3. Empalamiento.
4. Fractura de pelvis.
TRAUMA RAQUIMEDULAR
1. Inmovilizar columna cervical.
2. Inmovilizar sobre superficie rígida (cabeza, hombros y pel-
vis) y movilizar en bloque.
3. Vigilar déficit motor y sensitivo.
4. Iniciar manejo con Solumedrol (NACIS II y III) (16).
TRAUMA DE EXTREMIDADES
1. Control de hemorragia con presión directa.
2. Lavar las heridas con agua (o solución salina) estéril,
abundante y cubrir con apósitos estériles.
3. Inmovilización adecuada de fracturas.
4. Manejo del dolor.
5. Transporte rápido a un centro hospitalario en caso de:
a. Sospecha de lesión vascular.
b. Fractura abierta con exposición ósea o no.
c. Síndrome compartimental.
d. Amputación traumática
QUEMADURAS
1. Acceso venoso y administración de líquidos.
2. Manejo del dolor.
3. Lavado con agua fría estéril, cubrir con gasa estéril y ungüento
antibiótico.
4. Transporte rápido a una unidad de quemados en caso de:
a. Niños menores de 10 años y más de 10 % de superficie
corporal quemada.
b. Quemadura de 3º grado en más del 15 % de superficie
corporal.
c. Quemadura de segundo grado en más del 20 % de superficie
corporal.
d. Quemaduras químicas o eléctricas.
e. Quemaduras en cara, ojos, oído, manos, pies, genitales,
perineo, o articulaciones.
Dávila R 1019
EMBARAZADA LESIONADA
1. La vida del fruto depende de la reanimación y estabilización
adecuada para la integridad materna.
2. Traslado rápido a un centro hospitalario tipo III, con
disponibilidad de obstetra y neonatólogo.
URGENCIAS PSIQUIÁTRICAS
1. Diagnóstico diferencial y manejo de crisis de angustia (ataque
de pánico).
2. Inmovilizar en caso de posible agresión (propia o a los
demás) o si hay severo cambio de conducta.
3. Aplicar neuroléptico o benzodiocepina intramuscular.
4. Trasladar a un centro con disponibilidad de psiquiatría
Dávila R 1021
Dávila R 1023
FORMAS DE TRANSPORTE
Existen principalmente tres formas de transporte:
- Transporte por tierra.
- Aeronaves de alas rotatorias: helicóptero.
- Aeronaves de ala fija: avión jet o turbo hélice.
Las unidades de ala rotatoria presentan ventajas como la
velocidad y en algunos casos la accesibilidad a la víctima. Las
unidades de ala fija se utilizan para trasladar a grandes distancias. En
algunas zonas especiales (Delta del Orinoco) el transporte fluvial es la
única, todas estas formas de traslado son complementarias entre sí.
(18)
.
Para establecer las normas de manejo del paciente debemos
revisar algunos aspectos básicos de las condiciones para realizar el
traslado, conceptos fundamentales del transporte de pacientes graves
y cambios fisiológicos durante el traslado.
Dávila R 1025
Dávila R 1027
Dávila R 1029
TRASLADO AÉREO
Conceptos fisiológicos básicos que debe manejar para decidir el
traslado aéreo de pacientes en caso de desastres.
El transporte aéreo difiere del transporte terrestre en varios
aspectos que se deben conocer:
El paciente está sujeto a cambios de presión barométrica que
condicionan cambios en el volumen de gases. Hipoxia. Expone al
paciente a episodios de aceleración y desaceleración intensos. Induce
cambios térmicos por disminución de la humedad. El movimiento, la
vibración y las turbulencias pueden ser intensas y producir en el
paciente estrés fisiológico y psicológico.
Este medio de traslado es rápido pero tiene un ambiente que
puede producir más insultos al paciente, impuestos por el transporte.
Los efectos fisiológicos de la disminución de la presión
atmosférica se incrementan con la altitud, pueden ser divididos en
aquellos relacionados con la caída de la tensión del oxígeno inspirado
(PIO 2 ) y los relacionados con la expansión de los gases. A medida que
aumenta la altitud el paciente sufre una disminución de la PIO 2 con
hipoxia secundaria, el cual se compensa con un aumento de la FiO 2,
para tratar que se mantenga la PIO 2 al nivel del mar. Un paciente
crítico siempre llevará suplemento de oxígeno para el traslado aéreo
y debe planificarse la altura de vuelo. Otra variable a considerar es el
tipo de avión para el traslado, pues tenemos sin cabina presurizada y
con cabina presurizada,
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malas actitudes.
El Centro de Información debe decirles que la dirección del
hospital emitirá boletines periódicamente sobre el estado de
las víctimas.
CLASIFICACIÓN DE VÍCTIMAS
EMERGENCIAS SOBREPASADAS (OE)
a. Víctimas con lesiones muy severas.
b. No pueden ser inmediatamente tratados.
c. Por lo que su chance de sobrevivir es bajo.
En estos casos evitará usar medidas de soporte avanzado de
vida, ofrezca atención médica inmediata y permanente, use analgésicos
narcóticos y no narcóticos en forma sistemática.
Esta condición sólo se usa en casos de desastre.
Ejemplos de esta condición (OE) son:
a. Aplastamiento del tórax y abdomen.
b. Quemaduras > 80 % del área corporal de 2º y 3º grado.
c. Sangrado arterial en cuello sin posibilidad de reparación
quirúrgica.
d. Exposición permanente con evidencia de daños a materiales
peligrosos (cloro, alcoholes).
e. Exposición de vísceras.
f. Amputación traumática de segmentos corporales.
Dávila R 1043
CONCLUSIÓN
Dávila R 1045
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Dávila R 1047
Mejías M 1049
Mejías M 1051
REFERENCIAS
INTERACCIONES FARMACOLÓGICAS EN LA
UCI. ANTIBACTERIANOS Y FÁRMACOS DE
USO FRECUENTE
1. ANTIBACTERIANOS
Consideraciones generales
El empleo simultáneo de varios fármacos en el paciente crítica-
mente enfermo suele ser esencial para alcanzar varios objetivos
terapéuticos con el fin de tratar patologías coexistentes, siendo
numerosos los ejemplos, sin embargo, la elección de fármacos para su
administración conjunta, debe tener soporte en los principios
farmacológicos. Cuando se utilizan varios medicamentos al mismo
tiempo, el médico se enfrenta al problema de saber si alguna
combinación específica tendrá alguna interacción en un paciente
particular, y en el caso de ser así, conocer si dicha interacción traerá
beneficios a la terapéutica o por el contrario significará un posible
riesgo, caso en el cual deberá estar al tanto de las diferentes medidas
a aplicar para evitar las consecuencias de dicha interacción, si son
nocivas o adversas.
Se denomina interacción farmacológica a la aparición de un
efecto farmacológico, terapéutico o tóxico, de mayor o menor
intensidad de lo habitual o previsto, que surge como consecuencia de
la presencia o acción simultánea de un fármaco sobre otro, por lo que
en toda interacción hay un fármaco cuya acción es modificada y otro
u otros que actúan como elementos precipitantes o desencadenantes de
la interacción. En oportunidades esta interacción puede ser beneficiosa,
Feo-Figarella A 1053
De tipo farmacéutico
Este tipo se refiere a las incompatibilidades de tipo fisicoquímico
que impiden la mezcla entre dos o más medicamentos en una misma
solución para ser de este modo administrada al paciente. El
conocimiento de estas interacciones son indispensables al momento
de establecer y preparar las distintas soluciones a administrar y de esta
manera contar con las normas adecuadas en lo que respecta a la
correcta preparación y administración de fármacos. La distribución o
difusión del fármaco en la circulación sanguínea puede alterarse como
resultado de interacciones fisicoquímicas que surgen antes de su
administración, como en el caso de fármacos que pueden interactuar
en una solución intravenosa para producir un precipitado insoluble
que se manifieste plenamente o no.
De tipo farmacocinético
Este tipo se refiere a las modificaciones producidas por el o los
fármacos sobre los procesos de absorción, distribución y eliminación
de otros medicamentos cuyo efecto es modificado. El resultado final
está en relación con e l número de moléculas que al final han de actuar
Feo-Figarella A 1055
Feo-Figarella A 1057
De tipo farmacodinámico
Corresponden a las que son consecuencia de las modificaciones
en la respuesta del órgano efector, dando origen a los fenómenos
denominados sinergia, antagonismo y potenciación. Este tipo de
interacción puede ser secundaria a la acción del fármaco sobre los
receptores farmacológicos, procesos moleculares derivados de la
activación de los receptores y sistemas fisiológicos.
A nivel de los receptores farmacológicos las interacciones son
numerosas, correspondiendo este fenómeno al llamado sinergismo y
antagonismo. Se conocen muchos ejemplos de fármacos que interactúan
Feo-Figarella A 1059
Prevención
Se deben conocer bien a los medicamentos que suelen producir
con mayor frecuencia interacciones medicamentosas, y en especial los
más comúnmente usados en el área de terapia intensiva. Igualmente se
debe tener en cuenta las interacciones que pueden originar situaciones
graves y poner en peligro la vida del paciente. Hay que considerar la
posibilidad de estar presente ante una interacción medicamentosa
cuando el paciente no reacciona de la manera como debía esperarse
una vez administrada la droga, así como observar la acción terapéutica
y tóxica cuando se administren en conjunto dos o más fármacos o
cuando alguno de ellos se omita, pero si los signos clínicos no son
suficientes o fidedignos, deberá recurrirse mientras se pueda, a la
obtención de niveles plasmáticos del o los fármacos en uso.
Debemos entonces evitar en lo posible aquellos fármacos que
con mayor probabilidad pueden dar origen a interacciones peligrosas,
así como tratar de reducir, mientras sea posible, al mínimo el número
Feo-Figarella A 1061
INTERACCIONES FARMACOLÓGICAS
Aminoglucósidos
Son un grupo de compuestos con amplia actividad contra bacilos
gramnegativos aerobios, que actúan interfiriendo en la síntesis
proteínica de los microorganismos sensibles, y con un efecto
bactericida. Los fármacos de mayor utilidad son la gentamicina,
tobramicina y amikacina y son uno de los principales antibióticos
utilizados en paciente grave con procesos infecciosos.
Todos los aminoglucósidos son ototóxicos, siendo capaces de
afectar las funciones coclear y vestibular, este efecto puede ser
potenciado por la bumetamida y la furosemida. Igualmente son
nefrotóxicos, llegando a producir insuficiencia renal no oligúrica y en
algunos casos raros necrosis tubular renal aguda y grave. Este efecto
puede ser potenciado con el uso concomitante de fármacos tales como
Feo-Figarella A 1063
Feo-Figarella A 1065
Clindamicina
Antibiótico bacteriostático que actúa ligandose a la subunidad
50S del ribosoma bacteriano, suprimiendo así la síntesis proteínica,
con actividad sobre microorganismos grampositivos aerobios y
anaerobios, así como gramnegativos anaerobios, usado en el caso de
pacientes graves con infecciones por anaerobios.
Los medicamentos que inhiben el peristaltismo como los
opioides, catecolaminas, pueden prolongar y empeorar el cuadro de
colitis seudomembranosa en caso de presentarse esta complicación.
La clindamicina inhibe la función neuromuscular por lo que puede
potenciar el efecto de los bloqueantes neuromusculares. Otro efecto
poco frecuente es el de producir trombocitopenia, por lo que puede
potenciar los efectos de los anticoagulantes orales, heparina y
antiagregantes, aumentando el riesgo de sangrado. Pueden elevar los
niveles de teofilina con riesgo de toxicidad. El caolí disminuye su
absorción.
Tetraciclinas
Este grupo de antibióticos poseen una actividad antimicrobiana
muy amplia y diversa contra gérmenes grampositivos y gramnegativos
aerobios y anaerobios, e inhiben la síntesis bacteriana al ligarse con la
subunidad 30S del ribosoma bacteriano. Su uso en las unidades de
terapia intensiva no es muy frecuente pero entre sus indicaciones están
las infecciones por Mycoplasma, Chlamydia, Leptospira y
micobacterias atípicas.
Al ser administradas por vía oral pueden disminuir la conversión
intestinal de la digoxina en productos de reducción inactivos y a su vez
aumentar su absorción, todo lo cual contribuirá a la elevación de sus
concentraciones, y riesgo de toxicidad por este fármaco. Los antiácidos
disminuyen su absorción, por la formación de complejos no absorbibles,
igualmente el sucralfato disminuye su absorción. Pueden potenciar el
efecto de los bloqueantes neuromusculares porque poseen un efecto de
bloqueo neuromuscular débil por quelación del calcio. Tienen acción
hipoglicemiante que puede potenciar el efecto de los hipoglicemiantes
orales y de la insulina. Las tetraciclinas pueden tener un efecto
nefrotóxico, el cual puede agravarse con el uso simultáneo de AINEs,
diuréticos y anestésicos fluorados. Además aumentan el efecto de los
anticoagulantes orales y la toxicidad de las teofilinas. La fenitoína y
barbitúricos disminuyen la vida media de las tetraciclinas.
Feo-Figarella A 1067
Sulfonamidas y trimetoprim/sulfametoxazol
Este grupo de compuestos tiene un amplio espectro antibacteriano
que incluye grampositivos (varias cepas de S. pyogenes, pero no
Enterococcus), gramnegativos (Neisseria, H. influenzae,
enterobacterias), Chlamydia, Nocardia, Actinomyces, así como
protozoarios (Toxoplasma, Pneumocystis, Plasmodium). En el caso
del trimetopim éste es activo contra el S. epidermidis, S. aureus,
Corynebacterium y Listeria monocytogenes, Moraxella, T. pallidum y
Campylobacter.
Las interacciones más importantes incluyen las que se presentan
con anticoagulantes orales, hipoglicemiantes orales tipo sulfonilúreas,
fenitoína y tiopental, diuréticos tiazídicos potenciando el efecto de
estos fármacos, debido al desplazamiento de su unión a proteínas e
inhibición de su metabolismo, y por tanto su potencial tóxico (sangrado,
hipoglicemia, ataxia y nistagmus, depresión del SNC). Por otro lado
pueden disminuir los niveles de ciclosporina, mientras que los
inhibidores de la monoaminooxidasa, indometacina, fenilbutazona y
salicilatos elevan los niveles de estos antimicrobianos y por tanto su
potencial tóxico. Debe tenerse cuidado en los pacientes con afecciones
hematológicas, pudiendo alterar el efecto de medicamentos tales
como anticoagulantes orales y heparina. También, aunque infrecuente,
se ha descrito necrosis hepática por toxicidad directa del fármaco, lo
cual puede modificar la farmacodinamia de numerosos fármacos así
como potenciarse con el uso simultáneo de otros medicamentos
hepatotóxicos.
En el caso de la combinación de trimetoprim/ sulfametoxazol,
ésta puede además producir anemia hemolítica, trastornos de
coagulación, granulocitopenia, trombocitopenia y disminución de la
depuración de creatinina, por lo que se debe tener en cuenta en
pacientes con alteraciones hematológicas y renales, así como en
aquellos a los que se les están administrando medicamentos tales
Feo-Figarella A 1069
Interacciones farmacológicas
ANTITUBERCULOSOS
Isoniacida
Fármaco de primera elección en el tratamiento de la infección
por M. tuberculosis, inhibe la parahidroxilación de la difenilhidantoína,
pudiendo surgir síntomas de toxicidad en pacientes que reciben ambos
medicamentos. Además la isoniacida inhibe el metabolismo hepático
de las benzodiacepinas y anticoagulantes orales por lo que potencia el
efecto de ambos medicamentos, pudiendo presentarse igualmente
efectos tóxicos. De la misma manera inhibe el metabolismo del
acetaminofén, haloperidol, barbitúricos, carbamazepina, ácido
valproico. Puede aumentar la toxicidad de las teofilinas y paracetamol.
La isoniacida disminuye los efectos de los hipoglicemiantes
orales (además que puede causar hiperglicemia en dosis tóxica),
azoles (itraconazol, ketoconazol). Su absorción es disminuida con el
uso simultáneo de antiácidos que contienen aluminio al formar
complejos no absorbibles con estos.
Este fármaco puede causar encefalopatía tóxica desencadenando
convulsiones en pacientes con cuadros convulsivos, por lo que debe
tenerse cuidado con el uso concomitante en pacientes que reciben
Feo-Figarella A 1071
Rifampicina
Este derivado sintético de la rifamicina B, perteneciente al
grupo de los antituberculosos macrocíclicos complejos, no sólo tiene
efectos sobre el M. tuberculosis, M. avium y otras microbacterias, sino
además sobre bacterias gramnegativas (E. coli, P. aeruginosa, Pro-
teus, Klebsiella, N. meningitidis, H. influenzae) y grampositivas como
el S. aureus y coagulasa negativo.
La rifampicina es un inductor potente de las enzimas microsó-
micas del hígado, por lo que su administración conduce a la disminución
de los niveles de diversos fármacos usados frecuentemente en la UCI,
tales como: digoxina, diazepam, haloperidol, propranolol, quinidina,
mexiletina, verapamil, ciclosporina, corticosteroides, anticoagulantes
orales, teofilina, barbitúricos, halotano, fluconazol, sulfonilúreas,
cimetidina; trayendo a veces como consecuencia la ineficacia o menor
eficacia de estos.
Medicamentos como la claritromicina, fluconazol, indinavir,
ritonavir, nelfinavir, ketoconazol, barbitúricos, pueden elevar los
niveles de rifampicina, mientras que la pirazinamida los puede
disminuir.
Los trastornos digestivos causados por la rifampicina, como la
diarrea, pueden alterar la disponibilidad de otros fármacos
administrados por vía enteral. La disfunción hepática puede verse
agravada por el uso simultáneo de isoniacida y alterar más el
metabolismo de otros fármacos y en raras ocasiones, provocar
insuficiencia renal aguda, por lo que se debe tener cuidado con el uso
de medicamentos con potencial hepatotóxico y nefrotóxico.
Etambutol
Fármaco activo contra cepas resistentes a la isoniacida y otros
antituberculosos, disminuye los niveles de verapamil. Su absorción se
ve disminuida por el uso simultáneo de antiácidos que contienen
aluminio y sales de aluminio.
Pirazinamida
Análogo sintético pirazínico de la nicotinamida, activo contra el
M. tuberculosis, puede aumentar el riesgo de hepatotoxicidad cuando
se administra simultáneamente con isoniacida y rifampicina.
Estreptomicina
Antibacteriano perteneciente el grupo de los aminoglucósidos,
el cual es menos activo que otros miembros de esta clase contra bacilos
gramnegativos areobios, hoy en día se utiliza para tratar algunas
infecciones en combinación con otros antimicrobianos, como en el
caso de la endocarditis bacteriana, tularemia, peste y tuberculosis. En
este último caso, la estreptomicina es bactericida contra el bacilo de
la tuberculosis, no obstante, se utiliza formando parte de la terapia
triple en formas graves de tuberculosis, como el caso de la enfermedad
diseminada o la meningitis.
Al igual que todos los aminoglucósidos es ototóxica, efecto que
puede ser potenciado por la bumetamida y la furosemida; y nefrotóxica,
efecto que puede ser potenciado por fármacos tales como los
antiinflamatorios no esteroideos, así como con el uso concomitante de
otros antimicrobianos como la vancomicina y anfotericina, además de
la furosemida. De la misma manera se le atribuye un efecto de bloqueo
neuromuscular, el cual puede potenciar y prolongar el de los
bloqueantes neuromusculares.
Etionamida
Fármaco secundario en el tratamiento de la tuberculosis, se usa
simultáneamente con otros sólo cuando estos son ineficaces o si los
primarios estan contraindicados. Puede potenciar la hepatotoxicidad
Feo-Figarella A 1073
Ácido aminosalicílico
Medicamento de segunda elección, no muy frecuentemente
utilizado, puede alterar la biodisponibilidad de fármacos administrados
por vía enteral debido a los problemas gastrointestinales que produce,
en este caso diarrea.
Cicloserina
Antibiótico de amplio espectro eficaz en el tratamiento de la
tuberculosis pulmonar o extrapulmonar cuando los fármacos primarios
son ineficaces, pueden potenciar los efectos tóxicos sobre el sistema
nervioso central (convulsiones), de otros medicamentos como el caso
del flumazenil y teofilina.
ANTIMICÓTICOS
Feo-Figarella A 1075
Anfotericina B
Antibiótico poliénico con actividad fungistática y fungicida
contra una variedad de hongos: Candida, Criptococcus neoformans,
T. glabrata, algunos Aspergillus, H. capsulatum, C. inmitis, agentes
de mucormicosis y otros. Su nefrotoxicidad es potenciada por el uso
simultáneo de aminoglucósidos, vancomicina, pentamidina,
ciclosporina, antiinflamatorios no esteroideos. La pérdida renal de
potasio que conduce a hipokalemia y aumenta el riesgo de arritmias
puede agravarse con el uso de diuréticos perdedores de potasio como
la furosemida y los corticosteroides, alteración que además puede
elevar el riesgo de toxicidad cuando se usa al mismo tiempo glucósidos
digitálicos. Es posible que la flucitosina aumente la toxicidad de este
fármaco. La pentoxifilina y la dopamina pueden disminuir el riesgo de
toxicidad renal.
Flucitosina (5’fluorocitosina)
Es una pirimidina fluorada activa contra el C. neoformans,
Candida spp, C. glabrata, y agentes responsables de la cromomicosis.
Este medicamento puede deprimir la función de la médula ósea,
problema que puede verse agravado con el uso de analgésicos
antipiréticos del grupo de la dipirona. Puede aumentar la toxicidad de
la anfotericina B.
Azoles
Los antimicóticos azólicos los constituyen dos clases, los imida-
zoles y los triazoles, los cuales comparten el mismo mecanismo de
acción y espectro.
Feo-Figarella A 1077
ANTIPARASITARIOS
a. Antipalúdicos
El paludismo es una enfermedad causada por protozoos del
genero Plasmodium, que puede implicar un grave riesgo para el
paciente, en especial cuando se trata de infección por Plasmodium
falciparum. El paludismo falciparum grave se caracteriza por
complicaciones como el paludismo cerebral, encefalopatía difusa con
una mortalidad cercana al 20 %; acidosis láctica que suele complicarse
con insuficiencia circulatoria que no responde a la expansión de
volumen ni el uso de inotrópicos; edema pulmonar no cardiogénico
con una tasa de mortalidad mayor al 80 %; insuficiencia renal debida
a necrosis tubular aguda que habitualmente necesita apoyo dialítico;
alteraciones de la coagulación (coagulación intravascular diseminada)
con hemorragias graves; neumonía por aspiración secundaria a
convulsiones, además de que estos pacientes estan predispuestos a
sobreinfecciones, pudiéndose ver episodios de sepsis espontáneas a
gramnegativos.
Por lo tanto esta patología constituye una emergencia médica
que requiere atención en la unidad de terapia intensiva, ameritando
además de las medidas de apoyo hemodinámico, ventilatorio, renal y
nutricional, el uso de terapia con antipalúdicos, entre los cuales
existen un variado número, que pueden producir interacciones
farmacológicas con otros medicamentos de uso frecuente en la unidad
de terapia intensiva.
Cloroquina
Medicamento miembro de las 4-aminoquinolinas, es un
antipalúdico eficaz contra el P. vivax, P. ovale, P. malarie y cepas de
P. falciparum sensibles a éste, en sus formas eritrocíticas, siendo
inactivo contra las formas tisulares latentes de P. vivax y P. ovale.
Además es usado en el tratamiento de la amibiasis hepática y una
variedad de enfermedades reumáticas (artritis reumatoidea, lupus
eritematoso sistémico).
Cloroguanida
Derivado de la biguanida con actividad antipalúdica que depende
de su metabolito el cicloguanil, es utilizado en el tratamiento del
paludismo por P. falciparum, P. vivax. La diarrea que ocasionalmente
causa puede alterar la biodisponibilidad de aquellos fármacos que se
administran por vía enteral.
Halofantrina
Antipalúdico sintetizado a partir de los metanoles fenantrénicos,
es utilizado en el tratamiento del paludismo por cepas de P. falciparum
resistente a cloroquina y otras drogas.
Al igual que la quinina, puede causar prolongación del intervalo
QT, pudiendo conducir a arritmias ventriculares (taquicardia helicoi-
dal), debiendo tenerse cuidado y en lo posible evitar medicamentos
como amiodarona, bretilio, disopiramida, clorpromacina, enacinida,
flecainida, haloperidol, quinidina, fenotiazinas, antidepresivos
tricíclicos, diuréticos tiacídicos, cisaprida. Las alteraciones
electrolíticas causadas por los diuréticos puede predisponer y agravar
este efecto tóxico. Los alimentos grasos aumentan la biodisponibilidad
del fármaco y por tanto el riesgo a este efecto tóxico. La halofantrina
puede intensificar la cardiotoxicidad cuando es administrada en
pacientes previamente tratados con mefloquina o quinina.
Feo-Figarella A 1079
Mefloquina
Fármaco utilizado en el tratamiento del paludismo originado por
P. falciparum resistente a cloroquina y a múltiples compuestos. Su uso
simultáneo o en pacientes que han sido tratados con quinina, quinidina
y cloroquina, puede aumentar el riesgo de convulsiones y
cardiotoxicidad, igualmente no se recomienda su uso junto con otros
fármacos que alteren la conducción cardíaca, los cuales ya han sido
mencionados. Incrementa el peligro de convulsiones en pacientes con
tratamiento a base de valproato.
Pirimetamina
Antipalúdico perteneciente al grupo de las diaminopirimidinas,
es en esquizonticida de la fase eritrocitaria cuyo uso actual se reserva
para el paludismo por P. falciparum resistente a cloroquina y
habitualmente se usa en combinación con una sulfonamida o sulfona,
aunque puede ser complemento de la quinina. El uso concomitante de
lorazepam potencia el riesgo de hepatotoxicidad.
Primaquina
Fármaco utilizado en el tratamiento del paludismo por P. vivax
y P. ovale. Aunque infrecuentes, la hipertensión y las arritmias deben
tenerse en cuenta cuando se utilizan de manera simultánea drogas con
el mismo potencial como vasopresores, antiarrítmicos, diuréticos. No
se debe usar en pacientes a los cuales se les esté administrando
fármacos que puedan tener efecto hemolítico (cloroquina, quinina,
sulfamidas, TMP/SMX, dapsona) o depresores de la médula ósea.
Quinina / quinidina
Alcaloide de la cinchona es usado en el tratamiento del paludismo
por P. falciparum resistente a cloroquina y otros fármacos.
La acción irritante local puede producir diarrea que interfiere
con la absorción de fármacos administrados por vía enteral. La quinina
y quinidina pueden retrasar la absorción y aumentar las concentraciones
plasmáticas de la digoxina y glucósidos cardíacos similares, así como
Feo-Figarella A 1081
b. Amebicidas
Cloroquina
Utilizada en el tratamiento de la amibiasis extraintestinal por su
acción tóxica contra la E. histolytica, es indicada en casos de amibiasis
hepática, en aquellos casos donde el metronidazol es ineficaz o está
contraindicado. Sus interacciones fueron revisadas en el aparte IVa.
Emetina y dehidroxiemetina
Alcaloides derivados de la ipecacuana, eficaz en las formas
tisulares de amibiasis y en la amibiasis intestinal grave, su uso actual
se encuentra restringido a aquellos casos en los cuales el metronidazol
es ineficaz o está contraindicado. Sus reacciones adversas son
frecuentes, siendo las más graves las cardiovasculares como
taquicardia, hipotensión, arritmias, cambios electrocardiográficos,
dilatación cárdica con insuficiencia cardíaca, debiendo tenerse cuidado
con el uso simultáneo de betabloqueantes, bloqueantes de los canales
del calcio, antiarrítmicos, diuréticos, los cuales pueden agravar éstas.
Metronidazol
Nitroimidazol sintético ampliamente usado para el tratamiento
de las enfermedades infecciosas graves causadas por anaerobios, es un
amebicida eficaz que se usa actualmente en el tratamiento de todas las
formas sintomáticas de amibiasis. Se ha reportado que este fármaco
puede potenciar los efectos de los anticoagulantes orales como resultado
de la disminución de su metabolismo y por el desplazamiento de los
sitios de unión a proteínas, pudiendo por tanto conducir al aumento del
Feo-Figarella A 1083
Tetraciclinas
Estos antibióticos no son amebicidas directos, actúan al interferir
en la flora intestinal esencial para la proliferación de las amibas
patógenas, debiendo ser siempre utilizadas con medicamentos contra
la amibiasis intestinal o extraintestinal. La más usadas son las antiguas
tetraciclinas, porque se absorben poco a nivel intestinal. Sus
interacciones han sido mencionadas anteriormente.
c. Antineumocísticos
Atovaquona
Pertenece a las hidroxinaftoquinonas sintéticas. Es un fármaco
cuyo uso se ha dirigido contra el P. carinii en el tratamiento de la
neumonía leve a moderada por este parásito en especial en pacientes
que no toleran el TMP/SMX. Este fármaco puede ocasionar diarrea, la
cual a su vez puede disminuir la absorción de otros medicamentos de
uso enteral. Al parecer, este medicamento puede inducir o inhibir el
metabolismo hepático, captación y eliminación biliar de otros
medicamentos, por lo que debe usarse con precaución en pacientes que
reciben otros fármacos que se metabolizen a nivel hepático, porque
podría elevar o disminuir los niveles séricos e inducir toxicidad o
ineficacia de estos. La rifampicina disminuye los niveles de la
atovaquona.
Pentamidina
Antiprotozoario de la familia diamidina, es el que posee mayor
eficacia clínica y menor toxicidad y facilidad de administración. En la
actualidad se utiliza en especial en la profilaxis y tratamiento de la
neumonía leve o moderada por P. carinii.
La pentamidina puede causar taquicardia por lo que debe ser
usada con precaución en pacientes que reciben medicamentos como
vasopresores, vasodilatadores, agonistas betaadrenérgicos (isoprote-
renol, dobutamina) y atropina. La hipotensión después de su
administración rápida debida a la liberación de histamina, debe ser
Feo-Figarella A 1085
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Ateproca 1089
Ateproca 1091
Ateproca 1093
Ateproca 1095
Ateproca 1097
Ateproca 1099
Ateproca 1101
Ateproca 1103
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